Hola de nuevo, les traigo el capítulo de la semana… ya se… eso fue rápido… pero que puedo decir… recicle algunas escenas que no puse y tenía una idea clara de cómo ría el capítulo. AQUIEN LE MIENTO, NO TENIA NI IDEA.
Me he dado cuenta que el avance en la historia en cuanto a tiempo ha ido lento, ya que he puesto casi capitulo por día y eso me ha llevado a hacer casi una semana en siete capitulo o parecido. De tal forma y por la presente les digo a ustedes mis queridos lectores que… pues no sé si continuaremos de esta forma pero… por lo menos no lo hare aburrido.
Espero, creo, lo intentare… tal vez.
Dato curioso mi historia tiene 1,097,285 y la historia original 1,000,086 palabras. No sé ustedes pero yo creo que ya voy para terminar el octavo libro. Ajajaja
Una última cosa, la historia no fue clasificada con contenido Adulto, y como siempre he dicho es Family Friendly así que... no me acribillen por no hacer lemon.
Y aquí es dejo una pregunta ¿Quieren un especial, contenido adulto, sobre esta historia? Comenten.
Sin más que decir les dejo la octogésima sexta entrega de esta historia. "¡Felices juegos del hambre y que la suerte este, siempre, de vuestro lado!"
Los derechos de los personajes de Harry Potter pertenecen a J. K. Rowling
Capítulo 86.- La puerta a lo próximo.
Con el índice y el dedo medio recorrió el pecho de Harry, dando una caricia a la cicatriz que cruzaba ambos pectorales, el relieve de diferentes pieles le provocaba un cosquilleo que le tranquilizaba. Con sus manos recorrió cada herida de Harry, las toco y acaricio intentando descubrir si le dolía o molestaba, si podía curarlas. Además de que sin darse cuenta deseaba seguir tocándolo.
Aquellos brazos que le rodeaban la cintura, cubrían por completo su desnudes y le protegían le hacían sentirse bien y a salvo; el calor que le daba le reconfortaba, en cada lugar donde se encontraba pegada a Harry, le adormilaba; Y su corazón palpitante, al acelerado ritmo de su respiración en su frente, le estremecía sin poderlo evitar.
Solo recorría un poco la mirada y encontraba alguna quemadura o corte que dejo otra marca en la piel de su prometido. Sin contar con aquellos dos tatuajes que poseía, aunque no sabía si podía llamarlos de esa forma. Ya que ambos eran hechos de magia y trasformaba la piel de su prometido en los pigmentos que se requerían para formar una imagen. Al principio no le gustó nada eso, menos al enterarse y no poder ni siquiera reclamarle a Harry. Ahora que los veía bien, eran detallados a la perfección y, en el cuerpo de su prometido, le atraían mucho.
Hermione se pegó a su cuerpo, acunándose en su hombro, cerrando los ojos para sentir y escuchar el corazón de su prometido latir, poco a poco comenzó a tranquilizarse y poder sentir sus corazones latiendo al mismo ritmo. Aunque no fue lo único que sintió, sin su vista, podía sentir como la piel de Harry se conectaba con la suya, su cuerpos calentaban al otro y su anotomía sin restricciones.
La cara de Hermione se sonrojo al recordar lo que acababa de pasar, como sus sentimientos reprimidos explotaron y el querer amar a Harry con todo lo que podía dar. Luego de tantos problemas, dolor, tristeza y continuas interrupciones se olvidaron de todo e hicieron el amor.
Fue algo torpe, también algo doloroso y con algo de vergüenza mesclado continuaron con seguridad, sobre todo por ver en los ojos del otro el amor y la pasión (además del cuidado) que ponían en cada caricia. Una vez logrado dejarse llevar por sus sensaciones y emociones; se volvió una danza con movimientos lentos y rápidos, con giros y vueltas que le dejan sentir el éxtasis de sus cuerpos; el dolor cambio a lujuria, para terminar de convertirse en placer y llevarlos a un lugar que solo juntos podían alcanzar; y la vergüenza se perdió en el olvido, provocando que ambos se olvidaran del exterior, concentrando se solo en la espléndida figura del otro y disfrutaran de lo que se profesaban.
Aun sentía las manos de Harry recorriéndola, como su cuerpo reaccionaba a cada caricia y beso que le daba, sin contar que ella, sin siquiera cuestionarse, deseaba más y más de su prometido. Sin contar que ambos lograron alcanzar un clímax casi simultaneo. Y lo que continúo luego de eso le hizo ponerse más que solo sonrojada, el rojo de su rostro fue tal que ni ocultando el rostro con su cabello se disimulaba.
Era ya de madrugada, y luego la intensa actividad física apenas dormiría por un par de horas, y lo sabían, pero se quedaron mirando los ojos del otro. No se dio cuenta, solo se rio cuando Harry estaba ya dormido. Más por alguna extraña razón, ella no pudo dormirse de inmediato, observaba el rostro de Harry por largos momentos y no paraba de sonreír. Se encontraba profundamente dormido, mostrando un rostro apacible y, una clara, sonrisa boba en sus labios.
Deseaba verlo despertar y besarle como un "buenos días", incluso volverse a entregar a Harry. Pero tenía clases y obligaciones. Cerró los ojos y soltó un suspiro, disfrutando de esos momentos en que solo estaban ellos dos, atrapados por la penumbra de su cuarto que guardaría su secreto.
En su sueño recordó esa última semana, a lado de Harry.
La batalla contra Harry fue, aparte de complicada por la estrategia, muy cansada para Hermione. Después de la batalla de Harry contra Scremengour, Ron y ella discutieron sobre enfrentar a su prometido, pero cara a cara no era buena idea. Los dos llegaron a la conclusión que en una batalla individual, ninguno de los que estaban en Camelot podría hacerle nada, incluso no estaban seguro que existiera alguien en Bretaña y alrededores que pudiera ganarle.
Su única posibilidad de ganar era mínima, una en diez mil, y solamente trabajando en equipo y como una sola unidad. La mejor oportunidad era hacer una trampa que pudiera dañarlo. Ron no tuvo piedad al hacer el plan.
-Considero que solo mostro cincuenta por ciento de sus capacidad completa- dijo Ron cuando estaba explicando el plan a todos, durante el entrenamiento- Y la única forma en que logro hacer un plan donde tengamos una mínima oportunidad para ganarle es… intentando matarlo -
-¡ESTÁS LOCO!-grito Sofi saltando del asiento y plantándose de cara a Ron, el cual estaba parado contra un árbol y con los brazos cruzados. Demasiado serio para parecer el mismo de siempre.
-Lamentablemente, creo también que es la única forma de que pudiéramos demostrarle que hemos entrenado intensamente- dijo Theo provocando que la azabache volteara y le gruñera además de que apretara los puños.
-¡Tu…-
-No es nada contra Harry- le interrumpió Daphne sentada a lado de Luna la cual estaba mirando todo con la cabeza inclinada y sujetando su cuerno.-Pero ya lo has visto. Ni siquiera sudo al hacer toda esa magia y reacciono en menos de un segundo en cada acción, es… difícil aceptarlo, pero no estamos a su altura-
-¡Y POR ESO LO INTENTAREMOS MATAR!-Grito Sofi cerrando los ojos, mientras parecía tener conflictos con ella misma.-¡ES MI HERMANO DEL QUE HABLAMOS!-
-También es mi hermano- gruño Ron- Créeme si hubiera otra forma, la estaría sugiriendo. Pero… no creo que ganemos… incluso si vamos a intentar matarlo, siento que perderemos-
Le miraron sorprendidos, pero luego los ojos de los seis fueron a Hermione que estaba alejada de ellos, parada contra el muro de roca de la sala de entrenamiento, escuchando y esperando por que acaban con la pelea. Llevaban casi dos horas discutiendo la estrategia y, el que pudiera o no matar a Harry con su plan. Y era una difícil decisión para tomar uno solo.
Esperaron a que hablara. Pero por su mente solo pasaban las imágenes de Harry peleando, en ese momento cuando lo veía saltando, moviéndose y lanzando hechizos, pudo observar el gran avance que realizo. Mas también pudo deducir el gran sufrimiento que paso en la isla, era tal su forma de moverse que, se notaba a leguas, no era su primera vez peleando con múltiples atacantes.
Lo estuvo analizando todo con la vista, también con sus sentidos y como la magia se movía alrededor de Harry. No podía creer que alguno de los siete le llegara a ganar. Aunque si era en grupo, si se llevaban al límite, ejecutaban un plan y no dejaban ni un segundo respirar a su prometido hasta llevarlo a una trampa, podrían tener un cinco o diez por ciento de probabilidad de ganar.
-Creare una trampa de runas y círculos mágicos, va a necesitar la magia de todos nosotros siete para activarla- dijo Hermione sin mirarlos directamente- Y Ron creara un plan para que llegue a esa trampa. Ustedes deben poner cada gramo de su fuerza y atacar a Harry como si quisieran matarlo-
-¡¿Porque tú también?!-pregunto Sofi caminando hacia ella.
-Escucha bien Sofi- dijo Hermione de forma dura haciendo que frenara- No debes dejar que tu cariño por Harry se interponga en esto, estamos probándole nuestra fuerza, si no fuéramos con todo lo que tenemos… lo decepcionaríamos-
La azabache quedo parada en medio camino, apretando las manos con fuerza y mirándole con algo de miedo y preocupación. Luego asintió. Hermione se despegó del muro y fue hacia ellos, al pasar por Sofi le abrazo y le susurro.
-Confía en Harry, te apuesto que al finalizar, todo irá bien.- la pequeña asintió y luego fueron con todos los demás- Ahora todos, tendrán un trabajo, Ron-
-Lo principal es no dejar de atacarlo ni un segundo, porque entonces podrá ganarlos en un instante- dijo Ron mirando a Neville que miraba el techo- Has estado practicando con hechizos perseguidores desde antes del inicio de curso, eres el mejor para eso, mantente a distancia y continua atacando hasta que estés a punto de acabar tu magia-
Trago duro y asintió pareciendo nervioso, un muy nervioso Neville que se sujetó la mano de Luna.
-Bizcochito, con tu nueva magia de Utgar tendrás que ir tras de Harry enviándolo a donde este la magia de Neville y de paso ambos lo acorralaran en la trampa- Continuo Ron metido en sus pensamientos, sin darse cuenta en el sonrojo intenso de su novia por el mote- Luna también deberá atacarlo con la magia de títeres para mayor impacto. Theo y Sofi, diseñaran una poción que puedan colocar alrededor del área en cuestión de segundos y afecte los sentidos de Harry al olerlo. En cuanto empecemos lo colocaras Sofi. Hermione, Theo y yo nos mantendremos a raya y dedicaremos a levantar la trampa que crearemos. Costará mucho tiempo, espero que por lo menos puedan entretener a Harry cinco minutos. Una vez hecho esto, tendremos que enviarlo al centro de la trampa y ahí le pediremos que se rindo o atacaremos con todo.-
-Hasta ese momento entrenaremos lo que haremos, la precisión será necesaria y el levantar la trampa en cinco minutos crucial- dijo Hermione mirando a Theo y Ron.-Se turnaran para hacer el papel de Harry, Daphne, Luna, Neville intentaran detenerte el mayor tiempo posible. Sofi colocaras calderos alrededor para acorralarlo, una y otra vez hasta que sea tan fácil como caminar. Cuando Ron haga el papel de Harry, Theo y yo entrenaremos como colocar la trampa, y cuando sea el turno de Theo, será Ron quien entrene conmigo. No será sencillo y mantener el ritmo será aún más complicado, pero estoy seguro que lo lograremos. Ahora… solo hace falta un par de cosas-
-Planes de reserva- dijo Theo mirando a la distancia, donde el área de entrenamiento estaba destrozada por la lluvia de rocas. -Si hace algo así antes de terminar de ejecutar el plan, estaremos perdidos-
-Déjame eso a mí- dijo Ron colocándole la mano en el hombro de Hermione, la cual le miro alzando una ceja- Mejor dicho, nosotros seremos su plan de reserva-
Se miraron y entendió que la mente de Ron ya tenía la forma de ganar fácil y rápido, aunque no quiso contarle, lo veía como su último plan.
Al siguiente día pusieron en marcha tanto prácticas, la creación de la trampa e intentar, por muy poco que fuera, incrementar sus habilidades. Y de esa forma la semana paso volando.
El ultimo día antes de regresaran a Hogwarts era su fecha límite, y esa mañana bajaron a colocar el escenario correcto y terminar de escribir las runas en los escombros repartidos por todo el lugar, además de las pociones creadas por Theo y Sofi, además de dar los últimos retoques al golem que apenas pudieron terminar el día anterior.
Fueron a donde Harry entrenaba el vuelo con Daira, lo habían intentado toda la semana, y la pequeña dragona apenas y lograba planear.
No fue necesario ni siquiera estar frente para que se diera cuenta de sus intenciones, sobre todo Daira que salto a la pierna de Harry, se erizo y les rugió. Dolía que les viera como si fueran enemigos de Harry, pero también muy tierna al proteger al que creía su padre. Basto unas palabras de Harry y una caricia para que Daira se tranquilizara, aunque seguía mirándolos con cierta desconfianza.
-Harry, nosotros queremos…- comenzó Hermione determinada a que viera que no solo se quedaron sentados esperándolo.
-Ya sé que quieren- dijo Harry levantándose sonriendo, y con Daira en el cabeza, listo para una batalla por su nivel de magia incrementando- Los estaba esperando desde hace mucho-
Con total silencio tomaron rumbo a la sala de entrenamiento. Su corazón retumbaba con fuerza, y no podía evitar sonreírle a Daira, que le gruñía como si ella estuviera lastimándola. No podía negar que le quería mucho y le dolía ese sonido, ya que incluso en las dos anteriores noches durmió en su cama, enroscada a su lado y dándole calor con sus plumas esponjosas.
Lo siguiente que supo con total seguridad, era que Harry le daba una mirada llena de expectación y cariño. Y que ella le cruzo un brazo detrás de la nuca, intentando alcanzar sus labios y besarlo con todos sus sentimientos, puestos en tal acción. Un beso intenso y poco duradero, aunque sus cuerpos estuvieran casi pegados y que su mano restante se aferrara a la de Harry con fuerza.
Nuevamente sus corazones se sincronizaban y, más que con palabras o su conexión metal, se entendieron a la perfección. Darían todo en ese pequeño entrenamiento y muestra de lo que avanzaron, Pendragón en grupo y Harry solo. Era completamente tranquilizador, que saber que pasara lo que pasara todo estaría bien entre ellos. Al separarse miro su sonrisa algo boba, y le acaricio la mejilla, intentando ser lo más suave posible, trasmitiéndole que no lo dañaría nunca, pero era necesario mostrarle que podían ayudarlo en cualquier situación durante la guerra.
-Iremos con todo amor- susurro en su oído, obligándole a que abriera sus brazos de su cintura y que la soltara por completo- No nos dejes ganar o estaré enfadada-
Aunque dejarlo fue un poco doloroso, se concentró en la batalla. Las cosas fueron muy, muy rápido después. Las cosas comenzaron, por lo menos para ella todo fue tan veloces y tan confusas que no supo mucho de lo que suceda en realidad. Por unos minutos se encontró realizando la trampa con Ron y Theo, luego Harry estaba adentro de ella retándolos a utilizarla. Sintió satisfacción y alivio al ver como Harry no solo aguantan la enorme explosión que debió matarlo, en su lugar absorbió el fuego de alguna forma
Enseguida comenzaron el plan de reserva de Ron, atacar de la misma forma a Harry, mientras que cambiaban ciertos aspectos, como que todos lo atacarían incansablemente. Más la mayoría se sorprendió cuando Harry no reacciono, solo levanto la mano y evito cualquier daño.
-Okey, plan C-susurro Ron con una mueca de preocupación.- Tu turno Daphne-
El grito estridente de Daphne les indico que ya estaba en eso y antes de que escucharan el golpe huyeron, aunque giro un momento, viendo a Harry esquivando el primer golpe y luego con una simple palmada desvió el segundo golpe de la rubia. No podía creerlo, la magia de Utgar era para incrementar su capacidad física, y si la fuerza de Daphne era mucho menor que la de Harry en ese estado, ¿Qué tan fuerte era en realidad?
En el intento de comprender su fuerza, miro a Luna y ambas asintieron, tomo el control del golem y al mismo tiempo contacto con los huesos de basilisco, si iría a comprobarla seria con inteligencia no solo con fuerza bruta. Vio a tiempo como Daphne caía inconsciente, con Harry apretando su cuello y como la sostenía antes de caerse.
Ver a su prometido ser tan gentil, incluso en una pelea, fue algo que le hizo titubear. Lo que no debió hacer. Cuando intentó golpearlo con el golem, su fuerza no fue suficiente. La masa de tierra, que podría dejarlo como mosquito aplastado, fue detenida con solo el brazo de Harry.
-Hechizo de títeres combinado con un golem de roca, fuerte pero cansado. Si no fuera por tu enorme energía y magia estarías ya inconsciente. Te recomiendo buscar títeres con una forma más fácil de manejar, un humanoide está bien, pero este esta deforme-aconsejo y aunque ya sabía todo eso, lo tomo en cuenta.
Al verlo partir la roca su prometido manejaba magia elemental de tierra, lo que la sorprendió de sobre manera, se sentía emocionada por el hecho de comprender de repente algo. Harry ya había utilizado magia de agua antes para curar, también su vuelo era indicios de magia de aire, absorbía el fuego y además controlaba la tierra. Y los cuatro los ocupaba sin conflictos. La sola idea de que Harry pudiera encontrar la quinta esencia era fascinante.
Mas no era momento, la roca estaba destrozándose, cayéndose a pedazos mientras Harry estaba mirándola sorprendido. Giro la mirada a la lejanía justo al momento que convocaba una escoba, su prometido le siguió la mirada por reflejo, observando el cadáver del basilisco reptar con velocidad. Subido a la escoba y salió volando lo más aprisa, mirando como Harry la veía irse, y en sus labios se formaba una sonrisa grande. Sin ver el cuerpo del basilisco que estaba por embestirlo.
Voló lo más aprisa que pudo, siguiendo la magia de los demás reunidos, y llegando casi al momento.
-¿Cómo te fue?-pregunto Theo luciendo cansado, y apoyado sobre un muro- Es… muy aterrador-
-No tienes idea ¿Y ahora?-pregunto Hermione, el plan C de Ron fallo.
-Neville nos ganara algo de tiempo…- Comenzó Ron girando y vieron como los hechizos de Neville parón a la distancia- Pues plan D, no, tal vez el F, o el H aunque… no servirán ahora que…-
-¿Tienes un plan para cada letra del abecedario o qué?-pregunto Sofi jadeando por correr.-Tenemos unos pocos minutos. Escoge uno-
-Sea cual sea… perderemos- dijo Theo estirándose y varios de sus huesos tronaron.
-Entonces, tenemos que ir por el plan de emergencia ámbar dos- dijo Ron mirándola, pero en ese momento, un edificio comenzó a caer y convertirse en polvo ante sus ojos- Harry debe estar tras Luna. Theo, Sofi, solo necesitamos un poco de tiempo.-
Ni siquiera preguntaron, asintieron y fueron en dirección de donde el estruendo surgía. Un edificio desplomándose creaba tan sonido, que era insoportable.
Luego de una rápida explicación, donde la forma no le gustaba nada, quedó en realizarlo ya que era la última opción. Saco la capa de invisibilidad de sus cosas, por alguna razón Ron le dijo que la necesitaban y, luego de pedírsela a Harry, la obtuvo. Ahora entendía el por qué la necesitan, Ron se planteó el peor de los casos y supo que era la única forma de ganar, aunque no de la forma que deseaba.
Se cubrió con ella, y cerró los ojos, sintiendo su propia magia, ocultándola muy adentro de su cuerpo, conteniéndola por completo y sin dejar que saliera naturalmente. Ocultándose por completo del sentido mágico de Harry. Encontraron a su prometido con Sofi no queda, junto a Theo.
-Un momento hermanita, enseguida regreso- dijo Harry girando a donde estaban, aunque solo veía a Ron, por lo que ella comenzó a moverse con lentitud a los lados. Mirando el piso y evitando mover cualquier objeto que alertara de su ubicación - Eso no fue muy listo o una buena estrategia hermano-
-¿Tú crees?-pregunto Ron con una leve risa- Utilice todo el conocimiento que nos diste en tu pelea contra el ministro y sus aurores, y ni siquiera mostraste el cincuenta por ciento de lo que has hecho aquí-
Si Hermione pudiera decir algo, diría que era menos del veinticinco por ciento. Pero era un cálculo rápido considerando todas las cosas que conocía Harry.
- No quería presumir -dijo Harry con una leve sonrisa presumida -Ahora déjame felicitar tu táctica, atacar, atacar y continuar atacando sin darme oportunidad de hacer algo hasta llevarme a una trampa mortal-
-Ni tan mortal, sigues vivo ¿No?-dijo Ron serio y levantando la varita, como en un duelo.- Que dices hermano, ¿Al viejo estilo?-
Si alguien se la jugará a un duelo en medio de una batalla sin reglas, le diría que estaba loco, en cambio Ron conocía a Harry y que no podía negarse a un duelo justo y honesto. Cosa que hacía más y más deshonesta su táctica. Pero en el amor y la guerra todo se vale, se repetía para asegurarse no retractarse. Siguieron el protocolo para un duelo, y esperaron en silencio, mirando uno al otro, como si alguien fuera a gritar que comenzaran. En un punto Hermione termino a la derecha de Harry, pegándose al muro para no ser detectada y provocando que una piedra cayera y tocara el suelo creando un sonido e iniciando el combate entre ambos amigos.
Fue también la señal de Hermione, al cual corrió a Harry saliendo debajo de la capa para intentar derribarlo. En cuanto a su duelo, Ron no era más rápido que Harry, sabia quien ganaría, lo único que esperaba era ser la carnada y que ella fuera quien lo derribara.
Fue muy tarde para cuando se dio cuenta su prometido, ella lo tenía del cuello de la gabardina, tirándolo y rodando por el suelo, ella intentando apuntar su varita a lugares vitales en el cuerpo de Harry, mas con el movimiento le hacía difícil. Al final termino plantándose en el suelo, a horcajadas de Harry y con la varita clavada en su corazón. Y el verde de sus ojos clavado en ella, con una sonrisa de satisfacción, aunque lucia como si no fuera una batalla campal de unos diez minutos. De la nada todo a su alrededor se difumino y las escenas de la noche aparecieron en su sueño, de la misma posición, aunque mas intima.
Abrió los ojos por un momento, un poco del amanecer se colocaba por la ventana y despertó a Hermione, se sentía adolorida, aun cansada y sudorosa. El calor del Harry aún se mantenía en su piel, y sus brazos alrededor de su cintura aun, sin parecer querer soltarla.
Se rio un poco porque aquel pequeño lugar, entre sus brazos, le fuera tan reconfortante que se terminó durmiendo. Las sabanas cubrían la desnudes de ambos, parecía tan tranquilo durmiendo que se negó en despertarlo. Hermione se separó un poco, para escapar de su agarre, e ir a tomar una ducha rápida. Su vista fue al cuerpo de su prometido, bastante marcado por el entrenamiento, las batallas duras y los tormentosos actos que se le presentaron en su vida. Metida en sus pensamientos, e inconciencia, paso su mano por el abdomen, justo en la piel que era de otro color y textura.
Disfrutaba de toda esa tranquilidad que podría darle solo Harry, más nuevamente se recordó que las clases estaban por empezar y debía ducharse para quitarse el sudor de encima.
Una mano se posó en su espalda baja y subió la vista, Harry estaba admirándola. Con sus manos sujetando su cuerpo, con su sonrisa muy cerca de sus labios y esos ojos verdes que no le hacía necesario palabras para demostrarle cuanto la amaba, acercó sus labios y, apenas se rosando, provoco un calor ardiente y cosquilleo en todo el cuerpo.
Contra cualquier razonamiento de Hermione, lo abrazo y pego a su cuerpo, permitiéndose acariciar el cabello de la nuca de Harry. Al separarse se miraron unos momentos, esperando las palabras del otro. Notaba su mirada serena, como se movía lentamente acariciando su espalda, como nuevamente estaba moviéndose a sus labios y, bajando más y más sus manos.
-¡Harry!-susurro Hermione apartándolo con suavidad.-¡Acabamos de…-
No logro a completar la frase porque las imágenes de la noche le golpearon y el ver a Harry despierto le hizo sentirse preocupada, por lo que pensara y que se creara el temor de que su relación cambiara. No supo por que se cubrió de inmediato con las cobijas y se alejó un poco de Harry, se sentía tonta y avergonzada (Por algunos actos que ocurrieron durante la noche), mas era claro que los ojos de Harry estaban sobre de ella.
Su prometido solo se sentó y se rasco la nuca, con un claro rojo en sus mejillas. Luego abrió la boca para hablar, sin embargo, la movió sin emitir sonido y, luego, junto sus labios en una mueca apretada, pero de forma que le pareció linda. Pasaron un par de minutos de esa misma forma, Hermione sentada en la orilla de la cama y Harry sentado a un costado, mirándose rojos y con los ojos en algún punto que no fuera el otro. Hermione intento también hablar para romper ese ambiente, pero le ocurrió lo mismo que a Harry.
Pasearon la vista buscando cualquier cosa de que hablar, incluso se dijo a si misma que solo actuara normal, pero ¿Qué era normal en esos momentos? Antes de ese momento nunca experimento nada parecido. Si fuera cualquier otro día un "buenos días" y un beso era lo mejor al despertar a lado de Harry, el problema es que no era cualquier otro día. Se notaba la inexperiencia de los dos, y como buscaban alguna solución al ambiente con desesperación. Lo veían en los ojos del otro.
¿Cuándo sus miradas se conectaron? Ninguno hubiera podido responder, solo sabían que estaban viéndose con intensidad.
-Hermione- Susurro Harry con voz tan baja y temblorosa.
-¿S...si?-pregunto Hermione con el mismo tono, aterrada. ¿Hermione? Hacia tanto que no le decía su nombre, que le sonó extraño y mal, al salir de los labios de Harry.
-Te amo-
Todos los cuestionamientos, temores y sentimientos que le inundaban desaparecieron. Sus ojos se humedecieron y mordió un labio para no llorar, la dicha que le llenaba no pudo describirla. Se lanzó a Harry y le beso, acariciando su mejilla. Al soltar los labios del otro, se volvieron a ver y noto que aquella sensación de extrañeza no se encontraba más. Se rieron ambos como tontos y luego se volvieron a besar.
-También te amo Harry- respondió Hermione, fue a su cómoda, tomo la varita y convoco su ropa para ir a la ducha.
-No salgas- pidió Harry abrazándola desde atrás y besando sus hombro, para luego ir subiendo por su cuello.- Quedémonos aquí, solos, por hoy-
-Qué más quisiera- Contesto Hermione ladeando su cabeza sin darse cuenta. Mordió sus labios con fuerza para no girarse, tirarlo en la cama y quedarse en cama, a su lado, todo el día.- Pero tengo que tomar un baño o llegare tarde a las clases-
Los besos pararon, giro a mirar a su prometido y encontró los ojos de Harry en blanco.- Claro, claro, déjame aquí solo y con este frio, sin nada que me caliente-
Chasqueo la lengua y rodo los ojos- Vístete, así, talvez, no tendrás frio… la otra es que te traiga a Daira- Harry rio y le tomo el mentón con suavidad, para girarle el rostro y besarle. Un simple y casto beso que le saco un suspiro largo.-No me vas a convencer- dijo Hermione al reaccionar- No me voy a quedar, no faltare a clases.-
Los ojos de Harry se vieron algo brillantes, luego le acaricio las mejillas- Aunque no veo necesidad de que lo hagas. Ya eres una maestra en runas, eres mejor en el tema de trasfiguraciones que la profesora McGonagall, puedes generar pociones tan buenas como Snape y al profesor Flitwick, cualquier día, en un duelo le das una paliza-
-Eso no significa nada. Sin mis EXTASIS no tengo la forma de demostrarlo- dijo Hermione levantándose antes de que le hiciera cambiar de idea- Y supongo, señor Potter, usted tendrá cosas que hacer hoy-
-Tal vez sonorita Granger, pero puede que hoy solo le haga honor a mi estatus de muerto y me quede aquí en, nuestra cama, mirando el techo-dijo Harry recostándose con las manos en la cabeza- Ya sabes…para mantener las apariencias-
-Ya quisieras- dijo Hermione dándole un golpecito juguetón en el estómago- El profesor Dumbledore y McGonagall me dijeron que cuando pudieras fueras a verlos-
-No puedo- dijo Harry fingiendo una cara de cansancio y tomándose el estómago- Estoy tan cansado y adolorido… me duele, mucho, mucho los músculos, alguien me hizo trabajar duro-
-Vaya personaje del que me fui a enamorar- rio Hermione y se inclinó a besarle.- No seas teatral y haz lo que debas-
-Descansar es un deber muy, muy complicado y difícil de aprender a realizar-
-Aja- fue lo único que contesto antes de entrar al baño.
Una ducha caliente le fue perfecto, se quitó el sudor y se refresco, aunque su mente pensaba en cada cosa que pasó. Y aun si ella estaba segura que Harry la ayudaría, no sabría cómo reaccionaría cuando se enterara, algo le decía que el desastre y caos se desatarían. Debajo del agua intentando olvidar que paso, lo cual funciono al contrario.
-Sabes que los líos son lo mío y…- Dijo Harry pegándola a su cuerpo-… llegare a ti, cuando menos lo esperes.-
La enorme sonrisa de Harry y esa seguridad fue lo que le dio calma, comprendía que sus planes eran algo que aún no deseaba compartir, ya fuera porque no estaba seguro de que lo permitiera o de que pudiera realizarlo. Pero era seguro que no quería ponerla en medio de todas sus locas ideas. Más no dudaba en que pronto los conocería y estaría orgullosa de lo que hiciera.
-Y ¿Te acompañaran? O…-pregunto Hermione mirando a sus dos mascotas dispuestas sobre los hombros de su prometido.
-A si, Daria, Marlow no pueden venir esta vez- dijo Harry tomando a la Dragona y al Bowtruckle y colocándolos en los de ella. No tardaron en quejarse, o rugir y silbar de forma que daban a entender su inconformidad.
No entendía nada de lo que decía Daria, ni a Harry ya que este rugía varias cosas, y su dragona le contestaba de regreso. Así fue hasta que Daira la giro a ver y luego rugió en dirección del techo, soltando una leve columna de fuego que Harry contuvo por instinto. La dragona aun no controlaba del todo sus llamas y, Harry, tendía a asegurarse que no quemara o dañara a nadie.
-Están de acuerdo- dijo Harry superando aliviado.- ¿Puedes asegurarte que no quemen el castillo?-
-No creo que cueste mucho- dijo Hermione asintiendo. Hubo otro beso de despedida y luego los tres fueron al fuego y gritó: "¡A Hogwarts!" Tuvo una última y fugaz imagen de Harry y la sala, además de sus padres y la señora Weasley sorprendidos. Antes de que las llamas se los tragara le dio una sonrisa de apoyo, sabiendo que saldría de Camelot de una u otra forma, y que Dumbledore muy pronto sabría.
Mientras giraba vertiginosamente sobre sí misma, atisbo imágenes borrosas de otras habitaciones de magos, pero no logró observarlas bien. Luego empezó a reducir la velocidad y finalmente se detuvo en seco en la chimenea. Salió de inmediato y miro que era las tres escobas, y un gran grupo de alumnos estaban platicando, otros se encontraban esperando en la barra y solo un grupo salir por la puerta.
Ron y Daphne, estaban con el resto de Pendragón, platicando, pero al intentar acercarse una mano le toco el hombro. La profesora McGonagall le miro levantando el ala del sombrero, le sonrió y le sacudió un poco de ceniza de la chamarra que ocupaba.
-Buenos días Hermione-saludo y luego miro alrededor para asegurarse que no escuchaban- Y Potter ¿Entrara con los elfos o se quedara en Camelot?-
¿Potter? Seguro que era para evitar hablar de Harry y que los escuchara, ya que Sofi ahora poseía el apellido podrían dar esa escusa y salirse por la tangente, en caso de que preguntaran.
-Hola profesora- dijo Hermione- Descuide, se las arreglará para venir cuando termine con lo que tiene que hacer-
-¿Tiene algo que hacer?-pregunto la profesora sorprendida.
-No lo sé- respondió Hermione- Creo que es algo concerniente a…-
Un leve "Oohhh" resonó por la sala, ambas giraron a ver a la derecha, de la chimenea salía un alumno de primero, girando como peonza y cayendo muy cerca de sus pies. La profesora y ella de inmediato le ayudaron, pero algo igual de atrayente paso, el silencio y luego el cuchicheo fue de un alto nivel.
No las miraban, o al pobre y mareado chico. Si no a Daria que voló de su hombro a una de las ventanas, estaba encaramada en el cristal mirando todo con un sentimiento de asombro. Un grito ahogado atrajo su atención y se sentó en sus cuartos traseros y se rascaba la cabeza con la pata. Hermione no pudo evitar enojarse, en los ojos de los alumnos de los cursos superiores se vio miedo y temor por Daria, y en los menores casi estaban aterrados.
La pequeña rugió, y saco una pequeña llamarada por la comisura de la boca. Al instante un par de decenas de varita se levantaron.
-¡Yo no haría eso!- dijo Ron en la barra sujetando la varita de un alumno de último curso.- No si quieres que ella te mate-
-¡Como lo has dicho, es una criatura que podría matarnos, un dragón es un ser violento y que tiene clasificación de máximo peligro en el ministerio!-Casi grito el chico atrayendo la atención de todos adentro- ¿Por qué no me aseguraría de encerrarlo o matarlo ahora que es un cachorro?-
-Por qué Ron no se refería a la dragona- rio Neville abrazando a una Luna iracunda, la cual no lucia nada tierna, apretaba sus brazos y su rostro demostraba que si la soltaba atacaría a los que levantaron la varita.
-Si alguno de ustedes toca a Daria, no solo su madre los hará pagar- dijo Daphne sentada en la barra.
-Su padre los incinerara hasta los huesos- termino Sofi que se encontraba con los brazos cruzados sobre la abarra y descansaba el mentón en ellos.
-Y cada dragón estará contra ustedes de por vida- gruño Luna aun sostenida por su novio.
-¡¿Madre, Padre?!- preguntaron varios.
-¡A mí no me importa eso, ella es una amenaza!- señalo otro de último curso, agitando la varita y parando en seco.
Cada lugar de la taberna vibraba con violencia. Las mesas y sillas se sacudían y aquello sobre las mesas, sin contar con los alumnos, se cayó; la lámpara araña que cubría el techo encendió las velas y expulsaron llamas más grandes de lo que debían; y los cristales se rompieron. El aire se llenó de una magia ámbar oscuro, formando algunas runas en el aire y, aunque, no era agresiva estaba aterrando a casi todos adentro.
Los ojos de Hermione se encontraban serios, más su brillo ámbar se encontraba furiosos.
-¡Hermione!- dijo la profesora McGonagall atrayendo la atención.- ¡Controla tu magia!-
La rápida mirada que recibió, fue tan fuerte y seria, que incluso la profesora dio un paso atrás. Incluso si un dementor entrara en la taberna, saldría despavorido por aquella aura siniestra que desprendía.
Sin decir nada camino directo a Daira y ni siquiera tenía que moverse alrededor de los alumnos, estos se apartaban en cuanto se acercaba. No miraba a nadie y no le importaba que le temieran. Daira se alzó sobre su patas traseras y agito las patas delanteras y alas, tal vez impresionada por la magia de Hermione, ya que al estar cerca volvo a su hombro y se restregó contra su rostro ronroneando.
Le acaricio el lomo y luego, soltó un largo suspiro, calmando su magia tan rápido que al parar el silencio era denso. Observo que temblaban algunos, otros estaban más que impresionados y solo unos cuantos parecían emocionados (algunas chicas que le veían con admiración).
-¡ESCUCHEN BIEN!-grito Hermione dirigiéndose a la puerta para salir, mirando a aquel chico que levanto la varita y a la profesora McGonagall- Ella es Daira, es muy especial para nosotros ya que es un miembro de Pendragón y mi familiar. Si uno de ustedes o cualquiera vuelve, una sola vez, a pensar en levantar su varita contra ella. ¡Yo personalmente me encargare de su castigo!-
-¿Un dragón familiar?-pregunto uno aunque temblando-Es peligroso y una amenaza a la seguridad del castillo-
En su hombro Daira se encogió, replegó las alas y oculto su rostro hacia abajo, además de que dio un leve gimoteo. Enseguida Marlow cruzo a su hombro y le abrazo, o eso parecía al enredarla entre sus pequeñas garras. El parpado de Hermione tembló, su mueca hacia el chico fue tal que salto del susto.
-Tienes razón- dijo Hermione tomándola en brazos y le acaricio el lomo y las alas esperando aliviar su pesar- Ella es muy peligrosa para quienes la hagan enfadar y dañen a las personas que ama, y en una amenaza para todo aquel que crea que pude siquiera acercarse a dañarla o a los miembros de su nido- la dragona se encogió más y se movió como queriendo escapar de sus brazos- Pero yo también soy así, no me contendré ni tolerare a aquellos que dañen a los míos.-
En la barra Daphne y Sofi alzaron el mentón, Luna y Neville sonrieron y asintieron, y Ron soltó al chico para luego colocar las manos en la nuca.
-¡Daira, es como mi hija!- declaro Hermione dando un pisotón al suelo que sonó a explosión -¡ENTENDIDO!-
Cada uno del lugar asintió, incluidos sus amigos. Saco la varita y, retrocedieron asustados, arreglo el lugar de los múltiples destrozos, luego abrió la puerta.
-Con su compromiso profesora, me retiro al castillo ahora mismo- dijo Hermione a la profesora McGonagall, la cual estaba con la boca abierta.
El camino rumbo a Hogwarts y antes de llegar al castillo le alcanzaron. En esos minutos Daria aun parecía deprimida, pero luego de que pasara por los brazos de Luna y Sofi, pareció mejor incluso llegando a revolotear sobre sus cabezas.
Los arboles aún estaban cubiertos de Nieve, y en el suelo se encontraba una gran capa blanca por la que hubiera costado caminar, si no fuera porque movían la nieve con la varita. Intentaron entrar a la sala de menesteres por el puente de piedra, parecía cerrada por la magia de Harry y no tenía las ganas ni el tiempo de ponerse a desenredar los hechizos de su prometido.
Pasaron por la cabaña de Hagrid, Buckbeak se encontraba delante, acostado con una leve capa de nieve en el lomo y durmiendo, como si el frio no le traspasara las plumas. La magia de Hagrid no estaba en su casa, intento encontrarla, pero solo vio un leve rastro que se dirigía al bosque justo a donde debía estar el campamento gigante.
Pero no fue lo único. Sintió una magia a lo lejos, era bastante lejos y no tenía ninguna intención maligna, más la sensación se volvió rara.
-¿Algo pasa?-pregunto Daphne al mirar que observaba en dirección del bosque prohibido.
-No- dijo Hermione en cuanto la magia y sensación desapareció.
Adentro del castillo estaba caldeado. Lo que provoco que Ron se estirara y sonriera con algo de júbilo - Esto se siente bien-
-Creo que aquí nos repartimos- dijo Daphne mirando como su novio se quitaba el Jersey y luego con una sonrisa enorme la metía en su cartera y luego sacaba el baúl de su novia. Aun le parecía algo genial tener su propio articulo con un hechizo indetectable de expansión, tanto que jugaba con el.- Te veo en un rato- comento luego de darle un beso a Ron.
-Hasta la comida- dijo Luna despidiéndose de todos con un beso y se fue saltando en direcciona su torre.
Sofi hizo lo mismo, y luego de darle un abrazo a Daira y Marlow se fue rumbo a las cocinas.
-Vamos- dijo Ron a Neville y ella, luego se pararon y la vieron -¿McGonagall te dio la contraseña nueva?-
-¿Es enserio?-pregunto Hermione poniendo los ojos en blanco-¿No se la preguntaste?-
-No-
-Yo lo hice por carta - contesto Hermione antes de darle una mirada de desaprobación.- Tienes que prepararte mejor Ron-
Durante el camino escucho a Ron murmurar algo parecido a -Odio esa mirada- y Neville contestar -yo la prefiero, a su mirada de "Quítate de mi camino"-
-Aún estoy aquí y los escucho- canturreo Hermione volteando con una mirada de falsa molestia, provocando que ambos se pusieran nerviosos.
Cuando llegaron al cuadro de la Señora Gorda, que estaba más pálida de lo habitual e hizo una mueca de dolor a la luz del día entrar por las ventanas. Apenas los vio levanto las manos y dijo- No griten, por favor.-
-¡Abstinencia!- dijo Hermione en lo bajo.
-Correcto- dijo la Señora Gorda con un hilo de voz, y el retrato se apartó revelando el hueco.
-¿Qué le pasa?-preguntó Neville.
- Excesos navideños -respondió Hermione poniendo los ojos en blanco, y entró en la abarrotada sala común- Su amiga Violeta y ella se bebieron todo el vino de ese cuadro de monjes borrachos que hay en el pasillo del aula de Encantamientos. En fin…-
-Se veía genial en pintura ¿Cómo será el sabor?-pregunto Ron sin prestar mucha atención al entrar.
-Pregúntale a la señora gorga… cuando se le pase su resaca- propuso Neville con una leve mueca.
-¿Estarás con él toda el día?-pregunto Ron mirándole.
-Vendrá luego- dijo Hermione pasando entre alumnos que jugaban cartas explosivas, dándole una advertencia con la mirada.-Supongo que de noche-
-De forma que estas sin hacer nada.- dijo Neville asombrado- Lu y yo iremos a los invernaderos, las GAFFAA's que nos dio están repletas de información y queremos compararla. Además de que debo hablar con la profesora Sprout para que me preste su material para trabajar en su pedido-
-Yo iré con Daphne a pasear y descansar- dijo Ron y luego bufo- Seguro que luego de hoy, nos pondrá un enteramiento sádico que nos llevara a no poder ni levantarnos de la cama. ¿Estudiaras o entrenaras?-
-También descansare- dijo Hermione y antes de darse cuenta ambos estaban delante de ella, tocándole la frente y asustados.
-No tiene fiebre- murmurón Ron, miro a Neville y dijo- Llama a Sofi y Madame Pomfrey, esto es grav…-
-¡No estoy enferma Waesley!- dijo Hermione golpeando la cabeza del pelirroja y alzando el puño a Neville, el cual solo alzo las manos en rendición. Se mostraba demasiada enojada, aunque no podía negar que sus reacciones eran algo que esperaba.
Daira y Marlow se rieron a su peculiar forma. La dragona voló a Ron y se prendió de su cabellera roja, al mismo tiempo que Marlow saltaba y se colocaba en el hombro de Neville, y le daba con sus garras en la oreja.
-Y ahora ¿Qué les pasa?-pregunto Ron mirando a la dragona.
Lo pensó y luego soltó un suspiro- Parece que a Daira le pareces divertido, y en cuanto a Marlow, supongo que quiere ver que haces en los invernaderos. Ya saben, son criaturas con intereses y pensamientos propios.-
Ingresaron al cuarto de chicos y Ron intentaba que Daira le soltara el pelo, pero esta solo rugía como en una risa y luego le daba con las alas en la cara. Disfrutando de las cosas que decía el pelirrojo y provocándolo más. Como un cachorro jugando.
-Supongo que ahora son su responsabilidad- dijo Hermione feliz de tener un tiempo a solas, desde hacía algunas semanas que no lo tenía y extrañaba un poco el sentarse y leer solo por placer.-Cuídenlos bien chicos o estaremos enfadados y nos las pagaran-
-¿Qué?-preguntaron ambos-
Movió la cama de Harry y se adentró a la trampilla que bajaba a la sala de menesteres.
-Hermione ¿Y si ellos no nos hacen caso? Y ¿Qué pasa si se pierden o…-
-Sería muy malo para la salud de ambos- rio Hermione con medio cuerpo adentro- Los veo mañana chicos. Daira porta bien con el tío Ron, no lo muerdas o quemes el lugar…-
-¿Morder, quemar?-
-… Marlow no te atragantes de tocino, luego no puedes dormir y no salgas a explorar sin supervisión de tío Neville.-
Ambas criaturas dieron un sí a su forma, en un silbido y rugido que daba a entender que se portarían bien.
-¡HERMIONE!- dijeron ambos chichos cuando desapareció por completo y coloco la cama encima.
Bajo las escalinata riéndose, esperando que ambos no las pasaran tan mal. Conocía a Daria y Marlow, eran bastantes inquietos pero se portarían bien y por ese día no les pasaría nada. Lo que no aseguraba era el estado físico de ambos. Serviría también para ver si podría confiar en ellos como tíos, para el futuro.
Era temprano y no tenía ningún interés en salir afuera, tampoco de pasear y menos de trabajar. Una lectura por placer era su meta de esas horas de paz. Al llegar a la sala se encontró con una sorpresa grande, Dobby y una docena de elfos estaban aseando.
Luego de que hablara un poco con cada uno, de que se enterara de que Dobby se quedaría a atender la sala de menesteres con sus elfos mejor calificados y de que Winky no estaba por estar llevando cosas y comida a Barty, se fue a su habitación.
Ya en ella alabo a los elfos, su trabajo era impecable y magnifico, ni una sola mota de polvo se mostraba. Luego de dejar sus cosas en un rincón se acostó y miro el techo por unos minutos, olvidándose de todo lo que les pasaba y no queriendo pensar en todo lo que les faltaba pasar. Saco uno de los tantos libros que poseía, los coloco en orden en el pequeño librero y tomo uno de ellos al alzar. La lectura fue bien al principio, era emocionante e increíble la historia, pero ese momento de tranquilidad le gano a sus sentidos y termino dormida.
Despertó tarde para ir a la comida. En su mesita de noche apareció una charola con platillos deliciosos, una ensalada, fruta y una jarra llena jugo de calabaza. Tendría que aumentarle la paga a Dobby y todos los elfos de alguna forma, eran los más asombrosos seres que conocía. Desapareció todo una vez hubo terminado y continuo su lectura.
Observaba la tarde caer poco a poco por la ventana, esperaba a Harry y luego de la nada un sentimiento le golpeo de forma drástica. Tan de repente que apenas soporto, se llevó las manos al corazón y lo apretó, dolía como nunca antes creyó, los sentimientos negativos le carcomían su mente.
Para cuando se dio cuenta todo a su alrededor desapareció en la oscuridad. Era extraño y tenebroso aquel lugar. Pero no se sentía conectada a nada de su alrededor, miro por un momento y aquello le asombro. Harry estaba parado frente a ella, uno de sus ojos era de un rojo sanguinario, mientras que otro aún era verde y resplandeciente. Las sombras se arremolinaban a su espalda, formando la forma humanoide y una sonrisa cruel que reconocería en cualquier lado.
-¡No!- dijo intentando alcanzarlo-¡No otra vez!-
La presión aumento en su pecho, y la preocupación fue tal que no pudo con ella, aquel temor de que Harry fuera poseído le regreso, las imágenes de la batalla del ministerio le regresaron. Ese Harry despiadado le aterraba. Ni siquiera estaba cerca para ayudarlo y no tenía un conocimiento de donde se encontraba para ir a su encuentro. No, no podía pasar de nuevo, Harry era diferente y él no se dejaría controlar. ¿O sí?
{Estoy bien, un pequeño tropezón} susurro la voz de Harry en su cabeza. Los ojos de su prometido cambiaran, su vista regresaba a ser totalmente verde, pero la sombra aún no se desprendía de su espalda. Solo se difumino, como una sanguijuela que vivía a costa de los sentimientos de Harry. {Tranquila, ya estoy bien, regresare pronto}
{Idiota, no me asustes de esa forma} Le riño con la voz más enojada que poseía, aunque era más por la preocupación y el temor de perderlo. Abrió los ojos, en algún momento los cerro por la punzada en su pecho pero aun sentía la fuerza de su conexión {Estaré esperándote, no te tardes amor}
Se quedó mirando el techo un rato más, alterada por lo que vio y sintió. Algo le era claro, Harry no viviría en paz, no hasta que el alma de Voldemort saliera de su cuerpo y ella no podía hacer nada. Se sentía tan inútil en ese tema, le molestaba que a pesar de leerse toda la biblioteca de Hogwarts, de la sala de menesteres e incluso un gran tanto de pergaminos antiguos del reloj biblioteca no encontrara otra forma de hacerlo. Lo única forma era la de Priscob, y conocía a Harry, no permitiría realizar el ritual hasta estar por completo preparados.
-Dulce ama- llamo Dobby a la puerta.
-¿Si?-respondió Hermione sentándose.
-El castillo me ha informado, a Dobby, que el profesor Dumbledore y la profesora McGonagall busca al amo-
-No ha llegado a Hogwarts- dijo Hermione parándose- Voy a avisarles… adiós tarde tranquila-
En cuanto llego a la oficina del director, se encontró a ambos discutiendo sobre si fue obra de Harry o no. No entendió mucho al principio, pero luego de leer el periódico, no pudo negar que tenía las huellas y el estilo de Harry por todas partes. Pasó media tarde escuchándolos, estaban impresionado por las declaraciones del Ministro y las posibles repercusiones tanto futuras como en la guerra. McGonagall no lo dijo, pero se notaba su preocupación por que Harry saliera de Camelot temprano y aun no regresara a Hogwarts.
Se enteró que apenas Harry abandono Camelot, la señora Waesley escribió cartas a medio mundo de la orden para informarles de dicho hecho y salió directo a la madriguera, a preparar hechizos y protecciones, para tener un lugar seguro por si pasaba algo. Muy exagerado pensó Hermione.
El profesor Dumbledore estaba algo molesto, aunque tal vez era porque Harry no lo consultara y por qué enfrentara a Rufus en dos ocasiones sin que pudiera intervenir. Del otro lado, la profesora McGonagall, tenía un leve ataque de nervios y le recordó a su padre cuando estaba por tener alguna prueba muy complicada del que creía que no estaba preparada.
Luego de calmarlos y de decirles que le diría que los fuera a ver, en cuanto pudiera y llegara a Hogwarts, regreso a la sala de menesteres. Esperaba encontrar a Ron quejándose de Daira o Neville persiguiendo a Marlow, mas no lo hizo.
En la sala común todo mundo estaba discutiendo lo que pasó en las tres escobas y aunque los cuchicheos eran muchos, no les tomo importancia, la mayoría estaba sobre aviso.
Daira estaba feliz jugando con algunas chicas y molestando a Ron, en el otro lado era una escena parecida, solo que Marlow disfrutaba de la comida que le ofrecían. Fue a ellos para llevarse a Daira y Marlow a descansar, pero ninguno de los dos quiso, Ron y Neville estaban disfrutando el momento. No quería ni pensar en que harían Luna y Daphne si vieran tal escena, ambos chicos con, por lo menos, una docena de chicas, de diversas edades, a su alrededor.
Una vez de regreso en su habitación, intento terminaba su lectura. Con el atardecer ya cayendo algo brillo en su monedero y este expulso un pergamino que floto unos momentos. Luego planeo a Hermione, que estaba mirando aquel trozo de pergamino con preocupación.
-Ahora… ¿Cómo le digo esto a Harry?-dijo Hermione leyendo la nota.
La letra de Draco Malfoy estaba impresa y rezaba "Estoy dispuesto a ver a mi madre, pon la fecha y el día".
Regreso al presente justo cuando termino de arreglarse el uniforme y el pelo, también de darse un leve toque de maquillaje. No es que quisiera lucir bien, o no por lo menos para los demás, lo único por lo que estaba maquillándose era por Harry. Solo esperaba que no le dijera que era un estropicio.
Salió del baño y miro que Harry ya estaba arreglado, con su gabardina y acostado sobre las cobijas de la cama. Mirando el techo y con las manos como almohada.
-¿Enserio piensas mirar el techo todo el día?-pregunto Hermione algo curiosa.
-Pienso quedarme aquí en el cuarto- murmuro Harry aun con la vista en el techo- Pero no estoy descansando. Estoy entrenando-
Se paró a un lado, mordiéndose el labio, esperando que le viera y sin embargo este mantenía los ojos moviéndose de un lado a otro, como leyendo.
-¿Entrenar?-
-Si-
-¿Entrenas para ser una estatua viviente?-
-No-
-¿Entrenas tú mirada laser?-
Harry se rio y se sentó de un movimiento, pero aun sin mirarla.
-Estoy haciendo que mi magia se expanda y reduzca. Luego me pondré a hacer el plan de entrenamiento de Pendragón, buscare información y….-dijo Harry levantándose y mirándola fijamente, sus ojos pasearon por su rostro y se vio extrañado-… ¿Eso es maquillaje? Nunca te maquillas para las clas….-
-¡Idiota!- dijo Hermione girando el rostro.
-No me malentiendas- dijo Harry rápidamente- Es que no lo haces más que para ocasiones especiales y necesarias… hoy solo sales a clases.-
-¡Idiota e insensible!- repitió Hermione queriendo golpearlo.
Los colores debieron ser notorios en sus mejillas, y más aún cuando este le tomo con cuidado la mano y le atrajo la mirada con suavidad.
-Te vez preciosa- dijo Harry para luego plantarle un beso suave- Pero no por el maquillaje. Incluso te vieras como recién salida de una batalla de días, o… como un vagabundo que ha vivido en una archipiélago paradisiaco por dos años… para mi eres la más hermosa mujer de mi vida. No tienes que intentar lucir bonita, tú eres bella y divina tal como eres-La mano de su prometido recorrió su mejilla y sintió como limpiaba el maquillaje con magia. -Esta es la Mione de la que me enamore, la que amo y amare toda mi vida. Tu perfección imperfecta es aquella por la que este idiota corazón late desbocado-
Soltó una leve risa, recordando aquel día que le riño por no ir a clases, pero por una buena razón. Le tomo de la cintura, atrayéndola a su cuerpo con aquella estúpida sonrisa que le quitaba el aliento y aquella que anhelaba ver cada día de su vida. Aquel contacto en sus cuerpos era nada comparado con su encuentro nocturno, lo cual le hacía muy cómodo estar cerca. Le beso profundamente, y las manos de Harry recorrieron a su cadera y se desplazaron hacia atrás.
-Harry-suspiro Hermione intentando separarse, aunque no lo quisiera. Su cerebro quería hacer una cosa y su cuerpo hacia otra, todo por culpa de su prometido.- Tengo que irme…-
-¿Segura?-pregunto Harry frenando lentamente, aunque se le notaba el color rojo en su rostro.
-También… tengo otros asuntos que atender-declaro Hermione mirándole algo preocupada.
¿Cómo le contaría lo de Malfoy? Quitando lo que paso en el expreso de Hogwarts, era simple decírselo, pero cuando Harry se enterara y viera a Malfoy no estaba segura que viviera el rubio.
-Cuando muerdes tu labio así y haces ese ceño de frustración significa que algo pasa- dijo Harry tocando su frente con el índice. Y era cierto, se lo mordía sin darse cuenta.- ¿Algo en que pueda ayudarte?-
-Es muy complicado, pero si, necesitare tu ayuda- respondió Hermione soltando un suspiro.- Pero después… ya es tarde-
-O por cierto- dijo Harry alzando la mano al techo y utilizo alguna clase de Hechizo- He cambiado la entrada, el que entres al cuarto de chicos cada noche se verá mal, de tal forma que ahora está en el séptimo piso y una entrada solo para ti en la sala común de Gryffindor. Igual que antes- Beso a Harry como despedida y este dijo- Ve con cuidado y si me necesitas avísale al castillo. Hoy no saldré ni de chiste-
-Bien cariño- dijo Hermione ya rumbo a la puerta.- Y tú no te sobre esfuerces descansando-
-No prometo nada- escucho al llegar a ella.
Se frenó mirando la pequeña llave plateada por su cumpleaños, ya ni estaba solo un manchón negro en la cerradura. Cuando intento abrir algo sonó en la cerradura y al suelo cayo la combinación de la llave de color negro y deforme. No lo admitiría en voz alta, pero ambos expulsaron grandes cantidades de magia en la habitación durante su encuentro y tal vez en algún punto la cantidad de magia fue mucha y se destruyó por sus efectos secundarios. Solo la levanto con la varita, la guardo en su monedero.
Cuando bajaba miro a Dobby con su sombrero de Chef algo ladeado, con una bandeja de comida repleta flotando a cada lado otros diez elfos siguiéndole con sus bandejas también rebosantes. Aunque uno de ellos llevaba un par de jarras de cerveza de mantequilla, jugo de calabaza, hidromiel y lo que seguro era Wiski de fuego.
-¿Va a desayunar con el amo? Dobby quisiera saber dulce ama-pregunto dando una reverencia leve.
-Hoy no, ya voy tarde incluso para las clases- dijo Hermione algo apurada.
Un par de Sándwiches bien envueltos y un termo apareció en su vista, parando su carrera y provocando que volteara a ver al elfo.
-Llévalos con usted dulce ama, Dobby no desea que pase el día con hambre-
-Eres el mejor Dobby- dijo Hermione agachándose y dio un beso en su frente.
Todos los elfos la miraron de repente como si nunca lo hubieran hecho y giraron la cabeza confundidos.
-La dulce ama se ve radiante hoy- menciono Dobby dando un par de saltitos de alegría- Dobby piensa que sus ojos son más claros.- luego abrió la boca y sonrió tanto que parecía que le dolía- La magia del amo fluye ahora por usted y la del amo tiene parte de la magia de la dulce ama. Dobby quisiera saber ¿Ustedes ya son compañeros de vida?-
Si la cara le ardió en algún punto de la mañana, fue en ese momento, intento ocultarlo pero la sonrisa se le escapaba sin siquiera pensarlo.
- Siempre lo hemos sido- contesto tomando la comida de Dobby y luego agitando la mano para salir de la sala de menesteres.
Salió al castillo como dijo Harry, el séptimo piso. Y fue corriendo a su primera clase, cruzándose con varios alumnos, algunos de ellos que la volteaban a ver, otros que incluso se detenían ante ella y quedaban quietos cual estatuas. Más no se detuvo.
Llego a la sala de encantamientos cuando la puerta ya estaba cerrada, el profesor Flitwick no le dijo nada de su leve retraso, incluso estaba feliz de verla llegar. Se sentó a un lado de Ron. De inmediato un par de alas le cubrieron la cara, y un rugido lastimero surgió de Daira.
-Hola ¿Cómo la pasaron?-pregunto Hermione acariciando a Daira para que se calmara y le dejara escuchar la clase.
Miro a Ron, estaba ojeroso, con una piel pálida y pareciera que fuera a morir por como abrió la boca y dejo salir un sonido raro.
-¿Qué le paso?-murmuro Hermione a Neville el cual estaba como el día anterior. Incluso Marlow estaba ya estaba subiendo su escritorio para saludarla.
-No tengo ni idea- dijo Neville alzando los hombros- Anoche nos fuimos a dormir bien, Daria se portó de lo mejor, no causo un solo problema y se durmió tranquila. Para cuando desperté se veía bien Ron, en el desayuno se quejó un poco y comenzó a palidecer, en este pequeño tiempo empeoro-
Miro a Daira aleteando feliz, con Marlow jugando con ella en el escritorio y lo entendió.
-¿Lo mordiste?-pregunto Hermione no tan preocupada como debía de estarlo. La pequeña dragona giro la cabeza para mirarla, y luego ladeo sin entender.- No, no creo que lo mordiera, tendría alguna marca muy notoria y sangrante… sin contar que si fuera eso tal vez ya estaría muerto-
-¡¿Cómo?!-Grito Neville sorprendido.
-A si como lo escucha señor Longbottom, es un hechizo que puede serle de uso diario-dijo el profesor Flitwick con alegría, confundiendo el tono que utilizo Neville- El hechizo de creación de agua es básico para todos. Y cada uno de ustedes tiene que aprender a realizarlo para su vida diaria, no es algo que no puedan realizar y les advierto que tal vez les cueste al principio, pero luego comenzaran a entenderle el truco-
-Me muero…- murmuro Ron dejando caer la cabeza en la banca.-…dile a Daphne que fui valiente y…-
-No exageres- dijo Hermione tomando notas- Resiste hasta el fin de clases, Sofi te ayudara.-
El crear un chorro de agua no era reto para Hermione, incluso podía hacerlo de diferentes formas y estilos, ya fuera como una regadera o como una leve roció. Fue una de las veces que el profesor Flitwick alabo a Neville, ya que se lució al crear una corriente de agua en hilera y que debajo rociara una fina lluvia. Aunque le susurro que era practica por regar las largas filas de los invernaderos. Ron apenas y lograba expulsar chorritos de agua que mojaban sus zapatos sin que lo notara.
Al salir inmediatamente fueron a la clase de Sofi, aunque Neville dirigía a Ron por que tomaba caminos diferentes sin darse cuenta y más de una vez casi cae por las escaleras.
-¿Qué le pasa al zombi?-pregunto Sofi al encontrarla esperando la clase de Runas.
-Eso quisiéramos saber- dijo Neville recargándolo en el muro, el pelirrojo pego la frente a la piedra y luego se deslizo lentamente hasta terminar arrodillado besando la pared.- Esta peor y peor-
-Yo lo veo como un trapo escurrido- contesto Sofi riéndose levemente.
-¿Puedes ayudarlo?-pregunto Hermione volteando a su amigo, el cual balbuceaba cosas incomprensibles.
-Necesito hacerle un chequeo- dicto Sofi soltando un suspiro cansado y luego comenzó a agitar su varita, a tocarle la frente, abrirle los ojos e incluso sacarle la lengua.
Los que pasaban a su lado se encontraban muy confundidos, escucho a algunos preguntarse por qué no llevaban a Ron con madame Pomfrey, aunque si Sofi no lo lograba resolver seria su siguiente parada. Ya que eso significaba que si era, de verdad, malo lo que le ocurría.
La azabache termino y les miro para declarar su diagnóstico- Esta levemente envenenado-
-¿Levemente?-preguntaron.
-Es un veneno potente, si fuera peor, estaría… terriblemente peor- dijo Sofi girando su mochila- Si tuviera más veneno en su sistema… no podría hacer nada.-
Movió la varita y de su bolsa saco la vieja y desgastada bolsa de pociones de Harry, tenía rasgones y roturas, también manchas de sangre y tierra. Adentro el contenido era escaso, la mayoría de botellas estaban vacías y otras con contenidos dudosos y resecos.
-¿Es de Harry?-pregunto Neville curioso.
-Hace media semana que me pidió que revisara un par de pociones sanadoras, pero ninguna servían. Así que se la pedí para registrar las pociones que servían y las que no, que tirara lo que estaba ya podrido, y para que se la rellenara con cosas útiles- dijo Sofi revisándola, pero negando cada que sacaba algo- Esta cosa contiene un montón de compartimientos y las pociones estaban todas revueltas, además de que incluso encontré bichos horripilantes adentros. Y una cosa babosa y morada atrapada en un frasco donde debía ir una poción de olvido.-soltó un gruñido- Y aun no acabo-
-Ya, a mí me pidió revisar sus pociones multijugos- dijo Hermione cruzándose de brazos, queriendo molestarse con su prometido por no decirle que Sofi le ayudaría con sus suministros. Pero por alguna razón volvía esa sonrisa a su rostro. Sofi, Neville e incluso Ron la miraron raro, luego intercambiaron miradas. -Cuando termines y antes de comenzar con las nuevas pociones… puedes dármela y no decirle nada a Harry-
-Claro- contesto Sofi sacando una cosa rugosa, parecida a piedra, de uno de los compartimientos, la partió en varios trozos, introdujo uno a uno a la boca de Ron y el trago. Curiosa, Daria estaba con las patas en la cara de Ron olfateándolo y mirando como comía el bezoar. Una vez tragado más de seis trozos lo dejo en paz, con la dragona moviendo con la nariz un trozo del bezoar y estornudando.
-Estará bien-dijo Sofi sacudiéndose las manos- ¿Qué le paso?-
-Ni idea-contesto Hermione comiendo los Sándwiches de Dobby y pasándole el contenido del termo a Ron para que tragara mejor.- Esperaba nos lo dijera una vez pudiera hablar sin decir tonterías-
-¿Te paso algo Hermione?-
Se vieron unos segundos y pregunto-¿Por qué?-
-No se te ves diferente- dijo Sofi examinándole el rostro con más detalle- Te brillan los ojos y parece que… ¿Te paso algo?-
-Tal vez… pero puede que fuera algo muy bueno- fue lo único que contesto antes de que los colores subieran a su rostro y de inmediato dijo- Ahora ¿Cómo es que terminaste de esta forma Ron?-
El chico sentado en el piso, con un semblante de haber estado enfermo de mortalidad por media semana y de repente recuperarse, les miro con ojos vidriosos, levanto la mano y mostro un rasguño diminuto de color rojo en la muñeca. Era tan pequeño que los tres se acercaron hasta tener casi las narices juntas.
-¿Eso… hizo tanto drama?-pregunto Neville con voz crédula.
-Daira estaba… durmiendo y lanzo una mordida- dijo Ron bajando la mano y ladeándose poco a poco - Logre quitarme pero me rasguño uno de sus dientes… y luego…- no término, solo se quedó tendido de lado en el suelo. Más la idea se comprendió.
-Eso lo explica todo- dijo Hermione observando a la dragona colocarse sobre su cuerpo y olfatearlo, vio en sus ojos dorados la pregunta si estaba muerto.
-Díganme como sigue en una hora. Para la cena no debería tener ningún síntomas, pero me pasare por la enfermería para solicitar algunas cosas por si ocurre algún daño mayor.- dijo Sofi corriendo para entrar a su clase.
Tenían las siguientes dos horas libres, decidieron no salir o mover mucho a Ron, para cuando lograron llevarlo al comedor ya estaban sirviendo la comida.
-¿Y por qué luces… enfermo?-pregunto Daphne al llegar un par de minutos después. -¿Comiste mucho?-
Ron le miro con seriedad, y luego dejo caer la cabeza contra un plato lleno de huevos. Al parecer el bezoar funciono correctamente, pero se encontraba tan cansado que no tenía nada de fuerza.
Luego de comer con rapidez dejo a sus amigos para ir a la sala de menesteres a dejar a Daira y Marlow con Harry. Aunque ambos querían seguir explorando y andar sueltos en el castillo, regresaron sin quejas.
Al llegar se quedó con la boca abierta. En la sala estaba Harry sentado con las piernas cruzadas en el suelo, con un par de centenas de libros abiertos esparcidos en todas direcciones y otra media centena flotando a su alrededor, algunos pasando frente a su vista.
Daira rugió llamando su intención y salió volando evadiendo los libros para llegar a él. Sin medir su fuerza fue con velocidad al estómago de Harry, sacándole un quejido.
-He ya los extrañaba, esto estaba muy callado y me daba nervio- dijo Harry al recibirla en su regazo- ¿Y dónde han estado y haciendo?-
-Daira haciendo que Ron parezca un enfermo de fiebre de dragón y Marlow atragantándose de tocino, como siempre- dijo Hermione acomodando libros con la varita para sentarse a su lado-¿No descansarías hoy?-
-Si lo iba a hacer, pero luego de ver una hora el techo y planificar la semana, me di cuenta de que no puedo empezar sin conocer un medio de trasporte mágico que pueda controlar y que podamos ocupar un grupo de cincuenta sin problemas- dijo Harry acariciando a Daria que se restregaba en su regazo, mientras Marlow parecía interesado en un libro que tenía la figura de un enorme roble con piernas, brazos y cara.- No podemos utilizar chimeneas ya que requeriríamos abrir una conexión y arreglar la chimenea del archipiélago…-
-… ¿Construiste una chimenea?-pregunto al sentarse a su lado y darle un beso.
-No, Nikol construyo una, pero es pequeña y no nos serviría- dijo Harry entrelazando sus dedos- El autobús noctambulo… no creo que nos lo presten y creo que la mitad terminarían vomitando luego de una hora u hora y media de viaje. En cuanto thestral, hipogrifos o cualquier otra criatura voladora que podamos montar serán lentos y tardaríamos días en llegar… sin contar que cincuenta son demasiados.-
-La aparición conjunta no es factible con tantos- dijo Hermione revisando los libros a su alrededor, todos sobre medios de trasportes mágicos, vio uno incluso del expreso de Hogwarts que era más que nada un tren común hecho de un material mágico duradero.-La despartición y que terminemos enviando a alguno a china, tiene una alta probabilidad de suceder-
-Las alfombras y escobas son lo más seguro- continuo Harry tomando un libro de antiguas escobas, que contenía imágenes de ramitas raquíticas y lo lanzo por su hombro, este creo un arco en el aire y aterrizo con suavidad en la mesita de té. Donde un montón de libros parecían ya descartados.-Pero es el mismo problema, agotamiento de magia, el desgaste del objeto y el tiempo desperdiciado. Nada de aquí parece ayudarme-
-Un trasladar es posible- comento Hermione colocando el libro a la altura de los ojos de su prometido.
-¿Para trasportar cincuenta?- pregunto Harry pasando las páginas- Necesitaría hechizar un montón de trasladores o… que todos tocaran un objeto enorme. Aunque admito que las repercusiones serian menos, el tiempo de viaje recudido a minutos y posiblemente lo único que nos preocuparía seria que se rompieran un par de huesos en la caída o se soltaran y terminaran aterrizando en África.-
-Y el consumo de magia es… desorbitante- completo Hermione.
-Lo puedo hechizar y hacer… si fuera seguro e instantáneo- dijo Harry sobándose el cuello- Entre más lo pienso, más me parecen que ningún mago ha hecho un medio de trasporte decente-
-¿Dónde queda exactamente a donde nos dirigiremos?-pregunto Hermione mirando que tenía incluso libros de viejos medios de trasporte, como una especie de nave parecida a los planos de Davinci, solo que este contenía plumas de criaturas y se movía a la velocidad del sonido y en la caída se fragmentaba dejando al mago caer al suelo.
-En mitad del océano… muy, muy lejos.-
-Ser exacto sería bueno-
-No puedo ser exacto porque no tengo idea de las coordenadas o la ubicación general- comento Harry inflando las mejillas- Los documentos que tiene la carpeta dice que está cerca de Hawái, pero creo que mis antepasados mintieron para proteger el lugar ya que el clima es diferente a lo que esperaba-
-Sí, ningún trasporte mágico es capaz de ir a ese lugar, sin alguna repercusión. Tal vez si…-comenzó Hermione paro a la mitad y luego se quedó mirando a la nada.
-¿Siiiii?-
-El reloj… busca "Libros Priscob"-dijo Hermione emocionada y alterada por lo que podría pasar.
La búsqueda fue rápida, ya que el reloj biblioteca permitía el acceso de forma instantánea. La portada antigua en cuero con escamas, el titulo hecho a base de bronce y lo antiguo acabado era notorio al tenerlo en sus manos. Luego se lo mostro a Harry y abrió los ojos.
-¿El pasaje? Y de que nos servirá un libro de paisajes-
Rodo los ojos y abrió el libro, la primera hoja un dibuja mostraba tres piedras, apiladas de forma rectangular, poseía algunas runas, piedras mágicas y preciosas alrededor. El bosque que poseía al fondo no estaba en el centro del hueco, en su lugar era otro paisaje diferente, pero como pintado en una cortina ondulante. La sonrisa de Hermione fue amplia, más al estar tan orgullosa por recordarlo y más aún porque era lo que necesitaban.
La vio unos segundos y luego dijo- ¿Quieres hacer un arco de piedra que deje caer agua en el hueco?-
-Algunas veces pienso que tu inteligencia varía dependiendo de la situación-dijo Hermione rodando los ojos.-Enserio ¿No tienes idea de que podría ser?-
-En cuanto a la inteligencia… supongo que tienes razón, en algunos momentos no quiero siquiera intentarlo y lo segundo…- dijo Harry alzando los hombros luego miro fijamente la imagen y abrió la boca en una gran "o"-…un velo de la muerte-
-Cerca… pero no- contesto Hermione pasando a la siguiente hoja dándole el libro.
-¡Portal!-casi grito y luego sin preocuparse por Daria que salto y saco dos líneas de humo de su nariz medio enojada leyó- "Una puerta mágica que conecta dos lugares separados por espacio y tiempo. Con una puerta de entrada y una sala, aunque las conexiones podrían variar dependiendo del destino, con el objetivo de entrar en una puerta de enlace y salir por la otra de manera casi instantánea."-
-Es lo esencial- dijo Hermione cortando su lectura. No tenía tiempo, aún tenía que ir a trasfiguraciones, y su prometido podía leerlo después.-En los primeros capítulos menciona las cosas negativas y problemas que puede causar un mal portal, como: desmembramiento, inmolación, mala trasfiguración, cambio temporal, dimensional, etc. También menciona universos o mundos, y no sé qué otras cosas que son parte de la ciencia ficción de hoy en día. Luego menciona que si se crea correctamente y se asegura de una conexión estable es perfecto para recorrer distancias enormes en un segundo. Aunque requiere mucha magia para que funcione-
-¿Tiene métodos y formas de crear un portal?-pregunto Harry emocionado.
Sonrió por verlo tan metido, con la mano giro las paginas hasta donde empezaban los capítulos de materiales e instrucciones.
-Son antiguas y raras instrucciones, solo lo leí con rapidez, mas… no creí que fuera posible- dijo Hermione soltando un suspiro- Me sonaba a un artefacto mágico imposible de lograr-
-Pero el velo…-
-Ya sé que el velo te llevo a la isla o mejor dicho te tiro a una isla- decreto Hermione antes de que le diera algún contra argumento- Pero no lo sabía en su momento, solo tenía la idea de que era una especie de lugar donde las personas que cruzaron ya no volvían…-
-Más que nada por que podían morir por la caída, de inanición o de depredación-
-… ahora que se si es posible enviar alguien a otro lugar, en un tiempo record. Creo… que es posible- termino Hermione sin hacerle caso a su anterior comentario.
-Eso y que Merlín conocía al chalado que hizo este libro y los portales que existen en el mundo- dijo Harry moviendo la mano alzando los libros del suelo y luego guardando algunos en la librería de la sala y otros en el reloj biblioteca. Al quedárselo mirando un minuto el continuo- Me dijo que conoció a alguien que hizo construcciones, parecidas al del dibujo, en varios lugares del mundo. Con un margen de error y temor a equivocarme… creo que Stonhenge -
-Ya veo…- dijo Hermione recordando el lugar. Lo visito de niña un par de veces, además de que cada vez que lo hizo tuvo un pequeño cosquilleo en la nuca.-… es un conjunto de múltiples portales que repartió por el mundo para viajar continuamente-
-Supongo- dijo Harry tomando las páginas y pasándolas con lentitud.- Esto me tomara tiempo hacerlo, unos días para estudiarlo y corregir errores si tiene, necesitare tu ayuda claro. Y otra semana completa para poder hacer uno aquí y el otro en el archipiélago, dejando unos tres o cuatro días de holgura por si algo sale mal-
Guardaron un par de minutos silencio, ella esperando que Harry terminara de leer algunas partes y tomar su decisión. La pequeña dragona ya estaba dormitando en el regazo de Harry, por el otro lado Marlow desapareció por las escaleras que llevaban a la sala de entrenamiento, el único lugar donde había un pequeño bosque y arrollo, tal vez quería pasear.
-Lo hare- dijo Harry cerrando el libro con una sonrisa enorme- Avisa a todos, dos semanas libres para Pendragón, que disfruten y descansen de los entrenamientos porque en cuanto acabe estos portales…- Sonrió con algo de maldad en sus ojos mientras acariciaba a Daria-… sentirán que han llegado al infierno mismo-
El golpe que recibió en la cabeza, con un libro, le quito la sonrisa y le hizo ver a Hermione con los ojos llorosos-Eso dolió Mione-
-Entonces no seas dramático mi amor-
No tardó mucho en tener que salir otra vez para las clases, y durante la clase de transformaciones envió un mensaje. Por el galeón Pendragón, a todos los del castillo y colocando las mismas palabras de Harry. Era un buen tono dramático lo del infierno, pero no se lo diría a su prometido, no deseaba que fuera más teatral.
Mantuvo un ojo en Ron por petición de Daphne, quien estaba preocupada por su accidente, pero estaba mejor que en clase de hechizos, por lo menos pudo trasfigurar una calabaza en una estatua de piedra. Aunque era rara y tenía la dureza suficiente para que McGonagall lo aprobara, aunque apenas se dio la vuelta se volvió un charco de lodo.
Al terminar la clase la profesora los detuvo un momento, antes de que salieran a los pasillos.
-Atentos todos. El segundo trimestre empezó y por lo consiguiente, las clases de aparición- dijo la profesora mirándolos con seriedad.- Aquellos con diecisiete años o quienes cumplan antes del 31 de agosto, pueden apuntarse a un curso de doce semanas dirigido por un instructor de Aparición que mandara el Ministerio de Magia.-
-PERFECTO-
-Genial-
-Ya era hora-
-¡SILENCIO!-Pidió la profesora con esa mirada dura y los labios apretados, no aguantaba que la interrumpieran en clase- A los interesados se ruega que anoten su nombre en la lista que estará en los tablones de anuncio de cada sala común. El precio por inscripción será de 12 galeones y se pagaran durante la primera lección. Cualquier duda la resolveré fuera del horario de clases en mi despacho. Ahora pueden irse-
En cuanto termino, los estudiantes salieron corriendo, apiñándose en la puerta para salir e ir directamente a los tablones de anuncios y apuntarse. El pobre Neville le empujaron con tanta fuerza que salió despedido por la puerta y golpeo el muro, pero no le importo y también fue a inscribirse. Incluso Ron, con todo y su aturdimiento, corrió pasando a Neville que ya estaba por medio pasillo, cuando salió.
Hermione era la única que se mantuvo en su asiento, si fuera otra situación también se hubiera marchado a inscribirse (sin hacer tanto alboroto), ya sabiendo desaparición solo le preocupaba su licencia.
-Hermione- dijo McGonagall tomándole el hombro para evitar que saliera- ¿Qué paso anoche?-
-¡¿A qué se refiere con "paso anoche"?!- pregunto Hermione con tres octavas sobre el volumen normal. Los colores le subieron al rostro, se estremeció un poco por que la profesora lo supiera, Dumbledore o cualquier profesor. -Déjeme explicarle, él y yo… estamos seguros… y fueron los sentimientos exaltados, luego… solo pasó-
-¿A qué se refiere?-pregunto la profesora McGonagall extrañada- Yo preguntaba si llego Harry, ¿De qué habla usted?-
No supo si fue extraño su suspiro de alivio pero se calmó e invento la escusa más rápida que le llego a la cabeza- Yo hablaba sobre ir con el ministro e intentar que existiera una conexión entre el ministerio y Pendragón que mantuviera el estatus como esta. Solo paso que Harry fue, no pensamos que diera tal conferencia-
-¡Ahhhh!- dijo la profesora asintiendo- Dumbledore quiere hablar con Harry, seriamente, sobre el tema. Pero bueno, ahora que lo dices de esa forma… creo que tiene algún sentido. Ya pensándolo con la cabeza fría-
-Sobre Harry, si llego anoche. Ahora mismo está en la sala de menesteres- comento Hermione no queriendo regresar al tema que le ponía nerviosa.- Ira a ver a Dumbledore en cuanto esté seguro que nadie lo vera-
-De acuerdo, le diré al profesor- contesto McGonagall, luego se la quedo viendo. De la misma forma que Sofi o que Daphne, como si algo en su semblante cambio- Noto algo diferente en su persona, pero no logro… saber que-
-Es por Harry- se escudó Hermione con rapidez- Ya sabe, estar en Hogwarts con mi novio es algo…que me alegra mucho-
-Claro, claro- dijo la profesora McGonagall sin quitarle los ojos de encima, luego toco su mejilla y le peino un poco, examinándola con unos ojos diferente, más gatunos y listos.- Ya entiendo que es. Esa sonrisa que no quitas para nada, te vez más hermosa sonriendo-
Se quedaron quietas, luego la profesora le soltó y sonrió como si algo la tranquilizara, aunque en su mirada se notaba cierta preocupación.
-Gracias profesora- contesto Hermione y luego se despidió para salir corriendo, antes de que comenzara otra sucesión de cuestionamientos, que le podrían llevar a decir lo que paso la anterior noche.
Durante el resto del día, muchos Pendragón agobiaron a Hermione con preguntas, ansiosos por su mensaje y el entrenamiento que podría ponerles Harry. Temerosos de que de verdad les hiciera ver el infierno a cada uno. Pero ninguno de ellos se desanimó en entrenar, no cuando estaban ya al tanto del nivel de magia de Harry. Entrenar con un mago de su calibre, y aprender sus trucos, le era tan fascinante que no paraban de preguntarle cosas. Descanso durante las clases de Aritmancia y de Pociones.
El profesor Slughorn nuevamente le invito a la fiesta del club de eminencia que se daría en dos semanas, sabiendo que no quería ir, suponía que le diría en cada clase hasta hartarla. Esperaba ver a Draco en aquella clase, pero no apareció y preguntarle al profesor le parecía mal. Sobre todo por todos los que estaban a su alrededor y por posibles malos entendidos, tanto de los Slytherin, como de Ron. Se veía ya casi recuperado, solo le faltaba recuperar su color y que la bolsa bajo los ojos le desapareciera.
Decidió pasar unos minutos a lado de sus amigos durante la cena, antes de subir con Harry, el cual seguro estaba aún metido intentando descifrar todo el sistema de portales. Se sentó a lado de Sofi y Colín, los cuales se reían por cómo estaba Ron antes de que la trataran. Al otro lado, tenía a Daphne y Ron, ella le daba mimos por su apariencia aun enferma, aunque este solo se aprovechaba del momento para recibir cariño. A la derecha tenia a Neville que comentaba, a una Ginny y Astoria nada interesadas, sobre lo laborioso que era hacer germinar las semillas que Harry les llevo. Aunque Luna lo escuchaba esta leía las GAFFAA sobre la fauna del archipiélago, miro de reojo la página que observaba con entusiasmo; una imagen de un enorme mamut con múltiples patas y sin rostro.
-No puedo creer que nos vaya a llevar al Archipiélago Arcano ¿No estaba en su esferita esa?-pregunto Ron recostado un poco en su rubia novia.
-Estaba- contesto Hermione bajando un poco la voz- ¿Qué crees que ayer hizo? Jugar retachitos con fantasmas.-
-No tengo ni idea de que hablas, pero debe de ser un juego muy aburrido o por lo menos no tan entretenido como el Quidittch- dijo Ron mirándole con intensidad.
-¿Crees que sea de verdad un infierno su entrenamiento?-pregunto Sofi tomando un plato de avena.- Porque no quiero ni pensar a cuantos tendré que curar-
-Es mejor que te prepares para sanar a todos- dijo Hermione seria, más al recordar el estado de Harry al regresar y las profundas cicatrices que su cuerpo mostraba, sin contar con la herida tardo en cerrarle- No creo que bromee, será difícil entorno donde nos encontraremos. Sera el infierno al que sobrevivió… solo-Algo preocupados, con temor y con la mirada llena de incomodidad, Hermione se levantó-Lo lamento, no es momento. Les repito, como me dijo: tenemos estas dos semanas para descansar y disfrutarlas. Aprovéchenla, luego… no tengo idea de que pase-Salió sin decir nada más.
Una vez más se sorprendió al encontrarse con Harry, estaba en la cocina con Dobby y los demás elfos sirviéndole, solo que estaba vez tenia de un lado toda la comida, mientras que del otro un montón de materiales y el libro abierto, mientras que con su magia los manejaba.
-¿Qué es esto?-pregunto Hermione mirando como creo un pequeñísimo circulo de piedra y con piedras mágicas grabadas con runas, y como estaba creando otro de igual forma sin siquiera mirarlos.
-No puedes hacer un omelette sin romper algunos huevos. Es mi primera prueba siguiendo los conceptos básicos, antes de modificar o de recrear necesito saber si funciona como dice.- contesto Harry sonriéndole y estirándole la mano- Pensé que comerías con los demás… en el gran comedor-
-Están bastante bien con sus parejas- contesto Hermione sentándose en su pierna y viendo directo a sus ojos esmeralda, le beso suavemente y susurro- Yo tenía ganas de estar con mi prometido-
-¿No crees que debes decirles que pueden venir a cenar aquí también?-pregunto Harry tomándole el rostro y volviéndola a besar, creando que todo lo que se movía frenara y que los elfos desaparecieron sin un solo ruido.
-¡Shhh! Sera un secreto entre nosotros dos. O ¿quieres que nos quiten nuestro rato a solas?- contesto Hermione estremeciéndose cuando le paso un mechón de pelo detrás de la oreja.-
-Buen punto- rio Harry, se acercaron lentamente, aunque al último momento se sintieron observados.
Ambos giraron a ver a Daira, con una pierna de pollo atrapada entre los colmillos y atenta de los dos, rugió y Harry sonrió- Si, Mione nos acompañara - otro rugido hizo que rodara los ojos- No faltara comida, Marlow comerá lo que quiera y tú también-
Daira giro la cabeza sin entender, al igual que Harry y ella se rio por su similitud.
-No lo dijiste en Draconia- le susurro Hermione besando su mejilla.-Debes practicar también intercambiar entre los lenguajes mágicos-
-Tienes razón- dijo Harry suspirando, se aclaró la garganta y rugió como un dragón adulto. Luego Daira salto feliz por toda la mesa sujetando en el hocico un par de piernas de pollo, animando a Marlow a hacer lo mismo, solo que él tenía un enorme tocino en la boca. De esa forma cenaron, riéndose de las ocurrencias de ambos.
Al terminar Harry también finalizo los pequeños portales, los coloco a ambos lados de la mesa y los activo. Las runas se brillaron de un tono verdusco y en el espacio del centro se formó un velo trasparente que ondeaba como el agua. No lo pensó dos veces envió una pequeña rama con una hoja en la punta, entro por uno, para luego aparecer por el otro lado. Solo que no igual. Estaba carbonizada y humeaba, al caer esta se desmorono.
-Y por eso las pruebas son necesarias- dijo Hermione tomando el arco y examinándolo- Estas runas… no creo que sean las adecuadas y el acabado en ellas, es muy rustico-
-Dígame como arreglarlas, estoy sus órdenes mi general- dijo Harry con un saludo militar.
-Dramatico- dijo Hermione limpiando la mesa de la cocina con la varita.
Y desplegando todo lo que necesitarían para investigar y mejorar el uso de portales como medio de trasporte individual o grupal. Pudo proponer ir a su habitación, pero tenía la ligera sospecha de que si ambos llegan a la cama, ninguno trabajaría y no podrían tampoco estar muy solos por Daira y Marlow. En cambio en la cocina el calor era bueno, la luz perfecta, los elfos le llevaron bocadillos para no solo trabajar y el ambiente fue bueno al estar solo ellos dos. Hicieron muchas modificaciones, en el diseño y configuración, mejorando cada aspecto que pudieron hasta tener una teoría fuerte y un diseño esplendido.
Parte de la noche la pasaron trabajando, luego fueron a dormir, con Marlow en su nido, Daira en una almohada a sus pies y Harry abrazándola.
Lo días en el colegio eran muy normales y fáciles para Hermione, las clases no eran un reto, pero los deberes algo laborioso que hacer. La segunda tercera noche del regreso a Hogwarts, Harry fue a ver a Dumbledore, no pudo estar presente porque era un asunto de ambos y vio que fue lo correcto en cuanto regreso su prometido. Con una cara cansada, harta y gruñendo cual dragón.
Todos los días Harry salió al Archipiélago arcano, algunas veces regresaba lleno de mugre o mojado, le preguntaba si era por ataques, pero solo contestaba que era secreto. Pasaba la mayor parte de la mañana fuera, en la tarde descansaba y en la noche continuaban con el portal un rato antes de irse a dormir.
Al quinto día, los Pendragón se dieron cuenta que la sala de menesteres no estaba cerrada como ellos siempre supusieron y comenzaron a pasar horas libres, algunas comidas y cenas en ella. Lo que les dio menos tiempo a solas como predijo Hermione. En esa semana estuvo pendiente de si veía a Draco, aunque en ningún lugar se lo topo y en clases no parecía extrañarle a los profesores que faltaba y por más que quisiera tampoco le apetecía preguntar por el rubio. Ya tendría que aparecer y entonces tendría que evitar que Harry lo matara.
Al final de la semana la sala de menesteres, fue declarado el cuartel general de Pendragón. Los que no se encontraban investigando, como Theo, o trabajando, como Neville en el invernadero, estaban siempre en la cocina o en sala descansando.
También fue cuando Harry le dio una gran sorpresa y le mostro algo que solo se imaginó. Comenzó un día antes, muy temprano y con Harry diciéndole -Hoy resuelve todo lo que tengas que hacer y no hagas ningún plan para mañana.-
-¿Por qué o para qué?-pregunto Hermione confundida.
-Mañana durante el alba salimos, tenemos mucho que ver - dijo Harry tocando los anillos excalibur, aquellos que contenían a sus maestros- Nos vamos de picnic-
