Señoras y señores, buenas tardes, buenas noches. Buenas tardes, buenas noches, señoritas y señores. Esta noche estar aquí es mi pasión, ¡Qué alegría! … ya está bueno… dejo esa canción.
Aunque mamá coco se marchó… y llamo a su barco libertad… en el cielo descubrió gaviotas… y pintó estelas en el mar… Y dale con las canciones, quien sabe por qué estoy cantante hoy.
Tal vez es porque estoy publicando capitulo.
Y les diré a todos ustedes, que perdón por pasar tanto tiempo sin publicar, pero de verdad tengo otras cosas que hacer ahora que estoy encerrado. Y es curioso pero bueno.
Sin más que decir, les dejo el nonagésimo primero juegos del ham…. Esperen… ese no lo escribí yo.
Como sea..., Lean, disfruten y comenten
El derechos de los personajes son J. K. Rowling
Capítulo 91.- Así trabajo yo.
Pasar desapercibido en Londres era un problema, más cuando llevas un vestuario que atrae las miradas y colgando una máscara rara en la cintura. Su primera acción fue bajarse del Big Ben, subirse justo donde las manecillas se movían y toda la gente lo podría observar no fue muy inteligente, además de que entrar a la maquinaria y bajar era otro problema. Si los muggles no se preguntaban ¿Qué hacia adentro? Cuando era inaccesible para personal no autorizado, es que necesitaban cambiar su seguridad o comenzar a ser más observadores.
Una vez que llego a la calle estaba a la vista del público, encamino sus pasos por el London Coliseum, avanzando hacia el caldero chorreante. Su primera parada. Atraía miradas y el asombro de varios, escucho a un par de señoras preguntándose si era algún actor o si cambia a algún evento. Pero el no paro en ningún momento rumbo al caldero chorreante.
Lo recordaba como si fuera ayer, el caminar detrás de Hagrid con todos abriendo paso ante el semigigante, como sus ojos escudriñaban cada local buscando artículos mágicos o por lo menos un lugar raro, para luego terminar frente a la misma puerta en que estaba ahora. El caldero chorreante, un simple, viejo e ignorado lugar en la calle. La última vez que estuvo justo ahí, antes de su viaje, perdió la capa de su padre, sus cosas y, por romper la indicación de Dumbledore, la confianza de los demás.
Ahora esperaba que fuera diferente. Entro al local, tan vacío como nunca antes, ni siquiera veía a Tom en la barra y, por muy extraño que le pareciera, todo estaba limpio. Parecía que el tabernero hubiera hecho una remodelación, el suelo antes algo grasiento relucía de limpio y la barra parecía espejo ¿Cuánto tiempo se la paso limpiando? Fue la pregunta en la mente de Harry.
Avanzo mirando a los lados y buscando al tabernero por su magia, encontrándolo en la trastienda moviéndose raro, tal vez acomodando algo o limpiando la parte que los clientes no veían. No viendo motivo para sacarlo de su aseo a fondo, simplemente fua a la parte trasera y con el índice toco los ladrillos que abrían la entrada al callejón diagon. Después de todo el báculo de Merlín lo dejo en su cuarto, no creía necesario pasear por todo Londres y el ministerio con semejante arma cuando incluso tendría que estar ante público.
Salto al percatarse que aún no se colocaba la máscara, al terminar de colocarse la última pieza del arco de ladrillo su máscara ya estaba en cubriendo su identidad.
No debió sorprenderle, más si le entristeció la vista que apareció ante sus ojos. La anterior serpenteante calle de adoquines, donde las personas paseaban, buscando comprar sus cosas, sacar dinero del banco e incluso solo pasar el tiempo, ahora estaba desolada. Con la niebla empañando las ventanas y el débil murmullo del viento azotando cada parte del corredor de casas y callejuelas. Los calderos de la tienda más cercana tenían su letrero colgando por una fina cadena, y sus productos están regados sobre la puerta, llenos de tierra y con alguna que otra araña haciendo su nido en ellos,
-Bienvenido al callejón diagon- dijo Harry en una voz baja y grave.
Si algunos rayos del sol no se colaran entre las nubes, apenas y vería dos metros más delante de sus narices, pero sin gente casi le parecía ridículo ocultar su identidad. Incluso si en ese momento tuviera ocho ojos mas no tendría caso cuando no tenía a nada ni nadie que ver. Lo que si le llegaba a hacer sonreír un poco era que "El emporio de las lechuzas" seguía abierto, y ahora tenía otro letrero que decía "Cuidado y asilo de su mascota mágica". Lo que significaba que por lo menos las personas seguían acudiendo al callejón.
También escucho algunas risas y un poco de algarabía en una ramificación de las calles, a la distancia reconoció el emblema "W & W", más el tiempo lo tenía medido y tal vez no podría pasar todo el tiempo que quisiera adentro. Si ese día salía tal cual pensaba, sería un poco libre de ir y venir.
- ¡Mi inversión sí que salió bien! - exclamo Harry al llegar al número noventa y seis del callejón.
La tienda mostraba una gran mano la cual se abría y mostraba a un ratón, luego se cerraba para abrirse y mostrar una varita, un dragón, pociones, y continuaba mostrando sus diferentes artículos mágicos. Y el letrero mostraba escrito "Sortilegios Weasley, W&W" con fuegos artificiales tan magníficos que cambiaban de apariencia cada poco minuto algunas veces luciendo colores neos chillones y otras veces llamas de colores que bailaban, como burlándose de algo o alguien.
La tienda estaba más abarrotada que las demás, los estantes tenían huecos de los artículos que se agotaban y otros repletos hasta a punto de desbordarse. Algunas cajas se amontonaban en frente del mostrador y cada una tenía diferentes direcciones, algunas incluso una foto de la bruja o mago al cual se le enviarían. No quiso pensar en las pobres lechuzas que llevaran la siguiente caja, una de dos metros de largo, que bien podría ser una escoba si no estuviera incluso escurriendo alguna cosa blanca por las orillas.
Tomo un tarro de ranas de chocolates, si era sincero consigo mismo eso era solo por probarlas; ya que aquellas ranas que saltaban en todo el frasco y croando de verdad, cada una tenía colores diferentes y en la presentación decía "Nuevos sabores" y "Exaltaran a tu paladar". Al llegar al mostrador noto que incluso sin darse cuenta ya estaba hambriento, tomo un par también de sobres con "Crujientes y delirantes varitas comestibles", culla presentación era una obra de arte, tan parecidas a las varitas reales que podrían pasar desapercibida. Pero aseguraban que a la primera mordida no pararías hasta acabarla.
En el mostrador estaba una chica de no más de dieciocho años, con el cabello algo alborotado, una sonrisa grande y un poco roja por moverse a tal velocidad que incluso mareaba. Se notaba que era recién empleada en la tienda, porque tenía un broche en su pecho que rezaba "En entrenamiento: Violet MiClare". No parecía realmente nueva, contaba los objetos, convocaba lo que deseaba el cliente y hacia la cuenta a tal velocidad que la cola avanzaba fluidamente. Incluso sus dedos tenían una agilidad para acomodar todo en bolsas con "W&W" estampado en letras moradas y doradas.
- Bienvenido a Sortilegios Weasley, también conocida como Weasley & Weasley, su tienda de artículos de bromas: orejas extensibles, los surtidos salta clases, caramelo longuilinguo, galletas de canarios, sombreros acéfalos y más. - Dijo Violet aun conservando esa sonrisa que le vio, a pesar de llevar más de diez clientes seguidos - ¿Encontró todo lo que buscaba? Hoy tenemos Turrones sangranarices al 15% de descuento y las varitas falsas a la mitad de precio - continuo con rapidez, casi sin respirar - Serán un total de 15 Sickle´s y 30 Knut´s ¿Puedo ayudarle en algo más? -
- ¿Están Fred y George disponibles? -pregunto Harry pagándole a la chica.
El rostro sonriente de Violet cambio y miro a su espalda, enseguida dijo con la voz un poco preocupado -jefe, le llama un cliente-
Se retiro a un lado para evitar estorbar a los demás clientes, y que Violet pudiera seguir atendiendo, y una vez más escucho toda la perorata que exclama a cada cliente.
Unos segundos después vio salir a George de la parte de atrás, vestía con chaqueta de dragón morado y par de pantalones negros, luego le vio y se extrañó. Se acerco a paso lento, analizándolo con esos ojos bromistas y su mano tocando la varita oculta en su manga.
- ¿Qué desea? -pregunto George mientras miraba a su alrededor, seguramente analizando a cuantos debía proteger en caso de una batalla. -Y… ¿Podría quitarse la máscara? -
-Solo si podemos hablar en otro lado, a solas- contesto Harry avanzando a él.
-No te muevas ni un poco- los sorprendió una voz a sus espaldas. Fred detrás de un estante de cajas, medio oculto, apuntaba a su cuello con la varita y sonaba amenazante.
George aprovecho la oportunidad para acomodarse y evitar que el resto de clientes viera tal escena, luego coloco la punta de su varita bajo la máscara y en su mentón.
-Pero creo que si debemos charlar en otro lado- murmuro George, antes de señalar con la cabeza rumbo a una puerta.
No dijo nada, se dejó guiar por ellos, lo llevaron por la trastienda, cruzando un par de pasillos y luego abrieron una puerta que daba a un pequeño patio interior el cual les servía también de bodega, pues estaba repleto de cajas y otros artefactos. Pasaron un minuto en silencio.
- ¿A qué viene a nuestra tienda? - pregunto Fred a su espalda.
-A comprar- dijo Harry alzando los hombros.
Antes de que reaccionaran, tomo el brazo de Fred y con fuerza lo tiro hacia adelante, usando su costado como palanca y enviándolo contra George el cual sostuvo a su hermano, más ambos terminaron cayendo al suelo des sentón. Rodaron y se incoaron para llevar las varitas y lanzar dos hechizos. Solo se movió a un lado y luego otro esquivando ambos hechizos que destruyeron parte del muro de atrás, se escuchó, pero apenas como si algo callera y también un leve sonido a cristal (Aquel lugar debía tener algún hechizo silenciador).
-Veo que la tienda prospera, pero sus habilidades de lucha están oxidadas- dijo Harry levantándose la máscara y viéndolo a los ojos, luego se trono los nudillos- Creo que necesitan que les recuerde un par de clases-
- ¿Harry? - dijo Fred levantándose y sacudiéndose el polvo - ¿Qué haces aquí? -
-Pudimos matarte- gruño George imitando a su hermano- Nos pudiste mandar una carta o algo-
- No creo que me hicieran daño de esa forma, de verdad necesitan entrenarse otra vez - dijo Harry rascándose la nuca – Y bueno… no tuve oportunidad, era necesario venir hoy por un par de cosas que requiero de ustedes -
-Me siento alagado… pero frustrado al mismo tiempo- dijo George tronándose la espalda - ¿Creí que estarías en las pruebas del ministerio? –
-Una vez termine aquí me iré a ello- dijo Harry dándole una palmada a Fred en su brazo sacándole un quejido- Ahora… si regresamos a nuestros negocios-
- ¿Qué necesitas de nosotros? ¿Raras especies? ¿Artículos extravagantes? - comento Fred algo ansioso por que el tuviera algo que solicitarles.
-o tal vez ¿Un conjunto de diferentes artículos, pociones y artilugios únicos? - comento George sobándose las manos.
-No, es más común de lo que creen- dijo Harry rascándose la nuca mientras se sentaba en una vieja y húmeda caja de madera. -Un caldero de alta calidad y del tamaño más grande que tengan, además de papeles falsos de identidad-
Los gemelos asintieron hasta que llego a la parte de la falsa identidad, se miraron y se tensaron- Tenemos un caldero de tres metros de ancho y más de un metro de alto, es de oro y titanio. Listo para cualquier poción que necesite realizar. Intentamos colárselo a Snape- comento George recargándose en el muro de enfrente.
-Lo hubieras visto, estaba algo ansioso por su adquisición. Le enviamos a todos los pocionistas un folleto con él, fue el primero que apareció y, aun con su cara de murciélago, se los mostramos. Fue divertidísimo el ver su cara al decirle el precio- comento Fred imitando a su hermano, pero notándose algo ansioso- Luego a los días llego ese tal… Slughorn, se le cayó el sombrero y nos acusó de estafadores diciéndonos que éramos unos delincuentes-
-Todo un honor- continuo George riéndose.
No le sorprendía los acontecimientos que le relataban, Snape era un experto en pociones solo viendo el caldero seguro que vio su vida de uso seria larguísima y que el tamaño le permitiría realizar pociones de alto grado sin tener que dividir el contenido. Mas estaba seguro también ninguno de las dos tenía el capital suficiente para comprarlo, al ser profesores sus ingresos no serían suficientes.
- ¿Cuánto cuesta? -pregunto Harry apareciendo de la nada su monedero conectado a la bóveda del banco.
-Vamos Harry, nos ofendes- dijo Fred negando- A nuestro benefactor no le podemos cobrar, no cuando nos ha hecho asquerosamente ricos-
-Es más esta tienda debería llamarse "Waesley´s & Potter"- comento Fred levantando la varita y moviendo cajas en todas direcciones liberando un rincón de esa bodega. -Eres nuestro patrocinador, te debemos todo Harry, y aun así tu no nos pides nada. De tal forma que es nuestra manera de remunerarte-
Harry suspiro guardando el monedero. - Cuando utilizan palabras como "benefactor" o "remunerar" se siente raro- continuo al ver caer una enorme caja delante de su cara. – Mas esta vez lo dejare porque no tengo mucho tiempo- Abrió la caja encontrándose con el caldero, perfectamente echo de oro y titanio, y con un tallado que le parecía irrelevante pero que demostraba su elevado valor -Además se los regresare una vez que acabe con el-
-No vendemos cosas de segunda mano- dijeron ambos con cierto toque de desprecio- Todo de alta gama y de primera calidad sin usar-
-Huyyy… entonces…perdón. Me lo quedare, al final es solo es como media tonelada de metales raro- dijo Harry sin saber que contestarles o decirles. -Y sabrán donde encontrar más… o donde vivo-
Un muggle no intentaría meter un caldero de ese tamaño en una simple cartera, pero él lo decidió intentar, más era muy ancho y por más que intento miniaturizarlo la aleación de oro y titanio no permitió que su magia funcionara de madera adecuada. Acordó él envió directo y exprés a Hogwarts, aunque no pregunto qué criatura ocuparían, ya que ni cien lechuzas levantarían ese objeto en vuelo.
-y por ultimo los papeles- dijo Harry sacudiéndose las manos, por mucha magia que existiera en el mundo el polvo seguía siendo un problema. - ¿Qué tienen para mí? –
-No podemos ayudarte Harry, eso es ilegal y peligroso, hacer documentos nos podría llevar a Azkaban, si aun existiera- comento George mirando la caja, entreteniendo en escribir "Vendido y directo a Hogwarts".
-Nosotros somos legítimos empresarios, vendiendo artículos de bromas y demás chucherías de todo tipos- comento Fred reacomodando las cajas de forma lenta y de paso desempolvándolos, cosa rara cuando del otro lado tenían un montón de cajas apiladas con una gruesa capa de tierra.
Negó con la cabeza y suspiro- Vamos chicos, saben que sé que ustedes tienen identidades falsas. Los necesitan para sus negocios bajo la mesa con Mundungus o sus demás contactos. -No contestaron aun ocupados en sus cosas evitando mirarlos. - No le diré a nadie del ministerio - Se detuvieron y voltearon a verlo con cara aséptica. - Ni a Mione… aunque no entiendo por qué le tienen miedo a mi novia-
- ¡Como no temerle! - dijo Fred volteándose algo alterado- Sabes cómo es… si llega al ministerio nuestro negocio podría ser clausurado enseguida. -
- ¡Y es un hablante rúnico! - Dijo George agitando las manos- Si no estamos bien con ella puede evitar que nuestros productos se exporten, ¿Sabes cuánto perderíamos a futuro? -
-No- dijo Harry sobándose la cien- Y aun no llega entrar al ministerio y no creo que tenga pensado arruinar a sus amigos. -
- ¿Estás seguro que no se enterará Harry? -preguntaron ambos cruzándose de brazos.
-No. Pero si no me muestras sus falsas identificaciones le diré quién en tercer curso lanzo a Crookshanks contra la rata de Ron, y de la misma forma le hizo pelearse a diario con Ron- dijo Harry algo apurado. Ya estaba sobre su tiempo para salir del callejón diagon. - Saben que Ron le hizo daño con sus palabras y que Crookshanks tuvo que dormir afuera de la torre por semanas ¿Cierto? –
-Estafador-
-Mal amigo-
-Soplón- comenzaron ambos a un tiempo.
-Miren quienes hablan- rio Harry para luego levantar la mano y ver su reloj- Entonces ¿A que llegamos? - Movieron las manos y aparecieron un montón de carnets. -Eso son mis gemelos favoritos-
- ¿A cuántos gemelos conoces? -pregunto Fred lanzándole los suyos al mismo tiempo que George, haciendo que flotaran frente a su vista.
-Solo un par de gemelos pelirrojos- dijo Harry mirando la información de todos. – Y algo bromistas-
Paso unos minutos revisando los archivos frente a sus ojos, tenían de todo tipo, desde una abuela de casi 180 años hasta un recién egresado y empleado en el ministerio. Muy pocos se adecuaban a su complexión y lo que haría en el ministerio, pero encontró uno que, aunque lo investigaran les costaría un tiempo detectar su mentira. Sin contar que seguro, Scremengeour, detendría la investigación al saber que estaba ocupando papeles falsos para la tapadera.
-Listo- dijo Harry revisando el carnet mágico. De un hombre en sus veintes, nacido en Londres y mudándose a América, viajero por su empleo como arqueólogo mágico. Encargado de buscar los inicios de la magia en cada lugar. Eso podría explicar su nivel de habilidades -Bien, gracias chicos-
-Estamos para servirte- dijo Fred guardando los demás- Por cierto… Estas seguro de que…-
-Tranquilos solo no se metan en cosas turbias y estará bien su negocio- dijo Harry riéndose mientras se dirigía a la salida.
-Espera, puedes firmarnos aquí- dijo George entregándole un portapapeles junto con una pluma rara.
- ¿Para qué? -
-Autorización para exclusividad al vender productos que el Auror Asesor usa en batalla, así como para poner tu estampa en publicidad y todo lo demás que nos dé una ventaja de nuestros competidores- contestaron de forma inocente, al contrario de sus negras intenciones de ocuparlo para incrementar ganancias-Claro que te daremos lo que mereces por hacerlo. Un 30, 70 a nuestro favor-
Los miro en silencio y pensando en qué clase de amantes del dinero los había convertido. Incluso comenzaba a verlos parecidos a los duendes, ya hasta estaban haciéndole firmar cosas extrañas.
-BIEN- dijo Fred moviendo la pluma frente a su rostro- 70, 30 a tu favor… ultima oferta-
Harry negó, tomo la pluma y les firmo poniendo nada más una rara y curiosa marca circular con rayitas. Ya que no podía poner su nombre y menos su firma o huella mágica.
- ¿Felices? -pregunto Harry recolocándose la máscara.
-Contentos-Dijo George palmeando a su hermano como si hubieran ganado la lotería. -Ahora solo tienes que tomar ese puesto para que nos hagas ricos. –
-Si, si, por cierto. Esa chica, Violet ¿Enserio es nueva? - pregunto Harry curioso guardando en su chaleco el carnet.
George asintió y Fred dijo- Trabajaba en el noctambulo, hasta que la clientela casi fue nula, luego Ernie, el conductor, fue secuestrado por un par de Mortifagos enfrente de ella y, luego de quedar en la calle, vino buscando empleo. Solo sabemos que es buena y por ahora tiene asegurado un tiempo en nuestra tienda-
-Pues yo le pagaría un poco más… claro, si no quieren que se canse de atender- dijo Harry colocándose la máscara y luego entrando a la tienda. -Y quítenle el letrero de novata, los hace ver mal-
Paso por entre un grupo de chicos que revisaban un par de sombreros acéfalos y luego se los ponían para desaparecer su cabeza. Al llegar a la puerta miro a los gemelos y agito la mano para despedirse.
-Los veo luego chicos- dijo en tono bajo.
-Ve con todo, escuchamos rumores de que traerán algunos jueces estrictos- dijo Fred con una sonrisa ladina.
-Bueno, veamos si están a la talla- rio Harry para salir por la calle caminando a paso rápido, se había atrasado.
Si pudiera volar libremente estaría ahí en unos minutos y para desaparecerse necesitaba estar en un lugar solitario, a menos que quisiera llamar más la atención. Cosa que no era su ideal.
Casi corrió al callejón Knockturn, esperaba que desde ese lugar la desaparición fuera pasada desapercibida, más por que alrededor del lugar solo un par de magos se encontraban y por lo que percibía eran magos a los que no les importaba mucho las regulaciones. Agradecía el que la carta del ministerio pusiera un punto de aparición para los que fueran a las pruebas.
Después de la breve y habitual adaptación a la oscuridad y la desorientación tras el hechizo de desaparición, se encontró en un diminuto callejón de mala muerte. Era un asco por la basura, grafiti y un viejo teléfono destrozado y aplastado en un rincón. Tal cual pareciera que un automóvil se estrelló contra él, ese no podía ser la entrada, ya que esperaba que el ministerio ideara otras formas de acceso más ingeniosas.
Avanzo buscando algún punto donde entrar, vio la tienda de consumibles que hacía años debió cerrar por la forma en que lucía, con casi nada de productos, sucio y productos de hacía más de cincuenta años. Pero que de alguna forma se encontraba abierta. Miro al tendero y este señaló un letrero en el mostrador "Sanitarios únicamente para participantes" y una flecha que llevaba a una puerta marcada con "Toque antes de entrar".
-Debe ser una broma- dijo Harry al tendero, pero este solo alzo los hombros antes de abrir un frasco de pepinillos de diez años de caducidad y comenzar a comer uno de ellos- Creí que tendrían más clase, estos… avaros-
Con pasos dudosos llego a la puerta, toco varias veces y no escucho nada. Se adentro y miro el interior parecía ser un baño público ordinario, azulejado de mugriento blanco y negro. Con una vieja y astillada taza de porcelana, incluso un lavabo viejo y con restos de jabón y sarro pegado.
-Esperaba pruebas duras… pero esto es pasarse- dijo Harry al notar que la taza tenía huellas de zapatos en la orilla y que la cadena estaba lo bastante alta, lo suficiente para solo alcanzarla parándose encima de ella. El sujeto afuera comenzó a carcajearse de risa.
No le quedo de otra que adentrarse en el bordillo de la porcelana esperando no se resquebrajara, extendió la mano hacia arriba, tiró de la cadena, y al momento siguiente sintió un tirón fuerte. Observo como el agua semi turbia era absorbida y continuaba succionando con una ráfaga de aire, simplemente negó con la cabeza y salto adentro. Bajaba zumbando por un corto tobogán, sintiendo como algo caliente le empezaba a llegar a sus venas y le confundió por un momento. Emergió de una chimenea en el Ministerio de Magia de la forma menos pensada, de cabeza, vio el suelo y como casi termina desnucado, apenas teniendo el tiempo suficiente para poner las manos sobre su cabeza y parar utilizando su magia, para luego salir despedido a un lado barriendo su cuerpo.
-Ahora se que sintieron los tres peces de Dudley, y esa lagartija que oculto de mi tía- dijo Harry acostado de espalda y mirando la oscuridad del lugar.
Se puso de pie mirándose, llena de humedad y con la ropa en mal estado, eso sí le dio algo de coraje. Estaba costumbrado a cosas rápidas, pero que pasaras de parado a de cabeza a alta velocidad no era una de ellas. Miro el lugar era oscuro y nada más que una débil llama verde a su espalda alumbraba alrededor. Había tocado el suelo al levantarse y por lo que sintió era una superficie lisa, bastante lisa, como cristal.
-Bienvenido al Ministerio de Magia, nombre y asunto por favor- dijo la voz que ya conocía y que siempre sonaba a la entrada a tal lugar.
No contesto, saco una de las varitas comestibles de los sortilegios Weasley que ya tenía, la agito imitando el hacer un hechizo y surgió una decena de esferas de luz blanca que ilumino el lugar. Era bastante grande la luz apenas cubrió una lo suficiente para notar el mármol negro en el suelo y las inusuales marcas que denotaban pelea.
-Nombre y asunto-volvió a repetir la voz del ministerio de forma agresiva.
No contesto, si la prueba había comenzado el no revelaría su identidad, o mejor dicho su falsa identidad recién obtenida.
-Como quiera, es su fin-
Algo enorme se movió en la oscuridad, movió la varita falsa y envió todas las luces en esa dirección girando en torno a algo de por lo menos diez metros de alto. Una estatua de lo que parecía bronce o tal vez acero, dominaba la escena. Era bastante aterradora, una vasta escultura de un troll con garrote y todo, el cual incluso tenía la parte superior descubierta y una faldita. Lo que le aterro era que incluso lo de debajo de la falda era muy realista.
No espero una invitación, se lanzó a la estatua, y esta se movió a mirarlo, levanto el garrote y lo giro en su dirección. Mas no le dio, es más se torció para intentar atraparlo, pero su enorme cuerpo se lo impedía. No por nada había peleado con un gigante y sabía que entre más cerca estuviera, más posibilidades tenia de derrotarlo. Paso colando entre sus piernas, evitando mirar arriba, se barrió al llegar al pie y de un salto subió arriba, se colocó en posición y movió la varita otra vez. Aunque solo era mímica.
Una ráfaga caliente surgió de la punta y al tocar la superficie comenzó a fundirla, a tal velocidad que, en cuestión de menos de diez segundos el sonido a metal rastrillo en sus oídos y se lanzó a un lado evitando que cayera encima de su cuerpo. Vio a la enorme estatua girar sin su pie y luego caer de espalda con tal abrumadora fuerza que hizo temblar el lugar.
Antes de que se levantara fue directo a su centro mágico, que estaba localizado en el cuello enorme de la criatura. Y lanzo un "Diffindo" que chocó contra una barrera de runas, justo en el cuello, como si supieran que atacaría esa parte en específico. Solo conocía a una persona que podría crear tal acción, y por lo que comprendía existían otras contadas más en el mundo.
Se freno y sintió a su alrededor, si, como lo previo estaba ahí mismo esa enorme cumulo de magia.
La estatua giro su brazo atacándolo aun en el suelo, pasando su enorme garrote a dos metros de donde se encontraba cuarteando el suelo y sus alrededores.
-Dejen los juegos- dijo Harry distorsionando su voz a una mucho más gruesa y algo sombría. Se apresuro al cuello, y al llegar giro su varita y murmuro- "Consezhije"- nuevamente una luz de color neón purpura surgió.
Por un instante peleo contra las runas, luego simplemente se desvaneció, dejando aquel troll de acero quieto y sin magia alguna. Suspiro y se sobo el cuello.
-No tienen nada mejor- dijo Harry moviéndose en dirección de las magias, estaba completamente oscuro y el metal chirriaba contra el mármol aun a su espalda. - Un simple pedazo de metal no es suficiente para tocarme siquiera-
Como aún tenía las esferas de luz alumbrando las envió en una ráfaga y comenzaron a girar alrededor de siete personas: El actual ministro, Rufus Scremengeour; el jefe Auror, Gawain Robards; un sujeto alto con barba de chivo y una mirada fría; también Dolores Umbridge; Un viejo mago con una mirada rasgada y un atuendo de oriente; Una chica de cabello azul oscuro, y con un extraño cinturón que tenía múltiples bolsas de las cuales se veían diferentes piedras de color; y otro viejo mago vestido del Winzengamot luciendo severo.
Scremengeour movió la varita despareciendo al troll y apareciendo en una habitación chica, blanca y que mostraba cuatro puertas alrededor.
-Saben parados en las sombras parecen mirones- dijo Harry parando a la distancia y girando la varita en sus dedos. - Por cierto, niña…- continúo mirando a la chica de pelo azul-… esa runa pudo ser más fuerte si la combinaras con una de dispersión. Tal vez necesites clases con un hablante rúnico -
-¿¡Que dices?!-pregunto la chica con una mirada que podría matar.- ¿NO SABES QUIEN SOY?-
-¿Hija o Sobrina del barba chivo?-pregunto Harry señalando al otro que abrió los ojos y una mueca apareció en sus labios.
Escucho tronar sus dedos y lo sintió su magia atacándolo, alzo la mano a la altura de su ojo derecho, atrapando una piedra con una runa roja cual sangre palpitante y con una intención nada buena.
-Cuidado mocosa, podrías sacarle un ojo a alguien- continuo Harry aplastando la runa, combinándola con su magia y abriendo su mano mostrando solo polvo rojo que tiro al suelo- Y es una falta de respeto no presentarse… y también atacar a un participante de esta prueba. Aunque por mí no hay problema-
-Deja presentarme chiquillo presuntuoso- gruño la chiquilla avanzando tronándose los dedos. - ¡Tu estas más que acabado! -
-¡Mavra!- dijo el viejo a su lado, girando un bastón y deteniéndola -¡El ímpetu de adultos y viejos causa dolor y conflicto al no entender a las siguientes generaciones! ¡Mas cuando se desean probarse a sí mismos y a los viejos de su valor! -
- ¡Bien dicho! -Dijo Harry subiendo un poco la voz. - Ahora, que alguien me entendió. ¡¿Podemos continuar?! De verdad ansió ver si son un reto-
Tres de los siete hicieron unas leves sonrisas; entre ellos estaba el viejo con aspecto asiático, Scremengeour y Gawain. Los otros cuatros le dieron miradas diferentes, mientras el mago de Winzengamot no lucia nada a gusto, Umbridge se puso morada, el barba chivo tenía asco escrito en toda la cara y Mavra parecía a punto de matarlo.
-Y si dejan sus juegos de poder podremos avanzar- dijo Scremengeour avanzando cojeando y haciendo resonar su bastón en la oscuridad. Le extendió la mano y hablo de forma monótona- El ministerio de magia, yo como representante de cada persona en él, le agradece el que se presente para poder ayudarnos en estos tiempos de necesidad y confiaremos en que usted dará lo mejor por aliviar el miedo que se ha sembrado en los corazones de todos los conciudadanos-
Le estrecho la mano y la sujeto con fuerza, conectándose a su mente con legeremancia {Hola ministro, espero que nuestro acuerdo aun siga en pie. Además de quien soy}
{Como olvidarlo. Lord Potter, no es muy sutil en cuanto a sus entradas} gruño Scremengeour en su mente.
{Que puedo decir… me gusta causar impresión} rio Harry soltándole la mano, se veía muy raro que se la sostuviera por tanto tiempo.
-Y ahora déjeme presentar a aquellos que lo juzgaremos y diremos si es capaz de pelear contra los Mortifagos: Yo, Rufus Scremengeour, el actual ministro; el jefe Auror, Gawain Robards; Pius Thicknesse, el jefe del Departamento de Aplicación de la Ley Mágica; Dolores Umbridge, Subsecretaria del ministro; Tai-Gō Yamamoto, un Dainin y maestro en Mahoutokoro; Mavra Volstrahg, directora de Koldovstoretz y hablante rúnico; además de Maximilian Lufkin que ocupó el cargo de Jefe Supremo del Wizengamot-
Mientras decía los nombres cada uno se inclinaba, de forma respetuosa, aunque Thicknesse apenas y lo saludo, en cuanto a Mavra sus ojos claros estaban fijos en sus movimientos.
-Vaya- dijo Harry luego de inclinarse-Qué honor estar ante tan portentosos magos y brujas- luego miro a Umbridge- Excepto la sapo, esa no se… tiene un aura venenosa-
- ¿QUE DICE INSOLENTE? -pregunto Umbridge aun morada. - USTED NO SABE QUE YO FUI…-
-¿Alguien puede silenciar a la que toma las notas? Muchas gracias, luego le doy una propina sapito- dijo Harry pasando a su lado y llegando al enviado del Winzengamot que le veía con el mentón altivo- Y ¿Este sustituyo a Albus Dumbledore?… que decepción-
-¡OYE TU…- comenzó Lufkin alzando la mano. Pero Harry se la quito encima de un manotazo y le paso al igual que Umbridge.
- Ni siquiera le llega los pies a su ancestro, Artemisa Lufkin, ella si era una bruja. - Dijo Harry sintiendo las intenciones malvadas de tres de ellos ya. - Y usted…- dijo llegando a Tai-Gō tan estoico como podría ser una persona- Es un honor de verdad conocerlo. Su teoría sobre la absorción de magia y la continuidad elemental en sangre es… soberbia-
Yamamoto se inclinó y le miro con seriedad -No creí que usted me conociera, pero veo que he juzgado mal y que mis ojos se han cubierto con sus palabras feroces-
-Que puedo decir- dijo Harry inclinándose con más respeto- Si alguno de qui me intimidara, no podría considerarme para este puesto ¿O sí? -
-La montaña no tiembla ante el temporal, permanece mientras que su corteza se erosiona con el tiempo y el pasar de los años- argumento Tai-Gō en ese semblante serio.
-Me alegra que acordemos señor- dijo Harry girando al resto.
- ¿Enserio Scremengeour? -pregunto Mavra al ministro, intimidándose por su apariencia joven- Yo solo vine porque pensé que vendría Hermione Granger, pero solo encuentro a un grupo que apenas paso y este mentecato-
-Eso dolió- exagero Harry poniendo la mano en su pecho- Pero tranquila, entendiendo, yo también voy tras Hermione Granger, esa chica… ufff… es increíble. Pero… no creo que usted sea su tipo… y la diferencia de edad es descomunal-
- ¿QUE DIJISTE? -Grito Mavra desplegando algunas runas en su piel, se notaba lista para la batalla.
- ¡Basta! - dijo Scremengeour mirando que los demás no intercederían, eran todos poderosos y ciertamente, una batalla campal podría soltarse en cualquier momento- Continuemos para acabar con esto- ¿Cuál es su nombre? y algo que lo valide por favor.-
Harry saco los documentos mágicos y los hizo levitar hasta Scremengeour el cual los reviso.
-Henry Tufl- dijo Scremengeour alzando la vista incrédulo - ¿Alguna línea directa con los ministros Wilhelmina y Ignatis Tuft?-
-Naaa- dijo Harry mirando como pasaba su carnet a los demás cada uno haciendo pruebas para comprobar la veracidad el documento, más confiaba en los gemelos y en la pequeña protección que le realizo en su viaje al callejón Knockturn - Como vera viajo mucho, aunque nací en Londres-
Mavra casi arrebato el carnet a Thicknesse y antes de que lo pudiera evitar realizo varias runas que verificaban el documento. Mas una runa surgió alrededor del carnet y este se desapareció para luego llegar a su mano. Le vieron sorprendidos.
-Uno nunca sabe que loco podrá querer dañar mis documentos- comento Harry guardando el papel. - Y solo dime Henry-
-Bien, Henry. Pasa a la sala de espera, ahí están todos los demás- dijo Scremengeour señalando mientras que miraba su reloj de bolsillo- Aún queda tiempo para que lleguen más personas-
- ¿Tienen refrigerios adentro? -pregunto Harry pasando a lado de Umbridge aun morada, pero aguantando seguramente por no dar una mala impresión a los invitados. - Porque si no tienen… se verán muy mal… Hacerme esperar sin ofrecerme algo de comer, sí que serían malos anfitriones-
-No estamos aquí para comer- fue lo que escucho de Auror Gawain con un tono algo alegre- Esto es… como una entrevista de trabajo-
-Pues si es de esa forma… no estoy seguro de quedarme- murmuro Harry negando- Y créame… no tienen para pagar mis servicios. -
Las miradas que recibían eran diversas, y más aún sus intenciones que demostraban con magia, por lo menos cuatro de ellos ya estaban queriendo dañarlo severamente.
En el otro lado era como el área de entrenamiento de Camelot, un lugar grande bajo tierra con una simulación de bosque y un pueblo, con un vitral al costado. Lo más probable, pensó Harry, que lo construyeran luego de que Scremengeour viera el suyo.
A su derecha a un grupo de veinte Aurores y a su izquierda otras siete personas. Entre los Aurores miro a Kingsley, Tonks, Dawlish (aunque no sabía cómo lo logro) y, curiosamente, Cedric Diggory. El resto no los conocía.
Del otro lado miro y por un momento se quedó petrificado, estaba Sirius con la chaqueta de motociclista y con su sonrisa burlona mirando a su acompañante, mal encarado e inspeccionando todo. Moody no paraba de girar su ojo y tan quieto que bien podría ser una estatua en su honor, aunque el leve gruñido cada que Sirius le hablaba era claro. Las cabelleras rojas se ondearon al voltearlo a ver, uno de ellos se rio arremangándose la chaqueta, el otro sonrió y le saludo con la mano. Bill, y Percy estaban ya preparados riéndose entre ellos. A su derecha estaba otros dos, ambos con aspecto parecido, grandes y con mucho musculo, el pelo casi al rape y ceñudos.
El ultimo le abrió la boca a Harry y aunque no le vieran supo que por que esa sonrisa serpentín, se burlaba al imaginarse su rostro. Esa risa y esa forma de verlo simplemente le hizo que el pómulo le brincara sin poderlo evitar.
- ¿Pensé que ya no vendrías? - dijo Theo mientras caminaba con las manos dentro de su sudadera- Y pensé que eras más puntual-
-Solo para citas importantes… o para romper costillas- dijo Harry llegando a un punto intermedio- ¿Qué haces aquí? -
- ¿Qué no puedo venir a hacer la prueba? Creí que era libre y que mayores de edad podrían hacerlo… con mi título de "Barón de obsidiana" fue fácil que me aceptara y para pasar solo le corte las piernas- dijo Theo moviendo la cabeza y regresando por sus pasos rumbo a los que conocía. -Como veraz… no fui el único que le intereso el puesto-
-Ya lo noté- dijo Harry mirando a Sirius y luego como este se sobo los nudillos en una sonrisa algo malévola. - ¿Saben quién soy? -
-Supongo- dijo Theo en una mueca curiosa- Y te advierto, vamos enserio-
-Entonces cuida tus costillas- dijo Harry en una leve risa malévola, provocando en su amigo que llevara una mano a ellas.
El estar cerca los miraron y se les vio algo confiados.
- ¿Y la máscara? - pregunto Bill alzando una ceja- ¿Enserio engaña a alguien "H" (Hache)? -
-Pues hasta ahora si- comento Harry en una leve risa- Y dime Henry, es más fácil-
Sirius se llevó la mano a la boca ocultando su risa, y de paso desconcertándolo.
- ¿Escogiste el nombre de tu bisabuelo? -pregunto mientras que se le salía la risa.
-Supongo- dijo Harry alzando los hombros- Por lo menos es parte de la familia. Y… a todo esto ¿Qué haces aquí? –
-Que agresivo- dio Sirius rascándose la barba- Me intereso verte en acción y… me interesa ver tu avance… Henry-
-Fred y George no tenían muchos que me sirvieran, el otro era Swys Cotawe o Angela Minater- dijo Harry alzando los hombros- Me sonaba algo tonto y… no tengo complexión de Angela-
-Bueno muchacho, no esperes que vayamos suave- dijo Moody con su ojo fijo en su persona un momento.
- ¿No esta viejo para esto? -pregunto Bill con los brazos cruzados.
-Veremos qué tan viejo estoy en batalla, rompe maldiciones- gruño Moody nada contento. - Tengo experiencia al ir tras magos tenebrosos, se cómo piensan y actúan, eso… es todo lo que necesito-
Eso y su ojito mágico que ve en casi todas direcciones, pensó Harry hipnotizado por el azul eléctrico de siempre.
-Creí que estaba retirado- dijo Percy antes de que su hermano se llevara un bofetón del Auror, en su mirada se notaba que ganas no le faltaban- Se supone que se les considera civiles luego de eso…-
-Exacto niño, las reglas no prohíbe a veteranos ¿Te parece mal que este aquí? - pregunto el viejo Auror, trasfiriendo su enojo a Percy que dio un paso atrás.
-Tranquilo ojoloco, o se esparcirá polilla por todos lados…- dijo Harry dándole una palmada a Moody y sacando dos carcajadas sonoras de Sirius. -… y parte de sus rostros-
Moody lo vio y sonrió tan poco que apenas se notó que cambio de mueca- ¿Te sirvió el traje? -
-Por qué cree que estamos aquí- dijo Harry estirándose- Ese atuendo me dio la idea… y la forma de meterle la idea al ministro-
-Bien- fue lo último que menciono antes de volver a parecer estatua.
-Y los Aurores ¿Están castigados o qué? -pregunto Harry mirando que cada uno estaba formado y sin hablar- Espero que sea por llenarle de fuegos artificiales a algún Mortifago-
-Digamos… que los consideran mejores que nosotros- dijo Theo sacando la varita y girándola en su mano con maestría- Aun no comprenden la extensión de lo que sabemos hacer-
-De esa forma hasta suenas a Slytherin- dijo Sirius mostrando una sonrisa perruna - Ahora es cuando tú dices algo hiriente-
-Vete a rascarte las pulgas a otro lado- murmuro Theo con una mueca divertida.
-¡Así mismo!- Dijeron Harry y Sirius señalándolo, se vieron-¡NO ME COPIES!-
-No tu eres el que me copia-
- ¿Qué? Tu eres el que me copia a mi-
- Y creí que los gemelos eran molestos- gruño Percy negando con la cabeza.
-En mis tiempos con James… éramos peores- dijo Sirius a Percy con una sonrisa nostálgica. -Veo que en parte es su sangre Potter-
-No descubras el pastel- dijo Bill mirando alrededor pero realmente nadie parecía entender.
-No hables de comida- dijo Harry tocándose el estómago- Me va a dar hambre- pensó y luego se le salió decir - Le pediré a Dobby pastel para la noche… tal vez de chocolate o vainilla-
- ¿Y ustedes son los candidatos para ese puesto de máxima importancia? -pregunto Moody negando con la cabeza.
-Somos… profesor, recuerde que vamos por el mismo camino en este momento - rio Harry al verlo tener que asentir forzadamente.
Se abrió la puerta y vio entrar a otra persona, un tipo alto, con el cabello negro corto, ojos marrones oscuros y piel blanca. En sus facciones se les notaba que tenía muy poco sentido del humor y que podría llegar a ser despiadado. Detrás de ellos entraron los jueces. No le pareció extraño, más la leve mirada de Thicknesse al nuevo le llamo la atención, por cómo se movían y actuaban entre ellos incluso sin hablar supo que esos dos se conocían.
Al entrar Gawain cada Auror se tensó, incluso la torpeza de Tonks era cosa del pasado.
- ¡YA ERA HORA! -grito Harry llamando la atención, se adelantó avanzando con seguridad y rapidez y le paso un brazo por encima de Scremengeour - ¿Por qué tardaron tanto viejo? Entiendo que vayan lento, pero no tanto… que tengo que ir a hacer cosas más importantes-
Se quedo en silencio Rufus, luego le tomo el brazo y lo retiro con suavidad, mientras que asentía- Runcorn es el último en llegar a tiempo y de pasar la prueba del troll-
- ¡Ha sido el mejor, ha destrozado al troll! - dijo Umbridge altiva y con una sonrisa en su ancha boca- ¡Estoy segura que les será difícil sobrepasarlo! -
-¡Umbridge!- reprendió Rufus mientras que le miraba mal.- Eso es parte del examen privado…-
-Pues era claro- dijo Harry en tono divertido- Destruí todas sus defensas rúnicas, incluso dañé su control mágico y reduje la durabilidad del material. Cualquier Auror novato podría destruirlo-
-Dices…-dijo Runcorn arrastrando la palabra, avanzando y sosteniendo su hombro, intentando intimidarlo- ¿Qué mi trabajo es de un novato? -
-Solo digo…- dijo Harry imitándolo -Que tal vez… tu logro sea culpa mía- luego le tomo la muñeca y apretó con fuerza- Ahora quita tus asquerosas manos de mi-
- ¿QUE DIJISTE? -murmuro sacando la varita.
-Ya, ya, ya- dijo Gawain separándolos y poniéndose en medio- Si quieren continuar aquí déjense de peleas. Caballeros, si se dejan de tonterías podremos continuar-
Runcorn aguanto el dolor, pero Harry miraba su muñeca que, si no estaba roja, seguro la tenía herida por lo menos.
- ¡Por que confiar en él! - dijo Umbridge con esa mueca que ya hasta le parecía aburrida a Harry, esa que indicaba que el sapo estaba inflado en coraje- Tiene su rostro cubierto, esa mascara no nos deja ver quien es-
-Usted tiene ese suéter rosa horrible y apenas le queda- dijo Harry señalándola de la misma forma- No creo que deba hablar de moda-
- ¡Tuuu!- croó – Estas fue…-
-No importa su máscara o tu ropa Umbridge- aclaro Scremengeour avanzando, impidiendo que lo expulsara. -Su máscara puede ser para proteger a su familia y no ser descubierto por "Quien tú sabes", solo nosotros siete sabemos su nombre y se quedara así. Lo primero es establecer alguien en este puesto y luego veremos quién tiene razón. -
Umbridge soltó aire por la nariz y se giró con su portapapeles, encaminándose al área donde se podría vigilar los entrenamientos.
-Bien síganos, la siguiente prueba será arriba- dijo Gawain señalando el lugar donde se notaba el vidro para ver el área de entrenamiento. - Y cualquiera que vuelva a romper el orden quedara fuera-
Comenzaron caminar, hasta que Sirius y Theo le alcanzaron y le murmuraron- Haces amigos a donde vallas-
-No amigos, pero si Mortifagos- murmuro Harry mirando al tal Runcorn y Thicknesse ambos con esa pequeña marca mágica escondida dentro de su ser – Uno de ellos… lo presiento-
- ¿Seguro? -pregunto Theo serio.
-Más o menos- dijo Harry acercando la varita comestible a su boca y mordiéndola, sacando varias miradas curiosas de su alrededor- Aun no es cien por ciento seguro-
Al llegar arriba entraron a un salón de clases, común y corriente, con sus bancas, pizarrón y un pupitre largo que cubría todo el lugar. De un lado se notaba el área de entrenamiento y del otro un muro de piedra duro y con marcas de magia al ser escarbado.
-Tomen asiento, por favor- dijo Tai-Gō con tranquilidad.
-Si señor- dijo Harry cantarín como en una clase cualquiera. Por un segundo Umbridge abrió la boca, y luego la cerro, más porque Harry corrió como si lo hubieran atrapado parado y hablando en clase. Tomo el asiento más alejado del escritorio y adjunto a la ventana. -Profesor- levanto la mano, donde saltitos en el asiento- No traje nada, ni una pluma encima-
-Ya empezamos- dijo Theo sentándose a su lado- ¿Te presto alguna? -
- ¿Traes? - Inquirió Harry sorprendido.
-Ehhhh, no, no traigo compañero. Para la próxima - Dijo Theo sonriendo de forma burlona- Solo te seguía la corriente-
-En eso le doy la razón, esto me recuerda a la escuela- dijo Sirius al otro lado, sentado y con los pies en la mesa- Extraño esos tiempos, las bromas… los amigos, las chicas coquetas…-
- ¿Son críos o qué? -pregunto Kingsley que inesperadamente tomo el ultimo de esa fila.
-Tal vez- dijeron los tres alzando los hombros.
-Me van a sacar canas verdes- dijo Tonks al pasar a su lado y tomar el de enfrente, para luego quejarse- ¿Esto está más pequeño… no eran más grandes? -
-O tu creciste- dijo Cedric sentándose delante de ella- ¿Cuántas plumas de azúcar comes al día? -
-Diggory te voy a …-
-Aurores, compórtense- dijo Gawain severo. - Ustedes ante los civiles…-
-Auch- dijo Harry mirando como Moody se movió incómodo.
-… guarden la compostura-
-Ahora, si me permiten continuar- dijo Tai-Gō con una mueca divertida- Esta prueba nos dirá que tanto saben sobre magia. Los conocimientos son la base de todo, se suele entender como: Hechos o información adquiridos por una persona a través de la experiencia o educación, la comprensión teórica o práctica de un asunto referente a la realidad; Lo que se adquiere como contenido intelectual sobre la realidad aplicable; y las pregunta que debe hacerse uno para conocerla son "¿por qué?", "¿cómo?", "¿cuándo?" y "¿dónde?"-
-Y regrese al colegio- gruño Moody incomodo en su banca.
-Ahora recuerdo que no era fácil- murmuro Kingsley pasando una mano por su calva.
-Y entonces… para probar estas habilidades y conocimientos. Les realizaremos cuatro pruebas fundamentales para los Aurores ¿Alguien sabe cuáles? - pregunto Tai- Gō con esa sutileza de maestro, aunque su acento comenzaba a sobre salir.
Harry volvió a alzar la mano, aunque Moody en lugar de alzar la mano gruño de forma atrayente y al otro lado uno de los tipos grandes y fornidos también la alzo.
-No puedo creerlo- dijo Sirius llevando la mano a la cara y intentando lucir decepcionado- ¿El hijo de james levantando la mano? Te he fallado mi amigo… te falle-
-Que esperabas, Hermione le pega la locura por los libros- dijo Theo mientras que apoyaba su cabeza en uno de sus brazos.
-Adelante Henry- dijo Tai-Gō dándole la palabra, a pensar que los demás jueces no parecían contentos por la forma en lo que manejaba. Pero a leguas se notaba su formación de maestro.
-Supongo que avaluaran: Conocimiento, control mágico, espionaje y…tal vez poder mágico- dijo Harry bajando la mano.
-Correcto- dijo mientras movía la mano algo arrugada y aparecían unos documentos grandes en los escritorios, junto con dos plumas encantadas y un tintero.
Aquel documento, por lo menos, media quince centímetros y tenía una centena de páginas. Todas y cada una llena con: preguntas cerradas, abiertas, reflexivas, directas, retóricas y de opción múltiple. Sin contar con que noto en una hojeada rápida algunos acertijos y otras donde los ponían a prueba en sus tomas de decisiones. Era tan complejo que las pruebas de T.I.M.O. parecían cosas básicas.
-Estoy acabado- murmuro Sirius mirando la primera página y quedando con una mirada en blanco.
-¡Oh! ¡No esto!- escucho a Tonks decir- Esto no… no otra vez-
- ¿Y esta porquería para que sirve en batalla? -pregunto y gruño al mismo tiempo Moody que levantaba el libro y aporreaba la mesa con él.
-Por Merlín- dijeron muchos otros.
La sonrisa socarrona de varios de los jueces surgió y Tai-Gō dijo en voz clara- Comiencen. Tienen dos horas para a completar lo más posible. -
- ¿Dos horas? -pregunto Theo llevando una mano a su cabello- ¿Están locos? -
-En cierto nivel cada uno tiene locura - dijo Tai-Gō con una mirada brillante y soltando una sonrisa algo maniática.
La siguiente media hora se concentrado en el documento y con calma continúo escribiendo respuestas. Algunas preguntas eran fáciles por conocerlas bien, el resto, le costó recordar lo que decían los libros y no lo que la sabia hacer, luego de llegar a la mitad paro. Se estiro los dedos y su cuerpo, dejando salir un bostezo enorme, hacía mucho que no se encontraba en ese tipo de situaciones.
Miro a su alrededor viendo a todos de la misma forma, concentrado y respondiendo, excepto por Moody que tachaba preguntas y escribía cosas como "Innecesario" o "Jamás se ocupa en batalla", además del más importante "NO ME IMPORTA". El otro despreocupado era Sirius o, mejor dicho, estaba con su examinación en blanco, solo con su nombre escrito y echado entre sus brazos descansando. La que atraía la mirada sin darse cuenta era Tonks, cambiando el color de su pelo en cada pregunta, hasta Harry podía decir cual entendía y cual no por esos cambios. Los más avanzados eran Kingsley Y Cedric, aunque Theo se dedicaba, en preguntas de pociones, a hacer tan exhaustivo que le faltaba página para escribir.
Espero un minuto mirando por la ventana y viendo el área de entrenamiento, examinando el terreno y distrayéndose.
- ¡A SU PRUEVA! - Dijo Umbridge que paso a su lado con mala cara.
-Y usted a su estanque- respondió Harry sobándose el cuello un poco, respiro y regreso a su examen. - No me distraiga… o le diré al profesor que me quiere copiar. – Un quejido de molestia y luego los tacones de Umbridge se fueron echando pestes.
Continuo en su labor, saltándose preguntas sin sentido ¿Cómo cuáles eran las propiedades del tallo de Snutlabot? Lo que solo podría responder que para hacer un te amargo y vomitar por lo horrible que sabía.
Al terminar solo dejo la pluma cerro su examinación y espero. Los rasgueos de las plumas en el papel, los murmullos de las voces y ronquidos de Sirius le dieron algo de sueño. Estaba cabeceando justo cuando dieron por terminado el tiempo y recogieron los libros.
Lo siguiente fue en el área de examinación, con algunas pruebas un tanto rutinarias, control de su magia y que tan fuerte podría ser. Logro ser el único en que siguiera con perfecta sincronía la magia que lanzo el viejo mago del Winzengamot y también de triplicar la explosión que realizo Thicknesse en una enorme pared del área. De paso creando un temblor que cuarteo el techo. Otros como Kigsley y Cedricc tenían buen control mágico, pero no el suficiente.
La prueba de espionaje la paso sin siquiera ser visto, antes de que Umbridge dijera de que trataba la examinación, ya le había leído el contenido de su portapapeles. Con las modificaciones en sus lentes, incluso pudo entregarle lo que requerían para que pasara justo inmediatamente luego de empezar. Y al ocultarse, a pesar de que Mavra realizo runas de búsqueda, estas y apenas le dieron malas lecturas al haber esparcido su magia tanto que lo ubicaba en todos lados y en ninguno.
Realizaron otras, pero nada que no pudiera manejar y superar a los demás. Llego el momento final, cerca de las 4 de la tarde y con todos cansados y artos lo anunciaron.
-Todo va de acuerdo a lo que esperábamos- dijo Scremengeour mirando a Harry, aunque este estaba recargado junto a una de las casas del pueblo riéndose con Sirius sobre una broma que cavaba de hacerle a Theo. El cual no paraba de rascarse la cabeza- Y, por último, y más importante será esta prueba. Una batalla campal-
-¿Qué?-preguntaron muchos, pues ya estaban cansados.
-Como han escuchado- dijo Thicknesse con voz fría- Para comprobar que podrán luchar… todos los aquí presenten lucharan unos contra otros-
-Disculpe- dijo Harry acercándose con una media sonrisa, aunque ellos no la vieran por la máscara- ¿Dijeron todos los aquí presentes? -
-Como ha dicho- dijo Mavra aun mirándolo con enojo, parecía que esos comentarios sobre su edad de verdad le dieron en su orgullo. - Cada uno de aquí debe de dar lo mejor de si-
-Ya veo- murmuro Harry bajo, sin poder dejar de mirar a Runcorn el cual llevaba gran rato vigilándolo.
-¡Solo tenemos dos reglas!- Continuo Lufkin, el mago del Winzengamot sacando el pecho-¡Sin muertes y sin alianzas!-
-Cada uno mostrara sus más afiladas armas, desenfundaran su coraje y enfrentaran a sus adversarios con su fría emente calmada y su corazón ardiendo de valentía- Añadió Tai-Gō dando dos pasos atrás.
-El mejor tomara el puesto que se les ha ofrecido- declaro Umbridge mirando a Runcorn y guiñándole el ojo descaradamente.
-Por último- dijo Gawain con una leve sonrisa, en un movimiento muy bien sincronizado o practicado, todos los jueces sacaron su varita. - Deberán intentar superarnos a nosotros-
-¡Ehhhhh!- Fue el murmullo de los demás.
Mas Harry ya había desaparecido y llegado a la espalda detrás del jefe supremo del Winzengamot, le pateo la espalda con tanta fuerza que salió despedido hacia adelante y sin que pudieran evitarlo se estrelló contra una de las casas que servían para simular el pueblo. Quedaron atónitos, más Harry no paro giro hacia Tai-Gō, ya que estaba a su lado, y estrello su puño en algo tan duro como el diamante mismo.
-Veo que no vas con juegos, joven guerrero- dijo Tai-Gō con un báculo reposando en su brazo y terminando sobre sus hombros. Había golpeado el fin del báculo, pero este ni se había movido- Impresionante magia ¿Cuál es? -
-Magia de Utgar- dijo Harry con una sonrisa extasiada, girando su cuerpo evitando el báculo y dando otro golpe, más volvió a encontrarse con el báculo y la mirada de Tai-Gō, ambos en una pose diferente algo incomoda. - ¿Cuál es la suya? -
-Trasferencia Shao acero y diamante- susurro para luego girar el báculo y Harry apenas reacciono para evitar que le diera en el costado sosteniendo la punta entre sus manos-Buenos reflejos- aunque las palmas de Harry ardían.
-¿¡QUE CREEN QUE HACEN?!-Rugió Umbridge, provocando que ambos le vieran, luego vieron que los demás estaban estáticos y como miraban cual locos.
- ¿Qué no esto era una batalla campal? - Pregunto Harry soltando un poco su agarre- El enemigo no dirá cuando te atacara y tampoco cuál es su intención-
-Un guerrero prepara su espada y desenvaina en cuanto el enemigo muestra su filo- asintió Tai-Gō también algo atónito.
- ¿Pueden esperar por lo menos a que digamos cuando empezara…? -pregunto Scremengeour alejándose de ellos dos y cojeando rumbo a donde estaba el mago del Winzengamot. No se movía inconsciente y sangraba desde la cabeza a mejilla.
No termino la frase, Mavra se lanzó contra Harry, tomando cosas de su cinturón y lanzando varios hechizos de runas, uno tras otro mientras su mirada resplandecía y una sonrisa maniática le cubría la boca.
-Parece que no- murmuro Harry para luego saltar hacia atrás esquivando los hechizos, a su espalda sintió una magia sutil aparecer y entonces vio a Umbridge. Cadenas le envolvieron su torso y sintió el tirón para ir hacia ella, pero sus pies continuaban bien plantados en la tierra. - Es hora de reducir los números–
Toco la cadena con la mano, envolviéndola alrededor de su muñeca, lanzo magia potente y de esta se dividieron una y otra vez hasta atrapar el regordete cuerpo de Umbridge. A su espalda se comenzaron a escuchar hechizos, explosiones, algunos gritos y por supuesto magias amenazándolo. Tiro del cuerpo de Umbridge cubierto en cadenas, como un balón enredado en su malla y lo apunto directo a Mavra, la más cercana. Esta se agacho lo suficiente para evadirla y Harry continúo girando tomando velocidad para cuando estuvo Mavra cerca Harry ya estaba de nuevo enfrente de ella. Soltó a Umbridge y esta salió gritando y directo a Tai-Gō el cual solo movió la mano y con la palma dio tal golpe que el mando directo al bosque derribando árboles y con un chillido impresionante.
- ¡AHORA SI… CONOCE MI FURIA! - Grito Mavra al estar solo a un metro, ilumino todo su brazo en runas y le apunto.
-Dos lecciones- dijo Harry sonriendo, pero seguro de que si le daba. aquello que Mavra preparaba, sufriría repercusiones- Si entras al área de otro, no solo tú lo alcanzas… él te alcanza a ti- Le tomo la muñeca y le torcido dando un giro hacia un lado y dejando sus cuerpos a centímetros- Y segundo… se quién eres desde que te vi, no me impresionas- Su otra mano le tomo desde el hombro y lo recorrido a la mano, como limpiándola.
Un dolor punzante en su estómago surgió, una de las runas de Mavra estaba quemándole la ropa y si continuaba ardería en llamas. Soltó su mano y al retirarse apago la llama lo más rápido que pudo. Un grito espeluznante atrajo su atención. La mano de Mavra lucia como de doscientos años, arrugada, con manchitas por la edad y temblando sin control. La mujer se veía su extremidad y le miro horrorizada y llena de una ira profunda.
- ¿Qué has hecho? -pregunto tomándose la mano con fuerza. -Tuuu…-
Su mano regreso a la normalidad, la movió para crear otra runa y con un poder excesivo. Por un momento se distrajo buscando a Tai-Gō el cual no estaba a su vista. A su alrededor todo exploto y sintió el fuego cruzarle por todos lados de su vista. Alzo tierra a su alrededor y envió el fuego ha costado, permitiéndole ver a Mavra enfurecida, con runas brillando por toda su piel.
Ubico a todos con la vista; Thicknesse estaba peleando contra Sirius, Scremengeour contra Moody, Kingsley contra Gawain y Theo acababa de noquear a los dos fortachones. Bill, Percy y Cedric estaban con los Aurores dándoles batalla. En cambio, ni las luces de Runcorn y Tai-Gō. Sintió la magia atacándolo de la nada, por lo que giro su cuerpo y salto, casi resbalando y teniendo que moverse hacia un lado evitando los ataques de dos lugares. El primero era de Mavra y el segundo de Tai-Gō que apareció a su costado, aunque caminaba con lentitud.
Se saco la tierra que cayo en su chaleco y miro a la mas cercana.
-Me voy a poner serio ¿Lista Mavra? - dijo Harry agitando la mano, deslizando su varita entre sus dedos y sujetándola con firmeza. -Porque estamos ansiosos de pelea-
La había reparado y modificado desde que regreso, dedico cada día tiempo a ella y utilizado todos sus conocimientos en cada corte y unión echo. Lucia casi idéntica a como la recordaba, solo que finas líneas parecidas a ramas y relámpagos surcaban cada tramo, demostrando las diferentes piezas de madera que coloco en un rompecabezas bien diseñado y encajado. Con madera del árbol de Merlín, de la varita de sauco y de su varita rota. En el final en un diseño truncado mostraba runas echas con piedras mágicas incrustadas, y brillaba una astilla plateada al final, bien sellada por la propia madera justo en la punta. También tenía un núcleo echo de pluma de Fawkes, plumas de Daira, Hedwig e Umbra, la hoja cortada de Marlow y un cabello de Hermione para entrelazar cada uno de ellos.
-Aguamenti- recito Harry agitando su varita, hacia tanto que no la ocupaba y solo la probo para saber que serviría, que tal vez exagero un poco. Un caudal de un metro surgió de su punta y comenzó a ir con tanta presión que arrojó a Mavra lejos, apago el fuego de su alrededor y baño a cada persona a su alrededor incluyéndolo.
-De tal forma que por eso se sentía fuera de sincronía- dijo Tai-Gō desde un lado de su cuerpo. Apenas reacciono a cubrirse con el codo, recibiendo el báculo de lleno con él y sintiendo como su cuerpo fue enviado muchos metros más lejos. - Tu otra varita solo era un peso extra-
-No muestras tu mejor arma hasta el final- gimió Harry levantándose, su brazo dolía con punzadas y sentía que el golpe lo daño más internamente. -La espada que más mortal, es aquella que no ven los enemigos-
-Veamos que tanto corta tu espada- murmuro Tai-Gō mientras se colocaba en una pose, en un tipo de arte marcial, uno que no conocía ya que varias esferas de luz surgieron del báculo colocándose a su espalda en forma de circulo; y parado en un pie, con el báculo sostenido atrás de su cuerpo se veía imponente.
Se saco el chaleco y lo dejo flotando, quedando más cómodo, vestir formal no era lo mejor en batalla. Ambos se miraban evaluándose. Harry lo admitiría abiertamente, de todos los presentes Tai-Gō era el que más le interesaba en batalla, simplemente era mejor que todos los demás. Giro la varita entre sus dedos y se preparó para una batalla tal vez larga, pero ninguno de los dos espero lo que aconteció. Un hechizo salió de la nada dando justo en la frente de Tai-Gō y dejando que sus hechizos se despejaran y callera al suelo inconsciente.
-Eso si fue anticlimático- murmuro decepcionado.
Nuevamente otro hechizo surgió y por nada le da en el rostro, solo rosándole la máscara y de paso quemo su chaleco. Miro a su alrededor nuevamente, encontrado las magias y sobre todo buscando al que faltaba Runcorn se encontraba bajo un hechizo desilusionador, se ocultaba detrás de otros y los atacaba desde pociones difíciles de observarlo.
Lanzo otros dos hechizos seguidos, los cuales evadió ya sabiendo de donde venia. Corrió directo a su persona evadiendo a Theo el cual ya terminaba con el ultimo Auror, Tonks ya estaba fuera de combate por Kingsley y Cedric boca abajo, cerca de la pelea entre Sirius y Thicknesse. En cuanto a Moody el viejo Auror tenía a Scremengeour casi acorralado y Gawain se acercaba a toda velocidad para ayudar al ministro.
Alcanzo a Runcorn el cual pensó que corría para encarar a Mavra, que se estaba recomponiendo del enjuague que le dio. Enseguida Mavra se preparó, pero Harry paso de su lado y lanzo un expeliarmus a Runcorn. Perdió la varita y termino estrellándose contra un árbol partiendo la corteza, pero fuera de sus cabales se levantó y sin pensarlo estrello su cabeza contra la de Harry.
-¡Que cabeza dura!- Gimió mientras se tomaba la frente.
-No tienes idea- dijo Harry entes de regresar el cabezazo y dejarlo inconsciente y con la frente sangrando.
- ¿Qué clase de mago eres? -pregunto Mavra levantándose empapada y haciendo flotar el agua en forma de runas. - Tu fuerza, la forma de moverte… tus ataques… ¿Quién eres? -
Harry alzo los hombros mirando que a su alrededor las batallas empezaban a terminar, como la del ministro que de alguna forma se libró de Moody. Y que estaba ahora ayudando a Thicknesse contra Kingsley.
-No importa nada de eso- suspiro Harry, miro su varita, esta vibraba en su mano, sentía su ansia de ser ocupada de nuevo, de demostrar que era mil veces mejor que antes. – Solo que quiero terminar con esta guerra-
-Pues con alguien como tu… no creo que dure mucho- dijo Mavra levantando sus runas y lazando múltiples lanzas de agua y hielo hacia su persona.
-Eso ya no funciona en mi- dijo Harry agitando la varita y lanzando una ráfaga de aire tan caliente que se evaporaron y secaron a Mavra en un instante- Ahora es una de que tomes tu sueño de belleza, a dormir. ¡DESMAIUS! - grito apuntando su varita al techo.
Un faro de luz roja apareció desde su punta al techo, cuando reaccionaron alzaron la varita y por un momento pensó que lograrían cubrirse. La sala se llenó de una luz roja intensa. De aquel faro surgieron disparos de magia que fueron directo a todos con precisión a centímetros, los restantes cayeron, entre ellos Bill y Percy que se batían entre risas, Theo casi alcanza de protegerse, pero igual termino en el suelo, Sirius y Moody no lo vieron hasta que ambos se derrumbaron, incluso Scremengeour termino besando el suelo.
En cambio, tal vez fue su advertencia o grito, pero Thicknesse, Mavra y Gawain lograron cubrirse a tiempo. Al terminar el faro desapareció y Harry bajo la mano, su varita brillaba y la sentía palpitar en su mano. Casi como si estuviera riéndose. Estaba algo bajo de magia y sintiendo su brazo adolorido por el golpe de Tai-Gō.
Se miraron y luego Harry rio. - Creo que esto me deja como el ganador ¿No? -
-Te faltan tres por derribar-dijo Gawain con un tono cansado y jadeante. - ¿Podrás? -
- ¿Tú puedes evitarlo? - dijo Harry con la mirada en Thicknesse el cual le miraba con frialdad y su magia estaba algo alterada. - Mavra…- miro a la bruja que aun tenías runas brillando por su cuerpo - ¿Crees que perdería contra los tres? -
La bruja miro a su derecha donde Thicknesse tenía un el traje dañado y toda la frente perlada en sudo, a su derecha Gawain el cual tenía un golpe feo en la cara y una pierna le sangraba, aunque por lo menos se veía concentrado, y por último miro su mano con temor en los ojos.
-Si tuviéramos a Tai-Gō…-
-Está tomando su siesta de media tarde, los viejos necesitan descansar-
-No- contesto Mavra chirriando los dientes, incluso molesta consigo misma por no poderlo contradecir. - No somos suficientes-
-Thicknesse ¿Tu qué piensas? -pregunto Harry pasando su mirada por el hombre.
Este solo retiro la varita y le dio una sonrisa, una falsa ya que sus ojos eran fríos y su magia contenía ira. -Pienso que usted ha calificado en todos los aspectos, mi amigo- Se miraron un momento, el con esa mirada, como si quisiera ayudarlo.
Se giro a Gawain, el cual no tardo en imitar a sus compañeros y avanzar con la mano extendida- Felicidades, usted… es el primer Auror asesor mágico-
Le estrecho la mano con fuerza, y luego Harry movió la varita, lanzando múltiples hechizos "enervantes" y mientras se levantan con aturdimiento el guardo su varita en la muñequera.
- ¿Qué sucedió? -pregunto Scremengeour no muy lejos levantándose adolorido.
-Henry- dijo Gawain caminando para ayudar al resto a levantarse. -Ha ganado.-
-Antes de que me ponga mi primera misión … ¿Cuánto me van a pagar? – pregunto Harry a Scremengeour que caminaba cojeando, su bastón estaba roto, hacia ellos. - y espero que pueda escoger el color de mi uniforme… ese gris, no es de mi gusto-
-Llevas dos minutos en el puesto ¿Y ya quieres aumento? -pregunto Scremengeour algo mal humorado.
- ¿Los dragones nacen escupiendo fuego? - dijo Harry agitando la mano atrayendo el bastón roto del ministro y reparándolo en el aire. Para cuando floto a la vista de Scremengeour este ya estaba como nuevo. – Pero diré que solo era curiosidad-
- ¡TU! -grito a su derecha Runcorn caminándose con la frente sangrante y una cara roja de odio profundo. - ¡ESTAS MUERTO! -
Alcanzo a Harry en cuatro zancadas y luego tomo su cuello con la izquierda, mientras que la derecha sostenía su varita.
-Detente…- ordeno Scremengeour, pero antes de que incluso lograra hacer algo, Harry le giro el brazo de la varita, tomo la mano que le apretaba el cuello y con fuerza apretó. Tal vez rompiendo más huesos de los que quería. Por último, la giro a su espalda mientras que pateaba la parte trasera de sus piernas, dejándolo de rodillas y con el brazo estirado.
Profirió un grito de dolor agudo.
-No lo hagas- dijo Mavra apuntándole a la sien con su mano y una runa en la punta del dedo- Deja al otro participante-
-Solo me defendía- rio Harry.
Miro como a la distancia Moody le observaba sentado y con su pierna metálica chirriando, Sirius estaba al lado de Tonks ambos atendiendo a Percy, el cual tenía la pierna ladeada de mala forma. Kingsley corría a ellos, con media docena de otros Aurores atrás y a Cedric con uno de sus compañeros al hombro. El resto parecían por completo bien, tal vez golpeados, pero nada más. A un lado Tai-Gō atendía al viejo mago del Winzengamot y Umbridge, ambos inconscientes aún. Theo por su parte, estaba recostado contra un muro medio tumbado, con las manos en la nuca y observando toda la escena. Cuando sus ojos se cruzaron, el solo le alzo el pulgar y continuo en su lugar, como disfrutando de la escena.
Un gemido más fuerte sonó en cuanto estiro el brazo, y con la otra mano comenzó a cortar la manga de su chaqueta
- ¡Detente! - dijo ahora Scremengeour con la varita levantada- ¿Ya acabaron las pruebas? -
-Falta una, la más importante y la que no pensaron ninguno de ustedes- dijo Harry sintiendo como de verdad lo atacarían, pero el que pudiera romper el brazo de Runcorn les hacía dudar. Corto toda la manga y guardo la varita.
- ¡MORIRAS! ¡SI LO HACES VAS A MORIR! - Grito Runcorn más con terror que con dolor en la voz.
-Eso lo quiero ver- dijo Harry arrancando el resto de la tela y descubriendo su brazo.
Saltaron sus rostros en la sorpresa y su boca se abrió, mientras que aquella marca negra relucía en la pálida piel de Runcorn. La imagen de aquella calavera con la serpiente, le hizo a Harry que el cuello se le tensara y un escalofrió le subiera la columna vertebral, al tiempo que sentía algo arremolinarse en su interior.
- ¿Runcorn… un… un Mortifago? -pregunto Gawain con asombro mientras que Kingsley ya estaba detrás y con la varita lista.
-Eso explica muchas cosas- murmuro Kingsley convocando unas esposas mágicas que fueron lanzadas con precisión milimétrica a la muñeca de Runcorn y comenzó a enredarse en su cuerpo. Aunque Harry tuvo que soltarlo y dejar que callera de bruces contra el suelo para no terminar encadenado también.
-Ustedes no tienen idea, no saben nada… el… el también… comenzó Runcorn, pero antes de que terminara, de la varita de Thicknesse salió una especie de cosa plateada que se enrosco en su cuello y le sello la boca con una especie de respirador de metal mágico.
-Pero no puede ser- comenzó Thicknesse con una media sonrisa hacia Harry, el cual se sobaba el cuello por tan repentino sentimiento. - Él tendría unos doce años cuando desapareció, no podría ser un Mortifago a tan temprana edad-
-Claro que no, que disparate- dijo Sirius saltando el cuerpo que se arremolinaba y movía con fuerza mientras que tintineaban sus ataduras- Pero eso no sígnica que "el que no debe ser nombrado" No haya reclutado en el año en que todos se negaron a aceptar la verdad-
-Sin nadie que lo siguiera y con el ministerio cerrado de ojos, volvió a reunir sus fuerzas y las aumento- gruño Moody también presente, apoyado en Tonks que se veía rosa por el esfuerzo de cargar parte de su peso, la pierna metálica de Moody se sacudió y dio una patada al recién capturado. Nadie dijo nada, ya que su pierna se quedó trabada en una posición nada natural- Y el maldito ha colocado a sus espías en posiciones correctas… dentro del ministerio-
-Imposible Moody- dijo Gawain un poco más centrado mientras que veía a su alrededor a todos los participantes- Se que has entrenado a muchos bravos Aurores, pero el ministerio tiene protocolos, ningún Mortifago no exonerado pudo escapar de Azkaban en ese tiempo, los conocemos a todos. Si se colaron fueron recién reclutados -
-Permite decir…- dijo Thicknesse con voz cordial – Pero creo que te equivocas mi querido Gawain, como las pruebas nos lo indican, Lucius Malfoy, Dawlish, Nott y otros… entraron al ministerio el verano pasado y en compañía del "que no debe ser nombrado"-
-Claro eso es muy cierto- rio Harry con ganas, acercándose a Thicknesse el cual le sonrió, le coloco ambas manos en los hombros- Tú sabes mucho sobre eso ¿cierto? -
-Como el jefe del Departamento de Aplicación de la Ley Mágica, es mi deber saber de esto mi joven amigo- dijo Thicknesse colocando también sus manos en los hombros.
-Eres extremadamente bueno haciendo tu trabajo- dijo Harry soltándolo -pero no tanto, como Mortifago te falta chispa-
Su mirada se endureció al instante y por un segundo se quedaron quietos, luego Harry tomo su cabeza y salto al tiempo que estrellaba su rodilla en la cara del jefe del Departamento de Aplicación de la Ley Mágica. Cayo hacia atrás con la cara sangrando y los ojos en blanco.
-Otra vez- dijo Scremengeour algo alterado- ¡¿No puedes pasar cinco minutos sin noquear a alguien?! -
-No cuando es un Mortifago- dijo Harry poniéndose en cuclillas a lado y tomando su brazo- Si quiere pruebas seguro basta esta- de un tirón fuerte arranco toda la manga del saco y de la camisa del hombre, dejando ver la marca tenebrosa de igual forma que con Runcorn-Listo, ahí tienes dos Mortifagos en 10 minutos de servicio ¿Qué les parece? -
-Sorprendente- dijo Moody, aunque con su habitual seriedad- Como hubiera deseado ser su profesor…-
-Como sea- dijo Sirius cortando al ex Auror y provocando que le gruñera- Bien echo muchacho, Henry, te mereces un abrazo- avanzo con los brazos abiertos- Vengase y déjese querer- Harry avanzo y cuando estaba cerrando los brazos a su alrededor paso por el hueco debajo de ellos y fue a donde estaba Scremengeour. Deja a su padrino abrazándose a sí mismo.
- No se preocupe- dijo Harry estirando los brazos para relajar su cuerpo y le vio- Nadie de aquí más tiene la marca tenebrosa y se sorprendieron ante ambos, eso me indica que no están del lado de Voldemort- No extrañaba cuando ocurría que se estremecían y ponían cara de horror, en cambio el solo continuo- Ahora, supongo que usted y yo debemos hablar de mi puesto y por supuesto, de mi pago… por estos dos pilluelos que se le colaron en a la fiesta ¿Medaran un bonus? ¿Cuentan como horas extras? ¿Son dobles? –
Se vieron entre los jueces y negaron con la cabeza.
-Todos los participantes que no fueron seleccionados pueden marcharse, gracias por venir- dijo Scremengeour sin quitarle la vista, un poco sorprendido por lo que acaba de descubrir- Y los jueces… deliberaremos su pago por este servicio-
Gawain, Tai-Gō, Mavra caminaron detrás de Scremengeour, en cuanto a Umbridge ella corrió con sus piernas cortas y regordetas detrás del mago supremo del Winzengamot, ambos lanzándole miradas de desprecio y también adoloridas.
-No fue personal- dijo Harry palmeando la espalda del viejo mago al pasar, pero este se quejó y casi cae al suelo- Tú me sigues pareciendo un sapo venenoso- le murmuro a Umbridge, la cual soltó un sonido de espanto. Kingsley y el resto de Aurores comenzaban a sacar al resto de participantes, y Tonks estaba aliviada de no tener que cargar con su antiguo mentor.
-Fue divertido- dijo Theo haciendo que saltara por la sorpresa.
-Que milagro, pensé que no reptarías por aquí- dijo Harry aliviado de que terminara. - ¿Qué te paso? Esperaba que tú me dieras batalla-
-Heee todavía que vine a ayudarte, que mal agradecido- gruño Theo asintiendo a Kingsley que le llamaba con la mano.
- ¿Ayudarme a qué? -
- Te preste una pluma- dijo mientras le daba la espalda- Y te quite a Kingsley y varios Aurores en la batalla-
-No te la crees ni tu- dijo Harry negando con la cabeza.
-Como sea… te veo luego- dijo Theo alejándose y saliendo por la puerta en que entraron. - Y… no noquees a más magos. -
-No prometo nada-
Le indicaron que lo siguieran caminaron hasta la puerta y luego giraron a la derecha en una pequeña y estrecha hendidura en la tierra. Kingsley le indico que pasara por detrás del área de prácticas, a una habitación cuadrada, con bancas y un elevador con todos esos botones raros.
-Aguarda aquí un momento- dijeron antes de subirse al elevador y apretar esos botones tan raros.
Agradeció en aquella habitación tuviera un archivero con varias revistas y periódicos. Espero con paciencia. Luego de una hora estaba acostado en el suelo, con las piernas en una banca y con varias revistas en su cara y el frasco de ranas de chocolate abierto en el suelo. Hubiera estado dormido, si no fuera por el silencio y la calma de su alrededor. No lo soportaba, podía esperar en esa habitación por días, pero el silencio era algo que estaba mellándolo poco a poco. Ponerse de cabeza y cambiar paginas mientras las dejaba sobre su vista ayudaba un poco, pero no del todo.
Luego de otra media hora, se abrió la puerta. Escucho pasos y la voz de Umbridge -hemm… hemm…-
-Maldición- gruño Harry sin moverse- ¿Qué quiere?… estoy leyendo la pagina 23 de corazón de bruja. Creo que a ese Timoty Smitch está ocultando su relación con Samanta Sracot -
-El ministro lo espera en su despacho- gruño Umbridge en un tono nada amistoso.
-Que espere a que termine la revista, aun me falta llenar los cuestionarios "Tu alma gemela"-
- ¡El ministro le espera! - Recito Umbridge mientras su tono aumentaba.
Se quito la revista y se sentó de espalda a ella, había tenido que quitarse la máscara, pero antes de que se percatara de quien era se la recoloco. Se levanto con calma y bostezo tanto como pudo, con los ojos volteo a ver a Umbridge con una mueca dura.
-Bien, la sigo, andando…- dijo Harry viendo su enfado.
Se metieron al elevador, alejados bastante uno de otro, y Umbridge saco algo de su cuello lo paso por una placa negra y apretó el botón del primer piso. Esa cosa seguía igual al moverse, chirrió y luego avanzo, subió y luego viro para terminar avanzando a la velocidad del rayo. Al abrirse las puertas en el mismo pasillo del despacho del ministerio Harry se adelantó.
-Desde aquí conozco el camino gracias-
-No… usted debe…- Antes de que continuara pulso el botón para que la llevara lo mas lejos posible de su persona.
Las rejas se cerraron y con un grito de furia Umbridge desapareció a la velocidad desquiciada de aquel aparato. Continuo hasta la oficina y llamo con una tonada rara. En seguida la puerta se abrió y adentro estaban los jueces restantes, todos alrededor de Scremengeour y el mismo sentado al otro lado del escritorio.
-Vaya… pensé que se olvidaron de mi- gruño Harry entrando con paso lento. -Hora y media esperando… ¿Saben que se puede hacer en ese tiempo? Por lo menos esperaba una botanita. -
- Lo sabemos- dijo Scremengeour, empujo un grupo de papeles en la mesa, junto con una pluma larga y resplandeciente, era de color dorado la punta ya tenía tinta del mismo color- Como ministro actual y con la aprobación de mis colegas; el mago supremo del Winzengamot, el jefe de Aurores, de la jefa interina del Departamento de Aplicación de la Ley Mágica y por recomendación del Danin Tai-Gō y el hablante rúnico Mavra. Usted ahora es nuestro Auror Asesor externo. Con la capacidad de moverse libremente en casos que le encomendemos, solo informando al ministro en persona, al jefe Auror o al mago supremo del Winzengamot. Solo falta su firma y sello mágico para que esto sea legal-
- ¿Puedo? -pregunto Harry señalando el documento y sillón de enfrente.
-Adelante-
Tomo asiento y los papeles, revisándolos las primeras hojas solo era un resumen rápido de sus obligaciones con el ministerio: como que el ministro y jefe Auror decidía que casos encomendarle, como tenía que reportar avances de los casos en persona y también el que estaba comisionado (es decir que le pagaban por misión), además de que en caso conjuntos, con países aliados, podían solicitarlo para ayudar. Era claro que Mavra y Tai-Gō estaban seguros que si estaban del mismo bando podría ser una buena ayuda.
En cuanto a sus beneficios: era libre de aceptar o negarse a aceptar los casos, también podía pedir algunos casos que le interesara y tener otros trabajos externos, además de que, en caso de lesiones graves, San Mungo, tendrían la orden de atenderlo de inmediato. Así como gastos funerarios y una remuneración a su esposa e hijos.
No le gustaba esa parte de morir.
En cambio, la sección de pago no se veía nada mal, considerando que era rico y que su bóveda era incluso codiciada, era un simple knut en una montaña de galeones. Pero su primer sueldo le emociono un poco.
Reviso lo más importante, que su nombre fuera el real y no de mentira que estaba ocupando. Al igual que sus condiciones de que Pendragón estaba fuera de discusión y que solo fuera ayuda al ministerio como puente entre su colegio y el ministerio. Ciertamente Scremengeour había hecho todo de acuerdo a como quedaron y se había encargado de poner todos sus datos en un lugar done no fuera tan visible.
Grabo en sus lentes cada página de su contrato y también lo leyó con cuidado, incluso las letras pequeñas. Que trataban de un acuerdo de que, en caso de dimitir de su puesto, no habría remuneración o lo que conllevaba el dejar el empleo. Por lo que, al momento, tomo la pluma y firmo.
-Ya está, por lo tanto, ya tiene a su Asesor Auror- dijo Harry entregando el documento el cual tomo y lo hizo archivar en uno de sus cajones.
Los presentes le veían con una mirada un tanto peculiar. Scremengeour extendió la mano sacando algo de su escritorio. Un uniforme de Auror nuevo no era del color gris clásico que ocupaban o tenía la "M" en el bolsillo de la chaqueta y tampoco el pantalón y botas requerido. Era diferente. Tenía una gabardina negra, con botones plateados que cruzaban de un lado al otro en las mangas un adorno de dos runas de protección y el símbolo del ministerio estaba bordado en uno de los cuellos de la gabardina.
-Note que le gustaba el negro y este tipo de prendas de vestir. Todo lo demás va por tu cuenta- dijo Rufus levantándose, dándoselos- Debe de usarlo solo para eventos públicos, fuera de eso es su decisión utilizarlo afuera o no. Póngaselo-
-Para que… no veo un evento publico ahora-dijo Harry asombrado por que le dieran algo que si le gustaba y que estaría encantado de vestir.
-Tenemos una conferencia en 15 minutos- dijo Scremengeour y señalo una puerta- Espera afuera en lo que terminamos de realizar el papeleo -
Se puso firme, saludo inclinándose y dijo- A sus órdenes jefe- luego dio media vuelta y fue marchando, ya en el apuerta esta se abrió de golpe.
Umbridge estaba casi morada, resoplando por la nariz y le miraba como si lo quisiera ahorcar. Mas ya tenia puesta la gabardina, por lo que freno al ver el símbolo del ministerio en su cuello.
-Dolores- llamo Rufus adentro con voz enojada- La esperaba desde hace rato, pase ahora mismo-
Se quito de la puerta dándole espacio y permitiéndole adentrarse. Afuera se acomodaba la gabardina, y escucho decir a Umbridge. -Esto es un error ministro, ese chico…-
-Es el mejor ahora mismo- dijo Gawain con voz calmada- Si no fuera porque esto requiere a alguien desconocido, como el, podría suplirme como jefe de Aurores-
-Pero es un desconocido-volvió a chillar.
-Y por lo tanto será una sombra- dijo la voz de Tai-Gō- Una a la que deberían temerle-
-Es… desesperante, tonto e impulsivo- continuo la voz de Mavra- Pero me ha impresionado y solo ocho personas han logrado eso… lo que no acepto es que quiera ir tras Hermione Granger. Ella vendrá conmigo a Koldovstoretz-
-En tus sueños- murmuro Harry sobándose el cuello.
Su chaleco tenía ya dos quemaduras grandes por la culpa de la pelea, por lo que solo se lo quito y coloco la gabardina del ministerio. Encajaba bien con sus pantalones negros y su corbata. La cadena plateada con anillos se ocultaba bien y sus muñequeras le apretaban un poco, pero eso lo arreglaría con magia luego. Esperaba que pronto le regresaran su piernera, pero no esperaba que fuera pronto, estaba tan dañada por la isla que tal vez necesitaría hacer otra. Además de que el cinturón de Dragon le daba un toque único a su imagen y sentía a la perfección la cartera dentro de sus bolsillos.
Los pasos llamaron su atención Kigley se acercaba con Cedricc y Tonks, los tres bastante bien para recién quedar inconscientes.
-Te vez bien- dijo Kingsley.
-Estas guapo, ya me imagino sin la máscara- dijo Tonks de forma coqueta y guiñándole un ojo antes de soltar una leve risa.
-Supongo que esa mascara no es para ocultar tu fealdad- murmuro Cedric un desconfiado.
-No es por eso. Pero solo diré que a mí me queda el negro-pregunto Harry adentrando las manos a sus bolsillos de la gabardina.
-Y ¿Qué tal se siente ser parte del Ministerio de Magia? -pregunto Tonks recargándose en su hombro.
-No estoy seguro… solo que tampoco soy un empleado por completo- dijo Harry serio- Pero supongo que igual que ser nuevo en una escuela-
-Entonces… te daremos una bienvenida como nuevo- sonrió Cedric de forma maliciosa.
-Inténtalo… si puedes-
Los cuatro rieron esperando en el pasillo y poco después salieron Scrimgeour y Gawain. Se encaminaron al elevador para ir al vestíbulo, donde, por las ventanas, se veía un gran tumulto y un pequeño estrado frene a la fuente de la hermandad mágica. Por lo menos todo el ministerio estaba reunido y por las llamaradas en las chimeneas notaba que mas gente llegaba, para luego apiñarse entre el resto.
Ese tumulto le recordó a los Mostaidos Snatersates, una especie de hormigas que caminaban en cuatro partas semi erguidos, que se apiñaban para obtener calor y que formaban por lo menos diez metros cuadrados al amontonarse. Lo que era sorprendente al ser del tamaño de un arroz. Era extremadamente cuidadoso siempre que las veía en su camino, una centena de ellas no eran problemas, pero si todas se reunían podían devorar vivo a cualquier cosa.
Bajaron hasta donde los esperaban, apenas puso un pie afuera y comenzaron a preguntar cosas las personas de su alrededor, a tomar fotos, a amontonarse para verlo mejor. Fue como si una ola de personas le envolvieran. Hasta entonces entendió por que Kingsley, Tonks y Cedric estaban presentes, ellos estaban escoltándolo para no ser aplastado vivo.
Las voces preguntando "¿Usted es el Asesor Auror?", "¿Cómo es que paso las pruebas?", "¿Quién es usted?", "¿Por qué la máscara?" y "¿Se cree tan fuerte como el elegido, el Héroe Potter?" rondaron por unos minutos. En los cuales no avanzaron mas de cinco metros.
Su paciencia se agotó.
-SILENCIO-Grito haciéndose escuchar sobre la multitud, como una explosión y luego todo el lugar comenzó a temblar, su magia estaba descontrolándose. Un leve enojo surgía de su interior y estaba comenzando a subir por su cuello.
-Tienes que mejorar ese carácter- gruño Rufus para luego continuar avanzando abriendo camino.
Fue suficiente para que se retiraran un poco y que continuaran en el silencio a pesar de ser miles de magos reunidos alrededor. Subieron al estrado, donde lo posiciono a su izquierda y a Gawain a su derecha.
-Magos y brujas de la nación. Les presento al Asesor Auror, encargado de la búsqueda y rastreo de Mortifagos, así como llevar acabo la captura o deceso del mago oscuro que nos acosa. Henry Tufl- Dijo Scremengeour para luego señalarlo. La multitud continuo callada, luego las cámaras comenzaron a sonar y a lanzar luz hacia su persona. - Él ya ha demostrado ante mí, los Aurores mejores entrenados, el jefe supremo del Wizengamot, el Danin Tai-Gō y el hablante rúnico Mavra que es el indicado para el puesto. A continuación, contestara a algunas preguntas-
El ministro se quito del estrado y le dio el paso para que subiera, Harry lo miro sin comprender por qué dijo que contestarias preguntas o por que la conferencia de prensa sin que le avisara. Mas no se amilano y subió con paso firme. Miro a muchos alzando las manos mientras tomaban más fotos y también escribían con avuela plumas y comentando entre ellos.
- ¿Señor? -pregunto uno de los periodistas hasta enfrente alzándose tanto que solo notaba sus manos sobresalir entre las cabezas. -¿Cómo hará para eliminar al "Que no debe ser nombrado"?-
No contesto.
- ¿Qué piensa sobre las medidas del ministerio contra los Mortifagos? -
- ¿Cómo es que podemos confiar en alguien a quien no le vemos rostro? –
-Si usted es tan poderoso, ¿Por qué hasta apenas viene ayudarnos? -
- ¿Piensa contestar alguna pregunta? - dijo un tipo ya enojado, al frente y lanzándole el frasco de tinta con que la avuela pluma escribía.
El frasco de tinta fue directo a su rostro, freno en el aire con toda la tinta esparcida en su dirección, se reunió lentamente en una esfera negra de tinta y por último regreso al frasco que Harry ya sostenía.
-Como el primer Asesor Auror del Ministerio mi trabajo es atrapar a Mortifagos, a estos magos oscuros que nos rondan y eliminar a ¡VOLDEMORT! - Un mar de murmullos aterrados, de personas retirándose, cayendo al suelo por el repentino nombre y de paso lanzándole miradas asombradas -Voy a hacer lo que me han encomendado. Quiero ayudar a terminar esta guerra, voy a dar de mi todo hasta que vea que todo regresa a estar en paz y tal vez mejorarlo en el proceso. El ministerio y ustedes, personalmente, fueron los culpables de toda esta situación…- los gruñidos no se hicieron esperar, su cuerpo se sentía raro, algo comenzaba a molestarlo también-… se los advirtieron hace mas de un año ¿Escucharon? No. Les dijeron que Voldemort regreso y lo negaron, cerraron los ojos, deseando que aquella primera vez no se repitiera… y ahora es mucho peor. ¡Durante más de un año se ha fortalecido, conseguido tropas y preparado se para tomar el mundo mágico bajo su control! Es tarde para lamentar lo que pudieron hacer, ahora es el momento de despertar y alzarse. Gracias a que ha presionado al Winzengamot para crear este puesto, yo, voy a ayudarlos. Esta guerra llegara a su fin pronto -
Las luces de las cámaras, el humo que desprendían y las voces saliendo de todos lados le abrumaba. Bajo del estrado, camino con prisa a Scremengeour, el cual aplaudía al igual que un par de cientos de magos y brujas a su espalda. Le tomo el hombro y murmuro. -Ya sabe dónde encontrarme-
- ¿A dónde vas? -pregunto Scremengeour sujetándole el brazo- Aun tenemos que hablar sobre lo siguiente que realizaras-
-No entiende- gruño Harry tomándole la mano con que sostenía su brazo, apretando de mas por que le soltó y hizo una mueca- Debo de salir de aquí-
- ¿Qué te suce…-
No termino, activo la magia de Utgar, salto para alejarse del tumulto, directo a la fuente mágica, cayendo en la punta de la varita del logo y luego salto directo hacia una de las chimeneas encendidas en verde. Fue tan rápido que solo vio por último como la punta se resquebrajaba y todos soltaban gritos de admiración. Se adentro a la chimenea sintiendo las lenguas verdes alrededor de su cuerpo, como el coraje aumentaba en sus venas y el sudor le cubría la frente. Empezó a girar tan rápido como lo recordaba y ver las múltiples chimeneas que estaban disponibles para entrar. Utilizando su magia y encontrando algún camino entre todas esas interconexiones de chimeneas, ubicando de la nada una, aquella que tenia una pisca de magia que le quemaba en la frente.
Salió expulsado con fuerza, golpeando un suelo de piedra negra, lo tizno con hollín y de paso rompiendo uno de los muebles de la estancia. Se levanto de inmediato, quitándose la máscara, frotándose con desesperación la cicatriz y reforzando sus barreras de oclumancia tanto como recordaba que podía. Sintió bajar un poco su coraje, al igual que sus sentimientos estaban calmándose.
Miro el lugar, lo conocía de vista, en algunos sueños y una vez atravesó una de las ventas del primer piso. La mansión Riddle estaba igual que antes, con polvo por todos lados y telarañas enormes que asustarían a Ron. Se quedó quieto, revisando el lugar con su magia, se encontraba desolado y ni siquiera los muggles se acercaban a aquel sitio.
Se calmo un momento, cerrando los ojos e intentando cerrar aún más su conexión con Voldemort, el cual sulfuraba en ese preciso momento. Lo sintió, no solo era una leve emoción como con lo de Draco, estaba tan enojado que su herida ardía y su cuerpo volvía a sentir aquella ira burbujeante subiendo sin control.
Paso unos minutos, decidido no moverse de aquel lugar hasta que se calmara y aun con sus barreras era algo que le costaba.
Ya atardecía y debía volver al castillo, ir a la torre flotante y ver que podría hacer para su encuentro con los hombres lobo, pero temía que, si Voldemort se daba cuenta de que conexión un existía, todo estallaría en su cara.
Miro por la ventana, mirando el cementerio familiar de los Riddle y realizo una aparición llegando al mismo punto que apareció al final del torneo de los tres magos. A su alrededor todo estaba destrozado, como aquel día, solo que la vegetación había crecido cubriendo lapidas y borrando muchos rastros de la batalla que tuvieron. Mas algo que seguía era aquel caldero en que Voldemort regreso con su cuerpo completo.
Había perdido ese día, no pudo hacer nada más que rogar que muriera y aun cuando peleo, al final solo huyo. Su sangre fue la que lo trajo de regreso y que provoco todas esas situaciones. Y en el ministerio paso lo mismo, perdió el control de si mismo, las heridas de su pasado le hirieron, al final, no pudo detenerlo y termino lejos de su hogar.
No se repetiría una tercera vez.
Regreso a Hogwarts apareciendo directamente en la sala de menesteres, estaba vacía ya que apenas terminaron las clases de la tarde y con seguridad estaban rumbo a ese lugar. Se sentó en el sofá quitándose la máscara (aprovechando para regresar a su aspecto natural), arrojándola a la mesa de te y dejando caer la cabeza hacia atrás. Estaba agotado. No por las pruebas o el ministerio, el que Voldemort se enojara le era algo que hacía mucho no sentía.
-¿Pa?-pregunto la voz de Daira y casi de inmediato el aleteo y como sus garritas se clavaban en su pecho. El pequeño de Marlow salto de su espalda y cayó en su hombro -Tardaste mucho ¿Qué hiciste? ¿Trajiste comida? ¿Hueles un poco raro? -
Comento olfateándolo al tiempo que abría la gabardina buscando en sus bolsillos.
-Tranquila esto de regreso ya. Y si toma- dijo Harry sacando el resto de las ramas de chocolate, aunque se había comido muchas, el resto se las dejo a Daira.
- ¡SALTAN! -grito Daira atrapando una entre sus garras y rascándole la cabeza, dejando un rastro de chocolate en sus plumas.
- ¿Los… Dragones comen chocolate? - se preguntó Harry mirando a Marlow el cual le vio sin comprender y luego se aferró a su pelo. - A bueno… espero que no le duela el estómago-
Un momento después descansaba la cabeza, con Malow dentro de su bolsillo y Daira con el hocico lleno de chocolate y el acariciando sus plumas, enroscada a un costado de sus piernas. Pasaron unos minutos en total silencio, y en paz, escuchando como Daira se dormía y agitaba sus alas de vez en cuando.
Las pequeñas manos tocaron sus hombros con suavidad, pasando desde la espalda hacia su pecho, cerrándose de forma cariñosa, y dejando caer sus labios desde atrás hacia los suyos. Le beso por unos segundos y luego se vieron. Hermione estaba ahí detrás de él, mirándole con una gran sonrisa.
-Pensé que tenías clases o en actividades de prefecta- dijo Harry sentándose bien cuando Hermione rodeo el sofá y se sentó en sus piernas de lado, para verlo bien y evitar el cuerpo de la dragona.
-Acabe temprano- murmuro acariciando su mentón- Felicidades amor-
- ¿Por volver a lucir yo? -pregunto Harry besando su mano.
-Por obtener el puesto-dijo soltando una risita. - No debió ser fácil-
-Lo fácil fue obtenerlo, lo difícil fue tener que ocultarme- dijo Harry besándole- Y gracias… pero recuerda que todo es parte del plan-
-Aun así- dijo Hermione dejando caer la cabeza en su hombro viéndole- Escuche que hiciste una gran proeza y dos espías de Voldemort cayeron-
-¿Theodoro?-pregunto Harry mirándole a sus ojos, los cuales dijeron "si" sin que siquiera sus labios se movieran- Digamos que el primero se le fue el ego al pelo… y el otro estaba muy arriba en el puesto del ministerio-
-Eso pudo ser peligroso también- dijo Hermione con una tierna mueca en sus labios- Pudiste haber alertado a Voldemort-
-Yo creo que lo estará con o sin eso- dijo Harry recordando su pequeño momento. Esperando que no volviera a ocurrir, o no de la misma forma. -Tenemos que poner de nuestro lado a los…-
-Olvida eso por ahora- dijo Hermione saltando de sus piernas, colocándose a horcajas sobre sus piernas y dejándose caer muy pegada a su cuerpo. Daria a su lado se movió, pero gimo algo de "dulce" y luego se quedó quieta. - Que tal si celebramos tu primer empleo-
-Mione… no me digas que…- comenzó Harry volviendo a sentir como sus suaves y dulces labios le besaban con amor, mientras que sus brazos envolvían su cuello y sus manos acariciaban su nuca. Le separo un poco, se vieron a los ojos y sin parar ni un segundo Harry beso su cuello. -Daira y Marlow… ellos… están…-
- ¿No quieres? -pregunto de forma seductora.
Gruño y le aferro la cadera buscando sus labios - Vamos a la habitación… aquí nos interrumpirán-
-Ustedes necesitan que les arrojen agua helada- dijo con repugnancia la voz de Draco. -Me voy a vomitar aquí mismo-
Harry y Hermione se quedaron quietos, dejo la cabeza en el cuello de ella sin soltarle, mientras ambos suspiraban. Ese lugar no tenia privacidad alguna.
- ¿Tú no tienes algo mejor que hacer? Ir a morirte a tu habitación o… tal vez intentar no ser una molestia - dijo Hermione de forma acida, se notaba que de verdad estaba enojada. - Pensé que Dobby tenia a un par de elfos vigilándote-
-Y así es- gruño Draco rengueando al caminar para luego sentarse enfrente de ellos y estirándose- Mientras no salga de este… lugar, me dejaran dar rodeos-
Se acomodaron cada uno a lado del otro, para no estar incomodos, con Daira en las piernas de Hermione, aunque la sola presencia del rubio ya les estaba poniendo de malas y sobre todo por interrumpir.
-Escuche lo que decían. Y dime, cara rajada, ¿Qué se siente volverte el numero 1 buscado por Mortifagos y el señor tenebroso? - pregunto con esa sonrisa maliciosa que tenía toda su familia.
-O no soy el primero- dijo Harry entrelazando las manos con Hermione y sintiendo unas cálidas plumas en sus dedos - El primero es un hurón que tiene secretos sobre ellos ¿O no? -
-Guarda silencio Potter- gruño Draco y luego soltó un suspiro largo-A otro tema ¿Cuándo veré a mi madre? -
-Pronto- dijo Hermione girando los ojos, Harry alzo los hombros, no tenia ni idea sobre si sería una reunión feliz o una bomba estallando en medio de Camelot. - Tu desparticion no permite hacer apariciones y la otra forma es en escoba… a menos que quieras caminar. Pero ambas no puedes hacerlas a menos que te dejemos salir solo del castillo y eso no pasara-
-Genial sangr…-
-¡EHHH!-dijo Harry sacando la varita de su muñequera con solo agitar la mano- Cuida tus palabras, algunas pueden matar o… hacer que te maten-
-Bien- dijo Draco alzando las manos- Pero espero que sea verdad que están cuidando de ella o… conocerán mi lado malvado-
-Ya lo conocemos y no nos asusta- dijeron ambos de forma monótona.
Escucharon pasos apresurados y luego entrar a Ron y Ginny gritándose como ya solían hacer cada tarde. Despertaron a Daira la cual se levando lanzando una bocanada de humo blanco de su boca y escupiendo llamitas que tuvo que apagar.
-¡PERO QUE TE PASA CON ESE…-Ron se detuvo a media oración, mirándolos y luego a Draco el cual le dedico una mirada dura. – O genial… este estúpido de nuevo-
-¡BILLUS, NO LE DIJAS ASI!-Soltó Ginny para luego sonrojarse y taparse la boca.
Se miraron por un minuto, entre Ginny y Draco, el cual alzo ambas cejas y no supo si estaba atónito o le dio un derrame cerebral. Luego Ginny soltó una grosería hacia ambos chicos y se fue a la cocina.
-Ya vez… te lo dije. Eso mismo pasa cada vez- dijo Ron de mala forma antes de girar hacia Draco y apuntarle con un dedo- ¡Deja a mi hermana en paz o ya verás! -
-Ni que estuviera tan buena, Roonil- dijo Draco sorprendido y de forma rara. - Además… solo me ayudo a caminar de regreso de la casa de Aberforth y hemos platicado poco…-
-Solo aléjate de mi familia- dijo Ron pasándole de largo, aunque se notaban sus ganas de soltarle un puñetazo al rubio.
Se adentro a las cocinas al momento que se escucha mas gente corriendo, llegando Daphne, Luna, Neville y Sofí, los cuatro jadeantes.
-Hola Harry, felicidades por el puesto- dijo Daphne con un tono rojo en la cara- Hola hurón rompedor de familias- saludo a Draco y se trono los nudillos con fuerza. - ¿Han visto pasar a un pelirrojo furioso siguiendo a su hermana? -
Los tres señalaron las cocinas y antes de que saliera palabra de sus labios, corrió escaleras abajo escuchando una nueva discusión.
-Se ve interesante ¿Puedo ir papi? -pregunto Daira agitando la cola y subiendo al hombro de Luna, la cual la recibió gustosa.
-Loca, bobalicón o tu mocosa ¿Quieren explicarnos? - pregunto Draco tanto o más desconcertado que él.
- ¿Lo puedo dejar cojo para siempre? -pregunto Sofí casi lanzando llamas por los ojos.
- Draco, por mucho que me guste tu nombre, esta es la razón por la que la gente habla mal de ti presente o no -dijo Luna de forma tan tierna que Neville casi se atraganta y Sofí sonrió como si hubiera dicho el mejor insulto de la vida. En cuanto a Draco le comenzó a saltar el parpado- Y podría decirte que sucede a Ginny y Ron, mas no tengo el tiempo, ni los crayones para explicártelo-
Con paso ligero paso delante de sus narices y también fue a la cocina con Daira rugiendo como en una risa, aunque solo ronroneaba por estar con Luna que siempre la consentía. Detrás de le seguía Sofí, dejando a Harry, Hermione, Neville y Draco ahí mismo parados.
-Bien… esto no lo soporto- dijo Draco levantándose con un quejido por la pierna y encaminándose a las escaleras que subían- prefiero ese cuarto solo a seguir con todas sus locuras-
Lo vieron subir quejándose, cosa que hizo pensar a Harry que debió tener mucho control para bajar sin alertarlos en sus besos o ellos dos estaban muy metidos entre ambos que no lo escucharon.
-No puedo creer que este en la sala de menesteres- dijo Neville con esa expresión que hacían todos cuando lo veían pasear por ese santuario de los Pendragón. - A todo esto, Theo dijo que tomaste el puesto. Felicidades-
-Gracias Nev- dijo Harry sonriendo mientras que este se sentó donde Draco antes estuvo- y cuéntanos ¿Qué pasa con esos dos locos de allá abajo? -
-Ginny termino sus clases y venia hacia aquí, se encontró con Ron y le pregunto a donde iba. Y se desato el humor de los Weasley- dijo Neville cansado, luego los miro y sonrió- Estoy seguro que ahora mismo el genio de las dos rubias y la pequeña castaña los pondrán en su lugar… si no es que antes Daira los quema-
-Si, pero yo no bajare a cenar mientras estén de ese humor- rio Harry y Neville asintió y secundo en la risa.
-Que bueno por ustedes- dijo Hermione dándole un leve puchero y luego tomando su mentón para besarle con suavidad- Pero yo iré a ver que no se maten-
-Mejor dicho, que Ginny, Daphne o Sofí no maten a Ron- rio Neville, a lo cual Harry asintió. - Lo peor es que aun sigo sin entender por qué tanto se pelean -
Harry y Hermione se vieron, luego a Neville el cual alzo los hombros. Un segundo después Hermione se fue contoneando hacia la cocina. La miro irse, apreciando cada movimiento que hacía y sobre todo su anatomía. Maldijo la interrupción de Draco, el que sus amigas no pudieran no pasar un día si pelear por el hurón y también el que no la llevara a su cuarto sin importarle nada.
-Pendragón a Potter, Pendragón a Potter, no babees Potter- dijo Neville entre una mirada sonriente y una de burla.
-Intenta no hacerlo tú con Luna- dijo Harry regresando la mirada y notando un cierto temblor en los labios de Neville y luego como se peinaba algo incómodo. - ¿Todo bien con Lu? -
Le miro y suspiro- Tenemos algunas diferencias, pero lo resolvemos-
-Cualquier cosa…-
-Lo sé y gracias- atajo Neville dándole una sonrisa.
- ¿Poniéndose al día? -pregunto Theo entrando y sentándose al otro extremo del sofá de Harry, acostándose de lado- Snape me dio un sin fin de tareas y deberes, todo por salir un rato en la mañana y perderme cuatro clases. Incluso los maestros estaban de acuerdo en dejarme ir. Pero el noooo.- soltó un gruñido y subió los pies a la mesa de te- Creo que tiene envidia de mis nuevas habilidades de pociones-
-Entonces a mis habilidades les tendría miedo- rio Harry para luego verlo gruñir. - Aunque ahora que estamos los tres…- Se inclino hacia delante con los codos sobre sus piernas, sus manos enlazadas y sin verlos realmente. Ambos se quedaron quietos y notaron la seriedad que tenía- ¿Cómo va el cultivo que te pedí Neville? -
-Estarán listas para el fin de semana- dijo Neville sin rodeos- Se supone que solo necesitaban dos ciclos, pero con este sería el tercero y están listas-
-Perfecto, bien echo- dijo Harry para continuar en la misma posición sin mirarle -Theo, ¿Cuál es el mejor potenciador de pociones? -
- ¿En tiempo de duración o en efectividad? -pregunto Theo con un tono igual al suyo.
-Individuales y por separado- dijo Harry girando a mirarle, este solo tenia los brazos cruzados.
-El cuerno troceado de Spartal es mejor para la duración, el polvo de Pretalmink es para efectividad- dijo Theo de forma rápida y seria-Pero ninguno de ellos se compara a la punta del cuerno de Malatic, esa cosa… es…-
- ¿Qué? -pregunto Harry girándose aún más para encararlo.
-Digamos que tiene una alta concentración de magia, si la utilizas correctamente la poción que crees… el efecto podría durar 10 veces mas y las pocas pociones que he hecho… aun no se si se puedan pudrir -termino Theo y se trono el cuello-El problema es que… solo me quedan dos cuernos y sabes ya que miden cinco centímetros de largo-
-¿Cuánto se necesita para una poción?- pregunto Harry planeando ya su siguiente método.
-Todo el cuerno puede servir para un caldero enorme, el problema es que se necesita sumergir entero para que surta efecto. Si se corta, o se muele no hace nada mas que ser un cuerno común y corriente- continúo informando el Slytherin- Tres de los diez que me diste no sirvieron de nada ya que los rompiste-
-Huy… pues perdón, pero los Malatic's no son fáciles de derrotar- dijo Harry con una media sonrisa- Digamos que ese cuerno… no esta exactamente en su cabeza… y que no es exactamente… un cuerno-
- ¿Entonces que es? -pregunto Neville con curiosidad.
-Supongan que… está en la parte inferior y que nadie se acercaría a esa zona ni porque les diera mi bóveda del banco- dijo Harry suspirando-tuve suerte de encontrar su cementerio personal-
-Huy si claro- dijo Theo con una sonrisa maliciosa- Seguro que los tomaste… ya sabes, de ese lugarcito especial de ellos-
-Tenías que conseguir muestras ¿No? - sonrió Neville mientras le veía-Solo espero que los Malatic's tuvieran un final feliz-
Los tres se miraron entre ellos y soltaron unas carcajadas que debieron escucharse en la cocina, por que bajaron el volumen de sus medio gritos.
-Chicos- dijo Harry levantándose feliz de estar de con ellos. -Preparen todo para este fin de semana, guárdame esos "cuernos" y Neville necesito toda tu cosecha, vamos a ocuparlos este fin de semana. Y en cuanto a las practicas, todos ustedes espero continúen dando su mejor esfuerzo, estaré ocupado-
- ¿En qué? -preguntaron ambos levantándose también.
-En un mejor futuro señores- dijo Harry caminando rumbo a la cocina- Para eso sirven las cosas, para el futuro-
Bajo las escaleras, encontrando a Ron sentado de un lado de la mesa y Ginny del otro, con las cuatro siendo intermediarias de la intervención. En cuanto a él, solo paso de largo mirando como continuaba quejándose de que Ginny se viera interesada mucho en ir ahora que estaba Draco. Al contrario, Ginny solo le gritaba que no era de su importancia y que se fuera al infierno, de formas variadas. Entro a la cocina donde Dobby estaba ayudando a Winky a dirigir a los elfos para la cena, le pidió preparar pastel para la noche y también algo para comer en ese momento. Aunque la elfina no se mostró grosero, por primera vez no le dedico una mala palabra o una mirada dura, solo no lo miro.
Salió, se sentó a lado de Hermione y escucho la discusión o mejor dicho el pleito, disfrutando de un montón de pastelillos y chocolate. Y Daira a su lado, comiendo un par de piernas recién preparadas y también tomando de su propio vaso impregnando toda la mesa de manchas marrones.
- ¿Tu qué piensas Harry? -pregunto Ron de repente en su dirección, mientras que comía su décimo pastelillo.
-Están riquísimos, cada día le salen mejores a Winky- dijo Harry para luego tomar un poco de chocolate- Y esto… es la bebida de un dios ofrecida a simples mortales-
- ¡HABLAMOS DE QUE GINEBRA ESTE INTERESADO EN EL HURON! -grito Ron muy alterado. - ¡NO DE COMIDA! -
- ¿Cuándo sus papeles se invirtieron? -pregunto Sofí muy quedo a Luna, la cual rio por lo bajo, pero logro escucharlas.
-A mi no me metas en pleitos familiares- dijo Harry sin enojarse, solo volviendo a tomar otro pastelillo para comer- Y si quieres mi opinión… mi opinión de verdad…-
-La quiero-
-… entonces déjala en paz. Que haga lo que quiera con Draco Malfoy, se dará cuenta del tarado, estúpido, hijo de papi e inútil que es. -
-¡Ehhh!-Soltó la peliroja.
- Luego todo terminara y lo olvidara- dijo Harry para ver como Ginny le miraba asombrada por sus palabras, al igual que Daphne y las demás, incluso Ron. Solo Hermione le volteo a ver con fuego en los ojos, pero este paso el bocado y alzo los hombros. -O no… solo decía. -
-Sabes me parece que estas en lo correcto- reflexiono Ron unos momentos después. - Luego de un par de días se dará cuenta que no es un Pendragón-
-¡TAL VEZ NO QUIERO A UN PENDRAGÓN!- dijo Ginny parándose tan enfadada que la mesa se estremeció, luego atrayendo las miradas se encamino a la salida si ser detenida-¡TAL VEZ… QUIERO ALGO DIFERENTE A LOS ESTÚPIDOS DRAGONES DE SIEMPRE!-
Se quedaron mirando y suspiraron todos. Luego las miradas femeninas fueron a Ron, el cual se estremeció ya que las cuatro mujeres le veían como si hubiera cometido un crimen irreparable.
-Perdón por intentar proteger a mi hermanita- murmuro Ron sin darse cuenta que podía terminar en San Mungo en minutos.
- Insensible-
-Cruel-
-Rencoroso-
-Arrogante-
Luego los cuatros desaparecieron aun diciendo palabras similares hacia Ron, el cual los miraba con la boca abierta.
-Pero si fuiste tu el que dijo de dejarla ver cómo era el hurón- se quejó Ron señalándolo, por lo que Daira respondió rugiendo y mostrándole los colmillos y hocico manchado de la bebida marrón.
-Lo siento hermano- dijo Harry tomando el cuello de su gabardina y enseñando el emblema- ¿Quieres que las arreste? O puedo meter a Draco en alguna clase de prisión por tener la marca tenebrosa -
-Eso solo lo empeorara- gruño Ron dejando caer la cabeza contra la mesa- Mejor mátame-
-Creo que el puesto no me da licencia para matar- rio Harry palmeando la espalda- Anímate, tendremos pastel para la noche-
-Hurra- gimió Ron sin levantar la cabeza.
-Tal vez no sea momento…- dijo Harry sobándose el cuello-pero… ¿Feliz cumpleaños? –
Giro la cabeza hasta mirarlo y su mirada cambio, volviéndose felina y mostrando los colmillos.
-Solo decía-
