AVERÍA EN EL TIEMPO

Año 2006

La oficina de Hermione estaba siempre ordenada y limpia, manteniendo también ese olor característico a libros y vainilla que pertenecía solo a la castaña.

El lugar se encontraba bastante silencioso, pues Hermione había salido de su despacho y se encontraba en una reunión con el ministro.

En segundos, el lugar silencioso y ordenado se convirtió en un desorden, cuando un estrepitoso sonido que salió de una cajita que estaba sobre en uno de los estantes llenos de libros, se abrió y un giratiempo dorado escupió a un par de adolescentes bastante desorbitados, pues este viaje en el tiempo no había sido tan pasivo como el que habían tenido Harry y Hermione en su tercer año, había sido todo lo contrario dándole a los dos jóvenes que había capturado, una buena sacudida y un aterrizaje bastante doloroso enviándolos a ambos al piso.

En cuestión de nada, la oficina estaba patas arriba con papeles volando por los aires y otros regados por el piso, junto con otros objetos que se habían caído cuando los dos adolescentes aterrizaron violentamente, provocando fuertes ondas de aire al ser expulsados por la magia del pequeño reloj de arena dorado.

Pasados unos segundos, Lilly abrió lentamente sus ojos y llevó su mano a la parte de atrás de su cabeza, tratando de aminorar el golpe recibido en su cabeza, el cual la hizo hacer una mueca de dolor.

James por otro lado, abrió también lentamente los ojos e ignorando el dolor en su cabeza por el golpe, intento levantarse, lo cual fue imposible en ese momento al sentir que aún todo el lugar daba vueltas.

Momentos después de estabilizarse, ambos hermanos miraron a su alrededor sin poder reconocer el lugar. Se pusieron ambos de pie con un poco de dificultad y caminaron hacia el escritorio para examinar y saber donde estaban, cuando vieron las fotos de su madre con los abuelos Granger y una foto de ella con su padre y su tío Ron en la escuela, pero no había ninguna foto de la boda de sus padres.

Volvieron a examinar la oficina y supieron que no era el despacho principal del ministerio, el cual era ocupado por su madre, quien era la ministra, lo que ocasionó que ambos se miraran asustados y cayeran en la cuenta de que habían viajado quien sabe cuantos años al pasado.

— ¡James! ¿Qué hiciste? — preguntó Lilly escandalizada.

— ¡¿Qué?! ¡¿Yo?! ¡Nada! El... el giratiempo brilló y… nos succionó... — respondió el castaño a la defensiva.

Lilly se adelantó y tomó el giratiempo que ahora estaba impidiendo que la caja en el estante se cerrara, recordó unas instrucciones que había leído sobre estos pequeños relojes y giró la pequeña manecilla al lado, sin obtener ningún resultado.

— ¡Oh no! ¡No funciona James! ¡Tenemos que buscar la forma de volver! — exclamó Lilly con los ojos desorbitados.

Ambos se miraron ya de pie y pensaron en lo mismo. Tendrían que ir a la sala donde se encontraban los relojes y ver si encontraban información o algún giratiempo que les sirviera para poder regresar, sin que nadie supiera de ellos, por lo que Lilly colgó el giratiempo alrededor de su cuello y lo escondió por dentro se uniforme escolar.

Pero que equivocados estaban. Cuando fueron hacia la puerta, se aseguraron de que al salir no viniera nadie por el pasillo. Cerraron la puerta del despacho y caminaron rápidamente, tratando de que nadie los viera, pero para su mala suerte, a la vuelta de la esquina, se tropezaron con Ron, Draco y Neville, quienes los miraron bastante confundidos.

Lilly y James estaban bastante asustados, sin saber que hacer ahora, pues sus tíos los habían atrapado y ahora harían preguntas y pedirían explicaciones, de porque dos adolescentes andaban merodeando por el ministerio con los uniformes de Hogwarts.

— ¿Quiénes son ustedes y por andan por acá? ¿No deberían estar en Hogwarts? — preguntó el hombre de pelo rojo.

Ambos intercambiaron miradas asustadas, sin saber que decir en ese momento, hasta que a James se le ocurrió algo que podría salvarlos.

— Venimos del examen de aparición — dijo el castaño, recordando que sus padres les habían contado que, desde hace muchos años los exámenes de aparición se hacían directamente en el ministerio y James recordó que la sala de exámenes, se encontraba cerca de la oficina de su madre.

Uno de los tres hombres frente a ellos estaba abriendo su boca para contestarles algo, cuando James miró por detrás de las espaldas de sus tíos y observó que Harry venía hacia ellos, tomado de la mano con una mujer.

— Lilly, viene papá — dijo James en un susurro, con la intención de que solo su hermana escuchara, pero falló, haciendo que los tres hombres voltearan a ver para entregar a los adolescentes, cuando se dieron cuenta que era Harry quien venía.

— Y esa no es mamá — continuó la pelirroja con decepción, viendo como sus tres tíos en frente, los miraban con asombro y dándose cuenta del error que acaban de cometer.

Harry caminaba hacia ellos con una mujer delgada de tez blanca, cabello negro y ojos café oscuro. Tenía sus cejas bastante tupidas, pero bien arregladas, así como su rostro bastante maquillado. Su cabello era liso y corto, con pequeños grandes en la parte de abajo. Esta mujer llevaba una vestido negro corto arriba de sus rodillas, bastante ceñido al cuerpo y tacones de aguja.

Aunque se veía que vestía bastante sexy y muy a la moda, la mujer tenía una piernas estilizadas y atléticas, además de un cuerpo bastante deportivo, se podía notar que era jugadora de quidditch.

En cuanto a su padre, no había cambiado mucho la verdad, las únicas diferencias eran que se veía más joven, sus músculos resaltaban más y dejaba su barba media.

Ron, Draco y Neville se voltearon hacia ellos nuevamente, como que hubieran recibido un balde de agua fría.

— No vienen de un examen de aparición, por lo que acaban de decir — aseguró Neville, viendo a los dos adolescentes bastante pálidos y negando lentamente con sus cabezas.

James y Lilly abrieron los ojos con evidente preocupación, y como lo practicaban cada vez que eran atrapados en alguna travesura, comenzaron a negar y a intercalarse para hablar.

— Si, solo... ya saben, no todos los dias...

— Podemos ver a personas tan increíblemente…

— Inteligentes y capacitadas…

— Y claramente tenemos un malentendido, y siendo ustedes unas personas…

Ron y Neville parecieron pavonearse, mientras Draco les daba una mirada astuta.

— Apuestas…

— ¿Apuestas? ¿Es en serio Lilly? — exclamó James con el ceño fruncido, claramente siendo una copia de cierta castaña.

— De acuerdo, basta, obviamente esto es algo que han practicado con anterioridad — dijo Draco al notar el juego de los adolescentes.

Ron y Neville comprendiendo al ver las caras sonrojadas de los adolescentes, sintieron como sus egos se desinflaban.

— Miren, solo digan la verdad, y los ayudaremos a no meterse en problemas — dijo Ron amigablemente.

— Por favor, no pueden decir nada. Estamos acá involuntariamente, no tenemos idea de como pasó — aseguró Lilly tras unos segundos de silencio y solo después de ver algo de comprensión en la cara de sus tíos.

Cuando Harry llegó donde estaban con la mujer de la mano, quedó viendo a los dos jóvenes asombrado y confundido, habían parado unos metros atrás para hablar antes de acercarse, para después de unos minutos encontrarlos.

— ¿Quiénes son? ¿Y por que están acá con sus uniformes del colegio? ¿No deberían estar en Hogwarts? — Preguntó el azabache mirando a los dos chicos.

— Les decíamos a ellos que veníamos del examen de aparición — respondió James, encontrándose nervioso ahora frente a su padre — terminamos y nos hemos salido de la clase — siguió el castaño un poco avergonzado.

Ambos chicos estaban intentando por todos los medios, no ver a Harry a los ojos. Obviamente él reconocería sus propios ojos en Lilly y los ojos castaños de Hermione en los de James.

— No deberían haberse salido, deben esperar a todos sus compañeros para regresar juntos — declaró Harry con firmeza.

— ¿Sus nombres? Los llevaremos de regreso a la sala — intervino Ron, tratando de ayudar a los chicos.

— Eh... Louis y Jane Foster — dijo Lilly con lo primero que se ocurrió.

— De acuerdo, Llevenlos. Ron ¿Sabes si Hermione está en su oficina? — preguntó el ojiverde, sin darse cuenta que James y Lilly vieron a la mujer que tomaba de la mano rodar sus ojos. Ahora tenían claro que esa mujer sería una pesadilla.

— No, me pareció escuchar que tenía reunión con su departamento — respondió Ron a su mejor amigo, quien se dio una palmada en la frente, recordando que su mejor amiga castaña, le había comentado de dicha reunión.

Hermione en ese año era la jefa del departamento de criaturas mágicas. La castaña les había contado a sus hijos de su antiguo puesto de trabajo y por eso ellos sabían que su despacho estaba cerca de esa sala. En su tiempo, su madre era la ministra de magia.

Se dieron la vuelta caminando con sus tíos detrás, hasta que doblaron en una esquina para poder dar explicaciones.

— Nos quieren explicar ¿Cómo demonios es que están ustedes aquí? — preguntó Ron confundido — ¿Y cuales son sus verdaderos nombres? — agregó el pelirrojo antes de que alguno de los chicos contestara.

— Solo... por favor... no se alteren — pidió Lilly

Ron, Draco y Neville asintieron a los chicos.

— Bien. Somos James y Lilly Potter y venimos del año 2023 — contestó James bajando la mirada — no sabemos que sucedió, vimos el giratiempo de mamá vibrando en la mesa y empezó a atraernos hacia el como imán, luego solo sentimos un tirón parecido al de la aparición y cuando nos dimos cuenta estábamos en la oficina de mamá — explicó el chico castaño.

— ¡2023! ¡Tienen que estar bromeando! — exclamó Neville asustado — ¿Viajaron diecisiete años al pasado? ¡Algo tiene que estar bastante mal!

— ¡Esperen! ¿Mencionaste que tu madre tiene un giratiempo? — cuestionó Ron, enterándose de quien era la madre de los chicos — Solo hay una mujer que tiene un giratiempo y lo usó con Harry para salvar a Sirius.

— ¿Hermione es su madre? — preguntó Draco, hablando por fin.

Los dos chicos asintieron lentamente, sabiendo que tal vez ellos podrían ayudarles.

— Pero papá está con esa mujer extraña — dijo Lilly con tristeza — tío Neville, ¿dijiste diecisiete años? ¿Estamos en el año 2006? — preguntó alarmada la pelirroja.

— Si, así es — confirmó Neville, mientras asentía con su cabeza junto a los otros dos hombres.

— Oh, no… James, sé por que estamos aquí — dijo Lilly ahora asustada y con sus ojos llenándose de lágrimas — Estamos en el 2006 y tú naciste en el 2007, James. Si no juntamos a mamá y papá ahora, no nacerás, no naceremos — expresó Lilly con sus lágrimas corriendo.

Su hermano se quedó boquiabierto y se puso pálido, ahora sabían cual era su misión. Ambos hermanos estaban en shock, mientras los otros tres los miraban preocupados.

— Si, James y recuerda que cuando aparecimos en la oficina de mamá, el giratiempo dejó de vibrar y cuando intenté girarlo no funcionó — Lilly habló con la seguridad de Hermione, dejando a sus tíos boquiabiertos por la inteligencia de la chica — el giratiempo no va a funcionar hasta que juntemos a mamá y papá.

— ¡Infierno sangriento! — exclamó Ronald.

— ¿Asumo que van a necesitar nuestra ayuda? — preguntó Malfoy, recibiendo el asentimiento de los chicos y de sus dos amigos.

— ¡Ese par de idiotas! Están enamorados desde que tenemos trece años y no tienen el valor de confesarse sus sentimientos. ¡No entiendo por que están en Gryffindor! — expresó Ron molesto con sus mejores amigos.

— ¡Espera! ¿Dijiste que no se han confesado sus sentimientos desde sus trece? — preguntó Lilly procesando está información — ¡James! ¡Recuerda que mamá nos contó que habían empezado a salir en su sexto año, luego de que un tal Mclaggen golpeara con una bludger a papá! — exclamó la ojiverde.

— ¿Qué ocurrió ese día? — preguntó el castaño, dirigiéndose a Ron, quien era el amigo más cercano a sus padres.

El pelirrojo soltó un suspiró y comenzó a contarles lo que había pasado desde que Mclaggen molesto por las ordenes de Harry, envió la bludger directamente a su cabeza.

Flashback.

El día había empezado justo como Ron lo predijo, de la peor manera, había estado tan nervioso por su prueba en el equipo de quidditchque olvidó advertir a Hermione o a Harry de su principal contrincante, McLaggen, quien por si solo estaba dándose a conocer con su verdadero carácter.

Por cuarenta y cinco minutos había un empate en atajadas entre Ron y Cormac, hasta que el pelirrojo logró la ventaja, y Harry con una sonrisa enorme le asignó el tan ansiado puesto.

Los Gryffindor que bien sabían de la disputa, victoreaban al Weasley, y le felicitaban con entusiasmo, los aplausos no cesaron hasta que se oyó el gritó de Hermione.

¡Harry! ¡Cuidado!

La bludger impactó antes de que Harry siquiera volteara, cayendo desde una altura media, pero lo suficientemente alto para causar un grave daño, de no ser por la profesora de vuelo, que supervisaba cada entrenamiento y estaba preparada para cualquier escenario, el azabache estaría más tiempo en la enfermería, donde ahora se dirigían.

La profesora fue claramente engañada por la actuación de Cormac al disculparse insistentemente, alegando que no había sido su intención.

Ciertamente más de la mitad de los Gryffindors estaban en desacuerdo, cuando la profesora solo le dio una llamada de atención y un "cuidado" tan seco que muchos se sintieron indignados.

La castaña sentía la ira correr como veneno por su cuerpo, sus manos empuñadas y el entrecejo arrugado eran dirigidos explícitamente a Cormac.

Un inconsciente Harry fue llevado a la enfermería, seguido por sus dos mejores amigos.

Mclaggen por su lado decidió ir a la Sala común, siguiendo con su actuación de "arrepentimiento".

Mientras esperaban, la Profesora McGonagall había llegado a petición de la profesora de vuelo, la ojimiel fue llamada por la jefa de su casa y tuvo unas palabras con ella.

Un poco más tarde, MadamePomfrey corrió a Ron y Hermione, diciéndoles que su compañero tardaría un tiempo más en despertar, por lo que resignados se dirigieron a la sala común, respondiendo al interrogatorio de todos los que los esperaban.

Cormac decidió empalagar su actuación y montó una escena donde sutilmente dio a entender que Harry se había cruzado o estuvo manteniéndose en vuelo en el lugar donde no tenía que estar, haciendo que la bludger lo golpeara.

¡¿Estas diciendo que fue culpa de Harry?! ¡¿Qué el tiene la culpa de haber sido golpeado?!Hermione hizo el resumen de todo aquello.

Mejores palabras no pude decir, aunque tu forma de decirlo es algo rudo, Hermionedijo Cormac añadiendo un guiño exagerado.

¡¿Cómo te atreves?!gritó Hermione lanzándose hacia Cormac con un puño apretado.

Ron fue hábil y detuvo a su amiga, quien se retorció, ante al asombró de todos.

Diez galeones a que Granger logra golpear a CormacDean le susurró a Seamus.

Quince a que lo derribarebatió Seamus.

Yo apuesto por que lo hechizaañadió Neville, captando la mirada de varios, que no dejaban de asombrarse.

¡Wow! ¡Hermione! Hay mejores maneras de quemar esa energíadijo Cormac sonriendo de lado.

¡Eres un...!gritó Hermione buscando su varita entre su ropa.

Ron la mantenía abrazada buscando inmovilizarla, Ginny ayudó a su hermano y le arrebató la varita a Hermione cuando ya la había sacado para apuntar a Cormac, quien ante la acción había bajado su sonrisa, pues conocía el poder de los hechizos de Hermione.

¡Ya basta!gritó Ginny, mientras fulminaba con la mirada a Cormac.

Él lo hizo a propósitoreclamó Hermione.

Lo sé, pero no hay pruebas, y será peor para ti, y para Harry si te metes en problemas por sus provocacionescomentó Ginny.

No la provoques, o esta vez dejaré que haga lo que quieraRon impidió que Cormac se acercara a Hermione, cuando ella dejó de luchar y él la soltó.

Cormac levantó sus manos y dio media vuelta para sentarse en una esquina.

Hermione fue jalada por Ginny y la llevó al sofá, mientras esperaban al azabache.

Luego de que Harry saliera de la enfermería, por haber recibido una bludger, por una molestia que Mclaggen tuvo al ser el perdedor en el puesto de guardián, se dirigió a la sala común de Gryffindor.

La sala estaba en completo silencio, la tensión en el lugar era demasiada, sabían que era cuestión de minutos en los que Harry llegaría, y entonces se desatara el enfrentamiento.

Los alumnos, ya tenían varios minutos haciendo apuestas, mientras Cormac se mantenía en una esquina, un tic en su ojo izquierdo llevaba molestándolo por más de veinte minutos, estaba furioso, sus brazos cruzados parecían aplastar sus pectorales, su mirada fija en la entrada de la sala común.

Entonces un leve crujido en la entrada llamó la atención de todos, Harry entraba mirando a Hermione y sonriendo para abrazarla cuando se le acercó.

Aquello terminó por romper a McLaggen quien se levantó con arrogancia y valor, sus ojos se posaron en la castaña, quien se separaba del abrazo, y lo veía con un ceño fruncido, signo de molestia y enojo.

Mclaggendijo Harry con su mandíbula apretada.

PotterMcLaggen dijo con arrogancia.

Hermione trenzó con su brazo a Harry, y comenzó a alejarlo, llevándolo hacia las escaleras que conducían a los dormitorios.

Mclaggen respiró profundamente y con rapidez tomó del brazo a Hermione, deteniéndola.

Hermione… digo Granger…habló Cormac dudoso, pues había estado a punto de ser hechizado por la chica que le gustaba.

No la toquesHarry dijo aún con su mandíbula tensa y miró como Cormac apretaba su agarre sobre Hermione y en un movimiento brusco jaló a su mejor amiga y encaró a McLaggen.

¡¿Por qué demonios te metes Potter?!gritó Mclaggen.

¿No entiendes que ella no quiere nada contigo? ¡Déjala en Paz!Hermione quiso detener aquello, cuando Ron se le acercó y la colocó detrás, mientras Harry respondía a McLaggen.

¡Lo haré cuando ella me lo diga! No tú Potter, hasta donde sé no eres dueño de ellarebatió Cormac empuñando sus manos.

Harry se había dado cuenta de que Ron había alejado a Hermione para que no se metiera en la discusión, por lo que envuelto por la furia solo le dirigió una mirada asesina a McLaggen y se dio la vuelta con un gruñido de molestia.

Cormac por su parte, hizo un gesto de molestia y también dio la vuelta y se fue.

Esa noche Harry no salió de su dormitorio, Ron trató de hablar con él sin obtener nada.

Al día siguiente la ojimiel se la pasó en la biblioteca, leyendo el mismo libro, la misma página, el mismo renglón, sin poder concentrarse.

Sintió una presencia a su lado, y al mirar su rostro decayó, mientras se apachurraba más en su silla.

Cormac no habló, no dijo nada, simplemente se colocó a su lado y la observó, Hermione lo ignoró.

Pocos minutos más tarde Harry entró junto a Ron, se veía serio, hasta que ambos mejores amigos conectaron sus miradas, era anhelo, era deseo y amor demostrado sin palabras, hasta que Cormac tomó la mano de Hermione y la besó galantemente, la ojimiel al sentirlo lo miró con extrañeza, quiso retirar su mano, pero estaba siendo sujetada con mucha fuerza, frunció el entrecejo, y estuvo a punto de reclamarle la osadía, cuando Mclaggen le robó un beso.

Los alumnos que estaban alrededor comenzaron a chiflar y a aplaudir, hasta que la bibliotecaria llegó a callarlos.

—¡Ya fue suficiente! ¡No quiero ni querré nada contigo Mclaggen¡ ¡Estoy harta de que me acoses! Y si sigues así, hablaré con la profesora Mcgonagall… Y que te quede claro, ¡Estoy interesada en alguien más!—Hermione se alejó bruscamente y exclamó en voz baja y molesta.

Harry había estado a punto de arrancarle la cabeza a Cormac, pues era obvio que la había besado sin su consentimiento, y dando largos pasos se acercó hasta el punto de escuchar las últimas palabras de Hermione, "estoy interesada en alguien más", aquello retumbó en todo su cuerpo, deteniendo su intenciones y dando media vuelta con sus ojos cristalinos, de alguna manera su subconsciente le dijo que él no era ese alguien más.

—Ella quiere a alguien más—dijo Harry cuando Ron trató de detenerlo. Él pelirrojo pestañeó consternado, viendo a su mejor amigo salir de la biblioteca rápidamente.

Hermione seguía absorta en su forma de alejarse y rechazar a McLaggen, que no vio cuando Harry se había acercado y luego alejado con rapidez.

—Realmente estoy interesada en alguien más—repitió Hermione haciendo énfasis en alguien más.

—Lo sé—dijo Cormac sonriendo.

—¿Qué?... Pero…—dijo confundida la castaña.

—Él no está interesado en ti...—dijo Cormac sonriendo y mirando a la entrada, donde Ron estaba cruzado de manos, y negando con la cabeza hacia Hermione, mientras Harry caminaba en el sentido contrario dándole la espalda.

La castaña comprendió que aquello había sido un plan de Cormac, un enorme malentendido que acababa de destruir su más grande anhelo.

Fin del flashback

Cuando Ron acabó de contarles lo que había ocurrido aquellos días cuando Harry sufrió el ataque de McLaggen, James y Lilly se encontraban con sus rostros decepcionados, pero eso no bastó para que el único que aún no estuviera del todo convencido, fuera Malfoy.

Pues el rubio, aunque hubiera deducido quien era la madre de los chicos y hubiera aceptado ayudarles, todavía se encontraba algo dudoso y no creía completamente que vinieran del futuro.

— Oigan ¿Cómo sabemos que en realidad vienen del futuro? — preguntó el rubio con incredulidad.

James y Lilly compartieron una mirada desconcertada, aunque ya habían anticipado que su tío Draco no les creería a la primera.

Por su parte, Neville y Ron observaban a Draco con incredulidad ante su pregunta, pero fue el pelirrojo quien salió en defensa de los chicos.

— ¡Por los pantalones de Merlín, hurón! ¿No ves que son físicamente los clones de Harry y Hermione? — exclamó Ron defendiendo a James y Lilly.

Draco miró a los estudiantes y los barrió de abajo a arriba, James cruzó sus brazos y cuadró su cuerpo, Lilly arrugó el entrecejo y le dio una mirada mordaz.

Estas dos acciones hicieron clic en el Slytherin, el cual pasó saliva, sin embargo sus años de estudio como auror, le habían enseñado a ser desconfiado.

— Aún así necesito una prueba de que son del futuro… y algo que demuestre que son hijos de Harry y Hermione — declaró el rubio aún en shock por sus expresiones.

Los chicos se voltearon a ver, tratando de sopesar aquello, Lilly negaba con la cabeza evitando soltar alguna información que alterara su futuro.

Ron y Neville estaban por hablar cuando James se aclaró la garganta.

— Si, sabemos que fuiste un mortífago y que no estas realmente orgulloso de eso, fuiste el enemigo de papá en la escuela, pero la tía Ginny te perdonó todo eso — aclaraba James, cuando su hermana le dio un golpe en el brazo.

— ¡Auch! — exclamó James.

— ¡Honestamente, James! — exclamó Lilly — se supone que no debemos revelar la información del futuro.

Mientras Lilly regañaba a James, Ron se había volteado hacia Draco para reclamarle por su hermana.

— ¡Ginny! ¡¿Tú y Ginny?! — Neville lo detuvo tomándolo por los brazos.

Draco palideció mirando de James y Lilly a Ron, abrió y cerró la boca varias veces, e inmediatamente recordó el pasado.

Durante el período de reestructuración, la familia Malfoy fue una de las primeras en obtener el perdón, Harry Potter había sido unos de los testigos claves que determinó el futuro de esta familia.

Al final del juicio Narcissa y Draco se separaron de Lucius, quien a pesar de verse solo, no permitió que el "enemigo" le ayudara, su orgullo era mayor y por ende fue sentenciado a Azkaban.

Y como un último acto de buena fe, Harry pidió que en el registro histórico, fuera excluida la participación de Narcissa y Draco Malfoy, para que su futuro no fuera ligado al lado oscuro, y les permitiera una vida buena.

La votación para este pedido fue muy cerrada, pero gracias a Hermione Granger y Ron Weasley fue aceptada la propuesta, dándole a los restantes de la familia Malfoy la posibilidad de un futuro sin prejuicios.

Luego de que la segunda guerra mágica llegara a su fin y haberse pasado al bando de Harry, finalmente se había arrepentido de todo lo que había hecho, aunque muchas cosas no hubieran sido por su propia voluntad.

Se arrepintió y meses después se unió al cuerpo de aurores del ministerio, en donde con el tiempo fue involucrándose más con Ron y Harry, hasta que finalmente se habían logrado hacer amigos, aunque algunas veces aún tenían algunos roces por el pasado, se llevaban bastante bien.

Meses después de que Draco ingresara al cuerpo de aurores, Ginny había sido la delegada de ir al ministerio para hacerle una entrevista, pues actualmente se encontraba trabajando como periodista en "El Profeta".

Ginny trabajaba como periodista del diario y los fines de semana se dedicaba a su equipo de quidditch, "Las arpías de Hollyhead", el cual sólo tenía giras los fines de semana.

Gracias a esta entrevista fue que Draco y Ginny comenzaron a hablarse más y actualmente estaban saliendo, y comenzando a tener citas, pero todo esto habían decidido mantenerlo en silencio hasta que su noviazgo fuera oficial.

Ahora el Slytherin no tenía dudas de que aquellos jóvenes venían del futuro.

— ¡Voy a matarte Hurón! ¡¿Te has atrevido a tocarla?! — gritó Ron sacudiéndose de los brazos de Neville y ante el grito, James y Lilly volvieron su atención a ellos.

— ¡Tío Ronald! ¡Basta! —exclamó Lilly alarmada.

— P.…pe...pero él... y mi hermana... no… no… — El pelirrojo abrió sus ojos como platos, pestañeó y tartamudeó, deteniendo su ataque y mirando a Lilly boquiabierto.

— Según sabemos, una relación consta de que dos partes que estén de acuerdo, así que no todo recae en el tío Draco, sino también en tía Ginny, quien según tu... tu yo del futuro, fue la que se propuso... así que la más interesada en esa relación fue la tía Ginny — reveló Lilly dándole el sermón exactamente como Hermione lo hacía cuando el pelirrojo estaba alterado.

— ¡Infierno sangriento! No puedo creerlo... es como si Hermione estuviera aquí... ¡Merlín! Han creado clones, no hijos — dijo Ron aún en estado de shock.

Neville y Draco rieron ante las palabras del Weasley, quien estaba sumido en un mar de emociones distintas.

— Bueno, ahora que ya ha sido comprobado que no son de este tiempo y que han revelado algo ultra secreto, pues... no me queda más que pedirles que no vayan a revelar nada de Ginny y yo aún… pues todavía no queremos que lo sepan y ambos tenemos nuestras razones — Draco carraspeó llamando la atención de todos.

Ron apretó la mandíbula, y estaba por gritar cuando Lilly suspiró fuertemente para llamar su atención, obteniéndola y dándole una mirada severa al puro estilo Granger.

— ¡Bien!, por mi... mis labios están sellados, pero eso si… una vez que mamá lo sepa… te lo advierto Hurón... más les vale decirle que yo no sabía nada o de lo contrario me aliaré con todos mis hermanos y les haremos las cosas difíciles — dijo el pelirrojo, dándole una última mirada pesada a Draco.

James esbozó una gran sonrisa, recordando que aquella amenaza de cierta forma si sucedió.

Una vez que se calmaron, decidieron emprender el camino e irse antes de que sus tíos desataran preguntas, a las cuales no querían responder.

Después de haberse puesto al día y explicarles todo a Ron, Neville y Draco, todos caminaban juntos hacia la salida del ministerio, pues Neville había ofrecido su apartamento para que James y Lilly se quedaran mientras resolvían el lío en el que estaban envueltos, si alguien preguntaba, simplemente dirían que los muchachos estaban teniendo clases privadas por Neville, quien era experto en Herbología, y así ofreciendo una tapadera algo creíble

Habían decidido tomar un pequeño atajo por los pasillos menos transitados del ministerio, para que nadie viera a los adolescentes por ahí. Estaban a unas cuantas vueltas de llegar a los elevadores, mientras entre los tres hombres mayores intentaban cubrir a ambos hermanos para lograr subir al ascensor, ya que por esa área circulaba un poco más de gente.

Se disponían a dar la vuelta para salir a ese pasillo, cuando James y Lilly se estrellaron con las espaldas de sus tíos, ya que se habían detenido abruptamente al ver que Harry y Hermione estaban a la vista.

Ansiosos por saber que pasaba, pues Ron, Neville y Draco no los querían dejar ver, James y Lilly se movieron y se asomaron por los lados.

Lo que vino después sucedió muy rápido, Harry daba la espalda a Hermione que caminaba detrás, mientras la otra mujer que había captado la presencia de la castaña, se apresuró a plantar un muy efusivo beso al azabache.

Los chicos se llevaron una terrible imagen al ver a su padre besarse con aquella mujer a la que habían visto horas antes y desgraciadamente notaron a su madre, que se había quedado congelada al presenciar la escena que tenía frente a ella.

James y Lilly vieron a Hermione derramar sus lágrimas con esa expresión en su rostro que decía que estaba destinada a observar al amor de su vida besarse con otra mujer, quien parecía estar dando un espectáculo demasiado apasionado para mortificación de todos.

Negando con su cabeza y sollozando silenciosamente, empezó a retroceder lentamente por el pasillo, para que la pareja no se diera cuenta de que ella había presenciado todo.

— Oh, mamá… — susurró Lilly con tristeza después de ver a Hermione llorar, mientras Ron, Neville y Draco, los miraban con pesar después de haber presenciado la escena.

Por su parte, James estaba sorprendido, sin palabras y al igual que su hermana, tenía una expresión triste en su rostro.

Esto que habían presenciado, era totalmente lo contrario a lo que veían diariamente en su tiempo, pues sus padres estaban completamente enamorados y felices, por lo que esto que acaban de ver, les parecía completamente ajeno a la realidad. No podían creer esto, esto no podía estar pasando. Su padre no tenía ojos para ninguna otra mujer que no fuera su madre, y aquí estaba frente a ellos, aunque diecisiete años más joven, besándose con otra mujer y su madre derramando lágrimas por su corazón roto.

James y Lilly volvieron a mirarse compartiendo una mirada triste y con sus ojos brillantes empañados en lágrimas.

— James, tenemos que solucionar esto cuanto antes ... — declaró la pelirroja con su voz temblando.

Inmediatamente Ron intervino, viendo las intenciones de los chicos de ir con su madre en el momento en el que salió huyendo y a la vez ambos miraban a la mujer que besaba a Harry con los dientes y puños apretados.

A decir verdad, no eran los únicos que querían ahorcar a Sarah, pues no le simpatizaba a muchas personas, a pesar de que muchos jugadores de quidditch querían salir con ella y odiaban a Harry.

A decir verdad, no eran los únicos que querían ahorcar a Sarah, pues no le simpatizaba a muchas personas, a pesar de que muchos jugadores de quidditch querían salir con ella y odiaban a Harry.

A veces hasta el mismo Harry parecía querer deshacerse de ella, ya que le gustaba bastante exhibirse y aún más cuando estaba junto a Harry y el auror odiaba la atención.

— Vamos chicos, no es justo que sigan viendo esto — dijo Ron, tratando de alejar a sus sobrinos junto con Neville y Draco, ya que ambos parecían querer lanzarse contra la novia de su padre.

— ¡No! — dijo Lilly dando un paso adelante.

Draco la detuvo tomando su brazo, James por su parte al ver la acción jaló a su hermana zafándola del Slytherin, quien abrió los ojos por la fuerza empleada del heredero Potter.

— Hey... tranquilos — exclamó Neville poniéndose delante de ellos y tapando el camino.

— ¡Mamá está llorando! ¡No voy a dejar que sufra...! — exclamó ofendida Lilly.

— Ahora no puedes hacer nada, sin alterar el tiempo, ¿Qué crees que pase si vas con Hermione y la consuelas?... Ella no sabe quien eres, quienes son, y si se lo revelan ahora solo harán que los manden a San Mungo y al ala psiquiátrica — declaró Draco colocándose junto a Neville para tapar completamente el paso.

Tras unos tensos momentos en silencio, por fin lograron alejarlos y esconderse en lo que se supone era una armario.

— Oigan. Se que están molestos y decepcionados. No era una escena que debería haber pasado, ni deberían haber visto, pero dadas sus circunstancias, no pueden simplemente ir y atacar — aclaró Ron tratando de aligerar el ambiente.

— En cuanto a que se debe hacer algo, necesitan pensar en un plan y creo que puedo hablar por los tres nosotros y decirles que cuentan con nuestro apoyo — ofreció Neville recibiendo el asentimiento de los dos hombres mayores a sus lados.

— Bien. Hagamos un plan... — dijo Lilly decidida.

— Es simple… Juntemos a mamá y papá — terminó James, aún sintiéndose molesto.

Draco, Ron y Neville se vieron y tras un asentimiento acordaron ayudar.

Estaban por hablar cuando la puerta del armario se abrió abruptamente, asustándolos.

— ¡Oh Por Dios! ¿Qué están haciendo? — preguntó la persona que abrió el armario, alarmando a todos.

Continuará…

Holaaa Harmonys, por fin puedo volver por estos lados y dejarles la actualización del primer capítulo de rotura. Lamento mucho la tardanza, pero además de que la vida muggle me tiene bastante ocupada a mi y a mi beta, faltaba agregar y corregir algunas cositas del capítulo.

Espero que les guste y lo disfruten, mientras yo trato de actualizar lo más pronto, pero como les dije… la vida muggle y a penas me da tiempo de sentarme y escribir, pero haré lo que pueda.

Nos seguiremos leyendo y de antemano les agradezco sus comentarios, favoritos y demás muestras de apoyo.