Fairy tail no me pertenece. La historia es de mi imaginación.

Advertencia: Solo mayores 18. Por favor, no imitar lo aquí escrito. SIEMPRE todo consensuado. Practiquen sexo seguro.

Notas: Este capítulo fue difícil de escribir, pues considero es un tema serio, pero ahora que lo tenemos aquí, podemos seguir. Gracias por comentar, los adoro a todos y cada uno.


XI

You can have my isolation


Cuando intentó comenzar nuevamente con sus actividades, Lucy lo había parado antes de empezar. "Ahora no, me duelen las piernas" había dicho y como Natsu había prometido, cuando ella dijera No, él paraba.

Se había envuelto alrededor de ella, oliendo su cabello y agarrando piel en todo los lugares que tenía acceso, quería hacer más cosas con Lucy ahora que la tenía entre sus garras. En especial volver a poner su esencia sobre ella.

Restregó sus pies sobre sus piernas y su mano sobre su vientre. Tal vez, con suerte, había logrado embarazarla, por muy enfermo que sonara eso en su propia mente, deseaba que Lucy tuviera sus crías, deseaba verla crecer y brillar solo como ella sabe mientras tiene a su hijo en el vientre.

Aún que ya eran una familia, Lucy, Happy y él. Quería tener su propia familia, con su misma sangre, quería ver el el mismo amor que vagamente llegaba a recordar que tuvieron sus padres biológicos. Tal vez no recordaba sus rostros completamente o sus nombres o sus olores pero recordaba el amor que había.

Quería tener un hijo para enseñarle todo lo que Igneel le enseñó, llevarlo a conocer todo el mundo, quería enseñarle magia y llevarlo al Mundo de Espíritus Celestiales.

Pero recordó algo que le había dicho Gajeel, él supo automáticamente cuando Levy quedó embarazada.

Tal vez necesitaba darle un tiempo para darle efecto y con buena suerte al día siguiente lo sabría.

Pero al día siguiente, supo que algo andaba mal.

Pequeños quejidos lo despertaron, el olor de sal en el aire y una Lucy temblando en sus brazos. Alzó su cabeza, con los ojos llenos de lagañas busco la razón por la que Lucy estaba llorando en sus brazos.

-¿Lucy?, ¿Qué pasa?- le preguntó con voz ronca. Ella se había movido entre sus brazos en cuanto lo escuchó hablar, tenía el rostro tapado por el cabello y escondido entre su pecho. Sintió la humedad de las lágrimas sobre de sí mismo y en sus manos él como Lucy inspiraba tratando de retomar aire.

-Natsu … ¿Como… cómo pudimos ser tan irresponsables?- desorientado y con saliva aun en el mentón se enderezó y movió a Lucy por los hombros para poder inspeccionarla. Dos brazos, dos piernas, dos ojos y dos orejas, veinte dedos, físicamente está bien, entonces el problema eran sus pensamientos.

-Lucy, necesito que me digas qué pasa- insistió acomodándose sobre la cama aún más. Ambos sentados sobre el espacio, la sabana se movió entre ellos cubriendole las piernas, ella rápidamente se cubrió el rostro con las manos y siguió con sus lloriqueos.

No tenía la paciencia para consolarla en ese momento, necesitaba solucionar lo que la hacía llorar para que pudieran volver a dormir abrazos y en tranquilidad.

-Lucy- dijo más firme y le tomó de las muñecas. Las movió de su cara con facilidad y observó el rostro de Lucy lleno de lágrimas y mucosidad. Le soltó las manos y me acuñó el rostro limpiando las lágrimas con sus dedos - Respira. Tranquila … dime que pasa … respira.

-Na-Natsu- gimoteo lastimeramente e hipo sin dejar de llorar- Es, es que nosotros no … sniff … nosotros no usamos protección.

¿Protección? De qué demonios estaba hablando.

-¿De qué hablas?- le pregunto alzando una ceja. Lucy volvió a gimotear. Esta seguro que ella pensó que era un idiota.

-No … no quiero … terminar embarazada … solo por que no nos cuidamos- ya entendía.

Un momento.

El pensar en embarazarla había sido una mala idea. "¿En qué demonios estaba pensando?" ¿De dónde había salido esa idea?, él tenía claro que Lucy no quería hijos, entonces ¿Por qué había actuado de esa manera?, ¿Por qué su mente le había dicho que estaba bien?, ¿Por que en un momento había decidido hacer a un lado todo para cumplir un capricho que apareció en su mente?

¿De dónde habían salido todos los pensamientos hiper fijados en el tema?

¿Por qué pensó en la posibilidad?

-Mierda, Lucy- se movió más cerca y le alzó el rostro para poder verla a los ojos - Vamos con la vieja, ella sabrá qué hacer.

Después de un momento de indecisión, Lucy asintió. No supo qué fue lo que la hizo detenerse y pensar, Lucy era la inteligente, Lucy era quien hacía los planes y resolvía problemas. Pero ahí mismo, fue Natsu quien la empujó ligeramente para que se moviera. Se aseguró de que pusiera ambos pies firmes sobre el suelo y la movió para que se pusiera de pie mientras se limpiaba las lágrimas del rostro.

La vio moverse hasta el clóset y sacar ropa para ambos. En dos minutos Natsu estaba listo, pantalones y camiseta puestas, bufanda en el cuello y solo faltaban las sandalias pero Lucy parecía que se tomaba su dulce tiempo poniéndose unos pantalones de deporte y calcetines.

Rodó los ojos impacientes y la jalo de la muñeca después de que tomara sus llaves y se cerrará el suéter hasta el cuello pues se podía sentir el viento frío en esa madrugada, pues el sol apenas comenzaba a salir y ambos comenzaran a andar con dirección hacia el bosque.

Natsu acomodo su mano entre la de ella. Ella estaba muy fría y buscó calentarla un poco mientras la guiaba entre las ramas y los árboles mientras aún suspiraba y de vez en cuando se limpiaba el rostro.

En el camino pensó en lo que estaban por hacer.

En algún momento se había imaginado teniendo hijos. Tal vez una niña, con su cabello y los ojos de Lucy que su nombre rimara con el de él y un niño con el cabello tan rubio como Lucy y un nombre que también tuviera rima. Quería una combinación extraña, después de todo, él y Lucy eran una combinación extraña.

Pero sus pensamientos recordaron que Lucy estaba llorando porque no quería lo mismo que él. Están en camino a un remedio para evitar que tuvieran un hijo.

Toco la puerta de madera con fuerza e insistencia por varios minutos hasta que Porlyusica la abrió, haciéndoles mala cara, lista para insultarlo.

-¿Se puede saber por qué vienen a molestar tan temprano?, ¿Que es tan urgente que es necesario que vengan aquí?, Los odio, ¿Lo sabían? Solo me hacen perder el tiempo, bola de inútiles … - Natsu estaba seguro que si la dejaba ella seguiría insultándolos.

-Vieja, necesitamos su ayuda- Polry los inspeccionó detalladamente. Ambos recién levantados con el cabello revuelto y ropas mal puestas.

-Estupidos humanos- la vieja comenzó a mascullar por lo bajo y entró a su casa dejando la puerta abierta. Natsu podía ver la entrada, varios muebles de madera ya gastados por el tiempo, unas cuantas plantas que tocaban el techo, frasco de muchos tamaños y colores por cada superficie. Se giró para ver a Lucy que aún se tallaba la cara con la manga del suéter.

-Hey, tranquila- se acercó a ella, le tomó de los hombros, los apretó ligeramente y calentó sus manos buscando darle confort a través de las prendas.

-Si- solo contestó ella.

-Tomen- Porlyusica regresó a la entrada cargando varios frascos. Natsu extendió las manos y recibió de uno en uno, poniendo atención, por mucho que le costará, a lo que le decía sobre cada frasco- Este es para que se lo tome ya.

Le entregó un frasco del tamaño de su dedo con colores azules circulando dentro. Natsu se lo pasó a Lucy quien rápidamente le quitó el corcho y comenzó a tomárselo a tragos, un segundo después comenzó a hacer sonidos de náuseas. La vio taparse la boca y terminar de tragar el líquido.

-No te atrevas a vomitar, si lo haces no te va a hacer efecto- le dio a Natsu dos frascos medianos verdes y dos azules - Los verdes son para ella y los morados para ti y tus estúpidos genes de Dragón Slayer. 1 botella cada semana al mismo tiempo.

Con brusquedad le estampó un papel en la frente a Natsu, al tener las manos ocupadas, lo atrapó con la boca mientras le intentaba decir groserías.

-Esa es la receta, no me vuelvan a molestar- y les cerró la puerta en la cara.

-Gracias, Porlyusica- le dijo Lucy a la puerta cerrada, le quitó a Natsu el papel de la boca y comenzó a caminar por el mismo camino por el que habían llegado saltando raíces y esquivando ramas, leyendo.

-Aja, tengo un poco de esto … necesito comprar más de esto … polen de artemisa, muy bien- Natsu siguió a Lucy con la boca cerrada y los frascos en los brazos.

Lucy de vez en cuando suspiraba y se limpiaba la nariz, pero había dejado de llorar desde que se tragó aquel líquido. Podía escuchar su corazón más tranquilo y sus pulmones respirando con suavidad.

Aún dentro de su mente no podía entender por qué el día anterior se había sentido tan … provocado por Lucy. Aún en ese momento, sentía un extraño sentimiento en el estómago; aunque aún más silenciosa, esa misma voz que la noche anterior le decía que la embarazara, le decía que debía tomar a Lucy y esconderla en su sótano aún lado de su tesoro.

Era extraño por que se había sentido de ese modo, no podía evitar aceptar que Lucy en general era muy tentadora y su ropa y su figura y su amabilidad y su gran corazón. Pero, no era la primera vez que olía a Lucy mientras pasaba por aquel día en su ciclo menstrual. Desde siempre había estado consciente que había unos días, en los que Lucy se veía más provocativa, hasta que leyendo el libro rojo y le puso nombre a aquel día, para él era que en dos semanas Lucy iba a comenzar a sangrar otra vez y a seguir el ciclo.

¿Tal vez había comido algo?, ¿O tal vez Lucy había usado un perfume diferente? La última idea no sonaba tan mal. O, ¿Tal vez Lucy había hecho una poción? Esa idea también podía entrar en sus sospechas, ya que Lucy llevaba algún tiempo haciendo posiciones, aún que la mayoría eran para recuperar stamina y sanas heridas simples.

Al final, solo podría averiguar sus sospechas hasta dentro de un mes, cuando Lucy volvía a pasar por el proceso. Tal vez él también debería de empezar a contar los días y estar más conciente en que días si podía tener sexo con ella y que días no.

-¿Natsu?- la voz de Lucy lo sacó de sus pensamientos. Sin darse cuenta había estado callado todo el camino metido en sus pensamientos, habían pasado al señor de la panadería que le gustaba hacía rato pero el olor a pan recién hecho se quedó en el ambiente, estuvo a punto de regresar a comprar un tanto cuando Lucy le volvió a hablar - Haz estado muy callado.

-¿Hmm?- respondió. Lucy había dejado de llorar completamente pero aún tenía la nariz roja y el rastro de las lágrimas en el rostro.

Definitivamente tenía que poner de su parte, no podía deslindarse de la situación, no quería volver a ver a Lucy teniendo un ataque de pánico porque no habían sido más cuidadosos.

-No es nada- respondió y en silencio continuaron hacia el departamento.

¡Que buen modo de poner de su parte!, se felicitó. Si Gray lo viera le llamaría idiota.

Sobre de la mesa dejo los frascos y se estiró alzando los brazos y tronando sus huesos, aún era muy temprano por la mañana, y aunque había dormido un buen rato, sentía un poco de dolor en los músculos, ese dolor que le gustaba, que le decía había hecho un buen ejercicio.

Lucy se había ocupado rápidamente al llegar al departamento, había guardado los zapatos y metido el suéter al closet, levantó una almohada del suelo y la volvió a dejar en la cama, se abrió paso hasta la cocina donde estaba tomando agua mientras murmuraba que "Quería quitarse el sabor de la boca" Natsu se preguntó si la posición que tomaría sabría igual.

-¿Cuando vamos a tomar estos?- le pregunto alzando una botella sin molestarse en entrar a la cocina. Lucy se asomó por el marco de la puerta para responderle.

-La receta dice que no puedo tomar ambos al mismo tiempo, así que supongo será hasta mañana- Natsu asintió.

¿Estaba decepcionado?

Por supuesto. Nunca había esperado que la situación escalara de ese modo.

Tal vez sería una buena idea ir a su casa a dormir un poco más y darse un baño, aunque en el fondo no quería perder el olor de Lucy en su piel pero también estaba el hecho de que podía ver lo incómoda que estaba Lucy en esos momentos, pues solo estaba incómoda cuando se escondía de él y podía escucharla claramente haciendo murmullos tan silenciosos que apenas podía darse cuenta que eran palabras. Tal vez debería de darse su espacio.

Aún así, era lo último que quería, alejarse de ella en ese momento. Quería estar pegado a ella y respirar en el cabello de ser necesario, quería envolverse en su cuerpo y disfrutar de la presencia, pero debía de respetar a Lucy y su espacio personal. Aún que en la normalidad no lo hacía, para nada, desde que se conocían había cero espacio personal y privacidad.

Pero, esto era algo diferente, probablemente Lucy quería estar sola.

-Voy a ir a casa- anunció. Lucy salió de la cocina sosteniendo un vaso de jugo lleno y otro de agua hasta la mitad.

-Oh, de acuerdo- con la voz más silenciosa que tenía le contesto, natsu volvió a notar la incomodidad que tenía pues solo miraba ambos vasos en sus manos y no a él.

-Iré a darme un baño y a hacer unas cosas- se movió el cabello y de reacomodo la bufanda, se acercó a la ventana, alzando una mano se despidió sin esperar una respuesta - Nos vemos luego.

Fue hasta que saltó y aterrizó en la calle que escucho el "Si, nos vemos" de Lucy, escuchó como dejaba los vasos en el mueble de la cocina y como comenzaba a respirar de ese modo justo a punto de comenzar a llorar.

Si, definitivamente ella esperaba a que se fuera para poder llorar nuevamente. Aún que odiaba dejarla de ese modo pero sabía que ella quería soledad en ese momento.

-Natsu- en ocasiones maldecía su oído. A pesar que estaba ya una cuadra lejos escucho con claridad como ella dijo su nombre entre lágrimas.

Dio media vuelta y regresó.

Qué importaba si ella quería estar sola, no iba a empezar el día de hoy a hacer lo que se debía. Si Lucy lo necesitaba, él iba a estar ahí.

Cuando regresó, la escucho desde el baño. La regadera estaba encendida y podía escuchar sus sollozos. Abrió la puerta y la encontró sentada en el centro de la bañera mientras esta se llenaba lentamente.

-Lucy- le llamó pero ella no se giró. Juntó las rodillas y las usó para esconder su rostro y seguir llorando.

Se acercó lo suficiente para sentarse en la orilla de la bañera, el agua comenzó a mojar su pantalón pero no importaba, seguramente Lucy tenía más ropa de él por ahí.

-Hey, estoy aquí- llevo su mano hasta el cabello que comenzaba a humedecer y le acaricio lo suficiente para moverle la cabeza desde la barbilla y lo mirara - Todo está bien.

-Lo siento, lo siento- repitió entre berridos. Natsu usó el agua que caía llenando la bañera y se mojó la mano para limpiarle el rostro lleno de lágrimas y mucosidad. Se tomó su tiempo en contornear los pómulos y la barbilla, le quitó el fleco de la frente y le restregó un poco el entrecejo, se tomó un momento para pasar sus dedos por las pecas que le adornaban la nariz y los alrededores.

-Todo está bien, Lucy- le repitió después de un rato, cuando se dio cuenta que había durado mucho tiempo observándola fijamente.

Lucy lo observó con los ojos brillantes y rojos y una mueca en la boca. Por un segundo, ella dirigió la mirada hacia la bañera y después hacia él, repitió la acción y soltó las piernas y se movió un poco en su lugar.

¿Señales?

Por favor, que sea una señal.

-¿Quieres …?- Lucy alzó la mano buscando su propia mano que aún descansaba en el rostro pero Natsu no le permitió tocarla, rápidamente se quitó la bufanda y las sandalias volaron por ahi; la camiseta terminó cerca de las sandalias mientras Lucy comenzó a moverse para dejarle espacio a su espalda y Natsu terminó de quitarse los pantalones listo para entrar.

El agua se alzó un poco y Lucy quitó el tapón para que bajara el nivel un poco, lo acomodo de un modo en que dejara correr el agua lentamente, Natsu se extendió a su gusto y con facilidad puso a Lucy sobre sus piernas.

Ella se giró de un modo en que quedaron frente a frente, acomodo su cabeza sobre su hombro y Natsu buscó con un brazo una toalla para ponerla detrás de su cabeza y tener más soporte.

Lucy acomodó sus piernas entre las de él mientras su espalda y trasero quedaban casi saliendo del agua, Natsu tomó todo su cabello y lo dejó flotando en el agua, pero de un modo en que no le tapara la buena vista que tenía. Pasando una mano hacia su espalda la sujetó y el otro brazo lo descansó en la orilla de la tina para que no se resbalaran. Lucy pasó un brazo por su axila y lo sujetó de la espalda del mismo modo en él la sujetaba, todo esto mientras el agua revoloteaba alrededor de ambos.

El silencio reinó y la tranquilidad llegó.

El único ruido era el tranquilo flujo del agua, el constante chapoteo que creaba la muñeca de Lucy mientras hacía pequeños círculos sobre el hombro de Natsu.

Natsu podía sentir el estómago de Lucy inflarse al tomar aire, sentía el calor de su piel y la suavidad que traía. Sentía los pechos sobre su piel aplastados y evitando que sus cuerpos estuvieran más pegados, sentía en su mano la espalda más fría que el resto de su cuerpo. Escuchaba como Lucy inspiraba con fuerza tratando de respirar mejor, visualizaba su corazón latiendo y sus tendones estirándose con esfuerzo al estar en esa posición.

Tal vez era un poco incómoda pues la tina no era tan grande como para los dos y justo como en la ocasión anterior, Natsu se vio en la necesidad de contraer sus piernas un poco, pero definitivamente el estar así con Lucy era agradable.

-Podría acostumbrarme a esto- dijo en voz baja disfrutando también del calor del agua que comenzaba a ascender gracias a su propia temperatura corporal.

-Definitivamente te hace falta bañarte más seguido- le contestó Lucy con la voz aún congestionada.

-Na, esa parte no- Natsu le contestó las caricias, pasando sus dedos con lentitud por la espalda. La sintió tener un escalofrío y sonrió.

-Si vamos a hacer esto seguido necesitas bañarte mas seguido- Natsu continuó sonriendo pues Lucy dijo todo lo que necesitaba escuchar, ella quería volver a hacerlo, estaba dispuesta a volver a hacer el amor con él, a pesar que llevaba un buen rato y tenía el peso en el corazón de la posibilidad de quedar embarazada, aquello le alegró su propio corazón.

-Solo si es una bañera como esta … en situaciones similares - Lucy brinco en su lugar y el agua saltó junto con ella. Se burló y ella le apretó el hombro con fuerza, él le respondió del mismo modo bajando la mano hasta una nalga y apretando con fuerza.

-¡Natsu!- una vez más se burló y regresó su mano a la espalda, justo sobre la curva de la columna donde disimuladamente acariciaba el espacio.

No había necesidad de volver ese momento a algo más que tranquilidad. Podían estar así todo el día, disfrutando de la presencia del otro, en ese agradable e inusual silencio lleno de palabras sin voz y pensamientos sin acciones.

Está bien que no tuvieran hijos. Al menos no por ahora.

Aún tenía que enamorar a Lucy, darle un anillo y tal vez después de un rato un par de niños de cabellos brillantes y ojos llenos de estrellas.

Había en el futuro mucho que hacer, mucho que disfrutar y muchas aventuras por tener. Sus cuerpos habían pasado por muchos traumas y tragedias. No sabían las repercusiones que podría tener en un ser humanos con sus genes combinados.

Aún tenía que deshacerse de esa oscuridad que lo buscaba en ocasiones pero que se esforzaba en mantener en el fondo de sus pensamientos.

Todo estaba bien.


Gracias por leer.