Todos los derechos de Harry Potter son de J. K. Rowling
Mejor tarde que nunca. Una noticia rápida, el siguiente capítulo se subirá antes de año nuevo así que estén atentos.
Capítulo 29.- Prisión
Un crack sonó en la cocina. Tía Petunia gritó y Dudley se apartó justo cuando una lechuza cruzaba hasta Harry depositándose en su brazo y tenía una carta en su pata.
-¡Lechuzas!-gritó con más furia Vernon.
Harry leyó la letra que parecía muy rápida y sin ningún cuidado.
"Harry
Dumbledore llego al Ministerio recién y está intentando arreglar todo. No abandones la casa de tus tíos. No hagas más magia. No entregues tu varita.
Arthur Weasley"
Harry sintió algo de enojo por ser la primera carta que tenía más de una simple línea, pero se preocupó más por lo de que Dumbledore intentaba arreglar todo. ¿Acaso podía hacer algo contra el Ministerio?, ¿acaso tenía el poder dándole la posibilidad de que no le destruyeran la varita?, ¿cómo se suponía, que debía impedir que le quitaran la varita sin magia?, y lo que más les frustro, ¿cómo podía confiar en alguien que lo había encerrado? Aun así no le tomo importancia a la carta, él tendría un duelo con los representantes del ministerio, y si eso evitaba que le rompieran la varita, incluso si lo llevaban después Azkaban. La expulsión no le importaba ni un poco.
-¿Harry algo malo sucede?-dijo Dudley
-El Ministerio de Magia quiere que no salga de mi domicilio-dijo astutamente Harry sabiendo bien que si le decía a Vernon que podía librarse de eso quedándose en la casa, lo echaría sin pensarlo dos veces.
-Jamás saldrás de mi casa, destruirán esa cosa-dijo Vernon apuntando la varita.
-¿Es cierto Harry?, ¿Te han expulsado?-dijo tía Petunia algo horrorizada.
-Sí-dijo Harry tranquilo mientras pasaba a Vernon por el lado y entraba a la sala, para sentarse cómodamente en un sillón.
-Es injusto fue en defensa propia-dijo Dudley enojado-Le diré lo que ha pasado incluso seré testigo si es necesario-
-No creo que tomen tu palabra en consideración Dudley-dijo Harry sonriéndole un poco-pero agradezco el gesto. - Una nueva lechuza entró a la sala dejando de igual forma una carta y saliendo a la obscura noche.
-Suficiente de esos búhos.-murmuro Vernon distraído, cerrando nuevamente la ventana.
Harry rasgó un segundo sobre oficial.
"Estimado Sr. Potter,
Agregando esta carta a la de hace de aproximadamente veintidós minutos, el ministerio de magia ha revisado su decisión para destruir su varita inmediatamente. Usted puede conservar su varita hasta su audiencia disciplinaria el 20 de agosto, en cuyo caso será tomada una decisión oficial.
Después de la discusión con el director de la escuela Hogwarts de Magia y Hechicería, el Ministerio ha convenido que la cuestión de su expulsión también será decidida en aquella fecha. Usted debe por lo tanto considerarse en estado de investigaciones después de la audiencia los cargos pueden ser retirados aunque la escuela podrá tomar medidas disciplinaria.
Con gran afecto
Sinceramente
Mafalda Hopkirk
Oficina del uso incorrecto de la magia
Ministerio de Magia."
Harry arrugo nuevamente la carta pero esta la guardo en su bolsillo. Si no destruían su varita le sería fácil explicar lo que había pasado incluso estar a salvo de toda represalia contra él.
-¿Y bien?-dijo Vernon recordándole la anterior carta.
-Tengo audiencia el 20 de agosto-
-¿Y te condenaran?-
-supongo-
-¿Destruirán eso?-
-No-
-¿Qué?, ¿si has roto esa ley?, ¿deberían destruirla?-
Harry rodo los ojos se levantó y estiro un poco ya que se sentía algo entumido, el chocolate hacia un efecto rápido y la gran cantidad de magia que empezaba a reunir dentro de él, lo ayudaba pero no podía estar centrado.
-Recuerda Vernon que he salvado la vida a tu hijo, sin mí lo encontrarías mañana tirado en un callejón vivo pero sin ningún señal de su alma dentro de él-dijo Harry ya enojado por todo el asunto. No quería decirle a la cara algo tan ruin pero no podía evitarlo.
-Es cierto papá, le debo mi vida a Harry-dijo Dudley poniéndole una mano en el hombro de Harry el cual se sintió más tranquilo por la actitud de su primo.
-Salve tu alma-dijo Harry alzando los hombros.
Un avión de papel salió desde el pasillo donde habían estado hace un segundo revoloteo alrededor de la habitación y cayó en las rodillas de Harry.
-No más magia, es mucho pedir-dijo Vernon abalanzándose sobre el avión, pero Dudley lo detuvo y Harry abrió la carta que leyó.
"Amor:
El señor Weasley nos contó a Ron, Sirius y a mí que ha sucedido. No dejes la casa de tus tíos de nuevo. Hagas lo que hagas no te metas en más problemas
Tu Hermione"
La letra pulcra y bien delineada de Hermione estaba firme sobre el pergamino, Harry lo dobló nuevamente con forma de avión y la metió en su bolsillo.
-¿Quién ha sido Harry?-dijo Petunia aun asustada.
-Mi novia-dijo Harry casi sintiendo el peso de que solo recibía cartas de más de una simple frase de ella, solamente estando en problemas.
-¿Hermione?-pregunto Dudley y enseguida lo miró-¿Qué dice?-
-No dejes la casa de tus tíos de nuevo, hagas lo que hagas no te metas en más problemas-repitiendo cansadamente Harry, como podían pensar que ese era el mayor problema de Harry en ese momento, ¿cómo era que ahora estaban con Sirius?, por un segundo sintió un enorme enojo sobre del enseguida le pico la cicatriz como si alguien le picara con una aguja, recordándole que Voldemort seguramente estaría enojado por la falla de los dementores.
-Así que si dejas la casa seguro te expulsan ¿no?-dijo Vernon en su mirada se vio un tono de alegría.
-No creo simplemente me abstendré de hacer magia iré a Londres y entrare a la taberna mágica, pidiendo una habitación no me harán nada por ser alguien común dirigiéndome a un lugar común-dijo Harry alzando los hombros, aunque sabía que el hechizo mágico seguía afuera pero en su plan improvisado podría pedirle a la señora Figg que lo rompiera o incluso que ella obligara al tal Mundungus a romperlo.
-¿Porque ellos estaban aquí?-dijo tía Petunia olvidándose de la carta-los dementores- aclaró
-Por Lord Voldemort, el mago tenebroso que le he contado a Dudley, él va detrás de mí seguramente quería liquidarme lo más rápido posible-dijo Harry recordando porque había estado en contra por primera vez cuando Dumbledore le dijo quería que regresara a Privet drive, si estaba solo en un lugar de muggles no podría defenderse mejor que rodeado de magos.
-Entonces no deberías estar aquí con nosotros-dijo Vernon enojado
-Yo tampoco estoy muy contento-dijo Harry con su tono de odio, la cabeza le dolía demasiado para seguir el ritmo de una conversación fluida.
-Vete-grito Vernon con furia.
-Si pudiera lo haría créeme, pero ahora es imposible-dijo Harry sintiendo como si un hierro encendido se lo colocaran en la cicatriz.
-Me has escuchado, no mi importa vete- repitió Vernon. En ese segundo una luz resplandeció en medio de la sala era de color rosa y roja suspendida en el aire, Harry la iba tomar entre sus manos pero salió hacia tía Petunia y cayó en sus manos. Harry intentó acercarse a abrir la carta pero la mujer le dio un golpe en sus manos.
-No importa donde la abras resonara en toda la habitación-dijo Harry- oiremos todo lo que dice. Es un vociferador, una carta que habla el contenido de esta-
-Déjalo petunia-dijo su esposo casi en un rugido- podría ser peligrosa- La tía de Harry miró por un largo tiempo la misiva cuando el sobre rojo empezó a echar humo color rojo.
-Ese humo indica que se abrirá sola si no lo haces- explicó Harry
Pero la mujer no se decidió a tiempo cuando el sobre estalló en llamas haciendo que tía petunia gritara y soltara el sobre, revoloteó por si solo, mientras una voz femenina hablo.
-Recuérdame, Petunia- dijo la misma voz que había oído en el cementerio, la voz de su madre, aunque parecía mas furiosa.
Tía petunia parecía que se desmayaría aunque se sostenía firmemente del sillón pero enseguida la carta se hiso cenizas aliviando el ambiente.
-¿Qué es esto?-dijo Vernon con la voz ronca.
-¡Harry puedes quedarte!-dijo Tía Petunia con voz firme.
-¿Qué demonios?-rugió Vernon.
-¡Es mi última palabra Vernon Dursley!-dijo Tía Petunia que por primera vez parecía enojada con su esposo.
Este solo pareció confundido gruño un poco pero enseguida salió de la sala.
-Ve a tu cama Harry, intenta descansar-dijo tía Petunia más tranquila.
-Era mamá, ¿verdad?-dijo Harry recordando su rostro y como le hablaba dulcemente.
-Sí -dijo tía petunia también saliendo detrás de Vernon.
Harry miro a Dudley y este le sonrió un poco.
-Creo que por hoy estamos a salvo ¿no?, primo- dijo Dudley mientras daba un largo suspiro- y perdón por tus costillas te deben de matar... estaba desesperado-
-Lo sé no te preocupes ahora me duele más la cabeza que el cuerpo... me voy a dormir-dijo Harry saliendo en dirección a su cuarto.
Cuando llego a la habitación fue directamente a su baúl, lo abrió y rebusco, Saco varios pergaminos una pluma y tinta. No había desempacado ni siquiera por un día, desde que había llegado, sintiendo que tal vez de un momento a otro aparecería Dumbledore, sin en cambio jamás había pasado.
"He sido atacado por dementores, cuatro en total y puedo ser expulsado de Hogwarts y mi varita destruida. Quisiera saber ¿qué carajos está pasando?, ¿cuándo me largo de aquí? y ¿por qué estoy prisionero en este maldito hechizo? o ¿si tengo carta libre para hacer lo que a mí se me pegue la regalada gana? Que por cierto en este momento tengo ganas de destruir medio Little Winging, ir a buscar a Voldemort y matarlo sin importarme las consecuencias."
Harry copio estas palabras en 3 pergaminos más haciendo copias casi idénticas en el momento que Hedwing parecía totalmente despierta y dispuesta a dar un paseo nocturno. La primera se dirigía directamente Dumbledore, otra a Sirius, Ron y Hermione que como sabía por la carta de Hermione se encontraban en el mismo sitio. Sin embargo, no quería mantenerse de buenas con ellos, a cada uno le llegaría aparte y a cada uno le tocaría leer lo escrito por él.
-Perdón por enviarte a esta hora, pero necesito que vayas y me traigas una respuesta larga que sean varias líneas- dijo Harry acariciando a la lechuza y dándole unas chucherías que había conseguido para ella, el ave le dio unos picotazos en la mano demostrándole cariño.-Lo sé, pero ahora ve-
Le ató a la pata cada una y luego la dejo salir a la obscura noche perdiéndola enseguida, se tiró a la cama que por un segundo parecía de piedra, recordando esa hermosa habitación que le había esperado en la Madriguera, pero que por culpa de Dumbledore había dejado al instante. Harry no durmió, simplemente veía el techo y escuchaba a su alrededor, por si algo pasaba o alguien atacaba nuevamente, sus ojos le picaban de cansancio así que como se sentía totalmente adolorido, sacó una pequeña botellita de poción del interior del baúl y luego de revisarla pegó un trago sintiéndose mejor del dolor de las costillas, pero dejando la cicatriz intacta.
Se puso en la ventana mirando el cielo nocturno, con miles de estrellas salpicando a su alrededor y una luna plateada ¿por qué seguía atrapado aquí sin información?, ¿porque todos lo trataban como un niño travieso? "no hagas magia", "quédate en casa", "no te metas en más problemas…" Estaba harto,no paraba de sentir que cada día que pasaba le ocultaban nuevas cosas o que incluso lo querían proteger de algo que no podían. Harry sabía bien que todos se preocupaban por él, pero ese último mes si no fuera por Hedwing o el nuevo trato de Dudley, el estaría desesperado y destruiría el hechizo sin considerar el Ministerio, dejando la casa al instante sin pensarlo dos veces al fin de cuentas estaba emancipado y podría vivir siendo un forajido … ¿qué demonios planeaba Dumbledore?
Cuando la mañana se perfilo por el horizonte Harry aún seguía sin poder pegar el ojo, se sentía extrañamente despierto sin la posibilidad de dormir aunque sentía tanto cansancio como si hubiera hecho el triple de ejercicio ese día y seguramente era verdad.
{Creo que tienes demasías dudas} dijo Griffin en su mente.
{¿Dónde han estado?}Dijo Harry con tono mordaz tomando los anillos en su cuello.
{Esperando}Dijo Revé quedamente pareciendo cansada.
{Si esperando a que un Dementor me sacara el alma, mientras ustedes estaban plácidamente observando} dijo Harry parándose de la cama tomando casi una docena de libros, pergaminos, tinta y plumas.
{Mi niño es difícil incluso para mí... no podemos comunicarnos}Dijo Sly sonando igual.
{Jamás ha sido difícil comunicarse conmigo, siempre los he escuchado, he hecho cada cosa que me pedían, cada entrenamiento, cada maldita hora que me ponían a sobrepasar mis limites, incluso poniendo mi cuerpo en un mal estado...Pensé que siempre me estarían ayudando sin siquiera darme descanso, pero ustedes se la han pasado estas mañanas entrenándome y regañándome, pero cuando más losnecesito se esconden} dijo Harry sin prestar a atención a sus palabras.
{Lo siento Harry, es algo que no pudo demos evitar} Dijo Huffy algo enojada
{Si no pueden evitar dejar de hablarme cuando lo necesito también deberían dejar de hacerlo cuando no} dijo Harry intentando sacarlos de su cabeza. Abrió un libro en la primera página y empezó a leer.
{Harry...}Dijo Revé sonando lastimada
{Nada de Harry, ahora guarda silencio estoy leyendo ya que no puedo salir ni siquiera al patio} dijo Harry esperando la contestación de ellos pero este se mantuvieron callados todo el tiempo.
Harry pasó todo el día en su habitación leyendo el libro y haciendo anotaciones en los pergaminos, pasando algunas veces inspeccionando algún dato curioso incluso guiándose con varios libros a la vez. Solo salía para ir al baño incluso cuando Dudley lo llamó para desayunar él se negó en salir. A lo cual al poco rato tía Petunia le pasó por la solapa que había instalado Vernon hacia 3 años atrás, en ella solo había el guiso y un vaso con agua juntó con una nota de su tía "lo único que puedo darte sin que Vernon sepa, lo siento", no le molestó no era comosi tuviera mucha hambre. Así que comía aunque él no quisiera, término de leer el libro completo cuando el sol se ocultaba
Así pasaron 3 días enteros. Harry estaba lleno de energía, inquietantemente la falta de ejercicio o de cualquier actividad le hacía estar despierto hasta altas horas en la noche y despertando muy temprano, se paseaba por su habitación que parecía pequeña a comparación de la que había visto en la madriguera, por centésima vez sintió furia con todos ellos por dejarlo en ese desastre, y al momento traba de concentrarse en el cuarto libro que leía que ya estaba llegando a casi la parte final.
Harry leía cada libro de leyes mágicas que tenía en el baúl, incluso se preguntó si podía leer alguno de su monedero ya que tenía cientos de libros más pero desgraciadamente las letras del señor Waesley le regresaban a la mente "nada de magia". Harry guardaba su varita en su bolsillo, dejándola totalmente a la mano, pero en esos días jamás la sacó ni siquiera un segundo.
Al terminarlo de leer se dio cuenta que tenía una ventana de fallar y que terminara sin su varita sin escuela y sin alguna posibilidad de derrotar a Voldemort. Por lo menos sabía que podría conservar el dinero de su bóveda y que podría visitar el mundo mágico cuanto quisiera, algo reconfortante ya que no regresaría a Privet Drive nuevamente, aunque la última vez que lo había pensado era el verano pasado, y Dumbledore echo sus planes por la borda. Odio al profesor en ese mismo instante.
La cuarta noche después de la salida de hedwing, Harry estaba intentando hacer el mayor ejercicio posible Haciendo Lagartijas con una mano, mantenía su mente ocupada intentando olvidar todo rastro de odio, frustración o incluso de enojo que sentía. Tío Vernon entró en su habitación viendo lo desde arriba, ya que él se mantenía sosteniendo su peso.
-Saldremos-dijo.
-Yo no puedo-
-Nosotros. Tu tía, Dudley y yo vamos a salir-
-Ok-dijo Harry siguiendo con su ejercicio.
-No debes salir de tu habitación mientras estemos afuera y báñate por amor de dios-
-Ok-
-No toques la televisión, el estéreo o cualquiera de nuestras posesiones-
-Ok-
-No debes robar comida del refrigerador-
-Ok-Harry empezaba hartarse.
-Y no debes...-
-Cierra la maldita puerta con llave, ponle cadenas y un candado enorme, no saldré de aquí. Tu casa me importa una mierda y tus cosas son una tontería para mí-grito Harry parándose de un solo impulso y mirándolo con furia.
Vernon miro con enojo, claramente estaba a punto de gritar, pero Harry apretó los puños, no necesitaría magia para defenderse si él lo intentaba golpear, le regresaría los tantos años de maltratos que se habían acumulado en su mente. Salió de la habitación, Harry escuchó echar llave a la puerta y los pasos saliendo por el pasillo. Pocos minutos después oyó las puertas del coche cerrarse de golpe, el motor y el inconfundible ruido del carro.
Harry se sentía totalmente desesperado, era como si el hecho de salvar a su primo le hubiera dado un boleto directo a una cárcel con un carcelero que lo irritaba más cada día. Se acostó en su cama e intento dormirse pero nuevamente no pudo hacerlo. La oscuridad creció en su habitación Harry simplemente dejo que poco a poco esta se filtrara. Los últimos días le enseñaron que nada podría hacerlo dormir si no estaba cansado, en oscuridad y sin ninguna distracción. Cerró lo ojos, escuchando a la gente pasar bajo su ventana, el motor de los autos, esperaba el bendito momento cuando Hedwing cruzara esa ventana para poder leer que carajos estaba pasando. La casa vacía le permitió escuchar la tubería goteando al otro lado de la pared.
Harry por fin había dejado de pensar estaba con un estado de aturdimiento, no pensaba nada y simplemente somnolencia que lo invadía. Y luego, un estrepito en el piso de abajo hizo que abriera los ojos lentamente, sacó por primera vez en días su varita y se quedó acostado esperando que fuera quien fuera, que lo atacara, esperara que estuviera dispuesto a morir, ya que él no estaba de buen humor.
Si eran ladrones, todo lo de valor se encontraba abajo y los dejaría robar en paz, al fin de cuentas no le importaban las cosas, trataba de escuchar todo lo que podía, un momento después el rechinido de los escalones al otro lado. Harry apuntó a la puerta, moviéndose sigilosamente se puso pegado a la pared junto al marco de la puerta aun apuntándola, forzó a sus oídos escuchar alguna voz ya fuera conocida o desconocida, pero nada parecía hacer ruido. Su corazón se encontraba raramente tranquilo, la puerta se abrió poco a poco mostrando una sombra perfilándose por la puerta. Con un movimiento rápido su varita toco la yugular del hombre.
-No se mueva-dijo Harry firmemente si ningún titubeo.-Si quiere morir no me haga caso-
-Baja esa varita, muchacho, antes de que le saque un ojo a alguien-dijo una voz conocida por Harry.
-Usted lo dice por experiencia-dijo Harry sonriendo un poco volteando a ver al viejo profesor.-o ¿no? profesor Moody.-
-No sé mucho de ser profesor-gruño Moody-nunca di mucha enseñanza ¿o sí? ven acá abajo, queremos verte apropiadamente.-
Harry salto de la cama y tomo su baúl, la jaula de Hedwing y la saeta que reposaba sobre el armario, enseguida escuchó pasos bajando la escalera para después oír voces. Algunas conocidas.
-¿Todo bien Harry? Hemos venido a llevarte-
Harry nuevamente sintió más frustración y se irritó, como podía ser que el profesor Lupin también estuviera ahí y ni siquiera había sido capaz de darle una visita rápida.
- Bien, profesor Lupin-las palabras salían lentas y dolorosas a Harry ya que evitaba gritar o hacer cualquier escena en ese lugar. Enseguida también escucho los pasos del profesor, Harry suspiro largamente dejando escapar toda su ira.
{Estás ahora a salvo} dijeron sus maestros sus primeras palabras desde que Harry le había dicho que iba a leer.
{Jamás estaré seguro mientras Voldemort no muera} contesto Harry por un segundo sintió una presencia ajena pero enseguida desapareció.
Al pie de la escalera se detuvo cargando el baúl, la escoba y sobre esta la jaula de Hedwing todos se mantenían a oscuras.
-¿Por qué están en la obscuridad? aquí está el apagador-dijo Harry encendiendo las luces.
El salón se ilumino completamente y Harry parpadeó. La gente reunida al pie de la escalera, lo miraba fijamente, algunos estiraban el cuello para mirarlo mejor. El profesor Lupin que iba a la mitad se detuvo, se veía cansado y enfermo como muchas veces lo había visto, su cabello era más gris que la última vez y la túnica estaba raída como nunca. Harry pensó que en ese momento seguramente se parecían mucho. Él sonreía a Harry este apenas e intentaba sonreír.
-Oooh, esto es un nuevo tipo de magia, es igual que como pensé-dijo la bruja que veía ansiosa el foco de la estancia. Parecía más joven que los demás, era bastante guapa, los ojos oscuro brillante y el cabello pequeño, era de una tonalidad violeta-¡qué tal Harry!-
-sí, veo que esto es a lo que te refieres, Remus-dijo un mago con cabello plateado que se encontraba atrás.- los ojos de Lily-.
-Gracias-dijo Harry viendo al hombre.
Ojoloco Moody, lo miraba con de ese ojo azul eléctrico. Según por lo que savia Harry ese ojo veía a través de puertas, paredes y de la invisibilidad, aunque aún no había intentado comprobarlo.
-¿Estás seguro que es el, Lupin?-gruño ojoloco-sería una linda sorpresa que nos lleváramos a un mortífago disfrazado. Parece increíblemente hábil. Deberíamos preguntarles algo que solamente Potter sabría. ¿A menos que alguien traiga algo de veritacerum?-
-Yo tengo un poco, no me molestaría darle un trago-Dijo Harry sacando el monedero detrás de la camisa- aunque tendrán que aguantar diciéndoles sus verdades todo el rato.-
-No Harry, tranquilo ¿Qué forma toma tu patronus?-dijo Lupin.
-Dragón-dijo Harry sin titubear. Lupin alzo su varita apuntándole, Harry se movió lentamente hacia un lado si quería podría desarmarlo sin magia fácilmente. Era vulnerable.
-Harry Potter tiene un ciervo como patronus-dijo Lupin casi con enojo.
-Se ha perdido varias cosas Profesor, este año ha cambiado gracias a ciertas cosas-dijo Harry sintiendo algo más cansado que enojado-si no me cree pregúnteme algo más, como por ejemplo que es el mapa del merodeador, quienes son sus integrantes, también los podría señalar fácilmente o simplemente comentar todo lo que pasamos en la casa de los sustos en tercer año. ¿De verdad que sería menos molesto que a que me apuntara con la varita? Podría decir quien me regreso un objeto preciado incluso contar secreto más oscuros que la noche misma.-
Lupin parpadeó varias veces incluso parecía confundido.
-Baja ya eso, a Cornamenta no le gustaría que me apuntaras seguramente ya te hubiera dado un golpe en la cara. Si no la baja yo te golpeare-dijo Harry sintiéndose más cansado. Lupin retiró la varita sin dejar de mirar a Harry.-Gracias, luego te muestro mi patronus, una vez que me absuelvan-
-Es él, Ojoloco, parece enojado pero es Harry-dijo Lupin sonriéndole, aunque el chico no le pudo regresar la sonrisa.
-Si te hubieran encerrado por más de un mes en un lugar que no te gusta, seguro estarías furioso… espera eso le pasó a tu mejor amigo, pregúntale cuando lo veas-dijo Harry lentamente mientras Lupin abría la boca, no podría decir que el profesor le hizo algo, pero tenía mucho enojo guardado ensu interior. Harry bajó la escalera consiente que todos lo miraban sorprendidos, mientras guardaba su varita en el bolsillo trasero.
-¡No pongas la varita ahí, niño!-gruñó Moody-¿qué pasa si se acciona?, ¡mejores magos que tu han perdido el trasero!-
-¿A quién conoces sin trasero Ojoloco?-dijo la mujer de cabello violeta se veía muy interesante
-¿Qué mejores magos?, es la verdadera pregunta-dijo Harry mirando al profesor.
-Eso no importa mantén la varita lejos de tu bolsillo-gruñó ojo loco.
-Alguna vez existió un mago que podía hechizar poniendo su varita en el trasero, era increíble. Aunque se murió haciendo tonterías-dijo Harry recordando esa historia de Griffin.-
-¿De verdad?-dijo la bruja pareciendo impresionada.
-Claro, era mágico. A mi maestro le sacaba unas risotadas-dijo Harry sonriéndole un poco.
-Sí, sí. Y murió, saca eso de tu bolsillo ya-dijo Moody un tanto incómodo.
-Lo siento pero yo controlo muy bien mi varita, accionarse por accidente es imposible, aunque tuviera mil varitas en mis manos-dijo Harry bajando totalmente la escalera.
Harry no podía creer que ya llevara 5 semanas en Privet drive aprisionado y solo cuando él tuvo problemas, fueron a recogerlo y todos parecían tranquilos como si nada pasara. Miró a la gente que rodeaba a Lupin, todos lo observaban entre impactados y muy curiosos. Recordó que se había cambiado de ropa que en cuanto a la cara y el pelo apenas se había preocupado por eso.
-Gracias a dios que Vernon estaba a fuera si no hubiera armado escandalo- murmuro Harry tratando de desviar la atención.
-¡Afortunados!- dijo la mujer con cabello violeta se acercó a Harry y le sonrió algo en ella le recordaba a las personas que lo veían sin saber que era el gran Harry Potter, era algo que le agradaba mucho, entonces lo recordó aquella bruja había capturado a Rita Skeeter-fui yo la que los sacó de la casa. Mandé una carta por correo muggle que decía que habían sido invitados al concurso de césped mejor cuidado de toda gran Bretaña. En este momento se dirigen para la entrega de premios. O eso piensa-
-Genial, el chasco que se llevara Vernon-dijo Harry sonriéndolo a la mujer le había caído muy bien a Harry, el hecho de molestar a Vernon Dursley le agradaba más que nada.-¿Nos vamos a ir o no?, de verdad quisiera salir de aquí ya, por cierto alguien se encargó del hechizo escher.-
- Si ya lo hemos hecho, No desesperes Harry- dijo Lupin- Solo estamos esperando que no hay morosos en la costa-
-Me urge estar en la madriguera, después de estar aquí cinco semanas sin poder salir ni siquiera al mundo muggle-dijo Harry.
-No, a la Madriguera no iremos-dijo Lupin, indicando a Harry que fuera a la cocina, todos siguieron el paso de Lupin y Harry, todos aun viéndolo curiosamente- Demasiado riesgoso. Hemos establecido un cuartel en algún sitio indetectable. Está tomando un tiempo...-
-Genial lo que me faltaba, que las pocas semanas que podía estar en la madriguera con mi amigo y mi novia fueran arrebatadas, por estar encerrado en un cuartel seguramente estúpido y más detectable que esta casa cuando es navidad-dijo Harry sintiendo punzadas en la cicatriz algo tan común que ya casi no notaba pero le molestaba.
Ojoloco estaba sentado en la mesa de cocina bebiendo de su licorera, con su ojo dando giros a todos lados, viendo cada objeto que tenía los Dursley.
-Lo siento Harry pero es de importancia que te trasportemos ahí-dijo Lupin viendo a Ojoloco-Él es Alastor Moody, Harry-
-Ya lo sé-dijo Harry incomodo- me lo presentaron el año pasado en la ceremonia de apertura, aunque no era el más bien Barty Crouch junior un tipo algo loco, intento secuestrarme dos veces, me envió a un laberinto que curiosamente me llevo con lord Voldemort, después intento llevarse a mi novia y fue derrotado por cuatro de mis mejores alumnos. Lo conocí realmente en la enfermería al siguiente día-
Harry sabía bien lo que pasaría, casi todos en aquel lugar se sacudieron como si hubieran visto o en este caso, escuchado el nombre del mismísimo diablo. Los miro.
-Es en serio… les asusta Voldemort-dijo Harry mirándolos y saltaron nuevamente excepto aquella chica de pelo morado.
-Sí, me ha dicho Dumbledore pero creí que era necesario presentártelo-dijo Lupin sonriéndole.
-También te dijo que lo ataque en la enfermería -dijo Harry alzando los hombros.
-Magnífico trabajo debo admitir-dijo ojoloco sonriendo un poco desde primera vez-el Desmaius mejor ejecutado que he visto desde que recluto aurores, por cierto...-
-No pienso ser auror, es algo que he decido desde que cuatro dragonas me persiguieron por todo Hogwarts, pero agradezco su oferta-dijo Harry nuevamente recordando que esto se lo habia dicho al ojoloco falso.
- Ella es Nymphadora -Señaló a la bruja con cabello violeta
-No me llames Nymphadora, Remus-dijo la bruja joven estremeciéndose un poco-es Tonks-
-Nymphadora Tonks, que prefiere ser conocida por su apellido-finalizó Lupin.
-Un gusto conocerte Dora, espero que nos llevemos bien-dijo Harry sonriéndole y haciendo una leve reverencia- Claro que si te disgusta Dora te diré Tonks-
-No me disgusta, pero no me digas el nombre completo, Harry-dijo Tonks sonriéndole a Harry y guiñándole el ojo.-No seas tan cortes conmigo eso no me pega a mí-
-Bien-dijo Harry- Mientras no seas formal conmigo tampoco-
-Y este es Kingsley Shacklebolt-indico el mago alto y negro, el cual hizo una reverencia-Elphias Doge- el mago le saludo igual que el mago Kingsley -dedalus diggle-
-Ya nos conocíamos-chillo Diggle.
-Emmeline Vance- una bruja con mirada contemplativa vistiendo un chal color verde esmeralda-Sturgis Padmore- un mago con mandíbula cuadrada con cabello espeso color paja le guiño un ojo- y Hestia Jones- una bruja que miraba ansiosa un tostador tenia las mejillas rosas y cabello negro saludo.
Harry hizo todas las inclinaciones correspondientes aunque sentía que sobraba. Sus buenos modales le obligaban a hacerlo aunque estuviera enojado.
-¿Por qué tantos?, no podemos simplemente aparecernos y ya- dijo Harry mirando a sus dos viejos profesores de defensa.
-No podíamos arriésganos a que sepan que has hecho una aparición Harry, es mejor que esperemos. Además que todos ellos se han ofrecido a escoltarte- dijo Lupin como si no fuera nada común.
-Tenemos como quince minutos para estar listos-dijo Moody mirando el reloj de la cocina de los Dursley mientras el otro giraba como loco.
-Muy limpios estos muggles ¿no?-dijo Tonks que miraba alrededor de la cocina con interés- Mi papá es un muggle y es un patán. Supongo que varía igual que los magos.-
-Sí, los Dursley son muy limpios, antes me trataban como a un objeto viejo, dormía en la alacena debajo de la escalera. A decir verdad he conocido mejor gente que ellos-dijo Harry tratando de dar su punto de vista de los Dursley- ahora ha sido mejor que antes, aun así nadie ha contestado mis preguntas-
-¿Qué preguntas Harry?-dijo Lupin.
-¿Qué carajos pasa con Voldemort?, ¿qué está haciendo?, ¿qué avances tenemos con los gigantes?, ¿Dumbledore ya consiguió Gringotts?-su tono fue de enfado total pero no podía evitarlo cada vez que el tema le venía a la mente. Todos abrieron la boca.
-Eso es información confidencial-dijo Lupin sorprendido-¿Cómo lo sabes?-
-No soy idiota, sé hacer planes en contra de Voldemort, lo recuerdas lo he enfrentado 3 veces… y todas he salido victorioso-dijo Harry mirándolo con molestia- Pueden no contarme sus planes, pero no pueden evitar que yo me entere de ellos-
-No discutiremos nada aquí, es muy arriesgado-dijo Moody intervenido pues Lupin palidecía a segundos, viendo con su ojo normal a Harry, su ojo mágico miro al techo y se trabó- maldición- el mago estaba enojado y poniéndose una mano en el ojo.-se pega, desde que esa escoria lo uso-
Y con un sonido de chapoteo, se sacó el ojo sonando como una botella siendo destapada.
-Ojoloco ¿sabes que eso es repugnante?-dijo Tonks amigablemente.
-¿Podrías darme un vaso con agua Harry?-pregunto Moody.
Harry fue al lavavajillas, tomo un vaso limpio y lo lleno con agua limpia, observado por todos los magos interesados. Todas las miradas empezaban a enojarlo.
-Gracias-dijo Moody, cuando Harry llego con el vaso.-quiero una visión de 360 grados en el viaje-
-Debería utilizar el hechizo ataraxia, supongo que a de estar confundido por el cambio de magos, eso lo dejara tranquilo y calmado-dijo Harry alzando los hombros y sentándose en una silla delante del auror.
El mago lo vio por unos segundo, después metió el ojo en el agua, enseguida alzó la varita -ataraxia- el ojo que seguía mirando al techo, pareció apagarse por un segundo para que el azul eléctrico regreso un segundo después y siguió girando como si nada hubiera pasado incluso más veloz mente.-Interesante truco Harry-dijo ojoloco mirando el vaso con el ojo.- ¿Quién te lo enseño?-
-Mi maestro, es increíblemente sabio-dijo Harry que había sido muy rudo con Sly y los demás.
-¿Dumbledore?-dijo Lupin con sorpresa.
-No, ni loco estudiaría con Dumbledore-dijo Harry sintiendo enojo.- ¿Cómo llegaremos, a donde sea que vamos?-pregunto cambiando la información.
-Escobas-dijo Lupin- es la única forma. Eres muy joven para aparecerte, la red de polvos flu está vigilada, y nos tomaría una eternidad establecer un traslador sin autorización-
-Ya he aparecido con elfos, hacer un trasladar ilícito no sería un problema dame 10 minutos y Mcgonagall hizo una desaparición conmigo, solo se me salió un poco el aire-dijo Harry sonando frustrado-¿No cuenta?-
-Es muy peligroso-dijo Moody.
-Este bien, eso se dice antes-dijo Harry alzando los hombros.-Como si no estuviera acostumbrado al peligro mortal-
-Ya me lo dijo la señora Waesley, no tienes que repetirlo-dijo Lupin cansado.
-Remus dice que eres bueno volando-dijo Kingsley con voz profunda.
-No lo viste en el torneo con los dragones, vuela como si fuera el mismo viento-dijo Tonks muy animada-Yo lo vi gracias a un amigo en el ministerio, él me mostró su prueba fue impresionante, he tratado de volar parada y ascendiendo pero parece imposible-
-Solo es práctica, tienes que enviar un poco de magia a tus pies y mantén el equilibrio-dijo Harry-Nada del otro mundo-
-¿Puedes enviar magia a tus pies?-pregunto Kingsley sorprendido.
-¿Tu no lo puedes hacer?-preguntó Harry sarcásticamente-Repito que solo es práctica y control de la magia-
-Veo que tienes tus cosas listas, eso nos ahorrara mucho tiempo-dijo Lupin mirando por la ventana como si esperara algo.
-Más bien parece que nunca hubieras desempacado-dijo Moody colocándose el ojo y este giró con más velocidad que antes.-Está un poco desordenado el baúl.-
-Eso es porque no he desempacado nada-dijo Harry enojado-Yo estuve aquí contra mi voluntad, Dumbledore me aprisionó.-
