Hola a todo el mundo, ¿Cómo la han pasado este nuevo año? Yo, a todo mecate. Y como mi viejo y confiable abuelito solía decir… pues … no les puedo decir por qué sería muy grosero.

Y como no he estado con ustedes desde hace… 3 semanas… yo diría que es hora de un super capitulo… y con super no me refiero a que tenga capa y salve personas. Me refiero mas a lo que le hicieron al capitán América, meterle anabólicos y darle musculo.

Es un super capitulo con más de veintiún mil palabras.

He roto mi record… de veinte mil quinientas palabras.

Y como es mucha palabrería es hora del capítulo, no sin antes una frasecita de mi patrocinador, el señor de la esquina que me vende el café que tomo mientras escribo: "Si digo que la burra es parda, es por que traigo los pelos en la mano"

Pregunta para dedicatoria: ¿En que capitulo Harry aprende a volar sin escoba? (como verán es de mi historia, solo cuenta el primero)


El derecho de los personajes es de J. K. Rowling.


Capítulo 88.-La guía del Arcano.

Imagino la reacción de cada uno por separado, en conjunto y una serie de combinaciones tan diferentes que incluso algunas le dieron risa las primeras veces. Pero nunca espero verlos con la boca abierta, sin emitir ni un sonido y mirando alrededor. Espero unos momentos, luego miro a Hermione que le alzaba mucho una ceja y le cuestionaba con la mirada, del otro lado Ron no era tan diferente, solo que sus ojos estaban como huevo estrellado, por completo abierto.

- ¿Una semana? - pregunto al fin Hermione en voz alta -Faltaremos a clase una semana-

Harry suspiro, les sonrió con algo de suficiencia. - Dumbledore y yo lo hablamos…-

-Pero no es posible, el trabajo de pociones de Slughorn se entrega ese día, la profesora McGonagall quiere que le ayude con un par de chicos de segundo curso y debo devolver un libro de Aritmancia a la profesora Vector…-

-Los entregaras a tiempo y ellos ni se darán cuenta- dijo Harry mirando a los demás que estaban procesándolo muy lento. -Y antes de que preguntes como, es mejor que cambiemos de locación o sus cerebros no lograran actualizarse-

Sin darle tiempo a quejas, lo cual podía crear un leve enojo de parte de su prometida, silbo con fuerza. Al instante Daira salto de la barandilla donde miraba la escena, se colocó en su hombro y comenzó a acariciarle con el hocico. No esperaba esa reacción, aun así, le pareció interesante que sucediera y su cabeza comenzó a formular ideas.

Los Pendragón empezaron a reaccionar y abrieron las bocas, más se cerraron cuando un montón de cascos resonaron por el campo y al poco tiempo la manada de pegasos se aproximaban, alzando la tierra y bufando por el galope.

Miro a Daira y le acaricio un ala- Adentro, será un viaje agitado y seguro que te cansaras-

-Dormiré un rato… igual que mi hermanito- dijo Daira y se introdujo en su gabardina, dentro del bolsillo más grande que encontró.

Se aseguró que nada la molestara y regreso la mirada.

En la cabeza, Umbra, movía las alas con fuerza, antes de que llegara al mirador comenzó a volar y, un momento después, paso a un metro del barandal de piedra y casi a la altura d este. Algunos no se dieron ni cuenta por ver a los pegasos, pero Harry se subió al barandal y justo cuando Umbra paso, tomo impulso y salto a su lomo. Se aferro a sus costados, acaricio su crin y se rio al ver a los Pendragón mirándolo volar un poco lejos.

Por el mismo lugar que Umbra paso, el resto de pegasos formaban una hilera, todos esperando su jinete y con una velocidad media para que fuera más fácil que los montaran.

- ¿Qué esperan? ¿Una invitación cordial? ¡A cabalgar! - dijo Harry con voz de mando, alzando la voz un poco, pero fue al notar que no se movían. - ¡En la vida nunca dirán "Empieza la batalla"! ¡Cuando ustedes se den cuenta ya habrá empezado, así que... apúrense o se quedaran! -

-Esto se pondrá feo- murmuro Ron al tiempo que, como era el más cercano, subió al barandal y salto justo a tiempo para tomar a un Pegaso café. El cual relincho algo furioso por sentir el tirón de plumas, que dio Ron.

Casi al instante Hermione, Theo y Daphne saltaron también, tomando cada uno un Pegaso. Hermione soltó un leve quejido, aunque su Pegaso blanco bajo la intensidad del vuelo. Claro que Theo casi termina cayendo y Daphne termino aterrizando al revés. Dennis fue el siguiente, de alguna forma se libró de Colin y pasando por el costado de Sofí, provocando que diera un gritito, salto y aterrizo perfectamente parado sobre el lomo. Aunque su equilibrio fallo y resbalo.

-Cuidado vaquero, se cabalga mejor sentado- dijo Ron pasando a su costado, sujetando el cuello del suéter antes de que cayera por completo y lo posiciono en el lomo- Ese entusiasmo es bueno, pero piensa un poco; tres jugadas adelante y dos atrás-

-Lo lamento-dijo Colin con un leve tono de pena.

-El maestro Ron entra en acción- rio Harry al acercase para ver si todo estaba en orden.

-No eres el único que aprende cosas- comento Ron haciéndole un gesto grosero.

- ¡DÉJENSE DE JUEGOS! ¿¡Esto tiene palanca de velocidades!?- chillo Daphne al ir sujetándose de los cuartos traseros y con los pies casi tocando a la crin del Pegaso. El cual bufaba algo enojado.

Luego de solucionar el pequeño problema de Daphne, miro que Sofí estaba ya en su Pegaso, volando suavemente y planeando al costado de Hermione y Luna. De algún lugar, Luna, saco terrones de azúcar y se los pasaban para darles a sus pegasos. Soborno que aceptaron de inmediato y les dejaron guiar por completo.

Neville tenía problemas, cada que parecía a punto de lanzarse a tomar un Pegaso este dudaba y eso le provocaba que no lograra arrojarse. En su décimo intento, se resbalo y cayó del mirador, solo que un Pegaso que volaba debajo le detuvo. Por un segundo, Harry, estuvo a punto de lanzarse a rescatarlo, ya que jinete y Pegaso estaban moviéndose de forma que pronto caerían ambos, pero luego de dar trompicones por todos lados, pareció concordar con su Pegaso.

En cuanto al resto, cada uno poco a poco consiguieron subir a su caballo volador, con algunos pequeños problemas, como cuando Colin casi pierde su cámara, salvada por un Accio apresurado; o cuando Alex termino prendido de un ala y por poco provoca que se desplomaran, caballo y mago, por cientos de metros directo al mar.

Las hermanas Parvati compartían un Pegaso por que la manda no tenía tantos para cada uno montar el propio. Seamus y Dean estaban en la misma situación, ambos lucían incomodos. De ahí en fuera cada uno volaba con su respectivo caballo alado. Fue un buen tiempo el que espero Harry, ya que algunos no se animaron de inmediato hasta evaluar toda la situación y ver que eran los últimos. Tal vez fue mucho tiempo el que espero, ya que Damelza, Ginny, Astoria y Ron comenzaron a jugar, haciendo cabriolas y diferentes giros que podría tirarlos del Pegaso.

- ¿Y ahora? -pregunto Zacarias emparejándose a su lado. – ¿A dónde vamos? -

-Ya lo sabrán- dijo Harry admirando como todos estaban divirtiéndose con su caballo volador, aunque en algunos casos parecían a punto de saltar para no estar cerca del Pegaso, como Magnus que no parecía llevarse bien con su moteado caballo. El cual no se dejaba guiar.

- ¿No estas dejando que se diviertan mucho? - Comento Hermione del otro lado, mirándole con una leve sonrisa, ya que su Pegaso la obedecía en todo e incluso controlaba su velocidad de vuelo para no asustarla.

-Lo que les espera… hará que piensen que saltar de una cornisa flotante directo al lomo de un Pegaso es un juego- dijo Harry suspirando- Pero tienes razón. Sujétate bien, es hora de sentir el viento en el rostro-

-No… no… no… ¡NO! ¡HARRY JAMES POTTER! – Grito Hermione, pero ya era tarde.

No le respondió, y sin decir nada a nadie comenzó a avanzar y alzar el vuelo, como una bandada de aves bien sincronizada, todos los pegasos comenzaron a seguir a Umbra. Subieron más y más, tanto que las nubes cubrieron el archipiélago, de la vista, y la montaña de la isla se quedó debajo. Solo pudiendo admirar la larga y brillante torre de cristal que se alzaba por mucho más. Al sentir que el aire se volvía menos, y que Umbra le costaba subir, tiro de ella hacia atrás, la yegua entendió de inmediato; plegando sus patas llevo la cabeza hacia tras y dieron una media vuelta en un círculo cerrado, para bajar a una velocidad vertiginosa.

- ¡NO! ¡NO! ¡NO! ¡NO! ¡NO LO HAGAS CABALLITO! - escucho gritar, no solo a las chicas, en algunos casos gritaron mientras que otros tenían risas maniáticas y, solo algunos, estaban tan callados que seguro estaban en un shock total.

Al descender, paso como saeta junto al grupo, rosando por un segundo con las alas del Pegaso de Neville, lo cual le permitió verlo verde y con las manos rojas de aferrarse a la crin de su Pegaso. Igual que antes los pegasos siguieron los movimientos de Umbra, giraron de cabeza y luego en picada. Los gritos y chillidos sacaron una risa de Harry, el cual giro a verlos. Todos y cada uno aferrado al pelaje del Pegaso, y en el caso de Parvati a la cintura de su hermana, tan fuerte que se notaban le hacía daño.

-Te veo más abajo- murmuro Harry en la alargada oreja de Umbra, relincho y supo que seguiría su curso de caída libre.

Recién pasaban la isla cuando soltó su cuerpo, sintiendo como dejaba a Umbra y se elevaba por el aire a una velocidad casi igual. Utilizo un poco de magia para separarse de Umbra y emparejarse a los demás. Al llegar a ellos, se impulsó para girar y quedar mirando al cielo, viendo a los Pegasos caer con el hocico hacia el mar y a los Pendragón tan pegados que podrían bien quererse fusionar al lomo de su montura. Mientras Harry solo atinaba a reír.

A pesar del viento y de que algunos seguían gritando, logro alzar la voz, por medio de la magia para decir- ¡Sujétense con fuerza, con su magia, conéctense a su Pegaso y estarán bien! -

- ¡ESTAS DEMENTE POTTER! -Grito Ron abriendo los ojos y viéndolo en caída libre, acostado y con las manos detrás de su nuca.

-Claro que si-

- ¡NOS VAS A MATAR! -Grito al otro lado Alex que estaba tan pegado a su caballo que casi no se notaba.

-Tal vez- dijo Harry para luego desviar su mirada a Hermione, pegada al cuello del caballo cual su vida, mirándole con ojos llorosos y los labios apretados. -Pero si voy suave, solo aumentare la brecha entre nuestra fuerza-

Volvió a girar y apresuro su vuelo, bajando más rápido que Umbra, ya que esta no se alejó mucho. Se preparo para volver a montarla, y casi como una pluma termino en su lomo.

- ¡Buena chica! - dijo Harry palmeándole con suavidad el cuello. -Ahora directo a la segunda isla-

Una vez más obedeció y ya con la dirección, agito las alas, aumentando su velocidad y por lo consiguiente haciendo que aire que le golpeaba fuera mucho más fuerte. Antes de lo que esperaba cruzo la isla lago, también la isla de los carnívoros, y la volcánica. Justo cuando estaban casi a la altura de la isla gigante, vio un par de alas a ambos lados, también avanzando con la misma rapidez que Umbra, el de la derecha era Ron y el de la izquierda Theo. Se miraron de reojo con reto en la mirada.

Aunque ambos señalaron atrás, Harry giro la mirada, otros también avanzaban a velocidad que casi le podían morder las plumas traseras a Umbra. Entre ellos, estaba Dennis, Ginny, Daphne, Luna (que montaba de lado y se recostaba en el cuello de su Pegaso) y Hermione, aunque lucia pálida. A lo más lejos estaba Neville, Sofí (que le decía cosas a Neville, para ver si podía continuar volando), Alex y Magnus. Pero avanzaban sin detenerse.

- ¡ESO ES PENDRAGON! -grito Harry eufórico, pegándose al cuerpo de Umbra- ¡AHORA VA ENSERIO! -

- ¡¿QUÉ?!-Gritaron a su lado y detrás.

Y con una sonrisa eufórica, casi frenética y rayando en la locura, Harry envió magia enfrente de Umbra, separando el aire haciéndolos más aerodinámicos. Umbra no se quedó atrás agito sus alas con tal brutalidad que sobrepaso a los otros dos pegasos de inmediato y volando en línea recta a la isla de los polidrupedos.

Descendieron cual cohete, sin percatarse de que los dejaba más y más atrás. Vio la isla casi de repente en su cara, Umbra estiro las alas y comenzó a trotar. Utilizando su magia y el vuelo de la yegua planearon y se deslizaron por el aire hasta que llego a la altura del cañón. Que alguna vez fue nido de Pegasos. Barrio el camino de roca y, a todo galope, corrió por el lugar amplio desfiladero. Frenaron y voltearon a ver a los demás, cada uno haciendo su esfuerzo por llegar.

Harry decenio, saco un par de manzanas para Umbra (sus favoritas) y espero a que aterrizaran los demás. Se rio al ver a Umbra relinchar de felicidad por su premio. En esas semanas, mientras construía en la última isla y la isla lago, la vio interesarse por sus alimentos, algunos de ellos ni los olisqueaba, pero las manzanas fue lo que más le llamo la atención y antes de saberlo se volvieron esenciales para su emplumada amiga.

Escucho los cascos llegar, como Ron y Theo jadeaban, como si ellos hubieran sido los que volaban y luego lucir algo frustrados. Unos minutos después los demás descendieron, cada uno con un rostro único para Harry, desde el horror hasta felicidad y entusiasmo. Claro que en Luna era por convivir con pegasos, cosa rara; Dennis por volar a esa velocidad, que una escoba común y cualquiera no lograría; y los demás de al fin estar en la tierra.

- ¿Qué les pareció? Divertido ¿No? -

Una mano golpeo pico su costado, ni le hubiera hecho caso, si no fuera la mano de Hermione, la enterró con tanta fuerza que le hizo doblar. Le tomo del cuello y comenzó a agitarlo de adelante hacia atrás con una mirada que daba miedo.

-¡¿Qué pensabas al hacernos volar así?!-pregunto tan disgustada como podría estarlo.

-Practica de vuelo rápido, encima de animales voladores y que puedan involucrar caídas en picada. Uno nunca sabe. - contesto Harry como pudo entre tanto movimiento. -Ahora que lo experimentaron… ya saben que sentirán y le dejarán de temer, no se bloquearán en el momento… de desplomarse al suelo-

Le dejo al terminar su contestación. La vista le estaba dando vueltas, y después de unos momentos, noto que aún estaba pálida y respiraba con mucha rapidez. Si no hubiera estado enfrente de todos, y dándoles lecciones, le hubiera abrazado y besado para decirle que solo era por hacerlos no quedarse en shock como cuando cayó al archipiélago. Sin embargo, no estaban solos y darle favoritismo iba contra su política y, seguramente, el de Hermione.

-Ya que todos estamos aquí, empezare a decir que haremos y como lo…-

Un último Pegaso descendió, troto y tiro algo en la dura piedra del cañón. Neville se inclinó y, ocultándose tras una roca vomito. De inmediato Sofí y Luna le fueron a ver. Y aunque este parecía bien, estaba del color verde.

- ¡ODIO VOLAR! -grito en cuando recupero la voz. - ¡ME LA PAGARAS HARRY! -

Se notaba que Neville no era el único que lo pensaba. Sentía la mirada de todos enfurecida, queriéndolo golpear igual que Hermione, a Ron y Theo se les escuchaba gruñendo, además de que estaban agitados y con la retaguardia adolorida. En sus miradas podía notarse que esperaban regresarle el sentimiento.

- ¿Estas mejor Neville? -pregunto Harry con una leve risa.

-Creo-

-Ahora. Este entrenamiento tiene dos etapas, durara ocho días en total- dijo Harry con voz fuerte- Y en cuanto al tiempo, no se preocupen, adentro del archipiélago, y cuando lo deseo, no es avanza normalmente. Es cuatro veces más lento, es decir: una hora afuera es cuatro aquí. -

-De tal forma que un fin de semana…- comenzó Ron aun con un leve gruñido en la voz. -… es ocho días aquí-

-Siempre que se activen el centenar de círculos mágico correspondientes, que están bajo el océano. Pero… si regresaremos a Hogwarts el domingo por la noche- declaro Harry con una sonrisa engreída- O el lunes por la mañana, todo depende de su avance-

-De tal forma que tenemos tiempo de más para los deberes… o de menos - murmuro Hermione girando la varita.

-Si… aunque no pensé en los deberes- dijo Harry suspirando- La primera fase del entrenamiento la llevaremos aquí, esta es la isla de los polidrupedos…-

- ¿Pole que de qué? -pregunto Heidi cepillando al Pegaso que monto.

-Polidrupedos… Harry le coloco ese nombre ya que en esta isla viven muchas criaturas de múltiples patas, es el común en cada criatura viviente de este lugar y por lo consiguiente poli es "muchos"; En cuanto a drupedos, supongo, quiso decir "patas o piernas" aunque no se si este correctamente dicho-dijo Hermione lo más rápido que pudo.

-Gracias Mione- dijo Harry sonriéndole, ella le giro la mirada, esperaba que ese enojo pasara pronto- Continuando, esta isla tiene criaturas de muchas formas y tipos. Son peligrosos, algunos agresivos y territoriales, no les gustara correr con una manada detrás. Pero como he dicho aquí llevaremos el primer entrenamiento. Durará tres días y todos participaran. Solo tienen un objetivo, deben sobrevivir hasta que el tiempo termine; pueden ayudarse, ir individual, hacer lo que les plazca y todo lo que se les ocurra. Aunque deben tener en cuenta que, si no están atentos, las criaturas que viven en esta isla terminaran viéndolos con cara de bocadillo. En pocas palabras, pueden volverse sobrevivientes o un platillo para las criaturas. -Algunos asintieron, otros lucieron preocupados - Si son heridos de gravedad o yo considero que no pueden continuar, los retirare del entrenamiento y regresaran a Hogwarts. -

-No es muy severo-dijo Sofí mirándole con una ceja levanta.

-Solo tienen una vida, no tienen que desperdiciarla- respondió Harry con una seriedad que nadie pudo refutar -Luego, de que termine el tercer día, informare del siguiente entrenamiento. ¿Alguna duda o pregunta? -

Nadie levanto la mano o parecido dispuesto a sacar sus dudas.

-Si están bien, comencemos- dijo Harry chocando el puño en su palma. -Una última cosa… saquen sus varitas-

Sin sospechar nada todos lo obedecieron. Saco de su gabardina un rollo de tela negra con círculos mágicos cada cierto tramo, sacudió el rollo y este se desplego en el aire, quedo flotando y desenrollado a un metro de altura. -Colóquenla sobre la tela- Ordeno.

Dudaron un momento, pero luego de que algunas fueran puestas sobre la tela la mayoría no le quedo de otra que hacerlo. Y cuando al fin cada varita estuvo en la tela, tiro de esta para que se enrollara, con las varitas en su interior, cada una atrapada dentro. Sostuvo con ambas manos cuando regreso, con el volumen de las varitas creció en tamaño. Sin pensarlo lo llevo a su cartera peluda y lo guardo adentro.

Basto un segundo para que lo entendieran, pero para ese momento Harry se movió y salto el barranco, llegando al otro lado.

-¡HARRY!-gritaron varios.

-Resumiré todo, sobrevivan los tres días sin su varita en esta isla- Las miradas que estaban enojadas pasaron a ser preocupadas, y algunos estiraron la mano y convocaron sus varitas. - Mientras estén en mi posesión no pueden ser convocadas, pero no se preocupen están en buenas manos- Dijo Harry sonriéndoles, lo cual causo que algunos incluso apretaran sus manos tanto que los nudillos le quedaran blanco.

Giro para irse, se detuvo como si estuviera petrificado y luego regreso la mirada algo rojo- Se me olvidaba… no tienen permitido matar a ninguna criatura. Para alimentarse existe un lugar en medio de la isla, junto a un arroyo donde conseguirán alimento. Y si fuera ustedes, llegaría ahí antes de que la noche les impidiera avanza… -

Rafas de colores pasaron a su costado, chocaron contra la tierra, justo donde antes estaba. Hermione, Daphne y Luna, tenían un brazo descubierto, en su antebrazo una runa que brillaba y expulsaba algo de magia.

- ¡Las varitas no son lo única herramienta mágica! -Dijo Hermione decidida, aunque la runa escrita comenzó a desaparecer.

-Exacto- murmuro Harry con una enorme sonrisa- Sin varita, pero no sin magia. Sobrevivirán Pendragón-

Comenzó a adentrarse por la espesura del bosque. A su espalda algunas maldiciones verbales resonaban, puede que incluso alguna que otra mirada de desprecio, pero nada lo haría retractarse.

Unos minutos después de dejar de escuchar sonidos, freno.

Durante ese tiempo trabajando, pensó en que sería aburrido estar solo y esperando a que terminara los días. Y a pesar de que tenía cosas que hacer y preparar, estaba al corriente de que también la preocupación le ganaría. La única solución era espiarlos en todo momento mientras trabajaba con las manos, cosa simple para su persona, aunque esperaba que pudiera manejar ambas cosas.

Lucho un poco con Daira para liberar la capa de invisibilidad, la aferraba como si fuera un peluche y mordía la punta, dejándola toda babeada. Se la coloco y se desilusiono para que, los tobillos, no se le vieran.

Regreso por el camino, no tardo en encontrarlos, el grupo ni se movió, estaban aun parados en el mismo lugar discutiendo sobre lo que les dijo.

Umbra al ver que se marchó al bosque, estaba trotando directo a la orilla para volar y regresar a la última isla, lo que significaba que el resto de pegasos le seguirían. Al estar discutiendo de estrategias y de cómo sobrevivir, ni se dieron cuenta hasta que se volvieron una pequeña bandada de alas a la distancia.

-Podríamos ir tras Harry, entre más pase el tiempo más se alejará- comento Dean sentado en la roca más próxima.

-Si utiliza la magia de Utgar ya estará del otro lado de la isla- comento Daphne peinándose el pelo rubio, que estaba alborotado por el vuelo. Su mirada demostraba lo enfadada que de verdad estaba, incluso Ron no se le acercaba. - Y aunque yo utilizara la misma magia… apenas y podría pisarle los talones-

-Entonces ¿Qué es lo que haremos? -pregunto Colin tomando fotos ya que la vista era algo increíble, a pesar de lo que les esperaba, no parecía más que preocuparse por seguir capturando las escenas de su alrededor.

-Esta isla de escalofríos… y creo que nos dijo que debemos ir al centro… pero ¿Sera seguro? - comento Theo aun con una mirada algo molesta. – Creo que nos cruzaremos con muchas criaturas y territorios. Debe haber algo más de fondo-

-Claro que existe más de fondo- dijo Hermione con una voz que indicaba que el mal humor le duraría algunas horas. - Es Harry, no solo quiere que vayamos ahí y esperemos que pasen los días. -

-Él lo dijo, es supervivencia-

Los rostros voltearon a ver a Ron recargado justo bajo el árbol en que Harry se encontraba oculto. Se encontraba sentado contra el tronco y los pies recorriendo la rama, para no molestar a Daira y al mismo tiempo verlos bien.

- ¿Supervivencia? -pregunto Dennis rojo porque Colin no parara de tomar fotos por todos lados y con el sonido "clack click" que realizaba el obturador de la cámara.

-Lo dejo claro en lo que dijo, sobrevivir en la isla, cuidarnos de criaturas mágicas y conseguir alimento. Lo que significa que estar en este bosque con este número de magos y brujas es muy peligroso, más sin nuestras varitas. Si no vamos con cuidado… terminaremos heridos- comento Ron mirando a la nada.

Lo conocía bien, bastante para saber que estaba haciendo múltiples planes, para que sobreviviera ese número de gente.

-Y… ¿Qué hacemos primero? -pregunto Neville abrazando a Luna para que no saliera corriendo tras los rugidos y sonidos que surgían del bosque.

-Lo más importante en cualquier situación de supervivencia es…- comenzó Daphne mirando al gran número de personas- Conseguir la forma de hidratarse y de alimentarse durante estos tres días. -

-Y donde dormir sin preocuparnos del frio, además de estar a salvo-comento Luna mirando el bosque con ansia de aventura. Aun, si no le daba mucha importancia a cada cosa y su despistada forma de ser, era una Ravenclaw en toda la extensión de la palabra.

- ¿Alguien trae algo de comer? -pregunto Zacarias anexándose a la conversación. Nadie levanto la mano. -Creo que por ahí debemos comenzar-

Ron giro la mirada y vio justo por donde antes regreso. - Entonces… veamos qué tan peligroso es este lugar y si ese lugar con frutos existe de verdad-

Si Hermione y Ron no tuvieran su sentido mágico apenas en desarrollo, que Harry contrajera toda su magia hasta pegarla a su piel y con el enorme cumulo de magia que despendía el lugar hubieran sabido que camino todo el tiempo detrás de ellos (a distancia prudente). Tampoco tenía que preocuparse por dejar pisada o hacer ruido, con tantos pies y el sonido de la cámara de Colin, nadie parecía notar nada fuera de lo normal.

Los primeros quinientos metros, que caminaron, parecieron relajarlos. Luego de la nada y con su sigilo extremo, ante ellos se alzó una sombra del tamaño de los árboles. Se quedaron quietos mirando a un lagarto de cuatro metros y medio, con una cresta verde, escamas del color de los troncos y una docena de patas que recorrían su costado. Sin contar con los pinchos que alzaba cuando se sentía en peligro y que le crecía una espina en la punta de su cola que ocupaba ante el peligro. Si no hubiera estado caminando y por sus ojos casi dorados. Nunca lo hubieran visto. Pero los Pendragón se quedaron fascinados. Al reptil tal vez le parecieron no más importantes que los árboles, porque paso por su lado tan tranquilo como si no estuvieran ahí. Parecía pacifico, aunque la primera vez que Harry lo vio y se topó en su camino intento hacerlo carne picada.

En su fascinación, Colin levanto la cámara y estuvo a punto de hacerle una foto, si no fuera por que media docena de mano se lo impidió.

-Mejor… no llamar la atendió- dijo Hermione con la voz algo entrecortada. Y todos estaban de acuerdo ya que se mantuvieron alerta en todo momento.

El pobre de Colin perdió su cámara, y Hermione le reprendió por un rato.

Durante las siguientes horas, fue un constante moverse y buscar algún alimento y encontrar el rio. Harry tenía localizado a casi todos los nidos y esperaba que no fueran directo a los más peligrosos. Con la ayuda de las runas que Hermione utilizaba, cada cierto tiempo utilizaban el "rosal ventus" para guiarse. Parecía algo distorsionado por la fuerza de la magia de la isla y no notar las cosas invisibles, lo cual le alegro un poco. Y aunque el mapa mágico no era cien porcientos precisos, por lo menos les desvió del territorio de los más grandes peligros.

Llegaron después de la tarde al rio y se turnaron para beber, casi de inmediato decidieron que fue un error. El agua mágica los curaba y revitalizaba, su único efecto secundario era que les provocaba mucha más hambre de la que podían creer o necesitar en ese momento. Discutieron si separarse para buscar alimento y hacer un campamento para la noche o si seguir juntos.

Harry solo observaba en silencio esperando que tomaran las mejores decisiones, no pensaba intervenir, no a menos que alguien estuviera en verdadero peligro mortal.

Luego de una leve pelea entre Ron y Zacarias, sobre continuar avanzando y separarse, la cual gano Ron con ayuda de Theo. Se pusieron en camino, siguiendo rio arriba y esperando encontrar algo que llenara sus estómagos pronto. Llego la noche y aun no llegaban a la mitad de la isla, y por lo consiguiente, el lugar donde encontrarían algunos frutos comestibles, lo que significaba que esa noche pasarían hambre.

Terminaron asentándose a un par de kilómetros del prado de los Quinestesis. Encendieron una fogata y se sentaron en troncos que movieron.

-De esta forma no pasaremos de mañana- gruño Ron tomándose el estómago. - Estoy que muero de hambre-

-Esa maldita agua, nos quitó el cansancio, pero nos dio otro problema más grande- gruño Daphne con rabia, recostada en el hombro de su novio. - Y ni señales de donde podremos conseguir algo de comer-

-Harry sabría donde- comento Neville suspirando, tomando de la mano de Luna que miraba a un pequeño pergamino donde dibujaba una lagartija camaleónica, tal vez una versión linda del enorme lagarto que se encontraron. -Él vivió aquí…- dejo un largo rato en silencio, con el fuego crepitando-… debe conocerla bien-

-Y… lo hizo sin magia alguna- termino Sofí mirando fijamente la llama que surgía de la hoguera, dibujando una y otra vez la runa de "curación" con una rama cualquiera - Nosotros llevamos un par de horas y… el hambre nos mata. No puedo pensar que tan difícil seria hacerlo solo y… lejos de todos los que conoces-

Harry los escuchaba sentado, de echo estaban bastante cerca para mirar sus rostros. Los Pendragón se miraron y luego al fuego, sin parecer tener ánimos de abrir la boca.

-Dos años…- murmuro Hermione tan bajo que solo Harry la escucho, era la más cercana o mejor dicho él se sentó lo más cerca posible de su prometida.

De adentro de su gabardina algo se removió y luego surgió un rugido que alerto a todos, se levantaron y voltearon a por donde estaba. Casi Hermione lo golpea al levantarse, pero logro evitarlo por algunos centímetros. Sin saber de la situación, Daria, salió de su ropa rascándose el hocico, se erizarse un poco al estirarse y terminar su bostezo.

- ¡Dormí mucho! - rugió la dragona agitando las alas, contenta. - ¿Ya está la cena? Pá-

Harry no contesto, ¿Como decirle que no estaban en la sala de menesteres y no descubrirse frente a todos?

-Atentos- murmuraron Ron y Theo.

-Algo está ahí afuera- comento Hermione que avanzo un paso, haciendo que Harry encogiera las piernas para que no lo pisara.

- ¡MAMÁ! -grito Daira al verla y, sin que le diera tiempo a Harry, salió de la capa de invisibilidad.

Hermione salto hacia atrás al escuchar el fuerte rugido, levanto la palma donde tenía dibujada una runa. Ilumino a Daira, como si portara una linterna, volando hacia su torso con las patas hacia enfrente y sonriendo (o lo que era una sonrisa dragonil). Un momento después estaba tumbada, con Daira restregándose contra ella y aferrada con sus garras. Aprovecho el momento para salir de la vista de todos y colocarse en distancia, esperando que no hubieran notado el movimiento de la capa.

Escucho a Daira decirle cosas a Hermione sobre la cena, su prometida preguntarle a la dragona de donde salió y si fue hasta ellos sola. Pero a pesar de que Daira intentaba comunicarse lo mejor posible, Hermione no le entendía nada.

Luego le subió un escalofrió cuando le pregunto a Daira- ¿Harry está cerca? -

- ¿Papá está escondido en esas sombras? -rugió Daira señalando con la cola.

Solo trago, pero fue como si tirara un cubo de agua frente a todos y apagara la hoguera.

Parecían bien preparados para el ataque de una bestia mágica, ya que escucho decir un par de voces conocidas en rúnico "Petrificado" y apuntando a donde Daira indicaba. Aunque los rayos azules solo chocaron en un árbol y terminaron quitando la corteza seca y vieja de encima. Ni siquiera fue necesario que Harry se moviera, con esa oscuridad, Daira apuntaba dos metros más lejos de lo que parecía.

- ¿Estas seguras que está aquí? -pregunto Ron acariciando la cabeza de la dragona.

La pequeña parpadeo, volteo a ver a donde estaba Harry y aunque no lo veía seguro lo olfateaba, luego al árbol y por último a los que mandaron los hechizos. Luego gruño sin saber que hacer, cerro el hocico y se lo cubrió con las garras mientras negaba.

- ¿Preocupada por Harry? -pregunto Hermione abrazándola y recostándola contra su pecho- Tranquila, no tienes que decirnos-

-Pero…- comenzaron algunos.

-Aunque incluso la sobornáramos. No va a hablar- dijo Luna corriendo a Daira, y comenzando a acariciarla con una sonrisa grande- Es muy leal, verdad Day-

- ¡¿Day?! -pregunto Harry sin darse cuenta, luego de no ocupar varias horas su voz, la sintió rara. Los ojos fueron directo a donde su voz, y se quedaron quietos. Si bien ya había metido la pata, no encontró razones para no meterla por completo y continuo con un- ¿Quién dijo eso? Fue la lira nocturna- murmuro cambiando un poco su voz.

- ¡SI, COMO NO! -Grito Hermione.

Los siguientes minutos lanzaron miradas por todos lados, sintiéndose espiados y en prueba, aunque claro que no era la idead de Harry. Espero a que pararan de buscarlo. Resulto que el lugar más seguro fue justo donde estaba parado, aunque algunos pasaron junto a él y tuvo que moverse con cuidado. Ninguno logro descubrirlo.

Como consecuencia del alboroto, Daira les rugió a todos para que lo dejaran en paz, cuando se empezó a desesperar casi arranca alguna cabellera y lanzo una llamarada al rio que dejo una capa de neblina alrededor. Cosa que pudo descubrirlo, así que subió al árbol y se recargo para pasar la noche.

No planeo dormir realmente, tomo ese tiempo para hacer su trabajo y de paso revisaba el lugar en posibles criaturas acercándose, a pesar de que están cuatro Pendragón de centinelas. Esa noche no durmió por continuar su trabajo, los lentes de Hermione le sirvieron, pudo ver en la oscuridad como si fuera el día y logro avanzar bastante.

Al siguiente día, Daira no aguanto el hambre, fue directo a donde estaba (siguiendo su olfato) y mirándolo con ojos de cachorrito le pidió comida. Harry no dudo en darle un buen trozo de carne y además una bolsa llena de frutas variada para todos los Pendragón. Obviamente cada Pendragón felicito a Daira y le dieron muchas caricias por ser lista y encontrar mucha fruta. Para ese momento creían imposible un desayuno.

Estaba seguro que sus estómagos no estaban llenos, pero tener algo era mejor que nada.

Para Daira y Marlow fue diferente, siendo comelones, pequeños y aun en crecimiento, Harry llamo a Dobby y luego de pedirle que cuidara de ambos, se fueron a la sala de menesteres. Marlow parecía dispuesto a quedarse con él, pero luego de cuatro años no le dejaría pasar otra vez estar en esas islas sin alimento y atacado por criaturas.

El día fue igual al anterior, ellos avanzando y Harry siguiéndolos. Hubo emoción ese día, como cuando se encontraron a uno de esos toros albinos que tenían cuerpos escamosos, pinchos en las piernas, cabeza de jabalís, y sus tres cuernos; dos como abanicos a cada lado y uno alzándose de su frente como unicornio. Pero de un cuarto de grande de los adultos, parecía una cría errante que perdió a la manada y estaba perdido.

Los Pendragón no solo salieron corriendo como si no hubiera un mañana, también varios gritaron del susto.

Aun si era una cría, tenía el suficiente tamaño para aplastar a dos adultos magos si se asustaba, cosa que le provocaron al huir y gritar. Instinto básico de los Caetaurus(nombrados por Nikol), o por lo menos lo que decían las GAFFAA's, embestirían a toda marcha y no se detendrían hasta que se sintieran a salvo, capturaran su presa o eliminaran el peligro.

Durante más de media hora avanzaron, huyendo de aquella cría que parecía muy asustado, movieron árboles del todo, con las garras dejando claras marcas en el suelo donde pasaba y bufaba con fuerza cada que se acercaba a los Pendragón.

-Vamos hagan algo o los alcanzara- se decía Harry moviéndose por un costado mirando la situación.

Dio la hora y aun se encontraban huyendo. Harry estaba cuestionándose intervenir, fue cuando la miro parándose a mitad del camino. Inclinada sobre sus rodillas, respirando muy agitada, pálida y con el cabello rubio lleno de tierra.

- ¡DAPHNE! -Grito Ron al darse cuenta, estaba sudado, tenía tierra pegada a la cara y la ropa rasgada por caerse un par de veces. Pero no era el único, casi todos estaban igual de mal.

Sin pensarlo dos veces, Ron y Astoria comenzaron a regresar, aunque el Caetaurus ya casi llegaba a ella. Harry se preparó para salvarlos ya que estaban en el camino del implacable bovino mágico. Pero freno y solo observo a su amiga.

-Tarde un tiempo… pero logre recolectar… la magia suficiente- dijo Daphne jadeando como loca, irguiéndose para sonreír a ambos y, luego, girando a ver a la criatura que se acercaba.

Nunca antes la vio como en ese momento, su mirada azul parecía ser más clara, su cabello estaba echo un desastre, pero formaba ondas por la magia que empezaba a expulsar y sus puños iluminados con un verde espectral.

- ¡Magia de Utgar… concédeme la fuerza! -murmuro Daphne al Caetaurus mientras saltaba con fuerza en su dirección, al tiempo que todo su cuerpo se cubría de esa aura verde. - ¡YA ME CANSÉ DE TI! ¡DEJANOS EN PAZ! –

Golpeo justo en la frente del Caetaurus, por un momento Daphne y la criatura se encontraron parados en sus posiciones. El aire se arremolino y el estruendo del choque resonó en parte del bosque.

La mano de Daphne se separó de la piel escamosa del Caetaurus, y ambos cuerpos fueron expulsados a lados contrario. El cuerpo de Daphne voló un par de metros y antes de que callera al suelo fue atrapado por Ron que salto, la abrazo y rodaron por el suelo levantando la tierra.

A unos diez metros lejos, estaba el Caetaurus, sobre su costado quejándose y moviéndose lentamente. El resto de Pendragón ya regresaban muy agitados y cansados, con un ritmo lento pero constante.

La siguiente en llegar fue Astoria que estaba llorando, con la cara roja de cansancio.

- ¡Daphne, mi bizcochito! ¿Cómo estás? -pregunto Ron aun abrazándola y pegándola a su pecho.

-¡DAPHY! ¡DAPHY!- Gritaba Astoria arrodillada y mirando el rostro de su hermana.- ¡DIME ALGO!-

No respondió Daphne. Utilizando sus lentes, Harry acerco su vista, la miro pálida y con los ojos cerrados, en un estado inconsciente. Utilizar la magia de Utgar sin una herramienta mágica, como varita o báculo, era no solo difícil y peligroso, también podía tener efectos secundarios. Pero por lo que veía y sentía con su magia, Daphne estaba fuera de peligro.

La cara de Ron demostraba la desesperación, que empezaba a sentir y con la fuerza que la sostenía se demostraba que de verdad estaba preocupado. La mayoría de Pendragón llegaron hasta ellos, mas no se conglomeraron alrededor. Astoria no estaba mejor, en los brazos de Ginny que la sostenía para que no se echara sobre su hermana y le aplastara.

-Déjame revisarla- pidió Sofí a ambos cuando llego, no tardo en revisar todos sus signos vitales. Se notaba que Madame Pomfrey le dio un entrenamiento adecuado, pero estaba casi desfalleciendo por el cansancio. Un minuto después soltó un suspiro. - Esta inconsciente, pero bien-

-Debemos irnos- dijo Hermione que espero a lado de ambos todo el tiempo sin decir nada. -El chillido de esa cosa puede atraer a otras criaturas y no sabemos que pueda estar por este lugar, necesitamos continuar-

-Claro… si… tienes razón- dijo Ron entrando un poco en sí, cuando entendió que su novia estaba bien.

Con la ayuda de Neville y Seamus colocaron a Daphne en su espalda. Y continuaron avanzando un poco rápido, pero ya no a carrera como antes.

-Eso es Pendragón- dijo Harry quitándose la capa y terminando su hechizo de "invisibilidad", se encaró a la cría de Caetaurus que camina tambaleándose y quejándose- Lamento la rudeza de mi amiga. Ahora regresémoste a tu manada, antes de que algo te pase. Y recuerda, no te vuelvas a separarte de ellos-

Se coloco a un lado y le envió magia para curar su herida y al mismo tiempo hacerlo dócil. Funciono. Sin que le costara, por la magia de Utgar, lo levanto y lo recargo en su hombro. Lucia extraño que una hormiga como el cargara algo tan grande, pero no quería dejarlo para que terminara atacado por otras manadas. Sobrevoló la isla y ubico a su manada, algo lejos de su lugar de habitad. Tal vez buscaban a su cría. No le costó dejarlo cerca y llamar la atención de la manada, solo que espero un rato para que no lo siguieran hasta los demás Pendragón.

Floto en el aire por un rato, con varios Caetaurus bufándole y rascando la tierra con colmillos y cuernos mostrándose enfadados. Pero sirvió para mirar como el pequeño se acurrucaba al costado de la que con seguridad era su madre y como la manda lo recibía con felicidad. Sonrió al verlos alejarse, al percatarse que no le alcanzarían y que no les haría ningún daño.

Ubico a los Pendragón y regreso a donde estaban.

Los encontró ya en el centro de la isla, donde existía una laguna, con una pequeña cascada y donde estaban construyendo una hoguera para la noche que se acercaba. Daphne, aun algo pálida y desaliñada, estaba sentada contra un árbol, con la chamarra de Ron encima y descansando.

A su lado estaba Astoria abrazándola, algo llorosa, acariciándole el pelo como si estuviera dormida. Para ayudar a Daphne se tuvo que acercar hasta quedar del otro lado del tronco y a través de la madera le dio parte de su magia. No tardo nada en hacer efecto, se escuchó movimiento y como Astoria soltó una risita de alegría.

- ¿Qué paso? -pregunto Daphne con voz queda.

-Te desmayaste, estas bien ¿Necesitas algo? -pregunto Astoria levantándose y rompiendo varias ramitas que estaban alrededor, en el piso.

-Sed… tengo sed- dijo Daphne.

-Iré a traerte algo de agua- Dijo Astoria.

Escucho pasos alejándose.

-Buen golpe- le dijo Harry parado justo detrás del árbol, no queriendo que lo notaran, pero tampoco dejando que eso le impidiera felicitar a su amiga.

-No sabía si funcionaria, pero… creí que si tú puedes yo también y… que… me ayudaría a ser mejor -murmuro Daphne con la voz temblorosa. Escucho pasos y a Daphne pasar a su lado, buscando con la mirada, por un momento pensó que lo vio, pero quedo dándole la espalda y observando la profundidad del bosque.

- ¿Por qué aprendiste la magia de Utgar? -pregunto Harry cruzado de brazos y recargado en el árbol, aun si no lo vía el si podía verla.

-Son un trio implacable y de temer. La inteligencia de Hermione, la estrategia de Ron y tu liderazgo. Quitando el hecho de que salgo con Ron… yo solo caí accidentalmente en Pendragón y algunas veces… me siento celosa de ustedes tres, de cómo son unidos… algunos días pienso que no hay lugar para mí.- Salió un leve risa sardónica de su boca - Ni siquiera pude estar ahí con ustedes… en la batalla del ministerio - comento Daphne mirando su palma y luego cerrando el puño –

Estaba dispuesta a ser una ficha desechable en la guerra… o eso pensé hasta que Hermione me dio esa terrible guía de entrenamiento, tenía varias opciones para que me especializara en una magia…-Escuchaba con atención, ya que, de alguna forma, como su maestro, debía ayudarla a crecer en su exterior e interior. - …Soy una Slytherin a pesar de todo. Considere que la magia de Utgar tenía muchas aplicaciones, fuerza, velocidad y la piel de gigante momentánea. Pero… la realidad es que… deseaba ser la fuerza que faltaba en el grupo de ustedes tres. La fuerza que apoyara la inteligencia, la estrategia y el liderazgo. Tal vez… así encajaría, una Slytherin entre tres Gryffindor. ¿Tonto no? Ya que tú te has vuelto monstruosamente fuerte-

-No debes intentar encajar- dijo Harry con una leve risa- Tu eres parte de nosotros desde que te volviste nuestra amiga, no dudare ni un momento en apoyarte si me necesitas y pienso protegerte incluso si tu no deseas ser protegida- Camino a su lado y le palmeo la espalda, Daphne giro, pero el continuo de frente- Y, no deberías pensar que no eres esa fuerza, ya que lo fuiste y eres parte de ellos. Ambos me lo han dicho, los apoyas bastante y los encaras cuando debes. Gracias por estar ahí. Y créeme, también espero que me apoyes y me detengas si estoy incorrecto, ya que ere una preciada amiga -

Continuo su camino sabiendo que ahora, la vista de Daphne, lo seguía.

-Llegará el día que esa fuerza se fusionará contigo y será parte de tu alma- dijo Harry comenzando a alejarse- Pero… debes continuar utilizando la fuerza de Utgar como hoy, para proteger a tus seres amados. -La miro de reojo, tenía los ojos lloros y se cubría la boca con ambas manos- No te parece que la mejor fuerza es aquella que proteja lo que ama-

- ¡Daphne, amor! -Grito Ron a la lejanía.

Fue suficiente para que Harry volviera a ocultarse y ella regresara, donde se reunió con Ron y Hermione ambos la abrazaron y luego la riñeron por la locura que hizo. Astoria también estaba ahí, aunque ella solo estaba muy feliz de que su hermana estuviera bien. Fue bastante para Daphne llorará, se colgará del cuello de Ron desconsolada, mientras que ambas chicas la intentaban animar con palabras. No tardó mucho en que pronto Sofí y Luna estuvieran ahí también, y luego a los pocos minutos todo Pendragón estaba a su alrededor felicitándola y agradeciéndole que les librara de la criatura.

Antes de que anocheciera lograron encontrar alimento, con la ayuda de Neville y Luna, encontraron un tubérculos, hongos y hojas comestibles. Poniendo el ejemplo Daphne ni pregunto que era, solo ingirió comida tan rápido como pudo. Aunque a nadie les aprecio agradar, sus estómagos no les dejaron quejarse, no los desperdiciaron y se terminaron todo.

Esa noche la temperatura bajo mucho, provocando que ninguno se separara de la hoguera y se mantenían juntos, tan juntos que ocupaban un solo tramo. Casi como pingüinos.

El siguiente día y parte del cuarto fue algo mejor, un poco ya conscientes de lo que debían hacer y lo que les esperaban llegaron a la mitad de la isla. Justo a una arboleda, donde las frutas eran abundantes, aunque con poco sabor.

Pero los ataques de varias criaturas no paraban, aunque con los ánimos levantados por el golpe Daphne se defendieron como pudieron y lograron sobrevivir a sus primeras horas. A otras ni las tocaron al no volverse agresivas. Sobre todo, a los Quinestesis que encontraron de paso, aunque alguno que otro estuvo a punto de ser mordido.

El fin del tercer día llegaba, Harry aun los seguía y esperaba que las horas restantes pasaran por completo. Los veía, desgarbados, sucios, algo golpeados, con ojeras y caras de no aguantar ni un minuto más en la isla. Si bien solo faltaban dos horas, no echaría todo ese tiempo en saco roto.

- ¿Ya pasaron los cuatro días? -preguntaba cada poco Parvati que se llevaba los últimos dos días quejándose de no poderse bañar.

- ¡Menos de dos horas!- Gruño Ginny algo harta de tenerle que contestar.

Del otro lado del grupo estaba Luna que estaba molesta, sus pergaminos se habían acabado y no había podido dibujar ni a la tercera parte de las criaturas que se encontraron. A su lado Dean cabeceaba (le había tocado el último turno para vigilar y estaba más dormido que despierto), mientras que ayudaba a Ernie a cambiar el vendaje de un rasguño que recibió Zacarias en el último ataque.

- ¿Cómo sabremos que Harry sabrá cuando acabe el tiempo? -pregunto Parvati con los pies dentro del rio, con Seamus a lado haciendo lo mismo y mirando el cielo.

-Ni idea. - contesto Hermione que leía un grueso libro sacado del monedero. -Pero por lo menos estamos preparados por si algo pasa-

Luego de lo de Daphne parecido más confiada, y comenzó a leer. Varios quisieron saber si llevaba algo útil en su monedero, aunque la mayoría buscaba algo de comer, que no fuera lo poco que conseguía Neville de la vegetación. Pero Hermione lo único que llevaba de comida era galletitas saladas, cosa que no alegro mucho el ánimo. No obstante, por lo menos llevaba un par de cambio de ropa para las chicas, que si bien no se animaron a bañarse en el rio, por lo menos cambiaron su sucia ropa.

Daphne y Ron estaban jugando ajedrez, o lo que parecía un juego rudimentario de piedras y palos con un tablero echo en el lodo. Harry comprendía muy bien el que no hicieran nada, solo era sobrevivir, y lo había hecho bien. Faltaban dos horas y quedarse quietos era mejor que encontrarse con una criatura. Por lo menos todos ya tenían una idea de lo que debían hacer y cómo hacerlo.

Estaba a punto de cumplir el tiempo, esperaba que nada más pasara. Para su mala suerte, una magia surgió, una enorme y se dirigía hacia ellos a mucha velocidad.

-Tenías que aparecer ¿Verdad? -dijo Harry levantándose del suelo, donde dormitaba desde hacía un par de horas- Diez minutos para acabar, pudiste esperar. Me pregunto ¿Cuándo tiempo te tomara llegar? -

Se preparo para lo que venía, solo quedaban siete minutos y esa criatura estaba por llegar a donde se encontraba Pendragón. Una vez terminado el tiempo les ayudaría, antes no y esperaba de verdad pudieran verlo venir antes de que fueran pure de magos.

- ¿Escuchan eso? -pregunto Luna al percibir el movimiento y sonidos a la lejanía.

- No sé qué sea, pero… creo que es mejor irnos- dijo Neville apurándose a donde todos empezaban a reunirse.

No tardaron nada en comenzar a alejarse, aunque la criatura también aumento su velocidad. Cinco minutos, pensaba Harry viendo a todos comenzar a correr, ya notaban que los perseguían y era de verdad algo enorme, por lo menos del tamaño de un buque de carga.

- ¡Corran, yo les daré el tiempo faltante! - dijo Hermione sacando algo del monedero, una botella de tinta mágica- Utilizare las runas y creare un muro para frenarlo-

- ¡No! - dijo Ron, mirando su reloj de pulsera- ¡Tres minutos, es lo único que falta! -

-¡ESA COSA NOS ALCANZARA EN MENOS DE UNO!- dijo Hermione parándose y comenzando a dibujar en el suelo. - Dos minutos, es lo más que puedo pararlo. -

- ¡Entonces, te ayudamos a completar el resto! - dijeron algunos, aunque todos frenaron y los vieron.

- ¡Esto será peligroso! - dijo Theo para nada convencido con lo que hacía. -Necesitaras toda la magia posible-

Los siete generales dragón se enfilaron, con Hermione y Ron a la cabeza, y, detrás de ellos, todo el resto de Pendragón. Con temor en la mirada, pero confiando en sus líderes.

Los árboles se abrieron y un muro de pelaje, de la altura de dos gigantes encimados, apareció a una velocidad que un tren apenas lo alcanzaría. Fue directo a ellos. Big, el mamulopendra estaba a un par de segundos, y por donde se encontraban los aplastaría.

-Dos minutos- murmuro Harry mordiéndose el labio para contenerse.

- ¡LISTO! - dijo Hermione colocando ambas manos en el suelo, al mismo tiempo que Ron y enviando su magia a la runa. - ¡TOQUEN NUESTRO HOMBROS Y EXPULSEN LA MAYOR CANTIDAD DE MAGIA QUE PUEDAN! -

Enseguida todos lo hicieron y apenas a tiempo. El mamulopendra ya estaba ahí, del suelo surgió un escudo invisible, bastante bueno. Mas la colosal criatura no pareció disminuir su velocidad, choco con brutalidad, creando un montón de ruido. Mas, Big, ni lo sintió. Continúo avanzando a menor paso mientras que el escudo se resquebrajaba y empujaba casi hasta el cuerpo de Hermione.

- ¡NECESITO MÁS MAGIA! -jadeo Hermione al ver que estaba con el escudo a centímetros de su rostro.

- Te parece… cinco por ciento de mi magia -dijo Harry avanzando entre todos, colocándose en medio de Ron y Hermione, poniendo las manos en sus hombros. - ¿Creen que será suficiente? -

Aquellas cuarteaduras creadas en la protección mágica, se cerraron al instante. El muro se distorsiono, creando un embudo siendo ellos tres la punta, se triplico la anchura y el espesor aumento a quince centímetros. No detuvo a la criatura, pero la desvió de su rumbo, enviándola a un lado del grupo y poniéndolos fuera de su trayectoria.

La masa de pelo y piernas continuo sin girar, y eso les dio confianza para retirar la protección. Dejando en el suelo la marca triangular y a un lado tierra removida, de las enormes pisadas.

- ¡Mas cuidado Big, o a la siguiente me fabricare un millar de abrigos con tu pelaje! -dijo Harry a viva voz y agitando la mano en despedida.

- ¡Hasta que te apareces! - gruño Hermione tomándole el rostro y atrayéndolo a su mirada. - ¡No pudiste hacerlo hace cinco minutos! -

-Faltaban cinco minutos- dijo Harry riéndose con nervio por el enojo de su prometida. Era linda, pero temible -Pero, aun así, hubiera sido mejor correr hacia un lado y no de frente ¿No crees? -

La cien de Hermione se hincho, su pelo se agito y revolvió más, provocando que los de alrededor se alejara. Le tomo ambas mejillas, a Harry, y las estiro- ¡SI NO LLEVÁRAMOS DOS DÍAS CANSADOS, HAMBRIENTOS Y ESTRESADOS HUBIÉRAMOS…- freno de golpe, su rostro paso de coraje a entendimiento y luego a rosa de la vergüenza-… pero no es escusa… en esa clase de momento es cuando más debemos conservar la calma… tu… -

-Sabía que lo entenderías- comento Harry acercándose a su rostro y plantándole un suave beso, le encantaba verla con ese tono rojo en sus mejillas- No solo se trata de supervivencia, si no mantener la mente concentrada a pesar de que tu cuerpo se caiga a pedazos-

Hermione le sonrió a pesar de que también suspiro pesadamente.

- Bonita forma de enseñarlo- gruño Ron dándole un golpe en el hombro.

-Es mejor vivir lo y aprender de ello- dijo Harry sobándose -Además, un minuto de aguante más y tal vez hubieran escapado solos-

-No aguantaríamos un minuto - Bufo Ginny dándole la espalda a Dean que desde hacía días estaba intentando conciliarse con la pelirroja- Nuestra magia está muy rara desde que llegamos-

-Eso es por el nivel de magia, en el archipiélago es diferente y más espesa que en cualquier otro lugar que conozcas- dijo Harry riéndose al ver que el resto estaba muy cansado, hambrientos o adoloridos para contradecirlo.

- ¿Ya podemos lárganos de este lugar? -pregunto Neville con unas ojeras grandes y varios rasguños en la cara. A su lado Luna miraba por donde Big se movía con el ritmo de una locomotora.

-Antes tengo una cosa que hacer…- dijo Harry paseando la mirada y dejándola en Rachel que tenía una expresión de asco. Fue directo a la pelirroja, le miro y la reviso con su magia. -Descúbrete el vientre-

- ¿Qué? -pregunto Rachel apretando los puños.

- ¡POTTER! -grito Hermione de inmediato, con más furia en su voz que nunca y avanzando con aire amenazador. - ¿QUE TE PASA? –

-Desnudar a una chica en público, que vergüenza- murmuro Daphne con su tono serpentil, no parecía la chica llorona del día anterior – Y peor aún, enfrente de tu novia-

-Esto se pondrá bueno- rio Luna sin quitar la mirada de la masa peluda de Big.

-Les muestras tu o… diría que yo les muestro, pero seguro me corta la yugular- dio Harry cruzándose de brazos al ver que a Hermione le saltaba un parpado y que Rachel se mordía el labio.

Se llevo las manos a la orilla de su playera, y comenzó a levantar, por un segundo todos abrieron la boca y luego soltaron expresiones sorprendidas. Incluso el enojo de Hermione desapareció. Un costado de Rachel y parte del vientre estaba rosa y naranja, con puntos negruzcos. Pequeñísimos granos cubrían cada tramo de la coloración y, aunque aguantaba bien, parecía que le dolía y ardía.

- ¡Por Merlín! -Soltó Sofí siendo la primera en acercarse y con cuidado ver las feas erupciones de su piel - ¿Por qué no me dijiste? -

-No quería preocuparlos más y… no quería ser una carga- dijo Rachel cuando Sofí la obligo a descubrir más piel de la que quisiera mostrar.

-Esto…. no sé qué es…-comento Sofí un momento después.

Los ojos de algunos se vieron aterrados.

-Solo son esporas de una planta mágica que vive en esta isla, infectan la piel de su usuario y alimentan de magia, se extienden tanto como puedan, en su última etapa se alimentan de la piel y luego sueltan esporas que contagian otras zonas del cuerpo- continuo Harry sacando del bolsillo de su gabardina un fruto rojo con ramificaciones azules y un par de líneas onduladas. -Es bueno que aún no llegue al color rojo o le dejaría una cicatriz, pero ahora mismo se puede curar-

- ¿Cómo? -pregunto Sofí que aun observaba en detalle la erupción.

-El jugo de esta fruta puede eliminar la espora, la parte carnosa cura la piel y la sana en un par de horas- dijo Harry aplastándola la fruta con la mano y retorciendo todo hasta volverlo en una especie de masa viscosa de color morado- ¿Se lo coloco yo o…-

-No, no quiero que mueras tan joven hermanito- dijo Sofí arrebatándoselo y suspirando.

Sintió la mano de Hermione tomando la suya, aunque ella estaba toda llena del jugo viscoso de la fruta.

{¿Cómo sabes todo eso?} pregunto Hermione en su mente.

{Me paso lo mismo, aunque tuve que experimentar con muchas cosas de la isla antes de que supiera que hacer exactamente} contesto Harry aferrando su mano y rascando su costado izquierdo por el recuerdo.

-Gracias Harry-dijo Rachel soltando un gemido cuando la masa morada se la coloco la azabache. -Es tan… bueno… se siente rico-

No supo porque, pero Hermione le tomo un brazo con ambas manos y se le pego mirando a Rachel con furia.

-Ahora…- continuo Harry sacando más fruta y mirando al resto que lucio asustado - ¿Quiénes están infectados? -

Colin, Padma, Alex, Herbert y Damelza alzaron la mano. Fueron los que recibieron regaños de Sofí, casi notaba el espíritu de Madame Pomfrey en su hermana, riñéndolos y diciéndoles que ella era la encargada de su salud y que debían decirle todo. Cada uno tenía diferentes partes infectadas, pero solo Rachel era la más avanzada. En Damelza solo era un poco en el tobillo, fue tan simple que en cuanto se unto el remedio casero el color de su piel regreso a ser la misma.

Mas nadie parecía confiado en la isla, parecían estar más que atento y casi delirando con las criaturas que los atacaron. No le quedo de otra a Harry que volver a llamar a los pegasos, y en lo que tardaron revisaron al resto. Esperando que no necesitaran más tratamiento y que no tuvieran otras cosas. Aun así, curo un par de esguinces, el hombro de Zacarías y un dedo lastimado.

Una vez que volvieron a montar los pegasos, Harry emprendió el vuelo a la isla del comienzo, con calma esta vez.

Descendieron en la blanca playa, donde los cangrejos mutantes se asustaron por los pegasos y salieron despavoridos. En aquella isla se llevaría la segunda fase, pero no sería de inmediato. No cuando todos parecían a punto de desfallecer y les gruñían más los estómagos que la boca. Llamo a Dobby, pidió que les trajera bastante comida, lo suficiente para que todos satisficieran a las bestias que residían en sus estómagos.

No tardaron mucho en devorar el doble de lo que cada uno comía a diario. Una vez saciado sus estómagos y con la seguridad de que Harry estaba ahí, se relajaron, tanto, que se durmieron. Menos de media centena de desaliñados adolescentes durmiendo en la playa blanca, con las sombras de las palmeras cubriéndole y roncando a todo volumen. Sí que era una escena algo divertida para Harry.

-Amo, Dobby quiere saber ¿Les traigo la cena también? - dijo el elfo recogiendo, el enorme desastre que realizaron al comer, con un chasquido.

-Por favor Dobby- dijo Harry sentado contra una palmera, acariciando el cabello de Hermione, mientras que ella dormía en sus piernas. -Y si eres tan amable, también necesito que envíes estas cartas- Le entrego tres sobres cerrados con sellos, dos de ellos con el emblema de Pendragón y el ultimo abierto. - La abierta envíasela a Lupin con Hedwig-

-Claro amo, lo veo en la noche- dijo Dobby inclinándose para luego desaparecer.

Espero, hasta que el sol ya estaba muy cerca del horizonte, para despertarlos. Costo con Ron, roncaba tanto que la única que logro despertarlo fue Daphne, y no de forma linda, colocando un cangrejo en su nariz. Lo peor fue que luego costo quítaselo.

En cuanto estuvieron despiertos, comenzaron a hablar con menos gruñidos y lucir casi iguales que siempre. Mas porque se pusieron admirar la isla.

Colin le rogo a Hermione para que le regresara la cámara, luego de un rato de suplicas y ruegos se la regreso (sobre todo por la mirada dura de Sofí). Enseguida comenzó a tomar fotos por montón. Pasaron unos momentos en los que logro que se sentaran y le prestaran atención. Justo cuando el cielo ya estaba teñido de rojo y pasaba a oscuro.

-Como verán, la primera fase ha aprendido a sobrevivir en un ambiente mágico salvaje sin magia. Obviamente con magia sería más fácil y casi todos ustedes no tendrían ni un solo problema-comenzó Harry sentado en la arena y todos los demás adelante mirándolo. - La magia en la segunda isla también era un factor importante que les impidió concentrar magia como se debe. Aquí será más fácil, aunque tiene su dificultad también. Pero debemos apresurarnos una vez pasada esta noche nos quedaran cuatro días. Y debemos cubrir la última fase -

-Bien, dinos que hacer maestro- dijo Ernie decidido.

-Todo a su tiempo- dijo Harry suspirando- Sobre todo porque aquí dividiré al grupo-

- ¿Qué? –

-Si, los dividiré. Algunos de ustedes ya tienen alguna clase de especialización mágica, es decir que reforzaremos esa habilidad y intentaremos llevarla a un nuevo nivel- Dijo Harry paseando la mirada por los siete que lo conformaban a los generales dragón- Llevaran un entrenamiento referente a su habilidad, los he visto en acción y tienen huecos que llenar. Así que a primera hora les diré y enseñare como ajustar esa magia. Al resto, buscaremos alguna magia que se adecue a sus habilidades individuales. -

- ¿No es mejor entrenar el trabajo en grupo? -pregunto Luna alzando una ceja.

-Mione hizo un estupendo trabajo enseñándoles eso. Los he visto y tienen una complementación buena, pero si reforzamos su base individual, su trabajo en equipo aumentara también, solo necesitamos adecuarlos y hacerlos más fuertes- comento Harry a todos- No será fácil y para uno de ustedes de verdad que desearan no haberme conocido, pero no hay vuelta atrás-

- ¿Quién? - preguntaron varios.

-Es una persona especial en Pendragón. -continuo Harry cruzado de brazos- Yo la entrenare en personalmente y deberá cumplir con todo lo que le diga… cuando termine será muy fuerte-

La mayoría de ojos fueron a Hermione, la cual los miro mal, siendo suficiente para que la dejaran en paz.

-Con dicho esto…- dijo Harry ya siendo el cielo oscuro y al escuchar la aparición de Dobby-… coman bien, duerman mejor, porque mañana empieza lo que de verdad les dará dolores de cabeza-

Comieron juntos y no fue ni siquiera necesario que les dijera que fueran a dormir, se acomodaron como pudieron y descansaron. Con el báculo dibujo un círculo en la arena y parte de las palmeras donde dormían, creando un área segura y confortable para cada uno. No era como dormir en su cama, pero peor era nada.

-Entonces ¿Por qué me dijiste que esperara? -pregunto Ron a su lado mientras colocaba la última protección.

-Tenemos que hablar contigo- dijo Harry haciendo una seña de que le siguiera.

- ¿Tenemos? -pregunto Ron y antes de saberlo recibió un librazo en el hombro. Se noto que estaba aliviado de que Hermione no fuera más alta o su cabeza hubiera sido el objetivo de su enojo. - Así que… esto es por algo… peligroso-

- ¿Se nota? -pregunto Harry adentrándose por la vegetación, reconocería el camino incluso sin la luna de esa noche.

- Esas expresiones siempre las ponen cuando haremos algo loco y que nos pondrá en peligro- dijo Ron alzando los hombros. - ¿Ahora que es? -

-Primero deja que lleguemos-dijo Harry tomándolos, a Ron del hombro y a Hermione de la mano, para guiarlos. - Esto es algo que no discutiremos aquí-

Pasaron cinco o diez minutos hasta que llegaron a la cueva, donde Harry habito por varios meses. Les ayudo a entrar, ya que era estrecho el hueco y luego encendió un "lumus" que dejo todo el lugar con luz algo azulada.

- ¡Vaya esto es… interesante! -Dijo Ron desde adentro con una voz algo cavernosa.

Por un momento no entendió, luego miro el sonrojo de Hermione y la burlona sonrisa de Ron. Se había olvidado que dibujo a Hermione en los muros de aquella cueva y, aunque estaban algo borroso, a la luz se notaban perfectamente.

- ¡Si que la extrañabas! -rio Ron dándole una palmaditas.

-Cállate- murmuro Hermione y Harry le paso el brazo por cuello y apretó.

-No es por esto que estamos aquí-Comenzó Harry intentando estar en la sombra para que no vieran su cara roja.

-Harry… ¿Tu vivías aquí? -pregunto Hermione pasando la mano por la rudimentaria cama.

-Si, por casi un año- contesto Harry soltando a Ron que estaba algo morado.

La vio caminar por todo el lugar y luego parar delante del muro donde líneas café rojizo demostraba el conteo de sus días ahí. Por un momento todo fue tensión, porque Ron también se quedó mirando el muro, aunque con menos sentimiento en la mirada que Hermione.

- ¿Fue difícil? -pregunto Ron apretando los puños.

-Sobre todo estar solo y lejos de los que amas-dijo Harry acercándose, abrazando a Hermione por la espalda, ya que leves sonidos de llanto comenzaban a sonar. - Pero ahora… estoy aquí con ustedes y esos días ya son lejanos-

-Debimos estar contigo- murmuro Hermione apretando sus brazos- Debimos…-

-Olvidémoslo- dijo Harry estirando el brazo para Ron que seguía mirando el muro, con la mandíbula y puños apretados, luego lo apretó junto con Hermione. Los dos sin verlo, pero sabiendo que sonreían- No podemos quedarnos viendo al pasado, es hora de ir al futuro, juntos-

Ambos asintieron. Y Harry tomo el diario de campo de las manos de Hermione, para pasárselo a Ron

-Lee esto- dijo.

- ¿Por qué tiene que ser lectura? -se quejó Ron.

Tomaron asiento, aunque no muy cómodos, pero por lo menos los tres entraban en esa cama. Solo hojeo el diario de campo, aunque no parecía sorprendido, tampoco parecía entender.

-Entonces… ¿Haremos esto? - pregunto Ron para luego dejar el cuaderno de lado. - ¿Están seguros? -

-Completamente- respondió Hermione.

-Y ¿Quién de ustedes será el valiente? -pregunto Ron mirándolos con curiosidad.

-Ninguno- dijo Hermione tomando el libro de donde lo dejo y poniéndoselo contra el pecho del pelirojo- Serás tú-

-haaa, yo- dijo Ron levantándose con tranquilidad- Entonces comencemos ¿Qué necesitaremos? y…- paro giro con fuerza abrió los ojos asustado - ¡¿YO?!- Harry y Hermione asintieron- ¿PERO POR QUE YO? HERMIONE LO HIZO Y TU SEGURO LA APOYAS, PERO YO NO HE HECHO NADA Y ESTO ES MAGIA NUEVA Y… - continuo mientras movía las manos como loco y cada vez creaba más eco en la cueva.

-Escúchanos primero- dijo Harry parándose para detenerlo, tomándole los hombros- Es correcto que Hermione hizo este ritual y es cierto que yo le daré apoyo y el ultimo ingrediente, ya que en esta isla abunda, y que me propuso que yo hiciera el ritual… pero no es de mi estilo de magia-

-Discutimos mucho sobre esto. Pero concordamos en una cosa de inmediato- dijo Hermione también levantándose y colocándole una mano en el brazo-Tu eres quien debe poseer esta magia-

-Pero...-

-Tú lo dijiste, esto requiere un valiente y quien más que tu- dijo Harry sonriéndole mucho- Mi mejor amigo y hermano de aventuras-

-Además de que esta magia requiere cierto nivel de estrategia, ya que será un gran recurso en batalla, pero si no se hace los cambios adecuados para el momento será inútil-continuo Hermione apoyándolo.

-Entiendo y créanme, me siento honrado- dijo Ron, aunque con una mueca- Pero no lo merezco. Yo… te traicioné Harry, te tuve celos por tu fama y… incluso te corrí de la torre de Gryffindor -

-Basta- dijo Harry dándole un coscorrón, provocando que se llevara las manos a la cabeza- No acabo de decir que el pasado ya quedo atrás-

-Los dos estamos seguros de ti- dijo Hermione con una leve risa - Solo falta que creas tú en lo que eres capaz de hacer-

Paso un rato en que Ron se movió de un lado a otro de la cueva, pensando. Aunque más parecía enjaulado y buscando una salida.

-Si ustedes confían en mí, no los defraudare- dijo al final Ron aunque tragando duro- ¿Cuándo lo haremos? -

Harry y Hermione se vieron, ambos sonrieron con un poco de malicia y luego miraron a su amigo pelirrojo palidecer. -Ahora-dijeron a una sola voz.

-Pensé que Harry era el único chiflado- murmuro Ron con cara de espanto. Soltó un suspiro pesado y sin ganas. - ¿Qué se tiene que hacer? -

-Primero, bajar- comento Harry moviendo la mano en dirección a la escalinata que los llevaría bajo la isla.

No tardaron mucho en bajar y llegar a la cueva con piedras de luz, la cruzaron y ahí donde debía estar la salida, se encontraron con las preparaciones de Harry y Hermione. Otra sub cámara en la cueva, totalmente oscura con pequeñas y redondas piedras de luz blanca alrededor.

-Ahora lo primero es tallar la piedra para crear los círculos mágicos y runas- comento Hermione estirándole la mano a Harry, el cual la tomo.

Ambos alzaron la libre y con sus magias combinadas tallaron todas las runas necesarias en los muros, en el suelo el enorme circulo mágico que serviría para aumentar la eficiencia del ritual, que reviso previamente entre ambos, además de colocaron otro en el techo de la caverna. Cada ranura echa con sus magias se iluminaron de todos los colores y dejaron cada lugar pintado con diferentes luces.

En el centro, Hermione, coloco dos calderos de oro puro y un pergamino plateado y tinta mágica (marca Weasley & Weasley), sin contar con las botellas que resplandecían cual plata. Y una botella pequeña esférica con sangre roja.

- ¿Comenzamos? -pregunto Hermione avanzando.

-Supongo- contesto Ron algo dudoso.

-Si no te conociera, Weasley, diría que tienes miedo- rio Harry para picarle un poco.

- ¿Miedo yo? - dijo Ron sonriendo- Estoy aterrado… pero no dudo de ustedes no dejaran que muera… espero-

-Ese es mi gallo- dijo Harry dándole una palmada que casi lo tira.

-Déjense de juegos- gruño Hermione levantando el frasco de sangre y dándoselo a Ron entre las manos.

- ¿Me lo tomo? -

-No seas tonto- dijo Hermione suspirando- No leíste nada ¿Verdad? Solo tienes que mesclar tu magia pura con esa sangre, tanto como puedas. Es decir, hasta que cambie de color o ya no parezca sangre, lo primero que pase-

- ¿De quién es? - pregunto Ron nervioso.

-Tonks-

-Creo que eso no ayuda mucho a mis ganas de hacerlo- gruño.

Por recomendación de Hermione se sentó frente a los calderos y comenzó a inyectar su magia. Con un poco de problemas por los nervios, logro expulsar su magia pura, un fuego naranja claro con chispas doradas. Paso como media hora hasta que el frasco esférico comenzó a cambiar a un color naranja fosforescente y a lanzar una luz algo dorada. Pasaron otra media hora hasta estar lista.

Con un Ron cansado y sosteniendo entre sus manos el frasco, Hermione comenzó a ayudarle a preparar la solución de mandrágora para extraer, potenciar y purificar la sangre mesclada con su magia.

Combinaron un montón de ingredientes raros, pelos de Zowu, sangre de Demiguise, incluso dientes de tortugas voladoras (de la región de china) que eran raros y caros, jugo de la fruta de hielo y fuego (de la Antártida) etc. Para cuando cambio a semi trasparente, agrego hojas de mandrágora machacada y en jugo de tentacula venenosa. Pasado unos quince minutos los pasaron a varios frascos bañados en Luna.

-En lo que reposa, quítate la camisa- dijo Harry tomando la orilla de la playera de Ron, el cual le pego en las manos impidiéndolo.

-Mano larga, cuidado que tengo novia y es celosa. - dijo Ron cubriéndose el cuerpo. – Yo no tiro de ese lado-

-Vamos Ron- dijo Harry con tono juguetón y seductor- Déjame quitártelo, muéstranos tus músculos-

Un golpe en ambos de parte de Hermione, fue lo que recibieron. Luego de dejar a Ron con el torso descubierto, a pesar de las cejas, ambos comenzaron a tomar la tinta y con las plumas dibujar runas por toda su piel, y aunque eran dos letras diferentes lograron hacerla del mismo tamaño. Lo único esencial para el ritual. Paso un tiempo para que terminaran, y Ron quedo ridículo de con su piel blanca y pecosa con rastros de tinta dorada.

-Me siento como esos muggles que se hace pasar por estatuas- comento viéndose el torso.

-Continuemos con las pociones Harry- apresuro Hermione sacando el reloj para verificar la hora- En un par de horas amanecerá y deberá estar listo todo-

Rellenaron el ultimo caldero con la poción restante, luego agregaron muchos más ingredientes, rellenando la caverna con un toque dulzón y algo picante. Pero aún faltaban los ingredientes finales: la sangre, el rocío plateado (conseguido en la última isla, además de que tenía como un mes sin ser tocado) y la crisálida de una polilla de esfinge de la calavera.

-Esperaba que fuera otra cosa, no una lección de pociones- se quejó Ron al ver que no hacía más que combinar ingredientes.

-Espera aquí viene lo bueno- dijo Harry alzando las manos y estirando los dedos. – Aquí viene la mafagiafa.-

Encendió los dedos índices en llamas, luego de los medios surgió agua y de los anulares viento.

De cada dedo aumentaron hasta formar una gran llama, una esfera de agua y un tornado de viento, que se colocaron enfrente y de cada lado de Ron. Por último, Harry creo un escalón de piedra enfrente donde colocaron a los doce frascos.

-Me dijiste que podías poner los elementos, no que eras a fin a ellos- dijo Hermione con la boca algo abierta- Y lo peor es que ocupas los cuatro-

-No es nada especial- dijo Harry alzando los hombros.

-No tienes ni idea de la quinta esencia ¿Cierto? -pregunto Hermione sobándose la cien.

-¿Es alguna clase de perfume caro?-pregunto Harry desconcertado.

-Idiota…olvídalo por ahora- suspiro Hermione pellizcándose el puente de la nariz. - Ya hablaremos de ello-

-Disculpen… chicos ¿Puedo retractarme? -

-No- respondieron ambos.

-Ahora, te dejaremos, estas runas te protegerán y los círculos en el suelo te ayudara a concentrarte, la del techo está haciendo un ambiente electrificado para simular tormenta. Así que no te muevas mucho- dijo Hermione con una leve sonrisa.

-Esto ya no me gusta- dijo Ron mirando el lugar y su cuerpo. - Parece lo que haría un grupo sectario-

-¿Como si supieras que es un grupo sectario?- dijo Hermione rodando los ojos.

-No, pero aun así no me gusta-

-Todo está bien, solo concentrar tu magia, tomaras una opción al alba y continuaras tomando una cada hora- continuo Hermione dejando un pergamino a donde lo viera- Y cuando llegue el ocaso, tomaras la última y luego dirás "Animalien Amitny Lingun" te dejare la pronunciación escrita aquí ya que requiere ser dicha en rúnico. -

-Perfecto y ¿Si me equivoco? -pregunto Ron mirándolos serio.

-No lo hagas, léelos y reléelos apréndetelo si es necesario- dijo Hermione chasqueando la lengua- si te equivocas, mañana lo intentaremos de nuevo-

- ¿Y qué hare en estas doce horas? -pregunto Ron tronándose el cuello.

-Medita, concentra tu magia, e intenta imaginarte convirtiéndote en múltiples animales. Recuerda que la visualización es todo en trasfiguraciones- le dijo Harry alzándole un pulgar- Te ira bien-

-Claro, claro, como no pasaran el tiempo aquí…solos- gruño Ron sentado cual niño regañado.

-Vendremos a verte, no seas chillón. - Dijo Hermione, luego sonrió y con voz divertida dijo- Te enviare a Daphne para el desayuno y comida-

-Que amable de tu parte… como si quisiera que me viera así de ridículo- dijo Ron alzando las manos mostrando que incluso bajo los brazos tenía runas.

-El alba ha empezado- dijo Harry revisando el reloj y sintiendo que las criaturas en el archipiélago se comenzaban a mover- Es hora-

Ron tomo la primera botella, la olisqueo y movió la cabeza de lado a lado. Ante el gruñido de Hermione y la insistencia de Harry, alzo y dijo-Espero que esto sepa mejor de lo que huele- Tomo la opción de un solo trago y luego de terminar, hizo una mueca, se estremeció y saco la lengua - ¿Es normal que sepa fuertemente a menta? -

-No lo sé, nunca la he probado- comento Harry con risa.

Las runas en las paredes vibraron al igual que las del cuerpo de Ron, los círculos se encendieron y el ambiente se llenó de magia. Una magia algo salvaje, como la que expulsaba toda la isla.

-Buena señal, muy buena- dijo Hermione muy sonriente, con el orgullo por su investigación a flor de piel.

Dejaron a Ron, aunque este no pareció contento, para luego subir por la caverna y salir al bosque, donde ya la luz del amanecer bañaba la playa. No habían dormido, pero ninguno parecía cansado, más que nada por el ritual y el descubrimiento de una posible y futura magia de trasfiguración.

Llegaron a la playa justo cuando algunos Pendragón se levantaba, entre ellos Daphne que no tardo en preguntar por Ron, en lo que Hermione le comentaba que pasaba con su novio. El llamaba a Dobby para que les llevara el desayuno.

Poco después estaban listos para empezar su siguiente entrenamiento, esperaban instrucciones en general. La idea de Harry era un tanto distinta.

-Daphne serás la primera, acompáñame- llamo Harry con seguridad. Caminaron lejos del grupo y comenzó a explicar. - Has entrenado bien la magia de Utgar, ¿Cuál es el máximo de magia que soporta tu cuerpo? -

-Entre un sesenta y setenta porcientos de magia- contesto Daphne sobándose el cuello- Me dijo Hermione que el cien por ciento es sumamente peligroso y podría romper mis órganos internos-

-Créeme, lo es- dijo Harry asintiendo- Pero no es necesario tener el cien por ciento, lo esencial es saberlo ocupar lo mejor posible-

-Y eso me enseñaras- Razono Daphne alegre.

-La magia de Utgar envuelve todo tu cuerpo, de esa forma tu cuerpo aguanta toda la fuerza que te proporciona. Aun si es poderoso, es como lanzar una flecha sin punta- dijo Harry alzando el báculo y golpeando el suelo, la arena se movió con estrepito a su costado, surgió un imponente pilar de roca sólida, media dos metros de altura, pero cuatro metros de diámetro. -Harás daño claro -Lo demostró al golpear de costado el pilar que se agrieto y tembló con fuerza – Pero solo es un porcentaje ya que el resto se disipa. Si deseas de verdad ocuparlo bien, aprenderás a juntar todo ese poder en un solo punto-

- ¿Eso no podría dañarme a mí? -pregunto Daphne apretando el puño y viéndolo.

-Claro, solo si no puedes controlar tu magia y no puedes expulsar tu fuerza como se debe- dijo Harry colocándose enfrente de la piedra, reparándola para su siguiente demostración. - Debes concentrar magia en todo tu cuerpo, y cuando golpees dirigir todo eso en un solo punto. - acercando el puño a diez centímetros del pilar, golpeo con suavidad, pero este no solo se cuarteo, exploto del otro lado provocando que múltiples partes cayeran en una línea recta.

-Eso… ¿Cuánto poder fue? -pregunto Daphne boquiabierta.

-Diez a veinte por ciento de toda mi fuerza- dijo Harry retirando el puño, mostrando el circulo semi perfecto que creo, aunque aún alrededor existían grietas. - Con eso comenzaras, te posicionaras enfrente del pilar, lo golpearas evitando que se disipe la fuerza y concentrarte en solo usar lo esencial-

Creo otro pilar de piedra para que lo intentara, Daphne se posiciono adelante, convoco la magia de Utgar y se concentró un minuto. Al golpear la piedra, esta se movió, parte de la superficie se rompió pero seguía casi intacta.

-Continúa practicando, creare bastantes pilares para que puedas hacerlo hasta que lo logres- dijo Harry volviendo a golpear el báculo en la playa un par de veces, creando una centena de pilares, tan cerca como pudieran estar.

-No sé por qué… pero creo que prefiero las guías monstruosas de Hermione- gimo Daphne al encontrarse en medio de los enormes pilares.

El siguiente en llamar fue a Neville. Ambos escuchaban los golpes de Daphne y también algunas groserías casi a la par.

- ¿Cuántos hechizos lanzas por minuto? -pregunto Harry para comenzar.

-De doce a dieciocho- dijo Neville algo rojo- Practique mucho, para atacar a múltiples objetivos, pero… aun soy lento-

-No eres lento, y de echo me sorprendió tu aguante, mantener tanto tiempo ese nivel de ataque es duro- comento Harry sacando dos varitas lisas y que le servirían para la práctica- Pero lo llevaremos al siguiente nivel, toma-

- ¿Dos varitas? -pregunto Neville sosteniendo cada una con una mano. - ¿Y la mía? -

-Lo siento, no voy a entregar varitas a sus propietarios. No aún. Pero tengo estas, no tienen dueño y puedes ocuparlas sin problemas- dijo Harry entregándoselas. - No son tan poderosas como una ligada a ti, pero servirá para la práctica-

-No se…- comento Neville- se siente raras-

-Ese día mientras me atacabas, pensé que, si puedes lanzar tantos hechizos con una mano, seguro puedes lanzar muchos más con dos- dijo Harry riéndose al verlo mover ambas y no agradarle ninguna de las dos- Puede que al principio te cueste y parezca imposible, pero con practica y esmero podrás ser un atacante imposible de flanquear - Creo varios objetivos voladores- Intenta utilizar ambas-

Neville movió ambas manos, de la derecha surgió un hechizo que golpeo el blanco, la segunda soltó un chorro de luz que se disolvió enseguida.

-Recuerda, lo que debes de hacer es visualizar- Dijo Harry levantando la mano, estirando los dedos, lanzando cinco hechizos que giraron en espiral o en zigzag y dio en todos los blancos.

-Imposible para mí- dijo Neville boquiabierto, luego bajo la vista al suelo.

-Una vez, intentémoslo de nuevo -dijo Harry agitándolo.

Le ayudo a colocarse, con el cuerpo de lado, poniéndolo ambos brazos como si sostuviera dos espadas, y las varitas de igual forma.

-Imaginarte tu primer hechizo, concéntrate en él y envíalo a la primera varita, luego en el segundo, mientras lanzas el primero envías a la segunda y piensas a tu siguiente hechizo, rellenas la primera mientras lanza el segundo hechizo y piensa en el siguiente hechizo para rellenar la varita… –

-No entendí nada- dijo Neville algo tenso. - Esta revuelto-

Harry lo pensó un momento y luego le alzo dos dedos -Piensa de esta forma, mientras lanzas un hechizo recargas la varita vacía, una y otra vez- sugirió mostrándolo con los dedos.

-Eso si lo entendí- dijo Neville, mirando los objetivos, tardo varios minutos, pero lanzo un hechizo y casi de inmediato lanzo una segunda con su nueva varita, no dio en el blanco, pero parecido consistente. Pero el tercer hechizo fue de nuevo solo una luz difuminada. - Como dije… imposible para mí-

-Lograste hacer un cambio, dos hechizos constantes, ve al siguiente, tres tiros y luego cuatro, para cuando te des cuenta lanzaras tantos que no necesitaras pensar tanto-Dijo Harry creando más y más blancos, tantos que cubrían a Neville en una gran cúpula de pequeños círculos de madera- No podrás salir de aquí hasta el anochecer, no sin abrir un paso y para eso será necesario que logres lanzar tantos hechizos como puedas en un minuto. Te veré en un rato-

No contesto, pero se notaba la concentración en su rostro. Harry fue al grupo que esperaba nervioso, escuchando a Daphne golpear los pilares, a Neville atacar los objetivos.

-Veamos, ¿Quién será mi tercera víctima? -les dijo Harry sonriendo en cuanto los vio.

Luna se acercó sonriente y saltando -Veamos que tiene el gran Harry Potter que enseñarme-

Fueron aún más lejos que Daphne y Neville, pero a pesar del tiempo que les llevo Luna le veía interesada. Pero suponía que cualquier clase de comentario que le hiciera, no sería tan adecuada como con los demás. Luna se movía a otro estilo.

Se pararon y la miro de frente.

-Observa bien- dijo Harry apartándose del báculo para la demostración, tomo arena entre sus manos, la lleno de magia y la aventó al aire.

-¡Wow, sorprendente y asombroso!- rio Luna.

-La paciencia es virtud de sabios- comento Harry chocando sus palmas.

La arena se arremolino en pequeños tornados, y alzaron tanta arena que por un minuto cubrió su visión, luego agito la mano expulsando la arena restante. Y ahí, a su vista, se encontraban un centenar de copias de criaturas mágicas, todas echas de arena. Cada una tan detallada como le permitía el material.

- ¿Te gustan las figuras de arena? - volvió a comentar Luna.

-Como dije, aun no termino- dijo Harry tronándose los dedos y llenando el aire con su magia envió un par de hechizos a cada figura- Ahora viene lo especial. -

Luna miro las figuras de arena construidas, estas se movieron y sacudieron, expulsando algo de arena. Había un par de criaturas interesantes, como un Swooping Evil que agito sus alas y los sobrevoló, un pequeño cerbero que correteo detrás de duendecillos de cornel y varios pixies que los rodearon. Los admiro Luna, hasta que Harry los envió al mar, y estos se desvanecieron en el agua salada.

- ¿Cómo hago eso? -pregunto Luna seria- Como hago que mi manipulación de títeres llegue a ese punto. -

-Primera necesitas una imagen clara de lo que quieres controlar, crearlo con algún elemento y por último darle una orden especifica- dijo Harry resumiendo- Puedes hacerlo amorfo como la última vez, pero sus movimientos serán torpes. Así que lo primero es construirlo y luego controlarlo-

-Entiendo- dijo Luna arrodillándose y tomando arena con las manos- Sera difícil con este tipo de material-

-Pero no imposible- dijo Harry sacando la varita de entrenamiento de Luna- Puedes hacerlo con o sin magia, eso es algo que tú decides. -

-Esa no es mi varita- dijo Luna viéndola.

Explico lo de las varitas a Luna, que de inmediato dejo de cuestionar, mientras creo a cuatro dragones de arena comprimida. Los cuales rodearon a Luna a una distancia de diez metros.

-Como no requieren el pietrotum locomota no son estatuas de piedra móviles y tampoco son simple títeres, así que los llamaremos Golem, Golem's elementale´s- dijo Harry pensando el nombre en el momento- Ahora, tu entrenamiento será crear Golem's de arena, y pelear con estos cuatro dragones, los cuales no te dejaran irte, hasta la noche, si no logras derrotarlos-

- ¿Ni para ir al baño? -pregunto Luna con una leve mueca de preocupación.

-Bueno… solo llámame y … iras- dijo Harry algo rojo por no pensar en ello. - Recuerda has la figura, darles algo que hacer de forma fácil, pero específica, que no limite sus movimientos. Y, por último, si es que no parece suficiente, asegúrate de que no se salgan de control-

-Bueno- contesto Luna hincándose y comenzando a juntar arena, arrojó un chorro de agua de su varita prestada y comenzó a formarla con las manos. -Hace mucho que no voy a la playa, disfrutemos de esto, todos juntos-

Harry no supo si preocuparse o alegrarse de que fuera así, pero la conocía y comprendía que ella se movía a su ritmo y eso le daría más progreso dejarla a obligarla a seguir estándares. De regreso al grupo, paso donde Neville y Daphne, para decirle lo mismo que a Luna, que les llevaría comida y si tenían necesidad de ir al baño los dejaría. No era un monstruo como cierto mago antiguo que no le dejo un segundo sin descanso. Aunque al ver la cara empapada de sudor de ambos y ya con su magia descendiendo sin control, se cuestionó que tanto avanzarían en los restantes 4 días.

El siguiente fue Theo que lo llevo a una zona donde una pequeña piedra marina surgía en la playa, era lo bastante plana y el mar la mantenía húmeda y lisa. No era un ambiente tan amigable entre ellos, pero por lo menos intentaban ser amigos.

-Y ¿Yo que hare Harry? -pregunto Theo al ver la piedra y como por la playa se encontraban los tres escenarios de entrenamiento; Con Daphne y sus columnas; a Neville con los blancos; y Luna aun construyendo en la arena, mientras era custodiada. - Parece que tienes… alguna forma de potenciar las habilidades sobresalientes de cada uno… pero yo soy un porcionista… ¿Cómo harás mejorar mis pociones? -

-Lo ves del lado equivocado- dijo Harry con una leve sonrisa maliciosa- No puedo mejorar tus pociones, te enseñe todo lo que se y has aprendido y avanzado por ti mismo. Y son de primera, incluso Snape podría encontrar solo uno o dos defectos… pero es por su forma de ser-

-A Slughorn no le parecen tan impresionantes- dijo Theo colocando las manos detrás de su nuca.

-Lo dices como si eso fuera algo malo, según lo que he escuchado y me conto Mione no es tan bueno… para estándares de Pendragón. - comento Harry moviendo la varita y sacando de su gabardina un frasco de pequeñas bolitas de colores- Además esto… es algo que ni ellos lograrían crear-

Tomo una de las bolitas, de color naranja, la cual rodo por sus dedos, haciendo que Theo tomara interés en ella. Le arrojo a la playa, un par de metros lejos de ellos dos. Apenas toco la arena, se ilumino.

BAAAMMMMM

Una columna de arena se levantó y se cubrieron el rostro por el aire caliente que les llego de repente. Un cráter del tamaño de un metro estaba en lugar que toco la pequeña bola.

- ¿Bombas portables? -pregunto Theo no luciendo impresionado- Es suficiente con una bombarda ¿No crees? -

-Supongo que debo de dar otra demostración- dijo Harry tomando ahora una roja, le giro en los dedos y la lanzo contra el pecho de Theo, intento evadirla, pero no con la suficiente rapidez.

La bola roja se estrelló contra su pecho, se disolvió como agua y le traspaso sin dejar rastro.

- ¿Qué demonios? -pregunto Theo y un segundo después sus ojos se pusieron en blanco, su cuerpo se cubrió de color rojo y cayó a la roca.

-Enervate- dijo Harry palmeando su cara, aunque su mejilla lucia ya bastante roja por la caída.

Abrió los ojos de golpe, se incorporó mirando a Harry parpadeando mucho.

-Era… ¿Eso era un Desmaius? - pregunto Theo atónito.

-Hechizos encapsulados- dijo Harry tomando otra pequeña bolita de color blanco, aplastándola con su mano y al soltarla, una luz surgió y se suspendió en el aire- Estuve pensando día y noche como aplicar las pociones en combate, pero fuera de crearlas y tomarlas cuando es debido… no eran factibles. A menos que corrieras por ahí con un caldero siguiéndote… así que, luego de comer un par de druguls mientras recordaba a cierto hombre idiota que ingirió magia, me dije ¿Qué tal llevar pociones y hechizos encapsulados? -

-No sé si te estoy entendiendo… pero te refieres a crear asas bolitas para tener hechizos y pociones a la mano, en caso de pérdida de la varita o… por si es un hechizo más complicado ¿No? - dijo Theo tocando la luz, la cual solo era un simple "lumus".

El asintió, concordando- Además de que no lo esperaran… el factor sorpresa, por un tiempo, será nuestra-

- ¿Cómo lo lograste? -pregunto Theo un poco sobresaltado.

-Es un proceso más simple de lo que parece- dijo Harry apareciendo un caldero con una opción transparente- Poción de absorción, mi creación. Si me permites ser un poco en creído, diría que contendrá cualquier hechizo que se le lance por un periodo de tiempo. - Golpeo el suelo de la piedra con su báculo y este creo un círculo mágico bajo ellos- Un círculo de compresión, mío también, y por último- saco un pergamino con otro circulo mágico escrito- Una protección mágica absoluta, creo que debería decir que todo es original Potter-

-Ya veo- dijo Theo mirando ambos círculos, más interesado en la elaboración que en su comentario- Esta poción de absorción se combina homogéneamente con el hechizo, lo comprimes hasta quede del tamaño que deseas y luego lo encapsulas con este hechizo. Cuando deseas ocuparlo…-

-Solo inyectas magia y rompes el circulo… de esa forma tienes pequeños contenedores con múltiples hechizos y si quieres también pociones. Podría ser una poción de olvido o poción multijugos… aunque antes deberá tener ese algo de la persona en que te trasformaras. El nivel de efecto depende de cuanta poción se ocupe y cuanto se comprima- termino Harry guardando el resto de las pequeñas bolitas- Sencillo, practico y demasiado barato para su conveniencia. Para un estratega será como tener cientos de piezas en su tablero con muchas combinaciones a su favor. -

-Creo que empiezo a entenderte- dijo Theo sonriendo. - Veo que estas planeando… y… creo que eres algo macabro-

Harry le palmeo la espalda- Suerte, estas cinco capsulas me llevaron un par de horas hacerlas. Y… cuida que no te explote en la cara, el quitar la poción cuesta un poco-

Se fue dejando a Theo el procedimiento, y consciente de que en un par de minutos el Slytherin se vería en un dilema.

Continúo dando trabajos a cada uno, ya que los demás no estaban tan avanzados como los generales dragón, comenzó a dar trabajos un poco complejos, pero de acuerdo a las habilidades que demostraban en cada entrenamiento.

A Dennis que estaba muy emocionado, le enseño a inyectar magia en la escoba y como moverla sin movimientos de más y de forma estable. Parecía fascinado por lograr volar de pie, y aunque sabía todo lo que se requería apenas y lo lograba.

A Colin fue diferente, le parecía imposible que tomar fotos sirviera en batalla, pero resultaba que era bueno en hechizos impedimenta, hechizo que ocupaba para ralentizar a aves o criaturas y poderles tomar fotos. Así que le puso a ralentizar múltiples blancos que se movían a velocidades que apenas notaba el ojo.

O como Seamus, su facilidad en hacer explotar las cosas, le hizo llevarlo lejos de todos y ponerles a armas bombas, cualquier tipo de bomba. Ya fuera con la varita, con alguna poción y trampas explosivas.

Continuo toda la mañana poniendo trabajos a cada uno, de forma que por toda la playa se veía a cada uno trabajando en algo, sin importar lo que fuera ellos practicaban y lo hacían. Algunos con varita, y sin con ella, aunque ninguno con la propia. Lo cual les dificultaba el entrenamiento y los hacia comenzar a utilizar la magia de la forma más natural.

Al comienzo de la tarde, luego de dejar a Heidi entrenando hechizos de persecución, solo quedaban dos personas que aún estaban esperándolo. Una de ellas le miraba entusiasmada y con un poco de preocupación en los ojos.

-¿Cómo va Ron?-pregunto Harry a Hermione al llegar a ellas.

-Esta aburridísimo, tiene hambre, le duele el trasero y la boca le sabe amarga por la poción… aunque lo he parafraseado. Ya le he dicho que Daphne ira en un rato- dijo Hermione con una risita- ¿Como van todos? -

-Pues en un rato me odiaran- dijo Harry dándole un beso- Ahora… solo me queda ustedes. Primero tu Mione… -

- ¿Y yo? -pregunto Sofí un poco molesta.

-En un momento- dijo Harry sonriéndole y acariciándole la cabeza- Ya regreso contigo-

Caminaron tomados de la mano por la playa, hasta llegar a un lugar amplio y alejado. No dijeron ni una sola palabra, y tampoco en su mente, ya que ambos entendían que lo que vendría seria duro. Pararon y le miro Harry, le dio un último beso antes de hablar.

-Eres ahora una maestra en Runas, conoces lo básico de los círculos mágicos, manejas el duelo muy bien, un conocimiento superior en múltiples ramas de la magia y tienes un singular encanto- dijo Harry serio- pero ahora lo que te voy a enseñar es algo… que aprendí en un recuerdo y algo que solo tú puedes hacer… algo que te pertenece. No será fácil y tal vez no puedas ocuparlo hasta dentro de años, mas es tu legado-

- ¿De que estas hablando? -

Luego de una larga y dificultosa charla, en la que le explico cada paso y cada cosa que debía hacer. La dejo en la playa, mirando el mar y suspirando en grande, no sabía si por la magia que le enseño o el que aquello le llevaría mucho tiempo.

Regreso a lado de Sofí, la cual estaba dibujando en la arena con un palito, con un rostro algo triste. Le miro y estiro la mano para levantarla y comenzar su entrenamiento. Esta vez no la llevo por la playa, la condujo por la isla, adentrándose entre la vegetación y directo a un claro justo en el centro, con un par de montes alrededor.

El lugar no era muy amplio, pero suficiente para ser el punto de partida.

-¿Por qué yo al último?-pregunto Sofí algo deprimida.

-Eres quien tiene una especialización en medimagia, hasta ahora estas dedicándote a aprender como sanar nuestras heridas y eres increíble en ello- dijo Harry bastante serio- Pero en cuanto a tu fuerza en batalla…- soltó un suspiro, tendría que decirlo en algún momento-… no es suficiente y creo que no debes pelear-

-¡PERO YO…-

-Escucha- dijo Harry alzando la mano callando sus réplicas- No digo que no seas fuerte, creo que con un poco de entrenamiento superaras mi magia a tu edad, pero aun tienes camino y la medimagia te retraso en ello. Y en guerra debes curar o estar en batalla, no ambas. -

-Me estás diciendo… que no estaré con ustedes peleando contra Voldemort- dijo Sofí con un leve tono de indignación- Se que escogí estudiar medimagia, pero es porque quería sanarte cuando tu…-

-Comprende, eso no importa ahora. Estaremos en una batalla de vida y muerte- dijo Harry con voz fuerte- ¿Podrás pelear viendo a alguien herido? ¿Estarás segura de que no te herirán? ¿Y si alguien muere delante de tus ojos… o si te hieren por curar a alguien? ¡Escoge, o serás la que nos cure o pelearas a nuestro lado! -

-¡Puedo hacer ambas!-declaro Sofí avanzando hasta estar enfrente, con una mirada de furia.-Yo puedo…-

-Entonces, ¿Por qué en la última pelea te noquearon? -

Su voz no pudo salir de la garganta, bajo la vista y apretó el puño sobre su pecho- Un hechizo roso a Neville y… me desconcentre, mi mente estaba en ir a revisar que tan malo era-

-Y aun sabiéndolo ¿Quieres pelear a nuestro lado? -pregunto Harry levantándole la vista.

Llorosa con el rostro algo rojo y temblando contesto- ¡QUIERO ESTAR A SU LADO, CURÁNDOLOS Y AYUDÁNDOLOS A PELEAR! ¡NO QUIERO QUE USTEDES ME DEJEN ATRÁS PARA IR AL FRENTE A LASTIMARSE! ¡Y NO ME QUEDARE PELEANDO SI ALGUIEN A MI LADO ESTA HERIDO! -

Con un largo suspiro dejo un momento de silencio, Harry sonrió y dejo la mano sobre la cabeza de su hermanita. -Entiendo, entonces esperes que vaya fácil contigo. Te entrenare personalmente estos tres días… si digo que hagas algo lo haces sin cuestionar y… más importante aún… debes de curar tu cuerpo todo el tiempo, si un solo segundo dejas de hacerlo… puede que no resistas este entrenamiento ¿Estas dispuesta a realizarlo? Ya que incluso puede que me detestes al final –

-No importa que nunca te odiare- dijo Sofi decidida- Estoy lista para el entrenamiento-

-Entonces comencemos-

Asintió sin saber que unas horas después hubiera deseado no hacerlo.

- ¡HARRY, ESTAS DEFINITIVAMENTE LOCO! - Comentaba Sofí, corriendo por toda la isla seguida por un par de los Nundus de Liontári, prestados por Dragsyl con la condición de que no salieran heridos. - ¡ME VAN A COMER! -

- ¡Solo si te alcanzan! - declaro Harry corriendo a su lado, poniéndole obstáculos y de vez en cuando lanzándole hechizos- Si queremos que seas un buen medico de batalla, necesitamos entrenar tus piernas hasta hacerlas muy rápidas, de esa forma podrás tomar a algún herido de la batalla y huir para curarlo, evadir obstáculos es esencial, y sin lugar a dudas el que no te toque ningún hechizo crucial-

No contesto, mas que nada por que jadeaba del cansancio y no parecía que pudiera correr más, a no ser que curaba sus músculos de inmediato.

- ¡No… no puedo continuar… mis músculos…! ¡Están doliendo y… mi magia se agotó! - dijo Sofí un poco antes del atardecer. Ya ni sudaba, pero si estaba con la ropa húmeda y estaba llena de mugre y arañones. - ¡No puedo más! –

Sin que lo previera la azabache, una cortina de agua le cubrió, el causante era Harry que le arrojo una botella completa de agua. Dijo un par de palabras en Parsel y todo su cuerpo se ilumino de un azul verdoso.

-¿Duele?-pregunto Harry regresando la botella en su lugar.

-Ya… ya no duele- dijo Sofí acelerando por sus piernas curadas.

-¿Y tu magia?-

-Esta casi completa-

-¡ENTONCES CORRE Y EVADE!- dijo Harry silbando al Nundu en turno de perseguirla que enseguida comenzó a alcanzarla. Lanzando también un par de hechizos que Sofí apenas paro con la varita prestada.

- ¡NO ES JUSTO! ¡DEJAME DESCANSAR! - Grito volteando al león con espinas y intentando ponerse a salvo.

-Seguiremos hasta que termine el día, ya que no sabrás cuanto tiempo dure una batalla y puede llevar días -dijo Harry queriendo parar su entrenamiento, pero no debía, no si quería que su hermana sobreviviera a la intensa batalla que se avecinaba. A pesar de que quería continuar entrenándola, se acordó de que tenía una cita con Ron- Una vez que el sol se oculte puedes regresar a la playa… confió en que lo logres-

- ¿¡Me vas a dejar!?-pregunto algo alterada.

-Tengo asuntos que atender, te veo en la cena-

- ¡NO, HERMANITO! ¡NO ME DEJES SOLA CON ESTE GATO! ¡ME VA A COMER! - Grito mientras se alejaba. El rugido del Nundu indico que no le gustaba que le dijeran gato y por lo consiguiente casi alcanzo a Sofí asustándola más.

Llego a donde Ron realizaba el ritual justo a tiempo para la última fase del ritual, ahí ya esperaban Hermione y Daphne, su novia estaba con pelo mojado y un poco de su camisa desgarrada; en cuanto a la rubia llevaba las mangas hasta el codo, los pantalones a la rodilla y con los nudillos rojos. En cuanto a Ron, estaba sentado aun en medio del circulo, con una única botella de la poción enfrente y el resto a los lados.

La luz que proyectaba las runas y círculos era suficiente para iluminar el lugar.

-Hasta que el demiguise aparece- dijo Ron con un leve aburrimiento- ¿Qué has hecho todo el día? -

-Dirigir el entrenamiento de cada uno, correr y … parece que hacer que sufran un poquito- dijo Harry alzando los hombros- ¿Listo para ser un morfoanimago? -

- ¿No era Metamorfoanimago?-pregunto Daphne luciendo de verdad cansada.

-Déjalo- murmuro Hermione algo indignada- Dice que es demasiado largo y que seria mejor dejarlo en morfoanimago… y aunque lo reprenda no deja de decirle así-

-Que puedo decir, también pensé en era mejor llamarlo Constitución bestial, pero me fue peor- dijo Harry alzando los hombros y abrazando a Hermione comprobando que incluso la ropa estaba mojada. - Y ¿Cómo van en sus entrenamientos? -

Daphne se sobo los nudillos y sonrió- Logre tirar un par de torres-

-Yo aun no entiendo del todo como se realiza- contesto Hermione suspirando- Pero supongo que es poco a poco-

-Disculpen interrumpirlos- Gruño Ron llamando su atención- ¿Les parece si terminamos este ritual nunca antes echo? -

-Solo unos minutos, no desesperes- Dijo Hermione rodando los ojos.

-Como tu no has estado todo el día en una cueva húmeda, fría y ¡SOLA! - Gruño Ron creando un poco de eco.

-Ya terminaste, solo un minuto amor- dijo Daphne con una leve risa.

-Si tu lo dices-

Esperaron unos minutos, justo hasta que Hermione lo indico, Ron tomo el frasco restante - Si me pasa algo, quiero que sepan… que de verdad espero que quede en su conciencia-

-Tal vez - dijo Harry levantando la mano y creando un espacio entre el índice y pulgar

Alzo el frasco en un brindis, y los miro a los tres- A la salud de mis dos hermanos de aventuras, la de mi familia y mi novia- Dijo Ron solemne. De un solo trago continuo vacío el frasco – "Animalien Amitny Lingun"-

En un principio pareció no surtir efecto, y luego Ron gimió, se llevo las manos al estomago retorciéndose. Su rostro demostró algo de dolor y sus ojos se volvieron blancos.

- ¡Ron! - Salto Daphne con una voz exaltada, avanzando, más Harry impidió que fuera mas lejos y le retiro de entrar a los círculos mágicos. Donde la magia comenzaba a formarse y creaba un ambiente electrificado, tanto que comenzaban a lanzar rayos de diferentes colores.

-Dale tiempo- murmuro Hermione también preocupada. - La primera trasformación siempre es la peor-

-¡AAAHHHH!-Salió de la boca de Ron, aunque fue diferente a su voz, un poco más vibrante.

Las runas de su cuerpo desprendieron un color naranja intenso, y envolvieron su cuerpo completo, desde la punta de sus pies a su rostro y pelo. Se inclino tanto que termino sobre sus cuatro extremidades.

-Resiste amigo, tu puedes- dijo Harry adelantándose a Daphne que era sostenida por Hermione.

Ante su voz, Ron, levanto al cabeza mostrando que sus ojos ahora eran diferentes, ya no tenía la pupila blanca, más bien amarillo y algo parecida a la de un felino, sus manos comenzaban a cubrirse de pelo y las uñas volvérsele garras.

-Solo un poco más- murmuro Hermione- Falta poco… terminara pronto-

- ¡Amor! - murmuro Daphne con algo de llanto en los ojos- Aguanta… por favor-

Ron abrió la boca, pero no salió su voz, un rugido de león salió y casi al mismo instante todo se ilumino por la magia espesa que cubría a su amigo. Lo siguiente que supo fue una explosión o temblor tan fuerte que miro el techo de la caverna esperando que resistiera. Mas no fue suficiente para tirarles todo encima. Pero si fue el final del ritual, cada luz que eliminaba el lugar se apagó, dejando solo unas pequeñas piedras luminosas a su espalda y ahí donde debía estar Ron, dos pares de ojos felino, grandes y fieros.

- ¿Estas bien Ron? -Pregunto Daphne a su espalda.

La exhalación indico que posiblemente si, pero, en la sombra, algo mas grande que Ron se movía. En la penumbra vislumbraron una pata peluda y con garras enormes. Y luego la enorme cabeza de un león. Debía medir dos metros de alto en sus cuatro extremidades, de largo unos cuatro, ya que parecía avanzar por no tener espacio atrás, y tenía pelaje anaranjado dorado y sus ojos amarillos a completaban su estampa. Claro que lo que le sorprendió a Harry fue que rugiera, mostrando los largos y gruesos colmillos, sus dientes puntiagudos como navajas no lucían nada amistoso. Conocía bastante de criaturas para saber cuando estaba siendo amenazado y cada vez se acercaba más a ellos.

- ¡Ron, no me gruñas o yo te gruñiré! - declaro Harry avanzando a su encuentro.

- ¡Espera Harry! - dijo Hermione retrocediendo junto a Daphne -Aun no se acostumbra… ahora mismo puede que no nos reconozca-

-Pues le hare recordar- dijo Harry aun metro del león que ahora era Ron- Hermano, es mejor que reacciones o…-

- ¡Reacciona Ron! -Chillo Daphne. - ¡Por favor amor! -

El gruñido paro un momento, luego el león movió la cabeza como si algo le pasara y miro a Harry, justo después lo ataco. Las feroces fauces de Ron se clavaron en el hombro de Harry, las garras no lo perforaron por la gabardina, pero termino envuelto en sus patas. Fue tanto el peso de repente que lo tiro al suelo con su enorme cuerpo encima.

- ¡HARRY! -

- ¡RON NO! -

- ¡NO SE MUEVAN! -grito Harry con el ojo de Ron en su rostro y la mandíbula fija a su hombro. Levanto la mano y palmeo el lomo del león- Tranquilo, no te asustes… somos hermanos de aventuras, por eso, aunque nos pelemos siempre estaremos ahí para el otro-El león que dominaba a Ron pareció titilar. -Esto es por tu bien y, además, no digas que no te advertí-

La mano en su lomo la aferro a su pelaje y, con la otra, golpeo el costado de Ron con tanta fuerza que el león rugió de dolor, haciendo un enorme eco en la cueva, libero su hombro y cayendo a lado de Harry.

Comenzó a gemir de dolor, como todo un felino, pero algo era diferente, se retorció y luego de un momento el pelaje despareció y cuerpo disminuyo y era de nuevo un humano. Pero era uno en posición fetal, sujetándose las costillas y jadeando con dolor en la voz.

- ¡¿Estas bien Ron?!-Pregunto Daphne corriendo a su novio en cuanto se dio cuenta.

-Sangra tu hombro, debemos llevarlos con Sofí- dijo Hermione al llegar a él, sentarlo y mirar las dos grandes perforaciones en su hombro, y las otras dos en su espalda.

-A como está ahora, dudo que nos logre curar- rio Harry y miro a Ron, también sentado por Daphne escupiendo sangre, no sabia si la suya o la de él. - ¿Cómo esta tu costilla? -

- ¿Cómo esta tu hombro? -pregunto Ron con un leve jadeo - ¡¿Enserio tenías que golpear tan fuerte?! –

Ambos sonrieron y se rieron a carcajadas, aunque sus novias los veían como dos locos heridos. Entre Hermione y Daphne lograron vendar a ambos, primero a Ron que apenas y se sostenía de pie solo y luego a Harry que decía estar bien, pero no le hicieron caso.

Resultaba que el ritual también cambio el exterior de Ron, por el ejercicio constante, tenía el cuerpo marcado, pero no tanto como en ese momento. Parecía que el vello del cuerpo le creció un poco, incluso le salió algo de barba y cabello, en cuanto a sus ojos, parecían más azules que nunca. Y Harry bromeo que hubiera sido también bueno que se volviera menos pecoso, pero no seguía igual.

-Y… cuéntame ¿Qué se siente ser león? -pregunto Harry cargando parte del peso de Ron, del otro lado estaba Daphne que le sujetaba con cuidado y Hermione, al contrario. Sonriendo mucho, orgullosa de que su investigación fuera correcta.

- ¿En eso me convertí? - Pregunto Ron atónito -Yo solo supe que me trasformé y luego la voz de Daphne… sus voces, la tuya y de Hermione… para luego sentí tu puño rompiéndome un par de costillas-

-No aguantas nada-

-¿Como si tu no tuvieras una fuerza de bestia?-

-Entonces, el ritual ¿Funciono o no? -pregunto Daphne luciendo muy, de verdad, muy cansada.

-No lo sé- contesto Hermione suspirando- Puede que …-

-Funciono-interrumpió Ron sonriendo y soltando un gemido de dolor- No sé cómo decirlo… pero algo dentro de mí es más… animal- puro ser coincidencia, pero en el momento que termino su estómago gruño.

-Se nota, se nota- dijo Hermione y luego un par de carcajadas de Daphne y Harry resonaron.

-Que chistosos, estarían igual si estuvieran todo el día tomando solo pociones-

Llegaron en donde estaba levantada la hoguera, los Pendragón estaban completos, pero la mayoría ya dormía, solo algunos como Theo seguían despiertos. Incluso Sofí estaba ahí roncando, acurrucada contra Luna que le acariciaba la cabeza y la rubia apoyada contra el hombro de Neville. Otros estaban despiertos por los cuatro Nundus acostados en la arena un poco lejos de la hoguera.

La noche fue tranquila, sin muchas preguntas, sin que hablaran de entrenamiento y casi de inmediato durmiendo. Al siguiente día incluso antes de que se levantara el sol, la mayoría ya había comenzado su entrenamiento. Como el día anterior Sofí corría de aquí para allá, perseguida por las fieras criaturas y atacada de vez en cuando por Harry. Pero con hechizos inofensivos, no como los de cierto mago bipolar.

En cuanto al entrenamiento de Ron, solo le dijo que practicara su trasformación. A pesar de que lo llevaron al rio y tomo agua para curarse, las costillas le seguían doliendo. Así que durante toda la mañana no logro ni volverse una pequeña lagartija, luego de la comida y más descansado y agua, se transformó de nuevo en el león. Aunque esta vez era consciente de lo que hacía, incluso asusto a un par de Pendragón. Parecía que la forma que más fácil se le daba era ese león, aunque también se volvió un Jack Russell Terrier.

Neville tampoco había avanzado mucho, pero por lo menos ganaba control con las varitas. Daphne desperdiciaba menos magia de Utgar, y lograba concentrarla en un punto, aunque un par de veces casi se rompe los brazos por desesperarse. En cuanto a Theo no lograba comprimir ni una sola poción, ya que le era difícil controlar la magia que peleaba por no ser contenida. Varias veces la poción salió de control y creo una pequeña explosión que baño al Slytherin. Luna, no tenia mucho que decir, solo que su versión de arena de un dragón gales verle le estaba quedando como una réplica.

El resto no tenía muchas complicaciones: Dennis aun intentaba volar parado, y aunque perdía el equilibrio seguido, ya estaba haciéndolo mejor; Colin no paraba de frenar cosas en al aire, aunque de vez en cuando fallaba y le tocaba recibir algún ataque de los objetos móviles; Seamus, creaba explosiones de diversas formas que lucían aparatosas, pero podrían ser de baja intensidad; Dean practicaba el reducto y comenzaba a extender la playa hacia adentro; las hermanas Parvati estaban avanzado en hechizos de iluciones y camuflaje, lo cual de ves en cuando hacia toparse con alguna piedra o árbol en el camino sin darse cuenta; Jazmín y Rachel entrenaban junto con Magnus, Alex y Arthur en hechizos de repulsión y atracción, así que en su lugar veías cosas volando y girando vertiginosamente, incluso dos los mencionados; Rachel, Anthony, Maxine, Zacarias, Lisa, Herbert, Grant se encontraban a un lado montando un espectacular fuerte, mas que nada por crear un montón de trampas mágicas que podrían matar a un par si no se hondaba con cuidado(y eso que solo tenían que practicar).

En cuanto a Hermione.

-Concéntrate, ve poco a poco- murmuro Harry mirando a Hermione la cual jadeaba tirada en la arena y con la ropa algo rota. Le temblaban las manos y las tenías algo azules. -No debes apresurarte-

-Ya se-gruño levantándose caminando a un pequeño poso en la arena escarbado por ella misma- Pero si esto esta magia la ocupo ella… yo también-

Movió las manos sobre el poso, creo runas magias y las movió por todo su cuerpo en movimientos ondulantes y fluidos. El agua que yacía al fondo se levantó y comenzó a girar alrededor de Hermione, la cual estaba manteniendo una mirada de concentración extrema. La punta de sus dedos cambió de todo, volviéndose mas azules y traslucidos, un segundo después el agua salió de control, moviéndose en ondas tan rápidas que golpearon a Hermione mandándola de nuevo a la arena y creando otra cortadura en la ropa.

-Creo que avanzaste un poco, descansa Mione, no quiero que te hagas daño- dijo Harry corriendo a ella para ayudarla a levantarse.

Hermione solo se quedo tirada respirando y mirándose las temblorosas manos.

-Cuesta mucha magia- Jadeo Hermione algo frustrada– Ayer no logre nada y hoy voy para lo mismo-

-Como te dije, es un avance lento. No puedes controlar esta antigua magia en un día, yo en dos años aun no lo logro. Pero eres genial, vas mejorando-dijo Harry tomándole las manos, frías cual tempano, para luego levantarla- Te estas sobre esforzando, y eso tampoco es bueno. Te puedes romper-

-Bien, pero no creas que me he rendido, solo es un pequeño descanso-

-Esa es mi prometida- rio Harry antes de darle un beso y de paso calentar su cuerpo con magia. Aliviando sus manos.

-¡HARRY, ESTOS NO ME DEJAN Y SE ME ACABO LA FUERZA Y LA MAGIA! ¡AYUDAME! -grito Sofí corriendo hacia ambos, con los cuatro Nundus detrás.

Los dos últimos días, se fueron de verdad rápidamente, por lo menos para Harry, ya que para cuando le dijo que se marchaban a Hogwarts todos estaban aliviados y agradecidos por sobrevivir. Parecido exagerado que Sofí llorara por despedirse de sus amigos Nundus, pero no eran lágrimas de tristeza.

-Es bueno que regresemos, necesitan ducharse y dormir, mañana regresaran a sus clases normales- dijo Harry en la comida unas horas antes de partir

-Gracias a Merlín- escucho a muchos decirlo.

-Si supieran de ese sádico. Él los hubiera matado día y noche hasta que lo hicieran bien- murmuro Harry a Hermione que estaba tan cansada con su entrenamiento que no le apetecía ni replicar.

Una vez que terminaron, con todos ansiosos por regresar, se dispuso a dar sus indicaciones para la semana.

-Recuerden todo lo que han vivido aquí, continúen entrenando y por último regresaremos el próximo fin, solo que un día, el sábado y estaremos cuatro días entrenando aqui- dijo Harry mirando la cara de todos de decepción. - Ahora, como todos se han esforzado mucho tengo algo que darles-

Harry saco la tela roja donde tenia las varitas, le vieron raro, pero el desplego en el aire y todos miraron raro las varitas.

- ¿Son nuestras … varitas? -pregunto Tasmin desconcertada.

-Las he modificado para ustedes- dijo Harry aliviado de poder terminar todas las varitas a tiempo, a pesar de que planeo el acabado y núcleos de cada una. Le fue difícil desvelarse cada noche para lograrlo y durante los días moverse de aquí para allá supervisando entrenamientos. – Una vez hecho el ritual de conexión les serán leales solo a ustedes, tienen forma y núcleos únicos para cada uno, pero todos tienen el símbolo Pendragón, Nuestra marca, y además aumentara su poder ya que incluí madera del árbol de Merlín. -

Lucieron asombrados y comenzaron a murmurar, Harry hubiera querido darle otro nombre a es tipo de madera, pero no encontraba ninguno adecuado. Se alegraba de haber guardado aquel trozo de madera que encontró al subir a la ultima isla, aun le sobraba más de la mitad en su monedero.

-Son poderosas, únicas y suyas, cuídenlas y confíen en ellas ya que eso mismo harán las varitas por ustedes. Formen una fila los conectare a ustedes y luego quiero ver los resultados de su entrenamiento. -

Uno por uno fue pasando, Harry les cortaba un dedo y conectaba la varita a su portador. Cada varita era muy diferente de la otra, pero era cierto que le hizo algunas modificaciones a cómo eran originalmente, por ejemplo, tenía el escudo Pendragón en alguna parte, ya fuera en el cuerpo o en la base. Además de un diseño que supuso gustaba a su portador. Y solo suponía porque ninguno se quejó.

Luego de conectarlos miraba su avance en el entrenamiento, la mayoría lo hacía mejor que cuatro días atrás. Incluso Dennis ya volaba parado y hacia acrobacias algo peligrosas.

Pero cuando llego el turno de Theo, mirando su varita ondulante con la agarradera como corteza de arbol pregunto- Y ¿Qué núcleo tiene el mío? -

-Polvo de muda de basilisco, combinado con polvo de colmillo de basilisco y nervio de dragón- rio Harry al verlo quejarse por el corte- Para alguien como tú, creo que será perfecto-

-Si tú lo dices-

Theo le mostro el resultado de las pociones encapsuladas, apenas creo unas tres, eran mas grandes que las que el creo, pero en cuanto le lanzo una a Dean este termino en el suelo desmayado. De tal forma que solo tenia que practicar y perfeccionar su técnica de fabricación para que pudiera ocuparlas en batalla.

El siguiente turno fue de Daphne que le miro con la misma pregunta que Theo- Piel de Ashwinder, con polvo de colmillo de basilisco y garra de dragón-

-Me gusta- dijo Daphne sonriendo ante la varita con una leve serpiente enroscada en ella.

Le dio la mano para cortar su dedo. Y aunque Harry no la vio ni quejarse, supo que le dolían las manos, ya que estaban rojas y temblaban por el esfuerzo que realizo en esos días de entrenamiento. Solo fue necesario un golpe a una de las torres para ver su avance, en cuanto golpeo esta se partido en grandes grietas que se sujetaban solo por la forma.

-Espero la mía sea igual de hermosa que las otras- dijo Luna en cuanto fue su turno.

-Aun puedo modificarla si no te agrada- dijo Harry entregándosela.

Una fina varita, con una esfera entre lo que era la agarradera y largo. En el esférico se notaban finas líneas que concordaban con los cráteres de la luna, formando una pequeñísima replica de la luna en madera. Sin contar con las runas en todo su largo y diminuta piedra la piedra plateada que tenía casi en la punta.

-Es grandiosa, divina, me encanta- dijo Luna saltando.

-Solo es… una pequeña modificación Potter- dijo Harry algo avergonzado por sus palabras, pero como creador de varitas le gustaba que alabaran su trabajo- Es de madera del árbol de Merlín, mide 28 centímetros y es flexible. Tiene un núcleo múltiple, le puse polvo de cuerno de muchas criaturas, un entrelazado de pelo de otras tantas… técnicamente utilicé muy poco de cada criatura para crear un núcleo estable y nuevo. Como te darás cuenta también tiene protecciones rúnicas y una piedra baña en luna por… no sé cuántos años. Sera potente, pero también difícil de utilizar si no le tienes amor y…-

-No te preocupes. - dijo Luna sonriendo y acariciándola- Nos llevaremos muy bien-

Luego de conectar la varita a Luna, y de asegurarse de que no le fuera a explotar en la cara, creo a los cuadros dragones a escala de arena y Luna le mostro a su Dragon de tamaño real de arena. La orden de Luna fue bastante simple "Elimina los dragones de arena y para". La batalla fue algo arenosa, ya que esta termino hasta en lugares donde no debía estar, pero Luna cumplido con su objetivo. Pero se entristeció de ver su obra quedar algo destruida.

Luego fue el turno de Neville. Le entrego dos varitas, una de ellas era la que le entrego Hermione, la otra era parecida, con las intricadas enredaderas y los diseños a conjunto. Era la gemela de la otra, una siendo la espada y, la otra, la funda, ambas envueltas enredaderas. Una pequeña modificación estaba en la primera, en la base por donde la sostenía, se notaba el escudo Pendragón y en la segunda también estaba.

-Ya sabes que la primera es de madera de Sauce Boxeador, mide 30.5 centímetros y suficientemente flexible. Con un triple núcleo de pelo de Demiguise, polvo de cuerno de unicornio, y de hojas de Bowtrucle- dijo Harry señalando la que sostenía en la derecha -La otra es de madera del árbol de Merlín y tiene lo mismo, excepto que le puse cuerno de bicornio, para complementar - comento sin poder aun aceptar ese nombre para la madera, ya que en ese momento lo pensó- Dejando la estética y la madera, es idéntica a la otra. -

- ¿Me creaste otra? -pregunto Neville boquiabierto.

-Si, solo falta que las liguemos a ti- dijo Harry cortándole el pulgar sin avisarle - Recuerdas como se hace ¿No? -

Hicieron todo el ritual a silencio y aunque fue bien, parecía que Neville no parecía aun creer que ahora poseyera dos varitas. Su avance en utilizar amabas mejor mucho con sus nuevas adquisiciones, apenas las movía y lanzaba hechizos, su antes su máximo eran dieciocho hechizos por minuto, ahora lanzo veinte seis. Aunque aun era torpe con su mano no diestra.

Continúo dando varitas, los últimos fueron Sofi, Ron y Hermione, los cuales le miraron expectantes. Igual que los demás.

-El tuyo tiene pluma de ave de trueno, de Buckbeak y un extraño león alado - dijo Harry al terminar de conectar a su hermana a su varita- Supuse que plumas para el ángel que nos cuida sería adecuado-

Con los ojos rojos le dio un golpe en el hombro, luego le jalo para besarle la mejilla y pasar de largo. No tenía que mostrarle nada más, ya que al final de cuentas la entreno en persona y sabia de su avance.

-Y entonces ¿La nuestras de que son? -pregunto Ron alzando su varita, ya que estas se veían muy diferente a las otras.

-Es cierto, ¿De que son? tienen tres tipos de madera y el símbolo de Pendragón tienen nuestras iniciales- dijo Hermione alzando la suya también.

-La tuya Mione, tiene un tallado de escamas de dragón en todo el largo, en la base lisa con un pequeño guarda mano y pomo, con runas al redor y una piedra ámbar brillante en la base que potenciara tu magia. Con un núcleo de nervio de corazón de dragón, pluma de Daira y Faukes, todo entrelazado en pelo de esfinge para darle estabilidad total. Esta hermosura te será tan fácil usará la que parecerá que lee el pensamiento - dijo Harry girándola entre sus dedos – Orchideous-

Surgió un ramo de flores tan grande que apenas entraron en las manos de Hermione cuando se las entrego.

- En cuanto a la tuya amigo… me pareció una buena idea ponerle un diseño escamas de dos colores, como mesa de ajedrez. Con cuadros de colores oscuros y claros por el largo y un simple nudo de madera que ya tenía tu varita. Pero a hora contiene incrustada una piedra con forma de la pieza del caballo. Ya que es tu pieza favorita de ajedrez, decidí que era lo mejor. -

-A que sentimental me saliste- dijo Ron, aunque al verla el labio le tembló y parpadeo intentando evitar que los ojos se le llenaran de lágrimas.

-Su núcleo es combinación de colmillo de dragón, cuerno de unos leones raros y también contiene una pluma de Daira, aunque casi me quema las cejas logre quitárselas-

-Eso me encanta… pero… ¿Qué madera es esta? -pregunto Hermione señalando la parte más oscura.

-Si, parece rara y… se siente… mas poderosa que antes- dijo Ron moviendo su varita y trazando líneas mágicas perfectas.

-Ambas están hechas a base de una estructura simple, a partir de su anterior varita, también contiene madera del árbol de Merlín y la tercera es madera de sauco-

Abrieron los ojos como platos y luego se miraron entre ellos- ¿Sauco, sauco? ¿Como la varita de Sauco? - pregunto Ron tragando duro.

Harry sonrió mucho y asintió- Yo dije que la haría mejor. Combine la madera de sauco con la madera de Merlín, potenciando su propia varita y estabilizándola en el proceso, aumentando su durabilidad con runas en todo el largo y proyectando mejor la salida de magia con piedras mágicas. Son las dos mejores varitas que he creado, hasta ahora. Dos poderosas varitas para dos poderos magos y, sé que las cuidaran y ocuparan de la mejor forma posible-

-Pero son dos y… la varita de sauco… a ella… la partiste en dos… ¿No la ibas a reparar? - pregunto Hermione sosteniendo la varita sobre el ramo de flores para inspeccionarla. -Creí que tu… la… y… esto…-

Ron estaba en Shock, aunque su amigo y Hermione le veían como si estuviera loco.

-Ustedes fueron son mis primeros amigos, mi razón de querer continuar siendo un mago. Por eso y más… las merecen- dijo Harry sonriéndoles- Ahora démosles a esas varitas los dueños que merecen y salgamos de este lugar, si no mañana no lograran levantarse-

Una vez que los saco de su trance, hizo la conexión y se rio al ver agitar la varita a Hermione y crear un sonido atronador que subió por la isla. Al igual que Ron que por un minuto paro toda la marea.

Miro a cada uno que comentaba sobre sus mejoras, sonrió mucho y se inclino con respeto ante todos.

-Felicidades, acaban de adquirir sus varitas Potter, echas exclusivamente para el Colegio de Magia y Hechicería Arcana Pendragón-

Harry levanto el báculo al cielo y todos los demás lo hicieron con la varita. -Sean bienvenidos al nido, donde los dragones son frojados-