No perdimos el tiempo, subimos las escaleras y corrimos hacía la entrada principal del lugar, la cual contaba con una amplia escalinata de pocos escalones.
«Aquí Ross al habla, activen todas las radios, estamos a punto de recibir un ataque frontal contra un enemigo nunca antes visto, todos en sus puestos y prepárense para lo peor.»
Había calma antes de la tormenta, veía a la resistencia tomando posición detrás de todo lo que sirviera de cobertura, las ventanas de la universidad era buen lugar para los pocos francotiradores, los más temerarios iban y subían a unas torres de vigilancia que habían preparado con pilas de chatarra de todo tipo. afuera y usaban largavistas para revisar el perímetro el cual tenía cuatro calles que daban con la entrada de la universidad.
Una caja de granadas fue puesta cerca de la entrada, algunos médicos llegaban con suministro medico cuando los pasos de las criaturas que habían alertado llegaban al lugar.
Unas bestias cubiertas de metal, con cuatro patas, las de atrás siendo más gruesas y una ametralladora de barril en su hocico, con antenas en la parte delantera y posterior. Su apariencia me resultaba familiar de alguna parte, pero no era tiempo para pensar en ello.
—¡Ca… ¡Cangrejo Synth! —Grito en pánico un rebelde, apodándolas en el proceso.
Una lluvia de balas caía sobre la bestia, pero el blindaje de metal no hacía más que sacar chispas mientras se iba abollando con rapidez.
Un grupo de soldados combine avanzan detrás del cangrejo synth. En el cielo podía ver como más refuerzos llegaban e intentaban aterrizar en la terraza de la universidad o en las cercanías de la base mediante aerotransportadores, ya sea donde estábamos nosotros o en algunos de los cuatro caminos.
El cañón que portaban los cangrejos liberaba ráfagas de metralla, pero poseía poca movilidad, pudiendo solo disparar en forma frontal.
Algunos rebeldes se posicionaron para tirarle granadas, pero de alguna forma los vio, como si pudiera sentir las pisadas a su alrededor o algún otro tipo de visión aumentada, liberando desde su lomo un mortero que liberaba ondas eléctricas de color purpura con mucha precisión. Eso sí; era corriente pura y banal, no plasma ni vortessencia de ningún tipo, o no del que pueda reconocer. Aun así, la electricidad era lo suficientemente intensa para quemar o pulverizar cuerpos enteros si estás tenían contacto directo con la bola eléctrica que lanzaban.
Me puse al frente, cargue mi poder e impacte contra la mal herida criatura, explotando en mil pedazos y dejando nada más que una carcasa vacía.
Tropas combine venían detrás de más cangrejos synths que venían desde cuatro caminos en distintos tiempos.
Podía oír las ordenes de aquellos soldados;
—VIGILANCIA INFORMA RESERVA AMPLIA DE ARTILLERÍA PESADA PROVENIENTE DESDE EL INTERIOR DE PUNTO CERO. DESPLAZAR.
Jorge lograba flanquear y echarse para atrás cuando se daban cuenta de su posición, inspirando a más de la resistencia hacer lo mismo.
En cuanto a mí; No era más que una fuerza de la naturaleza, utilizando todo lo que había aprendido para detener su avance.
Con tenerlos a la vista era suficiente para poder golpear con un rayo a varios de ellos a la vez.
Los misiles volaban por encima de mí e impactaban contra nuestros enemigos, salían de los varios sitios altos que tenía la base augurio, tanto la terraza como las pequeñas e improvisadas torres de vigilancia.
«¡Ahorren los explosivos en lo más duro de derribar!» Ordenaba Rosenberg por los sistemas de comunicación de la base y de las radios portables.
—LANZA CINCO, UNA… ¡MULTIPLES BAJAS DE VARIOS ESCUADRONES!
—VIGILANCIA REPORTA AUSENCIA TOTAL DE ZANCUDOS EN EL PERIMETRO.
Dos cangrejos entraron por un solo lado, ataque al cangrejo synth con tres impactos bien cargados, lo cual era suficiente para abatirla, pero no parecía tener ventaja desde la parte posterior, haciendo necesario esquivar las esferas eléctricas que me lanzaban al notar mi presencia.
«El radar informa synths por… ¡Todas partes!» —Alertó Ross.
Un último ataque que se hizo esperar, los cuatro caminos venían con cuatro cangrejos synths para cada camino mientras caían unas pocas cápsulas headcrabs en lugares muy estratégicos como las torres de vigilancia. Por lo tanto; Menos portadores de lanzacohetes para nosotros.
—OBJETIVO COMPROMETIDO: ¡ADELANTE, ADELANTE!
—VIGILANCIA, SOLICITUD DE REFUERZO.
Dos de los cangrejos empezaron a disparar a las columnas de la entrada y la resistencia que estaba allí se vio forzada a entrar mientras varios eran alcanzados por los tiros o se veían abrumados por los escombros que no dejaban de caer encima de ellos.
Corría a toda velocidad mientras veía como los synths me intentaban detener el paso con explosiones eléctricas purpuras, no paraba de moverme mientras seguía cargando mi energía, todo al mismo tiempo.
Las tropas combine empezaron a disparar, así que tuve que dejar al último que se encargue la resistencia.
Iba acércame a corta distancia, pero sus escopetas me hicieron darme cuenta que sería una mala idea.
Aun no estaba cansado, pero estaba lastimado.
Me encargue de varios escuadrones de soldados combines, que en contraste con los cangrejos synths en la primera línea no eran más que una broma digna de Jorge. O eso era lo que creía hasta que aparecieron unos combines de color blanco que me hirieron de gravedad con balas plasma, tuve la suerte de contar con apoyo a distancia por parte de los francotiradores de la resistencia.
Un último aerotransportador es dañado de gravedad desde el cielo por uno de nuestros misiles, soltando el contenedor, cayendo desde gran altura con todos las tropas en su interior. Abrí la compuerta, todos inertes. Vi a mi alrededor; nada más que humo, habíamos vencido.
Recibía primeros auxilios mientras entraba victorioso, pero con humildad a la base Augurio. Mientras oía la charla ajena de la resistencia y uno que otro comentario suelto, como era de costumbre.
—Qué suerte que Ross había mandado a desmantelar varios morteros donde preparaban las capsulas headcrabs, de lo contrario no hubiéramos sobrevivido. —Dijo una rebelde que caminaba por el interior de la universidad.
—¡Oigan todos! ¡Ese es el Vortigaunt que salvo Augurio!
La gente empezó a rodearme para darme sus halagos, pero no deseaba hablar con nadie en ese momento.
Todos me felicitaban, me veían como un héroe, cosa que me extraño, pues hice lo que todos hicieron por defender este lugar, al parecer los humanos aprueban los esfuerzos sobresalientes, pese a que esto era un logro compartido de la resistencia en general.
Todos esperábamos que Ross diera un discurso motivacional o algo parecido, en su lugar; simplemente ordeno que vayamos limpiar y tomar control de la sede principal de la estación de trenes, ya que ahí están retirando a los últimos civiles retenidos por la cuarentena, me sorprende que aún no hubieran tomado medidas con los que aun seguían encerrados.
Mientras iba en marcha, pensaba que esos cangrejos synths se me hacían familiares, eran parecidos a los que los humanos llaman «raza X», si no hubiera sido por la vortessencia y por las notas del doctor Rosenberg, ¿Podría ser que los Shu'ulathoi ya los han asimilado?
Estás cosas inquietaban mi mente en ese momento, pensar que no existe forma de vida que no tengan oportunidad era descorazonador. Tocaba esperar que simplemente fuese similar a los Voltigores por coincidencia. Porque de lo contrario, tan solo imaginar los efectos de los combines si pusieran sus manos en un gusano gene, con su capacidad de terraformar, serían absolutamente devastadores…
—¡Lo haces de nuevo! —Me grito Jorge que se había enfadado de golpe.
—¿Qué cosa? —Pregunté confundido.
—¡Hablar solo! Ya te dije que si algo te preocupa me lo digas, ¡Somos un equipo!
—Comprendido, Jorge.
Estuvo más de un minuto callado hasta que se calmó.
—Perdóname si me notas mal. —Suspiró—. Este ataque fue un cambio de humor muy grande para mí, una cosa son uno que otro zancudo suelto y un puñado de houndeyes, Pero… ¿Esas cosas? Si tienen más de eso, no sé si llegue el día en que vuelva la paz, parece como si nos pusieran a prueba hasta ver cuál es el límite.
—Tenemos una oportunidad en nuestras manos, el día llegara, y sabremos muy bien cuando eso ocurra. —Le dije poniendo mi mano sobre su espalda.
Jorge se voltea y me responde enfadado;
—¿Y cuándo será? ¿Con la llegada de ese supuesto Gordon Freeman? Ese hombre es un mito, un rumor impuesto por los supervivientes de Black Mesa, es imposible que siga vivo. Ya te dije que la esperanza es una de las cosas que nos estuvo matado todo este tiempo, hay que ser realistas, solo tú y yo podemos salir de esta. Nadie más, ni Breen, ni Gordon, nadie.
—¿Y qué hay de la resistencia?
—Eso somos nosotros, pero cómo va la cosa, esto no pinta bien. Además, puedo verlo en tú… Ojo, pasaste por un infierno, no me mal intérpretes, lo mío fue una lluvia de balas pero nunca estuve la gran parte del tiempo por mí cuenta, me han ayudado más del o que me gustaría admitir.
»Llámalo suerte o saber dónde me convenía estar en el momento adecuado, pero ahora sé que tengo que devolverte el favor, por Mike, por Oxana. No te voy a perder, te lo juro. Tal vez todos estén optimistas en la base Augurio, pero para mí es como si me estuvieran pagando en cuotas lo mucho que me quitaron.
