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Capítulo 30.-Furia Incontrolable.

Tonks se detuvo ante el espejo que tenía tía Petunia en la cocina.

-Harry, ¿crees que el violeta es mi color?-dijo pensativamente, tirando un mechón de su pelo para verlo con sus ojos-¿Me hace ver pálida?-

-Te quedaría mejor un rosa color goma de mascar-dijo Harry viéndola entretenido, esperando que el comentario fuera tomado con buena actitud.

-Tienes razón-dijo Tonks sonriéndole. Cerró los ojos con una expresión de tensión como si estuviera luchando por acordarse de algo. Un segundo después, su cabello empezó a tomar un color rosa como Harry se lo había imaginado.

-Genial-dijo Harry sonriendo.

-Harry, ¿no te sorprende?-dijo Lupin más sorprendido que nada.

-Mago metamórfico, puede cambiar su apariencia cuando ella quiera. Nació así, supongo que en el examen de auror saco notas muy altas por esta habilidad ahora entiendo por qué es una excelente aurora-dijo Harry sonriéndole a Tonks, todos lo veían sorprendidos.

-¿Cómo sabes que soy una aurora?-dijo Tonks acercándose a Harry tomando la silla de a lado y sonriéndole como si se divirtiera grandemente.

-Tienes buenos músculos por el entrenamiento, la varita la tienes siempre a la mano, en un segundo podrías reaccionar, giras la cabeza cuando escuchas un sonido extraño como esperando el zumbido de un maleficio. También siento que tu magia es la suficiente para mantenerte en lucha por un buen tiempo, incluso a Lupin le costaría enfrentarte-dijo Harry mirando al profesor que parecía algo molesto-Lo siento es cierto-

-Es increíble, jamás pensé que tuvieras tantas habilidades-dijo Kingsley sonriéndole y le puso una mano en el hombro- Serías un excelente Auror-

-Entrenar por tu vida día tras día por estar en una competencia que casi te mata, casi mata a tus seres amados y revive a tu peor enemigo te hace darte cuenta de muchas cosas-Dijo Harry con tono cansado-Eso y leer como mil libros-

-En definitiva un auror-dijo Moody guiñándole el ojo bueno.

No le importó el comentario, suponía que Kingsley también era un auror. Aunque Moody sonreía al igual que Tonks, tres aurores lo miraban como si él fuera uno más de ellos.

-¡Harry es una saeta de fuego!-dijo Tonks al percatarse de la escoba que apreciaba grandemente, era un regalo de Sirius, le había salvado de muchas cosas además de que era a lo único que le daba mantenimiento constantemente-Yo aún monto una cometa 260, te tengo envidia de la buena-

-Si quiere puedes montarla por un rato-dijo Harry pasándole la escoba.

-¿De veras Harry?-dijo Tonks parecía realmente feliz mientras la miraba y la tocaba como si fuera un gran tesoro algo que a Harry también pensaba-La escoba que yo tengo es lenta a comparación de esta-

-No importa, yo montaré lo que sea mientras no sea una flecha plateada, le tengo un par de malos recuerdos de ese modelo-dijo Harry recordando de nuevo la noche que la había montado.

-Será mejor que dejemos una carta a tus tíos Harry-dijo Lupin sacando un pergamino y tinta.

-Solo ponle que vinieron por mí para llevarme a juicio final y que mi varita puede ser destruida, eso seguro alegrará a Vernon-dijo Harry sin prestar atención al profesor, se divertía viendo como la bruja miraba cada centímetro de la escoba.

-¿Ya no le dices tío?-pregunto Lupin intrigado y algo confundido.

-No, desde el verano pasado-dijo Harry mientras Tonks daba saltitos de alegría.

-Aun así les diré que no se preocupen-Dijo Lupin pareciendo confundido.

-No lo hará-dijo Harry.

-Que estás a salvo-continuó Lupin comenzando a escribir.

-Eso lo deprimirá-respondió Harry rodando los ojos.

-y que volverás el siguiente verano- Terminó Lupin de escribir.

-Jamás volveré-dijo Harry enojado-o no a quedarme un mes completo-

Lupin sonrió pero no respondió.

-Ven acá-dijo Moody haciéndole señas-necesito "Desilusionarte"-

-No me diga que su ojo no es mágico y solo son lucecitas-dijo Harry haciendo puchero.

-Me refiero al hechizo-dijo Moody molesto, aunque Tonks se rió un poco.

-¿Es necesario?-preguntó Harry serio.

-Sé que tienes una capa por Lupin-dijo Moody alzando su varita- pero por el viento será imposible que la lleves puesta, no estaría de más disfrazarte. Aquí va-

Golpeó a Harry en la cabeza. Harry sintió como si algo suave se hubiera roto en su cabeza. No era invisible, simplemente había tomado el color y la textura exacta de la cocina atrás de él. Parecía un camaleón humano.

-Buen truco, puedo ahora salir en noche de brujas a espantar así-dijo Harry tratando de sonar impresionado aunque sabía bien que sin mucha dificultad podía relizar el encantmiento solo necesitaba un par de intentos. Tonks se rió, pero nadie más pareció tomarle importancia incluso parecía como si nadie lo hubiera escuchado.

-Venga hora de irnos-gruñó Moody, con su ojo mágico escaneando el cielo- podríamos hacerlo un poco más nublado. Volaremos en formación muy junta. Tonks irá enfrente de ti. Lupin te cubrirá desde abajo. Yo estaré a lado de ti. El resto estarán alrededor. No romperemos filas por nada. ¿Entiendes?, si uno de nosotros es asesinado...-

-¿Es posible?-preguntó Harry aprensivamente, pero Moody pareció no hacerle caso.

-Los demás siguen volando, no se detengan, no rompan filas. Si todos morimos y tu sobrevives solo ve al este ahí te espera una guardia trasera, te llevarán a salvo-

-No, ese plan es una estupidez-dijo Harry enojado por el pensamiento de ver morir a alguien nuevamente- Será mejor que entre todos nos cuidemos las espaldas-

-Solo estoy diciendo el plan, este fue creado por mí y Dumbledore-gruñó Moody-Nuestro trabajo es entregarte a salvo y si morimos en el intento tu…..-

-Es estúpido, Nadie morirá hoy-gritó Harry interrumpiendo a Moody, todos lo miraron como si hubiera enloquecido.-Si veo que hay alguno en peligro, yo volaré a ayudarlos y quisiera ver que me alcancen. Yo no dejo a nadie atrás-

Kingsley le sonrió y por un instante vio que su rostro demostraba orgullo. Los demás demostraban una ligera sonrisa, mientras Tonks le alzaba los pulgares.

-Estás muy seguro de ti-dijo Lupin pareciendo entre enojado y exasperado.

-He enfrentado a la muerte más de una veces que muchas personas en toda su vida y conozco el terror de sentirse en esa pequeña línea al tomar una decisión de vida o muerte. Todo eso me ha hecho reflexionar el valor de la vida, cada vida de ustedes es importante para mí-dijo Harry mirando solo el oscuro cielo sin percatarse que las miradas que le daban eran muy variadas-Aunque si te soy sincero el terror se siembra en tu alma-

-Deberíamos montar la escobas-dijo Lupin mirándolo con ojos preocupados.

Harry tomó la cometa 260 de Tonks y como tenía un arnés enganchó su equipaje y la jaula de Hedwing, pasó la pierna por la escoba. Lejos, muy lejos encima de sus cabezas, un chorro de chispas rojas, volaron entre las estrellas, Harry reconoció el hechizo y apretó fuertemente el mango de la escoba; al fin podría ser libre de ese lugar, después de todo saldría e iría junto a Hermione y Ron. Ascendió en su escoba, y esta vibró fuertemente, Harry se emocionó porque desde ese vuelo en la flecha plateada no había vuelto a montar una escoba, pero ahora podría hacerlo.

-Segunda señal, hora de irnos-dijo Lupin estruendosamente, mientras chispas verdes salían de la misma locación.

Harry salió disparado sin esperar nada o a nadie. El aire frío de la noche le corrió por el cabello y la cara, él se sintió mucho más aliviado ese era su mundo y lo que más amaba hacer. Ascendió rápidamente y volteó para ver el Privet Drive que ya era solo un montón de manchas de luces. Sentía como el corazón le explotaba de felicidad, al fin dejaba ese lugar y se dirigía a casa, por un segundo sus problemas se esfumaron por completo.

{Es genial verte feliz de nuevo} dijo Revé contenta.

{Gracias maestra y de verdad lamento cómo los traté} dijo Harry, pero no hubo contestación.

-Vuelta a la izquierda, vuelta izquierda, hay un muggle mirando hacia arriba-gritó Moody a su lado, que parecía dificultársele seguir el paso. Tonks se reía como si de verdad se la pasara genial-necesitamos más altura aumenten un cuarto de milla-

Harry giró a la izquierda el peso del baúl lo jaló un poco, pero enseguida recompuso el giro, y se elevó tan rápido que apenas se dio cuenta que se había pasado del cuarto de milla, solo cuando los ojos le lloraron se detuvo.

-¡Harry!-gritó Moody-más lento esta escoba no sigue el paso-

-¿Cómo si pudiera hacerlo?-dijo Harry riéndose.- Si no se apura lo dejaré en menos de 10 minutos-

-Es verdaderamente maravillosa-dijo Tonks que le seguía el paso sin problema alguno.- ¿Cómo puedes seguir el paso de la saeta con la cometa?-

-Es el control de mi magia-Grito Harry ya que el viento amortiguaba su voz-Le doy más magia de la que necesita así vuelo más rápido-

Harry miró hacia abajo la pequeña Privet Drive ya ni era visible solo se veían luces y algunas cosas que se movían como si fueran hormigas, vio a Lupin debajo y se le dificultaba respirar aunque estaba impaciente, aminoró el paso ya que todos ahí menos Tonks parecían tener dificultades con la velocidad.

-Giren al sur-gritó ojo loco- La cuidad esta delante-Dieron vuelta a la derecha-Giren al suroeste y sigan subiendo, hay una nube ligera arriba en la que nos ocultaremos-

-No entre las nubes-gritó Tonks enojada-nos mojaremos ojoloco-

Harry no podía negar que sentía algo de frio, pero si entraba a una nube seguramente terminaría congelado por el viento y el frio de la noche.

-Profesor Moody-gritó Harry para que lo girara a ver con uno o ambos ojos eso no le importaba.-La distancia es mucha aunque nos vean pensaran que somos aves, los muggles no son tan listos con cosas mágicas y no todos conoces la actividad de las aves de noche- Moody tardó unos segundos pero asintió.

-Gracias a Merlín que alguien tiene cordura en esta escuadra-dijo Kingsley haciendo que Moody gruñera.

Alteraban su curso cada vez que Moody daba una instrucción con tanto giro, subir y bajar Se había acostumbrado al peso del baúl, a la poca maniobrabilidad de la cometa 260 así que volaba como si siempre hubiera montado la cometa. Perdió la noción del tiempo, solo se concentraba en las instrucciones dichas por el viejo auror.

-Evadiremos la autopista, giren al sureste-gritó Moody.

Harry se sentía tan bien que incluso se propuso volar más a menudo sabien quebien que podría evitar el frio y acortar el tiempo por medios más comunes como la red flu, aparición o en algún trasporte muggle. Sin embargo, la sensación del viento en la cara, la velocidad y sobre todo la increíble libertad que sentía, nadie podía quitársela.

Enseguida todos empezaron a cambiar lugares, y como algunos tenían las varitas en la mano Harry quitó su mano de la escoba para tomarla también, pero recordó que él no podía hacer magia hasta su audiencia así que molestó regreso la mano a su lugar.

-¡Debemos regresar un momento, solo para asegurar que nadie nos sigue!-dijo Moody.

-¿Estás loco, Ojoloco?-gritó Tonks desde adelante ya que había cambiado posiciones con Kingsley, ya que la velocidad de la saeta la obligaba a reducir el paso por segundos.-Estamos congelados, si seguimos saliendo del camino, llegaremos el próximo mes, ya estamos cerca-

-Que nadie cambié de lugares y mantengan el vuelo a esta velocidad, veré si alguien nos sigue-gritó Harry a todos, entre gritos algunos parecían confundidos y otros como Moody le regañaba. Cerró los ojos sintiendo la magia alrededor de él, estaba la de Lupin a la derecha era de un color plateado, la de Tonks de color rosa como su cabello algo que era raro (pero Harry supuso que era debido a que podía cambiar su aspecto), el de Moody de color un rojo vivo, él de Kingsley de color morado intenso, además de todos los demás presencias mágicas que lo escoltaban. Esperó unos segundo y abrió los ojos.-Nadie más está en kilómetros a la redonda o por lo menos no alguien con poder mágico, podemos seguir-

-¿Cómo lo sabes?-grito Moody.- Mi ojo no ve más allá de 500 metros-

-Las presencias mágicas no se pueden ocultar. Recuerda que he aprendido mucho en este tiempo-gritó Harry.

Enseguida Moody sonrió y asintió con la cabeza.-Es tiempo de empezar el descenso, sigue a Tonks. Nosotros iremos en un minuto-

Tonks empezó a caer en picado, la siguió dejando que su magia y la gravedad lo impulsaran tanto que en un segundo se puso al parejo de la saeta de fuego.

-¿Una carrera?-Preguntó Harry guiñándole el ojo que veía.

Las luces brillaban en filas y rejillas, esparcidas por todos lados. Sabía que tendría que llegar al suelo, aunque al llegar tendría las manos engarrotadas por el frio.

-Aquí vamos-dijo Tonks y unos segundos después empezaba a reducir su velocidad pero Harry siguió con su caída-¡Harry te matas!-

Harry vio justo el punto donde tendría que parar, freno el cometa en seco y quedo a centímetros del duro suelo, giró la escoba para poder aterrizar suavemente. Un segundo después Tonks aterrizó junto a él.

-Te gané-dijo Harry sonriéndole a Tonks que parecía asustada, su pelo había cambiado a un banco total dándole un toque de abuela. Al bajar de la escoba temblaba y Harry supuso que era de frio, pero enseguida lo abrazo.

-Me asustaste mucho, creí que te estrellarías contra el suelo, por poco me muero del susto-dijo Tonks que temblaba mucho, Harry sintió el poco calor que tenía Tonks pero enseguida amasó un poco de su magia y como la tenía tan pegada se la envió. Dejó de temblar y pareció estar mejor.

-Lo siento me encanta volar además estas maniobras las he hecho cientos de veces-dijo Harry en un susurro para ella, espero un minuto-¿Estás mejor?-

-Sí-dijo Tonks separándose y sonriéndole.

-Tu pelo-dijo Harry señalando su cabeza, ella tomo un mechón y lo miro sorprendiéndose.- ¿Te pasa a menudo?-

-No, creo que fue por el susto-dijo Tonks y cerró los ojos al instante su color rosa regreso.-así está mejor-

Harry desabrocho el baúl y la jaula mirando alrededor. Las casas alrededor no eran agradables, algunas de ellas tenían las ventanas rotas, las lámparas apenas brillaban y la pintura se caía hacía de las puertas y la calle se hallaba cubierta de basura que reposaba por todos lados.

-Bonito lugar para abandonar un cadáver. Espera, No pensarás matarme, o ¿sí?-dijo Harry cargando su baúl y la jaula, Tonks tenía la saeta entre sus manos y solo negó con la cabeza intentando sonreír, en ese segundo Lupin aterrizó.- ¿Dónde estamos?-

-Pronto lo sabrás-dijo Lupin mientras desmontaba.

Después aterrizo Moody, su capa estaba casi congelada estaba intentando calentarse las manos con su aliento. Rebuscó algo en su túnica- lo encontré- susurró, alzando en el aire lo que parecía un encendedor plateado, y lo accionó.

La luz de la lámpara más cercana se apagó dejando una luz al aire que luego fue al encendedor y se adentró a este.

-Bonito truco-dijo Harry sonriendo-Yo podría hacerlo pero necesitó la varita-

Siguió accionándolo hasta que la última lámpara se apagó por completo, la única luz que quedaba era de los reflejos de las ventanas y de algunos objetos reflejantes que proyectaban la luz de la luna.

-Me lo presto Dumbledore-gruñó Moody, guardando el apagador- Eso se encargará que ningún muggle vea nada a través de su ventana, ahora vengan rápido-

Tomó a Harry del brazo y lo alejó de la calle, lo llevo hasta la acera mientras Lupin y Tonks los siguieron, todos los demás que habían aterrizado también tenían las varitas en mano. El sonido de la calle y de las personas en sus departamentos se escuchaba en la calle y un poco en la lejanía se escuchaba los sonidos de autos. El fuerte olor a basura les llegó desde una pila de desechos sobre los escalones de una entrada. Moody observó el bulto.

-Aquí-dijo el viejo profesor mientras sostenía un pedazo de algo que parecía un cartón y luego le lanzo un hechizo para pasárselo a Harry

-No gracias, tengo suficientes cartones sucios en casa-dijo Harry sacando algunas risas.

-Léelo rápido y memorízalo-Dijo Moody con una sonrisa, Harry se impresiono de verdad que el profesor tuviera sentido del humor.

Harry miró el pedazo de cartón. La escritura era muy familiar. Intento recordar de donde o de quien era, unos segundos después recordó que la había visto en el paquete que contenía la saeta de fuego.

"Los cuarteles generales de la Orden del Fénix pueden ser encontrados en el número 12, Grimmauld Place, Londres"

-Genial, ¿La orden ya está en...?-dijo Harry, pero enseguida Moody gruñó.

-Espera a que estemos adentro-Dijo Lupin rápidamente. Quitó el cartón de las manos de Harry y le encendió fuego lanzándolo a la calle hasta que se convirtió en cenizas.

-Oye era mi cartón sucio-dijo Harry con una mirada enojada.

Harry observó los nueros de las casa contiguas, era el número 11 y luego estaba el número 13, alguien no sabía que faltaba el doce o ¿era parte del encanto de los cuarteles?

-Piensa en lo que acabas de memorizar-dijo Lupin tranquilamente. Y tan pronto como Harry terminó de pensar la dirección, una puerta apareció dejando un número 12 brillante sobre la puerta, las paredes se ensancharon y aparecieron unas ventanas sombrías. Era como si poco a poco la hubieran inflado. Harry se sorprendió eso lo había leído del encantamiento fidelio pero jamás visto uno en persona.

-¿El que tantos sepan de la locación no lo hace menos efectiva?-dijo Harry recordando lo leído.- No es algo tonto poner un encantamiento fidelio a cuarteles-

-Sí, pero necesitábamos un cuartel general y era el único lugar -dijo Tonks rápidamente viendo la cara de exasperación de varios magos.

-Tengo varias casas de seguridad-dijo Harry mirando como los ojos se ensanchaban-Si Dumbledore me hubieran dicho antes de encerrarme en Little Winging les prestaba una, algunas tienen encantamientos muy buenos.-

-Dumbledore nunca nos dijo eso-Comentó Kingsley sorprendido.

-Vamos deprisa-gruñó Moody, empujando a Harry suavemente.

Harry subió los peldaños de piedra hasta estar frente a la puerta que parecía muy bien cuidada con respecto a todos los demás edificios, la magia la protegía de cualquier daño, en la parte superior justo en el cristal se veía el número doce y una manilla que tenía forma de serpiente, pero nada más podría verse, ni cerradura ni buzón. Lupin tocó con la punta de la varita la puerta. Harry escuchó clics metálicos de lo que parecía una cadena y la puerta se abrió crujiendo.

-Necesita aceite-dijo Harry sin prestar atención ante las reacciones de los demás.

-Entra, Harry- susurró Lupin- No vayas lejos cuando estés dentro y no toques nada-

-Le quitan toda la diversión-dijo Harry irritado por el comentario del profesor.- ¿Dónde quedó el lunático aventurero y sagaz que acompañaba a mi padre?-

-Se fue de viaje junto con sus amigos. Ahora entra-dijo Lupin algo molesto.

Harry traspasó la puerta, para adentrase en un pasillo que permanecía en penumbra. El olor a humedad, el polvo y algo delicioso le llegó a su nariz. Su estómago gruñó incontrolablemente, recordándole que llevaba días sin comer algo decente. Arrastró su baúl hasta que pasaran los demás y la jaula de Hedwing la colocó sobre su hombro. Moody revisó que nadie faltara, accionó el encendedor liberando las bolas de luz que había robado hace un minuto; las bolas salieron rápidamente hasta que las farolas se volvieron a encender dejando la plaza de enfrente completamente con luz. Luego cerró la puerta hasta el interior, cojeando dio un golpe con su varita a Harry en la cabeza, algo caliente subió por la espalda, y sintió como enseguida desapareció el hechizo desilusionador.

-Sígueme-Dijo Lupin mientras pasaba a un lado de él.

Todos los demás se quedaron atrás, a excepción de Tonks que los seguía con una sonrisa. Todos los demás parecían serios e incluso tristes, como su hubieran entrado a la casa de alguien muerto. Cuando cruzó a otra habitación la casa pareció iluminarse por completo arrojando luz sobre el papel de la pared y la raída alfombra. Se oyó el sonido de unos pasos rápidos y la madre de Ron, la señora Weasley, salió de la puerta que conectaba el recibidor con la sala de donde el apenas había entrado. Sonreía para darle la bienvenida y abrazó a Harry quien se dio cuenta que estaba más delgada y pálida que la última vez.

-Es fantástico Harry, es fantástico-dijo con voz estrepitosa- Estas más...delgado, ¿has comido bien?, aunque si tienes hambre tendrás que esperar un poco la cena todavía no está lista.-

Sin siquiera que Harry dijera algo lo pasó y fue al pasillo adonde estaban todos los demás magos. Harry no podía decir que estaba feliz de ver a la señora Weasley aún le molestaba que ella supiera que lo encerrarían en Privet Drive.

-Acaba de llegar… la reunión ha empezado-Escuchó a la señora Weasley decirles a los magos que estaban en el pasillo y enseguida todos se movieron en la dirección que señalaba la señora Weasley . Harry intentó seguir los atrás de Lupin y Tonks pero enseguida la señora Weasley lo detuvo.

-No Harry, las reuniones son para los miembros de la orden. Ron y Hermione están arriba, puedes esperar con ellos hasta que la reunión acabe y entonces cenaremos. Y baja la voz en el vestíbulo- añadió rápidamente.

-Yo soy miembro de la Orden- dijo Harry enojado al parecer no midió el tono de su voz porque la señora Weasley dio un saltito.

-Lo siento Harry son órdenes de Dumbledore-dijo la señora Weasley quedamente. La sangre de Harry hirvió el solo saber que Dumbledore estaba en esa misma casa y que nuevamente intentaba controlarlo hacia que su enojo incrementara.

-Llámelo ahora, dígale que estoy aquí y que espero que me dé una explicación de por qué me ha aprisionado en Privet Drive y dejado cinco semanas en la casa que me maltrataron por 10 años -dijo Harry tomando una voz mejor pero con un tono autoritario.

-No puedo, lo siento Harry- dijo la señora Weasley intentando subir la voz pero con poco tino.

-Harry será mejor se subas y saludes a tus amigos te han de ver extrañado mucho-dijo Lupin que había esperado cuando Harry los empezó a seguir.

-No yo tengo que...-

-No tienes que hacer nada ni decir nada aun eres menor, debes esperar-dijo Lupin algo enojado.

-Mis padres me emanciparon, y he estado esperado todo el maldito verano, encerrado y solo, ¿Cuánto más tengo que esperar para que ustedes me confíen algo?-dijo Harry mirando a Lupin con furia algo que puso pálido al profesor.

Se miraron durante algunos minutos mientras en la habitación comenzaba a sentirse más pesada.

-Harry, por favor ahora tenemos que ir a ver a Dumbledore, te prometo que pronto te enteraras-dijo Tonks que parecía tan pálida como Lupin, pero Harry notó se mostraba preocupada.- Y gracias por el vuelo, fue sensacional-

Tonks le paso la saeta de fuego y Harry tomó suavemente el mango, suspiró largo para tranquilizarse. Tenía ganas de arrimar a la señora Weasley he ir a darle una paliza a Dumbledore, no solo lo había engañado con que iría a recogerlo, sino que también ahora le excluiría de las reuniones de la Orden del Fénix.

-No fue nada Dora, pero dile esto a Dumbledore. A roto su promesa, me encerró, desconfió de mí y eso ha despertado mi furia. Recuérdale que lo perdone una vez, pero si de verdad piensa que una segunda vez estaré de su lado está muy equivocado. No mantendré mi promesa, no lo necesito para esta guerra, ahora yo estaré manejando mis decisiones y si se interpone en mi camino lo quitare de en medio a la fuerza si es necesario. Y por si acaso recuérdale lo que le hice a Rita este verano-dijo Harry fríamente no mirando a Tonks si no la puerta que daba a la cocina.

Entre Lupin y Tonks se miraron buscando una explicación a las palabras de Harry, pero el simplemente apretó los puños por la furia que crecía a segundos.

-¿De qué hablas Harry?-preguntó Lupin intrigado.

-Dumbledore lo sabrá-dijo Harry quitando la vista de la puerta.

-Explícame a mí-Dijo Lupin intentando utilizar su voz de mando.

-Déjame entrar a la reunión y explicaré todo.- Dijo Harry mirándolo sin parpadear, Lupin suspiro y negó con la cabeza-Entonces pídele respuestas a tu líder. Señora Weasley podría saber dónde dormiré-

Lupin lo miro y Tonks parecía querer ponerse en medio de los dos.

- Yo te llevo-dijo la señora Weasley mientras caminaba con cuidado a su lado. Harry solo miro a Lupin y le dio una sonrisa a Tonks.

-Espero que aun estés para la cena, Dora-dijo Harry sonriéndole de verdad aquella bruja le caía muy bien.

-Por supuesto Harry-dijo Tonks antes de que Lupin avanzara.

El y la señora Weasley comenzaron a caminar y pasaron delante de unas cortinas carcomidas por el moho, detrás de las cuales Harry supuso que tenía que haber otra puerta. Después de ladear un enorme paraguas que se encontraba en el suelo, empezaron a subir la oscura escalera, y pasaron por delante de una hilera de cabezas encogidas que estaban enmarcadas en la pared. Una mirada más de cerca revelo a Harry que las cabezas eran de dos elfos domésticos. Todos ellos tenían el mismo hocico por nariz.

Harry se sintió repugnado y a cada paso que daba su furia crecía más y más ¿Qué demonios estaba haciendo en casa de mortífagos y por qué carajo Dumbledore lo estaba excluyendo?-

-Señora Weasley ¿Por qué...?-Comenzó a preguntar Harry.

-Ron y Hermione te lo explicaran todo, querido, de veras que tengo que darme prisa-dijo la señora Weasley sin mirarlo ni un segundo-Tu puerta es la de la derecha. Los llamaré cuando haya acabado-Y comenzó a bajar nuevamente sin verlo.

Harry solo la vio bajar, intento tranquilizarse lo más que pudo, pero enseguida todo el verano lo golpeo sintiéndose más confundido que nunca y más molesto que en Privet drive. ¿Cómo carajos había empezado a sentir eso enfrente de todos los que creía cercanos?

Terminó de subir el piso era sombrío y parecía que nadie había vivido ahí en años. Se encaminó a la puerta que le indicó la señora Weasley, tomó la manija de la puerta, que tenía forma de cabeza de serpiente, y la abrió.

Echo un breve vistazo al tenebroso techo de una habitación con dos camas, entonces se oyó un fuerte ruido, seguido por un chirrido metálico, y su visión se tapó por una mata de pelo castaño. Hermione se lanzó hacia él en un abrazo tan grande y potente que Harry tuvo que soltar el baúl y la escoba para poder atraparla en el aire y que no lo golpeara de lleno, un chillido se encontraba girando a su alrededor dando vueltas a lo que Harry supo que era Pigwidgeon. Hermione lo miró y sus ojos demostraban que había estado muy preocupada, pero la sonrisa en sus labios parecía increíblemente amplia. Toco su frente con la de ella y miro esos ojos color miel que despejaron toda duda en él y solo lo hacían flotar en el aire. Sin pensarlo un segundo más la beso, Hermione le correspondió el beso que era tan lento y apasionado que algo eléctrico surgió de sus labios y le lleno su cuerpo completamente. ¿Cuánto tiempo había esperado ese sentimiento?, ¿cuándo había deseado sentir el cuerpo de Hermione en sus brazos?, ¿Acaso había una mejor sensación que besarla?

{Te extrañé mucho amor} dijo la voz de Hermione.

{No tanto como yo} dijo Harry sintiéndose por fin en casa abrazado a aquella figura seductora y esos esos ojos que lo hacían derretirse de amor.

-¡Harry!, ¡Ron! ¡Está aquí, Harry está aquí! ¡No te oímos llegar! ¿Cómo estás?, ¿Estás bien?, ¿Has estado furioso con nosotros?, ¿Cómo te la pasaste?, ¿Pareces estar...?-dijo Hermione separándose un poco y observándolo de arriba a abajo, enseguida se puso pálida y pareció estremecerse un poco-Apuesto a que estas...Sé que nuestras cartas era inservibles...no podíamos decirte nada. Dumbledore nos obligó a jurar...tenemos muchas cosas que contarte y tú también supongo... ¡los dementores! Cuando lo oímos… ¡es simplemente un escándalo! he estado informándome, no pueden expulsarte, simplemente no pueden, hay una disposición...-

Harry la miró fijamente a los ojos y la besó para silenciarla. Nuevamente el beso se volvió lento y ella pasó los brazos alrededor de su cuello acariciándole la nuca mientras la pegaba más a su cuerpo. Se apartaron un poco pero continuaron viéndose a los ojos.

-Lo sé, lo sé, pero ahora eso es lo que menos me preocupa-dijo Harry viendo la sonrisa y el sonrojo que se empezaba a producir en las mejillas de Hermione.

-Dale un respiro, Hermione-dijo Ron sonriendo mientras cerraba la puerta detrás de Harry. Parecía haber crecido varias pulgadas más, pero aun así Harry seguía teniendo su misma estatura. Tenía un aspecto tan desgarbado como siempre, aunque su cara seguía siendo igual ya no mostraba tantas pecas como recordaba. Harry abrazaba a Hermione y ella solamente le acariciaba el cabello, ambos parecían no querer soltarse nunca, pero antes de que pudiera hacer algo se posó sobre su cabeza y su aleteo le dio en la cara.

-Hedwing-Dijo Harry al reconocer las blancas plumas. La lechuza le mordisqueó la oreja cariñosamente y Harry con una mano le acarició debajo del mentón enseguida el ave pareció satisfecha.

-Ha estado como loca-dijo Ron con un tono molesto-nos picoteo hasta la muerte cuando nos trajo tu carta. Mira esto-

Le enseño su mano derecha, la cual tenía una cicatriz en el dedo, era pequeña pero parecía bastante profunda.

-Bueno le pedí una respuesta larga, decente y que me dijera más que un simple "Estoy bien o todo en orden"-dijo Harry acariciando con más cariño a Hedwing.

-Queríamos decirte-dijo Ron rápidamente -Hermione se puso histérica más de una vez cuando llegaron tus cartas, haciendo preguntas, no paraba de decir que harías algo verdaderamente estúpido si te sentías abandonado y sin noticias, pero Dumbledore nos hizo..-

-Jurar que no me dirían nada- Harry interrumpió bruscamente con voz molesta-Si ya me lo dijo Mione, además ella tiene razón, me sentí abandonado y completamente solo, confundido, cuando me enteré que el ministerio destruiría mi varita estuvé a punto de volar a Londres y ocultarme hasta mi audiencia, si no fuera por la carta de tu padre y Mione, seguramente hubiera terminado en Azkaban por mandar un par de aurores a San Mungo-

La sensación cálida que lo había provocado ver a Ron y tener a Hermione entre sus brazos se extinguía rápidamente por sus recuerdos de Privet Drive y ahora estaba empezando a tiritar no sabía si de frio o de enojo. Tal vez lo mejor sería salir y despejar su mente.

Hermione colocó su cabeza en su hombro y lo tomó con más fuerza.

{De verdad lo siento no tuve opción, intenté ir a verte, pero no pude atravesar el hechizo}Dijo Hermione en su cabeza.

{No estoy enojado contigo, sé que si fuera por ti hubieras estado en contra de encerrarme} dijo Harry acariciando su mejilla lentamente, la suave piel de Mione le encantaba.

-Creo que pensó que era lo mejor-dijo Hermione casi tranquila, pero en su voz detectó un tono de enfado-Dumbledore quiero decir-

Harry tomo una mano de Hermione y la vio bien tenia picotazos de Hedwing y se apenó por haberle causado tanto dolor a ella. Le besó la mano tiernamente mientras ella giraba su cabeza y le besaba un poco el cuello causándole cosquillas. Tenían muchas cosas que decirse y caricias atrasadas.

-Piensa que estarías a salvo con los muggles- dijo Ron con voz firme.

-¿Piensa?-dijo Harry alzando las cejas y subiendo la voz-¿Alguno de aquí ha estado a punto de recibir el beso?, ¿Él ha sentido lo que es estar a un segundo de perder su alma?-

Enseguida Hermione se separó y tomo su cara mirándolo atentamente como si buscara su alma dentro de sus ojos, al segundo se tranquilizó, pero un poco de vergüenza apareció en su rostro. Con sus pulgares le acarició las mejillas, él solo le sonrió.

-No, ninguno y supongo que él tampoco -dijo Ron más temeroso-pero tenía a la gente de la Orden del Fénix vigilándote todo el tiempo.-

Harry tomó a Hermione de la mano y ambos se sentaron en la cama, apretó sin que se dieran cuentas las sábanas, no podía dejar que a la frustración del mes lo golpeara nuevamente, ahora que estaba con su mejor amigo y su novia. Pero sentía una sacudida en su estómago, como si hubiera viajado nuevamente en traslador.

-No le funcionó tan bien ¿No?-dijo Harry, haciendo todo lo posible por mantener una voz normal, -Yo me di cuenta que me vigilaban desde el segundo día, sabía que la señora Figg me mantenía cerca de Privet Drive y que algunos magos más rotaban sus turnos. Si yo me di cuenta que me vigilaban crees que algún mortífago no. Incluso Voldemort no se detendría por un par de magos el simplemente aparecería y los mataría a todos sin sudar. No sé por qué pero espero el momento justo. Al final tuve que cuidarme a mí mismo-

-Dumbledore estaba muy enfadado- dijo Hermione con su voz algo apagada, tomando su mano suavemente y apretándola.-Lo vimos cuando Mundungus dejo su puesto, salió corriendo al Ministerio parecía muy asustado-

-Estoy contento de que Mundungus no me cuidara-dijo Harry fríamente y mirando el suelo sin percatarse de que Hermione ponía una cara de enojo-Si no hubiera dejado su puesto, no habría echo magia y Dumbledore me hubiera dejado todo el verano en Privet Drive encerrado. Tal vez ni siquiera me hubiera permitido subir al tren-

-Yo me enfade mucho cuando me contó lo que te había hecho y la verdad le exigí que me dejara verte pero no quiso. Me dijo que era por tu seguridad -dijo Hermione mostrándose algo enojada- Intenté más de una vez hablar con él, pero siempre me evitaba-

-Me mintió diciéndome que iría por mí para traerme junto a ustedes, en cambio su plan era ocultarme totalmente y evitar que tuviera contacto con el mundo mágico-dijo Harry sintiendo la furia en su voz. La habitación pareció más oscura y tenebrosa. Haciendo que Harry sintiera como si las sombras estuvieran adentrándose en su pecho.- ¿Porque tiene tantas ganas de ocultarme en el mundo muggle?-preguntó mirando a Ron, luego a Hermione-¿alguno le ha preguntado lo que está pensando?-

Ron y Hermione intercambiaron miradas que le decía que estaban preparados para que él se comportara así, lo que empeoró su humor.

-Intente decírtelo varias veces Harry-dijo Hermione volteando el rostro de Harry para que la mirara-Interceptó mis mensajes y solo aquellos que no contenían ninguna información te llegaban, incluso cree mensajes ocultos para que tú los pudieras leer pero… no sé cómo lograba descifrar el contenido. Más de una vez la señora Weasley me impidió enviarte cartas-

-¿Qué?-Grito Harry mientras suponía que su cara mostraba más que enojo pues Hermione se mordió el labio y le abrazo.-No tenía la autoridad para interceptar tus cartas o para impedirte enviarlas, ¿Quién se cree Dumbledore? Si me hubieran dicho algo yo seguro que habría salido de Privet Drive a toda costa-

-Intentamos, pero simplemente nos hizo jurar que no te diríamos ninguna cosa importante. Nos salió con que las lechuzas podrían ser interceptadas-dijo Ron mirando a Harry atentamente-entonces le pedimos a Dumbledore que nos dejara ir a verte y que te contaríamos en persona, pero dijo que...-

-Podrían seguirlos y por lo mismo saber mi ubicación-dijo Harry levantándose bruscamente, asustando a Hermione que lo soltó, él comenzó a caminar por la habitación freneticamente enfrente de los ojos de ellos, porque tenía que hacer algo con la frustración que comenzaba a crecer en su pecho.- Por Dios llevo viviendo 14 años en Privet Drive, incluso Draco lo sabe y si se lo dijo a su padre esa información está ahora con Voldemort, Sería muy estúpido pensar que un mago como el Señor Tenebroso no ha investigado sobre mi vida-

Sintió como las manos de Hermione tocaban su espalda, y lentamente el paso hasta su pecho apretándolo, sentía la cabeza de Mione en su espalda y su respiración golpeando su columna. Ella era lo único que la calmaba en esos momentos.

-Yo también lo supuse se lo dije a Dumbledore, dijo que aunque lo supiera la protección de la sangre de tu mamá era lo que te mantendría a salvo-Dijo la voz de Hermione un tanto ahogada como si estuviera a punto de llorar.

-La protección de mi madre se acabó cuando le di mi sangre, pudo tocarme en el panteón, ningún lugar ya es seguro para mí. Ahora menos que Dumbledore ya no confía en mi- dijo Harry, volteándose lentamente y tomando a Hermione entre sus brazos quería reconfortara y ser el mismo de siempre pero parecía sumido en un mundo lúgubre.

-No seas idiota, él confía en ti-dijo Ron mirándole desconcertado.

-Entonces piensa que no puedo cuidar de mí mismo-Continuó Harry acariciando los cabellos de Hermione.

-Por supuesto que no piensa eso después de todo lo que has pasado estos años-dijo Hermione recostando su cabeza en su pecho.

-Entonces, ¿por qué tengo que estar con los Dursley?, mientras ustedes saben todo lo que pasa-dijo Harry sabiendo enseguida que sus palabras hirieron a Hermione y Ron, pero ninguno dijo nada.-Cómo es posible que no se dé cuenta que podría aprender más estando aquí, que en Privet Drive con 50 inútiles libros, una docena de pergaminos y un estúpido frasco de sangre-

-No se nos permite-interrumpió Ron algo brusco- Mira, no nos deja oír las reuniones siguen diciendo que somos muy jóvenes-

Pero antes de que se diera cuenta, él estaba gritando a toda voz nuevamente.

- ¡Entonces no saben nada! Pero por lo menos no fueron prisioneros, no se la pasan solos entrenando día y noche para no aburrirse, leer una y otra vez los mismos libros sin siquiera saber qué hacer. Estaban aquí juntos haciendo quien sabe que, mientras yo he estado soportando todo el tiempo sin noticias o algún dato que me dijera que hacían algo contra Lord Voldemort. Y con respecto a los de ser jóvenes, he peleado contra Voldemort no solo una vez por si no lo recuerdan en el cementerio fue la tercera, muchas más de lo que cualquier mago lo a enfrentadoYo enfrentado muchas cosas, ¿Quién salvo la piedra philosofal?, ¿quién impidió que el horrocrux de Riddle reviviera?-

Toda la amargura y resentimiento que Harry había estado sosteniendo desde la llegada a la casa de los Dursley, estaba saliendo su frustración de su cuerpo. No podía entender por qué no tener ni una pisca de noticias sobre lo que pasaba le hacía enojarse, además de que le hacía daño el saber que Hermione estaba junto a Ron sin contar con él, su ira de que Dumbledore lo haya encerrado en Little Winging y que le ocultara cosas cuando a principios del curso pasado le había prometido que no le ocultaría nada. Hedwing se asustó tanto por Harry que revoloteaba alrededor de la habitación y se colocó encima del armario, Pigwidgeon revoloteo rápidamente alrededor de Harry y fue a acompañar a Hedwing.

-¿Quién derrotó a un basilisco sin ayuda?, ¿Quién salvó a Ginny sin siquiera titubear un segundo?, ¿Quién rescató a Sirius del beso?, ¿Quién peleó contra cuatro dragones?, ¿Quién enfrentó un laberinto que contenía trapas, esfinges, Graphorn, Billywing por una estúpida competencia?, ¿Quién ha combatido con los dementores sin ninguna ayuda?, ¿Quién vio morir a su amiga delante de sus ojos sin poder mover un musculo?, ¿Quien vio regresar a Voldemort mientras estaba incapacitado por una serpiente?, ¿Quién tuvo que escapar de cientos de Mortífagos? Saben que todo eso solo lo ha hecho una persona. ¡Yo!-

Ron estaba de pie con la boca medio abierta, totalmente petrificado y sin encontrar algo que decir, mientras Hermione lo apretaba con más fuerza y ocultaba su cara en su pecho, poco a poco empezaba a sentir su playera mojada eso le indicaba que estaba llorando, Harry sintió una punzada en su corazón al percatarse de ello.

{Cállate} se dijo mentalmente, pero su boca continuo.

-¿Por qué tendría que saber que está pasando?, ¿Por qué deberían decirme que es lo que está ocurriendo?, ¿Qué importa que aquel que debe matar a Voldemort no tenga ni idea de lo que sucede?, ¿Que importa un idiota como yo?-

Dentro de su cabeza resonó algo como si alguien intentara hablarle. No sabía si era Hermione o sus maestros, pero enseguida cerró su mente completamente no quería gritarles o decir algo malo a ellos en su mente donde todo era peor de lo que decía.

-Harry queríamos decírtelo, de verdad, queríamos -empezó a decir Hermione su voz era ahogada por el llanto y su camisa. Harry se mordió el labio con fuerza y apretó un poco a Hermione acercándola más su contacto parar poder callarse las groserías que quería expresar en ese momento. No quería seguir gritándoles, no deseaba ver llorar a Hermione, quería estar junto a ellos, Sin embargo no podía evitar que salieran esas palabras de su boca.

-Pero nos hizo jurar Harry, nos obligó-dijo Hermione con los ojos llenos de llanto y tomando el rostro de Harry casi con brusquedad. El miró esos ojos que lo habían salvado del beso del Dementor pero con un tono más rojizo.

-Cinco semanas prisionero, sin saber nada de ustedes, con periódicos que solo contenían basura, escuchando conversaciones a escondidas, intentando descubrir si Voldemort había atacado. Si ustedes estaban a salvo-Dijo Harry poniendo su frente sobre la de Hermione.- Quería estar a su lado, quería hacer algo para no sentirme un inútil-

-Escucha Harry, Dumbledore quería proteger…-Comenzó Ron con un tono de enojo.

-¿Protegerme?, Me encerró mientras ustedes pasaban un buen rato juntos ¿verdad?, todos juntos con la gente que los ama, estando felices. Mientras yo me estaba muriendo de rabia y preocupación en un lugar que odio-grito Harry viendo a su amigo. Nadie en ese momento podría detenerlo de decir lo que pensaba.

-No, Harry no es lo que piensas- trataba de hablar Hermione mientras apretaba su camisa con tanta fuerza que incluso él podía sentir como temblaban sus manos.-Nosotros no…no-

Harry no aguanto más que sus palabras hirieran más a Hermione. Se mordió el labio lo más fuerte que pudo, el sabor a metal recorrió su boca, había provocado algún daño en su labio pero era la única forma de controlarse en ese segundo.

-¡Perdón Harry!-gritó Hermione desesperada sus ojos brillaban como nunca y sus lágrimas salían sin control-¡Tienes toda la razón, Harry!, ¡Yo estaría furiosa si me hubiera pasado a mí!-

Harry dio unos pasos para atrás no quería lastimar más a ninguno de los dos con sus palabras, sintió la puerta en su espalda, quería salir y alejarse de todo, pero algo se lo impedía algo le dijo que si salía jamás se lo perdonaría. Entonces golpeó la puerta con desesperación provocándole que sus nudillos se llenaran de sangre y que el dolor invadiera su mano. Ron se puso pálido y Hermione se preocupó, tomó sus manos queriendo evitar que se hiciera más daño.

-¿Cuánto llevan aquí?-dijo Harry sin ver le los ojos, tenía que calmarse de una forma o de otra.

-Casi tres semanas-dijo Ron - Bueno Hermione tres semanas, yo llevo cuatro-

-¿Quién está en la Orden del Fénix?-continuo Harry que necesitaba respuestas.

-Bastantes personas-Dijo Hermione esta vez entrelazando sus dedos.

-Hemos conocido alrededor de veinte de ellos- dijo Ron- pero creemos que hay más-

-¿Que saben de Voldemort?, ¿qué está haciendo?, ¿qué trama?, ¿dónde está?, ¿qué hacen para pararle los pies?-dijo Harry poniendo su espalda fuertemente contra la puerta queriendo sacar todo pensamiento de su mente.

-Te lo hemos dicho, la orden no nos deja oír sus reuniones-dijo Hermione con vos nerviosa mientras le miraba atentamente y el solo veía esos ojos que lo calmaban- por eso no sabemos ningún detalle,-Se mordió un labio seguramente había algo que la ponía más inquieta.

-¿Qué pasa?-Pregunto Harry.

-Dumbledore me propuso estar dentro de la orden, solo para analizar situaciones y dar mi opinión.-dijo Hermione lentamente con preocupación, Ron parecía sorprendido con esa información. Su novia espero un minuto seguramente a que él gritara o que dijera algo malo en contra de esa situación pero el sabía que había elegido-No acepte ya que solo me dejaría entrar si no te decía nada- Harry asintió y le sonrió un poco, no podía hacerlo bien pero era la mejor sonrisa que tenía en ese momento; a Hermione aun le salían lágrimas, mucho menos, pero de vez en cuando dejaba caer una, sin siquiera proponérselo alzo una mano y le limpió las mejillas dejando un rastro húmedo. Su novia sonrió y tomo su mano pidiéndole silenciosamente que dejara su mano sobre su rostro.

-Intentamos escuchar por las puertas-dijo Ron después de unos segundos-Fred y George han inventado orejas extensibles, son muy prácticas-

-¿Orejas?-Pregunto Harry mirando de reojo a Ron.

-Las estuvimos utilizando para escuchar a escondidas sin en cambio mi mamá se dio cuenta que las ocupábamos, se puso histérica-dijo Ron acercándose un poco -Fred y George tuvieron que ocultar todo lo que han inventado, son cosas geniales Harry, dicen que sin tu ayuda jamás las hubieran podido realizar. ¿A qué se referían?-

-¿Qué fue lo que escucharon antes de ser descubiertos?-Preguntó Harry sin hacerle caso a la pregunta.

-Muchos de la Orden estaban persiguiendo a los Mortífagos, vigilándolos, ya sabes-dijo Hermione sonriendo un poco, Harry se sentía calmado por primera vez.- Algunos intentan reclutar a más personas para la orden-

-No lo lograran. No mientras el Ministerio niegue que Voldemort no ha regresado ellos jamás se nos unirán, no sin pruebas-dijo Harry pensando en que pruebas podría conseguir.-Algo más-

-Solo algunas cosas de Gringotts sin importancia, algo de que Hagrid ya estaba en las montañas junto con Madame Máxime-Dijo Ron con su voz normal.

-¿Qué ha pasado con Dobby?- dijo Harry recordando la primera semana en casa de los Dudley cuando había intentado llamarlo para saber algo y por qué las cartas de Ron y Hermione eran insuficiente, sinceramente también había esperado que el elfo pudiera sacarlo de ahí, en cambio esperó por horas pero jamás apareció.

Ron hizo una mueca y desvió la mirada, Hermione también desvió la mirada.

-¿Donde esta Dobby?- dijo Harry firmemente.

Dos fuertes craks sonaron en la habitación, Fred y George se encontraban parados a espaldas de Hermione, se habían materializado en medio de la habitación.

-¡Dejen de hacer eso!-dijo Hermione enojada a los gemelos quienes tenían una sonrisa de oreja a oreja.

-Hola Harry-dijo George, sonriéndole y caminando hacia el- Nos pareció escuchar tu dulce voz. Te ves increíble-

-No reprimas tu enfado, deja salir todo lo que llevas dentro- dijo Fred echándole una mano por el hombro -debe de haber un par de personas a cincuenta millas que no te han oído-

-¿Aprobaron su examen de aparición?-dijo Harry sonriéndoles.

-Con honores-dijo George haciéndole una reverencia saco de su bolsillo una insignia grande y de color carne- todo gracias a tus consejos el año pasado-

-Fueron ustedes los que lo realizaron yo no tuve nada que ver-dijo Harry calmadamente.

-No se pueden tomar treinta segundos más para baja como a todos-dijo Ron molesto.

- El tiempo es galeones, pequeño hermano-dijo Fred sonriéndoles- Así que hemos decido venir a contarle a Harry nuestros avances así como también informarle de sus ganancias-

-¿Ganancias?-dijeron Ron y Hermione.

-Veras Harry, estamos en transición de la producción en masa, ponerlas en venta y como tú eres nuestro director-dijo Fred guiñándole el ojo- te toca el 50% de las ganancias y el otro veinticinco a cada uno-

-¿Director?-dijo Ron algo sorprendido.

-Si hermanito, él nos enseñó lo que sabemos así que le daremos una parte-dijo cortantemente George sin prestarle atención a Ron.

-¿El 50% es mucho para alguien que les enseñó?-dijo Hermione alzando una ceja que demostraba sus dudas.

-Quédense con el 100% no me importa el dinero-dijo Harry algo impaciente primeramente por Dobby aunque también quería ocultar que los había financiado.

Fred y George se miraron mutuamente como si hubieran esperado esa respuesta.

-Genial, lo bueno es que te hemos puesto con el 30% y nosotros con el otro 33% dejando el otro 4% para hacer más investigación-dijo George guiñándole un ojo igual que su hermano.

-Les daré el 5% a cada uno si averiguan que pasa abajo ahora mismo-dijo firmemente Harry tenía unas ganas enorme de terminar la conversación por su preocupación de Dobby y aún más por las caras que hacia Hermione. La puerta se abrió de golpe mostrando a Ginny un tanto temerosa, enseguida se vio sorprendida por cómo estaba el ambiente.

-Hola Harry- dijo con una gran sonrisa-me pareció oír tu voz. Te ves...-

-Hola Ginny si era yo y se cómo me veo, gracias-dijo Harry sentándose en la cama las ansias por saber que había pasado con Dobby empezaban a irritarle nuevamente.- Entonces que dicen-

-Si utilizamos las orejas extensibles tal vez escuchemos algo- dijo Fred a George.

- Imposible-dijo Ginny mirando a Harry curiosa.

-¿Cómo sabes?- dijo George con cara deprimida.

-Tonks me dijo que mamá le ponía un encantamiento imperturbable en la puerta de la cocina- dijo Ginny mostrándole la lengua a su hermanos.

- Perfecto- dijo Ron casi deprimido.

-Si pudiera hacer magia ya sabríamos que pasa-dijo Harry cruzando los brazos mientras pensaba en todas las posibilidades de que Dobby estuviera metido en problemas.- También podría utilizar runas y…-

-No Harry-dijo Hermione tomándole la mano- Por favor no te metas en más líos, si Dumbledore o cualquiera allá bajo se entera tendrás muchos problemas-

Harry miro la cara de Hermione de verdad estaba preocupada y el solo asintió. Pero miró a los gemelos.

-¿Tienen alguna información para mí?-preguntó Harry a Fred y George sabiendo que Hermione y ron parecían estar más interesados en ver su estado de ánimo. Ambos hermanos sonrieron con satisfacción y se sentaron enfrente de Harry.

-Por supuesto-dijeron al unísono.

-Comiencen-dijo firme Harry sintió la mano de Hermione intentar sostener su brazo, el simplemente relajo sus brazos y acepto su mano.

-Dumbledore está intentando reclutar a todos los magos extranjeros que pueda, ya ha metido a Charlie, Bill y Percy, fallando con este último por su trabajo en el ministerio, ha sido un patán se ha portado como si nuestra familia estuviera en contra del ministerio nos recordó al verano pasado cuando parecía idolatrar al señor Crouch-dijo Fred su sonrisa desapareció por un segundo- Por cierto, no menciones a Percy en frente de mamá siempre se echa a llorar, creemos que él ha abandonado este bando-

Harry sintió una punzada en su interior, podía creer que no estuviera con la orden del fénix pero hacerse mortífago era imposible. Había algo muy raro en eso.

-Continúen-dijo Harry dándose cuenta que habían guardado silencio.

-Él ahora tiene el puesto del señor Crouch, la Orden tiene ya a varios espías dentro del círculo de Voldemort pero al parecer no conocemos ningún otro que no sea Snape-dijo George-Dumbledore piensa seguir reclutando gente durante este curso, haciendo investigaciones y creemos que trata de evitar que el ministerio metas las narices en Hogwarts-

Harry absorbió la información lo más rápido que pudo tenía que terminar eso y continuar su conversación de Dobby con Hermione y Ron.

-Y cómo pensaste a finales del curso pasado, intenta tener a la nación duende de nuestro lado-dijo Fred poniéndose algo serio.

-¿Ya cuenta con la ayuda de la nación duende?-dijo Harry con ansias.

-No, al parecer no puede meter sus manos en Gringotts, pero por lo que hemos visto estos días en el callejón Diagon parece que quien tu sabes quiere apoderarse del banco más de media docena de mortífagos la visitan constantemente-dijo Fred rápidamente.

-¿Cómo que apoderarse?-preguntó Hermione que parecía interesada.

-Los duendes han estado protegiendo Gringotts, y parecen más oscos de lo normal incluso parece que están armando su propia estrategia contra los mortífagos. Yo personalmente pienso que si no llegamos a un acuerdo con ellos pronto, podrían poner un acuerdo con ellos-dijo Fred muy claramente, pero su voz tembló.

-Ya veo-dijo Harry despeinándose el pelo.- ¿Han entregado algún sortilegio a Dumbledore?-

-Si-dijo George algo temeroso-pero solo algunos sin importancia que son baratos y sin algún poder real, cuando mamá nos atrapó con las orejas extensibles nos obligó a darle un par y después nos dejó en paz-

Harry suspiró pesadamente, no sabía por qué pero ahora sentía que también estaba peleando con Dumbledore por poder para derrotar a Voldemort.

-Todos los chulos y muy útiles los guardamos para ti en especial Harry- dijo George mostrándole una sonrisa.

-Genial, les agradezco mucho pero por ahora guárdelos bien, llegara el momento en que tenga que ocuparlos y los quiero en buenas manos-dijo Harry dándoles una sonrisa rápida.

-No dejaremos que caiga en manos de Dumbledore-dijeron los gemelos.

Ron parecía enojado y molesto pero no abrió su boca. Harry suspiró pesadamente, se sentía más cansado como si no hubiera dormido en varios días, miró a Hermione quien se mordía un labio demostrando su impaciencia.

-¿Cuento con todos aquí en la habitación? o ¿no?-dijo Harry mirando en especial a Ron.- Porque si van a seguir lo que dijo Dumbledore los quiero afuera-

-Estamos contigo-dijeron los gemelos y Ginny, pero Ron y Hermione permanecieron callados.

-¿Eso es un no?-preguntó Harry con voz dolida, girando la cabeza a Hermione la cual se mordió el labio con más fuerza, el simplemente la miro.

- No es eso Harry, pero considéralo Dumbledore está también luchando con Voldemort y trata de protegerte a ti-dijo Ron acercándose y sentándose a un lado de él.

-No sé si hace lo correcto Harry, pero él está intentando hacer lo mejor que puede-dijo Hermione acariciando la mano de Harry-Y antes de que hagas conclusiones apresuradas te diré que no me parece lo que te hizo y que de verdad creo que es un poco tonto al no confiar en ti-

-Su última decisión de protegerme casi me quita el alma y a mi primo- dijo Harry recordando cada mala decisión del viejo profesor.- No dijo que sea mala persona ni mucho menos, pero en su afán de evitar que yo salga herido o mal parado, resulta completamente lo contrario- Subió la vista para ver a todos, mientras George y Fred lo miraban atentamente. Ginny parecía mirar a Ron quien parecía sentirse muy incómodo.

-Sé que aun soy muy joven, sé que nunca he visto una guerra como el, sé que una mala decisión y podría morir-dijo Harry volteando a ver a Hermione la cual lo miraba con los ojos rojos, tomó su rostro entre sus manos-pero el que ha cargado con todo eso he sido yo, solo quisiera que no me excluyera de lo que tendré que hacer tarde o temprano-

-Siempre contaras con nuestro apoyo Harry, pero debes intentar comprender a Dumbledore- dijo ron con una voz frágil.- Él solo intenta mantenerte a salvo-

-¿Aprisionándome? ¿alejándome de lo que más amo? -dijo Harry mirando al Ron con algo de enojo.-No tienen ni idea de lo que he pasado, he perdido muchas cosas a lo largo de mi vida, y poco a poco siento que me estoy perdiendo a mí mismo-

Estaban a punto de decir algo pero enseguida, se escucharon unos pasos subiendo la escalera.

-Ahora no-dijo Ron enojado-Demonios-

Fred y George desaparecieron de la habitación, segundos después la señora Weasley apareció por la entrada de la habitación.

-La reunión ha acabado, ahora podemos bajar a cenar. Todo el mundo se muere por verte, Harry ¿Qué te ha pasado en las mano?-dijo la señora Weasley al percatarse de que un hilillo de sangre salía de ella.- ¿Qué ha pasado?-

-Nada que importe. Este mes casi he muerto, he estado recluido una semana en mi habitación, he estado solo y nada ha pasado, un poco de sangre no hará un cambio-dijo Harry sintiéndose raramente enojado.

Nadie dijo nada ni siquiera la señora Weasley pudo hacer un comentario sobre eso.

-Ahora bajamos mamá-dijo Ron rápidamente-Solo curamos a Harry y bajamos-

-Bien, es mejor que se apuren-dijo la señora Weasley con su voz quebrada. Pero seguía parada en la puerta, hasta que Ginny se dirigió afuera y cerró la puerta detrás de ella.

Harry se quitó el monedero de cuello y se lo entregó a Hermione.

-Deberías utilizarlo tú de todas formas yo ni siquiera he podido sacar nada de ahí en todo el verano-dijo Harry dejándolo sobre las palmas de Hermione.-Además tú tienes el permiso especial del ministerio-

Ella parecía triste y preocupada, convoco unas pociones y se las paso a Harry, tomó un trago sin pensarlo, enseguida sus manos se curaron incluso el labio le dejo de arder. Los dos miraban intentando sonreírse mutuamente mientras, Harry temía que si no preguntaba rápidamente volvería a gritar.

-Entonces ¿qué le ha pasado a Dobby?-dijo Harry recordando el tema antes de que fuera interrumpido por Fred y George.

Hermione suspiro largamente y se mordió el labio, Harry sabía que tenía algo en la mente.

-Dumbledore lo encerró en Hogwarts junto con los demás elfos, para evitar que fueran a traerte de la casa de los Dursley-dijo Hermione dejando salir sus palabras lentamente como si temiera que Harry gritara más fuerte que nunca.

-Genial-dijo Harry sobándose la sien.

-Mira- musito Hermione suavemente casi a su oído- sabíamos que ibas a estar enfadado, y realmente no te culpamos, pero intenta entenderlo. Intentamos persuadir a Dumbledore-

-lo sé-dijo Harry cortamente. Busco alrededor algún tema que no volviera al viejo director. Cada pensamiento que hacia Dumbledore hacia que el interior de Harry quemara de ira otra vez.

-Podemos olvidar al profesor, ahora solo quisiera...-dijo Harry tratando de hacer que sus sentimientos dieran la vuelta, acaricio la mejilla de Hermione- Estar contigo-

Hermione lo miro fijamente a los ojos.

{Lo siento mucho mione} dijo Harry mentalmente tratando que su voz sonara cálida.

{Yo también lo siento, de verdad Harry} la voz de Hermione y enseguida Harry la besó dejando un poco cortada su conversación pero necesitaba eso más que nunca.

-Bien ahora podríamos bajar. Estoy hambriento-dijo Ron tomando el baúl de Harry que no seguía al pie de la puerta, y lo puso al pie de la cama.

Harry sonrió un poco.

-Nos podrías dar un momento, Ron-Dijo Hermione aun mordiéndose el labio.

Ron alzó una ceja he iba a hablar pero Hermione negó con la cabeza.

-Es sobre nuestro noviazgo si quieres escuchar puedes quedarte-dijo Hermione lentamente.

-Bien los veo en la cocina-dijo Ron saliendo rápidamente por la puerta sin siquiera prestar atención a que Hermione suspiraba pesadamente. Harry miro a Hermione y notó que empezaba a preocuparse.

¿Está todo bien?-Comenzó Harry, pero Hermione lo abrazó con fuerza.

-Está todo bien pero…Necesitaba contarte algo y no podía enfrente de Ron-Dijo Hermione subiendo el rostro se mostraba preocupada y tenía los ojos rojos.

-¿Es sobre Dumbledore?, ¿Verdad?-dijo Harry saben que ella estaba con algo girando en su mente.

Hermione asintió y lo beso rápidamente.

-¿Qué paso?-dijo Harry acariciándole las mejillas. Hermione dejo caer dos lágrimas.

-Dumbledore me vino a ver antes de traerme aquí-dijo Hermione mordiéndose nuevamente el labio-Me habló de muchas cosas que yo sabía, pero supongo que él pensaba que no-

Hermione guardó silencio como si esperara que él se enojara y gritara, eso lo molestó un poco.

-Continua-dijo Harry con voz cálida.

-Me comentó que tenías un Horrocrux, que no tenía idea de cómo aprendiste a utilizar magia tan avanzada, se sentó a explicarme que todo lo que hiciste era imposible para alguien de tu edad. Yo no le comenté nada de tus maestro ni de los anillos excalibur pero me pidió que te sacara esa información y que si pudiera también le informara de cómo te sentías y que planeabas-Dijo Hermione viéndolo y moviendo un poco su pierna nerviosa-Obviamente me negué, pero cuando me hizo jurar que no te diría nada. Y casi hace… bueno por poco juro…-

-¿Qué?-Preguntó Harry preocupado.

-Casi me hizo jurar que dejaría se ser tu novia y solo sería una amiga. Luego de que no lo logró me pidió que lo hiciera diciéndome que podría ser un problema nuestro noviazgo con tus sentimientos tan revueltos, incluso me dijo que podía estar mi vida en peligro-dijo Hermione tan rápidamente que Harry tardo un segundo en comprender.

-¿Qué te pidió qué?-Gritó Harry esta vez era de sorpresa y de enfado.

-No te enfades-dijo Hermione pegándose más- Yo me negué a todo, incluso se molestó conmigo pero jamás, escúchame bien jamás aceptaría algo así. No me importa nada más que estar a tu lado-

Harry se pasó la mano por el pelo intentando aclarar sus ideas después de un segundo, sintió que no podía enojarse más en su vida, así que solo asintió mientras internamente se juraba que si Dumbledore alejaba a Hermione de su lado, todo su enojo se volcaría ya no contra Voldemort si no contra el Director.

-Hermione-dijo Harry pegando su frente a la de la chica que tenía los ojos enrojecidos pero con una leve sonrisa y luego besando su pequeña nariz.-No te preocupes no estoy enojado por eso, bueno si pero no contigo y créeme no haré nada aun contra Dumbledore, no a menos que de verdad se meta en nuestra relación.-

-Estoy de acuerdo en todo lo que quieras hacer-dijo Hermione sonriendo de verdad- Dumbledore puede decir lo que quiera, no me importa pero… Ron está un poco cabezota últimamente, ya viste como se enojó-

-Sí, lo vi-dijo Harry besando esos labios que lo hacían enloquecer-pero lo que más me importa ahora es que ahora estoy de nuevo a tu lado-

Hermione parecía más tranquila se vieron durante unos minutos mientras disfrutaban de la presencia del otro.

-Será mejor que bajemos si no la señora Weasley subirá-dijo Hermione parándose y jalando su mano.

Comenzaron a bajar, Harry caminó rápidamente, pero ella lo detuvo del brazo.

-No hagas ruido, Harry-dijo Hermione susurrando. Harry no entendió por qué había que guardar tanto silencio pero simplemente asintió.

En ese segundo se cerraba la puerta de la entrada y vio a Lupin, Tonks y la señora Weasley parada en el pasillo seguramente despidiendo a los demás invitados, caminaron un poco hacia ellos y enseguida se voltearon a verlos.

-Vamos a comer abajo, en la cocina-susurró la señora Weasley, acercándose a la escalera.- Harry, cariño, podrías andar de puntitas a lo largo del vestíbulo hasta la puerta de allí-

-¿Por qué?-Preguntó Harry viendo a Hermione en lugar de la señora Weasley.

Un sonido surgió del pasillo donde estaba Tonks y Lupin.

-Tonks- sollozó la señora Weasley exasperada, girándose para mirar detrás de ella.

-Lo siento- gimió Tonks, estaba tirada en el suelo-es ese estúpido paraguas de ahí, es la segunda vez que me tropiezo con...-

Pero el resto de sus palabras fueron cortadas por un horrible y ensordecedor chillido que helaba la sangre, las cortinas de terciopelo donde Harry había pensado que estaba una puerta, se abrió completamente. No había ninguna puerta detrás de ella. Por un segundo pensó que era una ventana pero enseguida se dio cuenta que era una foto de una mujer mayor vestida con capa negra, gritaba como si la estuviera torturando, era el retrato más realista que había visto en su vida. La mujer vieja está babeando, sus ojos estaban girando hasta quedarse en blanco, la piel amarillenta de su cara se estiraba hasta tensarse cuando ella gritaba y empezaba a llorar también.

-Suciedad, escoria, productor de la suciedad y repugnantes, medio desarrollados, mutantes, subnormales, largaos de esta casa como se atreven a venir a la casa de mis padres-

Harry caminó rápidamente y sin pensarlo sacó un montón de magia que movió el cuadro bruscamente casi desprendiéndola de la pared, pero el cuadro parecía soldado a la pared. El retrato de la vieja mayor pareció bajar su tono, Tonks se disculpaba mientras una enorme mano intentaba retirar a Harry pero este no cedió ni un poco. Su coraje había llegado al límite.

-¡Cállate ahora mismo o quemaré el retrato!-grito Harry con todas sus fuerzas viendo a la anciana callarse y mirarlo casi con odio. Dejando en silencio el vestíbulo, incluso escuchó algunos pasos sin mirar de quien eran.

-No te atreverías-dijo la anciana después de estar mirándolo unos segundos.-Soy la dueña de esta casa-

-No me importa si es la reina de Francia, le juro que si la escucho otra vez gritar así. Cancelare que salga del retrato y le prenderé fuego sin siquiera chistar-dijo Harry mirándola con toda la furia que podía.

-No tienes la magia suficiente, soy indestructible-dijo el cuadro galardonado su imagen.

-Tengo la suficiente magia y créame no hay nada indestructible en este mundo. Así que nadie, escuche bien, nadie debe oír nuevamente su asquerosa voz-dijo Harry y apunto con una mano a la anciana.-Sé que con el tiempo el hechizo terminara y su cuadro se destruirá junto con usted, pero seguramente no quiere que sea antes de tiempo-

La anciana se pudo más pálida como si la tinta de repente se hubiera sido pintada con colores claros. Harry sintió su coraje disminuir pero utilizo lo último que tenía para continuar, la magia de aquel retrato era extraña y se despreciaba esa sensación.

-Una vez más y despídase de esta casa-dijo Harry sonriendo fríamente-ok-grito firmemente.

La anciana titubeo un segundo y después asintió con la cabeza.-Bien-

Enseguida Harry unas manos lo jalaron no eran toscas como las que le sostenían los hombros más bien suaves, giro y vio como Hermione le sostenía, el que le había puesto las manos en los hombros era Sirius que tenía una sonrisa. Se cerró la puerta de golpe y corrieron las cortinas. No podía enojarse más de lo que había pasado esa noche, estaba cansado y muy hambriento. Su padrino lo soltó pues Hermione lo miraba con insistencia. Nunca supo de qué manera se frustro en un segundo y toda la ira regresó a su cuerpo de golpe, era como si nuevamente todo su enojo que dejó escapar hacia unos minutos no hubiera salido de su cuerpo.

-Hola Cachorro-dijo alegremente-Veo que has puesto en su lugar a mi madre-

-¿Tu madre?-Dijo Harry abriendo la boca mucho- Esa vieja loca-

-Sí-dijo Sirius alzando una ceja- Hemos intentado sacarla durante un mes pero pensamos que puso un encantamiento adhesivo permanente al dorso del cuadro. Bajemos las escaleras, rápido, antes de que se despierte otra vez-

-En cuanto pueda usar magia, la despego y la enviamos al polo norte si quieres-dijo Harry haciendo una mueca de repugnancia a donde estaban las cortinas.-Escuchaste-gritó para saber si otra vez empezaría a gritar, pero nada paso.

-Fantástico, llevamos días intentando que este quieta. Solo necesita a un adolecente furioso para que se callara. Interesante-dijo Sirius riéndose y dándole un palmadita a Harry.

Hermione se mantenía a su lado con los dedos entrelazados, enseguida vio como la señora Weasley se percataba y hacia una mueca de desagrado.

-A todo esto ¿qué hace tu madre aquí?, dijo esto es una guarida de mortífagos -caminando en dirección de la puerta que le había señalado Sirius no quería seguir viendo a la Señora Weasley pues la mueca se intensificaba a segundos al igual que su enojo.

-¿Nadie te ha dicho?-dijo Sirius mirando a todos los que estaban detrás de ellos tres, Lupin solo suspiro y Tonks alzo los hombros, la señora Weasley negó-Es la casa de mis padres-explicó su padrino-pero ahora es mía ya que soy el último Black vivo. Se lo ofrecí a Dumbledore como cuartel general, es la única cosa útil que he podido hacer.-

-Si todo sale bien, pronto tendrás tu libertad y podrá librarte de este encierro maldito-dijo Harry sonriéndole a su padrino.

-¿De qué hablas Harry?-dijo Hermione y Lupin, empezaban a abajar la escalera hacia el sótano que también era cocina.

-Tu audiencia para ser libre, ¿lo olvidas?, el día de la última prueba me llegó una lechuza diciendo que te presentaras el día 12 de agosto para tu anuencia-dijo Harry sabiendo bien que no había podido decírselo a su padrino en la enfermería.

Sirius, Hermione y todos los demás lo miraron con sorpresa, su padrino sonrió como nunca antes lo había visto.

-¿De verdad cachorro? ¿No es una broma?-dijo casi saltando de alegría.

-Nunca jugaría con un tema así. Una empleado del ministerio me escribió diciendo que ese día te presentaras a tu audiencia, con los testamentos de mis padres quedas exonerado de traición al juramento y estuve pensando que si te sometías a la prueba del vitacerum, te libraras de los cargos por el asesinato de los muggles y Colagusano, aunque creo que tal vez tengamos que pagar una multa por tu escape de Azkaban, si intentan ponerte algún cargo de este tengo una defensa que puedo decirte después para que no tengan opción de enviarte nuevo -dijo Harry sonriendo aunque la sentía forzada.

-Entonces ¿puedo ser libre?-dijo Sirius casi como si estuviera viviendo un sueño.

-Serás libre-Corrigió-de eso yo me encargo-dijo Harry mirando la cocina apenas un lugar iluminado era sombrío que se veía de aspecto tenebroso y las paredes de piedra lisa. La mayor parte de la luz venia de un gran fuego situado en una chimenea al otro lado de la habitación. Una gran mesa en forma rectangular rodeada de un montón de sillas, vio como una estufa estaba encendida y un lugar para cocinar se encontraba a lado de ella. Captó el delicioso aroma de la comida que se cocinaba.

El señor Weasley y Bill parecían hablar pero cuando se dieron cuenta de la presencia de Harry se silenciaron.

-¿Harry entonces has averiguado algo para tu audiencia?-dijo Hermione con molestia por la actitud del Señor Weasley.

-Sí, leí todo lo que pude de leyes mágicas, tengo mi defensa y cuando llegue el momento sé qué hacer-dijo Harry mientras le sonreía a Hermione.

-El 12 de agosto también tenemos la audiencia para ver qué rumbo tomara Pendragon-dijo Ron acercándose ya que él había estado parado junto a las escaleras.

-Ya lo hablamos Ron-dijo Hermione disgustada.-Es indefendible, además de que Dumbledore no quiere que continuemos con ella-

-Sé que lo has dicho, pero tal vez Harry sepa algo que tu no-dijo Ron enojado también.

Harry negó con la cabeza.-También he intentado hacer una defensa pero Mione tiene razón, es indefendible. Lo logramos por el torneo de los tres magos pero nada más. Aunque a me gustaría continuar-acerco a Hermione por la cintura, ya que parecía un poco triste al escuchar sus palabras -Algún día podremos alzarla de verdad, los tres juntos-

{Algún día, te amo} dijo Hermione con voz cálida y mirándolo a sus ojos.

{Te amo, Mione. No sabes el dolor que pase por no saber nada de ti} dijo Harry sonriendo sinceramente.

-Harry-dijo el señor Weasley acercándose y estrechándole la mano enérgicamente-Es muy bueno verte-

Harry observó como Bill guardaba rápidamente los rollos sobre la mesa y parecía nervioso porque lo observaba atentamente.

-Tranquilo Bill, no me interesan los planes de Dumbledore-le grito Harry sintiéndose enojado por sus actitudes. EL señor Weasley sonrió un poco aunque palideció y casi temeroso, al igual que Bill.-Ya tengo los míos-

-¿Tuviste un buen viaje Harry?-preguntó Bill desde el otro lado levantando algunos papeles aunque ya tenía doce rollos bajo el brazo-Pensé que Moody te traería en algún dispositivo muggle-

-Lo intento-dijo Tonks que caminaba hacia el para ayudarle, pero en el camino derribó una vela sobre la mesa-Lo siento-

-No importa querida-dijo la señora Weasley con tono exasperado, mientras regresa la vela a su lugar y quitaba la cera de encima. Gracias a un descuido de Bill vio un plano completo enseguida cerró los ojos y guardó esa imagen mentalmente.

{Bien pensado mi niño, supongo que será útil} dijo la voz de Sly parecía calmada y muy agotada.

{Si supongo que de algo servirá} dijo Hermione que había escuchado a Sly.

{¿Para qué Dumbledore querrá un mapa de Gringotts? No pensará en atacarlo o ¿si?} Harry abriendo los ojos.

{No creo que sea tan tonto}Dijo Hermione alzando los hombros.

La señora Weasley pareció percatarse de que Harry lo había visto y alzó el plano con la varita enrollándolo nuevamente, tan rápido que pareció un resorte.

-Por cierto Tonks, ¿Porque Moody no me trajo en algún coche muggle?-dijo Harry desviando la conversación.

-Porque ninguno sabe utilizar uno-dijo Tonks sentándose y pareciendo tan apenada, casi parecía una niña regañada algo que no le pegaba nada-Supongo que esa es la única razón-

Bill sacó su varita y dijo 'evanesco' y los rollos desaparecieron.

-Siéntate Harry- dijo Lupin sentándose - ¿Conoces a Mundungus, verdad?-

Algo que aprecian harapos se movió y Harry lo miro era un mago demasiado bajo, parecía estar durmiendo en una silla sin preocuparse de nada.

-Así que ese es el que me ha dejado a merced de los dementores-dijo Harry mirándolo pero no sentía resentimiento alguno hacia el mago.-Veo que le importa mucho mi vida-

En ese segundo ronco como si hubiera escuchado a Harry. Ginny y Tonks se rieron un poco.

- La reunión ha terminado-dijo Sirius pateando la silla y tirando al hombre-Harry ha llegado-

-¿Quién?, ¿qué?, cómo?-dijo Mundungus mirando exaltado enseguida miro a Harry a través de su pelo color rojo-ah sí, sí, ahí veo ¿estás bien?-

-Sí-dijo Harry alzando los hombros-Si con eso te refieres a que casi un Dementor me saca el alma, si me encuentro en perfecto estado- Harry caminó a una silla siendo guiado por Hermione que no le prestó atención a su comentario y ambos tomaron asiento sin soltarse para nada.

-Lo siento-dijo gruñonamente Mundungus-Aunque no fue del todo mi culpa... si esa squib no hubiera tenido que ir de compras...-

-Quieres callarte-dijo Harry fríamente sin mirar a Mundungus el cual tembló un poco, él prestaba atención a la señora Weasley que discutía algo con el señor Weasley muy alejados para seguir su charla.- La señora Figg no es squib ahora, te sorprenderá cuando la veas y no te preocupes no te echo la culpa a ti-apresuro sus palabras dándose cuenta que todos lo miraban.

-Si quieren la cena antes de la media noche necesitare una mano-dijo la señora Weasley llegando rápidamente interrumpiendo la charla. Harry se comenzó a pararse pero la señora Weasley le sonrío-No, tu puedes quedarte donde estas, Harry, querido has tenido un largo viaje-

-¿Qué puedo hacer, Molly?-dijo Tonks entusiasmada, saltó hacia adelante. La señora Weasley vacilo y la miro aprensivamente algo que a Harry le aprecio demasiado irritante, le caía muy bien Tonks.

-No, has tenido un viaje largo junto a Harry, mejor descansa, has hecho suficiente hoy-dijo sonriéndole enseguida se posó su mirada sobre Hermione.

-No, estoy bien, tengo energía suficiente, quiero ayudar-dijo Tonks alegremente, pero la señora Weasley, Tonks se sentó un poco mal humorada -Hermione cariño me darías una mano-

{Demonios} dijo Harry mentalmente aunque gruño un poco.

{Lo se me ha mantenido ocupada todo el tiempo parezco su esclava} dijo Hermione irritada pero aun así se levantó y fue a ayudarla.

{¿Le pido que te quedes conmigo? seguro no me lo niega después de todo lo sucedido} dijo Harry pensando rápidamente, aun deseaba pasar el mayor tiempo a su lado.

{No, descuida estoy bien} dijo Hermione sonriéndole a la distancia, esa sonrisa lo hizo suspirar, veía su linda figura caminar coquetamente, aunque varios se dieron cuenta de cómo la veía nadie dijo nada.

Pronto una serie de cuchillos cortaban la carne las verduras, mientras Hermione las vigilaba, la señora Weasley supervisaba la caldera que colgaba sobre fuego y los demás acomodaban en la mesa platos, copas y los alimentos de la despensa.

-Harry, por cierto el viaje en la saeta ha sido increíble-dijo Tonks poniendo sus manos sobre su barbilla, apoyándose sobre la mesa y sonriéndole.

-Lo sé es veloz-dijo Harry devolviéndole la sonrisa.-Es una de las mejores cosas que me han pasado-

-¿Has tenido un buen verano hasta hora?-preguntó Sirius que se encontraba sentado junto a Lupin y después de Lupin estaba Tonks, los tres enfrente de Harry.

-No, ha sido horrible, he sido prisionero en Little Winging. Creo que odio Privet Drive-Dijo Harry sonriendo.

Una sonrisa salió de los labios de su padrino, enseguida Lupin le dio un codazo.

-Bienvenido a mi vida Harry-dijo Sirius casi parecía una burla en toda regla.

-Supongo que con el disfraz de perro ahora no funciona también, Colagusano ha de haberle dicho a Voldemort y han de buscarte o ¿me equivoco?-dijo Harry esa fue de sus primeras preocupaciones cuando estuvo en la casa de los Dursley.

-Tienes razón. No hay mucho que pueda hacer para la Orden... o eso es lo que piensa Dumbledore-algo en el tono de voz seco con que Sirius pronuncio el nombre del director le dio a entender que él tampoco estaba en buenos términos con el director.

-Se equivoca, puedes hacer más, cuando te liberen podrás investigar libremente incluso podrías entrar al castillo para servir de guardia por si aparece alguien no deseado-dijo Harry sonriéndole a su padrino este le regreso la sonrisa.

-Si ya me canse de la limpieza-dijo Sirius volvía a tener el tono soñador.

-¿Qué limpieza?-preguntó Harry.

-Estamos tratando de hacer que este lugar adecuado para la vida humana-dijo Sirius agitando su mano-nadie ha vivido aquí durante diez años, desde que mi despreciable madre murió, a no ser que cuentes al viejo elfo doméstico, y el solo me perturba, no ha limpiado nada en años-

-¿Por qué no?-dijo Harry sabiendo que los elfo eran muy trabajadores, observó que Ron platicaba con Ginny al otro lado del lugar, llama su atención que ambos parecieran estarse peleando y de vez en cuando alguno volteara a verlo.

-Por qué no me quiere aquí, dice que soy traidor a la sangre y esas tonterías de mortífagos mi hermano le metió esas estúpidas ideas-dijo Sirius pareciendo agotado- El viejo elfo pare casi trastornado y enojado todo el…-

-Fred... George... no, solo llévenselos normalmente-grito la señora Weasley en ese momento.

Harry, Sirius, Lupin y Tonks miraron a su alrededor en una fracción de segundos saltaron lejos de la mesa. Fred y George habían encantado un caldero de guisado, que empezaba a salirse de control, cayó sobre todo el lugar salpicando los cuchillos, que vibraron amenazadoramente y salieron disparados en dirección directa hacia donde estaba el.