Aclaraciones: Todo el contenido conocido pertenece a la Saga de Harry Potter.

Advertencia: Contenido +18 Puedes encontrar violencia, pensamientos suicidas y contenido sexual

Dramione de principio a fin.

Estamos ubicados en el séptimo libro.

Se cambiaron hechos y fechas para favorecer a la trama.

Disfruten la lectura.

Capitulo 13

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Los recibió la brisa fresca de la playa, la noche había caído y el cielo, plagado de estrellas parecía calmado.

– Es en esa casa amo Malfoy – Dijo la pequeña elfa Gremia mirando al rubio, los había llevado ahí por medio de una aparición, Hermione parecía nerviosa. Habían pasado un par de días desde el suceso en la mansión de los Malfoy, no estaba segura de que sus amigos siguiesen en el refugio.

Esperaba de verdad encontrarlos ahí.

– Gracias Gremia, regresa a la mansión te avisaré si necesito algo – Le indicó y la elfa asintiendo desapareciendo.

– Vamos – Le escuchó decía a la Gryffindor.

Pronto estuvieron frente a la casa, Hermione llamó a la puerta y una joven rubia a la que Malfoy reconoció enseguida abrió la puerta, esa misma había participado en la copa de los 3 magos en cuarto grado, la rubia miró a Hermione y se abalanzó sobre ella de pronto.

– Por Merlín Hermione pensé que no volvería a verte – Dijo con aquel acento extranjero. Draco estaba impasible, mirando la escena, dio un paso hacia atrás pues no veía oportuno interrumpir.

– Draco me salvó – Explicó la chica respondiendo a su abrazó. Fue entonces que Fleur alzó su mirada encontrándose con Malfoy, mostró sorpresa.

–¿Tu eres quien envió a la elfa? – Draco asintió.

–¿Fleur? ¿Quién llegó? – Hermione escuchó la voz de Harry y no pudo evitar correr hacia el abrazándolo.

–¿Hermione? – El joven ojiverde parecía sorprendido. Su mirada paró en Malfoy de inmediato comprendió.

–¿Hermione está aquí? – Era Ron quien bajaba las escaleras de la casa con un brazo vendado.

Draco se mantuvo tranquilo en la entrada.

– Gremia nos lo explicó, no pensé verte de regreso… - Murmuró Harry, sabía que su mejor amiga estaría segura con Malfoy, lo supo en cuanto Gremia les contó lo sucedido. Hermione se apartó de Harry.

– Harry aún no hemos terminado lo que empezamos, no los dejaré solos con esto, me necesitan… – Aclaró.

– Si, lo mismo dije… – Esta vez Ron interrumpió – Te ves bien Malfoy – Draco se encontró con la mirada de Weasley – Sé lo que hiciste por Harry en la mansión y también salvaste a Hermione, gracias – Draco no dijo nada, se sentía incomodo por la sinceridad que mostraba el pelirrojo. Nunca se habían llevado bien y de hecho prefería su hostilidad.

Hermione estaba sorprendida también aunque una sonrisa apareció en sus labios sintiendo una calma en su pecho.

–¿Hermione? – Una voz suave y femenina atrajo las miradas de todos.

–¿Luna? – La rubia formó una sonrisa soñadora en su rostro tranquilo antes de abrazarse con Granger.

–¿Qué haces aquí? – Draco se tensó enseguida, pequeños detalles que había decidido omitir.

Luna lo miró suspicaz.

– Me capturaron los mortifagos… No les gustó lo que mi padre estaba escribiendo en el quisquilloso – Le contó

–¿Dónde estabas?

– En la mansión de mis padres – Le escuchó decir a Malfoy, sus miradas se encontraron a través de la estancia. Harry y Ron decidieron guardar silencio.

– Hermione, sino fuera por Malfoy yo probablemente estaría muerta – Draco apartó la mirada.

–¿A qué te refieres? –

–¿Por qué no se lo dices tú?-

– No me debes nada Lovegood – Siseó él, definitivamente el agradecimiento era algo que no podía recibir, no sentía merecerlo.

– Planeaban matarme pero él le dijo a su padre que podrían utilizarme de alguna forma para acercarse a Harry – Mencionó la rubia con una sonrisa suave en sus labios, con ese tonó soñador como si estuviese recitando un cuento infantil.

Hermione miró a Draco, este parecía incomodó pero sintió algo cálido en su pecho por las palabras de su amiga.

– También estaban Ollivanders y un Goblin capturados, Gremia nos trajo a todos aquí – Esta vez fue Harry el que habló – Dobby igual llegó a intentar salvarnos.. – Su voz se escuchó extrañamente débil al final.

Draco levantó la mirada hacia el ojiverde, ese nombre trajo a su mente recuerdos lejanos de su infancia. De pronto estaba notablemente interesado.

– Se sacrificó por nosotros – Esta vez Ron habló, Hermione miró a Harry y sintió que le estrujaban el corazón, apreciaba a esa pequeña criatura, libre, honesta y amorosa.

– Su muerte no será en vano, tenemos que terminar con esto… - Draco escuchó a Harry pero su mente paró en Dobby, miró el suelo apretando los labios.

No definitivamente, no debía ser en vano.

–¿Qué tienen planeado? – Preguntó Draco

–¿Vas a ayudarnos? – Ron estaba sentado en ese momento en las escaleras mirando al rubio.

– Si – Respondió Draco, Harry le dirigió una mirada a Hermione, ella asintió.

Fleur en ese momento había ido a atender a Ollivanders junto con Luna, parecía que requerían privacidad y ambas lo entendieron.

–¿Le has contado algo? -Preguntó Harry

– No aún no – Hermione miró a Draco quien se mantuvo tranquilo, parecía una estatua en mármol, apoyado casualmente contra la pared. Condenadamente guapo a su parecer aunque no fuese momento de pensar en ello. Él lo notó, le ofreció una sonrisa que la hizo enrojecer. Harry no fue ajeno a ello.

–¿Podemos confiar en ti? –

– No lo sé Potter, dímelo tu – Contestó él fríamente, con sarcasmo volviéndose al pelinegro – Los salve ¿o no? –

– Esto es serio Malfoy – Declaró el ojiverde, Ron se limitaba a observar.

– Yo confío en él Harry – Draco sintió una agradable sensación en el pecho, cuando la castaña habló.

Harry finalmente suspiró, se sentó sobre un sofá desgastado al centro de la sala – Esta bien.. – Apretó los labios – Estamos buscando… Horrocruxes – Draco sintió un escalofrío, había escuchado sobre eso, era una magia antigua y maligna – Dumbledore nos dejo la misión, de destruirlos, solo así podremos vencer a Volvemort – Se sintió incomodo de escuchar sobre Dumbledore, Hermione se percató de ello, pero Malfoy no se dejo guiar mucho por ello, así que el malnacido había fragmentado su alma.

–¿Cuántos? – Salió por sus labios – Son muy difíciles de destruir, solo magia muy poderosa podría… - Advirtió.

– Lo sabemos, solo quedan 3. –

–¿Saben donde están? – Preguntó él, parecía una misión imposible – Pueden ser cualquier cosa hasta un puto zapato –

– Yo creo que podría estar alguno en Gringotts, Bellatrix se puso histérica cuando vio la espada de Gryffindor – Informó la castaña atrayendo la atención de los tres – Quizá Voldemort le pidió guardar alguno o incluso los tres – Añadió rápidamente.

– Yo estaba pensando lo mismo – Sugirió Ron ahora.

– Yo igual lo pensé – Esta vez hablo Harry.

– Entrar a Gringotts es imposible – Meditó Draco en voz baja – Pero.. – Hermione lo miró – Podría atraer a mi tía, me está buscando -

– Es muy peligroso, podría matarte – Exclamó ella enseguida

– No es mala idea – Draco y Harry se miraron – Podríamos usar Imperio.

– No funcionará, es inmune a él – Aclaró el rubio.

–¿Entonces que propones? –

-Si conseguimos un mechón de su cabello podría alguien hacerse pasar por ella – Meditó unos momentos, la poción multijugos requería muchos ingredientes y mucho tiempo en su preparación – Solo necesitamos la poción.

– En mi bolso tenía – Se quejó la castaña.

– Ah eso, pudimos rescatarlo – Informó Ron

Hermione casi da un brinco del alivió pero se contuvo

– No creo que mi familia haya informado aún de mi … situación, tendríamos que actuar rápido, lo ideal es asesinarla –

– Podríamos usarla para sacar información. – Dijo Ron y Draco casi suelta una carcajada pero se contuvo.

– Experta en oclumancia, disfruta ser torturada, no sirve el imperio con ella e incluso el varitaserum, suerte intentándolo – Se burló él, había desdén en su voz aterciopelada.

– Parece que la admiras Malfoy – Soltó el pelirrojo.

– Es una hija de puta Weasley solo estoy dando los hechos, lo único que podemos hacer con ella es matarla antes de que nos mate– Hermione se mordió el labio pensando.

– Draco tiene razón – Murmuró al final – Es muy peligrosa…– Un escalofrío recorrió su cuerpo llevándose inconscientemente la mano a su cicatriz.

– Debemos de planearlo bien – Soltó Hary en un suspiro, igual deseaba su muerte, ella le había arrebatado a su única familia.

– Nuestros planes nunca funcionan Harry, hay que actuar ya – Soltó Ron.

– Mañana por la mañana, me comunicaré con Blaise talvez pueda lograr que este con ella para que nos ayude –

–¿Blaise? – Intervino Harry

-Es amigo de Draco, dijo que podría ayudarnos – Se apresuro a aclarar Hermione.

-Bien, espero sea confiable –

Yo también Potter, yo también.

Hermione decidió quedarse en el refugio, Draco habría regresado a su mansión para prepararse para lo que sucedería la mañana siguiente, cuando se encontró con sus dos mejores amigos en una de las habitaciones del refugio se pusieron al día, Harry y Ron habían conseguido hurtar la varita de Bellatrix y la de Narcissa además de la espalda de Godric, tuvieron una conversación con el Goblin de Gringotts, su nombre era Griphook, no parecía ser confiable pero por lo menos les serviría de guía en la estúpida misión que se llevaría a cabo a la mañana siguiente, estaban tan nerviosos que no podían dormir.

– Hermione….. – Atrajo su atención Ron mientras ella leía un libro de su colección personal para calmar su mente y sus ansias, ahora que sentía alivio en el vacío que antes experimentaba solo sabía sentir ganas de estar con Draco.

– Dime – Dijo ella cerrando su libro.

–¿Te contó todo Malfoy? – Ella se sonrojó.

– Si… -

–¿Vas a regresar con él? – Esta vez Harry habló.

– No lo sé – Empezó a juguetear nerviosa con los bordes de su libro – No creo que debamos hablar de esto, mañana será un día complicado.

– Hermione, mañana será un día peligroso, no quiero pensar en eso ahora – Se quejo el pelirrojo.

– Ni yo – Harry suspiro, estaba acostado en una de las camas mirando el techo – Yo quisiera ver a Ginny… – Una almohada cayó sobre su cabeza y Hermione soltó una risa.

– Vamos Ron ¿te molesta? –

– Es mi hermana menor

– Y él tu mejor amigo ¿quién mejor que él? – Hermione rodó los ojos.

– Vale, no cambies de tema Hermione – Esta vez Harry atrajo su atención.

– No lo sé Harry no se que siento por él, no tengo mis recuerdos…. Solo lo que él pudo mostrarme… - Murmuró..

–¿Mostrarte? – Preguntó.

– Me dejo ver sus recuerdos con Legeremancia –

– Uf… eso es.. doloroso…- Harry sintió un escalofrío recordando sus clases con Snape. Hermione lo observó y negó con el rostro.

– Bueno él.. no puso resistencia – Por un momento dudó si habría sido doloroso para él – ¿Por qué no me lo contaron? – Frunció el ceño.

– No había razón además había cosas más importantes que hacer… No pensé que fuéramos a encontrarnos con él… – Mencionó Harry.

– Tienes razón… - Murmuró – Él ha hecho muchas cosas… malas… - Su voz fue ridículamente baja cuando mencionó aquello.

– Hermione estamos en guerra, cada quien sobrevive como puede – Se sorprendió cuando Ron dijo aquello – Yo mismo tuve que usar maldiciones imperdonables y matar a un grupo de carroñeros para sobrevivir – Soltó sorprendiendo a Harry también – ¿Me vas a juzgar por eso? – El pelirrojo se dejo caer en una de las camas.

– No lo sabía Ron… – Murmuró Harry

– Da igual, no es algo que me enorgullezca. Solo no pierdan la perspectiva. Estamos en guerra… Malfoy por muy mal que me caiga nos salvó y arriesgo el culo por ti Hermione – La castaña se estremeció, no supo porque sus ojos se humedecieron.

– Él mató a Dumbledore – Harry se tensó, Ron la miró y después a Harry.

–|¿Tu crees que fue él? Voldemort fue el que lo hizo – Harry le dirigió una mirada seria – Él nos tiene sumidos en esta guerra a todos, habrá gente mala como Bellatrix pero también habrá otros con Draco, que protegen a sus seres queridos haciendo cosas que no quieren hacer… – Harry no pudo evitar recordar aquella última conversación que había tenido con el rubio tiempo atrás.

– Todo es muy repentino… – Suspiró Hermione y de pronto tenía ganas de verlo, se sentó en la última cama, abrazándose a si misma recordando el calor de su cuerpo, el ritmo de sus besos, la forma en la que la miraba y tuvo unas ganas increíbles de verlo… ¿El amor requería recuerdos propios? Sí, era lo lógico, el amor para ella se construía con el tiempo, compartiendo momentos con la persona, no aparecía de la noche a la mañana no podía amar a alguien de quien había perdido todo recuerdo.

No podía, era ilógico

Pero porque se sentía así

Su corazón se precipito buscando una respuesta.

Además, realmente le importaba todo lo que él había hecho. Matado a personas inocentes, niños ¿importaba? ¿era tan fría y ruin para ignorarlo? Lo vio vagamente siendo castigado por ello y se le heló la sangre. Ya habría sufrido lo suficiente ¿no?

Estaba muy confundida pero en la confusión aún tenía ganas de verlo, besarlo… abrazarlo.

No quería pensar en ello, no hasta que la guerra terminase.

A la mañana siguiente ya estaban reunidos de nuevo en el comedor, Draco había llegado muy temprano como habían acordado, había conseguido que Blaise aceptara buscar a Bellatrix para darle información falsa, hacerle creer que Draco quería regresar con ellos.

Esperaba que el plan funcionara, no quería llevarse otra muerte innecesaria a la consciencia, sobre todo cuando mantener todos sus sentimientos confinados en un baúl era cada vez más… difícil.

Hermione lo recibió en la puerta, tuvo una necesidad impetuosa de abrazarle pero se contuvo. No quería ser invasivo. No cuando requería serenidad ante la aparente misión suicida que harían en unas horas.

Pronto estuvieron reunidos todos en el comedor, detecto la presencia de una nueva persona. Bill Weasley quien parecía en desacuerdo por dejar ir a su hermano menor aún así no se opuso.

-¿Están listos? -Preguntó Harry todos asintieron.

-Bien Malfoy, cuando quieras – Tomó la mano de Hermione, ella sintió el cosquilleó electrizante de sus dedos cuando él acarició el dorso con cariño, haciendo que su corazón se agitase, un gesto tan discreto y sutil que la hizo enternecer. Acto seguido Ron y Harry sujetaron los hombros de Hermione y juntos desaparecieron.

Cayeron en los bosques que rodeaban la mansión de los Malfoy. El plan era simple, Blaise le haría creer a Bellatrix que Draco quería hablar con ella para solicitar el perdón, lo harían en un punto especifico del bosque, uno donde solía entrenarlo o más bien, torturarlo.

El trío dorado se infiltro en el bosque rodeándolo mientras él se aproximó a la zona señalada, no estaba nervioso, de nuevo, no sentía nada.

Solo unas inmensas ganas de terminar aquello lo más pronto posible.

Miró los alrededores y se sentó sobre la vieja fuente de piedra al centro de un claro, se sentía observado, pasaron unos cuantos minutos antes de que dos figuras negras sobrevolaran los aires frente a él apareciendo entonces la figura de Blaise y Bellatrix frente a él, Blaise se veía cansado, se notaban las ojeras miraba a Draco con insistencia, sabía que estaba nervioso, Bella por otra parte parecía contenta.

–Draco, mi sobrino favorito… – Su voz era melosa, suave parecía cantar en lugar de hablar, cuando se dirigió con paso decidido hacía él, Draco no se movió ni un centímetro de donde estaba, había cruzado los brazos con aquella mirada mercurio clavada en su tía.

–Tía te ves.. bien – Emitió él, su voz sedosa fue sarcástica. Ella ni se inmuto. Se sentó a su lado.

–Sabes Draco… – Murmuró – Pudiste ser un mago grandioso, incluso más que yo… – Añadió, había un timbre sombrío en la voz de Bellatrix.

–¿Por qué ya no puedo serlo? – Preguntó Draco arrastrando las palabras.

–No sabrás lo que me costó hacer que Cissy me contara tu secretito… – Un sonrisa siniestra se presentó en los labios de la mortifaga, al Slytherin se le erizo la piel de una forma desagradable.

–¿Qué le hiciste a mi madre? – Preguntó

Hermione no podía escuchar nada desde donde estaba, esperaba impaciente la señal de Draco, algo le decía que las cosas no iban bien, el rubio estaba muy tenso.

Blaise se mantuvo impasible, mirándolos, sabía que esto era una locura, terminaría muy mal.

–¿Ahora te importa? Tu la abandonaste – Susurró acercándose a su oído. Sentía que todo le pesaba y su baúl se fracturó violentamente.

–¿Qué le hiciste a mi madre? – Volvió a preguntar

–Bellattrix sacó su varita y en un movimiento la imagen de Narcissa Malfoy estuvo frente a él, estaba en los calabozos, encadenada, ensangrentada, violentada y desnuda en el frío. El corazón se le detuvo, las manos le temblaron. Blaise se quedó anonadado, miró a Draco con una mueca, sus miradas se encontraron "hazlo ahora" suplicó con los labios.

Y Draco se desconoció.