LEGADO DEL RELÁMPAGO

EPISODIO 2 "SALIENDO DE CASA"

-¿Y bien, cómo te fue con esa chica de Cloudstorm?- Preguntó Race a Ryder cuando este entró al cuartel.

-Pues ¿Tú cómo te imaginas cómo me fue?

-¿Tan malo fue? Siempre supe que tenías mala suerte con las damas. Yo creo que te fue pésimo como tu primera cita de hace un año con esa yegua que conociste en una fiesta.

-Race, por favor, esto no era una cita, esto fue un intento de diplomacia y parece que resultó muy bien. Eso creo.

-¿Eso crees? Entonces en tus futuras citas debes llamarlas "Entrevistas diplomáticas" para que salgas con novia de ahí- Se burlaba Race.

Ryder al escuchar las burlas de su amigo no se sintió incómodo pues por ahora tenía una cosa en que preocuparse y eso era en decirle a todos los superiores que dejaría libres a todos los soldados prisioneros de Cloudstorm.

-Race, ¿Cómo le dirías a todos los superiores que vas a dejar libres a todos los soldados de Cloudstorm?- Le preguntó a su amigo estando muy nervioso.

-¡¿No me digas que tomaste esa decisión?! Amigo, pensé que solo fuiste con la prisionera para que te confesara que toda la culpa fue de ella y no para que te convenciera que los dejaras libres. ¿Acaso ella te hizo un trabajito o algo así para que la dejaras libre?

-¡Race, por favor, esto es enserio!- Contestó enojado Ryder mientras empujaba a su amigo de forma violenta. –Ellos no tuvieron la culpa de comenzar una guerra y lo sé muy bien. En cuanto a mi sugerencia de esta tarde en el cuarto de Guerra sobre dejarlos libres no fue un chiste pero al parecer a nadie les gustó esa idea. Temo que nadie me apoye y si fracaso, temo en deshonrar a mi familia.

Race al escuchar eso se sintió culpable así que sin importar la forma agresiva en la que reaccionó su amigo se acercó a él y le puso su pezuña en su hombro para tranquilizarlo.

-Lo siento, amigo. Pensé que este asunto ya se había solucionado. ¿Qué fue lo que ella te dijo? He visto que saliste muy pensativo después de que hablaste con ella.

Ryder estaba un poco más tranquilo.

-Ella aceptó cooperar conmigo para resolver todo este asunto pero con una condición.

-Adivino que la condición fue que los liberaras- Interrumpió Race.

-No, amigo. Esa condición fue mía. Estoy hablando de la condición que propuso ella y esa fue que me convirtiera en su famoso guerrero de leyenda "Lighting Vanguard"

-¿Estás bromeando, cierto? Es la condición más tonta la cual yo he escuchado en toda mi vida. Si eso pasara, serías el pony más odiado de todo Cloudstorm, muchos querrán matarte por suplantar a su famoso guerrero.

-Race, sabes cómo soy. No puedo decir "no" a una condición. No me importa si todo Cloudstorm me odia por eso, lo que realmente me preocupa es lo que piensen los demás cuando entre y les diga que ella cooperará si dejo libre a los prisioneros de guerra.

Race lo golpeó amistosamente en su pata y le sonrió.

-Ya sabes que cuentas con mi apoyo para todas tus locuras, amigo. No importa si todos opinan lo contrario, yo hablaré a tu favor en esta decisión y en todas las demás locuras que hagas en el futuro.

-Gracias, amigo.- Agradeció Ryder a su amigo Race por su apoyo y ambos entraron a la sala de guerra donde ya adentró le pidió a Race que mandara a llamar al General Redcloud y a los demás oficiales para reunirlos y compartirles su decisión sobre este problema.

El comandante estaba sentado en su lugar, esperaba nerviosamente la llegada de los demás oficiales y del General. Después de un rato uno a uno de los oficiales iba llegando a la sala de guerra y al entrar no saludaban al nervioso comandante, al contrario todos lo miraban de forma seria y un poco molesta pues tenían el presentimiento que les daría una información no muy agradable. Al final entraron el General entró junto con Race a la sala de guerra que prontamente se fueron a sentar a sus lugares.

El General golpeó fuertemente su pezuña a la mesa del centro al mismo tiempo en que se puso de pie para iniciar la reunión.

-Parece que el Comandante Redcloud nos ha citado aquí para dar su veredicto sobre el destino de los prisioneros de guerra. Entonces, Comandante ¿Cuál es su veredicto?- Preguntó seriamente el General.

El comandante estaba nervioso y más por las miradas acechadoras de los oficiales que lo miraban seriamente y no tan amigables. Se levantó de su asiento y respiró profundo antes de alzar la voz para dar su veredicto.

-General, Oficiales de alto rango de los Legionarios de las dos Hermanas. He hablado con la prisionera que en realidad se llama Lucky Sparks y he negociado su ayuda para resolver este problema. Mi decisión definitiva es que… Se les dará libertad a todos los prisioneros de guerra y se les eliminarán todos los cargos que tienen en su contra.

Todos los oficiales alzaron la voz muy molestos al escuchar la decisión de Ryder, todos menos el General y su amigo Race. Toda la sala estaba lleno de bullicio y de malas palabras en contra de Ryder y el pobre Comandante no sabía qué hacer para calmar sus ánimos en contra de él.

-¡Ya basta!- Interrumpió el General. – ¡Nos comprometimos a respetar la decisión del Comandante Redcloud! ¡Yo sé que esta no es la respuesta que todos ustedes esperaban y les confieso que yo tampoco la esperaba! No solo porque el Comandante sea mi hijo lo apoyo, sino que lo apoyo porque confió que su juicio pueda resolver este problema lo más rápido posible. También les confieso que yo creo que los pegasos de Cloudstorm son inocentes pero si yo me equivoco haré que paguen conforme a nuestras leyes.

Todos los oficiales se callaron y dejaron de atacar al pobre Comandante que ya lo tenían atrincherado en su silla pues habían respetado el apoyo que le brindó el propio General. En cuestión de segundos, los oficiales, aceptaron la propuesta y volvieron a tomar asiento para que el General continuara hablando.

-¡Comandante Redcloud, ahora que todos estamos de acuerdo con tu decisión te vas a comprometer a solucionar esta disputa con nuestros vecinos de Cloudstorm y si fallas nuestras leyes se aplicarán estrictamente hacia ellos!- Le dijo seriamente y con voz alta mientras lo veía a los ojos.

-Sé muy bien lo que tengo que hacer General y le prometo entregarle resultados. Si desconfía de todo esto le informo que la yegua Lucky Sparks será mí protegida mientras trabajamos resolviendo esto. Les tengo unas normas, porque presiento que los demás legionarios no estarán de acuerdo con esto de perdonarles la vida y estos acuerdos son los siguientes:

El territorio de Cloudstorm será aislado imaginariamente de Cloudsdale. Con esto me refiero que sus habitantes tienen prohibido entrar a Cloudsdale a excepción de Lucky Sparks. Tampoco los Legionarios podrán entrar a su territorio y los únicos que pueden hacerlo serán los civiles y comerciantes para no dejarlos "Sitiados militarmente". Esto ayudará a que la Princesa Celestia no se preocupe por este conflicto interno en nuestro territorio.

Si quieren negociar o tener una audiencia con algún pegaso de Cloudstorm no lo haremos directamente. Usaremos los pegasos de la Guardia Real de la Princesa Celestia para que actúen como nuestros mediadores. No queremos tener un conflicto más allá de Equestria por un mal entendido.

Lo más importante, todos los ciudadanos de Cloudstorm se les respetará sus derechos así como ellos respetaran los nuestros. Esto es una paz provisional y me haré cargo que todos los soldados de Cloudstorm las respeten y si no obedecen, desgraciadamente haremos cumplir nuestras leyes.

¿Están de acuerdo con estas condiciones?

Todos lo escucharon pero nadie habló pues todos tenían dudas sobre esos "acuerdos" y más porque estaban convencidos que los demás Legionarios no iban a aceptarlos.

-¡Yo si estoy de acuerdo!- Respondió fuertemente Race mientras golpeaba su casco sobre la meza.

Ryder estaba feliz por tener el apoyo de su mejor amigo pero los demás no decían nada hasta que el silencio fue interrumpido por el General.

-Aceptamos de buena gana tus acuerdos estipulados y confío que también se los harás saber a los soldados de Cloudstorm, pero antes de eso ¿Qué plan tienes en mente para empezar a resolver este problema?

-Para empezar me iré a vivir a Cloudstorm.

-¡Estás loco!- Replicó el General. –Sabes muy bien como están las tenciones tan delicadas en estos momentos. Si vas allá te van a matar, no importa si estás protegido por tu nueva aliada. Encontrarán la forma de matarte y ninguno de nosotros podrá ayudarte.

-Tranquilo, General. No harán eso, son incapaces de hacerlo. Además debo ganarme su confianza, debo recuperar esa amistad que teníamos antes de que todo este tonto asunto empezara.

El General Redcloud muy serio miró a todos y golpeando fuertemente con su pezuña a la mesa empezó a llamar la atención de los presentes para cerrar la reunión.

-¡Oficiales, ya está decidido! ¡Los prisioneros de Cloudstorm como los heridos serán liberados por órdenes del Comandante Ryder, a su vez el Comandante promete resolver este conflicto de una manera rápida y pacífica, y por eso cuenta con todo el apoyo de los Legionarios de las dos Hermanas! Pero… si no cumple con esa promesa aplicaremos todo el peso de nuestras leyes contra todos los habitantes de Cloudstorm.

El Comandante Ryder dejó acuerdos estipulados para que haya una paz provisional entre nosotros y pido; no, ordeno; que se cumplan estrictamente. Así pues los prisioneros como su líder serán liberados mañana a primera hora y se les devolverá su equipo de combate como sus armas-.

Todos los oficiales presentes aceptaron sin decir ni una sola palabra, estaban en desacuerdo pero no se atrevían a contradecir las órdenes de su General.

El General Redcloud se acercó a Ryder un poco preocupado.

-Hijo ¿Estás seguro de querer ir a territorio de Cloudstorm? Si lo haces podrían matarte y eso es lo que me preocupa mucho. Sé que eres un gran soldado que cumple con su palabra y de eso estoy orgulloso pero esto, esto es muy arriesgado. ¿Qué planeas hacer?

-Señor… padre. Yo confío en ellos, puede que en el pasado nuestros antepasados tuvieran sus conflictos pero desde que los conozco, desde que peleé con ellos me di cuenta que son de confianza y dignos de mi amistad. A pesar de ser muy agresivos y de mala reputación son muy razonables, además yo creo que son inocentes.

-Hijo, eres muy noble pero te lo pido como tu padre y no como tu superior; no quiero que vayas.

-Tranquilo- Le dio un abrazo el cual sorprendió a Race que estaba presente pues nadie nunca había visto que le mostraran mucho afecto al General. –Sé que estuve a punto de morir muchas veces pero te prometo que solucionaré este problema y te sentirás orgulloso de mí por dejar un gran legado en nuestra familia. Mañana esperaré a la prisionera afuera del calabozo y me uniré a ellos.

El General lo volvió a abrazar para despedirse de él sin importar demostrar sus sentimientos hacia su hijo pues estaba muy preocupado por él. Después de un rato lo dejó ir el cual Race siguió y acompañó a su amigo hasta la salida.

-Ryder, al verlos, al ver al General preocuparse tanto por ti. Amigo, de todas las locuras que has hecho ¿Estás seguro de continuar con esta? Recuerda que no estaré ahí para protegerte y no confió en ella…

Ryder le dio un golpe amistoso en su pata para callarlo y solo le sonrió muy tranquilo. –Race he elegido muy bien al nombrarte mi mejor amigo, te has preocupado por mí y aun lo sigues haciendo. Mira sé que es una completa locura pero algo me dice que debo hacerlo. Tal vez sea asesinado por aquella Yegua, quiero decir Lucky, pero quiero que confíes en mí.

Race al verlo y escucharlo se calmó y solo le extendió el casco para chocarlo con él y lo hicieron, amos chocaron el casco mientras se veían confiados el uno al otro.

-Hazlo amigo, yo confío en ti.

-Gracias, amigo.

Al otro día todos los prisioneros de Cloudstorm estaban siendo liberados, los heridos los trasladaban a la frontera en camillas para entregarlos a sus respectivos médicos. Todos los Legionarios que escoltaban de vuelta a sus enemigos no demostraban inconformidad solo cumplían órdenes sin protestar. Las armas decomisadas fueron devueltas dentro de enormes cajas de madera a respectivos oficiales de Cloudstorm mientras que los cadáveres fueron ya entregados desde hace días a sus respectivos familiares. En las fronteras se veía tensiones por parte de ambos bandos pero en el fondo todos sabían que estaban enojados, querían venganza.

Esa misma mañana, el Comandante Ryder llegó volando a las afueras de los calabozos, aterrizó en la entrada mientras veía salir a los soldados de Cloudstorm que estaban siendo escoltados por Legionarios. Estaba un poco emocionado y buscaba con la mirada a Lucky pero por más que buscaba no veía que salía. En su lomo llevaba un bulto envuelto largo que se tambaleaba con el movimiento del mismo pegaso.

Esperó y vio salir a todos pero ninguna señal de Lucky, en ese momento se empezó a preocupar un poco pues pensaba que hubiera habido algún problema con ella.

-¿Acaso tu novia te dejó plantado?- Le dijo Race de forma burlona mientras estaba postrado sobre una pequeña nube arriba de él.

-¡¿Qué?!- Exclamó y miró a todos lados para buscarlo hasta que lo encontró. -¡No digas tonterías, Race! Además ¿Qué haces aquí? ¿No estabas ocupado con tus deberes de Capitán?

Race bajó de su nube y aterrizó a lado de su amigo riendo a carcajadas.

-Vamos, amigo, no puedes ni siquiera disimular que ella te gusta. Debías verte estabas tan rojo cuando te pregunté por ella.

Ryder le dio un golpe en el pecho tan fuerte que lo movió del lugar donde aterrizó.

-¡Callate, Race! ¡Siempre me estás molestando, si no viniste a despedirte de mí entonces mejor vete a molestar a alguien más!

-¡Pero mira que tenemos aquí!- Exclamaba Lucky al salir de los calabozos –El comandante Ryder y su pareja sentimental. Que tierno se ven los dos juntos ¿Acaso vinieron a despedirse antes de separarse por un tiempo? Si es así los dejaré a solas.- Lo decía con voz burlona mientras reía bajo.

Race se molestó por su comentario que impulsivo por el enojo quería reclamarle pero fue detenido por Ryder.

-Tranquilo, amigo, solo está bromeando. Recuerda que no somos de su agrado.

Race miraba con enojo a su amigo Ryder pero se tranquilizó.

-Como tú digas, amigo. Solo quiero que te cuides de esos traidores.

-Race, por favor, no les digas así. Gracias por venir a despedirte, eres un gran amigo.

Ambos amigos se abrazaron por un momento. Al separarse, Race le dio una última advertencia a Lucky.

-¡Oye, si algo malo le pasa a Ryder. Juro que te buscaré hasta acabar con tu vida!

Después de decir eso emprendió el vuelo.

Lucky solo lo miró sin decir nada pues ella estaba ocupada sosteniendo entre sus cascos un pedazo de tela púrpura cuyo pedazo de tela estaba grabado la cuttiemark de su hermano fallecido. Dobló el pedazo de tela y se la colocó alrededor de su cuello hasta dejarlo como un paliacate cuya marca expuesta enfrente de su cuello se hacía ver.

-Así que llevarás puesta un trozo de la capa de tu hermano- Rompió el silencio Ryder pero Lucky rápidamente y con mucha agilidad sometió al pobre comandante en el suelo lastimándolo un poco.

-¡No es de tu incumbencia!

-¡Me rindo! Perdoname si toqué ese tema, no era mi intención incomodarte.- Rogaba el comandante que estaba bajo los cascos de Lucky pues no podía moverse.

Lucky lo dejó en paz mientras lo soltaba bruscamente y lo dejaba en el suelo.

-Muy bien, antes de irnos ¿Trajiste contigo la espada relámpago?

El pobre Ryder se levantaba algo adolorido del suelo.

-Bueno de eso quería hablarte. Fue algo muy gracioso de hecho pero tu queridísima espada fue destruida.

-¡¿Qué?! ¡Destruida!- Replicaba Lucky un poco asustada y enfadada. -¡¿Pero qué hicieron, malditos cerebros de pájaro?!

-Es que accidentalmente tomaron tu espada para fundirla junto con otras en mal estado y…

-¡¿Fundieron por accidente una espada milenaria?! ¡Es un gran insulto para mi pueblo y su cultura! ¡Esto es la última gota que derramó el vaso! ¡Ryder Redcloud estás muerto y mi pueblo se vengará con gran violencia a causa de esta gran afrenta!

Lucky estaba tan molesta que casi literalmente le salía fuego de su mirada pues con esa gran furia con la que miraba a Ryder era la misma energía con la que quería matarlo en ese instante.

-¡Caíste! ¿Enserio creías que haríamos tal cosa?- Respondía con una alegría bromista Ryder –Aquí está, la había ocultado detrás de estos arbustos. ¿Verdad que fue una buena broma?

Ryder había sacado la espada detrás de un arbusto y la misma espada estaba envuelta por una tela café y amarrada con un lazo para que no se desenvolviera con facilidad. Ryder estaba sonriendo por la broma que le hizo a Lucky pero ella no lo vio así pues ella estaba muy enojada, se acercó a él y sin decirle nada lo golpeó en la cara fuertemente con su pata derecha. Aquel golpe hizo caer de espaldas al pobre Comandante y la espada cayó a lado de él mientras él la miraba un poco asustado.

-¿Qué fue una buena broma? ¡¿Qué fue una buena maldita broma?! ¿Eso es lo que para ti es lo que representa esa espada para ti? ¡Un maldito chiste!

-Lucky, yo…

-¡No puedo creer que pensara que eras un pony digno de mi confianza! ¡Un pony que sería digno de transmitirle toda mi cultura!- Lo interrumpió y luego de desahogarse suspiró –Ya no me importa romper nuestro acuerdo o si nuestros pueblos entran en una guerra que tal vez nunca ganaremos- Lo decía mientras de su costado, oculto bajo su armadura sacaba una daga puntiaguda y la sujetaba con su casco.

-¿Oye que vas hacer?- Decía nerviosamente Ryder –¿No se supone que tus armas te las regresarían en Cloudstorm?

-Esta daga no es mía, se la acabo de robar al guardia de mi celda cuando miraba hacia otro lado. En fin, creo que como no lo tomas enserio esto de ser el nuevo portador temo que acabaré con tu vida de una vez por todas.

Ella con rapidez se lanzó hacia él con la daga en su casco mientras apuntaba atacar a su garganta.

-¡Lucky espe…!

Ryder lo esquivó por poco, miraba como la punta de la daga se clavaba en la tierra mientras él sujetaba con mucha fuerza ambas patas delanteras de Lucky que luchaban por liberarse -¡Estás loca!

-¡Y tú eres un mal chiste, inmaduro!

Lucky logró liberarse y volvió a tomar la daga con su casco pero Ryder le dio un cabezazo y aprovechó el efectivo golpe para desarmarla y tomar la daga con su hocico mientras ahora ponía de espaldas en el suelo a Lucky y él arriba de ella; la amenazaba con la daga apuntando a su cuello.

-¡Oye, tranquilizate solo fue una broma! ¿Siempre eres así de agresiva?

Lucky luchaba para escapar de él pero no podía pues Ryder era más fuerte teniendo la ventaja de que estaba arriba de ella.

-¡Ya tomé una decisión y será mejor para ambos que uno de los dos muera en este lugar!

-¡A pero como eres terca!- Escupía la daga lejos mientras se acercó más a ella mientras la sujetaba en el suelo.

Un pegaso que sobrevolaba el lugar los miró muy juntitos uno arriba del otro sin saber que estaban peleando.

-¡Oigan, ¿acaso no les da pena que todos los miren? Para eso están los cuartos de visitas conyugales!

El pegaso siguió su vuelo como si nada mientras Ryder y Lucky al escuchar aquel comentario ambos se sonrojaron incómodamente por un momento y Lucky aprovechó para tomar fuerza y golpearlo con las cuatro patas para quitarlo de encima. Ryder con el golpe cayó a un lado y se levantaba sujetando su estómago ya que lo había lastimado un poco.

-Levanta la espada y no perdamos el tiempo. No me hagas arrepentirme de mi decisión- Dijo Lucky mientras se sacudía el polvo y extendía sus alas.

-Sabes, eres una yegua bipolar. Interesante pero bipolar- Decía Ryder mientras se recuperaba del golpe pero Lucky lo volteó a ver de forma amenazante así que rápidamente fue a levantar la espada. –Está bien iré por la espada, no tienes por qué mirarme feo.

Después de eso ambos emprendieron el vuelo hacia el norte de Clousdale. Lucky volaban en la delantera mientras intentaba dejar atrás a Ryder pero Ryder no se dejaba opacar pues él mantenía la misma velocidad.

-Nada mal, ahora veamos qué tan bueno eres esquivando.

Lucky se desvió a la zona urbana de Clousdale y volaba entre los edificios hechos de nubes, esquivaba anuncios y uno que otro pegaso que sobrevolaba los edificios. Las quejas de los pegasos que casi atropellaba se escuchaban fuertemente pero a ella no le importó. En cambio Ryder tuvo dificultades pues con dificultad lograba esquivar los edificios, anuncios y pegasos que volaban en la zona. De vez en cuando golpeaba a otros pegasos o sus alas golpeaban con los anuncios que estaban cerca pero no perdía de vista a Lucky en todo momento.

-¡Veo que no te das por vencido!

Al poco tiempo de volar aterrizó cerca de la frontera entre Clousdale y Cloudstorm. Detrás de ella aterrizó Ryder que estaba un poco cansado.

-¿Por qué nos detenemos?

-Porque no vas a entrar con la espada relámpago envuelta en esa cosa. Esa arma merece más respeto.

Ryder volteaba a ver su lomo donde llevaba la espada y la bajó con cuidado.

-Entiendo tu punto pero no tengo donde colocármela para que no me estorbe y no pienso dejar atrás mi propia espada, fue un regalo de alguien importante.

-¿Acaso tengo que solucionarte todos tus problemas como si fuera tu madre?- Decía desesperada. –Mira, sé que tú arma la cuidas mucho pero no tienes que dejarla.

-Tranquila solo fue otra bro…- La miraba que estaba a punto de enojarse si terminaba la palabra "broma"-Quiero decir, no te agobies, mira tengo una idea.

Ryder desenvolvió la espada de aquel trapo que la cubría. La funda y el pomo de la espada estaban que brillaba de lo limpia y se la acomodó en su lomo mientras se amarraba la correa cruzando su pecho.

-Vez, así puedo traerla sin ningún problema y no me molesta para nada en aletear y si necesito desenvainarla solo con un ligero movimiento la tengo empuñada.

Le decía mientras hacía el movimiento como si fuera a desenvainarla de su espalda.

-¡Maravilloso! Has comprobado que no eres un inútil después de todo.

Ryder solo movía su cabeza tristemente por los insultos que recibía de ella.

-Mira, sé que no te caigo bien pero te respeto y para nada te ofendo. Si vamos a trabajar juntos que sea con respeto mutuo- Le extendía el casco en símbolo de amistad.

Lucky solo le apartó su casco siendo la misma fría yegua de siempre.

-¿Acaso en el ejército te trataban como una princesa? Por favor, pensé que eras un caballo rudo. ¡Mil disculpas princesita! ¿No se le ofrece alguna otra cosa, a la señorita? ¡Ya deja de jugar y démonos prisa!

Emprendió el vuelo hacia la frontera con Cloudstorm dejando atrás a Ryder mientras el comandante suspiraba decepcionado antes de emprender el vuelo y seguirla.

-Es un hecho, pasar tiempo con ella será una eternidad para mí. Espero no volverme loco soportando su carácter.

Ambos llegaron a la frontera donde del lado de Clousdale estaban postrados en diferentes nubes pegasos legionarios mientras que del lado de Cloudstorm varios pegasos de su ciudad, armados y posados en diferentes nubes esperaban y retaban con su miraba a los pegasos legionarios. Mientras tanto en la línea divisora entre ambas ciudades estaba asentada una división de pegasos de la Guardia de Celestia quienes custodiaban la frontera y evitarían un posible conflicto entre las dos facciones.

A Lucky la dejaron pasar al lado de Cloudstorm con solo ver el uniforme que portaba mientras que a Ryder; los guardias de Celestia; le bloquearon el paso con sus lanzas.

-¡Alto ahí! Se prohíbe el paso a Cloudstorm a cualquier Legionario. De media vuelta, soldado, y regrese por donde vino.

Lucky al escuchar eso regresó para ayudar a Ryder.

-Caballeros, no sean tan estrictos. El legionario viene conmigo así que pueden dejarlo pasar.

-Asi es, soldado. Yo vengo con ella y es muy importante que la acompañe.

-¡Silencio, ambos!- Gritó el guardia. –Nuestras órdenes son claras. "Estrictamente tienen prohibido los legionarios pasar a territorio de Cloudstorm mientras que los de Cloudstorm tienen prohibido entrar en territorio de Clousdale". Así que lo lamento. Váyanse antes de que los ponga bajo arresto por desobediencia marcial.

-Escucha, soldado, no me importa tus tontas órdenes. Yo también tengo las mías y es entrar con ella a territorio de Cloudstorm el día de hoy. Así que puedes darme el acceso o tendré que abrirme paso a cualquier medio para entrar. Tú decides.

Lo retó Ryder al alzar su voz. Lucky intentaba persuadirlo de que no hiciera una tontería pues encontrarían una solución más pacífica para resolverlo y que no se viera tan comprometido pues Ryder portaba la espada relámpago y tenía miedo que los Guardias de Celestia se la confiscarían por una tontería como esta.

Los pegasos Legionarios como los de Cloudstorm presenciaban la discusión que tenía Ryder con los guardias que vigilaban la frontera. Empezaban a gritar animando así la próxima pelea que se iba a desatar. Un puñado de Guardias de Celestia llegó volando hacia ese lugar a reforzar la vigilancia y así poder detener a Ryder si cometía una locura.

-¡Última advertencia, Legionario! Retroceda o será arrestado bajo las leyes de Celestia y procesado a una corte marcial en Canterlot- Amenazaba el Guardia mientras apuntaba su lanza hacia él.

-¡No seas idiota! ¡Encontraremos otro modo para que entres, imbécil!- Le gritaba Lucky.

-En este momento voy a entrar. He soportado humillaciones de una yegua loca y ahora unos guardias groseros no me impedirán pasar y humillarme también.

Ryder se agachó abriendo un poco sus cuatro patas mientras extendía sus alas. Los Guardias de Celestia prepararon sus lanzas para el ataque del Legionario. Ryder hizo la finta que iba a desenvainar la espada y al hacer ese movimiento los Guardias de Celestia se abalanzaron contra él usando sus lanzas para atacarlo. En ese momento, Ryder, avanzó hacia el frente esquivando la punta de lanza del primer guardia y con su hocico sujetó la vara de la lanza y la desvió para desequilibrar a su oponente y extendió más sus alas para golpearlo a él y al otro Guardia que venía a atacarlo por su retaguardia. Pero el guardia que le había desviado el golpe de lanza soltó su arma para esquivar el golpe con el ala mientras que el que venía atacando la retaguardia fue más habilidoso para esquivar el golpe y atacarlo con más certeza con la lanza. Ryder impresionado por la habilidad de sus oponentes, gira la lanzá que arrebató con su hocico para que bloqueara y desviara el ataque de la retaguardia y al bloquearlo gira de nuevo la lanza para golpear al oponente que tenía enfrente de él, el cual se cubrió con sus patas delanteras del golpe con la vara de la lanza, aguantando el dolor rápidamente sujeto la vara y se la arrebató a Ryder, poniéndose de nuevo a la defensiva y girando la lanza como si no hubiera pasado nada. Los otros pegasos de la Guardia de Celestia atacaron por arriba de Ryder pero este saltó hacia enfrente dando una rodada y al incorporarse después de caer y esquivarlos desenvainó su espada quedando a la defensiva mientras miraba a los Guardias que rápidamente lo rodeaban.

-No nos subestimes, Legionario. No por que tengas un entrenamiento de la élite significa que puedas luchar mejor que nosotros. Nosotros entrenamos para resguardar la seguridad de las Princesas y de Equestria. No somos tan débiles como piensan.

Habló aquel guardia pegaso que se enfrentó a Ryder mientras los legionarios y los soldados de Cloudstorm que presenciaban la pelea gritaban y hacían ruido apostando entre ellos como sería el resultado del enfrentamiento.

-No te lo pediré una vez más, es mejor que te rindas porque en este momento estás arrestado por desobediencia marcial. ¡Así que baja el arma y pon los cascos donde los vea!

Ryder sujetaba fuertemente su espada y miraba a los guardias que lo habían rodeado haciendo un círculo en la nube donde estaban postrados. Miró a cada uno y luego miró a Lucky que estaba furiosa y le hacía señas de que no hiciera más tonterías. A esto, Ryder, le guiño el ojo para que dejara de preocuparse lo cual esto no le gustó para nada a Lucky.

-Son muy buenos pero esto aún no termina.

Ryder voló hacia aquel guardia que lo había desafiado y al mismo tiempo los demás se movilizaron a atacar al intrépido Comandante Legionario con sus lanzas. El primer guardia que atacó Ryder esquivó el ataque de este y usó su lanza para golpearlo en una de sus alas pero Ryder blandió su espada muy rápido para cortar la lanza en dos. Los otros guardias lo atacaron para impedir que hiriera a su compañero.

-Creo que estoy en problemas y en desventaja- Decía mientras esquivaba los ataques casi certeros de los guardias.

Voló hacia atrás para tomar distancia pero otro guardia se lo impidió dándole una patada en su lomo y obligándolo a caer en la nube. Rápidamente se reincorporó para esquivar varias lanzas que le fueron lanzadas por los guardias. Las lanzas atravesaban la nube mientras Ryder rodaba hacia los lados y saltaba para evitar ser golpeado por una de ellas. Sujetó su espada con su hocico y bloqueó el acero del primer guardia que venía hacia él, extendió sus alas para volar un poco mientras y con sus pezuñas libres golpeó el cuerpo del guardia rápidamente en varios puntos vulnerables de su estómago y lo remató con un golpe en la mandíbula para separarse. Continuó así con su estrategia, bloqueaba los ataques con su espada en el hocico mientras utilizaba sus cascos para golpear y noquear a sus oponentes. No quería herirlos de gravedad o matarlos solo quería dejarlos fuera de combate pero le resultaba muy difícil hacer eso pues el entrenamiento que recibió era para eliminar al enemigo lo más rápido posible y no de someterlo. No pudo seguir haciendo el mismo movimiento pues otro guardia logró golpearlo al tratar de hacer lo mismo, solo guardó sus alas y se dejó caer en la nube mientras que los guardias lo siguieron volando en picada y al caer en la nube uno de los guardias lo esperaba así que lo atacó blandiendo su espada. Ryder vio que no era el único ataque que venía hacia él, otro le llegaba por la retaguardia más los demás que venían en picada para bloquear su escape por los cielos. Lucky que miraba el encuentro pensó que ya estaba acabado pues los guardias por fin iban a someterlo así que solo apartó la mirada justo cuando los guardias estaban a punto de golpearlo. Se escuchó el fuerte ruido del acero chocando y Lucky miró hacia Ryder y se sorprendió que había bloqueado ambos ataques en ese momento. Estaba apoyado en sus dos patas traseras mientras que con ambos cascos delanteros sujetaba su espada la cual bloqueaba el tajo del guardia frontal mientras que el guardia que atacó la retaguardia, su acero chocó contra la espada que llevaba Ryder en su lomo. Se había salvado pero no por mucho ya que los guardias que venían en picada ya estaban demasiado cerca así que solo tomó al guardia que tenía enfrente para tomarlo de rehén.

-¡Atrás! Un galope más y le cortaré el cuello.

Amenazaba mientras veía alrededor que estaba rodeado. En su mente planeaba diferentes formas de salir de ahí mientras observaba alrededor, sin importar lo que pensara no encontraba una estrategia eficaz pues los guardias se movilizaban a lo lejos postrándose en las nubes cercanas mientras preparaban sus ballestas esperando la orden para dispararle.

Lucky que al ver todo el desastre que había hecho Ryder se acercó a la entrada donde los guardias del lado de Cloudstorm le bloquearon el paso. Estaba a punto de desarmar al guardia y abrirse paso para ayudar a Ryder pero se detuvo al ver que los guardias prestaban atención a otra cosa.

-¡Deténganse, es una orden!

Aquel grito de autoridad vino de un pegaso con la armadura de la Guardia de la Princesa Celestia. Su uniforme era muy diferente a los demás guardias pues la armadura era de plata muy brillante y en el pecho llevaba una medalla con el símbolo de las dos hermanas. Aterrizó cerca donde los guardias habían rodeado a Ryder y mientras lo hacían los guardias que estaban en posición de batalla se encuadraron y le mostraron respeto bajando sus armas. Era el Capitán de aquel escuadrón de vigilaba la frontera entre Clousdale y Cloudstorm que con una mirada serena y galope firme se acercó para calmar el problema.

-Bajen sus armas y reagrúpense de inmediato.

Los guardias obedecieron y volvieron a hacer una formación detrás de él mientras que el Capitán miraba a Ryder que aún seguía teniendo de rehén un Guardia de Celestia.

-Esa orden también va para ti, Legionario. Puedes soltarlo con total confianza pues no te vamos a arrestar por todos los crímenes que has cometido en este pequeño lapso de tiempo.

Ryder miró a su alrededor y al ver que en efecto los Guardias de Celestia bajaron sus armas y se reagruparon, decidió soltar al rehén sin protestar. Aquel rehén se separó del Legionario y se reagrupó junto con sus compañeros.

-Capitán ¿Por qué no va arrestarlo? Si intentó entrar a zona prohibida y agredió a la Guardia Real.- Exclamó un Guardia.

El Capitán miraba a Ryder que volvía a enfundar su arma y se acomodaba la otra espada que llevaba en su lomo.

-Soldado, no lo he arrestado por que vengo con nuevas órdenes oficiales del alto mando de los Legionarios y si creo que ese tipo es quien creo que es se le debe de retirar dichos cargos, de lo contrario sufrirá todo el peso de nuestras leyes. ¡Oye Legionario! ¿Cuál es tu nombre?

-¡Me llamo Ryder Redcloud, Legionario con rango de Comandante, señor!

-Pues buenas noticias para ti, Ryder. No estás bajo arresto ya que tenemos un permiso especial para ti.

Al escuchar eso Lucky sintió un gran alivio.

Ryder se acercó más al Capitán para estar frente a frente y poder hablar y escuchar con más claridad.

-¿Así qué tengo un permiso especial, eh? ¿En qué consiste, señor?

El Capitán sonrió muy despreocupado. –Tengo en mi poder un documento oficial que dice que solo se le permitirá cruzar la frontera de Closdale con Cloudstorm a un Legionario de nombre Ryder Redcloud. Cuyo propósito en el lugar es… Es curioso esa parte está censurada en el documento. Debe de ser clasificado. Pero la verdad no me gustaría ser tú en estos momentos.

-¿Enserio? Pero si usted me dijo que no estoy en problemas ¿Por qué dice que no quiere ser yo en este momento?

-Comandante, puede que lo que vaya hacer allá sea algo importante pero creo que entiende que esos pegasos son sus enemigos y al cruzar al otro lado casi puedo asegurar que trataran de matarlo y nosotros no podremos hacer nada para impedirlo. Se requieren agallas para entregarse solo a su propia muerte. ¿No sé qué lo motiva a seguir?- Miraba alrededor y notaba que Lucky los miraba con mucha atención. –Si es por su novia- Le señalaba moviendo su cabeza en dirección de ella –Creame que no vale la pena. No pierda la cabeza por una yegua, creame, siga mi consejo.

Ryder solo volteó disimulado hacia la derecha, con la misma mirada y expresión seria pero se le notaba un poco lo ruborizado por el comentario.

-Está muy equivocado, Capitán. No se trata de complacer los instintos románticos de una yegua. Esa yegua lo que más quiere es matarme y no de la forma de la que usted piensa. Enserio ella me quiere muerto pero antes de que eso pase debo completar una misión muy importante. Como dijo aquella misión es clasificada pero descuide, le agradezco mucho su preocupación pero puedo cuidarme por mi mismo.

-No seas tan arrogante, Comandante. No puedo entrometerme en tus órdenes así que puedes pasar. Solo un consejo más: Nunca subestimes a tu enemigo. Si vi cómo te enfrentaste a mis soldados y creo que subestimaste su entrenamiento. Por favor no lo vuelvas a hacer. Solo sigue tu instinto. Mucha suerte.

El Capitán giró a mirar a sus soldados que estaban custodiando la puerta mientras los demás guardias que estaban formados detrás de él abrieron las filas para dejar un camino hacia la entrada. El Capitán alzó su pesuña con firmeza dando una señal.

-¡Abran las puertas y dejen pasar al condenado!

Ryder galopó sobre la nube hasta llegar a la frontera y cruzarla. –Sí que es muy bromista, Capitán. –Susurraba mientras cruzaba la frontera hasta reunirse con Lucky.

-¡Buena suerte! ¡Espero que vuelvas con vida!- Le gritaba el Capitán.

El Legionario Comandante se reunió con Lucky y esta lo recibió con un fuerte golpe en su cara con su pezuña.

-¡Eres idiota o qué! ¡No pudiste resolver este problema de la manera más pacifista!

Ryder se aguantaba el dolor del golpe e incluso no frunció ceño alguno por este.

-Yo también estaba ansioso por comenzar el entrenamiento- Le contestó mientras dibujaba una sonrisa despreocupada en su rostro.