Y aquí estoy como siempre, subiendo el capítulo. Debo dejar claro que este capítulo resolverá algunas dudas o… por lo menos eso creo yo. Además de que…. no sé qué… mejor lean y disfruten.
Todos los derechos de los personajes son de J. K. Rowling
Capítulo 46.- Realidad Perfecta.
El día que partirían del Grimmauld place Iban a regresar a Hogwarts en el autobús, escoltados una vez más por Tonks y Lupin, quienes desayunaban en la cocina cuando entraron y se callaron abruptamente ambos muy sonrojados. No hubiera sido nada extraño a no ser porque Lupin tenía una marca rosa en los labios algo parecido al lápiz labial de Tonks. Además que Lupin inmediatamente se fue de la habitación sin siquiera decirle algo a la Aurora que se vio algo deprimida los siguientes minutos.
Tras un apresurado desayuno y que Harry se limpiara los restos de comida que le dejaba Marlow en la ropa, todos se pusieron las chaquetas. Harry llevaba su chaqueta de piel de dragón mientras Hermione se ponía la chaqueta que le había regalado o por lo menos que eso decía la nota que le mostro. Ella tenía razón era bastante abrigador al igual que la hacía lucir hermosa a su novia.
Tenía un mal presentimiento sobre esta partida, no savia cuando volvería y menos si regresaría de verdad, algo le decía que esta sería la única vez que volvería a ver Grimmauld place en varios años.
-Adiós Harry, ten cuidado-aconsejo la señora Weasley abrazándole.
-Ya nos veremos Harry, y vigila a las serpientes por mí-agrego el señor Weasley dándole la mano fuertemente y guiñándole un ojo.
-De acuerdo-dijo Harry.
-¿A qué te refieres Arthur?-dijo su esposa confundida.
Después de un largo abrazo con Sirius salió al aire invernal, con Tonks disfrazada de dama vestida formalmente, con el pelo gris.
-Vamos, cuanto más pronto tomemos el autobús mejor- animo Tonks, y Harry pensó que seguramente estaba nerviosa por quien estuviera vigilándolos. Aunque solo había muggles por todos lados.
Lupin levanto su brazo derecho con la varita. Una ráfaga de colores apareció por la esquina y un autobús de tres pisos color purpura freno violento a pocos metros de ellos, había aparecido de la nada y apenas evitando un farol. Las puertas se abrieron y un joven delgado cubierto de granos, llevando un uniforme purpura, salto al pavimento y dijo:
- Bienvenidos al...-
-Ya nos lo sabemos -interrumpió Tonks rápidamente, empujo a Harry a arriba del autobús –Vamos con prisa-
-¿Es...es?-
-Si gritas su nombre te mandare al olvido-murmuro Tonks amenazadoramente, luego se dirigió hacia donde se encontraban Ginny y Hermione. Lupin no podía quitarle la vista de encima mientras se le salía una mirada algo boba.
-Siempre quise ir en esta cosa-comento ron alegremente, reuniéndose con Harry y mirando alrededor.
-Te arrepentirás-dijo Harry burlándose un poco, ese autobús era peor que los polvos flu.
Enseguida buscaron asientos libres, Harry subió hasta el último piso con Hermione, donde había dos sillas desocupadas al frente y dos atrás. Stan Shumpike, el conductor siguió a ambos ávidamente hasta el fondo. Las cabezas se volvían al pasar Harry, y cuando se sentó nuevamente las cabezas se giraron tan deprisa que parecían asustados, algunas orejas se veían muy rojas.
Una vez que Harry entrego 22 sicklet por ambos, el autobús partió de nuevo, bamboleándose inquietamente. Retumbando y zigzagueando por todo Grimmauld Place. Tomo a Hermione por la cintura y sostuvo su nuca.
-¿Qué haces?-pregunto Hermione algo molesta.
-Esto será brusco-dijo Harry recordando su primer viaje. Nada placentero.
Enseguida la velocidad aumento lanzando hacia atrás a todos. Aun con Hermione bien sujeta él tuvo que frenarse con los talones para que no se golpeara contra la parte de atrás del autobús. Miraron por la ventana ahora iban a toda velocidad por lo que parecía una autopista.
-A las afueras Birmingham-declaro Stan feliz, respondiendo a la silenciosa pregunta Harry mientras Hermione se tomaba con fuerza de su brazo, clavándole las uñas un poco. - Por cierto vi tu nombre en los periódicos, pero no te ponían muy bien. Le dije a eran que parecías totalmente enfermo y no loco, todo eso era simplemente una mentira ¿Verdad Neville?-
EL autobús nuevamente continuo bamboleándose, Vio como rebasaba a una línea de coches por el acampado, mientras los árboles se quitaban de en medio. Hermione cerraba los ojos mientras su rostro comenzaba a verse verde.
-¿Por qué te llamo Neville?-pregunto Hermione en una parada.
-Ni idea- Mintió Harry un poco, la verdad no tenía idea por qué Stan le seguía llamando Neville cuando ya sabía quién era. Suponía que era por su último viaje.
Nuevamente el autobús acelero con tal fuerza que no pudieron seguir hablando. Seguía parándose y continuando el viaje un bosque, luego una cuidad, un viaducto, edificios muy altos, una colina, incluso se podría decir que visitaron todo Londres en menos de media hora.
-Prefiero a Buckbeack-dijo Hermione abrazando a Harry casi lastimándolo, el que de verdad lo lastimaba era Marlow que seguramente ya había perforado su playera-De verdad viajare otra vez en Buckbeack, si no tengo que volverme a subir a esta cosa. -
-Escuchen, Hogwarts es la siguiente parada-informo Stan alegremente, tambaleándose hacia ellos y señalando a Tonks que no estaba mejor que ellos sujeta con ambas manos-Esa belleza de enfrente nos dio una propina si los dejamos antes que los demás, pero será después de la siguiente parada-
El autobús se detuvo una vez más y un mago de aspecto malhumorado bajo. Tras estar en una velocidad increíble, se encontraron en un nevado Hogsmeade. Harry capto un vistazo del cabeza de puerco a un lado de la calle. Tan deprisa como pudieron bajaron del autobús e incluso Ron estaba asustado. Al bajar Hermione le parecía que no tardaría mucho en devolver el desayuno, pues estaba casi tan verde como Marlow el cual en ese momento era un verde pálido.
Lupin y Tonks les ayudaron a bajar su equipaje, aunque no era necesario ya en Hogwarts Harry podía hacer que fueran flotando o encogerlos. Después salieron a despedirse. Harry hecho un vistazo hacia el autobús, vio a cada pasajero con la nariz pegada a la ventana mirándolo directamente.
-Estarás seguro una vez que estén adentro-asevero Tonks echando una ojeada a la carretera- Les deseo un buen curso-
-Harry no necesita protección-dijo Hermione con las manos en las rodillas e inclinada, ayudando a Ginny que estaba hincada y de vez en cuando daba arcadas- Es muy fuerte-
-Aun así nada de meterse en aprietos-dijo Lupin subiendo al autobús y Tonks a lado de él.
-Y ustedes dos nada de andarse besuqueando por los rincones-dijo Harry seriamente.- Además dile a Sirius que ya era hora de que consiguiera Novia-
Ambos se pusieron completamente rojos mientras abrían la boca. Y las puertas se cerraron abruptamente y antes de saberlo solo había unas marcas en la nieve, demostrando la existencia del autobús.
-No era necesario que dijeras eso-dijo Hermione con mejor semblante.
-Alguien tenía que decir algo.-dijo Harry sacando la varita y levitando los Baúles.- Además no negaras que ya era tiempo para Sirius y que Lupin tiene que admitir que le gusta Tonks-
-Tiene razón. Todos nos dimos cuentas en las fiestas-dijo Ron recargado en un árbol respirando profundamente- ODIO ESE MALDITO AUTOBÚS-
Los siguientes minutos todos luchaban contra la resbaladiza subida al castillo, Harry evitando que Hermione y Ginny resbalaran por el puente de piedra. Se dio cuenta que algo se novia en el bosque, era grande, además de que no solo era uno eran cerca de 50 o más. Sintió su magia algo muy fuerte y casi impenetrable. Algo familiar y escabroso le recordaban esas presencias.
Se preguntó si debía investigar ahora o más tarde, pero al ver a todos tan felices subiendo por los terrenos, pensó que si habían causado desastres ya sería por algo y que después investigaría tranquilamente. De todas formas vigilaría las presencias y se mantendría en alerta por cualquier movimiento contra el colegio o los alumnos. Paso la mayor parte del siguiente día temiendo que aquellas cosas que se movían en el bosque prohibido atacaran.
Su clase matinal de pociones no hizo nada más que hacer una simple poción, mientras Snape trataba de atraparlo por la espalda seguramente para verificar la oclumancia. Realmente dudaba que la legeremancia pasiva del profesor le afectara solo un poco, si quería leer su mente tendría que utilizar metidos más drásticos.
Su humor empeoro cuando se enteró que había un nuevo viaje a Hogsmeade para el día de san Valentín. Se perdería un día genial para ir a Hogsmeade, sobre todo teniendo novia ya que incluso le comentaron que había concursos y actividades para las parejas. Y que mejor forma de pasar ese día que divirtiéndote con la persona que amas. Hermione se mostraba también algo triste. Aunque había una oportunidad. Sacando su billetera y revisado sus cosas, la saeta, el mapa y la capa. Además de la capa de invisibilidad que obtuvo de rescatar al señor Weasley e incluso estaban los omniculares, la quaffle que le regalo Hermione, artículos Weasley que añadió a la caja recién recibida, libros varios que ingreso en la biblioteca infinita, Pociones varias que tiro por su caducidad y guardo los frascos en la bolsa regalada por Snape y por ultimo las cosas que más preocupaban a Harry, el guardapelo y la sangre de lord Voldemort.
Seleccionando espacios para sus cosas y arreglo todo dentro de la billetera. No tenía ni idea que con el paso de los años acumularía tantas cosas y algunas muy apreciadas por él. Incluso encantando un compartimiento para poder sacar directamente dinero y no sacar la bolsa de Gringotts (Aunque claro que estaban conectadas). La curiosidad le gano y reviso su libro del banco, en ella vio claramente como ponía Hogwarts y Hogsmeade como terrenos Potter.
Se preguntaba cuando Lupin se enteraría que ya tenía todas sus cosas y que incluso solo le dejo un monedero completamente vacío. Cuando se enterara que le jugo una buena reversa quitándole todo de un solo tirón estaría furioso. Solo que esta vez no podría quitarle nada ya que la billetera que le regalo Hagrid regresaría él aunque se la quitara.
Se sintió aliviado cuando todos los miembros de Pendragon se acercaban a saludarlo y en el caso de Sofí a reclamarle el que no le avisara que se iría de Hogwarts para las Navidades, aunque al enterarse de lo sucedido lo perdono. Varios preguntaron cuando seria la siguiente reunión.
-Les enviare la fecha por el galeón mágico de Hermione-dijo Harry una y otra vez- Esta noche no puede ser, tengo que ir al despacho de Snape-
-¿Por qué?- pregunto Zacarías Smith desdeñosamente después de arrinconarlo en la entrada del gran comedor.- ¿Son clases extras?-
- No, piensa que hago trampa-contesto Harry alejándose junto con Ron que parecía querer matarlo, pues habida encontrado a Ginny besándose con Zacarías recién la noche anterior.
-Aun puedo Maldecirlo-dijo Ron levantando su varita y mirando hacia atrás.
-Déjalo en paz-dijo Hermione bajándole la varita- Ginny sabe con quién sale y con quién no. Es como si estuviera molesta con Daphne solo porque sale contigo-
Ron gruño mientras parecía muy molesto y viendo a Harry, como si esperara que le diera la razón.
-No es para tanto, solo tiene novio- dijo Harry alzando los hombros algo indiferente, sobre todo porque él lo savia desde hacía mucho.
-Claro, no es mucho…. y si se queda con él y tengo sobrinos idiotas-dijo Ron aun gruñendo.
-No serían muy diferentes a ti-dijo Hermione juntando las cejas molesta- Ginny es libre de salir con quien ella quiera-
-Hablando de salir ¿Vas a ir con Daphne en San Valentín?-pregunto Harry intentando aligerar el ambiente.
-Por supuesto, está muy emocionada. Solo espero que mi Hermanita no salga con el idiota ese-dijo Ron sentándose y comenzando a servirse la comida.- ¿Ustedes?-
-No tengo permiso. Pero pueden ir mione y divertirse un rato-dijo Harry tranquilamente mientras hacía lo mismo que su amigo.
-No iré sin ti-dijo Hermione decidida.
-Eso está por verse. Te mereces algo de diversión Mione-dijo Harry dándole un beso por su lealtad.
Luego de comer salieron a sus clases vespertinas mientras el literalmente arrastraba su cuerpo lentamente hacia el despacho de Snape.
A las seis en punto aquella tarde, se encontró parado en la puerta del despacho de Snape deseando estar en otro lado, aun así, llamo y entro.
La oscura habitación estaba lleno con cientos de frascos de cristal con trozos de animales y plantas se suspendían dentro, una variedad de opciones de colores en fila y todos clasificados. Aunque su atención fue sin embargo atraída por el escritorio, donde un cuenco de piedra grabado con runas y símbolos yacía en el foco de la luz de una vela, era un Pensadero. Se preguntó cómo rayos hacia el profesor para tener uno. Hermione le comento que el suyo había costado demasiado encontrarlo y eso con la ayuda de Apahtio y mucho más adquirirlo pues era una pequeña fortuna. ¿Snape podía costearlo?
-Cierra la puerta Potter-dijo la voz siniestra del profesor.
Harry hizo lo que el profesor ordeno, con el horrible sentimiento de que estaba siendo encarcelado y que tendría que defenderse con garras y colmillos para salir de ahí. Enseguida Snape señalo un asiento, el cual Harry se sentó. Los ojos del profesor eran fríos, el disgusto llenaba cada línea de su cara y parecía decidido a demostrar que no savia oclumancia.
-Bien profesor ya que estamos aquí-dijo Harry sintiendo un poco de confianza en sus habilidades-Dejemos claro algunas cosas. A usted le gusta mi cara y a mí no me gusta que me vea así. El que sea igual a mi padre, no me hace él y preferiría que no me vea tan fríamente-
-De acuerdo-dijo el profesor Snape.
-Ahora dejando eso de al lado. Supongo que podemos empezar-dijo Harry
-Dices que ya aprendiste oclumancia ¿no?-
-Por supuesto-dijo Harry seguro de su nivel de protección.- También algo de legeremancia, aunque nunca lo ocupo-
-Bien, entonces comprenderá para que sirven-dijo el profesor Snape haciendo una pequeña sonrisa solo por un minúsculo momento-Entonces podrá evadir el siguiente ataque de legeremancia-
El profesor saco la varita, Harry que lo sabía de antemano lo desarmo.
-Si no puedes evadir la legeremancia por lo menos puedes desarmar el intento de leer la mente-dijo Harry con una sonrisa.
-Bien ahora, intentare entrar a su mente cuando lo haga usted...-inicio Snape.
-Sí, sí, te sacare de mi mente o te daré falsos recuerdo-dijo Harry seguro de lo que hacía sin levantarse de la silla. Snape tomo su varita del suelo y lo apunto directo a su frente.
-legilimensi-
El hechizo golpeo a Harry en su frente. Antes de lo que hubiese pensado la oficina paso ante sus ojos y se desvaneció. Tenía cinco años miraba a Dudley montar una bicicleta nueva, su corazón ardía de tristeza.
{No} dijo Harry en su mente, entonces el su pequeña versión empujaba a Dudley que caía y él se subía en la bicicleta para salir volando por los aires como en la película de E.T.
Enseguida sintió como Snape salía de su mente, revirtió el hechizo y nuevamente se borró la imagen de su primo en el suelo y el volando en una bicicleta. Se encontró en un prado verde, el cielo era azul y en la colina había dos niños, era una niña pelirroja y uno con cabello negro algo grasiento. El chico debía ser Snape, no debía invadir la privacidad del profesor, sobre todo porque no le gustaba que invadiera. Enseguida salió de la imagen y regreso a la oficina de Snape, el profesor se encontraba arrodillado en la habitación.
-¿Lo viste Potter?-dijo débilmente.
-No, pero si hubiera querido habría visto todo lo que quisiera-dijo Harry sintiéndose apenado con el profesor.
Se alzó de repente con la mano alzada y varita en mano -legilimensi-
Enseguida se encontraba perseguido por cuatro dragones... y el s montaba al colacuerno hungaro que escupía fuego. Cambio se encontraba viendo al profesor de joven corriendo por un pasillo con una rosa en la mano detrás de una pelirroja de ojos verdes, ella giro un poco la vista con los ojos rojos y una mirada dolida. Nuevamente salió y ahí estaba en el despacho con el profesor sudando a mares.
-legi...-dijo con la voz temblorosa.
-BASTA-grito Harry fuertemente-Eso es todo, si quiere torturarse usted mismo puede continuar toda la noche, pero yo no quiero ver sus recuerdos. No si son algo importante para usted. Dígale a Dumbledore que tengo a Voldemort fuera de mi mente, pero al que tengo adentro no puedo detenerlo por siempre-
Harry se levantó de la silla y se acercó, todo su frente y reparo el daño que se había hecho. Salió del despacho, había visto un lado del profesor que nunca mostraría a nadie. Encontró a Ron y Hermione en la biblioteca donde estaban trabajando sobre los montones de deberes que tenían. Todos los de quinto curso mantenían su vista en libros con montones de pergaminos. El único sonido distinto era el crujir de los zapatos de madame Pince.
-¿Cómo te fue?-susurro Hermione, y entonces, preocupada agrego.- ¿ha visto algo que no debía?-
-No, solo vio a Dudley montando una bicicleta y a cuatro dragones -dijo Harry sonriéndole a Hermione.-Jamás lo dejaría ver algo importante-
Continuaron haciendo deberes, Harry termino justo a tiempo para salir de la biblioteca e ir a la sala común de Gryffindor, donde Fred y George estaban vendiendo artilugios Weasley.
Harry sintió alegría demasiada alegría, algo que le inquietaba, él podía estar seguro que su felicidad no era propia.
-Vengan-dijo Harry a Hermione y Ron subiendo rápidamente por la escalera y entrando en su habitación.
Enseguida se tocó la frente sentía punzadas leves, la risa lo invadió llenando todo el cuarto, no era una risa leve, si no cruel y muy fría.
-¿Qué pasa Harry?-dijo Hermione asustada.
-Está feliz, realmente feliz-dijo Harry sintiéndose idiota al seguir riéndose.-Se debilito mi barrera al poner a Snape a lanzarme hechizos, ahora está más cerca de mi mente-
-¿qué crees que sea Harry?-pregunto Ron acercándose.
-Algo muy bueno-murmuro Harry, estaba empezando a temblar, sentía a Voldemort más cerca que nunca, su cuerpo estaba sudando frio y temblar - Ahora tengo algo que dirigir.-
Las palabras salieron como si alguien más estuviera dentro de su mente
-Tienes que sacarlo de tu mente Harry-dijo Hermione acercándose y tomándole el rostro.
Mirando sus ojos asustados, empezando a ponerse llorosos, eso lo regreso al presente sintiéndose al fin el mismo, peleando nuevamente por el control de su mente.
-Solo necesito tiempo para alzar nuevamente mis barreras, Snape las atravesó, dejo un hueco por donde se colara-dijo Harry dejando de pensar y poniendo su mente en blanco y alzando nuevamente la barrera.-Estoy bien-
Hermione pasó casi todo el tiempo restante observándolo como si intentara saber si seguía siendo el mismo o si Voldemort ya se había apoderado de su mente. La mañana siguiente Harry descubrió por que Voldemort estaba tan feliz, cuando Hermione recibió el diario el profeta lo aliso, durante un momento miro la primera plana soltando un grito ahogado, que hizo que todos voltearan a verla.
-¿qué?-pregunto Harry con media tostada en la boca.
Por toda respuesta, extendió el periódico sobre la mesa delante de ellos y señalo diez fotografías en blanco y negro que ocupaban la totalidad de la primera página, algunas personas de las imágenes se burlaban silenciosamente. Otros daban palmaditas con los dedos al marco de sus cuadros, con apariencia insolente. Cada retrato tenía un pie de foto con el nombre y el crimen de la persona que había sido enviada a azkaban.
"Antoni Dolohov
Algernon Rookwood
Bellatrix Lestrange "
Fueron los únicos nombres que pudo leer antes de Hermione le diera un codazo y le señalara hacia los titulares encima de las fotos.
"Fuga masiva en Azkaban, el ministerio teme que los viejos mortifagos se estén reagrupando.
Anoche, a última hora, el ministerio de magia anuncio la realización de una fuga masiva en azkaban.
En una entrevista con los reporteros en su oficina privada, Cornelius Fudge, ministro de magia, confirmo que diez prisioneros de máxima seguridad escaparon a primeras horas de la tarde de ayer y que ya ha informado al primer ministro muggle la naturaleza peligrosa de estos individuos
Se cree que el prófugo Barty Crouch Jr. ha ayudado a los recién fugados. Se le suplica a los lectores que se mantengan en alerta hasta que todos los Mortifagos sean capturados"
-Por eso estaba tan contento anoche-señalo Ron atemorizado.
-Genial-gruño Harry, al ver el resto de nombres y reconocer algunos más-Ahora debo preocuparme por un montón de mortifagos sueltos-
-No dice nada de Voldemort-dijo Ron en un susurro.
-Difícilmente dirá Fudge "Discúlpenme, Dumbledore me advirtió que esto podía pasar, los guardianes de Azkaban se han unido a lord Voldemort también y han hecho posible el escape. Hemos atacado a un inocente estudiante y a un director por puro miedo a que el regresara Voldemort"-dijo Hermione amargamente.
-Sería un titular largo-dijo Harry sobándose la cicatriz por puro instinto, su humor era pésimo -"Ministro idiota" es lo más rápido-
Hermione abrió el periódico y empezó a leer, la siguiente hoja, mientras Harry miraba que todos al rededor se mostraban algo Nerviosos pero tranquilos. Hacia 2 años estaban aterrados por Sirius que solo era un hombre inocente, pero ahora que había 10 mortifagos reales y despiadados afuera de Azkaban parecían estar casi Felices.
Al otro lado en la mesa de profesores se veía entre ellos. Dumbledore discutía con McGonagall y con varios profesores, mientras discutían el profesores de un momento para otro la profesora McGonagall estiro el brazo hacia la entrada del gran comedor saludando y Harry volteo. Enseguida vio a la puerta a Hagrid dejando que un grupo de Ravenclaw pasara. Se veía mucho menos lesionado, claramente tenía un aspecto mucho mejor a la última vez, Además de que llevaba fin fija su varita en un cinturón de cuero.
-¡Es Hagrid!-salto Hermione al mirarlo también-¡Vamos!-
Enseguida salió corriendo en dirección del guarda bosques, y Harry la siguió a gusto de ver a su amigo nuevamente en el castillo seguido de Ron que parecía también feliz de ver a Hagrid.
-Hola Hermione, Ron, Harry ¿Cómo han estado?- dijo Hagrid mientras Hermione intentaba abrazarlo pero apenas y podía extender los brazos lo suficiente para apenas cubrirle parte de su cintura. Harry llego gusto en el momento en que Hermione se separaba y se mostraba sorprendida por la varita que colgaba de su cinturón.
-Muy bien. ¿Cómo te la pasaste tú?-pregunto Ron mientras Hermione volteaba su mirada a Harry.
Lo supo de inmediato. Estaba en un problema grande, ya que la única que conocía todas las varitas que tallaba era ella y de alguna forma debía recordar que esa en especial era un experimento.
-Pues... bien- Contesto Hagrid mirando a la mesa de profesores, luego miro a Hermione que parecía muy insistente con su varita y se la mostro- Solo que he tenido un par de problemas. Por cierto tengo que hablar con Dumbledore, así... que...Disculpen-
-Sí, entendemos-dijo Hermione regresándole la varita. -¿Tienes el permiso del Ministerio?-
-Por su puesto lo conseguí a principios de Diciembre y la varita me la dio un muy buen amigo-dijo Hagrid volteando la mirada un poco- Así que no te preocupes no estoy infringiendo una ley-
-Eso es genial-dijo Hermione sonriéndole a Hagrid, miro a Harry un minuto antes de fruncir el ceño –Sobre todo el que te lo entregaran personalmente-
Y le dio la espalda a Harry, caminando de regreso para terminar su desayuno sin siquiera decirle una palabra más.
-¿Qué le has hecho Harry?-pregunto Ron con la boca abierta y sorprendido.
-Se ve bastante enojada -dijo Hagrid tan impresionado como el mismo Ron.
-No se preocupen. -dijo Harry viendo que había mucha gente a su alrededor intentando escuchar la conversación.- Se enojó por….- señalo la varita de Hagrid para que entendieran- Parece que entendió como paso-
-Oh, lo lamento, no imagine que no le contaras... eso-dijo Hagrid con preocupación e intentando asegurar su varita nuevamente - Aun así, necesito hablar con Dumbledore... Más tarde podemos hablar, lo lamento Harry. No debí decir nada-
-Tranquilo ella me perdonara… algún día-dijo Harry sonriéndole un poco.- Solo espero que siga siendo un secreto entre nosotros-
-Claro, claro... además no sabría cómo contarle... lo que paso ese día-dijo Hagrid mientras un grupo de chicas pasaba a su lado.
-¿De que hablaban?-pregunto Ron mientras regresaban a lado de Hermione que lo miraba insistentemente.
-De la varita, ya sabes secretos de fabricación-dijo Harry simplemente y Ron quedo conforme.
Enseguida Hagrid se fue junto a Dumbledore, mientras Harry se sentaba a lado de Hermione, ella le daba una mirada algo enojada para después regresar a su plato de huevos y tocinos que habían desaparecido por el apetito de Marlow. Ron vio a Daphne y como muchas otras veces desapareció para ir a lado de su novia.
-¿Cómo le entregaste la varita en persona?, digo él estaba en las montañas del norte-pregunto Hermione después de un rato. Mientras se dirigían a la clase.
-Pues es sencillo, fui a las montañas del norte -dijo Harry tan lento que le pareció recorrer un piso entero- Tenia que crear su varita con su sangre y entregarle el permiso para utilizarla, además de que…-
-¿SALISTE DE HOGWARTS? Como se te ocurre. Si Dumbledore se entera enserio tomara medidas preventivas -dijo Hermione volviendo a poner cara furiosa y algunos de los alumnos se hacían a un lado tan deprisa que parecía haber visto un dragón suelto.
-Bueno necesitábamos a los gigantes y tuve que tomar cartas en el asunto. La segunda vez con el señor Weasley tenía que ir y nadie se dio…-dijo Harry al segundo se dio cuenta que había sido una tontería decirlo.
-¡TIENES RAZÓN NO SE HA DADO CUENTA! ¡PUEDES SALIRTE O IRTE DE HOGWARTS SIN QUE ME ENTERE! ¡DESPUES DE TODO ERES EL GRAN HARRY POTTER Y ERES INVULNERABLE!-Dijo Hermione con lágrimas en los ojos y le dio una mirada de dolor.
-Mione espera-dijo mirando como salía caminando a toda prisa sin prestarle atención. A pesar de que fue atrás de ella intentando disculparse y contarle ella simplemente no lo escuchaba.
Le dejo de hablar por el resto de día, incluso evitaba mirarlo. Harry suponía que era porque si lo hacia su corazón se le ablandaría de inmediato, además de que siempre lo veía con los ojos rojos y dolidos. Ron le comento que la oía murmuraba cosas de un idiota que no pensaba en los demás y de un idiota que no piensa en los sentimientos de su novia.
-Solo quiero saber ¿Cuánto durara esto? Ya te pedí perdón. De verdad no volveré a salir de Hogwarts. Perdóname Mione-Se disculpó por enésima vez mientras terminaban los deberes de Snape. Eh igual que las anteriores Hermione simplemente le lanzo una mirada furiosa, y continuo con sus deberes.
Al siguiente día fue igual. Incluso peor porque Luna lo flanqueo en clase de Herbologia y le dijo que no le hablaría hasta que Hermione lo hiciera y para rematar le saco la lengua. Al principio le dio risa, se le quito cuando Daphne lo ignoro en la hora del almuerzo y le lanzaba una mirada que podría matar igual que un basilisco durante la cena. Sofí fue la cereza del pastel que acabo con la poca felicidad de ese día, ya que le regaño durante media hora mientras le decía que no debía preocupar a Hermione, que le tuviera consideración y que fuera un mejor Novio. Después se volteo sin escuchar explicaciones y se fue a lado de Daphne y Luna que estaba con Hermione.
¿Cuándo es que Hermione les comento que estaban peleados? Esa era la pregunta que le paso durante todo el tiempo de ese día.
El hecho de que Hermione no le hablara solo duro un dos días más, ya que ninguno de los dos aguanto mucho sin hablarse y estaban muy ansiosos por estar cerca del otro, después disfruto de que su pelea terminara, con el abrazándola y no separándose de ella durante un buen rato, mientras Hermione se ponía roja pues le decía cosas lindas al oído.
El tema de la siguiente semana no era otra más que la fuga de azkaban cuya historia parecía estar armando revuelo y muchos haciendo conjeturas de como escaparon. Incluso Harry escucho que en Hogsmeade se había visto uno de los mortifagos, donde se suponía que estaba la casa de los sustos y que desde ahí iban a invadir Hogwarts. Simplemente reforzó los encantamientos en Hogwarts y hechizo los terrenos de Hogsmeade con los sellos dados por el banco. Si alguno de los mortifagos fugados o de los que conocía Harry se aparecía por Hogsmeade o alrededor de Hogwarts seria alertado inmediatamente.
Aquellos que provenían de familias mortifagos empezaron a tener una fama tan mala como la de Harry, enseguida acudían algunos con Theo que inmediatamente los juzgaba y si merecían la pena los dirigía a él para iniciarlos como Pendragon. Otros parecían tranquilos y algunos huían de la mirada de los demás totalmente apenados. Draco se dedicaban a decir que atacarían a aquellos que fueran familiares de muggles o quien se juntara con ellos. Intervino en un ataque verbal al pequeño Arthur que fue acorralado por un par de Gryffindor y Ravenclaw.
Harry era esta vez objeto de muchos más murmullos de los acostumbrados y señalado por los pasillos esos días, aunque esta vez los notaba menos hostiles y más de duda.
Aun habían niños de primero que salían corriendo en cuanto el cruzaba un pasillo o incluso lo veían como un actor famoso de películas. El estado de ánimo de los estudiantes no era mucho mejor que la de los profesores, estos también se encontraban murmurando en los pasillos y a veces pasaban caminando rápidamente por los pasillos mientras miraban a todas direcciones seguramente tratando de evitar a Umbridge o que no los siguiera. La profesora McGonagall les conto días después que estaba buscando nuevas escusas para hacer más decretos educacionales y que no debían darle el gusto.
Harry pensó que desde la fuga de azkaban, Voldemort estaría más enojado o contento, pero su cicatriz parecía estar estática sin ninguna picazón o alguna emoción que no fuera suya. Era extraño como si le diera un respiro antes de intentar poseerlo con todas sus fuerzas. Gracias a las actividades de Voldemort supuso que Fudge al fin entendería y retiraría un poco la soga de Hogwarts, pero al contrario el pareció querer controlar la escuela por completo, así que cada cosa que no le gustaba a Umbridge aplicaba un nuevo decreto. Por lo consiguiente Harry ocultaba a Marlow cada vez que caminaba en un pasillo o si sentía que Umbridge estaba cerca.
Umbridge parecía más determinada a encontrar algún profesor que despedir que a meterle el pie en sus vida estudiantil. Lo que agradecía por momentos.
Le pidió a Hagrid que se mantuviera a salvo y que regresara a su puesto de guardián de los terrenos, solo mientras estaba Umbridge en el colegio. Sin rechistar Hagrid cedió, por ese año, el puesto a la profesora Grubbly-Plank que inmediatamente se puso muy contenta.
Suponía que Trelawney estaría en la cuerda floja más que nunca, pero esperezaría ver a que pasaba. Ron le comento que cada lección de adivinación era ahora dictada en presencia de Umbridge y su sujetapapeles, siempre interrumpiendo a la profesora Trelawney, quien cada vez parecía más histérica de lo normal, siempre exigiendo mostrarle sus dotes de adivinación y fallando en el intento.
Hagrid parecía estar muy ocupado, mucho más que con su puesto común. Supuso que era por los habitantes del bosque prohibido, y con el constante ir y venir de su amigo al bosque prohibido comenzó a llamar la atención de Umbridge. En cuanto a los Pendragon, les había dicho que hablarían una vez que estuviera seguro que Umbridge no escuchara, lo cual casi fue imposible mientras ella revisaba las clases y también evitaba que cualquiera saliera a los terrenos. No pudiendo visitar a Hagrid, por ese momento, ya con la capa de invisibilidad y el mapa, además de su control sobre todo el castillo le daba la oportunidad de verlo. Solo esperaba la oportunidad perfecta.
Umbridge ya parecía haberse percatado del avance que daban los Pendragon con la ayuda de Hermione y Ron con sus frecuentes encuentros en la sala de menesteres. Aunque Sirius no había regresado a la sala, Harry se había decidido levantar la prohibición solo por cualquier caso de emergencia.
-Esto es un gran problema, pero mientras hagamos avances creo que es mejor que no hacer nada-dijo Ron, mientras Harry, Hermione y el entraban en la sala común luego de una clase del maleficio reducto.
-Todos se están esforzando mucho, creo que eso es lo mejor-dijo Harry, sonriendo- La siguiente vez tendremos duelos de práctica, para ver como están.
Los nervios por el escape de los mortifagos se disipo rápidamente. Los Pendragon sin en cambio no se dejaron de esforzar al contrario estaban completamente concentrados. Algunos nuevos que se unieron a Pendragon, Zacarías Smith, Deán y Seamos que después de todo se disculparon y decidieron apoyarlo.
Harry dedujo que Neville estaría muy feliz y que nada podría cambiar su estado de ánimo, se equivocó. Se notaba una mejora mágica en Neville durante clases, pero fuera de ella de ellas siempre estaba pensativo, le tenían que hablar varias veces para que contestara, estaba decaído, taciturno, melancólico y sombrío. Solo Luna lograba sacarle una sonrisa el demás tiempo no hablaba. Incluso cuando Harry le pregunto qué le sucedía, solo sonrió y se fue por la tangente. No podían ser sus calificaciones no eran tan malas, se notaba una mejora notable en cada clase de Pendragon.
Cuando Harry les enseño el hechizo protector, un medio para desviar maldiciones de poca importancia de modo que rebotaran sobre el atacante, únicamente Hermione domino el encantamiento antes que Neville. La mayoría lo felicito y estaban asombrados con él, pero Neville jamás sonrió, al contrario su rostro denotaba frustración. Tenía que sacarle que le pasaba.
-Ahora aremos una sesión de Duelos-dijo Harry en la ultima hora de la sesión haciendo que la sala de menesteres limpiara todo el lugar de prácticas y solo el murmullo de la cascada se escuchaba a lo lejos- Uno a uno-
-Genial-dijeron los gemelos sonriendo mientras se limpiaban el sudor de su frente.- ¿Dónde está la mesa de duelo?-
-Sin mesa de duelo-dijo Ron metiendo un montón de papeles dentro de uno de sus viejos sombreros de punta.
-En una batalla o en una guerra, no hay límites desde donde se puede atacar. Solo es sobrevivir a tu enemigo-concluyo Hermione dirigiendo a todos junto a la cascada.
-Ho no-dijo Ginny muy preocupada y volteaba a ver a Zacarías de vez en cuando.
-Todos uno a uno, se pondrán en medio de la sala, el punto principal es dejar inconsciente a su adversario. También sirve dejarlos noqueados. Sin lesiones o maleficios-dijo Harry mirando las caras de emoción de algunos y preocupación de otros. Neville sin en cambio parecía no saber ni donde estaba-Pueden utilizar todo lo que han aprendido aquí. Yo protegeré y seré juez en cada uno de los encuentro. Puedo interferir si me parece demasiado peligroso o si el combate se extiende.-
Uno a uno pasó a la mitad y se enfrentaban.
En la primer duelo fue de Fred contra Lee Jordán, Fred gano pues enseguida le lanzo un maleficio de piernas de gelatina y Lee cayó al suelo sin poderse parar. Cada uno utilizaba diferentes encantamientos, mientras algunos especulaba quien ganaría. Fred y George hacían apuestas para ganar dinero, obviamente todos apostaban por sus favoritos. Los duelos duraban algunos desde unos minutos hasta unos simples segundos. Cuando fue el turno de Ron, Harry lo emparejo con Luna, lo cual fue un empate ya que ambos decidieron atacar casi de la misma forma, y después de 10 minutos en un duelo muy cerrado lo dio por concluido pues ambos sudando y jadeantes estaban a punto de perder agotar su magia.
Los ayudo a recuperarse y emparejo a Hermione con Cho chan, no le sorprendió que la Ravenclaw Volara por los aires un par de minutos después de empezar y callera en una trampa donde el suelo la engullo y dejo su cabeza sobresaliendo. Cho parecía impresionada por Hermione, aunque Harry detecto un poco de hostilidad, a lo cual simplemente felicito a ambas.
-Esa es mi novia-dijo Harry cuando estuvo a su lado. Hermione le sonrió coquetamente y parecía querer saltar de emoción.
Theo fue contra George ambos terminaron con una batalla de inteligencia, aunque muchos se aburrieron Gano Theo cuando le reboto un Hechizo de desmayo. Sofí fue inesperadamente contra Colín que después de un rato terminaron lanzándose Hechizos de desarme y ambos soltaron su varita. El veredicto de Harry fue que Colín estaba más preparado y Sofí solo tuvo suerte. Lo que no dijo es que Colín no fue directamente a desarmarla, y que durante algunos segundos la miraba intensamente con una sonrisa. Solo esperaba que no hiriera a su Hermanita. Daphne termino fácilmente con Padma. Angelina con Anthony y Hannah con Zacarías. Algunos empates como Alex winnickus y Seamus Finigan o Magnus y Jazmín. Terminaron los duelos con algunos no complacidos con los resultados y otros felices por ganar. Solo faltaba Neville de pareja y parecía extremadamente ansioso de entrar a duelo.
-Bien, ya están todos solo falta Neville. Como hay un número impar de contrincantes, tendrá que ir contra mí- Declaro Harry quitándose su túnica y dejándola en el suelo.
Lo miraron boquiabiertos y después a Neville, el cual parecía tan impresionado como ellos. Se quitó sus demás cosas, excepto los anillos excalibur, la hombrera de Hufflepuff y la bolsa de los grimorios. Camino a en medio del lugar con todos murmurando cosas y haciendo nuevas apuestas, por lo que escucho todos estaban de su favor. Espero a que Neville saliera de su conmoción, gracias a Luna logro caminar con algo de lentitud y se paró enfrente de él a una distancia considerable
-Mismas reglas-dijo Harry acercándose e inclinándose, alzando su varita. Siguiendo los buenos modales de los duelos aunque lo planteo como una batalla.
-S...s...si-dijo Neville un poco temeroso siguiendo sus pasos.
Alzo la varita esperando el ataque de Neville, nadie hacia ruido, ni hacían un solo movimiento así que el silencio reinaba. La respiración de Neville rompió eso era rápida, su mano temblaba y parecía estar en otro lado en lugar de un duelo. Harry se molestó.
-Reducto-dijo Harry lanzando su primer encantamiento, enseguida Neville se lanzó al suelo evitando el hechizo y cubriéndose la cabeza. No era necesario el hechizo goleo muy alejado, cerca del pequeño desaparecieron un par de árboles. -No estás en clase Neville, estas en un duelo, mantente atento y mira a tu enemigo-
-No eres mi enemigo-dijo Neville levantándose mientras temblaba.
-Ahora yo soy tu único enemigo-Rectifico Harry alzando la varita nuevamente- Confringo-
El hechizo salió directo a Neville que logro moverse a tiempo, el hechizo creo una pequeña línea totalmente recta. Continuo con el mismo nivel de intensidad mientras Neville solo seguía evitando los maleficios y hechizos, algunos mágicamente otros moviéndose. Cada vez que lanzaba un nuevo hechizo su tención aumentaba, Neville se había esforzado tanto solo para mostrar ese nivel.
-¿VAS A PELEAR O SOLO A HUIR?-Grito Harry mientras Neville se recuperaba del ultimo hechizo.
Harry bajo la varita no continuaría el duelo, podría lastimar a Neville y eso no solucionaría nada.
-¿Qué es lo que te pasa?-pregunto Harry con la voz dura mientras se acercaba a paso apresurado.
-No puedo pelear contigo-dijo Neville con voz clara y firme mientras lo veía a la cara- No después de lo que has hecho por mí y mis….-
No termino pues Harry planto un puñetazo en su mejilla, tirándolo al suelo, con la mirada llorosa y una marca roja en la cara.
-¡Harry!-escucho gritar a Hermione y Luna, la primera con un tono sorprendida, la segunda algo enojada.
Tomo a Neville del cuello y lo miro directo a los ojos.
-No estoy aquí para que me agradezcas, ni para esa clase de cursilerías. Te estoy enseñando a defenderte y pelear, quiero que te levantes y me des pelea, quiero que demuestres que estas echo. Eres un mago estupendo y…-
-Es mentira-dijo Neville con la mirada sombría y apretando los dientes- Yo…. Yo…nunca… ¡YO NUNCA SERE COMO MIS PADRES!-
Los ojos azules de Neville derramaron lágrimas, mientras apretaba las manos y se ponían blancas y parecía más frustrando que nunca.
-¡SOY TORPE, OLVIDADIZO, LENTO, DESCUIDADO Y DÉBIL!, ¡NO PUEDO SER UN HÉROE COMO ELLOS!-grito Neville desesperado, totalmente en llanto-¡SOY MUY DÉBIL HARRY!, ¡NO PUEDO SER COMO TÚ!, ¡TODOS ESTOS AÑOS ELLOS ESTABAN AHÍ ENCERRADOS Y LOS CREÍ LOCOS! ¡NO PUEDO! ¡SIMPLEMENTE NO PUEDO!-
-¡¿Nevi?!-dijo Luna desde algún punto y escucho los pasos que se aproximaban a ellos.
-¡QUÉDENSE DONDE ESTÁN!-Grito Harry señalando a todos.- ¡ESTO ES ENTRE NEVILLE Y YO!-
Soltó a Neville bruscamente y se alejó unos pasos pensando que debía hacer. Por eso Neville se comportó tan extraño, no se creía fuerte y creía que nunca podría alcanzar a sus padres. Tenía un complejo de inferioridad muy agravado y solo podía ayudarlo mostrándole lo fuerte que era. Pero antes tendría que hundirlo hasta lo más profundo.
-Con que de esta manera piensas pagarles a tus padres-dijo Harry con la voz fría, odiaba hablarle así a Neville.-Pobre de ellos, dando su mente y años de su vida solo para protegerte y tú aquí lloriqueando. Un inútil que no puede ni levantarse-
Neville mantenía las manos en el suelo con la varita sostenida, levanto la vista al oír esas palabras, miro a Harry con algo de odio e ira, la cual lo hirió pero savia que era necesario.
-¿Seguro que eres un longbottom?, ¿Seguro que eres hijo de los aurores Frank y Alice longbottom?-dijo Harry tranquilo- Seguro que no, puede que ni siquiera tengas su sangre en tus venas.-
-¡Harry detente!-grito Hermione enojada pero su grito fue apagado cuando Harry levanto la varita.
-Levántate Inútil. Sube la varita y demuestra nuevamente que no eres hijo de Alice y Frank-Le ardió la garganta de solo decir esas palabras, pero funciono.
Los dientes de Neville rechinaron y sus manos antes blancas, estaban rojas mientras parecía que explotaría. Golpeo el suelo con las manos creando un sonido seco.
-YO SOY...SOY SU HIJO-grito Neville mientras se levantaba tambaleándose un poco.- SOY… SOY…HIJO DE ALICE Y FRANK LONGBOTTOM-
-¿Pues demuéstralo?-dijo Harry mirándolo seriamente.
Neville levanto la varita, aun temblaba su mano de ira. Antes de que hiciera algo, Harry lo hizo.
-MÁXIMA BOMBARDA-grito Harry a todo pulmón.
Hubo gritos ahogados. Lo que apenas distinguió fue el brillo del protego que convoco Neville. La explosión siguiente destruyo parte del suelo y sus alrededores. La tierra y polvo se alzaron durante unos segundos. Pero ahí estaba Neville en medio del destrozo en un lugar donde la explosión no logro destruir nada. Harry sonrió, ese era el nivel de Neville, un verdadero guerrero dentro de ese corazón noble. Todos los miraban algunos aterrados otros con la boca a abierta. En el caso de Hermione y Luna parecían estar preguntándose cuál de los dos terminaría lastimando.
-¡¿Eso es todo?!-dijo Harry sintiéndose horrible por lo que diría.-Deshonras el apellido longbottom, no eres dig...-
-¡CONFRINGO!-grito Neville con toda su fuerza, una ráfaga paso rápidamente mientras Harry la esquivaba. He igual que con su hechizo creo una ranura en el suelo.- ¡YO SOY UN LONGBOTTOM! ¡NEVILLE LONGBOTTOM!-
-Ya te dije ¿Demuéstralo?-dijo Harry sonriendo un poco.
Levantando la varita y viéndose más enojado que nunca su magia ya no pareció una llama titilante, era un fuego azul abrazador. Nuevamente empezó un danza de hechizos fuertes y ponentes, entre defender y atacar Harry sentía que el ritmo era tan rápido y Neville no dejaba segundo sin decir un hechizo. Se mostraba determinado y eso era lo que más entusiasmaba a Harry.
-DESMAIUS-dijo Neville
-Expeliarmus- contrarresto Harry.
Los hechizos se cruzaron, rosándose y sacando chispas de color azul eléctrico y creando un sonido eléctrico estridente. Neville sudoroso y cansado intento protegerse pero con la magia que tenía no lograría convocar un protejo con fuerza.
Harry desvió el hechizo directo al agua donde se disiparía. Al siguiente segundo Neville salió volando y su varita trazo un arco en dirección de su mando, la atrapo y se dispuso a ver que paso con Neville, Giro y todo se comenzó a girar, ya no había ningún sentido, todo cambio de colores destellantes. Sintió las arcadas que venían antes de escupir sangre y como comenzaba a sangrar de la nariz.
¿Acaso la pociones no servían? ¿No podre recupérame nunca?} Pregunto en su mente mientras perdía el equilibro. Lo vio durante un segundo Neville se dirigía hacia el con la cara roja y los puños apretados. {Ahora no, no es momento de sentirme mal}
No importo que tanto intentara concentrarse, no lo logro. Segundos después puño se incrusto en su mandíbula. Cayó al suelo intentando sostener su peso, golpeándose la cabeza y el sabor a sangre recorrió su boca, no por el golpe, tocio un poco salpicando el suelo con bastante sangre. Luego la sangre de su nariz salió con más intensidad empapando su mano que sujetaba el puente de la nariz. Un segundo golpe en el costado, se giró, viendo a Neville sobre de él, con el puño levantado.
Su mareo freno de golpe e igual que sus sentidos lograron enfocarse. Con las piernas enrollo el torso de Neville y son su mano detuvo el golpe. Sujeto con fuerza mientras Neville forcejeaba. Envió todo su peso a un lado y ambos rodaron. El quedando encima de Neville. Se quitó a tiempo de que lo pateara. Se alejó unos metros viendo a Neville hincarse y mirarlo.
-¡Neville Detente, eso es un duelo muggle no mágico!-dijo Luna con la cara preocupada pero la voz asustada.
-Bien echo amigo-dijo Harry sonriéndole a Neville a pesar de que todo giraba lentamente.-De verdad eres un increíble, longbottom-
La cara de Neville cambio de completo enojo a confusión para luego estar más que asustado.
-Yo...Harry-dijo Neville levantándose y mirándose las manos, una con rastros de sangre mientras la otra estaba completamente blanca.
-No te disculpes. Todo está bien, yo fui el culpable. Si no te provocaba no sacaría todo tu potencial. Así que el que se debe disculpar soy yo-dijo Harry limpiándose la nariz.
Vio a Hermione recogiendo las varitas en el suelo, que habían rodado un buen tanto extendió la de Neville en su dirección.
-Me retracto de todo lo que dije y te pido disculpas. Eres un increíble mago-dijo Harry inclinándose y dándose cuenta que todo el pecho lo tenía cubierto de sangre fresca.- Me ganaste este duelo-
-No, yo soy el que debe disculparse y… -dijo Neville poniéndose rojo y pareciendo más avergonzado que nunca.- Eres mucho mejor que yo mágicamente, y no creo pelear cuerpo a cuerpo también como tú-
-Bueno… te parece un empate-dijo Harry tomando la varita de la mano de Hermione, que enseguida hizo un episkey y su nariz dolió, además dejo de sangrar.
-¿Pero ha utilizado la fuerza en lugar de la magia?-dijo Zacarías pareciendo confundido-¿Eso no es válido en los duelos mágicos?-
-Se los dije. No era un duelo mágico normal, era un duelo simplemente -dijo Harry mirando cómo se acercaban confundidos, algunos más enojados como Fred y George que entregaban dinero a varios.
Luna no tarda ni 5 minutos en abrazar a Neville mientras dejaba salir unas lágrimas y le decía algo al oído. Ron le alzo los pulgares con una mirada algo burlona al igual que Daphne. Hermione sonreía un poco.
-Allá fuera con los mortifagos y Voldemort, todo truco ya sea mágico o muggle cuenta. Si no tienen su varita, improvisen y si no saben improvisar. Den un salto de fe-dijo Harry mientras Hermione sacaba un trapo y comenzaba a limpiarle la cara.
Todos asintieron, pareciendo tratar de entender a su manera. Harry aun le faltaba el equilibrio y sentía querer vomitar más sangre, aun así infundio su magia evitándolo.
-Primera vez que veo a alguien darte un paliza-dijo Ron sonriendo- Espero no se haga habito-
-Neville eres increíble. Ese protego de primera calidad, creí que terminarías todo explotado-dijo Daphne dándole un abrazo.
-Necesitas enseñarme eso Neville-dijo Sofí emocionada- Toda esa magia de alto nivel. Es fascinante-
-¿Porque Neville? Apostamos por Harry, no hiciste perder 40 galeones. Vamos a tenernos que andar con cuidado de ti-dijo George con media sonrisa.
-Espero que no nos des una paliza tan magnifica como a Harry-dijo Fred cubriéndose el rostro.
Neville se ruborizo mientras se rascaba la nuca, entonces lo vio en su rostro, la decisión y felicidad.
-Bien creo que eso es todo por hoy, tengan cuidado al salir, sobre todo cuídense de Umbridge-dijo Harry sentándose un rato. El mareo no lo dejaba, además de un dolor en el estómago.
Empezaron a recoger sus cosas mientras Neville aun veía su varita sin apartar la vista.
-Neville, todo lo que dije solo fue para...-empezó Harry preocupado porque su amigo siguiera preocupado por eso, pero Neville levanto la vista y sonrió un poco.
-Lo se Harry-dijo Neville -Solo me preguntaba si...-
-¿Qué?-dijo Harry deteniendo a Hermione que le miraba la cara insistentemente.
-Sí mis padres estarán orgullosos de mi cuando cobren la razón-dijo Neville mirando a la nada.
-Lograste sacarlos de su mente, eso yo no lo hubiera podido hacer. Enfrentas a tus amigos si están mal y a tus enemigos a pesar de no ser violento. Has golpeado y humillado al niño que vivió-dijo Harry le sonería a Neville y este se la regresa con un poco de vergüenza. – Eres su mayor orgullo-
-¿cómo lo sabes?-dijo Neville guardando su varita.
-Porque yo estoy muy orgulloso de tu avance y solo soy tu amigo. Si ellos te vieran ahora serían los padres más felices que podrías encontrar. Corrijo, serán los padres más felices que podrás encontrar-Dijo Harry tomando la mano de mione que se mordía un labio, demostrando que estaba impaciente por besarlo.
Neville lo miro sorprendido, tenía una mirada diferente, sus ojos demostraban algo que Harry ya había visto, antes no lo logro comprender, ahora lo sabía era lo mismo que demostraban Dennis o Sofí cuando lo veían. El no quererlo defraudar.
-Gracias Harry-dijo Neville mientras una sonrisa genuina salía de su rostro.
-Sí, sí, muy bonito pero es hora de irnos-dijo Ron que se acercaba de la mano con Daphne.-Ya hemos dejado salir a los demás-
-Jamás entenderé a los chicos, se golpean, se sacan sangre y son muy buenos amigos, completamente felices-dijo Daphne pareciendo más confundida que nunca.
-Cosas de chicos-dijo Hermione que parecía algo frustrada, como si fuera un tema que nunca comprendería y tal vez también por otra cosa.
-Solo estábamos hablando-dijo Harry mientras se levantaba.
-Un poco más acaramelado y Hermione se hubiera puesto celosa-dijo Daphne mostrando su lado de Slytherin.
-¿Que...yo...no...Harry...que?-dijo Neville mientras se sonrojaba y se retiraba lo más que podía de él.
-Si a completaras alguna frase podríamos entenderte y contestarte Neville-dijo Ron con tono sarcástico.
-O es acaso que… ¿Si te gusta Harry?-dijo Daphne pareciendo más interesada en molestar a Neville que nunca.
Harry estaba a punto de reírse por la reacción de su amigo. Pero cuando Daphne dijo eso el simplemente volteo a ver a Hermione, que parecía inexpresiva, sin embargo su magia estaba siendo amenazante.
-¡No!-grito Neville algo enojado.-Yo ya tengo novia-
-¿De verdad?-dijo Daphne y Ron al mismo tiempo, más felices que impresionados.
Enseguida Neville se llevó las manos a su boca y pareció estar más rojo que nunca y sus ojos se posaron sobre un punto detrás. Enseguida todos voltearon Harry savia que se encontraría con alguien, no se sorprendió al ver a Luna con Sofí de un lado ambas abriendo la boca. Podía ser que Luna tuviera una piel blanca pero su color en ese momento era rojo puro.
-Ustedes-dijo Daphne emocionada-Luna y tú-
-Si-dijo Neville mientras veía como Luna sonreía tranquilamente.
-¿Por qué no nos dijeron? es increíble la noticia-dijo Ron mientras parecía tan sorprendido como Daphne.
-Bueno nosotros, empezamos a salir hace poco, no sabíamos si decirles o no-dijo Luna con su voz feliz- No tenemos idea si funcionara-
Harry sonrió y suponía que Hermione estaba igual ya que los cuatros los veían, parecían entre interesados y confundidos.
-¿Ustedes lo sabían?-pregunto Daphne casi abriendo tanto los ojos que Harry le recordó una lechuza.
-Bueno no sabíamos que ya eran novios, pero sí que sentían algo entre ellos. Llevo esperando un año para ver cuando comenzaban a salir-dijo Hermione alzando los hombros-Me alegra que al fin estén juntos-
-Sí, es de verdad un gusto que estén juntos. Y no se preocupen seguro funcionara. El mayor herbologo y la mayor criptozoologa de esta era de novios, quien lo hubiera pensado -dijo Harry abrazando a Hermione. Neville tomo la mano de Luna la cual dio un pequeño salto de felicidad y se apoyó en el hombro de su novio.
-¿De verdad creen que seamos buena pareja?-pregunto Luna algo temerosa.
-Sí, son echo a la medida, un roto para un descosido. Al fin podremos hablar de nuestros noviazgos entre nosotras-dijo Daphne soltando a Ron y tomando las manos de Luna arrebatándola de Neville.- Ya verás será increíble-
Harry, Neville y Ron se miraron entre sí.
-Creo que eso no es algo que debamos hablar aquí-dijo Hermione que parecía algo temerosa.
-¿Hablas de nuestro noviazgo?-pregunto Harry casi tan sorprendido como lo había estado Ron hace un minuto.
-heem... No-dijo Hermione mirando a otro lado.
-Genial-dijo Ron, poniéndole un brazo encima del hombro de Harry-Esto no puede estar peor-
-Cálmense, no los comparamos ni nada. Solo decimos quien es más detallista, o sincero, quien confía más y quien hace algo indebido debajo del muérdago-dijo Daphne acentuando las últimas palabras
-¿Eso es no comparar?-pregunto Neville frunciendo el entrecejo.
Debió decir algo Harry, sentía subirse los colores a su rostro y a tragar saliva duramente. Acaso dañe savia lo que había ocurrido antes de las fiestas en la esa misma sala, debajo del muérdago. A lo cual simplemente volteo a ver a otro lado como si le interesara la bonita pared de piedra sólida.
-Bien, será mejor que dejemos eso de lado, no es tema para hora-dijo Hermione a lo cual Harry le dio un vistazo estaba tan roja como él. Además de que parecía lanzarle una mirada de enojo a Daphne, la cual le guiño un ojo a Harry. Eso aclaro todo. Savia lo que había pasado.
-¿Que pasa aquí?-pregunto Ron que parecía mosqueado por el guiño.
-Nada-dijo Daphne como si de verdad nada estuviera pasando, aunque Harry sentía que si Ron se enteraba no dejaría de molestarlos en lo que les quedaba de vida.- No seas celoso Rony-
-Bien de todas formas debemos irnos-dijo Hermione apretando su mano con fuerza.
Después de asegurarse que nadie estuviera cerca con el mapa, Hermione y Daphne salieron juntas, Neville y Luna, para luego salir Ron y él. Cerrando la entrada provisional y enviándola de regreso a su lugar en la torre, para después ir a la torre de Gryffindor, la cual ya se encontraba desierta a excepción de Hermione que se encontraba dando vueltas y mordiéndose una uña.
-¿Estas bien?-pregunto Harry mientras ella daba un salto y lo miraba sorprendida.
-Si ¿por qué lo preguntas?-dijo Hermione sonriendo y poniéndose algo colorada.
-pues...-dijo Harry mirando como Ron bostezo y se rasco la cabeza.
-Bueno yo me voy a la cama-dijo Ron encaminándose a la escalera-Me adelanto, descansen. Tortolos-
-Ron recuerda que mañana tenemos que ver algunas cosas de la prefectura, además de que aun tienes deberes-dijo Hermione muy rápido, Ron simplemente alzo su puño con su pulgares hacia arriba.
-Claro, mañana será otro día-dijo Ron subiendo las escaleras sin escucharla.
-Ese flojo, si no fuera por ti o por mi saca caria un las calificaciones de un Troll-dijo Hermione mirando por donde había desaparecido su amigo.
-Bueno, no es tan tonto simplemente le falta un poco más de estudio y sería muy bueno-dijo Harry sentándose en un sillón.
El mareo era constante y se le sumaba un dolor de cabeza punzante. Sus pulmones ardían un poco y sentía entumecido el cuerpo, mientras sudaba frio.
-¿Aun te duele?-pregunto Hermione sentándose a un lado y acariciándole la mejilla, su tacto era suave, cálido y firme.
-No me duele el golpe de Neville. Es agotamiento y un pequeño dolor de cabeza -dijo Harry tomando su mano firme sobre su mejilla queriendo sentirla más cerca de él, queriendo recordar siempre como se sentía su caricia.
-Bueno es normal con el golpe. Neville estaba muy enojado-dijo Hermione rebuscando en su mochila y sacando un frasco con algo parecido a una liquido violeta.
-Esperaba un golpe de lo que dije pero jamás que fuera justo después de desarmarlo-dijo Harry alzando los hombros.
-Solo savia que si hablabas enserio te dejaría de hablar el resto de la semana-dijo Hermione mientras le daba la poción y la bebía sin rechistar.
Sin embargo no se sintió mejor, lo que lo ayudo fue un beso que planto Hermione y que duro durante minutos, los suaves y cálidos labios de su novia era mejor que cualquier poción.
-¿Que haría sin ti?-dijo Harry retirándole el pelo del rostro a Hermione y sosteniendo su rostro con delicadeza.
-Aguantarte el dolor y esperar a que se fuera-dijo Hermione con los brazos sobre sus hombros y las manos detrás de su nuca. Hermione se mordió el labio, luego lo miro a los ojos entre preocupada y con interés.
-¿Qué pasa?-pregunto Harry sintiéndose atontado por esa mirada brillosa, le gustaba tanto cuando ella se mordía el labio y parecía estar intentando comprender algo, que no podía resistirse acercarse y besarla. Sin embargo Hermione le puso un dedo en sus labios.
-Lo que le dije a Daphne fue por... porque ella es muy insistente además de que logra sacarme de mis casillas y... es muy complicado esconderle algo a ella. No sé cómo lo hace. ¿Estas molesto?-dijo Hermione pareciendo algo más que apenada.
-Tranquila, no importa, aunque si Ron se entera no dejara de molestarnos-dijo Harry acariciando el castaño y ensortijado pelo de Hermione.-Aunque me sorprendió que se lo contaras-
-Ya te dije es muy insistente, es toda una Slytherin-dijo Hermione mordiéndose nuevamente el labio.
-Claro que lo es. Theo es igual, siempre me logra sacar alguna información-dijo Harry sonriendo- Estas ansiosa ¿Verdad?-
-Cállate idiota y bésame-dijo Hermione y nuevamente unieron sus labios. Cuando al fin Hermione lo empujo un poco para que se separaba se dio cuenta que le faltaba el aire a ambos.
-Sera mejor que vallamos a dormir-dijo Hermione mientras se levantaba.
A Harry le hubiera gustado dormir junto a Hermione durante toda la noche sentirla nuevamente a su lado mientras dormía y peor era que ahora todas las noches soñaba nuevamente las pesadillas lo acorralaban. Ahora incluían a la serpiente, atacando a alguien, siempre a diferentes personas, casi siempre era Hermione o Ron, aunque a veces cambiaba a alguien más, alguno de los Weasley o de la Orden, incluso al mismísimo Dumbledore, si no lo sintiera irreal, estaría seguro que despertaría para nuevamente ir en auxilio de todos ellos.
Siempre la cicatriz le ardía y estaba todo empapado en sudor cuando el sueño era sobre Hermione, ya que utilizaba todas su fuerzas para evitar gritar o incluso salir de la pesadilla antes de atacarla a veces consiguiéndolo, otras solo detestándose al verla herida. Esta vez fue peor que todas ellas juntas. Y no fue un sueño.
Todo comenzó al siguiente día mientras se despedían para que fueran a sus labores correspondientes y después encontrarse en clase de Snape. Caminaba tranquilamente con Marlow en su bolsillo, mientras tomaba el camino más largo para ir a las mazmorras. Un dolor en el estómago lo paro en seco, el dolor era tanto que se llevó ambas manos y lo apretó, su frente comenzó a llenarse de sudor y los dientes de comenzaron a castañear. Se tambaleo y fijo la vista en el pasillo desierto, camino aprisa mientras el dolor incrementaba y sentía los pulmones llenos de ácido.
Logro subir un piso y fue directo al primer baño que encontró adentro, solo había un alumno de segundo curso que al verlo salió corriendo. Se paró enfrente de los espejo, se desabrocho la túnica y se levantó la camisa. La imagen logro que gruñera de frustración y que se mirara los brazos de igual forma que el estómago y el torso, tenían moretones de color rojo, verdes, azules e incluso uno negro. Todos extendiéndose poco a poco mientras su cuerpo se entumían y empezaba a dolor más agudo.
-Maldición-dejo salir mirándose la cara. No había moretones, al contrario se ponía cada vez más blanco.
Dejo salir un gemido de frustración mientras se inclinaba y apretaba las manos sobre el lavabo. Roto, partido, rajado, fracturado, reventado, destrozado, estropeado, averiado, deteriorado... etc. Eran las palabras que encajaban perfectamente con su estado de salud. Ninguna poción serbia y nada de lo que hiciera era efectivo. Reviso toda libro de enfermedades de la biblioteca infinita y aun si no encontraba una forma de curarse.
-AAAAAAAAAAAAAAAAAh- grito frustrado mientras el eco resonaba en cada cubículo del baño.
Creyó no poder estar peor. Nuevamente comprobó que se equivocaba, tocio bruscamente escupiendo sangre mientras sentía un mareo fuerte y un dolor de cabeza intenso. Miro el lavamanos antes blanco ahora rojo pintado por su sangre. Se dejó caer en el suelo de mármol, preguntándose en qué punto se había equivocado hasta que llegara a ese estado crítico. Se limpió la frente y la boca con la túnica. No lograba distinguir mucho y su mente comenzaba a divagar, entre todo eso lo escucho.
{Ven, ahora, mi niño} la voz de Sly preocupada.
{No, ahí tiempo Harry, ven} secundo la de Revé.
{Apúrate o llegaras a un estado donde no podrás volver} continuó Huffy con la voz asustada.
{Levántate Harry, tu puedes chico} medio grito Griffin.
{La torre flotante ahora} dijeron a una sola voz.
{Si, maestros} logro decir en su inconciencia.
Al levantarse, las rodillas le temblaban, las manos le sudaban y apenas podía mantenerse en pie. Avanzo con paso tambaleante y la mirada solo enfrente. Cada paso le costaba tanto como el anterior y aun así siguió avanzando, cruzando el baño, los pasillos, caminando a la torre del reloj mientras solo caminaba a su ritmo. Se cruzó con muchos ninguno le prestó atención o si lo hizo amague de ayudarlo, y si lo intentaron el los ignoro por completo, su mente y cuerpo solo se concentraban en una sola cosa, llegar a la torre flotante.
Con muchos problemas llego a la torre flotante y al mirar arriba observo las escaleras. Parecían interminable y él ya estaba jadeando como loco. Respiro unos minutos mientras se sostenía de la barandilla.
–Tu puedes- dijo dándose ánimos – La respuesta está ahí-
Subió el primer escalón y todo pareció mucho más difícil que nunca. Espero un par de minutos más, totalmente quieto, sus músculos engarrotados su mente le mandaba parpadeos de lo que pasaba. No quería moverse, dolía tanto que…No, no prefería morir.
-Muévete, muévete, muévete, muévete, muévete…MUEVETE-grito mientras apretaba los dientes haciéndolos chirriar y comenzando a subir.
Después de unos tortuosos 15 minutos, logro llegar a la sala de menesteres, solo tenía que cruzarla, subir nuevamente unas escaleras y entrar a su habitación para cruzar el cuadro que lo llevaría a la torre flotante. Aún faltaba mucho. Cruzo la puerta y de repente se encontraba nuevamente en las siguientes escaleras para ir a su habitación.
El cansancio, dolor y su mente parpadeante lo hicieron pisar mal y caer de bruces contra el primer escalón. La mandíbula le dolió, su cabeza ardió, sus pulmones se llenaron de sangre y dejo salir un grito de dolor. Sentía que no podría lograrlo, pero debía hacerlo. Perdió la conciencia.
Al abrir los ojos estaba parado a las orillas del lago, con la mujer cristalina, viéndolo desde la mitad del lago con su collar de algas, su cabello largo y ondulante. Sus ojos blancos y su vestido líquido. La miro pero ella no dijo nada durante un rato.
-¿Por qué estoy aquí nuevamente?-pregunto irritado-¿Acaso ya morí?-
-Esas no son las preguntas que deberías hacer-dijo la dama sonriéndole y dejando salir una risita- Pero las responderé, estas aquí porque tú deseas estar aquí y no Harry, aun no has muerto-
-No quiero estar aquí, tengo que ir a la torre flotante-dijo Harry avanzando sin miedo a hundirse he igual que la anterior vez quedo flotando.
-¿Por qué tienes que ir?-pregunto ella acercándose con paso lento.
-MORIRE SI NO LO HAGO-grito Harry algo desesperado.
-¿Morir es tan malo?-dijo la dama haciendo que el agua burbujeara, parecía excitada y muy alegre.
Harry se quedó quieto y se preguntó eso ¿Morir era malo?, ciertamente siempre se veía así. Pero él nunca le tuvo miedo a morir, si le preguntaran morir no era lo peor que podría pasarle, lo peor era quedar solo sin nadie y no poder tener a alguien que de tijera una palabra de apoyo. Lo sabía mejor que nadie, lo vivió durante 10 desgraciados años.
-No es malo. La muerte no es mala-dijo Harry quedamente y mirándola, el agua se elevó creando columnas bastantes gruesas. Sonreía y lo podía observar por el fascinante blanco perla que brillaban cerca de su boca.
-Correcto Harry. Tengo que preguntar ¿Por qué quieres vivir?-
-Por una vida propia. He vivido solo porque tenía que hacerlo. Sobrevivir a los Dursley, vivir para ser un mago, ser el niño que vivió, encontrar la piedra philosofal, cerrar la cámara secreta, liberar a mi padrino, ganar el torneo y ahora solo entreno día y noche. Ahora mi salud depende de mí y ya no tengo fuerza alguna. No es vida, solo es supervivencia. Quiero tener una vida estudiantil normal, donde solo me preocupe por mis deberes y de jugar quidditch, ir con Mione a pasear por los terrenos, pasar los días sin pensar en Voldemort o como lo derrotare. Quiero ser feliz, disfrutando el presente. No preocupándome por el futuro o pensar en el pasado.-
Todo se congelo y Harry no supo cuando tenía a la mujer cristalina delante de sus narices.
-Eres el primero, en siglos.-Dijo la mujer- Solo una última pregunta. ¿Sabes quién soy y por qué me ves?-
-Eres…eres…la….-
Todo floto y desvaneció mientras escucha la voz que salía del velo de la muerte.
-Un poco más mi rey, solo un poco más. No desesperes-
Jadeo buscando aire y abriendo los ojos, el polvo lo veía tan claro como la madera y piedra que formaban los escalones a la habitación de la sala de menesteres. No tenía tiempo de reflexionar sobre lo visto, giro y se incoó sobre los escalones, jadeante y adolorido miro hacia arriba. Avanzo arrastrándose incluso con las manos, sin importarle nada, debía llegar a la torre flotante lo antes posible. Ni siquiera sintió cuando atravesó su puerta o cuando toco el cuadro y lo traspaso cayendo nuevamente adentro de la sala de menesteres. Gimió tomándose las costillas y viéndose el brazo, los moretones se extendían el doble de rápido y con un radio de 10 centímetros cada uno.
Se tambaleo a la sala donde correspondía estar Sly, tiro de la puerta pero esta no cedió. Tiro con fuerza, golpeo, pateo incluso utilizo su magia, pero nunca abrió.
{Entra} dijeron sus maestros.
¿Cómo querían que entrara si no abría la puerta? ¿Encachándola abajo? Comenzó a escuchar un sonido como la voz de aquella dama liquida, no, no era igual. Se concentró durante unos segundos, hasta que identifico el sonido, era agua, por eso es que pensó en la dama liquida. Giro su vista y ahí donde debía estar la puerta verde correspondiente a Slythering solo estaba pasillo negro. Con la poca fuerza que le quedaba se encamino, tambaleante y sudoroso cruzo el marco. No tenía idea de que pasaría ni siquiera si era eso a lo que se referían, pero era su única opción.
No piso el suelo, su pie continuo bajando y el sin fuerzas se dejó llevar, engullido por la oscuridad y el dolor. Su cuerpo choco contra el agua, con los ojos casi abiertos lo distinguió claramente. Un Hombre de cabello rubio, con una barba en forma de candado, sus ojos verde oscuros, una nariz ganchuda y su túnica color verde con montones de serpientes por todos lados. Lo que más le llamo la atención era su sonrisa, una tan autentica que lo obligo a sonreír.
-Bien echo mi niño, todo lo demás queda en tus manos- escucho decir a Sly directamente de la boca de ese hombre.
El dolor desapareció, su mente se despejo y dejo de respirar. Era como mantenerse flotando sobre una escoba, totalmente acostado y sin saber dónde era arriba o abajo, solo mirando a la nada.
-Cuidado Harry, Cuidado-grito una voz femenina.
Se calló tropezando con algo duro y que crujió. Levanto la vista, un grupo de ojos lo observaban al principio no reconoció ninguna luego sonrió.
-Lo siento, estaba despistado- dijo Harry levantándose y sacudiéndose la tierra de su túnica.
-¿No crees que eres muy despistado? Hermano-dijo Sofí poniendo sus manos en la cadera y mostrándose algo enojada.
Su Hermana una chica con ojos azul intenso y cerca del final del iris, en el centro se difuminaba a un morado, u cabello azabache igual al suyo y la piel un poco bronceada. Era muy protectora y aun así lo quería de sobre medida y el a ella.
-Solo pensaba en… ¿Qué hacíamos?-pregunto Harry totalmente confundido.
-Valla, amigo ni siquiera eso recuerdas. Ahora entiendo por qué nunca pasamos pociones-dijo Ron con una sonrisa mientras le ayudaba a sacudirse.
-Déjalo es el golpe-dijo Hermione y la miro, sus ojos color miel, su pelo castaño, tan perfecta como la recordaba. Porque algo no cuadraba con su imagen.- ¿Verdad amor?-
-Sí, claro-dijo Harry intentando descifrar que estaba mal, que pasaba y por qué.-Entonces ¿Qué hacíamos?-
-Ir al tren para regresar a casa-dijo Sofí cambiando su expresión a preocupada-Te golpeaste fuerte-
Observo a su alrededor, estaba en el sendero que se dirigía hacia la estación de Hogsmeade. Una raíz alzada en su camino, era la culpable de su caída. Miro al montón de alumnos que caminaban a la estación, unos platicando, otros sin hablar, unas chichas riéndose de su caída y los demás sin verlo. Era extraño nadie lo miraba y nadie parecía importarle, nadie cuchicheaba de él... ¿Porque era extraño, él era un don nadie entre los don nadie?
-Se nos hace tarde vámonos. Ho mira ahí está-dijo Ron adelantándose con su baúl y alcanzando a una chica de cabello rubio. Ese Ron siempre con su nueva novia. ¿Cuándo la presentaría?, no, si sabía su nombre, Daphne ese era el nombre, pero ¿Por qué lo savia si no la había presentado?
-Entonces Hermi, trae a tu tonto Novio y vamos-dijo Sofí arrastrando su baúl.
Hermione le tomo la mano mientras él encimaba ambos baúles y los levantaba sin problemas, después de todo el entrenamiento… ¿Cuál entrenamiento?, él ni entrenaba. Pero de alguna forma logro levantarlas y sin algún esfuerzo.
-Qué fuerte eres.- dijo Hermione impresionada- No lo sabía-
-Ni yo-concordó Harry desconcertado.
Algo andaba mal en él. Comenzaron a caminar con paso tranquilo y escuchando el murmullo de alumnos, las hojas aplastadas por las miles de pisadas y los sonidos de las ramas al agitarse.
-Por cierto, ¿Estas emocionado por el verano?-dijo Hermione con una sonrisa enorme, mostrando todos sus dientes.
-¿Por qué lo estaría? Los Dursley me trataran igual que siempre…-dijo Harry sin pensar y Hermione se paró a la mitad del puente.
-¿Qué tienen que ver tus Tíos con que yo vaya a pasar la mitad de las vacaciones?-pregunto Hermione con los ojos dolidos y una mueca muy linda.
Él podría besarla en ese momento si no fuera que estaba intentando averiguar por qué menciono a los Dursley y por qué decía que lo tratarían igual que siempre. Tenía una sensación de que algo olvidaba, como cuando cruzabas a otra habitación con un objetivo, pero al llegar al otro lado no recordabas el que.
-¿Entonces Harry, No estas feliz de que valla a tu casa?-pregunto Hermione aun con ese lindo rostro.
-No, claro que estoy feliz y eso pero hay algo que no logro recordar. Algo o alguien muy importante-dijo Harry rascándose la nuca.
-Eso no importa ahora, Luego lo recordaras-dijo Hermione monótonamente y se pegó a su brazo.- Vallamos el tren nos dejara-
Caminaron viendo la estación a unos cien metros, Hermione intentaba hacerle platica, pero él no podía responder del todo bien, algo pasaba, sucesos que le decía no correspondían a lo que el sabia. El torneo fue genial, sí, pero el ganador no había sido Cedricc Diggory, ellos no habían ido al baile de navidad juntos, sus vacaciones fueron terribles y realmente estaba seguro que él no era capitán del equipo de Quidditch. No. De que hablaba el año anterior asistió con Hermione al baile de Navidad y se le confeso mientras bailaban en el gran comedor, Cedricc logro salir del laberinto sin problemas, sus vacaciones se la paso en familia y era el actual capitán de Quidditch. Tenía a la novia perfecta, su Hermana que era la mejor de su curso, su mejor amigo era casi un hermano, se llevaba bien con algunos Slytherin, gano la copa de Gryffindor por su 5 año consecutivo y para rematar no tenía a nadie que lo quisiera muerto.
¿Quisiera muerto? ¿Por qué alguien lo quería matar? El solo era un alumno más, nada impresionante.
-¿Crees que la señora del carrito tenga algo bueno? Tengo mucha hambre. Además tu mamá me pidió que no te dejara comprar todas las tartas de melaza-dijo Hermione a su lado mientras esperaban la partida del tren.
Una serie de imágenes recorrieron la cabeza de Harry, una mujer más alta que él, con cabello rojo como el fuego, ojos verdes y una sonrisa hermosa.
-¡Harry no! ¡Harry no! ¡Hare cualquier cosa! Mátame… mátame a mí en su lugar…–grito la voz de su madre dentro de su cabeza.
-¡AVADA KEDAVRA!-continúo una voz fría y cruel.
El tiempo paso mientras estaba parado mirando a todos subir sin moverse, con la boca medio abierta y una mano en su cabeza. ¿Qué demonios ocurría? No podía ser un recuerdo. Su madre vivía y esa voz… no podría ser…. Estaba muerto, todos lo sabían.
-¿Estas bien Harry, pareces asustado?-dijo Neville caminando a su dirección. Era diferente a como pensó en ese segundo de observarlo. Más decidido, más alegre, con un porte correspondiente al rango de su familia.
-Sí, solo es que… olvide algo-dijo nuevamente mirando al azul de los ojos de Neville, sin una pisca de indecisión, extraños y algo fríos.
-Bien. Te veré el próximo curso-dijo Neville girándose y subiendo al tren.
-¿Puedo preguntar algo sin que me veas como loco?-pregunto Harry a Hermione que lo miraba con una sonrisa.
-Si-contesto Hermione.
-¿Quién tu sabes… si murió?-Pregunto Harry tragando duro.
-Por supuesto-contesto secamente y sin estremecerse-¿Por qué le dices quien tu sabes?, todo el mundo le dice Voldemort o Tom Riddle-
- No lo sé- contesto comenzando a sentirse raro, como si todo en aquel lugar estuviera mal.- Subamos mejor-
Entraron al tren, colocando los baúles en un compartimiento vacío, se sentaron con Hermione pegada a él. No entendía que pasaba algo le decía que nada ahí era correcto y que faltaba algo, era como un rompecabezas, todas las piezas encajaban pero la imagen que se veía parecía pintada después de acomodar cada pieza. Miro el paisaje, perfecto, nada fuera de su lugar ¿Eso estaba bien?
-¿No iras al vagón de los prefectos?-pregunto Harry mirando a Hermione nuevamente, con una sonrisa mientras se acurrucaba en su hombro.
-En un rato-dijo Hermione acariciándole la mejilla. Su frente se sintió sudor y comenzó a sentir la boca seca.
-Deberías ir ahora. Nunca faltas a tus deberes de prefecta-dijo Harry seguro que Hermione era estricta con todo lo que hacía… ¿O no?
-Bien-dijo Hermione levantándose e inclinándose a besarlo. El no supo por qué pero la detuvo.
-Todos te esperaran. Mejor vete ya- dijo Harry y Hermione salió sin decir nada más y sin ninguna expresión de enojo o dolor.
Se quedó pensando en todo lo que había pasado, por esos escasos minutos. Era tan real y al mismo tiempo no. No tenía idea de que pasaba o porque, lo que si era claro es que tendría que descubrirlo. Volteo a ver al pasillo a tiempo, una chica con cabellera rubia y lentes estrafalarios pasó con paso ligero y mirada soñadora. Se apresuró a abrir la puerta y miro como se alejaba con un diario de cabeza.
-¡Luna! Aquí ahí asiento-dijo Harry sonriéndole.
Dio media vuelta, su sonrisa se borró y lo miro como si nunca antes lo hubiera visto.
-¿Te conozco?-pregunto asombrada- Nunca antes nos hemos cruzado-
-¿De qué hablas? Somos amigos-dijo Harry avanzando y la vio de frente, era cierto nunca le hablo antes y nunca la había visto.
-¿Amigos? ¿Estás seguro?-pregunto Luna ladeando la cabeza- Nadie quiere ser mi amigo.
-Eres muy divertida, lista e intuitiva ¿Por no querían ser tus amigos?-pregunto y nuevamente vio que todo estaba mal, dentro de él.
-No me conoces, así que no tienes derecho a decir nada- dijo Luna con una mirada algo enojada.
Salió caminando apresuradamente. Regreso a su compartimento justo a tiempo que el tren comenzó a avanzar, traqueteando y desplazándose con el ruido de las ruedas rasgando el metal. ¿Qué estaba pasando?, No podría ser…. Real todo lo que sentía.
-Hermano ¿Dónde está Hermione?-dijo Ron entrando con una sonrisa y sentándose enfrente de él.
-Fue con los prefectos-contesto volviendo a mirar por la ventana.
-Ya veo, debería ir pero antes ¿Cómo estás? Te ves raro-dijo Ron cruzándose de brazos.
-¿Cómo murió Voldemort?-pregunto Harry sintiendo una punzada en la frente.
-Ya lo sabes, todo el mundo mágico lo….-
-Solo contesta, por favor, es importante-dijo Harry comenzando a pensar que estaba loco y que antes ya le había sucedido.
-Ataco a los padres de Neville, lograron huir y se escondieron. Al principio busco a otro nacido al finalizar el mes de julio pero nadie….-
-Yo nací el 31 de julio-dijo Harry con dolores de cabeza, nada lograba encajar.
-¿De qué demonios hablas?, Tu cumpleaños es el primero de agosto. Siempre nos cuentas como tu mamá aguanto más de 24 horas de labor de parto para tenerte hasta el primero y evitar la profecía-dijo Ron molesto, luego se le acercó y le toco la frente, Harry le quito la mano.
-Bien, si nací el primero, sigue contando-
-Se planeó una emboscada a Voldemort, se le dijo a varios la ubicación de los longbottom y luego se cambiaban de lugar al pasar unos días. Uno de esos tantos apareció Voldemort, una brigada de asalto le emboscaron. La lucha duro varios días y fue incluso perseguido, al final fue derrotado por Dumbledore, Alastor Moody y Rufus Scremengour. Y ahí termino su historia. Declarado muerto- Finalizo Ron revolviéndose el rojo pelo- SI quieres más detalles dile a Hermione-
Miro por la ventana y su corazón brinco.
-No es el fin. Horrocruxes. El creo esas cosas y…-dijo Harry en un susurro sin siquiera saber por qué- EL no murió, el solo se escondió y…. Regreso a la vida. Todo por mi culpa-
-¿Qué tanto balbuceas?-pregunto Ron frunciendo el entrecejo.- Voldemort murió y eso es todo-
Una serie de imágenes llegaron a su mente, el con una cicatriz en su frente. Pero no tenía ninguna cicatriz con forma de rayo en su frente. Se llevó la mano y toco, totalmente liza, sin bordes o algo que indicara una cicatriz.
-¿Qué te pasa Hermano? Te pico algo en la frente o ¿Qué?-dijo Ron metiéndose un par de grageas de todos los sabores en la boca. Muy audaz para Ron.
-Nada-dijo Harry sin entenderse ni el mismo.- Voy al baño-
Salió y fue a la mitad del tren donde espero un rato, a que el baño se desocupara. Entro y cerró la puerta, y al revisarse en el pequeño espejo pego un salto. No era como se recordaba. El pelo estaba muy corto, una mirada sin cansancio y ningún rasguño, sin cicatriz en la frente o anteojos. ¿Por qué tendría anteojos si no los necesitaba? Continuo inspeccionándose, sin musculo, solo el de entrenar para Quidditch y entonces salió. Nuevamente recorriendo el pasillo, sin saber a dónde ir o con quien estar. Era tan confuso. No era Nadia, pero sentía que el mundo dependía de él y… Voldemort Muerto.
-No. Yo lo…-dijo Harry sintiendo que el cerebro se le fundía dentro del cráneo- Enfrente-
El tren avanzo a mayor velocidad, mientras él seguía intentando recordar, intentando el saber por qué esas imágenes, esos recuerdos, sonidos y… sensaciones extrañas lo embriagaba. Pasaron Horas mientras caminaba intentando saber que pasaba. Llego último cubículo donde unas chichas se rieron y no lo volvieron a mirar directamente.
Se sentía tan aturdido, tan frustrado y confundido que se dejó caer por el muro del pasillo y se sentó en el piso. ¿Qué le estaba pasando? ¿Quién era en realidad? ¿Qué le faltaba? Miró sus manos intentando ver su realidad, solo fue un micro segundo pero lo vio un moretón del tamaño de 5 centímetros en la palma.
Tuvo que levantarse de golpe ay que su mente le trajo recuerdos de él. Observándose en el espejo de Oesed con la piedra Philosofal en la mano, la espada de Godric y el cuerpo del basilisco muerto, en un hipogrifo con Hermione y su padrino, en un panteón con Voldemort renacido y el solo en la torre flotante. Herido, sudoroso, escupiendo sangre y volviéndose a levantar para seguir su entrenamiento, una y otro vez, sin darse descanso alguno.
¿Cómo había sido tan idiota?, lo que se le olvido fue su verdadero mundo, aquel de donde venía, aquel donde nada era perfecto. Pero era real.
Abrió las puertas de su cubículo, y corrió por el pasillo hacia adelante, la velocidad del tren aumentaba y todo pasaba muy rápido. Llego al principio del tren, en el cubículo de los prefectos.
-Ya sé que se me olvido-dijo Al ver a Hermione sentada entre los demás.
-¿Qué?-pregunto Hermione saltando del asiento.
-Mi mundo, de donde vengo. De donde soy en realidad-dijo Harry sonriéndole- Tengo que re…-
-No es buen momento Harry-dijo Hermione sacándolo del cubículo y mirándolo con los labios apretándolo- En cuanto termine mis rondas hablamos-
-Okey-dijo Harry tomándola del rostro- Solo que… Ahora entiendo, de verdad entiendo-
-¿Qué?-pregunto Hermione con los ojos brillosos.
-Por que vine aquí. Necesito hacer un par de cosas.-dijo Harry soltándola y alejándose de ella.- AL rato te veo-
Si Hermione dijo algo no la escucho. Corrió por los cubículos buscando de uno en uno. Haciendo que muchos alumnos saltaran al interrumpir abruptamente dentro de cada uno de ellos. A la primera que encontró fue a Daphne la cual se encontraba rodeada de Theo, Astoria, Jazmín, Alex y el pequeño Arthur.
-¿Quién te crees que eres?-grito Alex al verlo entrar.
Él no le dio importancia simplemente miro a Daphne.
-Sé que no me conoces y…
-¿Eres el mejor amigo de Ron?-Dijo Daphne con una mirada despectiva-¿Esta bien Ron?-
-Si-dijo Harry rascándose la nuca. Ahora sentía lo que Ron cuando le decían que era amigo de Harry Potter, no entendía por qué pero se sintió extraño.-Solo quería decirles a todos algo rápido-
-¿Qué?-pregunto Jazmín enojada.
- En Pendragon siempre encontraran un Hogar -dijo Harry sonriendo y todos lo miraron atónitos. Para después salir corriendo al siguiente.
Poco después encontró a Sofí, con otras chicas de su edad que lo miraron sorprendidos.
-¿Qué pasa?-pregunto Sofí.
-No importa si no somos Hermanos de sangre, siempre seremos Hermanos-dijo Harry abrazándola.
-¿Estas borracho o embrujado?-dijo Sofí con tono molesto.
-Abrí los ojos-Contesto antes de salir.
Recorrió otro medio tren antes de encontrar a todos los Weasley en su compartimiento con Ron.
-¿Tres horas en el baño o estabas con Hermione besándose en el cubículo de prefectos?- Pregunto Fred con una sonrisa mientras George movía las manos indicándole que habían hecho una apuesta sobre eso.
-Ninguna-dijo Harry y todos se vieron sorprendidos.
-¿Entonces?-pregunto Ginny.
-Solo vengo a decirles que son mi familia y siempre lo serán. Gracias por todo. Me asegurare de decírselos en persona-dijo Harry girándose y sintiendo que alguien lo detenía, era Ron que parecía tan confundido como el real en exámenes.
-¿Estas enfermo o Malfoy te pego la idiotez?-
Algunas cosas nunca cambiarían, ni es su mente.
-Que buena pregunta. Y soy ahí una forma de saberlo-Dijo Harry soltándose- Voy a averiguarlo-
Continuo, encontrándose a otros, angelina, Dennis, Cho, pero encontró a Neville cerca del final. Entro con paso decidido mirando al chico que estaba acostado sobre el asiento.
-Ya falta poco para la estación ¿Qué quieres?-pregunto Neville molesto.
-No eres un patán mimado como Malfoy. Eres bueno, amable y un gran amigo. Tus historia formo ese carácter y créeme a la todos tus amigos nos encanta.- Dijo Harry tirándole los pies del haciendo.- Regresare y esta vez, estoy seguro que serás más fuerte que nuca, pero con ese corazón noble-
Salió tan firme como entro y escucho un.
-LOCO-de parte de Neville.
Continúo sin importarle nada. Encontró a Luna nuevamente vagabundeando en los corredores. Ni siquiera dejo que hablara. La abrazo con fuerza.
-Eres una muy buena amiga. Jamás dejes dejare que nadie diga lo contrario o que te trate mal. Espero que siempre sepas que yo aprecio su amistad igual que a todos los demás- dijo Harry bajándola y viendo a la cara- Y cuando regrese, tendrás que contarme que son los Nargles-
-Ho son creaturas invisibles que nublan la mente-dijo Luna un poco ruborizada.
-Claro que sí, espero que algún día vean tus dotes de criptozoologa-dijo Harry revolviéndole la cabellera y pasándola de largo- Te veo en la realidad-
Nuevamente recorrió el tren regresando con Hermione. El silbato sonó estaban en la estación de King Cross. Los pasillos se llenaron de alumnos, saliendo con baúles y apresurados por ver a su familia, Harry se apresuró a llegar al compartimento. Pero estaba vacío. Necesitaba decirle algo antes de regresar a su realidad. Salió mientras todo se iba de la estación o se saludaban. La vio ahí entre el grupo de Weasley, Sofí, Neville y algunos más como Daphne. Se acercó sin temor alguno.
Se detuvo a buena distancia y todo se percató. Y los demás a su alrededor desaparecieron. Seguramente era porque la magia estaba finalizando.
-¿Estas enfermo Harry?-dijo Hermione acercándose con preocupación- No te preocupes en cuando les digamos a tus papás, iremos a San Mungo-
-No estoy enfermo-declaro Harry mirándolos a todos- Tengo que irme-
- Escucha-dijo Hermione tranquilamente mientras le estiraba la mano- Quédate aquí un momento más… ¿Por qué no nos explicas que pasa?-
Tal vez era el instinto de Harry de obedecer a Hermione o la magia que le tomo la mano. El silbato del tren volvió a sonar anunciando que partiría… tal vez. Sin en cambio no se movió de su sitio.
-No tengo que regresar-Dijo Harry nuevamente.
-¿Por qué?-contrarresto Hermione con los ojos llorosos- No me has besado desde la mañana, ni abrazado-¿No quieres estar conmigo?
No supo cómo contestar, ella se acercó y lo miro suplicante, como aquella vez que le pidió ir a la sala de menesteres con él.
-¿Quédate con migo?-pidió dulcemente.
¿Cómo negarse?, dio un par de pasos y las maquinaria del tren comenzó a retumbar en las paredes. Lo intuía si se iba el tren quedaría atrapado ahí para siempre. ¿Qué tan malo sería quedarse? Tenía a Hermione, a sus amigos, todo estaba bien, sin Voldemort, con sus padres y ahí nadie los juzgaría más. Solo había un inconveniente. No era real.
-¿No quieres conocer a papá y a mamá?-pregunto Sofí señalando a la salida.
Inconscientemente dio unos pasos y el tren sonó ya listo para avanzar.
-No, no, NO, NO-dijo Harry regresando sobre sus pasos y quitándole la mano a Hermione.- Es falso, nada de esto es real y…-
-¿Seguro que no es real?-pregunto Ron con una sonrisa amigable.- Puede que si lo sea y lo que ves sea lo irreal-
La duda entro en su cuerpo. Si ese mundo era real, se perdería de mucho y dejaría todo por otro donde solo tenía penas y dolor.
-Quédate Harry-dijeron todos amigablemente- Aremos tus deseos realidad-
Se quedó mirándolos mientras dejaba de pensar.
-No puedo, me queda poco tiempo-dijo Harry alzando la mano alejándolos, de sus ojos salieron un par de lágrimas- Créanme es preciosa esta realidad, pero no puedo. Me duele más a mí que a todos ustedes-
-Entiendo… ya no me quieres-dijo Hermione limpiándose una lagrima mientras sus ojos demostraban una tristeza infinita- Es porque no soy suficiente para ti…-
Lágrimas, un arma letal, sobretodo en Hermione.
-No es eso. Eres perfecta-dijo Harry y miro el tren no tenía tiempo pero tenía que decirlo- Y ese es el problema, eres demasiado perfecta. Mi Mione, es imperfecta, no tiene la respuesta a todo y por eso lo busca en los libros. Si se atora con algo se frustra, insiste e insiste hasta que logra las cosas, le gusta el orden y seguir las reglas. Cuando hay que romperlas las rompe y cuando tiene que protegerlas las protege. Siempre me regaña si tiene que hacerlo y no tiene miedo de herirme si estoy mal. Como he dicho es imperfecta y para mí eso es perfecto-
-Seré como ella-dijo la falsa Hermione- Lo juro-
-No solo eres tú. Es todo esto. Tan perfecto que solo puede ser obra de mis deseos-dijo Harry rascándose la nuca.- Lo siento, pero me voy, así que adiós-
Al girar vio el tren vibrando y echando humo, listo para partir. Camino un par de pasos y sintió a la falsa Hermione aferrándose a su cuerpo mientras enterraba su rostro en la mitad de su espalda. Luego las manos de todo sosteniendo un poco de su ropa.
-Quédate, por favor-dijeron nuevamente.
El tren comenzó a avanzar lentamente y ganando velocidad.
-Suéltenme-dijo Harry suavemente- Por favor, tengo que regresar con todos. Y sobre todo tengo que ir con mi familia, con mi Mione-
Sintió como todas las manos lo soltaban excepto la falsa Hermione.
-Sé que lo entiendes y que no quieres dejarme ir, pero es lo correcto. Siendo falsa o verdadera. Mione me entiende ¿Verdad?-dijo Harry sonriendo mientras dejaba caer unas lágrimas gruesas.
-Sí, te entiendo-dijo La voz de la falsa Hermione y lo soltó.
Corrió pues el tren ganaba velocidad, alcanzo la barandilla de la parte de atrás y subió de un salto. No miraría atrás, si lo hacía no sabría si regresaría. Subió las escaleras directo al techo del tren y miro el cielo, mientras los edificios y calles pasaban por su periferia rápidamente.
-Vallamos a casa-dijo Harry y el tren acelero de tal forma que todo se veía como borrones y a la distancia Hogwarts.
La imagen de Sly apareció a su lado mientras caminaba por el techo intentando llegar más rápido a Hogwarts, donde regresaría a la realidad.
-Lo has logrado-dijo Sly sonriente- A completaste la primera prueba y has logrado curarte-
-Si-dijo Harry ansioso por regresar y ver a todos.- Aunque no entiendo que tiene que ver con mi curación-
-Tu cuerpo obtuvo mucho daño durante la pelea con los gigantes. Se pudo sanar a si mismo si no fuera porque tu espíritu decaía día a día, tu mente tampoco contribuía solo centrándose en seguir avanzando y no viendo a los que tenías aun lado. Las pociones retrasaban lo que era inevitable, una enfermedad de cuerpo, mente y alma. Empeoro al entrar en la mente de los Longbottom y lo acelero. Y si sé que te preguntas por que la Doctora Emma no lo detecto. Muy fácil, nosotros le dimos lecturas incorrectas.- Dijo Sly caminando con el mientras le pasaba un brazo por los Hombros y lo apoyaba junto a el-Necesitábamos traerte de regreso, juntar más magia de Hogwarts y poderte abrir este camino. Donde curarías tus ansiedades y lograrías volver a ver todo tan claro como antes. Además que lograrías desbloquear una magia muy importante, mucho más que la que sirve para atacar.-
-¿Cuál?-pregunto Harry viendo que Hogwarts era mucho más grande.
-Sanación, es mucho más importante que saber herir o proteger. Si puedes sanar los errores que metieron a tu padrino a prisión, los que le quitaron la varita a Hagrid, la mente de los padres y el mismo complejo de inferioridad e Neville ¿Por qué no podrías sanarte a ti mismo?-dijo Sly dándole una palmadita- Eres un guerrero que protege y sana las heridas Harry. Aprende de tu error, no solo es ser el más fuerte o la experiencia es la sabiduría y el amor el que derrotaran a Voldemort-
-¿Experiencia y sabiduría no es lo mismo?-pregunto Harry sintiéndose como un recién ingresado a Hogwarts y eso le agradaba.
-Un hombre que aprende a través del error y años de práctica, es un hombre experimentado. Un hombre de que ve los errores del hombre experimentado y los evita es un hombre sabia-contesto Sly poniéndose detrás y tomando sus hombros- Pero eso ya lo sabias, pues lo hemos aprendido de ti-
-No es para tanto-dijo Harry sintiéndose tranquilo.
-Eres muy maduro Harry, pero aun así aun eres joven. Disfruta un poco de eso, no te sobre esfuerces, se algo egoísta y diviértete-dijo Sly con la voz tranquila- Ya llegara el momento en que debas ser un adulto-
-Gracias maestro-dijo Harry viendo una luz brillante salir de Hogwarts y atravesándola.
Despertó acostado sobre agua, con total oscuridad por doquier, el chapoteo de su cuero contra el agua y levanto un poco la cabeza mientras miraba el cuadro que lo regresaría a la torre flotante. Se miró las manos aun algo moradas y la cabeza le dolía. Sin en cambio saco el grimorio de Slythering, saco el anillo de Sly y lo introdujo en la cerradura. Tan veloz como una brisa, aprendió todo su contenido, cada una de sus palabras y comprendió mejor porque Slytherin tenía una serpiente de símbolo. Salazar Slytherin antes de enloquecer y antes de que el anillo callera en sus manos era un Medí Mago capas de curar cualquier cosa, uno que no tomaba las enfermedades a juego, siempre tomando cualquier medio para curar a sus pacientes.
Se sentó mirando el grimorio flotar a un lado y con un brillo verde, cruzo sus piernas en forma en flor de loto y unió sus manos. Envió toda su magia al agua que comenzó a flotar, ahora comprendía como utilizar magia correspondiente al elemento del agua y como curar con ella. Se envolvió con capas de agua mojándolo y sumergiéndolo en una esfera de agua con Harry adentro y a sus alrededor dos serpientes de agua girando lentamente trazando un círculo mágico. Las serpientes cambiaron de color del oscuro color del agua a una verde claro como esmeraldas.
-Sala setse, sirtas septes sistemestas sorstermi, serpstat-dijo Harry en parsel con las palabras recién aprendidas del grimorio.
Nota caoz: (Son palabras inventadas, así que no se lo tomen muy a pecho.)
Brillo todo el lugar de verde y el agua se volvió completamente clara, se ilumino todo como un día claro. En medio de las manos de Harry comenzó a crecer una burbuja negra de cristal del tamaño de una canica. Sonrió al verse las manos normalmente. El agua se desvaneció lentamente mientras él se levantaba aun sosteniendo la canica negra. Se revisó nuevamente y su piel parecía totalmente sana. Incluso cansancio y dolor muscular desaparecieron.
Se estiro aflojando algunos músculos que parecían entumidos y guardando el grimorio con todo y anillo fijo a la cerradura, además de la canica negra en la bolsa para alquimista. Se movió y sintió que había perdido cientos de kilos encima. Fue a la puerta para después salir a la torre flotante. ¿Cuántas horas habían pasado? No tenía idea pero era mejor que estar en un mundo irreal. La puerta de Slytherin se cerró y desapareció solo dejando el símbolo impreso en la pared.
-Uno y faltan tres-dijo Harry tomando la túnica que dejo en el suelo de la torre. Algo se removió en su interior y salió Marlow molesto y amenazándolo con sus garras.
-Lo siento amiguito. Ya todo está bien-dijo Harry colocándolo en su hombro.- Te prometo ración triple de tocino para el desayuno-
Marlow se entusiasmó al igual que él, salió de la torre y luego de la sala de menesteres, se dirigió por los pasillos con total calma mientras el atardecer caía por las ventanas. Disfruto las vistas y saludo a todo aquel que se topaba, aunque salieran corriendo o como a los maestros que lo miraban sorprendidos.
Llego a la sala común donde entro más feliz que nunca. Vio como todos se sorprendían al verlo pero no le importo. Acababa de sobrevivir a morir y a una mundo irreal. ¿Qué lo podría hacer temblar?, la respuesta llego inmediatamente. Hermione estaba parada cerca de las escaleras con una mirada dura y molesta. Se acercó tranquilamente, con la sonrisa que no podía quitarle nadie.
-¿Qué paso contigo Harry?- dijo Ron con la boca abierta y dando zancadas largas para alcanzarlo- No fuiste a ninguna clase-
-Resolví algunos problemas que tenía-dijo Harry palmeándole la espalda- Me alegra verte Hermano, lamento todo lo que les he hecho pasar. Eres muy importante para mi vida y te quiero ¿Lo sabias?-
-¿Bebiste algo? O ¿Los gemelos te dieron algún tipo de droga?-pregunto Ron y Harry se rio porque en el mismo día tanto en el mundo irreal y en el real, le preguntaran lo mismo.
-No-dijo Harry avanzando hacia Hermione que le esperaba con el pelo flotando por su magia.
-Creo que estas en problemas-dijo Ron palmeándole la espalda-¿Crees poder con ella solo?-
-Por supuesto-dijo Harry avanzando sin titubeos.
-Qué bueno, yo no quiero ver cómo te a masacran-dijo Ron alejándose.
Hermione señalo hacia arriba y ambos subieron la escalera, ella sin girar a verlo y el admirándola, enojada era preciosa. Cruzaron a su cuarto y ella reviso que nadie estuviera adentro, cerró la puerta después de que pasara y lanzo un hechizo de silencio.
-¿POR QUÉ NO FUISTE A CLASES? HARRY JAMES PO…-comenzó Hermione.
Harry le tomo el rostro entre sus manos acariciando cada mejilla y sonriéndole como no lo hizo en todo ese curso.
-Eres imperfecta ¿Sabias?-dijo Harry soltando una mano y tomando la cintura de Hermione que estaba muy impresionada, y la acerco hasta pegarla a su cuerpo.
-¿Perdón? Y tú serás perfecto ¿No?-dijo Hermione con la cara roja y voz furiosa.
-No eres prefecta y yo tampoco. Pero amo todo eso de ti, tu imperfección perfecta-dijo Harry apretándola más contra su cuerpo. Sintiendo cada curva que tenía en su cuerpo- Te amo, Mione verdadera-
-¿Verdadera? ¿Te volviste loco?- Pregunto Hermione mordiéndose los labios.
-Si-contesto Harry acercándose- Completamente desquiciado por tus besos-
Unió sus labios con los de ella que cerro sus manos en su cabello. Se separaron después un solo tierno beso.
-¿Estas bien?-pregunto con la mirada enternecida y una sonrisa genuina.
-Me cure mi mente y mi cuerpo. Ahora para curar mi alma doliente, solo tengo que probarte otra vez y otra y otra y otra-dijo Harry nuevamente besándola.- Por cierto, respondiendo a tus preguntas. Quiero pasar toda mi vida a tu lado, eres la mujer que más amo y me quedare contigo siempre-
-¿De qué hablas?-pregunto Hermione nuevamente.
Acerco su frente a la de ella y rozo su nariz contra la de ella. Haciendo que sonriera.
-Hablo de que eres mi vida, mi familia, donde está mi Hogar-dijo Harry simplemente.
-Solo intentas que no te regañe-dijo Hermione nuevamente mirándolo duramente, aunque con los ojos brillosos- No creas que tus palabras bonitas me enternecen. Aun tienes que explicarme donde estuviste-
Pasaron la siguiente hora en la habitación solos, con Hermione regañándolo y diciéndole que Snape no estaba nada contento y que McGonagall quería tener una seria charla. El solo escucho todas sus palabras mientras la sostenía fuertemente, no quiso separarse ni un solo momento de ella.
