Fairy tail no me pertenece. La historia es de mi imaginación.
Advertencia: Solo mayores 18. Por favor, no imitar lo aquí escrito. SIEMPRE todo consensuado.
Notas: ¡Sorpresa! Se preguntaran por que actualice hoy, por motivos de salud he decidido tomarme unos días extra para descansar, no quería dejarlos sin capítulo esta semana. Así que, aquí esta, pequeño pero no menos importante. Gracias a todos por sus comentarios, los adoro!
Capitulo IX
I broke apart my insides
Tomando a Lucy desde la cintura, la alzó para sentarla en la cama, en su rostro se mostró una pequeña mueca cuando su trasero rozó contra las sábanas , ella se dejó mover sin protestar pues el impacto de la situación la tenía viendo hacia el espacio. Se quitó su propia camiseta y se la puso rápidamente sobre la cabeza, tomó su cabello y lo acomodó mientras Lucy metía los brazos.
Se hizo a un lado en la cama y cuando Lucy intentó seguirlo y ponerse de pie, sus piernas le traicionaron, la sostuvo de la cadera y la recargó contra su pecho para evitar que golpeara con el piso, Natsu no pudo evitar burlarse en su cara.
La cargo con facilidad hasta la puerta y la sostuvo mientras ella quitaba el seguro con manos temblorosas para abrir la puerta tan solo lo suficiente para que se viera su cara en el espacio. Natsu sosteniendo su cuerpo desde un lado, inclinó su cuerpo para evitar que se mostrará por la pequeña abertura.
-¿Está pasando? ¿Es hora?- le preguntó Lucy a Lily.
-Si, es hora. Necesitamos darnos prisa, yo iré por Porlyusica- le dijo Lily. Lucy asintió y todo su cabello saltó a su alrededor , Natsu se tomó un momento para apreciar el trasero descubierto de Lucy, la piel aún estaba roja, con claridad podía ver la silueta de su mano, sonrió con picardía y colocó una mano sobre la piel. Lucy saltó pero le ignoró mientras seguía hablando con Lily.
-Yo iré por Wendy-
-De acuerdo- Natsu se imaginó que Lily se había ido porque Lucy cerró la puerta y recargo su frente sobre la puerta. Sin soltarla, Natsu dio un par de pasos hacia atrás para darle espacio.
Pero Lucy se giró hacia él, enormes ojos bien abiertos y los brazos abiertos, se acercó con rapidez para recibir el abrazo, Lucy le besó con fuerza sin abrir sus labios sorprendiéndolo.
-Van a nacer- fue lo único que le dijo y se soltó de su agarre para ir al clóset donde tomó una falda y ropa interior.
En menos de cinco minutos, Lucy tenía ropa puesta, el cabello recogido y los dientes lavados. Tomó el primer suéter que encontró, junto con sus llaves y mientras se ponía las medias largas, esas que le cubrían hasta los muslos, esas que a Natsu le gustaban mucho, le contaba lo que tenía que hacer.
-Ir por Wendy, avisar a Juvia, pedirle a Gray hielo, avisar al Maestro- y repitió aquello varias veces mientras Natsu la miraba, ir de un lado al otro, terminando de arreglarse, aún usando su camiseta.
-Yo le aviso al Maestro- le dijo mientras se rascaba la oreja. Al fin y al cabo ya no tenía nada que hacer, al menos podía ir al gremio a pasar el rato.
-¿Enserio?- ella detuvo su andar y lo miró, Natsu vio en ella el brillo de satisfacción, aunque fueron interrumpidos, la felicidad que tenía en la mirada y la sonrisa de Lucy emanaba era demasiada.
-Claro- ella se acercó con rapidez a él, aún con sus llaves en la mano y suéter en la otra, le tomó el rostro y una vez más lo besó tan rápido que Natsu no pudo reaccionar. Ella le sonrió analizando su rostro - Bien, ya me voy.
-De acuerdo- le asintió y ella corrió hacia la puerta dándole una última mirada de felicidad.
Al cerrarse la puerta, Natsu recordó que no tenía camiseta, Lucy no se la había cambiado por una propia, no podía ir por ahí sin ropa, no era Gray.
Decidió buscar en el clóset de Lucy alguna ropa suya.
En ocasiones había dejado ropa en el departamento. Cuando él y Happy se quedaban con ella antes de una misión, no se molestaba en guardar la ropa que usaba, la metía al canasto de ropa sucia y después Lucy la dejaba limpia y doblada para él. Le gustaba usarla inmediatamente pues tenía el olor a Lucy impregnado.
Entre la ropa colgada, no había nada suyo, estaban las blusas y faldas, los pantalones y uno que otro abrigo. En el fondo estaba el horrible abrigo rosa, podría aprovechar para quemarlo, Lucy no se daría cuenta hasta que nevara en Magnolia.
Lo movió un poco y descubrió, entre el abrigo rosa y una chamarra de color negra, había algo que estaba cubierto por un plástico transparente, lo sacó y observo la prenda.
Parecía un traje de baño, era de color rojo y la tela era, diferente, era muy suave, era la misma tela igual a varias tangas que Lucy tenía, tenia una línea sin tela en medio de los pechos que bajaba poco antes de donde iba la entrepierna, eso definitivamente no era ropa interior y tampoco era una pijama.
Oh, lo que daría por ver a Lucy con eso puesto.
Lo volvió a meter entre el plástico y entre ambos abrigos. Decidió buscar más, buscando su ropa claro, para ver si por casualidad encontraba algo más como ese traje rojo.
En el cajón de la ropa interior encontró, sostenes nuevos, al igual que calzones, sabía que eran nuevos por que olían diferentes, no olían al detergente de ropa que Lucy usaba.
Eran parecidos al que estaba colgado entre los abrigos, negros y blancos, había también otro par de color rojo y azules, noto que varios combinaban pue tenían la misma tela o patrones.
Definitivamente haría que Lucy le modelara todos.
En el último cajón encontró varias prendas suyas, un par de pantalones, un chaleco y varias camisetas. Tomó una de las camisetas y se la puso, acomodo su bufanda y le puso la llave a la puerta principal, apagó las luces y salió de ahí por la ventana.
En las calles aún había varias personas, aunque los días comenzaban a durar menos, la vida en la ciudad no paraba jamás. En el gremio se encontró la concurrencia similar al día anterior, escaneo con la mirada el lugar y se encontró con Juvia sentada aun lado de Gray mientras tomaba de un gran vaso de agua.
-¡Oye Juvia!- atravesó medio gremio para acercarse hasta donde estaban. Ellos hablaban sobre cómo acomodarían los nuevos sillones en la casa que rentaba Gray pero que todos sabían, Juvia se había mudado hacía un par de meses, así que no le importó interrumpir la conversación.
-Que tal, Natsu-san - le saludo Juvia. Ella giró su cuerpo un poco para ponerle atención mientras Gray le insultaba por interrumpirlos. Se sentó frente a ellos cómodamente tomándose su tiempo.
-Creo que deberías de saber, parece que Levy va a parir-
-¡¿QUÉ?!- Juvia soltó un chillido y como Lucy reaccionó con ansiedad, los ojos bien abiertos y las cejas tocando el cabello, se giró hacia Gray tomándole las manos y con rapidez le empezó a hablar- ¡Pero aún faltan tres semanas! ¡Juvia necesita ir! ¡Necesitamos hielo! ¡Juvia necesita darse prisa!
-¿Para qué necesitan hielo?- le pregunto Gray mientras juntaba ambas manos y creaba un cubo de hielo del tamaño de Happy, dentro estaba rebosando de pequeños cubitos de hielos, creó una tapa y un mango para que se pudiera agarrar y no quemarse. Natsu se imaginó que para Juvia ese no era un problema, después de todo su cuerpo era completamente agua.
-Para Levy-san- le dijo cómo si fuera lo más obvio del mundo. Natsu y Gray se miraron y siguieron sin entender para qué necesitaban el hielo.
Juvia tomó el cubo que Gray había creado y rápidamente se puso de pie, se despidió con un "nos vemos luego" y salió por la puerta principal, todo en menos de un minuto. Esa chica si que era rápida.
-Oye idiota, ¿Que tienes ahí?- Gray llamó su atención y dejó de mirar las puertas principales para darle una mirada a él.
-¿Ahí donde?, ¿De qué hablas?, ¿Acaso quieres pelear?- Natsu estaba listo para comenzar a soltar golpes cuando Gray levantó una mano y creó un hexágono lo suficientemente grueso para que reflejara su cara. Tenía el cabello despeinado como siempre el rostro igual de siempre, la bufanda como siempre, no entendía qué era lo que tenía que ver- No entiendo que debería de estar viendo.
-Ahi, idiota, fíjate bien- Gray le señalo un punto en la mandíbula. Natsu giró el rostro y lo alzó de un modo en que pudo ver como claramente sobre su piel, a un lado de la manzana de Adán y bajo su mandíbula había una marca -¿Acaso … acaso tienes un chupetón…?
Él también estaba sorprendido. En el hexágono pudo ver su propia reacción ¿En qué momento había aparecido eso ahí? Sabía lo que lo había causado, él mismo había dejado varios de esos en la espalda de Lucy la última vez, pero no estaba consciente de que Lucy se lo hubiera hecho. Había estado tan entretenido en lo que hacía para tomar en cuenta lo que Lucy hacía.
-Mierda- susurro mientras tocaba el punto con sus dedos, giró la cabeza y el cuello buscando más marcas similares y encontró un par más más abajo cerca de la clavícula, rápidamente buscó taparlas con la bufanda.
-¿Acaso estas con alguien?- la incredulidad en la voz de Gray era visible. Él bajó la mano y desapareció el hexágono, Natsu pensó en que debía de hacer, fingir estupidez o decirle lo que pasaba.
Tal vez Gray era la única persona a la que le contaría lo que tenía con Lucy pero no estaba del todo seguro que al pelinegro le gustara, desechó la idea rápidamente, después de todo había acordado con Lucy no decirle a nadie, aunque dudaba que Cana siguiera en la ignorancia, después de todo Laxus lo había notado por el olor de Lucy impregnado en el.
Eso detuvo sus pensamientos por un momento, Lucy había ido a casa de Gajeel y Levy con su olor impregnado en la piel. Era obvio que el pelinegro lo iba a notar, una parte de él le dijo que estaba bien, que Gajeel supiera que Lucy era de él, otra parte, la más consiente, le decía que era un idiota.
-No lo puedo creer … ¿Quién es? … ¿La conozco? O, ¿Acaso es un el? … Pero dijiste que Lucy …- había estado tan perdido en sus pensamientos que apenas puso atención a lo que Gray le decía. El joven interesado se había acercado hacia él mientras cruzaba los brazos y lo escudriñaba con la mirada.
-Calla la puta boca- aquello había salido con un tono más agresivo de lo que había planeado. Si Gray decía algo más sobre sus pensamientos sobre Lucy en voz alta, iba a golpearlo como nunca lo había hecho. Una cosa era que él le hablara de sus pensamientos en confidencia y otra muy diferente era que lo hablaran en voz alta en un espacio público -Júrame que no vas a decir nada.
Aún que en ese punto todos a su alrededor habían notado cuando pasaba el tiempo admirando a Lucy. Pero eso él no lo sabía y tampoco le importaba.
-Wow, tranquilo, viejo - Gray alzó ambas manos pero no disminuyó la sonrisa que se formaba en su rostro- Pensé que no tenías la capacidad. Digo, ni siquiera crei que supieras lo que es el sexo.
-Claro que sé que es- dijo indignado. No quería seguir con esa conversación, busco rápidamente alguna excusa para irse.
-¿Enserio? Pensé que tu estúpido cerebro no tenía la capacidad-
-Yo te voy a mostrar capacidad- ahí estaba su distracción, salto sobre de él listo para golpearlo. A la pelea se unió Elfman que pasaba por ahí, Max que chocó con alguien por accidente y unos cuantos más, que simplemente estaban aburridos.
Un trueno resonó en el Gran Salón y Natsu no pudo evitar tragar la mitad. La otra mitad electrocutó a Gray. Laxus observaba el tumulto de gente que comenzaba a disiparse, mientras Gray estaba aún en el suelo temblando con los dientes chocando entre sí. Natsu por su parte se ponía de pie quitándose la tierra de encima.
-Laxus, olvidé que debía buscarte- se acercó a las escaleras donde Laxus estaba parado. Tenía los brazos cruzados y las cejas pegadas- Lucy me pidió que te avisara. Levy va a parir.
-…- sin decir nada solo asintió. En su rostro Natsu podía ver pequeños cambios que mostraban la madurez en el Maestro.
Después de la guerra contra Álvarez. Un día entre las reconstrucciones, Makarov anunció que estaba cansado. Física y mentalmente había hecho lo posible en sus manos por el gremio y su familia. Se merecía descansar. Por esto mismo, cuando Laxus había regresado de una misión de varios meses, Makarov le había dicho que era el nuevo maestro.
-Diviértete escribiendo disculpas- fue lo único que le había dicho y había comenzado a disfrutar de su retiro. Nadie se había sorprendido, todos se habían preocupado cuando Makarov casi moría al protegerlos a todos y preferían tenerlo entre ellos, como un miembro más o que fuera el maestro y su salud empeorará.
Aún que Laxus hacía un buen trabajo, prefería dejarle ciertas cosas a Mirajane, quien ya tenía la experiencia y conocimientos. Entre ambos hacían un excelente equipo manejando el gremio.
Pero Natsu sabía que hacían algo más que manejar en gremio, esa información la había usado cuando Laxus notó el olor de Lucy en él. En ese mismo momento, podía jurar que Laxus podía oler a Lucy en él como si la misma rubia estuviese a su lado. Del mismo modo en que Natsu podía oler a Mirajane en él.
Ambos se quedaron callados y nadie salió herido.
-Por cierto, idiota, ¿Como sabes tú eso?- excepto Gray. Gray iba a salir lastimado.
-Por que estaba en casa de Lucy cuando llegó Lily y le aviso- Gray, quien se había recuperado de ser electrocutado y trataba de acomodar su cabello que lo tenía hacia todos lados; se había acercado a ambos para escuchar mejor lo que decían, no era chismoso, solo le gustaba estar informado.
-¿Y… qué hacías en casa de Lucy?- Gray alzó una ceja y Natsu le golpeó en el hombro.
Aquello comenzó una nueva pelea. Gray era muy inteligente.
-Ya dime idiota- Gray le golpeó dejando caer sobre su cuerpo un cubo gigante de Hielo. Natsu con facilidad lo derritió.
-No te interesa- le contestó. Se planteó de forma momentánea si le contaba a Gray o no. Por un lado estaba su promesa con Lucy y por otro, Gray era la única persona consciente de sus sentimientos por Lucy, al menos era la única persona a la que le había dicho con palabras lo que pensaba.
Pero si rompía la promesa con Lucy, tendría que decirle, si le pedía honestidad, él debía de reciprocar de la misma manera, siendo sincero, y si no le agradaba, ella podría romper lo que tenían.
Lucy podía poner un alto a todo y simplemente hacerlo a un lado, buscar a alguien más o tal vez hasta dejar de ser su mejor amiga.
Buscar a alguien más. No, aquello era lo último que quería.
Lucy lo tenía a él, para todo lo que quisiera. Solo tenía que dejarle saber que también en "todo" entraba la parte donde la quería.
Necesitaba calmarse.
Dejó de pelear con Gray y se tomó un momento para respirar. Gray notó el cambio radical en la actitud de Natsu y sin molestarlo espero a que se calmara.
Natsu no era una persona que entrara en pánico muy seguido. Mucho menos sobre pensaba las cosas, pero había algo que siempre que Lucy estaba involucrada, le causaba actuar en los extremos.
Por que solo le importaba Lucy y ninguna otra mujer. Porque quería a Lucy feliz y él sería feliz.
¿Así iba a ser siempre? Con cientos de pensamientos sobre Lucy. No era correcto centrarse en una sola persona. Pero no sabía cómo no hacerlo, jamás le había importado tanto alguien, estaba seguro que quería pasar el resto de sus días con ella.
Todo su ser le pertenecía y aún así, si Lucy lo hiciera a un lado el día de mañana, lo aceptaría y desaparecía de su lado.
-Necesito contarte algo- le dijo por fin a Gray. Después de todo, en quien más podía confiar.
El camino hacia el río fue silencioso, demasiado silencioso. Natsu había encendido una antorcha cuando se sentaron en la orilla con las cañas listas para pescar.
-¿Entonces?, ¿Vas a decirme que te pasa?- le pregunto Gray después de media hora y que ningún anzuelo se moviera.
-No me presiones- se quejó Natsu, llevaba todo el tiempo pensando en cómo explicarle a Gray las cosas.
-Solo dilo y ya, estás quebrandote la cabeza por algo que no deberías-
-De acuerdo- respiro varias veces y comenzó a hablar- Lucy y yo tenemos este "acuerdo" pero cada vez que estamos juntos … todo se vuelve más intenso es como si todo lo que pensara fuera en ella.
-Y este "Acuerdo" … involucra sexo- pregunto Gray un poco receloso. Natsu asintió y Gray volvió su vista al río donde su caña se movió tan solo un poco - … ¿Y Lucy está de acuerdo?
-Si- Natsu se dedicó a inspeccionarlo. La luz de la antorcha le iluminaba tan solo una parte del rostro, podía ver como había un tanto de enojo en él. Pero Gray era muy difícil de leer.
Gray era la persona más cerrada y recelosa que conocía. Se guardaba las cosas y jamás hablaba de sus pensamientos, tenía demasiados secretos y cargaba con demasiadas cosas.
Natsu agradecía a Juvia. Porque desde que estaban juntos, Gray se veía más feliz, más tranquilo y con más paz.
Le gustaba ver a las personas que le importaban felices, no era que Gray le importara, claro que no. Pero le gustaba la armonía que se vivía cuando todos estaban felices.
- Si Lucy está de acuerdo no veo el problema en su "Acuerdo"- dijo Gray finalmente. Gray le sonrió de lado y con picardía en los ojos le preguntó. - … ¿Y qué tal?
-No lo sé, nunca lo hemos hecho- confesó Natsu encogiendo los hombros y haciendo una mueca.
-¿No?- pregunto Gray alzando una ceja.
-No- repitió Natsu, movió un poco la caña que estaba en sus manos y le explicó- Estamos … aprendiendo.
-Ya veo- asintiendo con entusiasmo Gray movió la cabeza a los lados, repitió la acción de Natsu con su propia caña y silbó- ¿Entonces cuál es el problema?
-¡Que no dejó de pensar en ella! - le gritó indignado pues había sido lo primero que le había dicho - Es todo lo que pienso, todos los días a cada hora. Todo es sobre Lucy. Siempre quiero estar con ella... No me canso de verla. Y todo lo que hace es perfecto, no hay ningún defecto en ella... ¡Estoy harto de mi mismo!
Ante su explicación Gray solo pudo reírse. Con fuerza y en su cara. Aquello lo enojó, él estaba ahí siendo sincero con él y él solo se dedicaba a burlarse. Sacó su caña del río y lo golpeó repetidas veces hasta que dejó de retorcerse tratando de evitar los golpes.
-Basta, basta idiota- Natsu se detuvo cuando lo vio tratar de calmarse, repito varias veces tratando de llenar sus pulmones de aire aún que aún salían varias risas entre respiros.
-¡Tu solo estás haciendo el imbécil! ¡No debí de decirte nada!- lo volvió a golpear con la caña.
-Ya calma, solo me sorprendiste- Gray levantó las manos en signo de paz- Yo sé lo que te pasa.
-¿Lo sabes?- eso si le interesa, dejo de golpearlo y puso atención.
-Claro, es normal, estas enamorado-
-…-
Hubo silencio por varios minutos.
-¿Qué es eso?- preguntó por fin después de buscar en su cerebro si había escuchado aquella palabra.
-Estar enamorado es todo lo que describiste- le dijo, se notaba que Gray no quería explicarlo pero ya lo había mencionado ahora tenía que decirle.
-¿Cómo?- Gray movió una mano en el aire mientras buscaba las palabras para explicarle. Natsu lo vio hacer esa muletilla que tenía con los dedos, el pulgar y el índice los frotaba entre sí con rapidez; Natsu sabía que verlo hacer aquello solo era cuando Gray quería fumar.
Ahora que lo pensaba, no podía recordar por qué Gray dejó de fumar.
-Todo lo que dijiste- comenzó- Es lo que siente una persona cuando está enamorada... Tu amas a Lucy.
-No, no, yo la quiero- le corrigió rápidamente.
-Sí pero también la amas … digamos que amarla es algo más fuerte- Natsu seguía sin entender.
-¿Osea que ya no la quiero?- Gray suspiró y se tocó el puente de la nariz.
-Es ambos, es como la evolución … es como si después de querer a una persona por mucho tiempo, describiera tus sentimientos como amor- Natsu había escuchado varias veces la palabra amar, Cana solía decir que amaba la bebida o Elfman que amaba decir hombre.
-Osea que yo amo a Lucy- Gray sintió y Natsu meditó todo lo que le dijo.
Osea que todo lo que sentía por Lucy fue evolucionando hasta que llegó al punto donde la amaba. Ahora lo entendía con más claridad.
-¿Y qué sigue después de amarla?- Gray alzó una ceja sin entender- Si el querer evoluciona a amar. ¿Qué hay después de amar?
-Amar más- dijo simplemente.
Osea que iba a amar más a Lucy, no lo creía posible.
-Ya entiendo- era sencillo después de todo. Por fin podía ponerle nombre a eso que buscaba.
Amaba a Lucy.
-Solo tengo que decirle que la amo- dijo Natsu más para sí mismo que para Gray pero el pelinegro no pudo evitar comentar.
-Debe de ser sencillo, si ya le dijiste que la quieres, después de todo- la mueca en la cara de Natsu lo dijo todo - ¿No le has dicho que la quieres?
-No-
-Eres un imbécil, ¡¿Dijiste que ella estaba de acuerdo?!- le golpeó la cabeza mientras le gritaba.
-¡Si lo está!-
-¡¿Y por que si " Acordaron" en tener sexo pero no se pudieron decir que se quieren?!-
-¡Por que ella no me quiere!- Gray no pudo evitar golpearlo en la cara con su puño.
-¡Deja de ser un imbécil! ¡Usa el cerebro! ¿Por qué otra razón aceptaría acostarse contigo, si no te quisiera?- Natsu se defendió de los demás golpes que le siguieron y ambos comenzaron a pegarse el uno al otro.
-¡No lo sé!- Natsu le pateó el hombro- ¡Yo también me lo pregunto, por qué lo haría!
-¡Por que ella también te quiere, maldita sea!- Gray saltó sobre de él, le jalo el cabello mientras le gritaba en la cara- ¡Tu eres el único imbécil que no lo ve!
Natsu le palmeó el estómago para quitárselo de encima.
-¡Si la veo! ¡Es lo único que hago, verla! ¡Todos los días! ¡En cada puto momento pienso en ella! ¡Pero ella nunca me ha dado una señal!- se sentó cruzando las piernas cuando Gray se hizo a un lado y se puso de pie mientras se jalaba el cabello y su rostro mostraba enojo.
-¡Te ha dado señales desde que te conoció pero eres tan idiota como para no verlo!- el pelinegro se dejó caer frente a Natsu y le jalo el cabello- Por favor, Natsu. Esta es la única vez que te lo voy a decir. Dile que la quieres … ella no te va a rechazar.
-¿Ella te lo ha dicho?- pregunto Natsu.
-¿Que?- Gray le soltó el cabello.
-¿Ella te ha dicho, a ti, con palabras, que me quiere?- Gray evitó mirarlo a los ojos, se rasco la cabeza, y se acomodo en su lugar, sobre su rodilla acomodo su codo y sobre su mano, su rostro.
-No puedo decirte eso- por varios minutos estuvieron en silencio. Natsu esperando una respuesta y Gray evitando contestar.
-Acabas de decirme que ella también me quiere, tal vez sabes algo que yo no- el razonamiento de Natsu no sorprendió a Gray.
-No puedo decirte, prometí que no diría nada-
-¿A quien le prometiste eso?-
-No puedo decirlo- una vez más Gray se rascó el cabello y giró su cabeza para mirar el río a su lado. Las cañas olvidadas a un lado y la antorcha que los iluminaba moviéndose por el leve viento que había. Ninguno de ellos tomó en cuenta el frío que llegaba junto con la noche.
- Hay personas que tienen sexo y no se quieren- razono Natsu - Mira a Cana.
-Mejor piensa en … en …- Natsu noto como Gray buscaba las palabras para decirle, era como si quisiera darle a entender aquello que no podía decir. - Piensa en Lucy.
Natsu giro los ojos y estaba a punto de insultarlo pero Gray lo detuvo.
-Espera … piensa en Lucy. Piensa que Lucy muchas veces no dice las cosas … ya sabes como es … ella hace cosas por los demás, para demostrar que las quiere- Gray explicó mientras movía una sus dedos - Como cuando Juvia se unió al gremio, Juvia evitaba a Lucy, pero Lucy la obligó a abrirse más con ella.
Natsu recordaba, él mismo había alejado a Lucy de Juvia cuando recién se había unido. Después de todo, Juvia había secuestrado a Lucy y le costó más tiempo a el sentirse cómodo alrededor de la maga de agua.
-Como tu, tu haces cosas por las personas pero vas por ahí diciéndoles que los quieres, ¿Cierto?- Natsu asintió- Si Lucy estuviera en tu lugar ahora mismo, le diría que se diera cuenta de todas las veces que la haz salvado, o las cosas que haces por ella. ¿Entiendes a lo que me refiero?
Natsu asintió. Eso era lo que tenía que hacer, notar esas pequeñas cosas que Lucy hacía por él.
-¿Tu crees que si me quiere?- Gray le golpeó el hombro.
-Llevo. Meses. Diciéndolo- Gray le golpeo entre cada palabra - No se puede ser mas imbécil.
Ambos se giraron para tomar sus respectivas cañas y esperara que algún anzuelo picara.
-¿Podemos no volver a hablar de sentimientos jamás?- pregunto Gray después de un rato.
-Por favor- acordó Natsu.
Gracias por leer.
