Hola seguidores y seguidoras, chicos y chiquitititas, niños y niñas, adúlteros y… jovencitas. Aquí les traigo… su semanal, aunque no tuve mucha reviews. Bueno de que me quejo si siempre recibo de 4 en adelante, aunque una vez tuve 7… pero bueno jeje eso es lo de menos, si ustedes le gusta aquí lo traigo. Para su diversión y entretenimiento personal… El siguiente numero de mi fic.
Solo les pido una cosa. No me odien.
Disfruten
Todos los derechos de los personajes son de J. K. Rowling.
Capitulo 49.- El rugido desgarrador que incinera el doloroso pasado.
"Por orden del ministerio de magia
Dolores Jane Umbridge gran inquisidora ha remplazado a Albus Dumbledore como director del colegio Hogwarts de magia y Hechizeria.
Lo anterior conforme al decreto educacional numero 28.
Firma: Cornelius Oswald Fudge
Ministro de magia"
Las noticias se habían esparcido por toda la escuela durante la noche, pero no se explicaba como cada persona parecía saber que Dumbledore venció a dos aurores, a la misma inquisidora y al ministro de magia y a sus asiente junior, solo y poder escapar de Hogwarts sin que nadie lo viera. El único tema de conversación era la fuga de Dumbledore, y aunque algunos detalles parecían correctos otros, eran casi alocados (como que Percy se encontraba en San Mungo con una calabaza por cabeza o que Kingsley habita perdió una mano en la pelea), era sorprendente cuan correcta e incorrecta podía llegar a ser la información.
Todos entendían que Harry y Marietta eran los uniros que habían estado presentes, y que Marietta se encontraba en la enfermería. El se encontró siendo asediado constante, para suministrar información de primera mano.
-Dumbledore regresara pronto- afirmaba a todos los que le preguntaban, incluso los Pendragon se dedicaban a pasar esa información por todos lados.
-No lo mantuvieron lejos en el segundo año, ademas el fraile gordo me digo-comento Ernie muy bajo solo para que Harry, Hermione y Ron escucharan- que Umbridge intento regresar a su oficina a noche después de que lo buscaran en el castillo y en los terrenos. No pudo pasar a la gárgola. Incluso esta la ataco. La oficina del director se ha sellado a si misma- Ernie sonrió burlonamente- parece que se emberrincho y estuvo haciendo rabietas de sapo-
Eso era culpa de Harry ya que había decido que la oficina si no era ocupada por Dumbledore o McGonagall no seria ocupada por nada mas y le indico que en cuanto todos salieran de la oficina se cerrara y no dejara entrar a nadie y que si lo intentaban a la fuerza también utilizara fuerza para defenderse.
-Era lógico que fantaseara con sentarse en la oficina del director- comento Hermione malignamente, mientras subían los peldaños de piedra hacia el vestíbulo de entrada- Imponiéndose sobre los otros profesores, la estúpida, creída, vieja loca, cara de ...-
-¿Realmente quieres terminar esa frase, Granger?-
Draco Malfoy, quien estaba tras la puerta, se deslizo a fuera, seguido de cerca por Crabbe y Goyle. Su pálida y puntiaguda cara tenia malicia en la mirada.
- y tu ¿quieres terminar en la enfermería?- dijo Harry tomando a Hermione de la cintura para que no se arrojara sobre del Slytherin, ya que después de contarle que entro a la sala de menesteres, ella se encontraba como si hubieran profanado algo sagrado.
-Lo aras tu Potter -dijo Malfoy maliciosamente.
-Creerme si no la detuviera ya estarías manchando el piso de tu sangre -dijo Harry sintiendo como Hermione le clavaba las uñas en sus brazos al quererse liberar.
-De todas formas, 10 puntos menos para Griffindor -dijo Malfoy malvadamente.
Hermione apretó mas las manos y Harry sintió ganas de soltarla para que lo golpeara, pero decidió que no era lo mejor, ya que desde la salida de Dumbledore, Umbridge creo una brigada de alumnos que podían quitar puntos ademas de castigar y llevar a los alumnos que quisieran frente de ella para una reprimenda monumental. La brigada inquisitorial. O como mejor preferían llamarle a espaldas la brigada de los lame botas.
-¿Entonces terminare en al enfermería?, he sangre sucia inmunda-dijo Malfoy con los ojos llenos de malicia.
-¡No! -dijo Hermione apretando mas las manos, obligando a Harry a no poder moverse intentaba no soltarla ya no era tanto por ella esta vez, si no por que ahora el quería matarlo de verdad. Los dientes le chirriaban y apretó tanto la varita que sentía la madera clavarse en su palma.
-Savia decisión Granger- ironizo Malfoy- Nuevo director, nuevos tiempos.. ahora sean buenos, potty...-
Riéndose fuertemente se alejo a grandes zancadas, acompañando por Crabbe y Goyle.
-Mismos idiotas- gruño entre dientes Ron y mantenía las manos a sus costados con fuerza, tanto que parecía que le doliera.
Harry, Hermione y Ron habían tenido que aguantar tanto que al final suspiraron pesadamente. Se soltaron sintiendo algo entumecidas sus extremidades y en el caso de Harry como algo viscoso y caliente recorría su brazo, vislumbro el que era de inmediato, Hermione apretó con tanta fuerza que travesó su piel haciendo que finas gotas de sangre salieran.
-Lo siento-dijo Hermione al ver a Harry el cual solo sonrió un poco y saco el franco de agua limpia. La puso en su herida y en un santiamén estaba curado.
-Tranquila, creo que yo también te lastime-dijo Harry mientras ella levantaba un frasco y con la ayuda de su palma curaba a Hermione.
-Ese regalo de Snape si sirve-dijo Ron sorprendido.
Lo que no dijo Harry es que solo era agua limpia, sus poderes hacían lo demás. Aunque se tuviera que concentrar mucho y perdiera parte de su magia.
En ese momento llegaba Fred y George.
-Ya lo salven, lo de la brigada de inquisitorial-dijo Fred enojado.
-Si-dijeron los tres al mismo tiempo, dejando salir una voz enojada.
-Nosotros tuvimos que enviar a Montague, por el armario que desaparece del primer piso- explico George.- Quería que hiciéramos sus deberes de pociones o nos bajaría 50 puntos cada día-
Hermione se veía impactada pero no dijo nada.
-Le dijimos que teníamos un regalo especial para el, lo llevamos al armario y lo empuje adentro mientra George cerra y luego simplemente desapareció- termino Fred sentando se en una saliente.
-¡Estarán en problemas!-dijo Hermione rápidamente.
-No hasta que Montague reaparezca, y eso podría demorar varias semanas, no se a donde lo enviamos- replico Fred tranquilamente- de todos modos... hemos decidido que ya no nos importa meternos en problemas-
-¿Alguna vez les ha importado?-pregunto Hermione escéptica.
-Por supuesto- contento George ofendido - Nunca nos han expulsado ¿o si?-
-Siempre sabíamos cual era el limite de nuestras bromas- asevero Fred con una mirada a Ron- Sobretodo hasta donde aguantaría Dumbledore o McGonagall, antes de cualquier broma pensábamos sobre las repercusiones-
-Aveces nos aventuramos un poquito mas aya- agrego George recargándose en su hermano
-Pero siempre nos hemos detenido antes de hacer realmente un caos- concluyo Fred.- Antes de llegar al punto de no retorno-
-Ahora no esta Dumbledore, odiamos a Umbridge y como es la escuela ahora-musito George.
-No nos gusta nada- finalizaron ambos.
-así que un poco de caos es lo que buscaremos-alterno George- Lo que la nueva directora esta pidiendo a gritos. Pide caos ruega por el-
-No deben- susurro Hermione- de verdad no deben, ella le encantaría expulsarlos-
-Creo que no nos entienden, esperábamos que pudiéramos ayudar a Dumbledore un poquito-dijo Fred casi alegre-Ahora no esta y vinimos para ver si Harry esta de nuestro lado, la primera fase empezara dentro de poco y si acepta deberán ir al gran comedor a almorzar para que todos piensen que están fuera de esto-
-Estamos fuera de esto-dijo Ron sin complicaciones- No tenemos idea de que planean-
-Esa es la actitud hermanito. Tu sigue negando todo o mamá tendrá tres hijos a cuales medio matar-dijeron los gemelos- Entonces Harry ¿Nos apoyas?-
Simplemente sonrió. Coloco una mano en el hombro de cada uno y asintió.
-Iría con ustedes chicos, créanme yo los ayudaría-dijo Harry honestamente.
-Lo sabemos-dijo Fred igual de sonriente.
-Pero necesito quedarme y hacer lo que debo hacer-finalizo Harry mirándolos a la cara- y ustedes deben hacer lo que deben hacer. Solo háganme un favor enloquezcan a Umbridge, hagan que su cara de sapo explote, sin importar que destrocen en su camino-
Enseguida Fred y George hicieron un saludo militar y sonrieron malvadamente, dieron la vuelta y desaparecieron entre la nutrida multitud que decencia para almorzar. Ron murmuro algo de sacar a Daphne de las mazmorras y llevala al gran comedor y luego salio rápidamente detrás de los gemelos.
-¿Crees que esta bien lo que aran?- dijo Hermione mirándolo algo acusadora.
-No se, pero si Umbridge enloquece eso me hará feliz- dijo Harry alzando los hombros.
-Bien... vallamos al gran comedor-dijo Hermione tomando su mano rápidamente. Apenas habían entrado al gran comedor que mostraba un cielo cubierto con nubes blancas, cuando alguien le toco el hombro y se dio la vuelta, se encontró casi de nariz con Filch. Retrocedió una pasos, Filch tenia mejor presencia a la distancia.
-A la directora le gustaría verte, Potter- lo miro de arriba a bajo como si lo viera una ultima vez en su vida.- Ahora-
Harry miro a Hermione, quien parecía preocupada, le dio un leve beso y le guiño el ojo, para luego seguir a Filch hacia el vestíbulo de la entrada. Iban a contra corriente de todos los estudiantes, el hombre parecía estar de muy buen humor, tarareaba en voz baja con sonidos chirriantes mientras descendían la escalera de mármol y alcanzando el rellano.
-Las cosas están cambiando por qui Potter- dijo Filch sonriente.- Creo que al fin podre des empolvar y engrasar las cadenas de mi despacho-
-Ha escuchado el caso de la señora Figg, ella también era una squib, pero ahora hace magia-dijo Harry sorprendiendo a Filch que se detuvo un instante.
-No me cambies el tema- dijo Filch algo pensativo- Cuando la regla educacional...-
-Tal ves ella este feliz de compartir el secreto con alguien que se amable-dijo Harry como si no lo hubiera escuchado- La conozco ¿sabe?, es mi vecina, el día que ella me ayudo con los dementores fue el día que logro hacer magia. Quien sabe podría ocurrir otra vez-
-Enserio -dijo Filch, casi con esperanza algo que se desvaneció de mediato. El resto del camino no dijo nada mas solo parecía pensar.
-Aquí estamos- miro de reojo a Harry mientras golpeaba a puerta de la Umbridge y luego la empujo para abrirla-El chico Potter, señora-
La oficina de Umbridge, sufrió un cambio, era mucho mas chica de lo normal, ya que Harry ordeno al castillo que menguara solo cabía un escritorio, un armario y un par de sillones pequeños, un largo marco dorado colgado en el muro se leía "Directora", también tenia la Nimbus que le presto Albeforth encadenada como premio. Umbridge estaba sentada tras de su escritorio, ocupada escribiendo algo en un pergamino rosa, levanto la mirada y sonrió ampliamente.
-Gracias, Argus- dijo dulcemente.
-De nada, señora- dijo Filch aun mirando a Harry, salio tan rápido como podía.
-Siéntese-ordeno Umbridge secamente.
Harry se sentó. Mientras ella continuaba garabateando por unos momentos, observo unos inmundos gatos que retozaban en un plato sobre la cabecera de la directora.
-Ahora- hablo finalmente, dejando su pluma y examinándolo con satisfacción, como un sapo que esta a punto de tragarse una mosca jugosa-¿Que le gustaría beber?-
-Nada- dijo Harry, bastante seguro de lo que hacia.
-¿Te, café, jugo de calabaza?-dijo sonriendo mas ampliamente.
-Nada-dijo Harry nuevamente empezando a ver sus intenciones.
-Deseo que beba algo conmigo- solicito, su voz era peligrosa- Elija uno-
-Cerveza de mantequilla-dijo Harry, aunque savia que contenía aquella bebida.
Ella se puso de pie y disimulo traer una botella de cerveza de mantequilla e incluso abriéndola con cuidado.
-Aquí tiene- le entrego la botella- bebaselo. Señor Potter... creo que debemos tener una pequeña charla después de los inquietantes eventos de anoche.-
Harry no dijo nada. Ella se acomodo en su asiento y espero. Harry bajo un poco la botella inclinándose adelante y mirándola.
-¿Lo cree necesario Dolores?- lo miro y aprovecha el que ella no podía ver la botella para desaparecer y convocar una nueva en su mano. Sin ninguna modificación.
-¡No esta bebiendo!-dijo Umbridge con calma.
Alzo la botella y tomo un trago tan largo que media botella bebida desapareció, la bajo tan lento que tardo un minuto. Saboreo cada mili segundo, no de la bebida en si, lo que saboreaba era el rostro de felicidad y orgullo dentro de Umbridge, creyendo que su propósito hubiera sido cumplido.
-¿Que pasa?-interrogo Umbridge, quien la observaba con una sonrisa en su boca.
-Me siento un poco extraño-contesto Hardy con un tono de voz plana.
-Bien- murmuro- Entonces... ahora- se inclino poco hacia adelante-¿Donde esta Albus Dumbledore?-
-Escondido-respondió Harry actuando de forma que pareciera que la poción funcionaba pero no del todo.
-Beba todo-dijo Umbridge, Harry trago todo el liquido que dejo en la botella - Bien usted sabe a donde fue Albus Dumbledore, ¿Donde esta Albus Dumbledore?
-Estados unidos, pidiendo asilo a la MACUSA -mintió Harry con voz plana.
-¡Perfecto!- susurro a pesar de que intentaba verse disgustada una sonrisa se asomo en sus labios-En ese caso, tendría la amabilidad de decirme donde esta la casa de seguridad de los Black-
-Esta en Little winguin surrey, privet drive numero 4-dijo Harry, sosteniendo una carcajada.
Se imagino la cara de Vernon cuando aparecieran aurores. Suponía que tendrían que desmemoriar los, pero tendría que mantenerlos ocupados y hacer que Umbridge se sintiera avergonzada de lo que hacia.
Umbridge mostró notablemente la sonrisa tan grande que casi parecía ver un asenso en el ministerio, cuando Harry planeaba que ella terminara en el menor de los puestos o lavando retretes con Dobby como su capataz.
-Muy bien Potter, confiare en usted, pero le advierto. El poder del ministerio esta detrás de mi. Todos los canales dentro y fuera de la escuela están bajo mi inspección. La red Floo esta vigilada cada hoguera de Hogwarts. El señor Filch ha cerrado todos los pasadizos secretos, y si intenta ir a la sala de menesteres...-
La habitación se sacudió, desprendiendo polvo y un estallido sonó tan grande que Harry salto de la silla con la varita en la mano. Umbridge tenia la cara llena de polvo y temblaba.
-¿Que fue eso?-grito Umbridge.
Harry no contesto. Sentía que eso era de lo que advirtieron los gemelos.
-Vete a almorzar, Potter- ordeno Umbridge, levantando la varita y saliendo rápidamente de la oficina.
Le dio un par de segundos para que se adelantara despumes se apresuro a asalir. No fue difícil encontrar la causa del alboroto, por todos lados volaban y chillaban un montón de fuegos artificiales, hechizados, estos brotaban de todos lados, con forma de salamandras, ashwinder, cangrejos de fuego y Dragones. Formados de chispas verdes, rojas, amarillas, azules, violetas, doradas, plateadas, etc; que volaban de arriba y abajo, emitiendo fuertes y agresivos estallidos y detonaciones. Centellaban y explotaban por todos lados, al lado que Harry mirara ahí había un fuego artificial, y en lugar de quemarse, agotándose la luz y chispas, estos seguían emitiendo una gran energía e ímpetu mientras mas tiempo trascurría.
Umbridge y Filch intentaban todo lo posible por detenerlos, pero entre mas lo intentaban mas dragones aparecían. Harry observaba el espectáculo riéndose de como Umbridge que corría a todos lados intentando quitar a las criaturas de fuego danzante corriendo despavorida con la varita en mano. Y no le daban ni siquiera tiempo a decir un hechizo los fuegos se lanzaban contra ella como si supieran quien era. Tomando ventaja de la ineptitud de Umbridge los dragones se escaparon volando a todos lados afuera del castillo tomando direcciones diferentes y multiplicándose.
Corrió entre los fuegos, esquivándolos e incluso permitiendo que siguieran destruyendo parte del mobiliario del colegio. Después lo arreglaría. Harry se estuvo riéndose un gran rato, mientras ellos corrían de un lado a otro, esa tarde los fuegos artificiales continuaron quemándose y esparciéndose por toda la escuela. A pesar de que causaron un gran alboroto, a los profesores no les parecía importar, llamando a Umbridge cada ves que algún fuego entraba al salón, como conclusión de todo eso, la primera tarde como directora paso corriendo por toda la escuela en respuesta a los llamados de los profesores. Y en la cara de satisfacción de ellos podía observarse que solo lo hacían adrede, no parecía importar ser ininterrumpido a mitad de una explicación solo para que Umbridge se encargara del asunto.
Con todo ese ajetreado y divertido día Harry olvido la prueba de Griffindor. Regresando a la torre de Gryffindor vio a Umbridge despeinada y cubierta de hollín, desde el pelo a los pies y saliendo del baño de maestros tambaleante y sudorosa. No paro de reírse junto a Ron hasta que llegaron y ahí se les unió Hermione en sus anécdotas de Umbridge mientras se carcajeaban.
Esa noche, Fred y George fueron los héroes en la sala común de Gryffindor. hasta Hermione admitió que era algo impresionante y muy colorido.
-Fueron fuegos artificiales maravillosos- admitió con admiración Hermione.
-Gracias, petardos relampagueantes Weasley. El único problema es que usamos todo nuestro stock, tendremos que empezar de nuevo- dijo George sorprendido y algo sonrojado por la declaración de Hermione.
-Pero valió la pena-dijo Fred que tomaba pedidos de los vociferadores de toda la escuela he incluso de algunos maestros - Si quieres agregar tu nombre a la lista de espera, Hermione, son cinco galeones por el paquete de llamaradas básicas y veinte por el de deflagración de lujo-
-Si deseas subir en la lista a la segunda, serán tan solo 5 galeones mas para ti.-añadieron con una sonrisa de vendedor innato.
Hermione saco un saquito de dinero y lo peso. Luego con una enorme sonrisa la guardo.
-Esperare a que la dotación de Harry le llegue.- Hermione se retiro a donde estaba Harry que no podía dejar de ver la cara de estupefacción de los hermanos.
-Hermano creo que la futura esposa de nuestro patrocinador es en verdad lista-dijo George mirando a su hermano boquiabierto.
-¿Como sabe que es el primero en la lista?-pregunto Fred a su Hermano.
Continuaron inmediatamente a trabajar sobre los pedidos que se le aglomeraban a minutos, seguramente se forrarían de galeones en un par de horas.
-Creo que sacaran una buena tajada de esto-dijo Hermione sentándose a un lado y recargándose en su hombro- por cierto tenemos la vacaciones de semana santa que empieza el viernes ¿Que aremos?-
-Ni idea-dijo Ron, mirándola incrédulo-No deberías estar algo desquiciada por los exámenes-
-No- comento Hermione feliz- Creo que desde que tengo una conexión con Harry me a pasado algo de su rebeldía-
-¿Ahora yo soy el culpable de tu rebeldía?-dijo Harry acariciándole las mejillas- Según recuerdo alguien nos empujo a Ron y a mi a hacer una poción ilícita e ilícitamente entrar a la sala común de Slytherin para ilícitamente sacar información a Malfoy-
-Era por causas de fuerza mayor-Dijo Hermione con un puchero de "Yo no rompo un plato" que nadie se creería a esas alturas, pero que aun aso enterneció el corazón de Harry.
-Bueno puede que tengas razón, ahora a mi me gusta mas leer libros-dijo Harry cargándola para sentarla sobre de sus piernas y poder estar mas cerca.
-Ahora entiendo…. me gusta platicar antes de dormir y ahora lees todas las noches-dijo Ron un poco sarcástico- Si ya te pareces a Hermione-
Harry podía escuchar aun los distantes explosiones de petardos que seguían sueltos cuando el y Ron se fueron a la cama una hora después, mientras se ponían las pijamas pudieron ver como por encima de la torre se formaba un letrero de luces de bengala que decía "Mercancías para Bromas y artículos salta clases solo en W & W".
Una Harry se pregunto como reaccionaria Fudge cuando se enterara que la escuela había pasado la mayor parte del día estando en un completo caos y descontrol del alumnado.
Los estallidos se hicieron distantes y pronto solo vio oscuridad.
Estaba de nuevo en el pasillo oscuro, la puerta de enfrente estaba abierta, filas de predicciones se veían a lo largo y ancho, pero Harry no entro savia que no necesitaba lo que estaba adentro, sin en cambio corrió rápidamente a uno de los elevadores, y antes de saberlo se encontraba nuevamente en aquel lugar que tanto veía, a solo metros de el arco de piedra cubierta con una fina tela espectral que ondulaba y susurraba cosas.
- ¿Ya estas listo?- pregunto la voz ancestral y a Harry se le erizaron los vellos de la nuca.
-¿ Por que me llamas? ¿Que quieres de mi?- pregunto Harry algo temeroso.
-Yo no te llamo, tu eres el que viene a mi. Lo deseas, crees, sabes que no puedes sin mi. Solo ven y te lo demostrare- dijo la voz y Harry se sintió embelesado.
Las palabras eran como una droga, su cuerpo se movió sin siquiera pensar y estiro la mano para atravesar aquella tela y perderse en lo que hubiera del otro lado.
-Aun no estas listo- dijo otra voz y Harry cerro los ojos con fuerza. Necesitaba concentrarse para alejar se y ademas de saber de quien era esa voz. La reconocía. Era…- Ademas necesitas saber mi nombre-
El sonido del agua y el aire corriente atravesar de los arboles lo obligo a abrir los ojos. Aun tenia la mano levantada, pero el velo ya no se encontraba enfrente, en su lugar estaba ella. Sus ojo blancos como perlas, su piel traslucida y ondulante, el cabello echo de lluvia fina y su collar de algas.
Igual que las anteriores veces su pies se mantenían firmes sobre la superficie del lago, la formación rocosa donde debía estar Hogwarts parecía diferente con mas forma al castillo y los arboles a su alrededor estaban creciendo mucho mas.
-¿Por que dices que no estoy listo?-pregunto Harry comenzando a sudar y su respiración se agito.
No tenia idea por que le afectaba tanto esos sueños si antes ya los tuvo.
-Solo digo lo que tu corazón siente- dijo La dama moviéndose y mirando la formación rocosa, luego levanto la vista y se cubrió los ojos con una mano, el sol comenzó a mostrar un atardecer. -La puesta esta cerca, tienes que apurarte-
-¿Apurarme con?-pregunto Harry quitándose el sudor de la frente y aun asi la sentía empapada.
-La prueba, termina ya. O esto se llegaras al fin de tu camino- dijo la dama mientras regresaba su vista a Harry.
-Lo intento, de verdad lo intento, solo que… no se como. No recuerdo nada- dijo Harry sintiendo las piernas de plomo y como si el agua reaccionara comenzó a ceder ante su peso, hundiéndolo un poco.
-Deja de engañarte a ti mismo-contesto ella acercándose y tomándole la barbilla.
Nunca sintió un tacto tan mojado y tan lleno de energía mágica, podía sentir que solo ese pequeño contacto lo abrumaba. Sin en cambio se obligo a seguir viendo el blanco impoluto de su vista.
-¿No recuerdas o no quieres recordar?-pregunto la dama acercando su rostro y Harry pensó que un poco mas y podría ahogarse tantó por el agua como por la fuerza mágica. - Se muy bien que sabes que hacer para terminar. La pregunta es ¿Por que deseas que no termine?-
Por primera vez desde que vio a aquella mujer, no supo contestar, ¿El realmente lo sabia?. Su cuerpo tembló y cada parte de su magia se aterrorizo, como su conocieran mucho mas de lo que el entendía. La dama se acerco y por un solo segundo aquella voz acuosa le pareció la de Hermione.
-Deja que los recuerdos vengan a ti-susurro antes de acercarse por completo a su cara.
Su cuerpo se quedo paralizado y su mente se oscureció dejando solo una voz de fondo que se repetía una y otra vez.
-¡HARRY NO! ¡POR FAVOR… TEN MISERICORDIA... TEN MISERICORDIA!-
Despertó al instante. El oscuro dormitorio estaba lleno de sonidos y risas.
-Genial- exclamo Seamus, cuya silueta se dibujaba contra la ventana- Creo que una de esas ruedas giratorias choco contra un cohete y parece que se unieron, vengan a ver-
Harry escucho a Ron y Dean salir de la cama para tener una mejor vista. EL se quedo quieto y silencio, sus manos apretaban las sabanas con tal fuerza que se rasgaron, su cuerpo temblaba e incluso sabia que su almohada estaba llena de un sudor frio. Escuchaba a sus compañeros hablar pero el solo escuchaba ese grito desgarrador en sus oídos una y otra vez. Todo lo dicho por aquella mujer le dio vueltas mareando lo y con ganas de vomitar. Se sentía enfermo, desde el pecho hasta el estomago dolía, mientras sentía las manos entumecidas.
Esa noche se la paso acostado escuchando el alboroto que hacían por los fuegos artificiales y cada explosión lo hacían saltar de miedo. Era muy tonto no tener idea de por que tenia miedo, solo lo tenia y su cuerpo no respondía como el quisiera. Muy pronto sus compañeros se durmieron, mientras el poco a poco calmaba su corazón. E igual que al principio del curso bajo a la sala común donde encendió la chimenea, pensando en cada palabra de la dama y dejando que las llamas calmaran sus temblores.
Harry se la paso el día siguiente intentando encontrar algún momento para sacar el pensadero que para vaciar sus recuerdos o mas bien sueños y inspeccionarlos a fondo cada cosa. Aunque poco podía hacer con tres cuartos de la brigada inquisitorial vigilando lo a cada segundo.
-Esto es una completo acoso-gruño Hermione regresando a la torre de Gryffindor después de una desastrosa clases de aritmancia, donde todos estaban incómodos por Malfoy, Montague, Crabbe y Goyle que vigilaban a Harry con sonrisas de suficiencia.
-Tienes razón. ¿Debería demandar?-dijo Harry sabiendo que no serviría de mucho al ser orden de la Viceministra y actual directora interina de Hogwarts. Gruño al saber que ahora Umbridge tenia mas poder y que el solo observaría hasta el momento indicado.
-Seria un opción- dijo Hermione mirando a la entrada del vestíbulo con los ojos tristes.
Los enormes relojes de cristal que contenían los puntos de las casas estaban muy desequilibrados, Gryffindor se encontraba casi vació, mientras el de Slytherin estaba completamente lleno. Lo peor es que los relojes de Hufflepuff y Ravenclaw seguían el mismo destino de Gryffindor. Continuaron su camino tratando de evitar el contacto visual con esa deprimente imagen.
-¿Crees que este bien?-pregunto Hermione mientras pasaban sobre el pasillo de la enfermería.
-¿Marietta?-pregunto Harry dándole una mirada rápida a su novia.
-Si-dijo Hermione sin siquiera voltear a la enferme ria.
-Tendrá que estar en la enfermería por una semana y con los cuidados de Madame Pomfrey su piel quedara como nueva-dijo Harry – Y debemos decirle a todos los Pendragon que la dejen en paz, Ron me comento que en la mañana casi alguien le lanza un maleficio. Fue una suerte que Madame Pomfrey llegara para evitarlo.-
-Me siento algo culpable-dijo Hermione casi con aflicción.
-No, todos los Pendragon conocían a que se atenían a la entrada. La idea de las pústulas fue increíble, un hechizo muy poderoso debo añadir. Y ...la verdad jamas hubiera pensado que Marietta hiciera eso, pero bueno ya todo a pasado, no podemos llorar sobre la poción derramada-dijo Harry sonriendo a Hermione que le devolvió una débil sonrisa.
-Al principio lo hice por los nuevos Slytherin y por Sofí - dijo Hermione apenada.- pero pensar que Marietta... creo que nunca se me vino a la cabeza-
-A mi tampoco-dijo Harry acariciándole la mano para darle su apoyo y cariño, mientra subían por la escalinata de piedra que conducía a un nuevo piso.-Pero es mejor olvidarla por ahora, cuando la veamos le pediremos mas explicaciones y también debemos perdonarla-
-¿Perdonarla?-dijo Hermione algo confundida.-¿Por que?...Ella nos traiciono-
Harry se volteo y la tomo de la cintura, la atrajo hasta pegarla a su cuerpo y cargo un poco para poder ver esos ojos color miel que tanto le fascinaban, acaricio su cintura y los dedos de ella juguetearon con su cabellos.
-Si, tenemos que perdonar-dijo Harry sonriendo- he aprendido en estos años, que si algo nos diferencia de Voldemort y todos sus seguidores, es que no perdonan, que no puede amar. Sin en cambio nosotros podemos, yo pude perdonar a mi tía y primo, creo que incluso un poco a Vernon, pude perdonar a Snape por como me trato, también a Ron e incluso puedo llegar a perdonar a Dumbledore-
-¿Y amar?-dijo Hermione en un susurro.
La beso con la misma pasión que tantas veces, olvidándose de todo lo que los rodeaba, tanta tristeza, impotencia e incluso frustración. Solo vació sus emociones en Hermione al mismo tiempo que se sentía llenar por las mismas que le expresaba ella.
-También te amo-dijo Hermione separándose un poco y sonriendo-Aunque aveces me saques de quicio-
-¡Oye no soy perfecto!-dijo Harry volviendo a caminar- Un solo defecto, eso no es mucho ¿Verdad?-
-Tonto-dijo Hermione tomándole la mano.
-Regresare a hacer la torre- saco Harry al llegar al séptimo piso. Fue el turno de detenerse de Hermione, le lanzo una mirada de desagrado.
-¿Es necesario?- pregunto.
-Por completo- contesto Harry.- Debo terminarla pronto o… llegare al fin de mi camino-
-¿De que hablas?- pregunto Hermione alzando una ceja y cruzando los brazos.
-No tengo ni idea- contesto Harry sonriendo le- "Cruento dente"…- Entraron por el retrato de la dama gorda mientras el sentía la mirada de Hermione -Tranquila estaré bien-
-¿Te veré en la noche?-pregunto su novia dejando salir un largo suspiro.
Harry entendía la frustración que tenia, ella quería estar ahí apoyándolo en la prueba e incluso ayudarlo, pero sus deberes y tareas se interponían ademas de que Harry la mantenía a raya del asunto para no preocupara.
-No creo, si no lo logro a la primera lo volveré a intentar-contesto Harry con una pequeña llama de miedo en su cuerpo.
-¿No es eso el significado de locura?-pregunto Hermione levantando una ceja.
- "Locura es hacer lo mismo una vez tras otra y esperar resultados diferentes"-dijo Harry acercándose a su rostro- Por eso es que me amas tanto-
-No lo creas tanto- dijo Hermione rodando los ojos y con la comisura de sus labios hacia arriba.- Entonces, te veo mañana, loquito-
-Por supuesto-dijo Harry tomándola de la barbilla para que lo mirara y la beso, saboreando sus dulces labios y disfrutando de su suavidad.- Regreso amor-
Salio a la sala común rumbo a su habitación, aun con la vista de Hermione siguiéndolo, aunque con cada paso se sentía diferente, mas pesado, con sudores por todos lados, y el pecho doliendo. Al llegar saco la varita con la mano temblando. ¿Que rayos le sucedía? Movió la cama y descubrió un piso limpio y totalmente igual que lo demás.
Harry camino directo y en cuanto pido una tabla chirriante, la siguiente descendió formando un escalón. Comenzó a bajar y en cuanto el piso estuvo encima de su cabeza movió la cama de nuevo. Siguió bajando y bajando, hasta que llego a un lugar iluminado, la sala de menesteres. Tal cual como la ultima vez, el cuarto pequeño. De la nada surgió el retrato de la torre flotante y sin detenerse la traspaso.
Todo de la misma manera y forma, el estampado de Slytherin en un muro, la puerta de Gryffindor abierta con las flamas saliendo. El era diferente o eso sintió, temblaba y la boca la tenia seca.
-¿Crees que fue sensato esperar hasta ahora?-pregunto La voz de Griffin.
Ahí estaba junto a la puerta recargado y mirándolo con esos ojos, inmediatamente se comenzó a difuminar.
-¿De que trata la prueba?, ¿Por que estoy….estoy… aterrado?-pregunto Harry acercándose a la puerta con pasos temblorosos.
-Escucha, no tengo tiempo. Tienes que...- Griffin se convirtió en un humo colorido por unos segundos, luego regreso su imagen aunque mas difuminada.- Demonios...-
-¿Que tengo que hacer?-pregunto Harry acercándose y sintiendo el calor aumentar.
Tomo aire y pareció concentrarse. La magia se sentina muy poca a consideración de las anteriores veces.
- No hagas nada- dijo sin aliento y desapareció.
Harry quedo atónito por un momento y luego enfureció.
-¡OH SI GRACIAS, UN CONSEJO TAN ÚTIL COMO LA ULTIMA VEZ… MUCHAS GRACIAS, GRIFFIN- medio Grito y suspiro calmándose.
Su corazón latía muy rápido. Dio un paso al frente y el calor le golpeo la cara.
-Al mal paso, darle prisa-se dijo a si mismo, intentando darse ánimos.
Dio un paso mas y nuevamente esa sensación de ingravidez lo invadió.
Y su mente se sintió extraña, toda preocupación, sensación se perdió. El fuego subía por su piel, danzando en cada poro y lo vio arremolinase alrededor de su cuerpo. Una llama tan roja como el acero ardiendo salio directo a su sien, el tacto fue caliente pero no ardía. Un segundo después sintió un tirón de su memoria, sus recuerdos pasaron alrededor de sus ojos.
-¡Arriba! ¡A levantarse! ¡Ahora!-escucho el grito de tía Petunia y logro sobre saltarlo.
Un nuevo toque con fuerza -¡Arriba!-
Harry oyó sus pasos en dirección a la cocina, y después el roce del sartén contra el fogón.
-No-susurro Harry dándose vuelta y se miró las manos, eran pequeñas y manchadas de polvo.-No, no, no, no-
Eso no podía estar pasando.
-¿Ya estas levantado?-quiso saber su tía regresando.
-Si-Respondió Harry cerrando los ojos con fuerza, ¿Qué era lo último que recordaba?... un hombre gigante le dijo que era un mago y que se lo llevaría a un colegio de magia y hechicería…. Solo que… ¿Era un sueño?
-Bueno, date prisa- dijo tía Petunia… mientras ella continuo hablando, el pensaba.
Algo faltaba era el pensamiento de Harry mientras se sentía abrumado por el lindo sueño que tuvo. El un mago y podría irse con aquel hombre enorme, vivir una vida diferente. Se levantó y comenzó a ponerse los calcetines, después de sacar una araña de dentro de ellos miro el lugar. Su alacena, sucia, vieja, con olor a humedad y las pocas cosas que tenía.
Todo estaba mal, él no debía estar ahí y quería regresar a su hermoso sueño, donde… podía hacer magia.
Termino de vestirse y puso la mano el picaporte de la puerta. Se estremeció y sintió terror. ¿Y si olvidaba el sueño donde fue un mago? ¿Si nunca más lo soñaba y olvidaba a todos? ¿Seguiría bajo el maltrato de sus tíos? Retiro la mano tan rápido que pareció que el picaporte estuviera al rojo vivo. La alacena era pequeña pero en ese instante fue diminuta. Necesitaba volver a verlos, necesitaba ese mundo de magia y… a ella. ¿Sus ojos? ¿Como eran sus ojos?
No podía ser que solo fuera un sueño. Ya que eso significaba que Dudley lo volvería a golpear, sus tíos lo tratarían como basura, nunca tendría nada y su padre un ebrio que se estrelló en un accidente automovilístico, matando a su madre. Dejándolo solo, completamente solo.
-¿A QUE HORA PIENSAS SALIR?-grito Tía petunia con furia.
Escucho los pasos acercándose a su alacena y solo pudo pensar que sería golpeado nuevamente. Cerro los ojos esperando el momento, pero los pasos se hicieron lentos y sordos. Una imagen grabada en su memoria surgió, él estaba parado junto a dos chicos de su misma edad, un pelirrojo y una castaña.
Los ojos de ella color miel.
Era cierto, ese solo había sido el comenzó de su historia. De todas formas todavía había una posibilidad de que la carta de Hogwarts llegara, de que el tuviera magia y de que pudiera vivir las aventuras junto a Ron y Hermione. Lo único que impediría que eso sucediera era aquella puerta que estaba frente a él. Solo una puerta.
Con decisión y aun temblando, tomo el picaporte que brillo al rojo, pero lo giro y abrió. La luz blanca de afuera inundo su alacena. Durante un segundo no pudo ver mas que fuego, un fuego oscuro. Luego se encontró al otro lado, el una habitación y con una botella pequeña en la mano.
Ya había alguien allí. Pero el, no, ese sujeto. Entrecerró los ojos le dolía su mente, mientras su memoria gritaba.
-¡Usted!- exclamo Harry.
Quirrell sonrió. Su rostro no tenia ningún tic.
-YO- dijo con calma- Me preguntaba si me iba a encontrar contigo aquí, Potter.-
No supo por que pero todo eso le parecía un deya vu. La conversación continuo, algo de Snape salvan dolo y cuidando ese lugar, Quirrell queriendo matarlo, Dumbledore interponiéndose en los planes de su maestro.
-… Y que perdida de tiempo cuando, después de todo eso, voy a matarte esta noche- finalizo Quirrell chasqueo los dedos y unas sogas cayeron del aire y se enroscaron en el cuerpo de Harry, sujetando con fuerza.
Tembló, algo venia algo que lo horrorizaría.
-Eres demasiado molesto para vivir Potter-
Harry se quedo callado, por alguna extraña razón, vio como el hombre miraba el espejo, mientras estrujaba su mente intentando recordar.
-¿Que hace este espejo? ¿Como funciona? ¡Ayudame, Maestro!- dijo Quirrell después de un tiempo.
-Utiliza al muchacho… utiliza al muchacho- dijo una voz que heló las venas de Harry y que todo su cuerpo se tensara.
-Ven aquí Potter- gruño Quirrell
La sogas cayeron. Harry no pudo dar un paso, recordó todo lo que seguía, el viendo la piedra filosofal, intentando u ir, quemando el rostro de Quirrell y desmayándose al final. EL temor de ese momento era no lograrlo, ¿Podría hacerlo una segunda ves?
Se acerco lentamente. Harry evito mirar del turbante y vio su imagen, la de un niño de 12 con la cara pálida y asustada. Un segundo después caía la piedra en su bolsillo.
-¿Que es lo que ves?-
Harry lo miro, no podía obtener la piedra, no importaba que el no lo lograra la piedra no la conseguiría. Enseguida retrocedió corriendo y saco la piedra de su Bolsillo.
-¡Atrapa lo!-Rugió la voz de Voldemort, Quirrell arremetió contra Harry.
Giro a tiempo y extendió su mano sin la piedra. Ambos cayeron al suelo con las manos de Quirrell sobre su rostro y la suya en la garganta del profesor, mientras la otra alejaba la piedra. El dolor lo encegueció y pudo oír como el profesor reía como desquiciado. Con la poca fuerza que tenia miro donde su mano sostenía la garganta de Quirrell. Ni una sola marca de quemadura o de la carne con ampollas, sin embargo su piel se sentía derretir, causándole mucho mas dolor por segundos.
¿Por que no quemaba a Quirrell? El dolor y temor lo hicieron gritar de dolor, mientras se removía intentando salir del agarre del profesor.
-Estas muerto Potter -dijo Quirrell a su oído.
Harry tenia miedo. ¿Moriría y Voldemort ganaría la piedra? Sus fuerzas flaquearon y su mirada se ensombreció, estaba a punto de perder la conciencia.
- Jamas ganaras-contesto entre jadeos Harry alzo su mano con la piedra y vislumbro el espejo de Oesed, la lanzo con la fuerza que le quedaba y como pensó entro en el espejo con un chapoteo.
-¡NOOO!-grito Quirrell, alzándose y corriendo al espejo.
Vio como las ondas del espejo lo fracturaban, se estrellaba y las piezas caían. Estaba por cerrar los ojos cuando, algo extraño sucedió, no solo era el espejo, también la pared, paredes, piso e incluso el aire. Todo se estrello, desmoronándose a la espalda de Harry. EL callo nuevamente, el dolor desapareció y sus temores se fueron. Momentáneamente
-Hablame, Slytherin, el mas grande de los cuatro de Hogwarts-
Harry miro la estatua de Salazar Slytherin. Vio Horrorizado, como la estatua abría la boca, lentamente y dejando cada vez un mayor espacio. Algo se movió adentro de la boca. Y reptando salio de su interior. El estaba a espaldas contra la pared de la cámara y al ver el blanco de los grandes colmillos del basilisco cerro los ojos.
Esta vez, su mente no decía que tenia que recordar algo, el lo recordaba. Toda la pelea, solo que esta vez no era igual, no tenia a Fawkes en su hombro, no tenia el sombrero a la mano y mucho menos su varita.
Algo enorme golpeo contra el suelo de piedra de la cámara y Harry noto que toda la estancia temblaba ademas de salpicar agua en todas partes, podía sentirlo, la serpiente moviéndose lentamente a un lado de donde debia estar Riddle.
-MATALO-
Se movió a toda prisa directo a su persona, el no podía hacer nada, solo era un niño de 13 contra un monstruo milenario que se lo podía comerlo, envenenarlo o simplemente mirándolo a los ojos. ¿Que podía hacer mas que enroscarse y gemir de terror?
El aire silbo a metros y salto a un lado rodando y cubriéndose la cabeza. La caverna tembló y escucho como una de las columnas con forma de serpiente caía destrozando todo.
-No alargues mas tu sufrimiento Harry -dijo la voz de Riddle.
¿Que podía hacer sin Fawkes? Se pregunto mientras gateaba mojándose con el agua.
-Rápido -silbo Riddle.
Harry juraría que lo escucho a no mas de unos metros de el, se levanto tan tambaleante que por poco tropieza. EL peso de la serpiente se volvió a sentir y juraría que nuevamente se lanzaría contra el. Pero Harry supo que debía moverse a donde la voz de Riddle venia. Corrió con todas sus fuerzas, las piernas le dolieron y esperaba chocar contra un muro o algo mucho mas colmilludo.
-No corras Harry, no tienes salida- la voz de Riddle se escuchaba mas cerca que nunca.
Se lanzo a la izquierda por donde venia y antes de saberlo choco con algo o alguien. Ambos rodaron y escucho algo golpeando a su izquierda.
No pudo evitarlo. Abrió los ojos mirando el cuerpo de Riddle a un metro con la manos vaciás y una mirada furiosa. La busco por el suelo, sintiendo aun las vibraciones del basilisco mas cerca. Miro el cuerpo de Ginny, con el diario encima de su pecho y a solo centímetros su varita.
-O eso no- dijo Riddle con la voz enfadada.
Saltaron al mismo tiempo intentando llegar a la varita, el primero en hacerlo y cerrar los ojos nuevamente fue Harry. Levanto la varita y dijo.
-lucent genialibus- grito, incluso con los parpados cerrados pudo ver todo en blanco y escucho un gemido humano y uno bestial.
Al abrirlos se dio cuenta que miraba la luna tan blanca y plateada. Giro su vista estaba de lado de Hermione, tenia una sudadera rosa y unos jeans llenos de tierra.
-¡Rápido!-gimió, apresurándose a desatar a Buckbeak- ¡Rapad ido! ¿Donde vamos? ¿Donde nos ocultamos? ¡Los dementores llegaran de un momento a otro!-
Corrieron todo lo aprisa que pudieron, directo a la cabaña de Hagrid. Buckbeak iba detrás de ellos a medio galope. Oyeron al hombre lobo a sus espalda y entraron a la cabaña. Hermione miraba por la ventana. Desde ahí era mucho mas difícil de ver.
-Tengo que salir- dijo Harry tomando la mano de Hermione, que se levanto con recelo.-¿Como sabre cual es el momento de rescatar a Sirius?-
- Bueno, de acuerdo. Aguardare aquí con Buckbeak… pero ten cuidado, Harry. Ahí afuera hay un Licántropo y multitud de dementores-
Entonces el miedo le embargo, miro esos ojos y por un segundo no quiso irse. ¿Y si no la volvía a ver?. Asintió, pensando que ese sentimiento era normal, aun así salio de la cabaña. Oyó gritos distantes. Durante una fracción de segundo se quedo ante la puerta de la cabaña de Hagrid sin saber que hacer. Corrió cerca del lago y miro como los dementores se acercaban, los destellos de plata que lanzaba su contraparte se esfumaron y...-
y entonces lo miro claro.
El otro Harry en el suelo, Sirius con la boca abierta y su alma saliendo de ella, y… Hermione, a un lado inconsciente. ¿Y si la perdía?. Ese pensamiento lo paralizo. No podía no debía dejar que nadie lo viera, pero su corazón dolía, le daba miedo el perder a su padrino pero lo aterro el ver como un dementor se acercaba desde atrás al cuerpo de Hermione.
Levanto la mano, pero su varita no estaba. Miro al dementor sosteniendo la cara de Hermione, el alma de Sirius fuera de su cuerpo, el otro Harry cayendo al piso semi inconsciente y con su varita en la mano. Su varita.
Salio de su escondite y corrió tan deprisa como pudo, los dementores se abalanzaron sobre de el, con sus bocas jadeantes y podridas intentando alcanzarlo, se barrio golpeando al otro Harry en el proceso y arrebatando su varita.
-ESPECTRO PATRONUM- grito y humo plateado salio de la punta, se aglomero con una figura grande,a lada y escupiendo fuego, ardiente fuego rojo.
Cruzo un bosque con Hermione a su espalda y evito mirar atrás, sabiendo que lo aterrador pasaría adelante. Inmediatamente tuvo que alejar a Hermione para protegerla de el mismo, aunque el corazón se le rompió nuevamente y gimió de dolor al escuchar por segunda vez que ella lo odiaba. Termino casi desmoronándose cuando Ron le grito que se fuera de Gryffindor, lloro caminar para salir de ahí y pasar a la siguiente vez que se aterro. Arañas gigantes arremolinándose sobre de el, solo con varita y sin… Amiji. Luchando con gryndilows para salvar a sus amigos, sin las branquialgas. Y al fin llego al cementerio, Voldemort levantándose nuevamente, el peleando por su vida, esta vez sin la ayuda de sus padres y por ultimo corriendo en lugar de volar para huir.
Apenas logrando lo, herido, adolorido, aterrado, desolado y cansado llego a un lugar.
Una casita, vieja y colorida. Al principio pensó que se la prueba se había ido de su mano, pero vio el letrero de la puerta y su corazón dejo de latir, Quería gritar por ayuda, le faltaba el aire, todo giraba y las palmas le sudaban. Era diferente a todas sus pruebas anteriores, su cabeza dolió, obligando lo a cerrar sus ojos. Al abrirlos estaba en una habitación acogedora, un solo sillón mullido y una cuna, con una lampara en forma de araña con figuritas infantiles sobre la cabeza de tres personas y cientos de imágenes que tenían a aquellas personas. Se llevó una mano al estómago y la otra al pecho, comenzaban a doler a través de punzadas penetrantes, el aire le faltaba y su cuerpo no pudo moverse.
-¿Te gusta Harry?- pregunto su mamá, agitando una calabaza que hacia sonidos gracioso y daba saltitos en la palma de su mano.
EL pequeño bebe que estaba sobre el regazo de ella, reia e intentaba tomar con sus pequeñas manos aquella pelota.
-Vamos amor, Yo lo hice. Claro que a mi muchachito le gusta-Dijo la voz de su padre sonriendo le su madre.
- El no es como tu James- contrarresto su madre y sonrió al ver la cara e dolor en su padre- EL sera mucho mejor-
Una explosión ocurrió abajo, su padre se levanto y saco la varita de su bolsillo.
-¿Que ocurre?-pregunto su madre tomando al pequeño Harry que lloraba del susto.
-Es el...no se como, pero nos encontró- dijo su padre saliendo de la habitación y caminando por un pasillo- protege a Harry….
-¡JAMES!-Flaqueo la voz de su madre.
-¡PROTEGE A HARRY, VE!- le grito y se veía en su rostro la preocupación y temor.
Su madre regreso a la habitación, lo metió en la cuna y en un movimiento de la varita movió el resto de muebles a la puerta. Ella lo miro y sonrió.
-Todo estará bien, mi amor- dijo mientras sacaba algo de entre su ropa y lo miro con angustia.
Golpes, gritos y algo cayendo al piso. Harry lo supo, su padre acababa de morir. Las piernas le fallaron y callo de rodillas. El recuerdo doloroso surgió. Por eso no recordaba o se negaba a recordar cada vez que salia a la torre flotante, había revivido la muertes de su padre por lo menos cuarenta veces. Sabia lo que venia.
Su madre grabo una runa en la frente del bebe Harry con algo parecido a una poción, un solo símbolo, antiguo y poderoso que se perdido en el tiempo. Un estallido y la puerta voló, junto con los demás muebles que la atrancaban. Entonces lo vio, un lord Voldemort diferente a todos los demás. Vestido con una túnica negra pero limpia, su nariz como rajas, sus sin cabello y la piel pálida pero sus ojos eran de un azul intenso. Vio como levanto su varita y la de su madre salia volando aterrizando lejos.
-¡Harry no, Harry no, por favor Harry no!-dijo su madre mientras caminaba hacia atrás tapándole la vista.
-¡Apártate, muchacha estúpida... hazte a un lado, ahora.!- dijo Lord Voldemort con voz calmada y fría.
- Harry no! ¡Por favor… ten misericordia… ten misericordia!. - dijo su madre girándose y mirando de frente al pequeño Harry.
Voldemort se rio fríamente.
-¡Harry no! ¡Harry no! ¡haré cualquier cosa! Mátame... mátame a mí en su lugar..." -dijo su madre intentando sonrerir al pequeño Harry que dejaba caer dos lagrimas mientras intentaba alcanzar con sus manitas a su madre.
-¡Ésta es mi última advertencia...!-dijo Lord Voldemort alzando su varita.
Su madre acerco los labios a la frente de Harry beso la runa y brillo de un tono rojo claro, y se desvanecía en la piel del bebe. El se llevo su mano a la frente e intento alcanzar ese beso a través del tiempo y el espacio.
-Cuidate mi amor, se fuerte. Recuerda que mamá y papá te aman-dijo su madre alejándose y apretando los labios, como si le costara alejarse.- Y escucha...-
-No por favor-gimió Harry interrumpiendo ya que no dejaba de temblar del terror.- No lo hagas. Deja que me mate-
Se acerco a su madre gateando e intento tocarla, su mano paso a través de su cuerpo y callo al piso.
-¡Avada...-
Harry estallo, se levanto y salto enfrente de su madre, gritando y rogando que el fuera el que muriera y no su madre. La habitación se ilumino un segundo de color verde. Sintió un tirón del cuello y callo al suelo… o al agua, golpeándose la mejilla y sintiendo la humedad en su cara. No era agua era llanto, mientras apretaba sus manos y tronaban sus dedos, con la cabeza pegada a la superficie y llorando, gimoteo sin que nadie lo evitara.
-Aun no entiendes ¿verdad?-dijo la voz de la dama echa de agua.
Levanto la vista un poco y pudo verla sentada sobre lo que parecía una silla de hielo.
-¿Por que me torturan así?-pregunto Harry aun gimoteando y rechinando los dientes.- Se que es mi pecado, se que es mi culpa, se que debí morir ese día… ¿Por que me lo recuerdan?-
-Por que aun no lo comprendes- dijo la dama mirando el cielo de aquel lugar, el sol comenzaba a ponerse detrás de las montañas.- Aun no la escuchas. Tienes una ultima vez, por lo que puedo ver, aprovecha para escucharla -
-¿Por que ellos?-pregunto Harry molesto e intentando levantarse, sus piernas no respondían y sus manos no podían sostener ni su peso.- ¿Por que a mi?, ¿Por que todo a mi?-
-No lo sabes Harry, pero en ese momento tu destino no solo sello el que fueras la perdición de Tom, también sello que fueras tu el que pasara por todo esto.- dijo la dama mientras se inclinaba para susurrarle al oído con una voz diferente una convinacion del hombre del velo y la suya
-Rey de los Mago, Rey Dragon-
Harry se paralizo y alzo la vista lentamente, esta envuelto en la oscuridad y el velo a la vista. La figura detrás del velo sostenía algo en su mano derecha, algo que nunca antes vio Harry, era un objeto alargado que tocaba el suelo y subía hasta encima de su cabeza, como un tubo ancho.
-Tu ultima oportunidad la tendrás pronto. Asegurate de no olvidar-dijo aquel hombre con un destello de aquel objeto que sostenía lo cegó.
Despertó, nuevamente en el piso de la torre flotante, temblando como loco, jadeando, llorando e incluso un pequeño charco de llanto y sudor yacía bajo su cuerpo. Recordaba todo. Solo en aquella torre dejo salir todo su dolor. Grito con fuerza y dolor, haciendo que todo en aquel lugar temblara, su magia exploto inundando el lugar, ahí donde tocara su magia salían lineas de fuego quemando e carbonizando el lugar, las únicas ventanas estallaron y el cristal se convirtió en polvo. Se desmayo jadeando y adolorido.
Afuera en la todo Hogwarts veían un espectáculo muy parecido, tembló tan fuerte mientras el grito desgarrador se escuchaba en cada rincón que desordeno todo lugar, las ventanas, puertas se partieron y estrellaron. Estatuas de piedras y las armaduras se movieron bruscamente mientras lanzaban llamas que quemaban a su alrededor. Los fantasmas como Nick o pevees se quedaron petrificados durante minutos sin poder moverse. El calor aumento a tal grado que parecían en un desierto. Al acabar, la temperatura se desplomo tan rápido que adentro del castillo comienzo a nevar. Alumnos y profesores estuvieron asustados por horas mientras que todo regresaba a la normalidad poco a poco, dejando de nevar y recomponiendo puertas y ventanas.
-Despierta- dijo una voz familiar.- Por favor amor, despierta-
Una milésima de segundo basto para que supiera que era Hermione. Abrió los ojos lentamente, se encontraba en su habitación, sobre su cama, con Hermione, Ron, Neville, Fred y George viéndolo con la cara pálida. Tenia un trapo húmedo en la frente y su mano apretaba la de Hermione. Harry cerro los ojos nuevamente con lentitud. El golpe de las imágenes grabadas en su memoria le era incluso doloroso respirar.
-¿Que sucede Hermano?-pregunto Ron preocupado.
-Te encontramos jadeando y arrastrando te debajo de tu cama -añadió Ginny con voz ahogada.
-Es por lo que paso en Hogwarts, todos vinieron a preguntarnos si fuimos nosotros...-comenzó George.
-Pero eso no solo fue una broma… la verdad… fue…-continuo Fred
-Aterrador-acabaron ambos.
Sintió su garganta punzante, sin en cambio logro decir.
-Largo-
-¿Que?-fue la pregunta general.
Deseo gritarles que se fueran, lo dejaran solo, que simplemente se olvidara que existía y que lo dejaran ahí para morir llorando. Sin en cambio se mordió la lengua mientras gimoteaba y sus lagrimas salían sin control. No podía gritarles cuando no tenían la culpa y por mas que doliera, sabia que eso seria un grave error.
-Por favor- dijo aun con mas dolor- Déjenme un rato solo-
Se miraron tal vez preguntándose que pasaba, con su mano libre coloco su antebrazo sobre sus ojos y apretó los dientes esperando a que se cansaran y salieran.
-Estaremos aquí, cuando nos necesites-dijo Ron con la voz algo triste. Sintió el peso de la cama aligerarse y como los pasos se alejaban.
Hermione dejo de apretar su mano y comenzó a soltarla. Eso fue igual a sufrir volver a ver morir a su madre. Dudo, pero apretó su mano a tiempo sosteniendo el anular de ella. Tardo unos segundos en el que ella se mantuvo parada luego abrió sus dedos y envolvió su mano con la suya. Lentamente ella le acaricio el cabello, le cambio el trapo húmedo e incluso le acaricio el pecho. Por primera vez no funciono. Su corazón no latía y si lo hacia era lentamente, su cabeza ardía y las lagrimas no paraban de salir.
¿Cuanto tiempo paso? No lo supo, no le importaba e incluso solo quiso quedarse ahí para siempre. Empezó a dormirse lentamente, en cuanto cerro los ojos su madre bajo una luz verde apareció.
-¡NOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!-Grito sentándose rápidamente en la cama.
Todo el dormitorio estaba claro, su mano sostenía la de Hermione que hacia una mueca de dolor. El tardo en saber que pasaba, la soltó de inmediato.
-Lo siento, lo siento, de verdad lo siento- comenzó Harry mientras lentamente se llevaba las manos a la frente y se clavaba las uñas queriéndose arrancar la cicatriz, quería eliminar todo lo que significaba, todo lo que lo conllevaba, todo su destino- Perdoname, perdoname, por favor perdoname-
-No Harry, no- decía Hermione tomando sus manos, intentando evitar que se hiciera mas daño- No lo hagas Harry, detente, te haces daño-
-Es mi culpa, es mi culpa, todo esto es mi culpa- dijo mientras Hermione retiraba sus manos con fuerza y las entrelazaba con las suyas.
-¿Que es tu culpa? ¿Por que necesitas que te perdone?-pregunto Hermione llorando a la par que el, mientras su cara mostraba un semblante de no haber dormido bien.
-LOS MATE-grito y Hermione ahogo un grito- YO FUI EL QUE LOS MATO-
-¿A quien?-
-A mis padres, es mi culpa, yo fui, si yo no existiera...-
Una mano de Hermione soltó la suya y antes de saberlo, le dolía una mejilla, un dolor ardiente que subía desde su mandíbula y se concentraba en su pómulo.
-NO VUELVAS NI SIQUIERA A PENSAR EN ESO HARRY JAMES POTTER O ME CONOCERÁS DE VERDAD ENOJADA-Grito Hermione soltó sus manos y tomo su rostro.
Por primera vez en esos momentos la vio bien, estaba aterrada, enojada, triste e incluso cansada y lo sabia solo por esos ojos que conocía bien. Sintió el aliento de ella en su rostro. El sabor a sangre en su boca le indico que la fuerza de Hermione era de verdad envidiable. Su labio tembló sin control y dejo caer su frente contra la de ella. Lloro silenciosamente y Hermione se unió a su llanto. Sin saber como terminaron acostados, abrazados el mojando la misma almohada. Se miraron a los ojos.
-¿Fueron tus padres?-pregunto Hermione hipando.
-SI- contesto Harry apretando la cintura de ella.- La prueba… es...-
-No tienes...que decírmelo-aseguro Hermione sosteniendo su rostro entre sus manos, como si eso fuera lo único que lo mantenía centrado. Y como siempre tenia razón.
-Tengo que revivir cada momento que e estado aterrado y superarlo sin lo que me salvo la primera vez- dijo Harry lentamente.- La ultimo… la ultimo… la muerte de mis padres-
Hermione abrió la boca y estuvo a punto de decir algo pero Harry continuo, si paraba no podría hablar nunca mas de ello.
-Escuche a mi padre caer a manos de Voldemort, y a mi madre rogando por mi vida, yo solo pude estar parado sin moverme, ella me salvo, ella entrego su vida por la miá y...-Harry dejo un segundo mientras lo pensaba, ella era Hermione no tenia que temer pero se sentía tan mal.- No se si hicieron lo correcto-
-Salvaron a su hijo, eso es lo correcto- dijo Hermione rápido mientras apretaba mas su rostro.
-Por mi culpa a regresado Voldemort. Si no hubiera pensado en sacar su pedazo de alma de dentro de mi, el...-dijo Harry entre avergonzado y enojado consigo mismo.
-DETENTE- Le advirtió Hermione con voz firme a pesar de soltar algunas lagrimas. - Nadie te puede culpar por querer sacar algo de tu alma que no te pertenece y ademas de que tu me lo dijiste ¿Recuerdas?-
-¿Que?-
Hermione dejo salir un suspiro.
-Voldemort busco tu sangre para poder complementar su ritual, pero bien pudo haber utilizado la sangre de cualquier otra persona. -dijo acariciando sus mejillas- El que siempre seas tu, solo es es el capricho de Voldemort, no es tu culpa. Desde que naciste has evitado que el se apodere del mundo mágico y sin que te lo propongas, simplemente estando ahí. Una y otra vez, solo siendo tu mismo-
-Falle-termino Harry cerrando sus ojos y recordando el cementerio nuevamente, las voces de sus padres, Amiji y el dolor que le provoco.
- No es cierto. Viviste, para detenerlo en un futuro. Sobreviviste para ponerle un fin. Hubieras fallado si hubieras dejado que el terminara contigo- finalizo Hermione con la voz seria.
Harry simplemente abrió los ojos, con ella a centímetros y pensando en sus palabras.
-No quería terminar la prueba de Griffindor. Deseaba de alguna forma volver y verlos nuevamente ahí conmigo, solo quería escucharla nuevamente-finalizo Harry apretándola del todo contra su cuerpo y dejando su rostro sobre el de ella sintiendo su piel, su olor y dejando que sus emociones fluyeran- Quería evitar que Voldemort la matara por que si lo lograba, tal vez, en alguna forma loca podría tener una vida diferente-
Hermione se mordió los labios y con dolor en los ojos y la voz dijo.
-No puedes salvarla. Ni a ella ni a tu padre. Ellos murieron-
Eso fue como si todo su cuerpo entrara en agua mas que congelada, ni siquiera el dolor que sufrió antes de terminar la prueba de Slytherin se le comparo. Fue un segundo donde odio a todo el mundo, donde se sintió traicionado, erado y maldecía a cada segundo de su vida. Sin embargo temblando y nuevamente dejando salir lagrimas asintió, no tenia opción, era cierto lo dicho por Hermione y después de todo siempre lo tenia presente.
-Pero ellos viven aquí-dijo Hermione soltando una de sus manos y llevándola al pecho de Harry- Su recuerdo, su sacrificio, su alma e incluso su amor. Todo lo que ellos amaron esta aquí y aunque pase el mundo caiga en oscuridad eso nunca morirá-
Harry no pudo evitar sonreír, mientras tomaba la mano de Hermione sobre su pecho y pensaba en la palabras que escucho de su madre.
"Recuerda que papá y mamá te aman"
-Ya no estas solo- termino Hermione rosando sus labios con los suyos.- Siempre me tendrás a mi-
-Gracias- respondió Harry besándola, un solo beso suave con sabor salado.
Los minutos pasaron, ninguno dijo nada solo se miraron. El ni siquiera se percato cuando dejo de temblar o de llorar, su respiración se acompasaba y de repente pensó en las palabras de Griffin y de la dama echa de agua. "No hagas nada", "Aprovecha para escucharla".
-Tengo que terminar todo esto, antes de que se me acabe el tiempo- dijo Harry después de un par de minutos.
-Lo lograras-dijo Hermione con una mueca de preocupación.
-Acompañame- dijo Harry levantándose sin soltarla de la mano. Ella sin protestar los siguió.
Movió su cama, bajo por la escalera y se adentraron por la sala de menesteres para llegar a la torre flotante. Adentro toda la piedra se veía quemada, Y ahí donde Harry se desplomo se formo un cráter lo suficientemente grande para que tres o cuatro personas entraran sin problemas. Lo que sorprendió a ambos fue las puertas de las pruebas, ya no estaban, solo tres agujero totalmente oscuros y desprendiendo su distintivo elemento. Camino lentamente enfrente de la puerta de Gryffindor. Soltó a Hermione. Y sin decir nada mas traspaso la puerta con decisión.
Y su mente esta ves era clara. El fuego esta vez no subía por su piel, salia de su piel. Nuevamente la llama tan roja como el acero ardiendo salio directo a su sien y en un inesperado momento se torno dorada. Toda su vida paso por sus ojos pero en reversa.
Estaba parado frente a todos los de la realidad perfecta y aun si dándole las espalda para regresar a su mundo. Al girar se encontró en el ministerio y sin pensarlo dos veces corrió a ayudar al señor Weasley, esta vez sin Dobby, kreacher o winky. Al llegar a el se desvaneció, permanecía en un bosque con los músculos adoloridos y un enorme gigante enfrente de el, sonrió y antes de saberlo siguió corriendo para eliminarlo, la imagen se volvió a desvanecer y esta vez apareció Sirius y Lupin pidiéndole su capa y mapa, el ni siquiera se inmuto siguió corriendo otra vezando la pared que parecía echa de humo, atrezo una sala de tribunal, un callejón oscuro y frio, privet drive, pero no se detenía seguía corriendo, atravesó el cementerio donde dudo un segundo pero no dejo de mirar hacia enfrente.
Continuo avanzando por sus memorias, el laberinto, la muerte del señor Crouch, adentro de la boca de Salazar Slytherin, el bosque de aragog, la sala de menesteres, la torre de Gryffindor, el tren de Hogwarts, el bosque tenebroso e incluso paso dementores tan rápido que apenas se percato de ellos. Le dolían las piernas y la mente pero continuo corriendo hacia atrás, pasando por un estadio lleno de dementores, el hipogrifo buckbeack, el autobús noctambulo, la cámara de los secretos, Hermione en la enfermería petrificada, el sauce boxeador, el espejo de oesed, el tercer piso del lado derecho, y por ultimo se cruzo con su alacena.
Tanto paso por su mente que ni siquiera supo si fue en un segundo o volvió a vivir las de verdad. Solo supo que nuevamente estaba ahí parado. Al principio de su historia. En aquella casa, en su primera habitación de bebe, con las tres personas y cientos de imágenes que tenían a sus familiares.
Como la anterior vez se llevó una mano al estómago y la otra al pecho, comenzaban a doler pero ignoro el sentimiento
-¿Te gusta Harry?- pregunto la voz mamá, mostrando la pelota.
-Vamos amor, Yo lo hice. Claro que a mi muchachito le gusta-Dijo su padre.
- El no es como tu James- contrarresto su madre y sonrió al ver la cara e dolor en su padre- EL sera mucho mejor-
La explosión ocurrió abajo, su padre se levanto y saco la varita de su bolsillo.
-¿Que ocurre?-pregunto su madre tomando al pequeño Harry que lloraba del susto.
-Es el...no se como, pero nos encontró- dijo su padre saliendo de la habitación y caminando por un pasillo- protege a Harry….
-¡JAMES!-Flaqueo la voz de su madre.
-¡PROTEGE A HARRY, VE!- le grito.
Su madre regreso a la habitación, lo metió en la cuna y en un movimiento de la varita movió el resto de muebles a la puerta. Ella lo miro y sonrió.
-Todo estará bien, mi amor- dijo mientras sacaba algo de entre su ropa y lo miro con angustia.
Harry se olvido de los golpes y gritos de abajo, miro el frasco que sostenía, no era una poción como siempre pensó, era un hilo de color dorado e iluminado de plata. Entonces escucho como su padre cayo y el silencio repetido, como todas las anteriores veces sus rodillas fallaron callo de sentón al piso y se recargo en la cuna, con el pequeño Harry detrás.
Su madre levanto la varita con el hilo de plata y lo movió alrededor de la frente del bebe Harry. Un estallido y la puerta voló, junto con los demás muebles que la atrancaban. Lord Voldemort entro. El odio surgió dentro de su estomago, pero no se movió las palabras de Griffin le pegaban en su mente "No hagas nada", entendió que debía dejar que todo ocurriera ya que aunque se moviera todo ya estaba en el pasado.
-¡Harry no, Harry no, por favor Harry no!-dijo su madre mientras caminaba hacia atrás directo al bebe.
-¡Apártate, muchacha estúpida... hazte a un lado, ahora.!- dijo Lord Voldemort con voz calmada y fría.
- Harry no! ¡Por favor… ten misericordia… ten misericordia!. - dijo su madre girándose e inclinándose para quedar enfrente del pequeño Harry sin en cambio su rostro se encontró mirando al de Harry.
Su cabello rojo, sus facciones finas, su nariz algo respingona, su piel algo pálida y esos ojos, tan verdes y destellantes, como los que vio todos los días de su vida. Sus mismos ojos.
Voldemort se rio fríamente.
-¡Harry no! ¡Harry no! ¡haré cualquier cosa! Mátame... mátame a mí en su lugar..." -dijo su madre intentando sonreír.
Harry dejo caer lagrimas mientras alzaba las manos para intentar alcanzar la cara de su madre, solo una vez, solo por un momento quería sentirla. Sus manos atravesaron su rostro, sin en cambio su madre sonrió ampliamente. No era frio como tocar un fantasma, era cálido y sus dedos se sentían como electrificados.
-¡Ésta es mi última advertencia...!-dijo Lord Voldemort alzando su varita.
Su madre se inclino mas, y acerco los labios a la frente de Harry, no al bebe a su frente. Sintió un calor cuando ella lo beso y sintió arder su alma, que todas sus fuerzas se amplificaban y por un solo segundo fue completamente feliz. Se desvaneció en cuanto ella se aparto. Vio a Voldemort detrás de ella, alzando la varita y abriendo la boca.
-Cuidate mi amor, se fuerte. Recuerda que mamá y papá te aman-dijo su madre alejándose y apretando los labios entonces lo supo por el dolor en sus ojos a su madre le dolió alejarse. Recordó lo que dijo la dama echa de agua y solo la miro directo a los ojos.
- Y escucha no importa que pase, Se feliz-
-Si-gimió Harry dejando caer lagrimas y mientras evitaba girar la vista o cerrar los ojos- Adiós mamá-
-¡Avada kedavra!- dijo la cruel voz de Voldemort mientras reía.
Todo se ilumino de verde esmeralda, y estallo. Una nube de Polvo y astillas volaron en todos sitios. Pero nada llego a su cara o cuerpo, todo se suspendió en aire y tan pronto como empezó termino. Las llamas surgieron del suelo envolvimiento lentamente.
-¿Como te encuentras Harry?-pregunto la voz de Griffin, Harry no necesito girar para verlo, estaba de frente y sentado igual, en el suelo.
-He visto morir a mi madre nuevamente. Debería estar devastado… pero me siento, agotado y harto- finalizo Harry dejando salir un suspiro.- Podemos terminar la prueba, ya se todo lo que me quieres decir-
-Solo te diré; Bien echo Harry- dijo Griffin sonriendo- Nadie desde siglos ancestrales, tiene tu fuerza. Bien echo. Descansa… por ahora-
Abrió los ojos con el cuerpo cubierto en fuego rojo. Sintió un tirón de la pierna y vio el grimorio salir de la bolsa en su pierna, abrirse y comenzar a pasar las paginas vaciando toda la información en su mente. Al acabar a Harry le dolía todo, excepto que se sentía mucho mas fuerte que nunca. La habitación se encontraba encendida en fuego, aun así camino sin quemarse y salio tembloroso.
Y ahí esperaba Hermione, sentada al otro lado de la habitación, con las rodillas en el pecho mientras jugueteaba con su túnica. AL percatarse que el salia, se levanto. Salio intentando sonreír pero no pudo. Inmediatamente se lanzo a el y lo abrazo, el respondió de igual forma.
-¿Todo bien?-susurro a su oído.
-Lo logre, solo que no estoy feliz.- dijo Harry separándose un poco.
-Entiendo-dijo Hermione acariciándole el rostro.- Todo termino...-
-NO- respondió Harry sosteniéndola por la cintura- continua, siempre continua, de formas insospechadas y misteriosa-
-Mi poeta favorito- dijo Hermione sonriendo luego mirando detrás de Harry.- ¿Y eso?-
Harry miro por encima de su hombro, viendo las puertas de Hufflepuff y Ravenclaw abierta. La de Gryffindor se sello, dejando al igual que la anterior el emblema marcado fuertemente en la pared.
-Eso puede esperar a pascua- dijo Harry mirando a Hermione, la cual volvió a parecer frustrada.- No puede ser peor, que revivir la muerte de tus padres ¿o si?-
Lo pensó un segundo.
-Por supuesto que no- contesto Hermione y el sintió nuevamente que algo lo llamaba.
No era la torre flotante y menos las dos pruebas restante, algo muy lejos fuera de Hogwarts. Sus ojos pesaban y su mente sobrecargada dolía, lo cual le obligo a dejar de pensar.
-¿Que hora es?-pregunto Harry rascándose la nuca. Después de todo, había revivido toda su vida y técnicamente para el pasaron horas o días antes de regresar a la realidad.
-La madrugada del Lunes- dijo Hermione cansada, vio que parecía no haber dormido.
-Espera vine a la torre el… Viernes en la tarde- dijo Harry sorprendido- ¿Han pasado dos días completos?-
-Te encontramos el Sábado en la tarde y te cuide hasta ayer domingo en la mañana.- Termino Hermione con los ojos casi cerrándolos.
-¿Esperaste hasta ahora?-pregunto Harry sonriendo por primera vez, Ella asintió y la vio como lentamente dejaba que su cuerpo se relajara.- Por eso te amo, mi comilona de libros-
-Tonto-dijo Hermione con una sonrisa.
El simplemente paso un brazo por debajo de las piernas de Hermione y otra por su espalda mientras ellas cerraba sus manos detrás de su cuello. Camino lentamente hasta su habitación y cerro las escaleras, se recostó junto con Hermione. Podia escuchar a sus compañeros de habitación durmiendo, pero el simplemente miro a Hermione pensando que esos últimos días fueron demasiado largos Aunque para el fueron tal vez mucho mas largas de lo normal.
Cerro las cortinas y hechizo ese pequeño lugar para pasar el resto de la noche tranquilos. Deseo poder dormir después de dos horas mirando a su hermosa novia. Reflexiono lo aprendido del grimorio. Levanto la mano y antes de saberlo tenia una espada de plata, con gemas rojas en su empuñadura y una hoja delgada y filosa. De un lado se leía "Godric Gryffindor". Pensó en la magia elemental de fuego y el filo de la espada se incendio, dejando que todo el lugar se calentara.
Un arma que podía destruir a su enemigo, pero al mismo tiempo que podría dañar al usuario, daba calor al mismo tiempo que destruía, podría ser un escudo fuerte o un arma irrompible, energía en movimiento y al mismo tiempo estática, controlable mientras ardía tranquilamente e incontrolable cuando no se cuidaba. Entendía el fuego, pero al mismo tiempo le tenia respeto por que nadie debía jugar con el, a menos que quisieran quemarse.
Apago el fuego y desapareció la espada. Aun mirando el techo y pensando en como utilizar sus nuevas habilidades. No se le ocurrió alguna. Sintió a Hermione cerrar sus manos en su pecho y gruñir, bajo su mano sintiendo que ella se encontraba algo fría, la envolvió con su cuerpo y vio como sonreía lentamente.
El fuego era algo que podría destruir, pero la destrucción no siempre significaba el final de las cosas, también podía significar el comienzo de algo nuevo y mejor.
-¿Todo bien?-pregunto Ron en cuanto se levantaron.
Hermione se mantenía debajo de la capa de invisibilidad para evitar que Dean, Seamus la vieran, aunque se irían a clases tan pronto como pudieran.
-Lo siento… por lo de ayer- dijo Harry abriendo la puerta de mas para dejar pasar a Hermione.- Fue relacionado con mis padres y… bueno...-
-Necesitabas tu espacio y tiempo, lo entiendo ¿Pero estas mejor ahora?-pregunto Ron dándole unas palmatidas en la espalda.
-Claro- contesto Harry mientras sentía como Hermione se despegaba de su lado para ir a la habitación de las chicas.
Llegaron a la sala común, donde Fred y George parecieron esconder algo, luego sonrieron.
-Ha son ustedes. ¿Como estas Harry?- dijo Fred con una sonrisa.
-Se ve que no dormiste mucho...¿Diversión con Hermione?- pregunto George remarcando la palabra diversión.
Se le subieron los colores mientras negaba con la cabeza.
-No, ella… no…. Bueno… no pasado nada entre nosotros- dijo Harry tartamudeando ante las insinuaciones.
-Tranquilo Hermano, solo están algo… ansiosos- dijo Ron con una sonrisa uniéndose a los gemelos.
-¿Ansiosos? ¿De que?-pregunto Harry esperando que no fueran mas insinuaciones.
-Harry te presento a mis dos planes- dijo Ron pasando el brazo por los hombros de sus hermanos y ellos hicieron lo mismo.
-¿Ahora nos llamamos planes?- pregunto George con una risita- Yo pido ser plan 1-
-Yo plan 2, o plan de reserva o el plan b, el mejor plan, plan macabro, el plan guapo o Gred- dijo Fred riéndose también.
-No tienes ni idea de lo que le espera a Umbridge- dijo Ron y hizo una sonrisa macabra.- Deseara no haberse metido con Pendragon-
-Aun no estamos listo, pero en cuanto lo hagamos- dijo Fred sonriendo también.
-Ho deseara nunca volver a pensar en ser director- dijo George uniéndose a las sonrisas de sus hermanos.
Harry miro las miradas de Fred y George. No dudo que A Umbridge le llevarían a todos sus limites y que la enloquecerían. Prefirió no pensar en lo que podían hacer eso tres juntos. Así que sonrió un poco preocupado por la integridad física de Umbridge y la locura que se desataría en el colegio en cuanto comenzaran su plan. Después de todo, el fuego y las fuerzas de los hermanos Weasley unidas, podían destruir todo en cuestión de horas.
