Los personajes no me pertenecen, solo los uso para mi esparcimiento y diversión, son propiedad intelectual de su creadora.
Fragmento del Capítulo 2
El sujeto sale azotando la puerta tras él. Poco después un guardia lo escolto hasta la salida donde encontró a una joven con lo que parecía ropa de colegiala japonesa del siglo 20.
- Odio decirlo señor Latís. Pero seré su guardiana mientras dure esa investigación suya.
- ¿Sailor Rayearth?
- Puede llamarme Lucy señor Latís.
- Mejor Latís. Me recuerdas a una molesta Sailor de mi pasado.
- En ese caso lo seguiré llamando así.
- Como gustes. – Responde restándole atención.
- ¿Y qué es lo que busca?
- Justamente eso es lo que tengo que averiguar.
De la nada en el comedor de la casa Volkov alguien podía notar que una guerrera estaba demasiado tensa, tanto que la que era reina fue la primera en hablar.
- Lita, ¿Estás bien?
- Si. ¿Porque lo dice mi reina?
- Te veo molesta por el relato.
- Es que esta celosa. – Dice Haruka por detrás. – Podrás decir lo que quieras, pero sé que eres celosa amiga.
- No seas ridícula, y eres la menos indicada. ¿O no Seiya?
- Sobreviví aquella vez, mejor no juego con mi suerte. – Responde con gracia.
- Mejor voy a ver la comida. – Dice Lita poniéndose de pie hacia la cocina.
- Me recuerda a Lucy. – Le dice Selene a Steven por lo bajo.
- Pero ella tenía ojos para otra persona, solo que no lo entendía aun.
Capitulo 3
La Falsa Soberana
Mientras la charla se disperso con preguntas sobre cómo era el planeta Némesis del futuro Selene noto que Lita se estaba tardando, por lo que con la escusa de ayudar a la regente del Júpiter, fue a la cocina. Dentro encontró a una muy deprimida Lita que estaba apoyada en el horno mirando el pavo a la luz del mismo.
- Las personas que aman mucho también sufren por él. – Comienza la ex reina mientras tomaba una servilleta para ayudarla a sacar la bandeja.
- No es eso… – Miente mientras se limpia una pequeña lagrima que apenas logro salir. – es que no quizás ella era más bonita que yo o quizás mejor que yo…
- El solo tiene ojos para ti. Y si, era una joven muy bonita, pero él nunca la miro de otra manera. Lo sé porque siempre estuve a su lado.
- ¿Enserio?
- Él esta tan loco por ti como yo por Setsuna, o mi hija por esa estrella. Tranquila mi pequeña, no tengas dudas de él, no es como ese guardia de palacio que te mintió y lastimo.
- Pensé que era la única que sabía eso… – Dice con pena. – Me disculpo por mi comportamiento de aquel entonces.
- Tranquila. Yo hable con él y me di cuenta que era un patán. Por eso lo mande a cuidar un cráter en el lado oscuro. Es más, ahora que lo pienso es posible que haya muerto mucho después que nosotras en esa guerra. – Dice con gracia. – Así que levanta el ánimo y muéstrame que es lo que está en la estufa que no los recuerdo ni del pasado ni del futuro.
- Gracias mi reina.
- Ya dejen eso, soy Selene, soy la madre de una de tus amigas que ya ni reina es. Así que mejor me enseñas eso y me dices en que te puedo ayudar. – Lita abraza a Selene y esta imita el gesto. – Mejor dejas eso, no quiero saber si Setsuna es celosa, no quiero conocer a los dinosaurios.
Ambas ríen y terminan de preparar el pavo, al que solo le faltaba media hora. Cuando regresaron, Steven retomo su relato comentando que pasó la siguiente semana aburrido tratando de encontrar alguna pista, pero lejos de ello simplemente entendieron un poco más las nuevas costumbres de Némesis y claro está con la marca personal de una muy molesta Lucy.
Una tarde simplemente Latís se subió a un árbol a descansar junto a su pequeña compañera.
- ¿Enserio vas a holgazanear otra vez?
- ¿Porque no vas a jugar con tus amigas a las muñecas o lo que hagan las niñas en este planeta?
- ¡Que no soy una niña! ¡Tengo 23 años! – Responde molesta.
- Quien lo diría. Conozco a una muy "vieja" amiga que le encantaría saber tu secreto.
- Vete al… planeta donde naciste. – Responde molesta girando sobre sus pasos. – Si no fuera porque el Sumo sacerdote lo pidió…
No termino de decir eso que este apareció a sus espaldas y con esa característica voz áspera le dijo.
- ¿Porque abandona su puesto guerrera?
- Porque le pedí algo para tomar Zagato. – Responde Latís por Lucy.
- No solo no le hable a usted, si no que no entiendo porque no se dirige a mí como corresponde y usa a mi guerrera como sirvienta.
- Primero, porque puedo y segundo para que descanse un poco, no ha hecho más que ser una sombra para mí, no se ha relajado desde que llegue.
- Ese es su trabajo a fin de cuentas.
- Extraño esa época en la que las cosas eran más amenas… – Se dice por lo bajo. – me recuerdas a alguien "o Supremo sacerdote". Deberías ser más agradable con tan bella joven.
- No tengo porque serlo. Solo vivo para mí deber y nada más. Así que le recomiendo que se meta en sus asuntos o veré como sacarlo de mi planeta y no pueda regresar.
- Si me permite el consejo, viva para usted, el deber puede llevarlo al dolor y la perdida.
- No venga a darme sermones, lo sé muy bien. – Se da la vuelta mirando a la joven guerrera. – Claro que lo sé…
Alcanza a decir antes de desaparecer. Al hacerlo la mirada de la joven que miraba al sacerdote se cruzo con la del visitante y este entendió que esa mirada no era una mirada común y corriente. Ella aparto la mirada tratando de mostrarse molesta. Sin que la joven se diera cuenta un par de mariposas rojas revolotearon sobre la guerrera antes de seguir su camino.
En ese punto del relato y sin que el resto se diera cuenta los Kou se miraron entre ellos sin decir nada.
Ese día Latís no hablo con Lucy ni con nadie más, simplemente fue a sus aposentos para pensar y hablar con Primera.
- ¿Qué opinas de esos dos? – Le pregunta Latís a su compañera.
- Si en algo no fui buena, fue en el amor. No puedo opinar, pero podría asegurar que ambos se gustan.
- Diría que es un hecho. Pero por la jerarquía de este planeta no pueden.
- Es triste… yo lo viví en carne propia… – Se hace de tamaño natural y camina al baño. – el ver a quien amas y no poder estar a su lado es una tortura diaria.
- Es por eso que quieres regresar, quieres verlo de nuevo.
- Verla. Espero que ella siga sintiendo lo que yo… fui egoísta y la ate a algo que pensándolo en este tiempo fue una locura.
- Si te ama o amo como se ve que tú lo haces, es seguro que lo entenderá. – Responde tratando de pensar o mejor dicho pensando en quien.
- Pero el tiempo cambia a las personas… quien sabe cuando pasan milenios… – Dice entrando al baño.
Latís se enderezo entendiendo a quien se refería, pero no dijo nada más, y si era quien pensaba, entendía el porqué de su devoción a su función.
Luego de salir de la ducha, Selene encontró a Latís dormido, era raro para ella estar todo el tiempo juntos, por lo que tuvo una idea. Ya como la pequeña Primera, decidió salir a conocer por sí sola el reino. Volando por el palacio, encontró a un solitario sacerdote en la torre norte mirando a una guerrera que entrenaba con sus amigas. Se dio cuenta que el sombrío sacerdote tenía su corazón donde no debía. Cuando pensaba regresar noto como este extendió su mano a un par de mariposas rojas que parecía que jugaban en su mano.
En la mañana Latís fue a desayunar y como era de esperarse encontró a su guardiana esperándolo. El tomo algo de café y una taza extra para su seguidora junto con algunas galletas.
- Ten, al menos acompáñame a desayunar. – Dice dejando la taza en sus manos.
- Le agradezco, pero no me agrada el café.
- ¿Una galleta?
- De seguro quiere ganarse mi confianza para alguno de sus extraños planes.
- Solo quiero investigar y nada más, cuando consiga la información que necesito, simplemente desapareceré de este lugar. Se lo garantizo.
- Siento que mientes como la mayoría de los que ya han venido.
- ¿O sea que hay más gente interesada en su reino? – Cuestiona interesado.
- Eso no le incumbe. Además así lo dispuso el supremo sacerdote.
- Me da la impresión que hay algo más que ser una buena subordinada.
- No sea impertinente, por no decir insultante
- Pues me disculpo ante algo que me pareció claro a mis ojos. – Responde de una forma sincera.
- Sus ojos son… son extrañamente familiares, siento que lo conozco y a la vez… con permiso.
La joven guerrea se retiro dejando a un par algo confundidos casi de inmediato salió Primera del bolcillo mirando inquiridoramente a Latís
- Se va a enamorar de ti si sigues así. – Advierte Primera,
- Ella está enamorada de otro nacido de Céfiro, salvo que no quiere admitirlo.
- ¿Ahora harás de casamentero?
- ¿Porque no? Pase mi vida anterior viendo la falsa felicidad de otros, como para seguir soportando eso.
- ¿Mi hija se condeno a un matrimonio que no amaba? Como yo…
- El amor existió, pero una estrella se interpuso entre la Tierra y la Luna en aquella época… y a mí me trago la gravedad de un gigante gaseoso… pero si tenemos suerte lograras llegar con la bruja y yo con mi princesa.
- ¿La Bruja? – Cuestiona tratando de desentenderse.
- Más tarde te digo de ella. – Responde al ver que alguie se acercaba.
Pasaron un par de días más sin mayores contratiempos hasta que sintieron el llamado de o mejor dicho la sensación de un cristal Arcoíris. Logrando esquivar la custodia de la guerrera, Latis y Primera lograron infiltrarse en los impenetrables aposentos de la Emperatriz Esmeralda. Al hacerlo encontraron que quien se suponía era la soberana, era una sombra del pasado de Latis.
- Se supone que está muerta… - Dice con algo de temor.
- ¿Que sucede Latís? – Cuistiona al ver que habia palidecido.
- Lo que sucede es que ustedes están condenados ahora que conocen la verdad. – Dice Zagato a sus espaldas.
Antes de que pueda llegar a defenderse, Zagato lo golpea con una onda de choque lanzándolo lejos de lo que parecía un cristal que encerraba a la soberana.
- Ella no es la princesa, de hecho ni siquiera era buena persona.
- ¡Lo era en otra época! – Se defiende atacando nuevamente.
- ¡Te equivocas! ¡Ella no puede ser la soberana! – Responde aguantando el ataque con un escudo que había aprendido en otra época.
Con el alboroto aparecieron las Sailor Guerreras para apoyar al supremo sacerdote, haciendo que se diera cuenta que estaba en clara desventaja. Pero cuando estaba por ser atacado por todos uno de los cristales que estaba celosamente guardado salió y se paro frente a Latís. Este lo observo notando que era un cristal rojo y con una sonrisa recordó que ella fue la primera en verlo. Con un destello de este segó momentáneamente a los defensores del trono y aprovechando esta distracción desaparecio.
- ¿Donde se fue? – Cuestiono Lucy.
- Búsquenlo y tráiganlo. Vivo si es posible. – Ordena Zagato.
- Pero mi señor… – Intercede Lucí.
- ¡Es una orden!
Dijo de tal manera que la lider de las guerreras nemesiana se intimido y pudo notar que no era la misma persona, al menos no la que ella tenía en su corazón. Las guerreras salieron a la búsqueda de inmediato, pero la pelirroja no pudo más que tener pena por el sacerdote, pues se puso de rodillas frente a la soberana, la cual ni siquiera se inmuto ante lo sucedido.
Latis parecio en su cuarto para tomar sus cosas y escapar a un lugar lejos de ahí. Pese a que pudo ir a cualquier lado, incluso a muchos donde Némesis no tenía jurisdicción, el fue a un lugar que en su otra vida juro no volvería a pisar.
- ¿Dónde estamos?
- Estamos en las mazmorras del viejo palacio del Príncipe Diamante. – Responde con pena.
- Pareciera que no trataban bien a los prisioneros. – Dice mirnado las paredes y roidas cadenas que estaban en los muros.
- En otra vida fui traido aquí para que delate la seguridad del palacio de su hija y traicione a la tierra. – Contesta tocando una de las paredes.
- ¿Te torturaron?
- Para Lita y las demás solo fueron unas semanas. Pero el tiempo corria de otra manera aquí, sin contar que me trajeron mucho antes del ataque… antes de perder las esperanzas creo que pasaron un par de años.
- Debió ser terrible. – Dice Primera con pena.
- Cuando me atacaron para darme por muerto cerré los ojos con la única satisfacción de que no pudieron quebrarme y que por mi boca no encontraron la manera de lastimarla.
- ¿Ahora qué haremos con un solo cristal arcoíris? – Consulta para sacarlo de sus turbios recuerdos. – ¿Regresaremos a las ruinas de la luna?
- No. Liberaremos a Némesis de esa falsa reina.
- ¿Como puedes estar seguro? – Cuestiona Primera.
- No pude decirle a Zagato, de hecho es posible que no comprenda, pero esa Esmeralda era uno de los esbirros del Gran Maestro.
Primera se quedo paralizada, pues él le conto las dos batallas contra este personaje y temió por su posible regreso. Con la mirada perdida a la nada el cristal arcoíris rojo brillo tenuemente, como un extraño aviso que no estaba solo.
Continuara…
Capítulos cortos pero avanzando lentamente. En próximas semanas quizás alguna novedad de otros escritos, o este, el cual voy a terminar este año.
Agradecimientos:
Litakino1987: Seria una suerte recordar un capitulo después de tanto tiempo! Me agrada que te guste, pero llego a Nemesis, fue un error de la primera parte y el es de un pueblo llamado Céfiro de una de las lunas de Júpiter, como el Zagato. En cuanto al universo de las guerreras mágicas tomo los OVAS, los cuales son bien oscuros y cero graciosos, si no los viste te los recomiendo! Si bien lo es, también hay otra historia más detrás. Ya la veras y espero que te guste el final que tengo en la cabeza. Lita termino entendiendo gracias a la ex reina, pero no deja de serlo un poquito. En cuanto a la Serenyti era algo que tenia que terminar alguna vez. Nuevamente gracias por seguir estas locuras y ya me voy a poner al dia con tus excelentes historias!
Pato: como vez, estoy regresando de a poco!
Lector aninimo: Espero que te guste y que en algún momento dejes tus opiniones!
Nuevamente gracias a todos y
Como siempre les digo, Nos leemos!
