Los personajes no me pertenecen, solo los uso para mi esparcimiento y diversión, son propiedad intelectual de sus creadoras.
¿No sé porque hago esta historia? Quizás porque adoro a Bastardos sin Gloria, quizás porque quedo algo pendiente, no lo sé, pero este crossover será un pequeño desafío personal.
EL ÚLTIMO VIAJE
Capitulo 1
Una Fiesta Inolvidable
En un páramo desolado de lo que fue una fortaleza impenetrable para cualquier persona en Georgia, un grupo de personas, o mejor dicho una gran familia estaba reunido riendo a carcajadas acobijados por el fuego de una gran chimenea.
- ¡Y así fue como la tía Healer y nosotros salimos de ese aprieto! – Finaliza Seiya riendo como todos los presentes, claro que Yaten no estaba muy feliz.
En ese momento Steven entraba con un par de botellas de vino de su bodega personal y por detrás Lita con una gran bandeja con distintos canapés para acompañarlo, pues ella había estado cocinando todo el día para la fiesta de navidad, la primera fiesta en la que estaban todos reunidos.
- ¡Veo que vas a seguir atormentando al pobre Yaten con eso por siempre! – Dice Steven buscando el sacacorchos en la mesa.
- Nunca te disculpaste por eso. – Dice el pelipalta entre dientes.
- Es cierto… Perdón por tocar tu flácido trasero. – Responde burlón mientras sacaba el corcho de una de las botellas.
- ¡Como que flácido! – Contesta molesto poniéndose de pie.
- ¡Tranquilo gruñoncito! ¡A mí me gusta tal cual esta! – Dice Mina dándole una sonora nalgada en el trasero delante de todos.
- ¡Porque no nos cuentas como regresaste! – Propone Serena antes de que su ahora cuñado salte al cuello a alguien.
- Si… como es que regresaste… – Cuestiona Haruka desde el fondo o era Ariel, pues ambas hablaban casi igual y estaban entretenidas charlado del nuevo modelo de Ducatti.
- Podría…pero es una larga historia. – Responde pensante.
- Falta un rato para que llegue Setsuna. – Dice Michiru mirando su reloj. – Aunque nunca entenderé a esa mujer y su impuntualidad para los festejos.
- Y tampoco ha llegado Aika. – Reconoce Hotaru, aunque en realidad esperaba a su esposa Black Lady.
Steven deja la botella en la mesa para mirar su celular, el cual tenía un mensaje para él del cual nadie había escuchado. Tras guardarlo en su pantalón suspirando responde.
- Creo que comenzare y por la bruja no te preocupes. Ella llegara en cualquier momento. – Da otro largo suspiro y continúa. – Naci en el 7221 en Céfiro, una colonia minera en Leda, una de las lunas más inhóspitas de Júpiter.
- ¿Júpiter será poblada? – Cuestiona Mina interesada en la historia.
- En efecto. Según la historia una joven Sailor Júpiter se alejo del Neo Milenio de Plata alrededor del 5500. Ella tomo su Castillo y comenzó a repoblar sus lunas empezando por Ganimedes. Cuenta la historia que uso su nuevo poder e hizo fértil la tierra. Lentamente comenzaron a llegar viajeros a establecerse y Ganimedes creció convirtiéndose en la Capital del Nuevo Imperio. Así esa parte del sistema Solar fue un puntapié para una nueva colonización de la raza humana y de algunas partes de la galaxia también. – Agrega mirando a los Kou. – Cuando nací fui abandonado junto con un hermano mayor que siguió su camino sin mí, pero al igual que ustedes – Se dirigió a sus hijos que miraban atentos el relato de su padre. – Fui adoptado por una joven pareja, Molly y Ned. El era un Capitán de la Armada Real de Júpiter y ella tenía una modesta joyería. Mi nombre en el futuro era Latis. Pero no todo fue felicidad… Ellos murieron en un accidente gravitacional en una nave de transporte, uno de los grandes peligros de la gravedad de Júpiter. Así que no tuve otra opción que seguir los pasos de mi padre adoptivo. Extrañamente tenía una gran facilidad con las armas y principalmente con las espadas. Siendo un cadete y estando de guardia conocí a una mujer que mendigaba las afueras de la base. Era extraño que en Ganimedes haya vagabundos, por lo que le pedí un favor a una conocida de la familia, la Tía Conia. Rápidamente ella se convirtió en una gran panadera que ayudaba en el negocio familiar junto a sus cuatro inquietas nietas. Siempre me llamo la atención de la sonrisa y sus ojos. – En ese momento Lita y Lila estaban mirando muy mal a Steven. – Pero era una amiga. – Responde levantando las manos en señal de rendición. – Algo extraño era raro que ella no tuviera ningún registro, así que le pedí a un amigo de la infancia, Robert, un detective de la policía que investigara pero me dijo que no había registro de ella…
- Creo que te estas yendo de lo importante. – Dice Yaten con cansancio recibiendo un codazo de Milda que estaba de más interesada en la historia de su padre.
- Es cierto. – Responde con una extraña sonrisa. – Me esforcé mucho y a los 25 años llegue al grado de Teniente bajo el apodo de "El Espadachín de Céfiro", según mis compañeros de la academia. Ese mismo año por mis calificaciones y foja de servicio fui asignado a la Guardia Real de Palacio. Creo que no puedo escapar a mi destino… – Agrega con gracia, mirando a Darién que estaba sirviendo una copa de vino a Rei haciendo que este ría por lo bajo. – Lo que me llevo a conocer a la Soberana de Júpiter. La princesa Lisister*. Fue cuando paso lo que nadie esperaba…
Aparto su vista mirando hacia el fuego de la chimenea el cual se torno algo azulado como en esa Luna tan lejana a la tierra.
- En un cambio de guardia fui asignado al Salón del Trono, el máximo honor para nosotros.
La antesala del Gran Salón decorado estaba revestido por un material similar al mármol en un tono gris verdoso claro con decoraciones diversas que mesclaban lo antiguo con lo moderno con grandes columnas labradas por los pioneros de Júpiter. Una de las lunas más pequeñas estaba haciendo sombra sobre nuestro planeta madre cuando se anuncio la llegada de nuestra soberana. Fue la primera vez que la vi. Ella caminaba hacia nosotros con su vestido de princesa llevando unos papeles en la mano y hablando con un consejero de Palacio. Al estar frente a mi me incline como el protocolo dicta, pero paso algo que ninguno de los dos esperaba. Ella se detuvo al sentir como su joya brillaba, mientras que a mi mente miles de imágenes llegaron como una catarata sin control. Caí inevitablemente mientras la princesa me sostuvo entre sus brazos.
- ¿Que pasa madre? – Cuestiona Lila la verla molesta.
- Nada. – Puntualiza Lita.
- ¿Celosa? – Dice Rei con algo de gracia.
- No, nada de eso. Continúa por favor. – Dice no menos sonrojada por ser descubierta por la sacerdotisa.
- El hecho es… – Mira a su esposa la cual sabía que estaba algo molesta, pero trato de no decir nada al respecto. –…que desperté en la enfermería, pero lo que no esperaba era que estaba atado a la camilla sin mis insignias ni armadura, como un prisionero. Me incorpore y me dijeron que me mantuviera calmado hasta que llegara el comandante sin dar ningún detalle más de lo que pasaba. Lentamente me di cuenta que tenía todas mis memorias de pasado y con ellas mis poderes habían regresado. Poderes que comencé a usar de inmediato. Me tele transporte directamente a la alcoba de la Princesa Lisistea y como toda una guerrera mi presencia fue recibida de una manera no muy amigable… – Recuerda tomando un trago de vino.
- ¿¡Cómo se atreve a entrar aquí!? – Grito mientras que con su cristal se transformaba en una rara versión de Sailor Júpiter esta vez el uniforme era negro en vez de blanco, tenia parte del abdomen al descubierto y lo que parecía una especie de visor o protector en el rostro, aunque los cabellos de la princesa, que siempre estaban sueltos, se ataron en una larga cola de cabello. – ¡Si vienes por mi sufrirás las consecuencias! ¡Prepárate!
- Mi Lady. – Comienzo poniéndome de rodillas en clara señal de respeto bajando la vista, pero al levantarla ella vio la marca de la Media luna Negra. Por lo que retrocedió asustada. – No vengo a nada malo, solo necesito información. –
- ¿Eres un espía? – Cuestiona sin bajar la guardia.
- Creo que usted sabe que no. Soy una reencarnación y tengo una promesa que cumplir. – respondí con calma.
Le explique mi historia, cada detalle y ella escucho atentamente sin dejar a tras su transformación. Ella aguardo y camino por la sala como tratando de decir algo que sospechaba.
- Me temo que nació 2000 años tarde… Ellas regresaron a defender el universo junto con unas estrellas de otro reino olvidado y las primeras Sailors de Némesis. Todas retomaron sus vidas, todas menos nuestra antecesora. Ella recorrió la galaxia buscando a alguien que nunca encontró… por lo que creo este reino y ella murió sola en este lugar. – Y al decir eso el corazón de Steven se estrujo y no pudo más que caer de rodillas. – Es por eso que este cristal reacciono a tu presencia… el amor de ella siempre está en todas nosotras… se dice que somos guardianas enamoradizas, pero desafortunadas en el amor. – Puntualiza llevando sus manos a la nuca algo decepcionada.
- Lita. – Dijo con pena. – Pero si ella termino sola…
- Yo soy descendiente de Némesis. – Responde quitándose la tiara mostrando el legado de la media Luna Negra. – cuenta la historia que hubo una niña hace milenios que unió a Némesis al Milenio de Plata al destino de Júpiter.
- Eso quiere decir que…
- Que usted es parte de esta familia y por ende debo entregar algo que estuvo con nosotras de generación en generación. Un antiguo pedido de la Primera Soberana de mi segundo hogar. – Fue hasta un cuadro y tras moverlo se vio una gran caja de seguridad, la cual reacciono al cristal de la princesa y se abrió de inmediato. Saco una caja en el fondo, una pequeña caja que estaba sucia, pues era evidente que no se abría en años. De la caja saca un pequeño pero viejo lienzo rosa, del cual tras abrirlo dejo ver un cristal oscuro. Más precisamente uno de los antiguos pendientes de Black Lady. – Si usted es quien dice ser podrá usarlo. Si no morirá en este lugar. – Sentencia la joven Sailor.
Steven toma el cristal con determinación y nada paso. Pero pudo sentir su poder, el último vestigio de aquella oscura fuerza.
- Bueno esto es más raro de lo que pensaba. – Dice poniendo sus manos en la nuca nuevamente.
- ¿Porque?
- Porque es una pena que sea mi… Descendiente muy muy lejano. Entiendo porque la Júpiter original se enamoro de usted. – Responde mirándolo de arriba abajo.
- ¡Te lo dije! ¡Le gustaste! – Dice Lita molesta regresándolo a la habitación de su casa.
- ¡Ya Lita! ¡Déjalo terminar es una historia interesante! – Le reprende Ami mientras tomaba nuevamente la mano de Taiki.
- Como sea… Salí del castillo derrotado y liberado de mis deberes, pues fue una orden de la soberana que se me otorgara un documento de libre circulación, destinado solo a altos funcionarios de estado. Ahí comencé a usar el poder del Cristal oscuro y recorrí todas las pistas que me señalaban a ti. – Dice mirándola directamente a esos ojos verdes que lo enloquecían. – Fue así que termine el la Tierra, o mejor dicho La Luna, mas precisamente en las ruinas del Milenio de Plata. Recorrí las ruinas de ese viejo castillo y los indicios me llevaron a uno que estaba en el Lado Oscuro de la Luna, del cual solo ahbia pocos documentos y que estaba vinculado a una parte de la familia real del primer Reino que desapareció poco antes de la guerra contra el Negaverso. Pero por más que lo intente no pude penetrar en las ruinas. Era como un poder milenario que sello el lugar para siempre. Cuando desistí me di cuenta que algo, o mejor dicho alguien me observaba. Intente seguirle el paso, pero esta desapareció. Era extraño ya había sentido esa mirada, aunque no recordara de donde.
Opte por regresar a mi hogar en Ganimedes, pues era el aniversario de la muerte de mis padres. Fue después de dejar unas rosas negras que volví a sentir que era observado. Esta vez espere el momento indicado y usando mi poder la tome por la espalda. Era una joven que estaba escondida con una capa en la cabeza. Pero lo que me sorprendió fue al abrir su capa. Era la chica que había ayudado, pero esta vez su cabello era de otro color, era plateado y sus ojos de un gris muy brillantes, pero a la vez llenos de tristeza.
- ¿Qué haces aquí? – Le cuestione, pero ella se veía asustada.
- ¡Suéltame! ¡Eres uno de ellos! – Me grito molesta tratando de zafarse.
- ¿Uno de qué?
- ¡Tu eres uno de esos malnacidos que atacaron mi reino y lo condenaron!
- ¿De qué rayos habla? – Le cuestione molesto.
- ¡No te hagas el idiota! ¡Estas intentado entrar en las ruinas del tiempo en tu beneficio! – Me respondió aun más molesta y haciendo más fuerza de la que su menudo cuerpo mostraba.
- ¡No sé de qué rayos habla! ¿Quién eres? – Pregunto soltándola.
Ella saca de mis ropas el cristal oscuro que le había dado la princesa y me encara.
- ¡Eres uno de ellos! ¡Regresaste para destruir lo que he intentado salvar!
- Tranquilízate y dígame quien es. Yo solo busco una persona y nada más. Es más si me ayuda le daré la piedra. – Responde con calma acercándose lentamente, pues era alguien relacionado a su poder.
- ¿Quién eres y que buscas en los dominios de la luna?
- Soy la reencarnación de alguien que prometió volver con su amada. ¿Y usted?
- También lo soy… pero es claro que a quien busco no la puedo encontrar tampoco. – Reconoce con pena. – Aunque solo espero que haya sido feliz y estuviera a salvo…
- Soy Latis, aunque en mi época me conocen como Steven Volkov, heredero del trono de Némesis y esposo de Sailor Júpiter, a quien estoy buscando.
- ¿Sailor Júpiter? ¿La Sailor Júpiter del Milenio de Plata, guardiana de la princesa Serenity? – Cuestiona sorprendida.
- Si la misma. ¿La conoce?
- Claro que la conozco. Soy la reencarnación de la Reina Selene, madre de Serenity y quien eligió a esa guerrera como parte de la guardia personal de mi hija. – Me respondió con solemnidad quitándose la capucha mostrando el típico peinado de dos coletas.
En ese momento los ojos de Serena se cristalizaron al igual que los de las viejas guerreras del sistema solar interno.
- Yo también quiero regresar en el tiempo, pues al igual que tu, tengo una promesa que cumplir. – Me aseguro con la mirada encendida.
- Pero era claro que las cosas no serian sencillas. – Dijo una voz de antaño atravesando la puerta.
Continuara…
Bueno este es el primer capitulo de este ultimo Spinoff de Bastardos sin Gloria y segundo Crossover con Guerreras Mágicas. Espero que les guste hasta ahora y por lo que veo pronto tendrán novedades… eso espero!
Glosario:
Lisitea: es un satélite de Júpiter. Fue descubierto por Seth Barnes Nicholson en 1938 desde el Observatorio de Mount Wilson, y se nombró así por Lisítoe o Lisitea, hija de Océano y amante de Zeus. Recibió su nombre en 1975; antes se conocía sólo como Júpiter X. A veces, se le llamaba Deméter, como la diosa griega de la agricultura. El satélite Lisitea pertenece al grupo de Himalia, cinco lunas con órbitas progradas similares, todas con una inclinación alrededor de 27.5°.
Nuevamente gracias a todos y
Como siempre les digo, Nos leemos!
