Hola de nuevo a todos aquellos que siguen esta historia, he de decir que tengo un par de asuntillos en mi vida cotidiana que hará que tarde mas en subirlos... aparte de que tengo que escribirlos claro. Solo mencionare que volvete a ser tío y que tengo aun mas responsabilidades. De tal forma que puede que tarde mas en subirlos, tal vez de una semana y media a dos. De todas formas no se preocupen ni enojen, yo me comprometo a continuar y entrega capítulos antes de que termine el año.
Espero poderlo cumplir.
Se que también esperaban un capitulo con Harry, la verdad es que me interesaba mas terminar con Hermione, para ir con Harry. Y como ya hemos visto que el tiempo de Harry trascurre diferente pues... esperare a que pase un tiempo con Hermione para mostrarles que hace el.
Nos esperan grandes eventos, aventuras caoticas y un monton de palabras por leer. A si que queridos lectores : Lean, Disfruten y dejen su Reviews
El derecho de los personajes son de J. K. Rowling
Capitulo 60.- Diálogos nocturnos de Herencias, profesores e Hipogrifos.
El viaje en el autobús noctambulo fue un poco desastroso. Principalmente fue el echo de aquella chica, Violet, sonrío al percatarse de que era Dumbledore quien tomaría el autobús. Inmediatamente le ofreció lo mejor que tenían en el autobús, que era una bebida caliente, no dejo que pagara su pasaje y casi no pudo dejar de tartamudear cuando le pidió su autógrafo. El profesor, con sus muchos años de enseñanza, no dejo de sonreír mientras asentía e intentaba hacer que aceptara el pago. Pudo ser su imaginación, pero las mejillas de Dumbledore se sonrojaron cuando ella le paso pluma y pergamino para que firmara.
Después fue que Hermione no creía la suerte que tenia, la chica también la reconoció y parecía dispuesta a pedir otro autógrafo, pero Ernie el conductor gruño. Ya llevaban un buen tiempo parados el estrecho pasillo.
-¡Tomen el asiento que gusten! ¡El autobús esta aun algo vacío!- dijo la chica pero aun observándola, cosa que la incomodaba.- ¡Por cierto! ¡Muchas gracias Profesor!-
-¿Enserio llegaremos en autobús?-pregunto su padre una vez sentados.- ¡No es algo muy muggle!-
-Hoo… el problema mi estimado, es que aunque soy muy bueno en la desaparición conjunta, no suelo llevar a 4 personas conmigo y por lo consiguiente podría crear una desparticion- dijo el profesor que lucia muy raro sentado a lado de Sofí y volteando para verlos mejor- Creí que seria prudente no exponerlos a un traslador, no quiero ni pensar perderlos a mitad de camino y por ultimo era ir volando. Pero seria un viaje largo.-
-Profesor, ¿No es un viaje igual de largo en autobús?-pregunto Sofí con inocencia.
-Agárrense de donde puedan- dijo Hermione cuando resonó el motor, sus uñas se clavaron en el asiento de frente mientras esperaba el golpe.
- ¿ por que?- pregunto su madre, pero no fue necesario responder.
Al siguiente segundo el autobús salia disparado, como una cohete directo a la luna, pasando por una carretera repleta de autos que de alguna forma lograba evitar, también diviso una imagen de Oxford, aunque solo fue por un segundo.
-¿Pero esta chatarra a que velocidad puede llegar?-pregunto su padre verde mientras se sostenía del canto de la ventana.
-Depende- dijo Violet llegando de improvisto, caminando con tranquilidad y sonriendo como si no fueran a mas de 800 kilómetros por hora.- Esta lento hoy, después de todo es su segundo día consecutivo, últimamente no estamos teniendo muchos clientes-
-¿lento?-pregunto Sofí con la voz aterrada pero sin que Hermione la viera, casi oculta por la ropa del profesor, al parecer estaba sosteniéndose de su brazo, el solo parecía divertido.
El autobús, andaba por un camino labrado mientras a su izquierda se vea incluso el mar. Hizo una parada rápida donde bajaron un brujo muy extraño, seguido de un niño.
-Por cierto...¿Eres Hermione?-Dijo Violet con una mirada nerviosa, mas para Hermione que era menor que ella y aun así parecía verle como una chiquilla a su hermana mayor-¿Esa Hermione? Digo ¿Hermione Granger? ¿Verdad?-
-Eso creo -respondió Hermione sosteniéndose con una mano el estomago, se empezaba a marear. Odiaba ese autobús de velocidad supersónica.
-Es un placer conocerte, he escuchado mucho de ti, desde tu nivel superior de estudios en Hogwarts, hasta tu valentía para enfrentarte con "Quien no debe ser nombrado"- dijo Violet con un estremecimiento, y dudaba que fuera por un lago que cruzaban a toda velocidad y sin hundirse- ¡Eres increíble!-
-Gracias- soltó Hermione, pero no pudo sentir ni cohibida, ni orgullosa por que su mayor preocupación era que su padre vomitara sobre de ella. Estaba adquiriendo un tono verde irreal.
-¿Cuando…...lle….llega... llegamos?-pregunto con la voz baja y tapando su boca con una mano.
-Su parada, es después de ir a Manchester y dejar a un par en Kensington- dijo Violet agitando una mano como si le quitara importancia que irán a dos lugares muy apartados en cuestión de minutos y eso que Hermione no tenia idea de por donde andaba aquel trasporte del infierno- Unos minutos mas-
-¿QUEEEEE?-
-Hermione ...¿Si puedo llamarte así? No es muy grosero de mi parte… ya se. Señorita Granger- Continuo la chica como si nada, pero su mirada cambio a una mas sombría- Lamento lo del Lord Potter-
Ella se quedo en silencio, fue un golpe duro el tan solo escuchar esas palabras, entendía el por que las decida, solo que aun su mente y cuerpo no lograban procesarlas. Ante todo el mundo mágico Harry estaba muerto, no solo desaparecido, si no oficial mente muerto. Pero para era muy difícil el escuchar que la persona que mas amaba había muerto. Decidió no contestar, solo giro la mirada y espero a que no solo su dolor del pecho se fuera si no a que su revuelto estomago se apaciguara.
-Lo lamento, no debí de...- intento disculparse pero ella no le presto atención.- Yo, iré a ver si Ernie puede apresurarse-
Se fue por el pasillo, justo a tiempo cuando hacían otra parada, ella solo intento no mirar a ningún lado y por habito miro sus piernas, haciendo un esfuerzo monumental por no llorar, como todas esas veces anteriores que estaba sola en su habitación.
-¿Hija?-pregunto la voz de su madre detraes de ella.
Para ser la primera vez que se suba al autobús noctambulo, lo estaba pasando como si fuera en un auto normal y corriente. Hermione giro un poco la vista para verla, ella le miraba como si la quisiera ayudar, pero no sabiendo como. Esa mirada le recordó a ella misma, todas esas veces que quería ayudar a algo y no podía, o las veces que intento algo y fracaso. Sobre todo le hizo darse cuenta de la impotencia que sentía al no poder hacer nada por Harry.
-Estaré bien- dijo Hermione, aunque sin mencionar que en cuanto regresara Harry.
De un momento a otro el autobús se detuvo, la puerta se abrió y Violet dijo :-Afuera del pueblo muggle de Ottery St. Catchpole-
-Bien bajemos- dijo Dumbledore aunque luciendo una mirada rápida a ella.
-¡Genial!-medio grito su padre mientras parecía apresurado para salir, igual que Sofí.
Su madre la miraba preocupada, como si nuevamente todas esas preocupaciones que tenia ocultas quisieran salir a flote, y otra vez las oculto sosteniéndole del hombro mientras le sonreía. Hermione le tomo la mano, intentando que no se viera su tristeza, pero igual que siempre con sus padres, no pudo, dejo salir una mueca que hizo que su madre le apretara con gentileza su mano.
Bajaron un poco después que su padre, Sofí y el Profesor Dumbledore. Dos de los tres parecías mas verde que un sapo, sosteniéndose el estomago y la mirada perdida. Su madre y ella no pudieron evitar reírse un poco.
-Adiós, Profesor Dumbledore, Señorita Granger. Espero volverlos a ver.-dijo Violet aun algo roja.
Segundos después el autobús noctambulo se perdió, solo viendo a la distancia como las farolas se perdían entre las casas, y no se refería que fue por la calle entre las casas, mas bien que paso entre dos casas muy juntas y de alguna forma sin causar ningún estropicio. Dumbledore sonrió, se ciñó un poco más el cuello de la capa de viaje.
-Por eso deseaba que no viniéramos en el noctambulo-dijo Hermione palmeando le la espalda a Sofí, que gruñía.- Aunque ningún otro trasporte mágico hubiera sido fácil para ustedes-
- Correcto. Por eso tenemos el expreso a Hogwarts, se imaginan que el primer día tengamos llena la enfermería de estudiantes mareados. Ni el sombrero los podría colocar en sus casas- dijo Dumbledore como si hubiera sido un buen chiste.
-Por supuesto, pero yo creía que era para que los nuevos hicieran lazos con sus demas compañeros, que sintieran la exaltación por algo desconocido y nuevo. Mantenerlos a la expectativa de su futuro estudiantil- dijo su madre luciendo muy inteligente, casi a la par del profesor Dumbledore.- Hacerlos convivir, me parecería el mejor resumen.-
-Esa son muy buenas razones, creo que entiendo de donde ha sacado su inteligencia su hija-dijo Dumbledore ayudando a su padre que aun lucia verde, aunque ya estaba parado.
-No es para tanto, ayudo un poco Dany- dijo su madre con una sonrisa.
-¡EHHH!- dijo su padre molesto, pero de inmediato se sostuvo el estomago y se tapo la boca- Deja que me componga y...-
-Tranquilo mi amor, ya pasara- dijo su madre acariciándole el cabello mientras le besaba. -¿Mejor?-
-Puede que con uno mas...- insinuó su padre luciendo una media sonrisa.- o dos, tres, tal vez cuatro-
-ohhh… por amor a Merlín, quieren dejar de coquetear enfrente de su hija, de una niña de 14 y de mi director de colegio- dijo Hermione roja de solo ver como el profesor Dumbledore reía y sonreía al ver la escena.
-Tranquila, el amor es algo bueno, algo que no debe ocultarse- dijo Dumbledore con una mirada – De todas formas, creo que esta conversación debería continuar en un lugar mas tibio-
Pese a que Sofí, sus padres y Dumbledore mantenían una charla tranquila sobre los diferentes trasporte que los hubiera llevado sin consecuencias, lo cual era muy, muy, muy reducido. Ella por otra parte ella guardaba silencio, le era mas cómodo que exponer lo mismo que les decía el profesor, que los trasladores eran algo así como una fuerza magnética que enviaba cuerpos de un lado a otro, que los thestrals eran escaso y la ultima manada estaba en Hogwarts, las escobas eran lentas aunque mas seguras y que se perdió la magia de los portales en la quema de la real biblioteca de Alejandria.
Era la primera vez que actuaba junto al director de su colegio fuera de Hogwarts, pues por lo general los separaba un escritorio y sus platicas se concentraban mas en Harry. Respiraba el aire nocturno, lleno de olor a pinos, también a tierra húmeda y a Harry, o como su mente lo recordaba ese aroma fresco que le hacia sentirse querida y protegida.
-Por aquí- Dijo el profesor indicando un camino que se apartaba del pueblo. Echó a andar con brío por delante de una posada vacía y de varias casas, rebasando a sus padres y a Sofí y haciendo que ella avanzara igual de rápido, seguramente para hablar con ella un poco mas en privado. Según el reloj de una iglesia cercana, era casi medianoche- Y dime, Hermione, ¿Como has estado últimamente?-
Hermione volteo a ver al profesor, alzo una ceja y junto los labios, analizando al educador.
-Bien -contestó - ¿Por que lo pregunta?-
Vio que el anciano ponía cara de duda -Yo, creí que si Harry quisiera que alguien supiera que sigue vivo, esa serias tu. Solo esperaba tener noticias de el. Después de todo Voldemort ha bajado un poco la guardia, pero estoy seguro que aun esta a la defensiva. No puede darse el lujo de flaquear ahora, no después de que el mundo viera que alguien podría levantarse en su contra-
-Por que cree que estuvimos en constante comunicación este mes- Repuso Hermione recordando todas sus cartas escritas al profesor, algunas durante el mismo día y por diferentes lechuzas- Si Voldemort no se da el lujo de descansar, ¿Por que nosotros si? He intentado seguir todos sus movimientos preverlos, solo que...-
Doblaron una esquina y pasaron ante una reja de madera vieja y destartalada.
- Ha echo todo en su poder- termino Dumbledore alzando un poco su sombrero para verla. - De eso estoy seguro-
Subieron por un sendero estrecho por el campo mostrando un lugar amplio y lleno de mucha vegetación, con hileras de arbustos a ambos lados, pero no había ninguna señal de casa a la vista. El frío que, desde hacía dos semanas, se había instalado en todo Reino Unido reinaba también allí. Algo que no le agradaba mucho
-¿Por qué no nos aparecimos directamente en la madriguera a través de red Flu?-pregunto Sofí desde atrás.
-La madriguera esta dentro de la Red Flu, pero la nuestra no, por lo consiguiente necesitaríamos un permiso especial del Ministerio, claro que para eso se necesita tiempo y el ministerio tendría que saber que se trasportara a dos muggles por ella. Y si hubiéramos ido por esa vía, lo mas seguro es que el ministro Scremengour se hubiera negado rotundamente -Respondió Hermione sin poder evitarlo.- Además que a mis papás les pudo pasar igual que a Harry, perderse en su primer viaje en la red Flu-
-¿Cómo sabes que Harry se perdió?-pregunto Sofí sorprendida.
-No existen secretos entre Harry y yo, bueno no hasta antes de que desapareciera- dijo Hermione sintiendo como su pecho punzaba nuevamente.
Durante un minuto guardaron silencio, pero Dumbledore no hizo ningún comentario acerca de su relación con Harry, es mas pareció darle su espacio y dejar que aquella sensación se atenuara, aunque no desapareció.
-Podría preguntarte ¿Como es que te enteraste del atentado contra Madame Bones, y Ainia Abbott? Después de leer su carta apenas tuve tiempo de ir al ministerio y sacarla de ahí, lo mismo con la señora Abbott- dijo Dumbledore viendo las estrellas como si la respuesta estuviera ahí.
-Fue algo… complicado, como comencé a seguir historias de mortífagos, también sucesos extraños en el mundo muggle, poco a poco comencé a ver que no eran sucesos del todo al azar. Por ejemplo, la vez que el puente de Hadbrock fue atacado y cientos de muggles murieron, yo había intentado contactarlo por que...-
-Lamento no haber leído su carta de inmediato, estaba en una sesión con los del Winzengamot, una reunión bastante cansada y improductiva-dijo Dumbledore luciendo de verdad consternado- Cuando leí su carta, el suceso ya había ocurrido y no pude ni acercar me a la escena-
-… El punto es que días anteriores, en los periódicos muggles se decía que varias personas se encontraron muertas por sus alrededores, sin señal de daño, sin una sola cosa faltan te y lo que les extrañaba es que la policía recibió informes de tipos con capucha y luciendo estrafalariamente. Caí en cuenta que se referían a mortífagos. Por eso intente avisarle. Lamentablemente no pudimos evitarlo.- dijo Hermione observando a sus padres, que le lanzabas miradas muy serias y que de alguna forma entendían por que tanto periódico y horas estudiando esa maraña de datos que había colocado en su muro.- En los días antes del ataque a la casa de Madame Bones y de la Señora Abbott, alrededor de sus viviendas estaban los mismos rumores, personas extrañas, algunas con palos en las manos y mirando a todos como escoria. La desaparición de Emmeline Vance me dio una pista y por eso le pregunte de ella, al enterarme que era parte del miembro de la orden, una de las brujas mas capases y que trabajaba en el área de "Regulación y control de criaturas mágicas", entendí que iban por miembros fuertes. Ademas de que Emmeline estudio con Madame Bones y la señora Abbott, a pesar de ser de diferentes casas las tres fueron buenas amigas y lucharon en la primera guerra contra Voldemort. Solo le envíe la prevención de que estaban detrás de ellas. No hice nada mas.-
-Pero eso les salvo la vida, ahora se encuentran a salvo- dijo Dumbledore con una media sonrisa- Lupin llego a tiempo para tomar llevar a todos los Abbott a otro lugar, aunque que estuvieron algo renuentes a aceptar lo siguieron. Esa misma noche la marca tenebrosa se dibujo en cima de su morada. En el caso de Madame Bones fui en persona, de inmediato salimos del ministerio, quería ir a su casa pero en ese instante fue atacada, la lleve a donde ahora están los Abbott. Nos han agradecido mucho, solo que se han equivocado de persona, todos ellos le deben la vida a usted-
-No es cierto-dijo Hermione sonrojada- Yo solo quería evitar que hubiera mas desgracias-
-Es admirable sus intenciones- dijo Dumbledore sonriendo, parándose enfrente de un letrero clavado en la tierra y que tenia escrito.
"Propiedad Privada, cualquier traspaso sera consignado a las autoridades correspondientes"
-¿Seguro que es aquí?- pregunto su padre releyendo el letrero.- Parece de uno de esos lugares en los que los militares no dejan pasar a nadie-
-Le aseguro mi estimado que estamos en el lugar indicado- dijo Dumbledore, pasando la mano por el letrero.
Las palabras se revolvieron, las letras cambiaron de orden y apareció un nuevo rotulo.
" Amigo o Visitante, responda esta pregunta y las puertas de nuestra casa estarán abiertas para usted. ¿Como funcionan la matraca que se utiliza para los dispositivos Muggles?"
-¡Arthur!, De verdad que ha pensado en algo que ningún Mortifago o purista podría responder y casi estoy seguro que muy pocos Muggles responderían adecuadamente-dijo Dumbledore inclinando la cabeza- ¿Que sera una matraca?-
-Al fin, aquí entra mi sabiduría y experiencia. Ya vez mi amor, todos esos fines de semana revisando y reparando el clásico no ha sido en vano-dijo su padre avanzando y sacando el pecho-
-Adelante amor, contesta- dijo su madre con diversión.
-La matraca sirve para colocar un dado y desatornillar -dijo su padre con una sonrisa de lado a lado.
Las letras volvieron a flotar, has que escribieron " Cerca pero no tanto, intenta otra vez"
-pero… para eso sirve- dijo su padre confundido- A menos que todos estos años la aya utilizado de forma incorrecta-
-¿Desatornillar que?-pregunto Dumbledore a Sofí, ella se puso roja y comenzó a juguetear con su cabello, mientras intentaba explicarle al profesor, aunque era muy raro ver que el maduro educador fuera educado por una jovensita.
Hermione decidió acabar con eso y si estaba en lo correcto…
-La matraca es el brazo de palanca que permite aplicar torque en conjunto con el dado acoplado a ella, el mecanismo es reversible y permite hacer girar el dado en ambos sentidos, tanto para apretar como para aflojar.- dijo Hermione.
"Entre conocedor. Y hábleme mas del tema, pero sin decirle a Molly"
La protección cedió y dejaron ver la madriguera, aunque aun algo lejos.
-Es lo que dije- su padre apretando los labios- ¿Como sabias que era la explicación científica?-
La voltearon a ver y ella se mordió un labio..
-Es que en Navidad, Harry le regalo un juego completo de destornilladores, matracas, dados y demás cosas para que arreglara sus cosas muggles- dijo Hermione recordando al señor Weasley jugando con las herramientas como niño con juguete nuevo- Como no sabia nadie explicarle como se usaba, yo lo hice, claro que no penes que se acordara de mis palabras -
-Esa es mi niña- dijo su madre mirando a su papá- Ya extrañaba tus explicaciones, muy completas y de la forma correcta-
-Valla, esa no me la esperaba- dijo su papá rascándose la poca barba que tenia.
- Sigo sin entender del todo- dijo Dumbledore luciendo algo avergonzado- Debo admitir que aunque tengo mis años, nunca me intereso mucho los Estudios Muggles, pero por lo que veo Arthur le ha sacado provecho a su Hobby-
Continuaron caminando, esta vez siendo Dumbledore el interesado en el tema muggle, su padre y madre se dedicaban a explicarles mas cosas. De lo mas simple que era un tornillo, hasta las turbinas que utilizaban los aviones, claro que sin ahondar mucho en esos temas que no conocían a conciencia. Sofí se emparejo con ella, luciendo nerviosa y mirando como si fuera a un examen de gran dificultad… tal vez era su forma de verla.
-Estará bien- dijo Hermione tomándole la mano- Ahí estaremos todos, incluso papá y mamá, no pasara nada-
-No se que pasa, pero… es que estaba tan feliz de estar en tu casa- dijo Sofí con algo de tristeza- Yo hubiera preferido que regresáramos directo a Hogwarts-
-Sabes que hogar no es un lugar ¿Verdad?-dijo Hermione mirando la madriguera, sabiendo que ahí solo era un hogar por el echo de que los Weasley eran una familia feliz y la suya era por la unión entre sus padres y ella.
-Es que… nunca he tenido una casa, menos un hogar y cuando estaba pensando en que tenia una...-
-Aun la tienes- dijo Hermione sonriendo le -Esta donde tienes a tus seres queridos y a quien amas, como mis padres que te han tomado mucho cariño, a los Pendragon que son todos hermanos de alguna forma, a mi que te considero mi hermana pequeña… y también cuñada aunque suene raro-
Sofí sobrio mientras asienta con la cabeza.
-Y sobre todo tienes a Harry, que aunque no esta aquí, el quería ser tu Hermano mayor y a pesar de que solo tenia 15 años, logro que su apellido este en tu nombre. Eres una Potter y como toda Potter tienes que creer en que el regresara para que formemos una verdadera familia- dijo Hermione sintiendo de nuevo el dolor en el pecho, ya ni intentaba no sentirlo, estaba tan clavado en su pecho que no podía dejarle de doler.
Pero en ese momento ya estaban en la puerta trasera de la Madriguera que, como siempre, estaba rodeada de botas de lluvia viejas, calderos oxidados y un viejo paraguas roto. Hermione oyó el débil cloqueo de unas gallinas que dormían en otro cobertizo cerca de allí. Sus padres y Sofí lucieron interesados en la casa, pues lucia imposible de mantenerse en pie y aun así tan firme como una roca, por medio de la magia.
Dumbledore dio tres golpes en la puerta y todos vieron moverse algo con precipitación detrás de la ventana de la cocina.
-¿Quién es? -preguntó la señora Weasley, nerviosa- ¡Identifíquese!-
-Soy yo, Dumbledore. Y traigo a Hermione, la señorita L'angelo y los señores Granger- dijo Dumbledore guiñando les un ojos.
Seguramente la noticia de que Sofí ahora era una Potter seguía siendo un secreto, Hermione se preguntaba como el señor Weasley no le contó a su mujer de tal suceso, la respuesta le era sencilla, solo bastaba un comentario del profesor para que la información quedara guardada.
-¿Como paso la protecciones?-pregunto la señora Weasley aun desconfiada.
-La pregunta de Arthur fue contestada por Hermione, seguro que ningún purista podría contestarla- dijo Dumbledore sonriendo le a Hermione- Fue muy inteligente de su parte poner algo sobre dispositivos Muggles-
Paso un segundo antes de que escucharan un suspiro de alivio.
-Es muy de Arthur- La puerta se abrió al instante. Allí estaba la señora Weasley, bajita, regordeta y con una vieja bata verde. -¡Hermione, cariño! ¡Cielos, Albus, me has asustado! ¡Dijiste que no te esperáramos hasta mañana por la mañana!-
-Hemos tenido que decirlo para despistar un poco, no queremos que si alguien intervenga la carta sepa a que hora llegaría. Lamento el inconveniente Molly - repuso Dumbledore mientras hacía entrar a todos
-Muchas gracias por dejarnos quedar el resto de las vacaciones. Perdone nuestra intromisión, pero es que deseábamos pasar estas cuatro semanas a lado de nuestra niña- dijo su padre estrechando la mano de la señora Weasley- En lo que podamos deseamos ayudar, cualquier cosa-
-No se preocupe- dijo la señora Weasley sonriendo mucho- Es bueno tener a mucha gente en la casa, desde que mis hijos consiguieron su tienda en el callejón Diagon, esto esta muy callado-
-La entiendo, mi niña siempre fue la alegría de nuestro hogar, desde que entro a Hogwarts extraño a esa niña que corría por la casa cada vez que me quería contar que aprendió en la escuela- dijo su madre también saludando.
-Hola señora Weasley- saludaron Hermione y Sofí al mismo tiempo
-¡Ah, hola, Dora!- continuo Hermione al percatarse de que la señora Weasley no estaba sola, pese a que ya era muy tarde. Una joven bruja, con cara en forma de corazón, pálida y con un desvaído pelo castaño, estaba sentada a la mesa con un tazón entre las manos.
-¡Hola, profesor, Señores Granger!-saludó- ¿Qué tal, chicas?-
-¿Dora?-pregunto su madre con el ceño fruncido-¿Desde cuando tuteas a una persona que se encarga de vigilar la ley?-
-Se lo pedí yo- dijo Tonks al tiempo que sonreía- Es que odio que me digan Nymphadora, la ultima vez no pude mencionarlo ya que ustedes me llamaban señorita-
Hermione se fijo que estaba muy sonriente, casi pareciendo doloroso de sostener y de forma que la hacia brillar, aunque tal vez ella estaba haciendo que brillara su piel. Desde luego, su aspecto era bastante llamativo como lo habitual, el pelo de color rosa chicle.
-Tengo que marcharme -se disculpó Tonks; se levantó y se echó la capa por los hombros- Gracias por el té y por tu recomendación, Molly.-
-Por mí no te marches, por favor quédate -dijo Dumbledore con cortesía – Aun tengo algunos asuntos que tratar y luego espero llegar a tiempo para una reunión con Rufus-
-No, no, debo irme a descansar, mis turnos se han echo triple este mes- insistió Tonks sin mirar a nadie directamente, pero Hermione se dio cuenta que los ojos le destellaban de alegría- Buenas noches a todos-
-¿Por qué no vienes a cenar este fin de semana, querida? Vendrán Remus y Ojoloco…-
-Si, muchas gracias. Pero espero que me disculpes si llego tarde, no se cuando termine- dijo Tonks casi saltando.- Con su permiso-
-Adelante cariño- contesto la señora Weasley abriendo la puerta.
Tonks se apresuró a pasar junto a Dumbledore y salió al jardín. Cuando se hubo alejado un poco de la casa, se dio la vuelta y desapareció. Hermione tuvo la impresión de que la señora Weasley estaba preocupada en gran medida.
-Bueno, Hermione, quisiera hablar contigo a solas durante unos momentos. Claro que si ustedes quieren acompañarnos – dijo Dumbledore – Es en algo que necesito la ayuda de Hermione, pero no puedo excluirlos.-
-No se preocupe- dijo su padre luciendo preocupado- Sabemos que tienen que hablar, solo que no sabría si le seriamos útiles a Hermione. Y es tarde, podríamos alargar la platica, es mejor que hablen solos-
-Claro que serian muy útiles- dijo Hermione sonriendo por la comprensión de sus padres, veis la preocupación creciente en su rostro y como la tensión en ellos aumentaba.- Solo que yo también quisiera hablar con Dumbledore a solas-
-De acuerdo- dijo su madre con cansancio- Por lo menos hoy sabemos que estarás a salvo-
-Los llevare a su Habitación, espero que Fred y Gorgue dejaran su cuarto limpio. NO me dio ni tiempo de mirar- dijo la señora Weasley comenzando a subir- Querida ¿Te molestaría compartir habitación con Ginny? La única habitación libre seria la de Hermione, pero no se si...-
-No le quite su cuarto a Ginny- dijo Sofí algo sonrojada- Yo puedo dormir donde sea...-
-Otra vez con eso- dijo su padre sonriendo le a Sofí y acariciándole la cabeza.- Si es necesario te haríamos espacio en nuestra cama-
-Aunque te tendría que proteger del mano larga -dijo su madre abrazando a Sofí, que estaba a punto de llorar nuevamente.
-Yo puedo compartir con ella, no me importa, después de todo ya me acostumbre a sus ronquidos- dijo Hermione sonriendo mientras veía como el llanto de Sofí se trasformaba en algo de furia.
-¡YO NO RONCO!-
-Si estas segura, entonces preparare el cuarto de Harry para ambas- dijo la señora Weasley con cariño- Por aquí síganme-
Subieron intentando hacer el menor ruido posible. Hermione miro a Dumbledore que lucia entretenido en quitar una mancha de la mesa de los Weasley, se sentó delante de el y espero. El profesor sacó su varita mágica tan deprisa que Hermione apenas la vio y la hizo sacudió rápidamente. Materializó una polvorienta botella y dos copas. La botella se inclinó y vertió una generosa medida de un líquido color miel en las copas, que a continuación levito hasta ella.
-El hidromiel más delicioso de la señora Rosmerta, envejecido en roble -dijo Dumbledore alzando su copa hacia Hermione, que cogió la suya- Creo que necesito un poco para la charla que tendremos, además buena una copita antes de dormir. -
Bebió un pequeño sorbo y ella le siguió. Nunca había probado nada parecido, pero le encantó. La cerveza de mantequilla era poco a comparación de esa exquisitez.
-Bueno, Hermione- dijo el director de Hogwarts volviéndose hacia ella -Ha surgido una dificultad que espero seas capaz de resolver para nosotros. Y cuando digo "nosotros" me refiero a la Orden del Fénix. Pero, antes que nada, debo decirte que hace una semana encontraron se leyó el testamento de Harry y como bien sabes te ha dejado todas sus posesiones.-
-Espere- dijo Hermione so prendida- ¿¡Leyeron el testamento sin mi!?-
-El ministerio ha… tenido problemas con Gringotts y por lo cual no estaban enterados de quien estaban puestos en el documento. Obviamente fue leída con todas las de la ley, yo estaba presente como jefe de Winzengamot, al terminar la lectura todos estaban sorprendidos. Esto, en general, resulta bastante sencillo- prosiguió Dumbledore- Añades una considerable cantidad de oro a la cuenta que tienes en Gringotts y heredas todos los bienes de Harry.-
-Aun no veo el problema- dijo Hermione sabiendo de antemano todo el papeleo y los requerimientos que se necesitaban para hacer el traspaso, como lo sabia estaba preparada para congelar la cuenta de Harry hasta que ella quisiera o Harry apareciera.- Simplemente dejare todo tal como esta, en el banco puedo hacerlo con la ayuda del gerente de Harry, Aphatio-
-La parte ligeramente problemática del proceso… es que el Ministerio se a negado a hacer aceptable el testamento. Quieren impugnarlo por como ellos dijeron "El que una cuenta tan antigua, con tantos tesoros, dinero y propiedades valla a manos de una nacida muggle es inaceptable"- dijo Dumbledore soltando un gruñido, algo nuevo en el profesor.
-Eso es una injusticia- dijo Hermione molesta- SI congelaran la cuenta no me importaría, por que Harry regresaría a reclamarla, pero...lo que han de querer es que pase a la cuenta global del Ministerio-
-Si, el problema es que no tienen ni idea de cuanto es, que contiene como posesiones y todo el historial de la cuenta- dijo Dumbledore tomando otro trago, este bastante largo- Para este tipo de proceso en el ministerio ahí mucho papeleo, sin Madame Bones se hace mas problemático. Puede que incluso pase a manos de la cuenta de un Mortifago o algo parecido. Y aun ahi algo peor.-
-¿Peor que dejar que toda la riqueza de Harry caiga en manos de viejos codiciosos?-pregunto Hermione apunto de levantarse furiosa.
-Gringotts, el banco a cerrado sus puertas a los Ministerio- dijo Dumbledore dándole una mirada seria.
-OH- dijo Hermione pasando de la furia a la sorpresa en un segundo.
-Como sabrá, eso nunca a sucedido desde la apertura del banco, sin embargo por primera vez en su historia han cerrado todo proceso que no sea entrada y salida de dinero.-dijo Dumbledore quitando una mota de polvo de su copa – Si ellos protegieran la cuenta de Harry estaríamos seguros que eso no pasaría a manos de nadie, al contrario si el ministerio logra su cometido de hacer que la cámara de Harry pase a nombre de otra persona solo podremos mirar sin poder quejarnos-
-Pero el banco sigue en funcionamiento. Cerraron la nación sus puertas a cualquier extraño, dejaron de hacer papeleo, ayudar y hacer peticiones para los magos, y aun están dispuestos a tratar si es para el movimiento de dinero- dijo Hermione sintiendo un poco de alivio- Si solo es eso, tengo una forma de impedir que el Winzengamot se haga de la cámara de Harry-
Dumbledore la estudio durante un silencioso momento, que solo era interrumpido por las llamas que crepitaban de la chimenea, y de los pasos que se escuchaban en los pisos superiores. Si no tuviera Oclumancia activa, ella estaría preguntándose si el profesor intentaba leerle la mente.
-¿Esta segura Señorita Granger?-pregunto Dumbledore mirándola con mas interés.
-Por completo y sin duda alguna- dijo Hermione tomando de su copa para evitar mirar al profesor y que se diera cuenta que su plan tenia un cierto marguen de error.
-Es un alivio contar con su increíble mente -repuso Dumbledore regresando a su personalidad de abuelo sonriente.- Sin embargo, he de comentarle que el cuartel general lo hemos desalojado temporalmente -
-¿Por qué?-Pregunto Hermione desconcertada.
-Simple seguridad, esperamos que nadie valla a esa casa durante algún tiempo y que si alguien llega a entrar nuestros sortilegios lo apresen. Después del margen de tiempo seguro regresara a la normalidad- asintió Dumbledore -Además existe la posibilidad de que Bellatrix la prima de Sirius sepa localizarla y entonces todos estaríamos en problemas. Lo mas seguro es dejarla de utilizar, pero aun no estamos seguros si solo conoce la existencia y no la localización, o...-
-Que este preparado un ataque sorpresa con Voldemort- dijo Hermione mordiéndose el labio interior.
-Es una posibilidad- Dumbledore con calma—. La situación plantea un sinfín de complicaciones. No sabemos, por ejemplo, si los sortilegios que le hemos hecho a la casa para que no se descubra su ubicación. Bellatrix podría presentarse en la vivienda en cualquier momento y con su linaje Black rompa todo hechizo de protección. Como es lógico, hemos decidido abandonar el edificio hasta que se aclaren todas las cuestiones.-
-Si es lo mejor- dijo Hermione viendo al profesor y dándose cuenta de algo- Buckbeack, tenemos que sacar ...-
-Nada se le escapa -prosiguió Dumbledore -También hay que resolver ese asunto del hipogrifo, Buckbeak . Hagrid lo ha cuidado desde que Sirius lo saco de la casa, pero ahora es tuyo, así que si prefieres disponer otra cosa…-
-¿Mio?-pregunto Hermione extrañándose. -Pensé que seria de Sirius-
-Eso no es del todo correcto, Sirius lo cuidaba, pero el Hipogrifo era parte de Harry, como explicarlo...- dijo Dumbledore recorriendo su vista por la botella de hidromiel- ¿Recuerda quien fue el primero en montarlo?-
-¿Harry?-pregunto Hermione sorprendida- Eso no puede ser, cuando Harry lo monto Buckbeak ya era un Hipogrifo maduro-
-Si y no- dijo Dumbledore con un tono algo misterioso- Mi amigo Newt estaría en desacuerdo en revelar tal información, ya que solo me la ha contado a mi y por ende me pidió proteger el secreto. Resulta que los Hipogrifos maduran solo hasta que hacen el primer vuelo, muchos lo hacen solos y son criaturas libres, volando por aquí y por allá. Sin embargo si un Hipogrifo tiene un jinete en su primer vuelo, la criatura se hace cercano al jinete. El mago puede darle ordenes al Hipogrifo y este responderá a ellas, aunque el mago no lo sepa. Como pensaras, si esta información se revelara te imaginas la casería de cachorros Hipogrifos solo para comprobar la teoría, para hacerlos parte de las fuerza del ministerio o incluso para propósitos mas malvados-
-Comprendo- dijo Hermione procesando la información.- Entonces Buckbeak estaba… ligado a Harry por así decirlo-
-Y a usted-dijo Dumbledore con una sonrisa- Buckbeak no solo hizo el primer vuelo, también el segundo, solo que en ese momento iba acompañado de alguien-
-Yo-
-Correcto, sus destinos estaban mas que enlazados por la casualidad, aprecia casi el destino- continuo Dumbledore como si diera una clase – El hipogrifo a sido representado como el símbolo del amor imposible-
Hermione se quedo paralizada ante ese dato, a su mente vinieron textos de varios libros de criaturas mágicas, solo que hasta ese momento, no las tomo en cuenta o las reprimió, sobre todo por que no deseaba que fuera cierto. Si eso simbolizaba, ella y Harry estaban destinados a nunca estar juntos, tal vez separados como sucedía en ese momento. Varias veces les paso, primero en su segundo año donde fue petrificada, en su tercer año donde a pesar de empezarse a acercar, ella pasaba demasiado tempo con el jira-tiempo viajando de clase a clase. El cuarto fue el mas desastroso donde su relaciona sentimental sufrió altas y bajas, incluso donde Harry intento alejarla para protegerla y en quinto, siendo ella la que pasaba bastante tiempo en la prefectura y el entrenándose hasta que su mente y cuerpo fueron destrozados. Y ahora, que el estaba lejos sin dar ni una sola señal de que estaba vivo, y ella allí sentada en la cocina de la madriguera, separados por mucho.
Si su amor era imposible… ella no podría resistirlo, lo amaba tanto que intento siempre que funcionara la mejor posible, haciendo lo que debía hacer. Pero su fortaleza se tambaleo y comenzó a asustarse.
-Eso no puede ser- dijo Hermione con la voz temblando.- El y yo… nos ostros… podemos… queremos estar juntos… yo… el-
-Tranquila, no piense que es un amor imposible- dijo Dumbledore mirándole con total atención- Hace mucho tiempo hubiera creído que era cierto, luego Harry apareció demostrándome que lo imposible, incluso para la magia, era posible. Lo ha demostrado una y otra vez, sin siquiera darse cuenta. Estoy seguro que si alguien puede romper ese estigma es Harry y usted, Hermione-
-Pero… cada vez que estamos cerca, cada que intentamos ser felices- comenzó Hermione con lágrimas rodando por sus mejillas- Nos separan, una y otra vez, no importa si es la situación o una persona, nos alejamos a tal punto que nuestros amor pende por un barranco y siento que si caigo no podre levantarme nunca-
-Entonces ¿Como es que su relación ha durado 6 años?-pregunto Dumbledore mirándola con ternura– Si se separan ¿Por que continúan siendo amigos? Una y otra vez están lejos ¿Por que siempre se han visto unidos? Si la situación o las personas intentan destruir eso ¿Por que se hace mas fuerte su vinculo?… no se las respuesta, pero ese Barranco no le impide levantarse, ya que ustedes lo han echo una y otra vez. ¿Estoy en un error, Hermione?-
Pensó por unos minutos mientras que se preguntaba lo mismo que Dumbledore, la respuesta le llevaba con total facilidad que la podía decir por siempre.
-Por que lo amo y el me ama- dijo Hermione mojando sus manos al intentar limpiarse el torrente de lágrimas que caía por sus mejillas.- Eso es lo que nos mantiene firmes aun si estamos separados por un mundo, aun si las sombras están sobre de nosotros todo el tiempo, creemos uno en el otro sin importar si no nos vemos-
-Correcto, señorita Granger. Si estuviéramos en Hogwarts, le daría 100 puntos a Griffyndor -sonrío el profesor viendo por encima de sus gafas doradas.
-Hagrid cuidara bien de Buckbeak. Creo que Buckbeak lo preferirá-dijo Hermione intentando ocultar una sonrisa triste mientras que al mismo tiempo cambiaba la conversación.
-Hagrid estará encantado -asintió Dumbledore sonriendo- Se alegró mucho de volver a verlo. Por cierto, decidimos, por la propia seguridad del hipogrifo, cambiarle el nombre y de momento llamarlo Witherwings, aunque dudo mucho que el ministerio llegue a sospechar jamás que es el mismo hipogrifo que una vez condenaron muerte. Y ahora, Hermione. Tienes algo que percutir conmigo, ¿Verdad?-
-Si no le importa- dijo Hermione seria aunque no se sentida tan segura como cuando lo dijo, era mas que nada por haber llorado frente al profesor y demostrarle sus temores- Necesitaba pedirle algunas cosas en privado-
- Por supuesto- dijo Dumbledore rellenando ambas copas- Creo que aun ordenan el cuarto de los señores Weasley-
Hermione lo miro durante unos segundos, para darse valor, además de intentar ordenar sus ideas. Eran muchas y casi todas tan desastrosas como podían llegar a ser, solo que ella intentaba suavizarlas y hacer que las repercusiones fueran mínimas. Se percataba de que el profesor parecía intuir que le pasaba por la mente, incluso sin legeremancia, solo que esperaba a oírlo de sus propia boca.
- Quiero enfrentar al Winzengamot, quiero dejarles bien claro quien soy y que no permitiré que cualquiera se aproxime un poco al legado Potter -declaro Hermione firme - Si alguno quiere intentarlo, tendrá que pasar sobre mi.-
-Entonces… ¿Desea asistir a la siguiente sesión?-pregunto Dumbledore con la mirada fija.
-Lo único que pido es poder escuchar y ver a todo aquel que intente obtener las pertenencias de Harry- dijo Hermione con una ceja levantada- Quiero ver su rostro cuando se den cuenta que jamas tocaran ni un solo Knut-
-Bien- sonrío Dumbledore asintiendo- Puedo arreglar que asista-
-Le aviso de antemano que hablare incluso del futuro de Pendragon, la escuela aunque casi inexistente y sin que nadie la tome en cuenta se alzara, de todo este tiempo Harry creyó en todos nosotros y no dejare que se esfume solo de un momento a otro- continuo Hermione apretando la mano en su copa.
-Lo he pensado mucho, y tengo que preguntarle ¿Desea seguir en su puesto de perfecta?-pregunto Dumbledore, a Hermione le cayo de golpe, también se había cuestionado si su puesto como perfecta de Hogwarts le seria de utilidad para continuar avanzando con Pendragon. La realidad es que solo era un puesto que le quitaría el tiempo. Aun así era una puesto que le dieron por méritos.
-Yo no huiré de mis obligaciones, soy perfecta de Griffyndor y como ayuda de la profesora McGonagall y apoyo de usted, continuare haciendo mi mejor esfuerzo- dijo Hermione disidida y sin temer toda la carga de trabajo que le esperaba.
-Me quito el sombrero ante ti. - dijo el profesor realizando dicha acción, mostrando como se peinaba todo el cabello hacia atrás, y como le brillaba de color blanco- Tengo entendido que tus obligaciones son mas que otros prefectos por ordenes de nuestra antigua inquisidora. No solo se encargaba de la carga que le daba McGonagall, si no también lo que le imponía Dolores ¿Cierto?-
-Sí -afirmó, y se intento no ver enojada y encogerse en el asiento.
Era cierto que la maldita de Umbridge le puso casi el doble o triple que cualquier otro prefecto, también que le daba parte de su trabajo como maestra solo por ser novia de Harry. Ron le había dicho que le dijera a McGonagall, que fuera con Dumbledore que incluso les pidiera ayuda a Harry, pero ella se negó por que, aunque odiara a la cara de sapo, ella tenia su orgullo propio y ese era poder con cualquier cosa referente a la educación. De tal forma que pasaba parte de la mañana haciendo sus deberes como perfecta, en la tarde cuando Harry estaba en la torre flotante ella la pasaba haciendo lo de Umbridge para luego continuar con lo de Pendragon. Incluso recordaba como las primeras semanas que Umbridge le dejo trabajo, se olvido de su cumpleaños por completo y de la pequeña celebración que le preparo Harry. Sintió horrible al enterarse que Harry espero por horas en la orillas del lago, que incluso la profesora McGonagall tuvo que ir por el, pero al ver como el comprendía lo que hacia le hizo amarlo mas.
- Entonces déjeme decirle que este curso, sus obligaciones estarán limitadas-continuo el profesor con un cierto enojo en la voz- No deseo que sufra lo mismo que la vez anterior-
-Profesor… yo… Hablando de ese tema, quería también solicitarle que me diera un corto periodo de tiempo para entrenar.-dijo Hermione entrecerrando un ojo, ya estaba cansada.
-¿Entrenar?-pregunto Dumbledore alisando se la barba.
-Los Pendragon siempre han entrenado con Harry, el nos daba gua y nos enseñaba lo mas que podía- dijo Hermione, observo como los ojos de Dumbledore se hacia grandes y entre abría sus labios- Cada cosa que nos enseño, nos sirvió ese día en el ministerio, por eso ninguno resulto gravemente herido, incluso pudimos ayudar a la Orden. Solo que me di cuenta que Harry nos llevaba a nuestro propio ritmo, nunca nos llevo a marchas forzadas. Ahora no podemos aflojar el paso, necesitamos ser mejores y mas fuerte para ayudar mucho mas-
-Entiendo. Si, creo que se les podrá dar el tiempo necesario, solo que tenderas que ayudar un poquito al profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras-dijo el profesor Dumbledore.- Y ahora, Hermione, hablando de otra cosa relacionada con el tema que acabamos de abordar…-
-¿Ya tiene nuevo profesor de Defensa contra las Artes Oscuras?- pregunto Hermione sin poderlo evitar.
-Algo así- dijo Dumbledore con cierto todo de dudara- De echo necesito que me ayudes un poco con ese tema.-
-¿Como yo podría ayudarle en conseguir un Profesor?- dijo Hermione sin percatarse que apretaba su muñeca y sintiendo instintivamente los cuatro anillos que guardaban los maestros de Harry.
- Es complicado de explicarlo. Ahí un ex-colega mio que ya esta jubilado y lo creo dispuesto a regresar a la enseñanza. Pero solo si le doy algo de lo que el pueda sacar provecho- dijo Dumbledore apretando los labios.
-¿Algo a lo que le saque provecho?-dijo Hermione frunciendo el entrecejo- Esa clase de Profesores no me parecen adecuados-
-Lamentablemente, creo que el tiene información sobre la ubicación de un Horrocrux- continuo Dumbledore mirándola- Exactamente cuantos Horrocrux pudo hacer Voldemort, y déjeme mencionarle que también he investigado de aquella cueva que me mencionaron-
-Recuerde que también podría ser Gringotts y que solo existe un 50% de probabilidad que esa cueva contenga uno- dijo Hermione con una mano en su barbilla y pensando- En cuanto al numero de Horrocrux, Priscob nos menciono que hizo mas de uno, también la visión de Harry nos ha dejado ver que son mas de 6, restando el diario. Lo que aun no sabemos es si el siente cuando esos pedazos de su alza son eliminados-
-De cualquier forma no dejaremos ni un solo cabo suelto.- dijo Dumbledore con tristeza.- Fui muy confiado al dejar que durante 10 años que Tom se moviera con libertad-
-Quería un poco de paz, después de todo en cuanto termino su lucha con Grindewald empezó con Voldemort, 10 años de paz eran merecidos.- dijo Hermione intentando consolar un poco al profesor, no era común verlo con un estado de animo deplorable.
Escucharon los pasos en la escalera, cuando bajaron la señora Weasley, su madre y padre. Los cuatro adultos se vieron como si se cuestionaran si ya podían bajar.
-Creo que es tarde, y como he dicho aun tengo que ir a ver a Scrimgeour- repuso el profesor regresando a ser el mismo de siempre- Sólo una cosa más, señores Granger -añadió, mientras se levantaba- Como sin duda sabrán, Hermione alcanzará la mayoría de edad dentro de unos meses-
- Mágicamente claro, ante nosotros no -saltó su padre como si le doliera el escuchar que ella se aria una mujer.
- Eso siempre es claro, ante los ojos de los padres sus hijos siempre serán sus queridos niños- dijo Dumbledore con asintiendo.- Pero ante la ley mágica, alcanzara la mayoría de edad a los diecisiete. De tal forma que ella cuenta aun con el detector un dispositivo que indica donde se encuentra y si hace magia, pero en cuanto sea anulado, ella podrá ir y venir entre ambos mundos sin problema alguno. Les pido que hasta ese momento se queden a salvo, hasta que ella pueda llevarlos a un lugar protegido-
-¿Que significa eso?-preguntaron sus padres.
-Significa que esperamos que tengan una larga temporada aquí en la madriguera- dijo la señora Weasley con alegría- Sobre todo para evitar preocupaciones de Hermione y que quien ustedes saben...-
-Nos ocupe para sus maléficos planes- dijo su madre sin dudas.- Entendemos, pero no creo que sea lo mejor. Nosotros también tenemos una vida-
-Mamá. -Dijo Hermione atrayendo su atención, ella le miro con seriedad, como aquella vez que se le salio un improperio frente de ella.- Solo hasta que derrotemos a Voldemort-
-¿Eso sera?- pregunto su padre igual de serio.
- Esperamos que pronto- dijo Dumbledore re-colocándose bien las gafas sobre su torcida nariz-A cada paso que demos, esta guerra estará mas cerca de su fin. Pero cuando exactamente, eso no se puede … -
- En cuanto regrese Harry sera el fin de Voldemort- dijo Hermione acariciando su anillo de compromiso, la voz que salia de estaba llena de amor- Solo necesitamos que regrese-
-¿Y si no regresa nunca?-pregunto su madre acercándose y sosteniéndole la cara para que la viera- No es un echo que el…-
-Me lo juro, me prometió que el regresaría, que regresaría para...- movió el anillo en su dedo sintiendo el metal precioso, pero aunque se lo acomodara cien veces le era extraño el tenerlo en esa mano.- … simplemente regresara-
Durante un momento todos mantuvieron silencio, que fue roto.
-¡Arthur!- salto la señora Weasley un poco bajo alertando a todos.
Observando que ella miraba su viejo reloj de pared que se sostenía precariamente en lo alto del montón de sábanas que había en una cesta, en un extremo de la mesa, como si la señora Weasley lo llevaba a todos lados. Hermione lo reconoció de inmediato: tenía once manecillas, cada una con el nombre de un miembro de la familia escrito e incluido el suyo y de Harry, y normalmente colgaba de la pared del salón de los Weasley, aunque su nueva ubicación indicaba que la señora Weasley había decidido llevárselo consigo de un lado a otro de la casa. Todas las manecillas señalaban las palabras "Peligro de muerte". La única que parecía perdida era la de Harry, giraba una y otra vez, brincando de "Perdido" a "viajando", para giraba varias veces con lentitud, como su fuera una brújula que no se magnetizaba adecuadamente.
-Es cierto donde ¿Donde esta Arthur?-pregunto su padre dándose cuenta y sorprendiéndose de no encontrar al hombre-¿Acaso no a llagado?-
-No, todavía no. La verdad es que se está retrasando un poco. Dijo que llegaría alrededor de la medianoche. Lleva algún tiempo así -comentó ella con un tono despreocupado que no resultó muy convincente- Desde que regresó Quien-tú-sabes. Supongo que ahora todo el mundo está en peligro de muerte… no sólo nuestra familia. Pero como no conozco a nadie que tenga un reloj como ése, no puedo comprobarlo. ¡-Oh! - Señaló la esfera del reloj. La manecilla del señor Weasley se había movido y señalaba la palabra "Viajando"
- ¡Ya viene!- casi grito a todo pulmón.
Y en efecto, instantes después llamaron a la puerta trasera. La señora Weasley apresuro y corrió a abrir; con una mano sobre el pomo de la puerta y una mejilla pegada a la madera, preguntó en voz baja:
-¿Eres tú, Arthur?-
-Sí -respondió la cansada voz del señor Weasley -Pero eso lo diría aunque fuera un Mortifago, cariño-
-En efecto Molly- coincido Dumbledore.
-¿Profesor? ¡Que alegría!-dijo el señor Weasley desde afuera.
-¡Buenas noches Arthur!-dijo el Profesor a pesar de la extraña escena.
-¡Venga, Molly, hazme la pregunta!- dijo el señor Weasley apresurado.
Miro a todos sonrojada, fruncía los labios.
-Está bien, está bien. ¿Cuál es tu mayor ambición?- pregunto un poco enojada.
-Entender cómo se mantienen en el aire los aviones-contesto con emoción el señor Weasley.
Sofí la miro, y entendía el porque, ella tenia un conocimiento base de la aerodinámica de un avión, solo que no se lo pondría explicar en ese momento. La señora Weasley asintió e hizo girar el pomo de la puerta, pero al parecer el señor Weasley lo estaba sujetando con fuerza desde el otro lado, porque la puerta no se abrió.
-¡Molly! ¡Antes tengo que hacerte yo la pregunta!-dijo el señor Weasley
-De verdad, Arthur, esto es una tontería… -
Dumbledore abrió la boca, pero fue también al interrumpir por el señor Weasley que decía: -¿Cómo te gusta que te llame cuando estamos a solas?-
Pese a la tenue luz del farol, Hermione se dio cuenta de que la señora Weasley se había puesto como un tomate, y comprendió que era algo muy privado, de tal forma que intento no escuchar.
-Flancito mío -susurró ella, a pesar de que Hermione y todos los demás estaban mirando a otro lado ella lucio muerta de vergüenza.
-Correcto. Ahora ya puedes dejarme entrar.- dijo desde afuera.
La señora Weasley abrió la puerta y su marido entró.
-¡Sigo sin entender por qué tenemos que hacer esto cada vez que llegas a casa!- protestó ella, todavía ruborizada, mientras lo ayudaba a quitarse la capa -¿No ves que un Mortifago podría sonsacar te la respuesta para hacerse pasar por ti?-
-¡Ohh! veo que llegaron antes de lo previsto- dijo el señor Weasley despues de besar a su mujer y dirigirse a sus padres, estrechando sus manos- Es una alegria enorme tenerlos en nuestra muy humilde casa-
-Es fascinante, de verdad les agradecemos que nos dejen pasar un tiempo aquí.- dijo su padre regresando el saludo.
-¡¿Como has estado Hermione?!- dijo el señor Weasley abrazándola- Veo que has crecido un poco, igual que Ron. Profesor no gusta comer algo, recién salí del ministerio y no he tenido mucho que llevar al estomago-
-Discúlpame Arthur, pero justo ahora estaba a punto de irme- contesto Dumbledore colocándose el sombrero de punta correctamente, sonriendo a todos y en dirección de la puerta- Nos vemos despumes. Hermione, estaré en contacto-
-Claro profesor- contesto ella, mientras el señor Weasley se dio la vuelta hacia la mesa, animado y se sentó en una silla al lado de ella. Su esposa le sirvió un cuenco de sopa humeante.
-Con su permiso- dijo el profesor abriendo la puerta y saliendo al patio, camino un buen tramo antes de hacer una desaparición.
-Gracias, Molly. Ha sido una noche agotadora. Algún idiota se ha puesto a vender metamorfomedallas. Te las cuelgas del cuello y puedes cambiar de apariencia a tu antojo. ¡Cien mil disfraces por sólo diez galeones!- Tonto el señor Weasley ofreciendo asiento a sus padres y muy animado, aunque las ojeras bajo sus ojos contaban otra historia.
- Debe ser muy util cambiar de apariencia- dijo su padre asombrado.
-Siendo sinceros lo seria, pero las medallas eran falsas. En la mayoría de los casos sólo te vuelves de un color naranja muy feo, pero a un par de incautos también les han salido verrugas con forma de tentáculos por todo el cuerpo. Es una alegría enorme que se abriera una nueva área. La Medimaga Emma, me envío un vociferador diciéndome "¡Como si en San Mungo no tuviéramos ya bastante trabajo!"- dijo el señor Weasley
-Me suena a la clase de cosas que Fred y George encontrarían graciosas -especuló la señora Weasley- ¿Estás seguro, Arthur, de que…?-
-¡Claro que lo estoy! ¡A los chicos no se les ocurriría hacer algo así ahora que la gente está tan asustada y necesitada de protección!-
Hermione contuvo un bostezo, pero ambas madres de la habitación la miraron.
-¡A la cama! -ordenó su madre, que no se dejaba engañar.
- Ya he preparado la habitación de Harry; allí ya esta Sofí, ella se acostó de inmediato- continuo la señora Weasley.
-Okey- contesto Hermione solo por que de verdad estaba cansada y deseaba acostarse de inmediato-Buenas noches, señores Weasley, Descansa papá, Mamá -se despidió
Crookshanks saltó de las sombras, siguiéndole el paso.
-Buenas noches, cariño-
Al salir de la cocina, el chico advirtió que la señora Weasley u el señor Weasley le echaba otro vistazo al reloj. Las manecilla de Harry giraba sin control alguno.
-¿Como esta con la noticia de Harry?-pregunto el señor Weasley muy bajo.
-Sigue repitiéndolo, no importa que digamos, siempre dice que regresara- contesto su padre casi igual de bajo.
-¿Sera verdad?-pregunto su madre.
-Si fuera cualquier otro diría que es imposible, siendo Harry…. No tengo ni la menor idea- contesto el señor Weasley con voz cansada.
El dormitorio de Harry estaba en el ultimo piso. Hermione apuntó su varita hacia una lámpara que había en la mesilla de noche; se encendió al instante y bañó la habitación con un agradable resplandor dorado. Había un gran jarrón de flores en el escritorio situado delante de la pequeña ventana, pero su perfume no era muy penetrante. El baúl de Sofí estaba al pie de la cama, el escritorio y ropero no tenían nada encima, el viejo sillón solo tenia una vieja túnica que pudo haber pertenecido a Harry. Sin embargo Hermione fue a la cama, observando como la hermana de Harry roncaba levemente. Se cambio en silencio dejando su ropa doblada sobre el buró, durante un minuto se quedo en el filo de la cama mirando afuera. Las estrellas brillaban de tal forma que quedo hipnotizada.
Apago la varita y se metió en la cama a lado de la pequeña, su nariz fue inundada por el aroma de la cama. No era el de Sofí, y menos el de las flores. Tenían un leve aroma, pero estaba seguro de quien era. Harry. Olía como a el.
Miro la oscuridad un segundo antes soltar una ultima lágrima ese día y cerrar los ojos. En su sueño Harry estaba sentado mirando un lago basto y hermoso, le volteaba a ver y le sonreía, mientras le estiraba la mano para que se acercara. Ella de inmediato la tomaba, la atraía para abrazarla y envolverla en sus brazos. Mientras que ambos disfrutaban de únicamente la compañía del otro.
