Todoroki Shoto, se encontraba en un intenso combate contra Hideki Saito, haciendo uso de su hielo creyó haber atrapado a su oponente, sin embargo en un instante de distracción, no logró reaccionar a tiempo, lo que resultó en una consecuencia devastadora. Tres afilados shuriken se clavaron profundamente en su brazo derecho, mientras que otras dos mortales shuriken encontraron su objetivo en su pierna derecha. El dolor punzante y agudo se apoderó de él, y un gruñido involuntario escapó de sus labios, revelando la agonía que sentía en ese momento.
Con su mirada cargada de sorpresa y determinación, desvió su atención hacia el frente, buscando a Hideki, el responsable de aquel ataque sorpresivo. Su rostro mostraba una mezcla de incredulidad y resolución, mientras intentaba comprender cómo su confianza y vigilancia habían sido superadas tan hábilmente.
-"¡¿Que?! ¡¿No esta?!"- con sorpresa evidente Todoroki apretó los dientes.
Mientras procesaba la ausencia de oponente, de repente, un movimiento rápido y furtivo se materializó a sus espaldas. Y una vez mas antes de que pudiera reaccionar, Hideki lo atacó sin piedad por la retaguardia.
Un golpe contundente proveniente del duro báculo de acero impactó en la espalda del Todoroki, haciéndolo tambalearse y caer de rodillas. El dolor se intensificó, recorriendo su cuerpo como un relámpago ardiente. Su visión se nubló momentáneamente, pero su determinación se mantuvo firme. A pesar del impacto sorpresivo y de las heridas previas, se negó a dejarse derrotar.
La realidad es que Hideki nunca había sido atrapado por el hielo de Todoroki, sino que una vez logro su meta de cegar al hijo de Endeavor y este lanzo su ataque Hideki había fingido su dolor y sorpresa para hacer que Todoroki se confiara y saliera desde un punto especifico de su barrera de hielo, en ese pequeño instante Hideki había logrado rodear la barrera para atacarlo por la espalda, saltando por encima del muro y golpeando satisfactoriamente a Todoroki con su báculo.
-"M-Maldito."-
Luchando contra la opresión del dolor, Todoroki se impulsó hacia adelante, usando toda su fuerza y agilidad que podía ejercer en ese momento para girar sobre sí mismo. Con una mirada desafiante, sus ojos encontraron los de Hideki, reflejando un gran rencor.
Pero el ataque del castaño no termino ahí, sin dudar se acerco velozmente por el flanco derecho de Todoroki con su báculo en mano lo balanceo de forma diagonal apuntando a la cabeza de Todoroki quien sin otra opción lo único que pudo hacer fue levantar su brazo derecho para bloquear el ataque.
*¡POW!*
*CRACK*
-"¡Aaargh!"
El báculo choco fuertemente contra el antebrazo de Todoroki quien no pudo evitar gritar por el intenso dolor aparte de jurar haber escuchado que algo se rompió.
Por el dolor su brazo cayo sin fuerzas, y no pudo hacer mas que intentar disminuir el dolor congelando su propio brazo.
Hideki rápidamente regreso el báculo usando el mismo eje del ataque anterior para golpear a Todoroki nuevamente.
*¡SWING!*
Se escucho como el báculo cortaba el aire sin alcanzar a su objetivo, en el ultimo momento Todoroki había logrado rodar su cuerpo hacia el lado esquivando satisfactoriamente el ataque, y esta vez haciendo uso de su pierna en vez de su brazo derecho, mando otra ráfaga de hielo hacia Hideki, que aunque sorprendido por el repentino ataque pudo esquivarlo gracias a que el ataque no fue tan rápido como los anteriores.
Aun así el castaño tomo distancia de Todoroki, aunque no lo pareciera, mucha de sus resistencia se había ido solo esquivando los ataques de hielo después de todo requería tener su concentración al máximo para evitar esos rápidos ataques.
-"Je. Oye Todorroni o como te llames."- el castaño hablo por primera vez en todo el combate, Todoroki solo se limito a mirarlo con mas frialdad al no pronunciar bien su nombre. -"Estas temblando. ¿Acaso tienes frio?"- Pregunto en un tono burlón Hideki, irritando mas al hijo de Endeavor.
-"Hmph. ¿En serio crees que me puedes ganar tan fácilmente sin usar todo Tu Poder?"- pregunto esta vez en un tono mas agresivo.
-"¡¿Quién te crees para decir eso?!"- grito Todoroki realmente enojado, no podía comprender como Hideki le decía eso a pesar de que aparentemente él en ningún momento había usado su Kosei. -"¡Vienes aquí a recriminarme por no usar mi lado izquierdo! ¡Cuando tu ni siquiera has usado tu Kosei!"-
Al salir esas palabras de la boca de Todoroki todo quedo en silencio por un instante, el grito había sido lo suficientemente fuerte para ser escuchado por algunos de los espectadores, quienes empezaron a gritar apoyando el argumento de Todoroki.
Los ojos de Hideki se oscurecieron por completo, mientras escuchaba los abucheos de la multitud
-"¡...!"- un escalofrió recorrió la espalda de Todoroki, el instinto asesino de Hideki lo había dejado callado una inmensa presión era lo que sentía Todoroki proviniendo de Hideki.
-"Cállense"- fue el casi inaudible susurro que salió de la boca de Hideki, su mayor inseguridad había sido expuesta, el no tener un Kosei era algo que a pesar de su forma de actuar y su palabras llenas de determinación aun afectaba a Hideki. -"¡CALLENSE!"- con un potente grito la multitud se quedo callada.
-"¿Quieres saber por que no uso mi Kosei?"- pregunto en un tono suave pero peligroso.
-"¡Si, quiero saberlo! ¡Quiero saber porque me recriminas no usar mi kosei si tu tampoco lo haces!"-
-"¡¿Quieres la verdad?! ¡¿Quieres la verdad?! ¡Tu no puedes manejar la verdad!"-
Todoroki solo afilo su mirada como si estuviera retando a la persona enfrente suyo, como si le dijera que el estaba preparado para escuchar lo que tenga que decir.
-"¡YO NO TENGO UN KOSEI!"- Grito tan fuerte como pudo, retumbando por todo el estadio que cayo en un intenso silencio.
-"¡Yo no tengo ese lujo de contener mi fuerza! ¡Porque yo no tengo un Kosei! ¡Todas mis peleas las tengo que pelear con toda mi fuerza desde el inicio, no tengo el mismo lujo que tu de contener mi fuerza por estupideces!"-
Una vez mas sus palabras resonaron en el aire, impactando a todos con una fuerza inesperada. El silencio se adueñó del lugar, mientras los corazones latían aceleradamente y las mentes intentaban procesar la sorprendente verdad que acababan de escuchar. Nadie había anticipado esa confesión, y mucho menos en un contexto como aquel.
Las reacciones en la multitud variaban: algunos parecían incrédulos, cuestionando la veracidad de sus palabras; otros se mostraban comprensivos, tal vez identificándose con el peso de cargar una verdad inquietante. En cualquier caso, el protagonista no era ya solo un combatiente más en la arena; se había convertido en un enigma, en un ser con una historia que iba más allá de lo evidente.
La atmósfera era tensa y llena de incertidumbre, como si el mundo entero estuviera a la espera de lo que vendría a continuación. Las fichas se estaban reorganizando sobre el tablero, y la partida estaba lejos de haber llegado a su fin.
El joven castaño, en medio de la tempestad emocional, encontró fuerzas para enfrentar los desafíos que se presentaban. Había revelado su verdad, su vulnerabilidad, pero eso no lo hacía menos valiente o capaz. Por el contrario, su confesión le había devuelto y elevado su coraje mas allá de lo que alguna vez había sentido.
A pesar de que fue la ira y frustración lo que le llevo a revelar su carencia de Kosei.
Sentía que en esta ocasión esa frase: "Yo no tengo un Kosei", que había dicho varias veces en el pasado, no eran solo palabras vacías lanzadas al aire. Cada sílaba llevaba consigo el peso de una verdad ineludible que lo había acompañado durante toda su vida.
Desde que era un niño, había sabido que carecía de un quirk, esa singularidad que otorgaba a las personas habilidades sobrehumanas. A medida que crecía, su ausencia de poder lo marcaba como un ser "débil" en un mundo donde los quirks eran la norma, y donde la grandeza se medía por la magnitud de las habilidades individuales.
El protagonista había enfrentado la discriminación y el rechazo a lo largo de su camino. Incluso entre amigos y compañeros, a veces se sentía excluido y marginado. A pesar de que siempre intentaba demostrar su valía a través de su dedicación y esfuerzo, el sentimiento de insuficiencia lo perseguía constantemente.
Con el tiempo, había aprendido a usar la frase "Yo no tengo un Kosei" como un escudo para protegerse del dolor y la frustración que acarreaba su falta de poder. Era una forma de aceptar su realidad y continuar adelante, sin dejar que la lástima o la compasión lo definieran. Ni siquiera se había dado cuenta de este acto suyo hasta este momento.
A partir de ese momento, todos los ojos estarían puestos en él, en cómo maniobraría su destino y cómo esa revelación afectaría el curso de los acontecimientos. El protagonista había roto la norma y dejado una huella imborrable en la mente de todos. No eran solo sus habilidades en combate lo que los había impresionado; era su sinceridad y su determinación para enfrentar su realidad, sin importar las consecuencias.
La mente de Todoroki estaba hecha un caos, no podía comprender completamente las palabras que acababa de escuchar. ¿Su oponente era Quirkless? ¿Cómo era eso posible?
La idea parecía desafiar todas las reglas y expectativas que Todoroki había conocido. Desde que tenía memoria, los quirks habían sido una parte integral de la vida en su mundo. Definían a las personas, determinaban su camino y su lugar en la sociedad. Eran las herramientas con las que los héroes y los villanos forjaban su destino.
Todoroki no podía evitar sentir una oleada de emociones contradictorias. Sorpresa, incredulidad, lastima y un atisbo de respeto comenzaron a mezclarse en su mente. Había presenciado el valor y la destreza de su oponente, y ahora, enfrentando la realidad de su falta de poderes, Todoroki se veía obligado a reconsiderar muchas cosas.
Su mirada se posó en el joven frente a él. Ya no era solo un adversario en la arena de combate; era un individuo que había elegido el camino de la valentía sin el respaldo de una habilidad única. La imagen de un héroe que desafiaba las convenciones y se alzaba contra las adversidades comenzaba a formarse en la mente de Todoroki.
En medio de ese torbellino de pensamientos, Todoroki sintió una chispa de empatía. Recordó su propia lucha interna, las expectativas que habían recaído sobre él debido a su herencia de quirk dual, y cómo había luchado por definir su identidad más allá de esas limitaciones. Aunque sus circunstancias fueran diferentes, podía encontrar un eco de su propia búsqueda de identidad en el joven frente a él.
Mientras los espectadores seguían observando, ajenos a la complejidad de la situación, Todoroki se obligó a enfocarse en el presente. A pesar de la falta de un quirk, su oponente estaba demostrando ser un adversario formidable. Sus movimientos eran precisos, su estrategia era cautelosa y su determinación era palpable.
A medida que la batalla continuaba, Todoroki se dio cuenta de que esta lucha iba más allá de la fuerza física. Era una batalla de convicciones, de superación personal y de la voluntad de enfrentar los desafíos sin importar las probabilidades. El respeto que comenzaba a florecer en el corazón de Todoroki era un reconocimiento a esa lucha interna que ambos compartían de maneras distintas.
Mientras esquivaba un ataque y contraatacaba con determinación, Todoroki sabía que esta batalla no solo se libraba en la arena. Era una batalla que cada uno de ellos libraba consigo mismo, contra las dudas y las limitaciones autoimpuestas. Y aunque solo uno de ellos podría salir victorioso en términos de combate, ambos estaban ganando en términos de crecimiento personal.
La lucha continuaba, y Todoroki se encontró empujando sus propios límites mientras enfrentaba a un oponente sin quirk que demostraba una valentía asombrosa. En medio del choque de habilidades y estrategias, Todoroki había encontrado un nuevo tipo de respeto y comprensión. Y en el final incierto de esta batalla, sabía que su perspectiva sobre lo que realmente hacía a un héroe estaba cambiando.
Él tenia que responder de la misma forma, su oponente estaba dando todo de si en este combate, si quería respetar esa determinación de su oponente y las palabras que le habían impactado de gran manera en su ser, tenia que hacer uso de aquello que no quería usar, su lado izquierdo, pero no solo porque Hideki lo haya puesto contra las cuerdas, no, también era porque había encontrado esa resolución faltante en si mismo para hacer uso de ese poder, SU PODER.
Cerrando los ojos por un instante, se conectó con el poder que había estado evitando: el fuego que ardía en su interior.
Un fuego resplandeciente comenzó a danzar en su mano, sus llamas crepitantes reflejaban su propia resolución interna. No estaba solo luchando por la victoria en esta pelea; estaba luchando por una profunda comprensión de sí mismo y de lo que era capaz de lograr. Su fuego representaba más que una simple habilidad; era un recordatorio de su propia capacidad de elección, de decidir su propio destino.
Con un movimiento seguro y elegante, Todoroki liberó su fuego. Las llamas envolvieron sus dedos y se extendieron a lo largo de su brazo, creando un contraste impresionante con su lado de hielo. Sus ojos ardían con una determinación feroz mientras dirigía su mirada hacia su oponente. El fuego se convirtió en una extensión de su voluntad, una expresión ardiente de su resiliencia y su deseo de superarse a sí mismo.
Todoroki avanzó con confianza, su figura envuelta en llamas mientras se lanzaba hacia la confrontación. El calor no solo abrasaba su piel, sino también sus dudas y sus temores. Había tomado una decisión: usaría todas sus habilidades para enfrentar este desafío, sin restricciones ni reservas. Era un paso audaz hacia un territorio desconocido, pero en ese momento, Todoroki sabía que no podía permitirse retroceder.
Hideki dio una gran sonrisa, estaba emocionado de eso no había duda, iba enfrentar a un poderoso oponente que estaba haciendo uso de todo su poder, sin embargo también estaba asustado después de todo él sabia perfectamente que era lo que se aproximaba, un poder con el que jamás se podría comparar, era duro, pero al menos le ayudaba a mantener sus pies sobre la tierra.
Su cuerpo sintió un escalofrió al sentir el intenso calor proveniente de las llamas de Todoroki, y era su turno para atacar también, respondería de la mejor manera que pudiese en esta situación.
Rápidamente se quito sus guantes, y empuño su báculo, una vez mas lo hizo girar con maestría, a pesar del intenso calor necesitaba calentar mas sus músculos para su siguiente acción.
*¡CLENCH!*
Su mano derecha apretó con fuerza su báculo sosteniéndolo desde el centro, lo estaba sujetando como si de una jabalina se tratara.
Hideki sabia perfectamente que esta era la mejor decisión, ahora le era imposible acercase a Todoroki, seguramente seria completamente calcinado por su ataque si se acercara demasiado, por eso había tomado esta decisión.
-"Oye Todorroni."- llamo el castaño sin estar seguro de que fuera capaz de escucharlo. -"Sabia que podías hacerlo."- Junto a esas palabras Hideki dio una gran sonrisa reconfortante para Todoroki.
Y sin esperar ni un segundo mas ambos lanzaron su ataque.
Hideki lanzo su báculo como una jabalina esperando al menos lograr impactar a su oponente.
Por otro lado Todoroki lanzo su mano hacia el frente una poderosa rafaga de fuego se encaminó hacia Hideki.
Hideki sonrió una vez mas, su sonrisa de satisfacción, fue rápidamente reemplazada por un intenso grito de dolor, las intensas llamas de Todoroki habian cubierto toda la arena de combate y cubriendo completamente a Hideki, que lo unico que pudo hacer para defenderse fue dar media vuelta y agacharse, para cubrir de la mejor manera posible su cuerpo.
Y así tan rápido como aparecieron las llamas producidas por Todoroki se extinguieron, dejando el estadio en silencio.
Si el chico se hubiera descontrolado un poco mas y no hubiera desactivado su Kosei a tiempo, pudo haber sucedido una tragedia; afortunadamente ese no fue el caso y Hideki no estaba en un verdadero peligro de perder la vida, aun si tendrían que darle tratamiento medico inmediatamente, después de todo la espalda de Hideki había recibido el impacto de lleno dejándole quemaduras de tercer grado.
-"¡EL GANADOR DE ESTE INTENSO COMBATE ES...! ¡TODOROKI SHOTO!"- Present Mic anuncio en un intento de aliviar el ambiente, afortunadamente logrando su cometido cuando el estadio estallo en alabanzas para ambos jovenes.
Al mismo tiempo varios médicos entraron a la arena de combate llevándose el cuerpo inconsciente de Hideki a la enfermería donde seria tratado por la mejor medico de la academia U.A y posiblemente de todo Japón, Recovery Girl.
Todoroki miro una vez mas a Hideki, en su mirada era notable la admiración y respeto que adquirió durante el combate, y luego miro hacia atrás viendo el báculo de Hideki enterrado en el arena de combate. Se toco la mejilla y en sus dedos pudo ver un poco de sus sangre, era impresionante incluso sin tener filo, el báculo lanzado por Hideki había logrado cortar la mejilla de Todoroki.
Después de eso un nuevo Todoroki solo salió de la arena.
En otro sitio, un lugar sombrío y clandestino, escondido en los rincones más oscuros de la ciudad. Un ambiente opresivo y amenazante rodea este establecimiento, creando un ambiente siniestro que atrae a aquellos que prefieren las sombras y el caos.
Ubicado en una callejuela estrecha y poco transitada, el exterior del bar se presenta decadente y descuidado. No hay señales o anuncios que denoten su verdadera naturaleza, solo una puerta de madera desgastada y sin marcar que parece llevar a la nada. Es solo para aquellos con conocimientos secretos y contactos específicos que el acceso a este lugar prohibido se concede.
Adentro de este establecimiento se encuentra un cierto grupo de personas que veían con suma atención el festival deportivo de la Preparatoria U.A.
Las miradas de todos estaban clavadas en el enfrentamiento que se desarrollaba frente a sus ojos, pero su fascinación no residía en las razones que uno podría imaginar. No era por el hecho de ser jóvenes prometedores con un futuro brillante como héroes, ni tampoco simplemente por el poder deslumbrante que uno de ellos exhibía. No, lo que realmente cautivó a todos aquellos presentes fue la revelación pronunciada por el joven de cabello castaño.
-"¡Yo no tengo ese lujo de contener mi fuerza! ¡Porque yo no tengo un Kosei! ¡Todas mis peleas las tengo que pelear con toda mi fuerza desde el inicio, no tengo el mismo lujo que tu de contener mi fuerza por estupideces!"-
"Yo no tengo un Kosei" esas eran las palabras que habían atraído la atención no solo de Tomura Shigaraki, sino también de aquel en las sombras que lidera a la liga de villanos, All For One.
Esa declaración le había dado una gran idea, que daría inicio a un futuro plan.
Fin espero les haya gustado
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