Fairy tail no me pertenece. La historia es de mi imaginación.

Advertencia: Solo mayores 18. Por favor, no imitar lo aquí escrito. SIEMPRE todo consensuado. Practiquen sexo seguro.

Notas:¿Me extrañaron? Porque yo si los extrañe. Vamos a lo importante, ya que no tengo idea cuantos capítulos va a tener esta historia, (no voy a dar spoilers) voy a publicar cada dos semanas hasta que me adelante y pueda volver a cada semana, aparte, los capítulos serán más largos, como a todos les gustan. Oficialmente esta es mi historia más larga, bien por mi.

Muchas gracias a todos los que comentaron en el capítulo pasado, besitos triples para todos *wink* me reí mucho, alguien comentó que en el manga se pasan por la frente el cuidarse, pero gracias a eso tenemos a bebe Greige y a bebe Nasha, pero ustedes mis bebes que leen esta locura, cuídense.


Capítulo XII

You let me penetrate you


Si había algo que Natsu Dragneel odiaba era comprar ropa.

Lo peor era que en su caso, pasaba por la ropa como pólvora, claro, aquello que no era diseñada por aquel viejo que Makarov había contactado cuando era apenas un niño cansado de que quemara toda su ropa en segundos, desde entonces sus trajes tenían magia especial que evitaba que se incendiara con facilidad, aunque por supuesto, nada se salvaba de su fuego.

Pero en este caso, lo odiaba más, cuando no eran ropa para él mismo.

Pero había una buena razón para estar ahí, Lucy lo estaba evitando. Lo sabía. La conocía. Pero hasta cierto punto él también lo hacía.

Era normal, no tenía ni idea de cómo actuar. Nunca había estado en una situación igual a la actual y era la primera vez que buscaba enamorar a alguien, era la primera vez que le interesaba alguien.

En su mente recordó en varias ocasiones escuchar a Lucy hablar sobre su príncipe azul cuando estaba por salir a alguna de sus tantas aburridas citas con personas que nunca vuelve a ver. Que se conocieran de modo perfecto, tendrían citas y se dieran regalos, que se tomaran las manos y tuvieran una boda de cuento de hadas y miles de bebés.

Lastima que Lucy ya lo tenía a él, aunque ella no lo supiera.

Él no era un príncipe azul, él era un dragón. Y los dragones cortejan con regalos. O al menos eso le decía su instinto.

Por eso mismo, estaba parado frente a una tienda de ropa para mujer.

Tal vez estaban haciendo las cosas en diferente orden, pero eso "No era excusa para no regalarle algo bonito, ¿Cierto?" Tenía que honrar lo que en algún momento el viejo Makarov les había intentado enseñar en sus años de adolescente, cuando les hablo a él y a Gray, Elfman y Laxus, un día cuando no tenían más de doce años y Laxus tal vez tenía ya diecisiete años, los había sentado y les había explicado cómo funcionaban las cosas, Natsu no había puesto atención por supuesto, pero había guardado la información en el fondo de su cabeza.

Varios años después, por fin, le estaba dando uso. Aunque sólo recordará la mitad de aquella conversación.

-Disculpe, joven Natsu, ¿Piensa entrar a la tienda?- desde la puerta de cristal una jovencita había salido y le había hablado. ¿Acaso la conocía? ¿Por que le había llamado por su nombre, si Natsu no recordaba jamás haberla visto?

-¿Eh … Te conozco?- preguntó cruzando los brazos buscando en su mente su rostro redondo escondido por los grandes lentes que le tapaban los ojos.

-Por supuesto que no, pero todos sabemos de usted. Es una leyenda- Natsu alzó una ceja y se preguntó si aquello era verdad.

Probablemente era cierto, desde hacía tiempo había tenido que lidiar con fans. En ocasiones cuando iba caminando por la calle alguien lo paraba por un autógrafo, unos cuantos lo retaban a una pelea, hasta había recibido regalos que había regresado en el momento pues no quería nada de nadie, Laxus le había prohibido pelear con civiles y las fans, pues no quería que causará destrucción en medio de la ciudad y mucho menos que lastimara a alguien.

Oh, las fans. Entendía como se había sentido Gray cuando Juvia tuvo su etapa de acoso, hubo varias que lo seguían a todos lados, pobre Happy lo había tenido que sacar volando de varios lugares, camino a casa, en casa de Lucy, cuando salía a alguna misión, cuando iba al gremio, ellas encontraban el modo de, pues encontrarlo.

¿Pero, por qué lo seguían?

Había sido hasta que Erza y Lucy las habían espantado echándolas del gremio, que Mirajane le puso en la cara la revista que Lucy siempre leía y había hecho un reportaje especial de todos los que participaron en la guerra.

Su fotografía había abarcado dos páginas completas.

No le importó mucho, lo único que quería era que aquellas fans dejaran de seguirlo y no se metieran en su vida privada.

Claro que no iba a decirle a nadie que secretamente compraba la revista cuando sabía Lucy iba a salir y mucho menos nadie iba a saber que bajo la madera que se movía en su casa, donde ocultaba cosas de Happy, tenía varias revistas donde aparecía Lucy, en especial varias de esa donde ella aparecía con muy poca ropa, que había comprado con sus últimas monedas durante su viaje de un año.

Nadie debía saber aquello.

-¿Entonces, piensa entrar?- Natsu asintió y siguió a la joven de cabello café dentro de la tienda. El olor le molestó era de esos perfumes que hacía que le doliera la cabeza, había pocas personas y bolsas, ropas y armaduras que Erza usaría siendo mostradas en las paredes.

-¿Busca algo en especial, joven Natsu?- le preguntó la joven que se había parado a su lado observando detrás de los grandes lentes.

-Eh … No- Natsu movió su mirada a través de los objetos y se rascó la barbilla. No tenía ni idea de que le podía gustar a Lucy.

-¿Gusta que le ayude?- Natsu encogió los hombros y la jovencita asintió mientras lo invitaba a acercarse a donde había bolsos.

-¿Tal vez algún bolso?- Ella tomó un par y se los acerco a Natsu para que los observara detalladamente, pero Natsu negó.

-Nah, no creo que a Lucy le guste-

-¿Lucy? Busca algo para una dama- Natsu asintió cruzando los brazos buscando con los ojos entre las armaduras.

-¿Qué tipo de cosas le gustan a la joven Lucy?- ella le preguntó guardando ambas manos detrás en su espalda.

¿Qué le gustaba a Lucy?

-Eh … ¿Ropa?- si se podía decir que a Lucy le gustaba la ropa, pero, ¿Enserio ropa era algo que quería regalarle? Si, tal vez así podía dejar de llevarse todas sus camisetas - Si, ropa.

-Muy bien- la joven se movió hacia otra sección de la tienda donde estaban las diferentes prendas de ropa que vendían. Blusas, faldas, vestidos, pantalones, de todos los colores y diferentes telas, todo acorde a la temporada que había en el momento.

-Ese vestido- Natsu señaló el vestido color verde olivo que colgaba de la pared, de mangas largas y cuello alto, tela gruesa pero suave.

-¡Excelente!-

-¿Está en rosa?- pregunto Natsu. A Lucy le gustaba el rosa.

-Si me da un momento puedo revisar- la jovencita se fue por una puerta. Pasaron los minutos y Natsu aburrido siguió paseando por la tienda observando más ropa que estaba detrás de vidrios y zapatos que parecían que flotaban, le parecía curioso que no hubiera tanta gente en la tienda, Magnolia tenía cada vez más personas por el festival pero esta tienda estaba prácticamente vacía.

-Joven Natsu- la jovencita apareció detrás de ella con la prenda en las manos de un color rosa pastel. Él asintió satisfecho y la joven comenzó a envolver la prenda.

Primero la envolvió en papel casi transparente, lo colocó en una caja y la caja tenía un listón cerrándola, después esa caja fue envuelta en otro papel y metida en una bolsa de colores negros y dorados.

-Si vuelve a necesitar ayuda, por favor no dude en buscarme- a Natsu le pareció curioso que el vestido costara tanto, pero no le importó, le agradeció y tomando el paquete se dirigió al departamento de Lucy.

Aunque Lucy no estaba en la ciudad, pensaba que el lugar más seguro era en su departamento. Dejó el paquete sobre la mesa y decidió andar hacia el gremio para buscar una misión.

Si Lucy podía irse a una misión ella sola sin avisarle, él también podía hacerlo.

El día en que él y Lucy se habían tomado la poción que Porlyusica les había dado, ella directamente había ido al gremio, tomó la primera misión que encontró y en menos de una hora se había ido.

Estuvo tentado a seguirla, pero eso implicaría que tendría que esperar dos horas para el siguiente tren más cuatro horas de viaje.

Sabía que ella lo estaba evitando, no sabía por qué lo hacía y tampoco esperaba una explicación.

Pero si esperaba que al menos le avisara y no se enterara por Happy que se había ido por un par de días.

-Se fue sola a una misión, dijo que olíamos feo y no quería aguantarnos- explicó el gato sentado en una mesa con Charle y Lily a su lado.

-Eso no fue lo que dijo- corrigió rápidamente Charle bajando la pequeña taza de té que tomaba.

-Dijo que necesitaba pagar la renta y le urgía- añadió Lily.

-Palabras más, palabras menos- dijo Happy sin importarle mucho.

Ahí fue cuando Natsu supo que Lucy lo evitaba.

Por que desde hace mucho tiempo Lucy ya no se veía corta de dinero, tal vez no tenía tanta abundancia como su padre tuvo en sus mejores años, pero pequeñas inversiones le habían ayudado a crear un fondo con varios ceros. La principal había sido su inversión con Warren y las lacrimas móviles, esos pequeños cuadros que brillaban, que aún se seguía negando a aprender a usar, eran un éxito en todo el continente que cada vez le dejaban más ingresos. También estaban los trabajos ocasionales que tenía con Jason en la revista; además de los buenos ingresos que tuvo las ventas de su libro.

Lucy no se veía en necesidad de ir a misiones para "pagar la renta". Lo más probable es que le haya dicho aquello a Happy con la intención de que le creyese al pequeño Exceed y no la persiguiera.

Ya encontraría el modo de decirle a Lucy que aquello le molestaba, no tenía por qué evitarlo, eran un equipo, iban a misiones juntos y se divertían juntos.

¿O acaso tenía algo que ver con lo que había pasado el día después de que estuvieran juntos por primera vez? Pero lo habían hablado en la bañera, cuidarse y volver a repetirlo.

Entonces, por qué se sentía como si algo entre ellos era diferente.

¿Acaso su amistad se había perdido?

Natsu tenía la completa intención de enamorar a Lucy pero no quería que dejaran de ser amigos.

Era complicado, ¿Cómo podían seguir siendo amigos cuando le dijera que la amaba y quería estar con ella toda la vida?

¿Acaso se podía ser los dos?

Pero ahora que la amaba, ¿ya habían dejado de ser mejores amigos? Tal vez, necesitaba volver a hablar con Gray.

No.

El podía solo, no necesitaba del idiota de Gray para resolver sus problemas amorosos y amistades.

El principal problema aquí era su ignorancia. Nunca le había llamado la atención nadie en el sentido amoroso por eso mismo su ignorancia del tema era muy alta. Sabía lo que Makarov les había dicho hacía mucho, pero aquello había sido un poco más, por precaución.

Era obvio que esa platica no había funcionado de mucho, después de eso Gray duró mucho tiempo ignorando a Juvia, y se podría decir que, Gray, Laxus y él escondían la relación que tenían.

El único que sí había puesto atención y tomado notas fue Elfman. Quien se había casado con Evergreen en cuanto terminó la guerra y ambos se habían curado de sus heridas.

Desde entonces, vivían felizmente casados.

Pero por supuesto que no iría con Elfman a pedirle consejos, de hecho no podía ir con ningún hombre a pedirle consejos, se burlarían y comenzarían a asumir cosas que no correspondían.

¿Entonces qué podía hacer?

¿Ir con Gajeel? Mejor que un tren le pasara por encima … aún que no era tan mala idea.

Después de todo, estaba felizmente con Levy siendo padre de los gemelos.

Tendría que pensarlo.

-¿Qué tal esta misión, Natsu?- Happy sostuvo una hoja en su cara en cuanto abrió la puerta del gremio. Había mandado al pequeño Exceed a escoger una misión mientras él compraba el regalo para Lucy.

Duración de dos días, una pequeña ciudad a dos horas caminando, encontrar entre el bosque unos objetos perdidos, buena recompensa, de acuerdo.

-¡Claro, Happy!- dos días después regresaron a Magnolia un jueves a medio día.

El festival comenzaría en dos días y se podía ver en la ciudad estaba casi completamente llena de personas de fuera. Mientras caminaba hacia el gremio observó varios puestos de comida y restaurantes llenos de personas. El canal tenía gente paseando y los parques estaban llenos de familias.

Lo primero que vio al estar en el gremio fue a Rogue.

El joven estaba parado cerca de la entrada conversando con Gajeel.

-Oi, Rogue ¿Qué haces aquí?- le preguntó acercándose. Ambos pelinegros dejaron la conversación para ver a los recién llegados.

-Que tal, Natsu- le saludo cortés sin sonreír.

-Anda pero que feliz te vez- le contestó burlándose mientras Gajeel reía.

-Me da gusto verte también- le contestó Rogue. Rogue seguía siendo Rogue. Triste, oscuro y tenebroso. Con media cara oculta por su cabello y ropa tan oscura que Natsu estaba seguro de noche no se podía ver.

-Enserio, ¿Qué haces aquí?- volvió a preguntar.

-Idiota, vienen al festival- le contesto Gajeel. Natsu siempre había pensado que Gajeel y Rogue podrían pasar por hermanos. Recordaba de forma vaga cuando eran niños y Rogue corría detrás de Gajeel imitando cada cosa que hacía.

Igual de oscuros e igual de idiotas.

-¡Natsu, estás de vuelta!- más allá de las personas que había en el gremio, que por cierto, había demasiadas, estaba Sting a un lado de Laxus, alzando los brazos saludando con alegría, el rubio se giró a decirle a Laxus que saludaría y en un momento regresaba.

Casi corriendo llegó hasta donde estaba Natsu e intentó abrazarlo, Happy abrió sus alas y se quitó del hombro de Natsu abriéndose camino para buscar a Lector y Frosh buscando no ser aplastado en el abrazo, Natsu con un giro lo evitó y alzó una mano.

-¡Hola, Sting!- se limitó a saludar sonriendo alegre de verlo.

-¿Cómo has estado, Natsu? ¡Me da tanto gusto verte!- me dijo con emoción Sting e intentó abrazarlo una vez más.

-¡Todo bien!- sonriendo comenzó a buscar a Lucy en el gremio, había unas cuantas cabezas rubias pero no la que buscaba -¡Me da gusto verte también!

Sting se movió entrando en el campo de visión de Natsu con ambas manos en la cintura un poco indignado porque Natsu no le ponía atención.

-Déjalo, seguro busca a la coneja- le dijo Gajeel. Natsu los ignoró mientras aún buscaba la cabeza rubia que le interesaba.

-¿Está aquí?- preguntó, Gajeel negó con la cabeza.

-Estuvo aquí por la mañana- en ese caso, Natsu prefería ir a dormir, estaba seguro que Mirajane le agradecería que no causara destrozos estando el gremio tan lleno de gente, estaba cansado y después podía pasar tiempo con Sting y Rogue.

-¿Los gemelos?- Gajeel apuntó con la cabeza haciendo saltar toda su melena hasta el fondo del gremio.

A pesar de todo el ruido que había en el gremio, en las últimas sillas estaba Levy, leyendo un libro y tomando un café, frente a ella en la mesa estaba la canasta que tenía a los gemelos. Se acercó a la mesa y al estar una mesa cerca, todo el ruido había desaparecido.

Un poco asustado buscó a su alrededor pero todo seguía normal, gente hablando, gritando, jugando y peleando, pero en ese espacio no había nada de ruido más que el mover de las páginas del libro y tres respiración.

-Hola, Natsu- dijo Levy cuando terminó de acercarse hasta la mesa.

Dejó su mochila a un lado y se acercó a la canasta.

-Hola- movió un poco las cobijas que envolvían a los niños y tomados de las manos con las cabezas pegadas estaban Yajee y Jutla.

Tan pequeños como los había visto, sin ningún cambio mas que de ropa, Yajee con ropa de color verde y Jutla de color amarillo. Acarició con sus dedos las manos unidas y disfruto de la suavidad. Le acaricio la redonda mejilla a Jutla y le acomodo el gorro de color verde oscuro a Yajee.

Ninguno de los niños se movió, ambos siguieron en sus sueños sin preocuparse por el mundo exterior.

-¿Cómo has estado?- le preguntó Levy mientras ella cerraba el libro y tomaba la taza de café entre ambas manos.

-Todo bien- respondió sin dejar de ver a los gemelos respirar y babear - ¿Tu?

-Cansada- Levy respondió y recargo su cabeza sobre su mano, Natsu la observó y se sentó a su lado frente a la canasta - Ser madre es muy difícil.

-No me imagino- Yajeel había estornudado y a Natsu le parecía el estornudo mas tierno que jamás había visto.

-Nadie dijo que iba a ser tan difícil- Levy había sacado un pequeño pañuelo y le limpiaba el rostro al bebe que movía el rostro incómodo por el rose de la tela en su pequeña cara.

-Yo creo que lo están haciendo muy bien- Natsu se encogió de hombros y Levy le sonrió.

-Gracias por el apoyo moral- Natsu sonrió - Entonces … ¿Algo nuevo … que quieras contarme?

Natsu alzó una ceja sin entender qué quería decir Levy, la joven volvió a tomar la taza de café entre sus manos y se tapó la sonrisa socarrona.

-¿Qué quieres decir con eso?- Natsu se removió incómodo en su lugar pues no tenía ni idea de que era lo que quería decir Levy con esas palabras y esa sonrisa, estar con Gajeel le afectaba cada vez más.

-No se … tal vez algo como … oh, Hola Lu- Natsu giró la cabeza tan rápido buscando a Lucy que escuchó los huesos de su cuello tronar, ¿Lucy estaba ahí y no la había escuchado? ¿No la había olido? ¿No había sentido su presencia?

Pero no había nadie detrás de él.

-¡Ja! ¡Lo sabía!- se jactó Levy a su lado, Yajee se removió ante el grito de su madre amenazando con despertar, Levy arrepentida rápidamente le acomodo la cobija - Perdón por gritar, bebe.

-Levy … - Natsu entre indignado y paranoico observó a todos lados asegurándose que nadie había visto aquello.

-Tranquilo, el sonido no entra ni sale de este cubo- Levy señaló un pequeño limitante verde de escritura que marcaba el cubo alrededor de la mesa. Sin dejar de sonreír Levy alzó una ceja expectante a lo que pudiera decir Natsu -¿Entonces?

-¿Entonces, que?- fingió no saber de qué hablaba y se puso de pie listo para irse. Levy suspiró con cansancio.

-Esta bien … si quieres hablar con alguien...- Levy comenzó a decirle haciendo un ademán con la mano, Natsu alzó una ceja.

¿Enserio Levy le estaba dando a entender que podía contarle lo que necesitara? Por supuesto, eso era justamente lo que necesitaba, ¿Quién mejor para ayudarle que la mejor amiga de Lucy?

Ella conocía a Lucy, no tanto como él, ella sabía que le gustaba y que no y tenía una imagen diferente de los gustos de Lucy, tal vez ella era la persona indicada para darle consejos sobre como enamorar a Lucy.

-¿Cómo sé que no vas a decir nada?-

-Lo juro- Levy alzó una mano sobre su corazón y sonrió.

-¿Cómo sé que no vas a decirle a Gajeel?-

-Oh, Natsu, también puedo mantener secretos de Gajeel- Natsu podía creerle, pero no estaba seguro.

-Gajeel eres un imbécil- después de decir aquello solo tuvo un segundo para esquivar el dardo que se dirigía a su cabeza que el insultado había enviado a su dirección. Natsu alzó una ceja para Levy y le dio la mirada que decía "¿Así quieres que te crea?"

-Bueno, le gusta escuchar a los niños mientras duermen- una vez más Natsu recordó que debía preguntarle a Gajeel que había sentido después de que los niños nacieran, aun seguía con la curiosidad de saber si sintió rechazo.

-No te ofendas Levy, pero no me conviene sabiendo que el pedazo de metal puede escuchar-

-De acuerdo- Levy movió la muñeca en círculos y habló un poco mientras reforzaba el cubo que los rodeaba. Natsu observó el movimiento y se giró hacia Gajeel para fijarse como el susodicho los observaba con el ceño fruncido desde la pared que sostenía la diana junto con Rogue - Ahora si, nada entra y nada sale.

Natsu se volvió a sentar frente a la canasta donde Jutla se había girado y ahora tenía su pequeña mano sobre la cara de su hermano. Con mucho cuidado tomó la mano regordeta y la movió para tomar la manta que la cubría. Yajee al no tener la mano sobre su rostro se giró al lado contrario y continuó durmiendo.

-Yo … yo no se como… - esto era más difícil de lo que había pensado, había sido mas fácil hablar con Gray, tal vez era por que le tenia mas confianza o por que sabia que Gray podía ayudarle por que, para su desgracia, el y Lucy se parecían, si tal vez, por eso mismo no le fue tan difícil decirle sus pensamientos, esa tenía que ser la razón por la que no encontraba palabras para explicarle a Levy su dilema.

-Está bien, Natsu- Ella dejó una mano sobre el hombro descubierto justo sobre su tatuaje de Fairy Tail - No tienes que decirme nada si no quieres. Puede ser después.

Necesitaba saber que hacer lo mas rápido posible, entre mas pronto supiera como enamorar a Lucy, más rápido podría actuar y enamorarla, y estar con ella para toda la vida.

-Digamos, solo digamos … que hay alguien que me atrae- Levy se tapó la boca sorprendida. Pero no podía engañar a Natsu, podía ver una sonrisa formándose en la orilla de los labios y tenía esa expresión en los ojos tan similar a Gajeel.

-¿Quién podría ser?- Levy continuó su juego de ignorancia y Natsu rodó los ojos - Por supuesto que se Natsu, ¿Enserio crees que no me daría cuenta? Soy su mejor amiga.

-Amiga- Natsu alzó un dedo para acentuar su punto. Ahora era Levy quien rodaba los ojos ante la actitud de Natsu - El mejor amigo soy yo.

-Entonces … necesito ayuda- Levy asintió atenta - Necesito algo de ayuda … por que no se como … decírselo.

-¿Que?- Levy incrédula abrió los ojos junto con la boca, dejó la taza de café sobre la madera y volvió a tomar a Natsu del hombro, se acercó un poco como para hablar en secreto - ¿Eso es todo? ¿No sabes cómo decírselo?

-Claro que no, pero no puedo decírselo así como así … primero necesito, ya sabes hacer que me quiera … un poco al menos - Levy volvió a repetir un "¿Que?" mientras le movía el hombro incitándolo a que repitiera lo que acaba de decir - Ella no me quiere necesito primero … quiero … hacer que me quiera.

-Oh, Natsu- una vez mas Levy se tapó la boca pero esta vez parecía más realista pues en su rostro se pintaban diferentes emociones de consternación - ¿Estás tratando de decirme … que tu … tu, Natsu, crees que ella no te … ella no te quiere…?

Natsu asintió con lentitud.

-No, Natsu …- Natsu podía ver en el rostro de Levy como buscaba palabras para decirle algo. Se distrajo un momento observando a los gemelos, una vez más se habían movido, ahora era Yajee quien tenía en su mano izquierda el gorro de su hermana y lo jalaba lentamente, Natsu intentó hacer que lo soltara pero se dio cuenta que entre los dedos había también varios cabellos azul claro.

-Eh … Levy, ayuda- Levy se alzó en su lugar y Natsu se hizo a un lado para dejar que ella solucionara el pequeño problema.

Observando a su alrededor noto varias personas nuevas como varias personas de Quatro Cerberus y pensó que tal vez podría pedir algo para comer y quedarse un rato.

-Muy bien- Levy se volvió a sentar en su lugar y de forma distraída tomó la taza de café y se la dio a Natsu, acostumbrado a que la gente le pidiera calentar cosas, calentó los líquidos dentro de la taza con rapidez y se la regreso a Levy - Mira Natsu … diablos, creo que hablamos en otro momento.

Natsu tenía una ceja alzada desconcertado y estaba a punto de preguntarle a Levy por qué cortaba la plática cuando a su nariz llegó el olor que más le gustaba.

Caminando hacia ellos, estaba Lucy.

-Oh, Levy- giró su rostro hacia Levy por un segundo y no pudo evitar lo siguiente que dijo lo suficientemente fuerte para que Levy escuchara- La amo tanto.

Con el vestido color rosa pálido que le había regalado, Natsu sintió su cerebro desconectarse de todo su cuerpo cuando se dio cuenta de lo bien que le quedaba el vestido a la rubia. Se maravilló cuando vio cómo su cabello sujetado en una coleta se movía junto con su paso y como el fleco saltaba mientras caminaba y como su rostro tenía la pasta negra en los ojos y color rojo en las mejillas. El vestido era tan corto como las faldas que usaba pero algo en el hecho de que únicamente tenía descubierto un poco de piel entre la separación del vestido y el inicio de las botas altas. Natsu noto las miradas que seguían a la sonriente rubia.

Su propio rostro cambio, juntó las cejas, arrugó la nariz y dejó los labios en una sola línea mientras sobre su ojos se creaba esa sombra que lo hacía ver tenebroso, se inclinó un poco se encargó de que cada uno de los que veían a Lucy pasar se dieran cuenta que el se había dado cuenta y no le gustaba en absoluto.

No eran celos, claro que no, solo sentía que necesitaba dejarle en claro a todos que cualquier intento sobre la rubia iba directamente relacionado con una visita al doctor patrocinada por sus puños.

Cambió su mirada hacia Lucy cuando se aseguro que muchos había girado la mirada y encontró su rostro lleno de desilusión. Alarmado trato de sonreírle pero Lucy giro el rostro hacia Levy, negándose a verlo a los ojos.

-Hola, chicos- les saludo cuando entró en el cubo que los rodeaba.

-Hola, hola, Lu- le saludo alegre Levy quien bebió de su café caliente y había observado toda la interacción.

Antes de que Natsu pudiera responder a su saludo, ella se acercó por su espalda y se inclinó sobre su hombro para poder ver la canasta con los gemelos. Natsu sintió los pechos casi tocando su espalda, intentó moverse un poco para que ella tuviera mejor visión de la canasta pero ella colocó su mano sobre el hombro para recargarse y extender la otra mano sobre cabeza para acariciarle la mejilla a Jutla.

-Hola, bebes- susurro. En ese momento Jutla abrió sus ojos cafés que aún dejaban ver pequeñas líneas grises. Natsu se puso de pie para hacerse a un lado y Levy pudiera tomar al bebé. Observó a ambas babeando sobre los bebés y decidió buscar algo de comida.

Después de comer algo, creo una gran pelea donde la mayoría del gremio participó, fue hasta que una silla se estrelló en el cubo mágico que protegía a Levy y a los gemelos que Gajeel había masacrado a todos buscando al responsable, con eso había terminado la pelea y Levy junto con Lucy y los gemelos había salido del cubo.

Muchas personas que habían llegado ese día de viaje se habían retirado a sus hoteles y hostales, aún con bastante personas, habían encontrado una mesa libre para sentarse todos y pasar el tiempo.

Había pasado todo el rato buscando a Lucy con la mirada tratando de darle una señal pero en todas las ocasiones en que sus ojos se habían encontrado, ella giraba el rostro o fingía un estornudo, llegó hasta a girarse y darle la espalda. Natsu no entendía, ¿Por qué seguía seguía evitándolo?

En cuanto había visto a Lucy acercarse mientras cargaba a Yajee en sus brazos se movió buscando estar cerca de ella pero Sting y Yukino se habían puesto en su camino deseando ver al bebé despierto. Se movió disimuladamente a un lado de Lucy pero ella se había movido un poco más cerca de Sting que tenía a Yajee entre sus brazos.

-Oi, Rogue ven a ver- el susodicho se había acercado ignorando el hecho de que Natsu quería estar cerca de Lucy y se paró entre ambos buscando ver al bebé.

-Se parece a Levy- la bebé había gorgoteado al ver a Rogue y en un descuido con su pequeño puño alcanzó un mechón de cabello del pelinegro.

-Cuidado le gusta jalar el cabello- dijo Lucy mientras Sting entraba en pánico al no saber qué hacer.

-No te muevas tanto la vas a tirar- Yukino igual de alterada trato de evitar que Sting se moviera en su lugar.

-Hagan que me suelte- Rogue seguía inclinado evitando moverse pero sintiendo la pequeña mano reforzar sobre su cabeza.

Natsu alcanzó la mano que sostenía el mechón de cabello y apretó lo suficiente como había visto esa misma tarde a Levy hacer, solo lo suficiente para que soltara el cabello y tomará su dedo en su lugar.

-Wow, Natsu no sabía que eras bueno con los niños- él encogió los hombros.

-Vi como Levy lo hacía hace rato- solo dijo y se soltó de Yajee para que fuera Yukino quien lo cargara ya que Rogue se había negado a tomarlo.

Dejo de ver a los visitantes para observar a Lucy que solo sonreía en su lugar mientras veía la interacción de Yukino con el bebé.

Natsu buscó a su alrededor algo que le hiciera moverse de su lugar para estar más cerca de ella. Tal vez si iba por alguna bebida y volvía se podía parar a su lado.

Se acercó a la barra y esperó un momento, sabía que todos estaban muy ocupados así que no se apresuró.

No se limitó a esconder el bostezo que salió de su boca mientras esperaba.

-¿Cansado?- a su lado había llegado Lisanna, cargando un montón de papeles que puso sobre la barra, ella se sentó en la silla anta y se acomodó.

-Un poco- confesó mientras se recargaba su cabeza en su mano y se inclinaba un poco de lado para verla mejor - Imagino que tu debes de estar igual.

-No tienes idea- confesó Lisanna mientras se acomodaba el cabello y le sonreía - Nadie me dijo que organizar un festival iba a ser tan cansado.

-Valdrá la pena- le aseguro mientras ella reía un poco.

-Eso espero, de verdad … - Lisanna se inclinó un poco e hizo un movimiento con la cabeza para indicarle a Natsu que se acercara y el curioso se inclinó un poco más, hasta que sintió los cabellos del fleco de la chica rozar con su frente- La verdad es que no tengo idea de que estoy haciendo.

Natsu soltó una carcajada alejándose y Lisanna lo acompañó del mismo modo.

-¿Les sirvo algo?- en ese momento Kinana se había desocupado para poder atenderlos.

-Solo un vaso de agua- dijo Natsu.

-Yo quiero un Te Helado- Kinana como siempre feliz y eficiente en un minuto les entregó su pedido.

-¿Entonces, qué es lo que más te emociona del festival?- le pregunto Lisanna.

-La comida, por supuesto- y si era sincero era lo que más quería, probar toda la comida que encontrará junto con Lucy y Happy.

Giro el rostro buscando a Lucy una vez más y observó cómo había vuelto a tomar a Yajee y se había sentado en una de las mesas donde también estaban los integrantes de Sabertooth, ahora es su oportunidad podía ir a sentarse a su lado.

-Nos vemos, Lis- se despidió rápido tomando su vaso y se deslizó a un lado de la rubia que le hablaba al bebé.

-¿Quién es el más hermoso? ... ¿Quién es? Tu ... si tu y tu hermana- susurró ella mientras le apretaba las mejillas al bebé.

En silencio permaneció viendo a Lucy jugar con el bebé mientras a su alrededor todos conversaban, fue hasta que sintió una mano en su hombro, Levy estaba a su lado junto con Gajeel.

-¿Podrías, Natsu?- le preguntó Levy y Natsu tomó a Jutla en sus manos. Con una mano en la cabeza y otra en la espalda dejó que Levy le acomodará la cobija alrededor y Natsu calentó sus manos y comenzó a mecer al bebé, lentamente comenzó a cerrar los párpados y no tardó más de cinco minutos en quedar completamente dormida -¿Podrías dormir a Yajee también?

Natsu le entregó el bebé a Levy y se giró un poco para tomar al bebé que rápidamente había alzado las manos buscando su cabello, Natsu lo acomodo sobre la mesa y lo envolvió en la cobija como Levy le había enseñado, le acomodó el gorro y lo alzó para ponerlo en su hombro, con una mano en el cuello y otra en la espalda, hizo lo mismo que con su gemela y en un par de minutos podía escuchar los suspiros del bebé.

-Gracias Natsu- le agradeció Levy pero fue Gajeel quien le quitó a la cría de las manos. Natsu alzó una ceja y Gajeel le regresó el gesto, tomó la canasta y alzando la cabeza se despidió, Natsu le respondió del mismo modo.

-Wow, Natsu … cuando quieras también me puedes dormir de ese modo- Cana llegó subiéndose a la mesa con una botella en la mano y su bolso colgando a su lado, se cruzó de piernas y se inclinó sobre Natsu mientras ponía ambas manos sobre sus hombros y le acariciaba un poco los brazos - Estando en esos brazos cualquiera se sentiría en el cielo.

-Basta, Cana- se movió incómodo moviendo las manos de Cana hacia un lado con su propia mano, aprovechó un poco aquello para moverse más cerca de Lucy hasta que sintió rodilla topar con la de ella, pero rápidamente ella se movió dejándole más espacio y se giró a hablar con Sting y Yukino frente a ella.

-Solo digo, si buscas abrazar a alguien… - Cana volvió a buscar apretar sus brazos pero Natsu la detuvo- Me propongo como tributo.

-No, gracias- tomando su vaso de agua, decidió poner atención a la conversación que tenía Sting con Lucy.

-Imagina, si Natsu y Lucy tuvieran un hijo … se parecería a Larcade- Natsu escupió el agua que bebía sobre la cara de Sting mojando a Cana en su camino quien se levantó molesta insultando con dirección al baño para limpiarse.

-¿Quien es Larcade?- pregunto Lucy inocente sentada a su lado jugando con el popote que adornaba la malteada que bebía.

-Era el hijo de Zeref- respondió Yukino mientras le daba servilletas a Sting para que se limpiara el rostro.

-Uno de los hijos- corrigió Natsu.

Varios meses atrás, cuando había sido el evento de Lucy donde le dieron un premio por la escritura de su primer libro, se habían encontrado con Mavis y Zeref.

Con diferentes nombres.

Muchas personas no estaban de acuerdo en que ambos anduvieron paseándose por ahí sin preocupación mientras a fuerza había gente que aún sufría las consecuencia de sus acciones.

Pero Fairy Tail pensaba diferente.

Natsu se había comprometido a vigilar a Arius, como se llamaba ahora Zeref, se aseguraba que no despertara ningún poder o se volviera loco, hasta ahora no había mostrado en ningún momento que despertara sus poderes.

Era raro cuando se llegaban a topar por coincidencia el joven siempre parecía feliz de verlo, aunque solo había sucedido tres veces y Natsu no tenía problema, el joven sospechaba que había algo entre ellos que no era consciente.

La primera vez que se habían topado, Happy, Lucy y él, salían de un restaurante nuevo donde Lucy había insistido en que quería ir. Cuando ellos salían del edificio, Arius y Mío entraban al lugar.

Ambos al reconocer a Lucy, se habían acercado entusiasmados a saludarla. Sin embargo, Lucy, se había escondido con rapidez detrás de Natsu abrazando a Happy, pues no había tenido tanta confianza en aceptar el saludo de Arius.

El joven lo había notado, pero con educación no había hecho ningún comentario y espero de modo paciente haciendo conversación con Natsu mientras Mío saludaba a Lucy.

Natsu había sentido una punzada en el pecho cuando había observado la interacción, no podía culpar a Lucy después de todo, Arius tenía el rostro de Zeref y eso era suficiente para asustar a muchos.

Las dos siguientes veces, se habían encontrado solo ellos, siendo Arius quien lo reconoció y se tomó el tiempo para saludarlo.

Arius le había hablado de su vida y lo que hacía.

El joven vivía en Crocus pero visitaba Magnolia constantemente para ver a Mío. Le había explicado que desde que se conocieron en la fiesta de Lucy, buscaban pasar todo el tiempo que pudieran juntos, hasta el punto donde tenía planeado mudarse a Magnolia permanentemente.

A Natsu le alegró aquello. Pensaba que tal podía tener una relación decente con él, aún que el joven no supiera aquello que los conectaba.

-No sabía que tenía más hijos, aparte de August- mencionó Lucy mientras tomaba entre sus manos la malteada jugando con el agua fría que sudaba el vaso.

-Sería también si tu y yo, Lucy, tuviéramos un hijo, sería completamente rubio- una vez más Natsu escupió el agua que tomaba sobre Sting.

Natsu notó la mueca en el rostro de Yukino y la risa nerviosa de Lucy; no pudo evitarlo, mientras una vez más, Sting se limpiaba el rostro en esta ocasión enojado. Natsu usó su pie izquierdo para patearlo en la pantorrilla.

-Creo que nunca lo sabremos- dijo Lucy aún riendo con nerviosismo usando un dedo para darle vueltas a las puntas de su cabello- No tengo planeado tener hijos ... así que … no lo sabremos.

-¿Nunca?- pregunto Yukino mientras Sting se quejaba por el golpe pero Natsu lo ignoraba.

-¿Por qué diablos me golpeas, Natsu?- le gruñó Sting mirándolo con enojo, Natsu lo ignoró.

-…- Lucy no respondió, tan solo se limitó a sonreírle y a encoger sus hombros.

Recordó el pequeño, no tan pequeño, drama que había hecho Lucy la primera vez que habían tenido sexo, hecho el amor, cuando lloro por que temía quedar embarazada.

-¡Oh!, pero qué hora es … Hay que ir a recoger nuestros trajes, Yuki- le dijo Lucy a Yukino.

-¿Trajes?, ¿De qué hablas?- pregunto Natsu, haciendo a un lado el vaso de agua ahora vacío.

-¿Como que de qué hablo?, los trajes para la presentación del festival-

-¿Presentación?-

-Si, presentación. La que vas a tener junto con Romeo, hace una semana pusieron los horarios en el tablero- Natsu miró a todos lados buscando algo relacionado con lo que Lucy decía.

-¿Horarios? ¿Romeo?-

-Deja de hacer el tonto, si no lo recuerdas ve a hora mismo con Romeo y averigüen algo-

-Yo no recuerdo haber aceptado nada de esto- se quejó y se cruzó de brazos.

-No, importa, habla con Romeo y no olvides ir más tarde a mi departamento a recoger tu traje- se había levantado de su lugar para dejar que Lucy saliera del asiento y junto con Yukino comenzaban a caminar hacia la puerta de salida. Natsu aprovechó para disfrutar de la vista que le daba Lucy en el apretado vestido que usaba. Había escogido bien.

-¿Natsu?- escucho que Sting le hablaba pero prefirió ignorarlo, disfruto de la vista y sintió el frío que dejó Lucy a su lado.

-Ignóralo está ocupado viendo a Lucy- escuchó a Gray sentarse a un lado de Sting en el lugar donde minutos antes estaba Yukino, sin camisa ni zapatos.

-Ya entiendo- Sting se rascó la barbilla interesado - ¿Ellos están … juntos?

-No lo sé- Gray encogió sus hombros y alzó los pies sobre la mesa acomodándose en el lugar - Lo último que supe fue que …

Natsu tomó el vaso de agua vacío y lo aventó con dirección a Gray, por mala puntería o buena, lo golpeó en las bolas.

-Te voy a matar imbécil- sufriendo y enojado Gray comenzó una nueva pelea.

Cuando entró por la ventana del departamento de Lucy dejó caer su mochila a un lado de la mesa y el ruido que causó hizo que Lucy saltara sobre la silla en la que estaba sentada frente al escritorio, probablemente estaba tan entretenida en su escritura que no lo había escuchado entrar.

Aún con el vestido que le había regalado puesto y con el cabello suelto

-Que bueno que llegas- Lucy al verlo prácticamente corrió hacia él. Alzó los brazos pero Natsu dio un giro y la evitó antes de que pudiera abrazarlo.

Quería hablar primero antes de cualquier cosa pero el solo verla querer abrazarlo sentía que sus brazos temblaban de antemano.

La extrañaba tanto que no entendía cómo era que ella podía ignorarlo y no querer estar con él todo el tiempo.

Porque ella no lo ama.

Se recordó y tragó saliva buscando desaparecer aquel pensamiento de su mente.

-Natsu…- Lucy avanzó nuevamente hacia él y antes de que pudiera volver a moverse puso ambas manos sobre sus hombros y lo movió un poco mientras hacía pucheros con la boca, ella dio un paso para acercarse más y Natsu dio uno hacia atrás.

-No- pero Lucy volvió a insistir esta vez abrazándolo, ambos brazos debajo de sus axilas y el rostro muy cerca de su cuello.

-Natsu … anda … - Natsu negó con la cabeza y se negó a abrazarla aún que sus manos cosquillean con el deseo de hacerlo - Por favor … hace mucho que no te veo … te extrañe … venga ...

-¿Por qué habría de hacerlo, eh?- Natsu le preguntó, buscando cómo entretener sus manos, llevó ambas hasta su cabeza. Acomodando sus pulgares sobre el mentón y los dedos a la orilla de la mandíbula comenzó a marcarle el hueso que daba forma a su rostro.

-Por que tú también quieres- contestó Lucy con una sonrisa triunfadora. Ella se movió un poco y se inclinó en su lugar un poco para quitarse las botas sin quitarle la mirada de encima, su estatura bajo unos cuantos centímetros y Natsu se vio en la necesidad de doblar un poco su cuerpo para seguir con la cercanía que tenían - Por favor...

Bajo sus manos hasta el cuello de Lucy y se acomodó donde sus palmas ocupaban la mayoría del espacio libre que había. Acomodo un pulgar sobre el pulso y sintió su ritmo alterado, entre sus manos el calor de la piel y la sangre circulando le dijeron todo lo que necesitaba.

-Pero- dijo lentamente acercando su rostro aún más al de ella. Pegó su frente a la de ella y sus manos se cerraron un poco sobre el cuello -Eres tu quien me esta rogando.

-Natsu- Lucy cerró los ojos y gimió disfrutando de la atención en su cuello.

- Tal vez … si me ruegas un poco- Natsu movió su rostro y dejó que sus propios labios tocaran un poco sobre la mejilla hasta llegar a la cuenca del oído- Me puedas convencerme.

-¿Que tengo que hacer para convencerte?- Natsu se alejó un poco y alzó una ceja - Amo.

-Para empezar- le dijo mientras le alzaba más el rostro usando los pulgares -No me vuelvas a ignorar.

Lucy abrió los ojos y la boca con sorpresa y Natsu aprovechó para soltarla y terminar de alejarse de su cuerpo. Transmitiendo tranquilidad, metió ambas manos en los bolsillos del pantalón, se inclinó un poco hacia atrás para mostrarse relajado y sonrió cuando Lucy hizo una mueca ante la separación.

-¿Amo?- lo volvió a buscar con las manos pero Natsu retrocedió.

-Sin tocar- ella llevó ambas manos hasta su pecho donde las entrelazo y lo miró con ojos suplicantes.

-¿Amo?- Natsu observó con gusto como lentamente Lucy se ponía nerviosa. Su propio silencio ayudaba y el hecho de que se había alejado añadía un poco más.

Decidió entonces hacer lo mismo que ella había hecho. Ignorarla un poco.

La dejo ahí, para dirigirse a la cocina y tomar un vaso de agua. La escucho caminar a sus espaldas siguiéndolo y pararse en el marco de la puerta esperándolo. Con tranquilidad él tomó su agua observando por la ventana y disfrutó de la imagen del cielo oscuro medio nublado con esa luz característica de otoño.

-¿Amo?- le volvió a llamar Lucy pero no se giró para ponerle atención.

Decidió entonces buscar algo que comer. Abrió el refrigerador y lo encontró vacío, era obvio Lucy acababa de regresar de una misión, no tenía nada.

Sobre el mueble había unas cuantas frutas, tomo una manzana y un durazno para empezar a comerlos.

-Amo- le volvió a llamar Lucy y Natsu se dignó a mirarla.

Enfrente de él estaba Lucy solo con un conjunto de ropa interior rosa.

Natsu mordió el durazno para evitar que Lucy viera como tragaba saliva tratando de aliviar lo seca que tenía la garganta al verla así.

Haciendo un esfuerzo pasó a su lado y fue hacia el mueble a un lado de la chimenea donde Lucy solía guardar los juegos de mesa. La escucho quejarse y seguirlo, Natsu tomó la baraja de cartas y evitándola se sentó en el piso, frente al sillón listo para jugar.

La sintió moverse pisando con enojo mientras se movía hasta el armario, tomó algo y se metió al baño.

Natsu se limpió el jugo del durazno en el pantalón y comenzó a barajar.

Después de empezar a acomodar varias cartas escucho que Lucy salió del baño. Sin despegar la mirada de las cartas, puso atención a lo que hacía, ella se movió hacia la cocina, removió unas cosas y volvió al baño para salir por segunda vez pero en esa ocasión con el olor de perfume reciente.

-Amo- le volvió a llamar y por curiosidad la observo.

Lucy se había puesto ese traje que había encontrado días atrás en su armario. De color rojo, de tela casi transparente, Natsu juraba que casi podía ver sus pezones atreves de la tela.

Lucy se sentó a su lado y se recostó en el suelo. Dejando su cuerpo completo a la vista. Un brazo usando de apoyo para su cabeza, una pierna doblada y su otra mano sobre esa misma pierna. Entre sus pechos estaba ese espacio libre de tela que le mostraba el valle entre los senos que seguía hasta el ombligo. Podía ver la curva perfecta de su cadera y la forma convexa de su cintura. Lucy solo lo miraba sonriendo tímidamente, mientras él se dedicaba a inspeccionar su ropa.

-¿Le gusta a mi Amo?- le dijo y Natsu decidió que no podía ignorarla más.

Dejó caer las cartas de su mano e hizo a un lado la manzana que aún no comía. Gateo un poco hasta Lucy y con poniendo una mano sobre su cabeza la hizo recostarse sobre el suelo. Con comodidad sin dejar caer su peso sobre ella, se sentó en su cadera, se sostuvo en sus piernas y usó sus manos para sentir la tela que la cubría.

Se tomó un momento para grabar en su memoria la vista y la sonrisa de satisfacción que Lucy tenía en el rostro.

Oh, no.

Lo siguiente fue en un solo movimiento con rapidez, se alzó atrayendo a Lucy consigo, se movió con rapidez para sentarse en el sillón frente de ellos, Lucy desorientada se sostuvo de los brazos y sintió sus piernas danzar ante el movimiento tan repentino, soltó un suspiro sin aire y buscó acomodarse, pero Natsu le tomó de la cintura y la sentó sobre uno de sus muslos.

-Demuéstrame que tanto quieres mi atención- aún un poco desorientada Lucy soltó un fuerte jadeo cuando Natsu la presionó contra su muslo y el alzo la pierna.

Se sentía la tela del pantalón, y la delgada tela que estaba usando Lucy que se unía justo en el centro con dos pequeños broches metálicos. Natsu presionó sus manos sobre la cintura e hizo que se tensara la tela amenazando con soltar los pechos.

-Enséñame, Princesa- Lucy entonces se inclinó un poco buscando sus labios pero Natsu giró el rostro con agilidad pero discreción, sabía que si besaba a Lucy iba a dejarse manipular fácilmente y quería recordarle que era él quien mandaba.

Aún que pudo ver en sus ojos una punzada de decepción ante el rechazo del beso, Natsu decidió poner su atención sobre su propio cuerpo, acomodo un brazo sobre el sillón y una mano apretando la cintura de Lucy mientras seguía tensando la tela. Abrió un poco más las piernas y se acomodó sobre los cojines del cómodo sillón.

Después de unos segundos, Lucy comenzó a moverse.

Natsu la sintió temblar en su pierna, pero no hizo comentario alguno. Se dedicó a observar preguntándose como aquella tela tan delgada y tan simple podía sostener los pechos, por que Lucy podía tener un cuerpo excelente, pero sus pechos seguían teniendo la caída que la gravedad les causaba.

Lucy por su lado, busco el mejor punto para estar cómoda, llevó ambas manos hasta los hombros, presionando la rodilla izquierda entre las piernas de Natsu, se acomodó de un modo en que los pequeños broches metálicos no le siguieran molestando en la entrepierna.

La mano de Natsu se cerró sobre su cintura con más fuerza cuando ella se movió.

Aquello se había sentido bien, Lucy tomó la iniciativa y lentamente, comenzó a mover su cadera buscando frotarse sobre la pierna.

-Amo…- acomodo su cabeza sobre su sien, de un modo en que comenzó a gemir sobre su oído.

Con la cercanía Natsu podía oler el perfume con más fuerza, drogado del olor, apretó un poco más su mano sobre la cintura y escuchó uno de los botones que sostenía la pieza unida soltarse. Lucy se alzó un poco más pero sigo frotando lentamente sobre la tela del muslo.

-Amo … necesito tocar- le hablo Lucy en el oído.

-Tócate sola- El aliento caliente chocando contra su mejilla y oído lo hicieron temblar un poco. Lucy detuvo sus movimientos y apretó los hombros entre sus manos. Natsu la observó detenidamente acarició la costilla que se marcaba sobre su mano.

-¿Co-como?- pregunto Lucy sin dejar de observar. Natsu se tomó un momento para pensar.

Puso ambas manos en la cintura y se puso de pie junto con ella, girando la invitó a sentarse en el sillón en el mismo lugar donde había estado él, alcanzó una silla de la mesa y la colocó delante de ella.

-Tócate para mi- Le tomo de las rodillas y le abrió las piernas, Lucy chillo con sorpresa ante el brusco movimiento.

Uno de los pequeños broches metálicos que sostenía la pieza se había soltado hace rato y el que quedaba unido escondido entre la entrepierna de Lucy amenazaba con soltarse en cualquier momento, dejó las rodillas y se acercó para soltar el pedazo metálico, sus dedos rozaron el monte y los muslos internos de Lucy quien en cuanto sintió la libertad de movimiento movió sus manos para quitarse la prenda completamente.

Entonces Natsu recargo su cuerpo en la silla, abrió un poco más las piernas y cruzó los brazos, con una mano acomodó la bufanda cubriendo un poco su rostro y se dedicó a observar a Lucy.

Ella se encontraba quitándose la prenda lentamente, Natsu observó como dejaba su entrepierna descubierta, como el vientre plano se mostraba y cuando la prenda subió hasta sus pechos, Natsu notó sobre la costilla que hacía un momento acariciaba como había unas pequeñas marcas, como si tuviera un sarpullido, era como una línea roja de piel irritada donde era obvio Lucy se había rascado con insistencia.

-¿Qué te pasó ahí?- Natsu alzó la cabeza y señaló el salpullido y Lucy detuvo su movimiento y busco con la mirada lo que le decía Natsu.

-Algo me dio alergia- Lucy terminó de quitarse la prenda y Natsu se inclinó sobre ella.

Con una mano en el muslo y otra en la cintura, se dobló lo suficiente para quedar frente a la erupción y con mucha suavidad beso el espacio, sintió las costillas bajo sus labios y en su frente el calor de los pechos.

Lucy aprovechó para llevar su mano hasta la nuca y acariciar los cabellos rebeldes que sobresalen. Con la otra mano, le movió el rostro para subirlo y acomodar sus labios sobre los de él. Con suavidad, Natsu acarició los labios llenos de brillo y apretó el muslo en su mano. Abrió un poco la boca y usó su lengua para acariciar la orilla de la boca de Lucy que estaba formando una sonrisa.

-Dime cuánto estés enferma- le dijo al alejarse un poco y respirar sobre su boca abierta.

-Estoy bien- le dijo sonriendo. Entonces, Natsu regresó a acomodarse en la silla, una vez más cruzó los brazos y sonriendo la invitó a continuar.

De forma tímida Lucy cruzó un brazo debajo de sus pechos, alzándolos un poco y con su otra mano comenzó a bajar lentamente sobre el abdomen. Natsu siguió con la mirada la mano, como pasó por el vientre, se detuvo un momento sobre el ombligo, como bajo y acarició con lentitud el monte sin vello, bajo su mano aún más y subiendo los pies sobre el sillón, Lucy quedó completamente expuesta para él.

Era la primera vez que veía esa parte con claridad, la luz en el techo le ayudaba a poder ver los pliegues con detalle.

Lucy usó sus dedos para abrir los labios y Natsu sintió aun mas resequedad en la boca.

El pequeño clítoris, lo rosado de los labios, la entrada de la vagina brillando de los líquidos que salían, lo hizo replantearse si en verdad quería verla y no entrar en ella en ese momento.

Entonces Lucy acarició el clítoris entre dos de sus dedos y gimió con fuerza. Natsu se grabó en la mente todos los movimientos que hizo su cuerpo, sus piernas se tensaron y la pelvis se contrajo, observó con detenimiento cómo los músculos alrededor de los labios y el ano se contraen. Ella continuó acariciando el clítoris por un momento hasta que bajó un poco más y con un par de dedos circulo su entrada.

Natsu cerró los puños con fuerza mientras Lucy movía la mano que tenía bajo los pechos y comenzaba a acariciar uno de los senos. Lucy abrió un poco más las piernas y movió uno de sus pies para ponerlo sobre la rodilla de Natsu. Él se inclinó en su lugar y escondió media cara entre la bufanda.

Lucy curvó la espalda y se expuso un poco más, alzó el pecho y movió su cadera al mismo tiempo que los dedos que acariciaban la entrada de la vagina.

Era suficiente.

Tomando el pie que estaba sobre su rodilla, Natsu alzó la pierna y se colocó entre las piernas de Lucy, sorprendiéndola se inclinó lo suficiente para poder besarla y juntar su coxis con su entrada.

Lucy gimió sobre su boca cuando sintió como Natsu restregaba su erección sobre ella.

En su mente Natsu hizo un esfuerzo para recordar algo de el libro rojo, que le pudiera ser de ayuda en ese momento, pero su mente estaba en blanco.

-Mierda, Lucy- dejó sus labios y pegó su frente con la de ella, dejó su rodilla y dejó su mano sobre el sillón a un lado de su cadera para crear un punto estable y no caer sobre ella, movió su cadera sobre la piel - Puedes sentir como me pones.

Lucy suspiró sobre su boca y Natsu acomodó el pie que tenía en la mano sobre su hombro. Sintió los músculos tensarse ante el movimiento pero se aseguro que no estuviera moviéndola de un modo que la pudiera lastimar.

-¿Puedes sentirlo, Princesa?- volvió a mover su cadera y ella gimió nuevamente, cerró los ojos pero Natsu movió su mano hasta la barbilla donde le alzó el rostro y ella abrió los ojos, dejó caer un poco de su peso sobre ella y el mismo soltó un jadeo.

-¡Si!- gritó la rubia, movió la mano que aún estaba entre sus labios sintiendo el movimiento de la cadera de Natsu y busco rápidamente como quitarle la ropa, una vez más, Natsu le movió las manos.

Visiblemente enojada, Lucy usó ambas manos para empujar desde el pecho; Natsu al no tener en ese momento el mejor balance, se tambaleó un poco hacia atrás y Lucy terminó de moverlo hacia la silla que había usado hace un segundo.

Con la misma rapidez, Lucy se puso de pie y se sentó sobre él. La silla crujido bajo el peso de ambos, con ambas rodillas flotando a un lado de la cadera, Lucy usó ambas manos para sostenerse desde su cuello y él le sostuvo de los muslos.

Sin perder el tiempo se besaron de un modo más descontrolado, olvidando la suavidad de hacía rato, chocaban los labios con impaciencia, como si ambos quisieran demostrar quién ponia el ritmo.

Natsu apretó la carne de los muslos entre sus manos con fuerza y Lucy jadeo con fuerza por un momento y aprovechó para enterrar ambas manos entre el cabello y jalarle el cabello con fuerza. Natsu podía sentir la agresividad con la que Lucy le tocaba y se movía, de algún modo verla tan decidida y concentrada lo excitaba aún más.

Una parte de él quería saber qué pasaba si la dejaba tomar el control y otra parte le gritaba que entrara en ella en ese momento y dejara de perder el tiempo.

En ese momento, Lucy le mordió los labios y restregó sus pechos sobre el chaleco.

Momento de dejar de perder el tiempo.

Una vez más, ella se movió antes que él, le soltó el cabello y llevó ambas manos hasta el cinturón y comenzó a quitárselo, Natsu estuvo a punto de quitarle las manos pero ella lo detuvo antes de que la tocara.

-No te atrevas- le dijo y terminó de quitarle el cinturón. Natsu soltó una carcajada al verla tan desesperada.

Tal vez, tan solo tal vez, en el fondo, Lucy lo necesitaba tanto como él la necesitaba a ella.

En un segundo, Lucy terminó de abrirle el pantalón y haciendo a un lado los boxers tomó su pene en la mano. Natsu jadeo ante el contacto de la mano tibia sobre él.

-¿Le gusta a mi Amo cuando hago esto?- Lucy cerró su mano sobre la base del pene y apretó tan solo un poco pero lo suficiente para hacer a Natsu suspirar de gusto.

Natsu la alzó lo suficiente para que la entrada de su vagina chocará con el glande de su pene; empujó su pelvis para golpear la entrada en repetidas ocasiones y sonrió al ver a Lucy gemir con gusto y soltar ligeramente el agarre que tenía sobre el.

-¿Le gusta a la Princesa cuando hago esto?- burlándose con las mismas palabras que le había dicho, le soltó el muslo y llevó su mano sobre la de ella que aún lo sostenía.

Movió el glande a través de los labios dejando que los líquidos llenaran su mano y la de Lucy, se acomodó un poco en su lugar, movió a Lucy de modo en que comenzó a introducirlo en ella. El ahora familiar calor que se abrió paso para recibirlo lo hizo sentir feliz. Echó la cabeza hacia atrás disfrutando de la textura dentro que lo envolvía y sin esperar, alzó el cuerpo de Lucy y la dejó caer sobre de él.

Lucy jadeo mientras buscaba con un pie un punto de balance en el piso para poder alzarse, tomó los hombros de Natsu entre sus manos y movió su cadera en pequeños círculos.

-Lucy … - Natsu escondió su rostro entre los pechos y mordió con fuerza entre la piel y quiso mover una vez más el cuerpo de Lucy pero ella no se dejó mover.

Ahora mismo no quería dejarla mandar. La tomó de la cintura y enterándose más en ella, la levantó y movió a ambos una vez más sobre el sillón. En esta ocasión, la dejó debajo de él, recostada sobre los cojines con la cabeza casi sobre el descansa brazos.

Bajo las manos hasta las nalgas y con una rodilla sobre el sillón y el otro pie en el piso uso la nueva posición para unirse más.

No espero a que ella dijera nada, en esa ocasión no tenían por qué esperar, comenzó a moverse ansioso y un poco descuidado.

Lucy jadeaba debajo de él, una mano entre la bufanda tomándolo del cuello y la otra la había metido debajo de la axila, casi tocándole el omóplato, alzó las piernas y aplastó un poco con los muslos sus pechos que se movían ante los movimientos insistentes.

Todo era diferente, Natsu podía notar la insistencia con la que ella le jalaba el cuello o lo desesperados que sonaban sus gemidos, él mismo podía sentir en sus manos la necesidad que no parecía satisfacer. Cada vez que las pieles se tocaban, su ser completo le pedía más, cada vez que escuchaba un gemido quería más, cuando sus pechos se movían, Natsu quería meterlos a la boca y no soltarlos jamás.

Sintió las paredes a su alrededor contraerse y como Lucy se contorsionaba mientras experimentaba un orgasmo.

-¡Espera!- ella le empujó con la mano sobre uno de los pectorales cubiertos por el chaleco y Natsu se detuvo.

-¿Que pasa?- le pregunto preocupado.

-Dame un ... momento- entonces Natsu notó como Lucy tenía problemas para respirar. Los jadeos de habían vuelto bocazas de aire y escuchaba con claridad sus pulmones silbar ante el esfuerzo.

Subió las manos hasta la cintura y le acarició con lentitud la piel expuesta, sin moverse de su lugar la observó buscar aire para sus pulmones, con el rostro y el cuello completamente rojos, sintió en su costado izquierdo una de las piernas temblar y por primera vez sintió un movimiento diferente desde las paredes vaginales de Lucy.

Era un movimiento casi mínimo, que sentía más en la base del pene que tocaba la orilla de los labios, el movimiento era como como un palpitar.

-Luce, creo que puedo sentir tus latidos- ella solo lo miro con una ceja alzada.

-¿Eh?- hizo un sonido que Natsu interpretó como una pregunta.

-Puedo sentir tus latidos … allá abajo- movió un poco su cadera para darle énfasis al "abajo". Lucy abrió los ojos y bajó la vista hasta el punto donde estaban unidos, Natsu sintió el movimiento incrementar y no pudo evitar reírse en su cara.

Entonces sintió otro movimiento, más fuerte que los latidos y de un modo lo aprisionaba con más fuerza. Fue su turno de gemir cuando sintió aquello.

-¿Le gusta a mi Amo cuando hago eso?- una vez más Lucy se burló.

-Vuélvelo a hacer- le dijo entusiasmado. Lucy podía hacer aquello por cuenta propia ¿Cómo era posible que siguiera enamorándolo?

Lucy realizó la acción una vez más y Natsu tembló un poco de gusto.

-Oh, Lucy- desde el fondo de su pecho susurro su nombre y se acomodó dentro de ella para comenzar a empujar con fuerza su cadera.

-¡Na-Natsu …!- Hizo a un lado la paciencia, llevó una mano hasta la rodilla y le abrió aún más las piernas. En su mente lo único que había era el seguir penetrando en Lucy y crear los excitantes sonidos que ella producía.

Los gemidos y gritos que soltaba con su nombre, la piel contra piel en cada penetración, los huesos de Lucy tronando ante los estiramientos que hacía, el sillón debajo de ellos chirriante y como se desplazaba ante los constantes movimientos.

Cuando sintió las paredes cerrarse una vez más sobre él, decidió que quería correrse junto con ella.

Estando Natsu dentro de ella, Lucy guio su propia mano al punto que los unía, acarició los pliegues de sus labios y tomó entre sus dedos la parte del pene de Natsu que no estaba dentro de su vagina y comenzó a masturbarlo.

Sintió la mano que lo acariciaba temblar un poco y pensó que tenía que volver a explicarle a Lucy como hacerlo o simplemente podía dejarla que aprendiera sola.

Eso lo hizo pensar que si él le hacía algo que llegara a molestarla, tendrían que hablar de ello.

-Por favor, Amo … córrete dentro de mi … Por favor- Natsu no podía moverse, la imagen tan sensual de ver a Lucy tocarlo cuando tenía parcialmente el calor de su interior, mientras le pedía que terminara dentro de ella, le causaba un gusto a su dragón interior.

Aún que por una parte no entendía el cambio de opinión de Lucy, un par de días atrás, ella había llorado por que no quería estar embarazada y ahora le pedía que terminara dentro a propósito.

Confundido pero excitado, entró por completo en Lucy mientras tenía un excelente orgasmo. Moviendo la cadera, empujó más buscando tocar con la punta del glande, el cérvix de Lucy.

Lucy apretó la pierna que lo rodeaba, tembló debajo de él y lo empujó un poco más en el inexistente espacio que había entre ambos. Alzó los brazos y gimió con fuerza, Natsu sintió como el interior lo apretaba más y lo hacía sentir mejor, jadeante se dejó caer entre los brazos extendidos de Lucy y recibió los besos en la mejilla que le daba.

-Gracias, Amo- le susurro muy de cerca.

Natsu no entendió lo que estaba pasando.

-Lucy- Natsu jadeo alzando un poco un cabeza, la sonrisa de satisfacción que tenía ella en el rostro le hizo sentir mariposas en el estómago - Pensé que … pensé que no podía …

-Está bien- ella llevó una mano hasta su cabeza, sintió como le movía los cabello que se habían pegado a su frente por el sudor- Está bien, con las posiones que tomamos no va a pasar nada.

Natsu asintió y dejó caer la cabeza una vez más sobre su hombro, Lucy siguió acariciándole el cabello mientras su otra mano se metió entre la bufanda, metida entre la ropa acariciando los huesos de la columna que podía alcanzar.

-Aparte … me gusta como se siente- confesó en su oído. Una vez más Natsu alzó el rostro para verla a la cara.

-¿Cómo se siente? - pregunto alzando una ceja.

-Caliente- le enseñó todos los dientes y Natsu sintió el movimiento de los músculos de Lucy cerrándose con fuerza sobre su pene, cerró los ojos disfrutando y sintió como perdía la flacidez y comenzaba a hincharse aún estando dentro de Lucy - No, no, espera.

Obviamente ella lo había sentido.

-...- Natsu junto las cejas expectante.

-Tengo hambre- Natsu alzó su cuerpo para sentarse sobre su tobillo y el sillón, con las piernas de Lucy a sus costados. Al momento extraño las caricias que las manos de Lucy le regalaban - Pero no tengo nada de comida.

-¿Por que no hay nada?- Lucy siempre y cuando se dice, siempre es noventa por ciento del tiempo tenía comida para su disposición.

-No voy a estar aquí una semana, no quiero que se eche a perder- con disimulo, ella movió su brazo para colocarlo sobre sus amplios pechos.

-¿A donde vas a ir?- Lucy acaba de volver de una misión, aparte, el festival empezaba el día después de mañana y ella pensaba en irse. ¿Cuál era la urgencia?

-A tu casa, ¿Lo recuerdas, verdad?- Natsu negó con la cabeza -Tu y Happy me invitaron a pasar estos días en su casa mientras Anna se quedaba aquí.

Cierto, ¿Cómo podía olvidar eso? Una sonrisa se formó en sus labios, oh las posibilidades.

-Vamos ya entonces- con las manos le sujetó por la espalda y la levantó sobre sus piernas, todo el cabello de Lucy se movió junto con ambos.

-¿Ya?- preguntó un poco sorprendida.

-¿Para qué esperar? - Natsu asintió con entusiasmo y buscó con su pie el suelo para ponerse de pie y comenzar a salir de Lucy.

El calor lentamente lo abandonó, estando tentado a inclinarse a limpiar la entrepierna de Lucy con la boca, se recordó que entre más pronto llegarán a su casa, más pronto podrían seguir.

-Necesito terminar la maleta y … y bañarme y-y los trajes- Natsu la dejó sentada en el sillón mientras él se acomodaba la ropa, ni siquiera se había quitado las sandalias.

-Termina la maleta muy muy rápido - Natsu tomó su rostro entre sus manos y se acercó un poco a ella- Y yo voy a comprar algo de comida y nos vamos a casa, ¿Te parece?

Lucy asintió sonriendo.

-Muy bien, vuelvo en veinte minutos- le soltó el rostro y se alejó para dirigirse a la ventana.

-¡Espera!- escuchó los pies de Lucy sobre el piso y como se tambaleó hacia él, extendió los brazos y le tomó de la cintura para evitar que se cayera. Lucy llevó ambas manos hasta el cabello y le revolvió un poco - Así está mejor.

Sin entender mucho asintió y la dejó ir para brincar por la ventana.

Tres minutos en llegar a su puesto de pollo picante favorito, doce en que le entregaran la bolsa de papel llena de comida, cuatro en regresar al departamento de Lucy y uno esperando bajo la ventana tratando de recordar si aún tenía salsa en casa.

-Volví- anunció.

En la cama estaba la maleta rosa abierta con ropa bien doblada un lado y los productos del día del otro lado. A un lado había dos cajas blancas, una de un tamaño ridículo y otra más pequeña.

Lucy había dejado la ventana abierta y el frío aire de otoño se había llevado el olor de Lucy, decidió que en cuanto llegara a casa cerraría todas las ventanas para no dejar que saliera.

Lucy salió del baño con la bolsa de maquillaje en la mano y el raro palo que le alisaba el cabello. Se había puesto ropa, para su disgusto, una pantaloneta de deporte, sorpresa, era suya, y un suéter verde, se había sujetado el cabello en una coleta y se había quitado el maquillaje de la cara.

-¿Cuando piensas dejar de robar mi ropa?- le preguntó indignado. Sabía que no había perdido ese pantalón.

-Nunca- contestó acomodando lo que llevaba en la mano en la maleta, junto ambas partes y la cerró apresar de que todo lo que había dentro evitaba que se cerrará.

Dejando todo su peso sobre la maleta logró cerrarla y triunfante puso ambas manos en la cintura.

-Listo, solo me falta …- se movió a la cocina, volviendo, tenía en la mano derecha una botella de vino y en la izquierda un frasco - Hice chiles en conserva que tanto te gustan.

Las mariposas que sentía en el estómago se movieron hasta su corazón y lo llenaron de alegría. ¿En verdad era posible enamorarse de alguien aún más? Aún no lo podía creer posible.

-Vámonos- Lucy cerró la ventana.

-¿Por donde nos vamos a ir, si cierras la ventana?- Ella señaló la puerta de entrada mientras levantaba la agarradera de la maleta.

-Sabes que no me gusta la puerta- antes de que caminara Lucy le quitó la bolsa de comida de la mano y colocó dentro la botella de vino y la conserva.

-Tu lleva los trajes- le señalo ambas cajas, impaciente tomó las cajas que a pesar de su tamaño no pesaban tanto.

-¿Trajes de que?- Lucy tomó las llaves y lo empujo para que saliera por la puerta, después de cerrar la puerta bajaron las escaleras hasta la calle donde se toparon con personas paseando por el canal mientras ellos emprendía camino hacia casa de Natsu.

-Los trajes para la presentación, Romeo ya vino por el suyo- claro, la presentación- ¿Hablaste con Romeo, verdad?

-¡Claro que no, Lucy! ¿Quién piensas que soy?- le dijo esquivando a una persona que pasaba con prisa a su lado.

-Laxus te va a matar-

-Puede intentarlo- encogió los hombros - Aparte que tiene de importante estas "Presentaciones"

-¿No pusiste atención cuando lo explicaron?- Claro que no, Natsu había puesto atención a la blusa que Lucy había usado ese día, pero no a la explicación.

-Estás hablando conmigo, recuerdas- si no era digno de recordarlo, Natsu no ponía atención, así de simple.

-En lugar de hacer un desfile como antes, cada uno vamos a hacer algo con nuestra magia, Tu se supone, vas a estar junto con Romeo por que son similares, todo esto es para juntar dinero y expandir el gremio- Después de la destrucción masiva que hubo en la guerra contra Alvares, el gremio había sido reconstruido pero no mejorado. Al poco tiempo que Laxus había tomado el mando como nuevo maestro, había comenzado a usar todos los conocimientos de Lucy en negocios que su padre la había obligado a aprender en el pasado para hacer crecer los números monetarios de Fairy Tail.

Después de que se había hecho una inspección a fondo, la remodelación del gremio había comenzado, la biblioteca que Levy había organizado al inicio de su embarazo, que aún estaba en proceso de organización, el laboratorio que todos usaban, los baños en el sótano, las oficinas y salones del segundo y tercer piso, pero Laxus era ambicioso y quería hacer más el Gran Salón, aún más grande.

Lucy había estado detrás de muchos movimientos en el gremio, después de todo, el Konzern Heartfilia había sido uno de los negocios más abundantes de Fiore en su momento, era lógico que Lucy heredará la inteligencia al manejo de uno.

-Suena complicado- había dejado la ciudad atrás y el inicio del bosque los acompañaba, como siempre que iba de noche, Lucy caminaba con prisa y muy cerca de Natsu, pues no buscaba ser atacada por búhos como había sucedido en otras ocasiones.

-Tu eres quien más destruye el gremio- le recordó.

-No lo hago yo solo- trato de defenderse mientras dejaba que su cuerpo desprendiera un poco de calor pues podía sentir como Lucy comenzaba a castañear los dientes por el cambio de temperatura al adentrarse al bosque.

-Tu eres quien debería poner más empeño para juntar más dinero-

Natsu también había dejado de preocuparse por el dinero desde hacía tiempo, aún que él y Happy se habían quedado en ceros después de que regresaron de su viaje, cuando todo comenzó a calmarse, Laxus lo había comenzado a mandar a misiones de clas que dejaban buenos pagos, claro que con la amenaza en el cuello de que no destruyera edificios y/o ciudadanos.

Claro que aquello no le importaba, pues seguía destruyendo a su gusto.

-Hay muchas cosas que debería de hacer- abrió la puerta de la casa y encendió la luz dejando que Lucy entrara primero y acepto que tal vez su ropa se veía demasiado bien en ella.

Boto ambas cajas en el suelo, Lucy dejó la maleta a un lado del sillón y la bolsa con comida sobre la mesa.

-No puedo creerlo, está casi limpio- se burló Lucy.

-¿Te parece?-

-Claro que no- Lucy abrió la ventana y dejó que circulara el aire - No puedo creer que ustedes dos se encarguen de crear tanto desastre.

-En mi defensa- Natsu empujó un montón de ropa con el pie para acercarse a la cocina y señalar la pila de espinas de pescado que olían a putrefacción - Esto no es mío y es lo que hace el olor.

-¿Cómo es que siguen vivos?- Lucy comenzó a recoger la ropa que estaba tirada en el suelo, Natsu la vio moverse un poco incomoda y hacer una mueca cuando se inclinó a tomar unos pantalones que estaban sobre uno de los muebles.

-¿Que pasa?- le pregunto y ella detuvo su recolección para verlo.

-¿Qué pasa de qué?- preguntó con el montón de ropa en las manos.

-Te quejas cuando te mueves - Natsu remarco, no recordaba que se quejara antes, entonces por que ahora si se movía con lentitud y trataba de no recargar su peso en la pierna izquierda.

-Oh, eso- ella no le respondió y se dirigió al pequeño cuarto donde estaba la lavadora, comenzó a separar la ropa mientras Natsu la seguía aun queriendo una explicación.

-¿Eso, qué? ¿Qué pasa?- insistió. Lucy con calma metió toda la ropa que había encontrado en la sala en la lavadora, los jabones y la encendió y se giró hacia Natsu con una mano sobre el mueble y otra en la cintura. El suéter que llevaba puesto se movió un poco y le dio a Natsu la vista perfecta de su vientre y cintura, ahí, pudo ver pequeñas marcas, pero antes de que pudiera preguntar por esas marcas, Lucy le contestó, aun recargando su peso sobre la lavadora.

-No es nada, … solo, me duele un poco después de … ya sabes, pe-pero esta vez no me dolió tanto- su rostro se tornó rojo con cada palabra.

-¿Esta vez? Pensé que no te iba a volver a doler- dando un par de pasos hacia ella, pisando la ropa que Lucy había dejado en el suelo, pasos sus manos por la cintura de ella, justo donde estaban las marcas por las que quería preguntar.

-Eh, no es ese dolor … es diferente, me-me duelen las piernas … ¡Pe-pero no es nada, solo necesito acostumbrarme!- Lucy comenzó a hablar rápido y con tartamudeos, así Natsu supo que estaba nerviosa.

-¿Es mi culpa, verdad?-

-¡No!, bueno si, pe-pero es-es solo que eres un poco brusco y … y yo no, ... yo me estoy acostumbrando-

-¿Necesito ser más suave?- Natsu terminó de acercarse a ella y luego su frente con la de ella, los cabellos le hicieron cosquillas en las mejillas y el aliento de Lucy le pegó en los dientes.

-Tal-tal vez solo un poco … mientras me, acostumbro ... pe-pero se siente bien... me gusta como se sie...-

Inclinándose un poco más, Natsu le besó con mucho cuidado y lentitud. Se separó por un segundo para mojar sus labios con la lengua y volvió a acercarse, esta vez, giró un poco el rostro y le besó sobre la orilla de la boca atrapando el labio inferior, con mucha lentitud lo saboreó con la lengua y la soltó. Sonrió cuando la sintió suspirar y busco su boca con la lengua, le acaricio los labios y el paladar.

Con las manos aún en la cintura, la cargó para dejarla sobre la lavadora con mucho cuidado no queriendo aumentar la incomodidad que debía de sentir, ella misma se inclinó pegándose más a él. Natsu descansó los brazos en sus piernas, con las rodillas entre las axilas y continuó besándola con ternura.

Nunca se habían besado de ese modo, tranquilo y tierno, sin la desesperación de querer más, simplemente estaban unidos saboreando al otro, pasando el tiempo, disfrutando del momento.

Hasta que Natsu escuchó las alas de Happy acercarse.

Se alejó un poco y escucho a Lucy quejarse mientras ella le jalaba del cabello buscando seguir con el contacto. "¿En qué momento puso sus manos en el cabello?"

-Happy está por llegar- anunció sobre sus labios y tragó saliva. Movió el rostro y lo recargo por un segundo sobre el pecho de Lucy, justo en la orilla del suéter buscando aire con fuerza moviendo un poco la prenda.

-¡Natsu, he vuelto! ¿Qué es eso? ¡Comida, genial! ¿Hay algo de pescado para mi?- con una última caricia en la pierna, Natsu se alejo y salió del pequeño cuarto, para entrar a la habitación y fingir que buscaba algo.

De un modo aquel beso lo había dejado sin aire, sin pensamientos y sin fuerzas. Quería volver con ella, quería volver a tenerla en sus brazos y no soltarla. De un modo, el hecho de que podía tenerla y a la misma vez no, le dejaba un mal sabor de boca.

-Happy, ¿Cómo puedes dejar tanta basura por todos lados?- escucho que Lucy salió hacia la sala y comenzó a regañar al Exceed.

-¡Lucy! ¿Qué haces aquí?- escucho el aleteo que se movía por la sala. Natsu se quitó el cinturón y el chaleco, dejó que las sandalias quedara cerca de la pared y restregó sus manos sobre el rostro.

-Eso no importa, quiero que limpies ahora mismo toda esa basura- Happy se quejaba mientras limpiaba y Lucy anunciaba que tomaría un baño rápido y esperaba ver limpio cuando saliera.

Natsu levantó un par de almohadas del suelo y las dejó en la cama, salió de la habitación más calmado, cuando escuchó la llave de la regadera encenderse.

Happy metía huesos de pescado en una bolsa mientras hacía caras de asco.

-Si limpiaras después de comer, no tendrás que hacerlo cuando huelen mal- se burló moviendo un poco el sillón dejándolo en lugar que debería de estar.

-Esto es tu culpa- Happy le enseñó la lengua indignado-Tenías que querer a la loca de la limpieza.

-Por favor, tú también la quieres- recogió un par de platos sucios de la mesa y los dejó en el fregadero.

-Pero tú la quieres más- Happy le hizo un nudo a la bolsa y salió por la ventana para dejarla afuera, lejos donde el olor no fuera molestar.

Era cierto, no había nadie más en este mundo que quisiera más a Lucy, que él.

A sus pulmones llegó el olor del jabón de Lucy y sonrió con gusto, terminó de recoger unas cuantas cosas que aún adornaban el suelo, movió a un lado la maleta de Lucy mientras Happy entraba preguntado que había para cenar.

Cinco minutos después la puerta del baño se abrió y salió el vapor junto con Lucy, con una blusa de tirantes y unos pantalones de pijama cortos, tan cortos que Natsu estaba seguro podía ver la orilla de los calzones, oliendo a crema, con el rostro rojo por el calor y el cabello mojado.

-¡Anda, Lucy que ya quiero comer!- se quejó el Exceed desde el sillón, había subido a su pequeño espacio y se había quitado el pañuelo y había colgado su mochila.

-No me apresures- le dijo mientras dejaba la ropa que había usado a un lado de la maleta, con el cepillo del cabello en la mano se sentó cruzando las piernas en el sillón a un lado de Happy. Natsu acercó la bolsa con comida y sentándose frente a ambos comenzó a repartir.

-Huele riquísimo- dijo Lucy abriendo su caja.

-¡Nada como pescado para cenar!- festejó Happy recibiendo su caja de pescado. Se sentó entre Natsu y Lucy y comenzó a morder el pescado crudo en sus patas.

-Ups, me falta la bebida- Lucy dejó sobre la mesa la caja y se levantó hacia la cocina, mientras Natsu sacaba otras tres cajas de comida solo para él. Comenzó con la primera caja de pollo picante cuando Lucy volvió con una taza, la botella de vino que trajo de su departamento.

-Esta fue la única taza limpia que encontré- dijo Lucy mientras llenaba dicha taza con el líquido rojo.

-Nhoerdamiuturnodelimpiosldosplagos- Natsu intento explicar que no era su turno de limpiar los platos, pero en su intento de comer la mayor cantidad posible llenó su boca y era imposible darse a entender.

-No comas de ese modo- le regaño Lucy- Te puedes ahogar.

Cenaron entre risas y burlas, estando satisfechos y después de que Lucy tomara dos tazas del vino, ninguno pudo reprimir los bostezos que salían de cada uno.

-¿Puedo dormir contigo, Lushy?- le pregunto Happy poniendo sus pequeñas patitas sobre sus piernas.

-¡Claro que sí, Happy!- Lucy lo tomó entre sus brazos y restregó su rostro entre las orejas del gato - ¿Quieres que te sobe la pancita?

-¡Aye!- festejó dejándose mover a gusto de la ligeramente alcoholizada rubia.

-¿Dónde vamos a dormir?- preguntó Happy.

-En la cama por supuesto- dijo Lucy poniéndose de pie y corriendo hacia la habitación con Happy en sus brazos.

Natsu se puso de pie y cerró la puerta de entrada con llave y la ventana para evitar que el viento siguiera entrando, a el no me afectaba pero a Lucy y Happy si. Abrió la maleta rosa y busco en la bolsa de maquillaje, en cepillo de dientes y la pasta dental. Apago las luces y entró a la habitación, donde Lucy se peleaba con las cobijas tratando de cubrirse a ella y a Happy sin soltar al Exceed.

-Dientes- Natsu le enseñó el cepillo y la pasta dental.

-Claro, claro- Lucy dejó a Happy en la cama y tambaleando un poco se acercó a Natsu extendiendo la mano hacia los instrumentos de limpieza. La siguió hasta el baño donde ella se sujetaba del lavabo y tallaba sus dientes con lentitud, Natsu un poco fastidiado tomó el cepillo del cabello y comenzó a separar los largos mechones secando cada sección en el proceso con sus dedos -Tus dientes, tus dientes.

Lucy le insistió a que se limpiara sus propios dientes después de que terminaba. Rodando los ojos, Natsu comenzó a tallar sus propios dientes mientras Lucy recargaba su cuerpo sobre el lavabo y cepillaba su ahora completamente seco cabello.

Distraído, limpio su boca y vio como Lucy lo veía, con los párpados casi cerrados, el cabello a un lado de su cuerpo, podía ver como no estaba usando sostén pues tenía ambos pezones erectos y la blusa de tirantes los enseñaba perfectamente.

Ella le sonrió después de que regresó sus ojos al rostro y se acercó, pasó sus brazos por su cintura y pegó sus pechos sobre su abdomen, se paró sobre las puntas de los los pies y le dejó un beso en la barbilla.

-Gracias, Natsu- le susurro para besarle sobre los labios de modo rápido.

Le soltó del rápido abrazo y pasó a su lado entrando a la habitación.

Parpadeo varias veces y dejó su cepillo a un lado del de ella. ¿Por que le estaba agradeciendo?

En la habitación se encontró a Lucy tapada hasta las costillas abrazando a Happy, mientras el Exceed se quejaba que no podía respirar.

Se acomodó a un lado y cerró los ojos listo para dormir.

-Gato, gato- olvidó lo mucho que hablaba Lucy cuando era hora de dormir y había tomado alcohol.

-Deja dormir Lucy- se quejó Happy aún siendo aplastado por los pechos de la rubia.

-Ganso, Happy- respondió Lucy pero Natsu sabía que ella estaba ya durmiendo.

-Soy un Exceed- respondió Happy.

-Natsu, hay que comprarle flores a Sting-

-Mañana, Lucy- le dijo.

Se acercó un poco más hacia Lucy varios minutos después de que escucho ambas respiraciones más tranquilas, movió un poco la cobija, solo lo necesario para mover su blusa, con la poca luz que entraba por la ventana observó las pequeñas marcas que como sospechaba él había causado, marcas donde sus dedos hacían sujetado con demasiada fuerza, movió un poco más la tela y observó el sarpullido que había notado hacía rato sobre las costillas.

La piel está roja y con pequeñas marcas de fricción, como si Lucy acabara de rascar con fuerza sobre la piel.

Con culpabilidad en el corazón y frustración, se acomodo a un lado de ella, bajo la blusa y subió la cobija, dejando su brazo a través de la cintura, reflexiono de lo descuidado que había sido con ella.

Ella no tenía la misma resistencia que él, ella era un poco más frágil y todos los nuevos sentimientos y situaciones que experimentaba le nublaban la mente haciéndolo olvidar que debía ser cuidadoso.

Respirando el olor de su cabello, se prometió ser muy cuidadoso hasta que ella le pidiera lo contrario.


Gracias por leer.

Dato curioso, me encanta Zeref.