—¡Todos a un lado! ¡Tenemos una emergencia! —gritaba un paramédico, entrando rápidamente en el hospital empujando una camilla.

Todas las personas que se encontraban en la sala comenzaron a moverse a las orillas, dejando pasar a los heridos.

— ¿Qué sucedió?—exclamaba el dueño y médico principal del hospital, un joven de cabello y ojos negros, de prominente altura y porte elegante.

—Accidente automovilístico, cinco involucrados; tres de ellos tienen daños graves y muchos cortes, el otro acompañante tiene solo heridas en los brazos y rostro—decía uno, acompañado con un médico de emergencia.

—Su ritmo cardiaco se encuentra bien, no parece presentar lesiones internas—

—Pero no podemos decir lo mismo de los demás—decía uno de los médicos—Todos presentan daños internos, tenemos que operar de inmediato—

—Bien, preparen los quirófanos, ¡Vamos!—decía el pelinegro, mientras anotaba los datos que le iban mencionando en una hoja— ¿Hay manera de identificarlos?—

—Revisaremos que los demás tengan identificación—sacando una cartera de su bolsillo—Esta es del chico rubio de aquí, lo estaremos enviando a curación y después al ala general—

—Naruto Namikaze-Uzumaki, doncel de… 22 años de edad—murmuro el médico, al ver su identificación—Llévenselo a curación—

—Si Uchiha-sama—musitaron unas enfermeras, mientras tomaban la camilla.

—Cuando esté listo llévenlo a la sala de observación, necesitamos ver que no tenga algún daño—

—Ya escucharon todos, ¡Muévanse! —

Todas las enfermeras seguían a los doctores implicados en el caso, llevándose consigo a los heridos.

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—No entiendo porque eligió la intratubárica, digo, es la más invasiva y no tiene muchos casos de éxito—decía un pelirrojo, mientras lavaba sus manos y brazos.

—Yo tampoco entiendo, Gaara-san, pero es lo que el paciente quiere—

—Lo sé, lo sé…—término de lavar sus manos, y comenzó a prepararse para la intervención —Es que simplemente no puedo entender porque acepto ese riesgo, digo, sabes que es altamente experimental el hacerlo de forma externa—

—Creo que escuche de Tsunade-san que no quería que metiéramos una jeringa por su vagina—

—Pues no creo que a sus 28 años sea virgen, así que ni idea—el pelirrojo termino de ponerse lo necesario para la intervención, y entro en la sala—¿Cómo se encuentra el paciente?—

—Se encuentra bien, se encontraba dormido cuando le colocamos la anestesia—decía una enfermera, que sostenía una máscara de oxígeno.

— ¿Dormido? ¿Por qué?—

—No sabemos exactamente porque, pero Tsunade-san dijo que le habían inyectado fuertes medicamentos para que hubiera mejores resultados con la intervención, y que tal vez era eso—

— ¿Y quién fue el que lo trajo?—

—Mino-san lo trajo, Gaara-san—

— ¿Mino? ¿El camillero que rompió sus anteojos ayer?, espero que estemos operando al paciente correcto—

—Si lo es, el mismo Mino-san lo reviso varías veces—

—Bueno, yo solo vengo a asistir, no es mi responsabilidad—decía el pelirrojo, negando con la cabeza—Deberíamos comenzar con la intervención ahora, llamen a Kuma-sensei—

—Sí, Gaara-san—dijo la enfermera, saliendo de la sala.

— ¿Cuál es el nombre del paciente?—

—Su nombre es Deidara Namikaze, doncel de 28 años—

—Se ve demasiado joven para esto—el pelirrojo froto un poco su mano en las mejillas del chico, viendo que las marcas en forma de bigotes eran reales—Vaya, pensé que era maquillaje—

—Parece un niño en festival—

—Ya basta de cháchara—exclamo un médico, entrando a la sala—Es hora de comenzar—

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El ambiente se sentía un poco pesado cerca de los quirófanos de emergencia, ninguno de los doctores presentes decía nada.

—Hicimos todo lo que pudimos, Sasuke, tenían demasiados daños internos—exclamaba una doctora de cabello rubio, palmeando el hombro del Uchiha—No había nada que hacer—

—Hubiera deseado que se salvaran… eso es lo que hace un médico, salvar a la gente…—

—Veo que tu orgullo sigue controlando tu vida, ¿eh, Sasuke? —

—Cierra la boca, Tsunade—el pelinegro dio un suspiro, y negó levemente con la cabeza—Tendremos que ver si el chico doncel ya despertó, hay que… hay que darle la noticia—

Sasuke y Tsunade salieron de la sala de emergencias, dirigiéndose al ala general, específicamente a la zona donde se encontraba aquel rubio doncel.

— ¿Ya despertó Naruto Uzumaki? —decía el pelinegro, acercándose un poco a las cortinas que rodeaban a su paciente.

—Aun no señor—exclamo una enfermera, haciendo una ligera reverencia.

—Mal día para estar atendiendo en área emergencias—murmuro la rubia, negando con la cabeza.

—Calla, Tsunade—dijo, soltando un suspiro—Tráenos las formas del paciente, haremos una revisión general—

—Sí, Sasuke-san—volvió a hacer una reverencia, y se dirigió a con las encargadas de la sala.

—Sera feo explicarle al chico que toda su familia falleció—decía Tsunade, acariciando levemente las cortinas.

— ¿Feo? Será horrible—

—Aquí están los papeles, Sasuke-san—

—Gracias, puedes retirarte—tomando la tabla de datos.

—Sí, Sasuke-san—realizo una reverencia de nuevo y se fue.

La chica los guió por algunos pasillos, hasta entrar a la recámara del rubio.

—Aquí está el paciente Uzumaki, si necesitan algo por favor avísenme—

—Lo tendremos en consideración; puedes retirarte—

—Si señor—

—Bien, dime que dice su ficha de datos, Tsunade—decía mientras le entregaba la tabla a la rubia.

—A ver… su nombre es Naruto Namikaze-Uzumaki, nació el 10 de octubre del 96; tiene una altura de 1.65 metros, pesa 62 kilogramos, medidas 70-60-90—

— ¿Por qué rayos tienen la información de sus medidas?—

—Curiosidad, Sasuke, curiosidad—

—Ahh… bien, sigue—

—Cierto, amm… se acaba de graduar de pediatría en la Universidad de Tokio… con honores…—

— ¿Todo un genio, eh?—

—Eso parece…—

—Bien, ¿Algún daño interno, quemaduras…?—

—Al parecer solo tenía heridas leves y rasguños; sus radiografías no presentan ninguna contusión o daño, y sus órganos parecen saludables—decía, mientras miraba las imágenes—Según los paramédicos, el chico quedo atrapado entre el asiento de conductor y el suyo; sobrevivió de milagro—

—Tuvo mucha suerte… aunque no sé cómo se sentirá al saber que su familia ha muerto…—

—Bueno, eso lo veremos luego, ¿quieres revisarlo por segunda vez? —decía la Tsunade, con una mirada pervertida.

—Tranquilízate, Tsunade, que sea doncel no significa que me atrae…—

—Ay ajá, y yo vengo al trabajo sobria todos los días—

—Revisemos al paciente de una vez, ¿sí? Aún tenemos trabajo que hacer—

—Okay, okay, pero hablaremos de esto más tarde…—

—Ahh…—

Ambos doctores se acercaron a la cama del chico, retirando las cortinas que le rodeaban.

—Un minuto…—el doctor hizo a un lado la máscara de oxígeno del paciente, mirando atentamente su rostro— ¿¡QUIÉN DEMONIOS ES ÉL!?—

—¡Niño estúpido! ¿Ya no reconoces a tus pacientes? —

—Te juro que nunca olvido una cara, Tsunade… y puedo apostar que este no es el chico que entro junto con los otros—se veía muy alterado, literalmente jalaba de su cabello.

— Entonces… ¿dónde está? —

—Se supone que debe estar aquí… a no ser…—

— ¿A no ser que…? —

—¡Rápido! ¡Informa a todo el hospital de la búsqueda de un paciente rubio con marquitas de gato en la cara!—

— ¡Si, Sasuke-baka! —dijo la mujer, saliendo de la habitación.

— ¡RESPETA A TUS SUPERIORES! ¡MUJER BORRACHA! —

"¿Dónde demonios podrá estar?" pensaba, corriendo al vestíbulo.

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Varios días después…

Me… duele la cabeza…
¿Dónde estoy?

—Veo que ya despertaste… ¿Cómo te sientes? —

Escucho una voz… pero no entiendo lo que dice…

—Descuida, llamare al doctor…—

— ¿D-doctor? —

Solo escucho el sonido de la puerta cerrándose…

— ¿P-porque me duele todo…? —

Solo recuerdo que salimos de mi graduación, papá conducía…

—¡Auch! ¿Qué?—trate de sentarme, pero sentí un fuerte dolor en la cadera.

¡Mis huesos! No debí moverme tan rápido.

— ¿Así que termine en un hospital? Espero que todos estén bien…—papá estará enojado, el no bebió nada para ser el conductor responsable.

Vi bien mi habitación, era color rosa pastel y tenía unos pequeños dibujos. ¿Qué no es comúnmente blanca?

—Mmm… esos dibujos se ven raros; ¿pero que son…? —parecía como bebés...

—Me alegra que haya despertado, señorito Namikaze—

Es raro que me nombren con el apellido de papá, casi toda la gente me dice con el de mamá.

—Le tenemos grandiosas noticias; la intervención fue todo un éxito, el medicamento hizo efecto en usted y su cuerpo acepto de gran manera el tratamiento—

¿Operación? ¿Tratamiento? ¿Me paso algo?

—Y la otra es, como todo salió bien, hay una alta probabilidad de que tenga un embarazo múltiple, como usted quería— ¿Embarazo? ¿Qué?— ¡Podrían ser gemelos!—

Espera, ¿¡QUE!?