Hola de nuevo, soy de los que le gusta escribir poco al principio y dejarles la historia para que ustedes la disfruten, aun así tengo un par de cosas que decir:
Primera es que tal vez algunos puntos no estén bien especificados y si tienen dudas me las dejen para que las responda en la historia o por medio de mensaje.
Segunda es posible que sea un capítulo más de información que de acción como me gusta hacerlos, aun así espero que me comprendan.
Tercero tengo una cuenta en Pinterest y la cual es… Pinterest / DazeasCaoz, busquen el tablero con el nombre "El mayor poder del pasado" ahí les dejare las imágenes de las cosas en las que me base, todos tienen en la descripción información para que vean de donde me inspire para poner los artículos mencionados.
Si les agrada les suplico que me informen para que pueda seguir poniendo las imágenes en la cuenta y ustedes puedan tener una imagen más clara, por alguna forma de llamarlo. Espero que les agrade y si no continuare a como he manejado las cosas hasta ahora.
Disfruten.
Todos los derechos sobre los personajes de Harry Potter son de J. K. Rowling.
Capítulo 37.- El Torre flotante.
-Mira, el mentiroso-
-Quien creería todas sus mentiras-
-¿convenció a Viktor Krum?, seguro el utilizo un imperio-
-Tan guapo, pero es un completo idiota-
-El profeta tiene razón, parece peligroso-
El ni siquiera los escuchaba, estaba sumido en sus pensamientos intentando planear como regresar la sala de menesteres, o por lo menos crear una entrada en el castillo. Se encamino a donde estaba Hermione pero trago duro cuando miro que tenía la cara completamente roja y mandándole miradas de furia. Desvió su mirada a la mesa de profesores donde McGonagall lo llamaba con la mano con el ceño fruncido y luciendo amenazante. ¿A cuál de las dos prefería enfrentar? Le indico a Hermione con la cabeza que McGonagall lo llamaba y ella sintió aun con su mirada fulminándole. Obviamente quería vivir un poco más.
Dumbledore no estaba en su asiento, el asiento de Snape no estaba tampoco ocupado y en el de Hagrid había una mujer mayor, con el pelo gris y corto, un mentón muy prominente y con una pipa en la boca.
-Hola profesora ¿Cómo ha estado?-pregunto Harry con una sonrisa.
-Bien.-dijo McGonagall secamente y con una mirada molesta- Explíqueme señor Potter. ¿Por qué ayer me llego una lechuza diciendo que no estaba en el cuartel?-
Todos los alumnos hablaban mucho más detrás de él, sobre todo porque una profesora lo regañaba sin empezar clases. Se acostumbraba a los murmullos de los alumnos e incluso algunos insultos, pero el que fuera por esa situación, lo ponía un poco irritado.
-Pues es una historia graciosa y algo larga -dijo Harry con voz melosa, la profesora se puso de color escarlata mientras le miraba con el ceño más fruncido de lo que podía recordar. – Bien, pero no se enoje Profesora, lo que paso es…que –
-Por favor Harry, es mejor que me lo digas-dijo McGonagall suspirando para tranquilizarse.
-Salí del cuartel para ir a Gringotts, necesitaba dar una vuelta y tenía un asunto con mi bóveda del banco-dijo Harry rascándose la nuca, viendo como McGonagall le alzaba una ceja- No creí que todos fueran a enloquecer e incluso que la involucraran a usted-
-Muy bien-dijo McGonagall, después de unos segundos sonrió-Estaba a punto de salir al cuartel cuando me llego un mensaje de que habías regresado a salvo, aun así me informaron que solo saliste a dar una vuelta. ¿Por qué no les dijiste que ibas a Gringotts? –
-Lo hice en la mañana, le dije a la señora Weasley que debía ir-dijo Harry mirando preocupado a McGonagall, no quería mentirle, tampoco quería que ella comenzara a seguirlo y a vigilarlo en todo momento. La quería tanto que le dolería mucho si ella comenzaba a actuar como Dumbledore.- Le juro que solo fui al callejón Diagon y luego regrese directamente a al cuartel-
-Me alegra que seas honesto. Al menos un poco.-dijo McGonagall como si supiera que se guardaba algunas cosas- No quiero regañarte más de lo que seguro ya han hecho y tampoco decirte que hiciste mal, porque dentro de lo que a mi concierne no hiciste nada incorrecto. Así que solo diré que me preocupaste muchachito y espero que no lo repitas-
-Por supuesto, la siguiente vez que quiera salir iré directamente a usted-dijo Harry sonriéndole.
-y con respecto a su castigo…- Dijo McGonagall.
-¿Usted también?-dijo Harry rápidamente con voz irritada.
-¿También?- dijo la profesora con un gesto de desconcierto.
-Pues ya me castigaron, Lupin, Sirius y la señora Weasley-Dijo Harry no queriendo meter en problemas a los tres mencionados, sabía que la profesora se enojaría a niveles descomunales e iría al cuartel a recuperarlos. Si quería que lo vieran como adulto, debía de resolver sus problemas solo.
-Siendo ese el caso, puedes estar tranquilo Harry-dijo McGonagall poniéndole una mano en el hombro. Sabía que delante de tantos alumnos no lo abrazaría por ser un favoritismo hacia él, pero eso era lo más cercano en ese momento.- Ahora jovencito regresa a tu mesa. La ceremonia de selección no tarda en comenzar-
Dio media vuelta y regreso a la mesa de Gryffindor donde Ginny, Neville, Fred, George, Ron y Hermione estaban con las miradas dirigida a donde antes estaba parado. Al llegar tomo asiento junto a Hermione y Neville ya que Ron se encontraba del otro lado junto a sus hermanos.
-¿Dónde estabas?-dijo Hermione muy enojada una vez que se sentó.
-Lo siento baje al último del tren-dijo Harry sonriéndole e intentando acariciarle una mejilla, pero ella le sostuvo la mano y se la apretó un poco fuerte.
-No hablamos de eso-dijo Ron mirándolo irritado-¿Dónde estuviste todo el viaje?-
-En el tren-dijo Harry mirándolo igual ya se empezaba a cansar.
-Harry, te buscamos por todos los vagones entre las rondas, no te encontramos ni una sola vez-dijo Hermione dándole un puñetazo en el hombro, a lo que Harry tuvo que sobarse. No recordaba que Hermione tuviera la mano pesada.
-Necesitaba un lugar donde leer y…-Harry se paró a la mitad pensando que le ira peor diciendo que se había mantenido leyendo en el techo del tren.
-¿Y?-gruño Hermione lanzándole una mirada aterradora.
-Subí al techo, ok-dijo Harry sintiendo que le haría un infierno esos días al no decir le a su novia - Necesitaba leer un rato y ahí era tranquilo y…-
-¿AL TECHO DEL TREN?-grito Hermione casi rugiendo de verdad. Y atrayendo más de la mitad de todo el gran comedor.
-Si…-dijo Harry quedamente, algo pálido y comenzando a sudar frio.- por cierto Hedwing llego volando al tren- saco la carta que estaba un poco arrugada.
Hermione tomo la carta y la guardo totalmente enojada.
-De verdad que no te entiendo Harry-dijo Ron rodando los ojos- Sales de cuartel sin alguien y te quitan tus cosas. Ahora te subes al techo del tren, imagínate si te caías o si un profesor te hubiera encontrado-
-Hay un hueco donde puedes estar sin caerte, además no se dé ningún profesor que suba al techo- dijo Harry a Ron con la voz irritada.
-¿te quitaron tus cosas?-pregunto Neville a los tres, con las caras rojas e irritados.
-Sí, la saeta, el mapa, la capa, pociones, un guardapelo, el monedero y todo lo demás-dijo Harry irritado –Lo bueno es que conseguí, ingredientes para pociones y un par de libros -
-Que también los perderás si no sigues las órdenes-dijo Ron con tono de autoridad.
-¡Ron!-grito Hermione.
Harry sintió una nueva carga de ira, algunas velas del gran comedor se apagaron, las puertas del gran comedor se cerraron con golpe seco y el techo mostro un relámpago, sonaron truenos por todos lados y el castillo se estremeció. Todos se sorprendieron los gritos surgieron, Neville salto de su asiento, Hermione y Ginny soltaron un grito. Tomo su varita y miro a la puerta esperando que algo pasara. Lo único que paso es que las velas se encendieron y todo regreso a la normalidad.
-Todos, Tranquilos ha de ver sido peeves-dijo McGonagall en su asiento-Luego me las veré con el-
Todo el mundo continuo hablando pero con un cierto temor en las voces.
-Eso ha sido raro-dijo Neville en su asiento.-Nunca había visto que el techo mostrara otra cosa que el cielo, que fueron esos truenos.-
-Si fue una broma, es de las mejores que he visto-dijo Fred un poco pálido.
-Si no, fue lo más genial que he visto en un banquete. Incluso por encima de los de Halloween-dijo George con una media sonrisa.
-Bien continuando-dijo Ron mirando a Harry.-Solo opino que deberías tener más cuidado-
-¿Crees que no tengo cuidado? -dijo Harry incrédulo.
- Espera yo no dije…-comenzó Ron
-¡Ya Ron!-dijo Hermione con voz fuerte- Harry ha tenido suficiente en estos días-
-Gracias, Mione-dijo Harry mirando la mesa de profesores. Dumbledore había acabado de salir de la habitación donde se reunieron los campeones hacia un poco menos de un año. Se sentó en su silla dorada con el respaldo alto, vestía una túnica purpura profundo con estrellas plateadas esparcidas, y un sombrero a juego. Snape había salido de la misma habitación con su usual túnica negra su cara pálida y esa expresión de odio. A su lado vio a una bruja rechoncha y con cara de sapo.
-¿Umbridge?-dijo Harry con repugnancia.
-¿Qué?-pregunto Hermione mirando en su dirección.
-La bruja con cara de sapo que estuvo en las audiencias -dijo Harry mirándola con odio, nuevamente el techo dio un trueno fuerte, Dumbledore miro el techo con preocupación.
-¿Que está haciendo aquí?-dijo Hermione, frunciendo el entrecejo.
-No sé-dijo Harry sin quitarle la vista a la mesa de profesores, la maestra Grubbly-Plank se encontraba en el lugar de Hagrid.
En ese segundo la puerta se abrió y empezaron a entrar los de primer año viéndose asustados, guiados esta vez por el profesor Flitwick quien llego al taburete donde poso el sombrero seleccionador. Las conversaciones en el gran comedor se desvanecieron. Los de primer año se alinearon frente a la mesa de profesores. La cara de los estudiantes parecía asustados. Harry se identificaba con ellos ya que había pasado lo mismo el primer año.
El sombrero seleccionador abrió la boca.
"En tiempos antiguos cuando yo era nuevo
Y Hogwarts apenas comenzaba,
Los fundadores de nuestra noble escuela
Pensaron que nunca se dividiría.
Unidos por una meta común,
Tenían un anhelo idéntico
Hacer la mejor escuela de magia del mundo,
Y trasmitir sus conocimientos...
"Juntos construiremos y enseñaremos"
Los cuatro buenos amigos decidieron,
Y nunca soñaron que ellos
Pudieran ser algún día divididos.
¿Pues dónde había habido amigos,
Como Slytherin y Gryffindor?
¿A menos que fuera la segunda pareja...
De Hufflepuff y Ravenclaw?
¿Entonces que pudo haber ido mal?
¿Cómo puede tal amistad fallar?
Porque, yo estuve ahí y puedo decir,
Toda la triste, lamentable historia.
Dijo Slytherin, "Nosotros sólo enseñaremos a aquellos
Cuyos ancestros sean los más puros"
Dijo Ravenclaw, "Nosotros solo enseñaremos a aquellos
Cuya inteligencia sea segura"
Dijo Gryffindor, "Nosotros solo enseñaremos a aquellos
Con hazañas valientes para su nombre"
Dijo Hufflepuff, "Yo enseñare a todos
Y los trataré a todos por igual"
Esas diferencias causaron distensión.
Cuando salieron a relucir inicialmente,
Para cada uno de los cuatro fundadores habría
Una casa en la que podrían
Tomar sólo a aquellos que quisieran, así
Estas son las casas y sus fundadores
Manteniendo su amistad firme y verdadera
Entonces Hogwarts trabajó en armonía
Por muchos felices años
Pero luego la discordia creció entre nosotros
Alimentando nuestras faltas y miedos
Las casas que, como cuatro pilares
Había una vez soportado nuestra escuela
Ahora se volvían una contra otra,
Dividiéndonos, intentando gobernar
Y por un tiempo pareció que la escuela
Iba a conocer un final cercano...
Con discusiones y peleas
Y el choque de amigo contra amigo
Y finalmente llegó una mañana
Cuando el viejo Slytherin partió
Y aunque entonces la pelea terminó
Él nos dejó muy descorazonados
Pero nunca los cuatro fundadores
Se redujeron a tres
Teniendo sus casas unidas
Como al principio debieron ser
Y ahora el sombrero seleccionador está aquí
Y todos conocen la manera:
Seleccionaré sus casas
Porque para eso estoy,
Pero este año iré más lejos...
Escuchen detenidamente mi canción:
Aunque estoy condenado a dividirlos
Sigo preocupado de que esté mal
Aunque debo cumplir con mi deber
Y dividirlos en cuatro cada año
Sigo preguntándome si esta selección
No pueda traer el final que temo
Oh, conozcan los peligros, lean las señales
Pues nuestro Hogwarts que en peligro
De externos enemigos mortales
Y debemos unirnos dentro de ella
O nos desmoronaremos con ella
Ya les he dicho, ya los he prevenido..."
El sombrero seleccionador pareció inmóvil pero su rasgadura se abrió mucho más de lo que antes se había visto una luz dorada se lanzó. La voz que salió fue la que tenía la sala de menesteres, tan clara, suave y amable tan parecía a la de Revé.
"Ellos han regresado al castillo unidos en uno al fin,
Valiente, inteligente, ambicioso y trabador,
Ha visto los años pasar, ha crecido en este lugar,
Su fortaleza paz nos dará
Regocíjense ya que nuestro guía es
El Heredero de Hogwarts, está en casa."
El sombreo se inmovilizo de nuevo, y una gran silencio se manifestó por todo el gran comedor. Todos los años se estallaban en aplausos, ahora solo un silencio sepulcral, la mesa de los profesores se veían sorprendidos. Tan pronto como todos comprendieron los comentarios y preguntas comenzaron.
-¿Crees que se refiera a ellos?-dijo Ron mirando los anillos de Harry.
-No-dijo Harry agitando la cabeza- Si hubiera sido eso el año pasado hubiera dicho algo cundo llegue con Griffin y Revé-
Harry hubiera preferido que el sombrero se mantuviera callado por siempre. Enseguida Hermione le tomo la mano y se la apretó con un poco de fuerza mostrando su preocupación.
-Harry era la voz de la sala de menesteres-dijo Neville a su lado mostrándose tan sorprendido como los demás en la mesa.
-Si pero recuerden que la sala ya tenía voz antes de que Harry la utilizara-dijo Hermione aun apretando su mano.
-La voz del sombrero nunca ha cambiado, además de que nunca lo había visto decir que el heredero del Hogwarts estuviera de regreso-dijo Nick casi decapitado inclinándose hacia Neville, el cual se estremeció- El sombrero da consejos en tiempos difíciles como ahora, pero nunca ha declarado al heredero del castillo. Ya que para eso alguien tendría que tener la aceptación de los cuatro fundadores-
Hermione apretó más la mano de Harry y este sin pensarlo le sonrió y le dio un beso. Se miraron a los ojos un segundo y ella le regreso la sonrisa.
El profesor comenzó a pasar la lista para los del nuevo ingreso uno a uno fueron separados en las cuatro casas. Casi instintivamente Harry sabía a cuál casa pertenecía cada uno e incluso podía decir que cualidades tenía, era como si el mismo supiera lo del sombrero seleccionador.
Poco a poco la final disminuyo hasta que finalmente Zeller, Rose, fue asignada a Hufflepuff y así el profesor Flitwick recogió el sombrero y el taburete desapareciendo por detrás de la mesa de profesores. Dumbledore se levantó para dar un discurso de bienvenida.
- A nuestros recién llegados-empezó Dumbledore en una voz que todos podían escuchar; sus brazos se estiraron ampliamente y una sonrisa radiante se dibujó en su cara- ¡Bienvenidos!, A nuestros viejos es estudiantes, ¡Bienvenidos una vez más!, Hay tiempo para hablar, pero este no es el momento así que todos ¡Al ataque!-
Hubo una risa revitalizada y un estallido de aplausos cuando Dumbledore tomo su sito. La comida pareció y todos los cubiertos comenzaron a parecer.
-excelente -exclamó Ron comenzando a servirse rápidamente de todo un poco.
-¿qué decía antes de la selección?-le pregunto Hermione al fantasma-¿Sobre lo del heredero y las advertencias?
-ah, si-recordó Nick pareciendo feliz de que alguien le preguntara algo-he oído al sombrero advertir cosas, pero nunca decir lo del heredero. Solo una persona que tenga las cualidades mencionadas por él sombrero y además que fuera aceptado por los fundadores seria el Heredero. Esa persona podría intervenir en el colegio sin problemas -
-¿cómo?-pregunto Ron llenándose la boca con papas asadas.
-Pues el castillo obedece al heredero al cien por ciento, si el heredero quisiera cambiar el castillo de forma tamaño o lugar, lo podría hacer. Ya saben hacer una torre más grande o cambiar alguna habitación de lugar. Supongo que podría abrir y cerrar puertas, encender velas o apagarlas, bueno ya entienden-dijo Nick mirando a los de nuevo ingreso.-Ha dicho que ha regresado así que de seguro es uno de los de algún curso superior-
-Eso es lo más seguro -dijo Hermione dándole una sonrisa a Nick.- ¿Cree que podría sacarnos del colegio?-
-Podría hacerlo si quisiera-dijo Nick mirando ansiosamente hacia los lados-Con decir el nombre de la persona y dándole una orden al castillo esta desaparecerá y la dejara fuera de los límites del castillo impidiéndole entrar-
-Eso es genial-dijeron los Gemelos al mismo tiempo.
-Podría sacar Malfoy- comento Fred.
-O a Snape- dijo George con una sonrisa maquiavélica.
Nick sonrió a todos- Pero seguro que solo ha sido una equivocación del sombrero o una travesura de alguien-
Harry le regreso la sonrisa y se sintió realmente alegre de que le diera esa información, el techo se aclaró mostrando un día soleado todos voltearon a verlo. Debía de tener cuidado con esos cambio en el castillo ya que aún no lo controlaba. Necesitaría experiencia y mucha práctica. Nick miro como los fantasmas se dirigían a la mesa de los profesores.
-Perdónenme un momento- y se alejó también.
-No creen que esto puede ser un problema-dijo Ron mirando angustiado a Harry y Hermione.
-No creo, si es uno de los cursos superiores, apenas y debe de estar aprendiendo a utilizar esa magia además supongo que permitirá que sigamos ocupando el castillo como una escuela-dijo Harry sin prestar mucha atención.
-Sí, es lógico-dijo Hermione aun viendo a Harry enseguida se acercó a su oído- Necesitas más control-
-Tienes razón, pero por ahora comamos-dijo Harry dándole un beso, al parecer no podía despistar a Hermione.
-Señorita Granger, Señor Weasley podrían venir unos minutos-dijo La profesora McGonagall a su lado.
Fueron con ella a donde se encontraba los profesores, los fantasmas y los prefectos. A lo que Harry se quedó comiendo su filete y el pastel de riñón que estaba muy rico. Subió la vista viendo a Hermione ella estaba seria y asintiendo, se acomodó un mechón de pelo detrás de su oreja, nuevamente el techo cambio a un atardecer, pues el suspiraba al ver a su novia. Cuando regreso Hermione se limitó a comer gustosa al igual que Ron. Poco después todos los estudiantes habían terminado de comer y el ruido del comedir se elevó nuevamente, Dumbledore se puso de pie una vez más.
Toda conversación ceso y todos los ojos fueron en dirección del profesor. Harry sintió una placentera somnolencia y deseo estar en su habitación descansando, el techo mostro un montón de estrella que no existían afuera.
{Diablos} pensó Harry viendo como Hermione se le pegaba más.
-Ahora que todos consumimos otro magnifico banquete, pido unos momentos de su atención para el aviso habitual del principio de año- hablo Dumbledore- los del primer año deben saber que el bosque en los límites de la escuela está prohibido para los estudiantes y unos cuantos de nuestros viejos estudiantes también deberían saberlo.-
Harry sonrió satisfecho ya que él había entrado más de una vez y seguramente eso es lo que quería evitar Dumbledore, el techo mostro una agradable mañana y de nuevo regreso a su estado normal.
-¿Hace eso siempre?-escucho decir a una alumna nueva.
-Nunca lo había hecho-dijo otro a lado de este.
- Pero es divertido-dijo La Chiquilla.
-El señor Filch, el vigilante, me ha pedido por cuadragésima sexta vez, que les recuerde a todos que no se permite la magia en los pasillos entre clases o en los recesos. Además de un gran número de otras cosas, las cuales puedes ser verificada en la puerta de la oficina del Sr. Filch.-dijo Dumbledore mirando el techo con preocupación-Hemos tenido dos cambios en el profesorado este año. Estamos contentos de tener a la profesora Grubbly-Plank, quien tendrá a su cargo la materia de cuidado de criaturas mágicas; también nos encanta presentar a la profesora Umbridge, nuestra nueva profesora contra defensa de artes oscuras-
Harry sintió coraje contra las dos maestras la primera por suplantar a Hagrid cuando él estaba en las montañas y a Umbridge por estar simplemente ahí, pero esta vez se aseguró de enviar una orden al techo de que no cambiar. El techo no cambio.
{Gracias Merlín, le estoy entendiendo el truquillo} Pensó Harry mientras fulminaba con la mirada a Umbridge.
-Las pruebas para los equipo de quidditch de las diferentes casas ocurrirá en el...-
Se detuvo bruscamente, mirando interrogante a la profesora Umbridge. La cual parecía estar sentada pero al avanzar todos se dieron cuenta que estaba parada y miraba a todos el alumnado. Los profesores parecían sorprendidos y algo molestos.
-Gracias director-comenzó la profesora Umbridge con una sonrisa que Harry pensó que la hacía lucir como una idiota.-por sus amables palabras de bienvenida-
-A nadie le importa lo que usted diga, vieja cara de sapo- dijo la voz del castillo.
Harry se sorprendió lo había pensado pero con la verdadera intención de gritarlo, sin en cambio no había sido necesario. Todos voltearon al techo e incluso algunos se rieron a carcajadas, otros contenían la risa. Umbridge parecía realmente molesta.
-Bien-continuo con su voz chillona-debo decir que es un placer haber regresado a Hogwarts-
-Para nosotros no lo es-dijo el castillo. Umbridge gruño de forma cómica. Harry no lo creía podía hacer que el castillo dijera cosas que pensaba y lo mejor es que nadie le echaría la culpa hasta que se descubriera que era el Heredero de Hogwarts.
-Tengo ganas de conocerlos a todos y estoy segura de que seremos amigos-dijo Umbridge mirando a todos seriamente-El ministerio de magia siempre ha considerado la educación de brujas y magos jóvenes de vital importancia, deben de ser nutridos y pulidos por una instrucción cuidadosa. Las habilidades antiguas de la comunidad de magos deben ser transmitidas a las siguientes generaciones o las perderemos para siempre. El tesoro de conocimiento mágico acumulado por nuestros antepasados debe ser preservado, repuesto y pulido por los que han sido llamados a la noble profesión de la enseñanza.-
-Las enseñanzas antiguas ya se han perdido, y la culpa es del ministerio.-dijo el castillo- Además usted solo es una bocazas que no sabe ser profesora-
Hermione le apretó la mano con tanta fuerza que se le entumeció. Umbridge pareció no hacerle caso pero muchos profesores voltearon a ver techo contentos, mientras algunos alumnos se reían. El discurso siguió y siguió dando a Harry una somnolencia, así que cabeceo y todas las luces del castillo parpadearon un par de segundos y le suplico al castillo encenderlas.
-Puede acabar ya, aburre y eso que soy un objeto inanimado-dijo la voz del castillo con irritación.
-Como decía-dijo Umbridge verdaderamente enojada.-intentara conservar lo que debe ser conservado, y perfeccionar lo que necesita ser perfeccionado, y eliminaremos las practicas que deberían de estar prohibidas-
-Alumnos eso significa que pondremos a Umbridge en un frasco para conserva y la exhibiremos como sapo perfeccionado. O la Eliminaremos por ser echa por medio de experimentación con creaturas mágicas, es una práctica prohibida y usted ya la inflige con su existencia- dijo el castillo con elocuencia.
Todos incluidos alumnos, profesores e incluso Dumbledore dieron unas carcajadas, mientras Umbridge se ponía de color rojo intenso, Umbridge se sentó casi desapareciendo de la vista. Dumbledore comenzó a aplaudir, El resto de estudiantes siguieron su ejemplo todos con mucha fuerza creando un montón de ruido. Dumbledore se aclaró la garganta, risas y aplausos pararon.
-Muchas gracias profesora Umbridge, este ha sido un discurso muy instructivo además de divertido.- señalo Dumbledore inclinándose hacia ella todos se percataron que era burla en toda regla.-Bueno, como les venía diciendo, las pruevas de quidditch serán llevados a cabo el día Viernes después de Clases. Como sabrán los capitanes del equipo de Gryffindor y Slytherin han completado su enseñanza en este Colegio. Así que asignare a los nuevos Capitanes.-
-¿Eso no lo hacen por carta al igual que la prefectura?-pregunto Neville sorprendido.
-Se supone-dijo Angelina unos metros más allá, viendo con ansias a Dumbledore.
- Escuche que este año será especial-dijo George contento- lo escuche de Mamá, Dumbledore tiene varias sorpresas-
-Bien entonces, para Slytherin su nuevo capitán será el cazador Graham Montague-dijo Dumbledore con una sonrisa. La mesa de Slytherin estalló en aplausos y silbidos mientras Montague se levantó alzando el puño y sonriendo maquiavélicamente.
-Ese idiota no-dijo Harry sentido un pisotón por debajo de la mesa, miro a Hermione tenía una mirada severa.
-Lo siento Harry pero será mejor que no te metas en problemas o andes diciendo palabrotas este año-dijo Hermione mordiéndose un labio-ya sabes ahora que soy prefecta no puedo dejar pasar algo así-
-¿Me castigaras?-dijo Harry un poco molesto-Pero sabes que es cierto, Montague hace un montón de faltas mientras estamos en juego-
-Y el nuevo Capitán de Gryffindor es el Buscador Harry James Potter-dijo Dumbledore mirando la mesa de Gryffindor pero sin cruzar mirada con la de Harry. La mayoría de Gryffindor aplaudió mientras gritaban a todo pulmón.
-¿QUÉ?-se levantó Angelina sorprendida con la boca abierta y los ojos desorbitados.
-¿Capitán?, ¡ES CAPITÁN!-Grito Fred saltando de alegría.
-Capitán Potter, George Weasley a sus órdenes-dijo George parándose y haciendo un saludo militar.
-Harry, es la misma categoría que un prefecto-Exclamo Hermione abrazándolo con todas su fuerzas mientras lo besaba- Incluso podrás utilizar nuestro cuarto de baño especial-
-Genial-. Grito Ron a todo pulmón, mientras le extendía la mano para darle palmadas en la espalda.- Es mi amigo, el capitán es mi amigo. –
-En hora buena- dijo Neville abrazándolo un poco ya que Hermione no lo dejaba ni respirar.
-Eso Harry, te lo mereces-Grito Luna y Cho chan silbaba mientras aplaudían con fuerza desde la mesa de Ravenclaw, la mesa de Hufflepuff estaba callada y silenciosa. En la mesa de Slytherin Daphne le alzo los pulgares mientras toda la mesa la miraba mal, algunos abucheaban, sobretodo Malfoy que tenía la boca abierta y no se dio dado cuenta que había metido a manga de la túnica en el resto de su pudin.
Harry estaba feliz, capitán era el capitán, Sin en cambio vio al resto del equipo, Katie Bell estaba sonriendo mientras aplaudía, Alicia le alzaba los pulgares pero Angelina se sentó abruptamente mientras miraba sus manos y parecía a punto de llorar.
-Pero… pero… Angelina, Katie, Alicia-dijo Harry mirando a sus compañeras de equipo- Ustedes… alguna de ustedes debería ser capitana-
-De que hablas capitán-dijo Alicia rápidamente- Eres mucho mejor que nosotras, eso es seguro-
-Te lo mereces, y no te quejes-dijo Katie aun con una sonrisa.
Angelina lo miro y le dio una sonrisa torcida.
-Tenemos asegurada la copa este año-gritaron los Gemelos en dirección de las otras casas.
-Ya veremos-dijo Cho desde su asiento.
-Harry este año será el mejor en el Quidditch-dijo Hermione en su oído por el ruido y los gritos de emoción- Este año la copa llevara tu nombre-
-Silencio-dijo Dumbledore espero en lo que todos se aclamaban- Es grato saber que ambos fueran bien recibidos, ahora, después de este gran banquete y las sorpresas es hora de ir a dormir. Supongo que todos estarán ansiosos por empezar un nuevo curso. A sus calienticas y cómodas camas-
De repente sintieron una estampida a su alrededor, todos los alumnos se encontraban de pie dispuestos a ir a sus respectivas salas comunes. Hermione pego un salto, intentando concentrarse para hacer lo que tenía que hacer.
-Ron, se supone que tenemos que acompañar a los de primero e indicarles el camino-dijo Hermione algo molesta a ver a Ron tan tranquilo.
-OH, cierto-Exclamo Ron, obviamente lo había olvidado- Eh, ustedes, mocosos-
-¡Ron!-dijo Hermione más enojada.
-Bueno, ellos son...-
-Sí, pero no los puedes llamar mocos-Hermione le sonrió a Harry- Descansa cariño-le dio un beso y giro-LOS DE PRIMER AÑO- comenzó a llamarlos caminando por toda la mesa-¡POR AQUÍ, POR FAVOR!-
Todos los de primer año se concentraron entre las mesas de Gryffindor y Hufflepuff, donde se acababan de reunir los prefectos de las casas, que intentaban conducir a sus respectivos grupos. Ellos eran ciertamente muy pequeños, Harry estaba seguro que no había parecido tan joven la primera vez que arribo al castillo, aunque todos y cada uno de los niños miro a Harry aterrados a lo que le dolió mucho. Solo unos pocos parecían de verdad hacinados con él.
-Nos vemos más tarde-dijo Ron. También salió corriendo en dirección de los niños.
-Claro-dijo Harry levantándose y se levantó con la mayoría de las miradas en el.
Harry giro a ver la mesa de los profesores, donde todos se levantan para ir también a descansar. Solamente faltaba Dumbledore y la puerta de atrás estaba cerrándose. El gruño y el techo nuevamente trono con fuerza.
{Demonios} pensó Harry.
Comenzó a caminar apresuradamente en dirección de la mesa de Profesores, pasando a lado de alumnos que le mandaban miradas asombrados, otros confundidos. Estaba a punto de llegar a la puerta cuanto alguien hablo.
-¿A dónde cree que va?-pregunto una voz chillona.
-Eso no es de su incumbencia-contesto Harry tomando el picaporte.
-¿Qué dijo?-dijo Umbridge con un tono más dulce-¿Creo que extendí que le faltaba el respeto a un profesor?-
Harry la miro y chaqueo la lengua.
-Entendió mal Dolores-dijo Harry con una sonrisa- Le he dicho que no se meta en mis asuntos privados-
-¡PROFESORA UMBRIDGE!-Grito la cara de sapo.
-Está mal Dolores, Yo soy Harry Potter para usted Señor Potter-dijo Harry girando el picaporte y abriendo, sin en cambio Umbridge tomo la puerta y la cerro con un estruendo mirándolo con la cara roja.
-Usted debe referirse a mí como Profesora Umbridge-dijo mientras rechinaba los dientes-¡Me debe respeto!-
-Por supuesto Dolores-dijo Harry haciendo una leve inclinación casi imperceptible- Pero como yo estoy emancipado y tengo mi título de principal de mi familia, por lo consiguiente puedo ocupar su nombre mientras usted tiene que llamarme por mi título, aunque preferiría Señor Potter. Aunque si gusta puede decirme Lord Potter-
-¿ESTÁS LOCO?-grito Umbridge poniéndose casi morada.
-Tal vez-dijo Harry sonriendo tétricamente.
Obviamente los gritos de Umbridge y el que ambos estuvieran ahí llamo la atención de la profesora McGonagall que llego justo en el momento en el que Umbridge parecía dispuesta a sacar su varita.
-¿Qué sucede aquí?-pregunto la profesora.
-Ha profesora McGonagall-dijo Harry inclinado se con respeto hacia a la profesora. Era una tontería hacerlo después de que se hubieran saludado tan informalmente hacia una hora, pero la cara que puso Umbridge fue tan gratificante que él estaba dispuesto a saludar a todos los profesores de esa forma solo para hacerla rabiar.- Solo le mencionaba a Dolores, que ya que ocupo mi título familiar ella tiene que referirse a mi persona como Señor Potter. ¿Verdad Dolores?-
McGonagall abrió la boca durante un segundo completamente anonadada, Harry le sonrió y le guiño el ojo que no veía Umbridge. Ella asintió mientras suspiraba.
-El señor Potter tiene razón, Dolores-dijo McGonagall con una media sonrisa.
-¿Esto es una broma? Es un ultraje-dijo Umbridge mirando con odio a la profesora- Un mocoso como este no puede ser cabeza de su familia-
Harry levanto la mano con el anillo Potter y el simplemente vio como Umbridge abrió la boca.
-Como vera mis padres me dejaron el título y desearía que me guardara respeto y también que no se inmiscuya en mi vida privada-dijo Harry poniendo su mejor sonrisa y parándose firmemente con las manos atrás, imitando a Fudge lo cual creo más enojo en Umbridge.- Como dicen las antiguas leyes, las cabezas de familia merecen el respeto de la comunidad mágica y todos aquellos de las ramificaciones deben su total respeto a su familia o a la cabeza de familia de otra-
-Por supuesto, las antiguas leyes-dijo Umbridge rechinando los dientes.- Aunque aquí yo soy su profesora y me debe el respe…-
-Ahora Mi querida Profesora, desearía tener una plática con usted-dijo Harry viendo a McGonagall y señalando la habitación, estaba ansioso por entrar y gritarle un rato a Dumbledore.
-Por supuesto señor Potter-dijo Mcgonagall abriendo la puerta.
-Solo Harry profesora, por favor me siento mal de que me diga señor Potter-dijo mientras sonreía y veía la cara morada de Umbridge- Con su permiso, Dolores-
Ambos entraron y antes de que Umbridge pudiera entrar o decir algo, cerró la puerta de sopetón. Harry y McGonagall bajaron por la escalera hasta la pequeña sala iluminada con los cuadros de magos y brujas, llena de vitrinas con trofeos en ellas. Había una nueva completamente vacía que tenía un letrero dorado que decía: "Torneo de los tres magos 1994-1995. Ganador Harry James Potter". Supuso que estaba vacía ya que la copa la debía de tener Voldemort en esos momentos.
-¿Qué fue todo eso de allá fuera, Harry?-pregunto McGonagall atónita.
-La puse en su lugar- dijo Harry buscando al profesor Dumbledore pero lamentablemente tampoco estaba ahí.- ¿Dónde está Dumbledore?-
-¿El profesor Dumbledore?-pregunto McGonagall con una ceja levantada- Ya ha de estar en su oficina-
-Genial- dijo Harry llegando al sofá enfrente de la chimenea, se sentó. Era extraño pero se sentía en su hogar y tenía la idea de que podía hacer lo que quisiera, aunque si lo pensaba mejor ese lugar le pertenecía. McGonagall se senté a lado de él viéndolo directamente.
-¿Qué sucede Harry? Jamás te había escuchado alardear de tu posición o incluso que hicieras que alguien te dijera Señor o… Lord. ¿Qué fue lo que paso?-dijo Mcgonagall con verdadera preocupación.
-Quería dejar claro que no me voy a inclinar ante ella o el ministerio, no pienso seguir ni escuchar a nadie que no me demuestre un poco de inteligencia y que no confié en mi- dijo Harry tranquilamente viendo a la profesora.-
-Entiendo-dijo la profesora McGonagall girando su mirada hacia el fuego y entonces suspiro largamente.- Estos últimos meses de verdad he tenido problemas… aquí en el castillo-
-¿Dumbledore?-pregunto Harry pasando un brazo por los hombros de la profesora y abrazándola.
-Si-contesto después de unos minutos.- Sabes… no es nada contra el señor Weasley pero él no tiene lo necesario para ser un prefecto, me parece que el puesto no le queda. Yo le insistí a Albus que te pudiera a ti… bueno…. No fui la única. ¿Sabes cómo seleccionamos a los prefectos?-
-Los jefes de cada casa los eligen según sus propios criterios, calificaciones, comportamiento y otras cualidades-dijo Harry recordando la información aunque realmente nunca lo hubiera leído o escuchado por alguien-La información se la lleva a Dumbledore y el acepta… o declina como en mi caso-
-Harry te juro que abogue por ti todo el tiempo, siempre estuve segura que podrías y que tendrías la capacidad de hacer un prefecto…. Pero-dijo McGonagall aun mirando el fuego y frunciendo el ceño, como si estuviera preguntándose si la verdad era lo mejor.
-¿Pero?-
-Albus me dijo y seguro piensa, que tienes demasiadas responsabilidades como para ponerte más presión sobre tus hombros. Aunque… supongo que tiene otra razón, algo que no le ha dicho a nadie y por lo que te evita-finalizo McGonagall dejando salir un suspiro y mirando de reojo a Harry.
-Bueno por lo que yo se ahí dos personas a quien le ha dicho y una de ellas parece que piensa igual que el profesor-dijo Harry serio y recordando la actitud de Ron.
-¿Quiénes?-pregunto McGonagall con semblante serio.
-Mione y Ron-dijo Harry acercando un poco más a McGonagall- Dumbledore se presentó ante Mione en vacaciones y hablo con ella, no se los detalles, pero por lo que me comento piensa que yo podría estar… supongo que aprendiendo artes oscuras-
-No es cierto, ¿Verdad?-dijo McGonagall apartándose y viéndolo a los ojos, como si se preguntara si el Harry que conoció seguía aun adentro.
-Aprendo lo necesario para eliminar a Voldemort, pero… artes oscuras no sé si podrían clasificar así.- Dijo Harry girando un poco la cabeza, sus maestros nunca le habrían dicho que la magia era oscura o incluso jamás le prohibieron practicar ciertas artes, por algo pudo aprender a sentir las presencias mágicas y además de ciertas pociones que no hacían buenas acciones… no del todo.
McGonagall lo miro por unos segundos y entendió que esperaba una respuesta mejor algo que la dejara satisfecha y tranquila.
-Le aseguro profesora que todo lo que aprenda es por una razón y que antes de ocuparlo siempre me cuestionare porque lo hago-dijo Harry sonriéndole.
-Bien-dijo McGonagall con una leve sonrisa- Confió en tu promesa, espero las cumplas todas-
-Ja- soltó Harry con una sonrisa más grande de lo que podía-Ya savia que no se le olvidaría-
-¿De qué habla señor Potter?-dijo McGonagall alzando una ceja y con una sonrisa que no engañaría a nadie.
-Vamos, ambos recordamos mi promesa de sacar todos los TIMOS, a mi profesora favorita no se le escaparía-dijo Harry dándole un beso en su mano.
-Por supuesto que lo cumplirá, de eso me encargo yo-dijo McGonagall ruborizándose.
-Hablando de lo que se encarga… tuvo algo que ver con que me pusieran de capitán ¿verdad?-dijo Harry mirando el cálido fuego. McGonagall se sonrojo más de lo esperado incluso la luz de la chimenea no podía disimularlo.
-La verdad, si, aunque no fui la única en pensarlo, también intervino madame Pomfrey, Hagrid, incluso la profesora Sprout, ella dice que nunca antes había visto a Neville tan confiado y tan preparado para los exámenes-dijo McGonagall con orgullo en su mirada.
-Era el turno de Angelina-fue lo único que pudo decir Harry.
-Fue considerada, Harry. Considere todos y cada uno de los integrantes, pero créeme no había nadie mejor preparado que tú. Solo considéralo. Tú entrenaste a los Pendragon y angelina es una de ellos-dijo McGonagall tranquilamente.
-Supongo que la decisión le pareció a Dumbledore-dijo Harry con una sonrisa de oreja a oreja.
-Ni lo menciones, parecía un niño pequeño encaprichado, no quería dejarte el puesto. Su única excusa, demasiada presión para ti-dijo McGonagall con voz cansada, Harry se imaginó a un pequeño Dumbledore haciendo un puchero y diciendo "No quiero a Harry como capitán", mientras McGonagall lo regañaba y terminaba cediendo.
-Bueno no tengo problemas con el puesto-dijo Harry respirando y soltando un suspiro- Pero pienso hacer unos cambios.-
-Pensaba hablar contigo en la mañana, pero ya que estamos podemos hacerlo ahora. ¿Qué palanes tienes en mente?-dijo McGonagall, pero al preguntarle sobre sus planes se notó temor en su voz.
-No pienso sacar a mi equipo a dar una vuelta por Londres, eso solo fue por el cumpleaños de mione y aunque lo dude no estoy tan loco para sacarla de la seguridad del castillo, más ahora que Voldemort está reclutando a su ejército-contesto Harry rápidamente, tomo un pedazo de pergamino de su bóveda, una pluma y tinta y escribió bajo la atenta mirada de la profesora.
-¿Estás seguro?-dijo La profesora McGonagall al leer lo escrito, alzando una ceja.
-Por supuesto profesora-dijo Harry sonriendo.- ¿Puede ponerlo en los tableros de anuncios mañana por la mañana?-
-Por supuesto, aunque creo que es… diferente de lo que se realiza cada año y no creo que a algún otro capitán le pareciera correcto-dijo McGonagall guardando el pergamino.
-Eso es lo que quiero, no quiero ser como los viejos capitanes, seré diferente ya vera al finalizar con este equipo jamás perderá la copa de quidditch-dijo Harry guardando nuevamente todo en su bóveda.- ¿Cree que Dumbledore lo permita?-
-Soy la jefa de mi casa, él no tiene que por qué no permitir esto-dijo la profesora después de unos segundos. De repente salto de su asiento y rebusco en su bolsillo- se me olvidaba, yo lo traía por aquí ¿Dónde lo deje?, aja-
Saco una reluciente insignia de color oro y rojo con una orilla negra, en medio de ella tenía una "C.Q" (Capitán de Quidditch) grabada. Y por la parte de atrás con plata tenía "Harry Potter".
-Como hace una semana convencí a Dumbledore, no tuve tiempo para hacerla antes del curso, así que la termine Hoy-dijo McGonagall contenta- Por lo general el capitán la deja cuando se marcha de Hogwarts, pero esta vez quise hacer algo más especial. Esta es solo tuya. Pero no le digas a los demás-
La sostuvo con las manos temblorosas, y con los ojos en lágrimas, de verdad esa profesora lo sorprendía un poco más cada día. Hacia unos meses lo había encubierto por lo de Barty y ahora estaban infringido las normas para darle algo especial.
-Gracias-fue lo único que le salió mientras acariciaba suavemente la insignia-Le prometo que no la decepcionare, Gryffindor ganara la copa este año y los siguientes-
-Lo sé-dijo McGonagall y para sorpresa de Harry lo abrazo nuevamente se sintió reconfortado caliente y esa sensación de estar solo y apartado se desvaneció.- por cierto la clave del baño de prefectos es: pureza de matinal-
-¿Por qué todas las claves del baño son referentes a algo limpio o agradable?-pregunto Harry recordando la anterior "Frescura de pino"-
-¿Cómo lo sabes?-pregunto McGonagall levantando una ceja.
-Cedricc me la dijo antes de la segunda prueba, quería que llevara el huevo ahí y que como me dijo…"Reflexiona sobre las cosas con agua caliente".-dijo Harry recordando lo que después paso, una explosión y veritacerum a la bolsa.
-¿Entonces ya sabes donde esta?-pregunto McGonagall.
-Cuarta puerta a la izquierda de la estatua de Boris el desconcertado, quinto piso-dijo Harry tranquilamente.
-Exacto, no hay horarios, pero asegúrate de no quedarte hasta altas horas o Filch te puede atrapar-dijo McGonagall sonriendo un poco.
-No me de ideas profesora-dijo Harry frotándose las manos, de verdad tenía ganas de conocer ese baño, esperaba que fuera mejor que el de la sala de menesteres.
-Ahora deber irte ya a dormir-dijo McGonagall consultando el reloj de la pared.- y por favor podrías decirle a Hermione y el señor Weasley que vengan a mi despacho a primera hora-
-Por supuesto-dijo Harry con un bostezo, estaba cansando de ese día-yo les diere-
Ambos se dirigieron a la salida y vieron que la multitud del gran comedor ya había sido despejada y que todo estaba tranquilo.
-Hasta mañana profesora-dijo Harry agitando la mano y en lo que pareció una eternidad ya estaba saliendo del gran comedor tan lento como pudio, no tenía ganas de volver a ver la torre de Gryffindor, su mente seguía en la sala de menesteres en aquella habitación que compartió con Hermione.
Le había agradado la plática con la profesora pero lo que deseaba realmente era platicar decentemente con Hermione y contarle del reloj biblioteca. Aunque suponía que ella y Ron, en un futuro estarían tan ocupados que esa situación se daría a diario, esperaba por lo menos tener 5 minutos a solas con su novia.
Tomo el camino más largo incluso tomando lugares ocultos que de alguna forma le hacían el trayecto más largo y le venían a la mente rutas alternas o posibles sin proponérselo, también sabía qué lugares pasaba incluso algunos en los que nunca se había metido, atravesaba los pasillo de los pisos superiores, todo estaba completamente vacío. Apenas dos meses atrás había salido del laberinto y apenas regresando vivo del cementerio, teniendo el apoyo de Dumbledore, McGonagall, Sirius, Hagrid y los Pendragon, ahora se encontraba solo en castillo, aquella sensación de soledad le regreso de golpe. Sin darse cuenta ya había alcanzado el retrato de la dama gorda antes de percatarse que no conocía la contraseña, ¿Por qué McGonagall le había dado la de los baños y no la de la torre?, aunque no podía culparla, tampoco se le ocurrió preguntar.
-Ale… es…-dijo pensativo Harry, intentando adivinar la contraseña.
-No hay contraseña... ¡No hay entrada!-expreso la dama gorda con tono enfadado.
-Por Hécate, me conoce de hace cuatro cursos atrás-dijo Harry alzando los brazos.
-Sin contraseña no-dijo la dama gorda volteándose.
Eso enfureció a Harry y algo le vino a la mente una oración totalmente clara.
-Alea iacta est -gruño Harry, no savia como pero la contraseña se le vino a la mente y de verdad esperaba que ella le dejara entrar. Enseguida el retrato dio un portazo mostrando el interior.
-¿Qué demonios?-dijo la dama gorda y Harry sin esperar nada más entro rápidamente.
Por primera vez desde el año pasado ante los ojos de Harry estaba la sala común de Gryffindor, acogedora como siempre, un cuarto circular repleto de sillones esponjosos y viejas mesas desvencijadas regadas por doquier. El fuego crujía alegremente a través de la chimenea, Harry sin esperar más subió por las escaleras, entro a su dormitorio vio su vieja cama donde apenas hacia un año había sido destrozada y colgado un montón de papeles con groserías. En ese momento Harry se quería volver a la sala de menesteres pero hasta que pudiera cambiarla de lugar le sería imposible, sobretodo sabiendo que Lupin lo estaba vigilando.
Si siquiera inmutarse en que Neville, Deán y Seamus se encontraban en sus camas los tres pareciendo molestos, se acostó y corrió las cortinas, no quería que lo molestaran y no tenía ganas de hablar con nadie. Harry se inclinó sobre su almohada, mientras esperaba y esperaba a que callera dormido sin embargo sus ojos seguían tan abiertos como era posible. La puerta se abrió se paró pero Ron ya estaba corriendo sus cortinas y empezaba a roncar. ¿Qué lo había hecho llegar tan tarde? ¿Habría algo que ver con Dumbledore?, ¿Podría ser que lo estuviera evitando? Harry se acostó de nuevo pero no logro dormir los ronquidos de Ron, las respiraciones de los demás sin contar que sentía que le hacía falta algo o más bien alguien a su lado evitaba que se durmiera.
Así que se paró y salió a la sala común de Gryffindor donde estaba vacía y sin nadie completamente oscura siendo alumbrada solo por unos carbones a medio encender en la chimenea, estaba frio el lugar y como si escuchara los pensamientos de Harry la chimenea se encendió calentando todo.
Harry se sentó en el sillón mirando el fuego que había en la chimenea pensando y revisando cada cosa que tenía que hacer y que podría hacer ese curso, tomo tinta y pergamino escribió cada cosa que tenía en el monedero o que por lo menos algunas cosas que recordaba. Luego escribió otra de lo que tendría que aprender ese curso y por ultimo un plan completo de que haría contra Voldemort, el ultimo lo repaso diez veces aprendiéndose lo de memoria y luego lo aventó al fuego junto con los demás dejando que se quemara hasta que solo quedaran cenizas. No supo cunado se recostó en el sillón, ni cuando cerró los ojos.
Las pesadillas regresaban, Voldemort aterrando a sus seres amados era el principal evento, todos y cada uno sangrando gritando o pidiendo auxilio con el impotente y sin forma de hacer anda. Después su sueño cambio se encontraba en un pasillo obscuro caminando, lo reconocía era la sala de juzgado, pero no se movía, algo se jalo de su estómago él y a toda velocidad bajo, hasta el área inefable. Una de las puertas brillaba de un tono plateado, estiro la mano.
{No} dijo la voz de Griffin aterrada y abrió los ojos.
Ahí estaba aún sentado en la sala común de Gryffindor cuanto había dormido dos horas, tal vez tres, se paró y se desperezo aunque subiera a su habitación probablemente no dormiría. Reviso el reloj que había sobre la chimenea apenas eran las 5:30 nadie estaría despierto hasta después de las 7 así que se estiro y salió por el retrato de la señora gorda que seguía dormida y roncando, bajo todo el camino hasta la casa de Hagrid percatándose que nadie lo siguiera y sobretodo que no se encontrara con el pesado de Filch o peeves.
-Dobby-llamo Harry una vez que estuvo completamente seguro.-Dobby ven -
Algo golpeo su mente unas palabras claras.
{La entrada a Dobby el elfo domestico está prohibida por Albus Dumbledore ¿Desea anular la prohibición?}
Harry lo pensó, ese lugar era de su propiedad, por llamarlo de alguna forma, aun así no tenía ni idea de cómo funcionaba. Así que primero esperaría a entender bien cómo funcionaban su nuevo control del castillo y después rompería todas las reglas de ser necesario.
-Dobby si me escuchas, tranquilo estoy bien. Cuando realmente te necesite lo sabrás y entonces romperás todas tus ataduras, avisa a todos los elfos que estén atentos de mi llamado-dijo Harry tranquilamente- Continua con lo que sea que estés haciendo, por favor-
Así que un poco más triste que cuando despertó se puso a hacer un poco de ejercicio para descargar toda su ira. Paso media hora hasta que se decidió ir a la casa de Hagrid y la encontró con la puerta cerrada, las cortinas corridas y por la rendija de la puerta se podía ver que llevaba un buen tiempo sin una persona dentro, así que saco su varita ya que era seguro utilizarla al fin.
-alojomora-dijo Harry, la puerta se abrió y el entro con paso lento, el polvo acumulado lo hizo estornudar mientras en la puerta dejaba una marca de polvo gris. Observo la habitación era una gran zona redonda con una cama el triple de lo normal y acolchonada, tenía el ropero abierto pero ni una sola ropa se encontraba adentro ¿Dónde estaba Fang?
Se sentó el sillón alzando una nueva tanda de polvo, suspiro con fuerza, Hogwarts sin Hagrid sería mucho más triste. No tenía nada de sus opciones, tampoco la capa, el mapa, el guardapelo, la saeta de fuego o alguna de las cosas que más le importaba. Aun así no había perdido todo, tenía las herramientas o por lo menos lo que era necesarias para sus planes.
Hablando de sus planes, tenía algunas piezas que faltaban y justo en ese preciso momento comenzó a buscar. Y precisamente ahí estaba colgado en la puerta, la vieja sombrilla rosa de Hagrid, la tomo y la observo, estaba completa y en una sección se veía extraña marca, como si hubieran intentado unir dos piezas completas con algo de pegamento y aserrín, y alrededor de esa unión se veían dos anillas apretando la madera.
-Genial-dijo Harry sonriendo mientras la tomaba con cuidado y la guardaba en la bolsa del banco. Estiro su varita y la movió en un círculo cerrado.-
dictum-
Todo se limpió, se acomodó y quedo limpio he incluso humeante, incluso parecía que Hagrid jamás se hubiera ido. Regresaría regularmente a limpiar.
Salió con un sol a medio salir entintando el cielo de color morado, rojo y naranja. Algo llamo su atención, conocía todas las torres del lugar, es más conocía todo Hogwarts, y con el mapa se podía ver todo el lugar pero había algo diferente, de donde estaba el área de descanso había una torre más, una mucho más pequeña que la de Hogwarts pero extrañamente flotando sobre un pedazo de tierra. Era totalmente de piedra caliza, con algunas ventanas con el techo su usual forma de cono y con una bandera vieja y casi desgarrada, agitándose con el aire. Entrecerró los ojos y vio como sobre esa bandera estaba el símbolo de Hogwarts.
Su mente busco el por qué nunca en sus cuatro años lo había visto, o porque la noche anterior no lo sé percato de ella. Enseguida como si todo fuera parte de sus recuerdos, eran las habitaciones especiales de los cuatros fundadores, además de que la torre solo aparecería a los ojos del dueño del Heredero de los fundadores y que era la fuente principal de magia de todo Hogwarts, esa sola torre tenía mucha más magia de la que jamás había sentido y de alguna forma era parte de la sala de Menesteres.
Se encamino rápidamente al lugar debía inspeccionarlo, saber que había ahí, si tan solo se hubiera percatado la noche anterior, en lugar de pasar horas mirando a la nada hubiera ido a verla. En un santiamén estaba ahí, justo debajo buscando la forma de entrar, no había escalera ni alguna cuerda para subir, solo estaba ahí suspendida. Si tenía que llegar volando, tendría que conseguir una escoba y eso no sería tan rápido.
Mas no fue necesario su hombro ardió un poco e incluso vio el brillo del tatuaje. Como si fuera una señal para aquella misteriosa torre algo se movió y en el centro del área que flotaba, un círculo de piedra con una runa que no conocía, se desprendió aquel círculo de piedra que giro lentamente hasta formar una escalera de caracol que aterrizo a unos metros de Harry. Sin pensarlo comenzó a subirla lentamente, pero no hacía falta esfuerzo alguno pues la escalera se enrollaba lentamente.
Cuando se introdujo por el centro vio una habitación redonda echa de la misma piedra que afuera, con ocho puertas, las más grandes de doble puerta cada una apuntando a un punto cardinal, una puerta roja con una runa de fuego y el clásico león, una azul con una runa del aire y su águila, otra amarilla con la runa de tierra y su tejón, por ultimo una verde con la runa del agua y una serpiente. Entre cada dos puertas enormes había una sencilla y pequeña, cada una igual pintada de colores y una runa, plata con la runa de investigación, dorada con la runa de creación, blanca con la runa de mente y una negra con la runa de cuerpo.
Nuevamente la voz melodiosa del castillo comenzó cantar, asustando un poco a Harry.
"4 sitios para lo elemental,
Una para y por cada casa,
Retos, dificultades y mal,
En su interior descansa.
Prepara tu mente y cuerpo viajero,
La elección es tuya,
Pues una vez adentro,
Hasta salir o hasta que te destruya.
La magia ayudara,
Pero no será la clave,
Para despejar y descifrar,
La magia encierra bajo llave.
Cada una de las demás es para utilizar,
Siéntete libre pero no cedas,
Más no creas que al puedas ganar,
La derrota muchas veces conocerás.
8 puertas útiles y cambiantes,
Todas para nuestro heredero,
Dejadas por los sabios creadores,
Para crear un armonioso futuro."
Harry no entendía del todo las palabras y había mucho de lo que no se acordaría después, solo esperaba que la torre después se lo dijera, como deseaba que Hermione estuviera en ese segundo para que ella lo entendiera y se lo aprendiera. Aun así inspecciono las puertas, mientras algunas eran de piedra, otras de madera, incluso alguna de cristal. Sentía incluso las vibraciones mientras pasaba la mano por cada una, sintiendo la magia poderosa y antigua. La advertencia de la canción le impedía abrir la puerta "una vez adentro, hasta salir o hasta que te destruya", no quería pensar en todo lo que podía haber detrás de una de esas puertas, así que decidió esperar a que estuviera seguro de que le pasaría. Aun así fue a las pequeñas, la canción había dicho que eran para poderlas utilizar ¿no?, así que abrió de golpe la de color plata.
Mantenía los ojos cerrados, sabía que en la antigua cámara de Salazar había dejado un basilisco, no quería pensar que peligros habían dejado los otros fundadores. La curiosidad le gano y abrió un ojo, no era algo atemorizante, sorprendente sí, pero no aterrador. Era una simple sala completamente abierta, parecía de esos lugares que se come en el techo de los edificios ¿Cómo los llamaban? Sky Garden, tenía un jardín y una fuente, un par de sillones que parecía cómodos entre los sillones había una mesa de te pequeña y de mármol blanco, además contaba con un lugar lleno de alimentos y bebidas. En una esquina un atril sin libro solo una pequeña base redonda. Lo más impresionante era lo que estaba después del balcón, un espacio casi infinito, tan grande que aunque forzara su vista no veía el final. Miles de libreros todos ellos flotando dispersos por todos lados cada uno con cientos de libros, todos desordenadamente. Miro por todos lados, el techo estaba también lleno de libros, la pared donde estaba la puerta también tenía libros, como si cada libro formara parte de la pared y todos los libros, iban desde básicos hasta algunos con dialectos diferentes.
Algo vibro dentro de su bolsillo y como si fuera un imán algo salió disparado y floto a su vista, el reloj biblioteca flotaba delante de sus ojos, lentamente se acercó al atril, donde brillo de color plata, se incluso en la base redonda. Todo el lugar brillo y algo apareció en la mesa. Harry fue a la mesa y se sorprendió al ver que lo que apareció encima fue un libro, pero no cualquiera un grimorio azul con un agila de plata una cerradura con lo que parecía una cerradura con forma de circunferencia, muy parecida a la caja que guardaba los anillos de boda que le dejo su madre. Se llevó la mano a su collar con los anillos excalibur.
{Maestra ¿Qué debo hacer?} Pregunto Harry pero si hubo una contestación jamás le llego a la mente.
Así que hiso lo único lógico y también algo que temía hacer, desprendió el anillo de Revé y con cuidado lo introdujo en la cerradura. Al principio no pareció haber funcionado pero el libro se abrió lentamente y las páginas pasaron como si alguien invisible las moviera, se detuvo a la mitad mostrando una escritura desconocida y lo que parecía una varita de color plata, antes de que comprendiera que pasaba, alguien estaba sentado en el sillón de aun lado. Una mujer alta con el pelo negro, ojos azul intenso, piel pálida, una túnica color verde con destellos plata. No podía rebasar los 30 pero seguramente era mayor a los 28, lucia muy bella y al mismo tiempo poderosa.
-Podrías sentarte, cariño-dijo La mujer con voz de Revé.
Nunca había visto a su maestra pero sabía que era ella o que por lo menos así sería su forma física. Harry puso una rodilla en el suelo y bajo la cabeza.
-Maestra, es un honor conocerla al fin-dijo Harry con el corazón palpitándole.
-Tenemos mucho de conocernos cariño, no es necesario que me des tantos honores-dijo la mujer tranquilamente.
Harry se levantó con los ojos en lágrimas y se abalanzo sobre su maestra atrapándola en un abrazo que ella le devolvió.
-La extrañe mucho-dijo Harry con una sonrisa.
-Nosotros también te extrañamos, cariño-dijo Revé un poco sonrojada.-Hemos visto todo lo que has tenido que pasar y de verdad nos sentíamos impotentes sin poder siquiera darte unas palabras de consuelo-
-SI bueno, no he tomado las mejores decisiones y aunque lo he intentado tampoco he sido… capaz de controlar mi carácter-dijo Harry sentándose a un lado de su maestra, la cual soltó una risita.- ¿Qué?-
-Seguiste tus instintos y pensabas no solo en el futuro inmediato si no al futuro y por eso estoy orgullosa de ti-dijo Revé acariciándole la mejilla, esa sensación ya la había sentido Harry muchas veces pero nunca tan fuerte, nunca tan real.
-¿Cómo es que puedo tocarla?-pregunto al ver que todo parecía ser corpórea, no una ilusión.
-¡Sabes la respuesta!-dijo Revé tranquila y suspirando.
-Es real-dijo Harry extrañándose más- ¿Pero cómo puede serlo?-
-¿De verdad Harry?-dijo Revé con una sonrisa y con una mirada muy parecida a la que se daría a un niño pequeño preguntando por cosas básicas- De verdad no puedes pensar en algo que se parezca mucho a esto-
-Bueno… si, una cosa pero no puede ser-Dijo Harry abriendo los ojos la simple idea le aterraba un poco.- El diario de Tom era un Horrocrux, los grimorios no…no pueden ser o ¿Si?-
Revé sonrió un poco y nuevamente le acaricio una mejilla.
-Sí y no- contesto con esos ojos tan parecidos al azul del cielo.
-Eso me aclara todo-dijo Harry con su tono sarcástico, sacándole una risa a Revé.
-Déjame terminar mi explicación, cariño-Contesto Revé tomando el grimorio y pasando las hijas hasta que llego al propio del libro-Mira-
Harry observo, era una lista de nombres, el primero decía Raven y así seguía los nombre y su apellido hasta que se modificó un poco y cerca del final de la hoja está escrito con una letra pulcra y muy delicada "Rowena Ravenclaw".
-Perteneció a toda la descendencia Ravenclaw, eso significa que paso igual que como los Ollivander-dijo Harry sorprendido.- Aun así si dejaron una porción de ellos en el grimorio ¿no sería igual a un Horrocrux?-
-Como siempre tienes una idea pero no toda la información-dijo Revé mirando el libro- ¿Qué sabes de los Horrocrux?-
- Son objetos en los cuales un mago puede meter un trozo de su alma y para crearlos es necesario matar… ya que es lo único que desgarra el alma.-Dijo Harry pensando un poco sobre todo lo leído-Además de que pueden ser objetos inanimados o seres vivos, no necesariamente libros-
-Correcto-dijo Revé- Los horrocrux son magia muy oscura incluso los magos tenebrosos le temían a esa magia. ¿Podrías explicarme los negativos naturales de la magia?-
-Sí, pues… un negativo natural de la magia es el contra hechizo o contra maleficio, también puede ser otro lado de la magia, como en ventus es un hechizo de viento pero puede ser parado con un Hechizo de tierra, con las magias que se podría combinar es con la de fuego o la de agua, creando una magia diferente. También están la magia negra y su contrario natural la magia blanca, de la negra solo se conocen lo que son los maleficios imperdonables y de la blanca no hay ninguna realmente establecida. Bueno eso leí, pero no lo entiendo del todo- contesto Harry rascándose la nuca, pensando que una vez maestra, siempre serás maestra.
-Pronto lo comprenderás cariño-dijo Revé con los ojos iluminados feliz de seguramente enseñar nuevamente.- Bien pues el opuesto natural de un Horrocrux es un Grimorio-
-Son casi idénticos pero un grimorio es magia blanca ¿no?-Dijo Harry sintiéndose mejor al saber que no era magia oscura.
-Tienes razón, son objetos que se componen en esencia de los mismo, pero son opuestos en su totalidad-dijo Revé acariciando las páginas del grimorio.- A los Horrocrux se le inserta parte del alma matando a alguien, pero a un grimorio no se le inserta el alma y si mataras no podrías crear uno.-
-Entonces… ¿Qué son?, ¿Cómo fueron creados?-pregunto Harry más perdido que antes.
-Fueron creados con la magia más poderosa y la más antigua, aquella que un día te salvo la vida-dijo Revé mirándolo con una radiante sonrisa.
-¿Amor?-pregunto Harry desconcertado.
-Sí, los grimorios son la dedicación, el tiempo y el amor que una persona o un linaje pone por un arte o por algo en específico. Como los Ravenclaw siempre dedicados a la búsqueda del conocimiento, al saber y al entendimiento de nuestro mundo e incluso del mundo muggle-Dijo Revé alzando la mano y señalando el lugar lleno de libros y estantes. Hasta ese momento Harry se dio cuenta que no solo había libros, también pergaminos antiguos, algunos libreros repletos de manuscritos.- Todo esos sentimientos agregados a un objeto mágico se vuelven un grimorio y con el tiempo empieza a crear una mente propia ya sea con los recuerdos del propietario o con los descubrimientos impresos en el por las generaciones-
-Entonces… en ella insertan no su alma si no todo su amor- dijo Harry sorprendido.
-El amor se puede repartir y dar sin necesidad de fracturarla, digamos que los grimorios son contenedores de los sentimientos de sus dueños-dijo Revé moviendo el libro hasta otra página y se la mostro a Harry.
"Rowena Ravenclaw
He traído un montón de libros más a la torre, espero que Salazar cumpla con traerme esos fabulosos pergaminos de occidente, me encantara leerlos y anexarlo a la colección familiar. Aún estoy decidida a crear algo con una conexión a la librería para poder tener todo el conocimiento a la mano."
- Esto lo escribió cuando era joven, cuando pensaba que este grimorio era un simple diario-dijo Revé sonriendo.
-Si los Ravenclaw lo escribieron. ¿Por qué eres tú la que salió del grimorio?-pregunto Harry delicadamente esperando no ofender a su maestra.
-Excelente pregunta- salto Revé cerrando el grimorio y mostrando nuevamente la portada-¿Tienes alguna idea del por qué?-
Harry inspecciono la portada, no por nada se la mostraba, ella quería que el consiguiera las respuestas por su propia mano y no solo escuchara datos sin cuestionarse las cosas por el mismo. Solamente veía el cuero azul, el águila representativa de los Ravenclaw y el cerrojo.
-Porque la llave del grimorio es usted-dijo Harry tocando el anillo- Como usted ha estado desde que lo crearon, usted y el grimorio son parte de uno del otro y aunque los Ravenclaw lo hicieron un grimorio, su mente y existencia están también dentro-
-Perfecto-dijo Revé con una enorme sonrisa- Por alguna forma de decir, el anillo es mi mente y el grimorio mi cuerpo-
Harry la miro y de repente se le ocurrieron muchas cosas.
-¿Puede salir de la torre?-pregunto con una gran sonrisa.
-No- dijo Revé acariciándole el cabello- Si sacaras el grimorio y el anillo de esta sala, inmediatamente desaparecería mi imagen corpórea simplemente me desvanecería y nuevamente solo podría hablarte por medio de tu mente.-
Harry entendió por que la energía mágica de aquel lugar era muy fuerte.
-Es como con el diario de Tom, el buscaba magia para crear una forma corpórea. –Dijo Harry recordando y poniéndose la mano en la barbilla-No sé por qué… pero todo lo que me dice y lo que viví con el diario de Tom se parece mucho-
-Es cierto- dijo Revé torciendo los labio y pareció que alguien le gritaba algo y frunció el ceño.- Si se lo explicare Griffin no es necesario gritar-
-¿Por qué yo no escucho a mis otros maestros?-pregunto Harry al escuchar las palabras de su maestra.
-Las magias mentales se anulan en la torre, es para que te puedas concentrar y al mismo tiempo se evite cualquier intromisión del exterior-dijo Revé suspirando- Desgraciadamente los objetos mágicos seguimos teniendo esa capacidad-
-ok…-¿Qué me iba a explicar?-pregunto Harry algo ansioso.
-Hacía tiempo que sospechábamos que Voldemort se basó en un grimorio para construir su diario, pero a diferencia de los grimorios normales, el intento combinar la magia blanca y la negra para crear algo mejor-dijo Revé nuevamente torciendo los labios- Como sabrás o supongo que sabes los cuatro fundadores de Hogwarts construyeron este lugar y lo protegieron para que solo el portador de los cuatro anillos entrara, ni siquiera ellos mismos. Salazar quería que el heredero fuera sangre pura y ahí comenzaron las peleas de Godric y Salazar. Todo lo demás es historia. Sly cree que enojado por haber dejado su grimorio en la torre creo la cámara para su heredero dejando las instrucciones para poder desbloquear la torreo o incluso trascripciones de su grimorio, no tenemos idea pero ese puede ser el por qué Voldemort se enteró de los horrocrux y el por qué creo un objeto tan parecido. Sin en cambio nos preocupa lo que pudo aprender de lo que dejo Salazar ya que sería magia muy poderosa y de que supera de la sala de menesteres-
-¿Voldemort sabe de la sala de menesteres?-pregunto Harry sobándose la sien, era un refugio para él, un hogar y si Voldemort lo había corrompido se las pagaría.
-Suponemos-dijo Revé tranquila- Ya que la sala es una extensión de esta torre-
-¿Qué?-pregunto Harry sobándose con más fuerza la sien. Revé suspiro pesadamente mientras cruzaba las piernas y se acomodaba el cabello.
-La sala menesteres es una habitación que coexiste en todo Hogwarts, pero el lugar donde esta es ubicada la magia que le permite cambiar de lugar o incluso modificarse es en esta torre- Explico Revé como si fuera lo más imple del mundo. Le mando una mirada cuestionándolo, de esas que le daba McGonagall cuando quería que le dijera la respuesta sin que le diera pistas o que incluso complementara la información. Harry pensó un minuto.
-Entonces aquí también debe haber una entrada para la sala de menesteres y además puedo cambiar la torre de lugar ¿verdad?-dijo Harry revolviéndose el pelo
-No hay una puerta como tal a la sala de menesteres, como viste en la entrada solo hay 8 pero si quisieras podrías crear una entrada para ir directo. Y no, esta torre es inamovible, ya que es, pro alguna forma de llamarle, el núcleo mágico de Hogwarts-Finalizo Revé sonriendo un poco, pareciendo insatisfecha con las respuestas de Harry.
-Tengo más preguntas pero supongo que todos estarán levantados ya y si no me encuentras seguro mandaran a toda la orden detrás de mí-dijo Harry suspirando pesadamente.
-El tiempo aquí es algo diferente- dijo Revé sonriendo ampliamente- Está diseñada para que cada minuto que pase afuera aquí solo trascurra un tercio de este-
-Es decir que si afuera pasa una hora aquí pasan 3-dijo Harry sonriendo- Eso ayuda mucho-
-Sí, aun ahí mucho porque entiendas y también muchas cosas que podría enseñarte pero primero serán tus dudas-
Harry empezó por la más antigua.
-¿Por qué el reloj biblioteca se incrusto en el pedestal?-dijo Harry señalando donde se encontraba.
-Rowena se cansó de buscar entre los miles de libros el que quería y lo creo para evitarse la búsqueda, digamos que el reloj también está ligado a esta biblioteca (Nota caos: un motor de búsqueda, como google), Yo se lo sugerí un día que se desesperó y termino revolviendo todos los libros-dijo Revé guiñándole un ojo.
-¿Por qué el reloj estaba en la cámara de Slythering?-pregunto Harry extrañándose de que algo perteneciente a Ravenclaw estuviera en la bóveda de otro fundador.
-Cierto, ese detalle-dijo Revé enojándose un poco-Sly dice que Salazar se lo encontró en uno de sus viajes después de Hogwarts, pero yo recuerdo que Rowena se desesperó pues había perdido su mejor creación y entonces decidió crear la diadema, lo cual… no fue de mi agrado.-
-¿por?-pregunto Harry seguro que si una diadema diera todo el conocimiento en esa biblioteca será algo increíble.
-Saber las cosas sin entenderlas es una tontería-dijo Revé frunciendo el ceño.- Si solo eres listo con la diadema estarás en problemas cuando te la quites, intente explicárselo a Rowena pero estaba algo enloquecida por la pérdida del reloj biblioteca-
-¿Qué significa esa advertencia al entrar?, eso de que cuando entre a las puertas elementales no poder salir hasta que me destruya-pregunto Harry.
-Fácil, si entras no podrás salir hasta que pases la prueba o hasta que la sala crea que estas acabado-dijo Revé alzando los hombros.
-Genial-dijo Harry sobándose el puente de la nariz. -¿Podre hablarles cuando este afuera?-
-No, la magia aquí es fuerte he impide las conexiones a tu mente. Afuera estarías nuevamente en peligro de que Voldemort entre-contesto Revé seria y después de unos segundo sonrió- Aun así puedes venir a la torre y en cada puerta estaremos uno de nosotros, así que podrás consultarnos-
-¿Alguien más aparte de mi puede entrar?-dijo Harry sonriendo un poco.
-Si piensas en Hermione…. Tal vez podría… aun así se supone que eres el único-contesto Revé y un cambio súbito apareció en su mirada, ya no era tan alegre y parecía haber corrido un maratón en un segundo.
-¿Qué sucede?-pregunto Harry algo asustado.
-He estado mucho tiempo en mi forma corpórea. Necesito descansar.-dijo Revé dando una leve sonrisa.
-Descanse maestra, yo puedo continuar solo desde aquí-dijo Harry sonriendo mientras veía como la figura de su maestra se hacía borrosa.- Hare todo lo posible por a completar las puertas elementales y utilizar todo lo que tengo para hacerme más fuerte-
-Lo sabemos, cariño-dijo antes de desaparecer y dejar el grimorio en el sillón.
Harry suspiro pesadamente mientras recogía el libro cerraba la cerradura y quitaba el anillo llevándoselo de nuevo a la cadena en su cuello. Enseguida saco del monedero del banco la bolsa para la pierna, se la coloco ajustando el cinturón en sus jeans y apretando fuertemente la correa de la perna, dejando la bolsa bien sujeta, reviso que el grimorio de Ollivander aun siguiera ahí. Metió del de Ravenclaw. Fue directo al pedestal y acerco su mano al reloj biblioteca el cual se desprendió fácil pero al momento no era un reloj de bolsillo, era un reloj de pulsera combinada con una especie de muñequera que le extendía hasta unos centímetros del codo, era de cuero negro firme y al contacto de la piel muy cómodo, tenía unos espacios como correas y aunque no sabía para que servían después lo investigaría. Se colocó el reloj quitándose el viejo y dañado a su bolsa del banco viendo que el nuevo no le daría la hora pero era cientos de veces más útil.
Salió de la sala pero en lugar de ir a la salida fue a la puerta de color dorado, entro sin preocupaciones y delante de él se encontraba un espacio totalmente limpio con varias mesas sin nada arriba, una pared llena de herramientas desde las básicas muggles, hasta algunas con formas extrañas que tenían varios picos e incluso alguna que parecía hechas de madera. Enseguida sintió un tirón del collar y apareció algo en la mesa más cercana un nuevo grimorio con la tapa roja un león dorado en la portada y a lado de ella unos… ¿lentes? No eran exactamente lentes, parecían unos goggles redondos con un montón de botones alrededor de las lentillas, y además dos perillas a lado de donde empiezan la correa para sujetar a la cabeza.
Harry tomo el grimorio y lo guardo, vio como los otros dos grimorios se adelgazaban para que el metiera el nuevo. Tomo los goggles y se los probo. Veía totalmente normal incluso sin sus lentes, apretó uno de los botones y de repente veía todo de un color azul señalando rastros mágicos o incluso lugares donde la magia se concentraba más, probo con los demás pero la mayoría debería tener un uso específico ya que era extraño que cambiara el color o la forma pero nada más. Giro una de las perillas y parecía ver todo a microscopio las regreso a la normalidad y entonces giro el del otro, parecía poder cambiar el Angulo en que observar todo, incluso era extraño por que podía ver su espalda si deseaba. Se lo quito y antes de que las guardara en la bolsa del banco brillaron y apareció algo muy parecido a un monóculo diminuto y salto a su muñequera colocándose en una de las correas. Solo sonrió al ver que seguramente si iba a las otras dos puertas pasaría algo igual.
La puerta blanca estaba vacía pero aun así había un escritorio, miro que igual mente que en la anterior apareció un libro y un objeto. Era el grimorio con tapa verde con una serpiente plateada y a lado de ella esta otra muñequera pero con bolsitas pequeñas, ya ocupadas por frascos muy extraños, algunos pareciendo gotas pequeñas, con forma copas diminutas, uno que era un cilindro muy plano e incluso uno que después del tapón se dividía en dos. Conto un total de 16 espacios con los diferentes frascos todos vacíos. Se colocó observado que también tenía un lugar para guardar pergamino enrollado e incluso un lugar pluma pero no de lechuza una pluma estilográfica, saco el pergamino leyendo la simple línea que tenía.
"No necesita tinta, solo tu mente", en cuanto lo leyó se borró y el pergamino estuvo en blanco nuevamente. Harry no entendía pero se la puso la otra muñequera y se dio cuenta que podía moverse sin problemas y casi ni parecía darse cuenta de que tuviera algo cubriéndole el brazo.
En la puerta negra fue la que más le sorprendió, una habitación mucho más amplia y completamente hecha de piedra, las paredes tenían huecos e incluso de algunos lugares surgían picos o armas, todo era iluminado sin ninguna fuente de luz. Un montón de objetos y cosas que no savia para que eran se apilaban al fondo, algunas parecían sillas otras como una caminadora y en incluso aros metálicos con pinchos. En cuanto puso un pie adentro apareció el grimorio amarillo con el tejón negro y a lado de esta apareció una protección para el hombro, de color negra. Era como esas protecciones que se veían en las armaduras antiguas solamente que esta parecía echa de piel de dragón, con dos correas que salían se juntaban a un circulo plateado con una runa de peso y después salía de nuevo una correa para ajustarse a la parte posterior de la protección. Harry como todo lo anterior se la puso y la probo era como cualquier otra a excepción que con esta podía moverse libremente y que en las correas se ajustaban perfectamente a la forma de su cuerpo. El circulo de plata de llamo la atención y lo toco en cuando se dio cuenta que la runa brillo de color rojo con el símbolo de 0 le pareció que podía cambiarla y la recibió con un 1 para ver qué pasaba. De repente todo su cuerpo pesaba más no solo su hombro si no todo su cuerpo era como si tuviera una armadura completa, movió su mano y la cambio la runa a 3, nuevamente peso mucho más casi tirándolo al suelo. Regreso la runa al cero y se sintió tan normal como siempre.
Salió nuevamente a la sala circular, sabía que podía de alguna forma poner una puerta para la sala de menesteres, pero prefería hacer otra cosa y por lo mientras esperaría hasta después de entrar a la sala de menesteres. Además de que no sabía cuánto tiempo llevaba ahí dentro y era incluso posible que ya hubieran terminado el desayuno. Solo con el pensar en salir la escalera se comenzó a desplegar y el bajo con sus nuevas herramientas y estando seguro que después de todo ser el heredero de Hogwarts no sería tan malo.
