Hola, bienvenidas todas la lectoras, espero que hayan tenido un excelente fin de semana y espero también que esta sea una gran semana para cada una de ustedes.

Les recuerdo que la historia está escrita por mí y es sin fines de lucro, no está permitido publicar en otras plataformas. Gracias por su comprensión.

LÍNEAS DEL TIEMPO

7

LÍNEA 1

Dorothy había despertado después de varias horas desmayada por la impresión de ver tanto a Anthony como a Stear y a pesar de que ella no veía a Stear mayor tan mayor para ser el Sr. Cornwell estaba convencida de realmente eran los jóvenes Andrew que habían regresado quien sabe cómo a la vida.

-¿Crees que tendrá suficiente con esa explicación? – Preguntó Anthony a Stear mayor, quien fue el encargado una vez más de explicar a la joven mucama y al resto de la servidumbre lo que había sucedido "realmente".

-Esperemos que sí, además no es como si hubiese pasado mucho tiempo desde que te vio. – Le dijo al Stear menor, quien asentía a sus palabras. – Tan fácil que es en mi línea de tiempo demostrar con una prueba de sangre la identidad de cada uno. – Dijo de nuevo imaginando las desventajas de vivir en esa época que para él representaba el pasado.

-¿Cómo así? – Preguntó Stear interesado en lo que decía.

-En mi tiempo con una muestra de sangre podemos determinar el parentesco o la identidad de las personas. – Dijo de nuevo el mayor.

-Impresionante. – Dijo el menor con los ojos bien abiertos, interesado en lo que decía el mayor. - ¿Tú puedes hacerlo? – Preguntó con entusiasmo. – Porque podrías enseñarme. – Le dijo de nuevo. El mayor asintió a su pregunta.

-Es fácil, pero requiero el equipo necesario para hacerlo y aquí no lo tengo. – Dijo ante la frustración que sintió el menor.

-Bueno por lo pronto no nos queda más que rogar que Dorothy y los demás se convenzan como está convencido Benicio. – Dijo Anthony aún con duda de la reacción de la joven sirviente.

-Hay otra cosa de qué preocuparnos. – Dijo Stear a ambos muchachos.

-¿Qué sucede? – Preguntó Stear al ver que el mayor observaba las piezas que le habían entregado los empleados.

-Al quitar las piezas del auto las dañaron por completo. – Dijo haciendo a un lado las piezas dañadas.

-No importa podemos conseguir otras. – Dijo Stear menor, quien sabía muy bien del funcionamiento del vehículo.

-No es tan fácil. – Dijo el mayor. Anthony observaba a ambos inventores dialogar entre ellos entendiendo sus propios términos mientras él escuchaba los motivos por los que el mayor decía que había un problema.

-¿A qué te refieres? – Preguntó el menor intrigado.

-A que le hice unas mejoras al motor para hacerlo más eficiente y rápido porque Stear no había podido levantar los caballos de fuerza, así que tuve que echar mano de la tecnología de mi tiempo. – Dijo confesando que había alterado el funcionamiento del vehículo para un mejor rendimiento de combustible y aceleración.

-¿Entonces? – Preguntó Anthony para saber qué debían hacer.

-Tendré que ir a buscar nuevas piezas a mi laboratorio. – Dijo el mayor convencido de ello.

-¿Tardarás mucho? – Preguntó el menor. Stear negó con su cabeza confiando en que así sería.

-Bien, si no hay otra opción. – Dijo Anthony aceptando que así fuera.

-Sí la hay, podemos repararlo con las cosas que antes lo hacía Stear. – Dijo el menor convencido de que podría echarlo a andar. Anthony miró al mayor al ver que ponía cara de objeción.

-Es cierto, pero te advierto que el vehículo no viajó a más de 60 km/hr y yo lo hice viajar a 100 km/hr. – Dijo el mayor orgulloso de haberlo logrado. - Con ello reduciremos bastante el tiempo de traslado hasta Chicago. – Agregó seguro que así era, ya que la primera vez que habían viajado en él le pareció eterno el camino.

-¡Eso es imposible! – Dijo el menor sorprendido con lo que decía el mayor.

-Si me dejas ir a mi tiempo… - Dijo seguro de ir y volver rápido. – Además no tardaré mucho, aquí tendríamos que ir al pueblo para ver si tienen lo que necesitamos y la verdad dudo mucho que lo tengan. – Dijo nuevamente intentando convencer a su contraparte menor que era lo más adecuado.

-Muy bien, pero que sea rápido. – Dijo Anthony permitiendo que el mayor regresara a su línea del tiempo para arreglar el stearmóvil. Stear asintió y en menos de lo que pensaba ya estaba programando su máquina para volver a su línea de tiempo.


Anthony caminaba de un lado a otro en el laboratorio, se sentía desesperado porque tenía varias horas que Stear mayor había decidido ir a su línea del tiempo, para conseguir las piezas que habían sido desmanteladas de su auto y que los empleados no habían sabido que hacer con ellas y las habían dañado en su intento por quitarlas del automóvil.

-Tranquilo Anthony, ya estuvo bueno de tanto nerviosismo. – Dijo Stear quien se encontraba debajo del auto intentando ver el daño que habían ocasionado en el vehículo.

-Tengo miedo Stear. – Decía Anthony con preocupación.

-¿Miedo? ¿Miedo de qué? – Decía el joven inventor mientras con su llave inglesa desajustaba algunos tornillos del vehículo.

-Miedo de que le haya pasado algo a Stear. – Decía impaciente el joven rubio mientras observaba lo que hacía su primo. Stear dejó lo que estaba haciendo para deslizarse afuera del vehículo y ver a su primo a los ojos. – No sé qué sea, pero siento la misma conexión que siento contigo, me preocupa de la misma manera, siento el mismo sentimiento que me une a ti y me preocupa que ese artefacto que inventó no funcione y ya no regrese. – Decía explicando los motivos de su inquietud. Stear se levantó del lugar en el que había permanecido las últimas horas.

-Sé a lo que te refieres. – Dijo limpiando con un trapo la grasa que se había instalado en sus manos. – A pesar de que no eres tú o Archie con el que estamos tratando siento que me hablo a mí mismo. – Dijo pensativo por unos segundos. Anthony lo escuchaba en silencio, a pesar de lo extraño que parecía comprendía perfectamente lo que quería decir. – Es como si estuviera hablando conmigo mismo, con mis pensamientos, sin embargo de frente. – Decía sintiéndose un poco extraño por lo que decía.

-Te comprendo. – Dijo Anthony con una sonrisa comprensiva a su primo.

-¿Crees que regrese? – Preguntó Stear a Anthony con ese temor que sentía su primo, él mismo lo sentía, pero al mismo tiempo sentía que si su otro yo no volvía no era porque no quería hacerlo, sino porque mágicamente como todos sus inventos este también fallaría tarde que temprano.

-Si no regresa no nos queda más que pensar en qué le diríamos a Candy y Archie de nuestro regreso. – Dijo Anthony con un profundo suspiro, pensando en ambos jóvenes que habían perdido en diferentes épocas pero que seguía lastimando su ausencia en sus corazones.

-Tienes razón. – Dijo Stear sentándose al lado de Anthony. – No había pensado en esa posibilidad. – Dijo recargándose en el cómodo sofá que estaba en el lugar mientras pasaba por sus negros cabellos ambas manos.

-Sabemos que Anthony murió la tarde de cacería en la que mi Candy perdió la vida. – Dijo Anthony con pesar, sintiendo un extraño sentimiento dentro de su corazón al mencionar ambos sucesos, era como si pudiera sentir o imaginarse lo que Candy había sentido ante la pérdida que se había enfrentado años atrás.

-Y que Stear se fue a la guerra y ya no regresó. – Dijo Stear recapitulando lo que sabían de esa línea del tiempo. – Por lo pronto aquí ya saben que estamos vivos. – Dijo recordando que los empleados de Lakewood ya los habían visto. Anthony asintió levantándose de su lugar para caminar un poco.

-¿Crees que estará vivo? – Preguntó Anthony a su primo. Stear lo miró a los ojos.

-No lo sé. – Respondió Stear. – Pero no sé por qué tengo el presentimiento que no es así. – Dijo de nuevo. – No sé cómo explicarlo pero no siento la misma conexión que siento con el otro Stear. – Dijo intentando explicar a su primo lo que sentía.

-Pues yo no he sentido eso que dices, pero creo que entiendo. – Dijo Anthony creyendo comprender lo que Stear decía. – Por lo pronto es mejor seguir esperando hasta que llegue Stear para continuar con la reparación del auto. – Dijo de nuevo Anthony al ver que su primo ya no podía hacer más por él.

-Tienes razón, las piezas que faltan y que no tengo idea que demonios son, son las que Stear debe traer. – Dijo dándose por vencido al reconocer que podía hacer andar el coche, pero necesitaba hacerle los arreglos necesarios que él conocía y no las modificaciones tan extrañas que había hecho el otro Stear.

Los dos jóvenes continuaron platicando entre sí y las horas fueron pasando poco a poco, ni el hambre los había hecho regresar a la mansión al no sentirse tranquilos sin el otro Stear. De pronto un destello luminoso intenso comenzó a aparecer justo en el lugar que había desaparecido la máquina de Stear horas atrás. Los dos jóvenes cubrieron sus ojos para evitar la molestia que les generaba en sus ojos aquel destello que habían visto horas atrás.

-¡Hasta que llegas! – Dijo el joven Stear a su otro yo. – Nos tenías pensando que tal vez ya no regresarías. – Dijo de nuevo con cierto reclamo y alivio en su voz de volverlo a ver.

-Lo siento, lo que sucede que al llegar a mi laboratorio estaba Archie con mi prometida y pronto comenzaron a decirme que la tía abuela había llegado y que…

-¿Prometida? – Preguntó el joven Stear intrigado por esa palabra.

-¿La tía abuela? – Preguntó Anthony, interrumpiendo ambos lo que decía el mayor. Stear los miró a los dos con ternura asintiendo a sus preguntas.

-Estoy comprometido desde hace algún tiempo. – Dijo el mayor con una sonrisa al recordar a su novia desde el colegio. – No es como si no durmiéramos ya juntos, pero la tía abuela insiste en que debemos casarnos lo antes posible, no entiendo su insistencia. – Decía el mayor ya que no comprendía cómo era que la tía abuela tenía semanas que les exigía se casaran cuando antes no lo había hecho.

-¿Cómo se llama ella? – Preguntó Stear intrigado por saber el nombre de la joven que lo había conquistado en otra línea del tiempo, ignorando en ese momento que su contraparte dormía con su novia sin estar casados.

-Patricia O'Brian. – Respondió el mayor con un suspiro enamorado.

-Patricia O'Brian. – Repitió el menor, sin saber por qué sintiendo un piqueteo en su corazón como si la simple mención de ese nombre le despertara algo en su interior.

-¿La conoces? – Preguntó Anthony un poco sorprendido por la manera en la que su primo había mencionado el nombre de aquella joven.

-Jamás había escuchado ese nombre. – Dijo Stear sin poder evitar sonreír como bobo. Anthony negó sonriendo a lo que decía su primo.

-¿Y qué decías de la tía abuela? – Preguntó Anthony deseando saber de la tía que lo había criado en su línea del tiempo y que había perdido al igual que a su madre y a su pecosa.

-¡Ah! – Dijo Stear con tranquilidad, para él era normal hablar de la vieja matriarca del clan. – Lo que pasa que ha querido ponerse en contacto con Candy y Anthony y quería que le revisara su celular. – Dijo como si para los jóvenes escuchar de esa palabra fuese lo más normal del mundo. Ambos lo miraron confundidos y Stear intentó explicarse mejor. – El teléfono. – Dijo volviendo a mostrar el aparato que les había mostrado con las fotos anteriormente.

-¿Eso es un teléfono? – Preguntó Stear confundido, los que él conocía no podían desprenderse de un muro o llevarse a otra habitación después de haber sido instalados.

-Pensé que era una cámara muy pequeña. – Dijo Anthony mirando de nuevo el pequeño artefacto.

-O un reloj de bolsillo bastante grande. - Dijo el joven Stear pensando lo que también creía.

-También se utiliza como tal. – Dijo Stear mayor, mostrando las fotos de nuevo. – Puedes tomar fotos, hablar con él, enviar mensajes, jugar, incluso puede ser tú despertador. – Dijo de nuevo ante la sorpresa de los más jóvenes, sin embargo no quiso entrar mucho en detalles acerca de su aparato telefónico, no habló del internet y las aplicaciones porque sería complicarse mucho en explicaciones y eso no era lo importante en ese momento.

-¿Con este aparato puedes hablar con tu familia? – Preguntó Stear buscando cómo funcionaba. Stear asintió con una sonrisa al ver el rostro maravillado de su contraparte.

-En mi tiempo sí, pero por obvias razones aquí no funciona. – Dijo el mayor refiriéndose a que no estaban tan adelantados como en su época.

En ese momento el teléfono comenzó a vibrar de una manera extraña y Stear lo soltó de sus manos.

-¡Cuidado! – Dijo el mayor atrapando el celular que volaba por el aire.

-Lo siento, es que de pronto vibró y pensé que explotaría. – Dijo el menor apenado por casi haber destruido el extraño aparato.

-Llegaron unos mensajes. – Dijo Stear extrañado por recibir los mensajes de Anthony, quien le preguntaba en dónde demonios estaba. – Es Anthony, me pregunta en dónde estoy. – Dijo mostrando a los otros dos para que vieran que decía la verdad. Anthony miraba atónito el nombre del que enviaba los mensajes.

-¿No que no funcionaba? – Preguntó Anthony confundido al ver que aquel aparato estaba vivo.

-No sé qué sucede que de pronto es como si las ondas interfirieran o se abriera una especie de brecha por donde la información puede viajar repentinamente, sin embargo no es constante. – Explicó el mayor intentando responder los mensajes aprovechando la brecha abierta en el espacio tiempo. Anthony y Stear lo miraban confundidos, sin embargo podían observar como del otro lado de la pantalla anunciaba que estaban respondiendo.

-¿Dónde estás? – Decía el último mensaje recibido por Anthony, se notaba por su manera de escribir que estaba molesto y que ya sabía lo que estaba haciendo.

-Llegamos a Lakewood, pero tuvimos un problema con el auto, así que tardaremos más tiempo en llegar a Chicago. – Respondió el mayor ante la pregunta recibida.

-¿Llegamos? ¿Quiénes? ¿A qué te refieres? – Preguntó Anthony casi de inmediato.

-Anthony y Stear están conmigo. – Respondió Stear, sin embargo el mensaje que enviaba aparecía como rechazado.

-¿Qué sucede? – Preguntó Stear al ver que había un signo de admiración enseguida de la burbuja que encerraba el mensaje enviado.

-Parece que está fallando de nuevo la comunicación. – Dijo Stear tranquilamente, sin embargo sabía que Anthony estaba molesto por haberse desaparecido tantos días, tendría que hablar con él antes de llevar a los jóvenes a su lado. – Bien, es mejor que nos apresuremos antes de que la noche termine. – Dijo de nuevo el mayor para que comenzaran a ayudarlo a terminar el auto de Stear.

Stear comenzó a explicar muchos de los avances que tenían en su línea del tiempo y no era como que no le creyeran mucho porque habían sido testigos de la conversación que sostuvo con alguien más que no estaba presente, habían visto que era más rápido que una carta o incluso un telegrama y eso los tenía realmente maravillados.


-¿Te pregunté qué estás haciendo aquí? – Dijo Archie con los puños apretados al ver que Terry estaba en el departamento de Candy tal como lo había pensado.

-Tranquilo Archie, no es lo que tú piensas. – Dijo Candy intentando controlar el carácter de su primo.

-¡Vaya! Tal parece que aquí eres mucho más impulsivo. – Dijo Terry con una sonrisa burlesca al joven Archie. – Sin embargo sigues teniendo ese brillo tan especial en tu mirada. – Le dijo haciendo sentir incómodo al menor.

-¿De qué estás hablando? – Dijo Archie sin acercarse al actor, notando de pronto que se veía completamente diferente a como lo recordaba y no era como que habían pasado años de ello, sin embargo pudo notar que se veía un tanto mayor.

-Archie… - Dijo Annie un poco confundida al ver que además de Terry y del pequeño que les había abierto la puerta había dos personas más en el departamento y una de ellas se parecía mucho a Candy.

-¿Qué está pasando aquí? – Preguntó Archie al ver que su novia se había aferrado a su brazo de manera temerosa. - ¿Candy? – Preguntó sin dejar de ver a Terry, quien seguía mirándolo de una manera extraña, su sonrisa no era como la que le dirigía en el pasado y lejos de enfurecerlo lo estaba incomodando al ver que lo miraba de arriba para abajo.

-Archie… Annie… - Decía Candy sin saber cómo explicar lo que estaba sucediendo. Archie la miró retrocediendo un poco con Annie, sentía desconfianza del actor quien seguía mirándolo intimidante y eso lo incomodaba.

-Candy… - Dijo Annie mirando a la doctora Candy, mientras la mayor le sonreía con una mirada cargada de lágrimas.

-¿Así que aquí si te atrapó Annie Britter? – Preguntó Terry con cierto resquemor en su voz, como si el solo mencionar el nombre de la prometida de Archie le produjera un desajuste en su vientre.

-Mucho cuidado con lo que dices Terry. – Dijo Archie señalando con su índice al actor. Terry sonrió con malicia al escuchar la advertencia del joven Archie.

-Vamos a tranquilizarnos. – Dijo Anthony de pronto, haciéndose presente hasta ese momento, sabía que debía explicar al menor de los Cornwell su presencia y no sabía qué consecuencias podría ocasionar en él o la joven que la acompañaba. Annie seguía mirando a ambas rubias, y mientras la más joven estaba nerviosa la mayor la miraba con unas ganas intensas de comenzar a llorar.

-¿¡Anthony!? ¡Candy! – Dijo Archie a los otros dos rubios que permanecían detrás de él y que hasta ese momento había notado. Era imposible no reconocer a la pareja de rubios que estaba detrás de él.

-¡Hola! – Dijo Alexander saludando a los recién llegados con una linda sonrisa. Archie lo miró confundido al ver que el pequeño niño que se encontraba ahí era muy similar a su primo fallecido.

-¡No, no, no, no…! – Decía Archie tomando su cabeza como si estuviese teniendo una pesadilla. - ¡Esto es un mal sueño! ¿Estoy dormido verdad damita? – Le preguntaba a su prometida quien también estaba totalmente confundida por lo que sucedía, en ese momento la presencia de Terry ya no era tan importante para ninguno de los dos.

-Pues entonces estamos en el mismo sueño Archie… - Decía la pelinegra con nerviosismo mientras Terry rodeaba los ojos al ver que la joven estaba aferrada del brazo de su novio.

-Tranquilo Archie, deja que te explique… - Decía Candy con temor de pensar que podría suceder algo malo con su primo.

-¡Por supuesto! ¿¡Quiero saber qué está pasando!? – Dijo Archie colocando a Annie detrás de él como si la estuviese protegiendo de algo.

-Archie… Annie… ellos son Candy, Anthony, Terry y Alexander… - Dijo Candy mencionando a cada uno de los visitantes. Archie la miró extrañado como si de un momento a otro hubiese perdido la razón.

-¿Qué estás diciendo Candy? – Preguntó Archie confundido, a pesar de estar viendo lo que estaba viendo no podía creer lo que Candy le había dicho.

-Lo que pasa es que…

-¡Tú no hables imbécil! – Dijo Archie a Terry en cuanto lo escuchó hablar.

-¡Tranquilo! – Dijo Terry molesto con la respuesta que le daba el joven elegante. - ¡No me hables como si fuera el tonto que dejó a Candy! – Dijo Terry para defenderse, sin embargo Archie lo escuchó aún sin comprender lo que decía, para él era Terry, se veía más viejo, tenía el cabello más corto pero al fin y al cabo era Terry y lo que provocaba en él era algo que no podía cambiar.

-Vamos a calmarnos por favor. – Dijo Anthony intentando mediar la situación entre Archie y su amigo.

-Si, podemos explicar lo que sucede. – Dijo Alexander ayudando a su papá. Archie lo miró con una tierna sonrisa intentando no asustarlo, creía que el pequeño pingo se asustaría por su reacción. Ese pequeño le recordaba tanto a Anthony y por alguna extraña razón era el único que podía tranquilizarlo.

-Archie siéntate. – Le dijo Candy a su primo mientras Terry quien ya se había sentado en el pequeño sofá que estaba en la sala hacía un gesto con su mano para que se sentara enseguida de él. Archie lo miró desconfiado y se acercó más a Annie, aquel gesto divirtió a Terry y comenzó a reír a carcajadas.

-Sabía que sería divertido hacerte enojar de nuevo. – Dijo Terry sin poder evitar su diversión.

-¡Imbécil! – Dijo Archie apretando sus puños para intentar irse encima de él.

-¡Tranquilo! – Dijo Anthony deteniendo al menor, quien demostraba era mucho más impulsivo que su propio primo.

-¡Suéltame! ¡No creas que porque te pareces a mi primo haré caso de lo que digas! – Dijo Archie soltándose del agarre de Anthony.

-Deja que se acerque a mí, yo sabré manejarlo. – Dijo Terry guiñando un ojo a Archie quien abrió los ojos sorprendido y detuvo su impulso extrañado por el gesto del actor.

-¡Terry por favor! – Dijo Anthony comenzando a perder la paciencia.

-Archie por favor siéntate y escucha. – Dijo Candy nerviosa, temía que se enfrentaran a golpes y que Anthony no fuese capaz de separarlos, conocía muy bien el temperamento de Archie e imaginaba que ese Terry a pesar de su refinamiento también tenía un carácter explosivo.

-Sí Archie, deja que nos expliquen. – Dijo Annie con mucho amor a su prometido, mientras Archie seguía mirando con desconfianza a los presentes, pero sobre todo a Terry quien volvía a guiñarle un ojo y hacerle un ademán para que se sentara a su lado.

Archie abrió la silla del comedor y se sentó ahí asegurándose de estar lo más lejos que podía estar de Terry en el departamento.

-¿Qué es lo qué está pasando Candy? – Preguntó el elegante chico con verdadera ansiedad en su rostro, nada de lo que veía ahí tenía sentido, lo único que tenía sentido era que había llegado con Annie a ese lugar que parecía sacado de uno de los sueños más locos que había tenido jamás.

-Lo que sucede es que mi tío Stear creó una máquina que puede viajar a través de diferentes líneas del tiempo. – Dijo Alexander colocándose frente a Archie. Archie lo miró con detenimiento como si las palabras del menor no hubiesen sido comprendidas por él.

-¿Stear? – Preguntó Archie, como si la única palabra dicha por el pequeño fuese la única comprendida. Alexander asintió.

-Sip, mi tío es muy inteligente y dice que yo soy su conejillo de indias. – Dijo con frescura el pequeño una vez más. Aquellas palabras resonaron en la mente de Archie con fuerza ya que sabía bien que su hermano siempre había usado esa expresión para referirse a Candy cuando era su ayudante.

-¿Candy? – Preguntó Archie enfocando su mirada confundida hacia la mayor y después a la joven que acababa de entrar minutos atrás al departamento. - ¿Por qué este pequeño es idéntico a Anthony...? ¿Por qué esta dama es idéntica a ti y por qué él…? – Preguntaba como si hubiese quedado congelado al ver que efectivamente aquel hombre frente a él era idéntico a Anthony solo que más adulto.

-¿Se parece a Anthony? – Preguntó Candy para terminar la frase que seguramente su primo tenía en su boca. Archie asintió pero al mismo tiempo dudó.

-A Albert… – Dijo corrigiendo lo que iba a decir, ya que de pronto había encontrado un parecido con su tío.

-Te aseguro que no soy Albert. – Dijo Anthony con precaución no quería causar más confusión en el pobre muchacho además de la que podía ver en su rostro. Archie lo escuchó hablar una vez más y sus ojos se abrieron más de lo que ya estaban, Anthony comprendió que lo había reconocido.

-¿Anthony…? – Preguntó con las lágrimas a flor de piel, con su voz quebrada por la emoción, la confusión y la incertidumbre de lo que estaba sucediendo. Anthony asintió con lentitud para ver la reacción del joven Archie. - ¿Cómo es esto posible…? – Preguntó abrazándose con fuerza al joven médico que estaba frente a él, quien lo recibió como si estuviera recibiendo a su primo y es que realmente así era, lo sentía en el corazón, podía sentir esa conexión que había existido entre ellos toda la vida, desde niños, podía sentir que el amor, el cariño y la confianza se extendía entre ellos como si fuesen uno y el otro de su mismo tiempo. - ¡Si este es un sueño por favor no me despierten! – Decía Archie emocionado sin importar que Candy y Annie lo vieran llorar nuevamente como cuando lo habían visto llorar por la muerte de su hermano. - ¡Te he extrañado tanto Anthony! Stear también te extrañaba mucho… - Dijo de pronto recordando que el pequeño Alexander había hablado de él. - ¿Está aquí? – Preguntó buscando en toda la habitación, sin embargo no veía a su hermano por ningún lado. Candy negó.

-Mi tío no ha regresado. – Dijo Alexander de nuevo. Archie lo miró ya más tranquilo y le sonrió de nuevo.

-¿Y tú eres? – Preguntó con simpatía al guapo chico que lo veía desde abajo.

-Alexander Brower Andrew White. – Dijo presentándose orgulloso ante el elegante muchacho que parecía muy emocionado por conocerlo. Archie se puso en cuclillas para verlo de frente, acariciando el rostro del pequeño con ternura.

-No sé qué está sucediendo, pero te aseguro que es un honor conocerte. – Le dijo Archie con la mirada emocionada. Alexander le sonrió feliz por sus palabras.

-Como dijo Alexander. – Habló Anthony para comenzar ahora sí la explicación. – Stear inventó una máquina que puede hacer saltos cuánticos entre los tiempos. - Dijo comenzando a explicar una vez más lo que había sucedido y el motivo por el cual estaban ahí.

-¿Cómo una máquina del tiempo? – Preguntó Archie creyendo comprender, imaginando que tal vez venían del futuro, sin embargo pronto cayó en cuenta que no habría un futuro para Anthony si había muerto a los quince años y tampoco para su hermano Stear.

-Algo así. – Dijo Alexander para explicar más ya que él era el que sabía más cosas de la máquina que su padre o su madre.

Candy proporcionó un papel y un lápiz que le había solicitado Alexander para hacer más ilustrativa la información.

-Aquí tenemos tres líneas. – Le dijo a Archie, quien lo veía atento a lo que explicaba, mientras Annie estaba a su lado igual de confundida que su prometido. – Cada una de ellas representa un tiempo. – Dijo Alexander con seguridad, recordando la vez que su tío Stear se había tomado la molestia de explicarle el funcionamiento de la máquina. Archie asintió a la explicación. – La línea central es la línea en la que vivimos nosotros. – Dijo de nuevo el pequeño. – Y mi tío la bautizó como la línea dos. – Dijo colocando un pequeño número debajo de ella. – Así que la línea uno es esta porque está a la izquierda y las tres esta porque está a la derecha. – Dijo seguro de nuevo.

-¿Y nosotros en qué línea estamos? – Preguntó Archie un poco escéptico, sin embargo el tener a cuatro personas de edad diferente a la suya y que de uno u otro modo estaban relacionados con él era realmente incomprensible.

-Esta es la línea uno. – Dijo Alexander en respuesta a la pregunta de Archie.

-No, no, no, no, estoy perdido. – Dijo Archie levantándose de su lugar para intentar procesar lo que escuchaba.

-¿Qué es lo que no entiendes? – Preguntó Terry con una sonrisa extraña. Archie lo miró aún con más desconfianza que antes. – Si quieres yo puedo explicártelo. – Le dijo de nuevo en un tono de voz que el muchacho no podía comprender del todo.

-Tú aléjate de mí. – Le dijo Archie extendiendo su mano para evitar que se acercara a él.

-Tranquilo Terry. – Le dijo Anthony con una mirada de advertencia. Terry sonrió con ironía sin embargo obedeció lo que le dijo Anthony.

-Yo tampoco comprendí en un principio Archie. – Dijo Candy para que su primo estuviera enterado que no era el único confundido.

-No entiendo cómo está aquí Anthony… otra Candy… su hijo… - Dijo Archie mirando a cada uno, pero cuando llegó a Terry, el actor le sonrió con malicia. – De ti no voy a hablar… - Dijo Archie con fastidio mientras el actor reía por estarlo incordiando.

-Mientras te explican ¿Puedo abrazar a Annie? – Preguntó la Candy mayor quien se había mantenido en silencio todo el tiempo, observando a Annie emocionada. Archie la miró asintiendo al ver la ansiedad en la mirada de la rubia. – Hace mucho tiempo que no la veo. – Dijo Candy de nuevo para asegurar el motivo de su pregunta. Annie asintió una vez que Archie permitió aquel acercamiento. – Te he extrañado mucho Annie. – Dijo Candy con una sonrisa ilusionada. Annie permitió que la rubia mayor la abrazara mientras veía confundida a la joven Candy, quien le sonreía levantando los hombros al tampoco comprender lo que pasaba.

-¿Acaso Annie no vive en su línea del tiempo? – Preguntó Candy con pesar, imaginándose que tal vez su hermana hubiese muerto en ese tiempo. El bufido de fastidio de Terry los hizo voltear hacia él.

-Esa es una ardida que aún anda detrás de Archie. – Dijo Terry cruzando los brazos. Archie lo miró con furia por hablar de esa manera de Annie y la ojiazul bajó la mirada apenada por el comentario.

-Annie se alejó de la familia cuando terminó su relación con Archie. – Dijo Candy limpiando las lágrimas de su rostro.

-Debe de haber sufrido mucho. – Dijo Annie comprendiendo el dolor de su contraparte en la otra línea del tiempo.

-Me alegra que aquí no sea así. – Dijo Archie tomando la mano de su prometida para besarla con total dulzura. Terry volvió a bufar con fastidio pero todos lo ignoraron. - ¿Entonces en esa línea del tiempo Stear al igual que tú vive? – Preguntó Archie a Anthony, quien asintió con una sonrisa a su pregunta.

-En nuestra línea del tiempo vivimos los tres, cada uno con sus respectivas parejas, la tía abuela con su esposo, el tío Albert vive en Dubái con su familia y los Leagan son personas influyentes que no tienen mucho que ver con nosotros. – Explicó a grandes rasgos una vez más Anthony. Archie lo miraba maravillado, no podía creer que estuviera frente a Anthony.

-¿Y Stear? ¿Saben que aquí fue a la guerra y murió? – Preguntó Archie con nostalgia, con los ojos inundados de lágrimas una vez más. Anthony asintió sintiendo la misma emoción que Archie, quien se limpió las lágrimas para saber más de lo que estaba sucediendo. - ¿Pero digan qué hacen aquí? ¿Por qué están aquí? – Preguntó de nuevo el curioso joven elegante, ahora que había sido convencido de que eso era posible quería saber el motivo.

-Esa fue una travesura de mi hijo. – Dijo Anthony suspirando. Candy lo miró con preocupación al creer que revelaría el motivo por el que estaban ahí, ya que sabía bien que la pequeña rubia tal vez no lo tomaría tan bien. – Se puso a jugar con la máquina de Stear, llegamos aquí y por casualidad encontramos a Candy cuando él se separó de mí. – Dijo Anthony explicando lo que había creído él en un principio. Archie miró a Alexander y acarició su rostro.

-Me alegra que haya sucedido. – Le dijo con ternura mientras Alexander le sonreía con inocencia, la inocencia que podría tener un niño de cinco años. – Porque así puedo volver a ver a mi primo y conocer que en algún lugar en el tiempo es feliz al lado de su verdadero amor. – Dijo con nostalgia. Terry rodó los ojos mientras la joven Candy comenzaba a llorar al recordar a su Anthony. – Y también porque así podré ver a mi hermano aunque sea mayor que yo. ¿Y mi otro yo? – Preguntó de pronto como si en las habitaciones estuviera escondido su réplica.

-Archie se quedó junto a Patricia, esperando a que volvamos. – Respondió Anthony al joven, quien puso cara de decepción, suponiendo que le hubiese gustado verse viejo.

-No podíamos venir los dos. – Dijo Terry también. Archie lo miró con total desconfianza pero comprendiendo que tal vez no se soportaban igual que él y Terry no se toleraban ni un poquito.

-Me imagino que tampoco te tolera y francamente no comprendo ¿Por qué estás tú aquí? – Preguntó Archie al actor, sin saber que Terry y su contraparte eran muy buenos amigos y prácticamente inseparables.

-Para platicarle a Archie como es su mini Archie. – Dijo solo en respuesta. Anthony lo miró con reproche y Terry guardó silencio. Archie lo miró con rencor y Terry comenzaba a creer que ese Archie no tenía nada que ver con el suyo.

- ¿Por cierto dónde está Stear? – Preguntó de nuevo para saber de su hermano, tenía tantas ganas de abrazarlo que se sentía impaciente por no verlo por ningún lado.

-Mío tío hace unos días se fue a Lakewood para ir a la otra línea del tiempo y convencer a mi tío Stear y a mi tío Anthony de venir a vivir a esta línea del tiempo. – Dijo el pequeño con inocencia, se sentía en total confianza con la gente que lo rodeaba y no comprendía que habría algún problema con lo que su tío el inventor mayor había hecho para concluir con su plan de inicio.

-¿Cómo es eso? – Preguntó Archie confundido, mientras Candy guardaba silencio procesando lo que acababa de escuchar. Todo era tan confuso que no comprendía muy bien lo que el pequeño decía. - ¿Hay más líneas del tiempo? – Preguntó de nuevo olvidando la línea tres de la cual no le habían hablado nada. Alexander asintió.

-¡Hay muchísimas líneas del tiempo! – Dijo el pequeño emocionado. – Yo visite muchas y todas son 1916, 2016, 1916, 2016. – Decía Alexander recordando lo dicho por su tío favorito.

-¿2016? Entonces si son del futuro. – Dijo Archie observándolos con más detenimiento, sobre todo por las ropas que llevaban puestas.

-Podría decirse que sí. – Dijo Candy en respuesta a lo que preguntaba Archie.

-¿Y solo oscila entre esos dos años? – Preguntó Archie con extrañeza ya que había una separación de 100 años entre una y otra.

-No en todas las líneas del tiempo estamos todos juntos. – Dijo Alexander, demostrando a Archie y a Annie que él había sido un viajero frecuente. – En unas mis papás si están casados, en otras tienen hasta cinco hijos, en otras tengo una gemela o un gemelo y en otra ¡Yo creo que era una niña! – Decía con desagrado, todos comenzaron a reír por su comentario. – Pero en la línea uno mi mami no tiene a mi papi y ella no es feliz y en la línea tres mi papi no tiene a mi mami y tampoco es feliz. – Dijo bajando su rostro con verdadero pesar. – Y a mí se me ocurrió que podríamos juntarlos para que sean felices y puedan tenerme a mí. – Dijo volviendo la ilusión a su rostro. Archie lo miraba hasta cierto punto emocionado pero algo confundido al no estar seguro si estaba comprendiendo lo que decía su "sobrino".

-¿Eso es traer a Anthony… aquí…? – Preguntó Candy con el corazón acelerado, con sus ojos bien abiertos y con una dificultad para respirar que fue notoria para los dos médicos.

-Tranquila Candy, debes calmarte. – Dijo Anthony al ver que la rubia volvía a ponerse pálida, justo como cuando lo había reconocido a él.

-¡Anthony aquí! – Decía Candy sin escuchar lo que le decía Anthony. - ¡No sé si podría verlo! – Decía con la mirada puesta en el piso.

-¡Candy! – Dijo la rubia mayor, Archie miraba extrañado de ver a las dos hermosas rubias una frente a la otra, comprendiendo que si veía a su otro yo así sería. - ¡Reacciona! – Candy miró a su otro yo captando hasta ese momento que había perdido el control de sí misma. – Tienes que tranquilizarte, no sabemos si realmente Stear los encontró o si Anthony y Stear accedan a venir a esta línea del tiempo, tal vez no le creyeron y pensaron que está loco como muchos aquí. – Dijo de nuevo la doctora a la enfermera. Candy la escuchó ahora con temor al sentir una profunda decepción por esa posibilidad, porque a pesar de su reacción no podía negar que sentía unas ganas enormes de volver a ver a Anthony una vez más.

Archie miraba a las dos rubias pensando también en la posibilidad de que su hermano regresara a su vida junto con su primo, sería una alegría para él porque ya no se sentiría tan solo, ya no sería el único que tendría que cuidar a Candy, a Patty y a su Annie.

-¿Y si él no me quiere? – Preguntó Candy de pronto y Archie la miró comprendiendo su temor.

-¿Y si Stear no me quiere a mí? – Preguntó ahora Archie, Candy lo miró a él.

-Dudo que sea una posibilidad. – Respondió Anthony seguro de que así era. Tanto Archie como Candy lo miraron buscando una explicación. – No sé si lo has sentido Archie, pero entre nosotros a pesar de no pertenecer a la misma línea del tiempo hay cierta conexión que nos une. – Dijo mirándolo a los ojos. Archie asintió confirmando que él también sentía esa conexión. – Y sé que Candy también siente una conexión muy fuerte hacia mí y yo hacia ella. – Dijo mirando a la joven rubia, quien bajó los ojos apenada por la presencia de la rubia mayor.

-Tengo que reconocer que aunque es incómodo es verdad. – Dijo la mayor demostrando que sentía celos de su yo más joven. Candy le sonrió con tristeza y timidez.

-Yo sería incapaz de… - Dijo Candy sobando su brazo para asegurar que ella respetaba su matrimonio.

-Lo sé Candy. – Le dijo Candy a la joven para que estuviera segura que confiaba en ella. La menor le sonrió agradecida por esa confianza que le daba.

El sonido del teléfono de Anthony sacó a todos de su plática.

-¿Qué es eso? – Preguntó Annie quien era la que más atenta estaba de lo que sucedía a su alrededor. Anthony tomó su teléfono ante la extrañeza de Archie y Annie.

-Es mi teléfono. – Respondió el rubio con naturalidad, mientras los dos jóvenes veían a Anthony mirar aquel objeto entre sus manos que parecía todo menos un teléfono como él les había dicho. – Es Stear. – Dijo para que los demás estuvieran enterados de lo que sucedía. – Por fin le llegaron los mensajes. – Dijo de nuevo.

-¿Qué dice? – Preguntó Terry, quien era el más desesperado porque regresara para poder regresar a su línea del tiempo, extrañaba las comodidades que había en su siglo, ya se había cansado de bañarse a jicarazos como si estuviera en un río.

-¿Dónde estás? – Decía el último mensaje que Anthony había enviado.

-Llegamos a Lakewood, pero tuvimos un problema con el auto, así que tardaremos más tiempo en llegar a Chicago. – Respondió Stear a la pregunta que el rubio le había hecho dos días atrás.

-¿Llegamos? ¿Quiénes? ¿A qué te refieres? – Preguntó Anthony casi de inmediato frente a todos, esperando la respuesta al haberse abierto una brecha para su comunicación.

-Anthony y Stear están conmigo. – Anthony observó la pantalla al leer lo que Stear había respondido, los demás lo miraron esperando que les dijera lo que pasaba.

-¿¡Qué dice papá!? – Preguntó ahora impaciente Alexander mientras Archie miraba a todos aún confundido, lo mismo que Annie quien no comprendía qué pasaba con aquel aparato.

-Dice que está con Stear y Anthony. – Dijo el rubio sintiendo algo extraño en su corazón al mencionarse a sí mismo. Candy y Archie sintieron un vuelco en su interior. – Se les descompuso el automóvil y están reparándolo. – Dijo de nuevo el rubio observando a la joven enfermera y después a su primo. Lo hecho, hecho estaba y pronto se efectuaría aquel reencuentro.

Candy miró a Archie quien era el único que comprendía la emoción que sentía en su corazón, pero al mismo tiempo tenía las mismas dudas al respecto, ya que no sabían si era correcto o no lo que habían hecho, ¿Qué sucedería al verlos? ¿Se llevarían bien? ¿Serían como su Anthony y su Stear? ¿Serían ellos como su Candy y su Archie? Eran las preguntas que rondaban en la cabeza de ambos y ninguno podía responderlas hasta que tuvieran frente a ellos a los dos Andrew faltantes en sus vidas.

Continuará…

Y se acerca el reencuentro de todos y como dijeron por ahí, la cosa se complica cada vez más. Espero que les haya gustado el capítulo muchas gracias por estar al pendiente de la historia.

TeamColombia: Hola hermosas, como siempre un placer leer cada uno de sus comentarios. Me alegra saber que están al pendiente de la historia y que les está gustando. Me alegra que continúen leyendo. Les mando un fuerte abrazo y les deseo una excelente semana.

Rose1404: Hola hermosa, cómo están? Espero que estén muy bien. Me alegra que te haya gustado el capítulo anterior, no hubo Candy-Anthony esta vez, pero te prometo que pronto habrá más. Creo que empiezas a comprender qué sucede con Terry en la línea dos, espero no me odies. Te mando un fuerte abrazo hermosa, saludos y bendiciones.

Mayely León: Ya sé! creo que es algo que muchas no logran superar. La verdad he intentado no hacer algo exagerado o complicado, porque comprendo que a la mayoría les molestará, pero ojalá que no te molestes. Te mando un fuerte abrazo hermosa.

lemh2001: Hola hermosa, tienes razón, son muchos personajes y muchas parejas así que no sería raro que aumente la familia. Muchas gracias por tus buenos deseos, espero que también tengas una excelente semana. Te mando un fuerte abrazo.

María José M: Hola hermosa, siento haberte dejado en ascuas, pero hay muchas líneas sucediendo al mismo tiempo y creo que es bueno también desarrollarlas, siento mucho que tengas que leer hasta el otro sábado para enterarte qué sucede. Hay si! tienes razón, es una pérdida terrible para las chicas de la línea de tiempo dos jajaja.

No te preocupes hermosa, sabía bien que sería una historia que tenía muchas posibilidades de no ser bien recibida, sin embargo es una más que sale de mi inspiración y que tardó mucho tiempo en salir a la luz, creo que ya le hacía falta.

En los comentarios en promedio recibo 25 por capítulo y si no me equivoco es lo que recibí en las otras historias, sin embargo sí hay muchas lectoras que ya no están al pendiente de mis historias y hay muchas razones al respecto, desde que algunas me han condicionado, otras que ya no tienen tiempo y definitivamente ya no navegan por el Candymundo y otras que no sienten afinidad con lo que escribo, y está bien, es respetable y para nada me siento ofendida, lo único que podría pasar es que decida dejar también atrás este mundo y dar paso a nuevas escritoras, pero te aseguro que esta historia la continuaré hasta el final a pesar de todo, después de todo sabemos que autoras van y autoras vienen y todo ciclo tiene un final, lo único que lo sentiría es por las historias que tenía en mente y que no saldrían a la luz. Te mando un fuerte abrazo hermosa y muchas gracias por continuar leyendo.

Muchas gracias a todas y cada una de las personas que leen de manera anónima, espero les haya gustado el capítulo, les deseo una excelente semana.

GeoMtzR

07/08/2023.