Doble siete, el doble de suerte, el doble de posibilidades, y el doble de capitulo… creo… jejeje jejejeje.
Y el debut de una nueva etapa. La guerra se avecina y nada podrá impedir que el caos se desate… comienza el Dazeastre. No se burlen… se me acaba de ocurrir.
Como he dicho arriba en la primera línea es muy largo el capítulo, casi el doble. No diré el número porque… me sentirá muy tonto diciendo que pase tanto tiempo puliendo y quitando cosas de tantas que quería poner. Así que dejémosle en que es para rato. El final de la primera parte y la conclusión de esta tercera Fase. Entramos en la cuarta y final… si estamos cerca del fin. Bueno… no tan cerca.
Espero que esto responda muchas dudas y cuestionamientos que hecho a lo largo de os capítulos, si no pasa pueden dejármelo en los comentarios he intentare responderlos en la historia.
Gracias por acompañar a Harry, Marlow y yo en el archipiélago, por continuar leyendo lo que escribo y disfrutar de las historias que crea mi loca cabeza.
Lean, disfruten y dejen sus reviews.
Harry Potter es de J. K. Rowling
Capítulo 77.- El ascenso de DAIRA (Renacimiento parte: 2)
-Harry ¿Te crees capas de eliminarlo de una vez por todas? -pregunto Nimue mirándolo directamente mientras avanzaban por la espesura del bosque.
-No lo sé- contesto Harry siendo sincero, le miro como se asustaba, pero añadió una sonrisa a su respuesta- Pero no es necesario eliminarlo- Nimue abrió la boca como para preguntar otra cosa.
- ¿Qué es lo que descubriste? -pregunto Merlín atropelladamente, interrumpiendo a Nimue la cual se cruzó de brazos enfadada.
-Es solo una teoría- dijo Harry avanzado, pero se encogió en cuanto el estómago le rugió con fuerza- Maldición, tengo mucha hambre-
-Puedes activar la magia de Utgar e ir a una mayor velocidad- sugirió Merlín rodando los ojos.
-O podrían enseñarme a hacer una desaparición- dijo Harry sosteniéndose aún el estómago. -Eso sería de mucha ayuda-
- ¿Desapari que? -preguntaron ambos desconcertados.
-En su tiempo, ¿No iban de un lado a otro desapareciendo y apareciendo casi instantáneamente? -pregunto Harry anonadado.
-No, si teníamos que viajar lo hacíamos a pie, caballo o montados en nuestro báculo e incluso recuerdo que un viejo texto hablaba de un instrumento enorme que permitía viajar de un portal a otro. Un montón de piedras apiladas que hizo un tipo medio loco- dijo Merlín quitándole importancia- Trasportarse de inmediato lo desconocemos-
-Deberías de haberlo visto en los recuerdos de ese- dijo Nimue avanzando a su lado.
-Genial, ¿Ustedes saben algo que sea de utilidad? -Harry rodo los ojos e intento no concentrarse en la punzada que le daba su estómago- Creo que me enfoque más en la historia que en lo que tenían como magia… sobre todo no era necesario ver toda su vida-
-Era inevitable con ese hechizo-murmuro Nimue sobándose el cuello. -Convocación, tal vez te sirva- sugirió sonriendo ante el enfado de Merlín, este parecía intentar calmarse, pero dando vistazos a como se sostenía el vientre.
- ¿Cómo no se me ocurrió antes? -pregunto Harry con ironía-No tengo varita…-
- ¿Crees que la necesitas? -pregunto Merlín con una voz acida- Este ritual lo cree con otros cincuenta genios de mi época, todos ellos con una sola idea, dejar de utilizar el báculo…. En tu caso la varita-
-Técnicamente es posible, solo hechizos que no requieran gran poder y concentración, es imposible crear un gran hechizo sin utilizar varita. Encender una vela, traer algo cercano o incluso tal vez un hechizo de desarme, pero si intentaras una trasfiguración o levitar algo, te desmayarías antes de lograrlo- continuo Nimue informándole, a pesar de que tenía un leve entendimiento de lo que significaba magia sin varita. - Pero ¿Y si ya no la necesitaras más? esa fue la pregunta que provoco la creación de este ritual. -
-No pierdo nada con intentarlo- suspiro Harry y se dejó caer debajo de la sombra de un árbol.
Hacia media tarde, lo que indicaba que había desperdiciado algún tiempo en todos esos recuerdos que no eran suyos, pero al final de cuentas le sirvieron para entender mejor como tratar con Diddy y por qué Merlín era de esa forma. Una parte de Merlín le caía bien y al mismo tiempo comprendía porque lo despreciaba, era tan parecido a su antiguo amigo que seguro le tenía rabia. Como Harry que no se sentía cómodo con Nimue, al ser tan parecida a Hermione, algunos le daba cosa verlas y no ver mucha diferencia.
Harry se desperezo, esos pensamientos luego los aclararía, alzo la mano y sin saber exactamente qué hacer y recordando viejas películas de magos la movió y realizo un accio, pensando en las frutas que comía junto con Marlow, aquellas que no sabían tan mal. Sintió la magia expulsarse por sus dedos e incluso escucho el sonido de su magia surgiendo, pero nada llamativo, era un simple hechizo. Tardo un poco, pero las frutas llegaron y por montones, unas tras otras apilándose a su alrededor hasta cubrir una buena extensión del bosque.
- ¡Ya no más! - dijo Harry al ver que casi lo enterraban. -Eso es pasarse un poco-
-Si no sabes utilizar tu magia, no la ocupes, mocoso- dijo Merlín intentando lucir furioso, pero se notaba algo impresionado.
Tomo la primera fruta a su alcance, después de un año y medio comiéndola le sabía a nada, tan monótono que solo lo ingería por supervivencia. Lo mordió varias veces seguidas, y comió dos o tres antes de responder.
-Dame chance ¿No? Apenas hoy la estoy redescubriendo- dijo Harry algo deprimido.
Realmente extrañaba las comidas de Dobby, también las de la señora Weasley e incluso las de tía Petunia, por muy escasas que fueran. Por lo menos en aquella casa tenía algo más que no fuera fruta con sabores extraños, o carne que sabía a tierra. Si Harry enumeraba las cosas que extrañaba, que no fuera personas, la comida quedaría en primer lugar y luego el cuarto que compartía con Hermione. Su último refugio de todo lo malo que le asechaba. Su primera cosa de todo el mundo, era Hermione, no dudaba ni un segundo, si en ese momento estuviera ahí no le importaría nada más. Solo verla y escucharla era lo que pedía, lo que deseaba cada día con desespero. En cuanto despertaba tocaba su pecho, buscando su latir, esa sensación que lo calmo en sus primeras semanas completamente solo. Después fue un recordatorio de adonde pertenecía. En ese preciso momento, era una dolorosa herida que no paraba de sangrar, provocándole que temiera regresar y encontrar que lo único que deseaba con recelo no le fuera concedido. Verla con Theo o cualquier otro, eso lo rompería por completo y todo lo demás dejaría de importar, sin Hermione todo lo que hacía era parra nada.
- ¿Qué tanto piensas? -pregunto Nimue sentada a su lado.
-En mi hogar-dijo Harry girando la vista, la tarde comenzaba a caer, lo que significaba que esa noche no avanzaría de ese lugar.
Pero observo los colores rojos y naranjas combinándose y difuminándose entre ellos, miro como el sol se fue y dio pasos a las estrellas, salpicadas por la negrura que cubría todo. Pensando, y queriendo creer, que Hermione miraba ese mismo cielo y lo recordaba, aun esperando su regreso. Mas no se hacía ilusiones. Tenía tanto tiempo sin ver a alguien, meses sin escuchar la voz de alguien conocido, queriendo poder contarle a alguien todo lo que pasaba y que le diera un consejo, incluso si eso significaba recibir los regaños de McGonagall; las ladridos de Sirius; esa mirada seria de Lupin; la amabilidad y los discursos sobre artefactos muggles del señor Weasley; la mirada inteligente y las palabras sabias de Dumbledore; los sobreprotección de la señora Weasley; o tan solo el odio de Snape. Sí. Incluso eso lo haría sentir feliz.
Agradecía que Nimue y Merlín desaparecieran, ya que se limpió más de una vez las lágrimas durante la noche.
Fue despertado varias veces con piedritas golpeando su frente, era Merlín el cual se divertía golpeando el mismo lugar con la misma piedra una y otra vez. Lo que lo despertó de verdad fue un chorro de agua de Nimue. Le habían dejado dormir un poquito más, tanto que despertó en la tarde del quinto día. Según sus palabras, el cambio le hizo tan cansado que le haría dormir varios días durante las siguientes semanas. De todas formas, no creía que fuera un problema, al estar tan solo, solo necesitaba un lugar donde no aparecieran criaturas que lo molestaran. Como esa lagartija rara y emplumada que le mordía la mano y le dejo una costra pegajosa.
-Bien, probemos una vez más- dijo Harry parándose en un lugar amplio y con árboles alineados, casi un camino abierto donde poder hacer un Split. -Magia de Utgar concédeme la fuerza- El brillo amarillo recorrió su cuerpo.
Termino enterrando el pie en la tierra al salir y cayo de bruces contra la tierra. Luego de las risas interminables de Merlín y los consejos de Nimue logro controlar su fuerza. Logrando avanza a una velocidad y delante, el camino lo paso sin siquiera saberlo, cruzo unos árboles y termino estrellándose contra una formación rocosa que, se partió por la mitad, y el quedo atorado en medio. Después de un par de intentos, en los cuales dejo un camino de destrucción y se llenó de golpes que no sintió, logro controlar una parte de su fuerza. Avanzando tan rápido o más que un Graphorn buscando pareja, cruzo la isla por completo en un par de minutos.
Llego al acantilado de los pegasos con la magia de Utgar activa, pero supuso que lo mejor era bajar sin romper algo. Se llevó unos minutos el desactivarla, eso era nuevo para Harry, siempre que lo tenía en su cuerpo se desactivaba cuando se le agotaba la magia, lo que parecía no suceder en ese momento. Encontrar donde empezaban las escaleras le fue en unos minutos, luego el bajar otros tantos, pero enseguida una enorme cabeza negra le toco y las alas le golpearon con fuerza.
-Umbra, mi amiga ¿Dónde te encontrabas? -pregunto Harry acariciándole el hocico. -Te llame, claro que no me escuchabas, por poco muero con un Armatopo… o como quiera que se llame- La yegua relincho con tanta fuerza que incluso sonó a reclamo. - Se hablar dragón y gigante, pero hablar equino no es mi especialidad-
- ¡SIGUES VIVO! -Grito la voz de Nikol desde abajo. Su magia la sintió desde entrado al acantilado, tal vez debía irritarse por que pensara que moriría, aunque viendo como termino al enfrentar a Diddy no la culpaba.
-Un poco… si-dijo Harry rascándose la nuca.
-Espera…- dijo Nikol sacando la varita y apuntándole- ¿Quién eres? -
-Harry- respondió continuando su camino, ahora con su magia a toda marcha y que la manejaba sin varita, no le tenía miedo a lo que le fuera a lanzar. Incluso podría esquivarlo sin levantar un solo dedo.
-Pero… ¿Cuántos años te fuiste? -pregunto abriendo la boca y sonrojándose.
-Solo un par- dijo Harry llegando abajo, viendo que estaba idéntica a la última vez. La paso de largo sin prestarle atención a su varita. Siguiendo el rastro mágico que le importaba - ¿Dónde te escondiste amiguito? -
La hoja de Marlow se asomó de una grieta, la sonrisa de Harry fue grande al verlo. Los pequeños ojos negros le miraron, al principio no pareció reconocerlo lo cual le hirió un poco, luego estiro las garras y salto a su ropa, subió en varios movimientos y le llego a su hombro donde se restregó con fuerza.
-Lo siento, de verdad- dijo Harry al entenderlo, sobre todo por verle preocupado- No puedo prometerte ir sin ti a enfrentarlo, es muy peligroso, pero prometo que regresaremos juntos y veremos a Mione nuevamente-
Eso le alegro a su pequeño camarada, el cual se aferró a su hombro y se sentó cómodo.
- ¿Qué te paso? -pregunto Nimue tal vez comprendiendo que si era él mismo o al ver a Marlow ser tan cariñoso.
-Me aterre como nunca antes, Diddy casi me parte el pecho en dos, me curaron mis padres, salte para evitar las garras de un Armatopo, vi los recuerdos de un demente que me sigue a todos lados, complete un ritual que nadie más ha logrado y encontré el equilibro de mí mismo- dijo Harry sonriéndole un poco- Una semana agitada. Aunque dormí cinco de los siete días-
-A ver, a ver- dijo Nikol sentándose enfrente, casi a la orilla de la caída. - Enfrentaste a Diddy ¿Correcto? -
-Correcto-
-Casi te mata-
-Aja-
- ¿Tus padres te curaron? -pregunto incrédula.
-Exacto- dijo Harry recostándose contra la pared y sentándose- Suena raro e imposible, pero créeme eso paso-
- ¿Encontraste un Dasipotalbidos? -pregunto Nikol con la voz llena de celos.
-Y creí que Luna hablaba raro- dijo Harry acariciando a Marlow que parecía querer más caricias, la yegua alada y emplumada se le acercó y le dio con el hocico pidiendo caricias también. -Si te refieres a un enorme armadillo, con parentesco a los topos y que tiene garras rotadoras… si, encontré uno y casi me hace un par de agujeros en la cara-
- ¡LLEVO CIEN AÑOS BUSCANDO UNO! - Dijo Nikol apretando la boca y haciendo una mueca de enojo. - ¡DESDE QUE ENCONTRE UN CRANEO, LO HE BUSCADO POR CADA ISLA! ¡NO ES JUSTO! ¡SOLO LLEVAS AQUÍ DOS AÑOS! -
-Sí, pero creo que he tenido el valor de subir y pisar la isla de Diddy- dijo Harry con una mano en cada criatura, incluso Umbra se había acostado a su lado. Y el resto de la mana al ver su confianza se acercó también relinchando y recostándose cerca. -Solo fue coincidencia-
-Mucha coincidencia te ocurren a ti- dijo cruzando las manos como haciendo un berrinche.
-Entonces… mala suerte- dijo Harry mirándola, recordando el por qué necesitaba hablar con ella- Tengo un asunto que tratar contigo. Es sobre Diddy-
-No te ayudare a pelear con él-declaro Nikol de inmediato.
-No, ¿Quiero saber el por qué te ataco el día que despertó? -pregunto Harry mirándola seriamente.
Pareció impresionada por la pregunta, también miro el suelo y descruzo las manos, inconscientemente la llevo a algo que guardaba en su antigua túnica. Cosa que no pasó desapercibida por Harry.
-Estaba muy cerca de donde caza- contesto Nikol viéndolo directamente a los ojos, intentando lucir normal, pero no lo estaba para nada-Eso si fue mala suerte-
-Pensé que con quinientos años, y una vida viajando de un lugar a otro, mentirías mejor- dijo Harry acusándola no solo con la mirada, su voz se había hecho más fría y baja-Ya no lo preguntare, ahora, dime porque te ataco Diddy el día que te salve. -
El silencio inundo el lugar, incluso Umbra y Marlow parecían expectantes, claro que era más porque Harry estaba serio y Nikol lucia aterrada, tal vez un poco por la pregunta en sí o por la poderosa magia que estaba expulsando sin darse cuenta.
-No sé de lo que me hablas- murmuro Nikol temblando y con la frente comenzándole a sudar.
-Mira Nikol, no te conozco mucho, solo parte de tu historia y el que has estado aquí medio milenio- dijo Harry reacomodándose- Así que no puedo decir que soy tu amigo, pero si diré que… sé que me mientes y sé que has hecho, o por lo menos tengo una idea. No sirve de nada intentarlo ocultar-
- ¿Cómo lo sabes? -pregunto Nikol volviendo a proteger su bolsillo. - Acaso tu…-
- ¿Legeremante? -pregunto Harry leyendo su mente, aunque no directamente-No, no lo soy. Se leer mentes, un poco, mas no me gusta. En cuanto a la oclumancia siempre la tengo activa, una manía por ese mago oscuro que te conté-
-Eres una bolsita de sorpresas- dijo Nikol mirando el suelo- Así que… ¿Lo descubriste por tu propia cuenta? -
-Tuve algunas pistas al escuchar a Diddy- dijo Harry frotándose la cara- ¿Por qué lo hiciste? -
-Era la única forma, creí que… no lo sé… pensé que moriría, pero no- dijo Nikol metiendo la mano en su bolsillo, sacando algo y sosteniéndolo a la altura de su vista. La pequeña esfera color sangre, que brillaba en su palma y destellaba con un color puro- Purificarla requería de un alma-
- ¿Y decidiste hacerlo con Diddy? -pregunto Harry algo molesto. Recordando la cara de Hermione cuando le dijo que a Sirius le sacarían el alma y diciendo que era mucho peor que matarlo. Lo entendía más que nunca.
-No sabía que era- dijo Nikol sin verlo- Cunado llegué a este archipiélago viví en soledad durante mucho tiempo, años me llevo conocer a las criaturas que me rodeaban. De tal forma logre sobrevivir. Casi cien años después de mí llegada, en la isla lago, el dragón descendió. No había visto uno igual o más hermoso, jamás pensé que existiera algo parecido, y lo mejor es que era amigable. No me ataco solo tomo agua y luego salió volando nuevamente, era el protector del archipiélago… hasta que me… me di cuenta de la única forma de purificar la piedra filosofal era utilizándolo. -
Un incómodo y espeso silencio continuo por minutos, ella no hablaba y Harry ordenaba las preguntas en su cabeza, esperando el momento justo de hacerlas.
- ¿Cómo separaste su alma? -pregunto Harry siendo la principal, y tal vez la que más carcomía su mente. Desde los recuerdos de Merlín se preguntaba como separar un alma de alguien.
Nikol miro nuevamente el suelo y lucio tan avergonzada que parecía una niña pequeña, a la cual descubrieron que había roto algo importante. Umbra evitaba mover las alas, pero relincho un par de veces ante el espeso silencio.
-Fue difícil, pero luego de verlo morir de viejo y renacer cuando cumplí ciento veinticinco, supe cómo- murmuro muy bajo. - La siguiente vez que lo hizo, yo ya tenía casi cien años más, su ciclo de vida de cien años. Me prepare para ese día, por que como a los fénix empezaba a hacer combustión y creaban un torbellino de fuego que rotaba alrededor de un epicentro, de tal forma que cuando estaba en esa etapa entre protegida al fuego y tome lo que estaba en el epicentro-
-Su alma, el alma pura que poseía- gruño Harry apretando los dientes algo molesto.
Los ojos de Nikol se llenaron de lágrimas, mientras que continuaba roja y relatando con temblores lo que había hecho.
-La piedra se purifico al instante de tocar el alma de Dios Imperial Demonio Dragón, en ese momento aquella astilla rota y roja que me mantenían viva se volvió esta canica- Continuo Nikol, volviendo a mirar la pequeña esfera carmesí- Mi cuerpo era de mi edad, era frágil y deteriorado, por lo cual dudaba en que lograra sobrevivir más en el archipiélago, pero el poder aumento tanto en el trozo de la piedra Filosofal que…rejuvenecí y he permanecido con este cuerpo durante más de doscientos años-
-Eso lo supuse- dijo Harry gruñendo nuevamente, estaba algo molesto. - ¿Qué paso con Diddy? -
-Volvió a ser un huevo- dijo Nikol mirando a otro lado. - La primera vez que sucedió el huevo era de color dorado y tenía marcas como si fueran plumas, pero cuando este pareció era…-
-Negro y con escamas alrededor- continúo Harry sorprendiéndola. -Y paso de ser protector del archipiélago al destructor que es hoy en día-
- ¡No tenía idea de lo que pasaría! - dijo Nikol levantando a la cara empapada en lágrimas- ¡YO NO QUERIA QUE…-
-Ya sé que no quisiste crear a Diddy, pero… ¿Quitarle el alma? ¿Creíste que eso no provocaría consecuencias? -pregunto Harry enfadado de verdad, su voz sonaba peor incluso sin gritar- Un hombre dio su vida para frenarlo hace mucho tiempo atrás, y logro traer la paz a aquellos que fueron atormentados por Diddy ¿Qué significó su sacrificio al tomar su alma? -
- ¿De qué hablas? -pregunto Nikol temblando, asustada y con la vista atormentada.
Harry soltó un largo suspiro, y negó con la cabeza, ya no tenía mucha importancia contarle lo que vio de los recuerdos de Merlín. Además, no lo comprendería, el apenas lo lograba entender, aunque era más su instinto que su mente… eso no era su fuerte.
-La piedra te mantiene viva ¿No? -dijo Harry ignorando todo lo demás, el pasado ya estaba hecho y el futuro cercano le parecía un dolor de trasero intenso.
-Eso creo- dijo Nikol tomando de nuevo la piedra- Si me alejara mucho de ella o la perdiera moriría-
-Mal asunto- dijo Harry desviando la mirada y echando un vistazo al horizonte, pasaba de tarde a noche, si la vida de Nikol dependía del pedazo de piedra filosofal él no podría regresarle a Diddy lo que le pertenecía. Eso aumentaría sus problemas mucho más.
¿Acaso eso era a lo que refería su madre? El escoger entre la vida de Nikol y la paz de Diddy. Si fuera a si no dudaba en proteger a Nikol y hacerle ver su enorme error, pero adentro, en su pecho le decía que esa decisión era otra cosa, y que sería algo que no tardaría mucho en llegar.
- ¿Qué pasara partir de ahora? -pregunto Nikol rompiendo el silencio.
- ¿Por qué me lo preguntas a mí? -
-Siempre pareces saber que ocurrirá- contesto Nikol mirándole con temor en la vista, como si fuera a arrebatarle lo que la mantenía con vida.
-Yo descansare y terminare de entrenar, y luego iré por Diddy- contesto Harry acomodándose en el costado de Umbra la cual levanto el ala y le dejo encima como una manta oscura. - En cuanto a ti, te recomiendo que encuentres un lugar seguro para cuando despierte Diddy, lo atacare con todas mis fuerzas, aunque tal vez no sea suficiente. -
La pelirroja asintió y comenzó a subir por la escalera viéndose decaída y casi temerosa, como cualquiera estaría si su vida dependiera de un hilo o en este caso de una canica.
Estaba por dormirse y alejar sus pensamientos de todo cuando los vio sentándose donde antes Nikol lo hizo.
-Así que ¿De qué alma hablaban ustedes? -dijo Merlín entrecerrando los ojos y llevando la mano a su cintura donde descansaban los cráneos negro y blanco.
-Ya saben a qué me refiero- dijo Harry cerrando los ojos, no los veía, pero sentía el enfado que tenían, eso le decía que entendían bien sus palabras- El alma de Morgana vivía en Diddy cuando peleaban contra él, luego fue remplazada por Arthur Pendragón y ahora… esta tan vacío que buscan un alma y se guía por sus instintos de supervivencia-
-Ella debe pagar por lo que ha hecho- dijo Merlín aumentando su magia - Ella tomo el alma de mi amigo y me las pagara…-
-No me hagas recordarte tu pecado- interrumpió Harry con su mirada en sus ojos escarlatas- Todos hemos hecho algo mal, tenemos la oscuridad dentro, pero escogemos al final cual nos guiara. Nikol cometió un error, pero no la culpo, he vivido en estas islas y sé que la soledad lleva a hacer locuras-
- ¿Pero robar un alma? -pregunto Nimue aun sentada y conmocionada. - Eso es de verdad magia oscura-
-Es solo magia, ella no la ha ocupado para hacerle daño a nadie, solo se quiere mantener viva. ¿Eso es malo? Ustedes dos deberían saberlo mejor que nadie, sus vidas terminaron hace años y aun así aquí están- dijo Harry mirando su mano-Tantos siglos encima y no pueden dejar esos malos sentimientos a un lado, se esos sentimientos es de los cuales surge la magia oscura, eso es lo que les hizo fracasar en los rituales, el no ser dignos y… el no saber dónde reside lo que de verdad importa… Tarde tanto en verlo y solo lejos logre comprenderlo-
-Pero…-
-Lo lamento, estoy cansado, si quieren discutirlo háganlo en silencio- dijo Harry cerrando nuevamente los ojos- Pero Nikol sabe que ha hecho y eso la hizo continuar en el archipiélago, a pesar de estar sola tantos años y tener los medios para irse. Déjenla cargar con su pasado y su pecado en paz-
Lo siguiente que vio una ligera sonrisa de Nimue y al cerrar los ojos escucho fue un chasquido, antes de saberlo estaba de nuevo dormido. Y aun en sueños se imaginaba las posibles formas de cambiar a Diddy, el sacrificio de Arthur era la única forma que pareció funcionar y para Harry... No era una opción. Estaba decidido a regresar costara lo que le costara.
Su magia seguía echa un lio después de un ligero entrenamiento. Era como reaprender a hacer magia, paso a paso, cosa por cosa, sin estresarse y buscando el equilibro en cada movimiento que hacía. Sin varita parecía ser un suplicio, algunos hechizos no podían más que evitarlos (al no querer destruir una gran área de las islas por error), como una bombarda que se le escapo y termino destruyendo una porción de isla gigante. De tal forma que para entrenar bajo a la primera isla. Tanto le había costado subir, semanas de espera, meses planeando y algunas que otras suertes que el destino le hacía bajar nuevamente y hasta el fondo, todo por no controlar su magia.
Se volvía a preguntar ¿Quién decía que ser poderoso era bueno?
Fue más fácil, mas con Umbra que estaba dispuesta ayudarlo cuando fuera. Una vez en la primera isla, vio el desastre que seguía, todo por Diddy, el cual había hecho que quedara todo el lugar destruido, la cueva en la que vivió estaba enterrada bajo cientos de toneladas de tierra. Y parecía una piedra encimada en otra, aplastando vegetación y criaturas, algo muy entristecedor. Así que paso el tiempo de entrenamiento ayudando al lugar que llego por primera vez, comenzando con intentar hacer un "reparo" milagroso. Regreso la gran porción de isla a su lugar, funciono… a medias, levantando gran parte y haciendo que regresara a la séptima isla. A donde pertenecía. Mas lo agoto nuevamente, dejándolo dormir durante una semana, cuando despertó tenía un hambre tan atroz que casi se come una tortuga con tentáculos que paseaba por la recién despejada playa. Tardo otras dos reparos enormes que sin lugar a dudas regresaron la isla que destrozo Diddy.
Para ayudarlo en su control de magia los sádicos de Nimue y Merlín le hicieron batallar nuevamente. Aunque su trato fue roto y lo intentaron matar, parecieron seguir como si nada, diciéndole información, educándolo en temas que desconocía y sobre todo atacándolo cuando menos lo esperaba. Cosa que lo mantenía en forma y le obligaba a aprender más rápido a utilizar su nueva magia. Y poco a poco mejoro.
Marlow le ayudaba bastante a recomponer la que fue su primera residencia en el archipiélago, resultaba que la cueva seguía intacta, con las viejas imágenes de Hermione y las marcas café rojizo que marcaba el paso de los días que estuvo viviendo en ella.
-Casi ocho meses- dijo Harry después de contabilizar los días- Esos tiempos de paz, antes de que nos metiéramos con un dragoncito malhumorado-
Como siempre Marlow no respondía, aunque confirmaba o negaba y aunque sus respuestas eran binarias lograban comunicarse bastante bien. Incluso concordaban en lo que comer, claro que no tenían muchas opciones. Una de las cosas que se percató en la primera semana en esa isla es que no debía comer cané echada a perder, por lo intensos problemas estomacales que tuvo durante el día y le hacían correr de noche. Claro que al tener magia no le duro más que un par de decenas de horas. Había hecho una fogata en la playa, colocado con magia un sistema para que cociera carne, cualquier tipo de carne, desde la carne de cangrejos hasta de las cabras multiojos que cocida era aún más asquerosa que cruda (algo muy extraño).
-Esto es aburrido- dijo Merlín sentado en la arena, mirando como Harry releía los grimorios, si algún secreto se ocultaba para hacer lo que tenía planeado estaban en esas páginas. - ¿Por qué no entrenas tus habilidades de combate? -
-Estoy intentando saber… algo- dijo Harry muy sumido en el grimorio Negro, casi sentía que lo tenía, aunque le faltaba algo.
-Entonces pasaremos la eternidad esperándolo- dijo Merlín con una sonrisa burlona. - ¿No querías que te enseñáramos todo lo que sabemos? -
-Por supuesto- declaro Harry levantando la vista del libro, mirándolo y sonriendo- Aprender lo que tú sabes será rápido, no creo que sea muy complicado-
-En eso te doy la razón- dijo Nimue sentada en el agua, o mejor dicho sobre del agua que traía el océano- Un par de horas nada más-
-Muy graciosos- dijo Merlín molesto. -Pero ¿Cuándo podre golpearte hasta que me supliques piedad? -
-No creo que ya pasé- dijo Harry creando una barrera alrededor de Merlín, el cual gruño furioso, no le gustaba para nada esa nueva habilidad que le hacía poder encerrarlo- Puede que el que suplique piedad sea otro-
-Ya me la pagaras- murmuro Merlín, mientras Nimue se reía por lo bajo.
De tal forma pasaron dos semanas, comprendiendo más y más o eso quería creer, algunas anotaciones eran tan confusas que solo entenderlas le llevaban días acercarse a entenderlo. Más cuando faltaban páginas.
No tardo en acostumbrarse a su magia, en una semana lograba un simple hechizo de levitación. Aunque se seguía culpando porque en su entrenamiento un cangrejo, del tamaño de un perro, que paseaba terminara en volando a diez mil pies de altura. Y aunque intento salvarlo, termino siendo la cena de esa noche, lo cual agrado a Marlow ya que era algo que no fuera carne con sabor horrible o fruta con sabor a pasta. Fue algo diferente para Harry que nunca había probado un cangrejo, pero estaba bastante feliz de conseguir algo que no le dañara el estómago.
Con un poco de ayuda de Nimue y disposición de Merlín le enseñaron las magias elementales y sus diversos trucos. Como lo supuso no paso ni una semana para que trasfirieran esos conocimientos, después de todo le habían trasferido años de recuerdos en un par de horas. Así que cuando terminaron tenía la mayoría de conocimientos de Merlín y Nimue juntos, no le sorprendió que fuera casi lo mismo, aunque de sus magias en particular.
La magia elemental parecía ser tan difícil una vez que termino el ritual, pero con los consejos y conocimientos de Merlín le fue fácil controlar el fuego y tierra, aunque fue de más ayuda Nimue que incluso le mostro como cambiar el agua a hielo y el controlar las ragas de aire a su favor. No parecían entender ninguno de los dos como Harry lograba controlar los cuatro al mismo tiempo, cuando ellos solo lograron dominar uno en su juventud y dos en su vejes.
Pensó en aquello que añoraba todos los días. No un arma, no poder, solo quería regresar y para eso necesitaba terminar lo por lo que llego al archipiélago y evitar que Diddy dañara más el archipiélago, no lo negaría dos años viviendo en ese lugar le parecían mucho y de alguna forma le parecía que dejarlo le entristecería. Su mente estaba clara en lo que debía hacer.
Esa noche intento a cocer la fruta a ver si cambiaba el sabor, pasó de ser algo ya muy comido a algo no tan monótono, aunque no mejoro mucho. Marlow lo desprecio totalmente y persiguió a los cangrejitos en la arena para comérselos, solo uno fue lo suficientemente lento para dejarse atrapar por el Bowtruckle. Al siguiente día estaban desayunando las sobras de la noche, esperando el momento en que Merlín o Nimue apareciera para practicar, sin embargo, parecía que los planes para ese día tendrían que cambiar.
Un zumbido les llamo a la atención y antes de entender que era la vieron descender con torpeza sobre la arena. Nikol sostenía una rudimentaria escoba con un palo dañado y torcido, unas ramas demasiado gruesas y una unión peor al ser de tela. Aunque le sorprendió verla, desde su plática la chica (por su apariencia) se había mantenido fuera de su vista, no de su radar ya que su magia aun percibía los movimientos que hacía.
-Que tal, pensé que te olvidaste de mi -pregunto Harry sorprendido por el instrumento. - ¿Así es como viajas entre islas? -
-No tengo otra forma- respondió Nikol bajando la vista.
- ¡Espera! - dijo Harry de repente, abrió la boca y frunció el ceño- ¡Tenías una escoba todo este tiempo y yo me mate buscando la forma de subir! ¡PUDISTE DECIRME! -
-No quería que subieras con Diddy- murmuro Nikol, algo roja y escondiendo la escoba. - Además me costó mucho fabricarla con el tipo de madera que existe en la isla, es muy delicada-
-Se nota, zumba peor que un panal de abejas- dijo Harry sentándose medio enfurruñado. -Si es tan delicada como una flecha plateada es mejor que no la toque ni por error-
- ¿Flecha Plateada? ¿Es una escoba moderna? -pregunto Nikol curiosa, luego agito la cabeza como si quisiera quitarse la idea y volvió a verlo con cara de preocupación- De que hablo, tienes que venir a ver la isla lago-
- ¿Por? -pregunto Harry rascándose la nuca.
-Esta diferente...- En cuanto lo menciono entendió a lo que se refería.
-Tal vez es mi culpa- dijo Harry bajando la mano a la arena para recoger a Marlow y colocándoselo en el hombro, aunque el pequeño se veía más interesado en su cangrejo.
- ¿Tu… hiciste eso? -pregunto Nikol abriendo la boca mucho.
-Tenía que repararla… - dijo Harry bostezando un poco-… para sacar algunas cosas de la cueva-
- ¿Estas de broma? Creaste unas cataratas solo por unas cosas- dijo Nikol alzando la ceja y cruzando los brazos.
- ¿De qué hablas? -pregunto Harry sin comprender sus palabras.
-No sé cómo explicarlo, pero… creo que es mejor que lo veas- contesto cruzándose de brazos.
Con su poder mágico nuevamente no fue difícil llegar a la isla lago, aunque Nikol tuvo algún que otro problema para seguirle el paso, su escoba era incluso más rustica que si fuera montada en un palo de madera. Al llegar vio el mismo bosque extenso, aunque Nikol tenía algo de razón, el cambio sin lugar a dudas era abrumador. Era como si le hubieran pegado un cuarto de isla, Harry intento regresar cada parte a su lugar y pareció no funcionar, no del todo por lo menos.
Impresionante fue una de las palabras que le paso por la mente, lo que había creado o que se formó a partir de destruir una isla y reconstruirla en menos de un año (dejando que la vegetación creciera y la morfología de la tierra cambiara). El lago termino desbordándose y creando un mayor torrente de agua del que antes expulsaba y unas cataratas que mantenían una cortina de agua constante que formaba una enorme nube de agua a su alrededor (por alguna extraña razón se convirtió en una especie de isla con nube alrededor). La simple isla lago, era ahora más impresionante de lo que nunca antes pensó.
-Y esto es lo que pasa cuando reparó algo… soy pésimo- dijo Harry hincado en la orilla del acantilado, mirando como el agua caía y se trasformaba en neblina blanca metros más abajo. El sonido del agua moviéndose y burbujeando abajo le calmaba de alguna forma, aunque las pequeñas gotas de agua le empapaban el rostro y la ropa.
-Si esta es tu forma de "reparar", creo que no conoces el significado correcto- comento Nikol cruzándose de brazos.
Harry se levantó, alzo los brazos y giro para regresar por la orilla de las nuevas cataratas. Camino viendo el ancho del lugar, lo bastante para meter dos Hogwarts dentro del lago, el bosque de una extensión considerable para mantener a todo un ejército, la altura lo suficientemente para observar las otras islas y sus alrededores por kilómetros, además de que en conjunto con las otras islas era una localización perfecta.
- ¿Qué piensas? -pregunto Nikol caminando a su lado. Y sacándolo de sus pensamientos.
-En que ya es hora- dijo Harry mirando la séptima isla, más conciso, la torre de cristal que ascendía cientos de metros sobre sus cabezas. - ¿Ya encontraste un lugar donde esconderte? -
-Donde sea me perseguirá Diddy, siempre es lo mismo- dijo Nikol sin un atisbo de miedo. - Estoy preparada para lo que viene-
-No, créeme no estas preparada- Dijo Harry frenando mirando a una dirección, levanto la mano y señalo- De ese lado es el oeste, si te subes en tu ramita voladora y viajas durante… un par de días llegaras a tierra. Puedo ayudarte a llevar alimento y bebida para meses, te estarán esperando por entrada ilegal a Estados Unidos, di que eres una profesora de Hogwarts y que requieres hablar con Albus Dumbledore o Minerva McGonagall. Ellos te ayudaran si les explicas lo que ha pasado- Nikol le miro durante un minuto. -No piensas hacerlo ¿Verdad? -
-No- dijo Nikol sin moverse- Este lugar…-
-Ha sido tu hogar desde hace cientos de años, además de que no conoces que tanto ha cambiado el mundo desde tu época ¿No? - indujo Harry mientras que bajaba la mano y se sobaba el cuello, ese tipo de molestias eran lo que le hacia las cosas más difíciles.
-Todo lo que conozco ahora, esta… aquí- Nikol asintió mirando su alrededor con un aire de miedo.
Tomo aire en sus pulmones, soltó un suspiro y se sobo nuevamente la nuca.
-Entonces corre y escóndete cuando comience- dijo Harry mirando la isla de Diddy- Porque el infierno se desatará en el cielo, mar y tierra-
-Que dramático sonó eso- murmuro Nikol alzando una ceja.
-Me gusta el drama- respondió Harry luego miro nuevamente la isla, con la nueva nube cubriendo la circunferencia, además del cielo despejado y el campo verde que se extendía desde sus pies al acantilado, el olor de humedad y vegetación. Era tan tranquilo- Y me encanta esta vista-
Apareciéndose de la nada, como siempre, estaban Merlín y Nimue mirando también a su lado. Aunque no dijeron nada, por sus expresiones supo que no era nada bueno, ya que ambos parecían haber comido huevos echados a perder. Lo miraron y parecieron preocupados, cosa que le alerto.
-Está despertando- dijo Merlín apretando sus puños- No tienes más tiempo, debes actuar ya-
-Tu poder aun no es equiparable con el de Diddy, aun si fundiéramos toda nuestra magia y existencia en tu cuerpo, es seguro que terminara matándote- dijo Nimue acariciándose la mano, como si se quisiera consolar- ¿Qué vas a hacer? ¿Cómo lo mataras? -
- ¿Cuánto tiempo tengo? -pregunto Harry regresando su mirada nuevamente a la torre de cristal. Aquel movimiento exalto a Nikol la cual frunció el ceño y miro a todos lados.
- ¿A quién le hablas? -
-No más de una semana, su magia empieza a salir de la isla, desde aquí la sentimos perfectamente- dijo Merlín mirando a Nikol con enojo.
-Yo no percibo nada- dijo Harry cerrando los ojos, esperando ver algo más que solo las magias que rodeaban toda la isla. En lo más recóndito, casi fundiéndose con la magia natural del lugar, se encontraba una pequeña sensación fría y aterradora, lo mismo que percibió en la entrada de la cueva de Diddy-Ya veo, así que cuando despierta su energía sale de control-
- ¿El dios demonio imperial dragón está despertando? -
-Harry si tienes algún plan es mejor que lo discutamos- sugirió Nimue de verdad preocupada.
-No tengo un plan- dijo Harry haciendo que los dos abrieran la boca- Mis planes nunca funcionan y luego terminan peor que si hubiera ido a ciegas, termino improvisando así que no lo llamemos un plan, digamos que es una serie de pasos a seguir-
- ¿De que estas hablando? - pregunto Nikol casi desquiciada por no recibir ninguna respuesta y como la vez anterior buscando a alguien más a su alrededor.
- ¿Y esos pasos son? -preguntaron ambos.
-Paso número uno aprender todo lo más posible- dijo Harry mirando a Nikol, la cual casi se arrancaba el cabello por no entender nada. - Eso está hecho. El segundo controlar mejor mi magia, diría que eso está en proceso, pero aun así puedo enfrentarlo. Y por último…-
-No me digas, esperar a que despierte y ver qué pasa- dijo Merlín pasándose la mano por la cara con fastidio.
-De verdad, calladito te ves más bonito- dijo Harry con una sonrisa burlona.
- ¿Es a mí? -
-Entonces ¿Qué es lo último? -pregunto Merlín entre dientes.
-Obtendré aquello por lo que vine a este archipiélago- dijo Harry avanzando a la isla de Diddy.
Las miradas de los tres abrieron los ojos. Mientras alzaba la mano hacia la torre dejando que la cubriera por completo, y en sus pensamientos apareció la imagen de Hermione, Ron, Sofí, sus amigos y todos aquellos a los que apreciaba con su corazón. Ya no tardo, solo un poco más, pensó mientras que cerraba el puño con fuerza queriendo ya llegar a la cima.
- ¿Puedes cuidar de Marlow? -pregunto Harry a Nikol la cual asintió.
Las preparaciones fueron rápidas, consiguió comida y agua, dejo a Marlow con Nikol en la isla del inicio, aunque fue complicado hacer que su pequeño amigo le dejara de clavar las garras para que no se fuera. Por parte de Nimue y Merlín, se la pasaron quejándose, diciéndole que apresuraría el despertar de Diddy al tomar el báculo, casi haciéndolo instantáneo, pero no les hizo caso. Estaba más que harto de estar lejos de todos, del archipiélago y sobre todo de sus voces incesantes en sus oídos. Además de que, si dejaba pasar la oportunidad de derrotar a Diddy, tendría que esperar casi otro año para que despertara y no podría permitirse dejar pasar otros tres meses en ese lugar.
Lo siguiente fue lo realmente complicado, ir a la isla de Diddy, subir hasta encima de la montaña y comenzar a trepar la columna de cristal era un problema. Estaba demasiado lejos para utilizar la magia de Utgar y saltar hasta ella sería un verdadero reto, Umbra no se prestaría una segunda vez en ir y menos cuando sabría que se aventaría sin decirle nada. La solución le llego de inmediato, aunque no le gustaba para nada, de echo le parecía mejor hacer una carrera a toda velocidad con la magia de Utgar y saltar para alcanzar la orilla de la isla, aunque era más complicado.
- ¿Entonces… con esta "cosa" iras hasta arriba? - pregunto Merlín mirando muy de cerca la rustica escoba de Nikol.
-Esa es la idea- dijo Harry montándose, asegurándose de llevar todo lo que necesitaba en su bolsa de pierna.
El vuelo fue lento y turbulento, la magia que le enviaba a la raquítica escoba era casi nula, no se arriesgaba a que se rompiera a mitad del camino. Continúo sin voltear atrás viendo su objetivo, no la cima de la torre ya que nunca llegaría en esa escoba, si no la orilla de la séptima isla. El tiempo pasaba como si fuera un cruel recordatorio de que en cualquier segundo se rompería. Aunque no se dio por vencido, ignorando los crujidos de la madera, el que las ramas se cayeran y que el palo comenzara a parecer más frágil a cada segundo. Y cuando estaba pensando que se terminaría quebrando llego a la orilla, en cuanto la tierra estaba en sus pies bajo. Soltó un suspiro y agradeció que resistiera hasta el último segundo, la guardo en su bolsa y se seguro de recordar que tenía que regresarla bien. Después de todo, no era suya.
Camino un tramo corto, hasta que algo le llamo la atención, la vez anterior ni siquiera se fijó en los alrededores, no parecían diferentes a cualquier bosque tenebroso (y estaba realmente alterado), en ese momento miro un pedazo de madera en la cual estaba enterrada en el suelo en un ángulo extraño. No le hubiera importado a no ser que fuera por que detrás estaba un camino de tierra muy ancho, que parecía un canal, todo ya estaba cubierto de vegetación y aquel tronco le salía nuevas ramas, eran anchas y gruesas. Por un momento su mente le dijo que no era nada importante, pero su instinto, aquel que siempre le hacía hacer cosas estúpidas, lo impulso a ir a aquel tronco. Al estar parado enfrente y mirando que era de su tamaño sintió la intensa magia que desprendía.
-Así que en todo este tiempo no te has movido- dijo Harry levantando la mano y tocando la corteza, desgastada y algo cuarteado por el clima, la deslizo con lentitud por la superficie hasta que llego a la orilla donde incrusto sus dedos en los cinco orificios que estaban medio ocultos, donde entraron a la perfección. - Me estas esperando desde entonces ¿Cierto? -
Sonrió por aquel fabuloso descubrimiento, después de todo, era una isla enorme y el encontrarse con el pedazo de madera que le salvo la vida en su entrada a la isla le hizo saber que todo iría bien. Que aun si no tenía salvación, había algunas cosas a las que aferrarse y que estas le llevarían a algo nuevo, a sucesos increíbles, a conocer a nuevas personas y vivir momentos inolvidables.
Le costó desenterrarlo de la tierra, a pesar de que tenía ramas nuevas y algo de vegetación no veía raíces algunas, parecía que el tronco mismo era quien le proporcionaba la energía suficiente para que creciera. El hecho de llevársela consigo no era solo sentimental, también por su alto contenido de poder mágico, si hacia cálculos exacto (lo cual no hacia bien) y planeaba la forma de cortarlo (lo cual tampoco le salía muy bien), sacaría buen provecho de ella. Creando varitas o algún otro instrumento que le sirviera. No podría creer que de todas las islas hubiera un árbol con la calidad suficiente para hacer varitas, pero en solo esa madera podría reparar su varita. La cual seguía bien guardada en el monedero peludo que le regalo Hagrid. Cuando al fin logro sacar por completo el gran pedazo de madera saco el monedero de la bolsa para la pierna, la abrió y metió el gran tronco de madera que se perdió adentro con todo y el verde follaje que ya tenían las ramas. Solo esperaba que no se secara.
Una vez terminado su cometido, se dispuso a comer, sabía que tenía que llegar rápido a la cima, pero sin fuerza no lograría ni llegar a la montaña. El resto del camino fue más una exploración intensa en línea recta de la isla. Las pocas criaturas que habitaban a los alrededores tenían medios de camuflaje casi perfectos, no los detectaría a menos que fuera por su magia y aquellos a los que se encontraba estaban bastante a la defensiva. No por nada una abeja con dos aguijones y de colores militares lo persiguió por una hora. Y ese gorila gigante con colmillos de elefante y cara de buey, con el pelaje muy parecido a vegetación, lo cual le hacía poder echarse en el suelo y camuflarse al hacerse pasar por dos costillas de un animal que murió mucho tiempo atrás. Cosa que hizo Harry y que le costó una carrera a toda velocidad para evitar ser aplastado o apuñalado por la criatura. Bien podía atacarlos y noquearlos, pero en su forma de ver las cosas él era quien estaba invadiendo su hábitat natural.
No estaba seguro si de avanzar con lentitud era lo más indicado, pero por lo menos saco buena información, gracias a que percibió perfectamente las magias de muchas criaturas pudo incluirlas en el mapa y pronto vio que un centenar de las mismas criaturas minaban el camino a la montaña. Y un grupo de rinocerontes con múltiples de cuernos, se amontonaban en el centro. Aun recordaba a ese tipo de criatura y no quería enfrentarlos directamente.
Dio mucho rodeo, hasta que llego a la montaña del lado contrario a donde se encontraba la cueva de Diddy. Descanso durante la noche al pie de la montaña, sabía que nada lo molestaría, parecía que nadie quería acercarse para nada a aquella montaña, el hogar de un dragón mal humorado de miles de años.
- ¿Un solo día y apenas llegaste aquí? - dijo con tono de burla Merlín, mientras miraba la pequeña fogata que había construido.
Como siempre, se equivocaba en ese aspecto.
-Eres idiota, ha estado conservando fuerza, la subida no será nada fácil- dijo Nimue apareciendo del otro lado.
-Sería fácil, si alguno de ustedes supiera desaparición, o tan siquiera a volar sin escoba- dijo Harry algo molesto, intentando cenar en paz.
-No nos eches la culpa, mocoso, llevamos siglos y siglos sin saber nada nuevo sobre magia, tú tienes siglos y siglos de conocimiento a tu disposición ¿Y esto es todo que tienes? -pregunto Merlín con ese aire de querer molestar.
Levanto la mano y un trozo de carbón al rojo vivo salto de las brasas de la hoguera y por poco le dio en la cara.
- ¡EHHH! ¡Cuidado! - dijo Merlín con la mano levantada y encendiéndola en fuego.
-Si fueras más listo, sabrías que eso no te hubiera hecho daño, no tienes forma física- dijo Harry sonriendo y sin prestarle atención a su amenaza.
-Ese es el problema, no tiene inteligencia alguna- murmuro Nimue tapándose la boca.
- ¿Cuánto crees que tardes en subir? -pregunto Merlín apagando su mano y mirando a Nimue con algo de enojo- Una eternidad seguramente-
No contesto, se recostó y se acomodó en el duro suelo, miro hacia arriba donde la torre de cristal reflejaba la tenue luz de la Luna. Subir la montaña no sería ningún problema, es más creía que en la tarde del siguiente día estaría en el punto más alto de aquel montón de tierra encimada. Pero subir cristal sería otro cuento, uno que sin lugar a dudas le daría dolores de cabeza.
- ¿A qué temperatura se derrite el diamante? -pregunto Harry por una loca idea en su cabeza.
Ambos parecieron desconcertados. - No tenemos idea de que hablas- contestaron a la misma vez.
-Por qué me molesto- gruño Harry girándose y dándole la espalda, mirando las tenues brazas aun chisporrotear.
Si tan solo Hermione estuviera aquí, pensó con melancolía intentando no sentirse miserable, aunque las emociones negativas le ganaban. Cerró los ojos esperando soñar con tenerla nuevamente entre sus brazos solo una vez.
La subida fue más tranquila, parecía que las largas caminatas eran lo de Merlín o Nimue ya que al parecer esa fue su vida anterior. Como deseaba que alguien le dijera algo más "que no se hacer aquello" o "En mis tiempos" pero esa era la información que le daban esos dos. Aunque no podía quejarse en voz alta, ya que al final de cuentas lo que le trasmitieron no había sido magia inútil, mucho de lo que aprendió de ellos seguramente eran enseñanzas olvidadas. Cosas que nunca encontraría en un libro.
Llego como lo predijo, a media tarde, mientras el sol estaba en su punto más alto. No esperaba encontrar una formación cristalina de color plateada, la cual parecía como si alguien se hubiera dedicado a acomodar cristales de forma romboide una encima de otra y de entre todos ellos, salía una columna del tamaño de una casa que subía y subía sin ver el final desde el punto en que se encontraba Harry. A primera hora de la mañana, mientras el sol se levantaba y el rocío matinal impregnaba el mineral con múltiples brillos en tan solo una pequeña parte dando una imagen hermosa.
- ¿Ya lo has resuelto? -pregunto Nimue cuando Harry escalaba unas pequeñas piedras de cristal, el cual examinaba con ojo clínico.
-Esto será complicado- dijo Harry tocando el cristal, moviendo su mano sobre la superficie y mirándolo lo más cerca que podía- Esto no lo atravesaría con ninguna herramienta muggle. Creo que es topacio o Corindón-
- ¿To que… cori qué? -pregunto Merlín abriendo los ojos.
-No me digas, en tu tiempo no los conocían- bufo Harry algo molesto por el descubrimiento. Tenía la esperanza de utilizar el fuego para crear un camino, aunque eso equivaldría acalentar tanto el material que se derretiría y según su conocimiento mágico, ese mineral era uno de los que menos se trasformaba. Era difícil de moldearlo tanto mágica como no mágicamente. - Demonios, no quería requerir a esto-
- ¿A qué? -pregunto Nimue.
Harry abrió su monedero y de adentro extrajo un par de punzones apenas gastados, con el mango más largo que el filo y estos luciendo aun tan plateadas como el primer día que los vio en la tienda de Garrick Ollivander.
-Perdóneme señor Ollivander, esto es necesario- murmuro Harry vaciando su magia de fuego y aire dentro, intentando calentar tanto la cuchilla que en cuestión de milisegundos estaba tan roja y con aura plateada- Espero que aguante- Movió su mano con el punzón y apuñalo el mineral, el cual cedió tan lentamente como podía, dejando el mango afuera.
-Perfecto, solo tardaras ¿Qué?, un par de semanas en subir- cuestiono Merlín bufando.
-Esa es la idea de un pensamiento lineal- dijo Harry alzándose, tomando el otro punzón y dejándolo al igual de rojo- En cuanto regrese le diré a Revé que te de unas lecciones de cómo utilizar magia. Solo espero que te de una tunda de verdad-
- ¿A mí? -dijo Merlín medio molesto, luego giro la cabeza- ¿Quién es Revé? -
-Mi maestra- dijo Harry avanzando lo más cerca del pilar, casi a centímetros de ella. La piel de Harry brillo de amarillo y un segundo después estaba inclinado hacia abajo, con un punzo en cada mano. - A veces olvido que son unos novatos imaginando el alcance de la magia-
- ¿NOVATOS? -preguntaron ambos.
Envió la mayoría de fuerza a sus piernas, también a la cadera y columna vertebral para aguantar lo que vendría. Aplico todo su poder contra el suelo y salió disparado hacia el cielo en un salto tan alto que parecía un cohete imparable que dejaba una estela blanca detrás de sí. Perdía velocidad, en un segundos se encontraba apenas avanzando, se preparó y cambio la fuerza de sus piernas a sus brazos y de un golpe seco clavo los punzones dentro del diamante, haciendo que su alrededor se tornara rojo. El golpe del rebote que recibió fue bastante para que sintiera los oídos zumbándole y como le dolían los dientes.
-Sí, dolió bastante- dijo mientras recuperaba la audición.
-Perfecto, solo te faltan… mil saltos más- dijo Merlín viendo hacia abajo y sobre todo a sus pies, que colgaban.
-No exactamente, avanzo como un 5%- dijo Nimue a su lado.
- ¿Quieren hacerme un favor? -pregunto Harry con voz dura y termino gritando- ¡DESAPARESCAN! -
De alguna forma le hicieron caso, desparecieron, aunque seguía sintiendo sus discusiones internas. En teoría ya no tenía ningún lugar en el cual pararse. Pero eso no lo detendría. Controlo el aire a su alrededor y creo una densa capa de aire comprimido a sus pies, lo realizo antes cuando brinco en aire para salvar a Nikol, aunque eso no significaba que lo supiera hacer bien. De cualquier forma, lo intentaría. Se preparó y lo hizo, avanzo un largo trecho, aunque no tanto como la primera vez.
Continúo subiendo, con algún que otro salto torpe, cuidando que los punzones se introdujeran bien el diamante. Aunque se desgastaban a una velocidad alarmante, lo que hubiera sido una vida de trabajo fue echo en tan solo una decena de saltos. Tenía otras herramientas que pudieron sustituirlas, pero el dañar más de sus preciadas herramientas de trabajo no era su ideal. Avanzo hasta muy tarde, he incluso en la noche, el saltar a tramos le redujo el tiempo, pero aun así no lograba ver el final.
Se detuvo cuando el sol estaba por volverse a levantar, tenía que comer algo, saco sus raciones y las ingirió con una mano, mientras la otra la sostenía y los pies creando presión contra el mineral. Miro el sol salir a la distancia, creando que el mar luciera precioso, aunque lo que más le gusto fue la vista de abajo, el archipiélago se veía más especial que nunca. Un paraíso virgen o tan virgen como podía serlo siendo mágico, y teniendo un par de aviones estrellados en la isla de Diddy. A esa altura veía algunos muy grandes que fueron derribados por algo o el mismo Diddy.
Continúo durante otro poco. Hasta que una magia completamente oscura le hizo temblar y comenzar a sudar frio, su mente se bloqueó por completo.
- ¡Imposible! - dijo Harry mirando hacia abajo lo más que podía. - ¡Nimue, Merlín! ¡Dijeron que despertaría en seis días! -
Llamados por su nombre y el cumulo de magia aterradora, aparecieron con la cara pálida (como si la sangre aun circulara por ellos) y una mueca de espanto.
- ¡¿Un mal cálculo?!- se cuestionó Nimue apretando las manos.
-Yo nunca me he equivocado- murmuro Merlín, pero su rostro decía lo contrario.
Un rugido alcanzo sus oídos, tan fuerte y enojado que era diez veces más potente que cualquiera que hubiera escuchado, y su magia le hacía temblar nuevamente. Aun su poder no era equiparable.
-Demonios, esto se pone de mal a peor- gruño Harry regresando la vista y mirando a la cima, técnicamente no le quedaba mucho, pero con Diddy despierto eso significaba que en cuanto bajara no tendría tiempo de asimilar el poder o de aprender a controlarlo. Lo cual era malas noticias.
- ¿Qué haces mocoso? - pregunto Merlín cuando Harry se volvió a preparar para saltar.
-Nos quedamos sin tiempo - dijo Harry más para sí mismo que esos dos. - Eso significa que es hora de patearle el trasero a Diddy y enseñarle un par de lecciones-
No dejo que ni terminaran se lanzó nuevamente hacia arriba, aunque esta vez no freno. Saltaba y al clavar los punzones se impulsaba hacia arriba con los brazos de inmediato, subiendo un pequeño tramo, el tiempo bastante para volver a impulsarse hacia arriba. Una y otra vez, hasta que algo destello a la vista de Harry, como aquella vez que cayó del cielo. Estaba cerca, a solo un par de saltos. Intento impulsarse con todas sus fuerzas y logro avanzar mucho más que en las otras, pero a la hora de clavar los punzones uno se quebró, lo desestabilizo, le hizo desconcertarse y con el ligero aire de esa altura le hizo marearse. Se quedó colgado de un solo y diminuto mango, con la cuchilla dañada y doblándose por el peso.
Aferro su mano y cerró los ojos, dejo salir un suspiro largo, para que no le diera vueltas todo.
Tiro con todas sus fuerzas del único punto de apoyo que tenía, y envió todo el ligero aire que tenía alrededor de su cuerpo para salir impulsándolo como un dardo en una cerbatana. Lamentablemente el punzo se había partido dejando el metal incrustado en el mineral y el mango cayendo hacia el atlántico. Subió por entre una nube, se empapo la ropa y las gotas le picaron la cara y a esa velocidad parecía granizo. No fue un lanzamiento perfecto, pero tan cerca del objetivo le sirvió, salió de la nube empapado y mirando que la orilla se veía, estaba cada vez más y más cerca. Solo era cuestión de metros y por puro instinto estiro sus manos, se aferró a la orilla solo con sus dedos por un momento. El borde era filoso, sentía como le cortaba la piel y la sangre escurriendo por su brazo, sin embargo, eso no le importaba. Estaba a un paso de lograr su objetivo y unos cortes no lo detendrían.
Subió a la cima de la columna con algo de dificultad, sudado y jadeando por los últimos esfuerzos realizados desde que Diddy se despertara (Tampoco ayudaba el delgado aire que obtenía). Aun a esa distancia escuchaba los rugidos, la magia y sentía escalofríos.
Algo destello a la luz del medio día, llamando su atención y haciendo que se cubriera los ojos. Aquella cosa brillaba con luz propia haciendo que se le dificultara verlo directo. Espero a que sus ojos se acostumbraran al brillo y se levantó, para encarar a lo que subió. Lo recordó y no pudo evitar sonreír, el árbol, era idéntico al que siempre veía cuando soñaba con Hermione, en el cual se sentaban abrazados y esperaba que despertara. Su follaje repleto de hojas de diferentes tonos de verde y con cada rama mirando al sol, absorbiendo la luz para enviarla por la madera marrón que indicaba la vitalidad que contenía. En medio de aquel árbol estaba un delgado y metálico báculo, aunque ajusto sus omniculares para verlo directo, se llevó una gran sorpresa al ver que solo la mitad era metal, ya que la parte inferior era madera, de la cual salían raíces y de las cuales el árbol se alimentaba. El trozo de madera faltante que se veía a su costado, era el que Harry descubrió el día anterior y que desprendió en su caída al archipiélago.
Lo observo por un minuto, viendo lo grandioso que era. No era el que vio en las memorias de Merlín, el metal estaba de un color platinado, con runas y diamantes incrustados. Y la parte de madera se enroscaba como ramas de un árbol y que le servían como mango. Incluso notaba algunas formas formadas en las maderas, de distintas criaturas, algunas que no conocía, otras que existían en el archipiélago.
- ¡Hermoso ¿Verdad? -dijo Merlín a su lado- Una vez que mi báculo fue destrozado, tomé los restos de la Excálibur y lo reconstruí, tanta magia contenida en un objeto fue mucho, incluso para mí-
-No te funciono tan bien ¿Cierto? -dijo Harry avanzando a donde estaba el báculo- No te reconocía como suyo, no por completo-
- ¿Cómo lo sabes? -pregunto Nimue a su lado.
-Soy un maestro creador de varitas- menciono Harry como si no lo supieran- Mi trabajo es saber ese tipo de cosas. Este báculo… a pesar de ser destrozado y de que… se fundiera con el metal de Excálibur… su lealtad es de… Arthuro-
-Solo alguien tan digno como Arthur o su sucesor puede tomarlo- dijo Nimue parándose a lado del báculo- Esa es la condición para tomarla ¿Eres sucesor de Arthur Pendragón? -
-No- contesto Harry continuando su caminar sin temor alguno, no tenía tiempo para alguno de las dos opciones.
- ¿Eres digno? -pregunto Merlín cruzado de brazos mirándolo desde el otro lado del báculo.
-No- contesto Harry parándose delante de la poderosa arma y a lado de esos dos.
-Entonces ¿Por qué te dejaría tomarla? -pregunto Nimue con esa misma mirada que le dio la primera vez que la vio en sus sueños, con el tono que le formaba cuestiones de sus propias respuestas y los ojos que le hacían responder con sinceridad.
-Por qué no tengo tiempo para eso, mi familia me espera y esta isla está en peligro, los protegeré. Ya sea que me encuentre digno o no- dijo Harry estirando la mano ensangrentada a la platinada superficie- Es hora de regresar a casa-
Su palma envolvió el metal, esperaba sentir como el fuego carcomía su piel y que pesara, al contrario, su palma se sintió reconfortante, su cuerpo dejo de doler, su mente se aclaró y su otra palma dejo de sangrar. El metal destello y miles de chispas comenzaron a surgir, pareciera que hubiera encendió fuegos artificiales. El alzo como si fuera una pluma.
Las raíces que conectaban con el báculo se desprendieron y dejaron ver que era más o menos del tamaño de Harry, con una base más ancha que la de arriba y con ligeros surcos que formaban runas. Aquel árbol se estremeció, las hojas se movieron por el viento y la torre tembló ligeramente. Por fin, después de dos años, miles de entrenamientos, dolor y tristeza, solo imaginando ese momento, ahí estaba sosteniendo el arma que estaba buscando.
El flujo de magia comenzó a entrar en su cuerpo, como un río que lentamente tomaba su cauce a través de un nuevo sendero, creando un pequeño riachuelo que dejaba pasar solo un par de gotas de agua del grandioso lago que se encontraba adentro.
Miro a Nimue y Merlín inclinarse, bajar un rodilla, con la mirada al suelo y la mano sobre el estómago - Salve Rey Mago, Salve Rey Dragón-
- ¿A qué viene esto? -pregunto Harry girando el báculo en su mano, creando una onda de magia que movió las nubes a su alrededor dejando que la humedad aumentara.
-Protocolo mocoso, protocolo- dijo Merlín levantando la mirada con algo nostalgia- Seria lo que quisiera mi viejo amigo, los honores correspondientes a su sucesor-
-Ahora Harry tu eres el hechicero supremo, el ser capaz de mover montañas con una mano, crear mareas si le apetece y…- Nimue levanto la vista con una sonrisa-… de detener lo que nosotros no pudimos-
-Es cierto- dijo Harry dándose en la frente con la palma. - ¡DIDDY! -
Saco una vieja y rasgada capa de su peludo monedero, corto dos largas tiras de tela mientras le veían, envolvió el báculo con la tela y amarro las tiras fuertemente al final, se colocó en la espalda, paso las tiras por el pecho y termino de amarrar el otro lado. Apretando tanto que sentía el báculo contra su espalda. Se aseguró que no se le cayera y se levantó.
Estaba por hablar cuando nuevamente la torre se estremeció, pero no por la magia si no por algo que rugía y lanzaba una magia tan fuerte que la hacía temblar.
- ¿Te ayudamos? -pregunto Nimue mirándole.
-Usted ocupan mi magia para mantenerse consientes, es decir que lo acumulan de alguna forma ¿No? -pregunto Harry acercándose a la orilla corriendo, intentando ver por entre las nubes, aunque solo veía muy poco.
-Eso creo- dijo Merlín haciendo lo mismo.
-Entonces… reserven más magia- dijo Harry tronándose los dedos, estirándose los brazos y moviendo el cuello de un lado a otro- La necesitare para más adelante-
-Significa que no te podremos auxiliar- dijo Nimue asustada.
-Es un riesgo que pienso correr…- comento Harry, luego se rasco la nuca-… bueno… es uno de los más grandes riesgos que pienso que voy a correr… en mi vida…Creo-
-No puedo creer que este tonto lograra llegar hasta aquí- murmuro Merlín frunciendo el ceño, luego le miro y sonrió un poco- Muéstrame que el sucesor Arthuro es un digno rey-
Ninguno de los dos seres mágicos sabía lo que pasaría y por lo consiguiente desaparecieron. Harry miro a la distancia, un minuto de paz antes de una batalla bastante dura, eso es lo que esperaba encontrar al descender. ¿Qué era mejor que ver el azul claro del cielo, coronado por el sol y con un mar de nubes a su alrededor? A Harry no se le ocurría ningún paisaje mejor, aunque pensaba que estaría mejor acompañado si Hermione estuviera parada a su lado.
Dio un giro, corrió y salto de cabeza hacia abajo, mientras bajaba y entraba a la nube, pensaba en que fácil era caer y en cambio subir siempre era complicado y agotador. Salió por completo de la nube y vio las siete islas, con su magia busco a Diddy, el cual ya no se encontraba en su isla, estaba viajando a la primera isla. Donde Nikol se encontraba. Confirmando sus anteriores sospechas, quería la pequeña piedra filosofal.
La gravedad le llevaba cada vez más rápido, siendo atraído a la tierra con fuerza, claro que controlaba un poco su descenso, sobre todo para ir directo a la isla del principio sin problema alguno. Lo que realmente le preocupaba es que Diddy se acercaba peligrosamente a Nikol y Marlow, que estaba en la misma locación. A cada segundo lo sentía más cerca, más fuerte y más furioso, incluso lo podía ver, una mancha negra que volaba sobre el mar.
Un poco más, se decía mientras intentaba mantener su curso. Y como si el tiempo se apresurara y fuera a cámara rápida se encontraba viendo la isla como una mancha en su visión y con Diddy escupiendo fuego en la playa, quemando todo y aventando arena con el aletear de sus alas. Solo faltaba un segundo para llegar, desde que se lanzó pensó en que se detendría utilizando el aresto momentum, pero al ver a Nikol parada enfrente de Diddy cambio de opinión.
-Utgar tomare toda la fuerza- dijo Harry preparando el puño, enviando la magia únicamente a su brazo y sus músculos de la espalda ya que era lo que le daría más fuerza.
Diddy se alzó, moviendo sus seis alas y preparándose para escupir fuego. No le dio tiempo. Harry fue directo a su espalda, apunto justo a su cabeza para evitar que el fuego saliera de sus fauces y golpeo tan fuerte que incluso logro tirarlo, lanzándolo contra la arena y levantándola a grandes altitudes. Por un segundo la arena bloqueo la vista, al despejarse pudo observar a Nikol que sostenía algo entre sus manos y Marlow en su hombro.
- ¡YA VETE! - Grito Harry moviéndose de un lado a otro, aunque era por los movimientos corporales de la criatura. - ¡HUYE! - grito nuevamente al sentir como el cuerpo se comenzaba a levantar.
- ¡Pero…! -
- ¡AHORA! -
No entendió si fue por su grito o el siguiente rugido que dio el enfurecido dragón que echó a correr en dirección contraria. Eso fue suficiente para despertar el poder de Diddy, el cual se irguió sacando la cabeza de la arena y lanzando una columna de fuego directo al cielo, caldeando el ambiente y haciendo que Harry resbalada por su espalda. Caer de esa criatura y golpearse contra sus escamas fue como si resbalara y golpeara directamente con acero, no sabía si dolía más el golpe o el raspón.
Diddy aún no tenía ni idea de que Harry aún estaba en su espalda, continúo avanzando respetando por la playa en búsqueda de Nikol, la cual no se encontraba lejos. Sin tiempo para pensar realmente que pasaría, se abalanzo a su cola y el sujeto con los brazos, bajo a la tierra y tiro con fuerza. Su magia y fuerzas fueron suficientes para detenerlo y enterrarse un poco en la arena. Enojado agito su cola intentando liberarse de aquello que lo aprisionaba, cosa que no pasaría mientras Harry lo sujetara. Con energía renovada agito su cuerpo, casi alzándolo, si no fuera porque ordeno a la tierra a enterar aún más su cuerpo. Lo que no esperaba es que la criatura poseyera un mínimo de inteligencia, alzo la cola con fuerza, moviéndola de forma que pudiera verla sobre su cabeza, desenterrado a Harry de un tirón y haciendo que colgara enfrente de sus ojos.
Por unos segundos Diddy pareció no comprender por qué un bichejo del tamaño de Harry lograra detenerlo, hasta que sus seis ojos rojos se volvieron oscuros, y su expresión (o la que podía observar) se volvió furiosa.
- ¡Perdón! pero ¿Podrías darte por vencido? - comento sonriendo ampliamente, el resoplido de Diddy le dio en la cara alborotándole el pelo. La sonrisa se volvió más fina y sus ojos se entrecerraron un poco- No digas después que no lo he pedido amablemente-
Soltó la cola de Diddy, levanto la mano y de cada dedo salió una soga gruesa que se aferró en la cola del dragón. Con sus fuerzas al tope tiro de está esperando que su idea funcionara, y casi paso, el cuerpo de Diddy se alzó sobre su estómago y por un segundo creyó que terminaría sobre su espalda, al contrario, el dragón enterró sus filosas garras en la arena y aleteo para evitar tal suceso. Abrió su boca y escupió fuego, los suficiente para hacer que la arena se cristalizara y que los arboles circundantes quedarán echo carbón, pero Harry ya había combatico contra un dragón (o dragonas enfurecidas), conocía aquellas ardientes llamas, aunque las de Diddy sin lugar a dudas eran diez veces más fuertes.
Harry se protegió lo mejor que pudo con un escudo, aunque el calor que expulsaba lo sentía como si el lugar fuera el desierto. El dragón se movió de forma circular a Harry, analizando el por qué sus ataques de fuego no lo dejaron cual esqueleto lleno de hollín, pero el chico solo se quedó parado en el mismo lugar. Esperando en siguiente ataque.
-Con tu fuego por poco rompes mi protego-dijo Harry sonriendo un poco- Sorprendente-
Enseguida más fuego le pasó por los lados y la cabeza, con las llamas lengüeteando la esfera de protección que lo salvaba de ser carne asada. No duraría mucho de esa forma, de alguna forma estaba haciéndose más y más pequeña. Agradecía no haberlo desactivado después de que terminara su primer ataque, de tal forma se mantenía a salvo de cualquier ataque.
Diddy furioso de no entender por qué su fuego fallo se levantó sobre sus patas traseras, dejando sus seis alas levantadas, su cabeza mirándolo y la cola lista para asestar golpes. Sin contar con las garras de sus patas delanteras que apuntaban directamente a Harry. A pesar de como reaccionaba el enorme dragón, Harry sabía que solo era una inteligencia residual, porque aun escuchaba jadeos saliendo de su ser.
-Lo lamento, pero es la única forma de terminar- comento Harry llevando la mano al pedazo de tela que sostenía el báculo, de un tirón lo desprendió y el trozo de tela que lo cubría cayó al suelo, relevando el arma- Y espero entiendas que soy nuevo utilizando báculo, no te rías si se me cae-
Apuntando a la criatura, la cual se lanzó contra Harry, el cual giro el báculo en su mano creando un círculo. Al instante se creó un circulo el cual levanto una ráfaga de viento tan poderosa que envió las alas de Diddy hacia atrás, y desvió sus garras a un lado, dejándolo nuevamente en sus cuatro extremidades. Los enormes colmillos del demoniaco dragón parecían enormes y afiladas espadas que lo apuñalarían si no tenía cuidado, sobre todo cuando salto directo a su cuerpo con la boca abierta. La esfera de protección que tenia se resquebrajo como cristal solo con su contacto, rodo para evitar las fauces del dragón, no creía que aquellas alas se movieran como extremidades separadas, pero si lo hacía y una de ellas estaba a punto de hacerle un agujero en la cara. Utilizo un Accendio, salió disparado a tiempo para evitarla, cambio el hechizo a mitad de aire y con una soga saliendo de su mano libre, fue directo a la espalda de Diddy.
En un ataque cuerpo a cuerpo estaba perdido, aun con la magia de Utgar aun activa le hacía daño; sus escudos podrían evitar que el fuego lo dañara, pero no que la destrozara con pura fuerza bruta; y aun con un multi ataque mágico y con todas sus fuerzas no lo lograría dañar mucho por su protección, solo se gastaría toda su magia; No tenía que ir a lo loco y hacer que se cansara de alguna forma, solo que no conocía el límite del dragón.
Los recuerdos de Merlín le decían que necesitaba un escuadrón de magos de elite, además de dos Archí magos de más de cien años y un rey con un arma súper poderosa para matarlo. Cosa que no tenía. Solo era un pequeño mago, con una idea de plan y un báculo que no sabía utilizar.
Una vez en la espalda de Diddy, utilizo las escamas para escalar al cuello del dragón y separo las manos, del báculo surgió una cadena gruesa e imponente, rodeo el cuello y la atrapo con su otra mano. Coloco el báculo como una rienda y la punta suelta se fusiono correctamente .Aprisionado por el cuello y las cadenas intentando estrangularlo le debió de molestar, ya que movió las alas enloquecido, esperando golpearlo con alguna e incluso dañarlo con sus garras, pero con su enorme cuerpo apenas y lograba ser tan brusco que Harry apretó la cadena más y más para no caer.
- ¡Que te parece! Soy un jinete de dragón- dijo Harry viendo como el cuello de aquella masa enorme se intentaba girar solo logrando llegar a mirarlo. Bufo escupiendo fuego por los orificios nasales y desplego las alas- Ya entendí, no más chistes… chistes malos-
Aquello solo calmaba el nervio y miedo que le hacía sujetarse a la improvisada rienda y rezar por no entremés de dragón. Diddy comenzó a emprender el vuelo, aquello parecía un helicóptero en pleno despegue… aunque Harry no los conociera en persona, pensó que el ruido que hacía de solo mover el aire que sería muy parecido. Salió volando con Harry en su cuello y esperando ver que le pasaría.
- ¡Veamos que tienes! ¡Aunque no creo que te compares con Umbra! -grito Harry para darse ánimos y esperar algo muy parecido.
No lo fue.
Emprendió el vuelo de forma brusca y descuidada, tambaleándose y moviéndose hacia enfrente (aquella cosa no tenía reversa), intentando quitarse las cadenas del cuello. El aire que lanzaba golpeaba a Harry en una corriente ascendente por delante y una descendente desde la espalda, de forma que le dificultaba mantenerse estable incluso aferrado a su improvisada rienda. Avanzaban no solo hacia adelante y arriba, giraba como un perro intentando alcanzar su cola, en este caso a la pulga que se sujetaba de su cuello. Sus brazos soportaban los embistes contra el viento y también los movimientos que creaba al intentarse librarse de su atadura, pero la magia de Utgar consumía mucha magia y aun si su contenedor se rellenaba más rápido, no significaba que lograría sostenerse para siempre.
Cánsalo, cánsalo lo que más pueda y luego ataca. Se repetía una y otra vez.
Rugía tan fuerte que seguro en todo el archipiélago lo escucharon, aunque Harry no, sus oídos aun zumbaban por la primera vez que lo escucho. Ascendían cada vez más y más, con el tamaño que tenía Diddy alcanzaron las nubes en unos minutos y continuaron subiendo. No supo si se enojó por que siguiera aferrado a su lomo o que la cadena se apretara más y más, por que hizo un sonido a algo cavernoso y un segundo después lanzo una nube de fuego en la cual entro. El primer pensamiento de Harry fue soltarse y evitar aquella masa roja que freiría su cara, pero su instinto le hizo apretar más las riendas y acercarse lo más posible a Diddy. Utilizo un protejo a destiempo, el poco fuego que le paso por la espalda incendio su capa y le hizo sentir algo ardiente en la columna, pero no un dolor lo suficiente fuerte para soltarse. La presión mágica que ejercía el archipiélago comenzó a desaparecer y supo que estaba mucho más alto que la torre de diamante.
Y así de fácil Diddy lo superaba en unos minutos.
Salieron del espeso fuego y vio algo que le quito el aliento, literalmente, estaban tan cerca de la estratosfera que Harry no podía respirar. El cielo se veía más como unas azul oscuro y múltiples estrellas comenzaron a aparecer, incluso la luna parecía más cercana que nunca, al igual que el sol. Hubiera estado preocupado por su supervivencia, si Diddy no girara en "U" y comenzara a descender, mejor dicho a caer. Plegando sus alas y dirigiéndose al azul verdoso que cubría gran parte del planeta, aunque a esa distancia veía ya algunos trozos de tierra a lo lejos.
Si no fuera por la enorme cabeza de Diddy, Harry hubiera sentido la presión aumentando el calor de estar atravesando múltiples capas de atmosfera y la vertiginosa velocidad que le arrancaría parte de la piel de un solo tajo. Desplego sus alas y comenzó a detener su caída, algo que no pasó desapercibido Harry, suponía que con su tamaño una caída de ese tamaño era algo muy malo. Bajaron frenando con las alas de Diddy como paracaídas y viendo todo acercarse con rapidez. De un momento a otro las plegó nuevamente y volvieron a adquirir velocidad, solo que con una diferencia Diddy estaba boca arriba y apuntando su espalda al océano.
- ¡Esto no puede ser! - Murmuro Harry aterrado y de cabeza, listo para ser desnucado - ¡Debes de estar bromeando, ESTAS MAS LOCO QUE YO! -
Soltó la cadena y se aferró al báculo, intento moverse, pero el aire y la masa enorme que le presionaba hacia abajo le estaba haciendo difícil quitarse del curso de aplastamiento. Se golpeaba contra las duras escamas e intentaba pensar en algo que no fuera cosas aplastadas y pudines rojos esparcidos en el océano. De reojo vio la isla principal. Apunto el báculo, mientras pensaba en un "ascendió", lo único que pensó fue en que algo tiraba de su estómago como loco y luego algo explotando detrás. Giro un poco y se vio alegándose de un Diddy estrellándose contra el mar, alzando una cortina de agua de decenas de metros y luego a él estrellándose contra la playa. Rodo todo el camino como pelota, cubriéndose de arena desde el cabello hasta la nuca y que le entrara en lugares en los cuales no debía estar. Se estrelló contra una palmera, quedando de cabeza y con las piernas dobladas hacia adelante, dejando un hueco por el que sobresalía su rostro.
-Sí, dolió- dijo mientras se paraba y se tronaba la espalda, la magia de Utgar era una ayuda, sin ella estaba seguro de que hubiera partidos el cuerpo. - ¿Con eso habrá tenido? -
- ¿Harry? -pregunto la voz de Nikol.
Harry volteo, viendo a la pelirroja surgir entre los árboles, jadeando y sudada.
- ¿Qué haces aquí? Te dije que huyeras- dijo Harry regresando la mirada a donde se estrelló Diddy, suponía que eso no lo detendría.
- ¡Eso hice! -menciono Nikol molesta- ¡Estoy del otro lado de la isla! -
Con una mirada rápida Harry supo que era cierto y que seguro a Nikol le costó mucho correr todo el camino de un lado a otro sin detenerse, pero eso no había servido de nada. Al verla de nuevo se dio cuenta de algo.
- ¡¿Dónde está Marlow?!-pregunto Harry asustado.
-Venía detrás de mí- dijo Nikol mirando el camino por el que llego- Cuando huíamos corría detrás de mí-
-No puede ser- dijo Harry golpeándose la frente contra el báculo dos veces- ¡¿TU POR QUE CREES QUE LO LLEVO SIEMPRE ENCIMA? Es pequeño avanza muy poco con sus pasos-
-Esta aun en la isla y…-
El agua exploto lanzando una ola que baño a ambos y que arrastro ramas, hojarasca, tierra y arena directo al mar. Aquello fue desconcertante, aunque vio a Diddy salir de la orilla con las garras más que preparada y listo para hacerlos en lonchas gruesas para una ensalada de carne. Harry tomo el báculo como si fuera una espada, con el otro extremo golpeo el agua que regresaba al mar y sin detenerse la movió hacia el pecho de Diddy, creando una corriente de agua furiosa que lo detuvo un segundo. Más la criatura tenía otra cosa en mente que atacarlo, giro cuerpo y la cola llena de pinchos fue directo a Nikol la cual se quedó parada sin poderse mover, Harry intento frenarlo con toda la magia de Utgar en sus brazos y piernas, sin embargo, le golpeo solo la base de la cola. Las espinas se incrustaron en sus brazos y cuerpo, la blanda arena le daba un mal punto de apoyo arrastrándolo y haciendo que la punta dura golpeara con toda potencia a Nikol.
Salió disparado al igual que Nikol, aunque Harry en línea recta, girando y frenándose con manos y pies. Más la chica no estaba preparada para aquello, el golpe la envió directo a la segunda isla y se perdió entre las hojas de los árboles.
- ¡Maldición! - dijo Harry escupiendo sangre y mirando sus brazos, con cortes y apuñaladas demasiado grandes, la arena que lo rodeaba recibía la sangre que bajaba por sus costados.
Aquello no fue nada comparado con lo que le pasaría si recibía las garras de Diddy directamente. Más en esos momentos le preocupaba más Nikol, seguro necesitaba ayuda y ser curada de inmediato, tenía la piedra filosofal eso la mantendría viva, pero Diddy iría nuevamente por ella y la necesitaba en movimiento. La cuestión era tener el tiempo para ayudarla.
Diddy no le daría el tiempo ni de pensar, le lanzo un zarpazo del cual se percató tarde por sus pensamientos, solo logro a poner su brazo cubriendo su cabeza y saltar para que el propio impulso no rompiera sus piernas. Las garras se clavaron en su piel y la fuerza le envió por la playa nuevamente sacándolo a mar abierto. Por un momento pensó que su brazo lo perdió del tajo por el inmenso dolor que sentía, mientras se hundía lo logro observar casi intacto, aunque si con tres cortes limpios que tenían de rojo por donde pasaran y un gran corte en su costado. Paso de mano el báculo con dolor al solo abrir los dedos, y con la ayuda del parcela comenzó a curar su brazo, el agua se ilumino de un verde cálido y antes de que supiera los cortes solo eran leves rasguños a excepción por aquellos que tenía su brazo, esos solo eran leves cortes.
No tenía tiempo de nada, seguramente Diddy se diría a la locación de Nikol para destruir la piedra. La única forma de subir le hacía sentirse algo incómodo, nunca lo practico o intento, sobre todo por no tener la herramienta necesaria para hacerlo. Se llevó el báculo a los pies, hizo precio y se sintió estable un momento. Un segundo después avanzaba por el agua con aquel instrumento mitad de algún tipo de metal y la otra mitad de madera. Cuando su cabeza rompió el agua salió disparado como una flecha directo a la segunda isla.
Su pensamiento no se equivocaba, Diddy sobre volaba la segunda isla. Creía que un objeto mágicamente tan poderoso soportaría su nivel de vuelo y sin medir siquiera su fuerza envió toda la magia al báculo el cual salió volando al mismo nivel que una saeta de fuego. Mientras se acercaba pensó en la forma de hacer que dejara a Nikol y le diera el tiempo de curarla, solo se le ocurrió una forma. Una que no le aseguraría el tiempo necesario.
Voló directo a donde Diddy, envió el resto de su fuerza a su brazo izquierdo, dio un rodeo y acelerando aún más fue directo contra el enorme dragón. Si funciono una vez, la segunda también debía de hacerlo. Solo que añadió un pequeño extra, haciendo que su brazo se recubriera de magia azul plateado. Diddy se debió percatar por el sonido silbante que, hacia Harry, mas no le dio tiempo al volar solo de frente, el golpe sonó como un choche de trenes, metal contra metal. Diddy se movía mucho más lento al recibió toda la potencia de la magia justo su inmensa cabezota, el inmobilus fue suficiente para hacerlo caer.
Sabiendo que se la magia no duraría y se recompondría en mitad del vuelo Harry no le dio tregua. Piso con más fuerza un lado del báculo y este giro haciéndolo capaz de tomarlo, le apunto a la espalda de Diddy y grito con toda sus fuerzas -¡DUAL MÁXIMA BOMBARDA! -La llama tomo la forma de un escruto antes de salir con toda su potencia directa al demonio dragón.
BOOOOOMMM
Aquella explosión le envió por el aire, también le cegó y los oídos le volvieron a zumbar. Por puro reflejo llevo el báculo entre sus piernas y se mantuvo flotando hasta que sus ojos se acostumbrar nuevamente, a la distancia veía el agua remoliéndose y diferentes puntos donde el vapor se elevaba en grandes cantidades. Pero no creía que eso terminara con Diddy, aunque estaba seguro que le causo alguna herida.
Sin perder tiempo busco la señal mágica de Nikol, la encontró no muy lejos, aunque débil y su pequeña flama de vida estaba rara, fue tan rápido como el báculo le dejaba, rodeo los arboles por donde aterrizo. La vio con la cara manchada de tierra, la ropa rasgada, su rostro pálido (pudo ser la luz, pero su pelo también se atenuó) y sus manos cerradas y apretadas encima de su regazo. Lo que le aterro fue el charco de sangre debajo de su cuerpo.
- ¡Nikol! - Dijo Harry al llegar a ella, la miro unos momentos, se encontraba realmente en mal estado- ¡Descuida te curare en unos momentos! -
Paso uno de sus brazos por sus piernas y la otra por la espalda, la levanto y se dispuso a ir al río de la isla. Con tanta agua podría curarla, dejarla e ir a nuevamente por Diddy. Se subió en báculo y se comenzó a flotar. Estaba por tomar rumbo cuando una fría y temblorosa mano toco su rostro, Harry la miro y vio que tenía los ojos abiertos.
-Tranquila, estarás bien, solo necesito agua- dijo Harry sonriéndole un poco. Negó con la cabeza lentamente y haciendo que un poco de sangre escurriera entre sus labios. -Si lo estarás…-
Nikol sonrió un poco mientras los ojos se le llenaban de lágrimas y levantaba su mano temblorosa, Harry se incoó en el báculo y dejo las piernas de Nikol en sus rodillas, llevo su mano libre a recibir lo que Nikol quería darle. En cuanto soltó aquella pieza sus esperanzas desaparecieron.
La pequeña y esférica piedra filosofal estaba cuartada y a punto de romperse. La boca de Harry se secó y sus manos temblaron, lo único por lo cual Nikol que seguía con vida era aquella piedra y con sus heridas dudaba que resistiera mucho tiempo. La mano en su mejilla le hizo fuerza atrayendo la mirada de Harry, Nikol le sonrió nuevamente.
-Lo siento, yo… debí de protegerte, tenía que evitar esto y…- murmuro Harry intentando contener las lágrimas que estaban en sus ojos.
Nikol abrió la boca y en un sonido gutural dijo- Mar… quiero… ver…-
-Debo curarte… aun no es el final- dijo Harry con el puño apretado y limpiándose las lágrimas con el antebrazo. -Aun puedo…-
La chica de cabello rojizo negó con la cabeza y de sus ojos salieron gruesas lágrimas, como pidiéndole que no le negara lo último que quería hacer. Entendía bien su mirada. Alzo el vuelo y sin perder un segundo más fue más y más arriba, no llevándola solo a la orilla de aquella isla. Si era su última petición ver el mar, le enseñaría lo impresionante que era. Se controló en su vuelo, pero no freno, esperando no causarle daño. Paso las demás islas sin problemas avanzando sin detenerse e incluso pasando la isla lago de largo. Hasta que llego a la isla de Diddy.
Fue a la orilla donde podía ver el archipiélago y el mar por completo.
-Nikol, ya llegamos- dijo Harry para que abriera los ojos, ya que en el trascurso del viaje los cerros.
Con su pelo cayéndole por un costado, con algunos mechones impregnados de sangre giro la cabeza, mirando el paisaje que Harry vio después de ver a sus padres. Las islas rebosantes de colores, el mar tan majestuoso como era y el sol a la distancia dándole un brillo único al azul del cielo. Empezando a crear los colores del ocaso. Lo miro por un rato hasta que Nikol tiro de su ropa. La observo derramar lágrimas mientras sonreía, y como le agradecía con la vista.
Aun en su puño cerrado Harry sintió la piedra quebrarse por completo, los diminutos filos se clavaban en su piel y como perdía su forma. Su cuerpo perdió tacto, se sintió impotente y sus ojos empezaron a llorar mientras apretaba los labios. Las piernas le temblaban, pero por Nikol se mantenía de pie.
De su mano surgió un brillo dorado, algo se filtró entre sus dedos y formo una especie de neblina la cual poco a poco tomo una imagen humanoide. Un hombre apareció, vestido con un atuendo de caballero, una sonrisa traviesa y una mirada tranquila, aunque sus ojos fijos en Nikol, la cual abrió la boca un poco al verlo. Ambos se encontraban frente Arthur Pendragón.
- ¿Arthuro? -preguntaron Nimue apareciendo con sus formas intangibles, mientras que parecían asombrados.
-Amigo- murmuro Merlín con la boca abierta y mirándolo.
Arthur se acercó a ellos y les sonrió, luego el abrazo sin decir nada más, cosa que para ambos magos le causó gran conmoción haciendo que se silenciaran y apenas reaccionaran.
-Es bueno verte- murmuro Nimue abrazándolo y sonriendo. - Es…-
Los soltó y volvió a mirar a Nikol, la cual parecía ver a Merlín y Nimue porque sus ojos pasaban entre los tres. Arthuro alzo la mano y acaricio al frente de Nikol, luego llevo su otra mano a la que mantenía en su vientre y la tomo con suavidad.
-Lo siento… yo… yo…- gimió Nikol con los ojos empezándose a nublarse.
-Descansa- fue lo que escucho Harry, fue la misma voz que escucho en las memorias de Merlín.
Surgió una sonrisa de los temblorosos labios de Nikol, comenzó a pesar más y más a Harry.
El fantasma de Arthuro miro a Harry, alzo la mano y la coloco en su hombro, luego le asintió con una enorme sonrisa y con su otra mano acaricio su cabeza. Se sintió muy bien, como si fuera un familiar. Las lágrimas de Harry no se detenían, salían sin control alguno mojando su barbilla y dejando que las gotas mojaran aún más a Nikol.
-Lo harás bien - dijo Arthur inclinándose un poco, y les dio la espalda a todos.
-Arthuro ¡NO, NO TE MARCHES! - dijo Merlín intentando alcanzarlo. -Podemos hacer que te quedes…-
-Mi amigo, todo siempre tiene un fin, este es el mío. - dijo Arthuro sin detenerse de su avance desvaneciéndose poco a poco en diminutas luces doradas- Los espero del otro lado, amigos-
Aquella sombra del alma de Arthuro se desvaneció.
-Tu vida… está... muy loca- murmuro en voz baja Nikol, cerrando sus ojos para siempre.
Harry gimió mientras sentía como su vida se apagaba, luego como aquellos años que la piedra la mantuvo viva pasaron por su cuerpo. De una chica de no más de veinticinco años a una anciana en cuestión de minutos, y luego su piel se cuarteo, se comenzó a desmoronar y desvaneciéndose en polvo, mientras que el viento los esparcía por todo el archipiélago. Al finalizar Harry se encontraba hincado, con la cabeza contra la tierra y los puños a lado de ella mientras maldecía y lloraba a todo pulmón.
-No fue tu culpa- dijo Nimue inclinándose y tocándole la espalda- No podías…-
-DEBI PROTEGERLA- Grito Harry mientras golpeaba el suelo con la mano- ¡ELLA NO TENIA QUE MORIR, EL NO DEBIO SACRIFICARSE POR MI, ¡Y PUDE HACE QUE NIKOL FUERA MAS FUERTE! TENIA QUE ALEJAR A DIDDY, NO PUDE EVITAR QUE MECONTRARA VOLDEMORT, Y NO PUDE SALVARLA. ME SALVO Y YO NO PUDE HACER NADA… no pude hacer nada- Alzo la mirada completamente enojada, abriendo la mano y viendo los trocitos de piedra filosofal- No puedo proteger nada… yo…-
-Eres joven, aun no terminas de entenderlo ¿Cierto? - dijo Merlín parándose a su lado y mirando por donde su amigo se fue- Nadie puede proteger todo, incluso con tu poder eres un humano… pero aun eres un chico que aprende a ser adulto-
- ¡NO TIENES IDEA DE NADA! - rugió Harry levantándose tomando a Merlín por el cuello y mirándolo con odio en los ojos, tanto que su iris comenzó a tornarse rojo. - ¡SI NO PUEDO PROTEGERLOS, LOS VERE MORIR DELANTE DE MIS OJOS! ¡MIS MANOS QUEDARAN LLENAS DE SANGRE Y LA PERDERE…- soltó su agarre y se tambaleo hacia atrás-… no quiero, no puedo verla morir en mis brazos! -
Merlín pareció no importarle su arrebato, bajo sus manos y de su cintura desabrocho los dos cráneos que tenía sujetos. Los levanto haciendo que Harry aflojara su agarre.
-Tú lo has visto- dijo Merlín mirando el cráneo negro- Intente proteger a Morgana del mundo y termine engañándola y haciendo que su odio fuera inmensurable. - volteo a la blanca- Arthur intento protegernos y su alma termino dentro de una piedra mágica. Los perdí a ambos- menciono juntando los cráneos y regresándolos a su cintura- Mi punto es que no puedes proteger a todos, a veces debes dejar que te protejan y siempre saber que si lo diste todo de ti no es tu culpa-
-Has paso mucho Harry- dijo Nimue parándose de frente- Y crees que el peso de las vidas de todos está sobre tus hombros, cuando la vida de cada quien la protege uno mismo. Por eso creaste Pendragón, para enseñarles a protegerse; ayudaste a tus amigos con su tienda, para que todos se divirtieran; aprendiste a hacer varitas, para darles herramientas adecuadas; has reunido a varias especies de seres mágicos, para que juntos defiendan su mundo; por eso estas aquí, para darles una mano cuando ellos se encuentren en el suelo. Ya has hecho todo lo que puedes y continúas avanzando sin ver que a los que intentas proteger, también desean protegerte-
-Todos tus amigos, tu familia, tus conocidos y de aquellos que has ganado su respeto y admiración están ahí, no los pierdas de vista- dijo Merlín girando los ojos a otra dirección. - Y por lo que yo se debes regresar por esa Hermione que amas, si no te rematara cuando te vea-
Harry temblaba aun solo que esta vez estaba limpiándose las lágrimas, mirando a esos dos y apretando los puños.
-Creí que no veían mis recuerdos- menciono Harry concentrándose, tenían razón, no era momento de depresiones.
Era cierto que había fallado en algunas cosas, que en otras acertó y que a pesar de todo no era su culpa todo lo malo que pasaba. Esa ideología que metió Vernon en su cabeza tras años de repetición y repetición debía ser desechada y olvidarla por completo, no podía salvar a todos y todo lo que sucedía no era su culpa. No importara lo que hiciera, si algo malo pasaría ocurriría con o sin su ayuda.
-Cuando te trasferimos mis recuerdos, pudimos ver los tuyos- dijo Merlín rascándose la nuca - Este siglo es muy molesto, antes las cosas eran más sencillas cuando vivíamos, si te soy sincero no quiero ver ese caos tan fastidioso-
-No tienes tiempo Harry- dijo Nimue también observando en la dirección de Merlín.
-Es cierto- dijo Harry parándose a su lado- Solo déjenme decirles una cosa, primera vez que me dicen algo que me ayuda, maestros-
De ambos salió una nada sutil sonrisa presumida.
-Tenías razón, me equivoque en algo- dijo Merlín colocando la mano en su hombro- Si alguien puede con Diddy eres tu-
-Eso seguro- dijo Nimue imitando a Merlín, pero con su otro lado- Solo espero que tengas un plan-
-Si- dijo Harry sorbiéndose la nariz- Es momento de utilizar su mejor arte elemental-
-No tendrás todos los elementos a tu favor -dijo Merlín sonriendo de una forma casi maniática – Haz lo mejor que puedas con lo que tengas-
Harry solo dejo escapar un "ja" y se concentró en el poder contenido en el báculo, aun parecía un pequeño riachuelo, se imaginó creando un surco más grande y haciendo que el flujo fuera más grande, y después se convertía en un rio que inundaba su cuerpo, hasta que la magia fluía con total nitidez. Y tal como lo imaginaba surgió en su cuerpo, haciendo que gimiera al sentirse como si su cuerpo quisiera explotar desde adentro.
Se preparó para la batalla que estaba por pasar. En todo el tiempo, desde que llego a la isla, mantenía sus pertenencias pegadas a él. Su cartera peluda estaba repleta de miles de cosas que almaceno poco a poco, y esta a su vez estaba guardada en su bolsa para la pierna donde descansaban los grimorios y un par de cosas más (como el mapa del merodeador). Harry se la quitó de la pierna, también su muñequera y, la sucia y vieja capa con capucha que era lo único que le cubría el torso. Dejo todo en el suelo con cuidado, movió sus pies quitándose el ya destruido calzado y los lanzo lejos. Por último, llevo una de sus manos a sus goggles, y los quito de un solo y firme tirón, revelando sus serenos y verdes ojos.
El sonido de alas batiéndose contra el viento, el gruñido de una bestia desatada y el aura oscura y fría aumento enseguida. De la orilla apareció Diddy, encarándolo con fiereza y dañado. Aquella explosión le había dejado la espalda sin escamas, con algunas zonas algo rojizas oscuras. Sus alas parecían chamuscadas y ensangrentadas. Harry levanto el báculo y lo puso a su costado.
Aquella sensación cambio en cuanto lo vio, no estaba triste, tampoco alegre, menos asustado. Avanzo con pasos cortos e incluso cuando llego a la orilla no se detuvo, continúo caminando. Sus pies dejaron el suelo y quedo suspendido en el aire, flotando sin ayuda, y su cuerpo parecía tan liviano como el mismo aire.
Volaba de verdad.
-Espero que no me guardes rencor -dijo Harry tomando el bacilo nuevamente - Porque en este momento me has hecho enojar de verdad- El rugido surgió como un viento caliente que amenazaba con quemarlo. Mas levanto el báculo y sonrió. - Antes que nada, vallamos a otro sitio, podríamos destruir todo este lugar. Expulso-
Una ráfaga naranja surgió del báculo, avanzo a Diddy el cual intento comerse aquello que le lanzaba, pero el hechizo tenía tanta potencia que el dragón demoniaco salió volando por los aires y siendo arrastrado por aquella magia. Harry trono su cuello, y salió volando a toda velocidad por el aire, con su control total en el aire, solo le bastaba un solo pensamiento para hacer cualquier cosa que deseara realizar. Volaba como si hubiera nacido para ello, no tenía que utilizar más escoba o cualquier otro medio para poder estar en el aire. Su magia lo mantenía el tiempo suficiente para hacer un vuelo de horas sin preocuparse. Pero en ese momento se concentración estaba en Diddy el cual estaba volando lejos del archipiélago y forcejeando contra el hechizo, no tardó mucho en desvanecerlo. Rugió embravecido y tan fuerte que el mar creo una onda tras otra, como una piedra en un estanque.
Harry se paró encima de la superficie del mar, mirando a Diddy, sin percatarse que no se hundía ni un milímetro. Diddy ya estaba lo suficientemente herido, lo cual lo volvía más peligroso, eso lo conocía bien al haber pasado por lo mismo y entender que entre en más peligro estuvieras tu instinto de supervivencia surgía más.
-Terminemos esto- murmuro Harry volviendo a rotar el báculo.
Harry no perdió el tiempo alzo la pierna y golpeo la superficie del mar con la fuerza de Utgar, creando una lluvia de gotas, que poco a poco se trasformaron en enormes estacas de hielo que apuntaban directamente a Diddy, también el agua se levantó formando un muro a su espalda de la bestia. Cuando Diddy volvió a arremeter contra con furia de un movimiento de su dedo índice lanzo todo contra el dragón. Enfurecido giro todo su cuerpo dando con la cola a todo aquello que estaba en la primera línea de ataque. La segunda ni lo toco, el fuego que lanzo fue azul, algo había cambiado, el ambiente se volvió frio y congelo todo a su alrededor. Haciendo una barrera de hielo natural entre Diddy y Harry.
-Genial, ahora también escupes hielo- murmuro Harry chirriando los dientes.
Sus protecciones le podrían defender bien, pero agotarían su magia y la mejor defensa en esos momentos era el ataque. De cualquier otra forma Diddy terminaría ganándole. Doblo las rodillas, e inclinando un poco su cuerpo hacia adelante. -Comprobare qué tan poderoso es un dios imperial demonio dragón-
Expulsó una gran cantidad de agua a todo su alrededor, ondeo con fuerza en cuanto sus pies despegaron y el aire al ser dividido silbo en sus oídos. Con el bacilo de enfrente golpeo el muro de hielo el cual destrozo el muro. Avanzo a toda su velocidad de frente, con su vista fija en cualquier movimiento que hiciera Diddy. Vio abrir la boca y aspirar un poco, movió todo su cuerpo a la izquierda a tiempo para evitar la primera llamarada azul y continúo alrededor de Diddy que intentaba darle. Una de las cosas que mejor aprendió de enfrentar a cuatro dragonas era que su visión era diferente, su visión era casi ciento ochenta grados, a excepción por un pequeño espacio en su frente que le obligaba a girar la cabeza para verlo mejor. De tal forma que fue de frente utilizando su vuelo, al llegar a él no se detuvo golpeo la cabeza de Diddy con el báculo y haciéndolo retroceder un poco más.
Giro sobre si, lanzando su cola para un gran golpe que Harry apenas y esquivo, miro sus dientes y sus filosas garras a centímetros de su rostro y pecho. Aun le costaba un poco moverse por el aire con su magia, su control mágico variaba y eso le estaba afectando. Golpeo la cabeza de Diddy un par de veces más, incluso recorrió su espalda dando múltiples ataques tanto mágicos como físicos, y algo fue seguro al golpear su espalda y verlo retorcerse y rugir con más fuerza, estaba muy lastimado.
Se descuidó al tener ese pequeño momento en el cual vio posibilidades de terminar con todo, pensó con lentitud sobre lo que debía hacer y los picos de la cola de Diddy nuevamente se encontraron con su persona. Sin protección y apenas teniendo la magia de Utgar activa, sintió varios cortes y dolor en todas partes del cuerpo.
Termino nuevamente golpeando la superficie del agua. Harry miro a Diddy congelar la superficie del agua, aletear fuera del agua intentando encontrarlo y dejándose caer en la placa que creo. Más Harry ya tenía claro como derrotarlo.
Haciendo uso de su magia de agua y su nuevo vuelo giro en el agua (aun no aprendía a nadar solo) se impulsó por el mar creando una corriente de agua y burbujas a su alrededor, descendió muchos metros rápidamente. El agua se ilumino de un color rojizo y azul cuando Diddy lanzo nuevas tandas de fuego al mar. El fondo cada vez se volvía más oscuro y frio, la presión le taponeo los oídos a Harry y le costó más controlar su dirección, aun así continuo. Paso casi nada de tiempo hasta que alcanzo el fondo marino, encontrándose una sorpresa, varios buques y barcos marinos de todas las eras hundidos, le hubiera gustado investigarlos, pero lo primero era Diddy. Fue a la parte arenosa y rocosa del fondo, al alcanzar el aire comenzaba a faltarle. Soltó el báculo y se quedó suspendido por el agua, coloco sus palmas directamente y dos círculos mágicos aparecieron, uno amarillo y otro verde intenso, las runas comenzaron a calentar el agua y hervirla, pero no tenía tiempo para seguir observando.
Subió el triple de rápido, avanzando en línea recta y viendo la pequeña mancha que se movía a la distancia. Cuando su cabeza rompió la superficie jadeo con fuerza atrayendo más aire de lo que necesitaba y de paso llevándose algo de aire consigo mismo haciendo que le doliera la cabeza. Su piel sintió el agua más helada por el hielo que cubría el lugar. Abrió los ojos mirando a Diddy de espalda.
- ¡HE TU LAGARTIJA SOBRE DESARROLLADA! - Grito Harry alzándose del agua volando, escurriendo por todos lados y un ligero dolor de cabeza, terminaría esa pelea en ese momento o no habría posibilidad después. - ¡HE GALLINA CON ESCAMAS ESTOY AQUÍ! -
Diddy giro la cabeza y se impulsó para girar algo que pareció mover sus cientos de kilos corporales, lucia igual de imponente y fuerte. Pero era un todo o nada para Harry. Diddy avanzo con lentitud como si viera la batalla ya ganada.
-¿Quieres conocer a unos amigos? Porque están por llegar. - dijo Harry moviendo su mano sobre el borde curveado del báculo y creando un corte limpio del cual comenzó a salir aire- Te los presentare, pero no te gustaran -El báculo lo movió con su mano a la izquierda formando un círculo mágico de color azul claro, mientras que con su mano derecha formo otro círculo uno rojo y que tenía su sangre en el centro. - ¡DARAKO MEA KULOHELOHE AERA, NERO, ANEMOS, FOTIA ¡-
Del círculo rojo salto una llamarada que avanzo y aumento sobre si misma varias veces y quemando la magia de Harry; De la derecha salió un tornando que creció y aumento de tamaño hasta alcanzar un tamaño impresionante y aun así siendo más pequeños que Diddy. Y de entre el tornado y el fuego salieron dos garras, y aparecieron enormes colacuernos húngaros que eran formados de sus respectivos elementos. Viendo el peligro en que se encontraba Diddy este intento eliminarnos de inmediato lanzándose con sus garras por delante y las fauces abiertas. Pero no sería tan fácil, el agua exploto revelando a un tercer dragón hecho de agua y trozos de hielo. Los tres rugieron lanzando; un chorro a precion; una onda de aire velos y fuego puro directo a Diddy. Retrocedió por el impacto en sus alas. Cayo a su propio hielo, cuarteándolo y haciéndolo pedazos, antes de que se adentrara al atlántico unas faces aparecieron de dentro del agua y aprisiono la cola de Diddy el cual rugió lastimeramente. El dragón salió arrastrándolo por el cielo y creando que el agua se agitara más. El dragón de tierra era más de roca marina y arena, pero debía funcionar de alguna forma.
-Uno de los Hechizos más poderosos de Merlín, lo llamo Despertar elemental- dijo Harry jadeando y mirando su mango aun sangrando- Por cada elemento que no esté a tu alcance requiere un pago. Pero para derrotarte yo daría un poco de mi sangre- El dios Imperial Dragón Demonio giro sobre si y mordió al dragón de tierra el cual ni se inmuto, pero si desprendió un pedazo de su pierna. -Chicos, vamos a darle la golpiza de su vida-
Los tres dragones avanzaron sin siquiera dudarlo, Harry también, volando directo a donde estaba Diddy y el dragón de tierra forcejeando. El primero en llegar fue el dragón de agua el cual aferro sus garras al rostro de Diddy y mordió su nuca; el segundo el de fuego el cual se aferró piernas y lanzo llamaradas; El de tierra no se desprendía de su cola; y el de Aire llego a su espalda arañando e intentando lastimar más su punto débil. Subían por el dragón de aire que creaba poderosas corrientes de viento que provocaba que subieran más y más a pesar de que eran cuatro colosales monstruos que estaban intentando matarse. Harry llego detrás de ellos, tomando su espalda y comenzando avanzar con el viento golpeándole el rostro, el calor quemándole, los diminutos trozos de piedra agitadas por el viento y sintiendo como el agua salpicaba sus piernas.
Diddy lanzaba bocanadas de fuego intentarse quitar al de agua que se evaporaba poco a poco, algunas que otras veces las de hielo que golpeaban al colacuerno de fuego que parecía no importarle. Harry tenía que terminar, su magia estaba agotándose por completo (Mantener cuatro dragones hechos de puro elemento era exhaustivo) y su cuerpo se sentía más pesado. Avanzo hasta donde la espalda de Diddy se veía de color rojo y carnoso, la sangre que brotaba tenía un color morado y estaba saliendo de una que otra cortada provocada por el dragón de viento. Ordeno detener su ataque y que detuviera las alas de Diddy y enseguida dejo de atacarlo para morder y rasguñar sus seis alas.
Las cosas estaban saliéndose de control, aquellos cuatro dragones le estaban costando cada gramo de su poder mágico y de su concentración, tanto que apenas mantenía de la Utgar en su cuerpo. Un solo ataque con todo su poder era lo que necesitaba. Alzo las manos y el báculo al cielo, los dragones soltaron a Diddy se elevaron y el cuerpo ya dañado del dios imperial demonio dragón se derrumbó. El daño en sus alas era bastante y su cuerpo estaba forcejeando por estabilizarse. Un nuevo circulo se formó sobre de ellos más grande y de múltiples colores, los dragones elementales se dirigieron al círculo volando e ingresaron de la misma forma que salieron. Incluso su magia de Utgar fue absorbida.
-Te prometo cuidar de ti, de tu reencarnación- murmuro Harry al momento de levantar el báculo y meterlo dentro del círculo mágico, absorbiendo toda su magia, la magia de los dragones y la de Utgar en un solo momento. - ¡MERATALUX! -
El báculo se ilumino de color dorado, y en los topes se volvió puntiagudo y de color plateado. Sin pensarlo dos veces atravesó la piel de Diddy, la luz fue al lugar donde la punta lo perforo y se coló en su piel como si agua fuera. Según Merlín la técnica atravesaría cualquier objeto de un lado a otro con una lanza de elementos, y decía "según" por qué nunca lo logro al no tener capacidad de manejar los cuatro elementos. Parecía que no era de esa forma, la luz plata comenzó a iluminar algunas partes de Diddy, como hubiera contraído viruela plateada y antes de que supiera de qué se trataba líneas de luz surgieron desgarrando, rompiendo y empalando en un centenar de veces a Diddy.
Rugió lo más fuerte que pudo hacerlo y luego se quedó quieto, totalmente quieto incluso flotando en el aire. Freno tan en seco que las fuerzas de Harry fallaron, sus manso temblaron y el báculo se le resbalo, se dio contra el costado de Diddy, rodo y se perdió de vista.
Todo le pareció como una vieja película de blanco y negro, con su poca conciencia Harry vio del cuerpo de Diddy surgir fuego negro que se comenzó a arremolinar a su alrededor. De ahí donde fue su último ataque comenzó a surgir un vórtice negro, como un agujero infinito que estaba atrayendo el cuerpo y magia de Diddy.
-Sí que me has sorprendido- dijo la voz de Merlín en su oído, no lo veía, pero estaba seguro que su voz sonaba algo divertido. Luego apareció frente a él al igual que Nimue. No tuvo ni que preguntar que hacían ya que lo contestaron solos- Ya necesitas nuestra magia, aun no terminas y estas que das pena-
-Has cumplido con tu palabra, no cabe duda que Arthur tenía razón, lo harás muy bien- dijo Nimue sonriéndole.
-No será suficiente la magia que tengan- dijo Harry retrocediendo un poco, el vórtice lo estaba succionando también. Si no se retiraba correría la misma suerte que Arthur Pendragón.
-Sí, si trasmito todo de mi a ti- dijo Merlín tocando su frente con una sonrisa algo malvada.
-No solo lo de el- dijo Nimue haciendo lo mismo, solo que con una sonrisa más angelical. - Cuando lo hagamos tu tendrás el poder suficiente para terminar el trabajo, solo que nosotros ya no estaremos, dejaremos de ser objetos mágicos para solo ser magia pura. Tu magia pura-
-No, debe…. existir… otra forma- apenas logro murmuro Harry intentando quitar sus manos, pero eran intangibles y con su nivel de magia estaba destinado a fracasar.
-Ya nos has mostrado la forma- dijo Merlín inclinándose- Además, nosotros debemos seguir a nuestro antiguo rey. Nos está esperando ¿Recuerdas?-
Lo pensó un momento, el fuego y el vórtice estaba haciéndose más fuerte, fundiendo el cuerpo de Diddy.
-Gracias por todo, fue un privilegio el conocerlos- murmuro Harry jadeante y sonriéndoles.
-Cierto, fue todo un privilegio el que me conocieras-
-No lo escuches es un estúpido, se fuerte Harry-
Las imágenes se volvieron doradas al igual que Arthur, se hicieron fuego y fluyeron desde la frente de Harry hasta sus manos, donde estas se volvieron rojas y con llamas doradas. Se dio un segundo para que su mente se aclarara con la magia aumentando drásticamente, fue a al vórtice y se preparó con las manos delante, parecía como un hueco en el tejido de Diddy, un enorme y escalofriante hueco que estaba consumiendo todo a su alrededor. Sujeto las orillas de milagro y comenzó a jadear al sentir sus fuerzas irse. Pasó un minuto sosteniendo el colosal agujero, y su frente se llenó de sudor, su piel comenzó a desgarrarse y lo único que escucho fue como el jadeo que hacia Diddy aumentara cientos de veces y saliera de sí mismo.
- ¡Qué esperan, VENGAN! - grito Harry después de esperar otro par de minutos.
Harry apretó con fuerza sus manos impidiendo que se cerrara, ya que el cuerpo de Diddy estaba casi convertido en fuego negro, intento hacer el hechizo más fuerte, el fuego dorado que cubría su mano se comenzó a absorber también. Entonces un hermoso sonido sobre natural lleno el aire, como aquella vez que peleo contra Voldemort, solo que esta vez el sonido era proveniente de aquel fuego que entraba en espacio vacío. Y sabía que era un llamado. Se llenó de esperanza, seguro de que lo lograría, lo impulso para resistir con su escasa fuerza y lleno su corazón de un sentimiento cálido.
Un punto apareció a su derecha de inmediato, estaba tomando forma cuando se dio cuenta que de todas partes se acercaron muchos puntos plateados, y por un segundo pensó que era un ataque. Vio que eran diferentes criaturas formadas de humo, la cual le miraban curiosos. Algunos eran criaturas mágicas, otras criaturas no mágicas, le llamo la atención ver a un par de animales acuáticos intentarse acercar.
- ¡NO, NO ES PARA USTEDES! - Grito Harry alejando a los espíritus que los circundaban.
-Entonces, ¿Para quién es mi señor? -pregunto una voz vieja y gruñona a su costado, vio la figura del duende dándole la espalda y manteniendo a raja a un grupo de espíritus ansiosos.
- ¿Kre…Kre…Kreacher? –pregunto Harry con la voz jadeante.
-Si mi señor, escuche su llamado- dijo Kreacher deteniendo a una lagartija vieja y sin cola para lanzarla lejos.
-Igual que nosotros- dijeron unas voces conocidas.
Observo algunos espíritus humanos que lo protegía. He incluso una Nikol que estaba al lado de un señor muy parecido a él y una señora que parecía muy furiosa. Vio a muchos de sus familiares o aquellos que se le parecían, también a su padre y madre alejados y defendiendo el sitio de los miles de espíritus que rondaban el lugar.
- ¡MAMÁ, PAPÁ! - Grito Harry intentando llamarlos, pero ellos solo le sonrieron, agitaron la mano y continuaron alejando a los animales.
-No tienes mucho tiempo Harry- dijo una pequeña e infantil voz a su derecha. El mismo primer punto que apareció, solo que su forma estaba difuminada y no lograba verla bien. Más sabía a quién pertenecía. - ¡Date prisa y has que tu madre o padre entre! -
- ¡Amiji! -murmuro Harry con una sonrisa torcida en sus labios. - Yo… lo siento tanto, tu…-
-Ya me lo has dicho Harry, y sabes mi contestación- dijo la voz de Amiji y vio el aguijón encendido en fuego plata.
-Siempre has estado conmigo- dijo Harry al entender por qué su dual máxima bombarda empezaba con una flama con forma de escreguto. - Me has ayudado a…-
-No podía dejar a mi amigo solo y… ese es nuestro hechizo- dijo Amiji levantando el aguijón y colocándolo en su mejilla, dándole calor y más seguridad.
Harry miro a su madre la cual también le miraba y le mandaba un beso, mientras su padre hacia todo el trabajo, manteniendo a un gran rinoceronte de múltiples cuernos solo. Recordó sus palabras una vez más {Solo una cosa más; pronto tendrás que escoger y cuando lo hagas sé qué harás lo correcto, nosotros estamos bien y pronto reencarnaremos, sin embargo, ella aún espera continuar a tu lado y creo que tú también la extrañas}
-Iré por tus padres aguanta un poco…- comenzó Amiji mientras retiraba su aguijón.
-¡NO!- dijo Harry con las manos temblorosas -Entra tu Amiji-
-Pero…-
- ¡TE FALLE! - Grito Harry al sentir como el hueco se hacía más y más chico y el fuego dorado de Nimue y Merlín desaparecía- ¡NO LO HARE UNA SEUGNDA VEZ! ¡MIS PADRES HAN VIVIDO, KRACHER E INCLUSO NIKOL, PERO TÚ NO! ¡TU… SOLO VIVISTE MENOS DE UN AÑO Y TE DESCUIDE MUCHO! ¡FUI COMO UN PESIMO AMIGO! ¡ENTRA, PORFAVOR, YA NO AGUANTO! -
- ¡¿Eso quieres?!-pregunto Amiji con voz rara y leve gemido.
- ¡Es mi decisión! - jadeo Harry con las manos muy juntas ya que el hueco no era más grande que un círculo de diez centímetros, sus pulgares estaban manteniéndolo abierto.
Estaba por ceder, su mente se desvanecía a cada segundo y su magia estaba casi vacía, y como si su panorama no fuera malo, sintió arder su pierna y como su sangre hervía, como el fuego ascendía por sus venas y quemaba su interior.
- ¡AAAAAAAHHHHHH! - grito Harry cuando la lengua de fuego negro atravesó su costado a la altura de su cadera. Una segunda y tercera lastimaron su espalda y cuando estaba una dirigiéndose a su pecho se detuvo.
Volteo a ver el hueco y observo la imagen de Amiji adentro, nítida, aunque muy pequeña.
-Renacer hace que olvides todo tu pasado, estaré nuevamente a tu cuidado, espero que me ames tanto nuevamente- dijo Amiji antes desaparecer adentro. - Eres mi mejor amigo Harry-
La conciencia de Harry titilo, no supo cómo, solo que golpeo el mar y su cuerpo dolió, entre sus brazos algo brillaba, de un color rosa intenso y grande. En cuanto dejo de brillar vio un huevo echo con un cascaron parecido a escamas, aunque eran rosas y parecía tener plumas dibujadas en algunos lugares. Intento nadar mientras el agua se teñía de color rojo, solo que entre más lo intentaba más se hundía. Con sus manos sujetando el huevo y su pierna inútil le era imposible evitar que la marea lo hundiera.
El báculo le vino a la mente, no vio ni siquiera donde termino, lo que sabía es que tenía que conseguirlo o si no moriría ahogado.
{Accio} pensó Harry soltando su brazo derecho y estirando todo lo que podía, espero mientras el aire escapa y sus pulmones se llenaban de agua. Su palma sintió algo duro y cálido, lo apretó y envió los restos de magia que tenía.
Salto del agua y se mantuvo a flote, como pudo subió al báculo y con la lentitud de una tortuga fue a la isla del principio. Tardo cerca de media hora en llegar a tierra, cojeando y dejando un camino de sangre por donde pasara.
Su cuerpo temblaba y estaba mirando todo amarillo, aunque lo que le hacía continuar era el pequeño punto mágico que percibía y no dejaría escapar. Su pierna cedió, termino sujetándose del báculo para no caer por completo, con su pierna en el piso y sin movimiento y su cuerpo de lado. Estaba con la cara golpeada, el cuerpo rasguñado, apuñalado y cortado, sujetando el huevo con ambos brazos e intentando mantenerse semi consiente. Y de pronto algo pequeño le toco la cara, sus ojos negros estaban preocupados, su hoja la tenía caída y de un verde muy claro.
Ni siquiera se percató cuando lo escalo hasta su rostro, aunque no estaba muy lejos del suelo.
-Marlow… ¿Te encuentras bien?- dijo Harry dejándose caer con la espalda contra un árbol, estirando las piernas.
La noche ya estaba encima de ellos, las estrellas brillaban como nunca antes, la luna plateada les daba la luz suficiente para ver todo y la calma le adormilo.
- Mira…- murmuro Harry sonriendo, abriendo sus brazos y mostrando el huevo a su amiguito - Ella es tu nueva amiga, su nombre será…. Supongo que algo parecido a Diddy… tal vez… Si, será: Dragona Angelical Imperial Renacida de Amiji-
Marlow sujeto el huevo con su garra, siguiendo el ejemplo de Harry abrazo el huevo, luego con la mirada le pregunto lo que tanto ambos esperaban.
-Sí, ya podemos irnos de este lugar. Los tres juntos. Tú, Daira y yo. Estoy en camino Mione-
