Los días avanzaron, y el jueves comenzó con Adivinación cómo primera clase. Liam empezó a dudar un poco de las habilidades de Adivinación de la profesora, había hecho una predicción en donde Liam se vería en problemas con alguno de sus hijos, que según la profesora Trelawney serían todos políticos, todo eso lo vio en su bola de cristal, en donde Liam solo pudo ver humo blanco moviéndose por ahí.

-me pregunto si serán políticos por qué serás rico – dijo Jack cuando ya hubieron terminado la clase

-tal vez – dijo Liam pensando – mis hijos…

-que pasa Liam? ¿Pensando en los pequeños Baker? – suspiro Jack – por ahora, tengo suficiente con dos

-jaja, si, supongo que basta por ahora – río Liam – pero… como voy a tener hijos?

-pues… caray, no lo sé – dijo Jack pensando – meh, lo sabremos de adultos

El trayecto a el aula de transformaciones fue ciertamente retrospectivo, Liam había tenido una charla sobre cosas de mayores con sus padres, pero en ninguna de esas conversaciones recordaba haber tenido una explicación sobre cómo se hacían los bebés, ni siquiera podía imaginarse alguna forma.

Pero el resto del día no le trajo respuestas, ni siquiera podría pregúntale a la profesora Amelia, por qué inmediatamente tenía pociones, aún que no tan de inmediato. Cómo siempre, los alumnos disponían de un breve descanso para almorzar, Liam tenía hambre, la clase de transformaciones había tratado de transformar cosas a conejos, lo cual no ayudaba mucho a combatir el hambre de Liam.

-entonces, Liam, podrías decirme por qué los muggles usan la electricidad? – preguntaba Emma mientras se llevaba a la boca algunas papas fritas

-sí, bueno, la electricidad es… es como la magia – explico Liam – nosotros usamos mucho la magia, ¿no?

-si – dijo Emma anotando

-bueno, como los muggles no podemos… pueden, usar magia, entonces se las arreglaron para vivir sin ella, la usamos para todo, para cocinar, para entretenimiento, como herramienta – explico Liam muy emocionado

-ok, entiendo, entiendo – decía Emma comiendo mientras anotaba

-deberías de investigar por tu cuenta – dijo Amanda llegando a la mesa – preguntar a Liam es muy fácil

-ja, no voy a dejar pasar la oportunidad – río Emma – además, es investigar de primera mano, ¿no?

-como digas – Amanda sacudió su cabello y empezó a tomar sus alimentos

-ey, hola! – dijo Liam haciéndole señas a Amanda

-hola Liam – contesto Amanda desinteresadamente

-cómo va tu día? – pregunto Liam con una sonrisa

-normal – contesto Amanda

-genial, oye, no imaginas lo que dijo la profesora Trelawney, verás… – Liam empezó a contar la predicción, muy contento

-enserio? – dijo Amanda buscando algo en su mochila

-Si, deberías tener cuidado con esos niños – río Jack

-jaja, los hijos de Liam, políticos? – río Emma – tal vez sean dueños de algún restaurante o algo

-eso me gustaría – sonrió Liam – y a ti Amanda?

-eh? Ah, sí, también – contesto y se puso de pie – me voy, tengo que buscar unas cosas

-ah, claro, te veo luego – dijo Liam confundido viendo como Amanda caminaba hacia las puertas de el gran comedor – que le pasará?

-ni idea – contesto Emma – en fin, nos toca pociones, creo que voy a ser la primera invitada a esa cena especial

-suerte con eso – río Jack – por qué adivina quién ya te gano?

-quien? – Emma miro alrededor

-alguien con nombre que empieza por L y termina en iam – sonrió Jack

-que? ¿De verdad? Pero… tus pociones no son tan buenas – dijo Emma mirando a Liam asombrada

-bueno… es que voy a cocinar la cena, y el profesor me invitó por eso – dijo Liam algo apenado – mira, aquí tengo… – Liam abrió su mochila y empezó a buscar algo – ajá, mi invitación

Liam extendió un pequeño boleto, en donde venía su nombre, hora y fecha junto con la ubicación del aula.

-oh, genial – dijo Emma viendo el boleto, pero poco después su atención fue captada por algo más, un recorte de periódico – eh? ¿Y esto?

Emma levanto el recorte, vio una serie de palabras que sin el resto de la página no tenían mucho sentido, pero al darle la vuelta vio una foto de la cazadora Susana Herrera, tan sonriente como siempre.

-uh? ¿Esto es tuyo Liam? – dijo Emma mostrando la imagen

-ah! ¡Oye! – Liam extendió la mano rápidamente para tomar la fotografía, pero Emma retiro la mano inmediatamente

-con que si eh? – río Emma – porque tienes una foto suya?

-p-por nada – dijo Liam apenado – dámela!

-no sé, mira Jack – dijo Emma mostrando la imagen a Jack

-es la cazadora de México, ¿no? – dijo Jack viendo la foto

-sí, al parecer también ganó la atención de Liam – dijo Emma con una sonrisita traviesa – no es así amigo?

-y-yo creo que… es una buena jugadora y… eso – contesto Liam nervioso

-aja, buena jugadora – río Emma – te gusta?

-eh… bueno… me gusta como juega… y así – la voz de Liam temblaba

-jaja, claro – Emma aclaro la garganta – Hola Liam, te amo, bésame mucho, mucho – dijo imitando el acento que Sofía y Sebastián solían tener, y movía la imagen enfrente de Liam

-basta! – reclamo Liam sonrojado – está bien, me gusta un poco

-jaja, lo sabía – río Emma – aquí tienes, te devuelvo a tu gran amor

-ya! – suspiro Liam y tomo rápidamente la fotografía – no se lo digan a Amanda por favor

-por qué no? – dijo Emma sonriendo – por qué querría ser cazadora? Eso me facilitaría las cosas

-tu tranquilo Liam – dijo Jack – tu secreto está a salvo con nosotros, aún que, si encontrarás una fotografía de Fátima Serrano te lo agradecería

Después de eso, los chicos partieron a la clase de pociones. Cómo siempre, la que más destacaba era Emma, ese día consiguió llevarse 10 puntos para slytherin. La siguiente clase fue defensa contra las artes oscuras, Liam tuvo que enfrentarse al boggart otra vez, fallo de nuevo, pero afortunadamente no se desmayó. Pero la clase que Liam esperaba con ansias era Cuidado de criaturas mágicas, y después de pedir perdón a toda la clase de defensa, Liam fue directamente a los terrenos del colegio. La lección de los hipogrifos continuaba, y ahora Hagrid les enseñaba la alimentación de los animales.

-bien, los hipogrifos son carnívoros, comen algunos insectos, pájaros y cuando están en tierra, pequeños mamíferos – explicaba Hagrid con un cubo en su mano – todos tienen un gusto particular por alguno, este hipogrifo, por ejemplo – dijo acercándose a un hipogrifo gris – le gustan las ratas – entonces de la cubeta, Hagrid saco una rata grande y se la lanzo a él hipogrifo, quién se la comió sin rechistar – hoy, su tarea será descubrir cuál es la comida favorita de su hipogrifo

En la clase anterior a esta, Hagrid les había asignado un hipogrifo por parejas, Liam y Emma habían sido asignados a Butterwing, y Jack junto con una chica de Hufflepuf, Lyra Banner, a un hipogrifo café llamado Peaklate.

-rata? – dijo Liam sosteniendo una rata enfrente de Butterwing, este olisqueo la rata y aparto la mirada – creo que no

-topo? – Emma sostuvo un topo con mucha delicadeza enfrente de Butterwing, que se negó nuevamente – sí, yo tampoco

-a ver – Liam tomo algo de la cubeta que Hagrid les dio a todos – hurón?

Butterwing entonces centro la mirada en el hurón, lo vio contento y dio un picotazo, quitándole el animal a Liam.

-genial – dijo Liam – veamos… que tal una rata? ¿Por favor?

Butterwing negó con la cabeza al ver a la rata que Liam sostenía en la mano

-bueno, ten otro hurón – dijo Emma y le lanzo un hurón, que Butterwing se comió rápidamente – y que hacemos ahora con las ratas?

-voy a ver si al de Jack le gustan – Liam tomo la cubeta, apartó las ratas de los hurones y se los dio a Emma

Al parecer, a Jack no le iba tan bien con el hipogrifo, cada que le intentaba dar algo, el hipogrifo le lanzaba un gruñido, así que su compañera se tenía que hacer cargo.

-hola – dijo Liam viendo al hipogrifo – rata?

-sí, por favor – contesto Jack – Liam, ¿cómo vas con Butterwing?

-bastante bien – sonrió Liam – es muy amable

-a si? Pues este no – suspiro Jack

-no lo sabes tratar – dijo Lyra acariciando al hipogrifo – tienes que ofrecerle la comida, no restregársela

-como sea, estoy seguro de que no le agrado – Jack tomo las ratas de Liam y las vacío en su cubeta, luego tomo una – a ver, ten

Jack extendió la mano con la rata, Peaklate la olisqueo y la tomo de mala gana de las manos de Jack

-así no! – dijo Lyra y tomo una rata – mira

Lyra le ofreció la rata a Peaklate, está vez el hipogrifo tomo a la rata de mejor manera, como Butterwing lo hacía con los hurones.

-yo lo veo igual – suspiro Jack

Liam río y se despidió, regreso rápidamente con Emma, a quien los hurones se le habían acabado y Butterwing no dejaba de olisquearla, afortunadamente Liam tomo los hurones de Jack.

Finalmente, la clase acabo, los chicos regresaban bastante cansados al castillo, lidiar con hipogrifos no era precisamente una actividad sencilla.

-ahora vuelvo – dijo Emma apuntando a la puerta de un baño cercano

-claro – dijo Liam – oye, Jack, tienes los apuntes de historia de la magia?

-eh… no – Jack negó con la cabeza – me dormí

-sí, yo también – suspiro Liam – porque no cambian a el profesor?

-yo también me lo pregunto – suspiro Jack

Mientras esperaban a que Emma hiciera lo que tenía que hacer, los chicos entraron y salieron del baño de chicos. Conversaron sobre la sopa de la tarde, a la cual Liam tenía bastantes ganas de probar, y Emma no salía.

-que tanto hará ahí dentro? – dijo Jack después de unos minutos – está pescando en los lavabos o qué?

-Entra si quieres – río Liam

-no gracias, me quedaré con la duda – suspiro Jack

Pero su petición se cumplió en menos de lo que esperaban, aún que, no como lo esperaban.

-AH! – grito Emma saliendo rápidamente del baño y tropezando con la puerta

-Emma! ¿Estás bien? – dijo Liam ayudando a Emma a ponerse de pie apresuradamente

-hay un… un… hay un… - temblaba Emma

-que hay? ¿Un chico? – dijo Jack confundido

-ya vera – contesto Liam enfadado y abrió la puerta del baño

-no! ¡No entres! – dijo Emma, lo cual fue inútil por qué Liam entro igual

-a ver, quién es el… - Liam entro empuñando su varita, pero se detuvo en cuanto vio una figura transparente revolotear por ahí

-AH! ¡OTRA VEZ ENTRAN A MOLESTAR! – grito una chica fantasma, Liam se quedó muy confuso – FUERA DE… oh, un chico

-Q-quien eres tú? – dijo Liam algo asustado, había visto fantasmas antes, como el propio fantasma de Gryffindor, Nick casi decapitado, pero después de 2 años en el colegio había creído que tenía a todos los fantasmas contados

-soy Mirtle – dijo el fantasma y se acercó a Liam – y tú? ¿Qué haces en el baño de chicas? ¿Intentas espiar? Que atrevido jeje – dijo con una risita tonta

-Soy Liam, Liam Baker… pensé que mi amiga había… no entre para eso – dijo Liam intentando responder las preguntas

-ah, eres amigo de esa? – dijo Myrtle desinteresadamente – bueno, si tiene amigos tan apuestos no tengo tanto problema – río y se acercó más a Liam

Liam podía sentir el "cuerpo" frío de Myrtle, lo cual lo hizo estremecerse. Myrtle empezó a rodear por todas partes a Liam, que no sabía qué hacer, probablemente hacer un hechizo haría que el fantasma se enfureciera, y no quería averiguar qué pasaba cuando un fantasma se enojaba.

-Liam? – dijo Emma entrando con cuidado al baño

-hola… jaja… - Liam seguía siendo rondando por Myrtle

-FUERA DE AQUÍ! ¡NO VES QUE ESTOY OCUPADA! – grito Myrtle

-bueno, de hecho… - Liam se apartó lentamente de Myrtle – yo también estoy muy ocupado

-ah sí? ¿Muy ocupado? – Myrtle lo miro – que tanto?

-mucho, mucho muy ocupado – dijo Liam nervioso – yo creo que… mejor me voy

-tan pronto? ¿No puedes quedarte a hablar un poco? – dijo Myrtle

-no lo creo – contesto Liam, ya había llegado a la puerta del baño

-oh, está bien, me gustaría que me visitaras para charlar después – sonrió Myrtle – TU SOLO! – grito viendo a Emma – estoy en los baños del segundo piso jaja

-claro… hasta luego – Liam abrió la puerta y salió rápidamente, junto a Emma

-que paso? – dijo Jack confundido

-vámonos – suspiro Liam – solo vámonos

-estoy de acuerdo – dijo Emma y los dos salieron corriendo de ahí

-oigan! ¡Espérenme! – grito Jack y los siguió

La comida ya estaba servida en el gran comedor, todos los alumnos comían tranquilamente. Liam, Jack y Emma ya estaban ahí, le contaron todo a Jack mientras comían.

-me pregunto cómo murió, oh… mejor no – dijo Jack poniendo cara de repulsión

-como sea, mejor que no acudas a su invitación – río Emma

-supongo… - dijo Liam pensando

Mientras comían, a la mesa nuevamente llegó Amanda, aparentemente muy cansada.

-Hola! – saludo Liam animadamente

-hola – suspiro Amanda

-que tal tu día? – sonrió Liam

-ya te lo dije – Amanda tomo una pieza de pan

-ah sí? – Liam miro confuso a Amanda – estás bien?

-si – contesto Amanda a secas

-ok… ejem, quieren hacer algo después? – dijo Emma mirando a Amanda – no tenemos tarea, así que…

-Claro – dijo Liam – que propones?

-oh, se me ocurría ir a donde las arañas tejen su nido – río Emma

Liam sabía a qué se refería, eran una serie de cuartos que quedaban por el tercer piso, los tres los habían descubierto una vez en su primer año, ahí se encontraban algunas cosas que Liam pensaba eran usadas para hacer exámenes, también ahí mismo se encontraron una acromantula gigante en el último cuarto, haciendo un nido. Actualmente todos esos cuartos se encontraban vacíos.

-no los hemos visitado – dijo Jack – habrá otra vez acromantulas?

-no lo creo – río Liam – creo que McGonagall lo limpio muy bien

-sí, tienes razón – dijo Emma – y bien, que les parece? ¿Vamos?

-claro que si – afirmó Jack

-por supuesto – sonrió Liam – quieres venir Amanda?

-eh? – dijo Amanda apartando la mirada de un libro

-que si quieres venir con nosotros – dijo Emma

-ah, no se – contesto Amanda – Liam, tienes tu libro de defensa?

-si – afirmó Liam y tomo su mochila, saco el libro

-bien, préstamelo – dijo Amanda y tomo el libro

-ah… claro – Liam se quedó con las manos vacías

Amanda ojeaba el libro, Liam no sabía que estaba buscando, pero se veía muy concentrada. Por el otro lado, Emma veía confundida a Amanda, ella no se comportaba así, ¿qué le pasará?, Pensaba Emma, tal vez sería algo similar a lo que le pasaba a ella, tal vez eran algunos de esos días.

-bien, ajá… - decía Amanda – ok… oh, y esto?

Amanda levantó un pedazo de periódico que estaba entre las páginas, Emma sabía que era.

-hmmm, y está de aquí quién es? – dijo Amanda enseñándole la imagen a Liam

-el quién? – dijo Liam y miro la imagen – ah… ah… oh…

-Por qué estaba en tu libro? – Amanda miraba a Liam con una mirada que Liam nunca había sentido – Liam?

-Eh… bueno… por qué la guarde ahí? – contesto Liam sin saber que decir

-ah sí? ¿Y por qué la guardaste aquí? – dijo Amanda con un tono de voz que poco a poco demostraba enojo – dime, acaso te interesa?

-algo… – suspiro Liam – es… un poco bonita y eso

-un poco bonita? – Amanda miro la foto – te parece bonita eh? Bien, pues si te gusta tanto por qué no le mandas una lechuza – dijo azotando la imagen contra la mesa – ¿eh?

-ah, no, no – dijo Jack – es… es mía, le dije a Liam que la guardara, ¿verdad?

-aja, sí, eso es – afirmó Liam con la cabeza

-si, como no, y yo me lo creo – contesto Amanda molesta y se puso de pie – adiós

-que? Oye, Amanda, espera – Liam se levantó apresuradamente y siguió a Amanda

-nada de espera! – se frenó Amanda – quédate con ella, estarás más feliz así, ¿no?

-no – contesto Liam

-no me importa – Amanda se dio la vuelta, golpeando con su coleta la cara de Liam

-Ey! ¡Que no! Amanda! – Liam siguió a la chica fuera de él gran comedor

-caray… que le pasa a Amanda? – dijo Jack confundido

-ni idea – contesto Emma – celos?

-Amanda? ¿Celosa? Si, suena a ella – suspiro Jack – pero Liam me dijo que habían hablado de eso

-ni siquiera es alguien de aquí – dijo Emma estirándose para recuperar el recorte de periódico – pues… si es bonita

Así paso el día, al final ni Emma ni Jack fueron a aquellos cuartos. Emma fue a hablar con la profesora Amelia, con quién también guardaba buena relación gracias a Liam, Jack, por su parte, se encontró con Lyra y decidió pasar el día entero con ella. Pero la noche llegó, Liam regresaba cansado a la sala común de gryffindor.

-Rosas verdes – dijo Liam al llegar al cuadro de la dama gorda

-te vez cansado chico – dijo la dama gorda y permitió el paso a Liam

Liam cruzó el hueco de la pared, la sala común se veía tranquila, con gente leyendo libros aquí y haya. Los de 7mo grado, siempre apresurados, estaban juntos resolviendo problemas complicados y llenando pergaminos de información que Liam poco entendería en ese momento. Los de primer año, contrario a los de 7mo, hablaban tranquilamente, disfrutando de esos emocionantes primeros días en Hogwarts. Pero Liam no se sentía como aquellos estudiantes, solo quería llegar a su dormitorio y recostarse un rato. Subió las escaleras hasta llegar a la puerta de su dormitorio, vio la perilla, antes ahí había una cabeza en miniatura, los chicos habían decidido ponerla por qué una chica siempre se colaba a el dormitorio. Pero ya no estaba más ahí, Liam supuso que algún elfo doméstico la habría removido o cualquier cosa había pasado, fuera lo que fuera y aún que ya no estaba, cumplió su propósito.

-Oh, hola Liam – le saludo Jack recostado en su cama

-hola – suspiro Liam

Liam camino a su cama, se dejó caer sobre ella, en un instante aura le saludo con unos lengüetazos en la nariz.

-que tal chiquilla? – sonrió Liam y acaricio a aura, quién le ronroneo contenta

-olvidaste tus cosas – dijo Jack viendo a Liam – las dejé sobre tu baúl

-gracias – contesto Liam

-estas bien? – dijo Jack – que paso con Amanda?

-discutimos – suspiro Liam – bueno, ella discutió conmigo

-oh…

-No sé qué le pasa – Liam alzo el brazo y lo puso sobre su frente – crees que su padre le haya dicho algo?

-no lo creo – contesto Jack

-no lo sé, espero que mañana esté mejor – suspiro Liam – o, a lo mejor solo fuimos demasiado rápido

-rápido? Bueno, yo no lo diría así – sonrió Jack – no te preocupes Liam, Emma también estaba con ese humor el año pasado, ¿recuerdas?

-Ja, claro – río Liam – espero que solo sea eso

Finalmente, Liam se levantó y se cambió el uniforme, al igual que Jack, los dos entraron a la cama y Liam cerro la cortinilla para después perderse entre sus pensamientos y finalmente, dormir.