"Cuánto más he de esperar,

Cuánto más he de buscar,

Para poder encontrar la luz

Que sé que hay en mí."

Danza de fuego de Mago de Oz


Ya estoy de regreso… ¿Me tarde?, la verdad no lo sé pero soy consciente que este capítulo tardo algo, entre que quería disfrutar de las vacaciones y me dio una gripe que casi me muero…tal vez exagero. Entonces se podría decir que no me insiere mucho. Aun así aquí esta…


Lean, Disfruten y Comenten.


35.- Danza de conmociones.

Durante toda la semana Harry había estado peor que en las anteriores, no podía dormir más de dos horas por las pesadillas, apenas descansaba durante el día y luego en cada clase intentaba no dormirse, pero apenas y lo lograba. Hermione y Ron habían estado más ocupados que antes haciendo recorridos por el castillo durante horas de descanso, hasta que regresaban a la sala común de Gryffindor donde el leía o simplemente tallaba varitas y seguía intentando crear una sola.

Había pensado más de una vez comenzar a leer el siguiente Grimorio, claramente el de Gryffindor por estar más apegado por su casa originaria, sin en cambio creyó conveniente reforzar lo que aprendió en el Grimorio de Ollivander para ser más fuerte. Esa tarde estaba decidido a entrar en la siguiente fase de su entrenamiento. Entro en aquella puerta negra de la torre flotante, donde era amplio y con toda clase de Armas. Marlow no se había despegado de su lado y al entrar a la habitación pareció fascinado también. Harry se quitó la túnica, colocándose solamente una playera blanca y unos jeans cómodos, luego se aseguró que Marlow estuviera seguro, se acercó a un tablero extraño, tenía una perilla que iba de los números del 1 al 100 y extrañamente un botón de inicio.

-¿Qué crees que sea?-pregunto Harry a Marlow que lo veía desde la distancia.- Bueno nunca lo sabré si no lo pruebo-

Presiono el botón. La Sala comenzó a girar, Harry se desequilibró un segundo, al siguiente movimiento estaba cubierto de los muros con huecos circulares y de la parte de atrás apareció una protección mágica que impedía que el saliera o que Marlow entrara. Y sin esperar algo cruzo tan rápido como una bala, rozando su mejilla la cual se sintió caliente y pegajosa. Se tocó y miro que tenía una especie de líquido grisáceo que empezaba a inflarse rápidamente y pesaba. No pudo seguir observando o investigar que era, ya que una segunda bala gris salió disparada de los huecos y por poco golpea a Harry en un brazo si no fuera por sus reflejos del Buscador le hubiera dado de lleno en la cara.

Marlow silbo afuera y aporreaba la protección con sus ramitas.

-Estoy bien-dijo Harry sintiéndose desequilibrado por el peso en su mejilla.

Una tercera bala salió del techo golpeando en hombro de Harry de lleno y ombligándolo a poner una rodilla en el suelo. Intento pararse, pero el líquido se inflaba apresuradamente llegando al punto de parecer un balón de basquetbol pegado al hombro. Se paró con dificultades le pesaba el hombro y eso hacía más difícil moverse. La cuarta bala golpeo una pierna que cedió sin ningún problema y Harry termino en el suelo. Todo giro nuevamente y el líquido gris desapareció. Se levantó jadeante y con un poco de dolor en la pierna, regreso el tablero en donde aparecían unas runas que pudo leer gracias a sus estudios cuando estuvo encerrado con los Dursley.

"Nivel 1: Incompleto.

Restan 100 niveles"

-Si ni siquiera pude avanzar un nivel ¿Cómo espera que termine 100?-dijo Harry sintiendo como Marlow comenzaba a trepar por su pierna y llegaba a su hombro acariciando su mejilla con las hojitas de su cabeza- Estoy bien, gracias-

-Debiste esperar a que te diera alguna indicación ¿No crees?-dijo una voz conocida, giro sobre sus talones tan rápido que tardo un momento en enfocar.

Una niña de 11 o 12 años estaba sentada sobre un banquillo. Tenía un cabello castaño, cortado a la altura del hombro. Sus ojos cafés intenso y una mirada casi infantil. Casi, porque parecía muy decidida. Vestía una túnica amarilla con copas por todos lados y un guante negro en la mano derecha. Harry estaba seguro que era Huffy. Al igual que con Revé se inclinó dejando una rodilla en el suelo y con la mano en el piso, mientras bajaba la mirada.

-Maestra, es un honor-Dijo Harry con alegría en su voz-Pensé que no la vería hasta dentro de mucho-

-No seas exagerado-dijo Huffy con su voz infantil-Levántate, que me avergüenzas-

Harry se levantó observando como Huffy tenía la cara completamente roja y de pronto le recordó al tono que tomaba Hermione cuando le susurraba cosas en el oído.

-¿Qué me ves?-pregunto Huffy cruzándose de brazos.

-Nada-dijo Harry sonriendo y caminando en su dirección-¿Por qué debí esperar a sus indicaciones?-

-Es una maquinaria sensible y pudiste dañarla-dijo Huffy algo más tranquila.

-Creo que me acaba de dejar un poco dañado a mí-dijo Harry sentándose a un lado de su maestra.

-Bueno, estoy aquí para guiarte en esta nueva habitación-dijo Huffy bufando-¿Cómo si no lo supieras?-

-Un cuarto de entrenamiento, mucho más complejo que solo entrenarme físicamente-dijo Harry seguro, pero recibió un golpe en la cabeza por un puño pequeño, mientras su maestra estaba parada para alcanzarlo.

-No sea un tonto-dijo Huffy –Este salón no solo es para entrenarte físicamente, también mágicamente, por lo general no se permitiría el uso de varita, ninguna poción o artimaña en los entrenamientos físicos. Aquí puedes utilizar cualquier cosa con tal de llegar al nivel 100, claro que si terminas sin ninguna magia estaría realmente impresionada-

-¿Es un reto?-pregunto Harry sonriendo un poco.

-Puede ser-contesto Huffy sin prestarle atención- Pero hoy no tenemos mucho tiempo, aun no nos recuperamos de la anterior visita corporal. Hablar me choca, mejor comencemos-

Se levantó y Harry la siguió, conocía bien a su maestra platicas y enseñanzas eran cosa de Revé o de Sly, lo corporal y acciones inmediatas era más de su estilo. Para lo único que tenía paciencia era enseñar idiotas, incluso si era troles.

-Activa la magia Utgard, ya sabes esa que le dio una fuerza increíble a Jotun, el de nacidos en tierra-dijo Huffy cruzándose de brazos y pareciendo lista para darle una paliza.

-Aún no he intentado utilizara, solo lo he leído y comprendido la teoría, pensé que debería….-dijo Harry, se silenció por una mirada asesina de Huffy, nunca la había visto pero le indico que dejara de Hablar y entrara a las acciones.

Suspiro pesada mente asistiendo y saco de las muñequeras la bolígrafo. Con la mano derecha pinto un círculo en las falanges proximales, luego con la izquierda en la derecha aunque no le quedo del todo bonito, era funcional. Luego concentro su magia en ambos círculos y junto sus falanges, puño contra puño. Sintió como algo le quemaba un poco la piel.

-Utgard concédeme la fuerza de tierra, la dureza del acero y la durabilidad del diamante-dijo Harry como en el libro, el ritual no era complicado, pero podría romper su cuerpo si no estaba preparado. Según en el libro Jotun tenía 20 años entrenando su cuerpo para recibir aquella magia de fuerza y aun así no había salido ileso. Era la razón principal para no intentarlo.

Los círculos brillaron de un tono amarillo aprisionados en sus puños y sintió como si su cuerpo fuera un imán poderoso que era atraído hacia algún punto en la tierra, no podía separar los pies ni un milímetro. El brillo paso por su cuerpo y antes de saberlo brillaba de color amarillo con marcas negras de donde debían estar sus huesos. Sus músculos dolieron y su magia se dreno tan rápido que apenas y estaba consiente que había separado las manos y con una rodilla en el suelo. Jadeante en el suelo miro que de su mano bajaba un rastro de sangre y una línea de sangre caía de su boca.

-Como siempre, parece que este más preparado de lo que tú piensas-dijo Huffy sonriente.- Pensé que te desmayarías o que terminarías con todos los huesos rotos-

-Gracias-dijo Harry algo sarcástico- No savia que le preocupara tanto-

-Aunque no lo creas, me preocupas niño, no todos los días llega un digno sucesor de Hufflepuff-dijo Huffy aunque con una enorme sonrisa.

Harry tenía ganas de pellizcarle los cachetes.

-Ok-dijo Harry para distraerse y no hacerlo, su maestra podría enojarse de verdad-¿Y ahora qué?-

-Activa tu fuerza y carga eso-señalo Huffy a un montón de pesas.

Harry se acercó y casi se sintió mareado, las pesas tenían escritas cantidades de 490 libras cada una y cada lado tenía por lo menos unas 3. Casi 2300 libras. (Lo equivalente a 1 tonelada, poro utilice el sistema ingles… no me juzguen)

-¿Segura maestra?-pregunto Harry indeciso, no savia si podrá con todo el peso.

-Deja de preguntar tonterías y activa tu fuerza-dijo Huffy cruzándose de brazos y una mueca de disgusto.

Solo asintió, tomo su varita envió la magia a ella y luego de regreso a su cuerpo. Cada musculo se tensó y un ligero brillo amarillo cubrió su cuerpo por un segundo. Después sentía tan normal como cuando recién despertaba lo único diferente era que el cansancio de no dormir bien, había desaparecido por completo. Tomo la pesa con ambas manos y con el pensamiento que terminaría haciendo el ridículo lo levanto, era como levantar una silla o intentar cambiar de lugar un mueble algo pesado, al principio costaba, después solo era mantener la fuerza hasta que acabara de moverlo. Sobre su cabeza se encontraba 2300 libras y parecía que cargaba como 20 o menos.

-Eso es interesante-dijo Huffy sonriendo y Harry dejo caer la pesa sonando muy estrepitosamente.

-Mejor, es genial-dijo Harry sonriente.

-Ahora vuelve a intentar el nivel 1- dijo Huffy quitándose del centro de la habitación y sosteniendo a Marlow que parecía asombrado por la fuerza de Harry.

Presiono el botón de inicio en el tablero y en un segundo estaba en medio de la habitación con todas las hendiduras dispuestas a dispararle. El primer disparo salió y Harry lo esquivo con más fuerza de la que debía porque golpeo con el hombro la pared de la derecha, el segundo salió cerca de donde estaba, pero con sus sentidos más alerta nuevamente salto hacia tras con fuerza estampándose contra la protección que divida a Huffy y Marlow del peligro. En este caso el mismo.

-Aprende a controlar tu fuerza-dijo Huffy con voz fuerte para que la escuchara.- Solo utiliza la necesaria-

-Ojala fuera tan fácil hacerlo como decirlo-gruño Harry un poco adolorido del hombro, sin en cambio respiro profundamente para tranquilizar su corazón.

Decidió correr ha en medio de la habitación y esperar el siguiente disparo, cuando escucho el sonido se percató que era el sonido de un maleficio o cualquier hechizo, ese zumbido que presagiaba malas cosas. Movió sus piernas sin saltar o intentar apartarse, logrando quitarse de la trayectoria de ese líquido gris. Entre más rápido se moviera los disparos eran más constantes, hasta que uno logro darle en el costado derecho y le empezó a quitar velocidad. Poco a poco aquella cosa gris le cubría más partes del cuerpo, quitándole movilidad he incluso visión cuando uno le roso los lentes. Hasta que cayó al suelo rodando por culpa de un disparo en el su rodilla.

El líquido gris se desprendió de él, como si fuera espuma en el agua se desvaneció dejándolo jadeante y cansado.

-No entiendo-dijo Harry al ver a Marlow sobre su pecho y a Huffy con una media sonrisa viéndolo desde arriba-¿Falle?-

-No, pero tampoco fue un éxito increíble-dijo Huffy mostrándole unas runas que flotaban.

"Nivel 10: Completo, Nivel 11: Incompleto, Niveles faltante 89"

-¿Tantos me faltan?-pregunto Harry dejando caer su cabeza y mirando el techo de la torre flotante era como el cielo de afuera, igual al gran comedor con la excepción que aquí se sentía fresco sin importar el clima de afuera.

-Es un avance. Helga no logro llegar al nivel 11 a los 15 años, así que vas mejor de lo que crees-dijo Huffy sonriendo.

Y como a Rave, Huffy de un segundo para otro se vio cansada y malnutrida, casi quería llamar a servicios infantiles para que la cuidaran.

-Me tengo que ir-dijo Huffy con voz baja.

-Lo sé-dijo Harry sonriéndole mientras se sentaba en el piso de piedra.- Gracias por la guía-

-Por cierto, no utilices el 100% en lo que quieres hacer, podrías romperte-dijo Huffy y se comenzó a difuminar.

-¿Cómo que romper?-pregunto Harry, no alcanzo a escuchar una palabra más de Huffy porque desapareció del todo.

Harry solo suspiro y se levantó con Marlow aferrado a su hombro.

-¿Entendiste algo?-pregunto Harry sintiendo los músculos tensos y casi adoloridos, la magia Utgar había desaparecido, dejándolo tan adolorido como su primer día haciendo ejercicio.

Marlow negó con la cabeza.

-Creí que era el único-dijo Harry sonriente.

Se fue de la torre después de llegar al nivel 3 sin la magia Utgard. Debía demostrar que tanto entrenamiento no era de en balde. Encontró a Hermione en la sala común escribiendo algunos pergaminos y con mirada seria, mientras Ron le dictaba algunas cosas de la prefectura. Se dejó caer en el sillón mientras ponía la cabeza en el respaldo, completamente cansado.

-¿Qué te paso?-pregunto Ron al verlo.

-Entrenamiento-fue lo único que dijo antes de subir la vista y encontrarse con los ojos de Hermione, como siempre no necesitaba hablar para entenderla, incluso si la conexión predestinada sabía que estaba preocupada.

Se acercó y la tomo por la cintura abrazándola y dejando caer su cabeza en el hombro de ella.

-Solo es cansancio-susurro Harry cerca de su cuello y planto un suave beso.

-Ve a dormir-dijo Hermione decidida.- De todas formas mañana no tenemos clases-

-Puede que ustedes no tengan clases, yo tengo a Umbridge, nos tiene artos-dijo Ron dejando los papeles- Que suerte tienen-

-¿Suerte?, Harry se la pasara todo el día entrenando, yo estaré ocupadísima…-comenzó Hermione.

-¿No vamos a celebrar tu cumpleaños?-pregunto Harry subiendo la vista sorprendido- Yo entrene mucho más hoy para mañana tenerlo libre.-

-¿Es tu cumpleaños?-pregunto Ron y por toda respuesta recibió dos miradas asesinas cada una de sus amigos.

-Por supuesto que es su cumpleaños-dijo Harry un poco molesto y luego miro preocupado a Hermione-Yo creí que estaríamos pasando en por los terrenos…Solos-

Susurro lo último para que Ron no se ofendiera.

-Tengo unos asuntos atrasados con McGonagall, también tengo que hablar con el profesor Flitwick y por ultimo Umbridge me encargo media docena de obligaciones. Podemos posponerlo para la tarde-pido Hermione con una media sonrisa y ojos suplicantes

Harry suspiro algo decepcionado, no es que quisiera salir de Hogwarts como el año anterior, pero si estar con Hermione y demostrarle que le importaba a pesar de todo el tiempo que pasaban alejados.

-Bien, recuerda en el lago en la tarde-Dijo Harry acariciándole una mejilla.

-Si-dijo Hermione sonriente. Después continúo escribiendo lo que Ron le dictaba.

Harry se fue a dormir después de las 11 de la noche esperando ansiosamente al otro día, esperaba descansar un poco antes de que las pesadillas le arrebataran las pocas horas que lograba conciliar el sueño.

Mucho antes de que el sol saliera por el horizonte estaba vestido con unos jeans negros y una sudadera roja. En la sala común se dedicó a tallar madera de abeto y extrañamente le estaba quedando con un entrelazado muy parecido a enredaderas y al final lo que parecía ser una hoja de Bowtruckle, tal vez era que Marlow le estaba ayudando con cortadas en la madera con sus largas y afiladas garras o podría ser que era su única compañía y era lo unció que tenía para inspirarse. Al terminar el sol ya había salido y los pasos arriba le dijeron que los comenzarían a bajar. Salió de la sala común y se dirigió a la torre flotante a seguir un poco su entrenamiento. Unas dos horas antes de las doce, bajo a las cocinas. Así que al llegar al retrato, le hizo cosquillas a la pera del frutero, jalo la manivela y ahí estaba una cocina del mismo tamaño que el gran comedor con las cuatro mesas idénticas, y más de cien elfos domésticos, incluso algunos que todavía parecían adormilados. Se acercó y los elfos lo miraron curiosos como aquella vez que había ido para conseguir las firmas para la P.E.D.D.O de Hermione. Uno de los elfos se aproximó.

-Señor, aún no están listos los alimentos, si espera unos minutos le daremos algo-dijo el elfo un poco alto y con la ropa un poco más arreglada que los demás, seguramente era el jefe o líder de las cocinas.

-No gracias, ¿Podría utilizar las cocinas yo?-pregunto Harry sonriéndole, acto que desconcertó al elfo.

-Si, por supuesto señor-chillo el elfo casi como Dobby lo que le recordaba que debía comunicarse con su amigo lo antes posible.

Comenzó recolectando los ingredientes que quería, los preparo y antes de saberlo ya estaba cocinándolos. Salió unos 15 minutos antes de la hora y llego al lago 5 minutos antes, coloco una manta en el piso y la convoco la comida que había hecho. Saco una cajita cuadrada de color azul y con un moñito plateado, lo abrió un poco para asegurarse que su regalo seguía adentro.

Con su pulsera de campeón extrajo unas escamas de dragón, de sirena y con mucho cuidado limo el recubrimiento de Graphorn, para trasformar el polvo en delicados eslabones para una cadena fina. Ahí estaba la pulsera de Hermione, con una placa de escama de dragón y sirena, en medio escrito con su letra y magia, "Te amare por siempre" y estas volvían a cambia a "Mi Sabelotodo". No era mucho y seguramente su valor era poco, pero era algo que había decidido hacer por su propia mano.

Espero mirando ansioso el camino al castillo, continuo esperando, mirando el lago y preguntándose por que tardaba tanto. Espero mientras Marlow dormía un poco, espero cuando varias chicas de cuarto curso pasaron muy cerca de él riéndose, espero incluso cuando Marlow comenzó a comerse los tocinos que había preparado, espero mientras el sol comenzaba a ocultarse detrás del horizonte, espero aun cuando el naranja y rojo del atardecer se convirtieron en un azul marino y las estrellas salpicaban el cielo nocturno.

-No es hora de estar afuera-escucho decir a la voz de McGonagall.

Harry giro la vista y ahí estaba la profesora con una media sonrisa y las manos unidas sobre su regazo. Simplemente Asintió y movió la varita desapareciendo la manta y enviando la comida a las cocinas. Tomo a Marlow que se había quedado sosteniendo la caja con la pulsera de Hermione y con delicadeza lo metió en su bolsillo de la sudadera. Coloco ambas manos dentro esperando que no sintiera tanto frio como el sentía en su cara. Comenzó a caminar de regreso, evitando la mirada de la profesora, no tenía ganas de hablar con nadie.

-¿Harry?-dijo la profesora que se mantenía a su paso.

Solo la miro, para después regalarle una media sonrisa y continuar viendo el camino. McGonagall lo acompaño casi todo el camino, no savia si era por alguna orden de Dumbledore, porque le preocupaba que cometiera una locura o simplemente el parecía demasiado cansado que podría desmayarse en cualquier pasillo.

Entonces llegaron al pasillo donde estaba el retrato de la señora gorda.

-No seas tan duro contigo mismo o con ella, los dos se están esforzando mucho. Ninguno de los dos debería pasar por esto-dijo McGonagall –Debes saber que ella te ama mucho y que…-

-Sé que me ama-dijo Harry tranquilamente antes de que entrara a la sala común de Gryffindor. - Y no la culpo, solo desearía que todo fuera normal o tan normal como a otros magos-

Estaba cansado y cabizbajo, aun así no creía que aguantara otra hora sin dormir. La puerta del retrato se abrió aun sin que dijera la contraseña, si sorprendió a McGonagall o a la dama gorda no le importaba. La sala ya estaba vacía… no, aunque daba alguien. Hermione sentada con la cabeza reclinada sobre el respaldo y respirando rítmicamente, en una mesa delante de ella estaba una pluma con la tinta seca en la punta, un montón de pergaminos, libros esparcidos por todos lados.

Harry se acercó con un dolor en el pecho. Tomo un mechón de pelo de Hermione y lo acomodo en detrás de su oreja. Lucia tan linda dormida, aunque su mejilla mostrara rastros rojos de los lugares donde su piel había sido presionada y un poco de saliva salía por la comisura de sus labios. Uno de los pergaminos callo encima de sus zapatos, lo levanto y no tenía nada. Harry vio brillar su anillo Pendragon y luego con tinta negra el titulo apareció brotando del mismo pergamino.

"Lista de tareas y Actividades Pendragon"

Luego toda una redacción y detallando profundamente todo lo que él había enseñado en Pendragon, estaba bien explicado y casi podía decirse que si llegaba a manos de cualquier alumno este podría aprender fácilmente. Tomo otro pergamino del suelo al principio igual de vacío y se llenó con datos de los integrantes de Pendragon, como estaban en magia, que se les dificultaba, como podrían mejorar. Todos los pergaminos eran solo de Pendragon, algunos con el nombre de diferentes miembros como Luna, Neville, Daphne, Ron y extrañamente Sofí, Theo y uno que otro más que no conocía. Los pergaminos con el nombre de Luna parecían más señalando como debían enseñarle a otras personas.

Acomodo todos los pergaminos, puso los libros en orden, guardo la tinta y las plumas, metió todo dentro de la mochila de Hermione con cuidado. Cargo a Hermione suavemente y por instinto tal vez se aferró a su cuello son ambas manos mientras él veía como se acurrucaba en su hombro. La llevo lentamente a su dormitorio, al de Harry, ya que al de la chicas no podría entrar y menos a esa hora. Entro abriendo la puerta con su control del castillo e insonorizo un camino hasta su cama y con el mismo cuidado que tuvo al levantarla, al depósito. Hermione sonrío un poco y luego se aferró aún más a su cuello. Corrió las cortinas y se recostó junto a ella y la miro por minutos u horas.

Ella era increíble, había hecho tantas cosas por él, siempre preocupándose por él y cuando creía que no podía hacer más, siempre resultaba que estaba aún trabajando y apoyándolo incluso desde donde las sombras. Todo ese trabajo no solo le quitaba el peso de dirigir a Pendragon en persona, ella se estaba encargando de no dejar que se hundiera y pensaran que ya no les importaba. Pendragon no podía tener a su director, pero si estaba Hermione dirigiéndolos, todo estaría bien. Acaricio la mejilla de su novia. Estaba seguro que no era lo único que hacia sin decirle, Dumbledore seguramente la presionaba mucho y siendo prefecta tenía muchas más responsabilidades. No podía culparla por olvidar que él estaba afuera esperando. Era un irresponsable y temerario, siempre pensando en ser más poderoso y olvidándose de que no era el único con problemas, rompiendo reglas y ocultando secretos, pero ahí estaba ella recordándole que había un mundo aparte de Voldemort.

-Feliz cumpleaños, amor-dijo Harry dándole un beso suave sobre sus labios. El reloj mostro que era media noche. –Oficialmente eres más grande que yo, de muchas maneras que jamás seré-

Harry pego su frente con la de ella y como en la sala de menesteres, durmieron abrazados. Sin pesadillas, sin sueños y sintiendo el latido del otro.

Despertó sintiendo el movimiento de Hermione, abrió los ojos despacio encontrándose con esos ojos color miel, de un tono algo rojizo y con preocupación. ¿Qué hora era? No tenía idea ¿Ya empezarían a bajar los demás alumnos? No le importaba. Solo la observo preguntándose qué le preocupaba, no era la primera vez que despertara a su lado y el no dejaría que fuera la última.

-De verdad lo siento-dijo Hermione con la voz un poco quebrada-No vi la hora que era y Umbridge alargo sus deberes, Dumbledore pidió un junta de último momento y regrese para terminar algunas cosas, creo que me quede dormida… ¿Esperaste mucho?, debí decir que no a todos he ir contigo, tenía que entregarle unas cosas a Luna y a Neville…perdona…-

No podía continuar sobretodo porque Harry la habida pegado completamente a él y la besaba. Hermione pareció sorprendida y luego se dejó llevar.

-No importa mione -dijo Harry Sonriéndole- Después de todo… te esperaría toda la vida si es necesario-

- lo lamento…-comenzó Hermione sonriendo un poco.

-Si te disculpas una vez más Granger me obligaras a Besarte hasta que no puedas ni mover los labios.-dijo Harry acariciando su cabello.

Hermione sonrío y le paso las manos detrás de la nuca.

-Eso quisiera verlo-dijo Hermione un poco coqueta.

Algo se movió en la parte baja de Harry y ha Hermione se le subieron los colores al rostro y ninguno bajo la mirada.

-No es lo crees-dijo Harry riéndose un poco por la cara de sorpresa de Hermione- Es mi amiguito-

-Ya, ese amiguito está un poco… feliz, ¿no crees?-dijo Hermione mordiéndose el labio aun toda sonrojada, Harry presintió que recordaba algo.

Lentamente bajo una de sus manos y Hermione soltó un pequeño grito y cuando regreso la mano sostenía a Marlow estaba aún sujetando su regalo.

-Mi amiguito Marlow está dormido, mal pensada-dijo Harry soltándose a reír.-No savia que Hermione Granger tuviera una mente tan… perversa-

-Cállate Potter-dijo Hermione totalmente apenada.-Solo me confundí. ¿Ese es mi regalo?-

-Cámbiame el tema-dijo Harry sentándose un poco y Hermione igual colocándose sobre su hombro.-Pero si, es tu regalo.-

Hermione le costó abrirlo, sobre todo porque Marlow se había enraizado alrededor de la caja. Al abrirla sonrío mucho y antes que otra cosa se lanzó a besarlo. Después de unos minutos se separaron sonrientes. Luego Hermione frunció el ceño y miro a su alrededor.

-¿Qué hacemos en tu habitación?-pregunto preocupada.

-¿No recuerdas lo que hicimos ayer en la noche? -Pregunto Harry burlonamente mientras Hermione parecía molesta.

-No es gracioso, Harry-dijo Hermione mientras se levantaba-Además, solo en tus sueños-

-Bueno en eso no es del todo cierto-dijo Harry recordando sus pesadillas.

-¿Te parece un paseo matutino?-pregunto Hermione levantándose y estirándose.

Harry salto y señalo con la cabeza hacia afuera.

-¿Una carrera al lago?-dijo Harry.

-Ni loca, acabó de despertar-dijo Hermione negando con la cabeza. Harry la tomo de la mano algo decepcionado y bajaron con cuidado de no despertar a nadie, salieron por el retrato de la dama gorda. Luego sin previo aviso, Hermione salió corriendo a todo lo que podía.

-Lento-grito Hermione dando la vuelta en la esquina, mientras Harry salía de su impresión.

-Eso es trampa-grito Harry comenzando a correr, por supuesto Hermione ocupaba todo los atajos que Harry le había mostrado durante años.

Pasaron la mañana paseando por los terrenos, luego regresando al desayuno y por ultimo acompañando a Harry a su entrenamiento de quitica donde todos y cada uno de los miembros término quejándose del entrenamiento físico que había impuesto para iniciar los entrenamientos y después haciendo un poco de vuelo, para finalizar con un partido un tanto amistoso entre todos los miembros, aunque muchos se lo tomaban de verdad en serio. Sobre todo Angelina.

El resto de las siguientes dos semanas Hermione parecía estar más y más ocupada por su estado físico y mental, como le había dicho parecía que no había dormido. Obviamente tenía razón. Antes podía decir que era el más cansado en todo Hogwarts lamentablemente, Hermione también Ron y Daphne, Hannah y Ernie cada vez parecían acercarse a su ritmo lentamente. No tanto como el que había ya llegado al punto de dormirse incluso en los momentos menos esperados. Como en clase de Snape, un grave error que le costó un par de deberes más y que lo mandara de nuevo por una poción para dormir, que no tomo.

Había tenido otras cuatro prácticas más de quidditch y todos hacían lo que podían y mejoraban a pasos agigantados. Dennis estaba decidido a ser tan bueno como Harry, seguía cada consejo, observaba atentamente cada movimiento y lo imitaba lo mejor que podía.

La clase de trasfiguraciones iba mejor que nunca, la profesora lo dejaba dormir en clase sorprendentemente, solo despertándolo para hacer los hechizos adecuados, al igual que Flitwick, mientras los demás la realizaban y algunos se quejaban. Hermione había logrado también desaparecer a una persona completa así que pasaba la clase haciendo deberes y le acariciaba el cabello haciéndolo dormir enseguida, al despertar ella ya había desaparecido para cumplir sus deberes.

A finales de septiembre una apacible noche Harry estaba practicando el control del castillo, cuando nuevamente sintió que alguien entraba a los terrenos y enseguida intento encontrar, pero tan pronto apareció este se retiró a algún otro lugar.

-¿Cuándo crees que podamos reunir a todos los Pendragon?-pregunto Ron mientras hacía deberes de pociones ya que no entendía nada, incluso con la ayuda de Harry que le indicaba lentamente paso por paso.

-Tal vez pronto-dijo Harry sintiendo que no progresaba en sus planes-aun así necesito cambiar la sala de menesteres el día de visita a Hogsmeade, además aún tengo mucho que aprender-

-Creo que eres ya excelente-dijo Hermione suavemente-puedes controlar la maldición imperius, resistir un crusio, puedes hacer un patronus corpóreo, hacer toda clase de hechizos que brujas y magos adultos no pueden, además de que percibes la magia de las cosas y demás personas, Viktor siempre lo dice-

Harry giro para mirarla tan rápido que le dolió el cuello, últimamente sentía que le crujía mucho y por la magia Utgard, sus músculos se encontraban adoloridos.

-¿Has hablado con Viktor?-pregunto Harry más sorprendido que molesto, por el momento.

-Hooo...mmm... No exactamente-dijo Hermione con voz algo rara-Comento que tú sabias hacer cosas que él ni siquiera conocía, y eso que Viktor estaba en el último año de Durmstrang y ahí enseñan un poco más de Artes Oscuras-

-¿Cómo qué no conocía?-pregunto Ron interesado.

-En la primera prueba él nunca pensó en utilizar los encantamientos convocadores o los repulsivos de esa forma en medio del aire. En la segunda prueba nunca creyó que podría hacer magia debajo del agua por eso hizo la semitrasformacion y en la última casi se muere de miedo al ver al Graphorn y más aún al ver a Amiji explotando la pared-dijo Hermione sin prestarle importancia a sus palabras, pero Harry comenzaba a Hervirle la sangre recordando el beso de Krum-También me dijo que en el cementerio se paralizo al ver el maleficio asesino, pero tu reaccionaste instantáneamente, él ha visto una y otra vez lo que hiciste en las pruebas preguntándose si hubiera sido capaz de realizarlo. Lo intento en las vacaciones y aunque le di consejos jamás logro volar parado o lanzar un hechizo sumergido-

-¿Le enviaste cartas en vacaciones?-pregunto Harry algo resentido con su novia.

-Si-dijo Hermione poniéndose roja y pareciendo preocupada, pero no miraba a Harry directamente.

-Y a mí solo me decías "Todo bien, estoy a salvo"-dijo Harry no queriendo parecer un niño pequeño, apretó los labios y se mordió la lengua.

Se sentía peor que nunca ya que todo ese tiempo en la casa Dursley solo había recibido una línea por carta. Ahora se enteraba que ella se escribía con Viktor Krum, alguien que también sentía algo por ella. Además de comentarle sobre sus habilidades. Aun así trato de calmarse, sentía a Voldemort removerse dentro de su mente.

-Intente enviarte cartas con más información-dijo Hermione acercándose, Harry solo se cruzó de brazo. Después de un segundo suspiro y alejo sus sentimientos, últimamente no era bueno controlándolos.

-Está bien. Me alegra que lo perdonaras, aunque dile que si vuelve a pasar algo como el beso, le dejare a Marlow hambriento y sin dormir, sobre su hombro a ver como se pone de agresivo-dijo Harry sonriéndole un poco.

-Yo quiero ver eso-dijo Ron emocionado.

-Dejen de utilizar a Marlow como amenaza-dijo Hermione acercándose a Harry, en un principio pensé que molesta, pero acaricio su nariz con la de ella y le dio un beso.

-Marlow, no solo es una amenaza-dijo Harry sonriendo- También es mi compañero mientras entreno-

Marlow escalo a su hombro y como si entendiera todo doblo sus ramitas como si fueran brazos mostrando un poco de musculatura. Se rieron un poco mientras el Bowtruckle parecía ofendido.

Harry había estado deseando que llegara el fin de semana en Hogsmeade, lo malo, la presencia del intruso cada vez lo molestaba un poco más seguido. Aunque sus magia no era agresiva y tampoco parecía buscar algo en concreto.

Buscaba una nueva escoba que ocupar, ya que solo quedaban flechas plateadas o cometas, ninguna de las dos aguantaban su forma de volar. Ron y Hermione seguían sumergidos en sus nuevas tareas, saliendo rápidamente de clases, llegando muy tarde a la sala común, a veces dejándolo solo por horas con simplemente que la compañía de Marlow el cual era muy divertido, manteniendo conversaciones que parecía entender a medias o incluso ayudándolo acunada tallaba varitas. Su baúl se llenó rápidamente de frascos con ceniza de varitas quemadas, carbón de algunas que no se incineraban, o astillas de aquellas que explotan. Estaba algo desesperado por no poder crear una varita, le escribió a Ollivander el cual respondió con un montón de indicaciones y recomendaciones, aun así seguía sin poder hacer que una varita saliera, la última se había partido en dos, VERTICALMENTE. Era una mejoría.

La mañana de la visita a Hogsmeade amaneció brillante y con mucho viento. Después del desayuno se formaron frente a Filch, quien tenía una lista con todos los nombres que irían a Hogsmeade. Cuando Filch alcanzo el nombre de Harry este dirigió una mirada burlona.

-Potter, tú no tienes permiso-dijo el celador.

-¿Qué?-grito Harry tan fuerte que todos a su alrededor se retiraron un par de metros. A excepción de Hermione que estaba preocupada.

-Lo que escúchate, los que tengan permiso síganme, los demás piérdanse-dijo dándose la vuelta. Hermione le tomo la mano.

-No te preocupes, tal vez luego iremos-dijo Hermione con dulzura.-Podemos quedarnos leyendo o ir a los campos a volar un rato-

Sintió un arranque de ira tan grande que casi sintió odio hacia todos, sintió a Voldemort dentro de su cabeza, tuvo que llevarse la mano a su cicatriz que radiar con fuerza, bajo la mano no queriendo parecer un loco como decía Malfoy últimamente, respiro profundamente hasta que se calmó, o eso creyó.

-Yo no necesito el permiso de nadie-dijo Harry alcanzando al grupo que iba un poco más lejos de lo que parecía.

-¡Harry! ¡No Harry!-dijo Hermione preocupada siguiéndole el paso.

-Recuerda que estoy emancipado y no es lo único por lo que puedo ir, yo puedo darme mi propio permiso y caminar por todo Hogsmeade sin que alguien me detenga-dijo Harry alcanzando al grupo viendo la cara de Ron que abría mucho los ojos y sostenía a Daphne de la mano, ambos palidecieron.

-Potter tú no tienes permiso-gruño Filch al darse cuenta de su presencia.

-Yo estoy emancipado, puedo ir a Hogsmeade si me place-dijo Harry firmemente y sin mostrar rastro de duda.

-¡No puedes!-dijo Filch pareciendo completamente loco.- ¡ORDENES DE DUMBLEDORE!-

La ira nuevamente exploto dentro de su cuerpo.

-Iré lo quiera o no- dijo Harry mirando con todo su resentimiento al viejo celador.

-Sobre mi cadáver-dijo Filch parándose enfrente de él y cerrándole el paso.

-Eso se arregla fácil-dijo Harry sin percatarse que una sonrisa malévola salía de sus labios, Filch palideció en un segundo y abrió la boca un poco. Dio un paso y luego otro.

-¡Basta Harry!-grito Hermione a su lado.

Fue hasta ese momento que se dio cuenta que estaba haciendo, tenía la varita levantada y la sostenía firmemente apuntándole al cuello de Filch.

-Harry baja la varita, Filch no tiene la culpa-dijo Hermione parándose enfrente del celador.

Algo se removió en su cabeza y sintió Odio hacia todos ¿Por qué Hermione protegía a Filch? ¿Por qué Dumbledore seguía atosigándolo? ¿Cuándo dejaría de ser un inútil y lograría hacer una varita? ¿Por qué seguía presionándose si todo se ponía en su contra? ¿Podría pararle los pies a Voldemort así como iba?

Las manos de Hermione le tomaron cara y con un poco de fuerza lo atrajo hasta que sus ojos se encontraron, el color ámbar era tan claro, su odio e Ira se desvanecieron lentamente. Como si fuera un sedante para Elefantes hizo que Harry estuviera tranquilo en segundos.

-Lo siento...yo-empezó Harry sintiéndose apenado pero fue interrumpido.

-¿Qué sucede aquí?-dijo la voz de la profesora McGonagall llegando rápidamente a su encuentro.

{Genial, más regaños} Pensó Harry.

-El señor Potter quiere ir a Hogsmeade, no tiene permiso-dijo Filch ocultándose detrás de la profesora.

-¿De qué demonios hablas?, el año pasado pudo ir sin problemas como podría ser que ahora no tenga permiso-dijo la profesora teniendo el mismo tono de irritación que Harry. Agradeció a cada mago antiguo y poderoso por tener a McGonagall de su lado.

-Ordenes de Dumbledore-dijo Filch desde atrás de ella.

La profesora miro a Harry, o este seguía intentando calmarse sentía más dolor en su cicatriz y aun sentía un poco de odio.

-Profesora, yo estoy emancipado. Puedo ir a Hogsmeade si quiero ¿Verdad?-dijo Harry con voz queda, su plan sería totalmente arruinado si no podía salir ni una sola vez a Hogsmeade.

-No lo sé Harry-dijo la profesora mirándolo un poco consternada.

-Por favor-dijo Harry un poco bajo, si McGonagall decía que no lo más probable era que no pudiera ir ni con los pasajes secretos.

La profesora lo miro por un segundo y luego suspiro pesadamente.

-Filch, Harry puede ir a Hogsmeade. Dile a Dumbledore que yo di la orden y que si tiene algún problema que me lo diga a primera Hora mañana-dijo la profesora con tanta autoridad que ni siquiera dudo que Dumbledore se escondería en su Oficina.

-Gracias-dijo Harry corriendo a abrazar a la maestra-Le debo Tanto, gracias de verdad-

-pero profesora...-comenzó Filch

-Nada de peros Filch. Es hora de seguir su camino-dijo la profesora mirando a todos los demás que se habían parado a ver.-Vallan a divertirse, ahora-

Filch se quejó. Harry salió corriendo rápidamente con Hermione de su mano y Ron siguiéndoles junto con Daphne. Cuando paso por el puente que conectaba Hogsmeade con Hogwarts echo un rápido vistazo a la entrada a la sala de menesteres al igual que los demás y solamente siguió de frente. No quería que Dumbledore le alcanzara antes de llegar al pueblo.

-¿Por qué no tenías permiso?-pregunto Daphne cuando al fin pararon en las orillas del pueblo-Dumbledore ¿Por qué te prohibiría la entrada?-

-Lo quiere mantener a salvo-dijo Hermione pareciendo irritada.

-¿Acaso no lo ha visto entrenando y lo que ha hecho en el torneo de los tres magos?-dijo Daphne incrédula.

-Si ya se lo hemos dicho también. Dice que hay que protegerlo incluso de sí mismo-dijo Ron con voz cansada como si lo hubiera escuchado un millón de veces.

-Al parecer quien necesita protección son los enemigos de Harry-dijo Daphne sonriendo un poco.- Los Eliminara en un tris y tras-

-Si con respecto a eso, les debo una disculpa por mi comportamiento-dijo Harry sintiéndose de verdad apenado.

-¿Fue Voldemort?-pregunto Hermione mirando a Harry de arriba a abajo, como si pensara que podría ser otra persona. Él también se preguntaba si seguía siendo el mismo.

-Sí- dijo casi en un susurro desviando la vista.

El silencio se instauro mientras caminaban rumbo a Hogsmeade.

-¿Por qué paso?-pregunto Hermione después de llegar a la orilla del pueblo.

- Mi enojo, se intenta colar con mi enojo. O si él se enoja... casi siempre ese es el detonante-dijo Harry aun sintiendo la cicatriz ardiéndole.

-¿Casi?-pregunto Ron de repente.

-Hay momentos en los que se intenta meter a mi mente sin ningún motivo, lo mantengo a raja, pero a veces es muy difícil-dijo Harry mirando a la lejanía mientras intentaba alejar ese pequeño rastro de odio.

-Deberíamos mantenerlo feliz-dijo Ron –

Harry giro a verlo, Ron y Daphne tenían una sonrisa burlona, la Slytherin le estaba pegando sus mañas a su Hermano.

-Hermione ese es tu trabajo-dijo Daphne sonriente.

-Claro que es el mío-dijo Hermione mostrándose enojada con Ron y Daphne- Nadie más que yo puede ponerlo feliz-

-Eso es sonó advertencia, no un hecho-dijo una voz a lado.

Harry vio a Theo sosteniendo de la cintura a una chica, ella tenía una melena negra con algunos mechones amarillos que le caían hasta la cintura, una nariz afilada, con ojos color verde intenso y la verdad era más alta que Harry, lo cual significaba que era más alta que Theo.

-Valla veo que era cierto-dijo Harry sonriendo.

-¿Qué ERA CIERTO?-dijo aquella chica con la voz un poco gruesa.

-De que tenía novia Theo-contesto Harry tranquilamente.

-Por supuesto-dijo La chica mirando con desagrado a Hermione.

Hermione no se inmuto y le devolvió la mirada.

-Harry ella es Roxana applebee- dijo Theo sonriente- Roxana él es Harry-

-No savia que tenías… esta clases de amigos-dijo Roxana bastante malhumorada.

-¿A qué te refieres con "Esa clase de amigos?-pregunto Harry sintiéndose enfadado nuevamente.

Roxana se dio la vuelta y sin decir más salió a paso rápido, y Theo les sonrió un segundo después abrió la boca.

-No sé de qué lado esta-dijo Theo a Harry y luego pareció triste- En cuanto regresamos… era otra… ella era…-

-Tranquilo-dijo Harry palmeándole la espalda.-No es tu culpa-

Theo asintió con los labios apretados y una mirada perdida. Luego se despidió y salió por donde Roxana se había ido.

-¿Es ella de quien me hablaste?-pregunto Ron de repente a Daphne.-Aquella que era muy… ¿Tierna?-

-Si-dijo Daphne y Harry volteo a verla tenía una mirada triste- Era una de mis amigas más cercanas-

-¿Y qué paso?-pregunto Hermione pareciendo sorprendida.

-Suponemos que la lograron convertir a purista… así como a muchos que conozco-dijo Daphne mirando a Hermione y sonriéndole.

-Lamento escucharlo-dijo Hermione regresándole la sonrisa.

-No te preocupes ahora tengo nuevas amigas y más… locas-dijo Daphne soltando una risita.

-Luna y yo no estamos locas-dijo Hermione negando con la cabeza pero riendo.

- Sí que son un trio extraño, ellas tres-dijo Ron a Harry, sin que sus respectivas novias lo escucharan-Una leona, una agila y una serpiente… solo les falta el tejón-

-¿Hablas de Sofí?-pregunto Daphne, Ron salto al ser descubierto.- Si nosotras cuatro estamos últimamente… ocupadas-

-¿En qué?-pregunto Harry consternado.

-Cosas de Chicas Potter-dijo Daphne sacándole la lengua.-Cosas de chicas-

-Valla respuesta-dijo Ron rascándose la nuca.

Hermione solo le sonrió y con una mirada le dijo que no era nada malo. Y Harry entiendo que seguramente algo estaban planeando. No le tomo importancia, como había dicho confiaba en la toma de decisiones de su novia.

Pasaron toda la mañana en la tienda de bromas mágicas de zonko, Harry compro con su dinero un montón de caramelos a los cuales Hermione le riño un buen rato. Se divertían bromeando entre ellos, además de ver a Fred y George muy entretenidos con Jordán seguramente planeando su siguiente broma. Siguieron tienda por tienda viendo, inspeccionándolas y divirtiéndose. Harry buscaba alguna tienda donde hubiera una Nimbus o alguna escoba decente, pero ninguna tenia lo que pensaba, pasaron toda la tarde en las tres escobas divirtiéndose de verdad. Vieron a Theo con su novia un tanto alejado junto con los demás Slytherin que habían hecho el juramento, extrañamente ninguno parecía cómodo con la presencia de Roxana.

Al pasar las horas y final mente llego el tiempo de regresaron al castillo, caminando de regreso juntos. Bueno, hasta que Harry vio el Pug cabeza de cerdo.

-Voy a ir al Pug a agrácele a Alberforth, por lo del fin de curso pasado, ya saben ayudarme cuando regrese del cementerio-dijo Harry sintiendo que era lo correcto.

-Por supuesto, te veo en la sala común, no tardes-dijo Hermione besándolo con una enorme sonrisa y siguiendo el camino con Ron y Daphne.

Harry camino al bar y entro, al entrar se percató que ese lugar no era para estudiantes o si alguna vez entro no sido más de un minuto que para salir corriendo inmediatamente ya que había un hombre en el bar que tenía la cabeza cubierta de vendas gris sucio, que se las arreglaba para tragar interminables vasos de una bebida roja y humeante atravesó de una abertura en su boca. Dos hombres envueltos en capuchas se sentaban en una mesa ubicada a lado de la ventana, Harry seguramente hubiera pensado que eran dementores a no ser que hablaban claramente en español. En un oscuro rincón cerca de la chimenea se sentaba una bruja cubierta con un velo negro que le llegaba a la punta de los pies. Apenas podían ver el extremo de su nariz que sobresalía ligeramente del velo. Y al final estaba Alberforth limpiando la barra y parecía malhumorado, igual que la primera vez que lo vio. Harry se acercó rápidamente sin titubear.

-Una cerveza de mantequilla, por favor-dijo Harry sonriéndole al hombre y sentándose en la barra-y gracias por lo de ese día-

-Oh eres tu-dijo Alberto levantando la vista y enseguida fue por una botella de cerveza de mantequilla y pasándosela a Harry sin parecer alegrarse de verlo-seis sicklet-

Harry saco la un de galeón y con el pulgar la hizo volar hasta un vasito junto a las bebidas de licor.

-Conserva el cambio. La verdad hoy solo vine porque quiero agradecerte, no tenías que ayudarme y lo hiciste, te debo una grande-dijo Harry tomando un trago la cerveza estaba tan buena como la de las tres escobas aunque la botella parecía más sucia.

-No lo hice para me agradecieras-dijo Alberforth continuando limpiando como si Harry no estuviera ahí.

-Lo sé-dijo Harry bebiendo un poco más- Pero créeme todas las mujeres importantes de mi vida me regañarían si no te agradeciera aunque solo una vez - Trago un poco más – Ultimarte no soy amable con nadie-

-Podrías hacerlo otro día que quisieras, no el primer día de visitas-dijo Alberforth arrastrando una silla y sentándose enfrente de Harry el cual sonrió un poco-¿Porque hoy señor Potter?-

-Solo dime Harry, señor Potter no me agrada a los únicos que les obligo a decirme así son porque los odio-dijo Harry mirando al mago que se sirvió algo de una botella roja de reojo pudo observar a la bruja de velo negro moviendo su silla un poco – Y tiene razón, no tenía que ser hoy, pues vera puede que hoy sea el único día que venga a Hogsmeade. Dumbledore me retiro el permiso de visitas-

Alberforth no pareció sorprendido, pero lo que pareció fue molesto ya que se tomó el líquido rojo de un solo trago.

-y ¿siempre haces lo que Dumbledore dice?-pregunto Alberforth molesto.

-Si fuera así estaría encerrado en el castillo sin salir de la torre de Gryffindor-dijo Harry tomando un gran trago de Cerveza de mantequilla-Me tiene arto con su protección-

Las carcajadas resonaron por todo el local atrayendo la atención de muchas personas e incluso Harry se sorprendió demasiado. Alberforth no parecía ser de los que se riera a carcajadas.

-Eres muy diferente de lo que cuenta, Harry -dijo Alberforth mostrando una sonrisa igual a la de Dumbledore, obviamente no se lo mencionaría-Me caes bien chico-

-Gracias, usted también me cae bien, ¿por qué dice que soy diferente de lo que cuenta?-dijo Harry curioso.

-Jamás te ha contado su historia ¿verdad?-dijo Alberforth mirando el retrato de la niña que había a un lado de la barra. Un extraño toque para una cantina.

-No, solo me ha dicho varias cosas filosóficas, pero nunca su vida-dijo Harry tomando su último trago de cerveza de mantequilla, Alberforth tomo una nueva botella de cerveza de mantequilla y se la cambio. Harry saco otro galeón.

-Va por cuenta de la casa-dijo Alberforth sonriendo nuevamente apunto al retrato-Ella es Ariadna, nuestra hermana-

-¡hay un Dumbledore más!-dijo Harry abriendo mucho los ojos. Podía sentir la magia de Alberforth y no era nada menor a la de su Hermano, se preguntó qué tan poderoso serian 3 Dumbledore.

-Ella murió-dijo Alberforth con tristeza en su voz, sus ojos brillaban demostrando genuina melancolía.

-Lo siento mucho, yo no quería...-

-No hay problema, ella murió hace muchos años-dijo Alberforth sonriendo a Harry-Cuando era una niña-

-De verdad, siento su perdida-dijo Harry viendo el retrato, si era de la misma edad que el retrato había muerto antes de cumplir los 15.

-Nunca supimos si fue Dumbledore, Grindewald o yo-dijo Alberforth tomando una botella de la vitrina y abriéndola sin vaso.

-Disculpe mi indiscreción, ¿A qué se refiere?-dijo Harry tomando un trago de nueva botella.

-Ariadna era una niña muy linda-dijo Alberforth viendo un punto a lo lejano como si sus recuerdos estuvieran enfrente de el-Cuando nació mis padres estuvieron muy felices, disfrutaban verla reír y divertirse, Albus iba a la escuela igual que yo. Un día Ariadna fue atacada por unos muggles que la vieron hacer magia, mi padre enfureció al enterarse, busco a los niños y...pues termino en azkaban. Mi madre cuido de Ariadna lo más que pudo, ella quedo devastada por el ataque y por mi padre. Ariadna nunca logro volver a hacer magia sin que se saliera de su control...durante todos esos años Dumbledore se hizo amigo de Grindewald mientras se entretenía con sus tontas búsquedas, yo procuraba a Ariadna. Después de años cuando recién ingrese a mi último año de escuela, mi madre murió, obligándome a regresar y cuidad de Ariadna-

-¿Y Dumbledore?...bueno, Albus... he usted me entiende-pregunto Harry sintiéndose bobo ya que Alberforth también era un Dumbledore.

-Si se a lo que te refieres, él se la paso en viajes con Grindewald, pero un día de la nada apareció en la casa, diciendo que cuidaría de Ariadna. Yo estaba feliz al fin mi Hermano había entrado en razón, al poco tiempo me di cuenta que Albus siempre parecía apagado y triste, pasaron años hasta que apareció otra vez su estúpido amigo. Tocando la puerta y diciendo tonterías sobre que había encontrado una varita de sauco, trate de correrlo, pero Albus se dio cuenta y salió a ver qué pasaba.-sus ojos se llenaron de lágrimas y enseguida continuo-Nunca supe cómo comenzó, solo que todos lanzábamos Hechizos y maleficios sin importar a quien le diera, Ariadna salió a detenernos y...-un gran silencio se hizo.

Harry podía entender la gravedad del asunto y sobre todo lo que implicaba que una chica sin experiencia mágica saliera en medio de una batalla. Ambos alzaron la botella y bebieron un poco. Esperaba que conversación muriera ahí, pero enseguida continuo.

-... en su funeral Albus se fue dejando la casa sola, yo me quede ateniendo las ultimas cosas, cuando escuche que había derrotado a Grindewald creí que regresaría, jamás lo hizo. Vendí la casa y compre esta propiedad, he vivido aquí desde entonces. Lo más sorprendente es que cuando Albus se siente solo me visita y aplicamos, pero jamás de lo mismo a excepción de una persona. Tu. Me conto de ti demasiadas cosas creí que serias igual a Albus y estaba seguro que eras su favorito.-un nuevo silencio se hizo-Pero al verte parado aquí, con todos esos golpes y herido, suplicando ver a mi Hermano, queriendo advertirlo de algo, fue como si me golpearan en la cara diciéndome que tu harías cualquier cosa por tus seres amados, ahora veo que es verdad lo que me dijo. No eres un mago común-

-No es el primero que me lo dice…pero cada vez estoy más estoy perdiéndome más -dijo Harry tomando un gran trago.-A veces no sé si sigo siendo yo mismo-

-Muchos no lo somos lo mismo después de vivir algo que otros no podrían di imaginar-dijo Alberforth pasándose la mano por la barba, tan larga como la de Dumbledore.-Has vivido en carne propia a Voldemort, muy pocos lo han hecho y vivido para contarlo. Has visto morir a un ser cercano a ti y afrontado algo que nadie en todo el mundo ha podido lograr, sobrevivir tantas veces en esa pequeña línea que divide la vida y la muerte-

-Es pura suerte, y últimamente no sé si debo seguir mis propios planes o debería escuchar a su Hermano-dijo Harry suspirando pesadamente.

-¿Qué es lo que te dice tu instinto?-pregunto Alberforth mirándolo intensamente.

Harry pensó un poco de tiempo y al fin lo miro al tabernero a la cara, era muy parecido a su Hermano, sin la nariz torcida o las gafas hasta podría decirse que era más guapo.

-Debo seguir mis planes-dijo Harry firmemente.

-Entonces solo hazlo, sigue tus instintos-dijo Alberforth tomando de la botella que tenía en su mano.

-Gracias por el consejo...Debo irme ya es tarde y seguramente si no regreso al castillo mandaran a media orden a buscarme-dijo Harry tomando su último trago.

-Bien espero verte pronto-dijo Alberforth viendo la botella-Y si hablas con mi hermano dile que debe confiar más en ti. Por cierto me he enterado que ahora no tienes tu escoba, sería una lástima que no pudieras estar listo para el quidditch con lo bien que vuelas-

-¿Me ha visto volar?-pregunto Harry sonriéndole.

-Por supuesto chico, soy van de Gryffindor desde que atrapaste la Snitch en tu primer partido-Dijo Alberforth buscando detrás de la barra.

-¿Atrapar?, casi me la trago-corrigió Harry observando la bruja de velo negro que hacia 10 minutos no tenía nada en su copa.

Saco una Nimbus 2001, en la cual tenía el palo desgastado y las ramitas todas desaliñadas, la sujeto y se la paso por encima de la barra.

-De verdad-dijo Harry sorprendido-Me la prestaría de verdad-

-Quédatela, hace años la confisque a unos sujetos de Slytherin, tenía intenciones de tirarla deberías intentar arreglarla un poco, pero será mejor que cualquier escoba que te puedan prestar-dijo Alberforth sonriendo.

-De verdad se lo agradezco-dijo Harry haciendo una leve reverencia, mientras la sujetaba firmemente.

-Bueno ahora vete, no quiero escuchar a mi Hermano venir aquí a echar bronca-dijo Alberforth sentándose otra vez en la silla señalando la puerta.

Harry se dirigió a la salida y antes de que alguien más reaccionara pateo la silla de la bruja del velo. Que cayó al suelo y pego un grito muy poco femenino, Harry agito su varita y cambio a un hombre pequeño y pelirrojo con mirada asustada.

-Hola Mundungus-dijo Harry con una sonrisa tétrica- Veo que no entendieron mi último mensaje-

- No espera…yo no quería… ellos… fueron ellos los que me…obligaron-Dijo Mundungus tartamudeando.

-Valla parece que tomas los consejos muy enserio chico-dijo Alberforth a carcajadas.-A Mundungus ¿Quieres un trago?-

-Adiós Alberforth, te dejare aquí a este. Hoy estoy generoso-dijo Harry dándole un coscorrón a Mundungus que se quejó- Luego te veo-

-Adiós chico-dijo Alberforth con la mirada divertida.

Salió tranquilamente mientras todo lo miraban. Y por último escucho como Mundungus aceptaba ese trago de Alberforth.

Al salir el aire estaba frio y parecía que realmente obscuro por lo cual camino lo más rápido posible cruzando las viejas tiendas contento de haber encontrado una escoba mejor que la fecha de plata y llegando al puente que conectaba el pueblo con los terrenos de Hogwarts, camino hasta la entrada de la sala de menesteres y entro.

Dentro de la sala de menesteres estaba obscura y solo alumbrada por unas pequeñas antorchas que alumbraban el pasillo que conectaba con la sala de estar que había puesto Harry a principios de año, camino trepidante cruzándola y entrado, fue hasta entonces que se percató que había alguien adentro. Dejo la Nimbus recargándose en el marco de la puerta y tomo su varita, comenzó a entrar con cautela. Reviso la sala, estaba vacía. Enseguida bajo las escaleras hacia la cocinas, al percatarse de una iluminación total se paró y apunto al hombre sentado en la mesa que tenía un diario del profeta cubriéndole la cara.

-¿Qué haces aquí?-dijo Harry rápidamente y el hombre dio un pequeño salto. Lentamente bajo el diario.

-No creo que desees a tacar a tu padrino, aunque pueda que no estés de buen humor-dijo Sirius sonriendo, mostrando dese completamente diferente a como lo había dejado en King Cross. Tenía un traje bien arreglado, la barba muy pequeña y arreglada. Extrañamente sonreía como nunca antes.

-No has respondido ¿Qué haces aquí?-dijo Harry bajando la varita.

-Si tú me dijiste que podría venir a Hogwarts y vine, pero no savia si podría entrar al castillo o no así que he estado dando vueltas por Hogsmeade y por las limitaciones, y luego...-dijo Sirius parándose y abrazando a Harry.

-Regresabas a la sala de menesteres-dijo Harry recordando la presencia del intruso seguramente era cuando Sirius entraba en el puente y desaparecía cuando entraba en la sala de menesteres que era como tierra neutra.

-Por cierto. ¿Qué haces aquí tú?-dijo Sirius con tono de sorpresa.

-Fui a Hogsmeade y estaba cambiando la ubicación de la sala de menesteres-dijo Harry tratando de que no lo hiciera más preguntas.- Además según recuerdo puedo estar aquí ya que esto esta omnipresente en Hogwarts, ¿Te explico toda la teoría detrás de la sala menesteres?-

-No, me dará dolor de cabeza. ¿Te divertiste cachorro?-dijo Sirius sentándose en un sillón en la sala de estar.

-Si... aunque puede que sea la última vez en el curso que valla a Hogsmeade por eso cambiare la habitación de la sala-dijo Harry tomando aire y empezando con la realización del cambio.

-¿Porque la última?-dijo Sirius con cara seria.

-Dumbledore me quito la autorización de ir a Hogsmeade-dijo Harry rápidamente mientras dibujaba con un trozo de tiza una runa en la entrada de la sala.

-¿Qué?-grito Sirius molesto.-No tiene el derecho a hacerlo-

-Lo sé-dijo Harry concentrando su magia y poniendo las manos sobre el marco de la entrada-Ve el lado positivo, ahora podremos vernos más. Al cambiar la ubicación creo que sentirás un leve mareo y tal vez te duela la cabeza un rato-

Harry cerro los ojos, concentro toda su magia pensó en el lugar que podría ser ideal para que estuviera la entrada e incluso pensó en algunas mejoras de la sala y en un segundo vacío su magia en la runa y en la sala de menesteres, sintió como si alguien lo tomara del estómago y tirara de el con todas sus fuerzas, al abrir los ojos Sirius parecía verde y jadeaba.

-¿Estas bien?-dijo Harry acercándose rápidamente.

-Si-dijo Sirius quedamente-Ahora entiendo por qué la primera vez lo hiciste solo. Creo que vomitare-

-Tú limpias-dijo Harry con un sonrisa.-Bueno si en parte, antes no tenía la magia suficiente para mover a personas con la sala. Parece que he mejorado-

-Tal vez pueda ir a ver a Dumbledore y hacer que te regrese las salidas-dijo Sirius sentándose y tocándose un poco la frente que estaba húmeda.

-No te preocupes por eso, tendrías que explicar cómo los sabes y seguro no me dejaría ni salir a tomar aire. Veras un retrato en la sala cocina contiene un retrato de dragones, por ahí puedes salir a Hogsmeade, la conecte para que no estuvieras todo el tiempo encerrado y si Dumbledore te llama o algo que no parezca que estabas tan cerca.-dijo Harry dirigiéndose a la puerta-Quisiera quedarme a charlar, tomar él te o pelear un rato, pero es tarde y si no regreso tendré problemas con McGonagall sin contar Dumbledore-

-Solo ve con cuidado, por cierto ¿Dónde está la entrada al castillo?-pregunto Sirius viendo que el pasillo había desaparecido y ahora había un vitral de colores, blanco y negro.-Es...-

-Estamos en la cima de la torre del reloj, aquí nadie viene y el reloj funciona a base de magia, si sales nadie te vera aunque no te lo recomiendo-dijo Harry seriamente-Vendré muy seguido, además tengo algunas cosas que hacer-

-Harry-dijo Sirius quedamente mirando la Nimbus que aún se encontraba recargada ahora sobre el marco del ventanal-de verdad siento lo de tus cosas-

-Yo también lo siento, pero eso no me las regresara ¿Verdad?-dijo Harry tomando la Nimbus y sonriendo un poco-Bueno… te veo luego-

Sirius levanto la mano y Harry salió por el ventanal, sintiendo el duro suelo de la torre del reloj que estaba haciendo su habitual ruido al marcar los segundos, bajo por las escaleras rápidamente, viendo el montón de polvo que se alzaba al pisar fuertemente. Bajo las escaleras y giro rápidamente a la derecha donde se encontraba el pasillo que conectaba con la enfermería. Se dirigió a la sala común de Gryffindor sin ver a nadie alrededor o alguna presencia magia que lo vigilara. Cruzo con Filch que lo miraba con una expresión de satisfacción, seguramente Dumbledore había logrado revocarle sus derechos de ir a Hogsmeade aunque ahora no podría evitar que saliera sin que se dieran cuenta y tampoco podría evitar que siguiera con sus planes.

Antes de llegar a la sala común de Gryffindor se encontró con Ginny y Michael Córner en un pasillo. Lamentablemente no platicaban, se tomaban de la mano y besaban. Al darse cuenta de que alguien los había interrumpido miro a Ginny que solo alzo un dedo a la altura de sus labios, Harry asintió entendiendo que no les dijera sobre todo a sus Hermanos. Así que se despidió de ambos con un gesto de la mano y continúo hasta el retrato de la mujer gorda.

-Tardaste una eternidad-dijo Hermione claramente enojada recién que había entrado.

-Bueno es culpa del señor Dumbledore me platico algunas cosas-dijo Harry viendo la cara de confusión de ambos.

-¿Hablaste con Dumbledore?-dijo Hermione algo sorprendida.

-No con el profesor Dumbledore, si no con su hermano Alberforth, recuerdan les conté que él me ayudo a encontrar a Dumbledore recién regrese de la tercera prueba-dijo Harry sentándose y Ron miraba la Nimbus que tenía en sus manos-También me dio esta escoba-

-No nos dijiste que su apellido fuera Dumbledore-dijo Ron interesando.

-Bueno tampoco es que lo recordara cuando se los conté, simplemente se me olvido por un tiempo-dijo Harry sintiendo que de verdad había algunas cosas que no había contado, pero quien recordaría un apellido cuando el señor tenebroso había regresado.-Y bueno el tiempo paso-

-Ron estaba a punto de salir a la oficina de la profesora McGonagall a decir que no regresabas-dijo Hermione mirando mal a Ron y jalándolo de la mano para que se sentara a su lado.

-Bueno me hubieran encontrado rápidamente-dijo Harry tranquilo y Hermione se acomodó en su hombro.- No estaba muy lejos-

-Por cierto...he...-dijo Ron mostrándose entre molesto y muy preocupado-Mcgonagall nos informó que no podrías ir nuevamente a Hogsmeade o por lo menos no este curso-

Harry suspiro pesadamente, saber que pasaría era una cosa y vivirlo era otra muy diferente.

-Bueno, ya lo suponía-dijo Harry mostrándose cansado.-De todas formas lo que tenía que hacer esta echo-

Hermione abrió y libro y Ron gruño. Empezó a leer y Ron saco un tablero de ajedrez, Harry perdió olímpicamente dos veces contra Ron para después ganarle por primera vez en el curso.

Harry se sintió más feliz, en lo que quedaba del fin de semana aunque aún tenía muchas miradas cuando el leía algún libro en la sala común o incluso cuando no subía y se quedaba a dormir en la sala común. Marlow parecía cada vez estar más grande y ser mucho más fuerte, bastaba con saber que muy pronto necesitaría una extensión de su bolsillo. Hermione se dedicaba a jugar con él y Harry ayudaba a Ron con sus deberes ya que a pesar de todo se le juntaba con todo su trabajo de prefecto. Tallaba varitas estas ves intentando perfeccionar sus habilidades, tenía ya unas cincuenta sin acabar en su bolsa de la pierna.

El conocimiento que la sala de menesteres había cambiado fue únicamente conocido por Sirius y Hermione que parecía saberlo de alguna forma y se mostraba algo preocupada por los nuevos secretos que Harry le ocultaba pero como siempre ella evitaba el tema. Entro a la torre flotante donde había aparecido un cuadro con el símbolo de Pendragon, Harry savia que daba directo a la sala de menesteres sin cruzar todo el castillo.

A pesar de todo el lunes por la mañana él estaba feliz de que algo le hubiera salido bien. Ron y el discutían de los movimientos que habría propuesto Angelina en la anterior practica llamado sloth grip roll, cuando un grupo de estudiantes se apiñaba en los tablones de anuncios que tenía las nuevas fechas para ir a Hogsmeade y un nuevo cartel que estaba impreso con letras negras y al pie del mismo había un selo de "atentamente oficial" y una firma que reconoció Harry.

"Por orden de: La gran inquisidora de Hogwarts

Toda organización estudiantil, sociedades, equipos, grupos y clubs son disueltos a partir de este momento. Una organización, o dichas actividades esta por este medio definido como una reunión regular de tres o más estudiante.

El permiso para volver a formarse puede ser solicitado a la gran inquisidora.

Ninguna asociación puede existir sin el consentimiento y aprobación de la inquisidora.

Cualquier estudiante que se encuentra formado una organización, sociedad o equipo, sin la aprobación de la inquisidora, será expulsado.

Lo anterior es de conformidad con el decreto educacional número 24.

Firma: Dolores Umbridge."

Harry y Hermione leyeron varias veces el anuncio mientras Ron parecía nervioso.

-Seguramente cree que volveré a formar Pendragon sin ninguna autorización- dijo Harry alejándose los tres para la siguiente clase.-Y no se equivoca ¿verdad mione?-

-Sí, además de que seguramente le contaron que a Ron y yo hemos estado teniendo reuniones con los otros Pendragon-dijo Hermione mordiéndose un labio.- Maldita Pansy cuanto al odio-

Harry asintió tranquilamente, no es como si no lo hubiera deducido.

-¿No te sorprende?-pregunto Ron atónito.

-Los pergaminos que mione hacia era para esas reuniones-dijo Harry y Hermione salto con la boca un poco abierta.

-Los viste ¿Cómo? Los hechice para que solo un Pendragon…-comenzó Hermione.

-¿Es en serio?- Pregunto Ron algo irritado y obligando a Harry a levantar su mano donde tenía el anillo Pendragon.

-Lo olvide-dijo Hermione poniéndose roja- Solo aquellos con los anillos pueden revelar la información.-

-Gran Hechizo. Aunque debes tener cuidado por donde los dejas-dijo Harry sonriendo ya que estaba completamente roja.- Me parece bien que ustedes dirigían Pendragon, pero quisiera tener una reunión con todos antes-

-¿Tan pronto quieres romper el decreto educacional numero 24?-pregunto Ron con media sonrisa.

-Romperlo, destrozarlo, aniquilarlo y enviarlo al olvido-dijo Harry continuando caminando.- Informaremos a todos los Pendragon, En Halloween primera reunión de cursos de preparación, lugar la Torre de astronomía-

-Pero ese lugar es…-comenzó Ron

-Muy público-termino Hermione, ambos realmente intrigados.

-Y desde el gran comedor se llega en 5 minutos-dijo Harry tranquilamente- Sera justamente después del banquete la reunión-

-Si nos ven…-

-Nadie nos vera Ron-dijo Harry tranquilamente.

La siguientes horas pasaron encontrado a todos lo que conformaban Pendragon y diciéndole todo lo que había dicho Harry, el hablando personalmente con algunos que se quejaban y hacían preguntas. Evitando ser más de dos personas para no levantar sospechas y que nadie pudiera decir que estaban teniendo una reunión.

Harry al contarle a Dennis salto de alegría atrayendo la atención de muchas personas, pero el simplemente siguió contándole y terminando el asunto de una vez por todas.

-ya le he dicho a Fred y George-dijo Ron entrando a la sala común de Gryffindor

-y yo a lavender, luna, Daphne y Sofí-dijo Hermione sonriente a lado de Harry.

-Bien, ahora veremos que paso toma Umbridge-dijo Harry mirando el anuncio nuevamente.

Al siguiente día el cartel de Umbridge, aparecía alrededor de cada pocos tramos de Hogwarts, También en el comedor había un intenso movimiento así como charlas y diversas quejas hacia los profesores los cuales se defendían diciendo que era orden de la suma inquisidora dirigiendo todas las quejas hacia la profesora Umbridge. Que parecía estresada con la aglomeración de alumnos alrededor de ella.

-Ese sapo hinchado-dijo Fred sentándose a lado de Ron.

-¿Qué es lo que veremos en… ya sabes cuándo?-dijo George sentándose también

Ginny llego a su lado pero al ver a Harry esta se puso totalmente roja y alzo un dedo poniéndoselo entra los labios. El simplemente sonrió, no le diría a nadie sobre su nuevo novio.

-Eso es secreto-dijo Harry quedamente.

-¿Crees que nos metamos en problemas?-dijo Neville que también se había sentado y a pesar de la pregunta parecía muy emocionado.

- No - dijo Harry mirando que Umbridge le lanzaba miradas de odio-Ahora todos manténganse atentos y vigilen sus pasos, nos intentara cazar y si alguno es expulsado no será nada bueno. Esperen a ese día-

Enseguida todos se esparcieron por todo el comedor. Cuando se disponían a dejar el gran comedor Angelina corría hacia ellos luciendo completamente desesperada.

-¡Harry!, ¡Ron!-

-¿Qué pasa?-dijo Harry tranquilamente.

-¿Se han dado cuenta que ella está incluyendo el quidditch en esto?-comento Angelina encima del ruido-¡tenemos que ir a pedir permiso para forma nuevamente el equipo de Gryffindor!-

-Bueno eso se arregla fácil-dijo Ron mirando a Angelina con confusión.

-Pediré permiso y todo quedara arreglado-dijo Harry sintiendo que sus problemas aumentaban.- EL siguiente entrenamiento es hoy, así que… queda cancelado -

Durante la clase del profesor Binns, flotando algo más alto de lo común, continúo con su clase sobre la guerra de los gigantes. Harry tallaba tranquilamente otra varita, con Marlow dormido y Hermione girando cada rato y lanzándole una mirada algo preocupada. Mientras tanto pensaba que debía ser muy cuidadoso con lo siguiente que aria, aun si Sirius aceptaba, sería muy arriesgado y podría perder algún miembro o la vida.

Estaba terminando de tallar la varita cuando Hermione le dio un codazo llamando su atención, y señalando la ventana más cercana, estaba hedwing y tenía una carta en su pata, todos voltearon a ver a hedwing y muchas chicas suspiraban. Harry se deslizo de su silla camino a la ventana sin hacer ruido, abrió la ventana y tomo a hedwing. La lechuza callo entre sus manos con el los ojos cerrados y temblando.

Tenía un ala en mal estado, en un Angulo algo extraño. Su corazón salto y se preocupó mucho.

-Está herida-susurro Harry cuando paso de lado de Hermione. Se sentía realmente molesto y estaba a punto de salir a la enfermería a ver si la podían curar, pero Hermione lo detuvo del brazo. Hermione miro a hedwing que gorgoteaba débilmente y parecía apenas poder abrir sus ojos.

-Tengo una poción aquí-dijo Hermione sacando rápidamente de su túnica una botellita con un líquido dorado, con cuidado la empezó a vaciar en el pico de hedwing. La cual difícilmente pudo tragar, al lograr que tomara un poco se calmó y comenzó a respirar con más tranquilidad.

Harry tomo con suavidad su ala, la lechuza dio un leve brinco y sus plumas se esponjaron.

Enseguida tomo la varita que acabo y se la dejo a Hermione. Se dirigió escandalosamente hacia la puerta derribando a un pupitre.

El profesor Binns levanto la vista de sus notas, luciendo asombrado.

-¿A dónde va?-pregunto el fantasma algo enfadado.

- Tengo que irme -dijo Harry sintiendo so voz de enojo y confundiendo al profesor. Que comenzó a gritarle pero el ya no lo escuchaba había salido aprisa con hedwing en sus brazos inocente y Marlow echándole un vistazo con sus garras, extendió sus ramitas y sujeto fuertemente a Hedwing y a Harry como si quisiera asegurarse que para lo que pasara no se callera. Su primera opción fue la enfermería, pero suponía que madame Pomfrey nunca había cuidado de una lechuza, así que se dirigió hacia la sala de profesores a ver si encontraba a la profesora Grubbly-Plank esperando que le ayudara.

Marlow evitaba que Hedwing se moviera bruscamente cada vez que Harry daba vuelta o saltaba la mitad de las escaleras, mientras también se sujetaba con fuerza a su brazo. Más de una vez tuvo que disculparse con varios que pasaba empujando por la velocidad con la que corría. Vio a Filch correteando al poltergeist Peeves, Harry paso a toda velocidad enfrente del mientras gritaba.

-No se permite correr en los pasillos-

Harry ni siquiera disminuyo su velocidad, la aumento al punto que empezó a sudar de verdad. Se alteró cuando una pequeña niña de primero que se aterro al verlo correr hacia ella y se paralizo y antes de saberlo pasó sobre su cabeza con un salto un poco alto. Al llegar a la sala de profesores, dos gárgolas de piedra flanqueaban la puerta. Cuando Harry se próximo a una de ellas le dijo.

-Deberías estar en clase-dijo la primera gárgola.

-Y tú deberías estar quieta-gruño Harry bruscamente.-Pero aquí estamos. Esto es urgente-

-¿Urgente?-tercio la segunda gárgola con vos aguda con sarcasmo-vaya eso nos pone en aprietos ¿Qué aremos?-

-Idiotas-dijo Harry enojado.

Sin perder más tiempo abrió las puertas de golpe sin tocarlas, haciendo que las gárgolas abrieran mucho sus ojos y parecieran impresionadas.

-¿Harry?-dijo la voz de la profesora McGonagall desde adentro.- ¿Deberías estar en clase?-

-Ayúdeme por favor-dijo Harry caminando hacia ella y entrando a la sala de profesores-Necesito a la profesora Grubbly-Plank. Mi lechuza está herida-

La profesora Grubbly-Plank apareció detrás de la profesora McGonagall y tenía un ejemplar del profeta, con una rosquilla con crema a medio comer.

-¿Lechuza herida?-pregunto la profesora.

-Si-dijo Harry mostrándole a Hedwing-No sé cómo termino así la última vez que la vi estaba bien-

La profesora señalo una mesa y Harry saco la varita, poniendo una cesta con un montón de paja y deposito con cuidado a Hedwing poniéndole su túnica para su cabeza. La profesora Grubbly-Plank miro a Hedwing, mientras la profesora McGonagall cerraba las puertas.

-Luce como si hubiera sido atacada. Sin embargo no puedo imaginar quien le hizo tanto daño a un ave tan magnifica. Los Thestrals a veces van tras las aves, por supuesto, estos están encerrados para que no las toquen-dijo la profesora Grubbly-Plank examinando el ala de Hedwing.- El ala está rota no podrá volar en un tiempo y por lo que veo esta agotadísima, debió ser un viaje difícil. Ahí personas que no tienen corazón-

-No me importa ahora quien lo hizo, solo que este bien Hedwing-dijo Harry sintiéndose algo desesperado-Puede curarla ¿verdad?-

-¿A dónde ha volado tu lechuza Harry?-pregunto McGonagall mirándolo con dulzura y preocupación.

-No lo sé, no he mandado cartas y mucho menos a un largo viaje, solo apareció en la clase del profesor Binns, así de lastimada-explico Harry mientras la lechuza daba un ligero aletazo.

-¿Le ha dado alguna poción?-dijo la profesora Grubbly-Plank.

-sí, una para calmarla y tratar de ayudarla-dijo Harry sintiéndose agradecido con Hermione.

-Muy bien hecho, Estará bien. Déjela con migo un par de días, la cuidare bien-dijo la profesora sonriendo-No podrá volar grandes distancias hasta dentro de meses, pero estará bien. Me alegra de ver que alguien se preocupa por su lechuza tanto-

-Es mi amiga-dijo Harry acariciándole el pico y la cabeza mientras abría sus ojos un poco., Marlow se subió a su hombro y le acerico con su hojita-Su nombre es hedwing y la de él es Marlow, no quiero que les pase nada-

-Bonitos nombres-dijo La profesora Grubbly-Plank

La campana sonó dando la hora del receso.

-Debes ir a descansar y a tus siguientes clases, yo me asegurare de dártela cuando este bien-dijo la profesora McGonagall sonriéndole.

-Gracias-dijo Harry haciendo una inclinación un poco más de lo normal, Saco un poco de dinero dentro de su bolsa y se los entrego, pareció confundida-Le debo mucho y jamás poder pagárselo-

-Solo ve a clases muchacho-dijo la profesora Grubbly-Plank-Ella es mi responsabilidad ahora-

Hedwing abrió sus ojos, Harry vio que agitaba sus patitas, ahí vio la carta nuevamente, la desprendió con cuidado y sintió como su amiga se sentía orgullosa de haber entregado su carta y feliz de que él se preocupara por ella.

-Estarás bien-dijo Harry acariciándole el pico y su cabeza- Estoy muy orgulloso de ti-

Al siguiente minuto ya estaba recorriendo los pasillos caminando lentamente y pensando ¿Quién podría querer herir a Hedwing? y ¿por qué había salido a un viaje largo sin que el supiera? Cuando al fin llego al patio para el receso vio a Ron y Hermione, corriendo en su dirección, tenían sus capas alzadas contra el viento.

-¿Está bien Hedwing?-pregunto Hermione ansiosa.

-¿Donde la dejaste?-interrogo Ron mirando por todos lados como si la llevara oculta.

-Está bien...supongo. El deje con la profesora Grubbly-Plank, estaba McGonagall ahí-contesto Harry recargándose en uno de los pilares y mirando la torre flotante. De que le servía tanto entrenamiento si no podía proteger ni a su lechuza.

-¿Qué hacía entregándote una carta?-pregunto Ron curioso.

-No lo sé-dijo Harry molesto y cansado.

-¿Envíate alguna carta?-pregunto Hermione tomándolo del brazo y pasándole una caricia, que le agradeció mentalmente.

-No-

-¿De quién era la carta?-pregunto Ron pareciendo más curioso de lo normal.

-No la he abierto aun-dijo Harry sintiendo la carta en su bolsillo.

-ábrela-dijo Hermione mordiéndose el labio.

Harry saco la carta y miro el pergamino perecía demasiado sucio, tenía sangre y una pluma de Hedwing sobresalía de ella, en la punta tenía un poco de sangre. Su corazón dolido, Hedwing había sido siempre una excelente lechuza y aunque a veces era un poco enojona la quería mucho.

Poco a poco la desenrollo hasta ver el contenido, era una sola línea, estaba escrito en grande y parecía que hubiera sido hecho con manos temblorosas.

"Sin resultados, Problemas, requiero ayuda"

Sintió como su enojo aumentaba de repente. No por aquel que había escrito la carta, si porque acababa de sentir dos presencias mágicas de aquellas cosas, la primera era una conocida y savia que era el autor de la carta. La segunda de la pluma que era de quien lastimado a Hedwing y si Harry no se equivocaba esa persona sufriría mucho más de lo que planeaba.

-¿Qué significa eso?-pregunto Ron casi molesto.

-No lo sé-dijo Harry sabiendo de quien era la letra y por qué utilizo carbón.

-No crees que hayan interceptado la carta-dijo Hermione -Que esto sea una especie de trampa o algo-

-Eso es lo de menos-dijo Harry guardando la carta-Lo que más me preocupa es Hedwing-

-Es cierto lo importante es Hedwing-dijo Hermione pareciendo más tranquila. La campana sonó y tomaron sus cosas para salir nuevamente a clase.

-¿Creen que sea de Sirius?-pregunto ron algo nervioso.

-No es de el-dijo Harry cansado-Él ya es libre ahora podría venir a Hogwarts... si él quisiera -

Bajaron los escalones en dirección a la mazmorra pero enseguida Harry se encontró más molesto a cada paso viendo los carteles de Umbridge. Cundo llegaron a la puerta de la clase de Snape vieron a Draco Malfoy con un pedazo de pergamino oficial.

-Umbridge concedió autorización al equipo de quidditch de Slytherin para continuar jugando enseguida. Fueron a preguntarle a primera hora de mañana. Me lo dio en automático. Sera interesante ver si Gryffindor obtiene el permiso también-dijo Malfoy en voz demasiado alta.

-No te enojes Harry-dijo Hermione al ver la cara de enojo que tenía, quien miraba a Malfoy con los puños cerrados y la cara totalmente roja. ¿Porque tenía que aguantarlo?

En se momento alguien paso separando a Hermione y Harry bruscamente y corriendo con los puños apretados y totalmente furioso, grito mientras apuntaba a Malfoy.

-Neville, no-dijo Harry tomándolo rápidamente por debajo de sus brazos evitando que pudiera lanzar cualquier golpe. Él también quería golpear a Malfoy pero por lo menos podría alegar que Drago estaba en su propiedad.

Neville lechaba frenéticamente, agitando sus puños con violencia, tratando desesperadamente de alcanzar a Malfoy, quien por un momento la miro profundamente impresionado.

-Controla al torpe de tu amiguito-dijo Malfoy con media sonrisa.

Enseguida se empezó a reír de Neville y a imitarlo grotescamente. Su odio ya era puro y genuino, sentía como Voldemort se arremolinaba en su mente olvidándose de todo Harry alzo a Neville y lo lanzo a Ron sin el mínimo esfuerzo. Neville y Ron lograron mantenerse en pie, con los ojos y boca totalmente abiertos, mientras Harry camino en dirección a Malfoy y lo tomo por la camisa, dispuesto a golpearlo con todas sus fuerzas.

Apretó cada musculo y balanceo su puño para darle en alguno de sus ojos. Alguien tomo su mano, era cálido el tacto y gentil, giro la cabeza para ver quien se interponía en su deseo de golpear a Malfoy, su visión estaba nublada y no escuchaba por las palpitaciones en sus oídos, sin en cambio pudo distinguir bien a Hermione que tenía las dos manos sobre su puño y hacia fuerza para sostenerlo. Su cara demostraba que de verdad hacia esfuerzo por sostenerlo.

-¿Mione?-dijo Harry quedamente. ¿Porque defendería a Malfoy?

-No lo hagas-dijo Hermione con voz asustada, segundos después se dio cuenta que tenía a Ron tomándole el otro brazo intentando soltar sus agarre de Malfoy y Neville se paraba enfrente intentando separarlo también.

¿Por qué defendían al niño de papi?

-Si Potter, no lo hagas o Umbridge te expulsara de Hogwarts-dijo Draco intentando pegarse más a la pared en la que estaba.

Harry apretó los dientes tanto que rechinaron y miro a Draco, este estaba pálido como la leche yo tenía una sonrisa burlona muy poco creíble. Apretó nuevamente el puño y sus apretó más su agarre de Draco haciendo que Neville y Ron comenzaran a sudar.

-No lo hagas Harry-dijo Ron entre dientes.

Hermione gimió de dolor, tal vez era porque de verdad estaba intentado golpearlo o porque hacia una fuerza descomunal por impedirlo. Harry sentía como le ardía la cicatriz.

-Harry-dijo Hermione soltando su puño y parándose rápidamente delante quitando a Neville el cual se lanzó sobre el para sujetarlo-Solo cálmate, el no importa-

¿Qué no importaba? Se burlaba de sus amigos y no importaba.

-No dejes que te controle-dijo Hermione tomando sus mejillas.-Eres más listo que el-

Harry presintió que no se refería a Malfoy y que de alguna forma sabía que todo el Coraje era de Voldemort. Suspiro pesadamente, intentando alejar a Voldemort y todo el odio que el sentía, hasta que abrió su mano soltando el cuello de Draco. Ron y Neville lo soltaron. Bajo la vista al suelo no podía ver nuevamente a Draco o no habría fuerza que impidiera que lo matara.

Enseguida Hermione lo tomo de la mano y lo condujo rápidamente a dentro del salón, tomo sus lugares habituales mientras el solo miraba sus manos ¿Por qué no podía reprimir a Voldemort? Y ¿Si no era el odio de Voldemort? ¿El empezaba a Odiar todo? Si era así él debía hacer algo consigo mismo.

Unas manos le tomaron la barbilla y le levantaron el rostro, los ojos ámbar de Hermione lo veían directamente.

-Tranquilízate, no querrás que se adentre a tu mente-dijo susurrándole al oído.-Por favor-

-Bien-dijo Harry cerrando sus ojos y tomando suficiente aire, para luego sacarlo lentamente. Durante por lo menos un minuto.

Cuando abrió los ojos Hermione tenía los brazos alrededor de su cuello mirándolo fijamente, con una ligera sonrisa.

-¿Mejor?-dijo Hermione susurrando.

-Si-contesto Harry.

Sus labios se unieron en un lento beso, alejando a Voldemort por completo y haciendo que olvidara las preguntas que se había echo hacia un minuto.

-20 puntos menos para Gryffindor- dijo Snape que acababa de entrar al salón.-Tengan sus escenas amorosas en otros lados –

-Esta amargado-murmuro Harry por lo bajo.

Hermione se separó de Harry dejando un ligero vacío en su interior, para cuando se dio cuenta Snape ya escribía una nueva poción y alguien entraba al salón.

-Profesora Umbridge, es un gusto tenerla en nuestra clase-dijo Snape cortésmente.

Harry vio a la profesora Umbridge sentaba en una esquina, con su portapapeles en sus rodillas y la silla se rompió tirándola al suelo con un estruendoso golpe.

-¿Esta bien?-pregunto Snape tendiéndole una mano. Por un segundo hubiera jurado que odiaba también a la profesora Umbridge, sobre todo por la sonrisa burlona.

-Gracias, estoy bien-dijo Umbridge un poco molesta- Valla sillas más quebradizas-

Intento poner la mano en la mesa para apoyarse y esta se movió unos centímetros dejándola caer nuevamente. Esta vez Snape no movió un dedo.

-Hoy continuaremos con nuestra solución fortificante. Encontraran sus mezclas tal como las dejan en la última clase. Si fueron hechas correctamente, deberían haber madurado bien durante el fin de semana.-Agito su varita y las instrucciones se escribieron en el pizarrón.

Umbridge paso la primera media hora tomando notas en su esquina y parada ya que todo lo que tocaba se movía y caía al suelo. Harry era el responsable. Estaba controlando el castillo haciéndola pasar un muy mal rato y aunque se enterara que era el no la dejaría en paz.

-¡Sangre de salamandra, Harry, no jugo de granada!-susurro Hermione tomando su muñeca para impedirle que agregara el ingrediente equivocado por tercera vez.

No se concentraba en su poción por causarle dolor o avergonzar a Umbridge.

-Lo siento-dijo Harry justo al momento que Umbridge grito porque un poco de la poción de Goyle la salpico, donde la piel se mojo era de color verde.

La profesora camino a grandes pasos, entre dos hileras de escritorios, hacia Snape, quien se inclinaba sobre el caldero de dan Thomas.

-Bien, la clase parece bastante adelantada para su nivel-dijo enérgicamente detrás de Snape- aunque dudaría si es aconsejable enseñarles una poción como la solución fortificante. Creo que el ministerio preferiría que esto fuese removido del programa de estudios-

Snape se enderezo lentamente y la miro.

-ahora ¿cuánto tiempo lleva enseñando en Hogwarts?-le pregunto, con la pluma suspendida sobre su portapapeles.

-catorce años-respondió. Su expresión era insondable. Harry, que lo observaba estrechamente, agrego unas pocas gotas en su poción, esta cambio de color.

-¿usted había solicitado en un inicio defensa contra las artes oscuras, según creo?-pregunto Umbridge a Snape.

-si-contesto quedamente.

-Pero no tuvo éxito-

En ese segundo Harry estuvo seguro el también odiaba a Umbridge, porque le madama la misma mirada que le deba a él.

-obviamente-contesto Snape.

Ella dio media vuelta alejándose camino hacia Pansy Parkinson y comenzó a preguntarle acerca de las clases. Pansy estaba muy absorta en su conversación tanto que Harry tuvo la oportunidad de que mientras cortaba colas de lagartija, moviera la mano bruscamente y creara un corte en la mano de Umbridge.

-Niña tonta-rugió Umbridge con dolor y alejándose rápidamente mientras sacaba su varita.

Snape miro alrededor y seguramente se percató que era el único que veía a Umbridge insistentemente. Aun así continuo molestándola.

Harry había completado la poción y estaba llenando un par de frascos con el líquido plata que estaba en ella, los etiqueto a uno le puso además su nombre, la dejo en la mesa de Snape.

-Bien echo señor Potter-dijo Snape inspeccionando el frasco-Esta poción podría aumentar su fuerza y agilidad por lo menos por un par de horas-

No tiene ni idea pensó Harry.

Solamente asintió con la cabeza y regreso a su asiento, por primera vez en clase el profesor Snape le dijo que estaba bien hecho y seguramente era por que Umbridge ya incluso llevaba manchas de pus de gusarapo en su vestido rosa. Esa tarde tenía que ir a pedir permiso para el Quidditch así que estaba dispuesto a conseguirlo.

- Hoy no voy a entrenar -comento Harry a Hermione y Ron una vez a fuera de las mazmorras, mientras almorzaban en el patio, el viento azotaba su túnica - No tengo ganas de hacerlo -

-Tienes razón. Deberías descansar más pareces medio muerto-dijo Hermione con severidad.

-Más bien medio vivo-dijo Ron sacando una sonrisa de Harry.

-Solo espero no matar a Umbridge-dijo Harry suspirando pesadamente.-Tengo que pedir el permiso de Quidditch-

A Hermione no le hizo ni pizca de gracia, aunque a Ron se carcajeo.

Después de un rato, Hermione lo acompaño a oficina de Umbridge y toco. Intento no parecer tan cansado y muy molesto como estaba.

-Pase-dijo la voz de Umbridge.

Entro en aquella horrible habitación rosa chillón, con los miles de gatos en imágenes.

-Señor Potter. Me preguntaba cuando lo vería-dijo Umbridge con una sonrisa idiota.

-Acabemos esto pronto-dijo Harry sin sentarse-Vengo por el permiso de Gryffindor-

-y ¿Por qué piensa que se lo daré? ¿Qué méritos ha….?-comenzó Umbridge pareciendo de verdad fascinada por la situación.

-Me lo dará y punto-dijo Harry poniendo ambas manos en la mesa y mirándola retadoramente.

-No-dijo Umbridge y saco un pergamino con el símbolo de Gryffindor y un sello muy anticuado. Estaba dispuesto a sellar el pergamino.

-Si lo sella. Me vengare por lo que le ha hecho a Hedwing-dijo Harry con odio en su voz.

-¿De qué habla?-dijo Umbridge pero una mirada nerviosa apareció en sus ojos.

-Hablo de que lastimo a mi lechuza y eso no lo dejare pasar.-Dijo Harry tomando de su bolsillo de fina pluma de Hedwing y mostrándose-Créame sé que fue usted…-

-… estás loco….-

-Si lo bastante loco, para jugarle por Merlín que si usted no deja sus estupideces y comienza actuar mejor yo personalmente tomare cartas en el asunto-dijo Harry mirando la mano de Umbridge donde tenía el guante rosa. Umbridge comenzó a balbucear-Gringotts me protegió de su demanda, la verdad nunca creí que una profesorcita necesitara a todo el Wizengamot y el ministro para poder con un simple alumno. –

-No diga….-comenzó Umbridge con la cara morada y perlada en sudor. Nuevamente fue interrumpida.

-¿mentiras? No estoy diciendo mentiras, es un hecho Dolores. ¿Sabe que nunca duran los maestros de Defensa Contra las Artes Oscuras más de un año?, Usted no será la excepción y pude que dure menos. A mi primer profesor nunca se supo donde quedo su cuerpo y el segundo término en san mungo. Quiere hacerme enojar, no se lo recomendaría. ¿Quiere saber cuánto daño le puedo hacer?-

-Esto no lo pasare por algo Potter, Me la pagaras y jamás….-

-NO LE TEMÍ A VOLDEMORT CUANDO REVIVIÓ-grito Harry y todo el cuarto tembló, al igual que Umbridge que además palidecio- NO LE TENGO MIEDO A USTED-

Umbridge abrió la boca.

-Firme la autorización y prometo que se quedara entre nosotros, cancele el equipo de Gryffindor y el ministerio tendrá problemas por una Inquisidora recurrente a poner castigos físicos. Supongo que Fudge estará muy molesto por recibir una demanda de un Lord y con el apoyo de Gringotts, por lo que he escuchado el banco ya no ayuda mucho al ministerio, sería una lástima que cerrara sus puertas completamente. - dijo Harry levantándose y mirándola retadoramente-Usted elige, tiene 30 segundos-

Los segundos pasaban, con Harry mirándola y Umbridge completamente molesta mientras pasaba de su mirada al papel frente a ella.

-10….-Comenzó Harry lentamente…-9…8…7…6…5…4…3…2…1-

Dio media vuelta y tomo el picaporte.

-Espera-grito Umbridge entre dientes. Le extendió la autorización aprobada y firmada.-El equipo está permitido, las practicas estarán prohibidas por igual-

Harry la tomo y la guardo en su bolsa de los grimorios.

-Me pagaras todas y cada una Potter-dijo Umbridge apretando su mandíbula fuertemente.

-Cuando quiera-dijo Harry saliendo del despacho.-Solo recuerde puede que no le guste el resultado-

Harry no se dirigió a la torre de Gryffindor a descansar, esta vez se fue a la cabaña de Hagrid, entro aventando su túnica y despeinándose el cabello, aunque no cambio mucho de cómo lo tenía. Suspiro rápidamente y cerró los ojos sintiendo la magia del castillo y podía sentir el bloqueo para las apariciones.

-Permito a Dobby aparecer dentro de Hogwarts-dijo Harry mirando hacia arriba como si la protección lo pudiera escuchar.-Ven por favor Dobby-

Un pop no se hizo esperar, enfrente de él se encontraba su amigo, tenia aun el vestuario de Pendragon y lucia tan limpio como siempre. Cuando vio a Harry salto tan alto que lo abrazaba por la cabeza.

-El amo, al fin el amo-chillo Dobby -Dobby ha estado intentando entrar a Hogwarts y encontrar al amo todo este tiempo, el profesor Dumbledore no permitía que Dobby apareciera-

-Lo se Dobby-dijo Harry feliz mente intentando separarlo de su cabeza, una cosa era que lo extrañara otra que muriera por asfixia de un elfo-yo también te he extrañado -

El elfo bajo rápidamente y le volvió abrazarlo por las piernas.

-Dobby y todos los demás esperamos indicaciones del amo-dijo Dobby saltando de alegría-¿Quiere que los llame? -

-No-dijo rápidamente Harry-Tengo poco tiempo Dobby-

Dobby miro atentamente con sus ojos enormes.

-¿Puedes seguir rastros mágicos, olores, o tienes algún atributo de rastreo?-pregunto tímidamente Harry.

-Dobby puede seguir rastros mágicos, tarda. Lo puede lograr, también los demás pueden ayudar-dijo Dobby dando saltitos.

-Bien-Harry señalo el lugar- Aquí vive Hagrid, lo recuerdas ¿no?, necesito que lo busques-

-Dobby recuerda al señor Hagrid, muy bueno con Dobby-dijo el elfo revisando el lugar y tocando varias cosas-Aun ahí rastros mágicos del señor Hagrid, podre buscarlo-

-Bien encuéntralo, si está en peligro llévalo a un lugar a salvo, recuerda bien donde está. Cuando te vuelva a llamar me llevaras a donde está el, tal vez tarde mucho-

-Si amo-dijo Dobby haciendo una reverencia-¿alguna otra cosa? Lo que sea.-

Harry pensó por un memento y enseguida continuo.

-¿Dónde se encuentran los demás, Winky, River, Cralk, Miscro?-pregunto Harry.

-Están en sus propiedades atendiéndolas como se debe, Dobby y algunos otros hemos vigilado al mago malo -dijo Dobby mostrándose sonriente.

-¿Cómo esta Barty? No habrá muerto o ¿sí?-dijo Harry

-No, tal vez harto del lugar, pero no muerto.-dijo Dobby suspirando pesadamente.

-Solo recuerda no entrometerse con él y no dejarlo salir-dijo Harry acariciándole la cabeza.

-Todos queremos regresar con el amo-salto feliz Dobby.

-Por ahora no puede ser-dijo Harry tranquilamente y sonriéndole, la sonrisa de Dobby se disolvió.-Solo es temporal amigo, cuando todo acabe estaremos juntos, como familia nuevamente-

Harry se sintió mucho mejor que nunca y abraso al elfo con fuerza.

-No sé qué aria sin ti mi pequeño amigo-dijo Harry aplastándolo contra su pecho enseguida Marlow chillo y salió de su camisa.-Lo siento Marlow-

-Llaman a Dobby-dijo el elfo mirando al cielo.- ¿Debo ir?-

Harry deseaba estar con Dobby y que este se quedara. Así que abrazo al elfo una vez más.

-Cuando acabe esto, recuérdame que debo tomarnos unas vacaciones -dijo Harry separándose y acariciándole la cabeza. –y Recuerda no podrás aparecerte en el colegio, yo te llamare en ese momento más adecuado. Ahora busca a Hagrid-

Un pop se escuchó y el elfo desapareció. Harry miro el lugar de donde había desaparecido Dobby.

-Yo Harry Potter, le niego la aparición a Dobby en Hogwarts o sus alrededores-dijo Harry sintiéndose mal al decir las palabras, enseguida los terrenos se alzaba nuevamente sus bloqueos.

Harry camino por el castillo intentando enterarse de si se habían percatado de que su amigo había entrado, pero ni McGonagall o Snape aparecía por ninguna parte para llevarlo frente a Dumbledore. Si solo tuviera el mapa y mi capa, pensó Harry sintiendo que de verdad eran muy útiles y que eran una gran parte de él.

Encontró con Hermione que esperaba recargada en el marco de la puerta.

-¿Estas más tranquilo?-dijo Hermione abrazándolo y el la tomo por la cintura.

-Claro, aunque estaría mejor si no fuera porque sigo preocupado por Hedwing-dijo Harry besando su frente.

Al poco tiempo Ron apareció por la puerta.

-Trelawney, no está en sus cabales-dijo Ron casi con enojo-se va pasado gritando y enojada toda la clase, parece que la visita de Umbridge le afecto mucho-

Angelina se acercó a Harry y Ron.

-¿Ninguna practica de quidditch?-pregunto Angelina en tono hueco.

-Obtuve el permiso para el equipo -dijo Harry sintiendo que nuevamente intentaría gritarle.-Aun así las practicas fueron canceladas-

-Lo se Harry-dijo Angelina con un tono tanto miserable.-Todos los equipos están igual-

-Eso no es del todo cierto-dijo Ron enojado -Le dio permiso a los de Slytherin, ¿Por qué no a nosotros?-

-Supongo que es porque la mayoría de los miembros de cada equipo confía en Harry-dijo Hermione seriamente.

-Si el día del juego no estamos listos...-comenzó angelina.

-Tranquila-dijo Harry con voz calmada-Estamos listos y en caso de que ellos intenten tomar ventaja, solo tendré que atrapar la Snitch -

-No sin la saeta-dijo Angelina mirando a Ron.

-Ahora tengo una Nimbus-dijo Harry sin mirar a Ron.-Esa escoba me dará la potencia suficiente para ganarles cuando sea, incluso si Ron me intentara alcanzar con la saeta estoy seguro que podría dejarlo atrás-

-¿Eso es un reto?-Pregunto Ron asombrado.

Angelina abrazo a Harry con verdadera fuerza provocando que se avergonzara y Hermione chasqueara la lengua. Enseguida se pusieron a hacer sus deberes. Le era muy difícil concentrarse, no paraba de sentirse culpable por no poder decirle nada a Hermione y Ron de Dobby, y más culpable por lo que podía provocar su siguiente planes. Cuando todos dejaron la sala común de Gryffindor incluso Hermione y Ron, él se la pasó pensando en cómo estaría Hedwing e intentando crear una varita, no salió tan mal por lo menos solo se había astillado.

Enseguida vio como un perro lanudo entraba por el cuadro de la señora gorda.

-¿Ahora qué?-dijo Harry sintiéndose muy cansado.

Enseguida la figura de su padrino apareció delante de él.

-He venido a hablar contigo-dijo Sirius seriamente sentándose enfrente.-Ya todos lo saben-

-¿Quién sabe qué? -dijo Harry sonando enojado.

-Tu plática con Alberforth-dijo Sirius mostrándose cansado por su tono.

-A si le di las gracias por lo del curso pasado-dijo Harry.

-Mundungus era la bruja con el velo negro-dijo Sirius sonriendo un poco.

-¿Deberás?-dijo Harry con falsa impresión tal vez demasiada ya que Sirius alzo una ceja escéptico-Lo bueno es que no dije que Dumbledore era un idiota... no, espera, si lo dije. Ya lo savia, ¿Mundungus no les dijo que lo deje en el suelo del Pug?-

-Eso no es importante Harry, todos saben que estas planeando algo-dijo Sirius casi con voz apagada-Sobre todo Dumbledore. Si supiera donde está la sala de menesteres también pondría protección -

-Deberías ir ahora a decirle-dijo Harry seriamente-Puede que así me mantenga encerrado de una vez por todas-

-Por dios Harry, yo más que nadie ha intentado evitar que te aprisionen -dijo Sirius algo enojado.

-Ho claro, protegerme como en verano, 5 semanas en Privet drive, Otras 3 en Grimmauld place, ahora me encerró en Hogwarts. Como si pudiera detenerme. Si ya saben que planeo algo. ¿Por qué no me detienen? Azkaban sigue siendo una buena opción-dijo Harry sintiéndose algo irritado con Sirius. Su padrino suspiro pesadamente.

-¿Que arias si todos nos presentáramos a capturarte?-pregunto Sirius.

-No quieres saberlo -dijo Harry seriamente-Podría hacerles mucho daño -

Uno pasos se escucharon bajando la escalera y Sirius tomo su forma de perro.

-¿Harry?-dijeron las voces de Hermione.

-¿Qué haces a estas horas?-dijo Hermione bostezando y luego se percató de Sirius-y ¿Que hace Sirius aquí?-

Nuevamente su padrino estaba sentado y sonriendo a Hermione.

-Regañándome, que otra cosa hace últimamente-dijo Harry molesto.

-Deberías estar durmiendo-dijo Hermione mirando a Harry- Últimamente no pareces estar... bien descansado-

-¿Qué haces despierta?- pregunto Sirius pareciendo nuevamente triste.

-Escuche la voz de Harry en la sala y baje me encontré a ron en las escaleras-dijo Hermione sentándose junto a Harry y mirándolo preocupada.

-Yo no vi a Harry en su cama y baje a ver si estaba aquí-dijo Ron sentándose a su lado.- ¿Cómo entraste al castillo?-

-Dumbledore nos dijo que no podías entrar-dijo Hermione sorprendida.

-No sé, Harry me ayudo-dijo Sirius mirando a Harry que parecía inmutable.

Hermione se mordió el labio, Harry casi le pareció que prefería no decir ninguna pregunta.

-¿y?-pregunto Sirius-¿cómo lo hiciste?-

-No-dijo Harry firmemente.

-¿No nos dirás o no tienes idea?-dijo Sirius algo molesto.

-No se lo diré a nadie-dijo Harry fríamente.-Y será mejor que vallamos a dormir, gracias Sirius por venir-

Se paró y Hermione también se paró pero Sirius les cortaron el paso.

-Deberías decirles a tus amigos por lo menos-dijo Sirius molesto.

-Si le dicen a alguien más no-dijo Harry intentando pasar.-Eso no lo que hace un amigo-

-¿Ni a tu novia?-dijo Sirius su voz sonó dolida y avergonzado.

-Quien me conoce mejor que ella -dijo Harry seguro de que Hermione lo apoyaría.-Mis secretos también son de ella-

-Hermione que está planeando-ordeno Sirius y a pesar de ser su padrino Harry tenía ganas de darle con todas sus fuerzas en medio de los ojos.

-No-dijo Hermione firmemente su voz también aprecia enojada.

-¿por qué no?-dijo Sirius molesto-acaso no has oído a Dumbledore. Debemos saber todo lo que piense y haga Harry-

A Harry casi se le rompe el corazón, como podría ser que todo lo que hacía y decía era transmitido a Dumbledore y por sus mejores amigos. Era una clara invasión a su libertad aunque ahora más que nunca se sentía traicionado.

-PORQUE ESTOY HARTA-grito Hermione mostrándose enojada y Sirius salto de la impresión- Y te diré el porqué, es que confió en Harry mucho más allá del amor que siento por él, aunque fuera mi amigo siempre estaría de su lado. Además Dumbledore cree que puede con lo que lance Voldemort, se equivoca, no manejar lo que pasa, Voldemort está jugando con el tirando de los hilos para que se mueva como quiere. Acepte la prefectura porque pensé que me quería para dirigir a los alumnos, no para vigilar a mi novio y contarle todo lo que me dice. Ahora mismo yo no confió en Dumbledore, así que escúchenme bien Sirius back. Es momento que escojas un bando. Harry que los ha aceptado y ayudado siempre sin condiciones o Dumbledore que solo da órdenes sin contarles su motivo.-

Sirius parecía estar molesto, pero no dijo una sola palabra.

-AHORA, NOS DEJAN PASAR O SIRIUS TENDRÁS DE VERDAD PROBLEMAS-grito Hermione amenazadoramente, incluso Harry tenía que admitir que le estaba empezando a asustar.

Se quitó del camino y ellos caminaron rápidamente. En las escaleras la tomo de la cintura, Hermione obviamente se sorprendió.

-Eres genial-dijo Harry besándola-Te amo-

-Harry debes tener más cuidado con tus planes, no me los cuentes a mí y ni a Ron, tampoco a nadie. Dumbledore cree que Voldemort está intentando controlarte. Quisiera ayudarte pero es imposible ahora-dijo Hermione abrazándose a su nuca y con lágrimas en los ojos.-Lamento que estés solo en esto-

-No estoy solo. Ahora sé que a pesar de todo vas a estar ahí. -dijo Harry besándola de nuevo- Creo que hoy no termino del todo mal-

-Eso es seguro-dijo Hermione con una de esas sonrisas que lo hacían enloquecer.