Estoy seguro que muchos han de estar pensando, ¿Por qué tan pronto?, no sean malos… tarde un mes por que tenía el proyecto encima. Y ahora solo tengo pequeñas cosas que resolver, por lo cual me da más tiempo de escribir. Como tengo algunas horas libres espero poderles dar esos capítulos atrasados antes de lo pensado… o por lo menos traer uno cada semana.

Sé que no soy bueno en ortografía y entiendo que todos ustedes merecen una buena lectura, les pido disculpas por la molestia. Intentare ser mejor.

Satori me dijo que si quisiera me ayudaba con esos errores… me alegra mucho, pero debo negarme. Si no lo hago por mí mismo nunca avanzare como escritor. Si contiene alguno, recuerden que lo lamento mucho y que intentare mejorar.

Por ultimo… es el comienzo de un curso, lo cual significa explicaciones, algunos misterios y un poco de cómo se caos… de mi estilo… por así decirlo.

Gracias a todos por estar aquí conmigo, ahora espero que lo lean, disfruten y dejen su comentario.


Los personajes le pertenecen a J. K. Rowling.


Capítulo 68.- Un constante recordatorio.

Un día después tantas subidas y bajas de emociones, Hermione se levantó temprano, mucho antes de que el sol saliera y antes de que cualquiera de sus compañeras de habitación. Entre ellas estaba Laveander Brawn (preocupada más por tener novio y su apariencia que otra cosa), Parvatil Patil (Ninguna de las dos se metía con la otra, aunque Hermione se enteró que le gustaba Harry desde tercero), Fay Dumbar (Un poco tímida y casi sin hablar, la conocía mucho menos de lo que quisiera) y Irina Zanten (La más íntima amiga de Fay y la única que compartía su gusto por los libros). Cuidando no despertarlas se levantó y vistió para una mañana de entrenamiento. Despendio por la escalera apresurada, el hueco en su pecho creció al doble cuando por un minuto olvido todas sus vacaciones y creyó que encontraría a Harry, sentado en su sofá favorito con cara de no haber dormido por las pesadillas o entrenamientos intensos.

Camino al lugar y se sentó a un lado mirando el hueco que fue ocupado por Harry, casi pudiendo visualizar la figura de su prometido. Sentado, con la cabeza contra el respaldo, intentando dormir, con los lentes puestos y murmurando cosas. Aclaro la vista y palmeando sus mejillas con fuerza para quitarse la imagen y las demás ideas depresivas de su cabeza.

Ahora ya estaba en Hogwarts, sus planes tendrían que continuar y aunque la tercera profecía cambiaba las cosas, al igual el que Snape fuera el nuevo profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras, y Draco tuviera una misión en el castillo, no debía cambiarlos solo modificarlos. Su primer paso le llevaría mucho tiempo, aunque al lograrlo seguramente que se sentiría más relajada. Pronto se acordó que tenía veinte días para pulir su lenguaje rúnico y pasar el EXTASIS. Y eso significaba intenso estudio.

Antes de sacar su diccionario de Runas y un cuaderno de campo en blanco se dedicó a darse unos minutos para aclarar su mente.

{¿Estresada?}Pregunto Huffy desde su mente.

{No debería, pero por alguna razón… cada día siento que tengo más presión} pensó mientras se levantaba y estiraba. Un poco de ejercicio no le caería mal para despejar su mente.

{Eso es porque nunca antes te has enfrentado a todo este conflicto de frente. Siempre Harry se paraba frente a ti y el aceptaba todo el peso y cambios que le arrojaba. Ahora tu intentas hacer lo mismo que el} dijo Reve sonando maternal.

{Pero no eres más lista que él} dijo Griffin con tono serio.

{Un buen líder sabe cuándo delegar} comento Sly con calma.

{¿Delegar?}Pregunto Hermione a los maestros, sin embargo ninguno de los cuatro contesto como la noche anterior.

Al ver que no contestarían sus preguntas, decidió encontrar las respuestas por sí misma, peinado su cabello con sus dos manos y se amarro una coleta. Salió a correr, pasando por los pasillos a medio trote, bajando las escaleras con cuidado y saliendo a los terrenos, tal vez para encontrar a Hagrid y platicar un rato. Como solía hacer antes de que Voldemort regresara a de su exilio.

Mas era muy temprano y la cabaña de Hagrid estaba apagada, continúo trotando por la orilla del bosque para llegar al lago y luego de regreso. Más no esperaba encontrarse con una sorpresa. Un chico estaba sudado, con la varita en mano y atacando muñecos de prueba (hechos de sacos rellenos de algo) que volaban a todos lados intentando golpearlo. Neville mantenía un semblante de concentración bástate buena. Uno de los muñecos golpeo su pierna tirándolo al suelo y manchando todo su pecho de barro, otro estaba por golpearle la cabeza cuando Hermione alzo la varita.

-Inmovilus- dijo apuntando a todos los muñecos.

Frenaron en seco y quedaron quietos y flotando. Embarrado de barro, jadeando y con dificultad se levantó Neville. La miro y parpadeo varias veces.

-¿Qué haces levantada tan temprano, Hermione?-pregunto Neville un poco nervioso.

-Esa es mi pregunta- dijo Hermione acercándose a verlo, estaba peor de lo que pensó- Pareciera que llevas más tiempo despierto que yo-

Levanto la varita en su mano y la miro, luego hizo una mueca.

-Tal vez... Hace tiempo Harry me dijo que si necesitaba ayuda podría ir a decirle, también tú me has ayudado mucho y los demás Pendragon- comento Neville regresando su mirada a la chica- Pero aun siento que no puedo avanzar sin tropezarme o caer-

-¿A qué te refieres?-pregunto Hermione avanzando a donde estaba.

-Nunca he sentido que pueda hacer magia bien, siempre es como si alguien más la hiciera- dijo Neville nuevamente viendo la varita que sostenía- Me siento extraño cada vez que intento hacer magia-

-Es la varita de tu madre ¿Verdad?- dijo Hermione sosteniendo su mano y tirando para ver la varita, no era experta como se volvió Harry, ni siquiera le interesaba el tema, pero seguramente algo se le pego al ver a Harry todos esos días estudiándolas y haciéndolas.

-Si es la de mi madre. Abedul y pelo de unicornio, 11 pulgadas, semi flexible- dijo Neville con la expresión un poco diferente.

-¿Y la anterior?-pregunto Hermione entendiendo algo que le comento Harry y que luego se reafirmó con sus pláticas sobre varitas.

-Era de mi padre, Cerezo y nervio de dragón, 13 pulgadas, rígida- comento Neville rascándose la oreja.- ¿Qué tiene que ver?-

-Mucho- comento Hermione soltando la varita, se cruzó de brazos- Olivander siempre que vende una varita comenta que ellas nos escoge, no nosotros a ellas. Era extraño Ollivander y con el semblante que muestra, muchos no le daban crédito. Sin embargo creo que es esencial comprenderlas.-

-Hablas como si tuvieran vida-

-Lo están. No sé cómo funciona, Harry es el experto en ese tema, pero por lo que se la varita le tiene lealtad a un mago o bruja hasta que es arrebatada de su dueño y entonces la lealtad pasa a aquel que derroto a su anterior dueño- dijo Hermione sacando la suya, pensando en una forma de ayudar a su amigo. Ocurriéndose la más simple y que estaba guardando para el retorno de Harry- Pero tú nunca has derrotado a tus padres y no creo que tengas intenciones de intentarlo-

-Espera un segundo… ¿Entonces la lealtad es trasferible?-pregunto Neville con la boca abierta- Pero si se consigue derrotando al dueño…- miro otra vez a su mano-… las varitas que he sostenido… tampoco le pertenecieron a mi padre o a mi madre-

-¿Cómo dices?-pregunto Hermione anonadada.

-Bellatrix- gruño Neville apretando sus manos, enfureciendo y tronando sus nudillos sobre la varita que se tambaleaba por el esfuerzo de apretarla.- Bellatrix Lestrange desarmo a mi madre, entonces… esta varita…-

-Sí, lo más probables es que tenga una lealtad a Bellatrix, a menos que otra persona la desarmara- dijo Hermione intentando hacer memoria de lo ocurrido en la batalla del ministerio, pero nada le venía a la mente. A todos los que desarmaban destruían la varita. Sin embargo Bellatrix la conservo hasta el final y dudaba que alguien le ganara.- Pero debemos creer que tiene una lealtad a ella-

-Por eso no pude sentir la de mi padre como mía, porque era de Barty Crouch jr y está a Bellatrix… y ahora sin Ollivander- dijo Neville aun apretándola como si quisiera ahorcar la varita.

-Me sorprende que pudieras avanzar tanto con dos varitas que no te reconocían como su dueño- dijo Hermione rebuscando dentro de su bolsillo hasta sacar el monedero y metiendo la varita adentro- Si no tienes su lealtad no puedes hacer muchas cosas bien e incluso puede que te desobedezca, pero con una que varita de acorde a ti… ¿Dónde se quedó?-

-¿Qué buscas?-pregunto Neville aun enojado.

-Espera… accio- dijo Hermione y salió del monedero una varita que se golpeó contra el cierre del monedero y salió girando, termino golpeando la cabeza de Neville, que la atrapo cuando caía.

No pudieron evitar reírse un poco por el suceso. Mas al saber Hermione de la última varita que preparaba Harry antes de irse, no le conto a nadie más que a ella y según su prometido le faltaba solo una cosa para terminarla. Pero creía que no tenía tiempo para esperar a Harry, creyó prudente entregarla en su representación. Después de todo creía capas de conocer el proceso que creo su prometido, después de una explicación de cómo le exploto una varita en la cara.

-¿De quién es la varita?-pregunto Neville mirándola asombrado.

No era para menos, de todas las varitas que tallo Harry en esa se esmeró, o más que la de Hagrid. Su diseño era como si varias enredaderas giraran alrededor de la varita, cada hoja tallada tenía mucho detalle, cada desviación y cada espacio parecía hecho por un artista. En la punta donde las enredaderas se unían quedaba como un poco extraño, como si le faltara una cosa (Seguramente lo que Harry deseaba terminar). Pero el mango era otro asunto lucia igual que su fuera la de una espada, los intricados giros y algunas runas muy bien escondidas a un ojo que no las conociera. Dándole el toque de una espada que fue envuelta en enredaderas. Para Hermione era clara la idea de Harry, una espada que mucho tiempo pasó sin utilizarse y la vegetación la envolvió. La representación de Neville.

-Harry la estuvo tallando con esmero durante casi dos o más meses, no sé si está terminada como quería, pero creo que es hora de entregarla a su dueño- dijo Hermione tomando su varita, y moviéndola por el terreno lleno de tierra creando surcos que se llenaron de agua y dejando aquel diseño que le mostro y explico Harry.

-¿De que esta echa?-pregunto nuevamente Neville girándola entre sus dedos, de una forma que incluso la sorprendió. Nunca antes pudo hacerlo con su otra varita.

-Madera de Sauce Boxeador, mide 30.5 centímetros y suficientemente flexible para su dueño- dijo Hermione con una leve sonrisa al terminar el círculo mágico- O eso me dijo Harry-

-¿Entonces a quien debemos entregarla?-pregunto Neville estirándosela, ella la tomo y sintió que era extraña a su mano, pero seguro que era porque estaba acostumbrada a la suya- Espero que entienda los sentimientos de Harry tan bien como nosotros.-

-Lo hace, la fabrico para ti- dijo Hermione dejando la varita en el centro, justo donde el pasto verde crecía y hacia lucir la varita mucho más.

-¿Para mí? ¿Por qué?-pregunto Neville abriendo la boca.

-Pensando como el… seguro que estaba harto de verte siempre frustrado por no ser tan bueno como los demás- dijo Hermione rebuscando en su monedero los núcleos mágicos que le conto que llevaría la varita.- Cuando el problema era tu varita -

-Pero eso no es seguro, yo puedo ser muy torpe y…-

-¿Confías en Harry?- pregunto Hermione parando su búsqueda para verlo, su amigo asintió- Entonces confía en que el sabe como ayudarte… aquí están-

Saco la mano, con un puñado de ingredientes. Coloco en una parte del círculo algunos pelos de Demiguise, en otra, polvo de Unicornio y por ultimo una de las mudas de hojas de Marlow.

-Puedo saber ¿Qué haces?-pregunto Neville ansioso y mirando la varita aun en el suelo.

-Vamos a terminar tu varita.- Contesto Hermione tomando la mano de Neville para conseguir su sangre, y buscando algo punzante para sacar algunas gotas.

-¿Qué núcleo pusiste?-pregunto temblando.

-Pelo de Demiguise, polvo de cuerno de unicornio, y de hojas de Bowtrucle. Según Harry sería la segunda varita completamente leal a ti y que tiene más de un núcleo, única en su clase- dijo Hermione inmersa por encontrar algo, hasta que decidió utilizar su varita.- "Diditrum"-

-¡Auch!- exclamo Neville, salto y miro su dedo sangrante.

-Lo siento- dijo Hermione con una sonrisa, floto las gotas de sangre con cuidado y las deposito junto a la varita. Esperaba que todo comenzara en cuanto coloco la sangre, mas no pasó nada.

{Falta el conjuro} dijeron sus maestros en la mente.

{¿Funcionara si utilizo el de Harry?}Pregunto Hermione mirando que el sol comenzaba a levantarse, iluminando el lugar y haciendo resplandecer el rojo de la sangre contra el verde pasto.

{Puedes hacerlo, Harry se aseguró que pudieras utilizarlo también, siempre pensaba en que si él no lo lograba, seguro tu si} contesto Reve. {Pero requiere mucha magia, que Neville toque tu hombro para que compartan la carga}

Se arrodillo manchándose con el barro y coloco las manos en unas inscripciones del círculo mágico.

-Toca mi hombro- ordeno Hermione a Neville, el cual no dudo y recito el conjuro que alguna vez le dijo Harry, agradecía tener tan buena memoria porque de lo contrario no sería nada fácil.

Una brisa matinal recorrió el lugar, toda la vegetación de alrededor se movió como si reaccionara con la magia que expulsaban ambos, el agua y el barro se levantaron formando pequeños montículos. Los núcleos se levantaron en el aire brillando cada uno con su color. Blanco para el polvo, verde para la hoja y casi trasparentados para el pelo de Demiguise. Los núcleos se entrelazaron como si fueran parte de un todo y comenzaron palpitar como un corazón. La varita se levantó apuntando al cielo, el núcleo se fusiono con ella pintando la varita de un tono café y las hojas verdes. La magia de Hermione y Neville fue drenada casi totalmente, enseguida estaban cansados. De los montículos que se formaron comenzaron a brotar capullos de plantas de diferentes formas y tamaños los cuales brillaron de colores y fueron a la varita, pareció que aquello saldría mal cuando las plantas comenzaron a enredar la varita, contrario a su pensamiento desprendieron raíces que fueron a la sangre de Neville, un segundo después fue completamente absorbida. Para luego los capullos brotar y entrar en la varita.

La varita brillo mientras la enredadera en la varita se removía buscando terminar de envolverla y dejando en la punta un tono rojizo, mientras flotaba.

Hermione termino sentada en el suelo, vacía de magia, y suponía que Neville igual, aunque el avanzo a la varita con la mano estirada y al tomarla se vio como la magia corrió por la madera y se trasfirió a sus venas.

-Intenta utilizarla- dijo Hermione un poco agitada.

Apunto al lago, la varita lucia impresionante y más con la mirada más segura que nunca de Neville.

-Bombarda- El hechizo cruzo el lago a toda velocidad partiendo el agua y dejando una clara estela por donde pasaba, al tocar la superficie fue como explosión de gran tamaño, levantando agua a gran altura y esparciendo una cortina grande de agua, creando un arcoíris con la luz de la mañana. El chico callo de rodillas.

Hermione se levantó pensando que tal vez estaba herido o algo mal salió, sin embargo se detuvo al escuchar cómo se reía, una risa alegre. Al ver el rostro de Neville, se percató que de verdad estaba feliz, lloraba mientras apretaba la varita contra su pecho y parecía un pequeño con algo que deseaba por mucho tiempo.

-¡GRACIAS!- Grito Neville alzando su brillante vista al amanecer - Estaré listo para cuando regreses ¡Te juro que no dejare que el peso de derrotar a Voldemort caiga solo sobre tus hombros nunca más! ¡Escúchame Harry! ¡Regresa, no importa cómo, solo regresa para poder decírtelo al rostro! ¡Decirte cuanto agradezco cada cosa que has hecho por mí!-

Retrocedió para darle ese momento a Neville, pero sonreía también, al parecer Harry se llevaría más de una sorpresa cuando regresara. Su amigo se limpió los ojos con la manga de su camisa, luego se levantó y la miro.

-También te lo agradezco- dijo volviendo a ver su varita.-Es el mejor regalo que me han hecho-

-No tienes ni que agradecerlo- dijo Hermione soltando un suspiro- Seguro que estaría diciendo que esto lo hace porque quiere y es demasiado estresante tu desconfianza en ti mismo. Pero…- le alzo el dedo y le miro con mala cara- … ¡Estas no son horas de andar fuera del castillo, recuerda las nuevas medidas de seguridad! ¡Regresemos inmediatamente para el desayuno!-

El salto que pego Neville fue tal que por poco tira la varita, lucio asustado y dando una inclinación pidió perdón por salir sin autorización. No pudo hacer otra cosa más que reír un poco. Se notaba a leguas que Neville aún le temía y recordaba su primer año, más concisamente el hechizo paralizador que le lanzo.

Regresaron al castillo, ella más concentrada entendiendo las palabras de los maestros. Podía confiar en que sus amigos le ayudarían en lo que necesitara. Solo tenía que pedirlo.

Minutos después estaban en el Gran Comedor, con las miradas sobre de ellos por llevar ropa muggle y manchada de barro seco. Sin embargo tomaba su desayuno tranquila. Ron apareció después bostezando y aun medio dormido, se despertó de inmediato cuando se les unió Daphne, Luna, Sofí y Theo. Luego de contarle lo que paso con Dumbledore en la noche y Neville en la mañana, obviando que Theo conocía algo de eso, le dieron sus opiniones.

-Es evidente que Harry regresara el trece de Diciembre-dijo Daphne con la mirada sobre de Theo, como si le advirtiera algo.- Y que llegara a Camelot-

-No creo- dijo Sofí muy animada por la información- No es el único escondrijo que conocemos, también podría ser la sala de menesteres o cualquier otra ubicación secreta-

-Me interesa más lo de las fichas negras y blancas- dijo Ron girando la cuchara entre sus dedos.- No sé por qué pero me interesa-

-No sé qué estés pensando, pero seguro que no es- dijo Neville con una sonrisa enorme y a su lado, Luna se veía algo sorprendida- "El comienzo en caos y el fin en calma" La Guerra, seguro-

-Pero más explosiva- dijo Daphne echándose contra el respaldo, miro detrás de Hermione con una mueca -No es nada educado escuchar conversaciones ajenas-

Voltearon a ver a unas chicas paradas detrás de ella. Lucieron rojas cuando Hermione las miro. Luego de que pidieran su autógrafo(que coloco en el número del Quisquilloso en que fue la batalla del ministerio), y de los reunidos en la mesa, se fueron cuchicheando con mucha alegría. Algunos en la mesa estaban rojos de haber dado un autógrafo, sobre todo Sofí y Neville, a otros les daba igual como Daphne y Luna.

-Cambiando el misterioso tema y dejando los problemas a un lado, diré que me encanta ser alumno de sexto- dijo Ron colocando las manos detrás de su cabeza y viendo como algunas chicas de cursos menores le veían con la cara roja. No esperaba un codazo de Daphne y casi callera de la silla.- No es lo que crees mi bizcochito- continuo con la cara roja y sobando su costado- Es que este año tendremos un montón de tiempo libre, horas enteras sin clases que podemos pasar juntos y bes…- no termino, recibió un segundo codazo.

-¡No perderemos el tiempo Ronald!- dijo Daphne aún más roja que el cabello de su novio- Tenemos que prepararnos, te imaginas que pensara Harry si regresa y encuentra que no hemos avanzado nada-

-Seguro que nada. Conociéndolo sería feliz sabiendo que nos divertimos. Es más bueno que un galeón que encuentras tirado - dijo Ron con una leve risa -Pero creo que podemos darnos un tiempo para que desaparecer por una o dos hor…-

Ya parece piñata, pensaron todos alrededor de Ron y Daphne, viendo el codo de la rubia en el costado de su novio.

-No tengo nada programado aun para esta semana, pueden descansar, pero la siguiente espero que encontrarlos dispuestos para sufrir con los entrenamientos- decreto Hermione mientras veía como unos alumnos de cuarto lanzaban un disco verde, movió la varita y el disco colmilludo fue a sus manos.- ¡Están prohibidos!- Señalo con toda la autoridad que contenía en su ser.

Los chicos pusieron una cara de fastidio, pero asintieron y se fueron con tranquilidad y seguramente gruñendo. Una vez se hubo perdido de vista, Ron le arrebató el disco a Hermione y dijo: -¡Qué bien! Siempre quise tener uno de éstos.-

-¡Ron!-dijeron todas las mujeres en la mesa.

-¡Que carácter, son las hormonas o ¿Qué?! -dijo Ron sin saber lo que le esperaba.

Las cuatro chicas levantaron la vista, con los ojos resplandecientes de furia, Neville y Theo se movieron a tiempo para evitar que les tocaran los hechizos que golpearon de lleno la cara de Ron. Termino con el cabello lleno de pasadores y listones, pintado de forma extraña y con la boca amordazada por una papa cruda.

-¡Que maduras son, muy maduras!- dijo Ron quitándose la papa y mirando su reflejo, jadeo al verse-¡Daphne puedes…!-

-¡No!- contesto dándole la espalda.

-¡Chicos una mano!-pidió Ron, pero estaba ocupados riéndose.

Las risas quedaron ahogadas cuando un hechizo le dejo igual que antes: Al parecer, Lavender no encontraba nada divertido aquello y le arreglo. Les lanzo una mirada molesta a Daphne y Hermione, que la miraron sin ningún interés en particular. Luego continúo su camino.

-¿Que le dio?-pregunto Luna mirando como Daphne la seguía con la mirada. Siguió lanzando miradas cada que volvía la cabeza varias veces. Luego a Ron, el cual estaba mirando su reflejo y, Lavender, le dio una sonrisa coqueta. Pudo ver la sien de Daphne hincharse, como giraba la vista intentando lucir como si no le importara.

-Seguro que solo quiere molestar- dijo Hermione conociendo un poco a Lavender, sin embargo no creía que fuera nada bueno -No le hagan caso-

-Lo bueno es que tenemos esta semana libre de la atroz e infernal entrenamiento de Hermione- continuo Ron como si nada, luego tomo a Daphne por los hombros- Espero que de nuevo nos pongan las guardias juntos o cerca por lo menos-

No contestó. Los presentes sabían que a partir de ese momento Daphne se andaría con cuidado de Lavender y que además debían cuidar que no hechizara a la Gryffindor o la desapareciera. Podía ser que nunca volvieran Lavender no fuera vista nunca más.

Minutos después Hagrid paso a su lado diciendo.

-Los veo en la clase chicos, necesito preparar la un poco antes de sorprenderlos- dijo Hagrid con entusiasmo.

-Lo siento Hagrid- dijo Hermione sonriéndole- Pero McGonagall adelantara uno de mi EXTASIS y tengo poco tiempo para prepararme, creo que no tomare tu materia-

El asombro no solo fue por la declaración, sino también porque Hagrid dio una leve carcajada que sonó a un estruendoso sonido.

-¡Ya veo! ¡Así me gusta, avanzando e intentando ser la mejor!- dijo Hagrid rascando su barba-¡Espero que por lo menos me visites de vez en cuando!-

-Eso ni lo dudes- dijeron varios en la mesa que les encantaba pasar el tiempo en la cabaña de Hagrid.

Los demás no se atrevieron a mencionar que tampoco tomarían Cuidad de Criaturas Mágicas. Pero le aseguraron que lo verían mucho durante el curso. Luego de que se fueran la voltearon a ver.

-¿EXTASIS?- Preguntaron casi gritando.

-Solo es uno- dijo Hermione rodando los ojos- El de runas, Dumbledore y McGonagall creen que estoy lista y que puedo pasarlo. Pero resolver algunas dudas y aprender algo más, nunca está de más-

-De verdad que ni soñando pensaría intentarlo- dijo Ron intentando convencer a Daphne que le mirara.

-Bueno Hermione es la más lista que tú, mejor que todos nosotros y es muy bonita- dijo Theo mirándola con una sonrisa boba.

Puede que Hermione fuera un poco despistada conforma a los sentimientos, también que no se fijara mucho en ese tipo de cosas, sin embargo esa cara y sus palabras…eso le aclaro todo. Debía hablar con Theo después. No quería confundir más toda esa maraña de sentimientos que tenía desde la partida de Harry. Estaba por decirle algo cuando el estruendo les llamo la atención.

Una bandada de Lechuzas, no solo unas decenas, eran cientos invadieron el gran comedor, revoloteando alrededor de ellos. La escena se le hacía un dejavu a Hermione que no dudo en levantar su varita, agitarla y hacer que todas las cartas que llevaran a ellos cayeran como nieve sobre de sus cabezas. Incluso un paquete grande golpeo la mesa con un estruendoso sonido y salpicando jugo por todos lados. El resto de alumnos a su alrededor se quitaron y corrieron para evitar la avalancha de cartas que los estaba enterrando. Al terminar el tumulto Hermione tenía hasta las piernas cubiertas y un montón de cartas enfrente de ella, así como una montaña más grande.

-¿Qué es esto?-preguntaron alzando alguna carta.

-¡¿Están bien?!-pregunto McGonagall llegando corriendo y con la varita en mano- ¡Esto debe ser un error!-

-No lo creo- Dijo Daphne al mirar la carta- La mayoría viene a Sofí… ¿QUE?-

-¿POTTER?-Grito Neville y Luna.

-¿SOPHIA POTTER L'ANGELO?-Preguntaron el resto que leía el destinatario.

Hermione miro la escritura impresa:

"Señorita Sophia Potter L'angelo

El gran comedor

Casa Hufflepuff.

Hogwarts."

Buscaron con la mirada a Sofí, pero no la encontraron, luego recordaron que estaba sentada justo al lado de Theo y era donde se encontraba la mayor montaña de cartas, se apresuró a quitarlas de Sofí. La chica estaba mareada y con las manos en la cabeza, al mirarlos parpadeo varias veces.

-Me atacaron todas las cartas- dijo con la voz llorosa- Fue como si me sepultaran viva… ¿Por qué me ven así?-

-Mira- dijeron señalando la dirección de la carta.

Sofí de inmediato se sonrojo luego intento volverse a cubrir con el cumulo de cartas que seguro servirían como barrera entre ella y los que empezaban a acercarse. Los Pendragon se reunieron en un instante, casi una treintena de personas formando un circulo y enviando al alumnado lejos de ellos.

-Yo… Harry… es que el… y luego… pero no… y si… estoy…dios- decía Sofí sin saber dónde esconder la cabeza o como terminar una sola frase.

Mientras McGonagall enviaba a los curiosos lejos y los demás cuestionaban a una muy confundida y avergonzada Sofí, Hermione se concentró en la lectura de cartas. No pudo evitar enfurecerse al ver como muchas de ellas eran contratos matrimoniales, otros como eran documentos de demandas con el asunto "Usurpación de Apellido" y muchas que empezaban a humear.

-¡Vociferadores!-grito Ron al darse cuenta, aunque su chillido fue agudo.

Antes que comenzaran a hablar, Hermione movió la varita separando las que humearan, o cualquiera que tuviera un hechizo o maleficio encerrado. Que eran un gran montón. Luego digo -Finite- las cartas dejaron de desprender el humo y antes de que cualquiera pudiera tomar una continuo con un -Ignus- cada carta se incinero en una bola de fuego dejando mucha ceniza que se desapareció al instante.

-¿Qué es todo esto?-pregunto Sofí ya más centrada al ver que Hermione acomodaba las cartas en diferentes pilas, según su contenido.

-Peticiones de matrimonio- dijo Hermione señalando la pila más grande- Demandas por tener el apellido Potter- la mediana- Cartas normales y corrientes- con la última era casi nada más dos o tres decenas de cartas.

-¿Ma…ma…matr...matrimonio y de...deman…demandas?-tartamudeo llevando sus manos a su boca y luciendo asustada-¿Por qué?-

-El primer seguro que quieren aprovecharse y los segundos son unos aprovechados- dijo Luna con las manos en la cadera con cara molesta y a lado de Sofí- No dejaremos que te tengan-

-Pero… son demandas. Yo no sé ni que hacer, no tengo dinero, un abogado o algo, seguro me meten en Azkaban- dijo Sofí tan pálida que parecía a punto de desmayarse.- ¡Y en cuanto al matrimonio, no estoy lista, no puedo ni cuidar de mi misma!-

-No exageres- dijo Daphne también al otro lado, evitando que la vieran los más curiosos del comedor, que aun intentaban pasar a McGonagall.- No dejaremos que te pase eso y los contratos solo los rechazaremos-

-¡Exacto!- Dijo Hermione levantándose con la mirada llena de furia porque reaccionara todo el mundo mágico de nuevo en contra de un Potter. -¿Quieres leerlas o solo rechazarlas?-

-No quiero- dijo de inmediato.

Agito la varita y la pila más grande se convirtieron en aviones de papel y se escribieron en sus alas "Rechazado", "No re enviar" y por si acaso adentro puso otra frase "Si retorna se demandara por acoso" y como un vendaval salieron por todos lados al exterior.

-¡Listo!- dijo Hermione viendo la segunda pila-¡En cuanto a las demandas hare que el banco anule todos los cargos y pidan una orden de remuneración por falsos y también que ponga una contra demanda a cada uno de ellos! ¡Ya verán!-gruño con tanta fuerza que los pocos que aun veían se giraron-Al terminar esto tendrás una fortuna propia por los perjurios en tu contra-

-¡Eso!- dijo Ron con un semblante casi igual al de Hermione- A una Potter no se le toca, sobre todo porque antes Pendragon les cortara el cuello. Y por qué seguramente Harry llegara y podrá a todos en su lugar y los que falten los mandara a la tumba-

-¡Señor Weasley!-dijo McGonagall al fin libre de poder hacer o decir algo.-Podrían explicarme, Por favor-

Con todos los Pendragon reunidos y la profesora McGonagall, relataron el que Harry enviara al banco una petición para adoptaran a Sofí como parte de su familia, y que Dumbledore y algunos miembros de la orden lo sabían. Al parecer McGonagall no, porque bufo ante la mención y Hermione estaba segura que le gritaría a Dumbledore en algún momento del día.

Colín se acercó en cuanto pudo, tomo a Sofí de un hombro y ella su mano, sin embargo durante la conversación, Hermione, miro a Sofí que intento mantenerse normal, pero todos se dieron cuenta que parecía muy nerviosa. Y cuando mencionaron los contratos matrimoniales, se aferró mucho más a Colín, haciendo que el chico le susurrara algo, y Sofí sonriera.

Luego de que muchos hicieran preguntas (que fueron contestadas lo mejor que se pudo) y de algunos cambiaran su semblante hacia Sofí, fue hora de continuar con sus vidas. O por lo menos intentarlo. McGonagall envió a los de grado menor a sus clases, pues la hora se acercaba y en el caso de Sofí la envió acompañada de Colín y algunos de sus compañeros de clases. Hermione entrego las treinta cartas para que las leyera con calma, esperando que fueran de conocidos o algún amigo queriendo enterarse de los grandes cambios en su vida.

Mientras se iba, escoltada para evitar problemas o que alguno le hiciera preguntas, se percató que buscaba la mano de Colín y aunque un poco taciturno, el entrelazo los dedos con la de ella.

Esperaba que fuera una buena señal o que por lo menos no hiriera a Sofí, porque estaba segura que Harry colgaría a Colín del lugar más alto que encontrara si llegaba a hacerla llorar.

Lo únicos que quedaron en el gran comedor fueron los de sexto curso. Ese año la distribución de los horarios era más complicada de lo habitual, porque previamente la profesora tenía que confirmar que todo el mundo había obtenido las notas necesarias en los TIMOS para continuar con los ÉXTASIS elegidos.

El caso de Neville era complicado; la redondeada cara del muchacho delataba una gran ansiedad mientras McGonagall repasaba su solicitud y luego consultaba los resultados de sus TIMOS.

-Herbología, de acuerdo -dijo por fin -La profesora Sprout se alegrará de volver a verte después del extraordinario que obtuviste en su TIMO. Y tienes un supera las expectativas en Defensa Contra las Artes Oscuras, así que también puedes cursar esa asignatura. Pero el problema está en Transformaciones. Lo siento, Longbottom, pero un aceptable no basta para pasar al nivel de ÉXTASIS; no creo que pudieras seguir el ritmo de trabajo. - Neville agachó la cabeza, apretando su bolsillo donde estaba su nueva varita y la profesora lo miró a través de sus gafas cuadradas - Pero ¿Por qué te interesa tanto continuar con Transformaciones? -Preguntó - Siempre me ha parecido que esa asignatura no te gusta mucho.-

-No me gusta- dijo Neville sorprendiendo a la profesora- Pero… quisiera no defraudar a muchos de los que esperan que mejore y entre ellos están mis padres y mi abuela, pero al que menos quiero defraudar es a… Harry-

-¡Bah, bah! -dijo McGonagall dándole unas palmaditas cariñosas.-Recuerdo bien que tu padre no curso tampoco trasformaciones para EXTASIS, y sin lugar a dudas creo que a Harry no le importara. Siempre me comento que eras el mejor de todo Pendragon en Herbología. "Creo que será el mejor Herbologo si se lo propone" me comento con una mirada de convicción- las palabras crearon que Neville levantara la vista y sonriera un poco- Ya va siendo hora de que todos aprendan a saber que eres una persona extraordinaria y un mago más que talentoso. Sobre todo, después de lo ocurrido en el ministerio.- era la primera vez que la profesora le dedicaba un cumplido - Aun así, lo siento, Longbottom, pero no puedo aceptarte en mi clase de ÉXTASIS. Sin embargo, veo que has obtenido un supera las expectativas en Encantamientos. ¿Por qué no haces esos dos ÉXTASIS?-

-Mi abuela dice que es una asignatura demasiado fácil -murmuró el chico sonrojado.

La mirada de la profesora McGonagall cambio - Ya le escribiré yo unas líneas a Augusta recordándole que, si bien ella suspendió su TIMO de esa materia, no por eso la asignatura es una bobada.-

La profesora esbozó una sonrisa al ver la cara de felicidad de Neville. Luego dio unos golpecitos con la punta de la varita en un horario en blanco y se lo entregó con la información de sus clases. A continuación se dirigió a Parvatil Patil, cuya primera pregunta fue si Firenze, el apuesto centauro, todavía enseñaba Adivinación. Sacando un bufido de Hermione que quería irse a su clases, pero parecía que McGonagall retrasaba la entrega de su horario. Y ya suponía el porqué.

-Este año, la profesora Trelawney y él se repartirán las clases -refunfuñó McGonagall- Las de sexto las dará la profesora Trelawney.- Cinco minutos más tarde, Parvatil se marchó a su clase de Adivinación con aire alicaído.

-Bueno, Weasley… -prosiguió la profesora, consultando sus anotaciones y volviéndose hacia Ron que parecía no importarle mucho irse a clases - Encantamientos, Defensa Contra las Artes Oscuras, Herbología, Transformaciones… todo correcto. Permíteme decirte que estoy sorprendida por su avance desde su ingreso en Pendragon, veo un futuro grande para usted. Y ahora dime, ¿Por qué no has solicitado continuar estudiando Pociones? Creía que quería ser auror.-

Nunca lo había comentado Ron, y eso sorprendió a Hermione que esperaba otra cosa de su amigo.

-Lo es, pero el profesor no me aceptaran con un supera expectativas en el TIMO, profesora.- dijo Ron abriendo los ojos por tal cumplido.

-Ya, pero eso era cuando el profesor Snape daba la asignatura. En cambio, el profesor Slughorn no tiene inconveniente en aceptar alumnos que obtienen simples supera las expectativas en el TIMO. ¿Quieres seguir estudiando Pociones?-

-No quisiera…-dijo Ron sin mucha prisa- …pero si tengo que para ser auror, no tengo de otra. Pero no he comprado los libros, ni los ingredientes, ni nada…-

-No dudo que el profesor Slughorn te prestará lo que necesites. Muy bien, aquí tienes tu horario. Ah, por cierto: Como no está el capitán de Gryffindor he asignado a Alicia como la suplente y espero que se presente a los entrenamientos de quidditch y se entrene arduamente.-

Pasados unos quejidos de Ron, recibió autorización para estudiar las mismas asignaturas para ser auror, y luego fue el turno de Hermione. Siendo la última, eso le estaba cansando y pronto tendría que arreglarlo. Hermione recibió autorización para continuar estudiando Encantamientos, Defensa Contra las Artes Oscuras, Transformaciones, Herbología, Aritmancia, Runas Antiguas y Pociones.

-Si tiene alguna traba en sus estudios, venga a mí y conseguiré el tiempo que le falte para que pueda pasar el EXTASIS de lenguaje Rúnico- dijo McGonagall emocionada como si fuera ella a recibir ese examen.-En cuanto a lo de la señorita L'angelo…-

-Potter- corrigió Hermione con una sonrisa.-Ahora es Potter-

-Cierto. La señorita Potter ¿Cree que necesitemos algunas medidas para su protección?-

-Por ahora, no, en Hogwarts estará a salvo- dijo Hermione con algo de prisa, la clase de Runas ya había comenzado y llegaría media hora tarde- Y creo que con los Pendragon cuidando de ella será más que suficiente, es más creo que ella es suficiente para poder encarar a cualquiera que la intente dañar. Estoy segura que solo una persona puede intentarle hacer daño real-

-¿Quién?-Pregunto la profesora algo preocupada.

-Draco, el odiaba a Harry y siempre me ha tratado mal. Sinceramente, Sofí sería una forma de lastimarnos a ambos- dijo Hermione mirando a la profesora seria- Creo que se complacería de que un Potter y… alguien como yo pudiera ser atacado-

-Dudo que intente algo- dijo McGonagall un poco bajo- Pero mantendré mi guardia alta con el señor Malfoy, espero que no sea verdad y podamos terminar el curso sin un solo altercado-

-Eso sería todo- dijo Hermione complacida por dentro, lo había logrado, la vista de la profesora McGonagall seguramente estaría en Draco y si algo veía o intuía algo, seguro se lo comentaría, y no tendría tanta tensión sobre de ella.

-Ten un buen curso- dijo McGonagall. Y sin más preámbulos salió disparada hacia su primera clase de Runas Antiguas. No sin antes ir por el uniforme y poner su ropa sucia a lado de una nota de agradecimiento para los elfos domésticos.

Llego lo suficientemente tarde a Runas que se disculpó con la profesora Bathsheda Babbling y se puso de inmediato a copiar lo que llevaban echo. Al finalizar la clase, la profesora le felicito por animarse a tomar un EXASIS tan difícil y extenso de inmediato. Luego le dijo que no se deprimiera si no lo pasaba, que ella se comprometía a ayudarla y enseñarle todo para que en un futuro lo lograra completar. Salió del salón cargada de pesados libros, rodando los ojos y exasperada porque desde antes de la prueba ya pensara que fallaría.

Encontró a Ron con la espalda contra la sala de Defensa Contra las Artes Oscuras, mientras repasaba su horario con una sonrisa y con la mano de Daphne -¡Hermione!- dijo con alegría cuando la vio- ¡Tuvimos una hora libre! Y tenemos otra después del recreo y otra después de comer… -

-Disfrútalo mientras puedas- dijo Hermione junto a ellos.

-¿Y eso? No tenías más de un millar de libros que te dio Harry ¿Necesitabas más?-dijo Ron boquiabierto por todos los gruesos volúmenes de Runas.

-¡En Runas nos han puesto demasiados deberes! –dijo contenta de tener algo en que despejar su mente - ¡Una redacción de cuarenta centímetros y dos traducciones, y tengo que leerme todos esos libros para el miércoles!-

-No quiero ser tú- dijo Daphne.

-Ya me he leído más de la mitad de los libros y estoy segura de cómo acabar la redacción, en cuanto a las traducciones me servirán para el EXTASIS de runas- dijo Hermione parándose a su lado para esperar a que Snape abriera el aula- Espera y verás. El profesor Snape también nos pondrá un montón de trabajo.-

-No me preocupa mucho- dijo Ron por primera vez confiado ante una clase que diera Snape y lanzo el disco volador que mordió y rasgo el muro por donde pasara. Le regaño por utilizar lo confiscado a un alumno. Y no pudo creer que tuvo que confiscarlo por segunda vez en el día y a un prefecto.

Cuando nadie veía, descubrió el reloj biblioteca y guardo los libros. En ese momento se abrió la puerta del aula y Snape salió al pasillo. De inmediato se produjo silencio en la cola.

-Adentro -ordenó.

Hermione miró alrededor mientras entraba con sus compañeros en el aula. La estancia ya se hallaba impregnada de la personalidad de Snape: pese a que había velas encendidas, tenía un aspecto más sombrío que de costumbre porque las cortinas estaban corridas. De las paredes colgaban unos cuadros nuevos, la mayoría de los cuales representaban sujetos que sufrían y exhibían tremendas heridas o partes del cuerpo extrañamente deformadas. Los alumnos se sentaron en silencio, contemplando aquellos misteriosos y truculentos cuadros. La mira de Hermione busco a Draco, sin embargo no estaba y eso que Pansy estaba presente, pero se encontró con la mirada de Theo que giro la mirada en cuanto se encontró con la suya.

De verdad que necesitaba una plática con el chico.

-No he dicho que saquen los libros -dijo Snape al tiempo que cerraba la puerta y se colocaba detrás de su mesa, de cara a los alumnos; Hermione dejó de tocar el reloj biblioteca en busca de un ejemplar de "Enfrentarse a lo indefinible" - Quiero hablar con ustedes y quiero que me presten la mayor atención.-

Recorrió con sus negros ojos las caras de los alumnos y se detuvo en la de Hermione una milésima de segundo, lanzando una mirada llena de frialdad, más que en las demás.

-Si no me equivoco, hasta ahora han tenido cinco profesores de esta asignatura.-

-Hemos tenido cinco en conciso- dijo Hermione tanteando el terreno, para ver como reaccionaria después de su discusión nocturna.

Gruño pero no hizo nada más, como regañarla, lo cual hizo que todos la miraran como si hubiera enfrentado al mismo demonio y vivido para contarlo.

-Naturalmente, todos esos maestros habrán tenido sus propios métodos y sus propias prioridades. Teniendo en cuenta la confusión que eso ha creado, me sorprende que tantos de ustedes hayan aprobado el TIMO de esta asignatura. Y aún me sorprendería más que aprobaran el ÉXTASIS, que es mucho más difícil- No pudo evitar pensar que por lo único que pasarían esa materia con Snape seria por haber aprendido los métodos de Harry. El profesor, empezó a pasearse por el aula y bajó el tono de voz. - Las artes oscuras son numerosas, variadas, cambiantes e ilimitadas. Combatirlas es como luchar contra un monstruo de muchas cabezas al que cada vez que se le corta una, le nace otras dos aún más fieras e inteligentes que la anterior. Están combatiendo algo versátil, mudable e indestructible.-

-"Claro que la magia es aún más extensa y variada, si se sabe utilizar todas tus herramientas bien, puedes cortar la cabeza y de inmediato quemar el muñón para prevenir que crezcan dos cabezas más" - menciono Hermione a todo pulmón, recordando la frase de la cual se basaba Snape- "El arte de la luz en las oscuridad" ¿No profesor? Escrito por "Tsuna Seisa", lamentablemente fue sacado de las librerías por contener cosas demasiado explicitas para su venta-

-¿Cómo es que sabe eso si fue prohibida su venta?-pregunto Snape dándole la espalda y avanzando a su escritorio.

-Solo he leído reseñas y supongo que la misma introducción que usted- mintió Hermione regalándole una sínica sonrisa. Sobre todo para que entendiera que no lo dejaría salirse con la suya en ningún momento.

El profesor se sentó y apretó los labios con una fuerza que los dejo blancos, luego abrió la boca y subió la voz- Continuando. Por lo tanto…- La boca de todos estaba abierta, mientras ella apoyaba el brazo en la mesa y su cara en su mano, parecía que su anterior platica estaba frenándolo de enfrentarla cara a cara-Sus defensas deben ser tan flexibles e ingeniosas como las artes que pretenden anular. Estos cuadros -añadió, señalándolos mientras cada alumno intentaba no verlos. -Ofrecen una acertada representación de los poderes de los magos tenebrosos. En éste, por ejemplo, se puede observar la maldición cruciatus - era una bruja que gritaba de dolor y eso fue suficiente para un nueva ganas de interrumpir surgieran y no se aguantaría.

-No es necesario que lo muestre- dijo Hermione con voz furiosa, atrayendo la atención incluso de Snape- Ya lo hemos visto en persona, ¿Acaso no lo recuerda?- Snape bajo la vista ante sus ojos- Harry recibió un cruciatus en pleno torneo de los tres magos, cada alumno y profesor lo vio-

-Pero él no gritaba- dijo Ron con una mirada dura igual que la de su novia, y Neville.-Ese testarudo… siempre aguantando a pesar de que le callera el mundo-

Los ignoro y continuo - En este otro, un hombre recibe el beso de un dementor - era un mago con la mirada extraviada, acurrucado en el suelo y pegado a una pared - y aquí vemos el resultado del ataque de un inferius -era una masa ensangrentada, tirada en el suelo.

-Entonces, ¿Es verdad que han visto un inferius?-preguntó Parvati Patil con voz chillona- ¿Es verdad que los está utilizando?-

-El Señor Tenebroso utilizó inferí en el pasado- respondió Snape - y eso significa que deberíais deducir que puede volver a servirse de ellos.-

-De cualquier atrocidad, o criatura aborrecible que les pase por la cabeza la utilizara- dijo Hermione ahora mirando uno de los cuatros, le atraía la atención porque lucia como si lo hubieran torturado por semanas y esa misma imagen le recordó su sueño de Harry, su cuerpo estaba tan dañado y golpeado.- No le importará nada, un ser que mata o no le importa la muerte de un bebe es un alma negra que no conoce el amor o por lo menos no el amor verdadero-

El silencio fue llenado con los pasos de Snape que al fin decidió encararla.

-Deje de interrumpir- pidió con un tono casi igual al del día anterior, lleno de ira.

-Acaso miento ¿Profesor?- susurro Hermione, pero fue escuchado por todos.

Rechino los dientes y una vez más la ignoro

-Veamos… Echó a andar por el otro lado del aula hacia su mesa, y una vez más la clase entera lo observó desplazarse con su negra túnica ondeando - Creo que son novatos en el uso de hechizos no verbales. ¿Alguien sabe cuál es la gran ventaja de esos hechizos?-

Hermione levantó la mano con decisión. Snape se tomó su tiempo y, tras mirar a los demás para asegurarse de que no tenía alternativa, dijo con tono harto: - Muy bien. ¿Señorita Granger?-

-Tu adversario no sabe qué clase de magia vas a realizar, y eso te proporciona una ventaja momentánea...-

-Una respuesta calcada casi palabra por palabra del Libro reglamentario de hechizos, sexto curso…-repuso Snape con desdén y una ligera mueca de triunfo.

-¡Si me permitiera acabar, daría una respuesta más completa!-dijo Hermione levantándose con tranquilidad, la mirada de todos estaba sobre de ella- La ventaja momentánea no solo es lo que hace que tengas esa ventaja, también acortas el tiempo de acción/reacción y puedes concentrarte en varios hechizos a la vez, y no solo uno por uno. La desventaja es que no muchos logran hacerlo por el nivel de magia que requiere-

-Correcta en lo esencial.- gruño al ver que no cedería Hermione -Sí, quienes aprenden a hacer magia sin vociferar los conjuros cuentan con un elemento de sorpresa en el momento de lanzar un hechizo. No todos los magos pueden hacerlo, por supuesto; es una cuestión de concentración y fuerza mental, de la que algunos… -una vez más su mirada se cruzaron, y con malicia en cada letra susurro - carecen.- El profesor saco su varita y se dispuso a escribir algo en el pizarrón.

{Expeliarmus} pensó Hermione concentrando su magia.

La varita de Snape salto de su mano, se elevó hasta el techo y cayó al suelo, estaba callado. Y de paso abría la boca. Hermione se sentó con fuerza y bufo, eso no era tan difícil después de que en la mañana vaciara su magia para terminar la varita de Neville, sobre todo al ser compleja y que requería del total control de su magia. Escucho como el profesor trago y luego recogió su varita, como si hubiera solo resbalado de sus dedos.

-Ahora -continuó Snape -Los colocaré por parejas. Uno de ustedes intentará embrujar al otro, pero sin hablar, y el otro tratará de repeler el embrujo, también en silencio.- Con un movimiento brusco de la varita, la tiza se movió a toda prisa escribiendo los grupos- Pueden empezar-

Aunque Snape no lo sabía, el curso anterior Hermione y Harry habían platicado extensamente sobre los encantamientos sin varita y no verbales. Varias veces los intentaron y aunque no tuvieron el tiempo de aprender mucho lograron llegar a un punto en que los podían utilizar una o dos veces de diez intentos. Lo interesante fue que en esa clase estaba segura que podría ser diferente, después de todo ahora con más entrenamiento y con un mayor control de magia, no veía que le fuera a costar más de un par de horas lograr controlar un hechizo escudo.

Así pues, los alumnos pusieron manos a la obra. Muchos optaron por hacer trampas y pronunciaban el conjuro quedamente en lugar de a viva voz. Como era de esperar, al cabo de veinte minutos Hermione consiguió repeler en completo silencio el embrujo piernas de gelatina que Neville había salido después de casi diez minutos intentándolo, una proeza que sin duda le habría valido veinte puntos para Gryffindor con cualquier profesor razonable. Snape lo ignoró olímpicamente. Éste, que parecía más que nunca un murciélago gigante, pasó entre Ron y Theo se detuvo para observar cómo los dos amigos se empleaban a fondo en la tarea que les había impuesto.

El turno de Neville de convocar un escudo fue más largo, ya que no lograba hacerlo. Con los labios apretados para no caer en la tentación de pronunciar el conjuro, intentaba con determinación, creando a cada rato una pequeña chispa de magia, Hermione rodaba la varita, esperando y preparada para crear el escudo y no herir a Neville, pero el embrujo no parecía que fuera a salir.

-Patético, Longbottom -sentenció Snape al cabo de un rato - Aparta, deja que te enseñe…-

El profesor sacudió su varita en dirección a Hermione tan deprisa que reaccionó de manera instintiva y, olvidando que estaban practicando hechizos no verbales, gritó:

Protego! – y como Harry le enseño no pensar mucho en una batalla lo siguiente que salió de su boca fue un -¡Desmaius!-

Su encantamiento fue directo a la cara de Snape que apenas le dio tiempo de convocar un escudo, se tambaleo y se golpeó contra un pupitre. La clase en pleno se había dado la vuelta y vio cómo Snape se incorporaba, con el entrecejo fruncido y la sien sangrante.

-¿Te suena por casualidad que haya mandado practicar hechizos no verbales, Granger?-pregunto Snape tronando sus nudillos por la fuerza con que apretaba la varita.

-Claro, pero fue un reflejo ante una amenaza- dijo Hermione recogiendo su pelo y lo acomodo en su oreja, preparada para otra tanda de hechizos.-Fue muy repentino, profesor-

-¿Fue repentino?- se burló- Debe estar preparada para tod…-

Impulsivamente, algo pegado por Harry, lanzo un hechizo inofensivo a Snape que roso su pelo y envió algunos de su cabello al aire. Algunos gimieron del asombro, otros gritaron al ver la cara de furia de que puso el profesor. Nadie se movió hasta que los cabellos del profesor terminaron en el suelo.

Un hechizo fue a ella, giro su cuerpo de lado y lo dejo pasar, su túnica recibió un gran agujero pero ella estaba ilesa. {Incarcerus} Las cadenas salieron tan rápido que apenas pudo protegerse Snape, sobre todo cuando de la varita de Ron, Daphne, Neville y Theo salían más cadenas. No supo cómo, sin embargo las cadenas serpenteaban alrededor buscando un punto de ruptura para atrapar al profesor. Varios alumnos soltaron grititos de asombro.

El profesor, tenía un encantamiento escudo bastante potente que evitaba que fuera apresado.

-Déjenlo- dijo Hermione retirado su encantamiento, al segundo fue liberado de la opresión de las demás cadenas.

-¡Castigados! Los espero en mi despacho el sábado después de cenar - dictaminó Snape escupiendo saliva por la rabia que sentía -No acepto insolencias de nadie. Ni siquiera de la "Diva guerrera".-

-Usted fue el que dijo que uno debía estar preparado para todo- dijo Hermione con sus ojos fijos en su posible adversario -Si no predica con el ejemplo ¿Cómo puede ser buen profesor?-

-Señorita, si no se dio cuenta, me ataco primero- dijo Snape avanzado, antes de darse cuenta tenia a Theo y Neville de su lado izquierdo, a Ron y Daphne del derecho y todos apuntando directo al profesor.

-Profesor mi hechizo solo fue un rictussempra, una pequeña risa no mata a nadie- dijo Hermione bajando las varitas de sus amigos- Pero un Diffindo, eso seguro puede desmembrar a alguien- señalo el pupitre que recibió el hechizo de lleno. Estaba cortado y dejaba ver que no serviría más.-Acepto mi error, no debí atacarlo- convoco su mochila y las de sus compañeros sin una sola palabra.-Pero creo que debería controlar su temperamento-

La campana toco a tiempo y los seis salieron con tranquilidad y con la mirada del profesor siguiéndolos. En cuanto estuvieron fuera de la vista y oídos de todos y caminando al patio. Dejaron salir sus pensares.

-¡Ha sido genial, Hermione! -la felicitó Ron entusiasmado.

-No debió de atacarte en primer lugar -gruño Daphne mirando feo a Theo que estaba muy pegado a Hermione, lo cual la incomodaba e intentaba poner distancia- ¿Crees que Dumbledore o McGonagall se entere lo que ha pasado?-

-¡Si no se enteran para antes del almuerzo me como mi mimbulus mimbletonia!- dijo Neville avanzando a zancadas sonoras, estaba fuera de sus cabales.

-Eso espero ¡Ya que si no le ponen en su lugar, puede que me expulsen por mandarlo a San Mungo! ¿Cómo se atreve a tacarte enfrente de todos?- Theo medio gritaba todo eso y atraía la atención más de lo que querían, -Tuve que soportar bastante para no lanzarle una maldición imperdonable, ¿Por qué no utiliza a otro conejillo de Indias, que no seas tú? ¿Y a qué juega Dumbledore? ¿Por qué le deja enseñar Defensa? ¿Han oído cómo hablaba de las artes oscuras? ¡Le encantan! Todo ese rollo de algo indestructible…-

-Calla que estas armando mucho alboroto- dijo Daphne dándole un zape para que se calmara.

-Tiene razón- dijo Hermione, frenaron en seco y por poco ella ni se da cuenta.

-¿En qué?-preguntaron.

-En lo las artes oscuras. Recuerdan cuando nos contaba Harry lo que uno siente cuando se enfrenta a Voldemort. Decía que no bastaba con memorizar un montón de hechizos y lanzarlos, porque en esas circunstancias lo único que te separaba de la muerte era tu propio cerebro o tus agallas. Un segundo e incluso una acción puede salvarte o destruirte ¿Acaso no es lo mismo que decía Snape? ¿Que lo que cuenta es el valor y el ingenio?-

-Como discutir con una geniecito que se sabe un libro que está prohibido- dijo Ron despeinándola con ambas manos-Solo dime si Harry te lo permitió, porque parece que contenía cosas horribles…-

No pudo ganarle e intentar evitar que revolviera, su ya re por si revuelto, cabello. Pero le piso el pie con todas sus fuerzas, haciéndolo chillar de dolor y saltar en solo pie intentando sobrar el otro.

-Por idiota- dijeron Neville y Theo.

-Dios, ni a mí se me ocurriría hacerle eso- dijo Daphne intentando ayudarlo.- Pero bueno, tú tienes antigüedad recibiendo sus maltratos, ya debes estar acostumbrado-

-¡Daphne!-se quejó Hermione al tiempo que intentaba deshacer los nudos que creo al alborotar su cabello - ¡Él se lo gano!-

-Yo no dije que no lo merecía- dijo Daphne sosteniendo a un Ron que parecía no poder apoyar el pie sin sentir dolor- Solo que mi novio es un poco…-

-¡Pero ¿Por qué tan agresiva?!-reclamo Ron cuando se recuperó del dolor, pero como contestación recibió otra mirada de Hermione, dando entender que estaba a punto de volver a utilizar toda su fuerza contra él.

-¡Hermione!-dijo Ginny corriendo a donde estaban. Con un rollo de pergamino bien envuelto en su mano. -Esto es para ti - jadeaba de la carrera -¡Me lo dio el profesor Dumbledore para ti!-

-¿Qué hace paseándose por los pasillos?-pregunto Hermione extrañada, por lo general se la pasaba en su despacho trabajando o resolviendo problemas escolares ¿Cuáles? No lo sabía ni ella.

-Me dijo que te estaba buscando, y mientras estaba comentando algo de unas "Pay de galleta" escuchamos algo de un motín en la clase del profesor Snape y salió directo al salón para enterarse de todo-dijo Ginny extendiendo el rollo-Escribió esta nota para ti-

Se amontonaron para leer la nota. La pulcra y estilizada caligrafía en la hoja de pergamino le era conocida, el curso anterior recibió tantas notas de Dumbledore que se acostumbró a verla. Y también a saber que siempre se trataba de quererla convencer de algo. En ese entonces, que le dijera todo lo que le pasara a Harry, lo cual nunca hizo, y no se sentía orgullosa pero más de la mitad de veces le mintió ¿Qué quería ahora?

"Estimada Hermione:

Me gustaría poder reunirme con usted para ayudarla en su estudio de la Lengua Rúnica este sábado. Por favor, ven a mi despacho después de cenar. Espero que encuentre interesante lo que tengo que decirle.

Atentamente,

Albus Dumbledore

P.D.: Me encantan las píldoras ácidas."

-¿Que le encantan las píldoras ácidas? -se extrañó Ron, tras leer el mensaje por encima de su hombro.

-Dulces, siempre dulces- dijo Hermione restregándose la cara con una mano, ese director no tenía mucho sentido común y ahora que lo pensaba porque incluso incluyo su nombre, no es como si Ginny no fuera a decirle de quien era- Es la contraseña para que pueda pasar la gárgola que vigila la entrada de su despacho ¡Ja! ¡Esto no le va a hacer ninguna gracia a Snape! ¡No podré ir a cumplir el castigo!-

-No es justo- dijo Daphne haciendo una rabieta- ¡¿Por qué nosotros sí?!-

-No eres importante- contesto Neville bromeando, algo nuevo y que refrescaba su imagen, pero recibiendo un golpe en su hombro, de parte de la rubia.

Sus amigos estuvieron todo el recreo especulando sobre lo que Dumbledore le enseñaría a Hermione. Mientras Theo y Ron creían que sería algo como una forma de pasarlo más fácil, o algunas formas de hacer trampa. Daphne y Neville argumentaron que lo más seguro es que fuera para otra cosa y que solo quería consultar algo con ella, siendo la más lista de todo Hogwarts. Ella creía que estaba considerándola mucho más importante de lo que creía. Solo saco su diccionario de Runas, se sentó debajo de la sombra de un árbol y dedico su tiempo a continuar con el estudio.

Después del recreo, Hermione se marchó a su clase de Aritmancia y los demás regresaron a la sala común de cada uno para trabajar los deberes que dejo Snape, tenían dos horas libres. Al salir de su clase se encontraba con más trabajo, otros dos libros y un nuevo comentario, esta vez de la profesora Sinistra, y de nuevo sobre su EXTASIS de lenguaje Rúnico. Parecía que los chimes se expandían como un Occammy queriendo ocupar un aeropuerto completo. Estaba por reunirse con Ron en la sala común de Gryffindor cuando recordó que tenía que hacer algo tan importante como los deberes, bastante lo había aplazado y no dejaría pasar otro día.

Guardo los dos libros en la biblioteca infinita, y salió del castillo, dirigiéndose a la entrada del colegio, esperando encontrar en los límites a Tonks. Al contrario, encontró la verja que separaba los límites completamente despejados y sin que nadie la vigilara, recorrió un poco la orilla esperando toparse con la aurora, mas solo se topó con que parecía que nadie vigilara nada. Y lo más curioso es que tampoco sentía presencias mágicas cerca. Seguro estaban vigilando desde algún otro lugar, donde no podría detectarlos.

Se preguntó qué forma seria la mejor para contactarla. Luego recordó la noche anterior, estiro la varita y pensó claramente {¿Podría verte en la entrada de Hogwarts? Tengo que hablar contigo de algo. Expecto Patonum}

Solo salió humo plateado de la punta de su varia, nada poderosa y muy lamentable reconoció Hermione. Intento recordar el momento más alegre que tenía, solo le venían imágenes desoladas, donde se encontraba preocupada, o estudiando (para variar). Cerro los ojos y soltó un suspiro cansado, ¿Acaso no podía tener un pensamiento feliz? Bajo la varita, apretando los dientes por la frustración. Intento olvidarse de todo para encontrar un recuerdo, solo uno.

La sensación de que tenía alguien por la espalda apareció, solo que no podía apreciar que fuera una presencia con malas intenciones o mágica, y se relajó al escuchar como su corazón palpitaba con tranquilidad.

"Recuerda tu momento más feliz" susurro en su oído, le parecía incluso que ya no podía recordar la voz de Harry, pero ahí estaba, como si de verdad se lo susurrara en ese momento.

"No sé cuál sea" respondió su voz, una más alegre que la que usaba en esos días "Tengo muchos"

Entonces supo que era uno de sus recuerdos, un recuerdo que estaba reviviendo, reviviendo el momento que Harry le enseño a convocar un Patronus corpóreo y donde sus dos dragones plateados se encontraron.

"Escoge el que quieras" continúo susurrando Harry y claramente sintió su brazo cruzando por su pecho y pegándola al cuerpo de él. Era cálido, lo más cálido que sintió desde que se fue.

"No me decido" dijo ella misma intento tomar sus mano o solo tocar su brazo, pero solo logró aferrar el aire y la tela de su suéter sobre su corazón.

El calor corporal de Harry apenas era perceptible, con cada palpitación de su corazón lo sentía más lejos, más doloroso y ella más desesperada por que continuara la sensación. Aunque lo seguía sintiendo vivo, sentía su corazón palpitar al mismo ritmo que el de ella.

"¿Y en las vacaciones?" pregunto su voz con tanta alegría, una alegría que en ese momento no conocía, sus ojos ardían por intentar no dejar escapar las lágrimas que presionaban por salir.

"Fueron tus ojos" susurro la dulce voz de su novio, de una forma que paro todo dolor e hizo se quedara en blanco "El color miel, solamente tus hermosos ojos"

Desapareció toda sensación, pero Hermione seguía parada con los ojos cerrados, su memoria estaba formando una imagen clara y sonrió. Al abrir los ojos supo que el idiota de su novio, una vez más, la ayudo sin siquiera estar presente. Intento otra vez convocar el Patronus, ahora recordando con claridad los dos orbes esmeraldas que tenía Harry por ojos.

El dragón plateado desplego las alas (agitando toda la vegetación de alrededor), mientras rugía con toda su fuerza creando vibraciones en la reja y protección mágica. Luego alzo el vuelo, y se perdió en la altura.

Se dejó caer con la espalda contra la reja, desprendió su guardapelo y abrió para ver la imagen que tenía adentro. Su mente no dejaba de pensar en lo que paso, y solo por ese corto tiempo de paz dejo de pensar en Voldemort, en Pendragon, en Hogwarts o cualquier otra cosa, solo con la imagen de un Harry sonriente y abrazándola. Desde que la vio un día después de la desaparición de Harry, se negó a volverla a ver, y no es que no quisiera ver la foto con su novio. Solo que contrastar a los antiguos Harry y Hermione, con sus actuales, ahora, tenían un mundo separándolos. Y de solo pensarlo su corazón parecía desgarrarse.

Lo extrañaba tanto.

-¿Hermione?-pregunto la voz de Tonks muy alterada, corría con velocidad a donde ella estaba, con varita en mano y mirando alrededor-¿Qué paso? ¿Estás bien? ¿Quién fe el que te hizo daño? Iremos directamente con Dumbledore y…-

No entendía a qué se refería. Sintió la cara completamente empapada y como lloraba sin saberlo.

-No es nada- dijo Hermione levantándose de golpe, dándole la espalda y limpiándose, con la túnica, las lágrimas. ¿Por qué tenía que ser una llorona? Se preguntaba mientras apretaba los puños.

-¿Cómo que nada?-pregunto Tonks tomándola de los hombros y girándola, alzo su túnica y mostrando el rasgón que tenía. El que creo Snape.- ¡¿Quién te ataco?!-

-No fue… nadie importante- dijo Hermione para no armar más revuelo, sobre todo cuando seguramente recibiría una charla de McGonagall y Dumbledore bastante larga o por lo menos queriendo que explicara lo que paso en el aula -Eso fue hace mucho rato y vine por otras cosas-

-En tu mensaje tenías una voz de urgencia- dijo Tonks abrazándola, intento oponer resistencia, claro que en ese momento no se sentía capas ni de moverse ella misma.- ¿Qué pasa?... es por… ¿Harry?-

-No… esto no era por Harry. El llanto… tal vez- dijo aferrándose a la aurora, sobre todo porque no la soltaba- Pero vine a verte por otra razón y… odio que no esté aquí-

-Lo se.- dijo Tonks separándose y regalándole una sonrisa-Pero debes estar tranquila, estaría furioso con todo el mundo por no decirte que está bien y que pronto regresara para estar contigo-

Se quedaron paradas un rato, intentando controlarse, sobre todo Hermione que no quería regresar a Hogwarts en tal condición. Pasado un tiempo y más calmadas comenzaron a caminar por el lugar. Más que nada para no estar solo paradas viéndose una a la otra.

-Quería preguntarte sobre una magia que estoy investigando- comento Hermione sacando su cuaderno de campo- ¿Quiero saber tu opinión?-

-¿Por qué la mía?-pregunto Tonks tomando el cuaderno, aunque lucia completamente desconcertada.

-Porque si voy a hacer esto… necesito tu ayuda-dijo Hermione seria.

-¿Metamorforanimago? Eso suena…- Abrió la boca al abrir la primera página-…no parece a nada que antes escuchara-

Estiro el libro señalando la ilustración que coloco como primera página. Era de una persona transformándose a un animal, luego a otro y otro, para terminar regresando a ser un humano.

-Simplemente no creo que uno pueda cambiar su forma animago de esta forma- dijo Tonks con una mueca extraña.

-No, lo admito- dijo Hermione mirándola- Pero no quiero que algún animago cambie su forma, quiero que un Metamorfomago se vuelva un animago-

-No entiendo- dijo Tonks continuando revisando las hojas de su cuaderno.

-Es muy simple, un animago puede convertirse en animal porque todos tenemos una conexión con la naturaleza, sin embargo no la escogemos, nacimos con ella- dijo Hermione - En cambio un Metamorfomago nace con la habilidad de cambiar su apariencia e incluso pueden trasformar algunas partes de su cuerpo en partes de animales o ¿no?-

-Sí, claro, y es muy difícil. Pero nunca he logrado transformarme en una animal- dijo Tonks trasformando su mano en una ala con plumas- Esto es a lo mucho que puedo hacer, si intento transformarme más solo logro hacerme daño-

-Eso es porque tu espíritu animal no está definido- dijo Hermione más animada por el cambio tan asombroso que le mostro- Puedes cambiar tu aspecto concentrándote en los cambios y luego sucede sin darte cuenta, al contrario que los animago deben visualizar su forma y por ultimo desear cambiar. No es tan diferente y al mismo tiempo cada uno tiene sus propias complicaciones, sus métodos y naturaleza-

-Aun así no me veo haciendo todo el ritual para hacerme animago- dijo Tonks continuando con las notas- Veo que te informaste muy bien de ambos casos, pero aun no comprendo… como quieres que alguien que nace para cambiar su aspecto, se modifique para cambiar entre animales. No sé si exista alguna documentación de un Metamorfomago que se volviera animago-

-Existieron dos- dijo Hermione poniéndose a su lado, pasando las hojas y señalando la parte que necesitaba que viera- El más reciente, según tengo entendido, tenía la misma duda y lo intento. Pero el ritual común y corriente no funciono. Intento varias veces y jamás logro cambiar a algún animal, es más, perdió parte de su capacidad de cambiar su aspecto-

-Entonces es imposible- dijo Tonks, luego miro su notas y lucio asombrada- ¿Cómo que el primero lo logro? Es una locura…- paso la página pero se encontró con una serie de runas en las que Hermione estaba trabajando-… Ni siquiera tienes documentación del caso más antiguo-

-Bueno… solo es una historia- dijo Hermione mordiendo su uña por el nervio de comentarlo abiertamente- Uno de los más antiguos magos era capaz de transformarse en cualquier animal que quisiera y fue reconocido por todo el mundo-

-¿Y quién era? Tal vez su familia tenga algún documento de ello y podremos encontrar alguna pista- dijo Tonks viéndola directamente, con un poco de ánimo.

-Merlín- susurro Hermione regresando a mirar adelante.

-¿Quién?-

-Merlín- repitió.

-¿Te estas basando en un mito?-pregunto Tonks tan sorprendida que su cabello cambio a un color rubio intenso, no lo quedaba con su rostro.

-¡Si y no!-dijo Hermione frenando cerca de Hogwarts, su clase de pociones comenzaría pronto.- ¡Me baso en que se ha escuchado de ese tema, y no una sino varias veces, por lo tanto alguna parte del relato es cierta, por muy pequeña que sea!-

-Digamos que es cierta- concordó Tonks cruzando las manos sobre su pecho-¿Cómo piensas hacer que me convierta en una… Metamorforanimago? … estoy segura que es un proceso experimental que no aprobaría el ministerio-

-No entiendes- dijo Hermione decidida- Quien se convertirá en una Metamorforanimago seré yo-

-¿Harry te contagio el ser temerario y la locura o qué?-pregunto Tonks alterada- Tú no eres una Metamorfomago, ni una animago, no cumples con alguno de los dos….-

-Exacto- dijo Hermione con la mirada más clara y con una sonrisa- No tengo limitantes de ninguno de los dos aspectos, y por lo mismo puedo aprender a serlo.- Tonks abrió la boca tanto y dio dos pasos atrás que ella chasqueo la lengua -Deja explico. Como naciste con esa habilidad, deduzco que es algo que tu cuerpo hace naturalmente, no tienes que hacer nada más que concentrarte y ya, entonces podemos aislarlo con unos exámenes de tu cuerpo e incluso solo de tu sangre. Y para transformarme, modifique el ritual de animago e incluiré en el proceso la habilidad aislada para que cuando termine…-

-Espera… espera…por que no entiendo nada- Le extendió el cuaderno de campo y le miro con preocupación-… Sé que eres lista y todo eso. Pero estas hablando de algo que requeriría una investigación de años o décadas y luego para implementarlo en "alguien", tendrías que probarlo en sujetos que estén dispuestos a intentarlo-

-Pero eso ya lo he hecho- dijo Hermione señalando su cuaderno- No fue idea mía, es una idea que fue investigada y escrita por otra persona, yo solo tome su diario e investigue con los métodos modernos. Estoy segura que funcionara en más de un ochenta por ciento. Pero necesito ayuda de dos personas. Una eres tu como Metamorfomago y la otra es la profesora McGonagall como animago. Si nos unimos las tres, estoy segura que podemos crear esta nueva magia-

-¿Qué te dijo McGonagall de esto?-pregunto Tonks un poco menos a la defensiva.

-Aun no hablo esto con ella- dijo Hermione haciendo una mueca.-Esperaba primero saber tu respuesta para luego ir con ella. ¿Qué opinas?-

-No lo sé- dijo Tonks mirando el colegio- Quieres crear algo increíble, lo entiendo y también el que si esto se logra… abriríamos una rama completamente diferente en cuanto a trasformaciones humano a animal y viceversa… pero…- en su mirada se vio el miedo-… estaríamos exponiendo a un peligro increíblemente alto a cualquiera que lo intentara primero. Y por lo que veo tú quieres ser la primera-

-¿Quién más puede ser?-pregunto Hermione bajando la mirada- No sé quién se animaría a hacerlo antes de Navidad-

-¿Antes de navidad? ¿Por qué?-pregunto Tonks abriendo mucho más los ojos, casi al punto que parecía caricatura japonesa.

-Solo es una fecha cualquiera- murmuro mientras apretaba el cuaderno de campo con fuerza.

Pasaron unos momentos y escucharon el débil timbre que replico dentro del castillo, marcando el fin de las clase y el comenzó de otra.

-¿Me ayudarías? Por favor- pregunto Hermione como último recurso.

-Mira, hagamos esto- dijo Tonks incomoda- Habla con la profesora McGonagall, que revise todo eso que yo no entiendo y si acepta ella… te ayudare-

Valla que estaba tomando un nueva imagen de Tonks, no esperaba que se negara y tampoco que pidiera primero el que le dijera a McGonagall, sin embargo acepto que era lo mejor. Agradeció esa pequeña oportunidad, y luego de que se despidiera fue directamente a la clase de dos horas de Pociones que tenían esa tarde.

Mientras caminaba de regreso se encontró a Ron y Daphne. No comento nada de lo que tenía planeado y menos cuando todo podría ser nada más que una idea grandiosa, pero no realizable. Cuando llegaron al pasillo, comprobaron que tan sólo una docena de alumnos iban a cursar el nivel de EXTASIS. Cuatro alumnos de Ravenclaw (dos Pendragon), tres de Hufflepuff (los tres Pendragon), seis de Slytherin (Daphne y Theo entre ellos) incluidos Crabbe y Goyle que apenas alcanzaron la nota mínima, Ron y Hermione.

-Buenas tardes, Maestra- dijo Ernie inclinándose con solemnidad ante Hermione, le tendió la mano y la beso. Como siempre que la veía, aunque en ese momento no estaba de ánimo para regañarle y decirle que no era necesario hacerlo.

-No he podido saludarla como se debe antes de las clases- dijo Ernie con sus otros dos compañeros también saludando de la misma forma, en el caso de Hannah dándole un beso en la mejilla.-Despues de la sorpresa de lady Potter y de su tan aclamada clase de Defensa Contra las Artes Oscura. Eh escuchado que ha colocado en su lugar al profesor Snape, me alegra que Pendragon, sobre todo los veteranos, sepamos que contamos con que Harry dejo a una persona capaz a cargo.-

-¿Qué soy yo para los Pendragon?-pregunto Ron rascándose el brazo.- Solo el conserje o ¿Qué?-

-En lo absoluto, pero no me negaras Ron, que Hermione supera a todos en cualquier ramo que se le presente y por lo tanto es la más cualificada para dirigirnos- dijo Hannah con una sonrisa, además de agitar la mano para quitar peso al asunto.

-Hablado de nuestro maestro… quisiera ofrecer mis condolencias por la pérdida tan grande que aún no logramos comprender- dijo Ernie bajando la cabeza al igual que Hannah y su compañero.- De verdad lamentamos el que Harry ya no nos acompañe-

-Levanten la cabeza- dijo Hermione autoritaria- Y no repitan que está muerto-

-Es muy difícil, incluso para nosotros…-comenzó Hannah con los ojos un poco cristalinos.

-Los demás pueden decirlo- dijo Hermione respirando para tranquilizarse, bastante lloro en la tarde- Los Pendragon no tienen que ni pensarlo… regresara. Y no digan nada más-

Abrieron la boca y sus labios se curvaron hacia arriba, luego asintieron con fervor. Su semblante cambio y aunque Hannah soltó algunas lágrimas, parecía que estaban queriendo quedarse solos para celebrar a lo grande. Apenas habían respondido con un breve "Bien" cuando se abrió la puerta de la mazmorra y la barriga de Slughorn salió por ella. Mientras los alumnos entraban en fila en el aula, el enorme bigote de morsa de Slughorn se curvó hacia arriba debido a la radiante sonrisa del profesor, quien saludó con especial entusiasmo a Hermione y Zabini.

La mazmorra ya estaba llena de vapores y extraños olores, lo cual sorprendió a los alumnos. Todos olfatearon con interés al pasar por delante de unos grandes y burbujeantes calderos. El olor que llegaba a Hermione fue interesante, sobre todo porque se sintió de inmediato adormilada y sonrió. Los que no pertenecían a Pendragon se desperdigaron sentándose separados por casas. Los Pendragon vieron eso de mala forma, entre Ron y Ernie alzaron y juntaron un par de mesas, se colocaron todos en los lugares para poder estar más unidos.

Hermione despertó un poco de su letargo, el olor lo reconoció y no pudo evitar mirar por la ventana mientras la mayoría admiraban un caldero dorado. Rezumaba con uno de los aromas más seductores que le impulsaban a volver a echarse a llorar, mas no lo hizo recordando cómo se sintió en la tarde. Aunque solo fue un recuerdo, se sintió amada. El olor de libros y pergamino nuevo, pasto recién cortado y bosque, y sobre todo eso…a Harry, reconocería su aroma donde fuera. Claro que había un ligero olor a sudor y eso era porque Harry siempre llegaba a su habitación, de la sala de los menesteres, sudando y lleno de golpes o cortadas de sus entrenamientos.

Ahora que veía su primer día, supo que no sería nada fácil estar en Hogwarts. En cada lugar parecía que encontraría un recuerdo y en cada momento le recordaba la presencia de Harry.

Se dio cuenta que Theo la miraba y luego al caldero, Ron sin embargo se relamía los labios mirando a su Novia y el estómago le gruñía un poco, Daphne miraba a Ron embobada. En cuanto a los demás Pendragon… no sabía descifrarlos tan bien como hubiera hecho su prometido.

De verdad necesitaba aclarar el asunto con Theo.

- Muy bien, muy bien - dijo Slughorn, cuyo colosal contorno oscilaba detrás de las diversas nubes de vapor - Sacar las balanzas y el material de pociones, y no olvidéis los ejemplares de Elaboración de opciones avanzadas…-

-Señor… -dijo Ron levantando la mano.

- ¿Qué pasa, señor Werley?

-Weasley -gruño- No tengo libro, ni balanza, ni nada…-

-¡Ah, sí! Ya me lo ha comentado la profesora McGonagall. No te preocupes, no pasa nada. Hoy pueden utilizar los ingredientes del armario de material, y estoy seguro de que encontraremos alguna balanza. Además, aquí hay unos libros de texto de otros años que servirán hasta que puedas escribir a Flourish y Blotts…-

Slughorn se dirigió hacia un armario que había en un rincón y, tras hurgar en él, regresó con un ejemplar viejo de Elaboración de opciones avanzadas, de Libatius Borage, que entregó a Ron junto con una balanza.

-Muy bien - dijo, y regresó al fondo de la clase hinchando el pecho, ya muy abultado, hasta tal punto que los botones del chaleco amenazaron con desprendérsele- He preparado algunas opciones para que les den un vistazo. Es de esas cosas que deberíais poder hacer cuando realicen y terminan los ÉXTASIS. Seguro que habrán oído hablar de ellas, aunque nunca preparan alguna. ¿Alguien puede decirme cuál es ésta?- Señaló el caldero más cercano a la mesa de Slytherin.

En el cacharro hervía un líquido que parecía agua normal y corriente. Como si fueran uno, los Pendragon levantaron las manos, sobretodo Daphne que parecía querer saltar para que la viera. Pero Slughorn señaló a Hermione.

-Es Veritaserum, una poción incolora e inodora que obliga a quien la bebe a decir la verdad -contestó Hermione regresando la mirada a la ventana, sus ganas de estudiar pociones no eran altas ese día y el olor Harry no ayudaba mucho a su estado de ánimo.

-¡Estupendo, estupendo! -la felicitó el profesor, muy complacido- Esta otra - continuó, y señaló el caldero cercano a la mesa de Ravenclaw - es muy conocida y últimamente aparece en unos folletos distribuidos por el ministerio. ¿Alguien sabe…?-

La mano de Daphne volvió a ser la más rápida.

-Es poción multijugos, señor -dijo.

-¡Excelente, excelente! Y ahora, esta de aquí… ¿Sí, querida? -dijo Slughorn mirando con cierto desconcierto a Daphne que quería saltar de su asiento.

-¡Es Amortentia!- casi grito de emoción.

-En efecto. Bien, parece innecesario preguntarlo -dijo Slughorn, impresionado - pero supongo que sabes qué efecto produce, ¿verdad?-

-Es el filtro de amor más potente que existe –respondió Ron aun mirando a Daphne que se sonrojo cuando este le paso el brazo por la atrajo y la pego a él.

-¡Exacto! La has reconocido por su característico brillo nacarado, ¿no?-

-Más bien por el olor- dijo Theo que apretaba las manos contra la mesa, y parecía no querer ver a otro lado que no fuera la mesa.- Es… singular-

-Pero sobre todo por el vapor asciendo formando unas inconfundibles espirales- agrego Daphne dándole a Theo un golpe para que dejara de ver la mesa, mas no le hizo caso- Y para cada uno tiene un olor diferente, según el gusto de cada uno. Yo huelo la cerveza de mantequilla, perfume y a…- Miro a Ron y este se atrevió a besarla enfrente del profesor.

-He chicos tranquilos- dijo el profesor Slughorn riéndose de la acción de sus amigos.- ¿Cómo me dijo que se llama?-

-Greengrass, Daphne Greengrass- dijo mientras se mordía el labio e intentaba alejar a Ron un poco, ambos se veían acalorados.

-¡Ohhh!-dijo Slughorn seguramente reconociendo el apellido de uno de los mortifagos más buscados en ese momento.- Diez bien merecidos puntos para Gryffindor, y otros quince parta Slytherin- concedió por cada pregunta contestada.

Hermione veía sonreír a la mayoría, felices de alguna forma y sin embargo ella quería soltar de nuevo sus lágrimas y gritarle al profesor que tirara la maldita poción por el inodoro. Su control debía ser mejor cada día, porque en ese momento solo se recargo en su brazo y tapo su boca para no gritar.

-Por supuesto, la Amortentia no crea amor. Es imposible crear o imitar el amor. Sólo produce un intenso encaprichamiento, una obsesión. Probablemente sea la poción más peligrosa y poderosa de todas las que hay en esta sala. Cuando hayan vivido tanto como yo, no subestimaréis el poder del amor, puede ser poderoso. En cambio sí es un mal amor y obsesivo… Bien puede incluso matar. Y ahora ha llegado el momento de ponerse a trabajar.-

-Señor, todavía no nos ha dicho qué hay en ése -dijo Ernie Macmillan señalando el pequeña botella de cristal que se colocaba en un pedestal sobre la mesa de Slughorn. La opción que contenía salpicaba alegremente; tenía el color del oro fundido-

-¡Ajá! -asintió Slughorn. Intuyó que al profesor no se le había olvidado esa poción, sino que había esperado a que algún alumno le preguntara para lograr un efecto más impactante

-Sí. Ésa. Bueno, ésa, damas y caballeros, es una poción…-

-Felix Felicis- dijo Hermione un poco más interesada incluso olvidándose que el profesor estaba hablando- La llamada suerte liquida. Muy curiosa poción que solo muy pocos pueden completarla, se necesita un coladero enorme solo para producir unas cuantas gotas. ¡Te hace afortunado por doce horas! -

La clase entera se enderezó un poco en los asientos

-Muy bien. Otros diez puntos para Gryffindor. Sí, el Felix Felicis es una poción muy interesante -prosiguió el profesor -Dificilísima de preparar y de desastrosos efectos si no se hace bien. Sin embargo, si se elabora de manera correcta, como es el caso de ésta, el que la beba coronará con éxito todos sus empeños, al menos mientras duren los efectos de la poción.-

-¿Por qué no la bebe todo el mundo siempre, señor? -preguntó Terry Boot.

-Porque su consumo excesivo produce atolondramiento, temeridad y un peligroso exceso de confianza. Ya sabes, todos los excesos son malos… Consumida en grandes cantidades resulta altamente tóxica, pero ingerida con moderación y sólo de forma ocasional…-

-Harry se bebió un caldero completo de niño-bromeo Ron muy bajo para Hermione, que entendió que era una buena descripcion. Atolondrado si era, temerario y tenía un exceso de confianza a veces que resultaba peligrosa.

-¿Usted la ha probado alguna vez, señor? -preguntó Michael Corner.

-Dos veces en la vida -reconoció Slughorn -Una vez cuando tenía veinticuatro años, y otra a los cincuenta y siete. Dos cucharadas grandes con el desayuno. Dos días perfectos. -Se quedó con la mirada perdida, con aire soñador. El profesor no estaba dando clase, estaba dando una clase de teatro y estaba logrando la reacción que buscaba en cada uno de ellos. - Y eso... -dijo tras regresar a la tierra -… es lo que os ofreceré como premio al finalizar la clase de hoy.-

Todos guardaron silencio, y durante unos instantes el sonido de cada burbuja y cada salpicadura de las pociones bullentes se multiplicaron por diez.

-Una botellita de Felix Felicis -añadió Slughorn, y se sacó del pedestal la minúscula botella de cristal con tapón de corcho que enseñó a sus alumnos- Suficiente para disfrutar dos días de doce horas de buena suerte. Desde el amanecer hasta el ocaso, tendréis éxito en cualquier cosa que se propongan. Ahora bien, debo advertiros que el Felix Felicis es una sustancia prohibida en las competiciones organizadas, como por ejemplo eventos deportivos, exámenes o elecciones. De modo que el ganador sólo podrá utilizarla durante un día normal. ¡Pero verá cómo éste se convierte en un día extraordinario!-

No lo podía creer Hermione, estaba segura que había revisado cada posibilidad en como poder completar su investigación de Metamorforanimago y jamás se le ocurrió la utilización del Feliz Felicis. No es que fuera un seguro, peor si la ocupaba al comienzo y fin del proceso, comenzaría y terminaría bien. O por lo menos en teoría. Como decía el profesor no la ocuparía en otra cosa que no fuera para lograr conseguir esa magia en que le encauso Priscob. La necesitaba, de una forma u otra.

-Veamos -continuó Slughorn, adoptando un tono más enérgico - ¿Cómo se ganaran mi fabuloso premio? Pues bien, abriendo el libro "Elaboración de opciones avanzadas" por la página diez. Nos queda poco más de una hora, tiempo suficiente para que obtengáis una muestra decente del Filtro de Muertos en Vida. Ya sé que hasta ahora nunca han preparado nada tan complicado…-Se alegró Hermione, era exactamente lo que necesitaba, la había elaborado solo dos veces con la ayuda de Harry y ahora tenía que hacerla sola, pero no le veía el problema-…y desde luego no espero resultados perfectos, pero el que lo haga mejor se llevará al pequeño frasco Feliz felicis. ¡Adelante!-

Se oyeron chirridos y golpes metálicos cuando los alumnos arrastraron sus calderos y empezaron a añadir pesas a las balanzas, pero no intercambiaron ni una palabra. La concentración que reinaba en el aula era casi tangible. Hermione veía como Pendragon parecía llevarlo fácil, no por nada, pociones era la tercera segunda mejor en pociones de Pendragon, con primero Harry y tercero Daphne.

Cada alumno echaba vistazos alrededor para ver qué hacía el resto de la clase; eso era la gran ventaja y el gran inconveniente de las clases de Pociones: resultaba difícil que unos no espiaran el trabajo de los otros. Al cabo de diez minutos, el aula se había llenado de un vapor azulado. Estaba tan concentrada en la elaboración de la poción que no se daba cuenta de lo que pasaba a su alrededor. Hasta que vio que Slughorn le miraba fijamente así como otros que intentaban imitar sus movimientos.

-¿Dónde aprendió esa metodología para fabricar pociones?-pregunto el profesor, sobre todo por que llevaban casi media hora y su poción era un líquido homogéneo de color grosella negro azulado, la etapa intermedia más perfecta.

-Me enseño Harry- dijo Hermione regresando a su poción, tenía que ganar si o si y no era por cuestiones escolares, era por crear algo que la haría fuerte.

Pronto estaba obteniendo un líquido negro y consistencia de alquitrán, cuando se relajó, miro a su lado viendo a la mayoría muy atrasados. A excepción de Ron que lucía tranquilo, y su poción estaba a la par que la de ella. Las dos estaban teniendo casi el mismo color claro.

-¿Cómo lo has hecho?-pregunto Hermione sabiendo que solo en sueños, Ron, lograría hacer una poción tan perfecta en tan poco tiempo.

-Te digo al final- se rio Ron un poco, luego miro a Daphne-¿Cómo vas bizcochito?-

-Terminare en unos minutos… tramposos- dijo Daphne enojada.

-¡Tiempo! -anunció Slughorn -¡Paren de remover, por favor!-

A continuación se paseó despacio entre las mesas mirando en el interior de los calderos. No hacía ningún comentario, pero de vez en cuando agitaba un poco alguna poción, o la olfateaba. Al fin llegó a la mesa de Ron y Hermione. Sonrió mucho al ver que habían obtenido casi el mismo tono, la diferencia era casi ninguna.

Entonces vio a Hermione y le dio una mirada de ánimo, luego señalo el caldero.

-¡He aquí el ganador, sin duda! - exclamó para que lo oyeran todos -¡Excelente, Werley, excelente! ¡Caramba, es evidente que tienes talento con las opciones! Así pues, aquí tienes: una botella de Felix Felicis, ¡y empléala bien!-

Ron se guardó la botellita de líquido dorado, muy ufano, en el bolsillo interior de la túnica; sentía una extraña mezcla de derrota ante las miradas Ron, y una de frustración porque su plan se truncara. Al salir de la mazmorra Hermione tomo a Ron del brazo, recorrieron un piso, con Daphne y Theo siguiéndolos. Entraron a un aula donde Hermione lo acorralo.

-¿Cómo lo has hecho? -le preguntó ella con seriedad- No eres tan bueno en pociones.

-Supongo que he tenido suerte -contestó Ron con una leve risa. Su rubia novia le pego en el brazo, se quejó y rebusco en su túnica. La mirada de Hermione se iba endureciendo cuando se dio cuenta por qué Daphne le dijo tramposo.

-Esto me ayudo, tiene instrucciones para hacer las pociones- dijo Ron dejándolo en el escritorio vacío.- Al principio intente seguir a mi ritmo, luego creí que las anotaciones eran… extrañas. Al verlas y leerlas… fue curioso. Se parece al método que ocupaba Harry, solo que estas son un poco más rápidas-

-Un momento. Quiero verlo- Dijo Hermione - Tenemos que comprobar que no sea nada raro. Quién sabe, esas extrañas instrucciones…-

-¿Molesta de que ganara?-pregunto Ron con el feliz Felicis en la mano.

-Si- dijo Hermione mirándolo- Yo le podría dar un buen uso, uno que cambiaría la imagen de trasformaciones para siempre-

Daphne ya sacaba el viejo ejemplar de elaboración de pociones avanzadas de su mochila. Y lo entrego a Hermione.

-¡Ehhh!-dijo Ron confundido y molesto al mismo tiempo.

-¡Specialis revelio! -exclamó Hermione, y golpeó la cubierta del libro con la punta de la varita.

No pasó nada. El libro siguió allí, igual de viejo, sucio y raído que antes, sin alterarse lo más mínimo.

-¿Has terminado?- dijo Ron molesto - ¿O quieres esperar por si le salen colmillos?-

Ron intento tomarlo de las manos de su novia y por poco logra tomarlo. Cayó al suelo y se abrió. Vieron algo anotado en la última página. Tenía la misma caligrafía pequeña y apretada de las instrucciones con las cuales Ron había ganado. Codeo el costado de Ron, para llamar su atención, ella levanto el libro. Señalo rescrito en medio y con letra pequeña. El nombre del propietario del libro era: "El príncipe Mestizo".

-¡No puede ser!- dijo Ron boquiabierto.- ¡Qué horror! ¡Lo toque por todos lados! ¡Me convertiré en un murciélago gigante!-

-¿Qué pasa?-pregunto Daphne y Theo.

-El libro, le perteneció al príncipe Mestizo- dijo Hermione cerrando el libro y viendo la portada- Sirius hace años nos dijo que Snape se hacía llamar el príncipe mestizo, el profesor Snape escribió el libro que hizo a Ron el mejor en pociones de la nada-

-¡Me voy a quemar las manos!-dijo Ron dramático-¡Eso seguro esta maldito!-