Capítulo 2: Cartas del pasado
A la cuarta mañana de aquella pesadilla despertó tranquilo y calmado, a pesar de que lo estaba sucediendo en aquella casa. Seguía pendiente de que nada raro pasara en Privet Drive, esperando por alguna señal de magia o incluso alguna serpiente o siseo que le dijera que Voldemort estuviera cerca.
El estómago le gruño, señalando que era hora de desayunar algo, se levantó, tomo sus anteojos y fue directo a la pequeña tabla suelta que se encontraba debajo de su cama, la desprendió y se encontró con una gran cantidad de postres, frutas secas, comida diversa.
Apenas había llegado a la casa de los Dursley cuando se enteró que en la escuela de Dudley, le habían dado una dieta nueva, aunque tío Vernon y tía Petunia trataron de convencer a la enfermera de su escuela que él no la necesitaba una dieta. Aun así la enfermera les dio un último aviso a ellos, diciendo que si no la llevaba en las vacaciones el siguiente curso escolar se le prohibiría la entrada a Smelting. Tía Petunia, se lo tomo muy enserio.
Las vacaciones Dudley se la pasaba comiendo frutas y verduras, con la prohibición de todo lo que a Dudley le encantaba; bebidas gaseosas, pasteles, chocolates y comida grasosa. Tío Vernon la mayor parte del tiempo se dedicaba a decir que eso era "comida de conejo". Lo peor del asunto era que para que Dudley no se sintiera mal tía Petunia decidió que todos en la casa siguieran el régimen establecido, toda injusticia para aquellos que no pesaba n ni una carta parte que Dudley.
Harry viendo que si no comía adecuadamente desaparecería, les escribió a sus amigos de que necesitaba ayuda para sobrevivir a los Dursley. Si así estaba delgado no quería imaginar cómo terminaría con una dieta, seguramente todo anémico y si con la ropa vieja y desgastada de Dudley se veía escuálido, se vería como si a un enano le quisieran poner ropa de gigantes.
No tardaron mucho en llegar paquetes grandes, llenos de cosas para Harry. De Hermione era una caja de diversos alimentos muy variados y casi todos nutritivos, claro que de momento pensó que eso no estaría tan mal y que su amiga se preocupaba tanto de su salud como de que estuviera delicioso. Cuando leyó la carta sabía que era más por sus padres que por ella. Hagrid le envió una bolsa llena de frutos secos que al probarlas se dio cuenta que estaban preparados por el mismo Hagrid, su sabor era más parecida a algo sacado de una bolsa después de mucho tiempo cerrada, le agradecía de todo corazón, pero los descarto inmediatamente y de poco a poco su lechuza "Hedwing" que al parecer le gusto el sabor se los estaba acabando. Los Wesley, le enviaron a "Errol" que era una lechuza vieja y débil, extrañamente llego con una buena dotación de pasteles y dulces, entre ellos varias ranas de chocolate de parte de su amigo Ron, y un par de pastas con sabores diferentes, el pobre Errol tardo 5 días en descansar ya que el paquete era demasiado grande.
De inmediato escribió cartas para cada uno agradeciéndoles de corazón que lo salvaran de un horrible verano, por lo menos un verano sin probar alimentos bajos en calorías.
En su cumpleaños, ya cuando se le habían agotado los pasteles y dulces, además de la dotación de Hermione de dulces de miel, le llegaron 4 tartas de diferentes sabores cada una, todos felicitándolo y deseándole lo mejor. La que se acabó primero fue que fue hecha en casa por Hermione y su mamá, esta era de chocolate y estaba deliciosa y simplemente no dudo un minuto en comerla, después se acabó la de los Weasley que era de calabaza, dulce e increíblemente en cuanto la abrió se escribió con letras de crema de melaza, "Feliz cumpleaños Harry", este simple echo le había sacado unas lágrimas, junto con la de Sirius que no estaba tan buena, pero le encanto que por primera vez su padrino lo felicitara y la última era la de Hagrid, de verdad que trato de comerla a toda costa, aunque el sabor era mejor que las frutas secas, pero era tan grande que ni siquiera llego a la mitad después de 2 días, he incluso aún tenía un poco de pastel enmohecido en aquel escondite.
Saco un poco de todo y comió en su cama, hasta que escucho el grito de su tía.
- LEVÁNTATE AHORA- Dándole la señal de que tenía que bajar a la fuerza, sintió un gran rencor hacia aquella que era la hermana de su mamá. ¿Cómo hacia osado ocultarle tales secretos?
Al entrar a la cocina se encontró con tío Vernon y con un Dudley algo molestos, pues lo único en su plato eran la mitad de un pomelo, Harry reparo en su plato vio que el suyo no era ni la mitad simplemente era una cuarta parte o mucho menos que eso. Dudley lo veía con una sonrisa de malicia, esto no le molesto pues estaba casi satisfecho por lo que había en su pequeño escondite.
Ni siquiera los miro, mucho menos les dirigió la mirada o palabra, se sentó simplemente, tomo su pedazo de pomelo y de un solo bocado se lo termino, no estaba bueno, pero tampoco tan malo era una fruta cualquiera.
A pesar de este echo nadie hacia ningún comentario por su actitud.
Hacia una semana que nadie decía nada en presencia de Harry mucho menos tratar de detener sus acciones, claro que tenía que ver con que Harry el última semana había salido bastante de Prive Drive sin algún consentimiento de sus tíos. Se alejaba lo más que podía incluso visitaba diferentes lugares, pero al no tener dinero muggle este solo se dedicaba a observar diferentes tiendas, incluso solo sentarse en la calle y dejar que el tiempo pasara. Solo quería que ya llegara la fecha de largarse con los Weasley y esta vez tal vez para nunca regresar a Prive Drive.
Su tío la primera vez que se dio cuenta que se había salido de Prive Drive le grito hasta el cansancio, he incluso intento ponerle candado a la puerta de su cuarto para que estuviera encerrado, a lo cual Harry solo la rompió con una patada y se siguió saliendo, no iba a permitir que aquellos que se hacían llamar sus tíos le impidieran más libertad. A tío Vernon lo detuvo cuando regreso, lo cual provocó una acalorada platica del tipo que se Vernon grito hasta que Harry levanto la voz recordarles que su padrino era Sirius Black y palidecieron. Desistieron de detenerlo e incluso de dirigirle la palabra, la única voz que había escuchado era de Tía Petunia que lo levantaba o lo llamaba a comer.
Y justo ayer una carta de los Weasley pidiéndole permiso a sus tíos para ir por Harry y llevarlo a la copa mundial de quidditch lo cual le causo una enorme alegría pero al escuchar a su tío decir que no este incremento su odio y enseguida lo amenazo con que se lo diría a Sirius lo cual le causo una conmoción a su tío Vernon. Aceptando enseguida.
-Iré a poner mis cosas, Mañana en la tarde llegaran mis amigos-dijo Harry con un tono de indiferencia, se levantó de la silla y se dirigió a su habitación.
Se puso a empacar todo lo que necesitaría para la casa de Ron, como para la Hogwarts. Destapo su escondite, vaciándolo completo, escogiendo que todavía estaba bueno para comer y que ya no. Tomo todos sus libros y lo guardo en su baúl, también reviso que la capa de su padre estuviera bien guardada y la saeta de fuego que le regalo Sirius, el mapa del merodeador, repaso dos veces su cuarto para que estuviera limpio y nada le faltara. Por último fue a su escritorio y abrió el único cajón que tenía cerrojo, dentro de aquel lugar solo había dos cosas, una pequeña caja de madera cerrada con un candadito que tenía una cerradura en forma de circunferencia, se tocó el cuello recordando que él tenía la llave, lo llevo a su baúl y lo guardo tan cuidadosamente que le pareció que exageraba un poco. Por último tomo el libro que descansaba a la mitad del cajo, con un poco de polvo y con el título dorado "Historia de Hogwarts", lo abrió y vio dos trozos de pergamino, una sonrisa salió de su boca recordando lo que había pasado y la razón del odio hacia los Dursley.
Estaba limpiando el desván, por mandato y orden de tía petunia, aunque a él no le parecía que solo él se dedicara a limpiarlo, no dijo nada pues savia que si se negaba terminaría mal el asunto a sí que solo subió y empezó a limpiar ya estaba por acabar cuando de una caja grande y pesada se desfondo tirando todo por doquier.
Desde abajo se escuchó como tío Vernon grito
-SI SE ROMPE ALGO LO TENDRÁS QUE PAGAR MUCHACHO-
Harry sonrió pensando {si supiera que en el mundo mágico el tenia tanto dinero como para dejar de trabajar toda su vida.}
Recogió un amasijo de cosas, que iban desde una foto vieja de lo que parecía ser la abuela de Vernon Dursley, ya que el parecido era incalculable que era la cara y cuerpo de tío Vernon pero con vestido, claro que el bigote poblado era lo único que faltaba, pero Harry se había puesto con marcador, todos al verla pensarían que era tío Vernon travistiéndose, esto hizo que a Harry le dolieran las costillas de tratando de no reír.
Decidió reanudar su labor, también recogió varios juguetes rotos de Dudley, algunos que hasta Harry reconoció, ya que de niño todos estos eran prohibidos para él, no podía jugar con nada de su primo, sus únicos juguetes eran los cacharos que estaban debajo de escalera y la que era alacena que antes era su cuarto, además de una que otra araña que se pasaba por ahí. Recordaba la de veces que se puso a platicar con ella.
Siguió levantando todo hasta que se encontró con un pequeño paquete envuelto en una manta color rosa, Harry la abrió para quitarle todo el polvo, se encontró un paquete envuelto en pergamino, además de dos pergaminos que se leía simplemente como título "Para nuestro hermoso hijo Harry" la letra era muy bonita era tan entendible además de que Harry se sintió tan nostálgico como si esa letra fuera la primera que había visto. Tomo el pedazo de pergamino para examinarlo, en cuanto sus dedos la sostuvieron esta empezó a escribir, las letras se mostraban doradas primero para luego acabar en un tono rosa cálido, sobre el pergamino amarillo.
"Mi Amado niño.
Si recibes este paquete, no estamos ahí junto a ti. Sabemos que te llegara donde quiera que estés y que es por tu cumpleaños número 11.
Feliz cumpleaños mí amado niño.
Esperamos que estés bien, y sentimos mucho lo que pueda pasar. Hay algo que debes saber sobre todas las cosas mi querido Harry.
Te Amamos más que nada en este mundo y arriamos cualquier cosa por tu bienestar hijo.
El futuro que te espera es desconcertado y ruego a todos los poderos magos del pasado que seas fuerte para afrontarlo.
Tu padre, James, le dio el que va ser uno de tus regalos a Dumbledore así que en esta navidad será tuyo, nosotros hemos pasado por innumerables cosas con estos tesoros, son símbolo de nuestro amor por ti mi niño.
Supongo que no te podremos explicar cómo funcionan, pero si no, puedes ir a Gringotts. Ahí los duendes te ayudaran a autorizarlo y te darán lo que es por derecho tuyo."
Harry no pudo contener más las lágrimas rodaban por sus mejillas, tan gruesas y rápidas que mojaban un poco la carta. Nunca había conocido a sus padres, pero ahora él tenía una carta de su madre, supuso que el regalo de su padre fue la capa de invisibilidad, ¿porque estaba ahí en el desván arrumbado al fondo de una caja? como si no valiera nada, para él era algo más valioso que todo lo que tenía en Gringotts.
Acaricio la carta y como si esta sintiera el dolor Harry, empezó a formarse una circunferencia, poco a poco se fue aclarando hasta que llego al punto de en qué salió del papel, cayendo al suelo estrepitosamente, lo observo un buen rato hasta que se percató que era un anillo de oro con incrustaciones de rubí y en la parte interna tenía un grabado que decía
"En vida y después de la muerte Te amaremos", lo tomo con cuidado, sintió un calor del anillo que se empezó a grabar unas letras "H.J.P".
Harry sonrió aun llorando y susurro para sí mismo
-Harry Jame Potter-
La tinta de la carta siguió saliendo a flote la continuo leyendo, no quería perder nada de lo que su madre le había escrito.
"Sabemos bien que tal vez no tengas ni idea de que te hablamos, pero con el tiempo entenderás que estos regalos serán necesarios en el futuro. Tu padre y yo estamos muy preocupados de que no tengas ni una sola idea de que planea Voldemort y hemos estado investigado.
Lo siento mi Harry, mi dulce niño perdónanos, no tendrías que pasar por todo esto, no tendrías por qué hacer nada de esto, el solo hecho de pensar que tendrás que pelear por sobrevivir, el hecho de que tal vez no podamos ayudarte, me aterra. Como me ha dicho tu padre no podemos cambiar el destino, pero podemos darte armas, podemos darte todo nuestro amor para que tu sobrevivas.
Confió en que tu padrino Sirius pueda cuidar de ti y de que como esta en nuestro testamento por si algo pueda pasarnos, el o nuestra querida amiga McGonagall te den el amor que nosotros no pudimos. A veces quisiera que mi hermana te cuidara y amara tanto como te amo yo, pero por cómo te trata cuando la visitamos he decidido que ella no podrá o no querrá cuidarte mi amor, ya sea porque no nos ve como lo que somos, una familia. Además de que su esposo es un hombre despreciable que solo es feliz si las cosas son a su modo, es horrible; ten mucho cuidado con él puede ser muy impulsivo a veces, aun así, espero la trates de visitar porque aunque sea algo rara aún sigue siendo tu tía y mi hermana.
Deseo que encuentres el amor verdadero mi amor, busca a la persona que te haga feliz, con la cual puedas ser tú mismo, con la que rías todo el tiempo, que siempre confié en ti, en quien jamás te abandonara incluso si todos se ponen en tu contra.
Lamento no estar ahí amor.
Se valiente y benévolo, come bien, has ejercicio seguido, siempre tapate cuando salgas y disfruta tu vida Harry.
Te amo con todo mi corazón, mi hijo, mi amor, Harry.
Lily Potter, Tu madre.
P.D: No abras la caja hasta que ambos estén listo."
No podía parar de llorar, su madre lo amaba, ella deseaba estar junto a él no quería que el sufriera por causa de lord Voldemort, tomo la carta y le dio un pequeño beso, esa carta era lo únicas palabras de su madre y lo atesoraría como su propia vida.
La hoja adjunta, vio la letra está más fuerte y muy parecida a la de él, empezó a leer aun sintiendo su corazón latir a mil por hora, al igual que la primera empezó a escribir.
"Para mi muchachito.
Harry sé muy bien que si lees esto, tanto tu madre como yo no estaremos más en tu vida. Quisiera que podamos pasar un tiempo más contigo, que podamos verte crecer y estar a tu lado en tiempos difíciles, pero sé que es imposible ya.
Aun así mi niño te deseo un muy feliz cumpleaños.
Este paquete es un regalo de tu madre, algo que es de ella para ti, le adjunte un pequeño hechizo para que te entrega el anillo de la familia, y en esta carta y una cadena con la cual tendrás que cargarlo hasta que vayas a Gringotts y ellos puedan darte la información correspondiente."
De la misma forma que el anillo, salió una cadena lo bastante grande para el cuello del muchacho de color oro, lo tomo a tiempo para que esta vez no se callera. La observo bien, tenía un pequeño soporte donde seguramente se ponía el anillo, pero continuo leyendo.
"Tengo otros tesoros también para ti, Dumbledore tiene uno, te lo entregaría con el anillo pero él me la pidió para hacerle una serie de pruebas, la cual me ha prometido por juramento inquebrantable que te lo entregaría si algo nos sucede. La otra está en el castillo, lo más probables es que tengas que robárselo a Filch de su despacho, una vez que lo tengas, di estas palabras mi hijo..."
No pudo continuar leyendo porque faltaban letras, e incluso todo el resto estaba en blanco y como si supiera que era su tesoro término la frase
-Juro que mis intenciones no son buenas- la carta continuo escribiendo como si esta simplemente esperara que él ya la supiera
"... juro que mis intenciones no son buenas.
Esta solo es una de las tantas funciones que tiene el mapa del moderador, como supongo que ya has averiguado he incluso utilizado, dentro de este se encuentran muchas más, que ni siquiera tu madre conoce o que incluso los merodeadores, no saben, estas modificación las he hecho para que tú puedas estar más seguro y tengas una visión más amplia.
Claro que todas sus funciones serán descubiertas cuando el anillo este en tu mano y no en tu cuello. Mi muchacho, quisiera enseñarte y estar ahí para hacer travesuras junto a ti, pero si no puedo en cuerpo estaré en alma, viendo cada que estés rompiendo las reglas. Yo lo he hecho un par de veces y sé que tú también lo harás, sé que estarás bien, eres fuerte como tu madre y listo como ella, incluso tal vez seas más poderoso que nosotros dos juntos.
Te amamos mucho Harry, y por lo mismo no dejaremos que peles sin siquiera algo de información contra Voldemort, he conseguido información importante, esta te llegara en el momento preciso.
En esta caja de madera que esta adjunta ahí dos objetos simples pero poderosos, protégela, ya que será una herramienta muy útil para ti y para la persona que tu elijas, en Gringotts te darán la información más completa.
Si Sirius sigue vivo, dile que lo quiero como aun hermano y espero que él te quiera como a un hijo, espero no le hagas tanto caso a tu madre de ir con tu tíos, ella es rara, pero lo peor es su marido es el peor muggle que he visto y mira que tu madre me ha presentado con muchos muggles y soy amigo de varios. Vernon no es uno de ellos, por lo tanto será difícil estar en su casa.
Aun si Sirius ya no está, estoy seguro que la profesora McGonagall te quera tanto como a mí, es una muy buena maestra, consejera y amiga, por eso mismo nuestro deseo es que te cuidara en caso de que tu padrino no pueda.
Encuentras muy buenos amigos, un amor de verdad, que comas bien (si tu madre me obligo a ponerlo), que siempre te fortalezcas tanto mágicamente como físicamente y que sobre todo disfrutes de tu vida mi muchachito, además de que no sigas todas las reglas.
Adjunta una pequeña gota de sangre para que puedas obtener todos tus documentos, tanto como muggles como mágicos, tu madre quiso dejarlos a los albaceas, pero la convencí de dártelos hasta ahora.
Estoy orgulloso de ti, te amo mi pequeño jugador de Quidditch.
James Potter, tu padre.
P.D.: OCUPALOS BIEN."
Harry tenía una sonrisa en la cara, aunque sus ojos no paraban de llorar, su padre estaba seguro que era fuerte y que lograría lo que fuera, tomo el anillo lo coloco sobre el punto donde iba y este se sujetó inmediatamente, puso el collar sobre su cuello, acariciando la cadena para seguidamente el anillo. Tomo las cartas como si fueran a quemarse espontáneamente. Desenvolvió el paquete, como le había dicho su padre paquete contenía una caja, tenía una cerradura peculiar, pero seguro esta se abriría con el anillo porque tenía la misma forma.
Guardo la caja con cuidado en su bolsa, las cartas les dieron un último vistazo y las metió con cuidado en su pantalón. Se sentó a reflexionar sobre lo que estas decían. Su padre le dejo armas, ¿Qué tipo de armas?, seguro la capa de invisibilidad que esa le fue dada en navidad de hace 3 años como había quedado con Dumbledore, el otro el mapa del merodeador, el cual Fred y George le robaron a Filch y se lo pasaron. Había mejoras que le coloco su padre, tenía más funciones que simplemente ser un mapa de Hogwarts, ni Sirius, ni Lupin tenían idea.
Por fin estaba dejando de llorar, se sentó en una vieja silla que estaba en el desván y se puso a pensar, sus padres quería que Sirius lo cuidara o McGonagall en caso de que Sirius no pudiera, pero como había acabado con los Dursley si ninguno. ¿McGonagall no acepto cuidarlo? ¿Lo había dejado con dos personas que no lo querían?
Sintió que el enojo se apoderaba de él. Sus dichos tíos habían botado la cartas de sus padres en un viejo y descuidado desván, no se la entregaron el, al único que realmente le pertenecían. Se limpió la cara con la manga de su camisa, he iba a bajar a reclamarles, pero antes tenía que ir a su cuarto a guardar las cartas y la pequeña caja, no quería que en la refriega terminaran dañadas.
Al entrar en su habitación, fue a su escritorio, tomo el cajón del escritorio y lo volcó todo en su cama, con una camisa y limpio de las virutas y tinta en el fondo. Tomo la pequeña caja de madera y la metió enseguida con cuidado, fue por el libro "Historia de la magia" aquel tomo que le presto Hermione para leerlo, enseguida lo coloco las cartas en medio y lo cerro guardándolo junto a la caja, cerro el cajón y se dirigió a la puerta.
Pero antes de abrirla escucho unas claras palabras en su mente tan claras que no supo si eran suyas o de alguien más en la habitación.
{Aun no es tiempo, a su momento de las explicaciones están cerca, confía en tus instintos} Dijo una vos masculina y cálida, este se sorprendió tanto que se olvidó de enojo y se dedicó a observar su alrededor, no creería que fuera una ilusión. Savia que había magia en aquella voz porque, este se calmó, algún día los Dursley tendrían que responder muchas preguntas, así como también aquel que decidió que viviera con ellos y tendría una conversación con McGonagall.
Enseguida entraron por su ventana cuatro aves alertando, eran lechuzas entre las cuales estaba Errol y Hedwing, cargando paquetes enormes, se preguntó que seria, enseguida le llego un olor a tarta la cual le recordó que no había comido nada aun por estar limpiando el viejo desván.
Su cuarto por primera vez estaba limpio, incluso algunos cajones quedaron vacíos completamente en los 2 veranos que estuvo en ese cuarto jamás lo había hecho a conciencia como en este momento, nunca estuvo tan limpio. Se recostó en la cama que solo le dejo una cobija y una almohada.
Pensó en todo lo que le esperaba fuera, estar con su mejor amigo Ron, este era casi como su hermano, fue el primero en mostrarle una sincera amistad desde que había nacido y realmente lo apreciaba mucho.
También estaba Hermione, su mejor amiga, ella era la persona más lista que conocía, también tenía un corazón bondadoso además de que era muy linda, había veces que algunas personas en Hogwarts se burlaban de ella por su aspecto, y por ser una ratón de biblioteca, pero en caso de las chicas eran por celos ya que era Hermosa, lista y fuerte una combinación rara y en el caso de algunos chicos era porque era muy lista y jamás le ganarían en nada. Como extrañaba su sonrisa y sus ojos.
¿Qué le estaba pasando últimamente con Hermione?, pensaba mucho en ella y cada vez que lo hacía, no podía dejar de sonreír además de que muchas veces, la veía en sueños. Habían pasado grandes cosas con ellas era su mejor amiga, pero su corazón palpitaba solo al recordarla y solo suspiraba al recordar que no faltaba mucho para verla de nuevo.
Esperaba que al siguiente día Hermione apareciera, para poder contarle todo sobre las cartas, ya que hedwing aún seguía afuera.
