Buenas tardes, noches, dias... lluvias, soleadas... tardeadas... okey. Me dejo de juegos... aquie esta el capitulo 93...

Lo se...¿Tan pronto? Pues la verdad iba a ser un capítulo doble. Pero tengo muchas mucho que hacer en estos días... por lo que no he podido revisar del todo este capítulo y no he podido subirlo. Pero ahora aqui esta.

Y me dejo de rollos, para ir a lo bueno, el capitulo... la historia... lo que les trae aquí. Lean, disfruten y comenten.


Capítulo 93.- Jauría del alfa y muerte del omega.

Había tenido unos un tanto movido y largo, desde que el reloj marcó el primer segundo del día, apenas dos días atrás, se encontró en lugares distintos y en cuarteles de Mortifagos, investigando. Sin en cambio solo encontró muy poco y los cuatro Mortifagos que atrapo, ciertamente no tenían ganas de cooperar. Luego tuvo que ir al archipiélago, aunque estaba cansado y algo con sueño. Paso el tiempo trabajando rápidamente en su remodelación, de paso continuando con su construcción y aunque activo el que cuatro horas fuera una afuera, pasó casi dos días trabajando. De tal forma que en cuanto regreso durmió.

Luego de eso tuvo un encuentro con Draco, el cual, aunque no admitiera tenía intenciones de hacer un cambio en su vida, Harry seguía molesto con el chico por los castigos que le impuso a Dobby. Al siguiente día fue otro maratón, creando la poción que necesitaría esa tarde. Agradecía la ayuda de Theo, Neville y Hermione ya que el solo no hubiera terminado ni en eso ni el siguiente día.

En el camino con los hombres lobo se enteró del ataque que sufrieron, también de que los Mortifagos terminaron llevándose a muchos de ellos y que mataron a otros tantos. No estaba nada contento, hubiera deseado llegar a su campamento antes de que los atacaran, más aún tenía que continuar, le quedaba muy poco y los hombres lobo era su siguiente paso.

No esperaba ese recibimiento, el que una chiquilla se te abalance a golpearte no era de sus mejores recibimientos. Por un momento sintió que podría derribarla o esquivarla, pero la vio saltar con todas sus fuerzas, con aquella cara llena de dolor, los ojos rojos y su voz resonando - ¡ES TU CULPA! - que su instinto fue dar un paso hacia atrás y continuar el golpe evitando hacerle daño a la chiquilla.

Su pequeño puño se estrelló en la máscara, haciendo que esta crujiera, pero al mismo tiempo poniéndole los nudillos de un rosa intenso. Noto que su cuerpo temblaba, que su cara estaba mugrienta y con senderos de llanto profundo. La pequeña niña tenía los ojos hinchados y rojos. No paro ahí, en cuanto sus pies tocaron el suelo giro, giro con fuerza su cadera y planto otro golpe a sus piernas.

- ¡Alto! - dijo Ara avanzando, no tan deprisa para detenerla.

Mas ya era tarde, la pequeña volvió a saltar e intento golpearlo de nuevo, más Harry solo se inclinó y con su mano recibió el golpe, evitando que sus puños se dañaran más. Pues con ese segundo golpe pequeñas gotas de sangre se perfilaron en sus puños. La atrapo, con la fuerza necesaria para detenla, mas intento dar otro con la mano libre, pero de igual forma fue detenida. Intento con toda su fuerza, más la niña solo lograba que temblara su brazo mientras le veía con furia hacia arriba.

- ¡Suéltalo, te matare, yo te…! - dijo la chiquilla tirando del arma.

Ahora que la veía bien y de frente notaba que su cabello era de un café rojizo, solo que tenía barro y ramas pegada al cabello. Su rostro enojado mostraba unos pequeños ojos color verde, su nariz pequeña y boca pequeña le daba un toque tierno. Mas su cuerpo era delgado, bastante más delgado de lo que debería, su piel recesa y pálida por la desnutrición, así como un corte profundo en su ceja izquierda. Se notaba el odio y furia en sus ojos, al igual que un titubeo y que embargaba su pequeño cuerpo.

- ¡Desiste y retírate ahora Amber! - dijo Ara intentando tomar su brazo de la niña, mas esta la movió justo antes.

- Un momento - dijo enseguida Harry aun sujetando sus puños, a pesar de que intentaba empujarlo con todo su peso- ¿Por qué buscas esta pelea? Dependiendo de lo que contestes, tal vez te deje continuar golpeándome-

- ¡¿Qué?! -dijo Hermione que le miraba y Harry aprovecho para sonreír, en sus ojos se notaba la preocupación, pero no dejaría que esa niña se dañara más y, aun mas importante, necesitaba saber que le llevo a ese punto.

- ¡MI PADRE… EL ME LO DIJO…-

-Ya te hemos dicho, tu padre no debió de decirte nada- dijo Ara parándose a un lado y mirándole con autoridad-¡Ahora… desiste! –

Espero Harry mirando esos ojos verdes, llenos de furia, recordándole a su imagen de niño, cuando creía que sus padres lo dejaron solo. Avanzo el hombre para tomar de nuevo a la niña, más Harry creo una barrera que impidió que se acercara y al mismo tiempo que los escucharan. Continúo esperando las palabras de la niña, solo mirándola a los ojos.

-ME… me … me dijo que el Auror externo retaría al señor oscuro, que el señor oscuro no se quedaría calmado y de que…- tartamudeo Amber mientras que su fuerza flaqueaba- … mataría a todos que se pusieran en contra… como lo hizo con el Héroe, el elegido, Harry Potter… nuestra única esperanza-

Tiro de sus manos mirada acusatoria, podía incluso notar como su magia, aunque pequeña estaba trastornada. Harry permitió retirarse, aunque esta trastabilló un poco.

- Ya escuché lo que piensa tu padre -dijo Harry poniéndose en cuclillas para quedar más o menos a la misma altura. - ¿Tu qué piensas de mí? -

Estaba tan concentrando mirando sus ojos que noto como desvió la mirada, solo un momento, pero fue suficiente para que entendiera que sus sentimientos estaban revueltos y llenos del dolor que seguía luego de los atroces actos que paso. Aquello nublaba su mente y corazón.

Toco su cabeza un momento, infundiéndole un poco de magia para calmarla y de paso curar sus manos. Hubiera querido hacer más, pero si lograba su cometido de esa tarde, lo haría por completo. Miro a los que le rodeaban, se notaba la cosa tensa fuera de la protección, Ron apenas y se movía mirando a todos lado, en cuanto a Hermione ella le miraba preocupada. Con seguridad, entendiendo que realizaría. A la distancia incluso noto las miradas aterradas de los niños que asomaban, y aunque varios hombres lobo también se notaban temerosos, la mayoría estaba casi a punto de atacarlos.

- ¿Tu padre murió en el ataque? - pregunto Harry para luego suspirar.

- ¡NO SOLO MI PADRE! -Grito Amber con ojos cristalinos, apretando sus manos como si quisiera golpearlo de nuevo. - ¡MI MADRE… TODOS MIS AMIGOS…! -

Espero un momento, si pudiera describir lo que sentía, no solo era algo de enojo hacia los Mortifagos, si no también preocupación y tristeza por aquella niña. Acaricio un poco su pelo.

-No sé ni cómo te has de sentir en este momento. Nunca he pasado por algo igual- dijo Harry estirando su mano y tomando su puño, que incluso ya se notaba bastante más blanco de lo normal. Inyecto más magia, aquello que trastornaba su magia no cambiaba. A pesar de que eso no la ayudaría en sus sentimientos- Tal vez tengas razón y tengo culpa de lo que paso…-

La chiquilla retiro su mano, aunque sus ojos comenzaban a lagrimear y su rostro pasaba de dolor a un terrible dolor que le carcomía por dentro.

-… mas te prometo que si me lo permiten, les ayudare a todos aquí. No volverá a pasar un ataque así. Voldemort…- Amber abrió la boca y salto hacia atrás abrazándose el cuerpo y teniendo un leve temblor -… muy pronto no podrá volver a dañar a nadie, y tampoco sus seguidores quedaran exonerados-

- ¡MENTIROSO! - grito Amber derramando lagrimas en el suelo, temblando y con los ojos aun llenos de tristeza profunda- ¡Nadie… nadie puede contra el señor oscuro! -

Giro y avanzo, Harry apenas tuvo tiempo para quitar la barrera y verla comenzar a correr en dirección a lo más profundo del campamento.

- ¡AMBER! -grito Ara aun con esa mirada dura que parecía parte de su personalidad. La vieron perderse entre los árboles, el atardecer que comenzaba a caer y la distancia.

- ¿Está bien que se aleje sola? -pregunto Hermione avanzando con preocupación, tomando la mano de Harry y sus ojos puesta en su cuello a pesar de que el filo ni lo toco.

-Esa niña necesita ayuda- murmuro Daphne con el mismo tono que su prometida.

-Malditos Mortifagos… me las pagaran la siguiente vez que los tenga de frente- dijo Ron sobándose los nudillos y gruñendo.

-Ya regresara, los últimos días lo ha hecho- dijo Ara mirándolo, de tal forma que pareciera que fueron ellos quien ataco el campamento. - ¿Qué le has dicho? -

-La razón de por qué he venido- dijo Harry suspirando, esa hostilidad era bastante y la entendía hasta cierto punto. Pero si quería no solo cambiar el pensamiento de Amber, también tenía que cambiar el del resto de hombres lobo-Podrías, por favor, llevarme con el alfa-

Gruño, para luego asentir y mover la cabeza para que la siguieran. En cuanto comenzaron a avanzar Sirius se colocó a su lado y le tomo el hombro, mirándole y dando una leve sonrisa. Aun con Ron, Theo y Daphne a sus espaldas no pudieron evitar sentirse tensos, ya que les rodearon y los llevaron por entre el campamento. Con un escuadrón de nada amigables hombres lobo, era un hecho de que estaban comenzando a estresarse.

-Lamento que pasara eso- murmuro Ara dándole la espalda y avanzando con paso veloz- Ella era la hija de dos beta… se supone que no debió nacer y solo por capricho de sus padres vino al mundo, alfa fue… compasivo con los tres.

- ¿Por qué no debería haber nacido? ¿Solo porque ustedes lo dicen? - Gruño Hermione apretando tanto su mano que parecía mas que se detenía ella misma de hacer algo mal.

-Ustedes no lo entienden- dijo otro hombre lobo al frente que los escoltaba- Su para nosotros, el que dos hombres lobo tengan a un niño, significa más que solo traer vida. A las crías se les depara una vida llena de carencias, sufrimiento, dolor y… desprecio. -

-Nos han clasificado como bestias, incluso clasificándonos como peligrosos y enseñando de nuestra condición en un estúpido libro de criaturas- dijo Ara, su tono denotaba un verdadero y profundo resentimiento- Esos dos… retaron la autoridad de alfa y ve como ha terminado. Si no fuera por la orden de proteger a los nuestros…-

-Pero el alfa les ordeno hacerlo, de tal forma que esa niña está protegida- dijo Harry interrumpiendo el que pudiera decir algo que le hiciera exaltar. Mas cuando comenzaba a sentir cierta picazón en la cicatriz.

Paro en seco Ara, le volteo a ver con la varita en mano, intentando mostrarse más fuerte e inamovible. Cosa que no funcionaba en Harry, pues este solo alzo la ceja esperando su movimiento.

-Te daré un concejo Auror- gruño Ara dando un paso en dirección de Harry, y este sintió como las magias de sus amigos se incrementaba, denotando su preparación para la batalla. - Si quieres salir vivo de aquí, necesitaras más colmillos que nosotros-

-Gracias por su concejo y créame… lo tendré en cuenta- dijo Harry inclinándose un poco.

Espero a que Ara girara y continuara caminando, para voltear a ver a sus amigos y negara con la cabeza. No deseaba una batalla campal, eso solo podría ser contraproducente. Traspasaron varias casas de campaña, con la mirada de todos los hombres lobo sobre de ellos, no había ni uno que les diera la espalda a ellos, incluido a los niños que continuaban mirándolos con curiosidad. Al final llegaron a la tienda más grande, que pegada a un montículo estaba cubierta con ramas y musgo. Camuflándola con el entorno que le rodeaba. Si pasaba uno de lado y con prisa, no notaria nada fuera de lugar, estaba tan bien pegada a la pared que solo un par de puntos denotaban las cortinas color café que existía tras las ramas.

-Un perfecto camuflaje, es un lugar perfecto para resguardarse- dijo Ron mirando con asombro el lugar.

Pudo ser un alago por parte de Ron, pero tal vez debió guardárselo, porque le apuntaron y uno de ellos casi parecía a punto de echársele encima.

- ¡ESTA NO ES TU CASA, DONDE PUEDES HACER O DECIR LO QUE QUIERAS! ¡RESPETA EL LUGAR DE NUESTRO ALFA! -Gruño Ara acercándose a Ron, estiro la mano con las uñas creciéndole de alguna forma, pero Harry fue más rápido, tomando el brazo del hombre lobo antes de que lo tocara.

-Y… de igual forma, espero ustedes respeten a sus invitados- dijo Harry mirándole con fuerza a la mujer.

Por un momento la atmosfera fue pesada, tan pesada que incluso varios temblaron. Hasta que la enramada que cubría el lugar se partió y movió a un lado, mostrando a un Lupin cansado y con un tono tan pálido como la leche.

-De tal forma que ya están aquí- dijo Lupin intentando lucir normal, pero se notaba alterado- Me pareció escuchar voces conocidas-

-Profesor- dijo Harry soltando el brazo y de inmediato tomando a Lupin para darle un abrazo, no solo sorprendiendo a los Pendragón, Sirius y al propio Lupin, si no al todo el campamento. - Es bueno verlo de nuevo-

-Te mande a decir que no vinieras ¿Cuándo será el día que me hagas caso? - murmuro Lupin regresando el abrazo, aunque más apretado de lo que esperaba.

-Tengo un plan- murmuro Harry entre risas, como si hubiera dicho algo divertido, sacando más desconcierto.

-Espero que uno que no sea en base a tu instinto – gruño Lupin para luego soltarlo.

- ¿Conoces al Auror? -pregunto Ara tan desconcertada que parecía otra.

-Un viejo profesor, me enseño un poco de lo que se- dijo Harry palmeando la espalda de Lupin, para luego mirar al resto.

- ¡No te pregunte a ti! - Repitió regresando a su tono de enfado.

{Que carácter} dijo Harry en su mente.

{Espero que funcione, o perderemos incluso la posibilidad de tener una relación de amistad con los hombres lobo} respondió Hermione, que respiraba con profundidad, se notaba que no le agradaban los modales que estaban demostrando.

-Hace mucho que lo conozco, e incluso estudie con sus padres- dijo Lupin abriendo un poco la entrada y dando el paso.

Avanzaron y antes de que incluso lograran poner un pie adentro, los Pendragón y Sirius fueron flanqueados por el resto de hombres lobo.

-Solo tú puedes entrar- dijo Lupin intentando dar una sonrisa, más se notaba nada feliz. – Adentro será la reunión, solo betas y alfas pueden entrar… y en esta excepción tu -

-Superioridad numérica… buena estrategia. - dijo Harry mirando al resto, los cuales no parecían saber si decir algo o no. - Regreso en un momento, sabes que hacer y… -

-… si, si… garra y colmillos. Comprendemos. - dijo Ron mirando con atención a su alrededor- Estaremos bien-

-Tráenos un recuerdo- dijo Theo recargándose contra el árbol y dejándose caer al suelo, aunque ante la vista de los guardias le siguieron cada segundo.

-No nos hagas esperar, que luego da hambre- rio Daphne, a pesar de lucir despreocupada, su magia no paraba de cubrir su cuerpo, como si estuviera a punto de activar la magia de Utgar.

Asintió y observo a Hermione, la cual no paraba de mirar al bosque, en dirección de donde Amber se perdió. Le tomo la mano y atrayendo su mirada le sonrió.

{Vamos paso a paso} declaro Harry suspirando. {Primero necesitamos esta alianza}

{Ofréceles ayuda y si no aceptan …} pregunto Hermione regresándole la mirada. {… confió en que puedas hacerlos recapacitar}

{Bueno, tengo un plan}

{Mejor ve con tu instinto, es más seguro que tus planes} suspiro Hermione dándole un beso.

{Gusto ahora acabo de recibir ese concejo, pero a la inversa} respondió Harry con una leve risa.

Paso por el hueco, habían escarbado en la tierra creando una cueva artificial, la cual estaba tibia y algo húmeda. Camino por el pasillo que bajaba, avanzando entre antorchas que alumbraban, a cada poco metro, con dos o tres recodos. Ara caminaba muy adelante, pasando las uñas por la piedra como si estuviera afilándolas.

- ¿Sirius te dijo de la situación? - pregunto Lupin luego de unos momentos.

-Lo ha hecho- respondió Harry sintiendo la magia que creo aquella caverna, que era muy bien diseñado.

- He estado intentando convencerlos de que lo mejor es unirse a nosotros, pero son obstinados y tienen rencor por cómo se nos ha tratado- dijo Lupin suspirando- No sé qué logres en esta visita, pero necesitaras algo muy bueno si quieres conseguirlos-

-No es mi primer hipogrifo- dijo Harry con una risa que hizo echo en los muros- tengo más horas de vuelo de lo que piensas lunático-

-No tanto como piensas, llevamos décadas intentando un trato mejor- suspiro Lupin para luego girar a mirarlo- Si lo logras, estaré impresionado-

-Es bueno saber que aún no te impresiono, ya que eso me motiva más-

-Hasta aquí llega el- dijo Ara señalando a Lupin, el cual retrocedió dos pasos.

-Después de usted madame- dijo Harry con cortesía. Le soltó un bufido descarado y regreso a caminar por delante.

Continuaron avanzando hasta que llego a un cuarto amplio, de unos ocho metros cuadrados y con tres de altura, notaba las esquinas oscuras como el infinito y al final una serie de al colchonetas y mantas en el suelo. Noto primero los ojos entre la oscuridad, desprendiendo ferocidad y fuerza antes que ver sus figuras sentados contra las paredes un hombre y una mujer a cada lado.

-Perdón por interrupción-dijo Ara dando una leve inclinación, avanzando a un lado de aquellos dos figuras y sentado- Nuestro invitado ha llegado… al fin-

Harry se quedó parado en la entrada, tranquilo y mirando al hombre sentado en medio, este era grande por lo menos de dos metros de alto, con brazos marcados y musculosos, el cabello al hombro y con un par de mechones rebeldes desperdigados. A su derecha la mujer restante parecía más tranquila, las arrugas en sus ojos y la leve sonrisa en su boca denotaba que solía ser risueña.

-Forastero, es bienvenido a sentarse- dijo el Hombre señalando un cojín un par de metros delante de ellos. - Yo soy Athos-

-A mi puedes llamarme Cala- dijo con una sonrisa, la primera desde que llego.

Asintió a su ofrecimiento y camino con pasos firme hasta el cojín y arrodillándose en el para luego llevar la mano a la máscara. - Perdonen el traerla, pero conservar mi identidad para el resto era esencial- Quito su máscara y miro la sorpresa de los tres, como abrían los ojos y la boca un poco. -A mi pueden llamarme Harry-

-De tal forma que el mejor alumno de Albus Dumbledore nos visita hoy- declaro Athos tamborileando el dedo en su musculo del brazo, haciéndolo resonar en toda la cueva.

-Se equivoca - dijo Harry suspirando y negando- El profesor Dumbledore no me envió, yo he estado intentando tener esta reunión con usted desde navidad. -

-Entonces ¿Vienes por parte del Ministerio? - pregunto Cala atenta a sus movimientos.

-No, ellos ni están enterados ni se enterarán de esta reunión- dijo Harry sentándose bien, las piernas le dolerían con el tiempo. - Vengo de otro lugar, de Pendragón-

Se miraron de soslayo, sin quitarle los ojos del todo.

-Disculparas que no entendamos- dijo Ara moviendo su mano y tomando un libro a su derecha, el cual estaba sucio y mohoso, reviso sus páginas y luego negó- Pero ¿Esa no es el grupito de amigos que tiene? -

No pudo evitar hacer una mueca la cual no pasó desapercibida y sus semblantes se endurecieron.

-Pendragón no solo es un grupo de amigos, es mi familia y mi colegio… es el lugar donde quiero que todos podamos ser iguales como seres vivos, pero aceptando las diferencias de cada uno e incluso desarrollar sus habilidades naturales- dijo Harry sin parpadear o sonar enojado.

-Suena imposible, la sociedad no está lista para aceptar las diferencias- dijo Athos continuando con su dedo haciendo "pic, pic, pic" su brazo. - Si quieres oponerte a la creencia de las personas, ellas te criticaran e intentaran destruirte -

-Toda mi vida me han criticado e intentado destruirme… no sería la primera vez- rio Harry un poco- Mas no creo que sea imposible, difícil si… pero no imposible. -

- ¿Y dime como lo harías joven Potter? - pregunto Cala ocultando una sonrisa con su boca.

-Es complicado explicar, para que la gente quiera cambiar… se requiere muchas cosas… y no es sencillo, a veces por más que quiera no se puede… y puede que lo que puedan hacer es algo que no pueden… y entonces. - dijo Harry comenzando a revolver sus ideas el mismo, y más aún al ver que no le estaban entendiendo. -Intento ir un paso a la vez… no soy todo poderoso… solo intento ser la mejor versión de mí mismo… aunque eso signifique que sea un poco extraño para los demás o que a veces me vean raro y que de vez en cuanto tenga la tendencia a romper reglas o… costillas… algunas narices y…-

"Pic, pic, pic, pic"

-Hemos entendido… o algo así- dijo Athos volviendo al movimiento de su dedo. - Ahora cuéntanos ¿A qué has venido? -

Suspiro y se rasco la nuca algo exasperado, pensó un momento y sintió aun a Lupin custodiando la entrada y metros más atrás y a la izquierda todas las magias de cada uno de los de afuera. Algunos con daños mágicos, otros alterados y muchos con miedo.

-Vengo ha hablar con el alfa, ofrecerle mi ayuda sin condiciones para ayudar a su "jauría", darle atención médica, alimento y un lugar donde no tengan que huir- dijo Harry inclinándose con respeto-Pero también vengo a pedirles que me ayuden en la futura guerra que se avecina-

-Entonces no es sin condiciones- pregunto Ara en un tono osco.

-Como he dicho, vengo hablar con su alfa- dijo Harry girando la mirada y viendo una esquina oscura del cuarto.

-Yo soy el que pronuncia las reglas aquí- dijo Athos levantándose y comenzando a avanzar. Llego a su lado, pero Harry ni lo veía seguía con la mirada clavada en una esquina.

-Mi olfato es muy bueno, ellos solo huelen a betas- dijo Harry volviendo a sentir su magia, una fuerte y poderosa, incluso podía notar que de verdad tomaba forma de lobo y uno grande. - El alfa no pelea, ni enfrenta a aquellos que no pertenezcan a su jauría, solo actúa hasta ver si son agresores o no. En pocas palabras, solo vigila hasta que alguien daña a los suyos-

-Levántate y lárgate ¡AHORA! - Dijo Athos poniendo su varita en cien de Harry, el cual solo sonrió.

- ¿Quieres comparar colmillos cachorrillo? -pregunto Harry para luego soltar su magia, toda la cueva se inundó de un aire caliente abrazador, todos comenzaron a inclinarse e intentar levantar su varita, mientras que Harry se levantaba y caminaba hacia la esquina que miraba -Deja de hablar a través de tus betas, he dado la cara frente a ti y quisiera que me el mismo trato que le ofrezco. -

Espero un momento a la distancia, hasta que un par de ojos se abrieron, uno de ellos casi color ámbar y el otro de un intenso azul, ambos proyectándose con fuerza e intensidad.

-Deja de jugar con mis hermanos, y entonces… tal vez podamos hablar adecuadamente- dijo avanzando a la luz. Sus facciones eran finas, su cabello castaño oscuro cortado del todo de un lado, mientras que del otro le quedaba al hombro. Aun medio oculta por las sombras, notaba que era la que mejor constitución física tenia, es más, Harry notaba que tal vez sus músculos eran mas grandes que los suyos. Si tuviera que ponerle una edad, diría que estaba por sus veintiocho años, pero bien podría tener de treinta a cuarenta años.

Dejo de proyectar su magia, de tal forma que Ara, Athos, Cala y Lupin se levantaron de golpe. Avanzaron hacia ellos, pero como si estuvieran coordinados, levantaron las manos, Harry hacia Lupin y la alfa a sus tres betas.

-Déjenos solos- ordeno la alfa, sin mostrar un solo sentimiento en su rostro.

-Pero mi señora… este forastero- continuo Athos sorprendido.

- ¿No me has escuchado? Dije que hablaremos a solas- gruño la alfa mostrando que de verdad tenia sus caninos muy grandes y filosos.

En un sutil movimiento de cabeza aceptaron la orden de su líder, incluso Lupin (que desconcertado y aturdido no comprendía) y de inmediato comenzaron a abandonar la habitación, aunque el profesor volteaba cada poco para mirarlos. Cuando al fin cruzaron el marco de tierra que formaba aquella cueva, la alfa solo movió su varita y un muro se deslizo bloqueando toda salida.

-De esta forma no nos molestaran- declaro la alfa moviéndose hacia los cojines, con la mirada clavada en Harry y sin darle un segundo la espalda. -Y dime ¿Cómo lo supiste? Por que dudo que tu olfato… me huela realmente, sería extraño y bizarro si así fuera-

Harry le siguió imitando sus movimientos, asegurándose de demostrar que no le tenia miedo, pero respetaba también su dominio de aquel lugar. Espero a que ella se sentara y señalo el lugar que antes ocupo y una vez ella sintió tomo asiento con las piernas cruzadas.

-La magia delata a las personas, cada uno tiene una huella mágica única y… por lo que sentí de Ara, Athos y Cala no tenían esa… energía de alfa… Además de que Athos se notaba su nerviosismo esperando la aprobación a lo que decía- dijo Harry moviendo la mano a su pernera y apenas lo pensó, una licorera apareció en su mano, junto con una charola con pociones de carne seca, también quesos y distintos tipos de entremeses. - Un regalo para usted, por aceptar mi petición de escucharme-

Le miro un momento, con desconfianza y algo de duda, un minuto después apareció en el aire dos grandes tarros de metal. Con un lento y silencioso gorgoteo lleno ambas hasta casi desbordar. Al finalizar Harry, tomo ambos tarros y vertió un poco del contenido de uno en el otro y viceversa, repitiéndolo varias veces sin que ella dijera nada.

-A todo esto, sabe mi nombre, pero aún no escucho su nombre- dijo Harry extendiéndole uno de los tarros y ella lo tomo con seguridad y firmeza.

-Sasha Kelly Daky- dijo inclinando un poco su cabeza, aunque parecía que ni parpadeaba un segundo. Luego paso el índice por la orilla del tarro y lo froto entre sus dedos- Curioso ritual… no sabía que se debía servir de esta forma-

-No se sirve de esa forma, pero por la ocasión creí que era necesario- dijo Harry tomando un trago largo, el hidromiel le gustaba cada vez mas que lo probaba- Usted desconfía de mí, por lo que supongo que tuvo en su mente que podía ofrecer estos regalos como medio para lastimarla, a través de un envenenamiento o contenido dudoso de mi parte. Y yo pude pensar que usted coloco de igual forma, algo, en sus tarros. Por lo tanto, que para beber con confianza y sin esos pensamientos, lo mas apropiado es reverter el liquido de una copa a la otra, es lo mejor para asegurarse de que ambos estamos a salvo. Por eso el brindis se inventó-

-Interesante forma de decirme que desconfió de ti y tu desconfías de mí, pero quieres mostrar que no debemos de hacerlo- dijo Sasha dando una leve sonrisa, llevando el tarro a sus labios y tomando hasta vaciarlo. Se limpio la boca con el dorso de la mano y dio una sonrisa algo mas roja del rostro. - Pero no es necesario señor Potter, por si no se dio cuenta libero una gran cantidad de magia y creo que demostró… que puede hacernos daño si quiere-

-Solo dime Harry, ya que espero esta… alianza se vuelva mas fuerte- continuo Harry tomando un par de bocadillos y comiéndoselos casi sin mirar que se llevaba a la boca. Era muy complicado ganar la confianza de alguien que llevaba toda la vida llena de desconfianza y con los antecedentes como de los hombres lobo. Pero estaba dispuesto a hacerlo.

-Dices que vienes a ofrecer ayuda a mi gente, sin condiciones ¿Cierto? - dijo Sasha aun desconfiando de lo que estaba en la charola.

-Por supuesto, si aceptas mi ayuda, tendrán: Comida, atención médica y un hogar estable. - dijo Harry continuando comiendo, aunque pareciera glotón, y por un lado estaba disfrutando de las carnes secas.- Y si… sin condiciones. Puedes ayudarme a derrotar de una vez por todas a Voldemort y sus Mortifagos, pero eso solo y solo si tu estas dispuesta ha hacerlo. De lo contrario…-

-He escuchado esas palabras antes- dijo Sasha tomando un par de entremeses y lo olio por un momento - De la boca de uno de los nuestros-

- ¿Greyback era uno de los tuyos? - Pregunto Harry sorprendido, mientras rellanaba ambos tarros.

-Ese perro rabioso y sarnoso no es de los nuestros- gruño Sasha para mirar a Harry como si la hubiera abofeteado el rostro. Mas suspiro y mordió con furia su carne- Ara, Athos y Cala solo son tres de los cinco betas que tenía. Emma y Thomas ellos dos me intentaron convencer de que… junto a al que no debe ser nombrado, obtendríamos lo que necesitamos y que… no nos forzaría a pelear. Por poco me convencen, mas…-

Espero con paciencia, aun cuando estaban bajo tierra y el tiempo no era seguro, sentía que tardo en hablar.

-… descubrí que nos estaban traicionando, pasando información de su grupo a los Mortifagos, teniendo platicas secretas con Greyback. - continuo Sasha cerrando sus ojos por un minuto, para cuando los abrió se notaba un gran pesar y arrepentimiento en su alma- Intente hablar con ellos, hacerles entender que nosotros no somos perros de guerra, no lucharemos por nada ni nadie más que nuestra supervivencia. -

-Y tienes toda la razón- dijo Harry tomando de su tarro, recordando como le hicieron pelear en el torneo de los tres magos. Voldemort planeo incluirlo y raptarlo, de alguna forma había jugado con su persona desde el comienzo de ese año. - Pero no estas cuidando solo de ti, tienes a muchos a tu espalda, y cada uno de ellos cuentan contigo para que tengan una vida. Si aceptaras mi ayuda, podrían incluso tener una vida normal-

Se mantuvieron callados, cada uno bebiendo y mirando al otro, analizándolo y tal vez esperando que las palabras de verdad fueran escuchadas en el otro.

-Confié en mis hermanos, y mira lo que obtuvimos; Muerte, destrucción y sangre. Eso es lo único que me dejo confiar en alguien- dijo Sasha de forma tan furiosa, que incluso parecía que el avance de Harry se volvió un retroceso total.

-Comprendo tu preocupación, pero yo también tengo personas que proteger y venir aquí, cuando están a punto de cambiar es un gran riesgo y lo sabes- dijo Harry poniéndose serio. -Entiendo que te culpes de lo que han hecho ellos. Y yo mismo me he culpado por poner a mi familia en riesgo varias veces, del daño que les he causado y de dolor que han vivido por mí no puedo remediarlo. -

-Vaya líderes que somos ¿No? - dijo Sasha con un toque agrio en su voz.

-Pero siguen conmigo, apoyándome y dándome la confianza que creí que perdería de ellos- dijo Harry sonriendo - Y veo que tu gente hace lo mismo contigo, si no, ¿De que otra forma aceptarían a unos forasteros como nosotros en su campamento? ¿Por qué continúan siguiéndote? ¿Por qué se preocupan por ti? -

Le miro algo sorprendida, tomo de su tarro dejando un gran espacio de silencio en el cual Harry se concentro en buscar en el exterior. Al parecer todos los Pendragón estaban a un lado de la entrada de la cueva, mientras que a su alrededor una docena de hombre lobo los rodeaban de forma cautelosa, más lejos las de casas de campaña contenían a heridos (cerca de 10) y de niños media docena se refugiaba en la casa de campaña mas grande, custodiada por mas guerreros. Los betas esperaban en el pasillo, junto con Lupin.

Lo atrayente era la magia que sentía lejos, muy cerca del pueblo, una magia fuerte, aunque se notaba bastante inmadura. Supo enseguida que se trataba de Amber, ya que parte de ella estaba alterada. Si la chica tenía un buen maestro y una guía precisa, no dudaba que en un futuro seria incluso la alfa de los hombres lobo.

-Admito que tiene…sentido tus palabras- dijo Sasha para luego reacomodarse en los cojines. - Mas, tu magia, es tan fuete que ¿Por qué no vienes a retarme por el control? –

-Supongo que soy pacifista y solo en caso extremo lo haria- Dijo Harry recordando su pelea con los gigantes y no queriendo repetir una igual, menos ahora que se notaba que empezaba a ganar su confianza. - Los gigantes, leones, los mandriles, los Meturnalios y otros cientos de criaturas tienen algo en común, si se derrota al alfa o líder aquel que gane será el nuevo líder, alfa, Gurng, etc, etc. -

-¿Merunalios?- pregunto Sasha desconcertada, haciendo una mueca bastante amplia.

-Olvida a los Meturnalios. El punto es… que, si yo llegaba y de derrotaba, cada hombre y mujer lobo de este lugar hubiera buscado desgarrar mi yugular- dijo Harry pasando su mano por el cuello. - ¿O me equivoco? –

-Nosotros no somo criaturas, pero admito que somos muy leales ya que… solo nos tenemos los unos a nosotros- dijo Sasha asintiendo con la cabeza.

-Bueno lo deduje, ya que Grayback es un tipo violento y el echo de que no tomara el control de ustedes… me era raro- dijo Harry rascándose la nuca- Hasta que comencé a vivir en islas paradisiacas-

El silencio volvió a surgir, esta vez era mas cómodo, pues el rostro de Sasha se relajó.

-Dime, Harry, si aceptara tu ayuda ¿De verdad no pedirías que lucháramos? -

Harry sonrió, volvió a mover la mano a su pernera y atrajo muchas bolsas de tela grandes y una diminuta. Quito la bandeja de en medio, y coloco entre ambos la bolsa chica en medio y las grandes a su lado, para luego mirar a Sasha con una sonrisa.

-Si sinceridad buscas… al principio los quería a mi lado por ese motivo, su magia de hombre lobo es una gran fuerza en batalla, por años solo espera que algún día lucháramos mano a mano. Ya viéndolos de frente, no puedo pedirles nada, ni que confíen en mí, ni que pongas a tu gente en peligro. - dijo Harry dando una inclinación respetuosa- Esto es comida que espero les dure para un mes, también tienen pociones de curación, varitas desechables que servirán sin importar el dueño y tienen bastante poder. Puedes ocuparlas, ya no me importa si se ponen de mi lado o no…. Tu gente las necesita y yo puedo ayudarles-

-Es lo que noto- dijo Sasha tomando la bolsa de en medio y quitando la cuerda que lo amarraba, sacando un montón de bolitas de tamaño de 1 centímetro y medio. - ¿Qué son? –

-Mi plan z-

- ¿Eh? -

-Como dije cuando llegué, estaba seguro que ustedes se nos unirían y esto… era la forma en que lo lograría. Sabia que querrían esto y que… harían cualquier cosa por ello- dijo Harry bajando la voz como si quisiera no ser escuchado con esos pensamientos- Pero como he dicho, esto es mi ayuda a ustedes-

- ¿Qué son? - volvió repetir esta vez tomando entre sus dedos un orbe y mirando la luz platinada que desprendía.

-En la esta isla paradisiaca que estuve viviendo, crece una flor, que cambia cuando madura. Este cambio es letal, mas para quien el resto que para la flor, crecen se hacen carnívoras y… en fin, te dejan en los huesos- dijo Harry sobando uno de sus costados, donde la cicatriz le recordaba que por poco fue digerido por un vegetal y de nuevo agradeció a Marlow por evitarlo. - Mas si se les arranca un bulbo que crece en su raíz, regresan a ser las flores plateadas que asemejan la luz de la luna. Por lo que creí que… si lograba tomar esas propiedades y colocarla en una poción, podría hacer que…-

- ¿Qué un hombre lobo regrese a su estado natural? - pregunto Sasha tragando duro y mirando la bolsa, aunque esta vez con más fuerza. Dejándola en su sitio.

- O que evite el cambio, sin dolor alguno- dijo Harry sonriendo de forma engreída, ya que Sasha le regreso una mirada dura. - En teoría, todavía no hay… algo seguro-

-Y ¿Quieres que lo comprobemos? - dijo Sasha regresando a su cara dura y ahora enfadada- ¿También quieres que digamos que sirve al Ministerio? Para que puedas venderlos por cientos o miles… y que mi gente page por…-

-No quiero eso, si aún no confías en mi te daré la formulación, las semillas e ingredientes… podrás hacerlos y formularlos tu sola- dijo Harry apareciendo un pergamino- Pero en cuanto le eche un ojo a esto… veras que no es nada fácil, necesitaras mucho dinero. -

Le dio el pergamino en mano, apenas lo abrió ella comenzó a cambiar otra vez de rostro que paso de sorprendida a con la boca abierta por completo. Dejo el pergamino dejándolo encima de la bolsa.

-Es tarde- dijo Harry sintiendo que el sol ya estaba cayendo. - Su transformación no tardara ni dos horas, por lo que debo marcharme-

Se levanto e inclino con respeto. Luego de ello le dio la espalda y comenzó a caminar hacia la salida, sus pasos retumbaron en la oscuridad, y cuando la pared se deslizo el aire caliente de adentro y el frio de afuera se combinaron creando un viento fuerte. De inmediato se apresuraron Ara, Athos, Cala y Lupin, con rapidez.

-Harry, ¿Qué paso? -pregunto Lupin deteniéndose enfrente- Dime que no hiciste nada estúpido-

-Si fuera así, esto seria un poco mas ruidoso- dijo Harry palmeándole el hombro- Creo que he hecho todo lo que he podido, por ahora… solo queda esperar lo mejor-

-Por lo menos no habrá peleas- murmuro Lupin suspirando y sonriendo.

Sonrió y rio un poco mientras negaba con la cabeza, el profesor aun no terminaba de entender que el solo quería lo mejor, pero ya lo haría.

- ¡HARRY POTTER! - Llamo Sasha con fuerza, provocando que le voltearan a ver todos, parada no muy lejos de ellos. Fue hacia él, quedando a unos pocos metros, con una cara seria y una de la poción comprimida en su otra mano.

La llevo a su boca y mordió provocando que hiciera "Crack" por toda la caverna, para luego ingerirla casi por completa. Estiro la mano con una leve sonrisa y Harry de inmediato la estrecho.

-Aceptare tu ayuda y cuenta con mi ayuda para la pelea… lo que más quiero es que termine esta guerra para tener algo de paz- dijo Sasha soltando su mano y tronando sus nudillos- Pero si puedo regresarle algo del sufrimiento sufrido a los Mortifagos, no dudare en ello-

-Pero mi señora- dijo Ara avanzando y tomándole el hombro para murmurarle en el oído – No son de confianza -

Sasha negó con la cabeza, para luego negar con la cabeza, mover la varita y atraer la bolsa, antes de comenzar a avanzar, indicándole que le siguieran. Aprovecho para re colocarse la máscara y regresaron a la superficie en poco tiempo, en cuanto salió miro que la oscuridad del bosque ya era bastante. Que sus amigos estaban muy callados y que miraban con precaución a los hombres que le rodeaban.

Parecía que el que se mostrara Sasha no era algo común, o no frente a forasteros como ellos, por que la sorpresa y el que incluso se taparan la boca fue vista.

- ¡Vengan todos! - dijo Sasha subiendo la cuesta, hasta situarse en la parte mas alta. Esperaron un minuto, o un par hasta que cada hombre, mujer y niño (que podía) estaba presente. Se aclaro y amplifico la garganta con magia. - ¡Él es nuestro amigo y también nos ayudara en estos tiempos de crisis! ¡Me ha demostrado no solo que no debemos desconfiar de ellos! ¡Por lo que ahora nosotros y Pendragón tenemos un lazo de hermandad! -

Nadie hablo y muy pocos se movieron de su sitio, solo los Pendragón que sonrieron, Sirius que dejo salir mucho vaho de la boca y Lupin que sonrió por primera vez desde que llegaron.

- ¡Ahora, quiero que todos vengan y formen una fila! - Dijo Sasha sacando las píldoras y enseñándosela - ¡Nos ha dado una poción que nos ayudara con nuestro cambio! -

- ¿¡Mata lobos!? -pregunto un hombre, entre aterrado y asqueado.

- ¡No, esto es...!- Le miro como si supiera, la verdad el nombre es lo menos que le preocupo a la hora de fabricarlo.

Miro a Hermione en busca de una solución, ella le regreso la mirada y comprendiendo chasqueo la lengua y rodo los ojos. Pensó unos momentos y luego, en su mente respondió.

-…su nombre es Luz de plata- dijo Harry de inmediato sin siquiera cuestionar a su prometida- Ya que esta traerá luz a sus vidas, no más ocultarse en la oscuridad y no más miedo. A partir de ahora, ustedes… tiene la protección de Pendragón. Dragones y Lobos estarán unidos, de igual forma. Se los prometo-

- ¿Podemos confiar en ellos? -pregunto Athos señalando a Ron y Theo, los cuales no parecían tan preocupados como los hombres lobo.

- ¡No lo sabemos y nunca lo sabremos si no les damos la oportunidad! - dijo Sasha con la voz aun aumentada- ¡Mas le puedo asegurar…No son nuestros enemigos!-

-Solo queremos la paz- dijo Ron estirándose y sonriendo- Y créanme somos bueno en lo que hacemos-

- ¿Y eso que es? - pregunto Athos encarándolo.

- Ser los buenos- dijo Theo bufando- O tan buenos como podemos-

-Mira quien lo dice, el roba besos- dijo Daphne golpeando su costado con suavidad, aunque se quejó.

-Cálmate chismosilla- respondió Theo con una mueca.

-He con mi novia no te metas-

-Ella empezó-

- ¿Quieren calmarse? Estamos dando mala imagen-

-Pero ve a este…-

- ¿Este? -

- Te voy a dejar un ojo morado ¿A quién llamas chismosilla?-

- No empieces Greengrass-

-¡Nott!-

-¡Billius!-

-¡Black!-Grito Sirius entre carcajadas.

-¡¿Quieren callarse?!, ¡YA!- Pregunto Hermione de malos modos mirando a los cuatro que se encogieron como niños.-Quietos-

-Lo sentimos- dijeron los cuatro.

-Ya ven- dijo Harry entre carcajadas e intentando que la máscara no se empañase con su aliento- No somos peligrosos, somos un completo desastre… y una familia que tal vez necesita terapia-

- ¡Harry! - Gritaron y de inmediato se taparon la boca.

-Y el gato acaba de morir por abrir el maletero- comento Hermione que suspiro y giro los ojos.

Harry se rasco la nuca, no entendiendo lo dicho por Hermione, mirando el desconcierto de cada uno presente y por lo consiguiente de Amber que medio oculta entre los árboles miraba todo. Sus ojos verdes destellaron un poco y su mirada llena de tristeza y odio cambio por un súbito momento.

Miro a su alrededor, cada par de ojo se fijaron en su rostro, algunos con la boca algo abierta y luego miro a Hermione y el resto. Por un momento el rojo atardecer golpeo sus rostros, antes de que su prometida asintiera.

{Amor si cambiaremos algo, es momento de mostrar que, y quienes somos.}

Suspiro y se quitó la máscara, sintiendo el aire frio del anochecer. Y como el atardecer era incluso mas oscuro, indicando la caída de la noche sobre sus cabezas.

-Si, soy Harry Potter, al que han nombrado de muchas formas: el niño que vivió, campeón del torneo de los tres magos, el niño que mintió, Héroe, el elegido. Mas no soy ninguno de ellos. Soy aquel que les ayudara y les aseguro que pueden confiar en que yo los ayudare todo lo que pueda- dijo sin moverse del lugar, con la mirada pasando por cada persona y niño, hasta que giro a Sasha - ¡Y juro que esta guerra la terminare, pronto! -

-Bienvenidos, Pendragón ahora tiene una unión con nuestra manada- dijo Sasha bajando deslizándose quedando frente a frente, estiro su mano y de inmediato Harry la estrecho.

Enseguida y casi sin que pasara tiempo bajaron la varita, sonrieron y comenzaron algunos a reír y otros muchos a llorar. Mientras que los niños saltaron y se le acercaron bastante a verlos. Comenzaron gritos y aplausos, además de que un aire de celebración y algarabía inundo el campamento.

-Amigos, eso es lo que necesitan- Murmuro Harry soltándola.

-Entonces agradezco a Merlín que sean ustedes-Respondió Sasha en un murmullo igual.

-Merlín… no tenia un buen genio, pero Nimue… ella sí que deberías agradecerle- dijo Hermione sonriendo, tomándole del brazo y besando su mejilla. - El plan fue bien-

-Un poco distorsionado a lo que pensaba- rio Harry rascándose la nuca y abrazándola por la cintura. - Digamos que pase al plan B-

-Como si fuera una novedad que no funcionara el plan inicial- rio Ron para palmearle la espalda. - Y ahora ¿Vamos de regreso antes de que salga la luna? O ¿Qué? -

-No, aún tenemos que…-

- ¿Cómo es que siempre te sales con la tuya? -pregunto Lupin poniéndose a su lado, mientras rascaba su mentón.

-Solo creo en que ellos me escucharan, e intenso ser la mejor versión de mi- dijo Harry mirando a su alrededor como los hombres lobo comenzaban a platicar con Sirius, Daphne y Theo, los cuales se notaban ya relajados.

-Ahora, deben marcharse y nosotros resguardarnos dentro- dijo Sasha con un tono preocupado, palmeando la bolsa de tela- No sabemos si tu luz de plata... funcione-

-Si queremos ver que tan efectiva es… entonces, sabemos que es lo primero que debemos hacer- dijo Ron paseando su mirada por todos.

Asintieron quienes sabían de la poción, y aunque Sirius y Lupin no entendían nada ayudaron. Calmaron la algarabía que se estaba propagando como fuego, para acomodarlos en una fila, primero los niños y cada uno fue pasando recibiendo la pequeña esfera e ingiriéndola con un poco de inquietud. Incluso aquellos heridos la ingirieron, con la ayuda de varios.

Apresuraron el paso, pues la noche ya estaba sobre sus cabezas y no tardaría en aparecer la luna. Preocupados y temerosos, los hombres lobo se movían entre ellos, intentando mantenerse calmados, aunque los miraban con atención. Y en sus miradas se notaba que se preguntaba si no se irían antes de las trasformaciones.

Hermione estaba hablando con Sasha y aunque ambas parecían estar intentando ser lo mas cordiales, a pesar de todo, estaban llevándose bien. Cosa que alegro a Harry, porque ambas seguramente tendrían que trabajar en equipo en el futuro. Camino por el lugar, saludando y asegurando que todo estaría bien, no obstante, no estaba tan seguro de lo que vendría.

Llego a su amigo, sentado en un tronco, mientras sus ojos se movían de persona en persona, evaluando sus capacidades. -Nos quedaremos hasta que se trasformen ¿cierto? - pregunto Ron.

Se sentó y miro a su alrededor igual, con su mirada fija en una pequeña niña, sentada contra un árbol, que lo miraba de igual forma.

-Incluso el hombre que es puro de corazón y reza sus oraciones al anochecer, se convertirá en lobo cuando florezca el acónito y brille la Luna de Otoño- dijo Harry recordando la línea de las historias sobe los hombres lobo - Por años han sufrido, la muggles y magos le temen por igual, aunque unos los crean ficción y otros bestias. Pero solo son personas, gente que no podemos dejarlos solos y en la oscuridad ahora…no otra vez. -

-Yo únicamente espero que esa poción tuya funcione- dijo Ron asintiendo- o tendremos que salir corriendo lo más rápido posible-

-Tiene razón cachorro, por mucho que yo sea un animago, tu y tus amigos poderosos- dijo Sirius saliendo a su espalda - ellos son muchos-

-No tenemos nada que perder- continuo Ron con una sonrisa ancha- Tenemos lo suficiente para defendernos, el problema real es…-

-No herirlos al huir- termino Harry. - Pero no será necesario huir-

-Eso espero- dijo también a la voz de Lupin a unos metros mas lejos- Por que recuerda que no somos fáciles de tratar-

-Lo he notado, tienes un carácter… que solo Tonks puede controlar- dijo Harry con una leve risa, provocando que Lupin enrojeciera y, Sirius y Ron, comenzaran a reír.

Pasaron minutos, en los que el nerviosismo aumento y las voces comenzaron a desvanecerse. Dejando solo el silbido del aire correr por el lugar. Tan pronto como el cielo comenzó a mostrar estrellas y el frio se instauro a sus alrededores, los Pendragón y Sirius se reunieron en un circulo justo al limite del campamento, y del otro lado cada hombre lobo.

Sasha miraba a su alrededor y encima de su cabeza, buscando la luna, la cual estaba una cubierta por los árboles y una nube perdida en el cielo. Los segundos se volvieron minutos y cada palpitar de sus corazones aumentaba la tención de sus cuerpos. Hasta que se irguió en todo lo alto.

Sin mirarse y sin esperar sacaron las varitas, lo hombres lobo cerraron los ojos y esperaron. Aquella sombra plateada lleno cada tramo del campamento, por un momento toda tenía luz lunar. Y los hombres lobo comenzaron a tocarse los costados, como si doliera, pero al contrario soltaron alaridos de sorpresa. Sus ojos proyectaron una luz azulada, que se comenzó a filtrar por su piel, dibujando sus venas y arterias, recorriendo cada tramo, dejando caminos por toda su piel de esa luz que expulsaban. Paso un momento hasta que se miraron las manos, con sus uñas encendidas en azul.

-Funciona- decreto uno de ellos, con una sonrisa.

Sin embargo, esta desapareció, las uñas comenzaron a alargarse y engrosarse, sus manos crecieron al igual que su pelo, sus orejas de igual forma se alargaron.

-¡Esta fallando!- Dijo Daphne enseguida activando la magia de Utgar.

-No…- dijo Hermione tomando su mano con que sujetaba la varita- Un no termina.

-¿Qué sucede?- gimió Sasha algo asustada- ¡Nos engañaste! -

-No, tranquila es normal- dijo Harry acercándose- ¿Acaso te duele algo? ¿Tienes incomodidad o algún efecto secundario? Debemos anotarlo para mejorarlo en las visiones futuras- ella estiro la mano llena de garras, pero paro a un centímetro de su cara.

-No, nada de dolor- dijo inclinándose hacia el suelo de forma repentina.

Su boca cambio a hocico, la nariz ennegreciéndose y su cabello tornándose blanco. Los pendientes en su oreja se quedaron tal cual, pero estas fueron separadas más y más conforme estas se retiraban un poco hacia atrás y arriba en su cráneo. Su cuerpo comenzaba a ser la de un cuadrúpedo y erguir la cabeza hacia ellos. Aquellos que se encontraba heridos, gimieron un poco, pero también cambiaron de aspecto.

El resto tenia un parecido igual, solo que los pelajes y facciones cambiaban, desde azabaches hasta castaños claros, incluso los niños estaban tomando forma de lobos. Del tamaño de perros. La ropa que los cubría se rasgaba y deformaba, a pesar de que algunos de ellos terminaban con pantalones y camisa.

La luz comenzó a retirarse hasta volver a desaparear, dejando una manda de lobos del tamaño de dos metros de alto. Siendo Sasha la mas grande, la que portaba pelaje blanco puro y que tenías pequeñas coletas saliendo de su pelaje de la cabeza. Muchos sacudieron sus cabezas y orejas, pues tenían bastante pelaje y con algunos accesorios en su cuerpo. Como algún que otro broche o pasador más colocado, incluso uno que portaba cinturón, el cual intentaba remover son sus colmillos. Gruñeron y rascaron el suelo, mientras que se inclinaban de forma amenazante.

- ¡Genial, es perfecto! - dijo Harry mirando hacia arriba, ahora que ya le superaban en altura.

- ¿Perfecto? ¿¡Que tiene de perfecto el que seamos animales enormes!?-pregunto uno de ellos con la voz algo cambiada y soltando un gruñido.

-Espera… ¿Pueden hablar? -pregunto Ron anonadado.

-Ya no me sorprende- dijo Hermione sobándose la sien.

-Tal vez… debí de bajar un poco la efectividad de la poción- dijo Harry girando alrededor de Sasha que movía la cola e intentaba caminar en sus cuatro patas. - Supongo que no puedes controlar los efectos en su totalidad-

- ¿Esperabas esto? -pregunto Sasha moviendo el hocico mientras hablaba, pero su voz era mas gutural, como si aprendiera a hablar. - Creí que evitaría que nos transformáramos-

Negó regresando a donde Hermione y tomándole la mano, para luego sonreírles a la manda que tenía enfrente.

-Son hombres lobo, por que negarlo… ustedes ahora tienen control cuando se transformen- dijo Harry mirando que algunos estaban intentando comprender como funcionaba su nuevo cuerpo, pues tropezaban y caían sobre sus compañeros o las tiendas de campaña. - Y además…- lanzo el tronco, en que antes estaba sentado Ron, hacia Sasha la cual levanto sobre sus patas traseras y dio un zarpazo, destruyéndolo y enviando pedazos en todas direcciones-… no perderán las habilidades antes de tomar la poción-

-Muy útil- dijo Sirius, antes de ver a un lobo de frente. El cual tenia algunas marcas en su pelaje, de color gris oscuro, con los ojos tan fijos y serios, además de xzun medio destruida corbata atada a su cuello. - ¿Te paso? Antes parecías un perro raro medio pelón. -

-Muy gracioso, perro lanudo- dijo Lupin abriendo las fauces mostrando colmillos filosos y llenos de saliva. Se sentó e intento rascar con su pata delantera provocando que callera de lado y Sirius se carcajeara.

-Mira…que lobo tonto- dijo Sirius para luego arrojarse al costado de Lupin, mover las manos por su estómago. - Te rasco pancita… ¿Quién es un buen chico? ¿Quién es un buen chico? –

-¡SUELTAME!...¡ QUE…ME…. ¡SUELTES! - Rugía Lupin entre risas mientras que sus patas delanteras y traseras se movían con fuerza, intentando evitar que continuara, pero fallando. - ¡MALDITO PULGOSO ME LAS PAGARAS! -

Luego de rescatar a Lupin transformado de las manos de Sirius, el cual quería hacerlo pagar, por alguna travesura del pasado. Tuvo una platica larga con Sasha, otra vez, que, a pesar de no estar del todo convencida con los efectos de la poción, por lo menos admitía que era una forma de solucionar los terribles dolores del cambio y el hecho de perder la conciencia de uno mismo.

Mientras los lobos se adaptaron, Harry tomo diferentes piedras del bosque, también troncos largos y comenzó a formar un portal con su magia. Hechizo todos y cada uno de las runas requeridas, para luego terminar y viendo que en el centro de donde apenas minutos antes estaba el campamento estaban todos. Sus amigos habían recogido todo y almacenado. Habían sacado todo de la cueva y regresado todo a la normalidad, evitando dejar un gran rastro de magia. Solo quedaban la manada de lobos a su espalda, los Pendragón entre ellos y Sirius que estaba con la pata de Lupin en su espalda, y este diciéndole de cosas, aun se seguían peleando.

Seguro de que no olvidaban nada y de que ya era muy tarde, se apresuro tanto que el portal no estaba del todo estable, pero era funcional. Los varios troncos y piedras que servían de marco, creaban mas grande que su anterior portal. Esta media cerca de tres metros de alto y casi tres de ancho, utilizando el hueco entre dos arboles para poder mantenerlo firme.

-Irán al archipiélago arcano, es el hogar de Pendragón, en ese lugar estarán a salvo… aunque creo que tendrán que esperar a destransformarse para empezar a construir- dijo Harry mirando a los Pendragón- Yo los alcanzare un momento después-

-¿Por qué no vienes con nosotros?- pregunto Lupin olfateando el aire.

-Alguien debe destruir esto- dijo Harry señalando su portal improvisado- Si no mi colegio podría ser invadido por extraños-

-Bueno, entonces vamos- dijo Hermione caminando al portal, justo al momento en que el centro del arco se agitaba como agua y mostraba una imagen diferente. Un montón de agua, una playa de arena blanca y mucha vegetación extensa.

Cruzaron de dos o tres por viaje, siendo los niños los que pasaron primero, pues corrían con su nueva forma apresurados y ansiosos por explorar el lugar. Aquellos que les costaba avanzar por sus heridas, les ayudaron sus amigos, levitándolos y pasándolos por el portal. Casi al final paso Lupin con Sirius convertido en perro a su lado, que si no se comparaban apenas le ganaba por una cabeza. Solo faltaba Sasha que se negó a ser la primera y dejar que el resto pasara primero. Estando solos y con calma ella se puso de frente, se sentó en sus cuartos traseros.

-Gracias Harry, esto… es un sueño para nosotros- dijo Sasha inclinando la cabeza y bajando las orejas. -Por siempre te deberemos esta noche-

-Aun quedada mucho por recorrer, agradéceme cuando la paz llegue a todos- dijo Harry palmeando su hocico, aunque estaba nervioso por no saber si tratarla así.

Cruzo meneando la cola y con paso rápido, una vez que estuvo solo en el bosque desactivo el portal y comenzó a desvanecer el marco, destruir las runas grabadas y dejar todo lo mas común que podía encontrar en la naturaleza.

Apareció justo en el archipiélago unos minutos después, donde un arco de piedra macizo estaba colocado en la playa, notaba las pisadas por la arena y la dirección en que fueron. Extrañado de que nadie estuviera en ese lugar, las siguió, pasando unos 5 minutos antes de encontrarlos. Armando un nuevo campamento en una planicie llena de pasto, con las tiendas de campaña arregladas por Ron, una fogata central iniciado por Sirius y, Theo y Daphne, repartiendo alimento entre los lobos. Sonrió por la ayuda que prestaban. Busco a Hermione, encontrándola en una zona apartada de las tiendas de campaña, revisando las heridas de los lobos y aplicando leves curaciones.

- ¿Cómo están? -pregunto Harry al llegar.

-Nada que el tiempo y una buena comida no cure- dijo Hermione sonriendo antes de abrazarle- Me alegra que podamos ayudarlos-

-A mi también- dijo Harry para verle y besarle.

-Y a todo esto ¿Por qué tienes un enorme portal del tamaño de camión? - dijo Hermione señalando a donde estaba, aunque no se viera.

Harry no pudo evitarle contar para que lo utilizaría, pero no esperaba que lo fuera a requerir tan pronto, lo que si es que agradecía el haberlo dejado sobre la playa y no sumergido en el agua. Esa noche acamparon con los hombres lobo, hasta que la luz del sol comenzó a salir y mostrar los primeros rayos del día. Los hombres lobo comenzaron a regresar de su forma animal, hasta quedar iguales, a excepción de que algunos tuvieron que cubrirse por quedar sin ropa o que les quedara muy grande por el crecimiento.

-Nosotros tenemos que partir- dijo Harry una vez que estaban bien instalados y que su primera ingesta de la poción "luz de plata" termino. -Vendré luego a verlos, aquí hay suficiente comida para una semana, sin contar con los frutos de alrededor, y el arroyo les proporcionara agua, además de que pueden ocupar la isla mejor le parezca. -Solo cuiden a las criaturas que están por aquí y…- señalo a las islas flotantes sobre de ellos- … nos intenten ir arriba-

-Claro, y nuevamente gracias- dijo Sasha estrechando su mano de nuevo, luego volteando a Hermione para abrazarla - Tu novio es un gran hombre-

-Lo es- susurro.

-Lamento el acusarte tanto y gritarte, además de ser tan rudo- dijo Athos inclinando la cabeza, y con un solo pantalón corto, ya que fue de aquellos que perdió ropa.

-Adiós chicos, cuídense chicos- dijeron Ara y cala

Se alejaron para ir directo a al portal que conectaba con la sala de menesteres.

-¿Seguro que no quieres practicar la desaparición? ¿puedo dejarte aquí y a ver cuando llegas a Hogwarts? -pregunto Harry mirando al pelirrojo algo huraño por no desayunar y su insistencia.

-No molestes, desapareceré por mi cuenta propia- gruño su amigo y le saco la lengua. -… algún día-

-Amor yo puedo ayudarte- dijo Daphne, que, aunque no era experta, podía hacer tres de cada cinco intentos. No dijo nada, pero se vio su nerviosismo.

-Yo ni me ofrezco… me voy a ir a mi cama luego de esta nochecita- dijo Theo bostezando.

-Si el que hizo guardia fue Athos- dijo Hermione alzando una ceja para luego suspirar- además todos dormidos menos Harry que hablo mucho con Sasha-

-¡Cuidado, reclamo a la vista!- dijo Daphne con ese tono serpentín.

- ¡NO!, no, no y no- dijo Hermione mirando mal a su amiga- solo digo que Theo no debería quejarse tanto-

- ¿Segura? Por qué vi que Sasha agradecía mucho a Harry- rio Daphne tapándose la boca pues mostraba una sonrisita malévola.

-No empieces o yo también te comenzare a molestar- gruño Hermione con una leve molestia que aumentaba.

Estaba por hablar e interrumpir, cuando Harry sintió algo tirar de su gabardina. Miro hacia abajo buscando esos cangrejos feos que sabían más o menos bien, pero solo encontró arena. Siguió subiendo encontrando una cara infantil, recién lavada, con ropa algo holgada, el pelo revuelto y los ojos verde. Amber le miraba con las mejillas sonrojadas y un toque raro, pero conservando ese rojo de llanto.

-Yo… em…. Señor Potter…- comenzó Amber sobando su mano con la otra, bajando la mirada. -Lamento …atacarlo y… todo lo demás-

Todos alrededor se miraron y sonrieron, más Harry acaricio su cabeza y le dijo- Esta bien, entiendo tu sufrimiento en parte y el resto no puedo imaginármelo… - se arrodillo y levanto con la mano la carita empapada en llanto de Amber -… supongo que sientes has perdido todo… no puedo decirte que no llores o continúes sin mirar hacia atrás. No soy nadie en tu vida para eso. Pero si puedo decirte que, si tienes ganas de hablar con alguien, aquí estaré, te apoyare y escuchare, incluso aconsejare si me permites... Eres fuerte, algún día… si quieres volver a retarme, aceptare con gusto-

Asintió con la cabeza, con gruesas lagrimas recorriendo sus mejillas, y dando un ligero quejido. Se lanzo al cuello de Harry, esta vez abrazándolo y llorando en su hombro. Giro la mirada viendo como intentaban dejar ese momento entre ellos dos, aunque no era posible al ver como Hermione soltaba lagrimas también y se las limpiaba con el dorso de la mano.

-Señor Potter…. Yo le…- dijo Amber separándose y sorbiendo la nariz. -...les extraño mucho. Me hacen falta y…-

Le volvió acariciar la cabeza y se levantó recordando como él también era un huérfano de guerra.

-Eso si lo se…- dijo Harry tomando a Hermione de la mano y sintiendo como Ron le puso la mano al hombro- Pero encontraras personas que te apoyen y amen en el futuro… además ya tienes un amigo en el que puedes confiar. - Le miro por un momento, pareciendo no entender y luego sonrió tanto que volvió a soltar gruesas lágrimas.

El auto control de Hermione no aguanto, agachándose para abrazar a Amber que comenzó a llorar a rienda suelta, mientras que tomaba el suéter de Hermione con tanta fuerza que sus pequeñas manos se blanquearon. Tardaron unos minutos más calmarse, donde Hermione le consoló, aunque solo le acariciaba el cabello y abrazaba. Luego se despidió con una inclinación y salió corriendo de regreso a donde las tiendas estaban instaladas.

Regresaron justo para el desayuno. Marlow y Daria no tardaron en abalanzarse sobre su cuerpo y derribarlo, haciendo preguntas y quejándose de que no estuviera. Además del pequeño que le picaba con su garra la mejilla, sin lugar a dudas molesto.

Luna, Sofí y Neville los cuidaron bien, aunque parecía que pasaron parte de la tarde con Hagrid. Porque Sofí no paraba de hablar de Buckbeack y Daira no paraba de quejarse de que Hagrid la abrazara con mucha fuerza. El resto de la tarde la pasaron tranquilos, jugando cartas explosivas, riéndose y divirtiéndose entre todos. Incluso cuando Malfoy apareció y comenzó quejarse de los ruidosos que eran. Y tal vez no debieron de llenarle la cara de tinta con un naipe explosivo, porque este término lanzando un locomortis que dio a Ron. A pesar de que fue entretenido ver a su amigo pelirrojo saltando para alcanzar y, presumiblemente, ahorcar a Malfoy.

A finales de abril, con el cielo azul y el calor de la proximidad del verano, se encontraban entrenando, avanzando al siguiente nivel que Harry les impuso. Por lo tanto, todos se sentían mas golpeados que un saco de box, mas cansados que maratonistas y rodeados de enormes insectos.

-Por amor a Agrippa, ¿¡NO PUEDES SER UNA ISLA NORMAL?!- grito Ron recorriendo una gran raíz, del tamaño de un boque de carga, mientras que a su espalda le seguían hormigas, de la complexión de elefantes. -¡O UNA LINDA MARIPOSA!-

Todos estaban entrenando en la isla de Gulliver, con el sol saliendo y con un ambiente perfecto para pasear o evitar que muriera por hormigas carnívoras. Estaban en un rincón alejado de las zonas mas peligrosas y aun así los insectos que la habitaban no eran nada amigables. Menos cuando se acercaban al hormiguero mas poblado de la isla.

Cada Pendragón corría en dirección hacia donde se enroscaba la enorme raíz, habían intentado combatir a las hormigas gigantescas, pero ni Daphne logro derribar a uno con la magia de Utgar, mas aun así en numero los superaban de uno a mil.

-No creo que las quieras ver del tamaño de aviones, no son bonitas- dijo Hermione lanzando un inmobilus, deteniendo a la primera hilera de hormigas, pero la segunda continúo avanzando, cosa que le obligo a continuar corriendo - Pensé que funcionaria un poco más-

- ¿Crees que se puedan domesticar? - pregunto Luna, mientras giraba la mirada asombrada.

-Estas loca, en serio luna, tienes que dejar de pensar que toda criatura puede ser mascota- dijo Daphne avanzando casi hasta atrás, mas sus nudillos estaban sangrando.

Una de las gigantescas hormigas salió de un costado, moviendo las mandibulas hacia Dean y Demelza, si los atrapaba terminarían cortados de inmediato. Una figura paso a su lado, arrojando a ambos al suelo y evitando su mandíbula. Un guepardo que estaba sobre de ellos giro sobre su costado y en un segundo se volvió Ron, el cual jadeaba y sudaba. La hormiga ataco a Ron, pero incluso antes de que este se diera cuenta un brazo de madera golpeo la enorme cabeza lanzándolo de espalda. A la distancia, Luna tenia un brazo conectado a la madera y el otro alzado como el mismo puño que acababa de protegerlos.

-Espero este bien- murmuro la Ravenclaw.

-No paren continúen- dijo Ron antes de alzar a Dean y Damelza, para empujarlos para que huyeran.

Damelza apenas dio dos pasos y soltó un alarido, cayendo sosteniendo su tobillo. Dean y Ron pararon un momento, mas alguien ya estaba ahí con ella curando su tobillo con varita en mano. Las hormigas se acercaban a tropel y en un segundo los alcanzarían.

-Listo- dijo Sofí, levantándose con Damelza.

La colmena de hormigas ya estaba a un par de metros cerca, más Hermione, Theo y Neville aparecieron a su espalda y alzando las varitas gritaron- ¡Protego totatus!- Líneas de color azul blanquecino surgieron de ellas y formaron un muro invisible que comenzó a crecer.

-Vámonos-dijo Astoria entre el grupo-¡Ahora!-

-Estamos cerca de la meta- grito Denis señalando el final de aquella raiz.

En donde Harry esperaba de brazos cruzados, esperándolos apoyado al final de la raíz, una columna de madera que terminaba en una punta señalando al cielo. Miraba todo con atención y esperaba a que llegaran a él. Los había justo en medio de un grupo de cazadoras, las cuales avisaron de inmediato a la colmena y les indico que llegaran al final del árbol. Que, si bien no era el mas grande, por lo menos la raíz en que estaban parados era suficiente para colocar un edificio encima de ella.

En cuanto las hormigas toparon con el muro invisible, el estruendo llego a sus oídos, y enseguida los Pendragón comenzaron a correr hacia él. Le faltaban menos de doscientos metros, pero aquellas hormigas eran tan decididas que rodearon el muro, encontrando por donde pasar y continuar su avance hacia sus amigos.

Lo alcanzarían, pero también las hormigas al mismo tiempo. Se paro bien, estirándose y avanzo hacia ellos. Pasaron a su costado corriendo la mayoría, hasta Ron que freno jadeante. -Dime que ellas pararan-

-Tranquilo- dijo Harry sonriéndole- Solo necesitan un tranquilizante-

-No las dañaras ¿O sí? - pregunto Luna al pasar a su costado.

-solo les dará sueñito- respondió Harry rascándose la nuca.

- ¿Sueño? - pregunto Hermione respirando también agitada dejándolo pasar. - Cierto, es una forma de hacerlo. -

-Lo descubrí en invierno- dijo Harry acariciándole la mejilla.

Aunque a lo mejor debía de estar mas atento pues el sonido de ellas ya era como un montón de caballos desbocados a punto de pasarles por encima. Levanto la varita formando una runa con una magia azul claro, luego se la llevo a los labios y soplando una ráfaga de aire frio inundo el lugar, congelando las gotas y humedad del ambiente de inmediato. El cambio de temperatura fue tal, que las colosales hormigas pararon y comenzaron a lucir aletargas. Aunque sus enormes mandíbulas chasquearon como preguntando qué pasaba.

-Ahora sí, debemos correr- dijo Harry tomando a Hermione de la mano y comenzando a alejarse.

- ¿Buen truco? Funciona con todos los insectos-Pregunto Theo a lado de Damelza pasándole pociones comprimidas.

-No creo- dijo Hermione por el- Algunas hormigas sobreviven al frio-

Continuaron avanzando, por medio de esa titánica maleza, hasta un simple hongo podía ser capas de tener la altura de una casa de dos pisos y el musgo podía ser parecido a pequeñas ondulaciones en el paisaje que contenía montones de ramillas verdes saliendo como estacas.

Una vez llegando a un lugar seguro, a la orilla de la isla pararon descansar.

-Un muy buen trabajo en equipo- dijo Harry felicitándolo en lo que se recomponían- Mas tienen que trabajar más, no esperen que los demás les ayuden, ustedes esfuércense para ayudarse a si mismo y el resto-

-Claro, es fácil decirlo, pero ¿De que sirve tanto que nos persigan? - dijo Ernie algo rojo por la carrera.

-Pues… lograr huir- dijo Harry mirando por la orilla, directo al mar. Una media milla a la derecha y cientos de metros abajo se notaba la primera isla, donde una columna de humo blanco denotaba que los hombres lobo ya estaban preparando sus comidas. - No siempre se trata de pelear, el arte de la huida es… un arte difícil de… comprender-

-Además de que ha estado mirando nuestro trabajo en equipo- dijo Hermione mejor y amarándose el cabello, ya que con el correr se le desanudo. - Pero hemos estado trabajando en ello…-

-Mas tengo un par de ideas que ayudaran a mejorar- dijo Harry silbando y haciendo eco en el cielo. – La siguiente vez que vengamos, los 7 generales dragón entrenarán conmigo, los demás… tendrán una sola tarea…-

- ¿Cuál? -pregunto Dennis con energía como siempre.

-Y eso de los 7 generales dragón… no me gusta- dijo Ron bufando- nos vas a dar una paliza-

Harry lo ignoro a ambos con una sonrisa.

-A demás algunos de ustedes tienen que ir mañana a su examen de desaparición- le recordó Harry mirando a Ron en especial que ante la mención se puso nervioso.- Espero que aprueben y tenga licencia… la requerirán-

-Sera fácil- dijo Theo alzando los hombros. Esperaron por los pegasos que no tardaron en llegar y luego de montarlos surcaron los cielos para regresar al castillo.

A la siguiente mañana mientras releían un reglamento de aparición, y las posibles preguntas y ejercicios que les pondrían a Hermione y Ron, el descansaba. De la nada Hedwig entro por la puerta, con una carta en su pata. Ululo con alegría agitando las alas y con el pecho muy afuera, contenta de continuar cumpliendo con su deber de entregar cartas. Daria, que descansaba en un mullido cojín, no tardo en imitarla, pero con una cabeza mas grande que Hedwig casi provoca que los pergaminos de tarea del resto salieran volando.

-Gracias amiga- dijo Harry acariciando su cabeza y recibiendo algunos cariños con su pico.

Tomo la carta y lo primero que noto fue la letra de trazos grandes y desgarbados, muy difícil de descifrar debido a las manchas de tinta que emborronaban el pergamino.

"Queridos Harry, Ron y Hermione:

Aragog murió anoche. Harry, Ron y Hermione, ustedes lo conocieron y saben que era extraordinario, aunque de carácter fuerte. Hermione, sé que no fue amable contigo, pero si hubieras conocido de joven te habría caído bien. Me gustaría mucho que esta noche asistan al entierro. He pensado hacerlo en el anochecer porque ésa era su hora preferida del día. Como sé que no los dejan salir del castillo a esas horas, esperaba que utilizaran alguno de tus trucos para venir, Harry. No debería pedíroslo, pero no tengo ánimos para hacerlo solo.

Hagrid"

-Oh Hagrid- dijo Harry algo apenado por su amigo y la muerte de lo que una vez fue su mascota. – Hermione, mira-

-Pobre Hagrid- comento ella tras leerla con rapidez y se la pasaron a Ron que aun completaba una redacción de Snape. -Debemos acompañarlo-

La cara de Ron, quien la leyó un par de veces, parecía no creer lo que ponía la cara y luego de una sonrisa exclamo. - ¡Una acromantula menos en el mundo! - Luego los miro y con un poco de risa continuo- ¡No debería estar tan mal! ¡Ese bicho animó a sus… hijitos… a devorarnos a Harry y a mí! ¡Les dio permiso para que se nos zamparan con patatas! ¡Casi mata a Harry! ¡Y ahora Hagrid pretende que bajemos allí esta noche para llorar sobre su repugnante y peludo cadáver! -

-No solo es eso- añadió Hermione rodando los ojos- A pesar de lo que Aragog pudo hacer… Hagrid es nuestro amigo y a el le ha dolido mucho su muerte-

-Pero… es de noche y han endurecido las medidas de seguridad- dijo Ron un poco molesto- Y si mal no recuerdo, esa arañota estaba en el campamento gigante-

-Y así es- contesto Hermione para luego lucir algo conflictuada con ella misma- Hemos salido por las noches… pero con permiso o… por salvar o ayudar a alguien, pero… en fin, Aragog ha muerto. Si se tratara de salvarlo…-

-Si se tratara de salvarlo, te aseguro que yo no iría - dijo Ron cruzándose de brazos olvidándose de du redacción - Tú no lo conociste, cuando tenía un escuadrón de cientos de cosas con ocho patas. Hermione, créeme, lo mejor que podía hacer ese monstruo era morirse. -

Harry cogió la nota y se quedó mirando las manchas de tinta. Era evidente que unas gruesas lágrimas habían caído encima del pergamino.

-No estarás pensando en ir, ¿verdad, Harry? -dijo Ron sorprendido por su expresión - No vale la pena que nos expongamos por una cosa así. -

No contesto, solo paseo la mirada por Hermione y ella alzo los hombros. En todo caso se notaba algo sorprendido por que se lo pensaran, tanto que cambio de tema.

-¿Escuchaste sobre lo de la familia Montgomery? - dijo Ron negando con la cabeza incrédulo.

-¿Lo de su hermano?-pregunto Hermione asintiendo.

Dejaron un espacio en el que Harry casi se sintió estúpido y fuera del mundo.

-Soy el que no va al colegio, que esta muerto… cuenten el chisme completo que no tengo idea de que hablan- continuo Harry sobándose el cuello.

-A su hermano… lo ataco un hombre lobo. Dicen que su madre se negó a ayudar a los Mortifagos. El niño solo tenia cinco años y murió en San Mungo. No pudieron hacer nada para salvarlo-

- ¿Murió? - repitió Harry con una ira creciente- ¡Ese estúpido de Greyback! ¡En cuanto lo vea yo…! –

-Es un maniático, pero ya pagara lo que ha hecho- dijo Ron suspirando y guardando sus cosas. - Si llega a convertir a alguien más, tenemos la luz de plata para ayudarlos… pero… no se si sea bueno darlo a conocer ahora-

-¡Harry! ¿Estas bien? - pregunto Hermione tocando su rostro. No entendió al principio, luego noto que su mano había viajado de su cuello a su cicatriz, esta le daba comezón y su cuello estaba rígido. -Te duele de nuevo ¿Cierto? -

-No- dijo Harry retirando su mano, respirando- Solo… me da comezón. Hay que pararle los pies a Voldemort. Todas estas cosas horribles que están pasando tienen que ver con él…y conmigo-

El timbre sonó en el castillo, y Hermione y Ron se incorporaron de un brinco. Le miraron preocupados antes de verse entre ellos.

-Recuerdan el examen, deben ir- dijo Harry intentando lucir normal, a pesar de que la comezón no se retiraba. Voldemort estaba empezando a molestarse, lo sentía.

Justo a la ultima hora de la tarde aparecieron, y a pesar de que tenía pergaminos sobre la mesa; con diferentes diseños y planes de artículos que deseaba crear, así como algunos de su padre (como uno interesante sobre la construcción del mapa del merodeador); no le prestaron atención por la algarabía que les inundaba. Ni se molestaron por evitar hacer ruido ya que Daria dormitaba en la silla contigua.

-¡Harry!- grito Hermione dejando sus cosas en la mesa, ocultando sus planos y abrazándolo.-. ¡He aprobado, Harry! -

-¡Felicidades! ¿Y tú Ron? -

-¡LO LOGRE!- Luego soltó una risotada y se sentó contento- Aunque he dejado una ceja atrás- dijo señalando donde debía estar su ceja estaba limpia la piel y lo hacia lucir raro- he aprobado… por poco me suspenden-

-Unos pelos y no lo logras- dijo Harry antes de reírse de su propia tontería. -¿Y el resto?-

-Daphne y Theo pasaron, ella esta escribiendo una carta a su madre. - dijo Hermione besándolo, se notaba que estaba eufórica- y Nott… digamos que un par de chicas le están pidiendo cita-

-Neville y Luna… no se que se traigan, parecen raros- dijo Ron tomando una manzana del cesto en medio de la mesa, cosa que Dobby realizaba por petición de Hermione- En cuanto a la Sofí… ha de estar en al enfermería, escuche que ha dado un brote de acne mágico, estará un rato exprimiendo pus de bubotuberculos-

Harry los miro, para luego decirles-Iré a la cabaña de Hagrid… lo acompañare esta noche. ¿Vienen? - Se puso de pie, para luego mirar como ambos le alzaron una ceja.

-Como he dicho, lo de Aragog no nos debe importar …- comenzó Ron con la boca abierta.

-Nada de eso- dijo Harry para luego tomar a Daira y acariciarla por un momento- No es por Aragog, el me intento matar… dos veces. Yo sé lo que es que un preciado ser muera- con sumo cuidado recorrido las alas de la dragona que se soltó humo por la nariz. - No puedo dejarlo solo sufriendo la muerte de Aragog-

Hermione asintió y le beso la mejilla para sonreír- Entonces iremos-

-Tú y tus… buenos sentimientos, tú y tu… criatura lanza fuego- dijo Ron levantándose y mordiendo la manzana con tal fuerza que incluso salpico a todos lados- Mejor asegurarnos de que este bien muerta-

-Gracias chicos -contestó Harry mientras chasqueaba los dedos y los tres se desvanecieron. Quedando solo cubiertos por un hechizo desilusionador.

-Seguro que no has tomado ¿Esencia de locura? -sugirió Ron mientras Harry les echaba la mano sobre los hombros para no chocar con él. - A un tío lejano le paso, termino pensando que su zapato era un sombrero-

Salieron a los campos y comenzaron a avanzar a la cabaña, bajo una cortina de neblina fría que les mojaba los pies y la cabellera. Cada vez más contento, echó a andar a largas zancadas. No tuvieron que ir con sigilo porque el sonido de cigarras y grillos se mantuvieron por el camino. Respiraba el aroma aire puro y hierba, antes de cruzar el huerto de su amigo. En la cabaña de Hagrid, el gigante estaba parado en la puerta mirando con nerviosismo por los jardines y con los ojos algo lloros.

-oh Hagrid- chillo Hermione a la izquierda. Haciendo que el semigigante saltara y de paso golpeara el techo de su cabaña, sacando un quejido.

-¿Chicos?- dijo Hagrid antes de que Harry deshiciera el hechizo y pudieran verlos-¡Han venido! -

-Claro que vinimos Hagrid- dijo Harry entrando al cálido hogar. - No te dejaríamos solos-

-Aragog… el … se habría emocionado de verlos aquí-

-Para hacernos en sebiche- murmuro Ron antes de recibir un pisotón de Hermione al pasar y entrar.

-Eres nuestro amigo y nos importas Hagrid- dijo Hermione muy alto ocultando las palabras de su amigo.

-Que buenos son… Aragog… el … el hablaba mucho de ustedes- Y soltó un sonoro sollozo. Se había hecho un brazalete negro con lo que parecía un trapo untado con betún y tenía los ojos hinchados y enrojecidos. - Decía que le encantaría verlos y tener una buena comida con ustedes-

Le miro Ron, y movió la boca formando un "Mejor dicho tenernos de comida". Evito pensar que tenía razón, para luego acercarse a Hagrid y consolarlo, le dio unas palmaditas en el brazo, la parte más alta de Hagrid a la que llegaba.

-Tranquilo Hagrid, estaba viejo y merecía descansar- dijo Hermione intentando también consolarlo, solo provocando que este soltara un par de lagrimas mas y con un mantel se limpiara el rostro, y de paso se sonara la nariz de forma estruendosa.

-¿Dónde vamos a enterrarlo? -preguntó Ron sentándose - ¿En el Bosque Prohibido?-

-¡No, de eso nada! -respondió Hagrid dejando el trapo de lado, pues la tetera comenzaba a silbar- A los gigantes no les agradaba mucho, pero se portaron muy bien y me ayudaron a traer su cuerpo.- luego giro a Harry con los ojos dolidos- En sus últimos momentos me dijo que tuviera cuidado con sus hijos, que no me verían como amigo. ¡Resulta que no me devoraban porque él se lo había prohibido! ¿Te lo puedes creer, Harry?-

De haber contestado, Harry habría dicho "sí"; el muchacho recordaba con dolorosa claridad el día en que Ron y él se habían enfrentado a las acromántulas, y no les quedó ninguna duda de que Aragog era la única razón que les impedía comerse a Hagrid.

-Yo… se que no era perfecto- continuo Hagrid sirviendo tres pequeños tarros de te y uno enorme para si- Pero yo quería que él tuviera un entierro bonito, una despedida apropiada. -

El guardabosques rompió a sollozar de nuevo y Harry volvió a darle palmaditas en el codo, y mientras lo consolaba dijo- Te entiendo Hagrid, y estamos contigo-

-Si, Aragog… era especial- dijo Hermione intentando sonar sincera.

-Y que si lo era…- exclamo Hagrid dejando la tetera de forma estruendosa-… cuando eclosiono no era mas grande que mi dedo, y creció tanto, era esplendido-

Los ojos de Ron se abrieron y fueron a los dedos de Hagrid, Harry evito mirarlos, pero entendía a su amigo, si Aragog no era mas grande que su dedo, siempre mucho más grandes que cualquier araña recién nacida.

-Debió ser… simpática- murmuro Hermione y miro mal a Ron cuando hizo una cara de asco.

Hagrid se dejo caer en el sofá sollosando y cubriendo su cara con aquel mantel que ocupo. Tomaron los tarros de la mesa y comenzaron a tomar el té, que tenía un toque algo amargo, tan amargo como los lamentos que daba su amigo. Esperaron en silencio, dejando que el dolor de Hagrid saliera de su cuerpo.

-Es tarde Hagrid, deberíamos empezar- murmuro Hermione tocándole el hombro.

-O cierto…- dijo Hagrid sorbiendo la nariz- … ya es hora… de … de. despedirme-

Harry se acercó a la ventana de atrás, desde donde vio la espeluznante imagen que ofrecía la enorme araña muerta, tumbada boca arriba, con las patas encogidas y enredadas unas con otras. De su boca salía un líquido amarillento además de posiblemente que sus colmillos estaban negros.

- ¿Vamos a enterrarlo aquí, en tu jardín, Hagrid?-pregunto Ron al darse cuenta de que no irían al bosque, sin embargo lo dijo con demasiado alivio y alegría. Hagrid le vio y por un momento pareció que se rompería de nuevo en sollozos-Es que… me alegra que sea en un lugar bonito… y cercano a ti-

Eso pareció calmar a Hagrid, más Hermione no desaprovecho para darle un golpe en el hombro.

-En el huerto de calabazas- contestó con voz entrecortada- Ya … ya…he cavado la… la tumba. He pensado que podríamos decir algo agradable antes de enterrarlo. Mencionar algún recuerdo feliz, o algo así… -La voz le temblaba tanto que termino casi en un chillido agudo nada entendible.

Salieron al jardín trasero. La luna menguante refulgía detrás de los árboles y, mezclada con la luz que salía de la ventana de Hagrid, iluminaba el cadáver de Aragog, que yacía al borde de una enorme fosa, junto a un montón de tierra de tres metros de alto.

-Parece… pacifico- dijo Ron tragando duro al acercarse a la araña.

Harry no paraba de mirar los ojos ocho blanquecinos ojos que miraban el cielo y las dos pinzas cubadas que no paraban de supurar aquel líquido amarillento. Mientras Hermione encendía bolitas de fuego azul alrededor del cadáver y se aseguraba de que todo estuviera bien iluminado, Ron se le acerco.

- ¿Tomamos más veneno ahora que no hay peligro? -le murmuro.

-Tenemos suficiente- dijo Harry dándole un codazo- y si no sabremos dónde encontrarlo-

Ron le regreso el codazo, para luego escuchar a Hagrid decir con dolor-No todo el mundo supo apreciar su belleza - mientras las lágrimas le desbordaban las comisuras de los ojos y perder en su barba

Se colocaron en hilera y Hermione le tomo su fría mano, que enseguida comenzó a calentarse al entrelazar sus dedos. Hagrid se adelantó unos pasos. Levantó la gigantesca araña con ambos brazos y, lanzando un sonoro resoplido, la arrojó a la oscura fosa. La bestia cayó en el fondo con un espantoso y crepitante ruido. Hagrid rompió a llorar de nuevo. No iba a comentar que pudo levitarla y dejarla con cuidado, ya que no era momento y seguro el dolor de su amigo no lo dejaba pensar.

-Seguro es muy duro porque eres el que mejor lo conocía -observó Hermione con respeto - ¿Quieres que diga unas palabras?

Asintió para volver a enjuagar sus lágrimas. Avanzo a la orilla de la fosa y, con voz lenta y solemne, recito:

-Hasta luego, Aragog, rey de los arácnidos, tu que tu familia te respetaba que cuidaste y viste a cada uno de tus hijos. Tu cuerpo ha quedado atras, pero tu dependencia e ideales siguen vivos en donde antaño tejías telarañas. Emprende tu última gran aventura al reino arácnido, ya que nosotros te recordaremos como una de nuestras aventuras, una que nunca olvidaremos-

- ¡Qué… qué… bonito! – gimió dolorosamente Hagrid, y tras desplomarse en el suelo, se puso a llorar aún con mayor abatimiento.

-Vamos, vamos- dijo Ron palmeando su hombro, que ahora hincado, podía tocar. - Esta en un mejor lugar… le gustaban los lugares oscuros y húmedos-

Funciono mejor de lo que pensó Ron, ya que Hagrid tomo su varita de su cinturón y moviéndola el enorme montón de tierra se elevó para luego caer de forma continua sobre la araña, de modo que formó un perfecto túmulo. Realizo otro hechizo, provocando que brotaran botones de flores blancas del suelo formando un complicado y elaborado patrón, que a la distancia lucia como una telaraña.

- Entremos en la cabaña y bebamos algo. Harry, cógelo por el otro brazo… Así… Arriba, Hagrid… Bien, bien…-

Al ingresar, Ron y Harry estaban sudando, sentaron a Hagrid a la mesa. Fang, que durante el entierro no se había movido de su cesta, se acercó con sigilo y apoyó su enorme cabeza en el regazo de Harry, como solía hacer. Tal vez el ruido o el olor a comida despertó a Daira, que saco la cabeza, pero viendo el lugar en que se encontraba regreso adentro de inmediato. Saco una botella de cerveza de mantequilla e hidro miel, la destapo y sirvió, aunque a Hagrid le paso otra botella entera.

-Brindemos. - dijo Hagrid más compuesto, levantó la botella-¡Por Aragog!

-¡Por Aragog! -repitieron.

Al poco intercambiaban historias sobre el comercio ilegal de huevos de dragón, los métodos de crianza de bowtruckle, además de como entrenar escarbatos para conseguir tesoros en conciso. Aproximadamente una hora más tarde, Hagrid y Ron empezaron a hacer brindis que no venían a cuento: "por Hogwarts", "por Dumbledore", "por el que invento el hidromiel" recitaban una tras otra y…

-¡Por Harry Potter! -bramó Hagrid, y vació de un trago la decimocuarta botella derramándoselo en parte por la barbilla.

-¡Sí, señor!- grito Ron asintiendo con energía - Por Parry Hotter, el Elegido que… mi hermanango,… mi aventura de hermano… no... bueno, algo por el estilo -masculló, y dejo salir una risotada para también vaciar otra botella.

-Daphne lo matara- rio Harry por verlo agitar la botella y pegar los ojos al vidrio como si fuera a encontrar más líquido.

-Deberíamos evitar que tome tanto- dijo Hermione ya cansada de sus brindis.

-Es mejor que ver llorar a Hagrid-susurro Harry en su oído.

Luego de eso, Hagrid y Ron estaban sentados uno al lado de otro y abrazados como viejos camaradas, entonaron una triste canción acerca de un mago moribundo llamado Odo.

"En su pueblo natal Odo reposa

sobre un lecho de musgo, pues no había otra cosa.

¡Qué lástima da verlo bajo la luna llena sin capa ni sombrero, hecho una pena!"

Al poco Ron estaba algo rojo del rostro y movía la cabeza de un lado al otro, Hermione estaba recostada contra su costado dormitando, mientras el escuchaba los largos y repetitivos cuentos de Aragog de la boca de Hagrid.

-Lo tenía desde que estaba en el huevo -explicó Hagrid con aire melancólico- ¡Igual que Daira! El… era igual que ella, hermoso-

-No lo dudo mi amigo, no lo dudo- dijo Harry como por venteaba vez.

-Lo guardaba en un armario, en el colegio, hasta que… bueno…- El rostro de Hagrid se ensombreció y Harry comprendió por qué: Tom Ryddle se las había ingeniado para que echaran a Hagrid del colegio, acusado de abrir la Cámara de los Secretos. Ron, en cambio, no parecía estar escuchando porque miraba el techo, del que colgaban varios casos de latón y también una larga y sedosa madeja de pelo blanco y brillante.

-Bonito- canturreo Ron tambaleándose antes de dejar caer la cabeza a la mesa de forma estruendosa. Despertando a Hermione y mirando al redor soltó un gruñido.

Acostaron a Hagrid con algunos problemas, ya que el gigante soltó todo su peso, además de que intentaron que no chocaran con nada, cosa que resulto imposible. Luego colocaron Ron al hombro y se lo llevaron de regreso al castillo, entraron encontrando la sala despejada y no era para menos pues era cerca de las tres de la madrugada.

Al siguiente día Ron despertó adolorido del cuerpo por dormir en el suelo (aunque lo dejaron en el sofá). Y fue peor al tener que ir a clases y darse cuenta que Daphne lo estuvo buscando, como toda buena Slytherin se dio cuenta de que bebió Ron, porque estuvo mucho tiempo molesta sin dirigirle la palabra a su amigo. Se entero por el mismo Ron, que McGonagall había reprendido a Hagrid como niño pequeño por impartir su clase con resaca, además de que luego del regaño ofreció su pésame por Aragog. Cosa que alivio un poco la pena de su amigo semigigante.

Dos días después Daphne había perdonado a Ron. Mas la noticia mas escuchada era del regreso de Katie, la cual llego en camión noctambulo, recibida por los Pendragón y el colegio. Aunque Harry vio todo con el tercer ojo, pues no podía salir a recibirla el mismo. Mas pronto estaba en la sala de menesteres, feliz de poder regresar a Pendragón y tan ansiosa de comenzar su entrenamiento como siempre.

-¡Gracias Hermione, Sofi!- grito la chica con lágrimas en los ojos, dando un gran abrazo su prometida, cuando se entero que ella le había curado y que su recuperación fue tranquila por su intervención. Lego le volteo a ver y Katie se limpió las lágrimas para abrazarlo también. - Es un alivio tenerte de regreso Harry, es perfecto-

-Tenia que hacerlo, Pendragón en mi hogar- dijo Harry palmeándole la espalda. -Como te encuentras-

¡Muy bien, gracias a Hermione! -contestó ella, muy contenta-Me dejaron salir de San Mungo hace un par de semanas. Pero pasé un par de días en casa con mis padres y esta mañana he vuelto al colegio. Leanne me estaba contando lo que ha pasado y todo lo que les has cho pasar, Harry eres diabólico-

-Un poco- dijo él - Bueno, ahora que has vuelto y Ron ha puesto a todos en forma, tenemos posibilidades de machacar a Ravenclaw, y eso significa que ganaran la Copa.-

- Oye, Katie…- dijo Hermione atrayendo su atención, se notaba en su rostro que estaba por formularle una pregunta, bajó la voz mientras las amigas de Katie empezaban a recoger sus cosas porque llegaban tarde a la clase de Transformaciones. -Aquel collar… ¿Te acuerdas quién te lo dio? –

-No del todo- respondió Katie negando con la cabeza, apesadumbrada - Todo el mundo me lo ha preguntado, pero no tengo la imagen completa. Lo último que recuerdo es que entré en el lavabo de señoras de Las Tres Escobas y una cabellera rubia. –

-Bueno es mejor así- contesto Hermione suspirando- Lo importante es que estas de regreso-

- Siento que lo digo mucho, pero Gracias, es bueno regresar. Perdónenme, pero tengo que irme, solo me emocione por el regreso de Harry y necesitaba verlo yo misma. Ahora tenemos clases- Recogió la mochila y los libros y siguió a sus amigas.

Harry y Hermione giraron la cabeza, y miraron la escalera para suspirar ambos.

-Deja de ocultarte- dijo Hermione algo molesta- No recuerda nada, no te culpara-

-Y en tu defensa, ni tu sabes que deseas- dijo Harry aun poco duro.

Se escucharon pasos apresurados, pero ambos sabían que Draco había escuchado todo.

-Como quiera- dijo Hermione sonriéndole- Ahora yo también me voy, tenemos que hacer una poción de sangre para Slughorn el cual… ya sabes…es un poco pesado con nosotros-

Luego de eso Hermione también fue a clase. Hacía mucho que no salía a clases y el quedarse solo le pasaba a comenzar a hacer cosas que salían de su imaginación. De tal forma que se mantuviera ocupado, en lugar de mostrarse ansioso y nostálgico por tener no poder ir con sus amigos por el castillo. Además de que apenas había recorrido los pasillos para ir a la dirección y de regreso.

Por lo que fue a la torre flotante, donde se adentró a la puerta donde alguna vez creo su primera varita y luego de desplegar sus planos se propuso empezar a realizarlos.

-Veo que has mejorado mucho cariño- dijo una voz de niña. Haciendo que parara de recorrer la lista de materiales que necesitaba.

Una carcajada algo aguda le siguió, además de que parecía de un chico- ¡Claro ha mejorado! Merlín en persona lo entreno, no dudo que ahora se vuelva leyenda, como Godric-

-Eso nunca lo he dudado, desde que lo conozco, mi niño ha demostrado un auténtico talento- silbo otra voz, algo más adulta como de un adolescente de su edad.

-Falta que le quiten esa parte tonta de sus ser- dijo una voz, aunque era muy infantil.

-Lamentamos hacerte esperar… nuestro rey…. Nuestro Harry- dijeron los cuatro. -