Capítulo 4
Después de huir de Sasuke estaba aterrada. No quería verlo. Por suerte él ya no la siguió y Hinata se escondió en una habitación. Empujó un sofá y un ropero tratando de impedir que Sasuke entrara ahí.
Sin darse cuenta se había quedado dormida.
A la mañana siguiente la despertaron los rayos del sol y el canto de unas aves.
Hinata tenía mucho dolor de cabeza y se moría de hambre. Necesitaba salir de ahí. Buscar ayuda porque no confiaba en su esposo.
Quizá podría escapar por la ventana ya que estaba en el primer piso.
Se acercó hacia la ventana para ver el jardín y observó que el auto de Sasuke ya no estaba.
Hinata caminó hasta la carretera para pedir ayuda. Recordaba muy bien que durante todo el viaje del hospital hasta la casa no había visto ninguna casa cercana. Y el mismo Sasuke le confirmó que no tenían vecinos en kilómetros.
Sólo le quedaba esperar por ayuda. Podía recordar bien a su familia. Necesitaba ir con ellos, con su padre, madre y hermana. Pero ya había pasado mucho tiempo y ningún auto pasaba por ahí.
Resignada regresó a su casa porque ya no soportaba el hambre. Si comenzaba a caminar hasta llegar a la ciudad estaba segura que se desmayaría en el camino.
Estaba regresando cuando observó el hermoso lago. Era un lugar de ensueño para vivir pero no sé sentía para nada feliz ahí.
Llegó a su casa y fue directo a la cocina. Comió lo primero que encontró y recordó su celular. Quizá ya había señal y podría llamar al número de emergencias o a la policía para que la ayudarán a regresar con su familia.
Fue hasta su habitación pero no había señal de teléfono ni Internet.
Necesitaba encontrar otro teléfono. Fue buscando en habitación tras habitación. Pero no encontraba nada.
Estaba desesperada. Las horas pasaban. Subió las escaleras al segundo piso. Fue hasta una habitación y otra ero todas estaban casi vacías.
Bajó hasta la sala. Se sentó exhausta y luego se dejó caer en el sofá. Pero algo le lastimó la cabeza. Quitó la almohada que servía de respaldo y encontró un pequeño celular que se encontraba ahí atorado.
Lo enciendió y lo primero que vio fue a un chico rubio que era el protector de pantalla.
Habían muchas fotos de ella y de él juntos. Se veían muy felices. Sin darse cuenta su rostro estaba bañado en lágrimas. No sabía porque pero el rostro de ese chico de ojos azules le provocaban demasiado sentimientos que no entendía.
No lo reconocía pero sentía todo lo opuesto que por Sasuke que se suponía era su esposo.
¿Por qué sentía que quería a ese chico de las fotos que siempre sonreía y la abrazaba?
¿Quién es?
Finalmente en un vídeo pudo saber su nombre. Ella lo llamaba cariñosamente Naruto kun.
Naruto…
Siguió pasando las fotos y se dio cuenta que no era un amigo. En varias fotos se besaban.
Varios vídeos de sus paseos y lo que parecía un viaje a la playa.
Hasta que llegó a unas fotos de una boda.
Su boda con Naruto.
"¿Él es mi esposo? ¿Qué está pasando?"
No podía dejar de llorar. No sabía porque le dolía tanto ver las fotos de ese rubio. Como si fuera un sueño, como si ya nunca lo volvería a ver.
Se secó las lágrimas y recordó su objetivo. Intentó llamar al número de emergencias pero el celular se apagó.
Ahora necesitaba un cargador. Fue por el que Sasuke le había regalado pero no era compatible.
Miró el reloj, faltaba muy poco para que Sasuke regresara. Estaba en peligro.
Subió de nuevo al segundo piso y fue hacia el ático. Habían muchas cajas encima de unos estantes.
Buscó una escalera y subió pero no se fijó que el piso era irregular. Cayó al piso al intentar alcanzar una pesada caja.
Después de ese golpe abrió los ojos y fue como si una lluvia de recuerdos inundaran su mente.
…
…
…
Naruto llegó a la oficina para formar parte del equipo de trabajo. Ese fue el primer día que lo vió. Se presentó con todos y resultó que su escritorio quedaba justo al lado de ella.
Hinata y él pronto se hicieron buenos amigos porque él era muy gracioso y siempre la animaba en sus días malos. Salían a comer juntos e incluso él la llevaba a su casa.
Hinata se sentía tan a gusto con él. Sin darse cuenta ya se había enamorado.
Recordaba cuando Naruto le pidió matrimonio. Su hermosa boda y su nueva vida a su lado.
Hasta la terrible noche cuando lo perdió para siempre.
Ahora todo tenía sentido. El miedo y rechazo que sentía por Sasuke. No era su esposo. Le estaba mintiendo.
No podía dejar de llorar recordando a Naruto. Pero iba a ser fuerte por él.
Se limpió las lágrimas, Sasuke regresaba en unas horas y debía estar preparada.
