Obtuvo un 4'3. La nota más alta que jamás había sacado en un examen. Puede que no hubiera aprobado, pero al menos tenía más de la nota mínima para que valiera algo en la nota global.

La prueba de taijutsu otra vez fue contra Sasuke y otra vez le salió fatal. Su puntería fue como la última vez. Logró hacer el henge y kawarimi, pero no el bunshin. Volvió a fallar, solo que por un margen mucho más pequeño.

Mizuki se le volvió a acercar, y decidió seguirle la corriente. Necesitaba saber qué estaba pasando, y sentía que el pergamino prohibido era la solución. Igual que la primera vez, no tuvo problemas en obtenerlo. En verdad el sexy jutsu era un jutsu poderoso.

Desenrolló el pergamino y leyó COMPLETAMENTE la información del kage bunshin. Hacerlo le generó un par de dudas y una gran emoción. Sus dudas iban en el sentido de por qué podía hacerlo si los requisitos de chacra eran tan extenuantes. Su emoción de saber que todo lo que aprendiera un clon lo sabría cuando fuera disipado.

Al ver que esa técnica no tenía nada que ver con lo que estaba pasando, se confundió. Ese era el único jutsu que aprendió esa noche. Luego le golpeó. Izanagi. Él creía que no había funcionado, pero ¿y si sí lo hizo?

Buscó rápidamente la técnica entre todas las que había en el pergamino, que eran muchísimas. Tardó un par de minutos pero la encontró.

Izanagi

Izanagi como tal es una técnica Uchiha que permite la alteración de la realidad para escapar de la muerte a costa de la visión de un ojo sharingan. Esta variante tiene una función similar pero distinta, permitiendo alterar el espacio tiempo pero sin perder ninguna visión y sin necesitar el sharingan o la sangre Uchiha para el caso.

Hasta ahí era tal como lo recordaba. Luego se dió cuenta que solo era una pequeña parte de una explicación mucho más larga.

Al lanzar la técnica, la persona quedará atrapada en un bucle de tiempo. Para salir del bucle y por tanto poner fin a la técnica, deberás superar aquello que te habías propuesto hacer, ya sea vencer en una batalla, sobrevivir a cierto acontecimiento, salvar de la muerte a una persona, lo que sea. La técnica puede permitirte retroceder hasta unos pocos días si ve que es necesario para alcanzar tu meta. Puedes añadir alguna condición más a tu objetivo volviendo a realizar Izanagi aún en el bucle y pensando lo que también quieres realizar.

ADVERTENCIA: una vez se ha activado la técnica no se puede parar. Estarás atrapado en el bucle hasta que lo logres. Si mueres, automáticamente se reinicia el bucle. Tampoco se puede añadir a alguna persona al bucle. Tendrás que hablar con tus aliados cada vez.

NOTA: todo lo que aprendes y el aumento en tus reservas de chacra o control sobre las mismas se conserva en cada reinicio y al final del bucle. Tu cuerpo volverá al punto de partida en cada reinicio, da igual cuanto acondicionamiento hagas.

Naruto parpadeó. Luego gimió y maldijo. Se había perdido varias cosas por no leer por completo la descripción del kage bunshin, pero esto era ridículo. Suspiró, al menos en ese momento sabía lo que pasaba, más o menos.

Pensó detenidamente lo que podría ser el objetivo para salir de ese bucle. Lo único en lo que pudo pensar era en pasar la prueba y ser genin. Eso tenía sentido. El jutsu había hecho que retrocediera hasta el primer día de los exámenes. Tendría sentido que tuviera que aprobar para salir de ese lío. Sabiendo eso, quedó la pregunta más importante, ¿qué hacer?

Sabía que en el futuro inmediato no tenía nada que hacer. Había fallado el examen. Miró el pergamino prohibido y sus ojos adquirieron un brillo travieso. Tenía un pergamino lleno de las técnicas más poderosas de la aldea, ¿por qué no aprovecharlo?

Hizo el sello para kage bunshin y cinco clones con su misma sonrisa aparecieron en una bocanada de humo. Sin decirse una palabra, cada Naruto se adjudicó una parte del pergamino y se pusieron a leer.

Cuando Iruka apareció ni tres horas después, los clones y el original ya habían memorizado todos los jutsus, solo quedaba practicar los que realmente le interesaba. Actuando como lo hizo la primera vez, obtuvo los mismos resultados.

También se congeló después de que Mizuki le acusara de ser el kyubi. Lo había olvidado por completo centrándose en el resto de cosas. Oh, bueno, tenía un sin fin de reinicios para averiguar la verdad de esa declaración. Después de todo lo que había pasado con ese chunnin, no se creía nada que viniera de él.


Otra vez miércoles, otra vez el primer día de los exámenes de graduación. Se levantó sin prisa. Tenía claro que en ese reinicio ni siquiera se presentaría al examen. La duda era lo que iba a hacer y dónde lo haría.

Gracias al pergamino prohibido tenía muchos jutsus para probar y practicar. También quería saber las respuestas del examen escrito para sacar un 10, perfeccionar su puntería, intentar mejorar su taijutsu y averiguar la verdad sobre el kyubi y su relación con él, porque estaba seguro de que había una.

Para obtener información mandaría varios kage bunshin bajo un henge a la biblioteca. Puede que no le guste estudiar, pero lo haría para lograr sus objetivos. Luego estaba su entrenamiento. Debía buscar un buen lugar en el cual nadie le molestara.

Satisfecho con sus planes, terminó su desayuno, se vistió y salió. Creó varios clones para que fueran a la biblioteca y se fue al bosque a encontrar un buen lugar donde entrenar. Sentía que su lugar habitual no sería un lugar seguro para desatar las técnicas del pergamino prohibido.

Tardó unas horas, pero encontró el lugar perfecto a bastante distancia del pueblo. Feliz con su hallazgo, comenzó con entusiasmo, lo cual equivalía a crear un par de cientos de kage bunshin para dividir las tareas.

En medio de la tarde, tuvo la repentina sensación de que estaba siendo observado. Cambiando de lugar con una de sus réplicas, se zambulló en el bosque y comenzó a buscar a su espectador no deseado.

No esperó ver a una de sus compañeras de clase, Hinata si no se equivocaba. La recordaba vagamente de clase. Una chica tímida y rara que siempre parecía ponerse enferma cuando estaba cerca.

-Ey, Hinata, ¿qué haces aquí? - le preguntó directamente.

La pelinegra se giró a una velocidad increíble y lo miró. Dándose cuenta que la había descubierto espiándolo, chilló eeeep antes de caer inconsciente.

Todos los duplicados del rubio pararon de hacer lo que estaban haciendo y fueron a ver la fuente del ruido, lo cual conllevó a un mar de ojiazules mirando a la Hyuga desmayada sin saber qué hacer.

El Uzumaki les ordenó a sus clones seguir trabajando y se quedó al lado de su compañera esperando que despertase. Después de unos minutos, la ojiperla abrió los ojos aturdida, solo para ver a su enamorado a un par de centímetros de su cara, lo cual causó que volviera a la inconsciencia.

El chico retrocedió. Tal vez se había desmayado esa segunda vez del susto. No podía estar seguro. Nunca entendió muy bien a las chicas. Había pasado toda su vida aislado, no por su propia elección, pero eso no quitaba el atrofiamiento de sus aptitudes y conocimientos sociales. ¿Tal vez podría mandar un clon a la biblioteca a buscar información sobre las chicas y su comportamiento?

Asintiendo para sí mismo, creó un kage bunshin. Este no necesitó que el original dijera algo, sencillamente corrió por el bosque camino al pueblo. Con un poco de suerte descubriría lo que le estaba pasando a su compañera antes de que se despertara por segunda vez.