Ya sé, si lo sé, okey estoy de acuerdo. He tardado mucho con el capítulo. Pero admito que fue por un bloqueo mental, un dolor que me dio y sobre todo porque no me hallaba para escribir la continuación. Aunque el capítulo es algo… entre informativo, y algunas sorpresas lo hice un poco para la continuación del regreso de Harry.
Espero que entiendan que voy lento porque algunas cosas no puedo saltarlas y decir "ya regreso y punto", me gusta ser más específico.
En cuanto a las preguntas, creo que solo contestaron una persona y de las cuales solo acertó en dos, así que continuare esperando.
Y hace dos días cumplí dos años publicando, sé que debería hacer un especial. Denme ideas de que hacer por favor.
Lean, disfruten y comenten.
Todos los derechos de J. K. Rowling
Capítulo 80.- Hogar dulce Hogar.
Hermione
El sueño se repitió nuevamente igual que cada noche mientras no estaba, aunque de forma diferente. Harry aparecía después del ataque de los Mortifagos al castillo, se les había arreglado para salvar a Sofi de ser secuestrada, estuvo a punto de atacarlo hasta que se percató de quien era. Lo siguiente fue extraño y algo rápido, muy rápido a su parecer. Los demás desconfiaban, él les decía un par de cosas que solo conocía, algunas que incluso la sorprendieron pero que no era nada extraño en el actuar de Harry. Todos los Pendragón le tenían confianza y le contaban algunas cosas que a los demás no, con su capacidad de guardar secretos y ayudar a los demás era lógico que los apoyara incluso sin contarle a ella.
Lo abrazaron y se vieron muy felices de su regreso. Aunque no podía creer como se lo imagino en el sueño, aun para su pensamiento parecía haber pasado por un crecimiento apresurado. Su rostro era más adulto y sus rasgos un poco más atractivos, con su altura un poco encima de lo que siempre le conoció y su cuerpo incluso más musculoso (No exagerando). Le alegraba que su cabello tan alborotado fuera como siempre. Además de Marlow que el pequeño estuvo a su lado y parecía más tierno que cuando se fue.
Aunque se tuvo que separar para revisar que ningún Mortifago se quedara suelto en el castillo o su alrededores, aunque no fue muy complicado ya que parecía que todos y cada uno de ellos fue golpeado por un desmaio y estaban inconscientes, tanto que incluso necesitaron dos enervate para hacerlos despertar por y que caminaran por su cuenta. Los enviaron al fondo del tercer piso del lado derecho donde aguardaban encadenados y sin varita, al siguiente esperaba que Aurores pudieran llevárselos a Azkaban. Mientras realizaban todo eso el profesor Dumbledore envió un patronus con forma de fénix el cual dijo que estaba en camino y que estaba por llegar a la pelea, lo que no fue necesario y la profesora McGonagall le regresó el mensaje avisando, no solo que estaba acabado todo sino que también Harry estaba de regreso.
Las marcas que le dejo su viaje a Harry fueron grandes. Aunque no era nadie para juzgarlo, su sobre esfuerzo en los entrenamientos le realizo que su piel se tornará rosa. Y Harry lo noto, y luego de una breve explicación, diciendo que a él le paso, la curo absorbiendo su enfermedad y luego asimilándola en su cuerpo. Algo que no pudo hacer más que incrementara su amor por Harry. Una cosa más que le quitaba de los hombros en solo un par de horas.
Lo último que recordaba de la noche anterior fue que estaba llorando descontrolada en el pecho de Harry, con el abrazándola y protegiéndola en sus brazos, besándolo con todas sus emociones a flor de piel entre los brazos de él y ella sosteniendo su espalda y cuerpo, aferrado a sus labios sin que nada ni nadie los separara.
No quería despertar. Se sentía también el calor en su mejilla, sus manos sobre los músculos de Harry, su corazón retumbando en sus oídos y sobre todo el tenerlo ahí consigo que no deseaba abrir los ojos y dejar ir su sueño. Sentía que se despertaría sola, con Harry aún muy lejos y sin poderlo alcanzar. Una mano le acaricio la mejilla y sintió su nariz rosarse contra otra… con tanto tacto que incluso erizo su piel. Abrió un poco los ojos con temor. Y ahí estaba los verdes ojos de Harry mirándola de la misma forma que la primera vez que se besaron. Con amor contenido y un poco temerosos. Por un momento se quedó quieta, luego sus manos apretaron su cuerpo contra el de Harry sintiéndose aliviada y feliz de estar a su lado.
Por un momento no se dijeron nada, solo se observaron y sonrieron.
-¿Sabes cuantas veces soñé con esto?-pregunto Harry con voz muy baja- Tenerte entre mis brazos, poder ver tus ojos, sentir tu corazón latiendo contra el mío-
-Yo lo soñé cada día desde tu partida- contesto Hermione igual forma.
-Dos años- dijo Harry soltando una voz rara, como si estuviera a punto de llorar- Y cada día soñé contigo-
- ¿Dos años?-pregunto Hermione desconcertada, no podía ser más de seis meses incluso las pocas posibilidades de que ese tiempo se extendiera era muy pocas o casi nulas- ¿Por qué sigues…-
-¡BUENOS DIAS CACHORRRO!-grito Sirius alegre, interrumpiendo, dando un portazo y haciendo que ambos saltaran del susto.
Harry se puso frente a Hermione casi de inmediato con el báculo en mano, sin saber cómo llego a ella y con su magia desenfrenada. La sensación regreso, aquella sensación de una criatura enorme y peligrosa que estaba alertando a todos que se alejaran. Para ella era un poco diferente, sentía como aquella magia que despendería le tranquilizaba.
Sirius estaba callado y viéndolos, aunque más por Harry que le miro algo molesto, soltó un suspiro y luego bajo el báculo. Le miro y pregunto-¿Aún siguen sin aprender a tocar puertas?-
-Eso es más que obvio-
-Disculpen.- dijo Sirius llamando su atención-Creo que como un adulto debo preguntar ¿Qué hacen en la misma habitación tan temprano?-
-Tranquilo soy muy responsable y mi brújula moral es muy exacta, no pasó nada- dijo Hermione con un tono molesto por su insinuación.
-¿Eres?-pregunto Harry alzando una ceja -¿Es decir que soy un irresponsable y mi brújula moral es inexacta?-
-No… yo no quise decir eso… es que…- comenzó Hermione un poco sorprendida por la pregunta y nerviosa.
-Porque si es así te doy la razón- termino Harry sonriente, casi pareciendo orgulloso por ello- Sabes que eso no va conmigo-
-De cualquier modo, Hermione aunque eres técnicamente una adulta creo que esto…- dijo Sirius señalándolos con los dedos y luego juntándolos varias veces-… aún puede ser prematuro-
-¿Disculpa?-pregunto Hermione levantándose, si hubiera estado menos presentable le hubiera arrojado un par de hechizos, pero seguía con su pijama y se encamino para encararlo. La mano de Harry la sujeto y la pego a su costado sonriente.
-Padrino, técnicamente soy mucho mayor de lo que crees y tengo muchas más vivencias de lo que creerías- contesto Harry suspirando- Así que aunque pasara, eso no es algo que deba importarle a nadie más que a nosotros dos. Además sabes que ella es lo primero para mí, si cualquier cosa surgiera ella cuenta con todo mi amor y estaría feliz de estar a su lado-
Si un color describiera a Hermione seria el rojo y uno encendido, su rostro estaba de ese tono por completo, y a pesar de eso se sentía feliz por alguna razón.
-Pues qué bueno que lo sepan. No quería tener que platicar nada de eso con ustedes- dijo Sirius aliviado- Sin pláticas de abejitas, miel y sin serias platicas de responsabilidad-
-No somos irresponsables- dijo Hermione bufando.
-Arreglado eso, tengo que ir a la madriguera y trasportar a todos- Dijo Sirius alzando un pergamino- No saben dónde queda Camelot-
-Cierto- dijo Hermione asintiendo- Asegúrate que no te sigan. Iremos después del desayuno-
-¡Qué bien! ¿Iremos a las tres escobas o al gran comedor? ¿Qué desayunaremos?-pregunto Harry de repente, pareciendo ansioso e incluso muy animado.
-Tu no- dijo Hermione parándose enfrente y mirándolo a los ojos- Debes quedarte aquí hasta que nos podamos ir a Camelot-
-¿Camelot?-pregunto Harry girando un poco su cabeza- Y… ¿Eso de que nadie puede verme es de verdad?-
-Sí, no podemos arriesgarnos a que los Mortifagos sepan de tu regreso y sobre todo te tu poder- declaro Hermione con fuerza, sintiéndose algo rara, no quería decirle que estaba encerrado como antes de irse, tampoco recordarle como desde su quinto curso le decían que no hiciera nada y mucho menos que se pelearan, no cuando recién estaba llegando a su lado.
Mas necesitaba que comprendiera que era una gran ventaja sobre Voldemort y que debían mantener el estatus a como diera lugar.
Harry lucio molesto, se notaba mucho más que antes, se dejó caer sentado en la cama y bufo -Esta bien, entonces… ¿Qué voy a hacer?-
-Por ahora… nada- respondió Hermione un poco temerosa. –Necesitas descansar, curarte y que te informemos de todo lo que hemos pasado-
-¿Qué tan mal estamos?-pregunto Harry mirándola a los ojos.
No supo si se refería a la guerra o a su situación sentimental, si era la primera tendría una respuesta y si fuera la segunda no tenía una respuesta, quería tenerla y decirle que todo bien, pero… no lo sabía. Abrió la boca para responder pero fue interrumpida.
-Buenos días… - dijo Ron llegando medio dormido con las manos detrás de la nuca y a su lado venia Neville- McGonagall nos dijo que nos despertáramos temprano y que fuéramos a su despacho ¿Qué tal durmieron tortolos?-
El tono burlón sonó, aun así no hizo mella en ninguno, Harry continuaba mirándola y ella intentando encontrar las respuestas que no encontraba a pesar de buscarlas.
-¿Pasa algo?-pregunto Neville, ambos entrando y quedándose a un lado de ellos.
Un largo suspiro de Harry y que sonriera hizo que la habitación pareciera otra -Nada que no se pueda arreglar.- Que bien, ¿Qué desayunaremos?-
Voltearon a ver a Harry el cual miraba a el techo, con las manos apoyadas en la cama y pareciendo pensar, o más bien fantasear con algo ya que incluso estaba salivando. Se preguntó ¿Desde cuándo no come? Mientras que se sentaba a su lado y miraba como, aun si se mantenía tranquilo, su cuerpo estaba tenso.
-Harry… por ahora es mejor…-
Los ojos de Harry se cerraron y la interrumpió- Ya lo sé… por ahora no puedo salir. Me quedare aquí y reorganizare mis cosas, reforzare mis hechizos. Tengo un par de cosas que quiero hacer- su voz demostraba el desagrado de eso.
Se levantó, miro a Ron y Neville ambos cruzados de brazos y sin saber que hacer o decir. Les dijo que se a adelantaran, Sirius aunque preocupado por Harry se retiró también, dejándolos solos. Por un momento, mientras se cambiaba pensaba en cómo manejar la situación. Por un lado Harry había estado lejos y siendo, de alguna forma, libre de todos los problemas e incluso de todos los que conocía. Al contrario que en ese momento, ya que estaba empezando mal su regreso, en su cuarto de la sala de menesteres, encerrado y sin poder salir siquiera al castillo. No era alentador, y tampoco ayudaba a que comprendiera que tan bien estaban ambos.
Al salir se quedó boquiabierta. Harry estaba sentado sobre la cama con las piernas cruzadas, echo un vistazo al montón de cosas que estaban sobre la colcha: su bolsa para la pierna, el huevo enorme de dragón, bolsas de tela vieja y parecida a diferentes partes de ropa, algunos otros artículos que no renació, libros, los seis grimorios en la cabecera y por su puesto el báculo. Sin lugar a dudas una colección bastante buena de artículos mágicos, y diferentes cosas que no tenía idea de donde las saco.
Lo miro desde atrás y giro la mirada sonriente, mientras alzaba una varita, aunque rota. Enseguida abrió los ojos Hermione y se llevó una mano a la boca.
-¡Tu varita… ¿Cómo se rompió?!-pregunto pegándose a su espalda para ver mejor.
-Me caí del cielo y termine explotando la superficie del mar para aligerar la caída- dijo Harry soltando un suspiro- Pero creo que gran parte de la magia reboto y la destrozo. La voy a reparar… aunque aún no tengo la imagen clara de lo que quiero hacerle-
-Pero… ya tienes el báculo- dijo Hermione mirando el alargado y retorcido palo alargado, mitad madera y mitad plateado.
-No puedo dejarla así, me ha apoyado tanto- dijo Harry levantándola ante su vista y entrecerrando los ojos para verla de cerca.
En ese momento se acordó de muchas cosas. Principalmente que Harry no tenía sus anteojos, apresurada saco el monedero y convoco la chaqueta de Harry. Salió disparada de un momento a otro e incluso antes de que ella la atrapara a vuelo Harry la sujetaba del cuello y con todo lo demás hacia arriba.
-Gracias- murmuro Hermione asombrada por los reflejos de Harry, rebusco en los bolsillos sacando los tres objetos que no había movido desde la batalla del ministerio.
La caja taboo que dejo a lado de la bolsa para la pierna, el detector que parecía desprender una magia rara y los lentes de Harry. El cual intento identificarlos sin acercarse, Hermione los tomo con cuidado y sin apresurarse se los fue colocando intentando no parecer nervioso. Ya que hacía mucho tiempo que no lo veía con esa apariencia y tan solo ese objeto lo cambio por completo, le pareció ver al mismo niño hacia seis años atrás en el expreso de Hogwarts, más aun cuando sonrió.
-Ese si es mi Harry- dijo Hermione soltando un suspiro y sonriendo. Poniéndose algo acalorada y sintiéndose sonrojada cuando la tomo y le sujeto las manos.
-Me agrada mucho más que los viejos y modificados omniculares- dijo Harry levantándoselos sobre el puente de la nariz- Los encontraste… incluso cuando yo los deje caer tan fácil, no creí que fueran recuperables-
-No eres Harry sin ellos- dijo Hermione.- Y otra cosa- Soltó su mano derecha levantándola y mostrando los anillos excalibur.
Ambos se sorprendieron. Hermione por su cambio que era mucho desde el día anterior, ya estaba acostumbrada a verlos negros y opacos, mas estaban recuperándose el color de las gemas era nítido y el metal tenía una sección que brillaba como antes.
-¿Qué les sucedió maestros?-pregunto Harry con voz rápida -…-
{Veo que se ha dado cuenta} sonó la voz de Revé en su cabeza {Ahora estamos bien, gracias a su magia, ayer cuando dio magia a Hogwarts tomamos un poco para nosotros}
{Aunque es un tonto} dijo Huffy enojada {Mira que no preguntar por nosotros}
{No seas impudente, lleva menos de veinticuatro horas aquí} dijo Sly con un toque raro en la voz, como si quisiera que su lógica le ganara a su enfado, lo cual no funcionaba {Pero admito que por lo menos pudo notarnos anoche mientras te curaba Hermione}
{Déjenlo el muchacho ha regresado sano y a salvo} dijo Griffin llorando y carcajeándose, algo extraño incluso parecía un niño pequeño {Nuestro pequeño esta en casa}
{¿Por qué no le hablaron ayer?}Pregunto Hermione en su mente. Una mueca de Harry le hizo mirar los anillos y luego a él.
{Lo hemos estado intentando.} Respondieron {No lo logramos}
-¿Cómo están?-pregunto Harry con una mirada un tanto triste-Espero que bien y que Griffin no este llorando-
{No estoy llorando} dijo Griffin aumentando su llanto {Es que algo me molesta en los ojos}
{¿Es idiota?}Pregunto Huffy bufando {Es mágico no tiene ojos}
{Si, lo es} dijeron Revé y Sly, aunque ella pareciendo resignada y el un tanto decepcionado.
-Parece que lo están- contesto Hermione tomando la pulsera de su mano, quitándosela y observando la pequeña y fina cadena crecer y crecer.
-¿Estas segura? Ellos y tu seguro que han pasado…-
-Ni siquiera hablamos mucho, sin ti no podían sobrevivir y si ahora están de nuevo de regreso es gracias a ti- dijo Hermione alzando las manos, con un leve inclinación de Harry terminaron pasando la cadena por su cuello y dejándolos donde pertenecían.- Además ellos son muy molesto-
{¡Heeee!}Gritaron.
-¿Por qué no puedes escucharlos?-pregunto Hermione un poco consternada.
Se rasco la nuca y miro el techo, luego regreso sus ojos a los de ella.- Aun no… estoy seguro por completo. Pero tengo una idea-
-¿Me dirás?-pregunto Hermione acercándose.
-¿Me preguntaras?- dijo Harry sonriendo y tomándola de la cintura -El último curso que pasamos juntos… nunca me lo preguntaste nada-
Le dio un beso rápido y sonrió- Confió en tu criterio amor. Ahora me voy…- le miro y no pudo ni intentar alejarse, no quería, si fuera por ella pasaría esa mañana y los siguientes años pegados a Harry para asegurarse de que no era solo una ilusión. Harry fue quien la solo.
-Ve, Hermione Granger odia llegar tarde a cualquier lado- dijo Harry acariciándole una mejilla y sonriéndole- Te esperare aquí, prometo no salir de la habitación- Un segundo después contra su voluntad y acudiendo a toda su voluntad, salió viendo a Harry mirarla y como se sentaba en el borde de la cama.
Apresurada por regresar junto a Harry, camino lo más aprisa que podía por la sala de menesteres, saliendo por el séptimo piso, cruzando el pasillo desierto y dirigiéndose a la oficina de la profesora McGonagall. No tenía idea de lo que podía pasar, ni siquiera se sentía segura de que al regresar a la sala de menesteres encontrara a Harry, aunque era seguro que lo encontraría donde quiera que fuera.
-¡Hermione!-la llamaron, Daphne, Luna y Sofi corrían directo a ella, vestidas de muggles y agitadas- ¿Vas con McGonagall?-
-Si ¿Por?-
-Está en el gran comedor- dijo Daphne tomándola de la mano y tirando de ella- No creerás la que ha pasado-
-¿Qué paso?-pregunto Hermione avanzando a trompicones, ya que Luna también la empujaba.
-Ayer… no sabemos cómo… pero lo saben- dijo Luna más agitada que sus amigas, seguro que había corrido mucho más.
-¿Qué saben?-pregunto Hermione asustada. ¿Y si sabían de Harry? Todo sería peor o tal vez eso mejoraría su situación, aunque nada lo aseguraba. Era un movimiento que cambiaría el rumbo del futuro.
-Ya verás- dijo Sofi con una mueca de preocupación.
Se apresuraron y llegaron al gran comedor de inmediato, escucharon el tumulto, no solo eran voces de alumnos también de algunos adultos y sin lugar a dudas escuchaba a los profesores McGonagall intentando calmar los ánimos. Las clases estaban terminadas, y se suponía que en menos de un par de horas, pero al ingresar observo que padres estaban por todas partes, a lado de sus hijos y mirando a la mesa de profesores donde estaban todos y discutían acaloradamente. No veía nada más ya que le tapaban mucha visión. Pero si sus oídos eran bombardeados con las cosas que estaban gritando.
-¿Y el profesor?-pregunto Hermione intentando olvidarse de ese tema y ver por encima de la gente.
De paso mirando el techo como ya era su costumbre, la sonrisa fue grande al ver que el techo estaba como siempre he incluso mejor ya que la vista del cielo bajaba un poco por las paredes.
-Aun no dice nada- dijo Sofi dando unos saltitos para ver.
-¿COMO ES POSIBLE QUE LA BARRERA FUERA ROTA?-
-¡NOS PROMETIERON SEGURIDAD Y HAN DEJADO PASAR ESTO!-
-USTEDES NO TIENEN EL CONTROL DE ESTO…-
-¡Por favor, señores y señoras, no podemos seguir gritándonos y echando culpas! El incidente…- intentaba decir la profesora McGonagall sin que le prestaran atención alguna.
-¿¡INCIDENTE?!-Preguntaban con furia una madre con cara aguileña.- ¡EL ATAQUE PUDO MATAR A NUESTORS HIJOS!-
-Esa gritona que se calle ya- dijo Ron apareciendo entre la multitud y pareciendo ofuscado y rojo, como si hubiera gritado a alguien.
-Estúpido Ravenclaw- dijo Neville sacudiéndose tinta de la túnica, manchando su mano y de paso lanzando gotas al suelo.
-¿Qué?-pregunto Luna inflando las mejillas.
-No me refería a eso- contesto Neville con voz más controlada- Ha echado la culpa a Dumbledore y además… dijo que Harry fue el idiota que inicio todo esto-
Lo siguiente que salió de la boca de Luna fue una grosería dirigida a quien se refiriera Neville, hizo que se sorprendieran y todos voltearan a verla.
-Pensé que ella era calmada- dijo Theo a un lado recargado contra el marco de la puerta.
Se notaba las marcas de no haber dormido, también llevaba la misma ropa que el día anterior e incluso la ropa la tenía sucia. Hasta ese momento Hermione no se había preguntado ¿Dónde estaba o que hacia?, le parecía que desde que apareció Harry desapareció de la vista de todos. Ahora que lo veía bien, se preguntaba ¿Qué tendría Harry que hablar con él? ¿Sería por aquella vez en el elevador del ministerio? O lo que podía poner las cosas más tensas ¿Seria por el beso que le robo?
-No si la hacen enojar- dijo Neville que la abrazo, eso pareció calmarla.-Miren… el profesor-
La figura del profesor veía todo desde su lugar, parecía bastante calmado, y algo le decía que era por el simple hecho de saber que Harry estaba de regreso. Mas levantaba la mano y tan pronto como la sostuvo en el aire el silencio fue completo.
-Comprendo su temor. El horror de pensar que sus hijos pudieron ser víctimas y que en este preciso momento no se encontrara con ustedes- dijo Dumbledore con un semblante sonriente- Debo decir que fue una sorpresa el saber mientras viajaba a Londres las cosas… se pusieron de esta forma. Más me alegra poderles informar que gracias a Pendragón la crisis fue evitada-
-Disculpe profesor- dijo un señor detrás de las gemelas Patil, las cuales parecían muy avergonzadas y se aferraban a los brazos de una señora muy parecida a ellas.- ¿Esa no era la escuela mágica fraudulenta que creo el difunto Lord Potter?-
A Hermione y los que se encontraban a sus lados les salto una vena en la frente; Ron y Neville apretaron los puños en su varita; Daphne y Luna tuvieron que detener a Sofi de lanzarse contra el que sospechaba era el padre de las gemelas; y por otro lado ella apenas se contuvo de gritar "¡Harry está vivo!"
-Lo lamento señor Patil, pero creo que tiene un error en su información- dijo Dumbledore con amabilidad aunque se notaba que estaba mirándolo de cierta forma que podría ser amenazante- Pendragón fue fundada para que el señor Potter fuera entrenado para el torneo de los tres magos, y viendo unos resultados más que esplendidos decidió darle la oportunidad a los demás de hacer ingresar a su colegio e incluso después de ejecutar su propósito continuo activa. - Alzo la mirada y la recorrió por cada lugar del gran comedor, tan abarrotado que parecía que ni las mesas estaban puestas.- Y para que entiendan los sucesos de anoche le contare todo. Durante la celebración de navidad que ofrecía el profesor Slughorn un profesor – el profesor levanto la mano, saludo de forma rápida y rígida, casi temeroso- Sucedió lo que muchos padres, y personal temían desde el comienzo del curso. Los Mortifagos atacaron y la marca tenebrosa apareció en el cielo sobre nosotros, inundando a todo Hogwarts de un color espectral-
-Lo admito- dijo Hermione cruzada de brazos y cambiando el peso de pierna- Se está luciendo con el relato-
-¿Crees que nos mencione en la batalla?-murmuro Ron. Todos e incluido él mismo negó con la cabeza mientras parecían ya resignados.
-A pesar del esfuerzo de los hechizos de protección y toda la seguridad mágica que ofreció el ministro Scrimgeour y el ex ministro Fudge dieran a esta institución, no fue suficiente. Desafortunadamente y de forma insospechada los encantamientos protectores fueron desatibados. En ese momento, un grupo de Pendragón entro en acción, recolocando la protección y tomando las mejores acciones para evitar que cualquier alumno saliera lastimado e incluso fueron ellos mismos a la batalla. Fue un ataque fuerte he inesperado, mas defendieron el castillo a sus hijos y lucharon sin miedo alguno en sus corazones; además de que los aurores en cada lugar lucho su propia pelea contra aquellos que se cernían sobre nosotros; no estuvieron solos, nuestros profesores entraron en acción y ayudaron de inmediato. -
-Dos estaban ebrios- murmuro Daphne alzando una ceja y casi riéndose.
-A ustedes no los encontramos listos para la batalla ¿Recuerdas?-dijo Theo sin animo alguno- Aunque no la que ustedes quería…-
El codazo de Daphne hizo que algunos dieran la vuelta para ver a Theo doblado y sin aire alguno.
-Al final lograron repeler al enemigo, capturar a los Mortifagos y quitar la maca de nuestro colegio; La barrera fue restablecida y se incrementó para asegurar que este suceso no vuelva a ocurrir- continuo Dumbledore, aunque por un segundo su vista también fue al lugar donde se encontraba. -Y todo eso gracias al señor Harry Potter, al colegio que creo, un colegio que cerraron por y cito "ser una capricho de un chico desequilibrado y mentiroso", "Un niño que solo desea llamar la atención" y "una estafa como persona y colegio", se han levantado en armas para proteger a aquellos que los miraban mal y señalaban con el dedo de forma grosera. Un colegio de Hechicería de elite, que ha surgido de un pequeño cascaron y que ha dado dragones feroces y que protegerán su nido de todo mal-
Les miro y señalo con la mano como un reflector que provoco que cada par de ojos los viera, cada cuerpo se girara y sobre todo que se percataran que estaban parados en la puerta del gran comedor.
-Es para mí un honor presentarles a los salvadores del colegio- dijo el profesor Dumbledore con voz estridente- a los Pendragón más fuertes. Los siete generales dragón-
Les miraron por un segundo, luego un aplauso del profesor comenzó a sonar, a los que se les unieron más y más, un momento después todo el gran comedor aplaudía y creaban un camino directo a la mesa de profesores. Hermione, Ron, Daphne, Luna, Neville, Sofi y Theo comenzaron a avanzar con pasos decididos y sin ver a otro lado que no fuera la mesa de profesores. Miro a Dumbledore el cual le pareció que estaba consultando su decisión con ella con sus ojos.
Barajeando cada cosa que sucedió desde la noche anterior y lo que pudo provocar y lo que estaba en juego asintió un poco. Comprendía que el profesor estaba contra las cuerdas, presionado por cada comentario de los padres e incluso Hogwarts pendía de un hilo, si no se mantenía fuerte y demostraba que las cosas estaban bien, al entrar después de las fiestas, los alumnos serian pocos, las familias se esconderían más e incluso tomarían la decisión de unir al bando que era más fuerte. Y a como lo veían todos Voldemort estaba tomando terreno rápidamente. Necesita demostrar que la esperanza no estaba perdida, que lucharían y que tenían posibilidades de ganar. Eso pasaría si el regreso de Harry salía al público, pero aquello seria lo peor posible, revelar al más fuerte y quien podría derrotar a Voldemort era sin lugar a dudas una estupidez. Pero ellos, hacerlos blancos de las miradas de todos tenía un arma de doble filo, darían esperanza a todos y al mismo tiempo llamarían la atención de los Mortifagos.
Durante un momento Hermione pensó en lo que debía hacer, sonrió alzo la mano y comenzó a saludar a todos. Sorprendidos por su actitud frenaron un poco, se vieron y comenzaron a imitarla. No podían dar un semblante de que el profesor mentía, aunque lo hacía en algunas partes, eso provocaría el efecto contrario.
Al llegar la profesora McGonagall la saludo y en su oído susurro- De alguna forma se enteraron y no pudimos contenerlo-
-No importa- dijo Hermione aun sonriente aunque quería salir de la vista de todos.
-¿Cómo está?-pregunto mientras pasaban los demás y saludaban de igual forma, incluso a los profesores.
-Creo que bien- dijo Hermione pensando- Creo que Sirius lo está vigilando-
Un pequeño exabrupto paso, Hagrid avanzo a trompicones pasando a lado de Flitwick que termino debajo de la mesa para darle espacio y haciendo que el profesor Slughorn gruñera por ser golpeado por una silla. Al llegar Hagrid abrió la boca y los ojos se le veían rojos, estaba incluso temblando. Hermione le sonrió de verdad.
-¿Es cierto? Él está aquí ¿No? -pregunto sonándose la nariz con un pañuelo enorme y soltando lagrimas que se perdían dentro de su barba.
-Espéranos en el puente, iremos a su hogar- fue lo único que dijo Hermione, creía que entendería que sí y que además lo llevaría a Camelot.
Asintió Hagrid y dio un paso atrás, haciendo que Sofi se acomodara junto a ellos, pareciendo diminuta a lado del semi gigante. Dumbledore la vio y consulto otra cosa que enseguida supo que sí.
-Les presento a Hermione Jean Granger, también conocida como "La Sacerdotisa Runica", Ronald Bilius Weasley "El caballero estratega", Neville Longbottom "El Duque Botánico ", Luna Lovegood "La providencia plateada", Daphne Greengrass "La Condesa astuta", Theodoro Nott "El Baron de obsidiana" Y Sophia Potter L'angelo "La heroína angelical "-
Los aplausos volvieron a resonar esta vez con mayor ímpetu, algunos alumnos parecían extasiados y otros apunto de desmayarse en el mimo lugar. Algunas chicas estaban fijándose en Ron, Neville y Theo, mientras que los chicos se fijaban en Hermione, Luna, Daphne y Luna. El profesor abrió un espacio y pareció ver a todos, como ofreciendo el espacio para hablar. La mirada de los seis fue a Hermione, la cual pensaba hacerlos tener un entrenamiento diez veces más duro solo por ese momento. Avanzo junto a Dumbledore, miro el gran comedor un lugar grande y lleno de personas, nunca creyó que el pánico escénico fuera parte de ella y por un momento se dio cuenta que eso estaba en todos y cada uno. Limpio sus manos en el pantalón, le sudaron de inmediato, y tuvo que tomar aire y soltarlo para aclarar la mente.
-Como ha dicho el profesor nosotros estamos aquí para decirle a ustedes que no tienen nada que temer- comenzó Hermione con voz fuerte y alzándola con magia, algunos incluso abrían los ojos al ver que no tenía ni que pronunciar el hechizo- Pendragón no solo lo conformamos nosotros siete, entre ustedes existen otros Pendragón que ayer no tuvieron ninguna oportunidad de demostrar su valía y poder, así que no crean que nuestra fuerza es reducida, ni que los demás no tienen la misma capacidad que nosotros, porque no es así. Cada uno de nuestros miembros está capacitado para poder defenderlos ante el peligro y ayudarlos en dado que surja la necesidad.- Alzo la varita y creo una runa Ataraxia-El lugar dejo de parecer tenso, los semblantes se relajaron y comenzaron a sonreír- Les aseguro que nuestro salvador está aquí en Hogwarts y que esta vez nada detendrá que capture y haga que paguen aquellos que trabajan y creen en Lord Voldemort- Aun con el hechizo y la runa para que se mantuvieran calmados, pareció que el nombre tenía alguna clase de maldición, se estremecieron y pareció que dijo la peor de las groserías.- Ahora les suplico que relajen y se preparen para regresar a sus hogares, porque nosotros le prometemos que todo saldrá bien al final-
El bullicio regreso entre combinación de aplausos y gritos, incluso chiflidos. Pasaron una media hora para que se calmaran y las mesas se sirvieran con aperitivos para todos. Aunque algunos se preparaban para salir he irse. Ya veía a unos cuantos con sus ropas normales, también como algunos padres estaban discutiendo con los profesores para ver cómo podrían desaparecerse desde Hogsmeade. Aunque por lo visto no se podía y tenían que alejarse por el bosque para hacerlo.
El ajetreo fue mucho, se le acercaron tantas caras y personas que no pudo recordar todos los nombres y que le preguntaron. También miraba como los demás Pendragón estaban igual, incluso algunos que no fueron presentados como Colín que tenía a un par de colegas Pendragón a su alrededor y unas cuantos que le retaban a un duelo, este se retiraba más y más intentando salir por la puerta, Sofi parecía querer salir a salvarlo aunque esta igual o peor. El que la presentara como "ángel" le estaba provocando que incluso algunos estuvieran preguntándole de dotes de magia única. Ron y Daphne se encontraban juntos tan pegados y hablando alrededor de un grupo de variadas personas, parecían incomodos, mucho más de lo que realmente aparentaban. A Luna no se le acercaron muchos y a Neville tampoco, así que a la primera oportunidad salieron huyendo del lugar. En cambio Theo estaba especialmente rodeado, de puras chicas y que le estaban intentando tomar su atención también aferrarse a uno de sus brazos.
Agradecía que los de su alrededor fueran un grupo diferente de personas y no chicos, ya que tendría que correrlos y no de una forma linda. Estaba platicando con un par de padres que les "encargaron" a sus hijos los cuales parecían estar en segundo curso y asentían como si estuvieran listos para que les enseñara. También estaba con la profesora McGonagall y el profesor Dumbledore los cuales le atajaron de preguntas incomodas y que lentamente alejaban a los que quisieran aprovechar su fuerza o con intensiones un tanto extrañas.
Durante ese tiempo, y por los ofrecimientos de todos se sentó a comer con un grupo de personas, aunque lo que deseaba era llevar el desayuno a Harry. Pero no veía opción de que la dejaran libre.
A medio dio por fin los preparativos estaban hechos, el tren listo para aquellos que necesitaran ir a Kigs Cross y una zona de desaparición para los que desearan irse de esa forma, por un momento escucho como la profesora le explicaba a un grupo de gente que las chimeneas no podían unirse al callejón Diagon porque requería permiso especial del ministerio y llevaría horas.
Poco a poco y de forma lenta las cosas comenzaron a cambiar, la gente se comenzó a retirar del gran comedor, la mayoría saliendo de inmediato para Hogsmeade, ya fuera para la zona de desaparición o para viajar en el tren. Vi a un par de familias que llevaban escobas al hombro, aunque no creía que fuera seguro viajar de esa forma.
-Profesora quisiera saber algo- dijo Hermione cuando estaba casi solas y solo un par de chicas estaban pidiéndole autógrafos a Ron.- ¿Dónde está Draco?-
-El señor Malfoy fue trasladado esta mañana- dijo la profesora McGonagall pensativa y luego añadió- El profesor Snape lo ha llevado. Dijeron que Narcisa quería que regresara de inmediato y decidió escoltarlo-
La noticia no le parecía nada extraordinario, aunque el que metieran a Narcisa era algo que le desconcertó, no podía ser que se comunicaran con ella y eso significaba una clara mentira. Incluso más de lo que parecía ya que nadie tenía noticias de donde se encontraba.
-Ambos sabían que esto pasaría- dijo Hermione sobándose los hombros, tanto ajetreo le canso en un par de horas.
-El profesor Snape es de confianza- declaro el profesor Dumbledore sobresaltando a ambas que ni se habían cuestionado el que escuchara- Le aseguro Hermione que ha hecho esto por una razón-
-Pudo avisarle de que los Mortifagos pensaban atacar y que usted estuviera presente- dijo Hermione dejando salir sus pensamientos- Pero al contrario parecía que ellos sabían que usted no estaría presente. También que los Pendragón entraríamos en acción y que necesitaban esparcirnos… por eso atacaron no solo por un sitio, si no que nos rodearon. Querían a Sofi para algo-
-Es un buen punto- dijo el profesor acariciándose la barba y mirándola a los ojos.- No creo que su intenciones fueran malas, aunque debo de sostener una charla con él en cuanto regrese-
-Sera lo mejor- dijo la profesor McGonagall.
-¿Qué paso con los Mortifagos?-pregunto Hermione siendo lo último que le preocupaba.
-Los aurores se los llevaron antes de que amanecieran- dijo el profesor Dumbledore con la vista en la gente salir del gran comedor- Aunque no creo que Azkaban los mantenga encerrados, no por mucho tiempo, temo que Voldemort ya también tiene control sobre ese lugar-
-Si hubiéramos tenido más tiempo- dijo Hermione cruzada de brazos- Pero la captura ya estaba hecha y no podíamos solo desaparecer a tantos Mortifagos, levantaría sospecha-
-¿Qué dices?-pregunto la profesora McGonagall despidiéndose de un par de alumnos agitando su mano a la distancia.
-Nada que sea relevante- dijo Hermione pensando en que si nada hubiera salido a la luz, pudieron haberlos mantenido capturados en la isla de Harry, donde estaba Barty Crouch Jr. Los profesores se vieron pero no comentaron nada.- Por cierto ¿De dónde salieron esos "títulos"?-
-La batalla de anoche no fue privada, los vieron por las ventanas de sus salas comunes y los de la fiesta salieron al balcón para ver todo con detalle- comenzó la profesora McGonagall con una leve risa- Por lo que se ve comenzaron a decirles de esa forma por la forma en peleaban. Estaba mañana los alumnos ya los utilizaban por todos lados-
-Como sabrá…- dijo Dumbledore sacando un periódico, del cual estaba en primera plana una foto que abarcaba todo el espacio visual, eran los siete vestidos para la fiesta y juntos, todos moviendo las varitas como si se preparan para una pelea y sonriendo de una forma que parecía que estaban confiados -… esto no se pudo contener-
En el titulo con letras enormes y que parecían fuego negro titilando "Los siete generales dragón salvan Hogwarts". La sorpresa fue ver que en pie de página se leía con letras claras "Foto tomada por Colin Crevee". Conjeturaba que en la fiesta alguno de los invitados especiales del profesor Slughorn le pidió la foto y al no saber qué hacer la entrego. Por lo menos le dieron crédito, fue lo último que pensó de ello.
Al verse ya sin alguien que la detuviera. Miro como Ron, Daphne y Sofi la esperaban en la puerta platicando con Ernie y Hannah los cuales parecían totalmente rojos al estar siendo cuestionados por el profesor Slughorn sobre su participación en la batalla.
-¿A qué hora creen prudente que partamos a Camelot?-pregunto Hermione a los profesores, estos pensaron un momento.
-Yo creo que en cuanto el tren se marche y la zona de desaparición sea despejada, entonces iremos directamente- dijo la profesora McGonagall y se ruborizo un poco- No le importaría si vamos con Harry a Camelot ¿Cierto?-
-No, creo que incluso sería lo mejor- dijo Hermione sonriéndole.- Iremos a prepararnos. Ya saben, cuando quieran que nos presentemos en Hogsmeade solo pídanlo y el castillo nos avisara-
Llego a los chicos que ya estaban libres. Al llegar le comentaron que Neville y Luna los esperaban en la sala de menesteres, que Theo se había marchado a la zona de desaparición apenas tuvo oportunidad y que sus cosas ya estaban guardadas y listas para ser convocadas e irse. El viaje a la sala de menesteres fue tranquilo y silencioso, veían por las ventanas a los grupos de alumnos y padres dirigiéndose a Hogsmeade, también como Hagrid ponía orden para entrar al bosque ya que seguro que alguno se perdía. Y como Slughorn corría detrás de un grupo de periodistas.
Dentro de la sala de menesteres encontraron a Luna y Neville, el chico cambiado y limpio de la tinta, y jugando con un par de cartas que lanzaban giraban por la habitación y la atrapaba. Mientras que Luna se recostaba en sus piernas y leía "El quisquilloso".
-A qué bueno que llegan, esto está muy aburrido- dijo Neville tomando la carta y guardándola en un mazo enorme.- Eso si fue molesto, ¿Para qué querían que le firmara el libro de herbologia? Yo no tengo nada que ver con el-
-A mí me pidieron que les enseñara un encantamiento de protección- dijo Sofi bufando- Que cosa más sencilla de hacer-
-¿Aunque fallaste las primeras veinte veces?-pregunto Daphne provocando que Sofi no le mirara y se sonrojara.
-Y ¿Por qué no están con Harry? Pensé que estarían platicando con él- dijo Hermione caminando a las escaleras.
-No pudimos abrir si no ya estaríamos preguntándole sobre todo este tiempo que no lo hemos visto- dijo Luna levantándose de las piernas de Neville y siguiéndola.- ¿Crees que nos trajera algún recuerdo?-
-No se fue de vacaciones- les recordó Ron aunque se rasco al barbilla- Pero seguro que ha traído un par de cosas interesantes. Ese báculo… es impresionante-
-Eso más que impresionante, es algo que no cualquiera pudo conseguir- dijo Hermione llegando al pasillo.
Hermione en cabeza llego a la puerta y sintió el hechizo protector que estaba colocado, sin lugar a dudas era fuerte. Así que con un poco de tiempo, utilizando runas de apertura y concentrándose la abrió a la fuerza. No sabía por qué las coloco Harry solo que eso era muy raro. Al abrir se encontró que la habitación estaba limpia acomodada y que incluso parecía más amplia, la bolsa para la pierna colgaba de la cabecera de la cama, una esfera de cristal con lo que parecía un terrario sobre la almohada y el báculo recargado junto a ellos.
La vista de los seis fue al suelo, donde Harry estaba costado con el enorme huevo entre sus brazos y Marlow dando mordidas a algo extraño. Un fruto. Una parecida a un lima solo que rosa y con un montón de pelitos saliendo le por todos lados y a su lado una berenjena roja con pinchos y por más extraño que pareciera una que parecía un cubo con caras de colores y unas marcas de color verde.
-Eso es muy raro- dijo Daphne con la boca abierta.- ¿O soy yo?-
-¿Qué come Marlow?-pregunto Hermione avanzando con cuidado, el Bowtruckle levanto la vista, soltaba la fruta y corría a sus piernas. Sin siquiera darle tiempo de levantarlo trepo hasta el hombro y comenzó a acariciarle las mejillas con su hojita- Por lo visto es algo comestible-
Neville se agacho tomo la berenjena y lo mordió antes la vista de todos. Sonó como si fuera de roca y la vista se le puso llorosa.- Esto esta duro-
-Así no se come- dijo Harry desde el suelo sin siquiera abrir los ojos y con una sonrisa algo burlona. De la nada la fruta se partió y derramo un líquido morado sobre el suelo.- ¿Te gusta la pasta Neville?-
-¿Por?-pregunto Ron sentándose en la cama mirando a Harry acostado.- y ¿Qué haces durmiendo en el suelo?-
-¡ESTO SABE ESPAGUETI A LA BOLOÑESA!- Grito Neville mirando a los demás.
Harry abrió los ojos bostezando, se sentó y les sonrió a todos- Si, aunque no te recomiendo comerla todos los días o terminara sabiéndote a nada-
-Cualquier cosa que comas todos los días te termina sabiendo a nada- dijo Ron tomando la fruta cubica- y no has contestado ¿Qué haces en el suelo?-
-Dormir- dijo Harry, al ver que nadie dijo nada a completo- Bueno… no he tenido una cama desde mucho, me acostumbre a dormir en lugares… duros y pues…me siento incomodo en la cama-
La mirada de Ron fue algo de preocupación, mientras que los demás no sabían ni que decir.
-¿Y bien te tomaste las pociones?-pregunto Sofi intentando cambiar el tema-Si no lo has hecho…-
-Ya lo hice- dijo Harry señalando los frascos en la mesita de noche, cada uno estaba acomodado junto al otro, en fila y limpios.
-¡TE los tomaste todos!- jadeo Sofi y le miro- Solo tenías que tomar dos diarias-
-¿Segura?-pregunto Harry levantándose sin esfuerzo alguno, y sonriendo al caminar directo a Hermione y tomarla de la mano- Me siento completamente curado-
-¡Tu herida!- dijo Hermione al ver que no cojeaba.- ¿Cómo se encuentra?-
-Casi se cierra por completo- menciono Harry aun sosteniendo el huevo con la mano.- ¿Cuándo partimos?-
-En un par de horas- dijo Hermione llevándolo a la cama para que se sentara, aunque dijera que estaba curado, no le confiaría su salud a él o seguro que terminaría haciendo peor su estado físico.
-Y en lo que partimos- dijo Daphne sentándose a lado de Ron. Neville, Luna y Sofi movieron la varita apareciendo un sofá para los tres y se sentaron delante de ellos- Cuéntanos ¿Qué ha pasado estos seis meses?-
-Si ¿Por qué siempre mencionas años? Y esto y eso- señalo Ron la fruta que tenía en la mano y luego el huevo en su mano.
-Es una historia muy larga- dijo Harry mirando a la nada- Bastante larga-
-Tenemos tiempo- dijo Hermione acariciándole la mano.
-Okey- dijo Harry abrazándola por la cintura y atrayéndola a su cuerpo- Comenzó luego de que peleara con Voldemort en el departamento de misterios…-
La historia de Harry comenzó de fantástica y continuo a increíble. Respondiendo algunas preguntas que tenía Hermione, como verlo correr por un camino blanco durante mucho tiempo. Mencionando caer del cielo directo a un archipiélago y estrellándose con el mar. Cosa que hizo que incluso Ron lo mirara como si fuera un fantasma. También su descubrimiento de dos maestros más aunque no menciono sus nombres, Hermione miro como acaricio el anillo negro en su mano y además de como la miraba durante todo el tiempo que los menciono.
La supervivencia en aquella isla no parecía nada fácil según lo contaba Harry, cada momento que su relato avanza parecía que los sumergía en un mundo diferente donde cualquier cosa los podía matar y que en soledad era peor aún. Menciono los entrenamientos aunque no decía algunas cosas, notaba que cuando era algo peligroso evitaba mirarla, también menciono como practico su control mágico en un enorme pilar de hielo y que una isla fue destruida, justo lo que le hizo verlo y desesperarse a finales de las vacaciones. Y ahí fue cuando todo su relato de supervivencia cambio.
Mencionando un dragón enorme y temible denominado el Dios imperial Demonio Dragón, o como le gustaba decirle Diddy. Obtuvo un par de risas por eso, aunque estaban bastante tenso. De un momento a otro se saltó una gran parte de su relato, lo sabía por qué dijo que probó un ritual, mas no menciono cual y el tiempo de su relato se perdió un poco, y luego de eso fue a enfrenar a Diddy el cual termino matándolo para que renaciera y en esos momentos era el huevo.
De alguna forma no paraba de que su corazón se acelerara y doliera por cada momento cruel que vivió, y sin darse cuenta lo abrazaba y pegaba más a ella sintiéndolo real, sabiendo que estaba bien y queriendo que las cosas regresaran a como antes de que partiera.
Harry
Se despertó como si aún estuviera en la isla, antes de que el sol se levantara, aun en la oscura penumbra y con un poco de confusión por el lugar, se aferró al calor que sentía entre sus brazos, la respiración en su cuello y el palpitar en su pecho. Abrió los ojos mirando el alborotado pelo castaño de Hermione, sonrió como si nunca lo hubiera hecho y la observo por un rato largo, sin siquiera moverse, cosa que le era casi imposible. Se rio un poco en cuanto la luz les llego por la ventana, el rostro de Hermione lucia como un ángel, uno que dejaba salir un hilo de saliva empapando su brazo. Sintió cuando su respiración cambio y sus latidos aumentaron, incluso apretar los ojos con fuerza, y una expresión de temor. No pudo evitar subir la mano a su mejilla y acariciar su pequeña nariz con la suya para calmar su pesadilla o cualquier cosa que temiera.
Su color ámbar titubeando un poco al verlo, más el solo le sonrió y se acercó a ella dejando su frente en la de ella, temiendo que despertara en ese momento y solo fuera un sueño. Estaba seguro que era real, pero su temor también era real. Hermione sonrió sus ojos destellaron y se apretó contra él, soltando un suspiro y con el corazón desbocado contra su pecho.
Por un momento no se dijeron nada, solo se observaron y sonrieron. Luego de que su padrino los interrumpiera de golpe y casi le arrancara la cabeza por abrir de sopetón, hubo una pequeña charla sobre lo que paso en la habitación y aunque solo se besaron y durmieron como otras veces, su padrino dijo algo de abejas y miel.
Lo que realmente quería y deseaba era un desayuno diferente a lo de esos días en la isla, fruta, mariscos y carne sabor ceniza no le parecía ni una milésima parte de buena que los fantásticos desayunos del comedor. En cuanto lo mencionaron en su mente exploto la imagen del gran comedor repleto de charolas de oro y plata con muchos alimentos variados, luego salivo al pensar en probar pronto cerveza de mantequilla. Su voz casi fue suplicante al preguntar a donde irán a comer, de verdad que su estómago estaba hambriento.
Llegaron Ron y Neville avisando que la profesora McGonagall los cito en su oficina. Claro que a Harry no, él no estaba invitado a salir de esa habitación. Lo cual le frustraba en grande. Esperaba desayunar aunque fuera un par de huevos, solo eso le haría el día, aunque dudaba que pasara, como lo veía no lo dejarían a sol o sombra. Nada que Harry no sintiera antes y lo que le molestaba igual que siempre.
Mientras Ron y Neville se adelantaban, Hermione se cambió y el desperdigo sus cosas por la colcha para distraerse y dejar de pensar que ahora era otra vez como una bestia enjaulada. Dejo la pernera vacía, Daira caliente y descansando en una almohada, diferentes cosas que saco del archipiélago para tenerlo a la mano si era necesario, el mapa del mereorador, su varita rota, los grimorios, las GAFAA's de Nikol y el terrario reducido que contenía el archipiélago Arcano.
Antes de que saliera Hermione vio su desastre y como checaba su varita, examinándola para repararla adecuadamente. Su novia abrió la boca sorprendida y dijo -¡Tu varita… ¿Cómo se rompió?!- encimándose para ver mejor.
-Me caí del cielo y termine explotando la superficie del mar para aligerar la caída- resumió Harry esperando que no le diera un ataque de ansias al saber que fue desde una altura incalculable- Pero creo que gran parte de la magia reboto y la destrozo. La voy a reparar… aunque aún no tengo la imagen clara de lo que quiero hacerle-
-Pero… ya tienes el báculo- dijo Hermione señalando el alargado instrumento que contenía un poder inmensurable.
-No puedo dejarla así, me ha apoyado tanto- dijo Harry con sus sentimientos por esa parte de su vida, porque era su comienzo como mago.
Hermione soltó una risa, lo miro a los ojos, le era difícil ver alrededor sin sus lentes o los omniculares, más el color miel le era claro, ayudaba que estuviera a diez centímetros. Se quitó con rapidez, se apresuró a uno de sus cajones y lo revolvió hasta que saco el monedero, saco una chaqueta negra, su chaqueta de piel de dragón que dejo en el ministerio. No pudo creer que la recuperara luego de que no supiera ni donde termino. Salió volando tan aprisa que casi golpea la cara de Hermione, más él lo evito tomándola en el aire.
-Gracias- murmuro Hermione sonrojada y lanzándole una mirada asombrada, agito su cabeza y busco en los bolsillos varias veces.
Saco tres objetos, la caja taboo y el detector que robo, además de sus lentes. Solo se percató de los objetos cuando Hermione sostenía uno de ellos a la altura de sus ojos. En cuantos los vio se sintió feliz, no tenía que andar por ahí con su magia revisando todo el lugar para saber que tenía enfrente, y tampoco ir a una óptica, aunque tal vez su graduación aumento, pero con magia lo arreglaría. Se los coloco con cuidado y con lentitud, mientras que tocaba sus orejas y revolvía su cabello. Todo a su alrededor se aclaró y pareció por fin encargar las sombras difusas con los objetos reales.
-Ese si es mi Harry- dijo Hermione sonriéndole y Harry le regreso la sonrisa. El sonrojo de sus mejillas y sus manos tibias hicieron que la quisiera más cerca, tomando sus manos y acariciándolas con los pulgares.
-Me agrada mucho más que los viejos y modificados omniculares- dijo Harry levantándoselos para colocárselos correctamente- Los encontraste… incluso cuando yo los deje caer tan fácil, no creí que fueran recuperables-
-No eres Harry sin ellos- dijo Hermione mordiendo su labio.- Y otra cosa- Soltó su mano derecha levantándola y mostrando los anillos excalibur.
Abrieron los ojos tanto que al mismo tiempo. Era una locura el estado en que se encontraba opacos y con secciones casi negras, aunque la gema del centro estaba intacta.
-¿Qué les sucedió maestros?-pregunto Harry con voz rápida {Maestros Perdóneme mi tardanza} espero a que Revé le dijera algo cariñoso, a Huffy enojada, a Sly algo irritado por que hasta ese momento los recordara e incluso una carcajada o llanto de Griffin pero nada… ni un solo sonido apareció en su mente.
La vista de Hermione cambio y la vio hacer un gesto, lo cual le dio entender todo, él no los escuchaba, estaba seguro que su novia podía escucharlos atentamente y que estaba hablando con ellos pero a pesar de intentarlo varias veces solo estaba en silencio mental. Su desagrado a la situación aumento.
-¿Cómo están?-pregunto Harry al final, un poco resignado por no poder hablar con ellos y contarles lo que vivió -Espero que bien y que Griffin no este llorando-
-Parece que lo están- contesto Hermione sacando la pulsera que contenía los anillos, que de inmediato se trasformó en el collar y la alzo sobre su cabeza, aunque se paró de puntitas.
-¿Estas segura? Ellos y tu seguro que han pasado…-
-Ni siquiera hablamos mucho, sin ti no podían sobrevivir y si ahora están de nuevo de regreso es gracias a ti- dijo Hermione termino de colocárselos y los dejo en su cuello. Aunque no los escucho un sentimiento cálido le dijo que estaban presentes.- Además ellos son muy molesto ¿Por qué no puedes escucharlos?-pregunto un poco consternada.
Se rasco la nuca buscando la cusa de que ni con Hermione o sus maestros pudiera comunicarse atreves de sus mentes, y que tampoco sintiera alguna conexión mágica con sus amigos o su entorno. Parecía desconectado de ese mundo y aislado por una protección mágica rara - Aun no… estoy seguro por completo. Pero tengo una idea-
-¿Me dirás?-pregunto Hermione acercándose.
-¿Me preguntaras?- dijo Harry pegándose a su cuerpo de ella y mirándola como ella sonreía -El último curso que pasamos juntos… nunca me lo preguntaste nada-
Le dio un beso suave y calmado que los hizo sonreír- Confió en tu criterio amor. Ahora me voy…- Ni siquiera se movieron, parecían pegados y temerosos. Harry sabía que no pasarían todo el tiempo juntos, pero por ese día o tal vez semana quería que ella estuviera con él, verla para que supiera que lo del archipiélago estaba terminado.
Mas tenía que admitir que eso no sucedería, estaba de regreso y eso significaba que nada lo separaría de Hermione y su familia, y si ella desaparecía iría detrás de ella sin importarle nada. La soltó doliéndole un poco.
-Ve, Hermione Granger odia llegar tarde a cualquier lado- dijo Harry acariciándole una mejilla con suavidad, temía hacerle daño- Te esperare aquí, prometo no salir de la habitación- Le aseguro para que se fuera tranquila, sentándose para que supiera que ahí estaría.
Se subió de nuevo al borde de la cama, guardo sus cosas incluido el taboo y el detector, dejando el mapa del merodeador, la varita rota, el huevo, el terrario del archipiélago y el bacilo nada más afuera. Saco el resto de sus raciones de comida, suponía que una última vez no le haría daño, mordió aquella que sabía a pasta, la verdad empezaba a sentir desagrado por ese sabor. Dio un paseo, limpio el cuarto, acomodo las cosas, con magia la amplio e incluso intento hacer que se sintiera más caliente. También bebió cada poción que le dejo madame Pomfrey y Sofi, tragando sin siquiera dejar que le tocaran la lengua y luego lavo los frascos y los enfilo en su mesita de noche. Para cuando termino le pareció que no pasó casi nada de tiempo y se empezaba a desesperar y sentir atrapado. Se bajó al suelo, se recostó, mirando a Marlow aun dormido, el frio clima le estaba afectando. Convoco el mapa y haciéndolo flotar sobre su rostro, mientras mordía su siguiente fruta, observo las motas de Hogwarts.
Casi se atraganta al ver a muchas motas o casi todo Hogwarts en un mismo lugar, el gran comedor, todos los pequeños pies de tinta encimados los títulos uno sobre otro haciéndolos casi imposible de leer. Los nombres de los profesores también se encimaban, y entre ellos estaba un tal Slughorn Horace, además que faltaba Snape y, se emocionó al leer, Rubeus Hagrid. Estaba esperando a ver a su amigo gigante, y no solo a él, también a Dobby, Firence y todos lo que lo creían muerto. "Muerto" esa palabra le molestaba más que nunca.
Los siete letreros más visibles eran de sus amigos, Hermione, Ron, Sofi, Neville, Daphne, Luna y Theo. La noche anterior lo vio, sin lugar a dudas aún se sentía molesto por el Slytherin pero no saldría en ese momento.
Pequeños pasos le recorrieron el brazo, y vio a Marlow moviéndose hacia su pecho, con sus amitas sobre sus ojos y su hoja caída.
-Buenos días pequeño- dijo Harry a su verde compañero –Hermione dijo que no tarda…- una idea pareció en su mente, quería salir pero la desecho de inmediato.- ¿Crees que se enojen si echamos un vistazo?-
Le miro con sus pequeños puntos negros, y su hojita se levantó, mientras se veía más animado. Movió su mano sellando la puerta con magia, cortando un trozo de la cabecera de la cama y transfigurándolo a una pelota, convoco unas orejas extensibles (nunca las había ocupado y pensó que sería el momento), inspecciono su magia, era sin lugar a dudas un objeto increíble. Corto a la mitad dejando la oreja casi real separada del pequeño punto que servía para ponérselo en su oído. Unió la pequeña pelota de madera a la oreja y la vio, lucia rara y casi una aberración de la naturaleza. Lo toco con una mano y se tapó un ojo con la otra. Acciono el Tird Eye, la esfera se volvió blanca y la oreja comenzó a moverse como si estuviera viva.
-Creo que es llamativa- dijo Harry, sintió un calor en su pecho y supo que sus maestros también lo escuchaban- Bien entonces hare esto…-
Movió la mano y desapareció en el aire, la desilusión era perfecta para esos momentos. Abrió su ojo, y vio el techo del cuarto de un lado y del otro su rostro, con su pensamiento la movió girándola y llevándola hacia la ventana. Una punzada hizo que viera a Marlow, este le miraba enojado.
-A si, lo siento amiguito- dijo Harry tocando son su índice su hoja y este pareció feliz, suponía que veían lo mismo. Coloco el extremo de la oreja extensible en medio de ambos y le envió magia para que se escuchara en toda la habitación- Hagamos un poco de espionaje serio- comento como prueba de sonido y funciono no solo escucho su voz salir por el punto final de la oreja extensible, si no que fue tan claro como un eco.
Vio la esfera salir por la ventana, al frio campo, viajo con libertad por entre las torres viendo que nada cambio en Hogwarts, más que una capa blanca de nieve en cada lugar. Llego al gran comedor en nada de tiempo, viajando muy pegado al techo y avanzando hasta las puertas dobles. Justo a tiempo, pensó cuando vio al profesor Dumbledore con la mano levantada y callando el gran griterío que estaba.
- Más me alegra poderles informar que gracias a Pendragón la crisis fue evitada- menciono.
-Mira Marlow están dándole crédito al colegio, eso es genial- dijo Harry riéndose por su ocurrencia, estaba espiando sin salir de la habitación, no estaba incumpliendo su palabra ¿cierto?
-Disculpe profesor- dijo alguien entre la multitud con un acento raro.- ¿Esa no era la escuela mágica fraudulenta que creo el difunto Lord Potter?-
-¡¿Fraudulenta?!- gruño Harry a pesar de que no lo escuchaban-¡Fraudulenta tu…- soltó un par de groserías mientras el profesor explicaba la creación de Pendragón.
-… para que entiendan los sucesos de anoche le contare todo. Durante la celebración de navidad que ofrecía el profesor Slughorn- El foco de su vista se movió de Dumbledore a un sujeto regordete que levantaba la mano de forma rígida.
-No parece bueno en Defensa Contra las Artes Oscuras- menciono viendo que podría ser derrotado incluso por Dennis, ¿Qué seria del pequeño Creeve? Se preguntó mientras continuaba escuchando.
- Sucedió lo que muchos padres, y personal temían desde el comienzo del curso. Los Mortifagos atacaron y la marca tenebrosa apareció en el cielo sobre nosotros, inundando a todo Hogwarts de un color espectral-
-Embelleciendo el relato, buen truco ¿Qué te parece Marlow?- el pequeño asintió con un sonido afirmativo.
-A pesar del esfuerzo de los hechizos de protección y toda la seguridad mágica que ofreció el ministro Scrimgeour y el ex ministro Fudre dieran a esta institución, no fue suficiente.-
-¿Scrimgeour ministro?-se cuestionó Harry intentándoselo imaginar, la verdad ahora que lo pensaba no lo conocía en persona.
-Desafortunadamente y de forma insospechada los encantamientos protectores fueron desatibados. En ese momento, un grupo de Pendragón entro en acción, recolocando la protección y tomando las mejores acciones para evitar que cualquier alumno saliera lastimado e incluso fueron ellos mismos a la batalla. Fue un ataque fuerte he inesperado, mas defendieron el castillo a sus hijos y lucharon sin miedo alguno en sus corazones; además de que los aurores en cada lugar lucho su propia pelea contra aquellos que se cernían sobre nosotros; no estuvieron solos, nuestros profesores entraron en acción y ayudaron de inmediato.-
Nada que no supiera por las presencias mágicas, pensó Harry poniendo sus manos como almohada disfrutando el espectáculo.
-Al final lograron repeler al enemigo, capturar a los Mortifagos y quitar la maca de nuestro colegio; La barrera fue restablecida y se incrementó para asegurar que este suceso no vuelva a ocurrir- continuo Dumbledore, aunque su vista fue a otro lugar del gran comedor -Y todo eso gracias al señor Harry Potter…- jadeo casi emocionado al creer que diría que estaba a salvo y pelearía contra Voldemort, sintiendo que podría ir y venir por el colegio con libertad- … al colegio que creo, un colegio que cerraron por y cito "ser una capricho de un chico desequilibrado y mentiroso", "Un niño que solo desea llamar la atención" y "una estafa como persona y colegio", se han levantado en armas para proteger a aquellos que los miraban mal y señalaban con el dedo de forma grosera. Un colegio de Hechicería de elite, que ha surgido de un pequeño cascaron y que ha dado dragones feroces y que protegerán su nido de todo mal-
-Okey… eso fue muy… ¿dijo que fui yo pero no yo exactamente?- gruño Harry girando su cuerpo, lo cual no cambio la mitad de su vista.
Señalo a donde veía, todo mundo le siguió e incluso el viendo a los siete parados en la puerta. Lucían imponentes a pesar de llevar solo ropa muggle, aunque Luna tenía una extraña camisa de colores, Neville se encontraba despeinado, y Ron destacaba por su cabello rojo fuego.- Los siete generales dragón-
No dijo nada, le parecía un buen nombre. Los aplausos estruendosos callaron las voces y demás sonidos, más vio como los Pendragón avanzaron con pasos decididos, con el gentío abriendo paso y creando un sendero. Los conocía y estaban nerviosos, aunque en el caso de Ron medio sorprendido y Hermione analizando que pasaría a continuación. Luego la vio decidirse y comenzó a sonreír como si estuviera en un certamen de belleza, saludando a todos con gentileza. No tardo nada en que los demás siguieran su ejemplo.
-Esa es mi chica, demuéstrales de qué lado masca el Humpremtarum-rio Harry por parecer algo salido de televisión.
Se quiso acercar cuando vio que Hermione y McGonagall cuchicheaban, pero seguro tendría que estar en sus bocas para oír algo, luego se quedó mudo cuando vio a Hagrid abrirse paso y llegar a ellas entre llorando y con una cara consternada. Pensó que pasaba algo. Mas Hermione le sonrió y este se sonó la nariz con un estruendo que el incluso escucho.
Se pusieron en fila mientras que Hagrid hacia que Sofi quedara muy pequeña a su lado.
-Les presento a Hermione Jean Granger, también conocida como "La Sacerdotisa Rúnica", Ronald Bilius Weasley "El caballero estratega", Neville Longbottom "El Duque Botánico", Luna Lovegood "La providencia plateada", Daphne Greengrass "La Condesa sagaz", Theodoro Nott "El Baron de obsidiana" Y Sophia Potter L'angelo "La heroína angelical "-
Sonrió tanto que le empezaba a doler el rostro- Eso es mucho mejor que "el niño que vivió" ya no soy un niño… quiero uno así… -
El sonido de aplausos fue tal que se cortó el sonido por un momento en lo que terminaban, dejo su lugar esperando que alguien pasara y unos segundos después Hermione estaba enfrente para hablar.
-Como ha dicho el profesor nosotros estamos aquí para decirle a ustedes que no tienen nada que temer- comenzó Hermione con voz fuerte y alzándola con magia, cosa que afecto la audición aumentándola a un nivel que le pareció que grito en su oído y que le hizo nuevamente silenciar el sonido por que le dejo los oídos zumbando, la magia seguro afectaba más de lo que creía. Le leyó los labios y aunque algunas palabras se le escapaban y otras tardaba en entenderlas comprendió todo, viendo un gran despliegue de magia rúnica término su discurso. Dejándolo sorprendido, sí que avanzo en esos meses es su estudio de Runas.
Siempre supo que leía más de runas que de cualquiera y que incluso estudiaba el lenguaje, Huffy le enseño cuando esta se hartó de intentarle enseñar, era como aprender cinco lenguajes diferentes al mismo tiempo y además de sus escrituras. Un infierno paso Harry durante los cuatro días que le lleno la mente de palabras sin sentido y de marcas que apenas recordaba. Aun recordaba la última vez que se comparó con Hermione, antes de irse en una pelea mágicas sin la magia de Utgar ella le ganaba, su pensamiento y forma de combinar ataques le parecían infinitos, flexible y cambiante de ataques era superior al suyo. Ahora con esa magia a toda su capacidad seguro que incluso derrotaría a Dumbledore sin problemas. Se preguntó si era necesario su poder en batalla, con ella sola tenían bastante.
-Soy un suertudo Marlow, el que me ame ya es un milagro para mí- se rio Harry queriendo cruzar por el espacio, tomarla en brazos felicitarla y besarla como nunca.
Regreso el sonido escuchando aplausos y como los felicitaban. El resto fue aburrido mucho movimiento, pláticas y cuestiones que no entendía del todo, sobre todo por tantas voces al mismo tiempo. Regreso la esfera al cuarto, la guardo con la oreja extensible aun pegada y el dispositivo para escuchar pegado. Fue tan aburrido, que tomo Daira para fundirle calor real y no mágico, desactivando su hechizo y pegándola a su pecho mientras se mantenía caliente. Cada hora que espero le parecían cuatro, el tiempo le parecía ir más lento incluso si no era cierto. Se durmió viendo a Marlow comer el resto de las frutas.
Fue unos momentos en los que le pareció dormir, más su magia seguía activa y percibiendo su alrededor, sintiendo la magia de sus amigos afuera y como Hermione deshacía su sello. Despertó por las voces, mas no abrió los ojos estaba muy cansado, y parecía que alguna de las pociones le dieron sueño.
-Eso es muy raro- dijo Daphne con la boca abierta.- ¿O soy yo?-
Harry quería decirles que no era raro, luego lo pensó y acepto que era cierto.
-¿Qué come Marlow?-pregunto Hermione dando pasos dentro de la habitación - Por lo visto es algo comestible-
Identifico el sonido seco y el quejido como que alguien intento comer alguna fruta sin cortarla con magia- Esto esté duro- dijo Neville
-Así no se come- dijo Harry intentando abrir los ojos y dejando salir un poco de burla en su voz. En vio un pequeño diffindo a la futa.- ¿Te gusta la pasta Neville?-
-¿Por?-pregunto Ron pasando a su lado y sentándose en la orilla de la cama.- y ¿Qué haces durmiendo en el suelo?-
-¡ESTO SABE ESPAGUETI A LA BOLOÑESA!- Grito Neville sorprendido y con la voz excitada.
Harry logro abrir los ojos y bostezo, se sentó y les sonrió a todos- Si, aunque no te recomiendo comerla todos los días o terminara sabiéndote a nada-
-Cualquier cosa que comas todos los días te termina sabiendo a nada- dijo Ron tomando la fruta cubica- y no has contestado ¿Qué haces en el suelo?-
-Dormir- contesto Harry guardándose su pequeño espionaje para otro momento, al ver que nadie pareció creerle continuo diciendo la verdad de por qué en el suelo- Bueno… no he tenido una cama desde mucho, me acostumbre a dormir en lugares… duros y pues…me siento incomodo en la cama-
Le miraron con pena, cosa que no le agrado, él no quería eso y se lo comentaba para que supieran e intentaran entender sus acciones.
-¿Y bien te tomaste las pociones?-pregunto Sofi intentando cambiar el tema-Si no lo has hecho…-
-Ya lo hice- dijo Harry señalando los frascos.
-¡TE los tomaste todos!- jadeo Sofi y se llevó las manos a la boca- Solo tenías que tomar dos diarias-
-¿Segura?-pregunto Harry levantándose sin esfuerzo alguno, y sonriendo al caminar directo a Hermione y tomarla de la mano- Me siento completamente curado-
-¡Tu herida!- dijo Hermione al ver que no cojeaba.- ¿Cómo se encuentra?-
Se movió y sintió que nada estaba mal, incluso el rose de la pijama no le molestaba, se preguntó cuándo conseguiría ropa que no fuera para dormir.
-Casi se cierra por completo- menciono Harry sin saberlo a ciencia cierta, pero sentía que de alguna forma se estaba cerrando exponencialmente - ¿Cuándo partimos?- pregunto queriendo olvidarse de esos muros.
-En un par de horas- dijo Hermione sentándolo a lado de Ron casi a la fuerza, más se dejó ya que ella también tomo lugar a su derecha y le abrazo.
-Y en lo que partimos- dijo Daphne sentándose a lado de Ron. Neville, Luna y Sofi movieron la varita apareciendo un sofá para los tres y se sentaron delante de ellos. Así que en trasfiguración mejoraron, pensó - Cuéntanos ¿Qué ha pasado estos seis meses?-
-Si ¿Por qué siempre mencionas años? Y esto y eso- señalo Ron la fruta que tenía en la mano y luego a Daira en su mano.
-Es una historia muy larga- dijo Harry recordando la batalla del ministerio y como se despidió de ellos, pareciéndole un sueño estar nuevamente entre ellos - Bastante larga-
-Tenemos tiempo- dijo Hermione acariciándole la mano dándole valor sin siquiera saberlo.
-Okey- dijo Harry abrazándola por la cintura y atrayéndola a su cuerpo- Comenzó luego de que peleara con Voldemort en el departamento de misterios…-
Conto todo, desde su caída del cielo, a como peleo con Diddy, aunque se saltó las partes donde casi lo asesinan y algunos puntos que le dirían que estaba loco, como cuando vio a sus padres o se ponía a hablar con dos magos antiguos y psicópatas. Eran buenos oyentes, reaccionando en cada parte de su relato, viéndose blancos por momentos, rojos de enojo o incluso incomodos. Lo cual le gustaba, parecía que estaba controlando sus emociones con cada palabra de decía. Veía como sus rostros parecían no creer muchas cosas, y a pesar de ser la historia era se las contaba como la vivió, con señales y todo. Ron y Hermione eran los más atentos, su novia abrazándolo en momentos que el sentía que era algo un poco íntimos o cuando estaba en peligro, en cuanto a su amigo le coloco la mano en su hombro apoyándolo en cada palabra que le salió. El resto de sus amigos estaban callados, jadeaban en los momentos apropiados y, cuando Harry les dijo el apodo del Dios Imperial Demonio Dragón soltaron una carcajada tan grande que incluso rompió el momento tenso que se creó.
-¿Entonces el huevo es de Diddy?- pregunto Ron al final- ¿No se convertirá en un enorme dragón traído del infierno cierto?-
-Existen muchas clases de infierno- comento Harry mirando el huevo rosa- Pero creo que ella será un hermoso dragón angelical-
-¿De tal forma que tú creaste todos esos sucesos en el triángulo de los bermudas?-pregunto Hermione con la mirada analítica y una leve sonrisa- Pues sí que causaste revuelo en todos lados con esa magia nunca antes vista-
-Yo no fui… fue Diddy- declaro Harry rojo por que le diera todo el crédito.
-Pero tú lo eliminaste ¿No? Eh hiciste que reencarnara- dijo Neville mirando a Harry. -¿La profecía no decía algo sobre eso?-
-"El ultimo se revelara cayado y con los elementos a su favor. Trayendo consigo la resurrección"- dijo Hermione mirando el huevo de Daira- El báculo, magia elemental y una rencarnada-
-¿Qué profecía es esa?- pregunto Harry sin entender a qué se refería.
Le contaron que apenas entrando en Hogwarts el sombrero seleccionador recito una profecía en rúnico, lo cual desconcertó a todos. Y la profecía no decía muchas incoherencias, algo sobre piezas, tableros y coronas. Gran parte no la entendía aunque un verso en específico sí.
"Emergerá de su travesía con el corazón templado" lo cual podía deberse a que al fin reconcilio algunas dudas y el ver a sus padres.
"Un alma tan ardiente como el fuego, un corazón tan claro como el agua" sin lugar a dudas el que aprendiera las magias elementales, que luchara sin descanso por regresar y que ahora fuera más abierto con sus amigos. No por nada le estaba contando todo lo que vivió.
"El cuerpo duro como la tierra y su vida tan extensa como el viento." Las otras dos magias elementales, su entrenamiento físico infernal sin magia alguna y como vio la vida de Merlín e incluso de la Voldemort.
Lo que le dio cosa fue la última línea de esa estrofa "Coronado por tercera vez, donde la corona no caerá de vista" tal vez no solo los gigantes y Dragones lo verían como su rey, lo cual siendo sincero consigo mismo no le agradaba nada. Era otro pueblo mágico que tendría que proteger.
-¿Qué piensas sobre eso?-pregunto Hermione al verlo tan pensativo.
-Pues… creo que esa pequeña parte si es correcta- dijo Harry sin saber explicarse bien- el báculo encaja y también las magias elementales, la reencarnación es otro asunto. Yo creo que mi profecía encaja mejor-
-¿Tu profecía?-preguntaron Daphne y Luna abriendo la boca.
-Una pequeña calma, entre dos guerras, una ya librada la otra por comenzar. Un sacrificio, una desolación, un temor. Tres partes de un todo que desembocaran en una resurrección -dijo Harry sintiéndose raro a volverla a decir en voz alta.
-Creo que eso de calma es a tus primeros cuatro meses completamente solo, y lo de librada y la otra por comenzar, fue la el que pelearas contra Voldemort antes y que tienes que volver a hacerlo. – dijo Hermione mirándolo con intensidad.
-Exacto- asevero Harry sonriéndole lo cual le saco una mirada satisfecha de su novia.
-El sacrificio de que te fueras, la desolación del archipiélago y el temor de no regresar- dijo Ron en voz baja mientras miraba a Daphne la cual asentía como si lo comprendiera- eso fue lo que pasaste en el archipiélago arcano para que pudieras…-
Un pequeño silencio en que lo miraron.
-… para que pudiera hacer que Amiji resucitara- murmuro Harry muy bajo.
-¿Amiji?- pregunto Hermione mirando el huevo y abriendo la boca entre emocionada y sorprendida.
-Espera…- dijo Ron arrimándose y viendo el huevo asustado y pálido.- ¿Es esa cosa enorme y que explotaba?-
- No era una cosa era mi amiga- dijo Harry dándole con coscorrón sonoro, lo cual hizo que le salieran lagrimas por los ojos.- Y si…- alzo el huevo ante la vista de todos- Ella es la Dragona Angelical Imperial Reencarnada Amiji…-
-DAIRA-Dijeron los demás con la boca abierta.
Marlow debió estar celoso que la intención se pusiera en el huevo rosa ya que subió su mano y se colocó encima alzando las garras como si quisiera protegerla, aunque realmente quería atención. Harry se rio un poco, ese tiempo lo había llegado a conocer bien.
-Son tan lindo- dijo Luna mirando al Bowtruckle y el huevo- ¿Me los regalas Harry?-
Los bajo enseguida y los puso contra su pecho negando- Son de la familia, y la familia no se regala. Aunque puedes tenerlos un rato-
Paso el huevo y a Marlow el cual estaba más contento con la atención. El cascaron era algo pesado, aun así comenzaron a examinarlo y hablar sobre de él, aunque Neville veía a Marlow y parecían tener una plática mental o algo parecido, porque lo examinaba como si fuera una planta, mientras Luna como una criatura, muy raros a la vista de Harry.
Estaban tan entretenidos que Harry vio a Hermione, la beso e intento comunicarse con ella a través de su conexión mental y aunque sintió un leve cosquilleo y algo de magia de ella, no surgió ningún pensamiento o voz en su cabeza. Al separarse se veían igual de decepcionados.
-Escucha, nosotros tampoco nos hemos quedado quietos.- dijo Ron con una sonrisa confiada señalándose y sus ojos se vieron relucir de excitación - Ahora podremos ayudarte en lo que haga falta-
-Sin lugar a dudas no te dejaremos solos, te apoyaremos amigo- continuo Neville sonriendo casi de la misma forma-Y, personalmente, demostrare que tu confianza en mí no fue equivocada-
-Aunque ellos solo quieren probar su nuevo poder contra ti- dijo Daphne señalándolos ambos con esa sonrisa serpentín que le hizo pensar que aun que pasaran los años no dejaría de sorprenderlo- Nosotras no nos quedamos atrás, esta vez no me quedare acostada esperando su regreso-
-Y yo poder curarte sin importar como te encuentres, estaré ahí incluso si solo es un rasguño- dijo Sofi inclinada sobre sus rodillas y mirándole con ojos llorosos- Cuidare y curare a mi familia siempre-
-Me encanta tenerte como amigo, así que estaré aquí si necesitas a alguien rara- dijo Luna sonriendo y tomando a Marlow de sus pies, dejándolo de cabeza, cosa que no le gustaba para nada pero parecía que lo dejaría pasar- Además ese don con las criaturas… tengo que investigarlo-
-No esperaba menos de mi familia- dijo Harry soltando lágrimas por sus palabras, los acerco con magia, haciendo que sonaran grititos de sorpresa, les sonrió y los abrazo a todos mientras le sonreía - Pues entonces tendré que esforzarme más para protegerlos-Estaban incomodos, con Hermione pegada a su pecho, Ron a su derecha y pegado a Daphne, Neville y Luna encimados en Sofi que le abrazaba el otro costado. Hermione le miro como caían gruesas gotas de sus ojos y le sonrió limpiándoselas con los pulgares- ¡Estoy tan feliz de regresar al fin!-
Ninguno dijo nada, le sonrieron y se perfilaron lágrimas por sus ojos también, mientras que se reían un poco y le abrazaban con fuerza. No sabían que hacer de tal forma que se quedaron en ese lugar, quietos y realmente apretujados. Después de todo ellos vivieron cosas, sí, pero no del mismo tipo que Harry y su entrenamiento parecía nada a comparación de lo que vivió. Algo sin lugar a dudas extremo.
Los soltó poco a poco y sin dejar de sonreírles. Y se percataron que habían aplastado a Marlow el cual les gruño a todos atacando la mano de Harry al intentar disculparse y como un niño pequeño se fue a Hermione la cual se rio y le acaricio su hojita. Un minuto después taba adentro de la camisa de Hermione, su bolsillo delantero durmiendo. Mientras pensaba en lo suertudo que era Marlow, la primera en hablar fue Sofi la cual dijo-Entonces ¿El tiempo era cuatro veces más rápido?-pregunto mirándole- Es decir que… tu pasaste dos años solos-
-No exactamente solo como dije- dijo Harry rascándose la nuca- Estaban mis psicópatas maestros, Marlow, Diddy, un montón de criaturas y Nikol-
El recuerdo le invadió haciendo que se pusiera triste, casi viendo a la chica ensangrentada en sus brazos y como se volvía un cadáver y desaparecía en polvo. Aun se sentía culpable, si hubiera hecho algo diferente y sí mucho antes subía por el báculo, todo seria diferente.
-¡¿Nikol?!-dijo la voz de Hermione a su derecha.
Un escalofrió y el temor lo invadieron, no quería girar no deseaba ver su enojo, porque lo sentía en su magia. Mas volteo a verla sonriéndole. El cabello le flotaba un poco, sus ojos estaban casi chisporroteando chispas y sus torcidos labios estaban indicando que nada bueno pasaría. No supo por qué, pero en su imagen el rostro de Nikol desapareció, apareció Hermione ensangrentada, pálida y en sus brazos mientras perdía la vida y comenzaba a desintegrarse.
Apretó su mano con fuerza sintiéndola ahí consigo -No puede salvarla- comento Harry acariciándole las mejillas y besándola para sentir su calor- La mato Diddy, y yo… yo no pude…-
Los brazos de Hermione le pasaron por los hombros le atrajeron dejando su cabeza en su pecho, mientras le acariciaba el cabello y con voz dulce y tranquilizadora le dijo -Diste todo por tu parte, si no pudiste salvarla nadie más podía amor.-
Soltó un suspiro pesado y sonrió, el solo escuchar su corazón le hizo que olvidara lo demás. Y fue entonces cuando la voz del castillo sonó.- ¡A todos Pendragón se les solicita en el pueblo!-
-Vaya extrañaba eso- dijo Harry levantándose.- ¿Entonces nos vamos?-
-Si- dijo Hermione acariciándole el brazo -Es mejor que lo hagamos rápido y nos aseguremos de que nadie te vea-
-Echo- dijo Harry y sonrió un poco seguro de si mientras salían de la habitación, ya tenía muchas ganas de ver el exterior y bajan por la escalera.
Hermione le detuvo y lo miro de arriba abajo-¿Vas a ir en pijama?-
Se vio igual que sus amigos y se rieron de él por aun ir en pijama roja y con snitch. Luego de que Ron le diera una de sus viejas camisas y unos zapatos, que Neville le diera unos pantalones se vio al espejo de la sala de estar. La camisa le apretaba un poco y le quedaba algo rara, el pantalón le quedaba suelto y le llegaba a los tobillos.
-Estoy ridículo- dijo Harry señalándose- Prefiero la ropa holgada de Dudley, por lo menos no me apretaba tanto- comento estirándose el cuello -
-¡Ehhh!- Se quejaron ambos.
No diría nada pero se sentía más que encono al caminar ya que los zapatos eran dos números más chicos. Mientras salía sintió la magia de Hermione incrementarse y como una ligera capa salía de ella.
-Así que ahora puedes sentir las presencias mágicas bien- comento abrazándola y caminando con ella.- Tu campo de visión es más amplio ¿Cierto? Avanzaste mucho-
-Aun necesito concentrarme- comento Hermione sonrojándose un poco.- ya veces cerrar los ojos-
-Wao- dijo Luna y Sofi- Eso sí que es útil-
-¿y la tuya?-
-Mi magia ahora puede detectar cualquier magia en varios kilómetros de distancia-comento Harry dándole un beso en la mejilla- Pero es algo frustrante en áreas muy pobladas por magia-
-Impresionante- dijo Daphne caminando abrazada a Ron.
-No es raro- dijo Ron mirando a su novia, y dando una mirada presuntuoso- Yo puedo hacerlo también-
Enseguida sintió como su magia de su amigo también se desplegaba y se prolongaba cubriendo casi el mismo tanto que Hermione, lo cual indicaba que en términos de detección estaban muy igualados. A pesar de que le enseño al mismo tiempo no podía creer que avanzaran hasta ese punto tan rápido, el tardo un poco más de dos años para lograrlo. Le paso el brazo por los hombros a Ron y se rio un poco.
-¿Cuándo lo lograste?-pregunto Hermione curiosa.
-Un par de semanas atrás antes de lo de los gigantes- dijo Ron con un tono rojo- Aunque se me olvido activarlo en el bosque prohíbo-
- Así que al fin lo lograste, eso es fantástico, aunque tengo un par de trucos que les debo enseñar para mejorar su percepción y también para su magia. Es más tengo un ritual que puede que les fascinaran y sin contar con un millón de trucos que aprendí y…-freno y los miro -¿Fueron al bosque prohibido?-pregunto Harry alzándole una ceja a Hermione - No te desagradaba romper esa regla de no ir-
-Y lo reitero- dijo Hermione mirándole y apretándole la mano, cosa que le dio entender que aún no le gustaba para nada- Pero yo pedí permiso-
-¿El profesor Dumbledore?-pregunto Harry a Ron, el cual asintió aun rojo.- Es el único un poco loco que daría ese permiso-
Al salir de la sala de menesteres la ubicación era el puente de piedra, por un momento el sol les dio en la cara y el frio viento les roso el rostro. El aroma y el lugar le hizo suspirar al sentirse libre y tener nostalgia. El blanco de la nieve le hizo que cerraran los ojos por un momento y disfrutar del viento golpeándole la cara. Y mientras respiraban el aire húmedo, Hermione que se estremeció de frio, envió su magia alrededor de la chica calentándola y a los demás. Se vieron y sonrieron como si intuyeran que Harry era el causante.
A la distancia vio el camino que conducía a los terrenos de Hogwarts, eso le hizo pensar en su anterior vista de Hogwarts…el beso entre Hermione y Theo. Y se dio cuenta que faltaba entre ellos.
-Por cierto- dijo Harry cambiando su tono de voz y viéndolos-¿Dónde está Theo?-
Daphne se rio y le miro a Harry como si se tratase de una presa que estaba cayendo en su trampa-¿Qué pasa con Theo? Él ya se fue, desde ayer parece algo molesto y tú dijiste que "hablarían" de algo ¿Qué es lo que necesitan hablar?…-
Su amiga se silenció. La mirada de Harry ni siquiera la veía, más su intento estaba suelto, el solo hecho de sentir que lo estaba viendo como presa le hizo que su magia le advirtiera que no lo hiciera enojar y que él no era una presa común y corriente, si lo quería atacar tendría que ser con toda su fuerza-Eso es algo de lo que no deben preocuparse, no mucho y les suplico que no se metan en esto- les dijo sabiendo que la siguiente vez que viera a Theo no se contendría. Soltó un suspiro y su semblante regreso a la normalidad cuando sonrió.- A todo esto… ¿Iremos a la madriguera?-
-Camelot-contesto Hermione pegándose a su cuerpo y sonriéndole- Tu viejo y ancestral lugar-
-En Camelot…-dijo Harry parándose a verla, la imagen de un castillo destruido y ardiendo, una aldea carbonizada y con cuerpos regados por todos lados le llego a la mente. El viejo reino de Arthur, aquel que destruyo Diddy como si fuera nada. Agito su cabeza diciéndose que no era al mismo lugar-¿En dónde queda? Exactamente-
-¿Recuerdas la antigua casa Peverell?-pregunto Hermione caminando entre nieve con cada uno a su lado y en medio Harry, como si lo escoltaran.
Parecía que esperaba que asintiera o dijera si, o un solo signo de que recordara, porque le vio durante un buen rato. Al contrario abrió la boca varias veces dejando salir una columna de vaho interminable, el cerro y giro la cabeza intentando recordar ¿Dónde quedaba? Más no lo hacía. Tanta información en su cabeza le hacía no acordarse nada. La miro y con una sonrisa de disculpa alzo los hombros. Hermione soltó un alinda risa, sus amigos la vieron sorprendidos y luego sonrieron también, era como si no hubiera reído nunca.
-Esa ves con Dobby en la sala común de Gryffindor cuando me confesaste un poco de celos- dijo Hermione para que recordara.
-A ya, cierto-volvería a repetir ese pensamiento si Hermione se mantuviera en la biblioteca una semana sin verlo, la quemaría por celos -La mansión que se suponía la más antigua de mi familia- dijo Harry frenándose al recordar a su amigo elfo, el cual seguramente estaba también esperándolo impaciente. O eso esperaba, la última vez casi se sacrificó por protegerlo, cosa que no podría dejar que pasara-Esta bien ¿Cierto?-
-Y te espera con todo su cariño y lealtad- dijo Hermione tirando de su mano con un poco de fuerza, trastabillo un poco pero continúo caminando y sonriendo ante la vista de su novia aun tirando de el para que avanzara.
-Aun creo que son muy raros- dijo Daphne riéndose un poco- Sigo sin entenderlos del todo-
-Olvídalo, ellos se hablan en su propio idioma- se rio Ron pasándole un brazo por los hombros a su novia- Son un par de Nerds-
-Halt die fresse- dijeron ambos mirando a su amigo.
-¿Qué?-preguntaron los demás.
Se abrazaron y se negaron a contestar sus dudas, sobre todo por estar contestos de que aun sin la conexión mental se comunicaban a su forma. Lo cual no significaba que no lo extrañaran.
Continuaron el camino cubierto de una gruesa capa de nieve se acumulaba lentamente, caía sobre sus cabezas y hacia que se mantuvieran muy pegados unos de otros. Sobretodo Harry y Hermione que sin lugar a dudas caminando juntos, abrazándose y avanzado le era una sentimiento reconfortante. Sin saber que los demás disfrutaban de verlos juntos y sonreían porque al fin vieran a Hermione sonriendo y riéndose.
El camino termino en Hogsmeade, aunque por seguridad revisaba las presencias y, como ordeno Hermione, rodeo por el bosque, además de mandar a sus amigos por calles vacías y que vigilaran por lugares que nunca antes pisaron. Cosa que siguieron sin chistar. Era un equipo muy bueno, veía que el liderazgo caía en Hermione, pero ella consultaba con Ron el cual comentaba lo que le parecía y entre ambos creaban un plan perfecto. El ni siquiera intervenía solo observaba como ellos habían logrado obtener un sistema que no lo incluía, le provocaba un sentimiento entre excluido y gusto por que no dependieran de él.
-¿No sería más fácil el ir directo y rápido?-pregunto Harry cuando lo hizo entrar al bosque y salir por el otro lado del pueblo.
-Si te ven…-
-No lo harán…-
-Si lo hicieran…-
-Los percibiría…-
-Si fallaras…-
-Los detendría de un solo golpe.-
La mirada de Hermione fue inquisitiva, no horrorizada ni molesta, solo preguntándose qué tan de cierto tenían sus palabras.
-¿No me crees?- pregunto Harry.
-No es que desconfié, desconozco tu fuerza actual y eso es una variable muy grande que puede cambiar todo para bien o… mal. - su mirada fue un poco de preocupación- Dime…- comenzó Hermione -… ¿Tu mataste en el archipiélago?-
La miro de frente calmado y la sostuvo de la cintura, alzándola un poco para que quedara a la altura de sus ojos.
-Si. Pero solo por supervivencia- dijo Harry directo a sus ojos, sin un solo temblor en su voz o su una mirada turbada- La supervivencia era algo que fue difícil, todos los días buscaba como llegar al siguiente, más solo y en una isla desierta tuve que hacer algunas cosas. Mas nunca ataque a una criatura que no me fuera a comer, o intentar comer… algunas no eran precisamente comestibles.-
Hermione alzo sus manos acariciando sus mejillas frías, sosteniendo su rostro entre ellas y le dio un beso, con una sonrisa grande. -Estás conmigo y eso es lo que me importa- dijo Hermione entre besos abrazándolo por la nuca, tomando su pelo y acariciándolo. Lo intentaron nuevamente, con cada gramo de su mente y magia abrir nuevamente la conexión que tenían, intentando recuperar aquello que perdieron. Parecía que la conexión predestinada estaba de verdad perdida.
-He tortolos, algunos estamos esperando aquí- dijo Ron con una sonrisa- Ya revisamos. Nadie a la redonda- Giraron a su derecha mirando a Ron recargado en un árbol, a Daphne riéndose y Sofi roja como tomate. -Veo que estaban muy preocupados porque los vean-
-Dos años sin mi Mione fueron un infierno hermano- dijo Harry sonriéndole y bajando a Hermione que estaba roja como tomate -Y sin ustedes fue… algo muy duro-
Le sonrieron y se movieron en dirección de la magia de McGonagall -Vamos o nunca llegaremos a Camelot-
Avanzaron entre los árboles y la nieve, unos minutos después estaban en la orilla de Hogsmeade, una pequeña muralla de un metro de piedras apiladas delimitaba el pueblo y el bosque. La profesora les esperaba con una enorme sonrisa mientras que sostenía una vieja túnica, Neville y Luna ya estaban a su lado con las varitas preparadas como si esperaran un ataque sorpresa o algo parecido.
-¿Cómo dormiste Harry?-pregunto la profesora McGonagall con una de las más grandes sonrisas que le vio.- Veo que ya no cojeas, es un alivio-
-Gracias a las pociones de Madame Pomfrey- rio Harry abrazándola con fuerza, no podía creer lo bien que se sentía después de que la noche anterior lo hiciera.- Y dormí genial. Como si no lo hubiera hecho en años- declaro viendo a Hermione sonriéndole y le acaricio su mejilla.- Sin lugar a dudas, la mejor de las noches, en dos años-
-Que cursi- declaro Sofi mirándolos y riéndose- Mi hermano es un cursi-
-Lo herede de Papá- dijo Harry riéndose al recordar su voz juguetona.- ¿Entonces como iremos? ¿Desaparición? ¿Traslador? ¿Polvos Flu? ¿Autobús noctambulo? ¿En el tren nueve y tres cuartos? ¿Thestral? ¿Hipogrifo? ¿Escoba? O ¿Volando?-
-Creo que la más de la mitad de esos trasportes nos haría ir incomodos o sería un problema- dijo Neville a un lado de la profesora un poco verde- y odio el autobús noctambulo-
-No si lo hacemos a mi modo- dijo Harry sonriéndole y dándole una palmadita en el hombro, una que le hizo casi caer.-¿Dónde están los demás?-
-El profesor tiene asuntos que atender y nos alcanzara más tarde, Hagrid estaba tan nervioso que lo mande con Tonks a Camelot- declaro la profesora McGonagall extendiendo la túnica.- Y en un momento estaremos ahí-
Abrió la boca y luego cerro de golpe con una sonrisa un tanto maniática - Prefería ir en algo que no me revolviera el estómago, aunque no creo tener de otra ¿cierto?-
-Yo odio los trasladores- dijo Ron colocándose de lado de Daphne que se reía un poco de su cara.
-¿Chicos podemos apurarnos?- pregunto la profesora McGonagall señalando la túnica.
-He profesora, su túnica se está rompiendo- dijo Harry avanzado y llegando a donde estaba-Le gustaría que la repare… bueno no yo, reparo las cosas muy mal, mejor Mione, ella es la mejor para eso-
-No Harry, esto nos llevara a Queens Wood- dijo el profesora soltando una leve mueca de enfado.-Ahora todos colóquense en un círculo.-
Acercándose al lugar le susurro a Hermione- Extrañaba hacerla enojar-
-No tientes a tu suerte amor-
Fue un poco molesto acomodarse con ocho personas. Al no desear apartarse de Hermione, Harry se colocó detrás de ella y le abrazo. Y de alguna forma logro de Daphne y Ron estuviera de lado mientras los demás le veían con una leve risa. A Hermione no le desagrado, parecía que le gustara que la protegiera, aunque aun así le lanzo una mirada dura como diciéndole que era muy capaz. McGonagall les sonrió dándole una túnica para que tocaran una pequeña trozo. Aunque por su lado Harry solo la abrazo por la cintura y tomo la última punta apenas con el índice y pulgar.
-tres… dos…-
-Odio esta parte- murmuro Ron cerrando los ojos.
Harry se rio acumulando su magia, creando una protección mágica en cuanto comenzaron a girar y algo extraño paso, algo que nunca antes paso con los trasladores. No era como si hubiera viajado mil veces en traslador, pero si unas cuantas y ese sentimiento de tirón de la boca del estómago, chocando unos y otros sin control alguno, y la fuerza centrífuga lanzándolos a los costados no llego. Ellos no giraban, lo que se volvió un borrón de colores fue el exterior, parecía que viajaban parados y sin moverse por una cortina de colores girando a su alrededor. Como si todo a su alrededor fuera una película de alta velocidad. Pasaron bosques, ciudades, montañas y el mismo Londres en un parpadeo, hasta que pasado unos segundos, sintió como su cuerpo se agitaba y frenaba de improviso.
Terminaron en bosquecillo a las afueras de Londres, aunque todos estaban parados y en la misma posición que estaban en Hogsmeade. Se separaron de inmediato sin entender que estaba pasando, Sofi sosteniéndose el estómago, Luna tambaleándose un poco mareada y Ron algo pálido.
-¿Qué paso?-pregunto Neville mirando trastabillar a Luna y atrapándola por poco.
-Fue diferente- aseguro la profesora McGonagall dándole una palmadita a Sofi, lo cual no ni articular palabra de lo verde que estaba.
-Ciertamente, pero creo que fue por la intervención de una magia muy poderosa- declaro Hermione mirando en sus dirección. Al igual que todos los demás. O no con exactitud, primero la vieron y luego a Harry el cual aún la abrazaba y sonreía como si no fuera una sorpresa que cada par de ojos lo observara.
-Solo hice que se estabilizará creando un campo protector a nuestro alrededor- declaro Harry, la sonrisa le desapareció, miro en dirección del camino y se lo quedo viendo.
-Creo que no le entiendo- dijo la profesora McGonagall pensativa y mirándolo.- Puede que eso sea…-
-Nos están esperando-dijo Harry interrumpiéndola, tomo a Hermione de la mano, y vio a sus ojos.
-Vamos- Contesto Hermione avanzo dando pasos tranquilos pero con la vista enfocada en sus reacciones, sin esperar siquiera a que explicara la magia que sentía era... de su familia.
No solo de su madre y padre, de sus abuelos, bis abuelos y cada generación Potter se conglomeraba en una enorme campana mágica que cubría su hogar. Un sentimiento de nostalgia le invadió y el nerviosismo comenzó a perforarle la piel. Sin que dijeran algo ya que lo veían exaltado y nervioso. Camino encabezándolos y pareciendo conocer el camino, avanzan sin titubear sinuoso sendero. Vio un letrero que advertía sobre animales y paso la mano por el borde de la madera, viento frio corrió por el lugar, despejándolo de nieve y dejándolo a los lados, revelando el sendero a hacia Camelot.
-¿Cómo sabias que…- pregunto Sofi sorprendida.
-La magia siempre deja huellas, algunas que solo pueden ser percibidas por aquellos que las buscan- dijo Harry continuando caminando con una sonrisa enorme, con una imagen clara en su cabeza, la vieja foto de sus padres bailando y riendo en ese mismo bosque - Y este es mi hogar-
Sentía como la magia pulsaba como un corazón, cada vez más veloz y ocultando lo que debía proteger. Ando mirando como el velo mágico se desvanecía ante sus ojos, la vieja verja de jardín que estaba a unos metros se rechino, tan solo basto su presencia de Harry para que la pintura volviera a restaurar y quedara blanca, las enredaderas enverdecieron con un color un tanto blanquecino y con un ligero rechinido se abrió sin siquiera contacto alguno.
-Wooo- soltaron todos al ver como el bosque se abrió, revelando Camelot.
Su lago resplandecía de un tono acuoso; con la mansión resplandeciente de un tono blanco, casi no podías mirar otro lado ante la maravillosa vista; las fuentes con chorros congelados que parecían una obra esculpida en hielo con diversas ondulantes figuras hermosas; las plantas eran de vegetación invernal, porque se encontraba flores blancas y alguno que otro arbusto con múltiples copos de cristal del tamaño de monedas; Un enorme Sauce Boxeador plantado en medio de la mansión, con lar ramas hacia el cielo mantenía mucha nieve sobre su copa, creando un efecto de domo y que varios arcoíris se crearan en diferentes partes de Camelot.
-¡AMO!-grito una voz chillona y en llanto. -¡GRAN SEÑOR, ESTA AQUÍ, NO ES UN SUEÑO, USTED ESTA AQUÍ!-
Por el camino corría el pequeño cuerpo de Dobby, con las manos al aire y agitándose de un lado a otro, aun a esa distancia se le notaban los ojos en llanto y su estridente voz resonando en sus oídos. Hermione le sonrió al verlo temblar, le soltó con cuidado y murmuro un -Ve- al verlo petrificado. En cuanto lo hizo este salió disparado como flecha, una que movió el viento a su alrededor levanto la nieve y creo una tempestad en ese corto camino que le llevo a la primera fuente de enfrente. Freno para no estrellarse contra el pequeño elfo, se arrodillo y recibió el abrazo de Dobby el cual se aferró a su cuello y su cabeza quedo en su hombro, con las piernas al aire y escurriendo lagrimas por su rostro.
-¡Dobby, mi amigo te extrañe tanto!- dijo Harry sonando también lloroso y aparentándolo contra su cuerpo.- ¡Es una alegría verte!-
-Dobby espero al amo, Dobby sabía que el gran amo regresaría- dijo el pequeño elfo con un tono más chillón que antes- Dobby no puede creer que usted este de regreso amo-
-Gracias Dobby por todo lo que has hecho y estar a mi lado incluso cuando me sentía el más miserable, por protegerme y…-
-Amo- dijo Dobby muy bajo- Me ahoga…-
Parada junto a ellos Hermione veía todo con una risa melodiosa, aunque parecía preocupada por el tono amoratado del elfo, también como perdía fuerza con rapidez. Justo a tiempo Harry se separaba con rapidez.
-Lo siento, yo no medí mi fuerza- dijo Harry rascándose la nuca y riéndose un poco.-Perdóname Dobby-
-No tiene por qué disculparse, Dobby es feliz si el amo esta junto a él. Hola ama, la esperaba también- dijo Dobby inclinándose con rapidez al percatarse que estaba a su lado. Luego miro a todos y comenzó a saludar sin inclinarse, aunque saltaba y parecía quererse echar a golpear. En cuanto llego a Sofi se inclinó tanto que casi golpea el suelo con su cabeza, roja de vergüenza Sofi solo se inclinó también.
-¿Todos están adentro Dobby?-pregunto Hermione acariciándole la cabeza.
El elfo asintió llorando y dando leves saltos.- Estábamos esperándolo con ansias- respondido el elfo regresando corriendo por el camino. -¡YA ESTA EN CAMELOT!-Ingreso por la puerta corriendo y chillando lo mismo una y otra vez.
-Vaya recibimiento- soltó Daphne con una leve carcajada- Te quiere tanto-
-Igual que yo a el- respondió Harry caminando para acercarse a la orilla del lago, sentía magia dentro de ella y le daba curiosidad el tipo de criatura que estaba habitando en Camelot.
-¿Qué haces?-pregunto Hermione a ver lo meter su mano en el lago y la movió de un lado a otro como llamándolos- Saca la mano de ahí, en el lago viven Kelpies, si no tienes cuidado pueden arrancarte algunos dedos de una sola mordida-
-¿Enserio?-pregunto Harry sacando su mano haciendo que un rastro de agua se desprendiera de ella- No tenía idea de eso-
-Ella lo sabe todo hermano, ¿Acaso lo olvidaste en el archipiélago?- dijo Ron riéndose un poco.
Hermione le gruño a Ron el cual salto agitando las manos. Y cuando estaba a su lado ambos listos para llevarlo adentro, una cabeza llena de algas y unos ojos enormes salieron del agua, relincho cual caballo y se acercó tan rápido a Harry que todos saltaron hacia atrás. Hermione saco la varita, estaba por hacer un escudo protector cuando se quedó quieta viendo a Harry acariciar la cabeza de la criatura como si fuera un perro. Y el Kelpies se movía contra ella relinchando con felicidad.
-Hola nena… eres linda- murmuraba Harry sonriéndole y jugueteando con su crin de algas. Una segunda, tercera y cuarta cabeza se le unieron relinchando mientras estaban pidiendo su atención. No se le hacía raro, bastantes criaturas mágicas había conocido y algunas tan peligrosas que a decenas de metros podrían causarle daño. Más los Kelpies nunca le parecieron peligrosos en el Archipiélago Arcano- Lo siento, tengo que irme, luego vendré a verlos. Sigan cuidando de mi hogar, por favor-
Se levantó y los vio sorprendidos. Le tomo la mano a Hermione y fueron adentro.
En camino a la escalinata de Mármol sintió muchas magias diferentes, algunas que conocía bien, otras no tanto, algunas que ni de casualidad conoció, pero una en especial le hizo recordar una cara que no le agradaba nada. Más esperaría a ver que sucedía. Al entrar se quedó petrificado, por el fantástico recibidor que se le presento ante sus ojos. Era rustico y encantador, mas su vista estaba en las múltiples estatuas que andaban en pareja, los cuadros que colgaban entre ellos, un hombre y una mujer, los rostros de sus familiares, cada uno con el nombre debajo. El pasillo que se adentraba a la casa y las escaleras circulares de ambos lados que subían a pisos superiores, fue sin lugar a dudas lo que le provocar que soltara un par de lágrimas, al verlos ahí sonriéndole y llorando también mientras ella le lanzaba un beso igual que antes y él se reía con una mirada picara.
-Casi dos decenas de años lejos de aquí- murmuro Harry viéndolos y sonriéndoles, mientras se limpiaba las lágrimas-Papá, mamá y mi familia esperando por mí regreso-
-En vida y después de la muerte te amaremos- dijeron todos los cuadros al unísono.
Su madre le sonrió y se limpió las lágrimas cruzando al lado de su madre para abrazarla. -También los amo- respondió Harry acercándose y acariciando los dos ciervos de mármol que se movieron contra su mano.
Las puertas se abrieron con estrepito y comenzaron a salir todos. Los Pendragón en su gran mayoría, también algunos de sus familiares, vio las caras de Magnus, Jazmin, Winnickus, Arhur King, Rachel, Hannah Abbot con la que parecía su madre, Madame Bones con otras cuantas personas que parecían mayores, además de Hagrid, Sirius, Lupin, Tonks.
-Ve que ya los has visto- dijo Sirius echándole un brazo por los hombros- Tus familiares están por toda la casa, eran muy quisquillosos con eso, a veces me dan escalofríos.-
-Hola Harry- dijo Lupin dejando una mano sobre su hombro, a pesar de sus cicatrices y su cara pálida se veía feliz- Por cierto, recuérdame que te enseñe tu árbol familiar después, necesitamos hablar un par de cosas-
-No le agobies con esas cosas ahora- dijo Sirius riéndose- Igual que siempre molestando por todo-
Casi de inmediato muchos "puff" sonaron y los elfos aparecieron aplaudiendo, inclinándose y diciéndole amo y demás cosas que le hicieron sonrojar un poco. Sus amigos y sobre todo Hermione y Ron se reían por intentar hacer que se levantaran algunos elfos que estaban arrodillados a sus pies. De entre la masa de gente que le veía atónita y algunos que lo saludaban con gran alegría un enorme cuerpo se abrió paso y lo miro.
El primer contacto de Harry con Hagrid fue un tanto extraño.
Cuando Harry se encontraba a pocos metros Hagrid abrió la boca, sus ojos soltaron lágrimas y sus manos cayeron a su lado. El gigantesco hombre parecía no poder creer lo que veía, ya que un sonido raro salió de su garganta y su piel perdió color al instante, y eso que su tupida y desaliñada barba cubría la mayor parte de ella. Sus ojos fue otro cuento, no solo brillaron y el negro lucio dos o tres veces más fuerte.
Harry se abrió paso sonriéndole con cada parte de su rostro, avanzando más rápido, y se lanzaron contra el otro. Los únicos sonidos que le siguieron fueron los pasos estruendosos y el sollozo de Hagrid. Se abrazaron con tal fuerza que sonó como si hubiera aplastado un gran árbol con ambos brazos, un golpe sordo y como se rieron un poco la gente de su alrededor.
-Es grandioso- aulló Hagrid con Harry casi sobre su hombro, como un pequeño niño, aunque mucho mas alto.- Este día es sin lugar a dudas uno de los mejores de mi vida-
-La mentó la demora, un dragón se puso en mi camino. Un odioso grado llamado Diddy- dijo Harry riéndose- Deberíamos de preparar te ya que no fue un viaje fácil hasta aquí-
El llanto de Hagrid no solo aumento si no que apretó tanto a Harry que todos esperaban verlo quejarse o morir por asfixia, al contrario lo apretó tanto que el gigante se quejó un poco. Lo dejo caer en el suelo y se miraron, se sonrieron.
Hagrid dejo una mano grande en su hombro.- La vida no es lo mismo sin ti-
-Gracias mi amigo- dijo Harry dándole un palmadita en el brazo, aunque pareció desequilibrar a Hagrid que abrió los ojos y se observó sorprendido.- Aunque admito que lo han hecho bien sin mi hasta ahora-
-A si ¿Qué aprendiste en estos seis meses?-pregunto Sirius a lado de Hagrid el cual se irguió y lo miro.- Necesito un buen compañero para jugar cartas-
-No creo, te quitaría hasta la última pulga que traigas encima- dijo Harry riéndose, girando para ver a Hermione que observaba la escena.
-¡PRIMO!- Grito la voz de Dudley de algún lado, parado en escalera estaban sus tíos y su primo. Su tia y Dudley contentos y sonriendo con lágrimas en los ojos, mientras que su tío parecía fastidiado y enojado, vestido como si hubiera estado limpiando retretes.
-Hola- dijo Harry un poco confundido, o mejor dicho sin entender nada miro a Hermione-¿Qué hacen aquí?-
-Es tu familia- dijo Hermione alzando sus ojos y poniéndolos en blanco- Además estaban en peligro-
-¿En qué realidad vine a parar?-pregunto Harry girando la mirada a todos, parecía muy raro todo lo que le pasaba a su alrededor ¿Qué tanto cambiaron las cosas?
-Los Mortifagos estaban detrás de ello y vinieron a mí y…- comenzó Hermione pero se silenció de golpe y sus ojos no estaban puestas en él, su vista estaba detrás y no parecía nada contenta.
-¡HARRY!-
Del pasillo salieron dos personas, una de ellas era Theo el cual le miraba con las manos en los bolsillos y la otra era Narcisa Malfoy. La bruja de ojos azules y cabellera rubia le veía con la boca abierta y asustada, mientras que Theo parecía desafiante y firme. Cada par de ojos se vieron y a ellos dos.
Avanzo con lentitud encarándolos.
-¡Theo!- dijo Harry mirándolo con una leve sonrisa-¡Creí que hablaríamos en Hogwarts! ¿Por qué no viniste a verme?-
-Sabes porque- dijo Theo encarándolo- Hermione me gusta desde hace tiempo y la bese cuando no estabas-
-¡IDIOTA!-Grito Hermione anonadada.- No es lo que parece Harry…-
La volteo a ver y le sonrió. – ¿Te robo el beso?-pregunto Harry con seguridad en su voz.
-Lo hice- contesto Theo temblando ya que parte de su magia estaba comenzando actuar.- Me estuve obteniendo esperando tu regreso, y ahora que estas aquí te lo diré, pienso luchar por su amor-
-¡Yo amo a Harry!- dijo Hermione avanzando, pero Daphne y Luna la detuvieron ya que parecía apunto de atacar a Theo.
-Ya la has escuchado Theo, amigo…- dijo Harry poniendo una mano en su hombro.-…lo lamento que tus sentimientos no son correspondidos. Mas como novio de Hermione admito que estoy furioso y aquel beso no solo rompió nuestra conexión, también me destrozo el corazón-
-Yo no quería eso- dijo Theo un mirándolo con algo de vergüenza impresa.
-Tampoco quería que terminara en esto- dijo Harry soltando un suspiro y cerrando la mano- Espero que podamos seguir siendo compañeros… o amigos después de esto…-
-¿Después de que…-
Su puño fue tan rápido que nadie se percató, mas sonó como si un misil se estrellara y media mansión tembló, gritos ahogados algunos jadeos y los pasos retrocedieron sonaron. Narcisa se encontraba pegada a la pared mientras que el suelo se veía una mancha de sangre y gotas cayendo de Theo. Estaba inclinado hacia adelante, colgando del puño de Harry que se encontraba en su estómago y con una mirada impasible. Su mirada verde fría aterro a todos los que lo veían de frente. Se trono el cuello y se echó a Theo al hombro, inconsciente y con un rastro de sangre en su boca y un hilo cayéndole por la comisura de su labio.
-Creo que lo que más me enfurece es que no pude ni ocupar el cincuenta por ciento de mi fuerza- dijo Harry girándose con una leve sonrisa, fue a Sofi que le miraba entre satisfecha y horrorizada- ¿Lo puedes curar? ¡Por favor!-
-¿Yo?- pregunto Sofi como si odiara la idea.
-Es que creo que le rompí las costillas y le dañe un pulmón- dijo Harry mirando a Theo, tal vez se había pasado un poco.-Y señora Malfoy- la mujer se estremeció- No sé por qué esta aquí, pero creo que Hermione ya se hizo cargo de ello así que lo dejare así por ahora.-
-¿Tenías que hacer eso?-pregunto Hermione acercándose y mirándolo enfadada- ¡Lo pudiste matar!-
-Te robo un beso- se justificó Harry asegurándose de que el Slytherin siguiera vivo o su novia lo mataría sin dudarlo- Eso no se hace-
-Además… según recuerdo alguien quiso inmolarlo- murmuro Daphne desde atrás.
-¡Greengrass!-gruño Hermione haciendo temblar mucho más a todos, incluido a Harry que le tomo la cintura y la puso del lado que no sostenía al inconsciente Theo.
Un "puf" se escuchó y apareció Dobby saltando con los ojos relucientes, sin siquiera parecer percatarse del cuerpo semi moribundo que estaba sobre el hombro de Harry, con mucha alegría dijo-Amo la comida esta lista, pase al comedor y se la serviré de inmediato-
-¡Comida!- grito Harry soltando a Theo al piso con un golpe seco, tomando a Dobby y alzándolo en el aire, babeando solo pensando en la deliciosa comida que probaría dentro de poco -¡Vamos a comer!-
