Capítulo 20
Un rato después del anuncio del último combate de la primera ronda, esta terminó y nos dieron un tiempo de descanso antes de iniciar con la segunda. Ahora solo quedábamos ocho participantes, lo que significaba que solo me quedaban tres combates más antes de hacerme con la victoria.
Cuando el tiempo de descanso terminó, se anunció por megafonía que la segunda ronda iba a dar inicio. Dado que en la ronda anterior yo había participado en el segundo combate, eso significaba que ahora debía estar en el primero.
Como si hubiera leído mi mente, la voz anunció que otro entrenador y yo debíamos dirigirnos hacia la arena de combate. Como antes, la puerta se abrió automáticamente. No dudé en cruzarla con una sonrisa emocionada. Estaba seguro de que los combates serían más duros conforme fuera acercándome a la final.
Cuando volví a pisar la arena, los focos volvieron a deslumbrarme. Cuando mi vista se aclaró, vi que al otro lado del campo de batalla había un chico no mucho mayor que yo. Por su aspecto, me recordaba a los entrenadores guays de los videojuegos.
-El combate entre Samuel y Eric comienza… ¡ahora!- anunció la comentarista. Entonces, el árbitro hizo una señal para que empezáramos.
Al mismo tiempo, los dos tomamos nuestras Pokeballs y las lanzamos al campo de batalla. Yo elegí a Kai y Gael, pues todavía no habían participado en este torneo. La estrategia lenta de Spike no sería muy efectiva aquí, por lo que tendría que quedarse en la reserva. Por su parte, mi oponente liberó a un Kecleon y un Swellow.
-Parece que esto no será fácil. Kai, usa Corpulencia. Gael, Pistola agua contra Swellow.- ordené a mis Pokémon.
-De eso nada. Swellow, Ataque ala contra el Riolu. Kecleon, Psicorrayo.- como era de esperar, mi rival quería acabar primero con el Pokémon que más problemas podía darle. Pero yo ya esperaba eso.
Kai empezó a reunir energía, mientras que mi Buizel distraía al Pokémon volador con chorros de agua. Lo había hecho así porque Swellow es muy rápido, pero Kecleon es lento. Y efectivamente, Buizel le ganó a Kai los segundos necesarios para ejecutar su ataque, fortaleciéndose. Justo cuando terminó, tuvo que rodar por el suelo a un lado para esquivar el ataque psíquico de su rival.
Sabía que Kecleon tenía una estupenda defensa especial, por lo que los ataques físicos de mi Riolu serían vitales para derrotarlo. Con eso en mente, lo mejor sería derrotar al Kecleon con unos pocos golpes y después centrarme en el volador.
-Kai, usa Palmeo contra Kecleon. Gael, cúbrelo con Pistola agua.- ordené con una ligera sonrisa. Podía notar en la cara de mi oponente lo molesto que estaba.
Mi Riolu comenzó a correr contra su rival con la mano brillando de energía. El Kecleon pareció asustarse, pero era más lento y no podría huir.
-Swellow, protégelo atacando con Ataque ala.- dijo mi rival con tono desesperado. Probablemente sabía que si mi ataque conectaba le haría mucho daño a su Pokémon.
Gael impedía que Swellow se acercaba a Kai usando sus ataques de agua, pero el Pokémon volador era muy rápido en el aire y estaba cerrando distancias. Afortunadamente, Kai tuvo tiempo de plantarse frente al Kecleon y darle un poderoso golpe que lo lanzó volando por los aires. Sin embargo, Swellow logró llegar hasta mi Pokémon y conectó un buen golpe con su ala, mandando a Kai al suelo.
-Kai, ¿estás bien?- pregunté algo preocupado. El tipo volador era una de sus debilidades, y el golpe había sido fuerte.
Escuché cómo mi compañero gruñía y se levantaba con dificultad. Menos mal que Corpulencia también mejora su defensa, o ese ataque podría haberlo dejado al límite de caer debilitado. El Kecleon de mi rival también se levantó, aunque parecía más herido que Kai.
Me fijé en que la banda central del cuerpo de Kecleon había cambiado a una tonalidad anaranjada, lo que debía significar que su habilidad es Cambio color. Ahora Kecleon era de tipo lucha.
-Sigamos con el plan. Gael, usa Ataque rápido contra Kecleon. Kai, usa Palmeo.- dije con una idea en mente. Si mi plan funcionaba, el ataque de Gael volvería a Kecleon de tipo normal, por lo que Palmeo le haría mucho daño.
-Swellow, cúbrelo con Doble equipo. Kecleon, Psicorrayo contra Riolu.- ordenó mi rival apretando los dientes. Debía haberse dado cuenta de mi plan y de que sería el fin de su Kecleon.
Mis dos Pokémon se lanzaron al ataque, siendo Gael mucho más rápido. Antes de que sus rivales pudieran actuar, le propinó una buena embestida al Pokémon camaleón. De nuevo, la franja de su vientre cambió.
Sin embargo, antes de que Kai pudiera actuar, decenas de copias de Swellow se interpusieron entre Kecleon y él. Mi compañero se detuvo, pues no sabía qué hacer en esa situación. Eso me preocupó, pero antes de poder darle una orden, un rayo multicolor salió desde detrás de las copias y lo golpeó de lleno.
-¡Kai!- exclamé preocupado. Ya estaba algo débil del ataque anterior, y además era otro ataque efectivo contra él.
Mi Pokémon no respondió en un inicio, lo que me hizo temerme lo peor, pero me sentí algo aliviado al ver que se movía despacio. Con dificultad, estaba logrando ponerse en pie a duras penas.
-No lo dejéis descansar. Ataque ala y Psicorrayo.- ordenó mi rival, dispuesto a acabar definitivamente con mi compañero.
-De eso nada. Gael, usa Golpe veloz en Kecleon. Kai, usa Palmeo en Swellow.- ordené con algo de frustración. No podía detener ambos ataques, y Kai estaba demasiado herido para moverse y esquivar, por lo que solo me quedaba hacer el mayor daño posible.
Gael salió disparado a gran velocidad contra el Pokémon verdoso con el puño cargado de energía. Antes de que su entrenador pudiera reaccionar, el ataque conectó y Kecleon cayó a sus pies, debilitado.
Por otro lado, Swellow se dirigía hacia Kai, que ya lo esperaba con su ataque preparado. Ambos ataques colisionaron contra el otro, produciendo un fuerte ruido. Los dos Pokémon salieron despedidos hacia atrás por el choque, pero solo Kai quedó inconsciente en el suelo.
Tanto mi rival como yo devolvimos a nuestros compañeros debilitados a sus Pokeball. Ahora solo teníamos a un Pokémon cada uno, pero el suyo estaba herido mientras que Gael estaba ileso.
-Gael, usa Ataque rápido para acercarte y después Pistola agua.- ordené con seriedad. Me sentía frustrado y molesto por haber permitido a Kai quedar debilitado. Pero ahora no era momento para eso, debía centrarme en el combate.
-Atácalo con Picotazo si se acerca.- dijo mi rival con nerviosismo. Se veía en desventaja y quería evitar que su Pokémon recibiera daño, pero era un error ponerse a la defensiva con un Pokémon atacante como Swellow.
Gael empezó a moverse a toda velocidad por el campo, confundiendo a su oponente. Cuando logró que lo perdiera de vista un segundo, dio un gran salto que lo colocó a su espalda. Este era un movimiento que habíamos ensayado.
-¡Detrás de ti!- exclamó Samuel preocupado. Pero ya era tarde.
Justo cuando Swellow se estaba girando, Gael lanzó un fuerte chorro de agua que lo alcanzó de lleno, lanzándolo al suelo. Además, al haberse mojado, nuestro rival tendría dificultades para volver a volar.
-Acaba con esto. Usa Retribución.- le indiqué a Gael. Esperaba que ese poderoso ataque fuera suficiente.
-Bloquéalo con Ataque ala.- viendo la condición de su Pokémon, mi rival optó por lo único que podía hacer.
Gael cargó energía en su puño y se lanzó contra Swellow. Este ya estaba preparado para recibirlo con un ala que brillaba de blanco, y ambos lanzaron su ataque contra el otro. De nuevo, se produjo un fuerte choque como el ocasionado contra Kai. Sin embargo, el ataque de Gael era más fuerte, por lo que logró abrir se camino y golpear al Swellow.
-Swellow no puede continuar. Eric ha ganado el combate.- sentenció al árbitro al ver que el volador estaba fuera de combate.
Me permití suspirar aliviado. Hasta ahora no me había dado cuenta de que tenía el cuerpo algo tenso. No sabía si se debía al combate o a la frustración de permitir que Kai cayese, pero resultaba agotador.
Tras felicitar a Gael, lo regresé a su cápsula y me retiré del campo de batalla. Mi rival no parecía tener la intención de acercarse a saludarme, probablemente porque estaba frustrado por perder. En parte podía entenderlo, yo también era muy competitivo.
Una vez en la sala de descanso, dejé a mis compañeros en esa máquina de curación y me senté en uno de los sillones. Todavía me rondaba por la cabeza la idea de que podría haberlo hecho mejor, pero no quería agobiarme con eso. Estaba afinando mis habilidades con cada combate, por lo que debía aprender de esto como una experiencia más.
Por suerte, tuve un buen rato de descanso mientras tenían lugar los otros tres combates que restaban en esta ronda, por lo que pude despejar mi mente y centrarme para lo que venía. Ahora solo quedábamos cuatro participantes, por lo que solo necesitaba dos victorias más para ganar.
Cuando anunciaron mi nombre por megafonía, me levanté del sillón y caminé hacia la puerta que acababa de abrirse. Mientras cruzaba el pasillo, mi mano derecha fue hasta las Pokeballs que descansaban en mi cinturón. No estaba totalmente seguro de qué Pokémon debía elegir, puesto que cuatro de ellos ya habían combatido.
Mientras pensaba en ello, mis pasos me condujeron hasta la arena. Los gritos del público llenaron mis oídos, lo que fue un poco abrumador. Frente a mí se encontraba una mujer mayor con un abrigo marrón y elegante. Parecía una entrenadora experimentada.
-Ahora dará comienzo el primer combate de las semifinales. Se enfrentarán la veterana Clarisa contra el joven Eric. Y podéis empezar… ¡ahora!- perfectamente sincronizados con el anuncio de la locutora, ambos lanzamos nuestros Pokémon al campo de batalla.
Por mi parte elegí a Blaze y Spike. No tenía pensado elegir a mi Pokémon de tipo planta para este torneo, pero después decidí que también debía lucirse un poco. Aunque él no parecía muy emocionado, pues tenía cara de estar algo adormilado… aunque esa era su cara habitual.
Por otro lado, la mujer eligió a un Dratini y un Baltoy. La verdad es que me esperaba que sacara a Pokémon mucho más fuerte, ya que parecía una entrenadora experimentada. Ella debió leer mis pensamientos en mi cara, puesto que me sonrió con malicia.
-Estos no son mis mejores Pokémon, pero decidí adaptar mi nivel al de los participantes del torneo.- explicó Clarisa. Su expresión me puso los vellos de punta. Estaba seguro de que si me confiaba por un segundo, acabaría pagándolo caro.
-Bien, tomemos la iniciativa. Blaze, usa Furia dragón contra Baltoy. Spike, usa Energibola contra el mismo.- dije con tono decidido. Puede que tuviera más experiencia que yo, incluso contando mi otra vida, pero eso solo me motivaba a emplearme más a fondo.
-Dratini, detén su ataque con tu Furia Dragón. Baltoy, usa Pantalla luz.- ordenó la mujer con total tranquilidad.
Nuestros Pokémon hicieron lo pedido. Ambos ataques de tipo dragón chocaron entre sí, anulándose mutuamente. Desafortunadamente, Baltoy era más rápido que Spike, por lo que consiguió levantar la barrera antes de que el Energibola impactara contra él, reduciendo gran parte del daño.
-Baltoy, usa Reflejo. Dratini, ataca con Dragoaliento a Charmeleon.- indicó Clarisa.
Apreté los dientes ante lo dura que era mi oponente. Ahora tendría las dos barreras, y además contaba con un ataque poderoso que podía paralizar a mis Pokémon. Por suerte, yo tenía precisamente el ataque más indicado para esta situación.
-Blaze, esquiva y Furia Dragón. Spike, Drenadoras contra Baltoy.- ordené con una sonrisa desafiante.
Furia Dragón no se veía afectado por las barreras, y lo mismo sucedía con Drenadoras. Eran dos ataques perfectos para esta situación. Aunque no podría usar Drenadoras con Dratini, ya que probablemente tendría la habilidad Mudar.
El combate continuó con Blaze esquivando el ataque de Dratini, golpeando al mismo con un Furia Dragón que le hizo bastante daño. Por otro lado, Baltoy colocó su barrera, pero eso no impidió que las Drenadoras lo alcanzasen y empezaran a robarle energía.
-Ya veo. Te adaptas muy rápido a las circunstancias de la batalla. Tienes potencial.- dijo la mujer con una sonrisa. Me pareció extraño que no se preocupara por las complicaciones que estaba teniendo en esta batalla.
-Gracias por el cumplido, pero no por eso te lo dejaré fácil. Blaze, usa Furia dragón en Dratini. Spike, usa Energibola en Baltoy.- ordené señalando a los Pokémon de mi oponente. Debía acabar con ese Dratini cuanto antes, era un peligro.
-Veamos hasta dónde llega tu habilidad. Ambos, esquivad los ataques y usad Hidropulso y Poder pasado contra Charmeleon.- fueron las indicaciones de Clarisa. Mis ojos se abrieron por la impresión, no esperaba que Dratini tuviera ese ataque.
Varias piedras rodeadas de un aura extraña empezaron a flotar alrededor de Baltoy, para después ser arrojadas contra mi Pokémon inicial. Al mismo tiempo, la serpiente dragón creó una gran esfera de agua que lanzó contra Blaze.
-¡Blaze, escóndete tras Spike!- exclamé algo preocupado. Eran demasiados ataques para que pudiera esquivarlos todos, por lo que solo me quedaba confiar en la gran resistencia de mi Pokémon de planta.
Las piedras comenzaron a chocar contra mi Ferroseed, haciéndose añicos por el impacto. Me sentí aliviado al ver que no le causaban mucho daño a mi Pokémon. Pero entonces llegó el Hidropulso. La esfera de agua alcanzó a Spike con fuerza, haciendo que chocara contra Blaze y que ambos volaran hacia atrás. Finalmente, el ataque explotó como si de un globo de agua se tratase.
-¿Estáis bien?- pregunté a mis compañeros, quienes estaban tirados en el suelo.
Ambos se levantaron con dificultad, pero con una mirada decidida en el rostro. Ese ataque acuático no era suficiente para apagar su espíritu de lucha. Además, en ese momento se activaron las Drenadoras de Baltoy, por lo que Spike recuperó energía.
-No podemos darle tiempo para atacar de nuevo. Blaze, usa Pantalla de humo. Spike, Maldición.- ordené a mis compañeros. Era hora de poner en práctica una de las estrategias que había planeado con mi Pokémon de planta.
Mi Charmeleon expulsó una gran cantidad de humo oscuro, privando de visibilidad tanto a los cuatro Pokémon como a Clarisa y a mí. Al mismo tiempo, alcancé a ver cómo un aura morada cubría a Spike, señal de que estaba llevando a cabo mis indicaciones.
-¿Ahora tratas de esconderte? No lo permitiré. Dratini, usa Dragoaliento. Baltoy, Poder pasado.- escuche decir a Clarisa a través de la cortina de humo.
Observé cómo los ataques de los Pokémon de mi rival cruzaban el campo de batalla a través del humo. Dado que no podían ver a mis Pokémon, dependían de la suerte para acertar sus ataques. Sin embargo, sonreí al escuchar un sonido metálico. Yo ya tenía previsto algo así.
-Blaze, usa Furia dragón contra Dratini. Spike, Giro bola.- indiqué a mis compañeros.
-Dratini, prepárate para bloquearlo con tu Furia dragón. Baltoy, usa Psicorrayo cuando veas el origen del ataque.- las órdenes de Clarisa me sorprendieron. Se notaba que tenía mucha más experiencia que otros entrenadores a los que me había enfrentado. Pero eso no sería suficiente.
Unos segundos después de mis palabras, vi a Blaze salir del humo por la parte superior, seguro que debido al gran salto que había dado. Desde ahí, lanzó el poderoso ataque dragón contra sus rivales, cuya sombra podía percibir desde el aire. Al estar juntos, los dos recibieron el golpe por igual, o eso me indicaron sus gritos. Después de eso, se escucharon varios golpes metálicos, y supe que Spike estaba haciendo lo suyo.
Cuando el humo se disipó unos segundos después, Dratini estaba inconsciente en el suelo, mientras que Baltoy parecía bastante herido. Las Drenadoras se activaron en ese momento, acabando con las pocas fuerzas que le quedaban al Pokémon de tierra.
-Los Pokémon de Clarisa no pueden continuar. Eric es el ganador.- escuché decir al árbitro unos segundos después, al tiempo que levantaba una bandera a mi favor.
Mi cuerpo se relajó instantáneamente, y solo entonces me di cuenta de lo tenso que estaba realmente. Había gotas de sudor cayendo por mi frente y mis manos temblaban ligeramente. Pero no me desagradaba, era una emoción fuerte. Me sentía lleno de adrenalina después de una batalla tan intensa.
-¿Estás despierto?- escuché una voz cerca de mí.
Al alzar la mirada de mis manos me encontré con Clarisa, que estaba frente a mi y me observaba con expresión divertida. Me sentí un poco avergonzado por haberme abstraído tanto de mi alrededor.
-Ah, sí. Estoy bien despierto.- respondí con una sonrisa nerviosa. Ella soltó una risita mientras se cubría la boca con una mano. Luego, me miró fijamente.
-Eres un entrenador muy interesante, Eric. Tienes un nivel de combate muy avanzado para tu edad, como si tuvieras mucha experiencia. Por ejemplo, cuando usaste Pantalla de humo hiciste que tu Ferroseed usase Maldición para fortalecerse y luego tu Charneleon se escondió detrás de él para evitar el daño de mis ataques. Además, eso también te sirvió para fortalecer tu Giró bola.- la explicación de la mujer me hizo abrir los ojos con sorpresa. Había entendido mi estrategia con solo verla una vez.
-Tengo la sensación de que eres increíblemente fuerte... Espero que volvamos a enfrentarnos, y la próxima vez te haré usar a tus mejores Pokémon.- dije con una sonrisa desafiante mientras extendía mi mano hacia la mujer. Ella sonrió con confianza y la estrechó sin dudar.
-Nos vemos, joven promesa.- se despidió Clarisa, para después darse la vuelta y desaparecer por su lado de la arena.
Con una nueva rival a vencer, salí de la arena y me dirigí a la sala de descanso. Una vez allí, dejé que mis Pokémon descansaran en la máquina de curación y me senté en un sillón para relajarme un poco. El combate había sido duro y necesitaba un respiro para estar listo en la siguiente ronda.
Apenas llevaba así unos minutos cuando un repentino escalofrío me recorrió la espalda. Me puse de pie y me di la vuelta de golpe, encontrándome a Sachiko de brazos cruzados y apoyada en la pared que había a mi espalda. Ni siquiera la había oído entrar.
-Vaya, tenía curiosidad por saber cuánto tardarías en percibirme y he estado aumentando mi instinto asesino progresivamente. Debo decir que me has sorprendido.- comentó la chica como si nada. Su expresión mostraba una sonrisa amable, pero sabía que ella podía fingir sin problemas.
-¿Cómo has entrado aquí?- pregunté sorprendido. Esta habitación estaba bastante escondida dentro del casino, no era fácil acceder hasta aquí.
-Soy una ninja, ¿recuerdas? El sigilo y la infiltración son mi especialidad.- respondió de forma burlona. Chasquee la lengua con molestia, esta chica era irritante.
-Bueno, ¿y qué se te ofrece?- pregunté algo tenso. No había roto mi promesa, pero sabía que si ella estaba aquí no podía ser solo una visita de cortesía.
-Veo que te gusta ir al punto, bien. Solo quería avisarte de que es mejor que te retires del torneo mientras puedas. Si no lo haces, podría sucederte algo malo.- dijo la pelimorada mirándome con seriedad. No me esperaba semejantes palabras.
-¿A qué te refieres?- mi ceño se frunció por la molestia. No quería abandonar ahora que había llegado hasta aquí.
-Hay cierta persona participando en este torneo... No te conviene enfrentarte a ella. Es todo cuánto puedo decirte, es decisión tuya si me haces caso o no.- antes de poder preguntarle más detalles, la ninja desapareció en una pequeña nube de humo.
Me quedé sin saber qué hacer por algunos segundos. ¿Acaso ella se refería a una persona peligrosa? ¿Trataba de advertirme para protegerme? No pensaba que mi seguridad le importase lo más mínimo, así que dudaba que fuera eso.
Estuve durante unos minutos dándole vueltas al asunto. Si lo que ella había dicho era cierto, entonces esa persona misteriosa debía estar enfrentándose a Bruno ahora mismo. Sabía que el chico tenía un nivel muy similar al mío, por lo que el resultado de su batalla me serviría para medir la fuerza de esa persona.
Justo cuando ese pensamiento cruzó mi mente, un anuncio por megafonía indicó que la ronda había terminado. Eso me sorprendió un poco, la batalla había sido bastante corta. Sin saber el motivo, tuve un mal presentimiento sobre esto.
Una cuenta atrás de cinco minutos apareció en la pantalla de la habitación, era el tiempo de descanso que le habían dado al otro entrenador antes de iniciar la siguiente ronda. Pasado ese tiempo, tendría lugar mi última batalla. La pregunta era, ¿quién sería mi rival?
Hola a todos/as!
Lamento mucho haber estado ausente tanto tiempo, pero mi vida me tiene muy ocupado. Aun así, no temáis. No voy a abandonar esta historia. Y si lo hiciera, lo avisaría.
Espero vuestros comentarios, siempre me animan a seguir escribiendo ;)
Un abrazo ^^
