Ayyy ya Falta muy poquito. Este capítulo ha sido muy difícil de escribir. Esta cortito porque solo cuenta algo importante. Pronto subiré el último capítulo y un Epílogo. Estaba pensando darle una continuación a esta historia, pero estoy en eso. Saludos y nuevamente Gracias por leer.
CAPÍTULO XX
Junpyo bebía una copa de vino en la sala de su Suite. Se sentía nervioso e inquieto, pero a la vez seguro de que su Plan no fallaría esta vez. Después de que le trajeran a Jandi, él se encargaría de hacer que ella cediera ante él y hacerla suya. Sería fácil si no quería que Jihoo perdiera su patrimonio. Jandi le pertenecía a él y a nadie más. Tal vez haya ido muy lejos esta vez, pero nadie entendía que ella sería la única mujer en su vida. Lo supo desde el día que la conoció, cuando se atravesó en su camino después de que él hubiera embarrado un pastel en la cara de esa chica. Río fuerte, ella pensó que la ignoro , pero no fue así, sentía intriga por ella y después cuando se negó a lamerle el zapato y a cambio le tiro un cono de helado en la cara. Tenía muchas agallas para enfrentarse a él. Y desde ahí no pudo sacarse su imagen de la cabeza. Pero, el Ermitaño tenía que aparecer. El no se había preocupado por nadie, ni se había fijado en nadie de esa escuela, hasta que llegó Jandi. Era curioso como se preocupaba por ella y en dos ocasiones se enfrentó a él para que la dejara tranquila. La cercanía que empezaron a tener le revolvía el estómago. Y ella, ella solo tenía de ojos para él. Eso era tan humillante. Menos mal que El se fue a Paris tras Seo Hyun, luego supo que fue por petición de la misma Jandi, ¿tanto así lo quería? No entendía eso de dejar ir al amor de tu vida con otro para ser feliz. ¡Eso era estupido! Rendirse tan fácilmente, y menos sin decirle tus sentimientos, eso no entraba en su vocabulario. Su Lema era, ¡si quieres algo ve por él y no lo sueltes, jamás te des por vencido, siempre hay que ganar! Y Gu Junpyo siempre ganaba. Dio un vistazo a su reloj de pulsera. Ya deberían de estar aquí. El Hotel donde se había hospedado, estaba muy cerca de la base Aérea para vuelos Privados de Florencia. Decidió llamar a uno de sus Hombres, pero su celular mandaba a buzón. Eso no era habitual. Es como si algo hubiera salido mal. Sus Hombres iban armados y Woobin seguro no llevaba escolta. Debió ser algo sencillo. Se acercó a la ventana de su Suite para admirar la vista y tomar de su copa. Era increíble lo bella que se veía la ciudad desde su altura. Su celular en el bolsillo del pantalón comenzó a vibrar, con pereza lo sacó para contestar la llamada.
-¿Qué sucede?- volteó los ojos y se tocó las sienes en señal de fastidio.
-¡Era un trabajo muy simple Santoni! ¡No te pagaré un centavo! Y no pienses que voy a ir a sacarte de esa pocilga. ¡Te lo mereces por inútil! – colgó la llamada resoplando. Comenzó a dar vueltas pensando qué hacer a continuación. El Plan había fallado. A estas alturas Jandi seguro ya estaba con Jihoo y quizás él ya sabría lo que pensaba hacer. Italianos inútiles. Debió traer a sus propios hombres a hacer el trabajo. Decidió ir a ver a Kun Hee, de este modo presionarían a Jihoo para que entregara a Jandi. Marco a la recepcionista desde el teléfono de la habitación.
-¡Que tengan listo mi auto! ¡Voy a salir!- Tomó su saco y salió de la lujosa habitación. Con pasos apresurados llegó al lobby. Un Rolls Royce Negro lo esperaba en la puerta del Hotel. De inmediato subió al vehículo ya encendido y comenzó a avanzar hacia su destino. No se dió cuenta que el conductor de un Luxury Negro seguía sus movimientos desde la distancia y que comenzó a avanzar detrás de él.
La cafetería del Hospital era Modesta pero cómoda. Al ser extranjeros eran transportados a ese Hospital, cuando de una emergencia se trataba. No dudaba de las capacidades de los Médicos, pero habían demasiadas emergencias para tan poco personal, y las condiciones eran bastante precarias. Tendrían que esperar a que Yi Young se encontrara fuera de peligro para trasladarlo a una Clínica Privada para una mejor atención. En estos momentos era muy arriesgado moverlo. Apenas si probaba su café, la preocupación y la culpa la invadían. Se sentía responsable por lo que estaba sucediendo, pues esos hombres habían ido por ella. Junpyo no se iba a rendir tan fácil. Si tan solo no hubiera accedido a ayudarlo.
-¡Lamento lo que le pasó a su amigo!- Escuchó decir a Gretta. – Espero que logre recuperarse, Gaul lo ama mucho. -
Jandi levantó la mirada hacia ella y dejó su café en la mesa, que ya comenzaba a enfriarse. - se casarán pronto.- Gretta levantó las cejas.
-Es lamentable. No entiendo quien podría atentar contra los amigos de Jihoo. El, no tiene enemigos. Aunque… - y se quedó pensativa. –
Jandi la escuchó hablar y de pronto cayó en cuenta de que estaba frente a quien había sido, hasta hace poco, la novia de Jihoo. Se detuvo a mirarla, y le sorprendió la tranquilidad con la que se dirigía a ella. Pudo ver de cerca sus facciones y se dio cuenta de que era una mujer realmente hermosa. Y su forma de hablar le decía que era además, inteligente y Madura. Entendía por qué Jihoo se había fijado en ella. Había la posibilidad de que Él aún sintiera algo. Gretta sintió la mirada escrutadora de Jandi. Bebió de su café y sonrió a medias.
-Se lo que estas pensando – le dijo. - Y la respuesta es ¡No! Él nunca dejó de pensar en ti. No te voy a negar que cuando Él regreso, deseaba que solo hubiera sido una aventura y volviera a mi. Pero lo que siente por ti, es realmente profundo y único. Nadie jamás en ninguna vida podría reemplazarte. Te envidio por eso. Alguien como Jihoo, solo puede amar a una sola Mujer y El te eligió a ti desde hace mucho tiempo. Jandi la veía a los ojos y sentía cada vez más admiración por ella.
-Lamento …. – empezó a decir Jandi. Gretta levantó la mano para callarla.
-¡No lo hagas! No sientas pena por Mi. Eso me hace sentir patética. Yo no soy así. Sinceramente te digo que Amo a Jihoo, y no sé por cuánto tiempo más lo voy a amar. Él es alguien de quien te puedes enamorar fácilmente, y a la vez, alguien muy difícil de dejar ir. Pero también respeto lo que Él siente, y El te ama. Se perder, ¿sabes? En estos momentos solo quiero verlo feliz, y lo apoyaré, aunque me esté muriendo de dolor. –
-Eres una Mujer excepcional. Te admiro y te respeto. Te tengo envidia también ¿sabes? Pudiste tenerlo contigo estos años, sin ataduras o remordimientos, un amor libre. Estuviste con él en sus momentos difíciles. Estoy segura que para El no eres una más, eres importante en su vida y lo serás siempre.- Gretta sintió que se le humedecían los ojos y dio un sorbo a su café para disimular las lágrimas que amenazaban con salir.
-Sólo… ¡Hazlo Feliz! El lo merece. Ya sufrió mucho. No… lo dejes solo. –
Jandi sonrió sinceramente y afirmó con la cabeza lo dicho por Gretta. Eran rivales y al mismo tiempo, compartían un amor intenso por el mismo Hombre y ella era afortunada de ser la dueña de su amor. Quizás, más adelante, si así lo permitía el destino, podrían llegar a ser cercanas. La mirada de Gretta cambió cuando se enfocó en algo a lo lejos. Se puso de pie de inmediato dejando su café a medias y empezó a correr en esa dirección. Jandi siguió su mirada y pudo ver a Jihoo caminando muy de prisa con una Gaul detrás de él tratando de detener su paso. Ella también aceleró el paso para alcanzarlo.
-¡Sunbae! ¡Detente! Deja que se encargue la policía. ¡No vayas!- le decía Gaul con gritos suplicantes para hacerlo entrar en razón. Pero Jihoo no escuchaba. Su Rostro endurecido mostraba un claro estado de Furia. Gretta llego hasta El. Lo tomó del brazo e hizo que se pusiera frente a ella deteniéndolo.
-¿Qué pasa?- Jihoo la vio y sin decir nada le dio a entender que sabía quien había provocado la tragedia. Ellos solían comunicarse así. Ella podía leer sus emociones con solo verlo a los ojos. Ella entendió el mensaje y lo fue soltando poco a poco. Esto era algo que El tenía que hacer. Lo vio mirar sobre su hombro y volvió su mirada a ella, suplicándole que cuidara de lo más Preciado que tenía.
-No dejes que me siga – le dijo. Ella también tenía miedo. Podía pasarle algo, pero confiaba en él, en su destreza. Lo había visto enfrentarse a ladrones y a quienes habían querido sabotear las cosechas. Tenía habilidad para pelear y también en el manejo de armas y en estos tres años logró dominar a sus adversarios. Por eso era respetado por todos en el Pueblo, y las viñas pudieron salir adelante. Solo un Tonto querría Enfrentarse a Yoon Jihoo. Tal vez Jandi lo conocía como un Chico amable, pero ella lo conoció como un Hombre Fuerte capaz de defender lo que era importante para él. Jandi llegó hasta ellos.
-¡Jihoo! ¿A dónde vas?- El solo la vio por un momento, se acercó a Ella y le dio un beso ardiente y aún tomándole el rostro le dijo.
-¡Volveré!- y con determinación volvió a sus pasos y siguió su camino.
-¡Jihoo! -Volvió a gritar Jandi avanzando hacia él, pero Gretta la detuvo. Gaul también quiso detenerlo, pero el brazo libre de Woobin, que había llegado a ellos con dificultad, hizo que ya no siguiera avanzando.
-¡No lo entiendes Woobin! No quiero otra tragedia.- Decía ella con la angustia en su voz y el llanto contenido en su garganta.
Jandi al fin había entendido a donde se dirigía Jihoo. No podía dejarlo. Podría cometer una locura o salir herido.
-¡Suéltame! Le decía a Gretta. No puedo dejar que se vaya. Debo ir con él. –
-¡Entiéndelo! Esto solo lo pueden solucionar ellos. No podemos involucrarnos. Jihoo necesita detenerlo. Y si tú vas con él, no podrá enfrentarse con confianza, porque estará pensando en tu bienestar. Debe hacerlo solo. –
-¿Cómo puedes estar tranquila? ¿No dices que lo amas?- le gritaba Jandi
-¡También tengo miedo! Pero confío en él. Y tú deberías hacer lo mismo. Él te dijo que volverá y yo sé que lo hará. Él regresará. Siempre regresa.-
Jandi al fin se soltó. Jihoo ya se había perdido de vista. Lágrimas empezaban a salir de sus ojos.
-No quiero que le pase nada, pero tampoco quiero que suceda una tragedia y que El atente contra su propia integridad. Se que no podría vivir tranquilo si se mancha las manos. – Decía Jandi con la voz temblorosa por el llanto contenido y la angustia. - No soportaría perderlo de nuevo – dijo con la vista perdida hacia el lugar por donde El se había ido. Una mano tocó su hombro en señal de apoyo.
-Eso no pasará – Le aseguró Woobin
Jihoo llegó al Elegante Hotel que le había indicado Woobin. Su amigo había interrogado a esos hombres a su estilo para que le dieran el paradero de quien los contrató. No tuvo que disuadirlos mucho cuando ellos se enteraron de que estaban frente al "Príncipe Song". Estacionó su Luxury Negro cerca de la entrada. No quería llamar la atención, Junpyo estaba seguramente vigilado por su personal de seguridad. Espero un momento en el auto y respiró hondo para controlarse. Aún estaba desconcertado de lo que su amigo había provocado por causa de su obsesión. No se conformó con retener a Jandi en un compromiso falso por seis meses. Quería realmente tenerla de nuevo. Estaba a punto de bajarse del auto cuando lo vio salir del Hotel y subirse a un Auto desconocido para él. Tal vez era de algún socio. Comenzó a seguirlo desde una distancia prudente para evitar ser descubierto. Sin embargo, después de varias calles, el Auto de Junpyo empezó a acelerar y al parecer cambió su ruta. Él también aceleró el suyo para no perderlo de vista. Cuando giro hacia la autopista, el auto arrancó a toda velocidad.- ¡Diablos! ¡Ya se dio cuenta!- dijo mentalmente. Piso fuerte el acelerador y se inició una persecución en pleno. Esquivar los Autos no era nuevo para El. Muchas veces corrió con ellos en las calles de Corea por Diversión, pero el más audaz en el volante era precisamente a quien estaba persiguiendo. Ninguno pudo ganarle en una carrera limpia. La única vez que pudo superarlo, fue cuando iba a ser expulsado del F4, y él sembró celos en su cabeza al darle un beso a Jandi antes de que iniciara la competencia. Pero esta vez, ya no eran adolescentes y Jandi no estaba presente. Aún así tenía que darle alcance, tenía que responder por lo que hizo. En un Punto de la Autopista, el lujoso auto dio vuelta hacia un camino de tierra. Jihoo sonrió, conocía ese camino. Varias veces había pasado por ahí para escapar de su mundo. El camino llevaba a un acantilado, pero había una desviación donde podría adelantar el camino. Se desvió y con la seguridad de llegar antes, aceleró al máximo. Pronto llegó al camino de nuevo y pudo ver al auto lujoso venir hacia él. Se atravesó delante y escuchó el rechinar de llantas cuando frenó de golpe. Ambos vehículos, quedaron uno frente al otro, sin embargo ninguno de los conductores descendía. Decidió dar el primer paso. Abrió la puerta y se acercó.
-¡Baja del Auto Junpyo! No te lo voy a repetir otra vez. – Llegó hasta él y lo encontró con las manos aún en el volante. Con la mirada fija. Bajó la ventanilla y sin mirarlo le dijo:
-¿Qué vas a hacer Ermitaño? ¿Vas a denunciarme? Tus Hombres se pusieron a la defensiva. Yo solo quería llevarme a mi Prometida. – sus palabras hicieron que le hirviera la sangre. Con los dientes apretados le contestó: -Ella.. ya no es…Tu Prometida!!!- Y llevado por el enojo cerró su puño estrellándolo sobre el rostro impecable de quien fuera su Mejor Amigo. Junpyo cayó sobre su costado dentro del vehículo, se tocó la mandíbula y le regresó la mirada con los ojos inyectados de odio. Jihoo quito manualmente el seguro del auto y abrió la puerta. Tomó a Junpyo de la solapa de su traje, jalándolo con toda su fuerza para obligarlo a salir. Lo puso contra la puerta trasera y lo detuvo ahí mismo.
-¿Hasta donde piensas llevar esto?, ¿Por qué no la dejas ir? ¡Ya no hay amor entre ustedes! ¡No hagas que yo te odie! – le decía con una mezcla de ira y angustia. Junpyo echó la cabeza hacia atrás y comenzó a reírse a carcajadas.
-Siempre tan sensible Ermitaño. ¿Crees que soy como tú?- jihoo lo fue soltando sin quitarle la mirada, estaba estupefacto con la reacción de su Líder.
-¿Quién eres? No te reconozco-
-Jandi fue Mia desde el Momento en que la dejaste por seguir a Seo Hyun, pensaste que al regresar ¿te esperaría? ¿Que sería tu consuelo por tu romance fallido? ¡Yo Fui quien limpió sus lágrimas! Tú le hiciste daño desde el principio. Le rompiste el corazón. Yo sólo recogí los pedazos. Y claro! Tenía que sacarte de su Mente y su Corazón. Pensé que sería más difícil, pero Jandi estaba falta de afecto y fue más rápido de lo que imaginé. Te la gané limpiamente. ¿Hablas de odiarme? ¡Soy Yo quien debería odiarte! ¡Te aprovechaste de mi confianza en los 4 años que no estuve para enamorarla!
-Eso no fue así. Siempre te respeté. Nunca pasamos de una amistad. Yo mismo era quien la ayudaba a escribirte y hacerte videollamadas. Siempre le recordaba que pronto regresarías por ella y que su amor era más fuerte que la distancia. ¿Cómo puedes decir esas cosas? –
-¿Estas seguro? Dime que cuando estabas con ella, no deseabas tocarla, besarla, acariciarla… hacerla Tuya. ¡Dime que nunca la viste más que como una amiga!-
Jihoo le sostuvo la mirada. Y apretó la mandíbula. -Tu más que nadie sabía lo mucho que yo la amaba. Pero a pesar de que yo deseara algo más con ella, nunca me aproveché de su soledad. Siempre la respeté, por Ti y por Ella. Jamás te traicionaría. Por mucho que yo la deseara, sabía que él único en su corazón eras Tú. ¿Cómo puedes juzgarme de ese modo? Antes de mi amor por ella, estaba tu amistad. –
-Nunca confíe en ti Jihoo. Ella se volvió a enamorar de ti. Lo supe cuando regrese de America. ¿Nunca te preguntaste cómo consiguió tu número Bianchi? Siempre seguí tus pasos. – Jihoo entrecerró los ojos tratando de descifrar lo que quería decirle. – Tenía que alejarte de nuevo, pero ya no había una Seo Hyun para que la persiguieras. Estando lejos podría hacer que volviera a mi nuevamente. Pero tenías que irte. Así de ese modo, ella es se olvidaría de ti, como la primera vez. Jandi es tan fácil de persuadir.
-¿Tu arreglaste el negocio con Bianchi para que me contactara?-
-¿Y que si lo hice? Tu te fuiste de forma voluntaria después de nuestra fiesta de compromiso. Debo decir que tuve que hacer uso de todo mi potencial para Manipular a Jandi para que aceptara ser mi Prometida. Pero, no me vas a negar que no la pasaste bien. ¿Te entretuviste mucho con el juguete italiano que te mande no? Gretta es una Mujer Muy Hermosa. Seguro también es ardiente en la cama.-
Jihoo volvió a encenderse al escuchar como se expresaba de Jandi y de Gretta. Y volvió a tomarlo de las solapas.
-¡No te atrevas a hablar así de ella! No te permito que te expreses así. –
-¡Vaya! Te importa mucho esa niña ¿no? Hizo bien su trabajo. Lástima que tuvo que ver cómo la traicionabas. – Jihoo lo miro confundido- ¿Creíste que no sabía de tus encuentros con Jandi? Te seguí a todas partes, seguí tus pasos. Tome fotografías y en el momento oportuno se las mostré a tu Princesa Italiana.
-¡Estás enfermo!- Le contesto asqueado. – ¡Nadie te importa! Más que ¡tú mismo!
-¿Qué haces jugando con las dos Yiyo? ¿A quien amas realmente? Quédate aquí en Italia y vive felizmente. Deja que Jandi regrese conmigo. Ella me pertenece. ¿No te dijo como la pasamos en la Isla?-
-¡Vete a la Mierda!- sólo dijo, y ya no pudo contener su furia. Se abalanzó sobre el y lo golpeó de nuevo. Pero esta vez, ya no tuvo compasión, un golpe tras otro, la sangre empezaba a brotar de la boca y de la nariz de Junpyo. El intentó defenderse, pero Jihoo era más fuerte. El trabajo rudo en la Viña, acrecentó sus músculos. Estaba realmente cegado por la Ira. De un Golpe certero Junpyo cayó de bruces al suelo y Jihoo comenzó a gritarle.
-¡No te das cuenta Idiota! De lo que estás provocando! Te consideraba mi hermano y te has dedicado a hacer de mi vida una mierda. No quieres aceptar que Jandi ya no te ama. Te la quisiste llevar a la fuerza, y lo único que lograste, es que nuestro amigo esté debatiéndose entre la vida y la muerte en un Hospital. Si algo le pasa a Yi Young, no solo te ganaras mi odio, sino el de todos, incluyendo a Jandi, que tiene el corazón más noble de todos nosotros y aún siente cariño por ti. ¡¿Cuántos más tienen que pagar por tu capricho?!-
Junpyo permanecía en el piso y se limpiaba la sangre que le salía por la boca.
-Yi Young…- dijo Junpyo con dificultad. – Está herido por culpa tuya…- Jihoo abrió los ojos con incredulidad, ¿a que se refería este Hombre?- No tenias que entrometerte en mi relación! ¡No tenías que regresar de Italia! – le gritó - Jandi… Ella era Mía, no tuya… -empezó a decir y la voz se le corto por el llanto. - ¿Por qué se enamoró de ti? ¡No la mereces!- le gritó. – Yi Young no debía estar ahí…- seguía hablando- Tu tenías que estar en el Hospital, no él-
- ¿Me Odias?-
- Si, te Odio. Porque Ella nunca me amó como a ti. Porque siempre Fuiste Tú el que estaba en sus pensamientos. Porque todos mis esfuerzos para alejarte de ella, fueron en vano. Porque todo su mundo giraba alrededor de Ti. Te Odio, porque sé que eres mejor persona que yo. – Junpyo bajo la cabeza derrotado. Jihoo suavizó su mirada al ver a su amigo de esa forma, se acercó a él y se agachó para ponerse a su altura.
-Junpyo, ¡Tienes que parar esto! Deja de hacerte daño y deja de hacerle daño a ella. Si la amas.. tienes que dejarla Ir.- El levantó al fin la vista hacia Él y mirándole fijamente le dijo:
- Esto terminará solo si tú desapareces.- seguido de sus palabras se escuchó un disparo. Jihoo abrió muchos los ojos y se llevó la mano al estómago. Una mancha de sangre la cubrió por completo. A lo lejos pudo escuchar una voz conocida, pero sus sentidos estaban fallando. Sintió mucho frío y los párpados se le empezaron a cerrar, todo se volvió oscuro. Ya no sintió nada más.
