Sensei

Ship Aideku/Bakudeku

Diferencia de edad/secretos

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—K-kacchan!

El peliverde súper avergonzado y rojo se crubrio con la saba y también al pelinegro que estaba en shock y sentía que su trabajo como profesor acabaría.

—Santo cielo Deku para eso querías quedarte? Para tener sexo con aizawa sensei? Pense que tú enloquecimiento por el había acabado!... - Dijo el rubio mientras.

—Bien espero tengan una buena excusa para esto... En especial usted sensei que es un adulto y profesor...

—Tienes razón bakugo... Estuvo mal pero las ganas fueron mayores y se que eso es una excusa terrible

El rubio había cerrado la puerta y se acercó al peliverde para besarlo en un beso demandante, mientras que el sensei lo miraba con los ojos abiertos como platos.

—Mgh~K-kacchan~

El rubio se separó del peliverde lentamente mientras el peliverde tenía un gran sonrojo en su rostro.

—No sabes cuánto quería que esto pasara pero elegiste a aizawa entonces Lamentablemente tendré que compartir~ - Dijo con una sonrisa ladina.

—Si no quieres que le diga al director nezu tendrás que compartir a Izuku conmigo.

El pelinegro miro con algo de odio al rubio.

—Bien bakugo tu ganas...

—Esperen! Esperen! Ni siquiera han consultado esto conmigo? Lo están decidiendo como si nada!

—Que acaso no te gusta esto? Sabes que aunque lo nieges me deseas al igual que a aizawa

Acarició la barbilla del peliverde.

—...

El peliverde estaba tan rojo, era verdad a los dos los deseaba mucho.

—B-bien...

El pelinegro beso al pecoso y katsuki al ver eso no se quedaría atrás comenzó a besar el cuello del peliverde mientras lo desvestia lentamente.

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Los gemidos ahogados del peliverde inundaban la habitación, mientras que katsuki arremetía su polla en Izuku aizawa estaba disfrutando de la maravillosa mamada que le daba el peliverde.

—Mgh~mgh~a~aiza~...agh~ka~kacchan~ - Gemía el peliverde, mientras que el dos mayores que exitaba cada vez más viendo al menor que les ofrecía una vista tan erótica.

El rubio salió lentamente del peliverde e aizawa sacaba su miembro del la coca del menor, intercambiaron posiciónes, el pelinegro alinio su miembro en la entrada de Izuku y lo metió lentamente mientras que a katsuki se le salía el alma de tan rica e exitante mamada que le daba el peliverde.

—Oi deku~ que sexy te vez - Dijo el rubio mientras acariciaba el cabello del menor.

Aizawa por otro lado le daba duro, entraba y salía de el tan rápido hace un momento era gentil pero ahora le estaba destrozando el culo, Izuku tomo su miembro y comenzó a masturbarse se sentia tan exitado al tener a dos de los hombres que le gustaban se sienta en el paraíso ser follado por su prefesor y su amigo de la infancia.

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Pasaron unas horas y ahora se encontaban en la cama del peliverde, el peliverde estaba en medio de los dos mayores mientras el peliverde dormía plácidamente el rubio y el pelinegro hablaban de como Iván a compartir al peliverde.

—Profesor aizawa me encantó esto pero debo admitir que quiero a Izuku una vez a la semana para mí solo.. - Dijo el rubio casi en un susurro para no despertar al peliverde lo que no sabían es que Izuku ya estaba despierto solo se hacia el dormido para escucharlos.

—Bien bakugo por qué yo también lo quiero para mi una vez a la semana, solo para mí...

—Okey... Usted los martes y yo los jueves... Que dise?

—Me parece perfecto bakugo... - Sonrió un poco descarado el sensei.

El peliverde fingió que comenzaba a despertar, miro a los dos mayores miandolo, se sonrojo por la sensación.

—Que hora es? - Dijo el peliverde sentándose en la cama aún en medio.

—5:34 - Dijo el rubio.

—Voy al baño espere porfa - Dijo el peliverde pero cuando se quiso parar se desplomó rápidamente quedando en el piso sentado sus caderas dolían vaya que hace rato lo destrozaron todo...lo dejaron echo un desastres.

Los dos mayores se pararon rápido y se arrodillaron frente al menor preocupados.

—ay.. - Dijo el peliverde con una expresión de niño chiquito con lágrimas en los ojos.

— ¿Zuzu estas bien? - Dijo el pelinegro levantandolo con el rubio ayudándolo.

— Si...solo me dolió las caderas un poco...quiero ir a tomar un baño ¿Me ayudan porfavor?

—Si ven - El rubio se paró y lo llevo al baño junto con aizawa, los tres se metieron en la bañera dejando abrir el grifo mientras se llenaba la bañera con agua a una temperatura que a los tres le agradaba.


••Eternamente mío••

#drabble #Katsudeku

Mención de Tododeku y una relación parental inventada jaja

Dejó la fiesta en honor al compromiso de su hija y recorrió los pasillos solitarios, subió por las escaleras del salón principal cargando los pesados holanes de su vestido. El taconeo estruendoso anunciaba su furia con cada paso.

Le llevó meses planear aquella gran fiesta, tuvo que recurrir a muchas de sus mejores técnicas para convencer a su esposo, el duque, de dejarlo invitar a todos sus amigos, de servir el mejor vino, de llamar a esa orquesta cuya música tanto le fascinaba. Todo para que su caprichosa hija, Todoroki Ochako, decidiera fugarse con su prometido a mitad de la celebración.

Llegó azotando la puerta, sin importarle interrumpir la conversación de los jóvenes. Lo que vió lo dejó congelado.

El fino vestido de seda brillante que mandó a confeccionar para su hija estaba hecho jirones en el suelo, destrozado. Su hija estaba de cara a las sábanas de su cama, con su prometido detrás de ella, estaban cometiendo un pecado mortal, ni siquiera estaban casados aún y ya se habían entregado al otro en un acto carnal tan repulsivo.

—¡Suéltala! —ordenó desde la puerta, completamente furioso.

Aquel extraño caballero que llegó de tierras lejanas apartó la mirada de su hija y la dirigió a él. Algo en esos inquietantes ojos escarlata envió un escalofrío helado por todo su cuerpo, Izuku quiso correr, necesitaba buscar a su alfa.

—Quieto —ordenó el hombre, e inexplicablemente el cuerpo de Izuku se congeló en su sitio—. Cierra la puerta y ven aquí.

Su cuerpo se movió al compás de las órdenes que recibió. Cerró la puerta y entró a la habitación dando pasos cortos. La única cosa de la que aún era dueño era su mirada cargada de miedo; una que le causó infinito placer a ese hombre tan extraño.

Su nombre era Katsuki Bakugo, un conde, llegó a ese pueblo ostentando poder y fortuna, Izuku y Shoto creyeron que sería una buena opción para casarse con su pequeña. Pero ahora teniendo frente a él esos ojos que refulgían como el fuego ardiente, encantadores e indescriptiblemente hipnotizantes; junto a los blancos colmillos que resplandecían por su filo, fue que se dió cuenta del terrible error que cometió.

Le abrió las puertas de su hogar a un vampiro.

—Desnúdate —ordenó el hombre, repasando su cuerpo con la mirada.

—No, por favor… —suplicó Izuku—. Estás comprometido con mi niña, y yo estoy casado…

Su voz se quebró cuando sus manos se deshicieron con premura de los botones de su chal, dejando al descubierto el pronunciado escote de su vestido, que tanto se esmeró en ocultar. El hombre se relamió los labios al ver la prenda caer al suelo. Tomó los largos cabello de Ochako y la obligó a levantar la cabeza.

Su hija tenía la mirada pérdida en la nada, incapaz de darse cuenta que su madre estaba frente a ella, mirándola con horror.

—Has criado una buena hija, que será una buena esposa, pero temo que su sangre no me satisface… Su aroma es dulce, pero su sabor amargo… Solo necesito comprobar si el sabor cambia contigo…

Devolvió a Ochako a la cama con desdén, como si su pequeña fuera solo un trapo sucio ante él. El hombre bajó de la cama y fue hasta Izuku, disfrutando del miedo que causaba a su presa con cada paso, divirtiéndose con la expresión entre sorprendida y avergonzada que inundó sus facciones.

—Tu aroma también es delicioso… —susurró, estrellando su aliento cálido contra el cuello desprotegido de Izuku.

La madre omega de la familia Todoroki apenas pudo soltar un jadeo cuando aquel hombre le arrancó a tirones el corsé, luego las faldas de su vestido. Terminó sobre la cama en el lugar que antes ocupaba su hija, quien había sido botada en uno de los sofás, aún con la mirada pérdida y el rostro pálido.

—Deja de mirarla, ¿Acaso no soy yo tu prioridad, querida madre? —acusó el hombre.

—No —lloró Izuku—, no quiero que le hagas más daño.

—No la tocaré de nuevo, lo prometo. Lo único que pido a cambio es que ocupes su lugar. Llora para mí, gime y grita mi nombre.

—Estoy casado… —respondió ocultando la mirada.

—Entonces deberás gritar más fuerte, para que ese patético humano sepa que ya no le perteneces.

Katsuki sujetó las mejillas sonrosadas y regordetas del omega, estrujándolas entre sus dedos de garras afiladas. El omega dejó sus lágrimas silentes brotar, y la criatura que lo acorralaba contra la cama dejó un beso demandante en sus labios.

No había un sabor distinguible, pero en ese contacto había pasión y deseo, una calidez genuina que en todos sus años de casado jamás sintió. Por primera vez desde el día de su boda arreglada sintió deseo por un hombre. La lengua ajena exploró su boca, él exploró con sus manos el cuerpo de su amante, los fuertes músculos y la piel fría.

Cuando los poderes sobrenaturales de la criatura hicieron mella, Izuku se convirtió en ese ser perfecto que Katsuki había ido a buscar.

Su cuerpo respondió a las caricias, y su voz solo alcanzaba para gritar el nombre de su nuevo dueño: Katsuki.

La madre omega fue puesta en tantas posiciones aquella noche, Katsuki corrompió su cuerpo sobre la fina cama de su hija, lo tomó sobre el escritorio de la habitación, dejó que sus gritos se colaran más allá de la puerta; lo volvió eternamente suyo.

Luego de esa noche, en algún lugar lejano una boda se llevaría a cabo. El rey de los vampiros tomaría por esposa a un mortal.


••La clase A y el misterio del wonder duo••

Usamos el autobús para recorrer la ciudad completa, en ese momento no lo noté, la forma en que me pegaba a Kacchan y él me protegía en un abrazo. Fue cuando caminábamos por la acera, con dirección a esa cafetería de All Might cuando lo noté. Tenía miedo, me puse nervioso, había tantas miradas sobre nosotros, cada persona nos veía de forma extraña, Kacchan me abrazaba por la cintura, quizás eso era lo que estaba causando todas esas miradas.

—Zuzu, concéntrate en mí, no en ellos.

Kacchan me había acorralado contra un muro, me miraba con preocupación, entonces recordé que prometimos hacer esto juntos y enfrentarlo. Lo tomé de su chaqueta y lo acerqué a mí para besarlo, sin detenerme a preocuparme por los suspiros y los insultos que nos rodearon.

—Tienes razón, Kacchan, hoy solo somos tú y yo.

Él me sonrió en respuesta, tomó mi mano y nos guió a la cafetería.

Fue más genial de lo que yo esperaba, las paredes estaban decoradas con pósters y noticias de sus mejores batallas, había figuras de tamaño real con las que podías tomarte fotografías, y por un precio extra te prestaban una capa inspirada en los trajes que él usó. Por supuesto no perdí la oportunidad de hacer cada cosa. Todo se volvió mejor solo por ver a Kacchan igual de feliz y emocionado que yo.

Casi fue como volver a nuestra infancia, los dos nos emocionamos por los postres con caritas de nuestro héroe favorito; además de verse geniales sabían delicioso.

Ambos comimos demasiado, apenas podíamos movernos con todo el dulce en nuestros estómagos. Aún así, corrimos hasta un arcade en la esquina de la ciudad, era una buena forma de bajar el desayuno.

Cuando entramos Kacchan corrió hasta un juego que nos gustaba a ambos desde pequeños. Se metió a la cabina del lado derecho, esa era el arma que no se atoraba al disparar contra los zombies.

—Eres un tramposo —lo regañé cuando tomé mi lugar junto a él.

—No te quejes nerd, tú eres demasiado lento.

—Ya veremos, Kacchan, el que mate menos zombies va a invitar las palomitas.

Él puso el juego en marcha, yo sentí los escalofríos recorrerme. La cabina era oscura para añadir un aura tétrica, detrás de los asientos salía una corriente de aire frío, y las pistolas tenían un sensor que registraba nuestros signos vitales.

No importa cuanto entrené para ser un héroe, ver a un gigantesco zombie saltar frente a mí casi me mata del susto, y ese tonto Kacchan solo se rió. Después llegó mi turno de reír cuando una araña mutante lo atrapó y yo pude avanzar.

—¡Nerd, eres un tramposo!

—Es tu culpa por dejarte atrapar.

—Ya verás…

Mantuvo una mano en su arma y usó la otra para hacerme cosquillas, es un tramposo, sabe que no puedo resistirme a eso.

—¡Déjame en paz, tonto tramposo!

—Vas a perder, Zuzu.

—¡No te dejaré ganar, quiero esas palomitas de caramelo!

Terminé empujándolo fuera de la cabina, y aproveché para hacer puntos mientras a él se lo comían los zombies.

—¡Nerd! —me gritó mientras intentaba sacarme de la cabina.

—¡Suéltame mal perdedor!

No lo dejaría ganar, luchaba con él y disparaba. No voy a perder contra Kacchan en esto.

Él tomó mis manos y no pude disparar, pero fue muy tarde, la campaña terminó y se mostraron nuestros puntos. Yo solo pude reír.

—¡Perdiste! —le grité.

—Pequeño tramposo…

Me sacó a rastras de la cabina sin importarle las miradas extrañas del resto de jugadores. Usó su fuerza para cargarme hasta la piscina de pelotas y me arrojó sin piedad. Cuando aterricé respondí con una ráfaga de pelotas coloridas. Él se defendió con peluches del mostrador.

Uno de los encargados se dió cuenta de nuestro desastre, yo salí de la piscina y corrí junto a Kacchan.

—¡Es hora de huir, nos descubrieron! —grité.

Él entendió y me siguió, ¡lo siento señor del arcade, pero no nos atraparan con vida!

—¡Deténganse, mocosos!

—¡Corre, Kacchan, corre! —le grité cuando ví al hombre seguirnos hasta la calle.

Él tomó mi mano y juntos corrimos metiéndonos entre la gente. No noté cuando el hombre dejó de perseguirnos, pero nos detuvimos a recuperar el aliento en un centro comercial.

Miramos a la calle a través de los cristales, luego nos miramos, y nos carcajeamos al mismo tiempo.

—Ahora eres un delincuente —dijo entre risas.

—Todo por tu culpa.

Le dí un golpe en el hombro y corrí, él me persiguió por el centro comercial y yo lo guié justo a dónde quería.

Se abalanzó sobre mí, atrapándome en un abrazo justo frente a la cartelera del cine.

—¿Cuál veremos? —preguntó cuando sacó su rostro de mi cuello.

—¡Cabaña de muñecas!, el primero que se asuste paga la cena.

—Trato hecho nerd. Tú consigues las entradas, yo voy por tus palomitas de caramelo.

Dejó un beso rápido en mi mejilla y se fue, yo seguí en lo mío caminando hasta la taquilla. Entre la chica rubia que me miraba con desagrado de arriba a abajo y la de cabello negro que me sonreía amablemente, decidí rápido con quien de las dos pedir mis entradas.

Nos mantuvimos quietos mientras se mostraban los comerciales, Kacchan sujetaba la bandeja, mientras yo me refugiaba en su brazo y comía palomitas. Estábamos tratando de comportarnos, pero cuando un bebé lloró tres filas abajo el ambiente tranquilo se rompió.

—¿Quién demonios mete un bebé en una puta película de terror? —preguntó Kacchan.

—Olvídate de eso —dije atrayéndolo para besarlo.

Con la oscuridad envolviéndonos y el llanto del pequeño sirviendo de señuelo, nos permitimos unos minutos juntos, sin miradas indiscretas ni comentarios horribles. Cuando la tétrica música de la película llenó la sala y las luces se apagaron por completo nos separamos y yo me acurruque más contra Kacchan, estaba listo para ganar esa apuesta.

Por desgracia, cuando en la enorme pantalla se proyectó la escena del protagonista tendido sobre su cama y la tenebrosa figura de una mujer apareció flotando frente a él de la nada, pegué un grito de terror y dí un salto en mi asiento. Mi desconsiderado novio solo se rió intentando no hacer ruido.

Le dí un golpe en el hombro como castigo por ser cruel, pero obtuve mi venganza cuando el bebé lloró de nuevo y Kacchan saltó por el susto tirando algunas palomitas en el camino, entonces fue mi turno de reír.

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El cielo brillaba de hermoso color naranja cuando salimos del restaurante en el que comimos ramen. Era hora de una escapada rápida al centro comercial para conseguir lo necesario.

Kacchan tomó el carrito y discretamente, cuando estuvimos lejos de los guardias yo me metí en él, Kacchan se impulsaba con sus explosiones para recorrer los pasillos más rápido.

Lo hice detenerse en el pasillo de las galletas y tomé dos cajas, una para mi cena, otra que será mi postre de mañana.

Seguimos en lo nuestro, ignorando las miradas de reproche de esas amargadas señoras con sus hijos, y las de los niños que querían seguir nuestro ejemplo. Kacchan se detuvo en el pasillo de la carne congelada, y me pasó cada cosa para que yo le buscara un sitio en mi auto de lujo. Tuve que hacerme bolita contra una esquina por todas las cosas que estábamos comprando.

En medio del pasillo de cosas enlatadas ambos nos perdimos en los estantes. Yo tomé una lata que era mucho más barata que el resto, Kacchan tomó una más pequeña, pero de una marca reconocida.

—Este es más grande y tiene más verduras —dije metiéndola al carrito.

—Eso es una basura, llevaremos esto —dijo él intentando sacar mi lata.

—Hay que economizar, ¿crees que somos millonarios?

—No, pero esto sabe mejor… y yo no voy a cocinar con esa basura que elegiste.

—¿Y así quieres casarte conmigo, diciendo que no sé elegir verduras?

—Amor…vamos a cocinar para nuestros padres… tenemos que elegir lo mejor…

"Nuestros padres", él sabe cómo conquistarme, y aunque me gustaría seguir discutiendo lo dejaré ganar esta vez. Saqué mi lata del carrito y la devolví al estante, entonces acepté la que él me ofrecía y la tuve entre mis manos, porque ese era su lugar designado.

—Ojalá pudiéramos resolver nuestras discusiones así —murmuró una mujer parada detrás de Kacchan, y el hombre junto a ella se rió, mirándonos.

No fui el único que se puso rojo, Kacchan también lo hizo, sujetó el carrito y caminó más rápido por el pasillo, hasta que giró a la derecha. Estábamos demasiado avergonzados como para decir algo. Ya solo nos faltaban las especias, así que a ese pasillo nos dirigíamos cuando un guardia salió de un pasillo frente a nosotros.

—Oye, no puedes subirte a los carritos, sal de ahí —ordenó apuntándome.

Entre en pánico pero quise obedecer, lo que no esperaba era que Kacchan comenzará a correr metiéndose entre pasillos.

—¡¿Qué haces?! —le grité aferrándome al metal por la velocidad que ganó el pequeño carro.

—Estoy huyendo, nerd, no podemos tener un reporte del guardia del supermercado, Aizawa va a matarnos.

Demonios, no lo había pensado. Miré hacia atrás para ver al guardia correr tras nosotros mientras llamaba por el radio en su uniforme.

—¡Corre al pasillo de ropa, tengo una idea! —le grité y él obedeció.

En unos minutos el guardia gruñón pasó detrás de nosotros, ignorándonos. Kacchan y yo nos escondimos con las sudaderas en exhibición, los guardias buscaban a dos chicos, así que yo fingí revisar los brassieres cuando pasaron detrás de nosotros.

—Disculpe señorita —dijo el guardia que tropezó conmigo por accidente, solo para salir corriendo detrás de su grupo después.

Cuando escuchamos sus pasos alejarse no pudimos evitar reírnos.

—Definitivamente te convertiste en un delincuente —se burló Kacchan.

—No puedo creer que de verdad funcionó.

Nos quitamos discretamente las sudaderas y seguimos nuestro camino en dirección contraria.

El guardia probablemente me reconocería, así que tuve que salir primero y esperar fuera del supermercado a que Kacchan pagará lo que compramos. Apareció unos minutos después, nos repartimos las bolsas e iniciamos nuestro camino hasta la parada del autobús.

La oscuridad era total cuando el autobús salió de la estación. Tardaríamos al menos una hora en volver a UA, planeaba conversar un rato con Kacchan para mantenerme despierto, pero al verlo dormitar contra la ventana no pude interrumpir su sueño, ha pasado toda la semana cuidándome y preocupándose por mí, debe estar agotado. Bueno, yo me mantendré despierto, vigilaré el camino de regreso…

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—Zuzu…, Zuzu, amor, despierta, casi llegamos —escuché de la voz de Kacchan.

Abrí los ojos a medias, encontrándome el autobús vacío, ¿a dónde había ido todo el mundo?

—Zuzu, estamos a cinco minutos de llegar y no puedo cargarte con todo lo que compramos, despierta amor —repitió moviéndose levemente.

Me quejé estirándome, no puedo creer que me quedé dormido todo el camino.

—Vamos, ya no te duermas.

—No lo haré… —no pude evitar recargarme en el respaldo del asiento frente a mí. El click de un teléfono me despertó por completo, giré a mirar a Kacchan, encontrando una sonrisa burlona en su rostro.

—¡Borra eso!

—No, la voy a guardar para después…

—Kacchan —regañé intentando tomar su teléfono.

—Última parada, UA —dijo el conductor a través de los altavoces.

—Vamos nerd —Kacchan se acercó y me dió un beso en la mejilla.

Caminamos un poco antes de llegar a los dormitorios, estoy agotado, solo quiero dormir. Cuando llegamos todos estaban reunidos en la sala común, y se giraron a mirarnos en cuanto abrimos la puerta.

Por las miradas de las chicas sé que quieren detalles, pero hoy de verdad estoy demasiado cansado.

—Mañana también tenemos que salir, así que nos vamos a dormir. No molesten o los mataré —dijo Kacchan.

Me despedí de todos y lo seguí por la escalera, él tiene razón, mañana será un día muy agitado.


Protección

—Protejanlo.

La voz dura de Ground Zero sonó firme, la orden fue absoluta.

Y aunque sus esbirros no les agradaba la idea de tener que cuidar a un héroe, debían hacerlo sin rechistar.

¿La razón? Bueno, el pequeño héroe era ni más ni menos que el alma gemela del temible villano Ground Zero, la heterocromía de sus ojos que solo se resolvía cuando se encontraban cerca el uno del otro era la prueba de ello.

[•••••••]

Izuku estaba haciendo su ronda de vigilancia como de costumbre.

Desde hace cinco cuadras que alguien lo sigue, lo ha estado viendo por el rabillo del ojo, aunque no solo es uno.

Con la ayuda de su Black Whip se balancea entre los edificios, y así como en cada callejón, en cada techo hay alguien observándolo.

Ciertamente esta inquieto.

Hasta que decidió ir a la terraza de uno de los edificios más altos de Japón. Ahí no podrían alcanzarlo, al menos no tan rápido. Le daría algo de ventaja y talvez una vista de quién lo estaba siguiendo.

—Eres escurridizo, ¿eh? — Izuku se giro rápidamente, conocía esa voz.

—Asi que eres tú quien me sigue, Ground Zero. — siseo, adoptando una postura defensiva/ofensiva por instinto.

De entre la oscuridad, Ground Zero resurgió.

—¿No te lo dije? Voy a protegerte de ahora en adelante, Deku.

Cuando la luz de la ciudad le iluminó el rostro, Izuku pudo ver el cambio de su iris derecho tornar de color verde agua a granate. Su ojo izquierdo seguramente había hecho ya la misma transición.

Él también sabía que eran almas gemelas.

Pero entre su moral y lo que dicta el destino hay una gran brecha que está dispuesto a mantener a toda costa porque él es un héroe que salva vidas y Ground Zero un villano que se dedica a arrebatarlas.

Las dos caras de una moneda que jamás debían de verse entre sí.

—Puedo protegerme por mi cuenta. — dijo.

—Oh, pequeño, pequeño Deku. — la sonrisa cargada de suficiencia y burla natural se amplió.

Izuku se tensó cuando lo vió reanudar sus pasos hacia él.

—Si te acercas más me veré obligado a atacarte.

—Hazlo. Ahora sí apreciaré el tenerte encima de mi, sometiendome correctamente.

Izuku frunció el ceño.

¿Por qué de todas las personas en el mundo, el villano más peligroso debía ser su alma gemela?

—No estoy jugando, Ground Zero. — siseo.

—Yo tampoco.

En la fracción de un segundo, probablemente menos, Ground Zero acortó la distancia entre ellos.

Izuku apenas y pudo reaccionar cuando sintió una de sus manos tomarle por el brazo. Si bien se soltó del agarre, el villano lo sujetó del otro, con un hábil movimiento y algo de fuerza bruta, Ground Zero lo llevo contra la cornisa, su rostro pecoso ahora era iluminado por las luces de la ciudad.

Estaba en una posición peligrosa.

Con un solo toque, Ground Zero podría empujarlo al vacío si así lo quisiese, sin embargo...

Izuku sintió su cuerpo ser presionado entre la cornisa por la anatomía del villano rubio que ahora se pegaba sin pudor contra él.

Sintió claramente algo duro ir contra su trasero, sus piernas temblaron ante ello y su respiración se cortó cuando una de las manos enfundadas en guantes negros de cuero, lo sujetó por la cintura mientras la otra ascendía a través de su pecho hasta cernirse alrededor de su cuello y sostenerlo con inesperada suavidad.

—Si no me vas a dar la satisfacción de tenerte, por lo menos permíteme cuidarte. Seré un hijo de puta con todo el mundo, pero contigo, mi alma gemela, soy jodidamente débil.

—No deberías decir eso tan a la ligera, es peligroso, ¿sabes? — atacó Izuku.

Katsuki sonrió, y pegando sus labios al lóbulo de su oreja, le dijo con voz casi susurrante...

—Lo sé, puedes usar esa información como mejor te parezca. — dijo. — Arrestarme, matarme o... aceptarme y permitirme follarte porque no soy el único que tiene ganas de joder, ¿no es así? — Inquirió.

Y solo en ese momento, Izuku se dio cuenta que debido a ese simple contacto también se había puesto duro.

Mierda.

Con un intento de codazo que fue perfectamente esquivado por Katsuki logró liberarse.

El rubio tuvo que echarse hacia atrás para que no le dejarán sangrando la nariz como la última vez.

—Solo piénsalo, Deku.

—No tengo nada que pensar.

—Con una de las dos cabezas claro que sí. — dijo burlón. — Hazlo, toma una decisión y cuando lo hagas, solo llámame. — dijo, tirándole un móvil desechable que Izuku atrapó perfectamente gracias a sus reflejos.

Solo un segundo que desvió su vista de Ground Zero al ver el objeto entre sus manos fue suficiente para que esté desapareciera de su vista tal cual había aparecido.

Apretando el móvil con su mano pero sin llegar a destruirlo, maldijo por lo bajo.

Deseando que el pensamiento de imaginarse a si mismo llamándole no hubiese cruzado su mente porque su cuerpo era un jodido traicionero de mierda.

Miya


—The Kingdom of the fallen

—BakuDeku

—Au sin quirk/Demonios.

Invocación/rey de los demonios/contenido sensible/vocabulario explícito/situación gráfica/ demonios/vudú/ocultismo

La noche estaba mucho más oscura que otras ocasiones, no habia luna ni estrellas, las nubes de tormenta presagian una gran precipitación nocturna, no le importo mucho a decir verdad. Incluso le parecía perfecto.

Bajo de su auto que había estacionado cerca del granero de la que otrora fue de su bisabuela, el lugar estaba desierto y marchito a causa del paso del tiempo.

Bajo de su auto un bolso negro, empujó la puerta del granero, una nube de polvo cayó sobre su cabeza, tosió un poco y sacudió su ropa, el techo había sido arrancado por alguna tormenta en algún punto del tiempo algo lejano pues el suelo cubierto de madera estaba podrido.

Saco su teléfono para observar la hora, 2am marcaba el aparato.

De su bolso saco un libro de tapa negra y aspecto extraño, era piel la que cubría aquel objeto y para respuesta de todos no era de ningún animal.

Izuku hacía muchos años que se había adentrado al ocultismo, siempre sintió que no encajaba en el estereotipo de persona común, como encajar cuando desde que eres un bebé criaturas extrañas te persiguen y atormentan, cuando la oscuridad era tu enemiga y nadie creía que algo te seguía.

Dormir era sumergirse en un mundo lleno de pesadillas que muchas veces amenazaron con impedirle volver, era como si fuera conciente de que el mundo estaba fracturado y en medio de este había una zona terrorífica. Por ello se mudó, experimento tratando de encontrarse y el consuelo lo encontró en el vudú, ahora era un witch doctor, una autoridad Vuduista.

—No deberías hacer esto— susurro a su lado el varón Samedi un Loa mayor, un espíritu de la muerte para el que Izuku trabajaba—Invocar a algo más grande que yo podría costarte.

Izuku soltó una risita, con la cera que caía de las velas rojas que había encendido dibujo en el suelo un círculo lleno de símbolos vuduistas, en medio apilo ramas haciendo una pira de tamaño mediano, el fuego ardió y crepito salvaje y furioso, coloco a su alrededor huesos, eran falanges, cráneos, caderas, costillas de diversas criaturas pero la corona de aquella colección era un craneo humano.

Estaba listo, a las 3am el fuego crepito con fuerza y un fuerte viento azotó las decrépitas paredes del granero, Izuku tomo una pequeña daga hecha de hueso afilado y corto su mano, la sangre brotó roja y brillante.

—Vamos— susurro alzando con su mano libre un espejo donde se vio reflejado.

Había descubierto de manera nada agradable que el viajar entre su plano y el de los muertos era parte de su condena, cada vez que se reflejaba en algún cristal, cuando sus ojos se cerraban por el sueño, cuando atravesaba alguna puerta o ventana, él entraba a una dimensión donde las pesadillas existen.

Una noche su cuerpo había temblado y el sonido de sus huesos contracturandose invadió la soledad de su habitación, cuando al espejo se vio, se dio cuenta de que era, algunas tribus tan viejas como los primeros días ahí en Louisiana contaban leyendas de espíritus que nacían en forma de hombres y cuando era necesario proteger a las aldeas se volvían grandes animales, tenían fuerza y belleza, astucia y elegancia, eran protectores que se regían por un guía, una persona con la capacidad de perseguir las sombras, de ver lo invisible, de viajar al plano de los muertos.

Izuku era uno de esos guías, pero lejos de ser un buen espíritu el que miraba su cuerpo, la criatura en su interior era malvada, una de esas que no deseas encontrar.

Un wendigo deseoso de sangre.

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El silencio reino en el granero, no había ni siquiera el sonido mínimo del roce del viento sobre los árboles, las velas se apagaron y el fuego tembló.

Izuku se giro mirando a su derecha, del fondo más oscuro de la cabaña una vibración causo un estremecimiento de la madera, la hierva y de su cuerpo.

Lo había logrado lo sabía y sonrió satisfecho. Siguió contemplando la oscuridad de aquel rincón cuando una fría mano se cerró en torno a su cuello.

—No hueles a miedo— la voz vacía y plana helaria la sangre de otros, en Izuku causó una excitación brutal.

—No te temo— respondió.

El agarre en su cuello se disipó, de la oscuridad del rincon que antes veía emergió una figura, alta e imponente, era como si la oscuridad lo persiguiera en cada paso, solo se veía como una sombra.

Cuando estuvo al fin lo suficientemente cerca de él un par de alas negras como la noche se abrieron de par en par, la oscuridad se alejo revelando un hombre atractivo de cabello cenizo, de su cabeza emergen dos grandes y largos cuernos negros, sus orejas alargadas parecían ir a corde a aquel hombre, y esos ojos tan rojos como la sangre.

La vista de Katsuki se dirigió a un lado de Izuku donde estaba el Loa, un humano común no sería capaz de verlo, pero él no era humano ni un poquito.

—Pierdete— ordenó y el espíritu desapareció en un instante.

—Asi que tú eres uno de esos demonios, de aquellos que están en tronos de hueso y sangre— susurro Izuku.

Katsuki sonrió—tu no eres humano, vaya, eres del plano medio, ni vivo ni muerto— susurro— pero no eres bueno.

Izuku soltó una carcajada negando — por qué ser bueno con las personas que jamás me aceptarán por ser demasiado diferente, los guías somos curiosos, andróginos y con comportamientos que no se adaptan a lo "normal"

—Asi que eliges el camino de la maldad solo por venganza?— Katsuki se deleitó al sentir que ese ser lejos de temerle le deseaba.

Izuku camino un poco a la zona iluminada por el fuego y asintió, sabía que para completar la invocación debía el demonio satisfacer su alma y su cuerpo.

Izuku se detuvo de espaldas a la pira y comenzó a quitar su ropa.

El demonio observo como las prendas cayeron, había que tener algo en especial para seducir a un demonio razón por la que muchas invocaciones no se completaban.

Pero ese humano, joder que tenía un cuerpo, fino y curvilíneo pero trabajado, sus músculos estaban firmes.

Izuku avanzo a él contoneando sus caderas, se dejó caer al estar al frente del demonio y con sus manos acaricio el pantalón del traje que esté llevaba, frotó su mejilla contra la entrepierna, Katsuki sonrió y tomo de los cabellos a Izuku que soltó un gemido ante el dolor que sintió.

—Seducir a un demonio es peligroso— susurro, avisando que una vez que aceptaba el juego habrían consecuencias y que muchos creían solo eran un juego.

—Tomeme mi señor— jadeo Izuku— has de mi cuerpo lo que quieras pero follame como si no hubiera un mañana.— claro que el sí sabía los términos y estaba dispuesto a aceptarlos

Katsuki se dejó caer en un montón de maderas y miro a Izuku que gateo hasta él, con manos suaves libero los pantalones del demonio y jadeo al ver el tamaño de este—Como será que me tomes en tu verdadera forma demoníaca.

—Compleceme en esta forma y te prometo que te haré suplicar por mi verga en el reino de los caidos— le ofreció el demonio.

Izuku comenzó a bombear con su mano aquel falo, poco a poco lo fue tomando con su boca mientras su mano libre viajo a su propio agujero introduciendo un dígito mientras aquel falo se deslizaba por su garganta.

Katsuki observaba con la boca semiabierta aquel espectáculo, su cuerpo semihumano reaccionaba al peliverde, quería frenarse pero hacia mucho que no le daban una mamada como aquella.

Se levantó y tomo de los cabellos a Izuku, comenzó a poseer aquella boquita, joder ese par de ojos esmeralda cristalizados por las lágrimas y ese hilo de saliva que escurría por la comisura de sus labios.

Ese chico podría ser un jodido demonio de la lujuria y vaya pecado que tendría en sus manos.

Izuku trago con gusto cada gota que Katsuki derramó en su boca, el demonio no le dio piedad y apenas salió de su cavidad lo giro dejandolo contra los troncos.

—Eres una maldita zorra deseando que un jodido demonio como yo te folle verdad— siseo Katsuki entrando en Izuku de una sola estocada escuchando como el gemino de este iba lleno de placer y dolor.

Sus manos que finalizaba en garras hicieron cortes profundos haciendo que la piel de Izuku cediera y la sangre brotará, Katsuki tomo aquello y paso su lengua por los cortes haciendo que las heridas sanarán.

Izuku arañaba las maderas mientras aquel miembro lo partía en dos de la forma más excitante, recogió un poco de su sangre con su mano y la llevo a su boca soltando un gemido de placer al sentir el sabor metálico sobre su lengua, Katsuki había visto aquello y tiro de los cabellos del peliverde para que se ladeara un poco y poder besarlo.

Las embestidas eran brutales, cada vez más rápidas, tocaba puntos que le hacían sentir en el borde del placer mientras el demonio continuaba rasgando su piel y disfrutando del líquido rojo.

Izuku en algún momento de aquel acto casi depravado, había sido girado quedando de frente ante el cenizo, se alzó y sin miedo mordió la hondonada del cuello del demonio, sus colmillos estaban grandes, su lado "sobrenatural" se apoderaba de él

Katsuki siseo de placer cuando su piel fue arrancada y permitió que el peliverde lamiera su sangre, el wendigo que habitaba en aquel ser se deleitó ante aquel acto, deseaba más.

Entre aquella faena sangrienta ambos terminaron alcanzando el clímax, jadeaban cuando al fin se habían liberado.

Katsuki sonrió y se alejo, miro a Izuku con placer mientras el peliverde le enseñaba su verdadera forma.

El cuerpo esquelético lleno de retazos de piel de animales y humanos que unidos formaban un manto largo y multicolor que cubría su pelaje negro y espeso, su cabeza había tomado la forma del cráneo de un ciervo y sus cuernos largos y ramificados parecían filosos y sus cuencas vacías se clavaron en el demonio, un brazo largo y delgado que finalizaba en una mano con largas garras se alzó señalando al demonio.

Izuku no era un guía, jodida mierda esa, no era wendigo normal, era uno de los siete señores de la muerte y ahora que había bebido sangre de un príncipe demonio era uno de ellos, uno de los señores de los caidos.

—Juguemos en la tierra kacchan— la voz espectral viajo en el aire haciendo reír al cenizo.

—Lo que ordenes— acepto.

Louisiana estaba a punto de volverse el foco de la convergencia más terrorífica entre el plano de los vivos y los muertos y que cualquier deidad bondadosa se apiade de las almas de quienes moran ahí.


COMPROMISO ROTO

Izuku, un hermoso peliverde con la piel blanca como la porcelana adornada con unas preciosas pecas en las mejillas y con una delicada figura se encuentra esperando a su prometido en el lobby del hotel Royal, el cual tiene un precioso jardín con vista a un hermoso lago. Es ahí donde el pecoso quiere que se lleve a cabo su boda, así que han concertado una cita para ver el lugar y hacer una cotización.

Se suponía que se verían ahí a las 06:00 pm en punto porque su cita es a las 06:30. Mira la hora en su celular, ya son las 06:10 y no hay rastro del pelimorado. Cuando está por llamarlo un hombre rubio cenizo bastante fornido se sienta a su lado, va vestido con un pantalón de mezclilla oscuro que resalta sus bien formadas piernas, una playera naranja con negro que marca a la perfección su voluptuoso pecho y unas botas de motociclista en negras, lo observa de arriba abajo, definitivamente es el hombre más atractivo que sus ojos han visto, siente como se le acelera el corazón cuando el rubio lo mira directamente a los ojos regalándole una sonrisa a modo de saludo. Sus ojos granate lo dejan impactado, nunca había visto un color de ojos tan hermoso.

-Buenas tardes - Dice el rubio, quien también se ha percatado de lo hermoso que es el chico sentado a su lado, su fina figura le ha llamado la atención, así es como le gustan los hombres, de complexión delgada, delicados y con facciones suaves y hermosas. Aunque esta descripción le queda corta al precioso peliverde -

-Bu.. buenas tardes - le tiembla la voz ante el sonido grueso y sensual que sale de la boca del chico, desprende seguridad y control -

Antes de que el rubio pueda preguntarle su nombre escucha que suena el teléfono del chico, este ultimo mira las notificaciones, es un mensaje de su prometido, así que lo abre, pensando que es la confirmación de que está por llegar. Para su sorpresa lo que le ha enviado es un video, lo abre inmediatamente olvidando al atractivo chico sentado a su lado. La primera toma es del pelimorado con un tarro de cerveza enfrente, luego comienza el audio, el cual, al estar en el volumen máximo, se escucha por todo el lobby.

"-Pero Shin, debemos celebrar tu próximo matrimonio- reconoce la voz como la de tetsu-tetsu, el mejor amigo de su prometido, de fondo se escucha algo de música, no tan fuerte como para no entender la conversación. Ve la cara de Shinso torcerse en un ligero gesto de disgusto -

-¿Pero que vamos a celebrar? ¿No ves la cara de sufrimiento que trae desde que decidió proponerle matrimonio a Izuku? - ahora es Monoma el que habla, lo sabe porque se identifica el veneno en la voz - No entiendo porque si no estabas seguro igual se lo pediste - la molestia es lo más evidente, aunque claro, el peliverde siempre ha estado consiente que el rubio ha estado enamorado de Shinso desde que se conocen. Espera que lo siguiente que se escuche sea a su futuro esposo defendiendo su relación, grande es su sorpresa al escuchar sus siguientes palabras -

-Porque sé que él estaba muy ilusionado con casarse, siempre se la pasaba viendo videos de bodas, trajes, comida, jardines y todo lo relacionado a eso, siendo sincero, me sentí un poco presionado - arrastra ligeramente la voz, indicando que ya está medianamente ebrio, todavía consiente de sus acciones y palabras, pero ya más desinhibido gracias al alcohol en sus sistema -

-¿Pero por lo menos lo amas? - la pregunta viene del albino, el único que siempre se comportó amable con el peliverde -

-No lo sé, realmente creo que no - esas palabras le rompen el corazón a Izuku, quien ya no puede evitar que sus lagrimas comiencen a correr por sus mejillas - Me siento cómodo con él, todo es más fácil si estoy con él, los gastos, las tareas del hogar, todo, siempre se la pasa intentando hacerme feliz, pero siento que no lo amo verdaderamente, simplemente estoy con él porque me siento cómodo con su compañía y sus atenciones, porque, siendo realista ¿a donde nos encontramos con hombres tan atentos y preciosos en estos días? - toma un largo trago a su cerveza -

-¿Entonces porque no simplemente se lo dices? - de nuevo mete su cuchara el rubio -

-No tengo el corazón para romper a un hombre tan puro como él, no se lo merece - suspira mientras mira con melancolía al frente -

-¿No crees que lo romperías más si se entera que te estas casando con él por obligación moral y no por amor? - se ve la indecisión en la mirada violeta - Izuku me cae muy bien, no me gustaría que lo lastimes Shin - "

Hasta ahí acaba el video, que obviamente sabe que se lo ha enviado Monoma, segundos después le llega un mensaje del mismo numero de su prometido.

"No te lo envío con la intención de lastimarte, es para que no salgas lastimado a futuro" sabe perfectamente bien que quien le ha enviado el video es Monoma y si lo ha hecho con toda la intención de lastimarlo, nunca ha sido de su agrado ya que Shinso lo desplazó una vez que Izuku apareció en el panorama. Sus llanto se ha convertido en sollozos, se siente completamente herido, hasta hace unos minutos estaba feliz e ilusionado por su próxima boda y ahora se encuentra hecho pedazos, no puede casarse con alguien que no lo ama.

Siente unas manos posarse en sus hombros, con mucho cuidado lo jalan hasta un enorme pecho calientito, el cual desprende un aroma a caramelo quemado, definitivamente es su nuevo aroma favorito, por alguna extraña razón le causa tranquilidad. Las manos ajenas acarician su espalda en un intento de calmarlo, como diciéndole "Ya, ya, ya, todo estará bien".

-Ese poco hombre no merece tus lagrimas, si no supo valorar a una esmeralda como tú, no se merece ninguna consideración - la gruesa voz lo reconforta, se siente protegido entre sus brazos, a pesar de ser los de un extraño, jamás sintió tal sensación, ni siquiera con Shinso. Están así por unos 5 minutos más hasta que el gerente del hotel llega -

-Buenas tardes, ¿Izuku y Shinsho? - pregunta mientras mira una hoja en sus manos, en donde está escrita la reservación para ver el jardín -

-Shinso no pudo venir, se ha cancelado la boda, una disculpa por hacerle perder el tiempo - el semblante del peliverde es duro, ha pasado de la tristeza a la furia en unos minutos. -

-Lo lamento tanto señor, que pase buena tarde - se va de ahí casi corriendo, no queriendo presenciar lo que sea que esté pasando, ya que pudo notar el rostro rojo, los ojos hinchados y el camino de lagrimas en las mejillas del pecoso -

El peliverde mira al rubio, se siente frustrado con la vida por tener tan mala suerte, bien le decía su amiga Ochako "Ese hombre no es para ti, no me gusta, se desvela mucho en salidas con sus amigos, nunca te dedica tiempo, siempre llega tarde a tus eventos importantes, además ¿Qué es eso de pedirte matrimonio después de ver un video sobre eso y sin anillo de por medio?, ahí se ve el poco interés que tiene por ti". Ahora que todos los momentos que ha pasado con el pelimorado aparecen en su mente, se da cuenta que su amiga siempre tuvo razón, por estar tan ensimismado intentando que la relación funcionara, no se dio cuenta que el único que luchaba era él, estaba empujando la balsa solo.

-Que tonto fui - se da un ligero golpe en la frente con la palma de la mano -

-No lo creo, simplemente confiaste en la persona equivocada - le contesta el rubio con una sonrisa que lo derrite -

-Lamento hacerte ver este drama, tengo que irme - intenta levantarse pero el rubio lo retiene tomándolo del brazo para mantenerlo en su lugar -

-No te dejaré ir en ese estado - suena seguro -

-No me conoces, ¿Por qué te preocuparías por mi?, ni mi prometido lo hace- suena dolido en demasía -

-Por que no me agrada que un chico tan lindo como tú ande solo en la calle con el corazón roto - se levanta tendiéndole la mano - Déjame por lo menos invitarte la cena y después de eso, te dejaré ir - el peliverde ve la mano extendida frente a él ¿Qué es lo peor que puede pasar? -


Infantilización

El héroe numero uno se encuentra patrullando en una de las zonas más peligrosas de la ciudad pues se han escuchado rumores de que un poderoso villano se ha ubicado cerca de ahí para comenzar sus fechorías.

-Que aburrimiento, esta zona está casi desierta por las noches - se dice así mismo mientras camina por cada calle, callejón y salida que encuentra, al parecer los habitantes se encierran desde temprano en sus casas para no ser victimas de la delincuencia, pues el barrio tiene fama de peligroso - ¿Qué estará haciendo Kacchan ahora? -

El cenizo y él están comprometidos desde hace algunos meses, después de cinco largos años de relación, la cual iniciaron en su último año en UA, se han decidido a dar el siguiente paso y ya tienen casi todo listo para su boda.

-No deberías andar tan solo por esta zona tan peligrosa pequeñín - ¿Pequeñín? sensor de peligro se activa haciendo que de un rápido movimiento oprima el botón de pánico en su traje, el cual tiene la función de mandar su ubicación a su agencia para que manden refuerzos -

Ni siquiera tiene tiempo de contestar, siente como su cuerpo comienza a encogerse poco a poco, estira su mano frente a él observándola hacerse cada vez más chiquita, los últimos segundos que su mente dura consiente entra en un enorme pánico.

-Kacchan - logra susurrar antes de perderse en si mismo -

-Vaya, no creí que sería tan fácil - dice el villano mientras se acerca a donde minutos antes estaba el héroe Deku -

Una explosión se escucha muy cerca cayendo justo delante del villano, el cual se aleja lo más posible de la figura que comienza a emerger de la oscuridad con un aura bastante amenazante.

-¿Donde mierda está Deku maldito infeliz? - un escalofrío recorre la columna vertebral del villano cuando la amenazante voz se une a las manos que echan ligeras chispas. Ante esto no tiene otra opción que señalar el lugar a donde el símbolo de la paz estaba -

-Está justo ahí - dice con voz despreocupada como si realmente nada hubiera pasado. Al girarse el rubio se queda estático un segundo -

-¿Kacchan? - la voz chillona e infantil resuena por todo el callejón en el que se encuentran -

-¿Que mierda... - no termina la frase porque el pequeño peliverde corre hasta sus brazos mientras llora asustado sin entender que pasa a su alrededor, pues no solo su cuerpo ha sido infantilizado, también su mente - Ya, ya, ya, tranquilo, todo está bien, estoy aquí para protegerte - con voz melosa lo consuela mientras acaricia sus rizos verdes. Pensando que el héroe esta distraído el villano intenta escapar, recibiendo una explosión directa a la cara - ¿Qué le has hecho a Deku, maldito? - aún con el pequeño en brazos mantiene al villano inmovilizado contra el suelo con una de sus piernas -

-Ha sido victima de mi don de infantilización, no es nada grave héroe, en unos días pasará el efecto - con rabia lo empuja más contra el suelo -

-¿Porque mierda lo hiciste? - el peliverde comienza a llorar asustado por tanto ruido y gritos, además de que le asusta el aura asesina que ahora desprende el cenizo, por obvias razones -

-Era la forma más fácil de capturarlo - de un puntapié lo deja inconsciente para después hablar a la agencia para que manden refuerzos para arrestar al villano -

-Mierda Deku, ¿Qué voy a hacer contigo? - el pequeño cansado de tanto llorar se acurruca en el voluminoso pecho del héroe, el cual le parece bastante suave y acolchonadito para quedarse dormido en la seguridad de sus brazos - Pervertido - le susurra de forma juguetona a pesar de que ya se ha quedado dormido, pues siendo un adulto adora recostarse sobre sus pectorales -

-Dinamight, ¿Qué ha pasado? - Aizawa llega por detrás de él mientras algunos policías comienzan a inmovilizar al aún inconsciente villano en el asfalto - ¿Dónde está Deku? - escucha la voz de Shoto quien se acerca también con Inasa pisándole los talones-

-Aquí - les dice girándose para dejar al descubierto al pequeño peliverde con traje de héroe completamente dormido en sus brazos -

-Que pequeño tan tierno - el pelinegro intenta acercarse tendiéndole los brazos para cargarlo pero el cenizo con su mano libre lo aleja -

-Kats préstamelo un momento para cargarlo - Ahora es Shoto quien intenta tomar al pequeño, recibiendo una pequeña explosión en el rostro - Eres un envidioso - hace un ligero puchero con los labios -

-Nadie va a tocar a mi Deku - como si lo entendiera el pequeño aún dormido se acurruca más contra su pecho buscando su calor -

-Pero si solo es un pequeño, es demasiado tierno como para no apachurrar sus cachetitos - de nuevo intenta acercarse, recibiendo una nueva explosión aunque esta si logra esquivarla -

-Te dije que te alejes de él maldito bastardo mitad y mitad - el pelinegro sonríe divertido ante la actitud tan protectora del cenizo, aunque claro, siempre ha sido así con Izuku aún siendo un adulto funcional, pues siendo un niño lo será aún más -

-Chicos tranquilos - Inasa le tiende una tablet al mayor - Aquí dice que el quirk del villano dura entre cinco a ocho días, así que durante ese tiempo Midoriya tendrá que estar bajo estricta vigilancia y protección ya que al ser un niño no entiende la situación -

-Yo lo cuidaré Shota, es mi deber, aparte de mi socio y compañero, también es mi prometido - todos asienten, saben que no hay otra opción, una porque el cenizo no lo permitirá y dos porque si lo contradicen serán explotados por él -

-Se que no sabes mucho sobre cuidado infantil así que te recomiendo que le hables a tu suegra para contarle la situación y ella te asesore un poco sobre el tema - empiezan a retirarse cada quien a sus respectivos hogares - Puedes tomarte estos días libres, nosotros nos haremos cargo en lo que ambos regresan -

-Gracias Shota -

Al llegar a su casa con el peliverde aún dormido en sus brazos entra casi arrastrando los pies del cansancio, lo recuesta en la cama para después tomar una ducha rápida, necesita descansar, toda la situación no solo lo ha cansado físicamente, también lo hizo mentalmente. Una vez termina su ducha, se pone una pijama mientras va a su armario, toma la playera más pequeña que encuentra y se la pone a Izuku para que pueda dormir cómodo, quitándole su traje de héroe en el proceso.

Al despertar a la mañana siguiente siente un ligero peso extra sobre su pecho, al abrir los ojos choca con la preciosa mirada jade de su prometido hecho niño, quien lo está mirando fijamente, esperando a que despierte para poder jugar con él. Al mirarlo completo se da cuenta que se ha puesto su traje de héroe de nuevo.

-Kacchan vamos a jugar a los héroes - baja de la cama como rayo para salir corriendo hacia la sala del departamento - Tu eres el villano, atrapameeeeeee - entre risas corre por toda la sala, esperando a que el rubio vaya tras él. Al verlo aparecer aún en pijama lo mira con un puchero en el rostro - No te has puesto tu traje de villano, no podemos jugar si no te lo pones - cruza sus pequeños bracitos haciendo que el cenizo muera de ternura -

-Ya voy pequeño nerd - va de nuevo hasta la habitación para cumplir el capricho del pequeño - Cuando regreses a tu estado normal me las voy a cobrar pecoso - susurra solo para él, pensando en la venganza perfecta -

-Ahora si, atrapame Kacchan - de nuevo sale corriendo cuando lo ve entrar a la sala, recorriendo todas las habitaciones mientras intenta huir del malvado villano, riendo, gritando y divirtiéndose en el proceso, todo el conjunto hace que el cenizo sonría, se siente dichoso al ver a su Izuku ser feliz -

Los días pasan entre juegos de niños, prepararle comida nutritiva, alimentarlo, bañarlo y acostarlo esperando el momento en el que regresará a su forma real. Después de ver a Izuku en ese estado ha decidido que si quiere tener hijos, al parecer es más divertido de lo que creía.

La noche del sexto día se van a dormir como lo han estado haciendo los últimos cinco días, el peliverde sobre el abdomen del cenizo mientras recuesta su cabeza en sus pectorales para usarlos como unas cómodas almohadas, con la única diferencia de que en el transcurso de la noche el peliverde vuelve a su tamaño normal aún completamente dormido.

-Mierda pesas más Deku - abre los ojos lentamente para encontrarse con la enorme mata de rizos verdes que ya conoce a la perfección - Por fin - grita feliz despertando al peliverde de un sobresalto -

-Kacchan no seas tan ruidoso - se talla los ojos a medida que va despertando por completo asimilando lo que ha pasado y con los recuerdos intactos de todo lo que pasó en la última semana. Se sonroja visiblemente -

-Así que lo recuerdas he - nota el sonrojo mientras lo tira de espaldas a la cama para posicionarse sobre él - Después de haber soportado eso durante seis días tendrás que pagar un castigo justo para recompensarme - con las manos cubriéndose el rostro por la vergüenza le pregunta -

-¿En que castigo estás pensando Kacchan? - el cenizo lo mira con cara de travesura -

-Quiero mínimo dos bebés - ante estás palabras el peliverde se descubre el rostro para gritar un fuerte -

-¿Kheeeeeeeeeeee? - comienza a marearse de la impresión, pues hasta hace unos meses Katsuki no quería tener bebés -

-Después de ver a la versión mini de ti, tan tierna, tan juguetona y tan bonita, he decidido que quiero los propios y si se parecen a ti mejor - lo abraza fuertemente dándole muchos besos en el rostro hasta que al final une sus labios en un apasionado beso -

-Te daré los que quieras Kacchan - le susurra mientras se deja llevar por la pasión poco a poco, empezando a practicar para concebir a su primer bebé y si digo el primero porque al final terminarán con cuatro integrantes nuevos en la familia Bakugo Midoriya -


Sentimientos

Los estudiantes de la UA han ido a una visita a la agencia de héroes de Endeavor, pues Aizawa quiere que se familiaricen un poco con el trabajo de una, que tengan claro que no solo se trata de atrapar villanos, también deben hacer la parte administrativa y todo lo que conlleva.

Katsuki e Izuku ya han mejorado bastante su relación, ya no solo son rivales, ahora también son muy buenos amigos, incluso se podría decir que son mejores amigos, en los últimos meses han estado hablando sobre fundar una agencia de héroes conjunta ya que trabajan mejor como el wonder dúo, así que quieren aprovechar la visita para saber por donde empezar.

-Bueno chicos, Endeavor nos ha dado carta libre para recorrer las instalaciones, como ya son alumnos del último año voy a confiar en que sabrán comportarse sin vigilancia - todos asienten emocionados por poder recorrer cada centímetro del lugar, sobre todo el peliverde y el cenizo - para que sea más fácil, necesito que formen parejas - por acto reflejo Izuku toma el brazo de Katsuki, sonrojándose inmediatamente después -

-Es que... ya que queremos fundar una agencia juntos... sería mejor si hacemos el recorrido juntos - tartamudea un poco al hablar por la vergüenza de haber sido visto por su profesor casi abalanzarse sobre el cenizo, sin embargo, Aizawa únicamente sonríe, él sabe sobre los sentimientos inconscientes de ambos, solo está esperando a que ellos mismos se den cuenta -

-De acuerdo Nerd - no dice nada más para que no note el ligero sonrojo que le ocasionó con su acción -

-Bueno ya que las parejas están formadas y las he anotado, pueden comenzar el recorrido solo recuerden no tocar nada ni hacer destrozos -observa a Kaminari, Zero y Minetta, quienes levantan las manos en señal de inocencia - Los veo a todos en el comedor de la agencia en dos horas -

Es así como comienzan su recorrido, una hora después el cenizo y peliverde han recorrido la mayoría de los espacios, ya con una idea clara en la cabeza de lo que quieren para su agencia, al quedarles todavía una hora libre deciden ir al comedor antes y pedir una buena dosis de comida, suben al elevador y cuando comienza a bajar sienten un tirón que casi los manda al suelo, afortunadamente Izuku logra sostenerse con látigo negro y tomar a su compañero en el proceso pegándolo un poco de más a su cuerpo, por el momento no le prestan atención a esto, están más preocupados por las luces parpadeantes y el elevador bloqueado entre el piso 20 y el 21.

-Mierda, ¿Qué ha pasado? - un confundido Katsuki va a explotar el lugar para salir de ahí cuando escucha que los altavoces se activan -

"Hemos sufrido el ataque de un villano, los héroes ya lo han contenido, sin embargo debemos esperar unos momentos para que todos seamos puestos a salvo, les pedimos paciencia"

Después de que el mensaje termine de sonar, Izuku escucha el tono de llamada de su teléfono, es Aizawa.

-¿Sensei? -

-Midoriya, ¿están bien? - se escucha el ajetreo al otro lado de la linea al parecer su profesor se encuentra corriendo -

-Si, solo nos quedamos atrapados dentro de un elevador - es entonces que comienza a notar la cercanía de su amigo de la infancia, haciendo que los nervios aparezcan -

-Quédense ahí, en un rato los rescataremos, debemos intentar hacer el menor daño posible a las estructuras - después de eso le cuelga -

-Tendremos que quedarnos un rato aquí Kacchan - al girar el rostro para enfrentar a su amigo, lo ve demasiado cerca, no se había percatado que por la sorpresa del ataque lo había atraído hacia su cuerpo como un imán. Algo sonrojado lo deja sobre el suelo del elevador -

-Tsk, pues habrá que esperar - sus mejillas se encuentran sonrosadas, el ligero acercamiento al cuerpo del peliverde lo puso alerta, sus palmas comenzaron a sudar, su estomago se revoloteo y su amiguito de abajo despertó levemente, es por ello que se gira para darle la espalda y no note lo que ha causado. Justo ahora comienza a analizar como en cámara rápida todo lo que ha pasado durante los últimos años, sobre todo durante los últimos meses, hasta que llega a una certera conclusión "Estoy enamorado del nerd", ¿Cómo lo sabe?, pues ante cada acercamiento sus palmas comienzan a sudar, mientras su estomago se contrae como si miles de mariposas o tal vez abejas asesinas estuvieran furiosas dentro, también está el hecho de que busca más su compañía que la de los demás y el pequeñísimo, insignificante detalle de que se ha encontrado deseando sentir sus labios en demasiadas ocasiones, siempre pasando todos esos pensamientos por alto.

-Mierda- sisea despacio, "¿Porque justo ahora?" se pregunta así mismo mientras su subconsciente le contesta "Porque están atrapados solos en un elevador, puedes hacer lo que tanto has deseado" -

-¿Kacchan? ¿Estás bien? - el peliverde se encuentra preocupado por el repentino silencio de su amigo, pues no acostumbra ser tan callado y menos en una situación como en la que están, para él no es novedad sentirse atraído por el cenizo, desde pequeño lo ha sentido, aunque siempre lo ha confundido por admiración hacia él - ¿Kacchan? -

De un brusco movimiento lo empotra contra la pared del elevador, con su fuerza no le es demasiado difícil, mientras que el cuerpo del peliverde por acto reflejo ha enredado sus piernas alrededor de las caderas del otro.

-Kac... chan...? - se encuentra confundido, aún más por la profunda mirada carmesí sobre sus rosados labios -

-No sé si es un buen o mal momento para darme cuenta de esto Nerd - sube su mirada hasta los ojos esmeralda, los cuales ya lo miran con admiración y un toque de deseo, pues el peliverde está comenzando a darse cuenta de que sus sentimientos no son solo admiración, también hay un toque de amor y deseo por su compañero de toda la vida - Creo que estoy enamorado de ti, es por ello que pienso en construir un futuro contigo, nuestra agencia, patrullajes juntos y si tu lo aceptas, un departamento para ambos - los ojos jade comienzan a brillas con lagrimas contenidas de felicidad, pues eso es lo mismo que el ha deseado siempre, un futuro junto a Kacchan -

-Creo que también estoy enamorado de ti Kacchan, quiero todo eso contigo y muchísimo más - el cenizo se abalanza sobre sus labios para robar el primer beso de todos los que se darán en la relación que da inicio justo ahora -

Están tan inmersos el uno en el otro que no notan cuando las puertas del elevador se abren dándole paso a Aizawa, quien sonríe al verlos tan acaramelados el uno con el otro.

-Jum.. jum... - los chicos se separan de golpe con el sonrojo hasta las orejas - Ya han restablecido todos los servicios dentro de la agencia chicos, bajen al comedor - ambos pasan por delante de él como alma que lleva el diablo - por cierto - ambos se detienen esperando algún regaño - Me da gusto que por fin se hayan dado cuenta de sus sentimientos, la tensión amorosa entre ustedes ya era palpable en el aire - sus amigos quienes van entrando al pasillo por el que ellos iban asienten en acuerdo con las palabras de su profesor, aún sin saber del todo el contexto de porque las dijo, provocando que se sonrojen aún más -Solo ustedes no se daban cuenta -

Todos sonríen felices al ver como el cenizo toma la mano del peliverde para salir corriendo hacia el comedor, escapando de todos en el proceso, feliz de que ahora no solo tiene un amigo con quien construir un futuro, si no también, a su compañero de vida, su pareja.