Fairy tail no me pertenece. La historia es de mi imaginación.

Advertencia: Solo mayores 18. Por favor, no imitar lo aquí escrito. SIEMPRE todo consensuado. Practiquen sexo seguro.

Notas: ¡Que onda! Aprecio su paciencia en este nuevo capítulo, esta semana tuve unos días de descanso en el trabajo y viaje a ver a mi hermano, después de todo el año no pude evitar distraerme un poco. Después cuando quise actualizar FF no me dejaba entrar a mi cuenta.

Después del capítulo anterior quede seca ¿Pueden creerlo? Este es un capítulo más tranquilo, creo. Me encanta representar a los personajes de este modo, de una forma tan común, porque cuando eres adulto tu vida se vuelve en una constante de limpiar tu casa y dolores en las rodillas.

¡Gracias a todos los que comentaron! Son mi razón para seguir esta locura.


Capítulo XV

You tear down my reason


Antes de que pudieran retirarse esa noche a casa, Natsu había tenido que tragar el fuego de todas las fogatas que se hicieron en la orilla del lago mientras la gente se retiraba tras haber terminado por ese día el festival, para su suerte cada puesto de comida se había encargado de su propio fuego.

Para cuando regresó al gremio, Anna estaba ahí insistiendo en llevar a Lucy con Porlyusica para que la revisara y asegurarse de que estaba fuera de peligro.

Por primera vez había visto a una decidida Wendy alzar la voz y defender su trabajo de curación en Lucy, después de eso Anna había insistido en llevarla al departamento y velar su sueño toda la noche.

-No- Natsu había sido quien le puso un alto. Se había cruzado de brazos frente a Lucy y cuando Anna intentó replicarle, Natsu le detuvo- No la voy a dejar fuera de mi vista.

No podía dejar que llevaran a Lucy con Porlyusica, si hacían aquello, la vieja podía decir algo de más o pensar que volvían a ella con una situación similar a su última visita.

Antes de que nadie pudiera replicar, había empujado a Lucy por la cintura y tomaron rumbo a casa. Lucy solo había alcanzado a despedirse, desearle buenas noches a todos y asegurarles que se encontraba bien, antes de que Natsu la sacara del gremio.

Llegaron a casa de Natsu y Happy, completamente derrotados, los tres cayeron en la cama listos para dormir, sin preocuparse de cambiarse las ropas o de quitarse el maquillaje en caso de Lucy.

Fue hasta el mediodía del día siguiente cuando Natsu despertó, porque tenía hambre.

No se han preocupado en cerrar la ventana que habían dejado abierta el día anterior y el aire frío se metía entre la cortina hecha un nudo que tenía.

Descubrió a Lucy, Happy y Plue tratando de robarle su inusual calor corporal.

Con Happy hecho una bola sobre su pecho, y Plue aplastado entre él y Lucy, quien se había abrazado a su lado, entrelazando sus piernas y con su mano sujetando la orilla del pantalón, se encontraba aún dormida sin preocuparse de cómo aplastaba al supuesto perro.

Tenía hambre, si, pero no quería moverse y despertar a ninguno. Prefería dejarlos dormir un poco más.

Observó a Lucy recostada sobre él, en una posición incómoda, con medio cuerpo doblado y con la nariz entre la tela de la bufanda, Natsu notó como la blusa que había usado desde el día anterior se había levantado lo suficiente para enseñarle la orilla del sostén y busco con la mirada la cortada que le había causado el ataque del día anterior.

No la encontró, ni un rastro, nada. Wendy había hecho un buen trabajo pues sabía lo cuidadosa que era Lucy sobre su cuerpo y las cicatrices. Tanteó con su mano que estaba debajo de Lucy, la orilla de la falda que se había movido de lugar y al tener ella los pies ligeramente alzados, la falda se había levantado enseñándole el inicio del trasero.

Metió la mano sobre la orilla y los hoyuelos del coxis sobre su palma y la piel fría de las nalgas sobre los dedos.

Quería tocarle cada espacio de la piel en el cuerpo y asegurarse de que estaba bien. Necesitaba asegurarse de que solo estaba dormida y no inconsciente entre sus brazos, sin responderle por mucho que le llamara o la moviera como el día anterior.

Dejó de respirar por un momento para sentir sobre su pecho el aire que salía de la nariz de Lucy y el ronroneo de Happy y los pequeños ruidos que hacía Plue.

Natsu se preguntó en qué momento Lucy había hecho aparecer a Plue y el por qué. Sabía que lo traía cuando se sentía sola y quería abrazar al ser celestial. Pero, pero si tenía a Natsu a lado, ¿Por qué llamaba al ser?

Lucy se movió un poco en su lugar y a su nariz llegó un olor extraño. Era una extraña mezcla de humedad con putrefacción, a su mente llegaban con rapidez las criaturas que la habían atacado el día anterior y el olor que emiten; la única diferencia es que en las criaturas estaba ese extraño olor escondido de algo más que aún no podía identificar.

Distraído con sus pensamientos no notó cuando Lucy despertó y se acomodaba a su lado, fue hasta que Plue desapareció en una pequeña nube que noto los ojos de Lucy observándolo.

-Buenos días- le había dicho tallando su ojo izquierdo con su mano para limpiarlo de las pequeñas legañas pegadas al lagrimal.

-Buenas- le contesto sonriendo mientras su corazón se llenaba de felicidad por que podía despertar de ese modo tan tranquilo al lado de Lucy y Happy, como una familia.

Lucy bajó la cabeza y siguió recostada a su lado, con el oído pegado al pecho mientras su respiración movía los pelos de la frente de Happy quien seguía sin despertar. Movió la mano y acarició la piel suave de las nalgas y Lucy rápidamente le dirigió una mirada en desaprobación.

Arrugó la nariz y comenzó a levantarse de su lugar a pesar de que Natsu seguía presionando sobre su espalda para que no se moviera. Pero Lucy encajó sus dedos sobre su costilla derecha haciéndolo gritar sorprendido, Lucy aprovechó para zafarse de su agarre y ponerse de pie mientras se acomodaba la falda y la blusa.

-¿Que pasa?- medio dormido, Happy alzó las orejas y restregó la nariz en pecho de Natsu.

-Lucy, es malvada- le contestó.

-Eso no es nuevo- Lucy salió de la habitación rodando los ojos indignada y la escucharon moverse en la cocina para buscar algo de tomar.

Ambos se levantaron y la siguieron con la esperanza de que hiciera algo de desayuno pero solo la encontraron bebiendo agua de uno de los tarros viejos que tenían desde hace mucho.

-Se a lo que venía .. no tengo nada de ganas de cocinar- les dijo cuando ambos desanimados lloriquearon por la falta de disposición de Lucy para hacerles de comer.

-Pero … Lushyyyy…- Happy se paró sobre la mesa haciendo esa vocecita que Natsu sabía, Lucy tenía debilidad, pero antes de que pudiera decirle algo más, comenzó a estornudar en repetidas ocasiones. Lucy un poco preocupada se acercó y le sobo la pequeña espalda mientras el gato seguía estornudando.

-¿Estas bien, Happy?, ¿Te estás resfriando?- Happy negó con la cabeza mientras se restregaba la nariz con sus pequeñas patas.

-Lucy, es que … hueles a mierda- el rostro de Lucy cambió en varios segundos, de incredulidad a sorpresa a molestia a … ¿miedo?

-Yo… yo.. voy a lavarme- bajo un poco los ojos y miró sus manos que las había ajustado sobre su estómago con nerviosismo.

-Tiene razón- hablo Natsu cruzando los brazos. Las pequeñas orejas de Happy se movieron y su nariz giró con molestia- Hueles curioso, feo, Lucy.

-¿Que?- pregunto un tanto incrédula como si no entendiera qué era lo que decían.

-Es como si … se te hubiera quedado el olor de esas cosas- hizo un gesto con la mano, quería describir los seres que la habían atacado el día anterior. Quiso meterse un dedo en la nariz y rebuscar para quitarse la molestia que sentía, desde la frente hasta los pómulos el dolor que le causaba el olor.

-Voy a tomar un baño entonces- dijo Lucy comenzando a quitarse las medias que estaban a la mitad de sus rodillas. Alzó una pierna y se sostuvo de la mesa para no caer mientras bajaba la tela por el pie, Natsu siguió el como acariciaba el muslo sin ninguna intención, pero para Natsu era si tuviera toda la intención de atraerlo mostrándole las piernas.

Por favor, solo se estaba quitando las medias y él ya tenía una erección para verla.

-Happy- sin girarse a ver al Exceed que aún estaba en la mesa, le llamó buscando en su mente algún modo de desaparecer de su compañero.

-¿Mande?- preguntó el pequeño gato. Natsu siguió las manos de Lucy mientras cambiaba de pie y se quitaba la media del otro pie.

-Podrías hacerme un favor- le dijo y observó como la falda toda arrugada se alcanzaba un poco y le enseñaba la orilla de la ropa interior de Lucy quien esperaba ahí parada frente a él.

-¿Que es?-

-Puedes … puedes ir con Wendy … y pedirle ya sabes …-

-Puedes preguntarle si por casualidad tiene una posición para el mareo … ya sabes, para que Natsu pueda subirse a los juegos mecánicos- Lucy, hermosa Lucy como un ángel guardián salvador de Natsu idiota que no sabe crear escusas creíbles.

- ¡¿Y ver a Carla?!,¡Ya mismo voy para allá!- y en un segundo Happy se había ido azotando la puerta a su espalda.

Otro segundo y Natsu estaba sobre de Lucy.

No perdió tiempo en cargarla, ella usó sus pantorrillas para sostenerse en su cadera cuando Natsu la alzó por la cintura y la abrazó. Avanzó buscando la pared donde la pudiera sostener.

Busco su cuello con sus labios y encontró un sabor extraño.

Como lácteos podridos y tierra húmeda.

-Sabes a esa mierda- Lucy apretó los brazos de donde se sostenía, Natsu sintió sus piernas cerrarse a su alrededor con más presión.

-Suéltame- se sorprendió cuando la escucho. Busco su mirada y se encontró con miedo y dolor, podía ver sus labios en una pequeña mueca. Natsu negó con la cabeza y se dirigió al baño- Suéltame quiero darme un baño.

-Yo me voy a asegurar de que vuelvas a tu olor- con el pie, empujó la puerta para cerrarla y asegurarse de que caso de que Happy volviera no los viera en una situación comprometedora.

-Yo puedo bañarme sola- Lucy soltó el agarre que tenía en las piernas y busco el piso con las puntas de los dedos, Natsu la alzo un poco para evitar que lo hiciera, sintió el pequeño puño golpear sobre su hombro mientras la hacía enojar- Que me sueltes te digo.

Bajo una mano hasta la orilla de la falda y comenzó a quemarla.

-¡Natsu, no hagas eso!- en cuanto la tela se aflojó y los hilos se hicieron más fáciles de jalar, arrancó la prenda de su cuerpo y terminó por incinerarla.

Busco la orilla de los calzones y repitió la acción.

-¿Por qué estás quemando mi ropa?- Lucy volvió a golpearle el hombro y le empujó tratando de soltarse, Natsu apretó el brazo con el que la sostenía.

-No quiero nada que huela a esa cosa en ti- aquella frase la hizo detenerse al intentar soltarse, aprovecho para quitar la blusa y el sostén.

-¡Vas a tener que comprarme ropa nueva!- le grito en el oído cuando la dejo desnuda.

-Toda la que quieras- la metió a la regadera y la encendió.

-¡Está fría!- grito abrazándose. Natsu dio un paso atrás y se quitó la ropa, tratando el humo que había creado al quemar la ropa. Entró a la regadera mientras Lucy comenzaba a mojarse el cabello.

Con rapidez busco la barra de jabón y se acercó, comenzando a mojarse sin perder el tiempo para comenzar a enjabonarle.

Masajeo la barra sobre sus hombros, con insistencia, bajo hacia el brazo derecho y le tomo la mano para limpiar entre cada dedo, volvió a subir y repitió la acción con el brazo contrario. Metió la mano en la axila y enjabono mientras Lucy se quejaba que le hacía cosquillas.

Después de limpiar la otra axila, volvió al pecho donde creo espuma entre la clavícula y el cuello, bajó un poco para comenzar a circular un seno, cada centímetro lo lleno de jabón y pellizco con delicadeza el pezón que se alzaba por las atenciones.

Repitió la acción y dejó que el agua se llevara el jabón.

Bajo hasta el vientre y enjabono con insistencia sobre el ombligo, metiendo un medio en el orificio para hacerla enojar.

-No hagas eso- se río ante su molestia y esquivó la mano que buscaba moverlo y siguió por las costillas, observó como sobre la costilla izquierda estaba el mismo pedazo rojo de piel irritado.

Esa erupción en la piel seguía ahí, el día anterior había estado menos roja pero ahora, se veía como si Lucy hubiera enterrado las uñas y quisiera arrancarse la piel por si misma.

Paso el jabón con mucho cuidado e hizo una nota mental.

Lucy se estaba rascando por cuenta propia. Necesitaba cuidar que no lo hiciera.

Bajo el jabón hasta la cadera y enjabono los muslos, con la mano empujó un poco para recargar la espalda sobre la pared, bajo y busco alzar la pierna izquierda.

La tomó desde la pantorrilla y la cuido en su costado. Le enjabono todo el muslo, rozando con intensión la parte interna muy cerca de los labios vaginales, pero siguió enjabonando hasta la rodilla y la pantorrilla, masajear ligeramente el pie y acarició cada dedo del pie y presiono un poco sobre el arco del pie.

Lucy buscó sus hombros para sostenerse y no dejarse caer, volvió a hacer una nota mental, la curva del pie era una zona importante en Lucy.

Le soltó la pierna y se golpeó el costado, indicando que alzara la otra sobre su cadera. Repitió la acción y notó que el jabón se había reducido considerablemente por la insistencia en el uso que le daba.

-La espalda- Lucy se dio la vuelta y puso ambas manos sobre la pared húmeda dándole la espalda a Natsu.

Natsu observó cómo ella se inclinaba ligeramente y elevaba el trasero hacia él. Observó la curva de su espalda y como el cabello se pegaba con el agua.

Se imaginó a sí mismo jalándole el cabello mientras la penetraba en esa posición.

-Lucy, no me tientes - paso el jabón por los hombros y la nuca, acarició los omóplatos y la orilla de los pechos que se aplastaba contra la pared y resaltaban sobre la orilla de su figura.

-No te estoy tentando - Lucy inclinó un poco más la espalda- No tengo ganas.

Natsu bajo las manos hasta los hoyuelos que creaba el coxis y masajeo ligeramente la cadera.

-Que bien- la sujeto y la jalo hasta su propia cadera, donde su vagina chocó con su erección- Por que yo tampoco tengo ganas.

-Termina de lavarme entonces- Natsu se despegó un poco y extraño al instante el calor que emitía su entrada.

Bajo las manos y enjabono ambas nalgas, muy lento tomándose su tiempo en los dos montículos de grasa.

Lucy inclinó un poco más el cuerpo y movió la cadera como buscando volver a sentir su erección, pero Natsu dio un paso hacia atrás y dejando que el agua cayera directo sobre su trasero, alzó la mano que no tenía la barra de jabón y calentando su mano, la dejó caer sobre la piel con fuerza.

Lucy brinco ante la sorpresa y gritó ligeramente. Con la misma mano caliente sobre la piel ligeramente roja, se acercó.

-Compórtate - le susurro al oído tras acercarse y dejar su pecho sobre los omóplatos, su cadera contra la suya y sus brazos circulando la cintura, recargó su peso sobre ella y la dejó atrapada entre la pared y su cuerpo- Dijiste que no tienes ganas.

-Y no las tengo- dijo aquello, pero se restregó nuevamente contra Natsu.

-Bien- Dijo Natsu, dejó que la barra cayera al suelo y buscó el jabón del cabello de Lucy. Metió una mano entre la melena buscando el cuero cabelludo.

Sujeto con un poco de fuerza y la jalo para meterla nuevamente en el agua. Lucy inclinó la cabeza hacia atrás y dejó que un fuerte gemido saliera de entre sus labios. Natsu buscó su trasero con la cadera, su piel trono con la propia y los huesos de su cadera se encajaron sobre las nalgas y comenzó a lavarle el cabello.

Con un montón de jabón en las manos, lo esparció por toda la longitud mientras lo tallaba entre sus manos.

Lucy se restregó una vez más. Abrió un poco más los tobillos y con la mano entre sus piernas buscó su pene para atraparlo entre los muslos que volvió a cerrar dejandolo entre la piel y los labios.

Sus labios se abrieron para él y Natsu le volvió a jalar ligeramente del cabello, dejó que el agua se llevara todo el producto. Con la mano busco el cuello de Lucy donde la usó para guiarla y hacerla recargar su cabeza sobre su hombro.

-Princesa- le habló en el oído y la sintió estremecer.

-Amo…- Gimió mientras movía un poco más cadera sobre su pene.

Natsu beso el cuello a su disposición y se deleitó por sentir en sus labios el sabor a miel de abeja. Continuo dejando pequeños besos hasta la oreja donde divertido, le hablo.

-Estás limpia, Princesa- Y la soltó, buscó su cadera para removerse el mismo de entre sus muslos y su calor, la empujó un poco y haciendo la misma acción que ella el día anterior la echo- Ahora, largo.

La voz en su mente le reprendió por no entrar en ella en ese momento.

-¡Me las vas a pagar!- le dijo desde afuera y se río con fuerza al escucharla azotar la puerta al salir del baño.

Natsu pensó seriamente en masturbarse una vez Lucy estaba fuera del baño y en la habitación vistiéndose. Pero prefirió lavarse el cabello y el cuerpo con agua helada que lentamente se calentaba en su cuerpo.

Para cuando salió del baño, completamente desnudo, pues la única toalla que había se la había llevado Lucy, la misma rubia lo esperaba con un cambio de ropa en las manos.

-¿Qué es eso?- Preguntó mientras calentaba su cuerpo y se deshacía de las gotas de agua que caían, se pasó una mano por el cabello y lo secó dejándolo un poco caído sobre los ojos.

-Ropa- Lucy empujó la ropa sobre su pecho pero él se negó a tomarla -Por favor, Natsu. Es un día tranquilo, puedes vestir algo más que solo tu ropa usual.

-En cualquier momento puede pasar algo.… sabes qué prefiero mi ropa - le dijo tratando de pasar a su lado por la entrada de la habitación. Pero Lucy extendió las piernas y movió su cuerpo para evitar que avanzara. Natsu intentó pasar a su lado pero Lucy movió su cuerpo, con la cadera pegada a la bisagra le impidió el paso.

-Por favor, úsalo por mi- ¿Por ella? Por Lucy mataría a la misma Reina de Fiore. Pero volver a usar los incómodos pantalones de mezclilla, lo hacía dudar.

Entonces pensó en cómo negociar, sabía que a Lucy le gustaba verlo con ropa más casual, tanto como a él le gustaba verla sin ropa.

-Con una condición - tomo la ropa de las manos de Lucy. Ella relajó las piernas y se puso a un lado de entrada a la habitación y se burló al verla alzar los ojos tratando de no verlo desnudo.

-¿Cuál es?- Pregunto y aún viendo el techo de la habitación se sentó en la orilla de la cama, moviendo su falda alrededor de ella, parecía de esa tela que se movía con facilidad, como esos vestidos de verano que usaba y se movían mucho.

-Algo sencillo- Se puso los boxers y se metió el pantalón de mezclilla, lo jalo desde los muslos para subirlo y se preguntó en qué momento le quedaba tan ajustado.

-¿Me involucra?- Natsu se acercó a ella y le abrió las rodillas con la mano para meter su cuerpo entre los muslos. Sin camisa, pero sosteniéndola en una mano, la dejo caer sobre la orilla de la cama y con el pantalón abierto, observó la fija mirada que tenía Lucy sobre él, podía oler su excitación en el aire y le maravilló que ella dejara su esencia en toda su casa.

-Todo- comenzó a decirle, con la mano libre me tomo de la barbilla y la alzó para que lo viera a los ojos -Todo te involucra siempre, Luce.

-¿Cual es la condición, Amo?- le preguntó ella con voz inocente.

-Si yo tengo que usar esto- Natsu se palmeó el muslo y se inclinó ligeramente, en un rápido movimiento metió ambas manos bajo la falda y busco la orilla de la ropa interior. Lucy gritó y saltó impresionada, Natsu tomó la orilla de la tanga que llevaba puesta y comenzó a bajarla entre las piernas- Tu no vas a usar esto.

-Nat- Suspiro ella alzando las piernas cuando le termino de quitarle la prenda, hacerla una bola con la mano y lanzarla hacia el montón de ropa sucia que tenía dentro del clóset.

-Cuando menos te lo esperes- volvió a meterse entre sus piernas, con una mano le busco el cuello y con la otra le marcó los labios entreabiertos; con el pulgar remarcó la orilla del labio inferior y el mentón, empujó sobre la comisura y ella abrió un poco más invitándolo a introducir el dígito.

La humedad de su boca lo recibió con gusto y Natsu buscó la lengua con la yema, la sintió enredarse alrededor del nudillo y como cerró los labios a su alrededor y comenzó a succionar levemente.

-Cuando estés distraída- Presionar el dedo en la boca y observo un poco de saliva salir por la misma orilla donde entró su dedo y se inclinó más, acercando con su boca el líquido.

-Te voy a estar tan dentro de ti- succiono sobre la orilla del labio que su dedo no presionaba - No importa donde estemos... o con quien estemos …

Lucy había abierto la boca lo suficiente para sacar su dedo, Natsu lo metió a su propia boca y limpió la saliva que lo empapaba.

-¿De acuerdo?- a pesar de que él quien marcaba el ritmo de las cosas que experimentaban, necesitaba asegurarse de que Lucy estaba cien por ciento de acuerdo en continuar, pues implicaba actuar de un modo más público.

-Claro que sí, Amo- Lucy sonriendo con el brillo en los ojos que le decía que lo necesitaba.

Natsu se inclinó un poco más y usó la mano que descansaba en su cuello para acercarse y besarla.

Abrió los labios lo suficiente para tragarse su aliento y cerró los ojos cuando la lengua de Lucy le buscó el paladar, se apretó un poco más hasta que sintió sus dientes chocar.

Lucy gimió sobre su boca cuando la besó con más intensidad.

Llevó su mano hasta uno de los senos y apretó con fuerza, inclinando su cuerpo para empezar a subir sobre ella, Lucy envolvió sus brazos alrededor de su cintura.

Sintió como su mente se nublaba, no podía abrir los ojos y todo su cuerpo le decía que se restregaba en Lucy y la hiciera oler como él.

La voz le insistía que lo hiciera, que la marcara desde dentro y que su piel oliera a él.

-Siempre, Amo- no supo en qué momento se había alejado de Lucy, la neblina en su mente le impedía recordar el momento exacto en que había dejado sus labios y le estaba besando la mandíbula; tampoco parecía recordar, el por que Lucy le estaba contestando, ¿Acaso él había hecho una pregunta?

No podía recordar.

-¡Natsu, Lucy!- el pequeño grito de Happy en la puerta de la entrada lo hizo saltar hacia atrás, alejándose de Lucy, observó la mano de Lucy que lo buscaba aún cuando él estaba a un metro, tratando de tranquilizar su corazón.

Lucy se había levantado para correr al baño y azotar la puerta. La escucho suspirar y tragar saliva mientras caminaba de un lado al otro en el baño.

-¿Chicos?- Happy había entrado a la casa y los llamaba buscándolos. Natsu se revolvió el cabello húmedo y se restregó la boca tratando de limpiar cualquier rastro de saliva y respiró profundo para calmar su respiración.

-Aquí, Happy- le hablo mientras tomaba la camiseta de color rojo que Lucy le había dejado para usar. Happy entró a la habitación corriendo entusiasmada al mismo tiempo que Natsu cubría su cuerpo con la camiseta y se giraba un poco para evitar que Happy viera su erección marcada en los pantalones de mezclilla.

-Vengo con noticias, Erza me pidió que les dijera- Natsu busco las viejas botas que tenía, tratando de cubrirse y pensar en algo que le ayudará a tranquilizarse.

Gray desnudo.

Problema resuelto.

-El maestro convocó a una reunión- Natsu asintió terminando de acomodarse el pantalón, ahora con más tranquilidad.

Aún podía oler a Lucy, tal vez porque no estaba usando ropa interior y cada le era más fácil identificar todos los olores que provenían de ella.

Aún le extrañaba un poco, Lucy estaba a un día o dos de comenzar a sangrar nuevamente y ella estaba definitivamente entusiasmada con las atenciones, usualmente la libido de Lucy era casi inexistente en esos días. "¿Algo había cambiado?"

Sabía que era durante los días en que sangraba cuando volvía a sentir libido. Antes de que comenzaran con su acuerdo, había llegado en varias ocasiones al departamento de Lucy, listo para pasar la noche con ella.

Solo para encontrarla con las cobijas hasta la frente y con el olor a sangre y excitación inundando el departamento. Sabía que Lucy estaba despierta con los dedos masajeando su clítoris; en aquellos momentos prefería fingir ignorancia y volver a casa, solo para masturbarse sabiendo que Lucy hacía lo mismo en ese momento.

-¡Muévete, Lucy!- escucho como dejo caer algo en el baño con una pequeña maldición.

-Ya voy- la podía escuchar mover su maquillaje sobre el lavamanos, mientras hablaba en voz baja sobre cómo no la dejaban tomarse su tiempo.

Cinco minutos después salió con el cabello perfectamente recogido en una coleta de lado y el maquillaje impecable.

Cortaron camino al pasar por varios pabellones donde Natsu aprovechó para ayudar en varios puestos a encender las cocinas. Les habían regalado algo de comida para el camino al gremio, para cuando llegaron, habían terminado varios platillos y banderillas de carne.

-Ya era hora de que llegaran- en la puerta del gremio los esperaba Gran y Juvia.

Agarrados de la mano, con ropas de civil y toda la intención de no estar ahí.

-Buenos días, ¿Saben para que convocó Laxus una reunión?- Gray se encogió de hombros y Juvia negó con la cabeza.

-Sabemos lo mismo que tu- Contesto Gray.

Natsu notó cómo a pesar de que estaban en público, no se soltaban de la mano ni se alejaban uno del otro; el día anterior cuando había visto a Lucy consolando a Gray, por muy extraño que le pareciera, se preocupo.

Gray era el tipo de persona que no iba a demostrar muchas emociones, lo demostró cuando no quiso hablarle más a Lucy sobre su pelea con Juvia. Pero ahora estaba seguro que por lo que fuera que los dos habían discutido lo habían olvidado.

-¿Cómo sigues, Lucy?- pregunto Juvia. Lucy sonrió y buscó con su mano la orilla de su falda.

-Bien, no siento nada- a pesar de que Lucy decía aquello había algo en su voz que le decía que algo no quería decir.

¿Por qué tenían que ser tan complicados, tanto Gray como Lucy?

Tal vez por eso se llevaban tan bien.

-Juvia quería disculparse contigo, Lucy- Juvia soltó a Gray y busco las manos de Lucy para sujetarlas con fuerza. En Lucy se pintó la sorpresa- Si tan solo Juvia se hubiera quedado contigo unos minutos más, no hubieras ido sola y nada te hubiera pasado.

Natsu tragó en seco al escucharla. ¿Juvia había estado con Lucy antes del ataque?

-No te disculpes, Juvia- Lucy me sonrió del modo encantador que solo ella sabía hacerlo y la abrazó acariciándole el cabello- No sabíamos que iba a pasar. Todo está bien.

-Todo está bien- repitió Juvia mientras soltaba a Lucy del abrazo y Natsu pudo jurar que la maga del agua estaba por llorar.

-A un lado, idiotas. Están tapando la entrada- Por las escaleras venía subiendo Gajeel con la cangurera puesta y ambos gemelos amarrados uno al lado del otro.

Ambos al tener un gran gorro tapando el cabello se tardó un momento en reconocer cual era cual; hasta que recordó, Yajeel tiene los ojos rojos. Era el que estaba en la izquierda con un mameluco amarillo sujetando un mechón del cabello de Gajeel en su regordeta mano.

-Oh, mira nada más- Lucy se acercó a Gajeel y sujeto una mejilla de cada gemelo - Que hermosos se ven, son los trajecitos que les regale.

-No necesitan de nada extra para ser hermosos, coneja- Levy, quien caminaba unos pasos atrás de Gajeel se adelantó golpeándole la cabeza.

-No seas grosero- Natsu y Gray se burlaron en su cara.

-Es la mitad de tu tamaño y te controla- se burló Natsu sujetándose la barriga.

-¿Controla? Lo tiene amaestrado- agregó Gray.

-Sigan riendo, cuando estos dos sean más fuertes e inteligentes que cualquier cría que ustedes puedan tener, yo me reiré de ustedes- Gajeel les amenazó con un puño sin moverse mucho pues Lucy y Levy hablaban frente a él hablando de la ropa que tenían los bebés.

-Por supuesto, el único con hijos idiotas aquí, podría ser este idiota- Gray señaló con el pulgar.

-¡Oye!- Se quejó Natsu.

Quería decir que sus hijos no podrían ser idiotas, después de todo Lucy era una de las personas más inteligentes que había, tanto en el gremio como todo Fiore.

O podrían ser psicópatas como Zeref.

Quien sabe, después de todo estaba en la sangre, todo podría pasar.

-Si ya terminaron de hacer el idiota, entren de una buena vez- La puerta del gremio se había abierto un poco y Max había mostrado medio cuerpo.

-Claro, claro- le quitó importancia y todos comenzaron a entrar.

El gremio estaba literalmente lleno.

El Gran salón rebosaba de gente, tanto de Fairy Tail como de los demás Gremios con quien tenían alianza. Las mesas estaban llenas y había grupos de gente parados, el ruido dentro era demasiado.

El pequeño grupo que llenó al último decidió permanecer de pie a un lado de Lyon, Sherria y Yuka. Antes de que pudieran saludar, Lyon había comenzado a adular a Juvia para disgusto de Gray.

-Tan hermosa como siempre, dulce Juvia- Le decía tomándole la mano.

Juvia veía a Gray con incomodidad en el rostro, mientras él trabajaba de hacer que soltara a Juvia.

-Suelta, basta deja de tocarla- Gray le hizo una rápida llave sujetando su cabeza con fuerza -Natsu ven aquí y quémale el culo a este estúpido.

-Oh, sí- encendió ambos puños listo para comenzar una pelea.

Pero no pudo continuar, pues sintió que le sujetaban de la bufanda y no lo dejaba continuar. Lucy sujetaba con fuerza la orilla sin dejar de hablar con Levy.

-No pelees- le dijo rápidamente para volver a su plática con Levy.

-¡PUFF!- Se burló Gajeel quien trataba de tomar aire al reír de la cara de molestia que Natsu tenía marcada en el rostro - Y dices que a mi me controlan.

-Escúchame pedazo de …-

-Silencio-

Una vez más Laxus demostraba el control que tenía.

El gremio lentamente fue quedando en silencio.

-Como probablemente todos saben, ayer hubo un inconveniente- Desde el mismo balcón que el día anterior, Laxus les hablaba. Podía ver como se veía cansado y con ojeras como si no hubiera dormido desde hacía varios días.

Erza a su lado, ¿Erza? Por qué no Mirajane, había dado un paso para tomar el mando de la conversación.

-Esto es lo que pasó, hasta el día de hoy hemos mantenido esta investigación en secreto para no alertar a nadie- el mismo mapa que mostraba todo Magnolia, señalaba un punto en los limitantes del bosque- En este punto fue donde se presentó el suceso. Lucy fue atacada por tres criaturas, logró mantenerlas al margen hasta que Natsu y yo nos acercamos.

-No podemos dar más detalles de la investigación por el momento pero queremos pedir su cooperación para mantener la seguridad- Erza hablaba como un líder, con la gente en alto, su armadura brillante y su largo cabello perfectamente sobre su espalda.

Y pensar que era la misma niña mandona con la que habían crecido.

-Estamos preparados para suspender el festival en caso de que llegue a suceder algo de mayor riesgo- Laxus dio un par de pasos a un lado y todos movieron la cabeza siguiéndolo. Natsu quiso reírse - Pero casi un total de más de un millón de personas en Magnolia. El evacuar sería una pérdida total. Ayer por la noche, Freed, Levy, Hibiki y Rufus reforzaron la protección alrededor de la ciudad.

El mapa brillo mostrando de color azul brillante el grueso incrementado de la muralla.

-Les pedimos de su ayuda para mantener la calma y proteger a los civiles- Un rápido "si" se escucho entre todas las personas que había presentes - También les pedimos que nadie esté solo. No queremos que se repita lo que sucedió ayer.

Natsu sintió como Lucy se movía un poco en su lugar y se acercaba más a él. Natsu cruzó los brazos y encuadro la espalda tratando de cubrirla. Lucy se movió discretamente un poco más hasta que sintió su mano buscar la orilla de la bufanda para jugar un poco con los bordes.

-Eso es todo, gracias a todos por su ayuda- la gente comenzó a dispersarse y Natsu desde su lugar vio como Erza hacía una seña hacia su dirección, por el rabillo del ojo alcanzo a ver a Lucy asentir y alejarse un poco.

-Ya vuelvo, voy con Erza- Natsu la observó esquivar a la gente mientras su mano sostenía la orilla de la falda buscando mantenerla en su lugar, Natsu sonrió satisfecho por dentro.

Gajeel y Levy permanecían a su lado probablemente esperando el regreso de Lucy y mientras ellos hablaban entre sí, Natsu se dedicó a pellizcarle las mejillas a la bebé que gorgoteaba.

Los gemelos tenían casi dos meses y en ese tiempo habían cambiado demasiado.

Tenían los ojos más abiertos y estaban más regordetes, hablaban y sonreían e interactúan más con quien se les acercara, gracias al cielo, ambos parecían tener el carácter amable de Levy pues no había visto a ninguno enojarse como Gajeel. Tal vez Yajee lloraba con más frecuencia y hacía un poco más de pucheros pero no tardaba en alegrarse.

Jutla le sujetaba el dedo con una manita mientras la otra la usaba para agarrar el brazo de su hermano dormido. Era como si cuando ella estaba despierta su hermano dormía y viceversa.

-Deja a mi hija, Salamander- Le gruño Gajeel cuando lo noto, a él y a Happy haciéndole caras a la bebé.

-No te metas, estamos tratando una conversación importante- escuchó que Levy se río de su comentario y la bebé imitó a su madre alzando su gorgoteo con gusto.

Entonces recordó que hacía unos días había querido preguntarle algo a Gajeel, no podía recordar bien qué era pero sabía que era importante. También recordó que tenía una conversación pendiente con Levy pero … esa no la podía continuar en público como en ese momento.

A pesar de que el gremio estaba más vacío, muchas personas se habían marchado hacia el festival y podía escuchar a lo lejos la voz de Mirajane decir que en cuanto todos se fueran, cerraría el gremio para unirse a las festividades.

Lucy y Erza volvieron animadas varios minutos después, sin decir mucho Erza se despidió y con prisa salió del gremio. Natsu la siguió con la vista extrañado, ¿Por qué tendría tanta prisa?, ¿Acaso no pensaba ir con ellos al festival? Al estar distraído con Jutla no había puesto atención a la conversación que tuvieron ambas mujeres.

-Algo bueno de estar atado a esta silla de ruedas … es la vista- sin que se dieran cuenta, Makarov se había acercado sentado en la silla de ruedas a la que estaba confinado desde la guerra contra Álvarez mirando muy de cerca el trasero de Lucy.

-¡Maestro!- gritó Lucy cuando lo escucho hablar, ella llevó sus manos hasta la orilla de la falda como asegurándose que se no fuera a alzar por ningún motivo, se movió de donde estaba parada y se colocó a un lado de Natsu quien solo se dedicaba a reír por la escena. Sintió entre el cabello los bigotes de Happy vibrar mientras se reía del mismo modo.

-Lucy querida, recuerda que ya no soy el Maestro- le recordó con una sonrisa moviendo la mano frente al rostro.

-No me obligue a decirle a Erza- Natsu río con más ganas entre la amenaza de Lucy.

-Aaa.. jóvenes- Makarov suspiro y se dedicó a hablar con Nabb que se había acercado a él.

-Vamos- Lucy le sujetó del codo y comenzó a andar hacia la salida del gremio.

Más tardaron en salir del gremio, que en llegar a los pabellones donde comenzaba el festival.

Happy entusiasmado mencionaba todo lo que quería hacer mientras Natsu divida su atención entre él y Lucy, mientras caminaba por varios puestos donde vendían joyerías, Lucy hacía paradas en cada uno para preguntar si contaban con alguna Llave; Natsu caminaba casi pisándole los talones.

-¡Lucyyyyyyy!- escuchó que alguien llamaba el nombre de la rubia y lo busco con rapidez, con un brazo la cubrió hasta que observó a un joven de cabello rubio que los saludaba con brazos extendidos. De cabello muy rubio oscuro en un peinado en pico, lentes.

-¡Jason!- Lucy pasó debajo de su brazo, empujando de las costillas con un codo y mostrando su rostro exasperado; se movió con rapidez para abrazar al reportero.

-¡¿Cómo está mi escritora favorita?!- Jason le sujetó la cintura con afecto y Natsu se acercó en un segundo, mientras Happy recordaba que era el reportero que había contratado a Lucy mientras ella vivía en Crocus, Natsu seguía sin recordarlo - ¿Cómo va la segunda parte de Iris?, todos queremos la continuación.

-… Pronto- fue lo único que contestó Lucy mientras lo soltaba y notaba a Natsu, le regaló una sonrisa y volvió con Jason - ¿Estás disfrutando del festival?

-¡Por supuesto! ¡Es super coooool!- Jason hizo un gesto con ambas manos y alzó el rostro, Natsu pensó en lo raro que se veía el joven haciendo aquello, pero al final del día, si el empleo a Lucy y le hizo compañía durante su viaje, entonces no tenía nada en contra de él- Lucy, Lucy, ¿Vas a escribir una columna del festival, ¿Cierto?

-Por supuesto- Lucy asintió entusiasmada.

-¡Perfecto, nadie mejor que tú para este trabajo!,¡Cooool!- Jason rebuscó en la mochila que llevaba puesta en su espalda varios papeles que le entregó a Lucy; Lucy los inspeccionó por un momento - La chica de siempre se encargará de las fotografías... ya la conoces, debe de estar por ahí.

-Deacuerdo, yo tendré la columna lista en cuanto termine el festival- Lucy dobló con cuidado los papeles y los metió en su bolsa entre las llaves y su cartera. Natsu observó a la gente de alrededor que caminaba y los esquivaba.

-¡Cooool! ¡Diviértanse!- en un segundo el joven había desaparecido del mismo modo en que apareció, gritando y con los brazos en alto.

Escucho que Lucy murmuraba sobre cómo esperaba ver a la joven que tomaba fotos para insinuarle que tomara fotos de las presentaciones y darle más publicidad a Fairy Tail.

Natsu no pudo evitar hacer una mueca mientras recordaba a las fans que tuvo persiguiendo por un tiempo. No le entusiasmaba la idea de que volviera a tener cobertura en la revista.

Volvieron la vista hacia los joyeros donde Lucy siguió con su investigación en cada puesto. Camino aburrido a sus espaldas incómodo de usar los pantalones de mezclilla que estaba seguro había metido hasta el fondo de su closet para no verlos, no sabia como Lucy lo había encontrado y sospechaba que ella se había puesto a husmear en sus cosas.

Probablemente buscaba el Libro Rojo, pero no había modo que lo fuera a encontrar. Por que si lo hacía también encontrará las revistas donde ella había posado como modelo y no sabía cómo podía reaccionar a aquello.

Olio como Wendy y Carla se acercan a donde estaban ellos y las busco con la mirada para verlas esquivar gente con Sherria a sus espaldas y Carla en su extraña forma humana.

-Natsu, mira lo logre- Wendy le enseño en las manos varios parches. Él alzó una ceja sin entender qué era lo que debían de hacer aquellos parches.

-¿Que lograste? - le pregunto. Happy se había alzado de su cabeza y había volado hacia Carla quien lo había recibido con un poco de indecisión, Natsu quiso sonreír ante la acción de la Exceed pues cada vez parecía más accesible antes las atenciones de Happy.

-Estos parches ¡Evitan el mareo!- Wendy los alzo con emoción hasta su cara, Sherria a sus espaldas respiraba con fuerza como si hubiera corrido detrás de Wendy y Carla.

-¿Lo dices enserio?- pregunto un poco esperanzado. Wendy asintió y las coletas se movieron a su alrededor.

-Acabamos de subir a la rueda de la fortuna y no sentí nada- Wendy buscó en el bolsillo de su vestido y Natsu se preguntó si acaso no tenía frío, pues podía sentir las ligeras corrientes de aire a su alrededor-Te lo pones en el brazo y sirve por tres horas.

Wendy le entregó en las manos varios parches de color oscuro y un olor extraño.

-Tengo que buscar a los demás- dijo en voz baja y le sonrió para volver a salir corriendo, Carla y Happy siguiéndola y Sherria a su par.

-¿Escuchaste eso, Lucy?- se giró hacia Lucy. Ella observaba con curiosidad los pequeños parches, tomó uno en su mano y lo acercó cerca de su nariz para verlo bien.

-Tendremos que probarlo- le quitó el papel de la parte trasera y se movió un poco para quedar a un lado de Natsu, llevó su mano hasta la orilla de la manga de la camiseta y colocó el parche con varios golpecitos - ¿Quieres que guarde los demás en mi bolso?

-Si- Lucy tomó los demás parches y los metió en su bolso, Natsu escuchó los papeles y las llaves moverse ante la intrusión de la mano en el pequeño espacio - Venga, vamos a probarlos.

-Espero aun quiero ver por ahí- Natsu hizo una mueca y escucho como Lucy murmuraba en voz baja un "No tienes que acompañarme" pero la ignoro. Claro que tenía que acompañarla, no iba a permitir que se volviera a repetir el ataque del día anterior, había sucedido ya dos veces y no estaba convencido de que hubiera sido pura coincidencia.

Por eso mismo, y por que deseaba pasar tiempo a su lado, la siguió a cuatro puestos más, esquivando gente sudorosa y codos que empujaban.

-¡Natsu!- escucho que llamaron su nombre entre la multitud de personas. Por instinto busco a Lucy, quien estaba ligeramente inclinada sobre un puesto tratando de negociar algo que no alcanzaba a ver; después de asegurarse de que Lucy estaba bien, busco con la cabeza a quien le llamaba- ¡Por aquí!

Entonces los vio a ambos, Arius y Mio se abrían paso entre la gente para acercarse a ellos.

Arius con una gran sonrisa en el rostro jalaba a Mio de la mano, mientras la pequeña joven tenía una banderilla de carne en la mano y mastican con insistencia ignorando hacia donde la llevaba su acompañante.

Natsu notó el suéter tan largo que llevaba puesto Mio, le cubría hasta las rodillas y tenía todos los botones cerrados, también noto una diferencia en el rostro de la joven. Seguía teniendo los mismos ojos verdes, la nariz pequeña y los labios expresivos, pero Natsu no podía decir a ciencia cierta qué era aquello que le parecía diferente en su rostro.

-¡Natsu! Que sorpresa encontrarte aquí- ambos terminaron por acercarse parándose muy cerca de Natsu.

-… Arius y Ma…io, hace tiempo que no los veía- saludo alzando una mano.

-¡Lo se! Oh, Natsu tengo tanto que contarte, ¡No tienes idea! Tenemos las mejores noticias- Arius hablaba con tanto entusiasmo, subiendo las cejas y abriendo la boca mostrando los dientes perfectamente blancos. Podía ver la emoción que demostraban ambos, mirándose entre sí, entusiasmados de compartir las noticias con Natsu.

-¿Qué es?- metió ambas manos en los bolsillos de su pantalón.

-¡Estoy embarazada!- la joven con el mismo rostro de Mavis, se abrió los últimos botones del suéter, con dificultad pues se negaba a soltar la banderilla de cual aun comía y Natsu pudo ver con claridad, la pequeña protuberancia sobre el abdomen, rompiendo la figura delgada.

-¡¿Puedes creerlo?!- le dijo Arius colocando su mano sobre el vientre de Mio.

Natsu sintió que perdía el aire. No tenía ni idea de que podía significar esto.

Se supone que él debía mantener vigilado a Arius, se suponía que él iba a seguirle los pasos para asegurarse de que no hubiera nada de fuerza de lo normal, esto era definitivamente algo fuera de lo normal.

-¿Natsu?- a su espalda le llamo Lucy, quien se acomodaba el cabello detrás de la oreja. Se giró un poco para verla y seguramente pudo ver la preocupación en su rostro, pues se acercó hacia y colocó su mano sobre su brazo- ¿Qué ocurre?

-Lucy, qué suerte que estés aquí también- Mio le hablo sorprendiéndola. Una pequeña sonrisa melancólica se colocó sobre el rostro de Lucy pero al notar a Arius repitió la misma acción que había hecho la primera vez que lo habían visto. Se acercó tanto a él que su codo se topó con el vientre de ella y la sintió temblar ligeramente.

-Ho-hola, ¿Cómo están? me da-da gusto verlos- a pesar de la acción de Lucy, la sonrisa en el rostro de Arius no desapareció y él no hizo ademán de moverse lejos de Mio.

-Lucy, le decíamos a Natsu las buenas noticias- entonces Lucy notó la mano de Arius sobre Mío y comprendió.

-Us-ustedes van … van a …- Lucy abrió los ojos y la boca, se giró al verlo y Natsu sentía aún que no tenía palabra alguna.

-¡Así es!- Mio colocó su mano sobre la de Arius y sonrió con ternura- Pensamos que… bueno aún es muy pronto para saberlo pero …

-Pensamos que como nos conocimos en la fiesta sobre tu libro, Lucy- Natsu sintió que Lucy buscaba su mano, los dedos le tocaron tentativamente sobre la orilla del pantalón hasta que encontró su muñeca y entrelazo los dedos entre los suyos- Pensamos que si es niña, la llamaríamos Iris.

Escucho como Lucy sostuvo el aliento. Se giró a verla y la vio pestañear con mucha rapidez.

-Como la diosa del arcoíris, también- agregó Mio.

Lucy apretó la mano que sostenía y supo que le pedía que dijera algo.

-Esto … es muy inesperado- fue lo único que pudo decir Natsu. A pesar de la falta de respuesta de él y Lucy, la pareja frente a ellos, no perdía la emoción y felicidad de los rostros.

-Lo sabemos- Mio, río un poco- Nos sorprendimos mucho … pero estamos felices.

-Así es- añadió Arius, Natsu observó cómo dejaba de tocarle el vientre y usaba su brazo para abrazarla por la espalda y acercarla un poco más a sí mismo- Aunque ya teníamos planes de vivir juntos, solo se adelantaron un poco.

-Felicidades- dijo Lucy a su lado, con una voz minúscula y casi silenciosa.

-Gracias- Natsu observó cómo Mio dejaba el abrazo de Arius y se acercaba a Lucy para abrazarla. Un poco incómodo se alejó y las dejó abrazarse- Fue gracias a ti que nos conocimos.

-Así es, si no hubiera sido por que Lucy escribió ese libro, jamás nos hubiéramos conocido- Natsu pensó en la ironía de las palabras. Después de todo ellos no sabían lo irreverente de sus palabras, Natsu tenía una idea general de hasta qué punto recordaban.

-Y como eres tan importante para nosotros queríamos que fueras la primera en saber- dijo Mío soltando a Lucy quién volvía a parpadear rápidamente.

-Pero yo no hice nada- dijo Lucy.

-Pero qué dices, claro que hiciste algo- Mio le sujetó con fuerza los hombros y Natsu pudo ver lo brilloso de los ojos, oh no, había visto esto pasar varias veces y Laxus había sido el único capaz de calmarla cuando tenía esos momentos- Nos diste una familia. Ni Arius ni yo tenemos familia … pero ahora, tenemos nuestra propia familia.

Natsu quiso restregarse la mano sobre el rostro y decirle que él era parte de la familia de Arius, aún que no lo recordara.

Mio había comenzado a llorar mientras hipaba con fuerza aún sosteniendo a una incómoda Lucy; Natsu se alejó un poco más y Lucy solo le palmeo la espalda. Arius se acercó y la alejo un poco.

-Esta bien, esto pasa todos los días- les dijo mientras abrazaba a Mio quien mordió con fuerza en la banderilla y la dejaba llorar sobre su hombro- No queremos arruinar su cita. Será mejor que le lleve a comprar algo mas de comer. Le da hambre después de llorar.

-¡No estoy llorando!- había dicho la joven aún que lloraba con fuerza.

Natsu no entendía por completo el por qué lloraba.

-Claro que no- le palmeo la espalda- Natsu, ahora que estoy viviendo en Magnolia me gustaría verte más seguido … no se por que … pero siento … siento que quiero pasar tiempo contigo. Si estás de acuerdo, por supuesto.

-Claro- Natsu asintió y alzó la mano para despedirlos.

Ni él ni Lucy se movieron o hablaron por varios minutos mientras veían a la pareja alejarse.

-Laxus necesita saber- dijo Lucy después de un rato.

-Si- no podían evitarlo, se habían quedado más que impresionados ante la noticia.

¿Qué pasaría?

Acaso, ¿August volvería a nacer? ¿Alguno recordará su vida pasada o seguirán en la ignorancia?

Natsu no quería tener que volver a pelear contra su propio hermano. En el fondo deseaba tener una buena relación con él, quería saber un poco sobre sus padres o sobre el lugar donde nacieron, no le interesaba mucho el saber cómo murió ni cómo fue que lo revivió, pero si quería saber cómo fue su relación entre hermanos.

Aun con las manos entrelazadas comenzaron a caminar sin rumbo y sin decir una sola palabra.

-¡Natsu, Lucy!- Bizca se acercó a ambos con un brazo alzado llamando la atención de ambos y con la otra mano sujetando a Asuka- ¿Están bien? Parece que acaban de ver un fantasma.

-Algo así- respondió Lucy que seguía con la misma expresión de sorpresa en el rostro.

-Puedo dejar a Asuka con ustedes por un rato, Alzark y yo tenemos nuestra presentación en un momento y …- Natsu vio la prisa que tenía la joven y agradeció la confianza que les tenían de dejar a su hija con ellos.

-Claro que si- Natsu no le permitió explicarse más, Asuka brinco entusiasmada. Le dio un rápido abrazo a su madre y corrió hacia Natsu quien ya la esperaba listo para alzarla en sus brazos.

-Adiós, Mami- Natsu había alzado a Asuka en sus brazos y la pequeña movía la mano entusiasmada despidiéndose de su madre quien se alejaba imitando la acción de su hija para despedirse.

-Muchas gracias, chicos- les alcanzó a decir antes de perderse entre la gente

-¡Muy bien!, ¿Qué quieres hacer, Asuka?- preguntó Natsu sujetando con fuerza las piernas de la niña.

A Pesar de que tenía ya casi siete años. Y Natsu tenía una gran debilidad por ella como la tenía por Romeo, Wendy y los gemelos. No podía evitarlo, le gustaba verlos reír, los consideraba lo más puro en el mundo, por eso se esforzaba en cuidar de cada uno, por que no quería que dejaran de tener esa felicidad infantil; a pesar de por todo lo que había pasado Wendy, ella seguía siendo tierna e inocente y Romeo, el gran dolor por el que había pasado cuando desaparecieron por siete años, en ocasiones lo podía ver buscando con la mirada a cada uno de los que había desaparecido.

-¡Quiero un helado!- Asuka era y sería inocente por mucho tiempo, tal vez le había tocado ver varias cosas desastrosas pero su mente no las registraría como algo malvado, ella le tocaría vivir tiempo más tranquilos.

-¡Yo también quiero un helado!- Lucy a su lado comenzó a caminar dejando atrás la faceta de preocupación.

-¡Yei! ¡Todos comeremos helado!- festejo Asuka alzando las manos, estando aún entre los brazos de Natsu quien seguía a Lucy esquivando personas.

-Yo no- declaro Natsu- No me gusta.

-¿Por qué no te gusta el helado?- le preguntó la pequeña niña agarrando en su puño la camiseta para sujetarse.

-No lo se- alzó los hombros.

-Bueno, si él no va a comer, puede comprarnos el helado- Lucy se había dado la vuelta y caminaba de espaldas, con las manos en la espalda sujetando su falda.

-¡Si, Natsu compra los helados!- festejó Asuka junto con Lucy. Natsu rodó los ojos y no lo negó. Si Lucy lo quería, Lucy lo tendría. Lo que fuera.

-Dos helados, por favor- en el área de comida, Lucy se había acercado a un puesto donde anunciaban helados con varios condimentos del tamaño de la cara de Happy.

-Yo quiero de … de … chocolate- dijo Asuka cuando Natsu la bajó de su brazos y la pequeña se alzó en la puntas de los pies para alcanzar la orilla del mostrador.

-Y uno de fresa con vainilla- Natsu estaba completamente seguro que Lucy iba a empezar a quejarse del frío que tenía en cuanto comenzara a comer el helado.

Cuando Natsu pagó, ambas con nieve en mano ya había comenzado a caminar, Asuka habló de lo mucho que le gustaba la escuela.

-Y podemos salir a jugar todos juntos al patio … y mis amigos se sorprenden cuando les enseño lo buena que soy con el tiro- la niña había tomado la mano libre de Lucy, mientras entre palabras comía el helado que comenzaba a inclinarse hacia un lado.

Mientras Lucy ponía atención a todo lo que le decía la niña mientras mordía la galleta de nieve que adornaba el postre. Natsu aprovechó, mientras estaba distraída y viendo hacia donde caminaban, se acercó por la espalda y le dio una mordida al cono en la mano de Lucy.

-Eres muy buena, no hay duda de eso, Asuka- Lucy le festejó sin tomar en cuanta la acción de Natsu.

-¿Podemos buscar algún juego que sea de tiro? ¡Quiero enseñarles como he mejorado!- Asuka brinco de la emoción y Natsu se inclinó un poco para sujetarle la mano y evitar que el helado cayera al suelo.

-Claro que sí, vamos- Lucy le dirijo una mirada de molestia cuando noto el gran pedazo que hacia falta en su helado y lo ignoro hasta que encontraron la parte del festival donde comenzaban los juegos, varias caras conocidas les saludaron al pasar y fue hasta que encontraron un puesto donde Asuka les podía mostrar sus habilidades de tiro hasta que Lucy volvió a hablarle.

-Un turno, por favor- el encargado del puesto miro a la pequeña niña y se burló un poco al recibir el pago por parte de Lucy.

Natsu subió a Asuka al banco para que ella pudiera ver los blancos con más facilidad, había filas de botellas de vidrio pegadas a la pared, Asuka tomó el arma y se preparó para disparar.

Natsu y Lucy la veían desde desde su espalda, Natsu observó a su alrededor por un minuto y llevo su brazo a la cintura de Lucy, sujeto la orilla de la blusa de color rosa, debajo del suéter que llevaba puesto.

Se acercó un poco más hasta que su rostro estaba casi sobre su oreja y se sorprendió con la tranquilidad con la que estaba respondiendo la rubia a sus atenciones.

-Cuando menos te lo esperes- le susurro rozando los labios sobre la cuenca del oído.

No quería que olvidara que en cualquier momento la llevaría a un lugar apartado y aprovecharía su falta de ropa interior.

Lucy tembló en su brazo pero ella no movió la vista donde la tenía en Asuka, quien había disparado las 8 oportunidades que tenía y solo había logrado quebrar tres botellas.

-Suerte para la próxima, niña- le dijo el dueño a la pequeña Asuka que dejaba el arma en su lugar y se bajaba del asiento, colgando las piernas buscando el piso- Te quedas sin premio.

Natsu miró a Lucy y viéndose a los ojos ambos supieron que hacer.

-Inténtalo una vez más, Asuka- le dijo Natsu tras soltar a Lucy y acercarse a la niña para volver a subirla al banco. Ella lo vio esperanzada y ambos miraron como Lucy le pagaba una ronda más al viejo.

-Concéntrate, tu puedes- le dijo Natsu sin moverse de su lado, moviendo la vista ente la niña y Lucy, quien se había quedado frente al viejo mientras le hablaba y lo distraía, con la voz que ella creía era sensual, juntando los brazos para hacer saltar los pechos sobre el pequeño escote de la blusa.

Claro que estaba funcionando, Natsu volvió la vista hacia Asuka y confiado le dijo que cerrara los ojos y lo hiciera con confianza.

-¡Eso dice mi mamá que haga!- dijo la niña con alegría, cerró los ojos y disparó con toda la confianza del mundo; los primeros cuatro tiros quebraron las botellas a donde iban dirigidos, Natsu notó que los tiros cinco y seis no iban con la misma dirección, por lo que desde su boca creó dos pequeñas esferas que escupió tan rápido y de forma certera engañando al ojo de la niña sin preocuparse de que el encargado los viera.

El estaba ocupado viendo el escote de Lucy.

El séptimo y el octavo fueron de Asuka. La pequeña niña festejó con un grito de celebración junto a Natsu quien la alzó insistiéndole que escogiera su premio.

-Quiero ese- Asuka señaló un el caballo de peluche más feo que Natsu jamás había visto en su vida.

-¿Segura? ¿No prefieres esa medusa?- al lado de dicho caballo había una medusa de color morado que de veía más decente que el caballo.

-No, quiero el caballo- Asuka camino hasta el viejo encargado del puesto y parándose sobre las puntitas de sus pies se asomó por la orilla y le habló- Señor, yo gané, quiero mi caballo por favor.

-¿Que?- el viejo dejó de ver a Lucy y se giró a ver las ocho botellas quebradas. Lucy sonrió y dio varios pasos atrás, hasta que topó con el pecho de Natsu, ella giró el rostro y le guiño un ojo, él le respondió con una sonrisa -¿En qué momento pasó?

-¡Yo gané, quiero mi caballo!- a Natsu no le importó que Asuka estuviera sonando un poco malcriada, pero si la niña quería su caballo deforme, ella lo tendría.

O Natsu quemaba el puesto completo.

Asuka feliz le enseñaba el peluche que era la mitad de su tamaño a Lucy mientras el viejo buscaba a Lucy con esperanza de seguir residiendo las atenciones de la rubia. Natsu le dedicó una mirada mientras empujaba a ambas para que se movieran de ahí.

Una mirada seria, esas que asustan a la gente.

-¿Podemos subirnos a ese juego?- Asuka señaló un pulpo gigante metálico de colores morados que en cada tentáculo tenia un asiento y giraba demasiado rápido para ser un juego de niños, Natsu sintió náuseas tan solo de verlo

-¡Por supuesto! Natsu se va a subir contigo, mientras yo cuido de tu caballo- le dijo Lucy a la pequeña niña que en ese mismo momento le extendía el caballo para que lo cuidara.

Natsu hizo una mueca, no sabía si de verdad los parches de Wendy funcionarían o si lo harían vomitar sobre todas las personas. Observo a Lucy quien solo le miraba sin perder la sonrisa de satisfacción del rostro.

Asuka tomó su mano antes de que pudiera negarse y lo empujó hacia la taquilla para comprar el boleto.

Varios minutos después estaba sentado en uno de los asientos del tentáculo, sosteniendo la barra de metal que evitaba saliera volando del asiento, miró hacia Asuka que felizmente se acomodaba en su lugar lista para alzar las manos y disfrutar de la atracción.

El pulpo comenzó a moverse, cada tentáculo subiendo y bajando mientras daban vueltas.

Natsu solo sentía pocas nauseas en la boca del estómago pero no estaba vomitando, no le dolió la cabeza ni quiso cerrar los ojos.

No se estaba mareando.

Imito a Asuka y alzo los brazos disfrutando de la brisa que le daba el movimiento.

En cuanto bajo y se paró frente a Lucy le habló de como se había sentido subido en el pulpo.

-¡Nada, Lucy, no vomite, no sentía mareo, nada!- Asuka igual de emocionada festejaba sobre lo divertido que había sido.

Lucy tan solo sonreía mirándolos a ambos.

Ahí estaba esa mirada una vez más.

Esa mirada que solo Lucy podía hacer, donde sus ojos brillaban de un modo único y ella lo observaba como si no hubiera nada más a su alrededor y sus ojos solo pudieran enfocarse en él. Natsu quería que lo observará de ese modo, por el resto de sus días.

También en ese momento quería besarla por tan solo regalarle esa mirada. Pero no podía darse ese lujo, no aún.

Se limitó a buscar su mano y la de Asuka para llevarlas a otro juego mecánico.

Sus dedos buscaron entrelazarse entre los de Lucy, apretó los nudillos con las yemas y con el pulgar le acarició el cuento que se creaba entre el pulgar y el dorso de la mano.

Sintió la mano de Lucy tensarse por un momento para relajarse y repetir la acción que él.

Se sintió feliz. Feliz por la disposición de Lucy de mostrarle afecto en público, aunque fuera tan solo, un pequeño apretón en la mano.

-¡Subamos a ese!- señaló Asuka una gran torre que subía y bajaba un aro donde había personas.

Natsu se preguntó si Asuka estaba desarrollando un sentido de la adrenalina parecido al suyo.

-¡Vamos!- no importaba mucho, quería probar todos los juegos que pudiera mientras el parche le permitiera.

Las siguientes tres horas las pasaron subiendo a una buena parte de los juegos mecánicos. Fue hasta que Natsu sintió las náuseas volver mientras estaba subiendo en el carrusel con Asuka que saltó a medio paseo y corrió hasta un basurero donde comenzó a vomitar.

Sintió la mano de Lucy en su espalda y la pequeña voz de Asuka preguntarme si se iba a morir por subirse al carrusel.

-No va a morir, solo es que necesita su medicina otra vez- río Lucy pero Natsu solo podía dedicarse a meter la cabeza en el basurero -Venga Natsu, busquemos un baño, es asqueroso que metas toda la cabeza ahí.

No puso resistencia cuando Lucy lo movió y lo guió hacia un lugar que sus ojos no le permitían enfocar. Sintió la mano de Asuka sujetarle el pantalón.

Varios minutos después sintió un pequeño chorro de agua fría caer sobre su cabello. disfrutó y consiguió relajarse aún más cuando sintió la mano de Lucy acariciarle el cabello mojado, desde las orilla hasta detrás de las orejas; movió la bufanda para evitar que se mojara mucho.

-¿Y Asuka?- pregunto aún sin abrir los ojos.

-Con Gray y Juvia … nos vieron y se acercaron a ayudar- la voz de Lucy hizo eco en el espacio donde estaban. Llevo sus manos hasta el agua que caía a los lados de su cabeza y se talló el rostro, tomó agua y enjuago su boca del ácido sabor del vomito.

-¿Te sientes mejor?-pregunto Lucy.

-Si- suspiro y alzo la cabeza mojando su bufanda y la camisa que llevaba puesta.

-Toma- Le entrego un cepillo de dientes y pasta dental. El alzo una ceja - Sabia que esto iba a pasar.

-Que haría sin ti, Lucy- se cepillo los dientes sin dejar de mirarla.

-Deja de ser raro- Lucy se cruzó de brazos.

-Lag rarag ereg tug- le contesto con el cepillo aún en la boca.

Lucy no le contesto, se dedicó s buscar papel higiénico que pudiera usar para limpiarse el rostro.

Cuando había terminado de volver a la vida, Lucy estaba por salir del baño cuando Natsu corrió para detener la puerta con el pie y acercarse al rostro de Lucy y dejarle un pequeño beso sobre la mejilla.

-Gracias por cuidarme, Lucy- abrió la puerta listo para buscar a Gray, Juvia y Asuka.

Los encontró a dos puestos, comprándole un jugo a la niña.

-Vamos a ver la presentación de tus papás-Lucy tomó la mano de Asuka y comenzó a caminar, Natsu se puso a su lado y discretamente entrelazo sus dedos con los fríos de Lucy.

No puso mucha atención a la presentación de Bisca y Alzack.

Había subido a Asuka a sus hombros cuando la multitud de personas comenzó a formarse y la pequeña niña no podía ver a sus padres.

Su atención estaba en Lucy, quien se había recargado en su pecho, el espacio reducido la hizo acercarse más a él hasta que recargo su espalda en su pecho, entre las piernas de Asuka y justo en el lugar perfecto para poder abrazarla.

Asuka estaba bien sujetada en sus hombros, la niña se agarraba de su cabeza cuando no estaba alzando los brazos gritando con emoción.

Por lo que él tuvo ambas manos dispuestas para tocarla la cintura y reposarlas sobre el estómago, metiéndolas debajo del bolso que Lucy cuidaba de manos ajenas.

Sintió que ella se acomodaba y descansaba una parte de su peso sobre él.

Natsu se inclinó un poco hasta que su barbilla topó con la coronilla de la cabeza y apretó sus brazos alrededor de ella.

Había tanta gente, unos tan cerca de otros que nadie notaría el modo tan íntimo en que la estaba abrazando.

Y si lo notaban, no le importaba.

-¿Te divertiste, Asuka?- le preguntó Bisca a la pequeña niña que apretaba el caballo deforme en sus brazos, en cuanto se dispersó la gente se dirigieron a buscar a los padres de la niña.

Había soltado el abrazo tan cómodo que tenía con Lucy para tomarle la mano y con la otra sujetar uno de los pies de Asuka.

-¡Si! pero luego Natsu vomitó- Bisca río y les agradeció antes de tomar rumbo hacia Alzack que las esperaba.

Se despidieron con una sonrisa y el agradecimiento de Bisca.

-Necesito ir a prepararme para mi presentación- apenas habían perdido de vista a la pequeña familia que Lucy se giró hacia Natsu sujetando el listón de su bolso, mirándolo a los ojos.

-Te acompaño- y le dio la vuelta empujándola un poco para que comenzara a caminar hacia el gremio.

Caminaron atravesando ríos de gente, por los pabellones repletos de visitantes comprando y disfrutando de todo lo que disponía el festival.

Cuando pasaron particularmente cerca de un parque más tranquilo, Lucy hizo un sonido de susto y Natsu buscó lo que Lucy veía. A lo lejos, observo como Anna y Gildars caminaban con tranquilidad hablando animadamente.

-Voy a tener que quemar mis sábanas- dijo Lucy con voz silenciosa. Natsu comenzó a reír y la empujó una vez más para que siguieran su camino, pues deseaba llegar al gremio y dejar de escuchar la conversación que Anna tenía con Gildarts.

-Yo lo haré por ti- le dijo y fue hasta que llegaron al gremio que volvieron a hablar.

-Mira dejo la puerta trasera abierta para nosotros- Natsu sabía que el gremio estaba cerrado al público hasta el día siguiente, cuando fueran las competencias.

Dieron la vuelta alrededor de todo el edificio hasta que entraron por la puerta trasera, con la entrada directa al almacén, donde la puerta estaba abierta y Natsu alcanzó a ver varias cajas que sabía contenían la mercancía que planeaban vender el día siguiente.

-¿De verdad quieres estar aquí? Te vas a aburrir- Natsu encogió los hombros y siguió a Lucy hasta los casilleros.

Natsu cerró la puerta tras de sí y observó como Lucy dejó su pequeña bolsa en un banco para acercarse a uno de los casilleros buscando alcanzar la misma caja blanca que sabía contenía su traje para su presentación.

-¿Por que lo tuvo que poner donde no alcanzó?- murmuró cuando a pesar de lo mucho que se estiraba sus dedos solo rozaban la orilla de la caja.

Pensaba ayudarla pero primero quería grabar en su mente la imagen de ese momento.

La blusa que llevaba puesta se había alzado lo suficiente para descubrir su espalda baja completa y la falda del mismo modo se había alzado y estaba seguro que si inclinaba un poco la cabeza podría ver su falta de ropa interior.

Se acercó por la espalda colocando su mano sobre la cintura de Lucy para sostenerse y con facilidad tomar la caja, con toda la intención de insinuar algo más.

Sintió que Lucy se tensaba mientras su pecho se pagaba su espalda pero en esta ocasión no era algo simple o tranquilo como había hecho cuando observaban la presentación de los Connell.

Ahora quería tenerla mas cerca, llevaba toda el día tocándola de un modo inocente pero la voz en su cabeza le pedía que la tomara, que aprovechará el hecho de que ella no llevaba ropa interior y simplemente la doblara y la penetrara sin perder tiempo.

-Natsu- bajo la caja hasta la altura donde las manos temblorosas de Lucy la tomaban, la joven quería moverse de ahí pero la mano que Natsu aun mantenía en la cintura se apretó para evitarlo y Natsu no se pudo detener cuando doblo un poco su cuerpo buscando su cuello con la nariz- Alguien puede venir.

-Deja que vengan- le contestó cuando tocó su frente con el oído de ella y su nariz absolvió el aroma de Lucy. Seguía oliendo al jabón que él mismo había frotado por su cuerpo, pero ahora además, olía un poco a sudor y al aroma de la ropa, podía oler muy ligeramente a Asuka; pero lo que más le dio satisfacción fue que ella olía a él. Por fin, Lucy olía a él, a su fuego, a su casa, a su propio olor de ceniza y eso le encantaba. -Y te veían de este modo. Para sacarles los ojos.

-Na-Natsu- con rapidez le quitó la caja que le había entregado y la dejó caer en el suelo. Llevó la mano libre hasta la cintura y la giro, alzandola para pegarla a su cuerpo, Lucy abrió las piernas recibiendolo y las cruzó a través de su cadera.

Llevó sus manos hasta los hombros y estando en la misma posición que esa misma mañana, comenzó a acariciarle con pequeños círculos sobre la cintura.

-¿Lo recuerdas?- Natsu pego un poco más su cadera hacia la de ella y sintió la piel sobre los pantalones, los pechos se aplastaron contra el suyo y dio un par de pasos para dejar la espalda de Lucy sobre los casilleros. Lucy jadeó buscando aire y apretó entre sus manos la tela de la camiseta -Dilo.

-En ...cualquier .. - comenzó a hablar mientras Natsu bajaba las manos para acariciarle el trasero sobre la tela, pego su frente sobre la de ella y acercó tanto su rostro que podía sentir los labios temblorosos de Lucy sobre la pequeña separación entre sus labios y la nariz - Momento.

-Ahora es el momento, Princesa- bajó un poco más las manos hasta que sintió la orilla de la falta y comenzó a subirlas esta vez tocando la piel directamente. Lucy tembló en sus brazos y fue ella quien inclinó la cabeza para besarlo.

Natsu cerró los ojos y disfruto del corto beso sobre sus labios y probó el brillo que llevaba puesto, se lamió el labio inferior y volvió a recibirla, Lucy busco su lengua y Natsu abrió con gusto la boca, probó la fría saliva y apretó con ambas manos las nalgas con fuerza.

Natsu acercó una mano hacia el espacio que las separaba y delineo con cuidado la hendidura hasta que llegó a los pliegues del ano y Lucy saltó sobre sus brazos.

-Yukino puede llegar en cualquier momento- Lucy colocó las manos sobre su pecho y lo empujo tratando de alejarse.

Natsu se negó a soltarla y solo rió y bajó su mano hasta que sintió los labios vaginales sobre sus dedos. Acarició con cuidado el espacio y sonrió al sentir la rápida humedad empaparlos.

-¿Acaso te gusta la idea de que te vean de este modo?- acarició haciendo presión sobre la vagina y Lucy jadeo volviendo a empujarlo.

-¿Acaso quieres que todos vean como te gusta que te haga gritar de placer?- la punta de su dedo medio comenzó a entrar en la vagina y Lucy dejó caer la cabeza sobre el metal de los casilleros mientras gemía silenciosamente- Venga, Luce, se que puedes gritar más fuerte.

Pero Lucy se mordió los labios y cerró los ojos con fuerza cuando el dedo comenzó un pequeño vaivén de entrar y salir.

-Grita para mí, Princesa- Natsu introdujo el dedo hasta los nudillos y fue recibido con la textura familiar y la humedad caliente que le encantaba. En un movimiento introdujo el dedo anular y dejó ambos tan solo hasta el primer nudillo sintiendo el orificio vaginal cerrarse con presión sobre su piel. Lucy volvió a gemir mientras seguía mordiendo sus labios, cuando sintió menos resistencia en el orificio movió ambos dedos acariciando el interior con lentitud, observando con gusto la expresión de placer de Lucy - ¿No lo vas a hacer?

Lucy negó con la cabeza.

-Bien- saco ambos dedos y la sostuvo de las piernas para obligarla a que lo soltara, Lucy abrió los ojos y busco el piso con ambos pies para un segundo después Natsu diera varios pasos atrás- Entonces creo que no haremos nada.

-No tenía ganas- dijo Lucy con una mano sosteniéndose de los casilleros pues aún tenía los rodillas muy pegadas y Natsu podía ver cómo le temblaban y la otra mano estaba en la orilla de la falda tratando de acomodarla.

-No me intentes engañar, Lucy- se llevó los dedos que hacía un momento estaban dentro de Lucy a la boca.

-Sigo sin tener ganas- fue todo lo que dijo mientras comenzaba a alejarse, rodeando la caja olvidada en el suelo y aun sosteniendo la falda para evitar que se moviera.

La voz en su cabeza le dijo que la persiguiera, que no la dejara alejarse.

-Tal vez … tengas ganas de que te azote si sigues negándolo, princesa- Natsu comenzó a acercarse a paso lento, terminando de saborear los jugos vaginales de sus dedos.

-Tal vez- dijo Lucy y Natsu se acercó con una zancada, pero Lucy corrió hasta poner uno de los bancos entre ellos, se sostuvo del respaldo y sonrió hacia Natsu con picardía y atrevimiento en los ojos.

-Ven aquí- saltó sobre el banco y Lucy comenzó a correr pero lo hizo muy tarde, pues Natsu alzando a tomarla de la cadera y detener su andar.

La pegó una vez más hacia su cuerpo y pasó su brazo por la cintura, sin dejar espacio entre ellos, sintiendo los pezones sobre la ropa y su propia erección encajándose en el muslo de ella.

Lucy llevó sus manos hasta el cabello y lo jalo con fuerza pero Natsu se negó a mover la cabeza, aunque le ardiera el cuero cabelludo por el movimiento tan brusco.

-Oblígame- Natsu sintió su pene saltar de emoción cuando aquellas palabras salieron de su boca.

-Eso intento- le respondió y con la mano libre buscó la orilla de la falda, listo para alzarla y dejarle su mano marcada en el trasero.

-¿Lucy?- ambos detuvieron sus movimientos y Natsu agradeció que había cerrado la puerta detrás de ellos pues escucharon la voz de Yukino acercarse desde la puerta trasera donde ellos también habían entrado.

Soltó a Lucy y le acomodo la falda, porque a pesar de lo dijera no planeaba que alguien la viera en una situación comprometedora, a menos que lucy así lo quisiera.

-¿Si?- le contestó Lucy alzando un poco la voz mientras había llevado sus manos hasta el cabello donde intentaba deshacer el enredo que se había vuelto con los bruscos movimientos.

-Oh, pensé que te escuché… un momento, voy a tomar un poco de agua y ya vuelvo- los pasos de Yukino se alejaron y Lucy lo miro y le llevó ambas manos hasta su cabeza para también acomodar las hebras.

-Tienes que irte- le dijo en un susurro y Natsu solo giro los ojos.

-Dame un beso- se acercó y la abrazó por la cintura mientras ella le sostenía los hombros y le dejaba un pequeño beso sobre la orilla de los labios. Satisfecho, la soltó lentamente y sonriendo comenzó a tomar camino hacia la salida antes de que Yukino lo viera.

-Nos vemos más tarde, Princesa- se despidió sin mirarla.

Fue casi una hora después que comenzó la presentación de ambas.

En ese tiempo, se había encontrado con Sting y Rogue y los tres habían hablado de cosas triviales y compraron algo de comida para dirigirse hasta el espacio donde sería la presentación.

Había una cortina gigante donde iniciaba un puente que llevaba hacia una columna y cientos de personas acercándose listas para ver el espectáculo.

Ambas salieron danzando de la cortina gigante. El vestido que ambas llevaban puesto era exactamente el mismo, casi igual al que Lucy solía usar cuando usaba el Stardress de Sagittarius, pero en lugar de que mostrara el leotardo debajo, era una capa gigante que parecía cambiar de colores cada vez que se movían.

Lucy parecía un ángel con el cabello suelto moviéndose mientras bailaba a la par que Yukino y Natsu por fin entendió por qué habían practicado tanto por varios meses.

Natsu tenía que admitir que Yukino era bonita. De cierto modo entendía, aún que en realidad no entendía mucho, la relación que tenía con Sting.

Por que era como si estuvieran juntos, por que ella olía a Sting, pero también olía a Rogue y a Minerva, y entre ellos cuatro, Natsu estaba seguro había algún acuerdo que no quería saber ni le interesaba lo que hacían a puerta cerrada.

Poco a poco el cielo comenzó a tornarse oscuro, más oscuro que el atardecer que estaba sucediendo en esos momentos, pequeñas luces se empezaron a mostrar a lo largo del cielo. Como fuera una malta, la oscuridad se fue expandiendo lentamente mientras Lucy y Yukino danzaban alrededor con sus gigantescos vestidos flotando en cada uno de sus momentos.

Natsu no podía despegar sus ojos de Lucy, pues ella se movía casi hipnotizado a todos los que la observaban, cada vez que movía los brazos con lentitud, sentía que quería sentirlos sobre su piel.

Cada vez que había un giro, quería tocarle las gruesas piernas.

Y cuando dio un salto y de algún modo tanto ella como Yukino comenzaron a flotar, se preguntó si en verdad estaba hipnotizado o de verdad ambas estaban volando.

Entonces vio a Libra bailar junto con ellas, moviendo la balanza a un lado al otro, entonces Aries apareció y pequeños pedazos de espuma rosa comenzaron a caer de sus manos mientras flotaba a un lado de Libra.

Fue hasta que sintió una mano en el hombro que dejó su concentración y se control con Jellal a su lado.

Natsu se sorprendió de verlo ahí. En ropa de civil con un abrigo negro y con el rostro lleno de completo cansancio.

-Que gusto verte, Natsu- le dijo y Natsu notó el cansancio en su voz.

Entonces Natsu recordó que Erza se había ido del gremio después de dar las advertencias tan rápido que casi no la había visto. Ahora sabia por qué.

-Hey- le saludo y observo como Jellal se acomodaba un poco el abrigo y alzaba ambas manos, con los índice y medio alzado de cada mano comenzó a hacer formas en su lugar.

El manto negro comenzó a expandirse y los puntos brillaron con más fuerza.

Fue hasta que pasó una línea de colores entre los puntos que Natsu entendió que estaban viendo una proyección del espacio, pues lentamente comenzaron a ser más visibles, planetas. Tan brillantes y luminosos como los que habían visto en el reino de los Seres Celestiales.

Aquello lo impresionó mucho pues el manto seguía expandiéndose y había más estrellas fugaces atravesando y pequeñas explosiones de estrellas muriendo a lo lejos.

Aries desapareció y Taurus, Scorpio y Capricorn aparecieron cada uno demostrando una de sus habilidades, tan rápido se fueron Virgo y Piscis aparecieron, madre e hijo en su forma de pescados nadando en el aire.

Volvieron a desaparecer y Natsu notó el sudor en la frente de Lucy, muy diferente al rostro de Yukino, quien mostraba cansancio como Jellal que seguía con los brazos al aire creando figuras.

En cualquier momento aparecería Aquarius para crear un maremoto y empaparia a todos.

La gran serpiente de Ofiuco apareció y del mismo modo que Piscis floto y avanzó en el aire mientras las cientos de personas que observaban detenidamente, algunos con asombro y otros con miedo.

Geminis apareció imitando a Lucy con el gran vestido flotando mientras caminaba sobre el lomo de la serpiente, la serpiente desapareció con cientos de brillos y Geminis cayó en el mismo lugar donde Lucy y Yukino seguían danzando al ritmo del sonido de Lira.

Geminis desapareció y Sagittarius apareció soltando cientos de flechas al aire hacia el manto de estrellas creando pequeños fuegos artificiales.

Cuando el arquero desapareció, Loke lo reemplazó entonces Yukino y Lucy detuvieron su danza y se tomaron de las manos.

Natsu se preocupó, Lucy había hecho aparecer casi todos sus espíritus, además de la proyección y la danza ella probablemente estaba muy cansada y sabía lo que significaba la pose que habían habían tomado ambas.

El pilar donde habían aterrizado comenzó a brillar de color dorado a sus pies, y mientras ellas nombraban las palabras que crearán la Urano Metria. Los planetas comenzaron a danzar creando círculos que los rodeaban mas líneas de luz doradas acompañadas por centellas doradas que creaba Loke.

El líder del Zodiaco desapareció y lentamente los planeta fueron volviendo translúcidos y comenzaron a desaparecer; a un lado de Natsu, Jellal comenzó una vez más a hacer movimientos con las manos y el manto comenzó a reducirse. Poco a poco se volvió a ver el cielo pintado de rojo mientras sucedía el atardecer y la música de Lira comenzaba a disminuir.

Las cientos de personas que estaban observando el espectáculo comenzaron a aplaudir y celebrar emocionados por la gran vista que tuvieron del universo.

Natsu se apresuró a hacerse paso entre las personas en dirección a Lucy, que podía ver desde su andar hasta su rostro lleno de sudor como estaba cansada. Natsu podía jurar que estaba a punto de desmayarse.

No solo había invocado a todos los espíritus que poseía, había invocado una Urano Metria incompleta.

Pero Aquarius nunca apareció.

Natsu estaba impresionado pues a pesar de aquello, ella seguía sonriendo mientras saludaba a la gente.

Cuando bajó del pilar y se movieron detrás de la gran cortina que habían usado de entrada, Natsu corrió a sujetar a Lucy antes de que cayera al suelo.

Natsu sintió coraje y molestia, Lucy no tenía por qué desgastarse de ese modo por una estúpida presentación, sabía lo mucho que le pesaba crear la Urano Metria.

Protégela, dijo la voz de su cerebro, por primera vez fuerte y claro con su misma voz.


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