Día 6: Futuro Maravilloso (+18)
Se hundió en el lago helado notando como el agua casi helada lo envolvía. No podía creer que, durante un tiempo, aunque fuera limitado, podía volver a ser él mismo. El simple hecho de poder mojarse con agua fría en verano sin pensar en nada más, era un privilegio que hacía años que no disfrutaba.
Los ojos le escocieron, rascándoselos con vehemencia para no dejar que las gotas salinas salieran. Era una sensación que nunca hubiera imaginado que echaría tanto de menos.
—Estás aquí. —Se giró al escuchar la voz de su prometida—. Pensé que te encontraría aquí.
—Necesitaba cerciorarme otra vez —dijo cohibido—. Pero ahora salgo y nos dirigimos al hotel. Y deben estar esperándonos.
—Bueno… —empezó Akane nerviosa—yo… esto…
—¿Ocurre algo? —preguntó acercándose hacia la orilla.
—¿Puedes cerrar los ojos un momento?
Ranma alzó una ceja extrañado, sin embargo, la complació cerrando los ojos al instante. Aquella sensación era extraña, sentir la brisa de aquel lago escondido en las profundidades del bosque cerca de la playa, con su prometida observándolo desde la orilla, despertó en él un sentimiento que creía no volvería nunca. Notó como cierta parte de su anatomía reaccionaba al simple hecho de saber que ella lo estaba observando de forma intensa.
Intentó contar hasta diez. No quería asustarla y sabía que ella aún no tenía la madurez que él había adquirido en esos quince años que llevaba de ventaja. Además, él tampoco es que hubiera tenido tiempo, en su vida anterior, para tener ningún tipo de relación física con alguien más. Y, aunque sonara anticuado o raro, si no era con Akane, tampoco la hubiera querido.
El hilo de pensamiento fue interrumpido por el sonido de algo cayendo al agua. Asustado aun por lo acontecido el día anterior, Ranma abrió los ojos asustado buscando a la joven, desesperado, atemorizado de que se ahogara. En cambio, la encontró detrás suyo, con el cuerpo completo metido en el agua y un dulce sonrojo en sus mejillas. Por un momento la observó enternecido, hasta que recordó que se había metido en el lago sin nada puesto.
Su prometida se acercó a él caminando con lentitud y mirando hacia otro lado. Él, de forma instintiva, se apartó dejando más espacio entre ellos.
—¿A…Kane? —dijo con un hilo de voz—. Qué…?
—¡No he dicho que abras los ojos! —chillo nerviosa, cruzándose de brazos. Algo que fue fatal para la cordura del pelinegro al vislumbrar el nacimiento de sus pechos—. ¡Ranma!
—Voy —contestó más sereno. Volvió a cerrar los ojos e intentar controlar su agitación interna. Por desgracia, la imagen que acababa de ver se le enquistó en la mente, provocándole una excitación nacida del bajo vientre y que embriagaba todo su cuerpo.
Noto el calor corporal de Akane e hizo todo lo posible para mantenerse quieto, espantando por hacer algo que le hiciera daño. ¡Nunca había tenido relaciones tan íntimas con ella! No tenía información de su pasado sobre cómo actuar en estos casos, además que nunca había prestado mucha atención a las clases de sexualidad. Por lo que intentó rebuscar en su mente, cualquier resquicio que le ayudara a controlar y mantener la cordura en esa situación.
La cual perdió de inmediato cuando notó el cuerpo de ella abrazarse al suyo.
—¿Estas…?
—¡No hables! —ordenó más nerviosa si cabía. No pudo evitar sonreír ante aquella acción tan propia de ella—. Yo… hace tiempo que quiero… quiero… —empezó con voz entrecortada—. ¡Pero no sé si tú también! Si tú quieres… —siguió haciendo un esfuerzo sobrehumano—. ¡No te quiero obligar! ¡No soy una pervertida! Pero… creo que… sino, es decir… si yo no doy el paso tú no lo harás…
—Akane…
—¡No me interrumpas! —le ordenó otra vez, con voz chillona. Ranma no pudo evitar soltar una pequeña risa burlona—. Pero quiero que sepas que, aunque no soy la más hermosa de las mujeres, es lo que hay. Tendré pechos pequeños o las caderas anchas, y seguro que serías capaz de encontrar a alguien mejor que yo… pero te amo y quiero compartir… eso contigo —finalizó sin aliento. —¿No dices nada?
—¿Puedo abrir los ojos? —preguntó con cautela. Ella asintió en un susurro—. Soy un idiota que durante años te ha insultado porque temía que supieras cuan pervertido soy cuando te miro —dijo sin miramientos. Acercó los labios a su oreja—. Me encantan cada una de tus curvas y más de una noche, he tenido algún sueño que te haría sonrojar.
—Pues no te contengas, Saotome —dijo ella con algo más de valentía, acercando los labios a los de él.
Aunque había probado los labios de su prometida en más de una ocasión los últimos días, aquel beso extasió sus sentidos. La agarró de la cintura y la acercó a él notando como su erección apretaba su vientre. Akane soltó un gemido ahogado entre los labios de él, sonrojándose. Ranma notó como su "amigo" dio un tirón de excitación ante los sonidos de ella, perdiendo de forma parcial su cordura.
Movió las manos para acariciar y amasar los pechos de su prometida, derritiéndose en éxtasis cuando la escuchó gemir por las caricias que él le brindaba. Pasó de besar sus labios a su cuello, mordisqueando y saboreando la nívea piel de la joven.
Sin perder el tiempo, Akane pasó las manos temblorosas por los pectorales masculinos, acariciándolos erráticamente. Aquel simple tacto y los gemidos ahogados que soltaba inconsciente, acabaron por erradicar cualquier atisbo de cordura en su cerebro. Agarró a su prometida por las caderas y la alzó, cosa que aprovechó ella para agarrarse al cuerpo de él.
Observó su cuerpo esbelto por el que le caían perlas de agua donde se reflejaba la luz de la luna. El contraste de la piel con la luz de la luna la dotaba de una belleza exótica, como si un hada del lago emergiera para embrujar a los simples mortales.
Ella no perdió el tiempo y se agachó lo suficiente para besar de nuevo sus labios. Ranma atinó a recargar su espalda sobre una de las piedras naturales que rodeaban el lago. El beso, mucho más húmedo que el anterior, no hizo más que excitar al pobre artista marcial. Notó que la joven movía las caderas hacia él con intensidad obligándolo a sentarse sobre la piedra húmeda al perder el equilibrio.
—Te has quedado embobado, Saotome.
—No era mentira cuando te he dicho que me vuelves loco.
—Tampoco lo era lo de esos sueños ¿verdad? —preguntó sentada a horcajadas sobre él—. ¿Por qué no me lo muestras?
Él alzó una ceja y sonrió pícaro. Se acercó al cuerpo de ella y devoró sus pechos, disfrutando de la sensación como si fuera el más dulce de los majares. Su pareja comenzó a gemir de nuevo, pero sin poder quedarse quieta, buscó su miembro erecto y empezó a acariciarlo, estimulándolo más si podía.
Ranma tiró la cabeza hacia atrás cuando sintió los finos dedos estimular y apretar su miembro, iniciando un movimiento repetitivo que, aunque él se lo había hecho muchas veces, no tenía nada que ver con el éxtasis que estaba sintiendo.
—Vaya Saotome, parece que vas a perder la primera batalla —comentó con una sonrisa pícara.
—No estés tan segura —dijo levantándose con ella en brazos. De la impresión, ella se agarró a su cuello—. Tú has iniciado esto, así que ahora no te eches atrás.
La tumbó en la toalla que ella había traído y se colocó a su lado disfrutando de las vistas. Akane se sonrojó, pero, lo miró a los ojos decidida a no dar un paso atrás. Manteniendo el agarre en su cuerpo, acercó ambos labios y los devoró con ansia y anhelo, utilizando su lengua para explorar la boca del de la trenza.
Ranma se deshizo del beso de nuevo para volver a su posición inicial, dejando un camino de besos desde el cuello hasta sus pezones, deleitándose con ellos. Akane lanzó un gemido cuando notó los dedos masculinos tantear su intimidad femenina, masajeando el pequeño botón de placer.
Ella se retorció con deleite abriendo más las piernas y alzando las caderas de ante las primeras caricias de sus falanges. Satisfecho, se introdujo en su hendidura, pequeña de por sí, y empezó a masajearla en círculos a la vez que introducía y sacaba sus falanges.
Los gemidos de Akane era mucho más placenteros casi gritando en alguna que otra ocasión. Curioso por saber cómo reaccionaba, se movió de sus pechos hacia abajo, colocando la cabeza entre sus piernas, besando parte de su cuerpo que se encontrara en su camino. Besó los muslos de la joven hasta toparse con su centro. Introdujo su lengua estimulando su hendidura y el pequeño trozo de carne sobresaliente, maravillado por su reacción.
—¡Ranma! ¡Oh dios! —La escuchó suplicar.
La joven empezó a mover las caderas hacia su boca, siguiendo un ritmo frenético inconstante y candente que no hacía más que excitar al joven Saotome. Sintió un sabor extraño pero agradable, que embriagaba sus papilas gustativas. Akane seguía moviendo sus caderas, cada vez más rápido, agarrándose a la cabeza de él. Entonces Ranma empezó a notar que sus movimientos, más que rápidos, eran profundos embriagándolo de su fragancia por completo.
Y sin previo aviso, la explosión llegó.
Akane lanzó un grito gutural sin ningún tipo de pudor, tensándose por completo y agarrándose a la trenza como único punto de apoyo. Él, lascivo, se relamió cautivado por la reacción al orgasmo y sacó la cabeza de entre las piernas cuando notó que ella se relajaba. Su respiración era entrecortada y se encontraba con las mejillas sonrosadas. Se tumbó a su lado, abrazándola.
—¡Eh! No hemos acabado.
—No tenemos material para seguir —argumentó—. Además, no quiero que tu primera vez sea sobre una toalla en el bosque —finalizó. Sin embargo, Akane se movió con rapidez sentándose sobre él —¿Qué haces?
—Uno, tengo material —dijo firme, sacando de sus pertenecías un paquete de preservativos—. Dos, mientras sea contigo ¿qué más da?
Ranma la observó asombrado. Ni en sus mejores sueños había imaginado como ella podía ser tan proactiva. La besó y la estiró de nuevo, para poder colocarse bien el preservativo. Una vez colocado, el joven volvió con su prometida, besando sus labios y acariciando sus pechos.
—Cuidado ahí abajo… está muy sensible —comentó entre besos.
—Llegaremos hasta donde digas, si te molesta paramos —sentenció besando su cuello con deleite.
Volvió a estimular el cuerpo de su prometida, quien parecía reaccionar de forma excesiva por los estragos del anterior orgasmo. Con paciencia, empezó a mover los dedos con calma y en círculos, descubriendo que la joven parecía menos reacia a aquellas caricias.
Besó sus labios con parsimonia, demostrando en cada uno de eso besos el amor que sentía por ella. Poco a poco, la joven empezó a relajarse de nuevo, abriendo las piernas y moviendo las caderas hacia sus dedos, como si buscara algo más firme. Su miembro, despierto y expectante, dio un tirón cuando el pensamiento de introducirse dentro de aquella estrecha hendidura llegó a su mente.
Cuando la notó bastante más húmeda que antes, colocó su cuerpo entre las piernas de ella y la observó a los ojos. Puede que no fuera un maestro en el arte amatoria, pero al menos tenía la experiencia de quince años más sobre sus espaldas donde alguna película adulta había visto. Buscó los ojos de su prometida, como si esperara su permiso.
Ella sonrió y besó sus labios con dulzura, contestado sin palabas a la pregunta no pronunciada por él.
Sin más, colocó su miembro en la entrada y la estimuló, provocándole corrientes de éxtasis a su prometida. Poco a poco, empezó a introducirlo, sabiendo que, aunque estuviera muy excitada, era la primera vez que tenían un contacto tan íntimo y que, seguramente se tensaría.
Sin embargo, excepto por la pequeña barrera que fue eliminada sin problemas, Ranma se introdujo por completo, soltando él un gemido de éxtasis. Nunca había imaginado las sensaciones que le producía ser envuelto por ella, apretando cada una de las terminaciones nerviosas que se encontraba extremadamente sensibles en su miembro. Inició el primer movimiento, embistiendo con suavidad, intentando controlar su propio deseo.
Les costó acompasar los movimientos, acoplarse no era sencillo y con facilidad, perdían el ritmo del otro. Sin embargo, al final el de la trenza consiguió seguir el ritmo de los movimientos de Akane, embistiendo con más rapidez, dejándose perder en su deseo más primitivo.
Por desgracia, no pudo aguantar mucho más, dejándose vencer por el tremendo orgasmo que le arrebató de repente.
—Lo siento —se excusó avergonzado—. No he podido aguantar… si me dejas descansar puedo…
—Te amo Ranma —confesó ella, interrumpiéndolo. Él levantó la vista para observarla embelesado—. Descansemos un poco y vayamos al hotel.
—¿Tan pronto quieres deshacerte de mí? —preguntó haciendo un mohín.
—¿No tenías una habitación para ti solo que no compartías? ¿Te importa si te invado un poco? —preguntó, enseñando la caja de preservativos que llevaba encima—. ¿Qué me dices?
Ranma mostró una sonrisa pícara y besó sus labrios.
Unos segundos después se levantaron y se vistieron, con la idea de aprovechar de la intimidad que habían conseguido aquella noche.
Porque el futuro era incierto, sí. Pero por ahora, pintaba maravilloso.
Continuará…
¡Hola!
Y aquí volvemos otra vez a las andadas. Para aquellos que querían un Lemon… aquí lo tenéis xD. No es de los mejores de mi autoría, pero creo que me ha quedado bonito o al menos, amo como me han quedado los personajes.
En fin… ya solo queda un día. No me puedo creer que al final, he llegado hasta aquí xD. Muchas gracias por el apoyo brindado y por los comentarios que dejáis, me siento como una niña abriendo un regalo de navidad cada vez que veo un nuevo xD.
Apunte: sí, Ranma y Akane no tienen un orgasmo juntos y a la vez, la primera noche que pasan juntos. Porque, aunque parezca muy romántico, es una mentira como una casa y, he querido darle un poquito más de credibilidad xD.
¡Pasamos a los agradecimientos!
Sandy: ¡Muchas gracias! Sí la verdad que ya los había hecho sufrir bastante, así que un inicio de desenlace feliz me parecía adecuado. Muchas gracias por seguir por aquí y espero que este capítulo también sea de tu gusto.
AnyaShezar: Me alegra haberte sorprendido (gratamente xD) Siempre he pensado que Tofu y Kasumi tenían mucho potencial pero que al final, su importancia disminuye, por eso cada vez que puedo les doy papeles importantes xD. Nop, Shampoo no se ha ahogado, pero eso no significa que no deba de redimirse xD. Y bueno, como puedes ver, aquí tienes el lemon que tocaba xD. Espero que lo disfrutes y Muchísimas gracias por seguir por aquí. (estalkea cuanto quieras, pero vigila en el curro xDD)
gatopicaro831: ¡Muchísimas gracias por el comentario! Espero que este capítulo también te guste y lo disfrutes.
Benani0125: Sí, ciertamente ahora solo queda disfrutar de aquello que les depara el futuro (en este caso lo que mi loca imaginación cree xD) Pero creo que ya los he hecho surfrir bastante y me encanta esta pareja cuando es feliz, así que… xD Bueno, espero que este capítulo lo hayas disfrutado también. ¡Muchas gracias por tus palabras de apoyo!
Roxbonita: Sí, el futuro siempre es algo que da reparo, pero supongo que es parte de la vida, así siempre te sorprende. Muchas gracias por tu comentario y por seguir un día más una de mis ideas raras.
Kaysachan: Otro fallo es que siempre quiere hacer las cosas por él mismo y eso no suele acabar bien. Me encanta que señales el factor de la madurez en Ranma, porque la verdad tenía cierto reparo en hacerlo bien. Muchísimas gracias por tu comentario y espero que este capítulo también lo disfrutes.
Hadasa morales: ¡Muchas gracias por dejar el comentario! Me hace muy feliz saber que estarás atenta por si algo alguna historia más, por lo que te lo agradezco mucho. Espero que este capítulo también sea de tu agrado.
GabyCo: Muchísimas gracias por darle una oportunidad y por utilizar un poco de tu tiempo en dejarme un comentario. Espero que este nuevo capítulo también valga la pena.
Como siempre agradecer a AkaneTendo2610, Akanita87, AnyaShezar, Benani0125, Ishy-24, Jatobita, Jiyuu Akabane, Kaysachan, Pame-Chan CR, PatryPW97, Rankosaotendo1957, Roxbonita, Sakurita24, Tinetta1982, gatopicaro831 y 23 por todos los likes y/o follow que tiene la historia. Muchísimas gracias por darle la oportunidad y haber dejado la huella.
Muchas gracias de verdad por la acogida y, si el cuerpo aguanta…
¡Nos vemos mañana!
