Hola nuevo capitulo, espero que los que estén leyendo este nuevo fic, les guste esta temática de personajes...


Bulma alzo una ceja ante su comentario. —¿Qué ha hecho? —

Vegeta observo a Bulma, la expresión de ella se tornó seria y fría, él conocía que cuando a la peliazul algo no le gustaba su carácter se transformaba y podía ser más lascivo que él de él, así que prefirió cambiar de tema.

—Sobre su entrenamiento—

—Ay Vegeta no me asustes, ella lo esta haciendo muy bien, su destreza en vuelo y agilidad es impresionante, solo que seguramente pelear no es tanto su objetivo, no seas tan rudo, ¿si? —

Él la observo por un momento y decidió controlar sus ímpetus al ver la sonrisa de ella… —¿A que hora se largan todos? —

—¿por qué? aun falta mucho— respondió divertida.

—Porque te quiero dar por el culo Bulma—le susurro tratando de disimular con un gesto cortés

sus intenciones delante de todos, aunque claramente ella sabia que él hablaba en serio.

Bulma empezó a sonreír con picardía mientras se mordía ligeramente el labio inferior.

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Al día siguiente, la familia por la tarde recién se estaba levantando después de una noche larga de fiesta, para tomar sus alimentos…

—¿Les gusto la fiesta? — pregunto aquella peliazul a los presentes.

—Mamá estuvo increíble, sobre todo por aquella banda que contrataste fue lo mejor de la noche—respondió Trunks.

—¿Por cierto donde estuviste? No te vi toda la noche— le pregunto Trunks a su hermana.

Bra ante su pregunta se sintió algo nerviosa, sostuvo el vaso que casi se le resbala y simplemente pensó en su respuesta. —Sali—

—¿Saliste? ¿A dónde? — pregunto Bulma totalmente extrañada.

Vegeta hasta el momento guardaba silencio como si aquella conversación no fuera de su interés, sin embargo, cuando su hija dio explicaciones algo absurdas él levanto la vista dirigiéndola a ella, lo cual le cambio el rostro a la joven peliturqueza, quien empezó a sonreír nerviosa en respuesta.

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Bra estaba en su gimnasio personal, había decidió entrenar para relajarse y mantener su buen físico, sin embargo, el susto que se llevo fue tal al ver a su padre con los brazos cruzados al filo de la puerta.

—¿Papá? ¿Qué haces aquí? — pregunto mientras llevaba su mano a su pecho producto de la impresión.

—Te voy a preguntar algo y no te atrevas a mentirme— diciendo eso ingreso a aquella sala y la miro fijamente. —¿Fuiste ayer a ver a Kakarotto? —

Los ojos de ella se abrieron grandemente ante aquella pregunta. —¿Qué? —

—No volveré a preguntar, responde—

—¿Él te dijo eso? — en ese momento sintió como la presión se le iba al piso, mientras la tensión presionaba su pecho.

—Tu ki, aun no aprendes a esconderlo, te falta técnica, fue fácil saber donde estabas, ahora dime. ¿Por qué fuiste a buscarlo? —

—Yo solo… no sé me agrado, pensé que debería venir a la fiesta—

—¡Bra! ¿Cuáles son tus malditas intenciones? Ir a ver a Kakarotto para que venga a la fiesta, me crees imbecil— le dijo con la mirada encendida, como si el fuego que salía de sus ojos la pudiera incinerar en ese momento.

Ella se quedo de piedra, su padre era exigente pero jamás le había hablado así. —Yo…— y no supo que decir, en ese momento se quedo sin palabras…

—Él no es como los chiquillos estúpidos a los que frecuentas, no te confundas, es un saiyajin de raza pura, mucho mayor que tú, con otro enfoque, así que controla tus ímpetus—

Bra abrió sus ojos completamente absorta, su padre la conocía tan bien que pudo identificar su interés, lo vio en sus ojos… —Papá yo solo, no sé qué me paso, se ve tan joven—

—¡Pero no lo es! — enfatizo con el tono grueso de su voz, como una reprimenda que a cualquiera haría orinarse en los pantalones, ella lo observo con detenimiento.

Vegeta al ser un saiyajin de alto entendimiento sobre su raza, sabia a la perfección la posible atracción de ella hacia él, al ser hija de él, era evidente que eso podía suceder, sentirse atraída por un saiyajin que mostraba destacar sobre los demás, que este a la altura de su mismo padre, era su instinto quien, hacia desearlo, él lo sabía, ya que ellos eran más carnales a diferencia de los humanos.

—No lo buscaré más, se lo dije ese día, además él no mostro ningún ápice de interés— le respondió Bra mientras trataba de ocultar la decepción que eso le llevo.

Vegeta arqueo la ceja ante sus palabras evitando deducir más de sus imprudentes impulsos. —solo contrólate—

Bra lo quedo observando en silencio mientras veía como él estaba a punto de salir de la aquella sala. —Ningún humano me es interesante— dijo entendiendo por fin que su padre comprendía su estado.

—Bra eres mi hija, hija del príncipe de los saiyajins nunca te olvides de eso, siempre tus expectativas van a ser superiores— después aquella peliazul vio como aquella puerta se cerró.

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Ese mismo día…

Goten estaba lavando los platos mientras escuchaba música, cuando Goku hizo acto de presencia sorpresivamente delante del joven.

—¡Papá! — exclamo aquel extrañado al ver al saiyajin aparecer totalmente desaliñado, las prendas las tenia rasgadas, la apariencia un poco cansada y los puños enrojecidos. —Vaya el entrenamiento si que fue intenso ¿eh? —

—Ah, hola Goten— dijo Goku algo agitado mientras se sentada en la silla delante de la cocina. —Si, creo que esta vez me excedí—

—Pero… pensé que te quedarías en casa, incluso pensé que estabas durmiendo, entonces si llegaste a ir al otro mundo— le respondió el muchacho tomando una silla para sentarse.

Goku lo vio recordando el hecho que lo indujo a pelear tan arduamente, aquel suceso con esa peliazul lo desencajo por completo generándole tan ansiedad que necesitaba descargarse de alguna forma, aunque haya tenido que ir contra su cuerpo. —Si, al final tuve un pequeño encuentro con Cell—

—¿Estuviste en el infierno? Papá tengo entendido que ya te lo han prohibido— dijo Goten sorprendido.

—Así es, pero ya me conocen así que poco pueden hacer—respondió mostrando una ligera sonrisa. —Por cierto, Goten, tengo mucha hambre, ¿has hecho algo? —

Ante eso el más joven mostro una sonrisa peculiar. —Bulma me mando esta capsula exclusivamente para ti—

Goku al escuchar su nombre se enderezo de su asiento y sonrió con ánimo. —Bulma…—

—Si, dijo que seguro eso te iba a animar— menciono Goten entregándosela en la mano, Goku inmediatamente salió de ahí y la desencápsulo apareciendo ante su vista un gran banquete, los ojos del saiyajin mostraron un brillo particular…

Goten empezó a reír al respecto, Goku empezó a devorar los alimentos con un apetito voraz…

—Se nota que no te gusta lo que cocino— dijo el chico.

—Yo creo que en definitiva vamos a tener que ir siempre donde Gohan, sino moriremos de hambre— dijo Goku mientras saboreaba una gran pierna de cerdo.

—Es cierto, lo has intentado, pero cocinas horrible papá— menciono Goten al conocer la forma tan rudimentaria que tenía Goku para cocinar. Ambos empezaron a reír por sus comentarios.

Después de haber acabado casi con todo… Goku sintiéndose ya satisfecho, se relajó… escuchaba atentamente a su hijo quien le daba algunos comentarios referente a la fiesta lo cual le genero interés el hacerle algunas preguntas.

—Goten, ¿con quien estuviste ayer en la fiesta? — pregunto Goku

—¿Ah? Con Trunks, casi todo el tiempo— respondió con naturalidad…

—¿y con quienes más? — insistió el saiyajin mayor.

—Ah pues… con unas amigas— menciono el joven tratando de ser discreto.

—Ah, ya veo…— respondió Goku mostrándole una sonrisa despreocupada — ¿y estuviste con Bra? —

—Si, pero solo un momento, creo que se aburrió y se fue porque no la volví a ver— dijo él sonando algo apenado, algo que noto Goku.

—¿Te hubiera gustado que se quede? — pregunto el saiyajin directamente llamando la atención del más joven.

—¡Qué! ¡no! No, o si bueno no se— respondió algo nervioso con las mejillas algo sonrojadas… —Bueno es una chica muy linda, pero… sinceramente no creo que le guste—

Esa palabra llamo la atención del saiyajin, quien se quedó pensativo. Goten se percató de la mirada perdida de su progenitor que a decir verdad le costaba tratarlo como su mayor, ya que aparentaba como de su edad…

—¿En que piensas? —le pregunto acercándose a él.

Goku lo miro atentamente —Goten, respóndeme algo… ¿Si una chica te dice que le gustas que quiere decir?—

Los ojos de aquel joven se abrieron de par en par…—Bueno… depende—

—¿De qué? —

—Si la chica es poco agraciada, pues no significa nada, queda como una amiga y ya, pero si es muy bonita, significa que… podrías estar con ella—

Goku analizo sus palabras, pero quiso mayor detalle… —¿Estar con ella? Explícate—

—¡Papá! Esos temas no me gusta hablarlos contigo— menciono algo ruborizado el chico de cabellos negros ya que nunca había tenido una conversación así con él.

—¿Es muy intimido lo que significa?—pregunto sorprendiéndose por su reacción.

—Estar… juntos, es cuando pueden besarse, tocarse, ¡Papá ya no quiero decirte más! — menciono algo sonrojado mientras cambiaba la expresión directamente hacia él —¿Por qué me lo preguntas? —

Goku se quedo perdido en sus pensamientos mientras una expresión de estupor cambio su semblante, se paro inmediatamente de su asiento e ignorando la pregunta de su hijo se dirigió algo nervioso hacia la casa. —i-iré a entrenar— en definitiva, no se imaginaba algo así, el en todo momento creyó la idea de referirse a un simple comentario en cuanto a la buena presencia de la otra persona, no a algo tan personal o íntimo, ahora entendía poque aquella joven se había atrevido a hacer algo así, en definitiva, acertó en sus deducciones, aunque le costaba aceptarlo.

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Horas después…

Bra se encontraba cerca a la piscina cuando vio a su madre colocándose bronceador, estaba tomando sol, muy relajada… por algún tiempo se le quedo observando a detalle, vio su figura y como ella a sabiendas de su buen físico se lucia en plena alberca con prendas diminutas, realmente era hermosa, con una sonrisa se acerco hacia ella.

—Mamá, te ves muy bien—

—¡Gracias pequeña! —respondió la peliazul echándose con lentes de sol.

—¿Dónde está mi papá? — pregunto la ojiazul al no sentir su ki en la mansión.

—Ahora sé que ha ido a ver a Goku, el papá de Goten—

Los ojos de ella se abrieron de par en par. —¿Qué? ¿para qué? —

Bulma al notar la exclamación de su hija que era una mezcla de preocupación con espanto, se incorporó quitándose los lentes. —¿Sucede algo? —

Bra se quedó quieta maldiciéndose por ser tan obvia. —No, solo que me parece una perdida de tiempo—

—Ah, bueno… así son los saiyajins… — diciendo eso se volvió a echar totalmente despreocupada con los lentes puestos.

Ante eso la ojiazul se puso algo nerviosa, será que su padre le diría algo, le advertiría que no se involucre con ella, y Goku terminaría diciendo lo que ella hizo, en ese momento sintió que la presión se le bajaba, no se quería imaginar la cara de su progenitor al enterarse de algo así, rápidamente se alejó de Bulma, sintió el ki de Vegeta y efectivamente estaba cerca a la montaña paoz, sin esperar más emprendió el vuelo.

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—Pensé que estarías con más físico Kakarotto— dijo aquel príncipe con los brazos cruzados.

—Hoy realmente no, estoy muy cansado, debo dormir para recuperar todo el desgaste físico que tuve—menciono Goku en respuesta.

—La próxima quiero que me lleves—dijo Vegeta.

—¿Ah? ¿en serio? — cuestiono el saiyajin.

—Si, sería interesante partirle la cara a esos cretinos— respondió Vegeta refiriéndose al hecho de hacer una visita al infierno.

Ambos se encontraban levitando en la nada de los aires, conversando tranquilamente ya que aquel príncipe sorpresivamente le dio una visita, mayormente era Goku quien lo hacía, pero esta vez, él se presento de la nada, por un momento Goku se imagino que seria referente a su hija, pero su actitud no mostro otra intensión más que un simple entrenamiento. Es más, le sorprendió lo relajado que lo veía. Sin embargo, ambos dirigieron su mirada hacia otro punto de repente al sentir un ki acercándose.

—¡Goten! — menciono Goku al verlo ir hacia ellos.

—Hola tío Vegeta—saludo Goten con una sonrisa, que duro solo unos segundos al ver la cara de desagrado que le dedico aquel saiyajin por su vil apelativo. —Tengo una cita papá, así que saldré, nos vemos más tarde— diciendo eso, el chico estaba a punto de irse cuando…

—¡Goten! —

Escuchar su nombre con el tono particular que usaba el príncipe de los saiyajin le escarapelo la piel… —¿Si? —

—Espero que a Trunks y ti les haya quedado claro que aquel comportamiento de ayer no se puede repetir, menos con mocosas terrícolas de esa categoría— lo menciono con el rostro serio mientras mantenía su postura de brazos cruzados.

Esas palabras llamaron la atención de Goku, quien hasta el momento no entendía a que se refería.

—S-si, l-lo tenemos claro— respondió nervioso el joven.

—No entiendo, ¿Qué sucedió ayer? — pregunto un confundido Goku.

—¿Es que tu hijo no te lo dijo? — cuestiono con mofa aquel saiyajin.

—¡Qué! no, no es necesario recordármelo tío Vegeta, ya me quedo claro, no volverá a suceder— se apresuró a decir Goten al sentir cierta vergüenza de exponer aquello. Sin embargo, su error fue volver a llamarlo con aquel apelativo terrestre que el tanto odiaba.

Vegeta pronuncio una sonrisa torcida con cierta malicia. —Tu hijo ayer en mi casa—

—¡No! No por favor! — le suplicaba Goten para que guarde silencio.

—Se encerró en una habitación con cinco mujeres, no se de donde salieron porque no eran invitadas de Bulma, pero por lo que vi, eran unas chicas exóticas invitadas por Trunks—

Goku dirigió su mirada hacia su hijo, quien tenia la quijada semi abierta y las mejillas ardiendo.

—Los ruidos eran tan estruendosos, que parecían que estaban en un harén desenfrenado por la lujuria— menciono Vegeta sin estupor, mirando fijamente a Goten.

Goku se sorprendió en gran manera al escuchar aquellas palabras. Goten no pudo con la vergüenza y se fue de ahí a velocidad.

—Como ves, nuestros hijos están completamente desenfocados, el entrenamiento es lo único que los ayudaría a controlar sus ímpetus, sino temo que esto no puedan controlarlo—

—Nosotros no éramos así, o es que…—menciono Goku

—Nuestra prioridad era otra, nuestro enfoque era tan vehemente lo cual manejaba completamente nuestro instinto, pero… ellos no tienen esa necesidad y eso los hace hacer estupideces— dijo Vegeta

Goku se quedo pensativo… —Entiendo, es por la edad, tal vez nosotros… aunque a esa edad recuerdo que estaba casado—

—Kakarotto, ellos son saiyajins, debemos enfocarlos en que no descuiden sus entrenamientos, debes ser más enfático con tu hijo, como yo lo seré con Trunks—

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Aquel encuentro había finalizado, Vegeta por fin se había ido, Goten también, no podía negar lo sorprendido que estaba por aquella conducta mostrada por su propio hijo, aun así, no podía negar que en realidad no era algo que tanto le preocupaba, si era instinto simplemente debían seguirlo, aunque sin hacer daño a nadie, eso creía él, después de todo su inmadurez les juzgaba en contra.

Llego a la puerta de su casa, ya empezaba a oscurecer, así que ingreso y al encender las luces no pudo evitar retroceder por la impresión de quien tenia delante suyo.

—¡Bra! —

Aquella peliazul se levantó del sofá mirándolo atentamente… —Lo siento no quise asustarte—

Goku no había sentido su presencia —¿Qué haces aquí? —

—Sabia que mi padre estaba contigo, por eso escondí mi ki—dijo ella dándole una explicación. —¿Le dijiste algo de lo que paso? — su pregunta fue directa mientras una expresión seria la acompañaba.

—¿Qué? ¿A que te refieres? — le pregunto confundido.

—Al beso que te di ayer— menciono sin estupor, con la quijada levantada.

Goku resoplo ante aquel comentario. —No, no le dije nada—

De pronto un alivio inundo la mente de la ojiazul al relajar sus hombros y caer sentada sobre el sofá… —Gracias, por un momento pensé—

—Bra, no quiero que tomes a mal mis palabras, pero lo que hiciste fue muy imprudente, no logro entender el por qué, pero lo mejor será que evites buscarme— le dijo tratando de sonar amistoso, aunque era claro su mensaje.

Ella lo observo a detalle vio su físico tan predominante, su expresión mientras hablaba y la forma en la que llevaba esas prendas rasgadas que lo hacían tan varonil, sin poder evitarlo cruzo sus brazos y pronuncio una sonrisa. —Goku, ¿no te gusto el beso que te di? —

Debía reconocerlo, aquel encuentro era simplemente para asegurar su silencio, sin embargo, no conté con el hecho de que volver a tenerlo cerca después de aquel beso, despertaría en mi nuevamente ese descontrol y ansiedad por tenerlo cerca, su olor, me estaba volviendo loca. Desde ese momento no lo sabía, pero mandaría mi consciencia al diablo y me hundiría al fondo del infierno…

—¿Qué? — aquella pregunto lo desencajo.

—Te dije que me gustabas, eso es fácil de entender, por eso lo hice— respondió mirándolo fijamente.

—Eres hija de mis amigos, yo no sería capaz de algo así—

—¿Pero una mujer como mi mamá si? — lo cuestiono agudizando su mirada, sorprendiéndose al ver la expresión de él, como el giro de la conversación lo tenso. —Entonces es verdad… te gusta mi madre—

Los ojos de Goku se abrieron completamente impactado por aquella declaración como es que ella pudo deducir eso. Bra analizo su comportamiento y entendió perfectamente el motivo por el cual cuando mencionaba a su madre el tono de su vos cambiaba, ella era muy inteligente incluso para deducir situaciones rápidas.

—¡No hables tonterías! — menciono algo nervioso retirándole los ojos de encima.

—¿Qué tiene ella? ¡Es una mujer que aparenta ser mucho mayor que tú, yo soy mucho más bella y joven que ella, acaso no puedes verlo! — le increpo al confirmar sus suposiciones.

Goku la observo en el acto con estupefacción, como era posible que ella siendo su hija se exprese así de ella, sobre todo porque para él, Bulma era especial… sin poder evitarlo cierto fastidio empezó a gobernar sus pensamientos mientras que la ira por aquellas palabras solo se acumulaban.

—Ella es solo una simple terrícola sin fuerza— dijo cegada por la revancha de los celos en su mente la ojiazul.

La paciencia de aquel pelinegro llego a sus cúspides, jalo a la ojiazul de su muñeca toscamente y la llevo hacia la cocina, sin el menor cuidado, la soltó mirándola con enojo.

—¿Tu crees que Bulma es solo una cara bonita? — diciendo eso sostuvo un artefacto que con sus propias manos descompuso en su presencia, para después tirarlo sobre la mesa.

Bra se le quedo viendo sin entender que estaba haciendo.

—¡Arreglado! soluciona su desperfecto, ella lo haría en segundos, si dices ser mejor que ella, hazlo, ya que tu madre aparte de ser atractiva es un genio, ¡Hazlo! — lo dijo con rabia, con una expresión de ira, sin controlar sus palabras ni la comparativa que estaba haciendo.

Bra se quedó perpleja, absorta, ahora con todo lo dicho confirmaba absolutamente todo, como competir con aquella peliazul, con sus recuerdos y vivencias… sus ojos empezaron a brillar mientras la humedad amenazaba con quebrar su espíritu, en ese momento solo deseo estar lejos de ahí, y así lo iba a hacer cuando él la sujeto.

—¿Te iras? entonces eres solo superficial— diciendo eso la soltó. —No vuelvas a expresarte así de tu madre— diciendo eso se alejó de ahí, dejándola sola en esa cocina, ese era uno de los pocos momentos donde Goku le importaba poco perder el tino al enojarse.

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Pasaron los suficientes minutos como para que aquel saiyajin se le vaya el enojo, estaba echado sobre su cama, no sabia si ella se había ido o no, ya que no sentía su presencia, así que decidió bajar a la sala, cuando llego se percato que aquella ojiazul ya no se encontraba, suspiro algo incomodo por la situación, fue hacia la cocina a servirse algo cuando lo que vio lo detuvo… aquel artefacto estaba perfectamente armado sobre la mesa…

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Aquella cena fue de lo más silenciosa, Vegeta, Bulma y Bra… los tres cenando, pero sin ningún comentario, aquella peliazul mayor se sorprendió al notar la actitud extraña de su hija, sobre todo al notar las miradas que le dada debes en cuando…

—¿Todo bien cariño? — se animo a preguntar Bulma a su hija…

—Todo bien, solo que no tengo apetito, voy a mi habitación— dijo ella con cierto desgano.

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La noche se hizo larga, se movía de un lado a otro de la cama tratando de apaciguar sus pensamientos, se sentía abrumada pues a pesar de lo sucedido aquel saiyajin no salía de su mente, como era que podia sucederle algo así. Ella era hermosa, inteligente, fuerte y siempre tuvo lo que quería en su corta vida, nada se le negó, sobre todo al ser la hija de una mujer tan importante y descendiente de una familia real como era su padre, pero algo le jugaba en contra terriblemente, se sentó sobre la cama y sostuvo su espejo de su velador, se miro al espejo y efectivamente, debía reconocer su gran parecido a su progenitora, tal vez su belleza engalanabaa cualquiera, pero a ese saiyajin, simplemente lo alejaba, era como ver a su madre y el repelo de cometer algo así con la hija de la mujer que quería, lo alejaba…

—¡Estúpido, incluso podrías cumplir la fantasía de imaginarte besándola! — se dijo así misma en un acto de vehemencia, sin embargo, se quedo quieta unos segundos… analizando sus propias palabras mientras una sonrisa empezaba a formarse en su rostro…. Su mente empezó a maquinar como era que podia lograr ese acercamiento nuevamente, y así saciar por fin esos impulsos.

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Unos días después…

Ambos chocaron entre sí, mientras a una velocidad increíble empezaban a compartir ataques directos puño a puño, la velocidad de aquello era ininterrumpida, sin embargo, preso de cierta distracción recibió un golpe directo en el rostro que lo hizo volar varios metros, logrando cortar su mejilla…

—¡Auh! — refuto Goku al sentir la sangre escurriendo…

—¿Qué demonios te ocurre Kakarotto? Estas desconcentrado— le recrimino Vegeta al notar aquel cambio en el saiyajin…

—Seguramente estoy algo cansado—respondió mostrando una sonrisa en respuesta.

—Es absurdo, desde hace unos días estas mostrando un desempeño asqueroso— respondió el saiyajin yendo a recoger una toalla para colocársela en el cuello.

—La próxima vez entrenemos en otro lugar— menciono Goku quien en definitiva debía reconocer que entrenar en esa cámara de gravedad en la misma casa donde se encontraba aquella peliazul mayor, lo desenfocaba, de un momento a otro las sensaciones de su cuerpo le jugaban en contra, era como si cierta ansiedad lo impacientaba, incluso llego a concluir que la edad de su cuerpo le generaba impulsos de un chico de esa edad y no iba en sintonía con su mente… quería verla, quería olerla, quería sentirla cerca.—¡Vegeta! —expreso a viva voz al sentir que ya no podia con aquellos impulsos.

—¿Qué te pasa? —cuestiono con una ceja alzada el príncipe al verlo algo ansioso.

—Debo irme, la próxima vez te busco yo— diciendo eso estaba a punto de salir de aquella cámara, pero esta se abrió sorpresivamente y aquella mujer culpable de todos esos estados desde que la volvió a ver, hacia acto de presencia.

Bulma espero que la cámara se apago para ingresar con una sonrisa picaresca… —¡Bien! Sabia que te podia encontrar aquí— menciono al ver a aquel pelinegro junto a su esposo.

Goku no pudo evitar por aquellos impulsos que estaba sintiendo desviar su mirada rápidamente a la fisionomía de aquella mujer, quien llevaba un vestido verde corto. —Hola Bulma— saludo como si nada, ocultando por completo sus pensamientos.

—Bulma, no me gusta que interrumpas en mi cámara como si nada— dijo Vegeta con los brazos cruzados.

—Lo siento Vegeta, solo quise ver a mi mejor amigo y asegurarme que estuviera bien—respondió ella mirando a Goku con detenimiento, logrando ponerlo nervioso.

—¡Yo estoy bien! pero ya debo irme, me gusto verte Bulma— y sin darle tiempo ni de responder, desapareció de su vista.

Bulma se quedo petrificada mientras Vegeta sonreía sutilmente con gusto. —Se fue, ¡ay! No tiene remedio— menciono la peliazul frunciendo su frente.

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Goku llego a su casa y fue directamente a la ducha, se desvistió rápidamente y abrió el grifo, sin importarle como el agua helada cubría su cuerpo y lo hacia tiritar, ya era una práctica que estaba haciéndose más recurrente al sentir como lo invadían aquellas sensaciones, sentía su miembro endurecerse de una manera dolorosa, jamás había experimentado eso, siempre pudo controlarlo y sumergir su mente en otras cosas, pero desde un tiempo atrás, se le estaba complicando más de la cuenta, y era peor cuando sus pensamientos lo llevaban hacia Bulma… desde unos años atrás cuando su cuerpo empezó a crecer como un joven empezó todo ese calvario, por eso decidió simplemente alejarse,incluso Milk no pudo ayudarlo al respecto, ya que desde que se volvió niño la pelinegra sentía estupor de que incluso la vea desnuda, le demostró en muchas oportunidades la incomodidad que le generaba su imagen y lo joven que era a comparación de ella, lo cual la hacia sentir como una inmoral de siquiera insinuar un acercamiento, él lo entendía perfectamente y nunca le insinuó hacer algo al respecto, pues cuando era niño, eso no era parte de su interés, pero conforme su cuerpo fue madurando, ciertas sensaciones empezaron a invadirlo y ahora siendo un saiyajin joven aunque su mente quisiera controlarse, sus impulsos eran más fuertes.

—Uff, que alivio— menciono él al sentir como su cuerpo se relajaba y volvía a sentirse seguro y sin aquel impulso, sin poder evitarlo se echo sobre la cama mientras sus ojos se cerraban producto del cansancio.

Horas más tarde…

Sus ojos se abrieron lentamente, el baño lo había relajado tanto que no se percató que había pasado unas horas durmiendo, se acerco a su closet, se coloco sus prendas y sintió cierto impulso por compartir unos momentos con sus hijos, así que se animo a decirle a Goten para visitar a Gohan, fue en eso cuando desde el pasadizo que lo llevaba a la habitación de su hijo, se escuchaban risas sonoras, en eso entendió que Goten no se encontraba solo, la risa que lo acompañaba era femenina junto con aquellos murmullos que lo confirmaba… eso llamo su atención ya que no percibía aquella energía, lo dudo por un momento, pero termino resoplando mientras tocaba la puerta.

Las risas se hicieron más sonoras y sin esperar más de la cuenta, aquella puerta se abrió, el brazo delgado de aquella joven peliazul se apoyo sobre el marco mientras observaba al intruso.

—Hola Goku— saludo relajada la joven peliazul.

CONTINUARA...

AMAPOL