¿Cómo está todo el mundo? Desde aquí México al otro lado del mundo y de regreso, les mando un saludo a todos lo que lean esto, también un gran abrazo y, un beso a las chicas.
Sé que he tardado en subir capitulo, antes mi serie era semanal, ahora se ha vuelto quincenal o más… no tengo escusa. Estoy de flojo a la hora de escribir, y algunas partes no supe ni cómo hacerlas hasta que mi mente se calmó y dejo las cosas a un lado.
Leí todos sus comentarios del capítulo anterior, y son geniales. Más debo decir que pensé que con tal exaltación en el anterior, este capítulo será relax y… bueno ya saben, sorpresas, misterio, drama y… un nuevo acontecimiento que cambia el rumbo de la historia.
Ahora que lo releí, creo que me quedo bien, por otro lado… espero que por lo menos les guste.
Gracias por seguirme acompañando otro año… pronto será el segundo aniversario. ¿Lo creen? Dos años subiendo la historia, aunque para mí han sido tres… en lo que me animaba a subirla. El motivo de decirlo es que estoy dispuesto a aceptar propuestas para el día. Ya saben, comenten y dejen que quieren. Capitulo largo, doble, triple, especial, una mini historia o otra cosa. Ustedes eligen.
Sin más por el momento los dejo leer, su vecino y amigable amigo Caoz.
Lean, Disfruten y dejen sus comentarios.
Los personajes le pertenecen a J. K. Rowling
Dedicatoria a :
°~°~°~° Jhoana Katte °~°~°~°
°~°~°~°~°~°~Una buena amiga, una padawan curiosa, y una persona increíble. Gracias°~°~°~°~°~°~
Capítulo 73.-Visitas inesperadas.
¿Qué paso después de ir a la sala de menesteres? ¿Qué dijo Dumbledore de la escena que provoco? ¿Qué paso con el entrenamiento y el EXTASIS de runas? Y la pregunta que más le importaba ¿Que problemas se crearan por ese momento? Fueron las primeras preguntas de Hermione en el día.
Resulto que Dumbledore intento entrar a la sala de Menesteres, sin el anillo Pendragon no logro ni rasgar la puerta (en este caso traspasar el piso de la cama de donde Harry dormía). Aunque Ron y los demás Pendragon sí. Con el consentimiento de Dumbledore y la profesora McGonagall dio el consentimiento a Sofí, Luna y Daphne de entrar a la torre de Gryffindor por la preocupación que sentían hacia ella. Claro que eran escoltadas por la profesora en todo momento, para evitar miradas y preguntas de los demás alumnos. Ninguno se atrevió a entrar a su habitación esa noche, más que nada porque no podían, al parecer sin darse cuenta creo una poderosa barrera que rechazaba a cada persona. Para el siguiente, por dormir y relajar su magia, despareció la barrera y Sofí logro ingresar para curarla mientras dormía, la encargada de llevarle comida fue Luna e incluso Daphne, sus esfuerzos fueron en vano ya que no toco nada. Su apetito era nulo.
Al salir se alegraron, aunque desviaban el tema a otras cosas, intentando no recordarle lo que paso con la conexión de Harry o el alboroto. Por las miradas que le daban, sospechaba que entendían que paso llorando y en cama el tiempo que no los vio, seguro se preguntaba si aún se encontraba deprimida. Y la respuesta era obvia porque ni les contestaba.
En cuanto al alboroto, según las palabras de la profesora McGonagall los únicos que exageraron sobre los sucesos fueron Snape y Slughorn, uno queriendo que fuera expulsada de inmediato y el otro insistiendo en que era indicado para guiarla con su poderosa magia. La verdad no le importó mucho ninguno de las dos opciones. No tenía ánimo para escuchar a cualquiera.
Aquel castigo de Snape fue retirado, más que nada porque los profesores (McGonagall y Dumbledore) no permitieron que sucediera, eso le desagrado mucho a Snape que sin razón castigo a los Pendragon. Y se ensaño con Ron, su amigo no dijo ni una palabra, aguanto los cinco días de castigo que le impuso por tirar un frasco de su anaquel sin querer. Aunque Hermione quería disculparse, no encontraba palabras cuando Ron le miraba como si necesitara pensar en algo que no fuera su hermano de aventuras. En su tercer castigo le dijo que estaba bien (solo lo hacía limpiar el salón y lavar los calderos de Slughorn) cosa que lo mantenía ocupado y cansado, lo que le alejaba de no deprimirse como ella.
Hagrid fue un poco más nervioso que sus amigos, corriendo a verla los siguientes días en el desayuno y la cena, e intentando animarla lo mejor que podía. Claro que el semi gigante se vía algo triste por enterarse de que no tenía ya ninguna conexión con Harry. Y de vez en cuanto parecía preguntarse si Harry regresaría.
Según le dijeron Neville y Ernie, Sirius estaba de pasó por Hogwarts por su cumpleaños e intento hablar con ella, aunque no lo logro. Ninguno de los que vio esa noche supo contestarle si podía entrar a la sala de menesteres, según Sirius, Harry lo veto y era poco probable que entrara, además de que al siguiente día se retiró para continuar con sus labores en la orden del fénix. Recibió dos lechuzas donde Sirius le regalo una gabardina color café por su cumpleaños y una carta disculpándose por retirarse cuando lo necesitaba. Más ella le regreso una nota agradeciéndole y diciéndole que no se preocupara, aunque aún se sentía deprimida (por la pérdida de su conexión con su novio) no dudaba que Harry regresara.
La Profesora Mavra aún estaba en el castillo. En la noche del martes cuando salió la encontró cenando a lado de Dumbledore que enseguida le miro y pareció que le decía con la mirada: "¿Todo bien". Ella no dijo nada solo se sentó a lado de sus amigos. No tenía una respuesta clara para esa o cualquier otra pregunta. Durante la cena se la pasaron haciendo bromas e intentaron animarla, mas no lo lograron. Solo jugaba con su cuchara e intentaba que los planes en su mente fueran más claros, como antes que no dudaba, aunque en ese momento se veían tan borrosos que apenas lograba concentrarse en una cosa a la vez.
Al siguiente día, la profesora Mavra le entrego una carta que decía:
"Para la señorita Hermione Jean Granger:
Estimada alumna del Colegio de Magia y Hechicería, Hermione Granger, se le informa que ha pasado el EXTASIS de runas y lengua rúnica con un puntaje perfecto. Se le informa que a partir de ahora está en el pequeño y muy celebre grupo de personas que ha logrado esta hazaña.
A partir de hoy se le otorga permiso para la utilización e investigación de dicha rama, además de esperar futuras contribuciones al entendimiento de tal habilidad. También se le informa que si se requiere alguna consultoría, traducción o examinación de una runa o alumno, se le puede pedir a su líder mágico y de tal forma también le pueden pedir dichas acciones. Sus colegas serán informados para que este grupo se mantenga en contacto y sepan de su nueva integrante, esperamos que juntos puedan aumentar el conocimiento Rúnico.
Los parlantes Rúnicos le felicitan por lograr este grado tan difícil y esperan mucho de usted.
Con cariño la profesora Volstrahg Mavra
Directora de Koldovstoretz
Segunda parlante Rúnico
Especialista en runas antiguas
Asesora de la UMHEA."
-Vaya títulos- murmuro Ron leyendo el pergamino membretado sobre su hombro, aunque no era la único que leía la carta desde su espalda. Técnicamente todos estaban sobre de ella y aun así parecían no leer bien su contenido -Si eres mejor que Mavra… ¿Eso te hace la segunda o la primera hablante rúnico?-
-Profesora Mavra, si no le importa señor Wemblay-dijo la profesora Mavra que lucía enfadada porque en cuanto se la dio, sus amigos se levantaron para poderla leer y la dejaron de lado. Aunque era bastante mayor la profesora, con esa imagen de joven parecía estar discutiendo con sus compañeros.
-Lo siento profesora- dijo Ron rojo por la mirada que le lanzaba-Solo era un duda- y susurro- Por cierto es Weasley-
-Y es un placer contestarla- dijo la profesora Mavra sin ningún toque de cordialidad- Hermione seria el quinto parlante Rúnico, no es por nuestro nivel de habla o conocimiento el que da orden, más bien es cuando hemos logrado el EXTASIS-
-¿Y si uno de ustedes muere?-pregunto Daphne aferrada al brazo de Hermione, y mirando a la profesora sin dejarse intimidar.
-El número se recorre- Contesto la profesora Mavra como si fuera una tontería preguntar tal cosa- ¿Qué se haría? El viejo Kord tiene casi doscientos años, uno esperaría que pronto pase a ser la primera-
-Si es que antes no le pasa una tragedia- dijo Hermione sin pensar, concentrada en la carta e intentando ver su valor. Antes le hubiera parecido la mejor cosa que le pasó en el año, en ese momento no estaba segura.
-¿Disculpe?-pregunto la profesora alzando una ceja y abriendo los ojos.
-Nada. Gracias por esperar para entregármelo en persona- dijo Hermione metiendo la carta en el monedero, sin siquiera darse cuenta donde, e incluso arrugándola en el proceso - ¿Necesita algo más de mí?- pregunto picando con el tenedor su pay de manzana.
-No la he esperado por cortesía- dijo la profesora Mavra sonriendo de forma amable o intimidante, como cuando quería hacer saber que era mejor que los que le rodeaban- Más bien por negocios ¿Ya ha pensado mi propuesta?-
-No- contesto Hermione sin mirarla, no tenía ganas de discutir- No lo he pensado y no creo pensarlo en mucho tiempo-
-Hermione, el futuro que espera aquí no es nada a comparación del que puedo asegurarle tendrá bajo mi tutela- dijo la profesora Mavra con una ligera y verdadera sonrisa, pero ni le prestó atención- Me voy esta misma noche, pero la propuesta es sin tiempo definido, cuando quiera puede escribirme una carta-
-Por supuesto y gracias- dijo Hermione por sus modales y soltó un suspiro.- Que tenga un buen viaje-
La profesora le hizo una reverencia -Nos vemos profesora Granger -Dio dos pasos y se le reunieron sus guaruras, para luego salir por la puerta del gran comedor con McGonagall y Dumbledore escoltándola.
-¿Profesora Granger?-pregunto Daphne con una mueca- ¿Ahora tenemos que decirte así?-
-Tengo el grado- dijo Hermione con su pay despedazado por su plato, y aplastándolo con los dientes del tenedor.- Ahora puedo incluso enseñar-
-Por más que lo tengas, te seguiré diciendo Hermione- dijo Ron con una débil risa- No te creas mucho por un EXTASIS-
Hermione alzo la vista, no podía ni enojarse, simplemente le parecía que no importaba mucho las palabras de Ron o cualquier otra persona. En esos días, ni las charlas con McGonagall, o sus amigos le parecían relevantes y menos cuando se trataba sobre su ánimo. No supo cuándo o como, más dejaron a Daphne y Ron junto a ella, parecía que lo habían planeado ya que estaban comiendo al otro lado de la mesa y mirando en esa dirección.
-Hermione, esperaba hablar contigo- dijo Ron desde su derecha y cambiando a un semblante a serio- Es sobre Theodo…-
Sintió una mirada en la nuca y ni siquiera volteo, sabía de quien era y que lucía completamente preocupado y avergonzado. Saber que Theo la miraba cambio su estado de ánimo a furiosa. Deslizo con fuerza el plato por la mesa desparramando las migas, se levantó de golpe y salió a paso rápido del comedor sin dirigirle la mirada o palabra a nadie. Su estómago estaba revuelto de solo recordar.
-¡Hermione! No dejes que te afecte así. Tienes que mantenerte serena- dijo Daphne corriendo detrás de ella.- ¿Sabes que pasa algunas horas en la enfermería?-
-¡A quién le importa!-gruño Hermione sin pensar- ¡Se merece eso y más!-
-Lo mismo dijo Sofí, se nota que llegaran a ser familia - dijo Daphne bufando- ¿No preguntaras por qué?-
-¡No me importa!- repitió Hermione sin detenerse.
-Ron dijo que continuaríamos entrenando el Domingo y aceptamos- dijo Daphne trotando para alcanzarla- Fuimos a la cámara de los secretos, nos dividiríamos en dos grupos y entrenaríamos en combate simulado, Theo llego después y…-
-¡YA HE DICHO QUE NO ME IMPORTA!- le grito Hermione para que entendiera, y más aún al subir las escaleras de cuatro en cuatro haciendo que su amiga jadeara.
-Pues sí importa- soltó Daphne llegando al final de la escalera y corriendo para bloquearle el paso por el pasillo-Nadie le hizo caso, ni le hablo, y en el entrenamiento se quedó sin grupo, pero el entro a la contienda. Casi se mata por intentar enfrentarse solo a los dos grupos-
-¡Que mal que no lo lograra! ¿Qué me importa a mí?-pregunto Hermione pateando el suelo y mirando a Daphne con tal fiereza que la vio parecer intimidada. Cosa que no sucedía seguido.
-Hablamos, Ron, Neville, Luna, Sofí y yo sobre lo que haríamos con Theo…- dejo un espacio y bajo la voz tanto que si no fuera por el silencio no se escuchaba-… no creemos prudente sacarlo del grupo- dijo Daphne como si fuera una bomba y podía serlo, si no fuera porque Hermione no quería saber nada de nada.-Si nos hubiera traicionado, las pústulas lo cubrirían pero no ha pasado.-
-¿Y?- pregunto moviendo el pie contra el suelo, utilizando fuerza de más que creaba pequeños golpes.
-Podemos sacarlo y no dirá nada a los Mortifagos o a otras personas sobre lo que pasa en Pendragon, pero aun así no podemos romper el grupo ahora. Si alguno piensa que puede ser desterrado como Marietta surgirá un descontrol en Pendragon.- dijo Daphne intentando razonar con Hermione, aunque lo que ella menos quería era razonar sobre Theo- Es un valioso miembro, es el segundo estratega que tenemos y además de que es bueno en artes oscuras y hace buenas pociones.-
Se cruzó de brazos evitando sacar la varita y hechizar a su "amiga" en ese mismo momento.
-Marietta era buena en hechizos defensivos y sus conocimientos eran de primera, aun así Harry la desterró- dijo Hermione enfureciendo más.
-Ella dijo cosas de Pendragon, le dijo a Umbridge de nuestras reuniones, ella si rompió nuestra lealtad-dijo Daphne sosteniéndole los hombros- E incluso le pedimos opinión a Marrieta, nos dijo que Theo no ha traicionado Pendragon y que si desterramos a alguien solo por sus sentimientos mal ubicados sería incoherente a los valores que intento forjar Harry en nosotros-
-¡TRAICIONO A HARRY, THEO LE DIO LA ESPALDA A LO QUE VALORAMOS!- Grito Hermione furiosa- ¡A CORTADO LA ÚNICA COMUNICACIÓN QUE TENIA CON HARRY!-
-¡¿Entonces por qué no está muerto?!-pregunto Daphne alzando la voz.
-¿A qué te refieres?-pregunto Hermione desconcertada.
Daphne se relamió el labio inferior y luego miro a sus ojos -Cuando Theo y los demás Slytherin se unieron a Pendragon hicieron un juramento inquebrantable, no pueden traicionar a Harry sin morir-
-Entonces…- dijo Hermione intentando comprender.
-Theo no cree lo que te ha dicho, tal vez fue por el calor del momento o yo que se…- dijo Daphne soltando un suspiro- Pero no lo cree, no de corazón y aquel… beso…-
-¿Cómo justificaras eso?-pregunto Hermione retándola, caminando hacia Daphne y casi encerrándola contra el muro, de forma que no le dio salida.
-Me dijo…-
-¿Te dijo?-pregunto Hermione sin poderlo creer, su amiga estaba defendiendo a aquel que hizo que no sintiera si Harry vivía-¡¿QUÉ MENTIRA TE CONTO?!-
-Que solo quería comprobar si de verdad sentía algo por ti, si el besarte se sentía como creía sentirse… algo de esa clase -dijo Daphne muy bajo y retrocediendo hasta quedar con la espalda contra el muro.- Eso es lo único que me dijo-
-¿A si?- dijo Hermione negando con la cabeza, estaba a punto de ir otra vez al gran comedor y lanzarle un par de maleficios tan potentes como el de esa noche- Pues por su idiotez he perdido a Harry…-
-Eso es lo que más te molesta de lo que hizo- dijo Daphne a la defensiva.- Te molesta que perdieras aquello que te conectaba a Harry ahora que no lo ves y no está cerca…-
-¿POR QUÉ NO DEBERÍA DE MOLESTARME?-pregunto Hermione tan violentamente que Daphne ya temblaba-Dime, ¿QUÉ HARÍAS Y SENTIRÍAS SI DE UN MOMENTO A OTRO SINTIERAS QUE TE ATRAVIESAN EL CORAZÓN Y DEJAS DE SENTIR LA VIDA DE RON? ¿QUÉ PASARÍA POR TI AL PERDER AL AMOR DE TU VIDA?-
Se quedó en silencio, pálida y temblando, en sus ojos se reflejaba la furia que contenía Hermione. No pudo responder, y solo bajo los ojos al piso.
-Eso creí- dijo Hermione alejándose, no tenía caso lastimar a más personas, eso no ayudaría a nadie y menos a ella misma- Yo estoy muy inmiscuida en este tema para ser objetiva, ustedes tomen la decisión, yo no quiero saber más del Theo-
Se encamino a la torre de Gryffindor a paso normal, no espera ver a Ron junto al marco de la dama gorda, mirándola, intentando descifrarla. Mostraba su preocupación al mismo tiempo que parecía buscar a Daphne, más seguramente aún estaba en donde la dejo.
-¿Tomaste un atajo o acaso corriste?-pregunto Hermione al llegar cerca.
-Tome el atajo y corrí, esperaba que Daphne te detuviera lo suficiente-dijo Ron con una leve sonrisa-Creo que Daphne no logro ablandarte-
-No tienes que preocuparte, ya me ha dicho que casi se mata y que aunque lo odiamos, sigue siendo parte de Pendragon- dijo Hermione a su lado, no aguanto las ganas y planto un golpe en el costado de Ron. No se quejó pero se notó su dolor- Y que no podemos presidir del genio y mejor estratega-
-El genio eres tú y el estratega yo…- gimió Ron intentando respirar mejor- Pero contar con un respaldo es bueno. Más en una guerra-
-Más vale que se preparen bien- dijo Hermione pasando por el retrato- Y sobre todo que Theo se cuide, cuando Harry regrese tendrá muchos problemas-
-Eso es alentador - dijo Ron sobándose el costado.- ¿Estarás bien?-
-No creerás cuanto empiezo a odiar esa pregunta- dijo Hermione subiendo a la habitación de los chicos y entrando a la sala de menesteres, para después acostarse en su cama, la cama que compartió con Harry. Pero pocas veces lograba dormirse de inmediato, no cuando sacaba el desiluminador, loa ferraba entre sus manos y esperando tener alguna señal de que seguía vivo.
De esa forma comenzaron a correr los días. Las clases se volvieron aburridas para Hermione, cualquier cosa que dieran en clases la leyó o aprendió en la biblioteca infinita, y si no simplemente daba un repaso y se conformaba. Pasaba las clases tan monótonamente que el colegio empezaba a ser solo un protocolo, técnicamente ya ni tenía que asistir a Runas, pero continuaba asistiendo por rutina. Muchos maestros la felicitaron por volverse un hablante Rúnico, incluso la profesora Bathsheda que parecía sorprendida y parecía no creer que pasara el EXTASIS.
Los días mejoraron su ánimo, o eso intentaba simular, platicaban con sus amigos e incluso se divertía con ellos, o por lo menos lo intentaba. Y por petición de cada uno de los Pendragon los entrenamientos se volvieron diarios, continuaba enseñándoles a combatir al basilisco, aunque poco a poco ganaban fuerza y a principios de octubre lograron llegar todos al final y detener los movimientos del cadáver de serpientes.
Pronto las cosas regresaban a la normalidad, o tan normales como podrían llegar a ser.
Con Theo evadiéndola a cada minuto del día y en las prácticas de Pendragon sin hablar y solo entrenándose tan o más duro que los demás. Incluso Ron instigaba a Sofí para que lo curara a cada rato, la chica parecía no perdonarlo y cuando lo curaba lo hacía sin mirarle o hablarle. Cualquiera diría que lo odiaba, más comprendía que todos sus pacientes eran iguales y merecían ser atendidos. Por otro lado Theo parecía de verdad avergonzado y poco a poco lograba re integrarse con cada uno de los Pendragon (por lo menos lo saludaban). Menos con Hermione. Si necesitaba hablarle o decirle algo, era tan directo que incluso a veces parecía ser grosero y luego se retiraba sin verle los ojos.
Muchos no entendía, pero varias veces, Hermione estaba tan furiosa como la primera vez que plantaba una cachetada cuando se acercaba o retiraba. Una ventaja era que lograba desahogarse de su creciente desesperación, miedo y depresión.
A mediados de octubre tuvo lugar la primera excursión del curso a Hogsmeade. Hermione ni siquiera había pensado realmente en las excursiones, supuso que esas excursiones no continuaran realizándose, dado que las medidas de seguridad se habían endurecido mucho. Más pensaba en algunas cosas que necesitaba hacer, y con su mente más clara, y más neutra sabía que su siguiente movimiento no lo realizaría ella y ellos eran los indicados para ayudarla.
El día de la excursión despertó incluso antes del que sol saliera, en ese día durmió en la habitación de las chicas, sobre todo porque McGonagall le regaño al desaparecer por el cuarto de los chicos y no aparecer hasta el siguiente día. Ni siquiera pidió una explicación, supo que comprendía que no era nada malo. Saco un libro de la biblioteca infinita, era uno grueso y con la pasta tan vieja y deteriorada que soltaba virutas en cuanto lo tocaba. El titulo casi borrado decía "Espíritu ígneo, controla la llama espiritual". Leyó hasta que el día clareo, o mejor dicho hasta que la tormenta se mostró por las ventanas, aún tenía mucho que aprender y más aún cuando ya no podía contar con que… Harry regresara.
En algún punto antes de que sus compañeras se despertaran y que la tormenta dejara caer una llovizna, termino el libro. Buscando otra fuente de lectura se encontró con el libro de Elaboración de opciones avanzadas. Pudo ser el aburrimiento o la curiosidad, más lo abrió y se percató que no era un libro de texto común y corriente. A medida que lo examinaba descubrió la abundante información que contenía: no sólo los consejos y las fórmulas fáciles y rápidas sobre pociones (Aunque diferentes a las de Harry), sino también imaginativos embrujos y maleficios anotados en los márgenes que, a juzgar por las tachaduras y correcciones, Snape había inventado él mismo.
Hechizos muy extraños y nada útiles; por ejemplo, un maleficio que hacía crecer las uñas de los pies con alarmante rapidez, un embrujo que pegaba la lengua al paladar; y quizá el más útil de todos, el hechizo muffliato, que producía un zumbido inidentificable en los oídos de cualquiera que estuviera cerca de quien lo lanzaba, de modo que podías sostener conversaciones sin que te oyeran. Cualquier otro, (Incluido Harry y Ron) encontraría divertidos esos encantamientos. Para Hermione, solo eran los intentos de un alumno para hacer maldades, o poder hablar en clase sin ser escuchado. No imaginaba al profesor Snape de adolecente, pero algo era seguro, tenía mucho coraje contra algún alumno. La imagen de Harry apareció en su mente, si, definitivamente esa clase de odio.
Examinaba las instrucciones de un hechizo que al parecer le había causado problemas al profesor. Había muchas tachaduras y cambios, pero al final, apretujado en una esquina de la página, ponía: "Levicorpus: No verbal". Comprendía bastante bien el latín (Algunas palabras rúnicas se basaban en los sonidos al pronunciarlo), de tal forma que aquel hechizo parecía ser echo para levitar cuerpos completos. Y el contra hechizo estaba a un lado, lo que le daba a entender que el hechizo no era en si para molestar a aquellos que no conocían el contra maleficio y que se aterrarían al recibirlo.
En cuando sus compañeras de cuarto comenzaron a despertarse, se vistió, abrigándose con la chamarra que le regalo Harry (y Dobby, no podía olvidarlo), bufanda, guantes y botas, salió dando los buenos días y desapareciendo por las escalera. Estaba tan acelerada por ir a Hogsmeade y encontrarlos que no se fijó en quienes estaba en la sala común o si estaban creando problemas, solo fue directo al desayuno. Cuanto se sentó a desayunar pocos alumnos estaban en el comedor.
-…No te veía tan emocionada… desde hace… mucho- dijo Ron llegando casi inconsciente, y guidado por Daphne la cual no se veía mejor que su novio -¿Qué te tiene tan de buenas?-
-Seguro que la excursión no- a completo Daphne y luego soltó un largo bostezo.
-¿Qué les pasa? ¿Acaso no durmieron?-pregunto Hermione desconcertada.
-Nos despertamos temprano, McGonagall nos pidió que nos encargáramos del entrenamiento Pendragon, dijo que tu estarías ocupada- soltó Ron atrayendo un tazón de cereales- Y como no sabemos ni que hacer… pues compartimos ideas… y creo que lograremos darles el mismo azote que tu-
-¿Qué harán la profesora y tú?-pregunto Daphne tomando una cuchara y metiéndola en el tazón de Ron, el cual estaba intentando comer sin que nada se le derramara.- No.… nos dijiste nada antes, eso fue malo… hubiéramos tenido más tiempo para planearlo-
-¿De qué hablan?-pregunto Hermione desconcertada- Yo no tengo ningún plan con la profesora-
-¿Entonces por qué nos levantamos temprano?-pregunto Ron molesto y con la cuchara en la boca- ¡No es justo!-
-Puede que te diga en el trascurso del día- dijo Daphne revolviendo el tazón sin animo ni para comer.
Unos pasos delataron la presencia de uno de sus amigos.
-¡¿Qué les paso?!-pregunto Sofí llegando a la mesa y mirando a la pareja.
-No preguntes- dijeron ambos dejando caer la cabeza en la mesa.
-¿Qué no están emocionados por ir a Hogsmeade?-pregunto Sofí sonriente. No le sorprendía verla vestida bien abrigada, aunque se arregló el cabello e intento lucir más linda, claro que eso era por Colín- Es la primera vez que saldré con todos al pueblo-
-Y con estos dos muertos- dijo la voz de Luna sentándose a lado de Sofí y Neville del otro.
-¿Qué les pasa?-pregunto el chico.
-¿Quieren dejar de preguntar?-gruño Ron bastante molesto.- Lo sabrán el Lunes-
Hermione explico lo que le dijeron Ron y Daphne mientras ellos escuchaban con la cabeza recargada en el otro, aunque por curiosidad, Sofí, los pincho con el tenedor y descubrió que ambos estaban dormidos. Luego de que terminaran, despertaran a ambos y Sofí les entregara una poción revitalizante se propusieron desayunar para ir a Hogsmeade. Pero el día no podía empezar sin el profeta. La lechuza empapada que entro por la ventana salpico la mensa, le estiro el periódico y luego de que lo pagara se marchó. Estaba tan empapado que escurría agua, lo seco y extendió para ver el titular.
-¿COMO QUE HAN SECUESTRADO UN DRAGON DE LA RESERVA EN RUMANIA?-grito Ron despertando del todo- ¿Dice algo de Charlie?-
-¡No grites!- riño Hermione antes de empezar a leer.
El titulo decía: "Secuestro de Dragones: Reserva de Rumania en llamas.
Con los Mortifagos por todo Londres, y el regreso de El que no debe ser nombrado, salir a las calles se ha hecho una verdadera odisea y salir de noche un pesadilla. Pero es más sorprendente lo que pueden llegar ser capases de realizar los seguidores a las artes oscuras. Ayer por la tarde, en la reserva para dragones en Rumania se desato un infierno. Los cuidadores, estudiosos e investigadores de estas criaturas no esperaban que de un momento a otro fueran atacados, menos que un centenar de Mortifagos llegara a sus puertas, con las fuerzas que tenían apenas y lograron repeler su ataque, mas cada uno tenía la responsabilidad y el deber de proteger a las criaturas que viven en el lugar.
-Ese es nuestro trabajo, y lo cumpliéremos aun si tenemos que pelear- comento Frigus, uno de los cuidadores que se dirigía a San mundo herido pero consiente.
La historia, según la relata el investigador Maxwell, el día corría como cualquier otro y las barreras anti muggles y de protección parecían no sufrir ningún desperfecto. Hasta que se rompió de la nada. Atacaron los Mortifagos tan rápidos que apenas se percataron de lo ocurrido, se cría que buscaban desatar el caos (Nota: Ya se, me encanta meterme en la historia), su intención era una muy diferente a lo que se esperaba. El bosque en el cual residen más de 20 especies diferentes de criaturas fue incendiado y la fauna del lugar sufrió una pérdida grande. Muchos de los presentes aseguran que los mortifagos que realizaron tal atrocidad escaparon inmediatamente después de hacerlo.
Cuidadores e investigadores comenzaron con las labores de protección a las criaturas e intentaron apagar el fuego. Era una nada más y menos que una distracción, nos cuenta el cuidador Weasley."
-He ahí esta…-
-Silencio- regaño Daphne pellizcando la oreja de su novio.
-Eso duele, no espera, de verdad duele- chillo Ron antes de que le tapara la boca.
"-El bosque se incendiaba, muchos corrían de un lado a otro buscando salvar lo más posible- nos contó Charlie Weasley completamente lleno de hollín y con una herida en el hombro.- Pero en ningún lado estaban los Mortifagos, y gracias a las miniaturas vivientes de las dragonas que viven en el bosque, me entere que estaban peleando contra el macho alfa de la manada de dragones. Un colacuerno Húngaro de diez metros de alto. Supe que tenía que ir de inmediato y al llegar el centenar de Mortifagos lo tenían encadenado, con sus sentidos hechizados y llevándoselo por medio de un trasladar. Pelee lo mejor que pude… pero si no fuera por Kagura, la pareja del colacuerno, hubiera muerto. Es un milagro que este aquí y no sufriéramos más perdidas que parte del bosque y del dragón alfa-
Las palabras del cuidador son contundentes, siendo que ha descrito un escenario de secuestro de un dragón alfa, algo que no ha pasado antes. ¿Qué planes malvados y atroces está pensando El que no debe ser nombrado?"
-Genial, ahora tiene un dragón- bufo Sofí molesta, cruzada de brazos.
-Ese maldito, destruyendo la fauna de Rumania- gruño Neville.
-Y las criaturas, que desgraciado, le ha quitado su habitad a muchas especies- dijo Luna preocupada.
-El lado bueno es que no hubo muertos- dijo Daphne analizando la nota.
-Y mi hermano está vivo- concordó Ron aliviado, aunque su oreja se notaba más roja- ¿Por qué fue solo a enfrentar a tantos?-
-Esto no puede ponerse peor- susurro Hermione atrayendo la atención de los cinco, le miraban con preguntas en sus ojos-¿Para qué quiere un dragón? No lo controlaría… a menos que tenga una forma o… pero si fuera ese el caso probaría con uno, uno no tan violento e inestable. Y ¿Por qué el alfa?-
-Tal vez solo quería demostrar su poder- sugirió Sofí tocándole el hombro para después sonreírle un poco.
-Pues lo ha hecho y además ha obtenido un premio, si un dragón alfa viene contra nosotros, tendremos que hacer más que paralizar el cadáver de un basilisco-gruño una voz.
Voltearon a ver a Theo el cual estaba con ropa ligera, como si fuera a salir y mostraba algunas vendas en los brazos y además una coartada en la ceja. El gruñido de Hermione resonó, mas ya estaban acostumbrados a que no soportara verlo o escuchar del chico.
-No es un arma- dijo Ron interponiéndose a un lado de Theo, listo para interceder si intentaba matarlo- Un dragón alfa es incontrolable, si lo suelta en guerra, no distinguiría entre mortifagos y nosotros. No, ese dragón es para otro medio, ya no hace nada sin un beneficio, es algo que requiere para lograr su plan-
-¡Eso suena mal!- dijo Sofí enojada, mirando a Theo como si fuera el que rapto al dragón. Y el chico pretendía no lucir intimidado, por la pequeña niña a su lado, y fallando en el intento.
-No puedes estar más equivocado- dijo Hermione aun pensando, más pareció que nadie entendía sus palabras- Kagura, la dragona que salvo a Charlie, esta de nuestro lado. A Voldemort no le servirá de nada un dragón-
-Al igual que Circe, Mai y Rea… y solo son las que conoce Harry- dijo Ron con una leve risa- Si conociera al resto del nido… seguro que logra obtener el apoyo de más dragones-
-¿Cómo es posible?-pregunto Theo muy bajo.
-¡Lealtad!- respondió Hermione de forma grosera- Eso que te falta. Logra conseguir que le entiendan a través de lealtad que profesa a las criaturas mágicas. Ahora si no tienes ninguna tontería más que decir, tengo a dos chicos que ver-
Unos, por no decir todos los presentes, saltaron hacia atrás y le miraron con los ojos abiertos- ¿Chicos?-preguntaron.
Rodo los ojos, bufo con molestia y observo como se veían expectantes.
-Ni lo piensen, rechace a este idiota- señalo a Theo el cual se encogió-¡No soy de esa clase de chica!-
-Dijiste chicos, hombres y…-
-¡No me vengas con eso Billius!- dijo Hermione con el rostro enfadado, haciendo que retrocediera con las manos en alto -¡Sabes que no le sería infiel y si se te ocurre si quiera pensarlo…- sin que la detuvieran las chicas planto un coscorrón en la cabeza de Ron y Neville lo cuales chillaron de dolor. En cuanto a Theo aprovecho a darle otra cachetada que resonó en el gran comedor.-…eso les toca-
Mientras dos se sobaban la coronilla, Theo movía la mandíbula y se sobaba la enorme marca roja en su cara. Pero los tres se quejaban.
-Y ¿Por qué a mí?-pregunto Neville colocándose detrás de Luna y se sostenía la coronilla.-Yo ni he dicho nada-
-Pero lo pensaste- declaro Hermione muy segura.
-¿Lo ves? Asusta mucho- murmuro Neville con Luna abrazándole. Más no se percató que delato su pensamiento y dio razón a Hermione.
-¿Asusta? Dirás que es una tirana, aterradora y violenta- dijo Ron con lágrimas en los ojos mientras Daphne aguantaba las ganas de reír.- NO, NO, ¡NO ME PEGUES OTRA VEZ!- Lo hizo a buen tiempo ya que avanzaba para dejarlo igual que Theo.
-Vamos ir a Hogsmeade ¿Si o No?- Pregunto Sofí parándose enfrente.
-Te salvo la hermana de tu mejor amigo- dijo Hermione tomando la mano de Sofí, dándole una última mirada a Ron que lucía aliviado, Neville aún le observaba asustado y las chicas parecían divertidas - ¿Vienen o se quedan?-
-Ya vamos- dijo Ron sonriendo- Además quiero conocer a esos chicos que veras-
-Eres tan inmaduro- comento Hermione sobando la sien.
-Y tú una insufrible-
-Descerebrado-
-Violenta-
-Tonto fanático de los Puddlemere United-
-¡AAAHHH!- Aspiro aire con la boca abierta y la mano se la llevó al pecho-¡Retira eso! Eso sí fue bajo Hermione-
-Pero si eres fanático del Quidditch- dijo Luna desconcertada- Hasta eres guardián de Gryffindor-
-Pero no de los apestosos del Puddlemere United- dijo Ron sin ver la cara de sorpresa que se implanto en su novia- Mi equipo es mejor ¡VIVA LOS CHUDLEY CANNONS!-
-Cariño…- llamo Daphne con tono dulce, tan dulce que supieron que su amigo estaba en un problema serio.
-¿Qué hice?-pregunto Ron mirándola.
-Yo soy fan del Puddlemere United- termino Daphne cruzándose de brazos y mirándole feo.
-¿Pero por qué? Son muy malos y…-
Antes de que una relación romántica terminara por Quidditch, Hermione toma la mano de Daphne y comenzó a caminar directo a la salida y llamando la atención de sus amigos. Se notó el alivio de Ron cuando, dejaron el tema a un lado. Agradeció a Merlín que Theo no los siguiera y solo se despidiera desde lejos, se le notaba adolorido por como caminaba, mas eso no compraba la simpatía de Hermione.
Cuando se proponía cruzar las puertas dobles, Ginny llego. -¡Hola chicos! Me han pedido que les entregue esto.-
Era un rollo de pergamino con el nombre de Hermione, Ron, Daphne, Neville y Theo escrito con una letra que reconoció enseguida. Tanto le cansaba recibir esas cartas que incluso ni la abrió.
-Gracias, Ginny. ¿Es de Slughorn?- pregunto Ron tomando la suya y olvidándose de la pelea o mejor aun desviando el tema porque Daphne aún mantenía su rostro molesto. -¿El Lunes por la noche reunión de miembros?-Anunció tras leerlo, de pronto feliz y contento- Si va a haber comida está bien-
-¿Pero Luna y Sofí?-pregunto Neville.
-No estamos invitadas- contesto Luna interesada más en la lluvia que caía afuera del castillo.-Supongo que aún no llamamos mucho su atención-
-¿Ni por qué Sofí es una Potter?-pregunto Ron pasando un brazo sobre los hombros de Sofí, la cual le codeo con fuerza.
-No soy importante-
-De todas formas no podemos ir, entrenamiento ¿Recuerdan?- dijo Hermione bufando- ¿Vienes con nosotros a Hogsmeade, Ginny?-
-Iré con Deán. Quizá nos veamos allí -replicó ella, y les dijo adiós con la mano.
-¿CON DEAN?-grito Ron dejando de ver la carta.-Ese es un idi…-
-¡Calla!- dijo Daphne pellizcándole las mejillas, seguramente por ofender a su equipo de Quidditch.
-He Sofí. ¿Nos vamos ya?-pregunto Colín con una sonrisa enorme, llegando listo para salir y se le notaba el ánimo en el cuerpo. Sobre todo al llevar su cámara colgada al cuello y tomarles una foto sin su permiso, aunque eso ya era normal.
-Claro-contesto con un enorme sonrojo. Seguramente por ser la primera salida que tendría con su novio.
Minutos después ya estaban saliendo. Filch estaba plantado junto a las puertas de roble, como de costumbre, comprobando los nombres de los alumnos que tenían permiso para ir a Hogsmeade. El proceso llevó más tiempo del habitual porque el conserje registraba tres veces a todo el mundo con un sensor de ocultamiento.
-¿Qué más le da que saquemos del colegio cosas tenebrosas? -le preguntó Ron mirando con aprensión el largo y delgado aparato- ¿No cree que debería importarle lo que podamos entrar?-
Su insolencia le valió unos cuantos pinchazos más con el sensor, y el pobre todavía hacía muecas de dolor cuando bajaron los escalones de piedra (recibió bastantes golpes y aun no era ni medio día) y salieron al jardín, azotado por el viento y agua. Por una vez Ron una idea fue útil, días anteriores, después de la salida con Hagrid y de que se mojaran, le dijo que enseñara un hechizo para no empaparse en la lluvia. Existían varios métodos, pero aquel hechizo que utilizo la profesora Mavra le pareció el mejor. No era difícil, aunque si viejo, cada pareja llevaba un paraguas invisible y que salía de la punta de la varita.
Menos Hermione que estaba completamente sola.
Intentaba agregarla a ellos, platicaban y no la dejaban a un lado. Aunque Hermione no se engañaba, cada pareja parecía ansiosa de ir y, al parecer, estar solos. El paseo hasta Hogsmeade no sería por placer, no salía del castigo por gusto más bien por necesidad. Si fuera por Hermione, estaría sola en el cuarto que compartía con Harry y leyendo o durmiendo, esperando, por muy recóndita e imposible posibilidad, de soñar con él.
Cada uno hacia planes para la tarde, y aunque Sofí intento meterla en su cita con Colín (el cual no lucia molesto, en cambio la animaba a pasar la tarde juntos), no lo acepto al ver que de cualquier forma haría mal tercio. Y los demás viendo su negativa desistieron de hacerle propuestas. Sobre todo Ron que no paraba de mirarla con preocupación y le susurraba cosas a Daphne la cual asentía. La única forma de que ninguno se sintiera mal, la dejaran en paz y que no los tuviera pegados todo el tiempo, fue prometerles ir juntos a Honeydukes. Claro que Neville propuso pasar todo el tiempo juntos (pensando que se sentiría mejor), y Luna dijo que la dejaran en paz y que la dejaran decidir qué hacer. Eso era lo mejor que le paso en ese rato. Y cuando por fin llegaron a la calle principal, fueron directo hacia Honeydukes, que afortunadamente estaba abierta, y los otros lo siguieron tambaleándose hasta la abarrotada tienda.
-¡Menos mal! -dijo Ron, tiritando, al verse acogido por un caldeado ambiente que olía a tofe -Quedémonos toda la tarde aquí.-
-Te terminarías la tienda- dijo Daphne con una leve risa.
-Eso no es cierto… tal vez un poco- continúo Ron haciendo una cara espantada-¡Oh, no, escóndeme…-
-¡Ron, amigo mío! -bramó una voz a sus espaldas.-¡Hermione, mi alumna favorita!-
Se dieron la vuelta y vieron al profesor Slughorn, que llevaba un grotesco sombrero de piel y un abrigo con cuello de piel a juego. Sostenía en la mano una gran bolsa de piña confitada. Saludaron con la mano y antes de que Slughorn les hablara se desperdigaron por la tienda, dejando a Ron y Hermione sin oportunidad de hacerse los desentendidos y huir.
-¡Ya se han perdido tres de mis cenas!- rezongó Slughorn, y le dio unos golpecitos amistosos en el pecho a Ron- ¡Pero no se van a librar, amigos míos, porque me he propuesto tenerlos en mi club! Y a todos ustedes también.- aunque ninguno de sus amigos le hicieron caso y fingieron estar ocupados escogiendo dulces- Pero ninguno aparece en nuestras reuniones. ¿Vendrán esta noche?-
-Bueno…-Comenzó Hermione, obligada a decirle la verdad -Nosotros estamos…-
-¿Por qué no vienen nunca?-inquirió Slughorn, seguramente pensando que encerrarlos y obligarlos era una buena opción.
-Es que he tenido entrenamientos de quidditch y con Pendragon -se excusó Ron, sin mirarlo y escogiendo ya los dulces que se llevaría.
Una evito mirar a Daphne que era la encargada de enviarle un mensaje a Alice (que programaba los entrenamientos) para cambiar los entrenamientos de Ron, cada vez que recibía una invitación de Slughorn adornada con una cinta violeta. Gracias a esa estrategia, Ron no se veía obligado a ir al club de eminencias y asistía a las cenas del gran comedor. Para ella era más fácil, solo decía que seguía entrenando sus Runas y se lo quitaba de encima.
-¡Espero que ganes tu primer partido después de tanto esfuerzo! Pero un poco de esparcimiento no le viene mal a nadie. No me dirás que hoy vas a entrenar con este tiempo…-
-No lo sé- dijo Ron distraído con los diablillos de pimienta, sosteniéndolos con una mano y la mirada perdida- Si tan solo estuviera aquí-
-¿Quién?-pregunto Slughorn mirándole.
-¿Qué paso?-pregunto Ron regresando a la realidad.
-Ya hemos dicho que no podemos- señalo Hermione entrando en la conversación, era bastante malo ver la mirada de melancolía de Ron para que el profesor lo instigara más. Era su amigo (uno molesto), y no permitiría que un profesor con la cabeza llena de aire le instigara.
-¡Nada, no hay manera! -se lamentó Slughorn con gesto teatral -¡Está bien, pero no crean que podrán eludirme eternamente!-
El profesor les dedicó un afectado ademán de despedida y salió de la tienda andando como un pato. No pudo evitar fijarse que Ron continuaba viendo los diablillos de pimienta, no era necesario preguntarle en quien pensaba y a quien se refirió. Ella pensaba lo mismo.
-¿Los compraras? Sabes bien que no estarán buenos cuando regrese- dijo Hermione a su lado, escogiendo un par de chocolatinas.
-Nos los pedía cuando no le dejaban venir con nosotros- recordó Ron con una leve mueca, era entre nostalgia y tristeza -Solo para que nos divirtiéramos mientras él estaba encerrado. Otra vez hacemos lo mismo-
-¿A qué te refieres?-pregunto Hermione mirándolo seriamente.
-Nosotros juntos y en grupo, divirtiéndonos… mientras que el…-
-Si- concordó Hermione antes de que terminara y le hiriera más con sus palabras- Mas no podemos cambiar las cosas, no en este punto. Solo nos queda continuar-
Su amigo metió la mano en el depósito de Diablillos de pimienta, alzo los dulces y un puñado quedo en su mano cerrada.
-Creí… que como lo sentías vivo, era real. Sin embargo en ese momento… ya sabes, cuando se cortó tu conexión, entendí que si Harry… -dejo un largo espacio, tan largo que pareció petrificado-…muere… no podré volver a ver a mi hermano. Y…- no logro continuar solo cerro la boca y apretó los labios.
-No logras concebir un mundo sin el presente- a completo Hermione entendiéndolo bien. En parte, por eso se peleaba tanto con ella, por eso la molestaba más y parecía cuidarla como nunca antes. Todo por alguna clase de redención hacia Harry.- Pero no será necesario que lo imagines o lo vivas-
-¿Ahora tú de que hablas?-pregunto Ron girando la mirada con rapidez- ¿Acaso tú y el volvieron a…-
-No- dijo Hermione en un suspiro, esperaba que sí, lo deseaba mas no había ocurrido otro sueño- Pero si no regresa, sabe que me enfureceré más que en toda mi vida y nada le librara de mi enfado-
Ron sonrió y luego le abrazo, cosa rara.-Bien, entonces si me los llevare. Estaré preparado para cuando regrese- dijo antes de irse junto a Daphne, que ya llevaba una buena porción de Snack's con sabor a Hidromiel.
Tardaron en escoger lo que se llevarían, además de que a la hora de pagar les convenció de que todo fuera por su cuenta. Se negaron aunque no cuando les miro con reto en la mirada. Se sentía bien darles algo, sobre todo cuando aquellos galeones con los que pago venían del mismo Harry. Aun se sentía como si estuviera queriendo compartir con sus amigos, encargarse de todo y al mismo tiempo divirtiéndose a su lado.
Cuando salieron de la tienda Neville y Luna fueron al correo para enviar cartas a sus respectivas familias, Colín y Sofí a una casa de té que estaba un poco retirado, en cuanto a Ron y Daphne ambos se dirigían a las tres escobas.
-¿También vas a Las Tres Escobas?- pregunto Ron con una mirada dura-Entonces esos chicos te esperan allí-
-No empieces. Ya verás quienes son- gruño Hermione en cuanto salieron y colocaron sus paraguas invisibles.
El frío viento les lastimaba la cara después del dulce calor de Honeydukes. No había mucha gente en la calle. Nadie se entretenía para charlar y todos iban derecho a sus destinos. Menos los Aurores, que en ese momento estaban postrados en los lados de la calle, algunos vigilando a un lado y otro a contrario. Hermione tenía la sospecha que algunos más vigilaban los alrededores y el cielo, con tantos ataques y luego de lo que paso en Rumania ninguno se daba el lujo de relajarse.
Los tres amigos entraron en Las Tres Escobas, el ambiente estaba algo frio. Poca clientela y un lugar amplio, mala combinación en esas condiciones climáticas. Cuando Ron vio a los dos sujetos de la barra explotó.- ¿Con que usted la citaron?-pregunto abriendo la boca.
-Hermanito, no debes de gritar escuchamos perfectamente-
- Y ¿Quiénes son más guapos que nosotros?-
En la barra casi desolada, se encontraban dos pelirrojos, con chaquetas de piel de dragón (a juego con unos pantalones), sombreros y sonrisas malvadas, delatando que bien podrían tener bromas muy pesadas bajo esas chaquetas. Fred y George saludaron levantando las pequeños vasos en las que bebían, parecía no ser cerveza de mantequilla y tampoco hidromiel, el líquido rojo solo lo reconoció por la botella a su lado. En la etiqueta tenia escrito: "Whisky de fuego".
-Además, nosotros no la citamos aquí.- Continuo George bebiendo su copa por completo- Si no me equivoco Ron, Hermione fue la que nos mandó a Hedwig-
-Y por cierto- dijo Fred sacando algo de su bolsillo y arrojándoselo a Hermione, la cual lo atrapo por un poco-Feliz cumpleaños, ya eres mayor de tal forma que ¿Gustas un trago?-
-No gracias- dijo Hermione viendo el paquete, venia envuelto con papel de la tienda "Weasley & Weasley", con el logo a cada pocos centímetros y de tono morado. Les miro un momento, esperando que no fuera una de sus tretas.-Si es una broma, estarán…-
-Nos ofendes Hermione- dijo Fred con una leve risa- Hacerle una broma a nuestra líder es malo. Además hacer que un hablante rúnico se enoje con nosotros no es bueno para el negocio…-
-Es genial ver que aprecian su amistad- dijo Daphne sentándose a su lado- Tres botellas de cerveza de mantequilla por favor-pidió a Rosmerta que atendía a otro cliente, pero asintió a su orden.
-La apreciamos mucho- dijo George guiñándole un ojo a Hermione de forma coqueta y exagerada, los conocía tanto que ese gesto no lo podía tomar en serio, alzo una ceja y regreso a su regalo-Esperemos te sea interesante-
Se sentó a lado de Fred, abrió la caja y se asombró de ver una especie una llave muy pequeña, estaba por preguntar que era cuando le interrumpieron.
-Nuevo producto- dijeron ambos a voz alta, intentando llamar la atención de posibles compradores- La llamamos: la pequeña imperturbable-
-¿Por qué?-pregunto Ron mirando a sus hermanos.
-Cierra cualquier lugar-dijo Fred con una sonrisa ancha.
-Y por cierra, ¿Se refieren a?- cuestiono Daphne tomando su cerveza de la manos de la tendera y bebió un trago. Rosmerta dejo la de Hermione en frente de sus manos, y en cuanto se la dio a Ron la suya se retiró a la trastienda.
-No se necesitan hechizar nada, ni mover varita para que una habitación quede silenciada, protegida y con hechizos anti espía o cualquier otra cosa que se les ocurra los proteja.- dijo George al momento de que servía otras dos copas para ellos- Solo un giro de la llave en la puerta o cualquier hendidura de los muros y están tan protegidos.-
-Hasta que la abran normalmente- dijo Fred dando un leve trago.
-Es genial- dijo Hermione levantándola y viéndola en lo alto- ¿Efectos secundario o consecuencias?-
-Nada se te escapa- rio Fred y miro a George el cual asintió con la cabeza.
-Solo cansancio extremo y puede que un leve calentamiento del metal con forme pase el tiempo. Si se pone al rojo vivo es que has pasado mucho tiempo a solas- termino George, luego una sonrisa boba se formó en sus labios mientras miraba su copa- Claro que no solo sirve de protección, lo he comprobado junto con Angelina-
-¿Tu y Angelina? Ho… hermano me dijiste que serias el comprobador y te asegurarías que funcionaba, pero no pensé que sería de esa forma. Con razón te mantuviste "tan" ocupado- Dijo Fred asombrado, aunque se notaba que luego haría burla a su hermano. Mas su semblante cambio de repente -¡Dime que no fue en la tienda!-
-No- continuo George tomando el trago.- No me dejo en la tienda-
-Mucha información para mi gusto- dijo Hermione abriendo su botella, tomando un trago largo al tiempo que miraba como parecían que los gemelos se esforzaron más por la calidad de los hechizos que el aspecto de la llave, ya que era una simple llave de plata con colimación, casi sin ningún adorno. Solo su apellido grabado- Y no puedo creerlo de Angelina-
-Ni nosotros de ti- dijeron los gemelos al mismo tiempo- Tu y Harry; solos en una habitación; por meses y meses…-
-¡Solo dormíamos!- gruño Hermione a pesar de que estaba acalorada y comenzaba sentirse con ganas de golpearlos.- ¡No hacíamos nada malo!-
-Yo tampoco hice nada malo- dijo George con una sonrisa aún más traviesa- Es más, hice algo genial…
-Si continúan conocerán un lado mío bastante malo- dijo Hermione soltando un bufido, ella que tenía que enterarse de los amoríos de esos dos.
-Además no querrás que Angelina se entere de que lo andas… presumiendo- dijo Daphne con una sonrisa serpentil y una mirada que delataba que podría ir con la chica y contarle
- Pero será de utilidad… cuando Harry regrese y estén solitos…-rio Ron alzándole ambas cejas.
-Quieren enfadarme ¿Verdad?-
-No, ni locos- dijeron los cuatro evitando su mirada.
Continuo bebiendo su cerveza de mantequilla a pequeños sorbos, sumida en lo que sin duda consideraba un silencio para pensar. Mientras Hermione tamborileaba con los dedos en la mesa y la mirada de los gemelos iba de sus copas a ella una y otra vez.
-Por cierto ¿Charlie está en casa?-pregunto Ron al recordar lo que le paso a su hermano.
-No, aun esta en Rumania, pero Percy y Bill fueron a ayudarle- dijo George algo serio- Mamá enloqueció, mando a los dos a que lo trajeran a casa, pero parece que la reserva tiene bastante trabajo y se quedaron para ayudar. No queremos ir a casa hasta que esos dos reciban el regaño de mamá-
-¿Pero si Charlie está bien y a salvo? Además de que la reserva seguro requiere mucho trabajo luego de lo que han hecho los mortifagos.- dijo Daphne alzando su botella medio vacía.
-Incluso intento que nosotros fuéramos a traerlo, con la tienda y el trabajo que tenemos logramos quitárnosla de encima- dijo Fred con una leve risa- Lo más seguro es que este molesta-
-Pues no los veo trabajando- dijo Ron con un leve toque de incredulidad.
-Esa no es nuestra culpa o si ¿Hermione?-dijo Fred mirándola nuevamente, esta vez con una mirada más penetrante.
-¿Y bien que necesitas de nosotros?-pregunto George girando su silla para encararla.- Estamos listos para servir a Pendragon. Ambos alzaron su mano, en la cual relucía el anillo con el dragón que formaba parte del escudo del colegio.
Hermione rebusco en su pantalón, saco un paquete de pergaminos que tenía un montón de cosas escritas por ambos lados. Reviso que no faltara nada y que fueran entendibles, aunque su letra era estilizada y estaban tan pulcros y bien escritos que cualquiera lo entenderia. Lo dejo en la barra, donde los gemelos lo vieron con los ojos abiertos.
-Esto necesito, hecho para el siguiente mes. Cada poción, cada instrumento y los ingredientes, listo para la utilización en un ritual que tengo pensado hacer- declaro Hermione demostrando la seriedad de su petición.- Cada proceso y formulación está escrita adentro, solo síganlo al pie de la letra-
-¿Cuál ritual?-pregunto Daphne con curiosidad.
Fred y George vieron los pergaminos, sin siquiera preguntar, incluso Daphne y Ron se inclinaron para checar que era. Se sorprendieron por el listado que estaba en la primera página, numerando lo que requería. Luego silbaron los gemelos, sonrieron un poco y comenzaron a pasar las páginas. Nada más pasaron dos hojas antes de que el semblante les cambiara.
-Es un pedido difícil, tiene ingredientes que no son baratos o fáciles de conseguir, sin contar que es un pedido especial y solo nos das un mes- dijo Fred con un tono de desagrado, pasando con más rapidez las páginas y cada vez luciendo más confundido.- Es… no se ni por dónde empezar-
-Ni será barato, ni fácil y tampoco tendremos tiempo por si algo sale mal- concluyo George en el mismo tono de su hermano- No creo podamos hacerlo a tiempo-
-Difícil, muy difícil- concluyeron ambos.
Hermione tomo el último sorbo de su cerveza, dejo un par de galeones en la barra, arrebato los pergaminos de las manos de los gemelos y se levantó de golpe. Le veían como si no supieran ni quien era. Se preparó para salir, dando pasos lentos hacia la puerta.
-¿Eso es todo?-pregunto Fred girando su silla para verla irse.- Sin decirnos algo más, intentar que lo hagamos o siquiera rogar un poco-
-¿Quién crees que soy?-pregunto Hermione mirando sobre su hombro- Yo no ruego, además como no pueden hacerlo tengo que ir a la lechuceria. Espero que no la cierren temprano por el clima-
-¿Para qué a la lechuceria?-preguntaron ambos.
-Iré a enviar una carta a Gringotts, los duendes son capaces de cumplir este pedido- dijo Hermione girando un poco su cuerpo, agitando su mano y sonriéndoles- De todas formas gracias por venir, y lamento el pedirles algo que esta fuera de su capacidad-
Un sonido raro de Ron y como se tapó la boca les saco de sus cabales, más cuando Daphne estaba haciendo la misma acción. Mas se volvió a despedir, encamino a la puerta y al abrirla los gemelos gritaron- ¡Espera!-
-No hemos dicho que no somos capaces de completar tu pedido.- dijo Fred con una leve mueca de fastidio- Nosotros solo decimos que es imposible por el tiempo y recurs…-
-Lo entiendo chicos, de verdad, no estoy enojada ni nada por el estilo- dijo Hermione una voz algo baja y luego lanzo un largo suspiro- No debí de… es que últimamente estoy tomando mala decisiones. Tonta de mí, como es posible que creí que pondrían su esfuerzo y lo lograrían a completar en mi límite de tiempo. No considere que ustedes ya tengan la tienda y obligaciones más importantes que Pendragon, solo suponía que podrían apoyarme como Harry les apoyo. No se preocupen muchachos, los duendes y elfos me ayudaran, espero que Harry entienda que de verdad lo intente…-miro con satisfacción interna, como Fred y George estaban boquiabiertos. Se dio la vuelta soltando una leve sonrisa-… Espero que lo que les enseñamos le sirva mucho en sus ventas. Los veré luego en la tienda.-
No dio ni tres pasos cuando el ruido estruendoso de las sillas al moverse sonó, le tomaron de los hombros y le dieron vuelta.
-¡No nos vengas con eso! ¡No somos de esa clase de personas que dejan a sus amigos, y tampoco nos menos precies!- dijo Fred arrebatándole los pergaminos
-Nosotros también somos Pendragon, ayudaremos en lo que podamos y te aseguro que completaremos ese pedido cuanto antes- dijo George con la mirada algo dura, sacando el pecho y la barbilla en alto.
-No hermano. Estará listo incluso antes de la fecha limite- declaro Fred dándole un golpecito a las hojas- Me juego la mitad de la tienda en ello-
-¡Perfecto!- salto Hermione regalándoles una sonrisa a ambos y abrazándolos- Nunca dude de ustedes-
Saco el monedero y de ella una bolso de dinero que preparo con anterioridad y se lo dio a Georgue que lo sostuvo por un momento, con las monedas tintineando y la mirada de ambos hermanos en ella.
-Son cerca de unos diez mil galeones, pueden disponer de ellos y si hace falta les enviare un poco más-
-No- dijeron ambos regresándole la bolsa. -Este pedido corre por cuenta de la casa-
-No chicos, de verdad, yo cubriré los gastos. Bastante hacen al aceptar mí egoísta petición- declaro Hermione al no proveer eso. Solía no pensar en los gemelos como personas que dejaran ir tantos galeones de esa forma.
-Mira, Hermione, esto es ya una cuestión personal- dijo Fred tomándole el monedero de su mano y abriéndolo, al tiempo que George le metía la bolsa de galeones adentro.
-Nuestro honor y tienda está en la mesa, y no jugamos para nada con esas dos cosas- declaro George al terminar de guardar el dinero- Así que señorita Granger, nos contactaremos con usted para entregarle su pedido.-
Los gemelos se alejaron, acomodaron sus sillas y volvieron a sentarse en la barra, mientras se servían nuevamente y murmuraban cosas como "malas decisiones", "Obligaciones, ja", "¿no poder?, cree que no podemos ¿está bromeando?" y "no apoyarlo ahora, si como no".
-Gracias chicos. Ron, Daphne los veo en el castillo, tengo que hablar con McGonagall. Además sé que hago mal tercio- dijo Hermione acomodando el gorro que le cubría la cabeza, y sonrió a los cuatro. No espero más, sabía que por mucho que hubiera caído en su treta no tardarían en darse cuenta. -Adiós Fred, Georgue. Es siempre un gusto hacer negocio con ustedes-
Abrió la puerta y saco la varita por que seguía lloviendo afuera, por mucho que le gustara la lluvia no le encantaba congelarse hasta los huesos. Mas no esperaba que Ron y Daphne rompieran en carcajadas, esos dos podían delatar a cualquiera.
-¿Qué les pasa?-pregunto Fred.
-Los ha embaucado y ni se han dado cuenta- rio Ron justo cuando cruzaba el marco.
-Los mejores bromistas y guerristas de Hogwarts han caído en la trampa Hermione Granger. Eso si es para no creerlo- Dijo Daphne apenas pudiendo hablar, lo bueno es que ya estaba afuera y la puerta casi cerrada.
Hermione se quedó un momento parada afuera, si Fred o George entendían en que treta cayeron, eso no les ayudaría, no cuando ambos acababan de apostatar la tienda en un tonto arrebato de ego. Comprendía que era un pedido difícil, incluso los duendes se lo hubieran pensado antes de aceptarlo, esa era la razón por que fue con Fred y George, ambos eran capaces de hacer locuras por diversión (o con el adecuado empujón, como el que les acababa de dar). La excursión había sido un éxito y el temporal empeoraba, la lluvia era ya muy gruesa.
Aún era temprano, cualquiera esperaría a que la volviera a ser una llovizna o bajara de intensidad, ella por otra parte entre más temprano regresara a su habitación, mejor. No esperaba que los problemas volvieran a presentarse tan temprano.
Lo primero que vio fue a Draco, caminando entre la lluvia y dirigiéndose a la parte recóndita de Hogsmeade, probablemente al cabeza de Puerco. Estaba tan harta de averiguar que le pasaba que lo paso de largo. Si tramaba algo malo que implicara la sala de menesteres, lo más seguro es que no lo lograría, no cuando la entrada estaba en la torre de Gryffindor bajo la cama de Harry y ella la vigilaba. A pesar de que podría tener otro motivo, decidió que seguirlo podría ser igual de peligroso en tales condiciones. Y el Auror postrado en esa calle seguro sabría qué hacer en caso de una emergencia.
Continúo a paso rápido, bajo la lluvia, hasta que llego a la salida del pueblo mágico. Y los problemas surgieron.
Un perro enorme y negro le esperaba acostado a horillas del camino y comienzo del puente, meneando la cola y completamente empapado. Lucia como una enorme y sucia cobija tirada y con colmillos que le sonreía, aunque claro podría ser también que fuera por verla después de mucho esperar bajo la lluvia. Se paró delante y le sonrió un poco. El perro se estiro, su cuerpo cambio y se deformo, hasta que llego a la altura de un hombre y sus facciones cambiaron a las de Sirius Black.
-Hola ahijada- dijo Sirius abrazándola, empapando su cara y la ropa que llevaba.- Me da gusto verte-
-A mí también- dijo Hermione separándose para verlo-¿Qué ha pasado? ¿Todo bien en Camelot?-
-¿Tengo que tener un problema para ver a mi ahijada?- pregunto Sirius riéndose. Hermione le miro un momento, luego asintió, segura de lo que decía.-Tengo muy mala reputación - rio- Solo quería saber cómo estas-
-Físicamente bien, mentalmente también y sentimentalmente… estoy intentando no quedarme todos los días en cama llorando- dijo Hermione bufando- En promedio… bien… supongo-
-Juro que nunca creí que Harry te enseñara esos modos de contestar- dijo Sirius comenzando a caminar junto a ella, a pesar de mojarse con la lluvia no parecía molestarse, incluso parecía disfrutarlo. Después de tantos años en Azkaban cualquier experiencia era buena, supuso Hermione.
-Es un buen maestro- dijo Hermione sonriendo un poco.- Pero creo que es más porque no estoy del todo bien-
Paso un momento en que Sirius avanzo más lento, y lucia extraño -Esperaba enterarme, de primera mano, ¿Cómo te va en la escuela y si llevas todo bien?-
-¿En serio?-pregunto Hermione bastante escéptica.
-No, la verdad no. Sé que la escuela para ti es como leer un libro, fácil y entretenido- le costó tanto decirlo que incluso se estremeció y no era por la lluvia- En cuanto a cómo llevas lo que pasa, ya has dicho que mal. Sobre todo… por Harry-
El sonido de la lluvia se intensifico, al punto que incluso los chapoteos de sus pisadas no se escuchaban. Creyó que fue difícil decir que perdió la conexión con Harry, pero a ver a su padrino tan nervioso y esperando una contestación se sintió diez veces peor. ¿Qué esperaba que le dijera? No lo entendía, mas mentirle era algo con lo que no se sentiría bien.
-Ya no lo siento- dijo Hermione muy bajo-Lo he perdido- se tocó justo encima de su corazón, sintiendo solo su latido.- No sé cómo esta-
Paso un minuto continuaron con la boca cerrada y mirando adelante.
-Y aun así sé no has dicho que ya no regresara- declaro Sirius mirándola.
-Si no lo hace, me conoceré enojada de verdad- dijo Hermione apretando ambos puños, sintiendo la madera de la varita clavada en su palma y lo helada que estaba la otra.
-Entonces confiemos en que Harry volverá-rio Sirius le coloco una mano en la cabeza y la movió un poco.- Es tan terco como su madre, igual de astuto e ingenioso. Lo malo que heredo la locura de su padre, su imprudencia y el que los problemas lo siguieran a donde fuera -
-Una molestia. De verdad, es tan molesto su forma de ser- declaro Hermione soltando un suspiro pesado.
-Y aun así lo amas ¿No?-
-Más de lo puedes pensar- contesto Hermione casi llegando al puente que conectaba el pueblo mágico con el castillo.- Pero no deja de ser un idiota-
No tardó en dar una carcajada sonora, Sirius parecía sorprendido y divertido por sus palabras, eso le relajo mucho, no creía que pudiera sentirse de nuevo en esa forma junto a Sirius.
-Eso me trae recuerdos.- dijo Sirius limpiándose la mojada cara- ¿Por qué las novias de los Potter siempre les dicen idiotas?-
-¿Ehh?-dijo Hermione sonrojándose un poquito por la implicación de sus palabras.
Mas no tuvieron tiempo de platicar sobre eso, a la distancia algo sonó raro, como un gorgoteo y hojas moviéndose con fuerza. Ambos se quedaron expectantes, con Hermione lista para atacar y Sirius cubriéndola con su cuerpo. Más algo blanco salto de los árboles y casi estrellarse contra ambos. Aleteaba con fuerza y les graznaba con enojo, Hedwing ni siquiera se posaba sobre sus hombros, lucia tan agitada y nerviosa que para ambos resultaba extraña. Solo una vez la vio tan mal estado, eso fue cuando Umbridge le rompió el ala, mas ahora lucia de esa forma por un viaje duro y sin descanso.
-Ven, ¿Qué es lo que sucede? - dijo Hermione estirando el brazo para que se posara y tranquilizara. Era extraño que Hedwing volara de esa forma, entendía que la lechuza era aguerrida y tan terca como su dueño, pero en ese momento se veía alterada.
En cuanto logro posarse y mostro su pierna, vio lo que deseaba. Un mensaje, uno que lucía peculiar, o más bien extraño para ser correspondencia mágica ya un que era un sobre Muggle. De un movimiento Hermione coloco un enorme hechizo protector sobre los tres. Sirius no tardo en tomar la carta y abrirla, vio el contenido y luego la mostro a Hermione, la tinta estaba corrida por el agua y el papel empapado, casi desmoronándose. Se la quitó y reparo la carta, la tinta volvió a forma letras aunque parecían algo corridas. La letra era horrible, aunque lograron leer.
"Para: Hermione Granger:
Hola Hermione: No sé cómo comenzar esta carta o si existe un protocolo mágico para la correspondencia, si la existe, perdón.
Quisiera saber si Harry ya ha regresado, para empezar, luego… no sé cómo mencionar esto. Creo que los seguidores de ese tal Voldemort o… creo que eran Mortivagos han rondado Privet Drive desde varios días atrás. He llegado a ver a un par de sujetos extraños y con capas, esas que ustedes llevan, además de sus varitas. No estoy seguro que sea una situación mala o si solo son alucinaciones mías, creo que puede que los nervios me ganaran al ver a un tipo que lucía como si le pasaran un rayador por la cara.
Solo he mandado esta carta, porque Harry me ha dicho que cualquier cosa rara, que pasara por este lugar, les enviara una carta a ustedes. Espero hacer bien lo que me indico y estas palabras no terminen en manos de otra persona.
Un placer saludarte Hermione, si es que Hedwig entendió mi indicación.
Atentamente: Dudley Dursley"
-Mortifagos en Little Wingin- murmuro Sirius serio.- Eso concuerda con los rumores-
-¿Rumores?-pregunto Hermione -¿Qué rumores?-
-Los espías entre los Mortifagos, nos han mandado notas, dicen que Voldemort busca a una familia. - murmuro Sirius con la mirada perturbada.- Una familia que sangre igual que al que mato-
-¡La sangre de Harry!-casi grita Hermione tomándolo del brazo y mirándolo.
-Ha matado a muchos, y tantas familias que podría no ser sangre de Harry…-
-¡Lo es!- dijo Hermione olvidándose de todo a su alrededor- Créeme, estoy segura. Tenemos que ir a proteger a los Dursley-
No creía que esas palabras salieran de su boca, no después de las cosas que sabía de ellos. No después de haber maltratado tanto a la persona que amaba, casi matarlo de inanición, encerrarlo, golpearlo y decirles cosas hirientes. Incluso antes de saber que era un mago. Y estaba segura de que eso haría, pero solo porque Harry contaba con que lo hiciera. Por algo le dijo a Dudley que acudiera a ella antes de a cualquier otra persona.
-Iré en cuanto te deje en el castillo- Dijo Sirius asintiendo con la cabeza.
-No- declaro Hermione bastante segura- Me la envió a mí, tengo que ir-
-Y supongo que puedes hacerlo sin mi ayuda ¿No?- ironizo Sirius, luego le miro- No iré si no sé qué estarás segura en el casti…-
-Se hacer una aparición- dijo Hermione aferrándole el brazo- Y creo que soy adulta. Puedo hacerlo sin que me regañe nadie. Como te preocupas tanto por mí, supongo que me acompañaras para asegurarte que no me equivoque.-
Vio la confusión en sus ojos. La barrera que protegía al castillo de la desaparición estaba entrando al puente, a ellos les faltaba unos metros.
-Hedwig, ve a la lechuceria te lo mereces- dijo Hermione acariciándole el plumaje húmedo, le pico unos dedos de forma cariñosa y aleteo alejándose entre la lluvia. Era fuerte esa lechuza.- Ahora, un directo y sin escalas a Little Wingin-
-Hermione, insisto, avisemos a Dumbledore o McGonagall por…- empezó Sirius, más se calló al ver su mirada dura.
Cerró los ojos para concentrarse el lugar, nunca visito Privet Drive, o no hasta el número 12, por la protección de Dumbledore apenas y llego a los límites de Little Wingin. Suficiente cerca para empezar. Se concentró en como haría el viaje, succionados por un punto y luego expulsados por el otro lugar. Repaso todo en su mente dos veces, el proceso que se escribía en los libros y las sensaciones que sintió con anterioridad, si todo lo que conocía no era suficiente, tendría que soportar los problemas que creara. El presión fue tal que supo que lo realizo bien, al siguiente segundo la lluvia le dejo de golpear, hacia frio y los sonidos eran diferentes. Carros, voces y juegos metálicos moviéndose por el viento.
-¿Cómo?-pregunto Sirius soltándose y tocando su frente.
-Soy capaz de aprender algo y hacerlo, si se cómo se hace y cada aspecto puedo reproducirlo casi de inmediato- dicto Hermione, no eran sus palabras si no las de su maestros.
No pudo evitar alzar su maño y mirar la pulsera con los cuatro anillos. Desde la desconexión comenzaron actuar extraño, sus voces sonaban más leves y con cada día que pasaba los anillos comenzaban a lucir como si murieran. Las gemas perdían su color, y el material del que estaban hechos comenzó a tornarse negro. No decían nada y continuaban apoyándola y dirigiéndola sobre que leer o aprender, aunque Hermione suponía que la magia alrededor del castillo no les ayudaba mucho. Solo retrasaba lo inevitable
-Una habilidad envidiable la tuya- dijo Sirius frotándose la cabeza- Preferiría que me avises antes de hacer una desaparición. ¡Que dolor de cabeza!-
-No seas llorón-Dijo Hermione viendo el lugar bien, era tal cual lo describió Harry, los niños jugando en un gran parque, con árboles a los costados y un gran descampado detrás, y a la distancia una serie de casas iguales, era monótono y aburrido.
No sabía cuánto tiempo poseían, algo seguro es que el lugar estaba de verdad bajo vigilancia y lo sabía por dos razones. La primera es que nadie pareció fijarse en la desaparición o la apariencia estrafalaria de Sirius (revelando un hechizo para que nadie los viera aparecer), tampoco de que ambos escurrían agua en el pavimento dejando un gran circulo mojado. Y por último sentía presencias mágicas alrededor, en varios puntos alrededor de Privet Drive. Los pasos de Sirius sonó detrás, antes de que incluso lograra abrir la boca para soltar un sonido, Hermione le indico que no lo hiciera, no había alertado a nadie y eso era lo único por lo cual los Mortifagos no los atacaron.
El clima era muy diferente a lo que era en Hogwarts, el cielo se encontraba nublado y eso era propicio para que algunos chicos jugaran afuera.
-Dudley tenía razón- dijo Hermione sacando unos frascos del monedero -Están aquí, Mortifagos, y no creo que sea para conseguir seguidores tocando de puerta en puerta-
-Aún no se han percatado de nosotros- dijo Sirius mirando a cada lado del lugar- Regresemos y consigamos a un escuadrón…-
-No lo creo. Si somos demasiados nos detectarían de inmediato y atacarían sin compasión o peor irían por sus objetivos sin dudarlo- dijo Hermione revisando los frascos, tenían bastante tiempo, aun así podría que le sirvieran por un rato.- Una extracción de dos personas será más rápido y mejor. El tiempo es lo crucial al no saber cuándo atacaran, ya estamos aquí, llevémonos a los Dursley-
Sirius le miro con los ojos dudando. Lo comprendía bien, un año antes estaba peleado con Harry, creyendo que estaba siguiendo sus impulsos adolecentes (aunque en parte era cierto) y, tratándolo como un chiquillo. No salió nada bien de eso. Simplemente Harry se aisló, cada paso que dio fue por completo solo, sin preguntar, sin cuestionar y sin apoyo. Y en ese momento parecía debatirse entre hacer lo que decía Hermione o retirarse e ir a decirle a la Orden del Fenix lo que pasaba.
En lo que decidía si seguirla o no, Hermione aprovecho para ofrecerle uno de los frascos, y hacer unas runas sobre su piel, además de una veintena más que podrían ser de utilidad. Un solo hechizo con su varita y cualquier Mortifago seguro se percatarían de su presencia, pero hacer unas simples runas no requería magia, las activaría si llamarían la atención. Tenían que ser quirúrgicos, he intentar ser invisibles.
-Tú eres la jefa- dijo Sirius soltando un suspiro-¿Qué necesitas que haga?-
-Bébete eso-contesto Hermione bebiendo su frasco, se estremeció mientras se sentía muy rara.
-¿Poción multijugos?, ¿No solo puedo trasformare en perro?-
-La inteligencia he información de los mortifagos no es tan mala, seguro ya saben de tu transformación animago y sus características. Si lo haces, tal vez nos delates- dijo Hermione encogiéndose al sentir su cuerpo deformarse.
Un minuto después se miraba las manos, más grandes y toscas, con las uñas muy cortas y una cabellera azabache mal cortado. Su compleción era algo rechoncha, un poco baja que ella. Comparando a la chica en la que estaba trasformada, su actual cuerpo era más fuerte (Por el constante entrenamiento) y lo notaba extraño al moverlo.
-¿Quién es?-pregunto Sirius mirando su poción haciendo una mueca y bebiéndola.
-Una vecina, tiene mi edad y suele pelearse- dijo Hermione viendo que su ropa no le quedaba realmente bien, le quedaba demasiado mal la sudadera, también sentía que la blusa la estrangulaba y el pantalón le quedaba pegado y largo.- Solo digamos que en una pelea perdió un par de cabellos-
-Que linda chica- murmuro Sirius aguantando la trasformación.- Y ¿El mío?-
Sirius se encogió, y perdió parte del cabello, el bigote se le encogió y solo quedo una fina línea en su labio superior, su estómago se abulto un montón. Al terminar, el traje que tenía le quedaba realmente mal, como si cargara una enorme pelota de playa dentro de la camisa. Aguanto las ganas de reírse de sus fachas. Mas en la situación en la que se encontraba.
-Es el tendero de la tienda en mi calle- dijo Hermione hincándose para arreglar su pantalón y no arrastrarlo.
La imagen del hombre mayor alzo los brazos, mostrando las fachas que traía, la imagen no quedaba nada con la ropa. Mas no tenían otra y aunque la tuvieran, no podrían cambiarla tan rápido, el efecto de la poción no duraría mucho.
-¿No tenías otro?- pregunto Sirius gruñendo.
-Solo una más, pero es peor que el señor Lin- dijo Hermione viendo la calle, recordando el camino que seguro los conduciría a Privet Drive.
-Cualquiera sería mejor que esto- se señaló Sirius.
-¿Incluso la chica que se peleó con esta?- pregunto Hermione mirando su reflejo en un vidrio en la calle, aun recordaba cuando ambas fueron al colegio y esa chica en particular la molestaba por qué leía mucho. Pero sabiendo de un mundo oculto, lleno de magia, criaturas mágicas y maravillar, no podía ni recordar cómo se sentía en ese momento.
-Por lo menos no es una bola de grasa-
-¡Cuidadito Sirius Black!- dijo Hermione-El señor Lin es muy buena persona, un poco pasado de peso, pero es generoso y siempre trata bien a todos. Y ahora, vamos-
-¿No llamaremos la atención al llevar la ropa mojada?-pregunto Sirius siguiendo sus pasos, aunque se bamboleaba con torpeza - ¡Malditos zapatos, me quedan chicos!-
-La poción la tengo desde hace tiempo, no durara mucho. Y no creo que levantemos la atención por estar empapados, más bien por nuestra ropa.-Dijo Hermione pasando por el parque, varios niños voltearon a verlos con la boca abierta. Y algunos cuchichearon entre ellos. - ¡Espero que esos Mortifagos no sepan de ropa muggle!-
-La mía no es precisamente muggle- gruño Sirius dando varias zancadas para alcanzarla.
-Entonces tampoco lo verán tan raro ¿Cierto?- Contesto Hermione tomándole el brazo a Sirius y pegándose para estar juntos en cualquier situación.
¿Quién sospecharía de ellos al ir con tanta familiaridad? Suponía que lo verían como una chica y su padre, o algo parecido, y si no era de esa forma solo estaban de paso. Más aun cuando sus manos estaban libres de varitas y técnicamente no tenían nada relacionado con la magia a la vista. Conocía lo tontos que podrían llegar a ser los que se creían mejores que los demás y, aumentado a la creencia en la sangre limpia, eso los volvía un buen blanco para esa clase de truco barato. Nunca lo esperarían.
-Me siento idiota- murmuro Sirius tambaleándose a la derecha.
-Solo camina, no tienes que ser tú en este momento- gruño Hermione al casi caer por su culpa.
-¿Eso es un alago?- rio un poco de forma extraña-¿Cuánto falta?-
-Mucho… guarda silencio-
Hermione recordaba cómo llegar al número doce, después de que Harry le contara muchas anécdotas de niño, muchas que no incluían a sus tíos o primo; unas donde estaba solo y vagabundeaba por el lugar, descubriendo lugares secretos y caminos alternos.
Las palabras de Ron regresaron a su mente "Nosotros juntos y en grupo, divirtiéndonos… mientras que el…", si, tenía razón su amigo. Harry llevaba la mayor parte de su vida solo. Pero juraba por la magia misma que eso lo cambiaria, de una u otra forma.
Más en ese momento se concentró en recordar ciertas calles. Recordaba algo vagó sobre ir con sus padres en coche a un colegio cuando era niña, con tanta información que absorbió en esos años, su infancia era algo borrosa. Giraron a la derecha por un estrecho callejón. Estaba en penumbra y la luz entraba al principio y final, además de que el eco sonaba a cada paso.
-No entrare en ese lugar- dijo Sirius trayéndole de regreso de su mente.
-Es mar rápido- dijo Hermione tirando de su brazo, para animarlo avanzar- Y sería raro no tomar el atajo a Privet Drive-
-Nos pueden emboscar- murmuro Sirius haciendo fuerza.
-No lo han hecho- dijo Hermione segura -Y no les hemos dado motivo, solo continua avanzando-
Hermione camino por el corredor, esperando lo peor (un montón de mortifagos postrados a ambos lados e intentando matarlos), mas no pasó nada, solo pasos hasta salir por el otro lado. Llegaron a Privet Drive sin problemas, aunque muchos los vieron extrañados, solo algunos con cara como si tuviera una enfermedad rara y una amable señora les pregunto si necesitaba ayuda. Claro que le pregunto si necesitaba que llamara a la policía, lo más probable que era por sus fachas, le dijo que era su padre y visitaban a unos familiares. Pareció creerle. En cuanto a Sirius, estaba intentando las ganas de no reclamar nada.
En cuanto al número doce… intentaron no llamar la atención cuando se encaminaron por la calle, era difícil cuando parecía que los vecinos le veían desde las ventanas o detrás de las cortinas. Alguno a la distancia si tenían magia y por lo consiguiente eran Mortifagos o una criatura mágica que se perdió por el lugar. Lo cual era improbable.
-¿Qué haremos en cuanto lleguemos a la puerta?-pregunto Sirius muy bajo.
-Continuar el juego-
-Mejor no pregunto, no logro entenderte- gruño Sirius.
Una sonrisa se perfilo en los labios de Hermione, no tenía que hacerlo no cuando el plan estaba corriendo a la perfección. Aunque el día aun no terminaba y eso significaba que algunas sorpresas podrían surgir.
