HOLA A TODOOOOOOOOOOODOOOOOOO EL MUNDOOOOOO. Recuerdo mi primer programa en computadora. Si algún programador lee esto, creo que entenderá el "Hola mundo.*"
Okey, sé que tengo que explicar. Un mes sin subir capitulo. Nunca antes visto… por lo menos en esta historia.
Primera… el proyecto que tenía consumió mis semanas completas. Mi bloqueo mental hizo que diera todo mi potencial cerebral en una sola cosa. Luego de acabarlo y estresarme por no saber si está bien o mal, si les daré una sorpresa o solo me deprimiré, estoy aquí de regreso.
Sergunda… El capítulo es cortito (aunque no sé qué tan corto sean nueve mil palabras)… ciertamente por dos razones. Hoy mismo lo he hecho y no puedo creer que me saque varias cosas y si quedaran en la historia. Pero yo sé que serán geniales. P.D.D.L.S.E (Pos Data De La Segunda Explicación): No me acribillen por favor. Piensen que hace un mes que no pienso en la historia y retomé todo en un solo día.
Tercera… Sé que algunos de ustedes pensaran que les digo mentiras. Ciertamente…no. Mi proyecto ya fue enviado y esperare tres meses ¡TRES MESES! Para saber si ustedes se enteraran de que es o si realmente tendrán que aguantar mi depresión un par de semanas.
Recuerden, lo continuo por todos ustedes y espero me comprendan. P.D.D.E.P (Pos Data De Esta Parte): Perdón si tengo faltas o no se entiende por completo. Me mate toda la noche y parte de la tarde para terminarlo.
Por ultimo. Por favorssssss…Disfruten, Lean y dejen su Reviews
Los derechos de los personajes son de J. K. Rowling.
Capítulo 67: La tercera profecía.
Las chicas estaban muy molestas, tanto que no se movieron del tren, parecían dispuestas a gritarle durante un buen rato. Claro que la anterior contestación seguro retumbaba en sus oídos. Tenía el hombro adolorido y punzante, notaba como la sangre le brotaba y resbalaba de la frente. Sentía la cara caliente, húmeda y viscosa. Estaba segura que no era un buen momento para hacer una discusión sobre lo sucedido, pero tampoco quería alterar más a Luna o Daphne que mantenía un color rojo intenso en sus rostros. Se preguntó si el tren regresaría a KingCroos, nunca antes se lo planteo. Pero ahora que lo pensaba, no tenía caso regresar al andén nueve y tres cuartos si nadie viajaba en el durante el curso, a excepción de en Navidad, la salida y entrada de curso. Tampoco se quedaba en la estación de Hogsmeade ya que nunca lo veían en sus visitas al pueblo.
-En cuanto pueda nos la pagara en serio- dijo Daphne casi colérica, mas por su rostro que por el tono que ocupaba, parecía controlarse bien.- Le regresaremos todo el dolor que te hizo pasar-
-Eso es seguro- dijo Luna asintiendo con fuerza.
Hermione nunca vio a aquellas chicas diciendo tales cosas. Su amigas eran completamente ajenas a odiar alguien en conciso, Luna incluso lucia como si no pudiera dañar una mosca y Daphne por otro lado nunca expreso tanto odio por Malfoy incluso cuando la ataco por la espalda. Pero lucían más decididas que cuando estaban preparándose para en la batalla del ministerio.
Los pasos resonaron el pasillo cada vez mayor fuerza, las chicas giraron su mirada, Luna y Daphne lucieron algo aliviadas, aunque Hermione no veía quien era su visitante supo que no era ningún peligro.
-¿Que pasa chicas?-pregunto la voz de Sofi desde el pasillo
-Necesita tu ayuda- dijo Daphne con voz molesta moviendo la cabeza dentro del cubículo.
Los pasos se apresuraron, Sofi metió la cabeza, al observarla abrió los ojos mucho.
-¿Que te paso?-pregunto entrando, tomando su cabeza para examinarla.
-Malfoy- dijeron Luna y Daphne al mismo tiempo incluso antes de que ella pudiera abrir la boca.
-¿Cómo? Él no puede llegarte hacerte esto-dijo Sofi rebuscando en sus bolsillos, saco algo en un frasco, no supo por que antes de saber estaba sentada y con Sofi untando algo en su frente.
-Eso es lo que nos preguntamos-dijo Daphne dejándose caer sobre el asiento con fuerza, cruzo las piernas y brazos, luego le lanzo una mirada intensa.
Como no tenia de otra contó lo más básico, el escucharlos discutir algo extraño, su espionaje y como se quedó en el cubículo esperando no ser detectada. Finalizo cuando lo encontró en el tren y la ataco. Reaccionaron de diversas formas, mientras Daphne parecía analizar que sucedía, Luna no podía dejar de mover la pierna una y otra vez, no observaba bien a Sofi por estar ocupada con su hombro que aunque no estaba roto o dislocado, pero si adolorido.
-Entiendo el por qué dejaste que te golpeara, pero pudiste haberte defendido más- dijo Sofi dejando su hombro.
Estaba mejor debía admitir Hermione, se quejó de dolor ya que al terminar Sofi le dio un golpe en el brazo.
-¡Dolio!- dijo Hermione sobando donde le pego.
-Eso es por ser lista y pensar sobre todo lo que puede pasar, y ser tan tonta que te dejaste maltratar por un idiota. Solo por meterle una idea en su oxigenada cabezota- dijo Sofi molesta, Daphne y Luna le dieron la razón, e incluso se les vieron las ganas de también golpearla.
-¿Cómo es que están aquí?-pregunto ahora Hermione desviando la atención antes de que le dejaran el hombro de un negro amoratado.
-Estábamos buscándote. No creímos prudente dejarte sola, al ver que no llegabas a los carruajes decidimos venir a buscarte- dijo Daphne bufando.
-¿Y los chicos?-pregunto Hermione intentando ocultar su sonrisa.
-Se fueron con todos los demás Pendragon-dijo Luna mirando por la ventana.
El susurro de los árboles que bordeaban el lago y también el lejano ululato de unas lechuzas resonaron. El tren dio una brusca sacudida y todas se vieron. El tren comenzaba a avanzar. La idea de que no pudieran bajar y pronto ellas cuatro estuvieran regresando a Londres o algún lugar desconocido la alerto, levantándose y corriendo al pasillo, seguida de sus amigas. Y justo cuando salieron al pasillo, vieron como una puerta se abría, entraba Tonks. Con su cabello chicle encendido, su mirada buscando a ambos lados del pasillo y sonriendo al ver a las cuatro.
-¡Las esperábamos! ¿Qué hacen aquí?- dijo Tonks agitando la mano para que fueran a ella. -Tenemos que salir de aquí ahora mismo - Continúo con una mirada más seria mientras las ventanas del tren se empañaban por el vapor.
Corrieron a toda prisa, mientras Tonks sujetaba la puerta, dio paso primero a Sofi, luego a Luna y Hermione. Al final salieron Tonks y Daphne al mismo tiempo, trastabillaron y por poco caen al intentar sujetarse entre ellas, si no fuera por Hermione que las sostuvo a tiempo para evitarlo. Se enderezaron a tiempo de ver cómo la reluciente locomotora de vapor de color escarlata aceleraba y se perdía de vista tras una curva. El frío nocturno le alivió el hombro aun con dolor.
-¿Quién ha sido?-pregunto Tonks al verla con la herida en la frente y sujetándose el hombro.
-Draco Malfoy -contestaron las chicas con odio.
-¿Dijiste que nos esperaban?-pregunto Hermione para no concentrarse nuevamente en el tema del Draco.
A las chicas no les hizo mucha gracia el que desviara el tema.
-Revisión de alumnado. Es una de las reglas nuevas implementadas para la seguridad en Hogwarts- contesto Tonks sonriendo, luego alzo la varita, de esta salió un patronus plateado con la figura de un lobo.- Iremos caminando al colegio -
-¿Qué ha sido eso? ¿Un patronus? -preguntó Sofi.- ¿Fue un mensaje en patronus?, aun no logro hacerlos, apenas puedo hacer aparecer mi hipogrifo-
-Avise al castillo que te he localizado a todas para que no se preocupen.- dijo palmeando la cabeza de Sofi, luego abrió los ojos al comprender sus palabras- ¿Hipogrifo? ¿Puedes hacer un patronus a tu edad?-
-Todas aquí podemos- dijo Hermione girando los ojos, a veces le sorprendía que no supieran lo avanzados que ya eran los Pendragon.
Echaron a andar hacia el camino que conducía a Hogwarts.
-Pero si son tan jóvenes. Apenas pude hacer un patronus corpóreo hace dos años- dijo Tonks haciendo un puchero de vergüenza.
-Fue por Harry, él nos enseñó a todos los Pendragon hacerlo, podemos invocarlo de forma corpóreo la mayoría-dijo Luna más tranquila, incluso comenzando a dar saltos por la estación.
-¿Y… que clase de patronus tienen?-pregunto Tonks curiosa.
-Hipogrifo, como he dicho-
-Boa-
-Conejo-
-No es un conejo, es una libre- corrigió Hermione, antes de contestar la pregunta- El mío es un Dragón, ya que Harry es mi pro… novio-
-¡Ohhh!- dijo Tonks luciendo más exaltada, casi al punto de saltar de alegría.
-Te gustan muchos los lobos ¿Verdad?- dijo Hermione a su lado- A mí los Dragones se me hacen peligros, también nobles criaturas y sobre todos son un misterio en muchos aspectos-
Tonks se sonrojo al escuchar lo que decía. Por el otro lado la sonrisa malévola de Daphne apareció. -Hablas de Dragones. O de Harry-
-Y a todo esto ¿Qué haces tú aquí?-Pregunto Hermione para darle por su lado a su amiga.
-Me han destinado a Hogsmeade para proporcionar protección adicional al colegio.-
-¿Eres la única, o…?- pregunto Hermione llegando al final de la estación, viendo el buen tramo que les faltaba para llegar a Hogwarts seguro llegarían mucho después de la selección.
-No, también están Proudfoot, Savage, Dawlish y Digory. Aunque secretamente Dumbledore coloco a Lupin, Sirius, Mudnungus y Hestia Jones -
-Si lo dices tan fácil, creo que no será un secreto pronto- dijo Luna saltando para atrás, aunque eso ponía nerviosa a Sofi que intentaba voltearla.
-Lo digo porque son de confianza, además de que pronto se enteraran por Sirius o Lupin que seguro querrán estar al tanto de ustedes- dijo Tonks.
Para Hermione sonó como si ese "ustedes" se refirieran más a "ella" en conciso.
-Ese Digory ¿Es Cedricc Digory?- pregunto Daphne con la mirada curiosa.
-Si-
-Cho no dejara de hablar de su novio casi perfecto y auror en el año-continuo Daphne sobando su puente de la nariz-Me molestara todo el tiempo. Que fastidio-
Avanzaban con dificultad por el desierto camino siguiendo las huellas dejadas por los carruajes. Hermione segura que llamaría la atención al no llevar la túnica. Por lo menos las demás lo llevaban, incluso Tonks tenía el traje de Auror. Miró de reojo a Tonks. El año anterior, se había mostrado muy curiosa, reía con facilidad y hacía bromas. Ahora se notaba que intentaba mostrar más porte e incluso lucir como una adulta, se preguntaba si era por Lupin y lo más seguro era que sí.
Hermione no pudo evitar pensar en lo que dijo Fleur en la mañana, la Aurora no cuidaba mucho su aspecto, pero seguro que eso a Lupin no le llamaba la atención y seguro que la vieja Tonks le gustaba más que la nueva. Aunque aún a veces era algo torpe. Lo demostró cuando se tropezó con una piedra.
De modo que continuaron andando platicando de cosas más triviales, para confort de Hermione que no deseaba regresar al tema de Draco hasta que todos pudieran opinar sobre ello o que fuera de vital importancia. En medio de la fría oscuridad, acompañados por el susurro que hacía la larga capa de la bruja al rozar el suelo.
Al poco tiempo todas se quejaban, el tramo en carruaje era más rápido, nunca habían sospechado lo lejos que se hallaba Hogwarts de la estación de Hogsmeade. Finalmente, con gran alivio, vieron los altos pilares que flanqueaban la verja, coronados con los bustos de cerdos alados. Tenían frío y hambre y estaba deseando llegar al calor del castillo. Pero cuando estiró un brazo para abrir la verja, comprobó que estaba cerrada con una cadena.
-¡Alohomora! -dijo entonces, y apuntó al candado con su varita, pero no sucedió nada.
-Así no lo abrirás. Dumbledore lo ha embrujado personalmente -explicó Tonks riéndose un poco.
Recordó una vieja runa que vio en su diccionario, era poderosa para abrir candados y puertas, pero no saber al dedillo utilizarla correctamente. Estaba pensando en otras posibilidades cuando escucho la voz en su cabeza.
{Utilízala} dijo la voz de Reve con algo de cansancio en ella.
Salto del susto, con la varita en mano y sintiendo como algo en su cuerpo vibraba.
-¿Estas bien?-pregunto Sofi al verla.
-Si- contesto Hermione en voz alta, luego pensó {¿Cómo es que pueden hablarme? Harry no está aquí}
{Ya te lo hemos dicho, si Harry no hubiera sido tan buen heredero, seguro también pudiste ser nuestra portadora} contesto Griffin con una ligera voz adormilada.
{Estuvimos escasos de magia, ya que lo absorbíamos de Harry. Ahora aquí en el castillo absorberemos la que expulsa naturalmente, claro que no seremos tan poderosos como con él presente} dijo Huffy con voz molesta.
{Estamos débiles, pero sobreviviremos mejor aquí, en el colegio} continuo Sly con la voz amable que tenía.{Ahora podremos entrenarte}
Luego aquello que vibraba freno, no sin antes escuchar las cuatro voces diciendo {Continua}
-Podemos trepar por un muro- propuso Daphne mirando alrededor.
-No, no pueden -replicó la bruja -En todos han puesto embrujos anti intrusos. Este verano se ha endurecido mucho las medidas de seguridad.-
Hermione estaba ocupada en hacer la runa, luego mover su varita. El candando salto y se abrió, de un tirón la cadena dejo la verja abierta. Abrió un pequeño hueco para pasar, esperando que la siguieran, pero la miraban desde afuera sorprendida.
-¿Qué pasa? Entren- dijo Hermione.
-¿Cómo lo has hecho? Dumbledore...-
-No es el mago más poderoso, ¿Recuerdan? Yo he crecido a lado del más poderoso de esta era y la siguiente- dijo Hermione agitando la mano para que se apuraran.
-Se va a enojar. Ya venían a recogerlas. Miren.- dijo Tonks con algo de preocupación al cerrar verja enfrente de ella, como si fuera una chiquilla que hizo una travesura.
A lo lejos, junto a la puerta del castillo, se veía la amarillenta luz de un farol. Hermione se preguntó quién sería el que fuera por cuatro chicas que estaban en el tren y no en el castillo, no estaba para peroratas sobre cómo mejorar la puntualidad, de cualquier profesor podría charlar con tranquilamente. Sin embargo, cuando el portador del farol llegó a unos tres metros de ellos, y su mueca fue más de desagrado de ver la ganchuda nariz y el largo, negro y grasiento cabello de Severus Snape. Hermione torció los labios. Y al punto recibió una descarga de puro enojo al recordar como Snape dejo que Umbridge torturara a Harry.
-Vaya, vaya -dijo el profesor Snape con desdén.
Hermione le dio la espalda, paso la cadena y coloco el candado, sacó su varita mágica dio un toque al candado, con lo que las cadenas serpentearon hasta entrelazarse. La runa cambio dejando impresa una candente maraca en el candado.
-¿Cómo ha…?-comenzó a preguntar Snape sorprendido.
-Eso no le importa ahora- dijo Hermione aun conteniendo su furia.
-Claro que es de importancia, si usted puede abrir...-
-En todo caso el profesor Dumbledore deberá implementar nuevas medidas y reforzar sus encantamientos. Pero a usted no le diré como se hace. Así que eso no importa ahora-
-¿Hermione?-preguntaron a escuchar la hostilidad en sus palabras.
El Profesor chisto, miro con fuerza a Hermione y dijo -Ha sido un detalle por su parte que haya decidido presentarte, Granger, aunque es evidente que en su opinión llevar la túnica del colegio desmerecería a la premio anual-
-Profesor, no llevo el uniforme porque no tengo mis cos...- intento decir Hermione, pero el profesor Snape la interrumpió.
-No de escusas tont…-
-¡NO ME HE CAMBIADO, POR QUE NO TENGO MIS COSAS!- Dijo Hermione con voz alta sin gritar, no dejaría que le volviera a hacer de menos solo por ser un profesor. Luego de no comportarse como un hombre y evitar que dañaran con varios crusios a Harry.- Si quiere que me vista adecuadamente, vamos al castillo. Tonks, estamos ahora a salvo. Gracias por todo-
-Si claro. Pero Snape, yo mande el mensaje a Hagrid -objetó Tonks arrugando la frente.
-Hagrid ha llegado tarde al banquete de bienvenida, igual que ustedes; por eso lo he recibido yo. Por cierto-añadió apretando la mandíbula, retirándose un paso- Tenía mucho interés en ver tu nuevo patronus. - Tonk avanzo apretando la varita con fuerza, luciendo molesta, algo nuevo- Creo que te iba mejor el viejo - concluyó con un deje de maldad -El nuevo parece un poco enclenque. -
-¡No!- dijo Tonks temblando su brazo, casi como si se reprimiera el alzarla varita a la cara de Snape.
-¿Y el suyo?-pregunto Hermione con un tono de curiosidad-¿Qué clase de patronus tiene? Supongo que algo más feroz que un lobo-
-No se meta Grange...- comenzó Snape lanzando una mirada fría.
-O más fuerte que un dragón. Por qué no dejare que ataque a Tonks, no sin que pase primero sobre de mí-
-Y nosotras- dijeron las chicas cruzándose de brazos.
El profesor Snape giro con la farola, alumbrando las miradas duras y molestas de las cuatro, inclusa Tonks.
-Buenas noches Tonks- le dijo Hermione al comenzar andar directo al colegio detrás de Snape- Gracias por todo y perdona si te dimos problemas. Por cierto espero poder visitarte en tus rondas pronto-
-Claro que puedes venir. Nos vemos pronto- dijo Tonks regalando una última sonrisa, un ligero movimiento de mano antes de moverse al lado contrario de ellos.
Snape guardó silencio aproximadamente un minuto, mientras todas generaban tanto odio e intenso, que parecía increíble que el profesor no notara que si las cuatro atacaban, lo dejarían comiendo lodo. Si bien Hermione no le agradaba la actitud del profesor, nunca le tuvo tanto odio como Harry. Lo que cambio todo fue cómo se comportó ese día como profesor, fue la clave para ya no tenerle el mismo respeto.
( N.C: Comparto una curiosidad en esta parte en el original, J. K. Escribe "el muchacho lo había aborrecido desde su primer encuentro, la actitud de Snape hacia Sirius lo había colocado para siempre más allá de la posibilidad del perdón. " La curiosidad es que le pone el nombre a su hijo. Es contradictorio ¿No creen?)
-Cincuenta puntos menos para Gryffindor por el retraso -resolvió Snape- Y… veamos… otros veinte por tu atuendo de muggle. Otros veinte por tus arrebatos...-
-Profesor seamos realistas. No puede hacer eso-dijo Daphne con voz más dura- Recuerde que somos dos prefectas y sabemos cómo funciona el sistema de puntos mejor que nadie.-
-Eso es incorrecto Greengrass. Creo que ninguna casa había estado en números negativos a estas alturas del curso. ¡Ni siquiera hemos llegado a los postres del banquete de bienvenida! Es posible que haya establecido un récord.-La rabia y el odio que bullían de cada palabra acentuaba más el desagrado de Hermione.-
-Hermione ha establecido récord's de estudios en Hogwarts desde su entrada y usted dice estas cosas tan hirientes- dijo Sofi luciendo como si la hubieran abofeteado varias veces- ¿Es un profesor? La verdad lo dudo-
-Otros 30 puntos menos para Griffy...-
-No se preocupen chicas-corto Hermione con una sonrisa- Solo iré con McGonagall para consultar si es posible quitar tantos puntos antes de entrar a Hogwarts. Estoy segura que le encantara saber que su viejo pupilo le gusta abusar de su poder como profesor ¿Me pregunto qué hará? Espero que no lo de la última vez ¿Verdad, Profesor?-
El profesor permaneció callado, moviendo las alas nasales como un desquiciado. Lucia como si nunca antes un alumno tuvo el descaro de darle tal advertencia, casi retándolo para que obtuviera lo que merecía. Y por su silencio entendió que estaba en lo correcto, ningún alumno le gano antes. Estaba segura de que Snape había ido a recogerlas por algún motivo en especial, porque podría aprovechar para atormentarla. Claro que no contaba que ella no era la misma niña tonta que conoció en sus primeros cursos.
Por fin llegaron a los escalones de piedra del castillo, y en cuanto se abrieron las grandes puertas de roble por donde se accedía al amplio vestíbulo enlosado, oyeron voces, risas y tintineo de platos y copas provenientes del Gran Comedor, cuyas puertas estaban abiertas. Se adelantaron a Snape, se dieron un vistazo y se rieron por lo que acababa de pasar. Después de todo no dejaban a un profesor callado todos los días, menos a Snape.
Pasaron el umbral con decisión. Como era habitual, el Gran Comedor, con sus cuatro largas mesas y la de los profesores, estaba decorado con velas flotantes que hacían brillar y destellar los platos. Sin embargo, se tomaron su tiempo para observarlo. Todo el gran comedor comenzó a fijarse en ella, y poniéndose en pie para verlas mejor. Daphne se fue a su mesa, seguida de Luna y Sofi. Ya habían localizado a Ron, Neville y los demás Gryffindor cuando pensó que algo andaba mal.
Se quedó mirando que Dumbledore estaba sentado observando el sombrero seleccionador con insistencia. Casi como medio salón. Corrió hacia ellos a lo largo del banco y se hizo sitio entre los dos.
-¿Dónde has es…? ¡Madre mía! ¿Qué te paso? - dijo Ron mirándolo con los ojos muy abiertos, igual que el resto de los que había alrededor.
Hermione cogió una cuchara para ver su distorsionado reflejo. No noto mucho, pero seguro los chicos si porque, se veían algo enfadados.
-¡Tienes sangre en el pelo y en el cuello de la camisa! -exclamó Neville luciendo molesto.
Ella solo alzo la varita, apunto su cuello y dijo -¡Tergeo!- y se limpió la sangre seca de su camisa, luego del cabello.
-¿Qué te ha pasado? ¡Estábamos muy preocupados!- dijo Ron.
-Después- dijo Hermione, cortante. Al ver que no solo Neville le observaba. Sabía que Ginny, Dean y Seamus eran de confianza, pero otros alumnos de primero, algunos de último curso estaban escuchando, hasta Nick Casi Decapitado, el fantasma de Gryffindor, se había acercado flotando por encima del banco.
-Pero...-protesto Ron.
-Ahora no Ron-insistió Hermione entre dientes, para darle a entender que era por todos los oídos que existían el castillo. No pareció comprenderlo. Pero asintió.
Hermione estiró un brazo por encima del plato de Ron para coger un par de muslos de pollo y patatas fritas, apenas término se desvanecieron y fueron sustituidos por los postres.
-¿Ha dicho algo interesante el Sombrero Seleccionador? -preguntó Hermione, sirviéndose un trozo de pastel de Helado.
-Pues te has perdido la Ceremonia de Selección -comentó Neville mientras Ron se abalanzaba sobre un apetecible pastel de chocolate.
-Más interesante de lo que quisiéramos- dijo Ron con el tenedor en el aire, y el pastel cayendo por la gravedad.
-¿Qué?-pregunto Hermione interesada.
-Más de lo mismo, la verdad… Nos ha aconsejado que permanezcamos unidos ante nuestros enemigos, ya sabes.-
-Lo interesante fue lo que paso después- dijo Neville en voz neutra.
-¿Qué paso?-pregunto Hermione por segunda vez, esperando que no le dieran largas.
-El sombrero se agito como si se intentara sacudir migas de pan o algo parecido-
-Luego abrió la boca y dejo salir la voz del castillo, diciendo algunas cosas raras, en lengua extraña y que no logramos comprender.- contó Ron continuando su pastel, aunque lento algo que no lo haría si no fuera porque estaba intrigado por aquello que paso.- Solo Dumbledore se exalto, y fue corriendo al sombrero intentando que repitiera sin embargo no lo hizo-
-¿Que creen que fue?-
-Me sonó a lo mismo que dijo cuándo Harry… bueno ya sabes...- dijo Ron señalando los anillos en su muñeca- Pero no está Harry y… ¿Por qué en otro dialecto?-
-¿Dumbledore ha mencionado a Voldemort?- continúo su cuestionario de dudas. Dejando lo de sombrero para cuando fuera con McGonagall y Dumbledore.
-No, pero guarda el discurso para después del banquete. No creo que falte mucho.- dijo Ron continuando con el pastel a velocidad normal, aunque para el normal era lo más rápido posible.
En la mesa de los profesores estaba Hagrid, quien le sonrió y saludo, ella regreso el saludo. Hagrid era uno de los profesores que más le agradaban, a pesar de no ser ortodoxo y siempre estar con criaturas peligros y que no podría controlar. Junto a él estaba McGonagall, la jefa de la casa de Gryffindor, que apenas le llegaba el hombro de Hagrid, ella también le alzaba la copa en señal de saludo, aunque a varios más para disimular. Su mirada osca apareció cuando miro a la maestra de Adivinación, la profesora Trelawney, sentada al otro lado de Hagrid, porque casi nunca salía de su habitación de la torre y era la primera vez que la veía en un banquete de bienvenida. Iba tan estrafalaria como siempre, cubierta de collares de cuentas y envuelta en varios chales, y sus gafas le agrandaban desmesuradamente los ojos. Hermione la considera un fraude. Incluso después de saber que la profesia de Harry fue dicha y echa por Trelawney.
Pero por fortuna ella salió a tiempo de la asignatura. Y no tenía que aguantar a la profesora diciendo que estaba tan marchita como los libros que tanto amaba. Claro que ahora no le importaba, sobre todo porque lo dijo enfrente de Harry y le hizo sentirse muy mal, en ese entonces ya estaba consciente de que le gustaba el loco de su prometido.
Su vista fue atraída rápidamente a la mesa de Slytherin. Draco Malfoy la miraba con una sonrisa burlona, mientras lucia como si le hubieran dado el mejor regalo de cumpleaños que nunca pensó. A su lado Pansy le intentaba llamar la atención, sirviéndole la comida, tomándole la mano (que le quitaba agresivamente Draco) e incluso besándolo.
No le tomo importancia, claro que se sentía observada y no solo por Draco, más bien a diez metros de él. Se encontró con la mirada de Theo que le miraba de forma extraña. Bajo la mirada para continuar su comida, luego le preguntaría que quería.
-Antes de que llegaran, nos han preguntado una centena de veces sobre lo que paso en el ministerio- comento Neville al bajar su copa llena de jugo de calabaza.
-¿A si? ¿Qué querían saber?-pregunto Hermione taciturna
-Si realmente Harry era "el elegido" Y si era nuestra única oportunidad contra Voldemort -contesto Ron bufando.
Alzo la vista de golpe.
-Sí, fue en algún punto el único que le pudo plantar cara -contesto Hermione creando que todos los que la escucharan y se vieran sombríos- Pero… creamos Pendragon, nos enseñó a ser mejores, podemos frenar a Voldemort-
-Hasta que regrese- susurro Ron tan bajo como pudo.
-Exacto- concordó Hermione regresando a su postre.- "El elegido", que tontería-
-Pues no tanto. Hasta los fantasmas hemos discutido sobre ese tema -intervino Nick Casi Decapitado, inclinando hacia Hermione la cabeza, que, como estaba unida al cuerpo sólo por unos centímetros de piel, se bamboleó peligrosamente sobre la gorguera - Se me considera una autoridad en cualquier tema referente a Harry; todo el mundo sabe que fuimos muy amigos. Y también a los Pendragon de Gryffindor. Sin embargo, he asegurado a la comunidad de fantasmas que no pienso darte la lata para sonsacarte información. "Pueden confiar plenamente en mí. Prefiero morir antes que traicionar su confianza", les he dicho.-
-Eso no es gran cosa, dado que ya estás muerto -razonó Ron.
- Una vez más, demuestras la sensibilidad de un hacha desafilada-dijo Nick con tono ofendido.
-Gracias por eso, Sir Nick- dijo Hermione agradeciéndole que alejaría algunos fantasmas.
Tardaron unos minutos más en que Dumbledore, sentado a la mesa de los profesores, se ponía en pie. Las conversaciones y risas que resonaban por todo el comedor cesaron casi al instante.
-¡Muy buenas noches a todos!-dijo el director del colegio con una amplia sonrisa y los brazos extendidos como si pretendiera abrazar a los presentes. Lucia como si no quisiera estar dando el discurso de bienvenida-Y ahora… A los nuevos alumnos les digo: ¡Bienvenidos! Y a los que no son nuevos les repito: ¡Bienvenidos otra vez! Les espera un año más de educación mágica…-
-Está nervioso o ¿Solo a mí me lo parece?- pregunto Ron con el puño en la mandíbula.- Creo el sombrero lo saco mucho de línea-
- Si fue algo grande, seguro que esta nervioso por investigar- comentó Hermione -¿Sabes?, hay veces que algo le absorbe tanto que no puede esperar por comenzar -
-… y el señor Filch, nuestro conserje, me ha pedido que les comunique que quedan prohibidos todos los artículos de broma procedentes de una tienda llamada Sortilegios Weasley. Los que aspiren a jugar en el equipo de quidditch de sus respectivas casas deberán notificárselo a los respectivos jefes de éstas, como suele hacerse. Asimismo, estamos buscando nuevos comentaristas de quidditch; rogamos a los interesados que se dirijan a los jefes de sus casas. Este año nos complace dar la bienvenida a un nuevo miembro del profesorado: Horace Slughorn. - Éste se puso en pie; la calva le brillaba a la luz de las velas y su prominente barriga, cubierta por el chaleco, hizo sombra sobre la mesa -Es un viejo colega mío que ha accedido a volver a ocupar su antiguo cargo de profesor de Pociones.-
-¿De Pociones? Pensé que daría artes oscuras- dijo Neville abriendo la boca.
- No creo que le guste mucho esa materia- dijo Hermione, no le sorprendía, ya conocía bien lo que pasaría, después de todo ella había deducido en cuanto Dumbledore la llevo a conocer al profesor- Ahora las cosas serán algo… estresantes-
Las preguntas resonaron por el comedor; todos querían saber si habían oído bien.
-El profesor Snape, por su parte -prosiguió Dumbledore, elevando la voz para acallar los murmullos - ocupará el cargo de maestro de Defensa Contra las Artes Oscuras.-
-¡No puede ser cierto!-dijo Neville y Ron, haciendo que muchas cabezas se volvieran hacia ellos. Pero no les importó: miraban fijamente la mesa de los profesores, indignados.
- Es lógico.-dijo Hermione soltando un suspiro- El puesto de pocionista fue ocupado, solo quedaba el de Defensa. No creo que encontrara alguien mejor… me retracto, si encontraría a mejores, pero no que manejen las artes oscuras de primera mano-
Snape, que estaba sentado a la derecha de Dumbledore, no se levantó al oír su nombre; se limitó a alzar una mano para agradecer vagamente los aplausos de la mesa de Slytherin. No obstante, detectó una mirada de triunfo.
-Al menos hay algo bueno- dijoRon -Snape se marchara antes de que termine el curso-
-¿Qué dices?-pregunto Neville volteando a verlo.
-¿El puesto maldito?-pregunto Hermione girando la vista a su amigo, bufo exasperada- Nadie ha durado más de un año en el puesto.- explico a Neville que no parecía entender- Quirrel murio, Lockhart perdió la memoria, Lupin se fue, Barty esta cutivo, Umbridge esta traumada0… no creo en las maldiciones. Pero si es algo curioso-
-Espero que no se quede en el puesto hasta el final del curso- dijo Neville nervioso y mirando adelante- Me expondrá ante todos, durante todo el curso-
-Confianza Neville- dijo Ron palmeándole la espalda- Confía en ti-
Dumbledore carraspeó. No eran los únicos que se habían puesto a cuchichear. El comedor entero era un hervidero de murmullos tras saberse que Snape había conseguido por fin su gran sueño. Como si no se hubiera percatado del impacto de la noticia que acababa de comunicar, Dumbledore no hizo más comentarios sobre los nuevos nombramientos y se limitó a esperar a que reinara de nuevo un silencio absoluto. Luego continuó:
-Bien. Como todos los presentes sabemos, lord Voldemort y sus seguidores vuelven a las andadas y están ganando poder.-
No le sorprendió que Dumbledore dijera de forma tan fácil que el mago tenebroso más temido de la última década estaba de regreso, y era porque no le tenía miedo como Harry. Sin embargo Hermione, Ron y todos los demás le se comenzaron a tensar, el silencio fue volviéndose más angustioso.
-No sé qué palabras emplear para enfatizar cuán peligrosa es la actual situación y las grandes precauciones que hemos de tomar en Hogwarts para mantenernos a salvo. Este verano hemos reforzado las fortificaciones mágicas del castillo y estamos protegidos mediante sistemas nuevos y más potentes, pero aun así debemos resguardarnos escrupulosamente contra posibles descuidos por parte de algún alumno o miembro del profesorado. Por tanto, pido que tengan en cuenta cualquier restricción de seguridad que los impongan los profesores, por muy fastidiosa que resulte, y en particular a la norma de no levantarse de la cama después de la hora establecida. Suplico que si advertís algo extraño o sospechoso dentro o fuera del castillo, informéis inmediatamente de ello a un profesor. Confío en que comportaran en todo momento pensando en vuestra propia seguridad y en la de los demás. -Dumbledore recorrió la sala con la mirada y sonrió otra vez - Pero ahora esperan las camas, cómodas y calentitas, y sé que en este momento vuestra prioridad es estar bien descansados para las clases de mañana. Así pues, digámonos buenas noches. -
Los alumnos retiraron los bancos de las mesas con el estrépito de siempre, y cientos de jóvenes empezaron a salir en fila del Gran Comedor, camino de sus dormitorios. Claro que no todos se fueron, algunos siguieron en sus lugares, dispersos por todas las mesas. Muy pocos se percataron de ello y algunos ni siquiera voltearon a verlos. Sin embargo Hermione no podía dejar de sonreír al ver que los Pendragon tenían la mirada puesta en que todo ese alboroto no se fuera a un desorden y que por precaución los cuidaran. Se colocó a la cabeza para cumplir, como prefecta y su obligación de guiar a los estudiantes de primero, pero Ron le toco el hombro y le lanzo una mirada.
-¿Qué?-pregunto.
-Creo que los profesores querrán hablar contigo… y creo que quieres escucharlo- dijo Ron levantando la mano, y dirigiéndose a los de primero grito- ¡MOCOSOS SEGUIRME, NO SE PIERDAN Y NO SE QUEDEN EMBOBADOS VIENDO LOS CUADROS O LAS ESCALERAS! ¡Y SI PEEVES APARECE SOLO CUBRANCE LA CABEZA CON LO QUE PUEDAN!-
-¡Ron!-reprendió Hermione al verlos tratar de esa forma.
No pudo decir nada más por que avanzaba con el grupo cuchicheando.
-¡¿Quién es Peeves?!-preguntaban los chiquillos.
Dejo que todos pasaran, incluso algunos Pendragon y cuando estaba casi vacío supo que de verdad la estaban esperando. Dumbledore, McGonagall y Snape la veían desde la mesa rodeando la mesa y el sombrero seleccionador. Faltaban algunos, como Sofi, Luna, también Neville y Theo. Avanzo hasta la mitad donde se reunieron.
-¿Qué es lo que pasa?-pregunto Sofi mirando a su alrededor.- ¿Es por lo del sombrero?-
-Sí, creo que esperan que sepa algo- dijo Hermione palmeando su espalda- Vallan a dormir, hoy ha sido largo-
-Te esperaremos- dijo Theo tocándole el hombro- Podemos hacer más juntos-
-No- dijo Hermione quitando su mano, aun sin entender que le pasaba- Creo que esta charla debe de ser privada.-
-¿Por qué?-pregunto Theo luciendo algo extraño.- Podemos…-
-Theo, ella sabe lo que hace… y no creo que podamos ayudarle mucho si la presionamos- dijo Neville con voz irritada, como si Theo estuviera haciendo algo malo.-Seguro que sabe manejarlo-
-Solo quiero ayudarla…-
-Creo que la mejor ayuda, ahora mismo, es que la dejemos a solas con los profesores- dijo Luna tomando al chico del brazo, y tirando de él.
-pero…-
-Vamos- dijo Sofi tirando del otro.
Al poco los vio cruzar la doble puerta del gran comedor. Regreso la mirada a los profesores, más específicamente a Dumbledore que tenía la varita estirada y parecía esperar algo. Antes de que llegara a ellos, un contenedor de piedra con líquido plateado flotaba con mucho cuidado hasta el Profesor.
De inmediato entendió que le pasaba por la mente al profesor Dumbledore, al pararse frente a ellos les miro esperando que le explicaran por que la querían ver.
-Señorita Granger. Es bueno verla de nuevo- dijo el profesor Dumbledore sonriéndole- Esperaba hablarle sobre lo que ha pasado-
-Quisiera saber a qué se refiere, me han pasado muchas cosas últimamente- dijo Hermione sobando sus hombros.
-Primero. Lo que hizo llegar tarde a cuatro de nuestras mejores alumnas- contesto ofreciendo una silla, concisamente la suya. La que le pertenecía al director. Se sentó en lo que pensaba, puede que para muchos fueran un par de segundos, para ella fue lo suficiente para saber que no tenía que contar lo que paso a Draco frente a Snape.
-Nos retrasamos por cuestiones… "de chicas"-dijo Hermione lanzando dos miradas, una al profesor y otra a McGonagall. Parecieron comprender, aunque Snape chisto.
-Mentira- dijo arrastrando cada letra.
-Claro que lo es- concordó Hermione viendo al profesor-Y permítame se mas honesta, no lo diré frente a usted, ni aunque me torture-
-¡Hermione! ¿Qué tiene contra el profesor Snape?-pregunto McGonagall algo alterada.
-Es un Mortifago- dijo directo a los ojos de Snape, los cuales solo se abrieron un poco- Y no confiare nada a él, no hasta que de verdad sepa si esta de nuestro lado o…-
-…le aseguro, señorita Granger, que el profesor Snape es de mi total confían…-
-lamento decirle profesor Dumbledore, que no ha tomado decisiones acertadas desde hace mucho tiempo atrás. No puedo evitar cuestionarme ¿Si de verdad su juicio, hacia el profesor Snape, no está comprometido?-continuo Hermione sin retirar la vista de ellos- Quisiera pensar que de verdad sabe lo que hace profesor, y que el profesor es capaz de ser solo un doble espía y no un triple espía. Pero, y siempre existe un pero, no es momento de quisiera, es un momento en el cual debo solo confiar en lo que se.- La miraron de diferente formas; sorprendidos, confusos, tristes, furiosos. La verdad no le importaba tenía que dejarlo claro- No sé si es bueno o malo profesor, ente punto no importa, solo que no debo confiar en quienes tienen esa marca en su antebrazo-
El profesor Snape golpeo la mesa con la mano extendida, haciendo retumbar la madera, luego se acercó tanto a la cara de Hermione que ella pudo ver como sus ojos tenían cierto temor.
-Yo no estoy con el señor tenebroso.- dijo con asco en la voz- Quiero verlo muerto-
-Por supuesto- dijo Hermione- Todos lo queremos verlo muerto. Pero ¿Por qué usted lo quiere muerto?-
El temor en sus ojos se volvió terror.
-No le importa-
-Lily Potter- dijo Hermione con los recuerdos de la madre de Harry girando en su memoria- El amor de su vida, aquella a quien jamás pudo olvidar y a la amiga que hirió tanto por ser un idiota. Supongo que hay alguien más que odia que a Voldemort ¿No?-
-Silencio-
-He hecho conclusiones, estoy segura que la profecía de Harry no solo fue escuchada por usted profesor Dumbledore o ¿sí?-dijo Hermione mirando de reojo al director, que solo bajo la cabeza- Como lo supuse, de que otra forma Voldemort terminaría enterándose que Neville o Harry podrían derrotarlo cuando crecieran. ¿Qué fue el detonante profesor? ¿Qué hizo James Potter para que le dijera a Voldemort que debía matar a su hijo? ¿Qué hizo Lily para que usted mandara al mayor asesino detrás de su pequeño bebe? ¿Tanto odiaba a James que no le importaba un recién nacido, hijo de la mujer que usted supuestamente…-
-¡SILENCIO!-grito Snape saliendo de sus cabales, golpeando la mesa con el puño cerrado y manchando de sangre sus nudillos. Jadeo como si le costara respirar.
-¡Severus, cuidado!-advirtió Dumbledore colocándose a un lado de ella, como si quisiera protegerla del enfado que provoco.
-Siempre una sabelotodo ¿Verdad?-gruño Snape alejándose mientras temblaba- Si quieres saberlo se lo diré- Amo a Lily Evans, desde que la conocí, incluso cuando comenzó a salir con el idiota de Potter la seguí amando. Sin embargo las circunstancias nos llevaron por caminos diferentes, yo con Voldemort y ella con Dumbledore. Cuando escuche la profecía dicha por Sivil y capturada por Dumbledore, no pude estar más alegre, podría cambiar la protección de Lily por el niño que podría derrotarlo en un futuro. No sabía que el bastardo hijo de Potter seria uno de los dos posibles.-Rechino los dientes con tanta fuerza que incluso erizo los bellos de Hermione- Roge y suplique que fuera Longbottom, todos los días en cuanto veía a Voldemort, le metía la idea de que podría ser el hijo de los Longbottom y no el de Lily. Incluso cuando Belatrix fue a atormentar a Frank y Alice, yo esperaba que esos dos lograran matarlo y que Voldemort fuera detrás de ellos. Sin embargo… acepto que Potter era mucho más poderoso y fue detrás de ellos. ¿Qué tanto odiaba a Potter? La verdad no lo sé.- Su mirada fue más intranquila- Si hubiera sido cualquier otra mujer, estoy seguro que no me hubiera importado su muerte. Pero era Lily, mi Lily.- De sus ojos salió una lágrima, que resbalo hasta caer en la mesa y se limpió bruscamente con la manga de la túnica.- ¡He hecho todo para remediar mi pecado, intentando proteger a Harry Potter! Y ahora ese creído también está muerto y he fallado…-
-Si lo ha hecho- dijo Hermione con un poco de enojo por saber que era capaz de tales atrocidades, sin importarle a quien o que dañaba, solo se detenía por el amor a Lily- Pero no por la muerte de Harry. Fallo por seguir con ese pensamiento de Mortifago ¿Cree que su pecado se borrara solo por que ayude a matar a Voldemort? No. Jamás olvidara que por ser tan inmaduro y estúpido murió su amiga, su compañera, la mujer que amaba, una madre, una esposa y sobre todo eso… una buena persona. Quiere expiar su pecado. Acepte lo que ha hecho y deje de ser tan idiota, deje de tratar a los alumnos como basura, deje de creerse el mejor y sea lo que Lily Evans veía en usted. Un buen amigo.-
No contesto, espero a los profesores, Dumbledore se tocaba el pecho de la túnica y McGonagall intentaba ver a otro lado.
-Me desagrada tanto eso de usted- escupió Snape alejándose un temblando- El que piense como solía hacerlo ella, ver lo bueno en cada persona, mostrarle que estaba mal aunque uno se enojara y al final siendo fuerte ante cualquier adversidad. Capaz de dar la vida si era necesario.- Volteo a la puerta- Y como ella, cree que conoce todas las respuestas. Es odioso- Dio dos grandes zancadas alejándose- Y tiene razón, esto no me importa en lo más mínimo-
En cuanto la doble puerta se cerró con tanta fuerza que resonaron los cristales, miro que los dos restantes lucían como si ella fuera una persona diferente a la que conocían. Y tal vez así era, ya que Hermione también lo sentía. No es que quisiera decir todo eso, pero tenía que sacar a una posible amenaza del lugar.
-y ahora ¿Por qué estamos aquí?-dijo Hermione a Dumbledore que estaba metido en sus pensamientos.
-Sí, claro, es por lo que dijo el sombrero seleccionador- dijo al percatarse que le miraban.
-Me mostrara o nos quedaremos toda la noche aquí- dijo empujando el pensadero,
El profesor, levantando la varita, troco su cien y retiro la punta dejando que un hilo de plata colgara de la punta. Cuando el hilo de plata, toco la superficie del líquido comenzó a formar figuras negras y extrañas que entre más tiempo pasaba más nítidas eran. Y sin que le dijeran nada, Hermione, metió la cabeza dentro del contenedor.
Fue extraño, sentirse incorpórea, también no poder ver más que los limites difusos de un recuerdo. Anteriores veces ocupo el pensadero que le regalo, en la navidad pasada, a Harry y de todas formas las sensaciones no eran de su agrado. Lo primero que vio fue el mismo gran comedor en el que estaba, solo que con la multitud de alumnos que se sentaban en sus mesas correspondientes, el murmullo de exaltación e incluso como algunos estaban pasándose de mesa para platicar con sus amigos. Veía desde la mesa del profesorado, sentada a lado de Dumbledore que pasaba la mirada entre las caras de sus alumnos, cada uno diferente y único, cada uno con potencial, algunos sin saberlo otros más consiente. Para en cada uno de los Pendragon, dejando salir una ligera sonrisa antes de continuar con su recorrido.
Las puertas del gran comedor se abrieron y dejaron entrar a los nuevos alumnos, niños de once o cerca de los doce años que estarían comenzando su estudio de magia y de alguna forma que también tendrían que vivir la horrible guerra que los acechaba en ese curso. Era el turno de Hagrid el hacerlos pasar y decir su nombre, claro que su amigo no era tan diestro como McGonagall, Flitwich o Sinistra. No, era torpe, pero ponía empeño en ello.
-Sain Sampler- decía Hagrid, el chiquillo pasaba y le colocaba el sombrero, que lo envio a Ravenclaw.
-Marcus Solster- continuo una y otra vez, hasta que, Annabeth Parton, una niña menuda, de cabello color rojiso paso y fue enviada a Gryffindor. La mesa aplaudió, gritaba y silbaba, incluso miro como la chiquilla se emocionaba por eso.
En cuanto se sentaron y Hagrid dejo la lista a Dumbledore, fue a quitar el taburete y el sombrero. Lo dicho por Ron paso.
La punta sombrero se alzó, como si aquellas costuras mal remendadas no fueran un impedimento, también resplandeció de color dorado y comenzó a recitar palabras raras. Cuando finalizo, resplandeció un emblema en la base. El símbolo Pendragon.
Saco la cabeza, y tomo una bocanada de aire como si hubiera hundido la cabeza debajo del agua. Se sentía confundida. ¿Por qué el símbolo que creo Harry estaba en el sombrero seleccionador?
-¿Algo que quiera compartir con nosotros?-pregunto Dumbledore mirándola, y ella se sintió como si la viera con rayos x.
-Deje de intentar utilizar Legeremancia- pidió Hermione pensando, al mismo tiempo que reforzaba su oclumancia.-Era lenguaje Rúnico y por lo que escuche… creo que es una profecía-
-Me alegra saber que llegamos a la misma conclusión- dijo Dumbledore sentándose a su lado- ¿Pero no sabemos exactamente qué dice? Mi conocimiento del lenguaje Rúnico es muy limitado-
-Es difícil aprenderlo- dijo Hermione sabiendo el por qué no entendía toda la profecía.
Aquel lenguaje era una forma de pronunciar cada runa y como era más fácil escribirlo que decirlo, muchos solo desechaban el lenguaje. En el mundo solo existían cuatro personas que conocían tal lenguaje a fondo. Uno de ellos se encontraba en Estados Unidos, trabajando para la macusa, el otro era un profesor de Mahoutokoro, la directora de la prestigiosa escuela de Koldovstoretz y una señora de avanzada edad la cual creo el libro "Runas por el mundo". Sin embargo Hermione conocía a una persona más que conocía la lengua tan extraña. Y de la cual todos los otros cuatro ignoraban. Por algo la materia favorita de Hermione era Runas Antiguas. Adicionado a la reciente lectura de un diccionario histórico de Runas su comprensión de la lengua incremento.
-Creo que enviare esto a Mavra para que lo decifremos- comenzó la profesora McGonagall soltando una mirada dura.- No nos hablamos mucho últimamente y creo que con lo que pasa no estará muy dispuesta a entrometerse con una británica…-
Por lo que podía ver Hermione, McGonagall conocía a la directora en Koldovstoretz y no parecían llevarse del todo bien.
-No hace falta- dijo Hermione sacando Pergamino, pluma y tinta.- Denme quince minutos-
No comentaron, nada, pero se vieron entre ellos un par de veces. Hermione introdujo tres veces la cabeza para poder escuchar el cantico con máximo detalle y luego trascribirlo a papel. En cuanto a cabo no podía comprender del todo lo que escucho, sin embargo estaba ligado a lo que conocía con anterioridad.
-¿Cómo es que conoce la lengua?-preguntó McGonagall con interés.
-Lo llevo intentando aprender por completo desde tercero, cuando me dieron la materia, me parecía muy práctico y que muchos no le daban el valor que tenía- dijo Hermione rellenando las partes que no le parecían correctas y revisando su trabajo para que fuera perfecto- Sé que en Mahoutokoro enseñan palabras rúnicas para casos de defensa. Son útiles pero la lengua en si es fascinante. Si saben combinar bien todos los sonidos, los tiempos y cada una de sus diversas formas de utilizar una sola palabra, puedes no solo crear magia sin varita, si no crear un efecto programado. Es decir, crear que la magia haga una sucesión de hechos que se realizaran con calidad y precisión-
-lo sabemos- dijo Dumbledore con amabilidad.
-Suelo no hablar de ello y cuando lo hago no puedo parar- dijo Hermione como disculpa terminando de colocar el punto final-Esta listo-
-¿Qué dice?-preguntaron.
"El treceavo día, del doceavo mes, del año donde se perdió
Y cuando los siete estén en el escondrijo y la pared sea rota,
El último se revelara cayado y con los elementos a su favor
Trayendo consigo la resurrección.
Ni la luz ni la oscuridad perduraran separadas,
La última pieza del juego se colocara en el tablero,
El comienzo en caos y el fin en calma, culminara con esperanza
Y las blancas y las negras rondaran al rey sin corona.
Emergerá de su travesía con el corazón templado
Un alma tan ardiente como el fuego, un corazón tan claro como el agua
El cuerpo duro como el viento y su vida tan extensa como el viento.
Coronado por tercera vez, donde la corona no caerá de vista.
Una cosa asegura el avance del tiempo
Las cosas cambian en cada era que pasa
Trayendo la época más larga en calma
Y doce luces resplandecientes"
Se vieron entre ellos un par de minutos.
-Hermione… "cayado" no se escribe así- dijo McGonagall señalando la palabra.
La volteo a ver Hermione y luego pareció ofendida.
-No me he equivocado- dijo Hermione segura de lo que escribió- Eso decía el sombrero, no se refería a la acción de no hablar, más bien al objeto. Un cayado.-
-Es decir un báculo, como en la antigüedad- dijo Dumbledore pasando varias veces la miradas por la líneas.
{El báculo de Merlin} pensó Hermione recordando lo que aprendió de las memorias de Harry, Nimue dividiendo el poder de Merlin y escondiéndolo. Que más poderoso que el arma antigua que ayudo a forjar la propia excalibur. Por eso Harry fue del otro lado del velo de la muerte.
-"Piezas negras y blancas"-dijo McGonagall viendo, sobre el hombro de Dumbledore, el pergamino.- ¿Mortifagos y Aurores? Quizá-
-Creo que es menos específico y más general- dijo Hermione copiando la profecía- Los del lado de la luz y la oscuridad, supongo-
-Y ¿Rey sin corona?-pregunto otra vez- Los magos nunca hemos tenido un rey desde hace mucho… quizá desde Merlin-
-No somos los únicos que no han tenido guía, los dragones, los gigantes, elfos, y supongo que incluso los hombres lobo- dijo Hermione observando la hoja, luego recordó algo.- Es la tercera profecía con respecto a Harry-
-Una vez mas ¿De qué habla?-pregunto Dumbledore parpadeando.
-Antes de que se fuera… dejo una profecía dicha por el mismo o… bueno eso me pareció a mí- dijo Hermione mordiendo la punta de su uña- No creo mucho en esta magia, pero si…creo que tampoco debo subestimarla-
-¿Qué profetizo Harry?-preguntó Dumbledore anonadado.
-"Una pequeña calma, entre dos guerras, una ya librada la otra por comenzar.
Un sacrificio, una desolación, un temor.
Tres partes de un todo que desembocaran en una resurrección"- recito Hermione al saberla de memoria.- Creo que se basa en lo que está pasando. Una vieja guerra, una nueva. El sacrificio de Kreaker, la desolación de Harry y el temor de todos notros. Pero que al final traerá a Harry de regreso a casa-
-No confiaría en tomar todo literal. Las profecías son engañosas- dijo Dumbledore levantándose, sonriéndole- Ya es tarde y debería estar en su sala común descansando para el primer día de mañana-
-Como si pudiera sacarme esto de la cabeza- dijo Hermione guardando el pergamino, no podía creer que tuviera más en que pensar.
Al mismo tiempo estaba más feliz, se sentía más tranquila. La profecía decía que el rey sin corona estaría en la batalla final y eso significaba que Harry regresaría. Además de que lograría conseguir un poder igualable al de Merlín.
-¿Profesores podría ir mañana a ver a Tonks en sus rondas?-pregunto Hermione levantándose, ya estaba cansada.
-Por supuesto- coincidieron ambos.
-Seguiré pensando sobre la profecías y si se me ocurre alguna teoría o algo que ayude les diré de inmediato- dijo Hermione intentando no olvidar sus otros planes para ese curso.
-Nosotros también- dijo Dumbledore inclinando- Y gracias por traducirnos, no creí que tuviéramos a una Experta de lengua Rúnica entre nuestras filas de estudiantes-
-Aun no puedo tomar el EXTASIS de Lenguajes antiguos.- dijo Hermione despidiéndose de igual forma- Por lo tanto aun no soy una experta. Además los otros cuatro que lo saben en el mundo, lograron pasar el examen de lenguaje rúnico a los casi cuarenta años-
-Preparare el papeleo para que lo tomes el examen en cuanto cumplas los diecisiete- dijo McGonagall contenta, y casi parecía quererse pavonear- Estoy segura que de esa forma muchos también la verán como una de las brujas más poderosas-
-No lo pensé antes, pero me parece buena idea- dijo Hermione sonriente al saber que la profesora pensara que era capaz de pasar un examen tan difícil y complicado-Cuento con su apoyo para que me permitan tomarlo cuando cumpla mi mayoría de edad-
-Veinte días- dijo Dumbledore con una cara seria- Cree pulir su habilidad en menos de veinte días-
-Por qué no-contesto Hermione viendo un reto adelante, y algo que le despejaría la mente de tanto problema.
Luego, se marchó directo a los pasillos del castillo, donde podría al fin ir a la torre de Gryffindor y tomar una buena noche de sueño. Paso las dobles puertas, y en cuanto giro en el recodo vio una figura apoyada contra el muro. De inmediato saco la varita y antes de que dijera cualquier cosa, la sombra alzo los brazos.
-No me mates mione -dijo Theo saliendo a la luz- Solo quería saber si estabas bien-
-¡No me llames así!– dijo Hermione con furia en la voz.
No supo porque o si acaso fue por el parecido en el cabello negro, lo altura e incluso el gesto de levantar los brazos. Pero por un solo instante creyó que era Harry y eso la hizo sentirse enojada. Tanto con Theo como con ella misma.
-Cierto- dijo Theo con aire deprimido- Solo Harry te dice asi-
-Sí. Con los demás me hace sentir extraña- dijo Hermione continuando su camino, entre más rápido pasara ese momento, menos estaría pensando en por que carajos pensó que Theo se parecía a Harry.
-Creo que lo comentaste alguna vez- dijo siguiéndole el paso- Oye, ¿Por qué tardaste tanto adentro? ¿y Snape salió hecho una furia? Por poco me encuentra escondido-
- He discutido con el profesor Snape sobre… cosas del pasado y en cuanto a mi tardanza fue por lo que ocurrió con el sombrero seleccionador- conto Hermione apurando un poco más el paso, no quería hacerle el feo al chico, pero no quería verlo por un rato.- y a todo esto ¿Qué hacías escondido y esperándome?-
-Ya lo he dicho, estaba preocupado por ti- dijo Theo como si nada pasara- Me arrastraron Sofi y Luna hasta la entrada a la mazmorra, di una vuelta y regrese a ver si tu seguías con los profesores. Como es tarde y no puedo estar en los pasillos, decidí esconderme-
-Yo te dije que mañana les vería-dijo Hermione manteniendo la mirada enfrente.-además no creo que tu novia lo vea bien-
-¿Roxana?-pregunto theo de mala forma- Nuestra relación fue esporádica después de Navidad, luego fuimos al ministerio y me corto. Ahora no está en Hogwarts, parece que esta de lado con el que no debe ser nombrado, y creo que la entrenan los mortifagos. Incluso puede que se esté liando con alguno que venga de buena familia-
-Lo lamento- dijo Hermione parándose.
A Theo se le salió una risotada, pero consiguió que no fuera tan escandalosa. Ya estaban a punto de dividirse los caminos entre la torre y la mazmorra.
-Eso es lo que menos me preocupa ahora- dijo el chicho metiendo las manos en los bolsillos.- No tengo familia, además de mi padre, e incluso perdí un lugar donde vivir. Si no fuera por ti seguro que estuviera en la calle buscando la forma de sobrevivir.-
-Pendragon siempre debe ayudarse-
-Por eso les estoy tan agradecido contigo…-
-Con Harry- corrigió Hermione sintiendo que le estaba dando mucho crédito.- Camelot es la casa de Harry, los elfos son sus trabajadores y el dinero que se gasta en la manutención de todos es dada por la casa Potter. Yo solo estoy intentando hacer lo mejor para Pendragon-
-Si… gracias a Harry- dijo Theo pensativo, miraba avergonzado el piso.
Estaba a punto de preguntarle por qué se ponía de esa forma cuando llegaron al final del camino. Frenaron ambos, en medio del pasillo iluminado con las antorchas. Sin saber por qué Theo giro la mirada a otro lado, que no fuera ella, luego varias veces abrió la boca y la cerro.
-¿Mañana te veo en criaturas mágicas?-pregunto Theo con un color rojo en la cara, por la luz de las antorchas.
-No- contesto Hermione intentando no ser descortés y largarse de una vez.-No tome criaturas mágicas. Me concentrare en Runas y Trasformaciones-
-hooo. Entonces ¿en las reuniones?-pregunto como si no le agradara la idea.
-Les enviare un mensaje- dijo Hermione sacando el galeón dentro de bolsillo.- Debo arreglar unas cosas antes-
-Claro- dijo Theo intentando sonreír.
-Hasta mañana- dijo Hermione nerviosa por la actitud de su compañero, luego se fue por la escalera con la sensación que la seguía mirando y más concisamente que le miraba su retaguardia. Giro la vista y vio un movimiento rápido desaparecer por el pasillo.
{Esto no le gustara nada a Harry} dijeron los maestros desde los anillos.
{¿Por qué?}Pregunto.
{Mañana te queremos a primera hora levantada. Tu entrenamiento ya esta planeado} dijeron sin contestar su anterior pregunta.
