Estoy de racha, una semana y vuelvo a subir. Como en los viejos tiempos. Me dan ganas de llorar. Aunque no es momento, eso viene en el capítulo… espero.

Es mucha lectura y sé que les encanta, así que no me enrollo. Los dejo que continúen leyendo. La próxima semana preguntas para dedicatorias. Prepárense para una lluvia de preguntas.

Sin más que decir, los deja su amigo Caoz con este mensaje: Lean, disfruten y dejen su comentario.


Los personajes le pertenecen a J. K. Rowling


Capítulo 78.- Después de la fiesta… (After Party…)

McGonagall la llevo a la enfermería mareaba, temblando, agitada y sudorosa. Madame Pomfrey no podía ayudarla ya que su diagnóstico solo era un terror profundo. El siguiente día del incidente no comió, no hablo y aunque lo intentaron no soltó el desiluminador, esperando que en cualquier segundo su voz sonara y pudiera ir a su lado. Le temblaban aun las manos, incluso una semana después de despertar de tan alterada. Las cosas estaban mal para Hermione, desde ese sueño no se encontraba bien, sus pensamientos estaban revueltos y cuando se concentraba viajaba a donde se encontrara Harry. Viéndolo con el fuego desgarrándolo, su mirada de dolor y el grito lastimero resonando en su sus oídos, a pesar de que no pasara nada a su alrededor.

Después de eso en los siguientes días algunas noches no dormía de tan solo creer que en su sueño aparecería Harry muerto, cosa que no era nada bonita. En esas noches que despertaba sobresaltaba, las palabras de Harry y su comportamiento durante el anterior año lo entendía mejor. Incluso sus palabras antes de ir al ministerio le parecían correctas en ese momento, "POR QUE TODAS LAS NOCHE SUEÑO QUE MUEREN" y lo aceptaba ese sueño desgarrador era una puñalada en su corazón. Una que no sanaría hasta verlo junto a ella.

-¿Tienes algo?- le preguntaban siempre que la veía.

Y contestaba lo mismo- Si ¿Por qué preguntas? - Aunque por dentro sentía un ansia de salir a recorrer el mundo, solo para encontrar a Harry.

Estaban ya en Diciembre y la nieve formaba remolinos tras las heladas ventanas; se acercaba la Navidad. Aunque Hermione estaba expectante de otra fecha.

Como todos los años y sin ayuda alguna, Hagrid ya había llevado los doce árboles navideños al Gran Comedor; había guirnaldas de acebo y espumillones enroscados en los pasamanos de las escaleras; dentro de los cascos de las armaduras ardían velas perennes. Claro que esta vez le fue muy fácil con la ayuda de su varita, hecha por Harry (Cosa que se lo recordaba a cada paso por el castillo). Colgaron del techo del comedor adornos en cada lateral, ocultando que este dejaba de mostrar el cielo y solo se veía piedra. En algunos de los pasillos colgaban a intervalos regulares grandes ramos de muérdago, bajo los cuales se algunos chicos se juntaban y le veian cada que pasaba por allí, pero no les prestaba real atención. Aunque uno que otro Pendragón fue besado y en el caso de Sofí, varios chicos se le lanzaban encima, por su carácter y su entrenamiento se los quitaba de en segundos (lamentablemente los mandaba a la enfermería donde tenía que curarlos).

Sus amigos y sobre todo sus amigas insistían preguntándole por sus cambios de humor el que no durmiera bien y el que pareciera despistada. Más no contestaba o desviaba el tema. Había pedido a McGonagall que guardara el secreto de lo que le paso a Harry, también le dijo a Lavender y Pavati que solo fue una pesadilla. Cosa que se creyeron después de verla seguir su rutina diaria y guardar las apariencias.

En otras circunstancias el ánimo de celebración y algarabía seria tal que ella incluso participaría, pero sin Harry y con esa imagen aferrada en su mente no tenía ganas ni de intentarlo. El Desiluminador siempre se encontraba aferrado a la muñequera, encerrado en su puño y lo dejaba a la vista donde pudiera tomarlo lo más aprisa si es que este sonaba.

Ron era quien se había percatado de todo y de alguna forma dedujo que paso algo malo paso con Harry, estaba a su lado y evitándole cuestionamientos por sus ojeras o que pareciera taciturna. Incluso Daphne parecía algo celosa de que por momentos le prestara más atención.

-Es algo que prefiero guardar por ahora- dijo Hermione a Daphne. Recién acaban de levantarse y se dirigían al comedor. Viendo lo que podría provocar decidió aclarar las cosas y había quedado temprano para decirle por que el cambio de actitud de Ron y el por qué ella estaba de un humor diferente e incluso irritable. Pero seguía negándose a decir lo que vio.- Pero te aseguro que Ron esta así conmigo para no ponerme más triste-

-Eso lo sé- dijo Daphne rodando los ojos- Lo que quiero saber es que pasa ¿Es sobre Harry?-

No contesto, y miro por la ventana y vio la nieve acumulada. Siendo un recordatorio que en tan solo dos días seria el trece y entonces tendría que tomar una decisión. Olvidarse de esperarlo o ir en su búsqueda.

-Ya veo- continuo Daphne frenándola con un abrazo repentino, algo que no pasaba muy seguido entre ellas- Es Harry… ahora entiendo por qué Ron también parece taciturno-

-No le digas a nadie- dijo Hermione separándose al ver que comprendió su amiga, por lo menos un poco de la situación- Si todos los Pendragón se entera, no solo el ánimo decaerá, la esperanza de terminar con esta guerra la perderán y eso será peor que el que no regrese pronto-

-¿Ya le has dicho a Dumbledore?-pregunto Daphne retomando rumbo.

-No está en Hogwarts, salió de viaje- murmuro Hermione viendo que nadie las escuchara- Y McGonagall no sabe cuándo volverá-

Entraron al comedor, donde muy pocos se encontraban levantados. Vieron a Neville en la mesa, con un libro de Encantamientos. El profesor Flitwitch les dejo una lectura de la quintaesencia y el pobre tenía problemas para terminarla. Sus entrenamientos individuales matutinos, eran más duros por el clima y el que la fecha de la profecía se encontrara en puerta no le ayudaba a nadie. Parecía tan decidido a avanzar más y demostrarle a Harry que era un digno amigo que incluso parecía otro, esa era otra de las razones que no se atrevía a decir su sueño en voz alta.

-¿Estudiando duro o durando en el estudio?- dijo Daphne sentándose enfrente.

-Por qué no ponen las cosas más claras en los libros- se quejó Neville cerrando de un sopetón el libro- Ya no entiendo nada. ¿Qué es eso de energía vacío y el quinto elemento? -

- En la Edad Media, la quintaesencia era un elemento hipotético, también denominado éter. Se le considera un hipotético quinto elemento o "quinta esencia" de la naturaleza, junto a los cuatro elementos clásicos: tierra, agua, fuego y aire.-respondió Hermione y al ver la cara de no entender de ambos suspiro- Los elementos que se pueden controlar con la magia son esos cuatro, aunque muy pocos lo han logrado controlar uno o dos. Y ninguno, que se sepa, ha controlado el quinto. Si se supiera de donde viene o que es, abriría un mundo nuevo a la magia. Eso es todo lo de la quintaescencia-

-Sigo sin entender que tiene que ver la energía vacío, si tiene energía no es vacío ¿o sí?- dijo Neville guardando el libro.

-También es teórico- explico Hermione apoyándose sobre su mano derecha. Ambos la miraron enseguida, aun lucia de un color rosa y desde su sueño avanzo con más rapidez, el color ahora estaba hasta su codo y nada de lo que hicieran madame Pomfrey o Sofí ayudaba, incluso la Doctora Emma no tenía idea de que le pasaba.- Se cree que es un fluido, hipotético, invisible, sin peso y elástico, que se considera que llena todo el espacio disponible en un cuerpo y que constituye un medio de trasmisión de magia. En otras palabras un medio de absorción de magia del entorno a nuestro ser. O eso se cree-

-No entendí nadita- dijo Daphne tomando un plato y comenzando a servirse- Así que intentare entender por qué sabe tan rica esta avena-

-¿Entonces son hipotéticos?-pregunto Neville apuntando en su pergamino.

-A menos que conozcas a alguien que maneje cuatro elementos mágicos y que pueda absorber magia del entorno en que se encuentre- dijo Hermione siguiendo los pasos de su amiga.

-Eso sí que me suena a un poder genial- dijo la voz de Ron sentándose a lado de Daphne, dándole un beso y mirando el brazo de Hermione- Sigue rosa-

-Sigue rosa- dijeron los tres.

Mientras se servían y Ron llenaba su plato de salchichas, llegaron Sofí y Luna, además de Colín el cual llevaba su cámara en el cuello y nieve en los hombros. Precia que no tenía mucho que salió del castillo. Suponía que para tomar algunas fotos de la misma naturaleza.

-¿Y a quien llevaras a la fiesta?-pregunto Ron comiendo dos salchichas a la vez.-Neville llevara a Luna, Daphne y yo, además de que seguro irán ustedes dos ¿No?- señalo a Sofí y Colín los cuales tenían sujetas sus manos sobre la mesa.

-No tengo invitación-dijo Sofí alzando los hombros y mirando a Colín que la imito.

-El profesor intento que fuera de fotógrafo y me invitaba- dijo el chico moviendo la cámara- Pero no me intereso, prefiero provechar ese día para estar con Sofi-

Cualquiera hubiera notado la sonrisa de felicidad de Sofí y como Colín apretó más su mano.

-Que eso no te detenga- dijo Hermione revolviendo su cereales, realmente no tenía hambre.-Yo los invito a ambos-

Saco un pergamino morado de su túnica y lo dejo en la mesa. En él se veía escrito las palabras "Fiesta de Navidad: Club de eminencias" El contenido era muy simple, letras doradas con adornos de estrellas y arbolitos en el cuales rezaba:

"Hermione Granger esta cordialmente invitada a la fiesta de navidad que daré. Como su profesor me sentiría honrado en que asistiera junto con un acompañante. Se celebrara el día 14 de Diciembre en el despacho de pociones.

Su profesor Horace Slughorn"

En lo que leían Hermione fue a tomar algo de fruta de la mesa de Raveclaw, intentando que algo de apetito le surgiera. O por lo menos tener algo de fuerza.

-¿Por qué fue cambiada al catorce?-pregunto Ron al abrir su carta, al parecer ni lo intento antes- ¿No era el veinte?-

-Por problemas técnicos- dijo Hermione quitándole importancia.

Aunque volteo a ver el techo nuevamente, estaba bien oculto por los adornos pero se notaba que la imagen se estaba volviendo inestables e incluso casi comenzó transparentarse. Lo más seguro es que los enviarían algunos días antes a los alumnos a sus hogares, para evitar que el pánico se desatara en cuanto se enteraran de la perdida mágica y lo débil que se encontraba el lugar. Incluso habían cancelado las peticiones para que alguno se quedara en el colegio.

-Vean el lado bueno- dijo Luna apretujándose contra Neville- Nos iremos a casa antes-

-Espera…- dijo Sofí volviendo a mirar la invitación- Dice un acompañante y nosotros somos dos-

-Solo necesitas dos- dijo Hermione comiendo unas uvas- Yo no iré-

-Pero... ¿Por qué?...-preguntaron en general.

-Tengo mi agenda llena y me dará dolor de cabeza preocuparme por otra cosa- contesto Hermione con un poco de honestidad. Su agenda de entrenamiento y estudio no dejaba horas libres, incluso muy entrada la noche ya que se la pasaba en vela. Y tenía un enorme dolor por solo el nervio de la fecha de la profesia.

Estaban por hablar Luna, Daphne y Sofí cuando las lechuzas comenzaron a entrar. Un grupo bastante pequeño, ya que algunos estaban ya incluso preparados para salir de Hogwarts. Una lechuza con un sombrero puntiagudo y una túnica pequeña y morada se les acerco, enseguida no pudieron evitar casi carcajearse por su aspecto. El logo "W & W" estaba en el sombrero, aquella lechuza estaba realmente incomoda y aun así llego a ellos, aunque no fue la única. La lechuza de los gemelos llevaba un largo pergamino y la otra una carta, aunque por el sello supo que era de Krum y las otras dos traían el quisquilloso y el profeta.

-Mira- dijo Ron señalando el profeta- Cupones de descuento para Zonko ¡GENIAL!-

-¿Qué es esto?- pregunto Neville alzando el quisquilloso y desprendiendo un pequeño frasquito con algo rojo en interior.

-Mezcla de sangre de nomo y acrolacia- dijo Luna tomándolo y abriéndolo. El olor fue bastante fuerte, era como si los hubieran sumergido en una nube de dulce y picante.- Es para espantar a los troposoplos-

-Cierra eso- dijo Daphne comenzando a toser.- Huele muy empalagoso, y creo que espantaría hasta a un dragón-

En lo que discutían si el olor merecía la pena o no y si espantaba solo troposoplos o a medio mundo, Hermione leyó las cartas. La primera fue la de Krum.

"Querida Hermione:

He escuchado mucho de lo que has hecho, felicidades por tu asignación como parlante Runico y estoy seguro que continuaras avanzando mucho más. Espero te encuentres bien y que estés pasando esta temporada perfecto. He estado pensando pasar mis vacaciones en Londres, espero que nos podamos ver y que poderte ayudar en cualquier cosa que necesites. Estaré en el caldero chorreante desde el 20 de Diciembre.

Con gran afecto

Viktor Krum"

Alzo una ceja viendo la carta, ciertamente sonaba a Krum, incluso su letra la conocía. Lo que no entendía era por qué daba tanta información de lo que haría y su locación. Eso era una tontería en los tiempos que corrian. Además de que no tenía razón de pasar las navidades en Londres, no a menos que necesitara algo.

Desenvolvió el segundo pergamino encontrándose con la letra de los gemelos.

"Para la chica más manipuladora, malvada, lista y calculadora de todo Hogwarts:

Solo queríamos informarte que tu pedido está completo. Ha excepción del roció no tocado y bañado a la luz del amanecer. De verdad ¿A quién se le ocurre utilizar algo de esa forma para un ritual? Lo intentamos, enserio, pero después de la centésima prueba y de checar su poder, hemos detectado que no se puede crear artificialmente y que no encontramos un lugar que pueda reunir esas especificaciones. Deberías consultar con McGonagall sobre eso.

Cuando lo necesites puedes enviarnos un mensaje e iremos a entregarlo personalmente.

También quisiéramos ver que es lo que haces con todo esto, es pura curiosidad y nos gustaría entender para que tanto. ¿Sabes cuánto cuesta hacer que un simple frasco se bañe en luz de luna durante un mes? No puedo creer que consiguiéramos hacer algunos de más, los de repuesto y por si las moscas (lo hicimos por experiencia, el sobrante es bueno). Estamos agotados y ni hemos logrado dormir bien, me debes… nos debes un gran favor.

Esperamos que cuando subas a una posición prestigiosa en el ministerio y nos metamos en un lio gordos nos apoyes o que nos saques de azkaban.

Tus queridos y guapos gemelos, Fred y George."

¿Queridos y guapos? Pregunto Hermione alzando una ceja. Desde cuando se consideraban queridos por ella, si la mayoría del tiempo se quejaba de lo mandona que era. No pudo reprimir una cara de molestia, esa carta era un signo de que todo avanzaba peor y peor. No podría hacer el ritual sin el roció y adquirirlo le llevaría mucho más tiempo, ni siquiera Dumbledore o Mavra le podría ayudar en eso. Lo cual significaba que tendría que esperar hasta después de las fiestas.

-¿Malas noticias?- dijo Sofí que se cambió de lugar y leía sobre su hombro.- ¿Krum? ¿Ese Krum? ¿Con el que dijeron que engañabas a mi hermano?-

-¿Viktor te envía cartas aun?-pregunto Ron algo molesto.

-Solo me avisa que viene de vacaciones y quisiera verme-Dijo Hermione soltando un largo suspiro.- Nada importante-

-Claro, no es nada importante aquel que te beso y que por poco hace que terminara lo tuyo con Harry- murmuro Ron extendiendo el quisquilloso.

Sofí se cruzó de brazos le miro con una ceja alzada y comenzó a palmear el pie contra el suelo.

-¿Qué?-pregunto Hermione guardando las cartas.

Quito una mano y se la llevo a la frente- Meterán a mi hermano a Azkaban por asesinar a dos idiotas-

-Uno lo merece y al otro ya le rompió la nariz- comento Neville abrazado a Luna y riéndose un poco.- Y no creo que sea tan rencoroso-

-Cuando se trata de Hermione mataría sin pensar…- murmuro Ron sacando un sonrojo de ella, y ganándose un golpe con el codo de Daphne- oouch-

Los siguientes días puso nervioso a todo mundo a donde fuera se la pasaba mirando por las ventanas y moviendo la pierna a toda velocidad incluso no prestando atención a nadie. Sus tareas olvido y cada profesor la llamaba unas ocho veces antes de que lo viera y contestara con un ¡Eh! También empujaba y pasaba de largo a un montón de chicos al ir pensando por los pasillos. Ese día continuo como los otros, saliendo a clases y luego a su cuarto, donde se encerraba con libros y el silencio. Después de tanto le parecía que eso era lo mejor para la ansia que sentía. Su cuerpo no dejaba de temblar, faltaba un día para su regreso. Veinticuatro horas y cada segundo le parecía una eternidad.

El rumor de que no tenía pareja para la fiesta de Slughorn se esparció por el castillo. Y tanto como los de cuarto, quinto, sexto y séptimo la atosigaban. Un chico de primero incluso se armó de valor para acercarse y pedirle que fuera con él. Lo cual le pareció tierno, pero se negó del todo.

-¡Ah, por cierto, ve con cuidado! –dijo Daphne en la cena antes del trece.

-Ya se, si se aparece debo asegurarme que nadie lo vea- dijo Hermione sin prestarle real atención.- Lo mejor será que se vaya directo a Cam…-

-¿De qué hablas?-pregunto Daphne desconcertada de igual forma que Luna y Sofí que las acompañaban. Los chicos estaban ocupados, dejando pasar el tiempo con un juego de ajedrez. Ron se quejaba de los malos que eran todos.

-Mañana regresa- murmuro Hermione en voz baja, llevándose la mano al pecho y empezando a sentir que estaba latiendo muy rápido- No podemos dejar que su fachada de que ha muerto sea descubierta por los Mortifagos-

-No se refería a "eso"- dijo Luna mirando el suelo- Hermione, ¿Qué harías si no apareciera mañana?-

La pregunta no le tomo de sorpresa, se la había hecho durante todo ese tiempo desde la profecía. ¿Qué haría si lo que dijo el sombrero no pasara? No le diría en voz alta, pero se olvidaría de sus sentimientos, se concentraría en eliminar a Voldemort y una vez que lo lograra lo iría a buscar incluso al fin del mundo. Nunca desistiría, no hasta dar con el o que supiera que falleció.

-Terminar la guerra- simplifico Hermione mordiéndose un labio para no demostrar su preocupación de que tal suceso pasara.

-Aclarado eso- corto Daphne dando un codazo a Luna la cual salto. Le lanzo una mirada a Sofí la cual también parecía triste, después de todo Harry le dio una familia, su apellido y muchos hermanos de armas. Todo lo que una niña, sin conocimiento de su familia, quisiera. -Cuando venía escuche en las escaleras a un grupo de chicos platicando. Todos platicaban como podrían darte a beber un filtro de amor, pretenden que los lleves a la fiesta de Slughorn, y sospecho que esperan que después de la fiesta pase algo más-

-¿Están idiotas?-pregunto Hermione sobando su muñeca, viendo los anillos excalibur, los cuatro ya estaban casi negros y deslucidos. Solo la joya conservaba un poco de su color. Era algo que también le mantenía esperando el regreso de Harry. Si no llegaba los maestros morirían sin remedio. -No bebería o comería nada de ellos-

-Pero quieren dártelas de otra forma- razono Sofí mirándole preocupada.

Hermione no tuvo de otra que bajar un poco su camisa y mostrar su clavícula, donde estaba una runa pintada. Lucia nueva, a pesar de que cada noche la revisaba y re pintaba, incluso después de bañarse se la rehacía, para mantenerse a salvo de cualquier poción o artilugio diseñado para tomar su control o voluntad. Incluidos filtros de amor y hechizos de compulsión.

-¿Qué significa?-preguntaron las tres.

-incontrolable- dijo Hermione volviéndose a cubrir- En una forma más actual, los primeros orígenes se remontan a antes de cristo y en Grecia donde…-

-Solo preguntamos si es útil- dijo Daphne riéndose- No toda su historia-

-En resumen- comenzó Hermione algo enojada- Si toco algo que tenga un hechizo que me hace perder parte o mi voluntad este brilla de color violeta y me siento extraña-

-Entonces necesitamos una también- acordó Luna sacando tinta- Solo por si acaso-

-No lo pensé de esa forma- dijo Hermione dibujando en cada una la misma runa, solo que en diferentes partes, en Daphne en el cuello, en Luna en la palma y en Sofí en el brazo.

-Hablando de otra cosa- dijo Sofí tomándole la mano y viendo el color rosa que ya incluso estaba acostumbrada- Debes ir a la fiesta de Navidad, nos divertiremos mucho y me sentiré mal si no estás tú-

-No me apetece -murmuró Hermione, que seguía pensado en que Harry regresaría y salir con alguien en ese día podría levantar malos entendidos. Mas cuando recién llegara y con más de medio año sin verse tendrían mucho que contarse. Muchos besos y caricias que seguro no lograrían controlar al estar cerca del otro.

-No puedes decir que no Slughorn te perseguirá mañana hasta que le digas que si- dijo Luna con una media sonrisa.

Eso fue como una sentencia. Y tal como dijo el profesor Slughorn apareció a la siguiente hora después de clases y le recordó la fiesta, luego nuevamente en un pasillo, al salir de clases el acompaño a la otra y luego en la comida se puso a platicar en voz alta sobre la fiesta. Hermione no sabía que pensar de aquello, le había dicho que no podía y que tenía cosas que hacer y aun así seguía insistiendo. Se lo encontró cuatro veces más antes de que tuviera que correr a la torre de Gryffindor al terminar su entrenamiento.

-¡¿Qué demonios le pasa?!-pregunto Hermione dejando los libros sobre la mesa y dejándose caer en el sofá en que Ron estaba mirando por la ventana.

-Solo dile que iras y luego no te presentas- dijo Ron como si nada mirándola con una mirada nerviosa.

No podía decir que estaba mejor, igual que Ron se encontraba ansiosa y no creía poder dormir es noche, no cuando al siguiente día podría ver a Harry. O eso esperaba.

-Hermione… el… si vendrá… lo veremos nuevamente ¿Cierto?- murmuro Ron en voz baja- No sé cómo reaccionare-

-Ni yo- contesto Hermione apretando los puños.

Sus ganas de verlo eran muchas pero también, una parte de ella quería gritarle, golpearle y decirle que nivel de idiota era. No comprendía por que parecía que sufría más con su regreso, se sentía temerosa y consternada, alguna que otra vez sentía miedo y temor, la faltaba el aire y tenía que frenar para respirar. ¿Y si era diferente? ¿Y si la había dejado de amar? ¿Y si se decepcionaba al verla? ¿Y si ni siquiera lo reconocía? ¿Y si él se sentía dolido por su pérdida de conexión? Era la pregunta que se realizaba a cada minuto que pasaba desde el inicio del día. Y aun a esa hora estaba pensando en los múltiples escenarios en los que se encontrarían involucrados.

No lo negaría un encuentro romántico era su ideal. Pero si en su lugar fuera un encuentro donde la despreciaba y le rompía el corazón, ella no sabría manejarlo. No supo por qué pero una mujer pelirroja, presidas a todas las de Camelot, le llego a la mente y sus temores se incrementaron. Su cabeza comenzó a imaginarse a Harry abrazado a la pelirroja y con sus rostros tan cerca, mientras la veían, se reían y besaban.

Sus ojos se llenaron de lágrimas y una punzada penetrante recorrió su pecho, quitándole el aire y provocando un jadeo, además de nauseas.

-¿Estas bien? ¿Qué paso?-pregunto Ron alterado y llamando la atención-¿Es tu brazo?-

-¡NO, MALDION, NO QUIERO ESO!- grito Hermione y corrió escaleras arriba, directo a su cuarto sin dar explicaciones

-¿Qué le has hecho?-preguntaron las voces de Neville y varios más de Gryffindor.

-Nada, lo juro- contesto Ron tan consternado como los demás.

Se sentía como una tonta y miedosa, mientras subía, aunque lo único que quería era que ya regresara y saber que lo que pensaba era una simple tontería. Cuando fue a acostarse, se consoló pensando que sólo quedaba un día más y todo lo que se preguntaba seria contestado. Incluso que si era el fin de sus sentimientos, eso le ayudaría a continuar su vida. O lo que quedara sin Harry.

Después de la fiesta de Slughorn se iría con sus padres y pasaría las Navidades con sus amigos. Ya no había preguntas y solo quedaría el ser feliz o seguir sufriendo por no tenerlo a su lado. Tal vez incluso después de las fiestas navideñas sabría si pelearía por un futuro para ella y Harry, o un futuro para los demás. Cualquiera que fuera la guerra estaba presente.

No durmió es noche, se movía en la cama buscando tranquilizar su desbocado corazón, también callar sus pensamientos y contener su imaginación. Mas no podía, abría y cerraba los ojos esperando que el siguiente día, cuando llegara, que le despertara y le sonriera, dándole un buenos días como todas esas veces en su cuarto de la sala de menesteres. Mas no se hacía muchas ilusiones, aun no creía por completo en la adivinación y una profecía le parecía inexacta. Y aun así tenia esperanza en ella. Lo que empeoraba su ánimo. Cuando al fin el sol se perfilo en su ventana, estaba sentada en el borde de la cama sintiéndose cien veces más cansada que antes.

Intento hacer lo mismo que todos los días, levantarse y ducharse, luego ir a desayunar con todos. Ir a clases y continuar con su entrenamiento. No pudo ni probar bocado, sentía como que la miraban de todos lados y en la clase de trasformaciones no presto ni un solo segundo de atención. Y eso que era una clase en la que todos estaban entretenidos. Acababan de empezar con el dificilísimo tema de la transformación humana; trabajaban delante de espejos y se suponía que tenían que cambiar el color de sus cejas.

A pesar de que sus amigos estaban haciéndolo bien y de que McGonagall los felicitaba, ella solo giraba la varita entre sus dedos esperando el momento en que sintiera su latido en el pecho, su voz en sus oídos o su ver su imagen. Pero cada segundo pasaba y no cambiaba nada, lo cual lo empeoraba todo.

-¿Hermione puedes quedarte unos momentos?- pregunto McGonagall al finalizar la clase.

No la escucho recogió sus cosas sin siquiera preguntarse por qué Ron tenía un espectacular bigote con forma de manillar, Neville las cejas de distinto color, Lavender el cabello moteado y Parvatil con una barba tupida. Se dirigía a la salida cuando la detuvo del brazo haciendo que saliera de sus pensamientos.

-Espera- dijo McGonagall con voz clara.

-Sí, profesora- contesto Hermione un tanto aturdida.- ¿Qué desea?-

Cerró la puerta cuando el último alumno salió y luego le dio una mirada sonriente y amble.

-Está muy distraída, ni hiciste un solo hechizo y además parece que no dormiste- dijo la profesora McGonagall con calma.-No te presentes a tus demás clases, ve afuera a despejarte o intenta dormir. Yo iré personalmente a decirles a tus profesores que te encuentras indispuesta-

-No es necesario- dijo Hermione con rapidez, si no se mantenía activa sentiría que los segundos se volverían años- Solo necesito ir al lavabo a mojarme el rostro-

Le detuvo un segundo más- Si necesitas a alguien puedes venir a mí, no dejes que las emociones se te acumulen-

Hermione asintió y continuo su camino saliendo rumbo a Runas, de paso se metió a un baño y se mojó al cara y parte del pelo. Se vio al espejo y vio las ligeras ojeras que tenía, también que estaba algo pálida y sobre todo que sus ojos estaban rojos.

Se encontró a Luna de camino y al verla en tal estado, ni pensó en solo seguir le sonrió y le dio un abrazo, mientras le palmeaba la espalda.

-¡No deberías estar así!- dijo Luna con un humor alegre -Pronto veremos a Harry-

-Ya es medio día- Balbuceo Hermione a su amiga, intentando que sus lágrimas no salieran- ¡Si no regresa… si el no… yo…-

Lun se separó para llevarla a una ventana, donde la hizo sentar en el bordillo y luego le dijo- ¡El regresara, no importa que pase enfrente de él, por ti destruiría al mismo demonio!-

-¿Cómo lo sabes?-pregunto ella dejando salir un par de lágrimas, limpiándoselas con rapidez- Yo… lo vi en sueños y… estaba-

El ceño de Luna apareció - ¿Te estaba engañando o algo parecido?-

-¡No, no!- dijo Hermione con rapidez- El… no hizo nada, solo… ya no sé qué pienso-

Miro el suelo y apretó la mano de Luna, lo que le mejoro un poco, aunque seguía sintiendo un dolor punzante en el pecho.

-Hermi, nunca he visto a nadie tan enamorado como Harry de ti- Dijo Luna levantándole la mirada.-Ni Ron, Colín o mi Nevi nos ve como Harry te mira. Cundo tu apareces delante, el sol brilla en sus ojos y su sonrisa crece como el mar y eso solo es por ti y para ti. Incluso nosotras tenemos algo de envidia. El pronto aparecerá delante de ti-

-Luna… hace dos semanas Harry termino muy herido - dijo Hermione apretando los labios- Fue casi mortal la herida, y está en una isla con un montón de criaturas que pueden matarlo. Sin contar que ha pasado por muchas cosas. Sus oportunidades de regresar hoy son muy pocas. Si la profecía se equivoca… no regresara nunca-

-A veces tu inteligencia te juega en contra, ¿verdad? -comentó Luna mientras le quitaba una lagrima de la mejilla- Eres un poco cruel contigo misma. Ya me fijé en eso. Siempre exigiéndote hasta el tope de tus habilidades, ayudando e intentando mantener a todos los de tu alrededor lo mejor posible incluso si no lo quieren. Pareces mandona por que deseas protegerlos sin importar como te vean. Ustedes son tal para cual, aguantando lo que venga incluso si eso significa sacrificarse por otros. Por eso Harry te ama y por eso tú lo amas. Por qué es el primero en protegerte y tú fuiste la primera en protegerlo. No dudes de eso que los une… porque si lo haces su unión será más débil con esos sentimientos-

Luna sonreía a pesar de estar diciendo muchas verdades, algunas que incluso ella no notaba y que parecían irrelevantes en esos momentos. Molestas, pero ciertas. Tal vez lo que le dolía era que no sabía nada de nada sobre Harry desde hacía mucho tiempo. Desde que ingresaron al colegio, se mantuvieron en contacto, con cartas en los veranos y siempre juntos en Hogwarts. Hubo muchos momentos en que su comunicación era mala y que no estar al tanto que le pasaba al otro, en cambio lo conocía bien y podía decir que él siempre estaba ahí para ella. Solo bastaba con ver sus ojos para saber que la amaba y eso era suficiente para ella.

Creía en Harry, y como lo decía Luna, despejaría sus dudas y lo esperaría con sus todas sus fuerzas. Aun si tardaba diez años más.

-Eres increíble Luna- dijo Hermione levantándose limpiándose las lágrimas y sonriendo- Harry está en camino, eso es seguro, no puede no regresar porque si no…-

Se rieron un poco luego continuaron su camino al comedor, aunque Hermione tenia libre Luna se dirigía a los invernaderos.

-¡Hermione, amiga mía!- dijo La voz de Slughorn. El gruñido de Hermione resonó por el pasillo.

Paso el resto de la comida intentando negarse. Y lo peor fue que le acompaño a pociones, y durante toda la clase insistió e incluso le dio carta libre para llevar a más amigos o a cualquiera que quisiera (seguro recordando lo del tren). Y cuando estaban por salir la detuvo y volvió a insistir.

-¡Esta bien!- dijo Hermione harta-Asistiré a su fiesta-

-¡¿Me da su palabra?!-pregunto Slughorn sacando su lado Slytherin- No puede faltar a esta, las demás han sido pequeñas reuniones, esta será mucho más increíble-

-Le doy mi palabra- murmuro Hermione bastante cansada.

-¡Eso es perfecto mi amiga!- dijo Slughorn con una ancha sonrisa, y haciendo que su barriga rebotara un poco, luego miro a Ron y le guiño-¡Espero verlo a usted también, mis dos estrellas de la clase!-

-Si iras o solo se lo dijiste para que no te siguiera insistiendo- dijo Ron cuando ya estaban en el comedor.

-Quisiera decir que no iré- dijo Hermione con la frente contra la mesa y sintiendo que el tiempo se alentaba más y más-Pero… di mi palabra-

Se vieron entre ellos. No estaba nada convencida en ir a la fiesta, no iría con nadie, preferí parecer tonta y nada interesante en la fiesta a invitar a alguien y que malentendiera las cosas. De lejos miro a Theo sentado junto con sus compañeros de Slytherin y gruño como siempre. Si, era mejor evitar cualquier cosa que se le pareciera a su anterior experiencia.

El castillo no tardo en enterarse que Hermione Granger, la diva guerrera, asistiría a la fiesta de Slughorn y casi cien chicos se acercaron al profesor para intentar obtener una invitación. Y el tumulto incremento en un doscientos por ciento, con respecto a la fiesta, en tan solo una hora.

-Podrías ir un rato y luego irte- sugirió Daphne algo sonriente- ¿Y tienes ropa para la fiesta?-

-¿Qué no puedo ir de uniforme?-pregunto Hermione girando la cabeza para verla, miraba a Ron mientras este estaba dirigiendo al resto de los Pendragón para tener comunicación en las vacaciones. Además de informales que volverían a hacer todo el entrenamiento que tenían las guías que les dio a principios de cursos(hechos a medida por Hermione) para que no aflojaran el paso en las fiestas. No lucieron contentos.

-¡NO!-dijo Luna pareciendo consternada.

-¡¿ENSERIO?!-Grito Daphne frunciendo el ceño.

-yo también quiero ir de uniforme- murmuro Sofí para que no le gritaran de la misma forma.

-Tengo un vestido- dijo Hermione recordando que Tamara lo consiguió y lo guardo en sus cosas, pero no lo había visto y no creía que fuera de acorde a ella. Aun así era tarde para encargar uno que le gustara.- Lo utilizare y punto-

No intentaron discutir con ella. Y no pudieron hacerlo cuando Hermione se levantó de repente y viendo hacia el techo. La mayoría por no decir todo el gran comedor se silenció y la miraron. Observo a Hedwig entrar volando por las puertas dobles, luego dirigirse a ella a toda velocidad, acercarse y comenzar a tirar de su cabello mientras ululaba y aleteaba con fuerza. Mucho más animada de lo que parecía en meses, dos veces más alterada que cuando los Mortifagos estaban sobre los Dursley.

-¿Qué pasa chica?-pregunto Hermione intentando que se posara en su brazo o en alguna superficie, más la terca lechuza ululaba más fuerte, le dio un picotazo en la mano que dolió y que provoco un poco de sangrado- ¡HEDWIG! ¿QUE TE PASA?-

Furiosa Hedwig volvió a tirar de su cabello, arrancando un par de cabellos y de paso golpeándole en la cara con las alas.

-Creo que quieres que la siguas-sugirió Sofí cuidando no acercarse mucho.

Sin esperar más corrió por el pasillo y Hedwig le soltó, emprendió vuelo y se lanzó afuera del gran comedor. Intento seguirla, con su corazón latiendo mucho y esperanzada de que fuera lo que fuera, tuviera que ver con Harry. Avanzaban tan rápido que no se percató que Ron, Neville, Sofí, Luna y Daphne le seguían. El rumbo de la lechuza blanca era hacia los bosques prohibidos, y volaba alto y muy aprisa, lo que le dificultaba a todos verla y más seguirla.

-Creo que por fin se volvió loca- dijo Ron bajando la ladera que conducía a Hogsmeade a toda carrera y aun así detrás de Hermione.-La única vez que la vi así de alterada fue porque…-

-Harry estaba apresado- completo Hermione sonriente y saltando una raíz, justo a principios del bosque prohibido.

Unos brazos le detuvieron, al igual que unas manos y la frenaron de entrar al bosque. Volteo furiosa y ceñuda mirando a Ron sosteniéndola y los demás parados junto a él. No dijeron nada en un principio, dio un vistazo y vio que Hedwig se perdía por encima del bosque prohíbo y su pequeño punto blanco comenzaba a desaparecer-

-¡¿QUE HACEN?! ¡NOS ESTA LLEVANDO CON HARRY!- Grito revolviéndose en los brazos de Ron mientras este no cedía.

-Para Hermione, no tenemos ni idea si es eso y además… - dijo Ron con un tono molesto.

-¿Por qué dices eso?-pregunto Hermione haciendo fuerza y soltándose, encarándolos y apretando los puños.- Si Harry necesita nuestra ayuda…-

-Hermi, Hedwig está volando muy alto- dijo Luna mirando aun al cielo, si fuera cerca estaría volando más bajo, me parece que emprenderá un viaje largo-

-Pero…y si está herido-

-¿Y si no es Harry?-pregunto Neville con la voz algo baja- No sabemos que esté pensando Hedwig-

-Podemos convocar las escobas e ir detrás…-

-Ya se ha perdido, no nos esperó- dijo Daphne cruzada de brazos y con cara de pena.- Si Harry estuviera herido ella estaría insistiendo en que fuéramos y se ha marchado, puede que solo este pasando algo y nos quiso advertir-

-¿Por qué no me escuchan?-pregunto Hermione pateando el suelo- Estoy segura que era por Harry, él debe estar cerca…-

-¡Entonces el vendrá a aquí!- corto Ron con una voz dura- Él puede llegar a Hogwarts-

-¿Lo dejaran solo?-pregunto Hermione retrocediendo y temblando- Ustedes…-

-No- Dijo Sofí sobándose el brazo y mirándola, luciendo avergonzada- Pero… no podemos dejar Hogwarts y seguir a Hedwig solo por un tal vez. Yo también quiero ir detrás de ella y encontrar a mi hermano… sin en cambio… no creo que sea algo bueno en este momento-

Hermione intento pensar como ellos, saber por qué lo decían y luego de unos momentos lo comprendió. No podían irse del castillo, no cuando los necesitaban, con la magia casi nula y empezando a deteriorarse era esencial su fuerza por si ocurría alguna cosa. La mayoría del alumnado no tenía experiencia en combate y los que si eran Pendragón, los cuales no sabrían que hacer sin ella o Ron. Aun así estaba furiosa.

-¡ODIO ESTO!- dijo Hermione avanzando y regresando al castillo temblando de furia e intentando no voltear por que correría directo al bosque.- Tienen razón. Mas no crean que me quedo por eso, me quedo por que la he perdido de vista y no se ha donde se ha ido Hedwig. Más si aparece de nuevo no me sigan, porque iré detrás de ella sin importarme quien se me interponga-

Regreso al castillo. Mas no se sentía como en la mañana o en la tarde, era diferente, el que Hedwig apareciera de la nada y le intentara llevar a algún lugar significaba algo. Tenía la esperanza de que sin lugar a dudas fuera por sentir a Harry o que este la enviara. Llego a las puertas dobles viendo que el grupo de Pendragón estaba reunido, encabezándolos Theo y a un lado McGonagall y Hagrid los cuales parecían expectantes.

-¿Que paso?-pregunto McGonagall con las manos entrelazadas sobre su pecho y pareciendo rezar.- ¿Todos están bien?-

Hermione lo interpreto como un: ¿Era Harry? Y ¿Dime que está de regreso?

Algo que no podía hacer o decir. No estaba segura, aunque su esperanza creció un poco. Negó con la cabeza y sonrió- La perdí de vista-

Cada rostro que le veía, cambio de semblante, se les vio un poco intranquilo y triste. Incluso Hagrid que parecía de piedra se recargo en el pilar de mármol y lo sujeto como si se sintiera mareado, algo que nunca antes paso. Los pasó sin decir nada más. Aunque escucho unos pasos detrás de sí y por su magia, supo que Theo no la dejaría, y que estaba algo inconforme con esa corta respuesta.

-¿Tu qué crees que fue?-pregunto a sus espalda cuando ingresaron a un solitario pasillo.

-Mejor prepárate y descansa bien- dijo Hermione dejando de escuchar sus pasos detrás- Porque está en camino y no que tanto haga al conocer todo lo que ha pasado.-

Al llegar a su habitación, lo primero que hizo fue tocar su pecho, sintiendo algo diferente el vacío que dejo el latir que ya no estaba, algo cálido lo llenaba aunque no era el corazón Harry, era una esperanza mucho mayor. Se encerró en sus cortinas y grito de emoción, mientras giraba y se reía con mucho nervio. Su abuela siempre le dijo que el momento más oscuro era antes del amanecer y en más de un sentido lo experimento, durante el día anterior y ese se encontró consternada por que no tenía idea si regresaría o como estaba. Pero ya viendo a Hedwig ansiosa y como su pecho dejo de punzar se sintió mejor, cientos de veces mejor. Más centrada y, si, calmada.

Al igual que la anterior noche no durmió, sentada en la orilla de su cama, viendo por la ventana nevar se preguntaba que tanto tardaría en llegar. Si fuera un viaje simple estaría ya en Hogwarts, o incluso con una desaparición estaría ahí mismo, sin embargo pareciera que no se presentaría en esos momentos. En algún punto de la noche se quedó mirando su anillo de compromiso y sonriendo un poco por saber que cambiaría de mano pronto o eso esperaba por lo menos.

Al siguiente día, por la mañana el equipo de Gryffindor tenían entrenamiento, Sofí estaba con su trabajo en la enfermería, Daphne y Luna aun no aparecían para la comida y Neville cuidaba de los invernaderos. Cada uno de los Pendragón parecía preparar sus cosas para salir del castillo de inmediato. De tal forma que lo paso sin mucho que hacer, aunque su mayor activad fue esquivar a cada chico que le lanzaba una mirada. Lo cual ya estaba colmando su paciencia.

Sentada para la comida abrió el periódico del día y comenzó a leerlo. Un título realmente extraño le llamo la atención:

"Agitación mundial, uso de magia desmedida en el atlántico.

Ayer a primera hora de la mañana, una enorme y desbordante magia fue utilizada en el océano atlántico y se desato un gran interés por la MACUSA. La ubicación es sin lugar a dudas algo que sorprendió incluso a los más estudiosos de esa área, el lugar donde ocurrió fue el triángulo de las bermudas y en un punto inaccesible tanto aéreo como acuático, tanto para los magos y los muggles. Los reportes, artículos y libros que han hablado sobre el lugar siempre ha contado que entre más te adentras más magia existe adentro y por lo mismo más presión se ejerce sobre uno y a veces ha llegado a "ahogar" (como lo han descrito) a las brujos aventureros.

Aquellos que han ingresado no regresaron nunca.

Una vez el misterioso lugar llamo la mirada del mundo entero, haciendo que los sensores mágicos de cada continente se alzaran y registraran mucho más magia de la que se pensaba contenía. El suceso termino rápido y se ha puesto en vigilancia la zona intentando averiguar que sucede o sucedió en aquel lugar. Sin una explicación clara aun por supuesto.

Aunque existen algunos rumores, como el avistamiento de algo realmente escabroso, que nos relata un mago que viajaba en un crucero de Miami a Londres hace unos días y nos ha dado esta foto"

En la imagen aparecía el cielo casi oscurecido, algo que salía de la nada y caía como una pequeña mancha hacia el océano y por un solo segundo parecía un dragón enorme de seis alas y que lanzaba algo por su hocico o lo que parecía fuego.

"Su declaración es que todo estaba completamente normal en su día, hasta que vio algo extraño y le llamo la atención y fue traída su mirada. Los muggles presentes ni siquiera parecían darse cuenta, nos cuenta mientras que el señor X (para mantener el anonimato) tomo la foto con rapidez, luego lo vio desaparecer más allá del cielo espero unos momentos en los cuales temblaba ante tal descubrimiento y una vez más apareció y tomo su segunda foto la cual era mucho más nítida que la primera. Los expertos y fotógrafos concuerdan que aquel dragón podría ser mucho mayor que cualquiera que existió o existe, pudiendo alcanzar los 20 o 30 metros. ¿Coincidencia o una mentira muy elaborada?"

La noticia recorrió el castillo por completo y la mayoría decía que era una mentira, que aquel señor X solo deseaba su momento de fama. A Daphne no le pareció eso en cuanto se lo menciono ya que si quería fama, para que mantenerse en anonimato y si era una fotografía falsa los especialistas del profeta debieron percatarse. Como siempre Luna tenía otra mentalidad, una un tanto curiosa.

-Mi padre me ha enviado una carta sobre eso- dijo mientras terminaban su comida- Dice que han ocultado algunas cosas como que ese mismo día el triángulo de las bermudas bajo mucho su nivel de magia, ruidosos rugidos provenientes de la lejanía y cambios de clima como que llegaron pedazos de hielo a las costas, el agua hervía o que se formó un mini huracán por unos segundos. Lo más sorprendente es que también ha habido una enorme luz que se veía desde Miami, las Bermudas y la república Dominica. Una esfera de luz que lanza muchos rayos de luz plata lleno el aire durante unos momentos antes del atardecer y luego despareció. Creemos que son los Dakroniacos, los cuales están listos para invadirnos y tomar el poder como la raza sobresaliente de este mundo-

La mitad de la mesa de Gryffindor escupió su comida, se atragantaron con el agua y en el caso de Ron y Deán se soltaron a carcajadas mientras provocaban que el ánimo fuera un poco menos tensos.

-Hablo enserio- murmuro Luna toda roja y siendo abrazada por Neville que aunque aguantaba las ganas de reír le apoyaba- Incluso se dice que en los lugares más secanos se escuchó un canto celestial y que algunos espíritus se vieron-

Eso silencio las carcajadas de muchos.

-¿Enserio?-pregunto Hermione interesada de verdad, no supo porque o que le hizo pensar en lo que le conto Harry.- ¿Un canto de fénix y los muertos levantándose?

-No sabría decírtelo- dijo Luna buscando entre su ropa y sacando un sobre de pergamino que precia enviado con mucha rapidez- Me envió esto también, recién lo recibí hace unos momentos, pero me dijo que te diera esto al ti-

-¿A mí?- pregunto Hermione no sabía que por que, nunca tuvo un trato directo con el señor Lovegood, aun así la tomo y la abrió. Revelando una simple foto, parecía tomada esa misma mañana.

-Me dijo que podría ser algo que no podemos pasar desapercibido si queremos enfrentarlo- dijo Luna levantando los hombros -aunque no sé a qué se refiere.-

Hermione no contesto miraba la foto una y otra vez.

En la foto se miraba el Big Ben claro y bien definido, y entre las manecillas del segundero y minutero se veía una figura humanoide la cual tenía algo largo en la mano y lo más impresionante de todo es que no necesitaba nada para volar. Pareció que la figura se percató de algo y antes de que incluso ella supiera que paso salió volando a toda prisa del lugar.

Su corazón latió con tanto estrepitico que por poco se le sale del pecho.

{Volaba de verdad y… al único que vi volar… fue… Harry.}Se dijo mentalmente mientras las lágrimas se agolpaban en sus ojos.

{Está en camino} susurraron las voces casi agonizantes de los maestros en sus oídos.

No escucho más de lo que hablaban a su alrededor, solo veía la figura en la imagen, una y otra vez. Incluso le parecía saber que le pasaba por la mente y cuando desaparecía volando se preguntaba por qué aún no estaba en Hogwarts. Se dijo a si misma que no era fácil mantener el vuelo, Harry solo lo mantuvo uno o dos minutos a lo mucho cuando practicaba, y lo agotaba por completo, mantenerlo en un vuelo estable durante todo el día no era posible. Seguro que estaba descansando aun en Londres o buscando la forma de llegar, solo esperaba que pronto lo viera.

-Gracias Luna, a ti y tu papa- dijo Hermione tomándola y dándole un beso en la mejilla. Uno que sorprendió a todo mundo.

-¿Por qué?-pregunto Luna toda roja.

-Por la esperanza- dijo Hermione apretando la imagen con fuerza y sintiéndose tan nerviosa que apenas podía controlarse de no gritar.

-Bueno basta por hoy de noticias- Dijo Daphne levantándose y sonriendo de forma que le recorrió un escalofrió a Sofí, Luna y Hermione.- Es hora de irnos a preparar para la fiesta-

-Pero aún falta mucho.- dijo Sofí desconcertada.-Nos quedan muchas horas hasta la fiesta-

-Ya, tu no tendrás que arreglar tres estropicios- dijo Daphne con ojos de evaluación a cada una- Admito que esto será de ayuda- Señalo los artículos Waesley de bruja coqueta que le pido a Hermione y descansaban en la mesa.

-¿Estropicios?-preguntaron algo enfadas.

Salieron sin despedirse y persiguiendo Daphne sin importarle el desconcierto de los chicos después de todo los verían en unas pocas horas.

Quedaron en cambiarse juntas y en cuarto de baño de los prefectas, donde podrían tomar un baño y luego arreglarse sin problemas. Lo cual fue perfecto, a Luna y Sofí les parecía más que grandioso, al ser su primera vez disfrutando de todos los productos que ofrecía a quien utilizara las fantásticas duchas y mejorado por un simple hechizo de burbujeo en la tina, tanto que se relajaron como nunca antes.

Solo que Hermione no esperaba encontrarse con un nuevo aprieto. Su vestido. Tamara tenía muy buen gusto para vestir, aunque no eran sus gustos y el vestido le parecía mucho para ella, se preguntó nuevamente si podia ir en ropa muggle o por lo menos en túnica. Lo cual no fue aceptado por Daphne. Luego de un par de horas en los que la única vanidosa del grupo se esmeró en peinarlas y maquillarlas de acuerdo a cada una, Daphne parecía saber qué hacer y que ponerles para que se vieran bien y solo se dejaron llevar sin quejas. Aunque les dio varios tirones al enredado cabello de Hermione y se molestó de que no se estuviera quieta e incluso no le dejo que sacara un libro para entretenerse.

A las ocho en punto salieron al vestíbulo, preparadas y listas para encontrarse con sus respectivas parejas. Aunque Hermione no tenía ninguna.

-Waooo- soltó Ron con la boca desencajada y los ojos fijos al ver a Daphne parada frente a él con un vestido largo y lizo de color violeta estilo Bardot, que le asentaba bastante bien con su figura y su pelo rubio platinado.

-¡Ehhhh!- salía de la boca de Neville al ver el impresionante vestido de cintura alta de color plateado y con lentejuelas en las orillas de Luna, o mejor dicho a Luna envuelto en el vestido.-¡Ehhh!-

Colín no decía nada, no se movía y parecía tampoco respirar (Lo noto por que empezó a ponerse morado) al ver Sofí la cual estaba tan roja, cosa curiosa ya que estaba con un vestido de corte imperio de color vino y una chaqueta a juego con su rostro.

-Creo que acaban de matar la mitad de sus neuronas- dijo la voz de Theo, miraba a los chicos con una sonrisa burlona, la cual se quitó al ver a Hermione.

Caminaba detrás de sus amigas, intentando no tropezar y dando pasos cortos por el vestido blanco con algunos adornos dorados y de volantes, que de enfrente le llegaba arriba de la rodilla y de la parte de atrás debajo de la rodilla, le apretaba en las caderas y la cintura; lo que le causaba conflicto es que la espalda y escote era descubierto y que se sujetaba cruzado al cuello dejando sus brazos libres. No se veía mal, y admitía que era un vestido muy elegante.

Cada una tenía el cabello arreglado de diferente forma; en el caso de Sofí con una coleta alta; Luna una trenza francesa que le caía de un lado del rostro; Daphne con varias trenzas de un lado y suelto; y Hermione con un chongo bajo que según sus amigas resaltaba su espalda. Ella solo sabía que le dolía la cabeza por los tirones que le dieron para lograr hacer que le quedara bien.

-Estas… Bellísima- murmuro Ron casi babeando. Daphne soltó una leve risita y le tomo el brazo.

-Tu tampoco te vez nada mal- respondió Daphne viéndolo, al tiempo que le echaba un ojo a todos- Cada uno se ve bien-

Tenía razón los chicos se esmeraron en su apariencia. Cada uno con un traje diferente. En el caso de Ron llevaba un traje, saco y corbata de un negro liso y con camisa blanca; Colín con un viejo traje azul y corbata color vino, que le quedaba bien a su rostro aun infantil; Neville muy parecido a Ron solo que con el traje era gris, con camisa azul claro y corbata amarilla; en cuanto a Theo parecía un poco menos arreglado llevando jeans negro, camisa negra y un saco color café claro encima.

-Muy linda-murmuro Neville por lo bajo y acercándose a Luna, que le sonreía mucho- Debí de conseguir otra cosa-

-Pero si esta increíble- dijo Luna tomando sus hombros y dándole la vuelta para vero por completo.

-¿Cómo me veo?…- preguntaba Sofí acercándose a Colín.

El chico se tambaleo como mareado, casi podía verle girar los ojos y luego mientras aspiraba aire, casi de inmediato grito-¡NO ES JUSTO! Mi cámara, hicieron dejar mi cama y… o dios… no puedo… debo tomarte una foto yo… regreso en un momen…-

Ron y Neville sacaron la varita apuntaron por el pasillo y al mismo tiempo gritaron-¡ACCIO CAMARA!- Le tomaron a Colín de los hombros entusiasmados, le murmuraron cosas mientras Colín asentía una y otra vez.

-Sí que se les murieron las neuronas- dijo Theo caminando y llegando a lado de Hermione, la cual tenía los brazos cruzados.- Por cierto, tú te ves…-

-No, ni te atrevas o saldrás por esa puerta corriendo con una colmena de avispas detrás y rapado por completo- dijo Hermione estirando su mano y apuntándole al cuello, luego de bajarla pregunto-¿Y qué haces aquí?-

-Nosotros le dijimos que viniera- dijo Ron mirando expectante a Daphne y luego al pasillo esperando la cámara.-No puedes llegar sin pareja…-

-¿Por qué no señor me meto en lo que no importa?-pregunto Hermione de malos modos moviendo la pierna haciendo que resonaran sus zapatillas por el vestíbulo.

-Tal vez alguno, chico o chica, quiera hablarte o aprovechar la oportunidad del muérdago- dijo Daphne con una sonrisa burlona- Y no podemos dejar que pase, no lo consideres tu pareja, más bien tu guarda espaldas personal-

-Ni loca- dijo Hermione mirando a Theo luego bufando. El chico se movió el cuello de la camisa y luego miro el techo.-Además yo lo derroto con facilidad ¿Qué tan seguro estaré con él?-

Miro a Sofi la cual miraba la escena callada y a Theo le fulminaba con la mirada. - Yo me negué- dijo

-No te preocupes yo… no intentare nada- lo dijo Theo de cierta forma que no convenció a Hermione, se notaba el rubor en sus mejillas y que estaba intentando no mirarla mucho.

Luego de que Colín obtuviera su cámara, de que Luna y Daphne obligaran a Sofí a tomarse una foto, y de que ellas mismas se tomaran las suyas (incluyendo una en pareja, exceptuando a Theo) por fin hicieron la pregunta crucial. -¿Dónde es la fiesta?-

-En el despacho de Slughorn -contestó Sofí que llevaba la invitación en mano y la otra tomada de Colín.

-¿Sabías que vendrá un vampiro?- preguntaba Luna a Neville el cual se rió un poco nervioso.

-¿Dónde conseguiste el vestido?- le preguntaba Colín a Sofí- Este me lo enviaron por lechuza de un tienda mágica, parece que no sabían de cosas muggles y me cobraron muy caro-

-No creerás lo mucho que cuesta arreglarlas, parecieran que nunca lo hacen- comentaba Daphne a Ron el cual parecía más feliz de ir junto a ella, incluso orgulloso.- Su cabello me llevo tres horas, ¡Tres!

Mientras conversaban detrás de ellos Hermione avanzaba sin mirar a Theo y este lucia muy nervioso, además de que caminaba medio metro apartado. Lo prefería de esa forma, sin lugar a dudas. Aunque solo quería regresar pronto y quitarse esa indumentaria y volver a ser la misma de siempre. Mientras las tres parejas platicaban y reían, ella intentaba ni siquiera hacer un mínimo ruido que los alertara de su silencio y la obligara a iniciar una plática real con Theo o con ellos. No tenía ganas. Sobre todo al tener su pensamiento en Harry, y con sus ansias de verlo subiendo, imaginándoselo ahí con ella y todo lo que le diría por su vestido y como lucia.

Eso la hizo ponerse roja y que le saliera una sonrisa. Sin ver que Theo la miraba y también sonreía sonrojado.

Se percató que ya estaban llegando al despacho de Slughorn por el rumor de risas, música y conversaciones. En la puerta se encontraron a un sujeto recogiendo las invitaciones. En cuanto fue el turno de Hermione y Theo los detuvo y pregunto -¿La invitación?- parecía tan aburrido y fastidiado que ni los veía al rostro.

Aquel chico no tenía la culpa, le había dado la suya a Sofí y en ese momento no tenía otra consigo. Y esperaba que pudiera retirarse sin más que decir.

-Chico ¿Qué no sabes quién es ella?-pregunto Theo parándose enfrente y con las manos en los bolsillos.

Alzo la mirada y salto al verla, un ligero color escarlata le cubrió las orejas y tartamudeo- Di… di… didi diva…gue…gurrere…guerrera- trago duro y luego se inclinó- Perdón, entren porfavor-

-Tranquilo, no tienes que disculparte, después de todo es tu trabajo- dijo Hermione al pasar, lo que vio adentro le molesto un poco.

El despacho era mucho más amplio que lo que recordaba, por lo menos tres o cuatro veces más grande y largo, cualquiera diría que era un salón de fiestas. No pudo evitar pensar que gastaban los recursos mágicos de Hogwarts en vano y aquello solo estaba deteriorando las cosas mucho más rápido.

Tanto el techo como las paredes estaban adornados con colgaduras verde esmeralda, carmesí y dorado, lo que daba la impresión de estar en una tienda. La habitación, abarrotada y con un ambiente muy cargado, estaba bañada por la luz rojiza que proyectaba una barroca lámpara dorada, colgada del centro del techo, en la que flotaban motas de luz. Desde un rincón apartado llegaban cánticos acompañados por instrumentos que recordaban las mandolinas; una nube de humo de pipa flotaba suspendida sobre las cabezas de unos magos ancianos que conversaban animadamente, y, dando chillidos, varios elfos domésticos intentaban abrirse paso entre un bosque de rodillas. Al percatarse de que ese uso de las pobres criaturas, su humor se fue al piso.

-¡Amigos míos!- exclamó Slughorn en cuanto les vio - ¡Vengan, vengan! ¡Hay un montón de gente que quiero presentarte!-

Slughorn llevaba un sombrero de terciopelo adornado con borlas haciendo juego con su batín. La intento agarrar del brazo, en un movimiento nada sutil ella se quitó y le miro con algo de furia.

-Espero que los elfos tengan un buen trato o le juro que negare incluso que es mi maestro- le dijo Hermione sorprendiendo no solo a Theo si no también a un hombre menudo y con gafas que seguía al profesor.

-Pero… ellos son servi…-

-Termine esa frase y se largara de la fiesta- advirtió Ron tomando a Hermione por el hombro y a Daphne de la cintura pegándosela al cuerpo por que varios chicos se giraban a verla. - Y la PEDO vendrá por usted-

-Que no es pedo, es la… sabes que olvídalo- gruño Hermione volteándose al profesor Slughorn que parecía avergonzado- Ahora que ya he aclarado eso, supongo que estábamos en medio de una presentación-

-Le presento a Eldred Worple, un antiguo alumno mío, autor de Hermanos de sangre: mi vida entre los vampiros. Y a su amigo Sanguini, por supuesto.- dijo el profesor sin mucho ánimo como antes.

Worple, le estrechó la mano con entusiasmo y relamiéndose los labios. Cosa que no le agrado nada. El vampiro Sanguini, alto, demacrado y con marcadas ojeras, se limitó a hacer un movimiento con la cabeza; parecía aburrido. Cerca de él había un grupo de chicas que lo miraban con curiosidad y emoción; aunque también se le unieron un grupo de chicos que la veían a ella.

Sí que conocía a ambos por sus libros, y no aunque los había leído, fueron buenos como entretenimiento. Estaban un poco mejor que los de Lockhart.

-¡Hermione Granger! ¡Encantado de conocerte! -exclamó Worple mirándola con ojos entrecerrados, como si no viera verla por completo -Sus proezas en el ministerio fueron escuchadas en mi tierra. Y no olvidemos al lord Potter, que descanse en paz.- un ligero movimiento de disgusto apareció en su rostro de Hermione- Precisamente, hace poco le preguntaba al profesor Slughorn cuándo saldría la biografía de Harry Potter que todos estamos esperando.-

-No creo que sea pronto- dijo Hermione de la gana y cerrando las manos en puños.

-¡Ya veo que Horace no exageraba cuando elogiaba tu inteligencia! -se admiró Worple- No puede haber biografía sin la persona que más le conocen sea entrevistada - prosiguió, ahora con tono más serio -Me encantaría escribirla yo mismo. La gente está deseando saber más cosas de Potter, querida.- Alzo la ceja en claro disgusto, Ron viéndolo que pasaría algo, le susurró al oído de Daphne y enseguida desaparecieron de su vista. -¡Todo mundo siente curiosidad de la exuberante y afamada vida de su ex novio! Si me concedieras unas entrevistas, en sesiones de cuatro o cinco horas, por decir algo, podríamos terminar el libro en unos meses.- menciono volviendo a verla y lamiéndose otra vez -Aunque requeriría muy poco esfuerzo por su parte, te lo aseguro. Ya verás, será increíble. Si no pregúntale a Sanguini si no es… ¡Sanguini, quédate aquí! -ordenó endureciendo el semblante, pues poco a poco el vampiro se había ido acercando con cara de avidez al grupito de niñas y chicos- Toma, cómete un pastelito -añadió, cogiéndolo de la bandeja de un elfo que pasaba por allí, y se lo puso en la mano antes de volver a dirigirse a Hermione- Como decía el oro… ¿Dónde está?-

Hermione se dio la vuelta en cuanto volvió a menciono la palabra exuberante. La vida de Harry no era de esa forma y si el mundo conociera la verdad… cambiarían su pensamiento, se dijo mientras se retiraba y alejaba del tal Worple. Fue muy lejos de ellos, pasando entre Las Brujas de Macbeth, aunque como una sombra le seguía Theo.

-De verdad, déjame y verte a divertir- le dijo Hermione al llegar al otro lado de la habitación.

-Se supone que soy tu parej… y recuerda que dije supone- aclaro antes de que terminara inmolado- Por ahora soy el que leja a esos- señalo a un grupo de séptimo que bebían de copas y le lanzaban miradas.

-¿Por ahora?-pregunto Hermione recargándose contra el muro y mirándole enfadada- Ni por ahora, ni en un futuro, ni nada. Entiéndelo Theodoro mi corazón le pertenece a…-

-Harry- término Theo rodando los ojos intentando lucir normal aunque se vio un poco de molestia en el rostro- Lo sé. Me refería a por ahora en la fiesta, luego seré un compañero y ya ¿Te parece?-

Lo que le parecía era guardar silencio. Vio a Neville y Luna platicando con unos chicos de Ravenclaw, también a Ron y Daphne besándose debajo del muérdago y, Colín y Sofí bailando.

-Hermione, Theo, Hola- dijo Ginny llegando con un vestido largo de noche negro, siendo perfecto para su cabellera pelirroja. Venia de la mano con Ernie Mcmillan el cual llevaba túnica negra simple.- Estas Hermosa esta noche-

-Hola maestra- dijo Ernie sin ánimo alguno.

-Hola Ginny, tú también- respondió afable.- ¿Ustedes… están saliendo?-Pregunto curiosa por el cambio, ya que hacía poco hubiera llegado a la fiesta con Deán. Aunque luego de lo del que paso después del partido de Quidditch lo dudaba.

-No- respondió tan rápido y de forma brusca, vio que a Ernie no parecía ni dolido, más bien miraba la mesa de platillos y se sujetaba el estómago- Busco a Ron, mamá le envió la túnica de tía Tessie… otra vez- dijo Ginny entre risas- Debemos quemar esa reliquia-

-Esta por aquel lado-

Se fueron, Ginny tirando de Ernie el cual seguía con la mirada en la comida. Su primera conjetura era que deseaba pagarle con la misma moneda a Deán y que el único que termino en la trampa de Ginny fue Ernie. Se notaba a leguas que le había prometido una fiesta llena de comida y bebida, pero al momento de seguro no probaba bocado el chico.

Paso un rato viendo la gente, platicando con los conocidos y evitando molestarse por la presencia de Theo. Incluso tomo un par de copas de Hidromiel que le ofreció unos elfos, aunque les agradeció debidamente. Qué bueno que el lápiz de labios era de los buenos productos de los gemelos, no se quedaba la marca en el cristal, también mantenían los labios humectados y además el color era de acuerdo a cada chica. En su caso le daba un toque rojo sin ser intenso.

Mientras pensaba ir y platicar con Leanne y Cho un chico se le acerco. -¿¡Mira quien vino a la fiesta!?-

Volteo y vio a Cormac McLaggen, el chico estaba algo ya bebido, con una sonrisa algo rara y sujetaba a una chica por la cintura, la cual estaba incomoda a su lado y se notaba a leguas.

-Es bueno ver que escuchaste que te alejaras de mi- dijo Hermione en un tono bajo- Aunque veo que ahora se te ha olvidado-

-¡¿Crees que se me olvidaría?!-pregunto alzando un poco más la voz- No olvidaría lo que me hiciste-

-Y no aprendiste de eso- dijo Hermione llevándose la mano a la frente, y sobando su sien-Nuevamente te pido que te vayas, continúa la fiesta y diviértete-

-No…- hipo Cormac y soltó a la chica, que se vio aliviada, y le tomo del brazo- Ahora no está tu muerto novio para defenderte-

Hermione miro a Cormac unos segundos y luego sonrió de forma muy dulce- Ya te lo he dicho antes y lo repetiré. No puedes contra nosotros. Así que suéltame o…-

-¿Qué?-pregunto molesto, haciendo que la chicha que le acompañaba se diera la vuelta y se fuera-No tienes tu varita-

-No la necesita- dijo Theo que bebía viendo la escena, sin parecerle molesto y quitado de la pena.-Yo tuve que aprender a la mala, mejor déjala, no quieres que incendie todo el lugar.-

-Me tengo que recordar no intentar razonar con estúpidos- dijo Hermione chasqueando la lengua y molesta.

-Eres una...-dijo Cormac alzando la mano de forma violenta.

-¡¿Qué pasa aquí?!-pregunto Slughorn llegando al lugar algo apurado y mirando a Cormac como si estuviera loco.

Hermione pateo a Cormac en la entrepierna, haciendo que le soltara luego le dio de lleno con el puño en la cara y cuando intento reaccionar, se impulsó y le golpeo con la rodilla en el estómago. La fiesta se silenció, las miradas y voces estaba sobre de ella y Cormac con la nariz rota en el suelo. Se arregló la falda y se alejó del chico que le miraba desde abajo.

-No sucede nada profesor- dijo Hermione soltando un suspiro- Solo que creo que el señor McLaggen necesita tomar aire-

Sin decir nada más tomo rumbo al otro lado de la sala, con las miradas sobre de ella y tomando una nueva copa de hidromiel. Vio al grupo de séptimo que parecían pálidos, les miro y los saludo con la copa, estoy dieron un paso atrás asustados. Las chicas le veían con la boca abierta y algunas parecían fascinadas por su imagen. La música y los murmullos se reanudaron de forma lenta.

-Bonita forma de poner los reflectores sobre ti- dijo Daphne tirando de Ron el cual se reía y señalaba a Cormac burlándose.- Nada más ve el alboroto que has causado-

-Él se lo busco- dijo Hermione sentándose en el primer asiento que vio y cruzo la pierna.

-En eso estoy de acuerdo- dijo Theo sentándose a su lado.

-¿Y quién te pregunto?-dijeron Daphne y Hermione mirándole.

-Se suponías que la cuidarías- dijo la Slytherin tirando del brazo de Ron y dándole un codazo ya que alzaba los pulgares a Hermione y miraba como entre dos tipos sacaban a McLaggen.

-Ella se sabe cuidar sola- respondieron los dos hombres al unísono. Aunque Ron algo ronco por el golpe.

Aun un enojada, Daphne, bufo exasperada se dio media vuelta y salió directa a la pista de baile, donde Ron la alcanzo y luego comenzaron a bailar a lado de Sofí y Colín. Parecían que les preguntaba sobre el alboroto y Sofí se reía cuando Daphne lucia más roja y molesta. También Neville y Luna bailaban al otro lado de la pista. Incluso momentos después se acercó una chica de séptimo le dijo a Theo que estaba aburrida y le pregunto si podia llevarla a bailar, el asintió sin miramientos y ambos desaparecieron. Dándole un poco de paz a Hermione. Aunque aquella chica le lanzo una sonrisa despectiva, como si creyera que le había quitado algo importante, cuando ni le interesaba que hiciera Theo en ese momento.

-¡Creí que no vendrías!- dijo una voz conocida, giro sonriente y vio a la profesora McGonagall, con su mejor túnica de gala y llevando un collar al cuello.-Hasta hace unos momento no supe que estabas aquí-

-Lamento eso, Comarc es todo un caso- dijo Hermione cuando la profesora se sentó a su lado.- Recuerdo aun como me asediaba el año pasado-

-Y yo cuantas veces le dije y advertí que no se acercara más a usted- continuo la profesora alzando una copa de las bandejas que llevaban por todos lados los elfos.- Ese vestido ¿Usted lo compro?-

-No- contesto de inmediato intentando saber que no fue su idea- Lo compro la novia de Sirius, Tamara-

-Oh, ya veo- dijo McGonagall sonriendo un poco- Se ve bien, pero no es su estilo-

Una segunda persona se sentó a su lado, la profesora Trelawney la cual olía a jerez y sostenía una botella completa. McGonagall ni le prestó atención, solo continuo como si nada.

-¿No venía con Theo Nott?-pregunto un poco preocupada en la voz.

-Daphne creyó que si me veían con un chico, los demás chicos no se me acercarían- dijo Hermione negando con la cabeza- Y ahora que no se me acercaran, se relajaron ambos-

-¡Hermione Granger! -exclamó la profesora Trelawney sobresaltando a ambas, no había reparado en ella, con voz grave y vibrante.

-¡Ah, hola! -dijo Hermione no muy convencida de conversar con ella. La última vez que tuvieron "Una plática" Le dijo marchita enfrente de Harry y como respuesta le aventó su bola de cristal, escucho mucho de Harry de los múltiples augurios de muerte que le daba. En resumen no era una de sus profesoras favoritas.

-¡Lo sabía!- prosiguió ella con un elocuente susurro -¡Qué rumores! ¡Qué historias! ¡El Elegido! ¡La diva guerrera! Yo lo sé desde hace mucho tiempo, por supuesto… Los presagios nunca fueron buenos, Harry…eso si fue desafortunado ¡Pero los designios de los cielos nunca se equivocan!-

Hermione dio un vistazo a McGonagall, estaba esperando que hablara la profesora porque si de ella salía algo solo provocaría otro alboroto. Por desgracia Trelawney continúo

- Pero… ¡Nadie me cree! Y luego ese sombrero llega y suelta una y todos le hacen caso…-

-¡SYBILL!- Dijo la profesora McGonagall un poco enojada y mirando a los que estaban cerca, mas ninguno pareció escucharla. -No podemos comentarlo ¿Recuerdas?-

-¡Para ti, más que para nadie, esa asignatura es sumamente importante ¿Cómo la descifraras si no es con Adivinación?!- Continúo la profesora sin prestarle atención.

-¡Ah, Sybill, todos creemos que nuestra asignatura es la más importante! - intervino una potente voz, y Slughorn apareció junto a la profesora Trelawney; con las mejillas coloradas y el sombrero de terciopelo un poco torcido, sostenía un vaso de hidromiel con una mano y se limpiaba la otra de un poco de sangre. Seguro de ayudar a Cormac- ¡Pero creo que jamás he conocido a nadie con semejante talento en múltiples áreas! -afirmó contemplando a Hermione con los ojos enrojecidos.- Una genio, ¿Me explico? He tenido muy pocos alumnos con tanta habilidad; mira, ni siquiera Severus…-

Y Hermione, incomoda, vio cómo el profesor tendía un brazo hacia atrás y llamaba a Snape, que le seguía el paso con su rostro de oler algo pútrido.

-¡Alegra esa cara y ven con nosotros, Severus! -exclamó Slughorn, e hipó con regocijo- ¡Estaba hablando de las extraordinarias dotes de Hermione! -

Atrapado, con el brazo de Slughorn alrededor de los hombros, Snape miró a Hermione con furia e incluso le pareció que lo que se dijeron ambos volvían a resonar entre ellos. Quito la mano de Slughorn con fuerza y se fue más que furioso, aunque Hermione no dijo nada en esa ocasión.

Los dos profesores la viendo con la pregunta en su rostro: ¿Qué le has hecho? Más solo se llevó la copa a sus labios y bebió, vio algo que le hizo morderse la lengua con fuerza: Argus Filch iba hacia ellos arrastrando a Draco Malfoy por una oreja.

-Profesor Slughorn -dijo Filch con su jadeante voz y en sus ojos saltones brillaba la obsesión por detectar travesuras- He descubierto a este chico merodeando por un pasillo de los pisos superiores. Dice que venía a su fiesta pero que se ha extraviado. ¿Es verdad que está invitado?-

Malfoy se soltó con un tirón. -¡Está bien, he venido para hablar con Granger! - Lo grito un poco - ¡Necesito decirle algo antes de regresar mañana! ¿Satisfecho?-

Los que conocía el desprecio de Draco hacia ella y cualquiera de Gryffindor, salto y escupió su trago, aunque fueron pocos. Incluso la profesora McGonagall le tomo del brazo, como intentado protegerla.

-¡No, no estoy nada satisfecho! -repuso Filch, aunque su afirmación no concordaba con su expresión triunfante.- ¡Te has metido en un buen lío, te lo garantizo! ¿Acaso no dijo el director que estaba prohibido pasearse por el castillo de noche, a menos que tuvierais un permiso especial? ¿Eh, eh?-

-No pasa nada, Argus -lo apaciguó Slughorn agitando una mano- Es una celebración, y querer entrar en una fiesta no es ningún crimen. Por esta vez no lo castigaremos. Puedes quedarte, Draco.-

La súbita decepción de Filch era predecible; sin embargo, Hermione, observando a Malfoy, se preguntó por qué éste parecía desesperado para hablarle. Le dijo que podia comunicarse con ella por el pergamino. También vio como Snape miraba a Malfoy con una mezcla de enojo y… miedo ¿Qué se traían entre manos? Pero, antes de que Hermione dijera algo, Filch se había dado la vuelta y se marchaba murmurando por lo bajo; Malfoy sonreía y estaba dándole las gracias a Slughorn por su generosidad.

-¿Entonces qué quieres hablar con Hermione?-pregunto McGonagall de forma un tanto acusatoria.

El rubio se giró y abrió la boca, una mano apareció y le detuvo. Snape estaba sonriéndole a todos, algo que les causo un escalofrió que se notó incluso en McGonagall.

-Me gustaría hablar un momento contigo, Draco - dijo al oído de Malfoy el cual lucio decepcionado- Discúlpenlo no ha dormido bien y está algo enfermo, lo llevare a la enfermería de inmediato-

Le intrigaba de verdad lo que quería que hablaran, no porque fuera algo desconocido (o por que le hablara alguien que le decía sangre sucia en cuanto tenia oportunidad) sino su aspecto, porque verdaderamente sus ojeras aumentaron y parecía muy enfermo.

-¿Ahora, Severus? -intervino Slughorn hipando otra vez. -Estamos celebrando…-

-Soy el jefe de su casa y yo decidiré lo que es conveniente para el- cortó Snape con aspereza y tomando a Malfoy del hombro- Sígueme, Draco.-

En cuanto Snape se dio vuelta Draco la miro a los ojos y de sus labios formo una palabra. "Prepárate" Se marcharon; Snape iba delante y Malfoy lo seguía con cara de pocos amigos.

Hermione vaciló un momento y luego dijo: -Vuelvo enseguida. Tengo que ir… al lavabo. He tomado mucho esta noche-

-Muy bien -repuso McGonagall lanzándole una mirada ya que ella también vio lo que dijo Draco. Y aunque podia a sonar a amenaza, a Hermione le parecía más una advertencia.

Avanzo hasta la pista del baile, tomo a Luna del brazo, sacándola del pecho de Neville ya que bailaban una canción lenta. -Vengan- Luego fue el turno de Theo que lo encontraron bebiendo a unos metros de Ginny y Ernie (aunque ambos estaban discutiendo acalorados y no deseo interrumpirlos) y por ultimo a Sofí que esperaba a Colín que tomaba fotografías a las parejas y todo aquel que quiera una. De Daphne y Ron ni sus luces, parecían que se marcharon de la fiesta.

-¿Qué sucede?-pregunto Luna aún muy pegada a su novio.

-Eso es lo que no se- dijo Hermione avanzando entre la multitud y buscando un lugar donde hablar, encontrando un puerta que daba a un balcón.-Por aquí-

Salieron a tropel, al principio pensó que encontraron a una pareja en una situación muy personal, luego se percataron del vestido violeta y de que el chico poseía cabellera roja. Se estaban besando con intensidad, mientras la chica estaba sentada en sus rodillas y este le sostenía de forma muy íntima. El sonido de la puerta cerrándose los altero, Daphne y Ron saltó del susto, se pusieron del pie e intentaron arreglar su ropa. Aunque el cabello de Daphne era un desastre y la camisa de Ron estaba por fuera. Y los labios de ambos lucieran con marcas de labial.

-¿Qué hacen aquí?-pregunto Ron rojo y completamente molesto.

-Sí, eso se siente que te interrumpían - dijo Hermione a Ron, el culpable de varias interrupciones con Harry y el cual siempre entraba al cuarto sin tocar.

-Entendería uno o dos, pero cinco- dijo Daphne tan o más molesta que Ron, lo cual era por mucho su enfado más grande que le habían visto.

-A nosotros no nos dijo tampoco-contesto Neville colorado y con Luna intentando no ver a Daphne.

-Es algo que nunca olvidaremos- murmuro Theo con una sonrisa algo más que divertida, parecía que también estaba sintiendo los efectos de tomar en abundancia.-Linda forma de sostenerla-

-Dilo de nuevo y te dejare desnudo y en el comedor a plena hora pico- dijo Daphne con una mueca nada agradable.

-Siendo sinceros, no queríamos ver eso tampoco- dijo Sofí mirando por el barandal y con los ojos cerrados.-¿Hermione que pasa?-

- Algo pasara aquí y hora - dijo Hermione mirando a todos.- Tenemos que cambiarnos y prepararnos -

-¿Como que algo? -pregunto Ron interesado.

-Drago se coló a la fiesta y me dijo que me preparara, creo que era una advertencia- dijo Hermione mirando como sus rostros cambiaban, de preocupados a casi divertidos.

-¿Enserio, Draco te dijo?-pregunto Daphne cruzándose de brazos y con el peso en una pierna. -Por eso vienes a al único escondite de esta fiesta y nos interrumpes, es simplemente una tontería-

-En eso concuerdo- dijo Luna aun si poderla ver a ninguno de los dos- Creer a Draco…-

-Snape no dejo que me dijera más- dijo Hermione para refutar- Presiento que algo sabían-

-No lo creo Hermione, mañana regresamos a casa- dijo Neville rascándose la nuca- No le vería caso a algo así-

-Por amor a Merlín- gruño Hermione exasperada- Chicos, sé que Draco es un imbécil de primera, pero es diferente, él quiere a su madre y reunirse con ella- o eso espero, pensó, aunque no lo diría- y ella está en Camelot si alguien de Hogwarts saliera lastimado nosotros podríamos negarle eso y no dejara que pase-

-¡O PUEDE SER UNA TRAMPA!- dijo Ron golpeando la barandilla-¡NO PUEDES CONFIAR EN ÉL! ¡AHORA, SAL DE NUESTRO ESCONDRIJO!-

Solo la fiesta sonó por unos segundos.

-¿Qué dijiste?-pregunto Hermione atónita. Por primera vez no le molestaron los gritos de Ron, tampoco sintió ganas de hechizarlo o siquiera contestarle. Su cuerpo se paralizo, su mente se puso en blanco un segundo y luego lo entendió. Por su mente paso el número de personas presentes.

-Dije que se fueran de nuestro escondrijo-Continuo Ron avanzando a la puerta- Esto no es una reunión para siete-

Se llevó las manos a la cara, se sintió roja de vergüenza y sus ojos se pusieron cristalinos.- Me equivoque-

-Claro que te equivocaste- dijo Daphne acercándose- pero no es para tanto-

-No. El me equivoque en la traducción, no era trece… era catorce, esos números se pronuncian casi igual y… ¡QUE TONTA!- Grito golpeando las manos contra la barandilla- El catorceavo día, del doceavo mes, del año donde se perdió- comenzó a recitar Hermione viendo el cambio de rostro de todos- Y cuando los siete estén en el escondrijo y la pared sea rota…-

No termino el cielo se ilumino de color rojo, una bola de fuego ascendía desde los bosques, era de un tamaño de un camioneta y se lanzaba directo a ellos. Ahogaron un grito y se miraron aterrados, choco contra la protección que tenía Hogwarts, aquello lucia como si el fuego fuera detenido por cristal, aunque resistía por segundos y desintegraba poco a poco el hechizo, se cuarteaba y antes de que el hechizo fuera difuminado lo atravesó, he igual que cristal se resquebrajo, y de un segundo para otro desapareció toda barrera que existía a los alrededores. El fuego era menor que la que golpeo la barrera aun así golpeo los terrenos dejando un rastro de fuego y tierra.

-La barrera…- dijo Theo con los ojos abiertos, más sobrio.

Otro hechizo ascendió verde surco los cielos y sobre Hogwarts se dibujó una calavera verde de la cual salía una serpiente. La marca de Lord Voldemort.

-Chicos, tenemos que salir del castillo ya- dijo Hermione sacando la varita, moviéndola en el aire formando runas de fuego a toda velocidad y sin detenerse y alrededor de ella. Mientras las recitaba y creaba algo parecido a un anillo de puras runas. Al terminar estas se abrieron como una onda enorme y se repartieron por cada punto cardinal, al terminar vio la estupefacción de los chichos- NO PODRAN HACER NINGUNA APARICION, PERO PUEDEN INGRESAR POR LOS CAMINOS MAS COMUNES, PERO NO RESISTIRA MUCHO ESTARAN AQUÍ EN NADA DE TIEMPO. TENEMOS QUE PROTEGER HOGWARTS-

Reaccionaron al instante. Ingresando a la fiesta, parecía que ninguno se percató de la marca ya que aún estaban celebrando, y como los profesores estaban del otro lado nada les preocupaba. Se apretujaron y pasaron empujando a quien se pusiera intentando salir, siendo siente se hizo un poco fácil. Una vez que llegaron a la puerta Hermione mando primero a los chicos para que llegaran a los terrenos cuanto antes y lo hicieron, a las chicas les mando a adelantarse a las salas comunes y evitar que salieran alumnos cerrando los pasos temporalmente. Un vez que corrían por el pasillo se volvió adentrar y llego donde los profesores, encontrando a la mayoría con Slughorn, Trelawney y McGonagall, además de Sprout, Madame Pomfrey y Flitwick. Al llegar a ellos coloco un silencioso y rápido hechizo de silencio, para que no los escucharan.

- Suplico que guarden la compostura. -Tomo un suspiro porque sabría que no sería un linda noticia- El castillo está siendo atacado, los Mortifagos han roto la barrera y colocado la marca tenebrosa sobre de nosotros- La única que se llevó un susto y salto fue Trelawney, que incluso pareció perder su estado alegre.- Profesores Slughorn y Trelawney no dejen salir a nadie e intenten mantener la calma general- Dijo Hermione levantándose con los demás profesores restantes.

-Deberíamos llevarlos a sus salas comunes- dijo la profesora Sprout- Es más seguro-

-No, aquí es más seguro- dijo la profesora McGonagall con seguridad- Si salen ahora al castillo puede que alguno se ponga en peligro, necesitamos control y mantenerlos en la fiesta es lo mejor. No alterarlos es esencial. Horace, Sybil es su responsabilidad- su voz sonaba realmente preocupada por los estados de ambos profesores.- En cuanto a las salas comunes, algunos verán la marca y se asustara…-

-Está resuelto, he mandado a que las sellen temporalmente, de esa forma aunque la vean no podrán salir y tampoco ponerse en peligro- termino Hermione sacando una mirada de aprobación de la profesora.

-No perdamos más tiempo, vamos a partiles la crisma- dijo Flitwick que no estaba tan sobrio, pero era un peleador nato. Dándole la razón, salieron de la fiesta los cinco. En cuanto salieron de la vista de todos, comenzaron a correr para bajar a los terrenos.

-Expectopatronus- dijo McGonagall creando un gato plata el cual maulló y salió corriendo del castillo, incluso para un gato volador parecía una flecha de humo plata- Va a Dumbledore-

Continuaron por el pasillo, giraron y luego bajaron escaleras. Estaban muy lejos de los terrenos.

-¡No, por aquí!- dijo Hermione en un recodo.

-¡Es más largo!- contesto McGonagall, aunque no le hizo caso. Paso entre una vieja y oxidada armadura y casi golpeándose con una gárgola mal puesta, cruzaron la pared, luego bajaron dos tramos de escalera giraron a la derecha y se adentraron por un pasillo, al salir se encontraban en el segundo piso. Al ver tal atajo los profesores se vieron entre sí, impresionados.

-¡Me lo enseño Harry en su tercer curso!- dijo Hermione cuando las preguntas aparecieron.- No es momento.-

-Poppy, tus habilidades de batalla no son buenas. Ve a la enfermería y prepara todo tu equipo- ordeno la profesora McGonagall jadeando y sin siquiera rechistar madame Pomfrey doblo en la esquina y se perdió.- Espero que nosotros cuatro seamos suficientes-

Como vestían de gala y con zapatillas y en su caso vestido, no estaban corriendo a todo lo que podían, de tal forma que Hermione hizo dos cosas que saco aún más en desconcierto a los profesores. Con la varita se desabrocho el seguro y las tiras los tacones, y los dejo tirados, luego corto parte de su falda abriendo más el espacio para correr con todo el largo de su pierna, aunque mostraba más de lo que quisiera.

En cuanto salieron de las puertas vieron hechizos volar por el aire y escuchado algunos golpes y quejidos, además de los seis Pendragón peleando con algunos Mortifagos encapuchados y enmascarados. Ron y Theo se enfrentaban a seis con problemas, mientras muy alejados Neville y Sofí a otros cuatro, entre Daphne y Luna derrotaban a uno de sus cinco contrincantes. Sin embargo detrás de esos veinte se veían otros diez que se dirigían a la derecha y otros diez por la izquierda para rodear la batalla he ingresar al castillo.

-Filus lo de la derecha, ¿Si puedes con los diez?-pregunto la profesora McGonagall, aunque el pequeño hombre salía por ellos, gritando a todo pulmon y con la varita en alto listo para la batalla.- Pomona y yo iremos por los de la derecha, ayuda a los chicos-

En cuanto termino salió directo a ayudarle a los que estaban más apurados. Mucho antes de que incluso le dijera a Ron que estaba en la pelea, el pareció saberlo ya que se alejó y comenzó un intensa batalla de reductos, desmaio e impedimenta contra dos sujetos. Llego justo a tiempo para lanzar un expeliarmus a uno de los contrincantes de Theo.

-Gracias, pero ve con Neville y Sofí- dijo Theo cubriéndolos con un escudo- Atacaron a Sofí por lo menos seis, Neville apenas y pudo protegerla… no quieren atacarnos o serían más -

Giro para evitar un hechizo verde que podría ser la maldición asesina, lanzo un bombarda que levanto tierra cubriendo su salida. Corrió con una barrera a su espalda, cruzándose por la pelea de Luna y Daphne, que aunque ambas parecían estar confinadas en su pequeños vestidos, no daban tregua a los Mortifagos, Luna atacando con cosas impensables como pequeños pájaros hechos de piedra o con un haz de luz que le golpeaba en la cabeza a uno de ellos, mientras Daphne se enfocaba en terminarlos, lanzándolos a la lejanía y luego apresándolos o como el pobre tipo que se hundió en la tierra y recibía puñetazos de rábanos(Hechizo de Luna). Ni siquiera era necesario ayudarlas, pero ambas le vieron cuando corría y lanzaron protecciones consecutivas para evitar que la dañaran. Todo aquel trabajo en equipo estaba rindiendo frutos y eso que era un grupo reducido.

Cuando llego a la tercera batalla vio que el número de Mortifagos con los que peleaban incremento a ocho. Seguramente esperaron en la oscuridad del bosque a que se confiaran y luego atacaron, pero Neville esquivando maleficios imperdonables y contrarrestaba con pequeños hechizos que volaban y zigzagueaban en el aire dando a sus oponentes. Además de que protegía a Sofí que estaba en la nieve. Su imagen quieta asusto a Hermione. Apresuro el paso por la nieve a pesar de sentir que se le congelaban los pies y que pequeñas gujas atravesaban su piel.

-¡No!-Grito al ver como un hechizo rosaba a Neville y este se caía en una rodilla. Limitado logro crear un escudo a tiempo que varios le lanzaron expeliarmus, aunque salió volando y alejándolo del lugar de la batalla -¡SOFI!-

Pensó que terminarían con la chica, al contrario se acercaron, ataron a Sofi y uno se la echo al hombro. Al ver a Hermione corrió directo a Hogsmeade. Supuso que su hechizo rúnico seguía activo, no podrían aparecerse hasta que desapareciera y no les veía escobas en las que pudieran escapar. Las palabras de Sirius hicieron mella en su mente "Un familiar que sangre igual que al que mato". Podría que Sofi no fuera una real Potter, pero aun así Voldemort tal vez la buscaba para algo más o simplemente por descubrir si de verdad tenía relación sanguínea con Harry.

Los otros siente la encararon. Mas no tenía tiempo de pelear, si sacaban a Sofi del área de su protección la perdería y ella no se perdonaría el secuestro de su cuñada. Una ráfaga intensa de fuego golpeo a dos Mortifagos, y una cadena envolvió a dos, además de que otros dos salieron disparados y cayeron de espalda. Apartándolos de su camino. Miro que la ráfaga venia del lado de Ron, Neville era el autor de que dos salieran volando y las cadenas estaban conectadas a la varita de Daphne y Luna, mientras Theo los cubría a cada uno de los cuatro que aún faltaban. Solo quedaba uno el cual se quitó a tiempo de que fuera rebanado por un Diffindo de Hermione. Sin frenar lo paso y volteo a ver como seis de los siete estaban conscientes y aún quedaban tres más que los atacaban desde atrás de sus amigos, encerrándolos. Por un segundo freno.

-¡QUE NO SE TE ESCAPE! -Grito Luna enojada- ¡NOSOTROS LOS CAPTURAREMOS! ¡NO DEJES QUE SE LA LLEVEN!-

Miro la determinación en cada rostro y también como le asentía, regreso la mirada rogando que nada malo les pasara y se apresuró por el blanco suelo, adentrándose por el bosque. En sus oídos resonaba su corazón desbocado, una y otra vez, se volvió tan frenético el ritmo que se alarmo y esperaba que no sufriera un paro cardiaco. Cruzo y bajo una ladera, siguiendo el camino más directo a Hogsmeade y sabiendo que si veía el puente de piedra que los conectaba Sofi estaría secuestrada. No le importo rasgar la ropa con las ramas o que resbalara en una pendiente y se manchara el blanco vestido y rostro, simplemente continuo.

Vio entre la ramas de los arboles más de veinte luces rojas saliendo del pueblo, dirigiéndose a Hogwarts, parecían hechizos Desmaio por el color. Uno de color dorado se elevó y se perdió en los cielos. Los chicos y profesores se darían cuenta, o eso esperaba. Algo exploto a la distancia, un gemido lastimero y alguien gritando se oyó por el bosque.

Salto al camino y vi el puente de piedra, freno viendo que en medio el encapuchado sostenía a Sofi entre sus brazos, además de que a mitad del puente este estaba muy destrozado.

-¡Alto ahí!- dijo Hermione apuntándole con la varita y sujetándola con ambas manos.

-¡Hermione!- dijo la voz de Tonks y sus pasos, mas no le quitaba la vista de encima al sujeto, si lo cruzaba por completo lo perdería.

Llego a su lado la aurora e igual apunto al encapuchado. Dio una rápida mirada, venia acompañada de otro Auror y lucia con rastros de batalla, tierra nieve la cubrían además de una cortada en la mejilla. Lo pensó un momento y supo que las batallas no fueron solo para ellos, seguro todo alrededor de Hogwarts estaba siendo atacado al mismo tiempo. Y que los Mortifagos crearon alguna brecha por la que colar tantos.

-¡Es bueno que nos tomáramos unas copas antes en Hogsmeade!- dijo la voz de Sirius, aunque del otro lado del puente-¡Ahora baja a la pequeña Potter y no te destrozare tu cara!-

Apareció no solo Sirius, venía con compañía Lupin, Fred y George que sonríen y mantenían las varitas en todo lo alto.

-Lo has escuchado. Baja a la pequeña y entrégate- dijo Lupin con voz furiosa.- Estas rodeado.

Ambos lados comenzaron a avanzar, tenían la ventaja numérica y aunque quisiera aparecerse tendría que pasar su runa la cual estaba posada al final del puente, detrás de los Gemelos. Mas algo raro pasaba el sujeto parecía ver a Hermione, sostenía a Sofi con cuidado y no movía ni un solo musculo, como si se encontrara petrificado.

-¡Hermione, aquí estamos!- dijo la voz no solo de Ron, sino también la de McGonagall. Sin darse cuenta sus amigos se encontraban ya en el puente, listos para terminar el trabajo y tomar a Sofi de las manos del encapuchado.

Con más personas y varitas, se dio el lujo de mirarlos, se encontraban perfectamente bien, casi como si de inmediato hubieran exterminado a los atacantes. -¿Cómo es que…-

-¿No fuiste tú?-pregunto la profesora McGonagall algo enojada- De la nada llegaron muchos desmaio y golpearon a los Mortifagos-Pomona y Filius están apresándolos en este momento-

-¿Qué…-

No termino ni de cuestionarse que pasaba cuando todos dieron un respingo, vieron al sujeto en el puente que se movía bajando a Sofi lentamente hasta dejarla sentada en el suelo. Se irguió y fue como si una enorme bestia poderosa se soltara de repente, su aura y su magia era tan fuertes e intimidantes que todos temblaron, dudaron y dieron un paso atrás. Si no viera al encapuchado dirían que era una bestia mitológica, un animal salvaje de milenios de años que despertaba de su hibernación.

Lo entendió al notar que en el cielo ya no estaba la marca tenebrosa, que las batallas terminaron súbitamente y que aquel sentimiento que hacia retroceder a los demás a ella le atraía. Hermione avanzo, bajando la varita, le temblaba tanto los dedos que su varita término en el suelo y sus ojos empezaron a lagrimear.

-¿Qué haces?-preguntaron Sirius, Ron y McGonagall.

El encapuchado también se acercó lentamente y con cada paso la magia parecía aumentar hasta formar una enorme conmoción en cada uno. En unos instantes estaban frente a frente. No lo veía bien por las lágrimas, la oscuridad y que el sujeto tenía una capucha, pero notaba que sonreía y lloraba también. Levanto la mano revelando que debía viajar con ropa ligera, su piel tenía un tono azul.

-Ni se te ocurra tocarla- dijo Sirius lanzando un hechizo a su espalda y este dio de lleno pero solo logro que se quejara y cojeara mientras daba un paso para estabilizarse.

-¡NO LO ATAQUEN!-Grito Hermione furiosa, moviendo sus manos y alzándolas protegiéndolo de ambos lados del puente. A pesar de llorar sus facciones estaban desencajadas-¡SI LO ATACAN YO LOS MATO A USTEDES!-

-¿ehh?- fue el murmullo general

El encapuchado se volvió a erguir y sus rostros se encontraron. Un sonido de batir de alas paso sobre sus cabezas, y Hedwig se posó sobre el hombro del encapuchado, ululo de felicidad y se restregó contra la capucha. Con manos temblorosas Hermione tomo su rostro, se sentía sucio, sudado e incluso helado, mas no importaba. Mientras el bajo con lentitud su capucha revelando su pelo largo y revuelto de color azabache.

Las varitas de muchos otros terminaron en el suelo tintineando.

Al momento Hermione le quitaba los horribles goggles que cubrían sus ojos, revelando un verde esmeralda. Harry la veía con una sonrisa radiante, sus ojos llenos de lágrimas y amor.

Sin pensarlo un segundo se lanzó a sus brazos y cuerpo colgándose de su cuello, envolviendo sus piernas alrededor de su cadera y viéndolo con la mayor de sus sonrisas. El la sujeto y la apretó contra su cuerpo mientras le veía directo a los ojos. Sus labios se conectaron casi en nada de tiempo, sintiendo los fríos, salados y como una descarga cruzaba a ambos haciendo que se estremecieran en un movimiento casi violento, y aun así se apretaran contra el cuerpo del otro en un intento de fusionarlos. Los brazos de Hermione estaban detrás de su nuca y los de él acariciando sus caderas y su cabello, se sentía como si nunca se hubieran besado, como si esa caricia fuera lo único del mundo y ellos dos uno solo. A pesar de que los veían y estaban atonitos, ellos continuaron haciendo un beso tierno y que aumentaba el ritmo rápidamente, sin cansarse y no queriendo soltar al otro, porque si desaparecía o era un sueño no lo soportaría ninguno.

Al finalizarlo se reían sin control, con sus corazones latiendo contra el pecho del otro, desbocados y al mismo tiempo, viendo sus ojos llorosos.

-¡Tardaste mucho idiota!- dijo Hermione algo enfadada, enterrándole las uñas en la nuca y aun así con una felicidad incomparable- ¡Gracias a dios, estaba muy preocupada por ti!-

-¡Perdón!-dijo Harry acercando su frente a la de ella y tocándolas, el contacto les hizo nuevamente estremecerse y ambos se rieron nuevamente por que esa frase la habían escuchado antes- Es que los problemas me encontraron nuevamente.- Harry quito la mano de su cabello y toco su mejilla con esa suavidad que tanto extrañaba y anhelaba.- De verdad lo siento tanto, no te dejare otra vez, pase lo que pase-

Se vieron y apretaron tanto contra el otro, llorando como nunca antes.

-Estoy en casa amor-

-Bienvenido cariño-