HOLA HIJOS DEL CAOS. ¡Estoy vivo! Y de nuevo de regreso, para aquellos que temían el que dejara la historia, no teman esta historia continuara hasta que llegue a su fin. Así tarde unos 35 años (como one pice). Puede que este a la vuelta de la esquina, pero es difícil conjuntar todo en un sólo punto, a pesar que este camino es largo y escabroso quiero recorrerlo.

Ahora, la pregunta de los 10 pesos, ¿Que me paso? He aquí mi respuesta "Es ineficas dar escusas y rl tiempo es corto, y mejor comenzar a escribir la historia" Ademas de que unas pequeñas vacaciones no le caen mal a nadie, aunque he perdido practica y espero entiendan si me falta... algo.

Ya por último quiero decir que he leído todos sus mensajes y encontraré el tiempo a responder.

Tal vez queda por decir, pero solo quiero decir, lean, disfruten y comenten.


Capítulo 94.- Los pecados del padre ¿Redención del hijo?

Dio la vuelta lo más despacio que pudo, encontrándose con algo que le hizo cuestionar su cordura, otra vez. Era un cuadro muy raro que jamás imaginó, más cuando aquellos que veía eran más bajos que su persona, lucia como chicos listos para salir a Halloween y su mirada llena de miles de años apenas encajaba.

- ¿Qué? - dijo el chico pelirrojo. Con una coleta que le llagaba hasta la cadera, una mirada y una sonrisa feroz. Aunque su vestimenta era antigua de color escarlata y negro - ¿Tenemos monos en la cara o que Harry? -

La estupefacción de Harry seguía creciendo.

-Eres tonto y re tonto - dijo una niña como de 12 años, vistiendo un pequeño atuendo igual, solo que amarillo y negro (No había cambiado mucho). Aquel peinado de dos coletas que forman arcos a lado de su cabeza casi le sacan una risotada. Mas se detuvo al notar sus ojos marrones llenos de dureza y diminuto puño apretándose. Por más que fuera infantil decidido no retarla. -Y tu... Harry... no decido si te he curado de ser tonto-

-Ya paren eso...- dijo una chica mayor que todos ellos con el cabello algo azulado en una coleta de caballo de lado, con la túnica azul y plata destellando. Además de una sonrisa amable y una mirada llena de ternura infinita. -... Harry ha hecho y sobrepasado cada una de nuestras expectativas, merece que le celebremos su momento-

- ¿No hacíamos eso? -pregunto, con una voz algo silbante, el restante rascándose el mentón. Su cabellera negra ébano, unos ojos serenos y una mueca socarrona bastante ladina amplificaban su aspecto altivo. Su vestuario plata y verde desprendían brillos con solo ondear un poco, y las manos detrás de su espalda,casi parecía de la realeza- Como sea... bien echo mi niño, has avanzado mucho del camino, pero aún queda sendero y será increíble recorrerlo a tu lado-

-O vamos Sly, no seas tan formal-

-Cállate sarnoso, ve a morder a alguien más Griffin -

-Ustedes ¿No pueden dejar de pelar ni en este momento? -

-Que aburrida eres Revé- contestaron ambos, con sonrisas divertidas.

-Me voy a enojar- gruño Huffy alzando el puño minúsculo.

No aguanto más, comenzó a carcajearse, sosteniéndose el estómago mientras los ojos se le llenaban de lágrimas. La cara de sus maestros, confundidos por completo, no tenían precio. Le alegraba verlos de nuevo, escucharlos e incluso atestiguar sus peleas; pero era surrealista ver a cuatro adolecentes hablando como ancianos y más cuando vestían como para salir a pedir dulces en un barrio muggle.

Luego de la conmoción los cuatro se vieron enojados, y cada uno desprendió un poco de magia feroz, en cierto modo, no le parecieron tan feroces como antes. Tal vez era el cúmulo de magia que ahora rondaba por su cuerpo, o el que aquella magia que desprendía se parecía mucho a la suya. Tanto que no diferenciaba a ninguno mágicamente.

-¡YO SI LE PEGO!- dijo Huffy avanzando muy poco en apenas cuatro zancadas.

-Yo le desgarro la garganta- gruño Griffin emparejándose a Huffy con solo un salto.

-Tranquilos, parecen mocosos malcriados- gruño Sly y movió el cuello creando un tronido, al tiempo que tomaba a ambos de la capa- Aunque... tal vez un recordatorio de con quien habla, un poco de veneno no hace mucho daño-

-No atacaran a Harry...- dijo Revé, aunque le lanzaba una mirada furibunda, sus ojos le recordaban a un águila en plena caza- Y jovencito, no es forma de saludar a tus maestros-

- Ya, ya, ya... Lo siento, pero... ¿Qué...? ¿Qué les paso? -pregunto Harry aguantándose las costillas por el dolor que le producía intentar dejar de reír. Se mordió la lengua con fuerza, esperando que no notaran que le salía una leve risilla.

Se miraron entre los cuatros, y se cruzaron de brazos enojados, provocando que casi vuelva a soltar una risotada que desembocaría en la furia de sus maestros, y no estaba dispuesto a pasar por ella, no de nuevo.

Al mirarlo, suspiraron y lo señalaron -¡Es tu culpa! -

Eso paro su risa- ¿YO? - pregunto Harry tocándose el pecho. Se lanzaron miradas, y sintió como cuchicheaban en sus mentes, excluyéndolo. - Oh claro culpen al más alto-

-Veras mi niño, nosotros estábamos... "muriendo" ... igual que Hogwarts- dijo Sly señalando todo el cuarto- Eso daría el fin de nosotros y de Hogwarts, solo muy poco podría sobrevivir, sobre todo la torre -

-Estábamos dispuesto a ello- dijo Griffin sentandose en la mesa y viendo los planos- De cualquier forma, solo nuestra conciencia parpadeaba y llegaría en un punto en que no regresaríamos-

-Pero llegaste y nos salvaste cariño- dijo Revé acariciándole la mano, ella siendo la más alta era de su altura. - Veras como te dijimos, nosotros hemos pasado de mano en mano, alimentándonos de la magia de cada mago y criatura de donde nos encontraste-

-Por lo tanto, cuando nos diste tu magia, nos diste tanta que fue como si llenaras un cubo de agua en un rio- dijo Griffin moviendo el plano y alzando una ceja- Esto... se ve genial... pero no se... yo le cambiaría el furgón de cola-

-Nos hiciste trabajar varias veces mas para lograr asimilrll- dijo Huffy dando saltitos para ver los planos bien, pero al no lograrlo estiro la mano a Harry, por un segundo lo pensó y luego recibió un puñetazo, justo en su costado, de su maestra, que i le saco un sonoro quejido. Le subió a la mesa donde ella también comenzó a revisar los planos.

- ¿Es bueno o nalo? - pregunto Harry rascándose la cabeza- ¿Cómo paso?

-Nos diste tantísima magia que la asimilación y en este caso absorción fue difícil- dijo Revé suspirando- No nos malentiendas Harry, tu magia nos ayudó... pero al mismo tiempo nos hiciste trabajar de noche y día por la cantidad masiva de ella-

-Como consecuencia... pues no logramos comunicarnos contigo, intentar penetrar tu mente se volvió algo muy difícil, nuestro lazo esta roto y crear uno nuevo fue... problemático; Y además que el cambio no solo fue a nivel mágico, también nuestra cantidad de magia y nuestra propia forma se trasformo- dijo Sly pasando el dedo por el ultimo de sus proyectos. - Interesante problema-

-Y... ¿Cómo es que, de grandes y sabios maestros, pasaron a ser niños? - pregunto Harry esperando no recibir otro golpe de esa pequeña con mal humor.

-Tu culpa- repitió Huffy de malos modos.- Y no reclames-

-Escucha Harry, nuestras formas corpóreas se basan en el conocimiento que obtuvimos por milenios-dijo Revé con cariño- Por eso algunos de nosotros que pasaron más tiempo con magos o que incluso tuvimos la suerte de estar en una familia con tendencia al estudio, lucíamos muchos mayores. Huffy... - Le miro con aquella cara infantil, bufo y continúo fisgoneando en sus proyectos-...ella paso sus años en Hogwarts y por lo tanto su forma era de una niña ya que los conocimientos que podía obtener eran por medio de los estudiantes. -

-Sly y Reve se llevaron la mejor parte...- dijo Griffin con la cabeza oculta bajo su plano. - Sus familias lo pasaban en cuanto sentían que no podían obtener más conocimiento, la mía me pasaba cada que fallecia el anterior heredero. Aunque admito que extraño mi barba- menciono acariciando su mentón.

-Dejando de lado al barba roja- dijo Sly con una mueca exasperada- Llega un momento en que no podíamos lucir más grandes de lo que somos-

- ¿Cómo? -pregunto Harry anonadado, igual que siempre que hablaba con sus maestros.

-No podemos lucir de más de tres mil años, seriamos tan viejos que luciríamos raros - dijo Revé acariciando su mano entre ambas- Por lo tanto, nos dio la capacidad de volver a tomar forma joven con respecto a cuanta magia poseyéramos-

-Tanta magia... nos hizo volver a ser como antes- dijo Huffy sentándose y tocándole el brazo para darle el plano- Bonito - fue lo único que dijo antes de saltar y caer como una pluma.

-Entiendo- dijo Harry asintiendo- Mi magia le hicieron... Esto -los señalo de cuerpo completo-

-De cierta forma evolucionamos mi niño- dijo Sly para mover la mano y crear una onda de agua verde, que se deslizo como serpiente por la sala limpiando el lugar- Los anillos Excalibur fuimos creados con un propósito-

Dejo un espacio que Harry intuyo fue para que él lo completara, de tal forma que comenzó a pensar en por que Merlín dejo los cinco anillos y en un momento le llego a la mente. - Destruir al dios imperial dominio dragón-

- ¡Correcto! - dijo Revé con alegría y saltando, como antes cuando le enseñaban. - Gracias a ti recordamos lo que Merlín, lo que él nos encomendó cuando nos creó-

-Buscar a alguien que no deseara destrucción- dijo Griffin con las piernas colgando de la mesa y mirando el techo- Porque... Excalibur podría destruir a cualquier cosa si el portador lo deseara...-

-Y por el lado contrario, si deseara paz- dijo Sly con voz resonante- Tendríamos que ayudarle a reformar a Excalibur-

Se dejo caer en la silla de trabajo, pensando y asintiendo mirando como sus cuatro maestros le miraban, a pesar de ser pequeños se notaba su autoridad y fuerza. Los milenios en cada uno de ellos.

-Entiendes que significa ¿No? -pregunto Revé acariciando su mejilla.

-Es hora- dijo Sly alzando su mano y mostrando el anillo negro, aquel en que alguna vez contuvo parte de la conciencia de Merlín.

Continúo pensando moviendo su cerebro a toda velocidad, buscando la solución al problema que se avecinaba y encontrar la respuesta a la nueva incógnita que le proponían sus maestros.

-Bien- contesto Harry al mirar sus proyectos y sonreír- Pero lo haré a mi modo... De acuerdo-

Una carcajada estruendosa de Griffin, la sonrisa de Revé y Sly, además de un pequeño golpe de Huffy le dieron la respuesta.

-Siempre a tu modo ¿Verdad? No puedes dejar de ser ese terco destructor de planes. -

-Por Abrahamelin, nunca cambiara, no importa el tiempo sigues siendo un niño con demasiado ego-

Hubo dos ligeros movimientos a la espalda de sus maestros, uno de ellos chasqueo la lengua y el otro dio una sonrisa ladina. Voltearon a verlos, encontrándose a los dos jóvenes que menos esperaba ver. Lucían cual la última vez que los vio, aquellos ojos rojos y azul cristalino le sonrieron. En cuanto sus maestros los vieron, se levantaron pusieron en fila e inclinaron con respeto.

-Y cuéntame ¿Qué has hecho mientras dormíamos? - pregunto Merlín con esa sonrisa arrogante.

-Veo que regresaste con los tuyos, y tu amada Hermione- rio Nimue avanzando y mirando a los cuatro que seguían inclinados- Y ahora tenemos mas ayuda para el final de tu entrenamiento-

-Se ven bastante buenos, y son muy bien educados. No como otros- dijo Merlín moviendo la mano y los cuatro levantaron la cabeza- Hicieron muy bien enseñando a este mocoso, lastima que no aprendiera de igual forma-

-Eso no es cierto, lord, Harry se esfuerza demasiado- dijo Revé con amabilidad.

-Esperen un momento, paren a la caballería y sus caballos ¿Qué carajos pasa aquí? -pregunto Harry avanzando hasta Merlín y mirándolo al rostro. Era el mismo, desde las orejas puntiagudas hasta los pantalones abombados. Y Nimue también, ahora que la veía bien, si tenia algunas diferencias con Hermione, pero se notaba la familiaridad. - Ustedes... murieron-

-Claro- dijo Merlín palmeándole la cabeza como si fuera un niño contestando correctamente- Morimos hace tanto que en estas épocas solo somos leyendas, cuentos de hadas y, por qué no decirlo, dioses-

-Escucharon eso- dijo Nimue tomando de la mano a Huffy y sonriéndole al los otros- Fue su ego resonando en su hinchado autoamor-

-Claro- dijo Harry tomando la mano de Merlín y quitándola de su cabeza, para luego alzar la mano y ver el anillo negro- Es acero de Excalibur, por lo tanto...-

-Contiene mucho poder mágico y lo concentra utilizando su entorno- dijo Merlín para luego mirar el lugar y pasar el dedo por la pared- De tal forma que sobrevivimos por el poder residual que quedo al matar a Diddy... Y si, puedes admirarme, sobreviví para decírtelo en tu cara mi amigo-

-Apenas- dijo Nimue que era admirada por Griffin y Sly- Nuestra conciencia se perdía, pero gracias a que toda la magia en nuestro entorno era bastante, logramos ponernos a dormir y recolectar la magia que necesitábamos para continuar con nuestra existencia. Además, Harry Recuerda que Merlín y Nimue de verdad fallecieron hace mucho, nosotros somos solo parte de ellos-

-Si muy lógico... creo- dijo Sly por primera vez viéndose dudoso. - Somos seres de magia, la magia nos puede salvar aun si estamos a un segundo de perecer-

- ¿Son mis ideas o se parece a Hermione? -dijo Griffin mientras que se peinaba la barba inexistente de su mentón.

Harry, Merlín y Nimue lo miraron- Al revés, Hermione se parece a ella- dijeron los tres.

-A ver- dijo Harry sobándose la sien e inclinándose contra la mesa, mirando sus planos nuevamente- Recapitulemos... Ustedes seis, casi desaparecen por falta de magia y se salvaron por absorber mucha magia durante este tiempo en el que no los he visto. ¿Y ahora aparecen aquí... los seis... de la nada y sin avisar? -

-Tal vez eso dice mas de ti que de nosotros ¿No crees? - dijo Merlín sentándose en su asiento y subiendo los pies a la mesa - Casi nos matas, nos haces perder conocimiento acumulado de decenas de generaciones de magos y ahora estamos aquí por que nos necesitas, de nuevo-

-Si bueno para empezar si sabían que tenían una mínima posibilidad de sobrevivir ¿Por qué no me lo dijeron? - comento Harry dándole una palmadita en los pies para que los bajara- Y segunda, si no hubiera sido por que me mantuvieron dos años en el archipiélago, mis maestros no hubieran pasado por eso-

-Buen punto- dijeron Nimue y Huffy, pareciendo madre e hija por como le tomaba de la mano.

-Y ciertamente, si no fuera por la transferencia de magia, ninguno de los seis estaríamos consientes- dijo Sly intentando sonar cordial, pero tenía cierta expresión de confusión. -Ahora la pregunta correcta es ¿Por qué ahora y aquí? -

Miro los pergaminos en el escritorio y vio su proyecto, y recordó las palabras que apenas habían dicho. Giro a mirar a Merlín y este apenas movió un dedo para mover los pergaminos y alinear sus proyectos, aquellos que pensaba realizar.

-Ya lo dijeron, es hora de hacerlo- dijo Merlín con esa sonrisa ladina- Y quien mejor que yo para guiarlos en esta tertulia que podrá calcinar el mismo mundo-

- ¡Oye! Déjame el drama a mi ¿Quieres? Yo soy el ser vivo- dijo Harry contento, estaba con sus maestros, a pesar que dos de ellos eran maniáticos, estaba empezando a creer que pronto tendría tanto trabajo que necesitaría unas vacaciones después. - Y como ya dije, lo haré a mi modo y forma. -

-Y yo dije que seguiría a mi rey, aunque este sea un mocoso terco- Dijo Merlín para luego girar la mano y revolver sus pergaminos- Pero que no se te suba a la cabeza, aun te queda milenios para estar a mi altura-

-Si bueno, esto será difícil y extremadamente peligroso- dijo Harry suspirando.

-Juntos tenemos tanto conocimiento y magia que todo es posible- dijo Reve sonriendo- No crees que solo necesitamos tiempo para lograr todo lo que te planeas-

-Me referiría a acostumbrarle a tener a mis seis maestros juntos-

En seguida y sin preguntar puso manos a la obra, colocando cada pergamino, cada investigación y cada dato de los archivos de su padre en la mesa. Así como los nuevos planos y otros artefactos en la mesa. De su bolsa del banco atrajo acero duende, tanto como para poner a Ragnok a cantar de felicidad. Y aun faltaba mas de la mitad en su bóveda.

- ¿Comenzamos señores y señoras? -

-Si, ya se puso arrogante el mocoso ingrato-

-¡Cállate Merlín o te ato la lengua por un buen rato!-

-El gran Merlín es el más grande tono-

-Solo creo que estaba preguntando por la opinión de todos, Harry no tiene malas intenciones -

-Y con certeza, mi niño, dijo la pregunta indicada-

-Aun no entiendo ¿Cómo es que Hermione y Nimue se parecen? -

Estrello la frente contra la mesa y murmuro - Me van a volver loco-

Con la ayuda de sus maestros (y con más discusiones que nunca) seleccionaron información de la biblioteca infinita y sus propios conocimientos recopilaron aquello que les hacía falta. Y de paso también crear un procedimiento adecuado para completar lo que les esperaba dentro de poco.

Salió de la torre flotante muy tarde, suponía que encontraría a Hermione sentada enfurruñada o por lo menos leyendo un libro para regañarlo por trabajar hasta tarde. La encontró dormida, con el libro sobre su costado, el pelo pegado a la mejilla y sus manos aferrada a la almohada que solía utilizar. La admiro unos momentos antes de acariciarle la mejilla, quitándole el cabello pegado, se colocó su pijama y se recostó a su lado para abrazarla y besarle la frente. Abrió un poco los ojos ante el contacto, le dio un leve gruñido y luego se acurruco en su pecho para volver a dormir.

{Pues si se parece un poco a mi} escucho antes de dormir con la cabeza a punto de estallarle y aun escuchando a sus maestros discutir, sobre todo con Merlín.

Al siguiente día despertó con siete voces en su cabeza, Hermione hablando y discutiendo con sus maestros, presentándola Merlín y Nimue, aunque no los viera. Coloco la almohada en su cabeza intentando obtener más minutos de sueño. Cosa que no ocurrió.

{Entonces ¿Ustedes fueron quien casi matan a Harry?} gruño Hermione muy enfadada {¿Quiénes les hicieron esas cicatrices?}

{Gajes del oficio linda, pero no te preocupes ese mocoso no murió} dijo Merlín con un tono que nunca le escucho, un tono de seducción impreso.

{Deja a mi prometida en paz} Dijo Harry respingando, aunque la verdad es que Hermione se estaba arreglando al pie de la cama.

{¡TU NUNCA CAMBIARAS, DEJA A MI TATARANIETA O TE JURO QUE INCITARE A HARRY A QUE TE ENVIÉ AL POZO MÁS PROFUNDO DEL PLANETA!} grito Nimue y sintió algo de enojo intenso procediendo de su voz.

{¡No Nim! Ni se te ocurra} dijo con temor Merlín {Tu eres mi único amor}

{Yo y los otros miles que te llevaste a la cama}

{Pero fuiste la primera en mi cama}

De inmediato cerro su mente, sabiendo que ocurriría una serie de gritos y puede que hasta gritos de terror. Se concentro en Hermione que le veía y suspiraba terminando de colocarse su uniforme.

- ¿Siempre son así? -

-Cuando no se pelean como un viejo matrimonio... me quieren matar - suspiro Harry, una leve risa de Hermione le alegro el día-

Fue a él, le tomo y beso con suavidad. Estaba por desarreglarla y no dejarla asistir a clases, pero de inmediato entro una lechuza del ministerio, solicitándolo para ir con Kingsley en una nueva redada.

-Cuídate mucho- dijo Hermione esa mañana, en cuanto estaba vestido y con la gabardina de Auror en su hombro, las perneras y la máscara bien colocadas a su cintura. -Envíame un mensaje en cuanto puedas y...-

-Regresare a ti- dijo Harry abrazándola por la cintura y besándola- Siempre-

- ¡No hagas nada estúpido y no busques problemas! - dijo Hermione abrazándole con fuerza, cada que salía a una nueva misión del ministerio se notaba ese miedo de perderlo.

-Estás hablando con Harry Potter- dijo mientras le acariciaba las mejillas- Eso es lo mío...-

Rodo los ojos antes de regresarle el beso y salir para sus clases.

{Te amo} dijo Hermione al otro lado de la puerta.

{También te amo} contesto Harry con una sonrisa enorme.

{Cursis}recito Griffin, Huffy y Merlín (De alguna forma sobrevivio).

{¿Pueden darnos nuestro espacio?} pregunto Harry recordando el por qué le molestaban tantas voces en su mente.

{Estamos en tu mente, escuchamos y vemos toooooodo} dijo Griffin en una risa algo molesta.

{Si que son críos} dijo Revé exasperada {El amor de Harry y Hermione es hermoso}

{Concuerdo, mi nieta ha conseguido un buen partido, le doy mi bendición a su compromiso}

{¡AUN LOS ESCUCHO!} Grito Hermione y presentia que estaba roja del rostro.

-De acuerdo, voy a necesitar antipsicóticos... ¿Sofí me dará algunos gratis? - dijo Harry antes de ver a Daira y Marlow durmiendo. - No modo... vi vas a roma...-

{haz como los romanos} contesto Revé.

{¿Hacer chistes de griegos?} pregunto Griffin curioso {Recuerdo que un tipo medio loco que se reía por las falditas que llevaban, incluso decía que cuando iba al baño los griegos tenían que...}

{CALLATE} le gritaron.

Y antes de que continuara contando historias desapareció llegando directo a la entrada del Ministerio.

-A ganarse la paga- dijo Harry estirándose. {Por favor no me distraigan, puede que muera}

{No me tientes} rio Merlín para luego escuchar un grito de todos hacia el.

Transcurría el mes de mayo y los días eran templados y agradables. Mas eso no ayudo a Harry en sus diferentes redadas, terminaba llegando sucio y aunque capturo media docena de Mortifagos aun parecía lejos de lograr su objetivo. Su mente estaba siendo golpeada con regularidad por Merlin, el cual no paraba de criticarlo o de dar comentarios nada lindos por como los magos habían perdido mucha magia antigua. Y por el otro lado parecía disfrutar los beneficios que daba no poder ser visto ni escuchado para alagar a las Auroras y demás compañeras de trabajo de Harry.

- ¿Cuatro más? - pregunto la asistente de jefe Auror con una sonrisa- Es un récord hoy en día, creo que podría incluso dejar en vergüenza a mi jefe-

{He que hermosa chica. coquetéale un poco ¿Quieres?} susurro Merlín burlando sus defensas.

{Estoy comprometido} dijo Harry dejando el papeleo en el escritorio de la chica. - Solo hago lo que puedo, asegúrate de enviarle mi progreso a Rufus, me ha estado mandando cartas y no voy ha hacer el informe que me pidió-

- ¿Te ayudo en eso? -pregunto parpadeando de forma seductora.

{Mira está disponible a ti}

-No me interesa nada de eso - dijo Harry exasperado y molesto.

La chica se quedo quieta y bajo la vista pareciendo muy intimidada, se hubiera disculpado y dicho que el hablaría con Rufus, pero tenia un día muy atareado y solo deseaba salir del ministerio para ir al callejón diagon.

-Informare al ministro y entregare su papeleo en persona ¿Algo mas en que le pueda ayudar? - pregunto la chica con la voz muy baja.

-Nada más, gracias y hasta luego- dijo Harry aflojándose la corbata y saliendo rumbo a los ascensores.

Aun recordaba los primeros días en el ministerio, todo el mundo le veía extraño por siempre llevar su mascara y mas aun por es el que perseguía a Mortifagos. Pero poco a poco parecía acostumbrarse de su presencia y mas aun al siempre hacer un trabajo rápido y llegar con resultados positivos.

- ¿Ya sales Henry? - pregunto el verificador de varitas, aquel que engaño para entrar al despacho del ministro. - Apenas es medio día-

-Que tarde- dijo Harry pasando a su lado - No debí ser tan amable con los Mortifagos-

- ¿Qué haces luego? Siempre sales inmediatamente al terminar - dijo riendo. - ¿No quieres salir en la noche con unos amigos? El bar Pentagram y unas brujas lindas vendrán -

-Me lo pensare- dijo Harry rodando los ojos para luego marcharse.

Agradecía su reputación o mejor dicho el incógnito, podía pasar inadvertido y la mayoría se abría paso en cuanto lo veían cerca, dejando un camino por el cual ir y venir sin problemas. Y como no hacerlo cuando la ultima vez escapo de los periodistas de forma tan rápida. Fue directo a las chimeneas y se introdujo en las llamas verdes.

Apareció en el caldero chorreante, miro a su alrededor y noto a Tom mirándolo y sonriendo - ¿Una copa señor? La casa invita y del Wisky de fuego más fino-

-Estoy de servicio, no puedo tomar, tal vez luego Tom- dijo para salir al callejón Diagon, no sin antes tener que saludar a un par de clientes de Tom que se levantaron ante su presencia.

Igual que en el ministerio, la poca gente que le rodeaba se movía en cuanto lo veían acercarse y solo unos pocos le hablaban, sobre todo aquellos que le querían vender baratijas. Como unos protectores que solo eran basura y una chicharra que podía detener cosas en el aire(pero no funcionaba).

Cuando pasaba por el local de los Weasley escribió una nota rápida y con un soplido esta se formó en un avión de papel y voló directo a la puerta de la tienda. Un momento fue suficiente para percibirlos y luego continuo su camino con normalidad.

Continuo su camino directo a Gringotts, el edificio blanco como la nieve, se alzaba de forma espectral por el clima y el bronce pulido brillaba como reflector ante la mínima luz que se colara por su costado. Las puertas dobles, abiertas todo el tiempo antes y con duendes u magos saliendo y entrado en cada momento, estaban cerradas. Solo unas pequeñas ventanillas con rejillas en ella mostraban el interior y a un duende malhumorado atendiendo con mala cara.

Los dos Aurores que cuidaban a cada lado de la puerta se pusieron firmes al verlo llegar y levantaron la varita en señal de saludo. Fue suficiente un solo movimiento de su mano para que volvieran a relajarse. En las primeras tres ventanillas, magos realizaba peticiones a los duendes, y lanzaban miradas a todos lados como si temieran que les robaran. Se acerco a la ventanilla libre y miro por el hueco, dejando de lado al duende que atendía, miro a la lejanía duendes contando y pesando piedras preciosas. Y aun así parecían que tenían simples pedazos de carbon ante ellos.

-Si, ¿Qué desea? -dijo el duende con voz nada agradable.

-Vengo a ver a mi gerente de cuentas, Apathio- dijo Harry mientras que sacaba los anillos detrás de su corbata y los mostraba.

Fue cuando el duende alzo la vista y este gruño, luego vio de la máscara a los anillos y volvió a gruñir -Si desea una junta privada con su gerente, tiene que meter una solicitud en la ventanilla dos, le recomiendo hacer una cita en la ventanilla tres, luego tráigamelo y le enviaremos una lechuza para avisarle el día en que estará disponible. -

-Creo que la burocracia alcanzo el mundo mágico, que deprimente- suspiro Harry guardando los anillos de sus maestros. - ¿Para cuándo creen me den el permiso? -

Volvió a alzar la vista, gruño mostrando sus dientes y murmuro con voz tosca. -Tenemos todo ocupado hasta agosto-

- ¡Por el demonio de Merlín! - exclamo Harry sin poderse contener ante el asombro de quienes estaban en las otras ventanillas y sobresaltando a los guardias.

{No te pases mocoso} gruño Merlín.

{Que buena frase, me la guardo} rio Griffin en su mente.

- No voy a esperar tanto, lo necesito ver a la brevedad, si es ahora mejor-

- Lo siento, pero es todo lo que le podemos ayudar ahora-

-Llame a Apathio o mejor aún a Ragnok ellos me atenderán- dijo Harry apresurado, las otras dos personas que estaban en las ventanillas restante estaban asombradas por su osadía. Y no era de menos cuando maldices a Merlín y vistes como Auror, ademas de llamar al jefe duende sin ser alguien importante.

-Lamento... es imposible, le solicito que haga lo que se le pido o... me veré en la penosa necesidad de pedirle de forma tosca y nada amigable- dijo el duende mostrándo una sonrisa maniática, una que casi le retaba a contradecirlo. Parecía que era lo más divertido que le pasaba en semanas.

Harry suspiro, le miro y sonrió a pesar de que no lo veía al rostro. Alzo el puño, y de un golpe atravesó la rejilla que tenía un encantamiento mágico de protección rúnica, le tomo del cuello y tiro con tanta fuerza que su rostro quedo aplastado contra la única reja que los separaba.

- ¡Eres amable de ir y decirle a los dos que la marca de Priscob está afuera... esperando hablar! - dijo Harry muy bajo y cerca de su rostro. - ¡O esto se pondrá feo, para ti ¿Entendiste? -

Tardo un momento en que asintiera, una vez que soltó al duende no espero más, bajo de su silla de un salto y corrió toda la estancia con los brazos alzados y con la marca de la rejilla en su cara aplastada, además que gritaba. "LA MARCA DE PRISCOB, LA MARCA DE PRISCOB, LA MARCA DE PRISCOB".

Deseo por un momento atravesar las puertas y ponerle la mano en la boca, su chillido seguro que lo escucharon hasta el otro lado de Londres. Espero cinco minutos, en los cuales la bruja y el mago que sacaban dinero se fueron (algo escandalizados) y llego otro, apenas se acercó a la ventanilla cuando estas bajaron y con un "PLAC" metálico quedo sellado el banco.

{Ya bailaste con la mas fea, Revé te toca hacer un plan} dijo, entre carcajadas, Merlín, en su cabeza.

{La paciencia es una virtud, virtud que no tendrás jamas} dijo Revé en el tono de reproche que le dio escalofrió a Harry, agradecía que no era dirigida a su persona.

Fue el turno de Nimue, junto con Huffy y Griffin, de soltar carcajadas mientras decía {Ahora si, alguien te cerro esa bocaza}

Sintió el enojo de Merlín pero antes de que dijera algo comento {guarden silencio por un rato ¿Si?} Y para evitar mas discusiones cerro toda conexión. Aunque sus maestros con seguridad lograrían abrir en cuestión de minutos

Un rechinido estruendoso sonó y las puertas se abrieron un poco, dejando una rendija del tamaño de dos personas, suficiente para que pasara y en ella se mostraba a Ragnok y Apathio ambos mirándolo.

- ¿QUE FUE LO QUE DIJISTE? -Grito Ragnok mientras que avanzaba en sus zancadas cortas y puños apretados- ¿TU QUE TIENES QUE VER CON LA MARCA? -

Tanto los duendes adentro como los dos magos estaban extasiados. El solo se inclinó con respeto. -Tengo todo que ver con ella. Mi amigo Apathio se lo puede asegurar ¿Cierto? - dijo Harry.

Tardaron un momento en verse y desconfiar, para luego inclinarse.

-Es un placer saludarlo de nuevo señor- dijo Apathio moviéndose a un lado dándole paso.

-Lo esperábamos mucho tiempo atrás- continuo Ragnok mientras también se movía. - ¿Por qué la tardanza? -

-Siento eso, el tráfico es mucho más pesado hoy en día- dijo Harry irónico y entrando con paso firme. De reojo miraba la expresión asombrada y las bocas abierta del mago que acababa de presenciar todo.

Los duendes no eran muy platicadores, no a menos que fuera sobre algo que les dejara ganancia o que fuera de algún tesoro brillante y despampanante, de tal forma que caminaron por los intricados y laberínticos pasillos en silencio. Ya no reconoció el lugar cuando se adentraron aun pasillo con columnas de mármol e incrustaciones de diamantes. Luego de la quinta vuelta a la derecha, la octava a la izquierda y la bifurcación de unas escaleras se perdió. Incluso su magia estaba distorsionándose entre tantos huecos y recovecos que existían el banco, si deseaba mapear el lugar, esa no era la mejor forma. Menos cuando se distraía con los exóticos cuadros con tesoros fascinantes y duendes raros; ese duende con una nariz en forma de nabo le dejo la mente en blanco un rato y aquel donde dos duendes semi desnudos abrazaban una pila de oro lo hizo estremecer.

Al final estaban ante una oficina muy linda, con libreros repletos, una mesa echa de un solo enorme tronco de madera, plumas y pergaminos volando en todos lados.

-Un ascenso merecido Apathio- dijo Harry mirando alrededor. - ¿Esa placa tiene rubíes? Que ... ostentoso. Yo ocuparía imitaciones, menos posibilidades de que me los roben, pero aquí es una fortaleza laberíntica, eso significa que no lo pueden robar tan fácil y la entrada ya dice que la codicia es la perdición ¿No? Pero creo aquel cuadro del duende nabo asustaría a más de un ladrón-

-No recuerdo que hablara tanto y si... son rubíes y es difícil de llegar aquí- contesto Apathio mientras convocaba té y pastelillos. - Ahora... Señor Potter... puede dejar de ocultarse ante nosotros-

Apathio se sentó en el escritorio a lado de Ragnok y desapareció cada documento de encima, dejándolo limpio y pulcro. Harry lo hizo, se quitó la máscara.

-Un poco diferente, pero... sin duda es el mismo Harry Potter que conocí- dijo Ragnok sacando un puro rojo de su saco y llevándoselo a los labios- Sin lugar a dudas Lady Granger no se equivocaba, siempre supo que usted regresaría y... diferente-

-Si... algo- dijo Harry señalando el sofá de enfrente- ¿Puedo? -

Ambos asintieron y sin dilación se sentó, era reconfortante y de alguna forma le hacía pensar que no se andaban con rodeos al comprar cosas buenas. Aunque su antigua oficina de Apathio era un asco a comparación de esta. Tomo un pastelillo, una taza y comió un poco, el dulce era perfecto y equilibrado con un sabor cítrico y el tibio sabor del te le encanto.

-Que extraño- dijo Ragnok encendiendo el puro con magia. - Lady Granger estaba ansiosa por terminar su visita, usted... parece que viene solo a tomar él te-

-El tiempo es relativo Ragnok, para lo que algunos es un día, para mi pueden ser cuatro o una semana, depende de cada persona- dijo Harry terminando su segundo pastelillo- Y lo que para algunos es importante para otros no, como esta visita, para mi es importante porque es algo que necesito, pero para ustedes puede ser una simple formalidad-

Ambos duendes se vieron y Ragnok soltó una bocanada de humo que giraba en espiral. Le señalo y sonrió.

-Suena a él, ¿Lo sabe? - dijo Ragnok mientras sus ojos parecían ver otra cosa -Priscob decía lo mismo, un día en su vida era una década en la nuestra. Vivió en un tiempo diferente a todos y dejo de proteger los tesoros por comenzar a proteger algo... algo que dijo que le sería útil al siguiente rey mago, al siguiente... Merlín -

-Bueno... mi abuelito era tan sabio como el tiempo- dijo Harry suspirando, recordándolo, con esa imagen de niño en los recuerdos de Merlín y su forma anciana antes de morir. -Pero vengo por una sola cosa-

- ¿Su bóveda? -pregunto Apathio convocando un pergamino- Eso se arreglará solo con una gota de su sangre-

Harry sonrió, dejo la tasa flotando -No mi amigo- Se levanto, y de paso guardando un par de galletas en su bolsa. -Vengo por algo más importante que un simple puñado de monedas, artefactos y cosas brillantes. -

Se vieron y suspiraron.

- ¿El Horrocrux? -Pregunto Apathio firmando algunos pergaminos, colocando datos con su pluma a tal velocidad que se notaban los años y experiencia plasmada en sus dedos. -De tal forma que Lady Granger le ha informado y supongo que también sabe que... no podemos ayudarlo más-

Camino por la oficina, pasando junto al ciento de carpetas donde con seguridad mantenían información muy confidencial y estaba la ubicación exacta del penúltimo Horrocrux. Atrajo su taza de te y la vacío, les sonrió y se paso la mano por el cabello.

-Entonces necesitare el número de bóveda y el nombre de a quien pertenece- dijo Harry volviendo al sillón y dejo todo en la mesa, aprovechando para tomar más galletas.

-No le podemos ayudar más-

{Sabes que haría yo, pero seguro terminaría a genocidio} susurro Merlin.

{Mejor de la forma de Revé y Sly} continuo Harry soltando un largo suspiro, lo que haría no sería fácil y complicaba todo, pero era lo mas correcto- Pongamos una situación hipotética...-

- ¿Hipotética? -

- ... si una suposición. Todos sabemos que Gringotts es el lugar mas seguro para guardar tesoros mágicos, que los elfos son guardianes y los mejores a la hora de hacer contratos, de crear jugadas y contra jugadas,contractuales, tan magistrales que los magos les tenemos respeto y... temor- comenzó Harry utilizando un tono de alababa y alagaba, les sonreía y asentía con la cabeza. El rostro de Ragnok fue un poema, con el mentón levantado, la nariz apuntando al techo, su soberbia sonrisa e inflando el pecho, pavoneándose por las palabras que le dedicaba. En cambio, Apathio entre cerro los ojos y dejo de trabajar. - Lo sabes Ragnok, los magos dependemos de mucho que nos da el banco; negocios, contratos, compra y venta e incluso contrataciones privadas. Todo eso pasa por tus manos, millones a miles de millones de galones pasa por tus manos, estas parado en la cima de la mayor montaña de oro y joyas. -

Espero un momento en el cual saco una galleta y la partió con la boca, los miro y sonrió un poco.

-Ahora supongamos que en un futuro; sea un mes, un año o una década; de repente "Magos oscuros" quisiera atracarlos y dar el golpe de su vida. Entran al banco, destruyen todo a su paso, se adentran por este laberinto, cruzan sus trampas y llegan a la una de las bóvedas mas custodiadas y que mas peso tiene en este lugar. -

- ¡Esos malditos pagarían con sangre y terror eterno! -Gruño Ragnok aplastando el puro con sus dientes.

-Claro, se lo merecerían, atacar tan ilustre y antigua organización seria un pecado imperdonable- dijo Harry regresando a su asiento, inclinándose en el respaldo y continuando con la galleta. - Pero, continuando con la hipótesis, imagina que roban una bóveda o más de una...-

-¡NO SALDRÍAN DE ESTE LUGAR VIVOS!- Grito Ragnok masticando el puro, esperaba fuera tabaco y no una especie de planta mágica alucinógena.

-El banco ya ha tenido irrupciones, hemos sobrevivido y jamás... ¡JAMAS! ¡Han sacado un solo knut de este lugar! - comentó Apathio serio.

-... tienes razón, pero... si escaparan ¿Has pensado que pasaría con tu banco? - pregunto Harry con curiosidad entrelazando sus dedos y cruzando la pierna. - Según recuerdo aquella irrupción en la cámara 713 fue solo un "¡tal vez!" Ya que días antes mi amigo Hagrid, por ordenes de Dumbledore y permiso de Nicolas Flamel, retiro todo de aquella bóveda. De tal forma que nada fue robado. Solo otro intento de robo, de un ridículo ser que apenas se mantenía en pie. Mas si pasara...-

- ¡TU, ¿QUE INTENTAS DECIR?! ¿Acaso nos estas tratando de extorsionar o intimidar? - Dijo tan fuerte Ragnok que escupió y salpico el puro por la mesa. El color rojo amoratado de su rostro lo había visto en Vernon, cuando se enojaba a tal punto que dejaba de respirar.

- ¡No, claro que no! ¡¿Por qué lo haría?¡ ¡Somos aliados, compañeros y amigos! - dijo Harry intentando lucir ofendido, aunque en cierta forma no estaba tan lejos de a donde se quería dirigir. - Es que... si les pasara, que espero no, el banco no solo enfrentaría la mirada y señalamiento de cada mago y bruja que tenga su dinero aquí. Si no también del ministerio y Winzengamot, los cuales no están muy contentos por cerrar sus puertas a ellos, estoy seguro que ellos se cerrarían a ustedes. Lo cual no seria nada bueno. Me imagino a todas las personas retirando cada articulo de su bóveda, cambiando sus seguros de propiedades al ministerio e incluso tal vez demandándolos. Y sabe que algunos magos se aprovecharan, extorsionaran y pelearan por obtener una tajada de ustedes. -

La boca de Ragnok mostraba una mueca tan enojada que deformaba un poco su rostro, pero notaba en sus ojos ese ápice de preocupación que buscaba y su entonces lo tenía donde quería.

-Sobreviran como institución financiera, pero... a que costo. El nivel de desangramiento monetario seria un golpe duro, sobre todo como duendes. Mi abuelito no fundo el banco para que eso pasara. -

Se miraron unos largos minutos, el ambiente del lugar era tan tenso que incluso el respirar de los tres podía escucharse y sentirse como una bomba.

- ¿Y? ¿Cree poder robar mi banco? - pregunto Ragnok sin un solo tono de amabilidad.

- ¿Yo? - pregunto Harry tocándose el pecho. -No mi querido Ragnok confundes lo que te estoy diciendo, no quiero hacerle mal a este banco y tampoco quiero perderlos como amigos ¿Supongo que lo somos? Solo quiero que entiendan y sepan que cuentan con mi apoyo en todo momento-

- ¿A qué se refiere? -pregunto Apathio muy atento a su persona.

-Ahora tengo una buena conexión con el ministro de magia y estoy atrapando tantos Mortifagos que tengo la aceptación popular- dijo Harry con una sonrisa - Por lo tanto, si llegara a haber una irrupción nuevamente, y si robaran algo, sea lo que sea: Un cuadro, un galeón, una diadema, una copa o un simple libro antiguo; yo los apoyare y ayudare en lo que necesiten, saben que tengo muy buenos métodos para proteger cosas y unos nuevos círculos mágicos que podrían ayudar bastante. Además de ideas innovadoras, creo que les gustaran-

Ragnok se levantó, lucia igual de enojado y molesto, le apunto con un dedo y bufo- Escuche señor Potter, lo que ha dicho aquí ha sido bastante fuerte y muy malo para nuestro honor. Y le advierto duplicare la guardia, triplicare los encantamientos y protecciones, hare todo lo necesario para salvaguardar este banco. Si cree que podrá sustraer el Horrocrux tan fácil, está equivocado. Y créame, si logra usted, o cualquiera, penetrar mis defensas y llevarse un knut... aceptare que usted tenía razón y dejare al roba tesoros en paz. Pero... usted tendrá que ayudarme a aumentar la seguridad de mi banco. -

-Lo dice como si yo fuera a robarle Ragnok- rio Harry y le miro - Pero lo admito, eso quiero que triplique su seguridad, ponga tantos encantamientos y protecciones que ni un solo mago o bruja pueda poner un pie aquí dentro. Quiero que sea tan difícil robarles que aquel que lo piense tenga que poder contar con todo un ejército para entrar. -

-Tal vez necesitara algo más que un ejército- dijo Ragnok sacando otro de sus puros, levantándose y dirigiéndose a la salida- Tenga cuidado señor Potter, este banco no es algo con lo que pueda jugar-

-En eso estoy de acuerdo amigo mío, solo intento hacer lo correcto- dijo Harry dándole una palmada, en el hombro, al pasar a su lado - Por eso quiero que protejamos tu banco como se debe-

Un segundo después la puerta se cerró, entre un golpe seco y un poco ruidoso.

-No se como logra lo que quiere- dijo Apathio ordenando sus papeles- Pero si yo manejara a mi jefe como usted, estaría a punto de ser el segundo del banco. - Le sonrió y miro con preocupación, a leguas podía discernir que estaba debatiéndose consigo mismo - Pero Ragnok no miente, el aumentará tanto la seguridad que el banco será peor de asaltar que Azkaban-

-Eso es lo que quiero- dijo Harry levantándose, le miro y rio- Además de que es cierto lo que dije, un evento de esa clase podría poner en malos antecedentes al banco y no puedo permitir que pase-

Suspiro y se recargo colocando sus manos, entrelazadas, en su pequeño pecho, Apathio lucia muy tranquilo a pesar de la discusión que habían llevado. Y sonrió, algo que le hizo hacerlo también.

Con un leve brillo en los ojos soltó un suspiro -Se encuentra en la cámara Lestrange, en el nivel JK-45 y es la numero 23.- dijo de repente y muy serio- No tengo idea que trampas, hechizos y maleficios encontrara abajo, esa información me es inaccesible-

Abrió tanto los ojos y su cara de sorpresa seguro fue evidente por que soltó una pequeña risa malevola Apathio. De alguna forma, nunca espero obtener la información, aunque claro que esperaba poder hacer que la seguridad aumentara y que el Horrocrux se volviera casi inalcanzable para Voldemort o sus Mortifagos. Pero de ello, a tener con seguridad donde estaba, era algo que dudo por completo que lo soltara tan fácil.

-Si Ragnok se entera que me has dicho, tu cabeza colgara de la puerta de entrada ¿Lo sabes? - dijo Harry inclinándose, preocupado por su amigo.

-Es peor que eso, si se entera, no creo que nos volvamos a ver y aun seguiré vivo- dijo Apathio sonriéndo- Pero es mi amigo, un amigo que jamás creí tener, un mago. Y se que usted conseguirá ese Horrocrux de una u otra forma, así que prefiero que entre a la cámara correcta y no entre a una de las 28 familias sagradas. -

Las veintiocho familias sagradas, de eso no conocía mucho Harry, solo lo que decía el libro de historia de Hogwarts y el famoso Directorio de Sangre pura. Era un viejo escrito, que se cree escribió Cantakerus Nott, incluyendo las veintiocho familias británicas que eran "verdaderamente de sangre pura" en la década de 1930. Una tontería para Harry, en ese tiempo solo un puñado de magos podría considerarse sangre pura y algunos hijos de muggle tenia mas magia en ellos que esos "puros".

-Entonces el nivel más bajo ¿Es de esas familias? - pregunto Harry curioso.

- No pero la cámara de los Nott, Greengrass, Black, Crouch, Longbottom, Malfoy, Ollivander, Rowle y Yaxley. Son las cámaras que quedan en ese nivel. - dijo Apathio como si se tratara del clima.

-Según entiendo los Shacklebolt y los Weasley también se encuentran entre los 28 ¿Cómo es que ya no están ahí sus cámaras? - pregunto Harry intentando cambiar de conversación, no quería que Apathio se le fuera la lengua y terminara diciendo algo que podría llevarlo a ser juzgado por la ley duende. Sin contar que conocía la ubicación de la cámara Weasley por su viaje de hacia años y esta se encontraba en un nivel muy fácil de encontrar.

-Diversas razones provoca que se reasignen las cámaras, por ejemplo, el des uso; como en el caso de los Weasley, su fortuna no es tan grande como antes y por lo tanto una cámara acorazada no serviría para su cuenta. - Continuo Apathio diciendo de alguna forma más información, aunque ese no era lo que Harry le importaba. -Otros por dejar de ser sangre pura ya sea por matrimonio o por alguna consideración de los restantes 28-

Le entro una duda y espero poderlo resolver -¿Y mi cámara dónde queda? -

-Única cámara en el lugar, ya que es el nivel mas bajo que existe y tiene una extensión tan grande que podríamos meter a un ejercito adentro- dijo Apathio sobándose las manos- Aunque claro antes tenía su cámara de gastos y estudios en los niveles superiores, pero esa fue la que ocupamos para colocar la fortuna Granger-

Harry le miro por unos minutos -Es bueno volver ha verte, extrañaba estas... negociaciones contigo-

Se inclino sobre la mesa y, Apathio le miro con seriedad- No se si le es de ayuda lo que he dicho y menos ahora que ha provocado que la seguridad sea diez veces mas fuerte. Pero enserio ruego a Priscob que logre su objetivo y que ambos salgamos con la cabeza sobre los hombros-

-Eso intento y mi abuelito lo sabe- dijo Harry levantándose y estirando la mano- Nos veremos pronto amigo, y tendremos una charla mucho más complicada y difícil-

-Siempre es así contigo ¿Por qué cambiaría? - le estrecho la mano.

-Por cierto- dijo Harry de camino a la puerta, se giró en el último momento y lanzo un pergamino al duende, el cual lo atrapo y miro- Es mi encargo de esta vez, compralos al precio que te parezca mejor y... quédate con el 10% del total de la suma de todo. Espero que llegue a la brevedad y que lo envíes al colegio a nombre de Mione-

Asintió ya mirando la lista y comenzando a apuntar algunas cosas. -Eres muy considerado amigo, eso es lo mejor de ti- dijo Apathio mientras salía. -Cuídate mucho Harry-

Salio riéndose por que el duende no cambiara, luego de dar un par de rodeos e intentar encontrar la salida, Harry volvió a meter la cabeza por la puerta- ¿Cómo salgo de aquí? Me perdí-

Salio del banco guiado por el mismo duende de la puerta, el cual no dijo ni una palabra, aunque tal vez estaba enojado por tener que dejar su puesto varias veces en el mismo día. Pero Harry no le importaba, ahora teniendo aquella información, la que con valentía Apathio le dio, solo le quedaba una ultima cosa por hacer.

Camino por el callejón, dirigiéndose al caldero chorreante para desaparecer y al fin ir con los Pendragon. Avanzo a paso lento, y esperando llegar a una zona con menos presencias mágicas, pero a su alrededor, en la tiendas, se encontraban bastantes personas. Escucho risas a su derecha, justo en la bifurcación donde la tienda de los gemelos se encontraba, una señora y dos niños salia de la tienda. Las presencias mágicas aun estaban a su alrededor y sintió como se movían con rapidez.

-Ni se les ocurra- dijo Harry sacando la varita de un solo movimiento. Desde la entrada al callejón Diagon los percibió, un grupo de media docena de Mortifagos y ahora todos le estaban rodeando.

Espero quieto, mirando como aquella familia se acercaba, los dos niños jugando con lo que parecía ser una especie de dodecaedro que hacia trucos por si mismo alrededor de ellos.

El primer silbido recorrió el lugar, esperaba que lo atacaran sin embargo el hechizo no fue a su persona, recorrió la calle directo a la familia que se reían con la vista en el nuevo juguete. No paro ni a pensarlo, se lanzo hacia el hechizo y levanto una protección a su alrededor. La madre y los niños gritaron, y como no cuando el hechizo apareció ante sus ojos.

La explosión voló todo a su alrededor, el camino de piedra se volvió un agujero de tierra y el polvo le dificulto un poco ver el estado de la familia. Fue tan rápido que no percibió cuando la mujer abrazo a los niños, pero Harry estaba ahí, parado frente a ellos con los brazos alrededor de los tres.

-¡¿Están bien?!-pregunto Harry ubicando a los perpetradores sin voltear. La mujer abrió los ojos, al igual que los niños en brazos, temblaron de miedo y soltaron en llanto. -Quédense quietos y todo estará bien-

Múltiples maleficios ya se dirigían a su encuentro, - Paplilones - murmuro moviendo la varita en circulo, creando una onda mágica alrededor. De la nada luces de todos los colores surgieron, un millar de mariposas revolotearon por el lugar y algunas volaron en la dirección de los hechizos. Varias de ellas terminaron hechas bolitas de fuego, otras cortadas a la mitad y varias explotaron, pero tan lejos de las tiendas que no dañaron nada.

- Gra... gracias- tartamudeo la mujer con voz muy baja.

Harry volteo a sonreír le y, aun si no le veían el rostro, pareció calmarse un poco. -Proteja a sus niños, yo me encargo de estos cabrones-

Giro sobre si concentrado en las presencias y apareció muy arriba del callejón Diagon, veía los tejados y la calle bien, pero se concentro en las cuatro figuras que se escondían entre las chimeneas. Continuaban atacando sin compasión, con todo tipo de hechizos, péro las mariposas luminosas que convoco evitaban que siguiera pudieran ver que ya no estaba en ese lugar. Apuntando la varita hacia el suelo y, con un leve enojo en su ser, lanzo cuatro rayos escarlata. Volvió a desaparecer para llegar a lado del aquel que estaba atacando desde la calle.

-Ustedes Mortifagos, nunca aprenden- dijo Harry a su espalda, el Mortifago giro sobre sus talones demasiado tarde, un puño ya se incrustaba en su rostro y fue lanzado contra un ventanal. Termino sentado en el muro cual muñeco, con cientos de diminutos pedazos de cristal desperdigados por doquier. Justo al mismo tiempo cuatro cuerpos caían de los tejados y eran atrapados, de las piernas, con gruesas sogas que los dejaron suspendidos.

-¡Suelta la varita!- grito el restante, parado en medio del callejón sujetando a una de las empleadas de los gemelos, lo sabia por el uniforme, se protegía detrás de ella y le apuntaba a la sien. -¡O esta linda señorita muere!-

La chica tenia la mirada aterrada y con los ojos llenos de lagrimas, soltaba un gemido mientras que el sujeto le estrujaba la mano en la espalda. Bajo las manos, sin soltar la varita y miro a la chica, no quería que sufriera un daño pero sin lugar a dudas el Mortifago no saldría del callejón.

-Su muerte es tu culpa, Avadakedab...-comenzó sin embargo se estremeció, se ilumino de rojo y termino en el suelo.

-Se que ya lo dije, pero necesitan continuar entrenando-Comento Harry colocando cadenas alrededor del Mortifago e incinerando su varita. -Están lentos-

-Estábamos tomando nuestras precauciones- rio George mientras miraba el daño al callejón -Ademas escuchamos la explosión y salimos de inmediato, pero ya estabas terminando con ello-

La gente de inmediato comenzó a acercarse al lugar, para ver que pasaba-

-Me alegro de que estuvieras cerca- comento Fred corriendo a su empleada que estaba arrodillada en el suelo, aun en shock.

-Al contrario- corrigió Harry, mientras que reparaba los daños -Los enviaron a cazarme, querían mi cabeza-

-Esa cabeza tuya debe ser muy cara- dijo George mientras veía como Fred acompañaba a la chica que sollozaba en sus brazos. Mientras al otro lado la familia era atendida por un tendero -Y espero que las nuestras estén a la par... ahora ¿Que harás?-

-Si Voldemort mando a cazarme, eso quiere decir que tiene miedo. Le aterra lo que puedo llegar a provocar en esta guerra- comento Harry revisando a los seis por completo, en busca de información que le fuera útil, sacando varios pergaminos, entre ellos una lista y en otro un nombre. Para su sorpresa dos de los seis era mujeres y se pregunto si se paso al golpearla con tanta fuerza-Ademas entre mas vengan por mi, mas Mortifagos caerán-

Los de alrededor del callejón ya estaban sobre de ellos, admirados por ver a los Mortifagos en el suelo y a Harry, con la mascara, parado junto a ellos.

-Chicos les dejo que se encarguen de esta muchedumbre- dijo Harry a los gemelos - Y también espero que consigan lo que les pedí-

-Podemos hacerlo, pero no se ni como le haremos para enviarlo- gruño George sobándose el cuello - Esa enorme cantidad...-

-Solo consigan lo, yo me encargo del resto- les dijo Harry palmeando el hombro del pelirrojo, ya que su hermano aun atendía a la chica.

Luego tomo a los seis y viajo a la entrada del ministerio de magia. Le vieron raro por llegar con seis Mortifagos inconscientes, flotando y semi desnudos, a cuestas y mas aun por regresar un par de horas luego de irse. La explicación a Scremengeour fue cansada, mas al inventarse algo por entregarlos solo en ropa interior. Pero aun pero fue el peleo, el cual ya lo tenia refunfuñando apenas le dijo que lo a completara.

Regreso a su cuarto ya anocheciendo, mucho mas tarde de lo que planeo y se recostó en el sofá un rato esperando que regresaran del colegio. Ron se encontraba entrenando, se acercaba el día del último partido de quidditch y, aunque no parecía el momento más propicio para juegos, le parecía grandioso que pudieran llevar días comunes.

Examinaba el viejo y desgastado mapa del merodeador, viendo a sus amigos pasear por el castillo e incluso entrenar en los campo de quidditch. Deseaba ir y encontrarlos, pero lo verían y entonces su incógnito se revelaría. En el archipiélago antes de regresar jamás pensó en tener que continuar recluido y esperar en la sala de menesteres a que llegaran. Aquella situación no le agradaba nada.

-Te vez tan patético- escucho a Draco decir muy cerca.

-Como tu cara en todas las mañanas-dijo Harry mirando el techo y suspiro- Y que ¿Esperas a alguien?-

-Tal vez si, tal vez no... nunca lo sabrás Potty-

La cabellera rubia de Draco paso por su costado y se sentó enfrente. Le miro por un buen rato, pero aun así no le regreso la mirada, simplemente continuo descansando. Saco de la biblioteca infinita un libro y se lo coloco sobre el rostro, de paso colocando sus manos de almohada, para no tener que hablarle.

-¿y?- gruño Draco- ¿Cuándo veré a mi madre?-

-Pronto- dijo Harry bostezando, tal vez una pequeña siesta le vendría bien. -Por ahora mejor piensa en tu futuro.-

-¡¿Ahora te crees mi padre o que cara rajada?!- escupido Draco con veneno en la voz.

-Me refería a que harás cuando la veas, tienes que considerar su bien estar y... aunque odie decirlo... también en el de tu padre-

Se quedo en silencio, y aunque hubiera preferido que se fuera, estaba mas cómodo con Draco callado. Mas no duro mucho, las puertas se abrieron de golpe y entraron dos chicas entre carcajadas. Se levanto de golpe, provocando que el libro cayera al suelo, vio a Ginny y Astoria. Saludo con la mano y recogió el libro, escuchando risillas de Astoria y mirando como las mejillas de Ginny se sonrojaban al ver al rubio.

Le parecía lejano que apenas unos cuatro años antes, Ginny enfrentara a Draco en una librería y que sus padres se pelearan. Aunque también pudo ser plan de Lucius para introducir el diario de Tom Riddle en el caldero de Ginny. Escucho un murmullo entre las chicas y antes de que pudiera volver a recostarse y colocar el libro encima, Ginny estaba sentada a lado del rubio (Con su amiga aferrada al brazo).

Escucho su platica, muy común para Harry, cosas de la escuela, con que profesor preferían tomar clase y su materia favorita. Aunque Draco contestaba con simples palabras como: "Aja", y "A mi también", era lo que mas salia de su boca.

Agradeció que llegara Hermione, Ron y Daphne para no escuchar el coqueteo de Ginny. Aun con el uniforme lleno de tierra y con la cara algo azul por el frio, Ron se encapricho, quito a Harry del lugar y se sentó frente a ellos, con una mirada que silencio las conversaciones y puso incomodo el lugar. Apenas Daphne y Astoria pudieron conversar como hermanas con aquel ambiente. Lo bueno es que tuvo un buen pretexto al ver a Hermione subir, a cambiarse el uniforme, la siguio al cuarto pero ninguno de los dos bajo despues. Era raro estar solos esos días, y al estar Daira con Luna y Marlow con Neville, aprovecharon la noche.

Un día antes del partido, Harry bajó a cenar solo, pues Ron había salido a primera hora a un ultimo entrenamiento antes del partido y Hermione había ido a ver a la profesora McGonagall para detallar y ajustar la próxima junta de prefectos, como premio anual era parte de sus deberes.

La sala de menesteres había vuelto a estar casi desocupada, sin casi nadie ahora. Era culpa de los exámenes. Estaban comenzando a ponerse a estudiar ya que se acercaban y, como cada año, la mayoría intentaba introducir en sus cerebros lo de todo el año en apenas un par de semanas. Era lo único bueno, de estar de incógnito, que le veía Harry. Sin presiones de exámenes o tareas y ademas con la libertad de salir del castillo y poder ir a acabar con unos cuantos mortífagos. Aunque todo el tiempo tuviera que portar mascara.

Lo malo, Draco Malfoy, con el chico buscado por Mortifagos y lejos de poder salir, era su mayor compañía. Incluyendo a Daira y Marlow que con un castillo para explorar, miles de alumnos que ver y cientos de chicas queriendo consentirlos, se la pasaban con los Pendragon casi todo el tiempo. Sabiendo eso, Hermione, le había echo prometer no matar a Draco cuando no estuviera.

-No llores lagartija- dijo Draco ya cenando .- Tus amigos no te quieren-

Si tenia lagrimas en los ojos, pero era por recién despertar de una siesta y bostezar con fuerza.

-Cierra la boca hurón- dijo Harry sentando al tiempo que estiraba la mano para tomar una buena porción de pay.

-¿Y cuando veré a mi madre?-pregunto Draco otra vez, por centésima vez esa semana.

-Veras a Merlín en un minuto si no me dejas de molestar- contesto Harry huraño por la repetitiva pregunta.-Además no deberías estar tan ansioso de salir, te buscan afuera- Le aventó el pergamino conseguido de los bolsillos de los Mortífagos atrapados.

Era una lista de mas de veinte nombres, en los cuales figuraban todos sus amigos, Dumbledore, McGonagall e incluso Hagrid.

-Mira Granger es la segunda, luego de Dumbledore- Dijo Draco entre sonrisas y miradas de burla- Estas en problemas.

Le gruño, Harry se extrañaba no ser el numero 1 a eliminar, pero no se hubiera preocupado tanto como lo estaba por Hermione. Y aunque Harry le mostro la lista a Hermione, apenas y le tomo importancia su prometida.

-No hables tan rápido- dijo Harry metiéndose un montón de avena a la boca- Mira el numero trece-

Draco se quedó paralizado al darse cuenta de que el numero trece decía: Malfoy. Por un momento Harry se pregunto si se pondría a llorar, luego supo que Draco no era ese tipo de chico, antes soltaría una grosería a ser sentimental. Malfoy emitió un grito ahogado y tragó saliva. Entonces, con un brusco estremecimiento, levantó la cabeza, y miró a Harry.

-¿Es a mi o mi madre?-pregunto pálido, más de lo normal.

-Solo dice Malfoy, no podemos estar seguros- contesto Harry alzando los hombros- También podría ser tu padre, pero el aun no despierta y sigue en San Mungo. Saben donde encontrarlo desde nuestro pequeño encuentro en el ministerio-

Hubo un silencio fúnebre, pero Draco al final dejo su cuchara en el plato y la lista la arrugo en su puño.- Esta a salvo ¿Cier...-

-Lo esta- interrumpió Harry, para luego ver como desaparecía el plato, con seguridad a causa de los elfos domésticos.- Tu eres el blanco obvio-

Se levanto con brusquedad y con paso fuerte se fue por la escalera, no sin antes decir- Mejor yo que ella-

Espero hasta que no pudiera escucharlo y Harry dijo -Vaya, vaya... se nos puso sentimental el rubio oxigenado-

Su trabajo en el ministerio avanzaba bastante bien, la verdad, apenas a unas pocas semanas de empezar, ya había capturado a mas Mortifagos que todo el departamento de Aurores en el tiempo en que no estuvo. Alguna de sus diferentes incursiones, las hacia con Kingsley, el cual era bastante bueno y debía admitir que si no fuera por su intervención, seguro obtenía el puesto que ahora ocupaba. Y era muy listo, Tonks y Kingsley eran los únicos dos Aurores que consideraban la opinión de ojoloco Moody enserio. Mas una vez enviándole cartas para preguntarle que pensaba sobre las redadas o que podían estar pensando los Mortifagos. El viejo y raro cazador de magos oscuros, tenia sin lugar a dudas su buen ojo para ello, mas esta vez tanto el Ministerio como el raro Auror estaban confundidos.

¿Qué planeaba Voldemort? Se preguntaban a cada rato, no solo por que los ataques a familias mágicas y muggles disminuyeron, ni por el echo de que tenia dos criaturas de máxima peligrosidad y aun no las ocupaba. La opinión popular, Voldemort estaba armando un ejercito de criaturas mágicas; la opinión de Moody: "Y a quien le importa, solo hay que encontrarlo y separar su cabeza del cuello".

Termino si cena en completo silencio, aun cavilando sobre aquello que aun se le escapaba. Escucho el rugido y pasos antes de que llegaran, también como Hermione intentaba sermonear a Daira, pero le era difícil a no poder escuchar sus contestaciones.

-De verdad Daira, no puedes ir por ahí metiéndote todo a la boca y menos si eso esta vivo- dijo Hermione ya descendiendo por la escalera.

-Se veía muy delicioso lo que comía- rugió Daira contenta, dejando de volar sobre la mesa y comenzando a corretear hasta el otro lado, donde estaba el.- Además inmediatamente se fue a dormir-

-¿Que paso?- Pregunto Harry abrazando a Daira que le clavo las garras en el pecho. -¿Algo divertido?-

-Daira...- dijo Hermione dándole un beso y sentándose a su lado, no sin antes dar una mirada acusatoria a la dragona que solo ronroneaba contra su pecho-... mordió a una chica del Ravenclaw-

Tal vez Hermione no entendiera del todo a Daira, lo que no significaba que su dragona no entendiera, ocultaba su rostro y comenzó a exhalar aire con fuerza haciéndose la dormida.

-¿Quiero suponer que le toco sin su consentimiento?- Pregunto Harry acariciando largas plumas de cola. - aún es muy nerviosa-

-Mas bien le dio algo de comer, se emociono y...- suspiro y luego frente a ella parecieron un plato y varios platillos delante.-... la pobre chica se desplomo ahí mismo. Madame Pomfrey se puso algo histérica, lo bueno es que llevamos bezoar en los bolsillos... ya sabes... desde lo de Ron-

-Debemos tener mas cuidado con esos colmillos- rio Harry, sintiendo como se removió.-¿Y Marlow?-

Giro los ojos, metiendo la mano en su bolsillo y sacando al pequeño, con una enorme barriga y roncando, o lo que parecía ser un ronquido. -Como siempre, fue al gran comedor, se lleno el tallo y durmió-

-Debo de hacer algo con eso, tal vez deba llevarlo conmigo a partir de ahora- Comento Harry y luego miro por un rato a Hermione, que se sirva cereal. Abrió la boca y, antes de que siquiera pronunciara palabra Harry , ella negó efusivamente.- ¿Pero si aun no digo nada?-

-¿No?- Dijo Hermione moviéndose para encarar lo y levanto la ceja- déjame ver si puedo hacer algo de adivinación. Mañana, partido de quidditch, ¿Quieres ir? Voy bien o ¿Vuelvo a deducir?-

-Vamos, quiero ir y puedo utilizar la capa de papá, me sentare al final de todo- intento convencerla, mientras intentaba hacer una puchero lindo, lo cual no cambio la cara de su prometida- ¡Es la finaaaaal!- comento como si eso le fuera a ablandar.

Suspiro y le acaricio la mejilla -Quisiera, de verdad que si, pero no podemos-

-Se que seria malo si me descubren- dijo Harry tomando su mano- Enserio tendré el máximo cuidado-

-No es eso- rio Hermione para luego besarle -Mañana, aprovechando el partido, llevare a Draco a Camelot con su madre. Pero no te preocupes, esta bien, ve al partido. Confió en que sepas que no te vean-

No lo pudo evitar gruño y por un minuto se debatió entre el partido y llevar al hurón. Así le dejaría de molestar, pero no podría ver a su equipo ganar; Tal vez Draco tomaría la decisión de irse y no tendría que aguantarlo mas, por el otro lado aguantaría a Ron quejándose; Incluso puede que le daría un motivo para golpearlo, cosa que le refrescaría, mas en cambio le relajaría mucho mas un buen partido.

-Saldré con Draco en cuanto comiencen a irse al estadio, te veré en la noche- dijo Hermione continuando su cena con normalidad .

-¡Bien, BIEN! Sabes que no tienes que utilizar esos trucos- dijo Harry pasando la mano por sus hombros y abrazándola- Sabes que no te dejare sola con ese... golpeador, maltratador de mujerea... ese... ese ...-

Hermione soltó una risa y una sonrisa satisfecha de si misma, mientras que le plantaba un beso sonoro.

-¿Papá y mamá se pondrán cariñosos de nuevo?- escucho a Daira decir, que miraba con esos enormes ojos. - no otra vez... me van a despertar con tanto rechinido-

-¿No estabas dormida? Tenemos que hablar... Sobre tu comportamiento señorita- dijo Harry en draconia.

-HO NO-rugio.

El día comenzó nublado, sin mucho sol y con nubes no tan grises sobre sus cabezas. Un perfecto día para un juego de quidditch, para ir a las tribunas y animar a su equipo a todo pulmón. O, sacar a pasear al malhumorado hurón. Y no era el único de malhumor, Harry, gruñía en el desayuno, mirando a los Gryffindor prepararse para ir al estadio. Con estandartes, camisas y capas con el león pintado e incluso con las caras pintadas de los colores representativos. La emoción de ver la final de quidditch, de distraerse y que no hubiera practica de Pendragon, les llenaba por completo.

-Repitemelo... ¿Por que hoy tienen que llevar al estúpido a ver a su mamá?-pregunto Ron a Hermione y Harry por tercera vez luego de contarle.

-Para que nadie note la ausencia de Mione- dijo Harry cruzado de brazos y cansado de tantas preguntas repetidas. Ron abrió la boca- Además de que ella no puede hacer una desaparición en la escuela...- lo vio con intensidad y abrió aun mas la boca-... por lo tanto tendría que ir al pueblo de Hogsmeade. Si voy yo con ellos, podemos ir y venir desde dentro-

-Lo mismo que te dije hace cinco minutos- gruño Hermione algo exasperada.

-¡Pero es la final!- declaro Ron colocándose los guantes de cuero y la protección de la cabeza sin abrochar ninguno.- No lo puedes enviar con Dobby o algo así-

-Es una opción, si- dijo Harry suspirando -Pero no haré que Dobby u otro elfo pase por llevar al huron y... tampoco puedo dejarle llegar a Camelot solo-

-Todo el equipo quería que los vieras- murmuro Ron algo enfadado y decepcionado- Querían mostrarte lo buenos se han vuelto-

-Deja de quejarte- Murmuro Draco, esperando sentado con los brazos cruzados y tapándose la vista con una vieja y desgastada sudadera gris. No le había agradado vestir algo muy muggle, aunque mucho menos le gusto que fuera una ropa prestada de Harry; según sus palabras "Se le pegaría el mal olor".-Solo es un partido-

-¡¿Y quien te pregunto?! - Casi grita Ron, algo rojo de su cara. - Y por eso es que siempre perdiste contra Harry-

-Como si me importara una canica con plumas-

-¡Pedazo hijo de...!-

-¡Basta!-dijo Hermione y con solo levantar la varita los labios les desaparecieron, intentaron quejarse pero solo sonidos lastimeros se escucharon. - Ya me cansaron ustedes dos. Primero, Billius...-aun con la boca sellada Ron se quejo -... tenemos que hacerlo, no solo por este tarado ...- señalo a Draco y de paso el también se quejo- ...si no por que también hemos dejado mucho tiempo solo Camelot, en donde se encuentra los refugiados y varios sujetos despreciables a merced de mis padres.-

-¿Lo dices por Vernon?-

-si, por Vernon... perdón-

-No, esta bien, de echo fuiste muy amable amor... yo diría que es un desgr...-

La rubia novia de su amigo entro, a pesar de ser de Slytherin llevaba un conjunto algo estrafalario, una camisa verde con un estampado en rojo del símbolo de Gryffindor. Muy al estilo de Luna, la cual en ese momento portaba a un águila en la cabeza, que movía el plumaje de forma realiza. Sin contar que tenia la cara pintada de plata y azul, incluso su vestuario era azul, totalmente representando y apoyando Ravenclaw.

-¿Que te paso Ron?-pregunto Daphne al mirar a su novio sin boca.

-Una mejora, sin lugar a dudas- rio Hermione un poco.- ¿No te gusta?-

-Así no puedo besarlo-gruño Daphne y deshaciendo el maleficio.- Y ¿Ahora por que pelean?-

-Por que ellos, llevaran a don especial a ver a su madre-gruño Ron abrazando a su novia.

-Lo prometimos- dijo Harry mirando directo a Ron, el cual fijo sus ojos en los suyos- Y es importante, sumamente importante o ¿Crees que me perdería este partido?-

Movió la cabeza indeciso y luego asintió, aunque era obvio para todos, incluso sin sus lentes, que no estaba convencido. Luego de un leve vistazo se fue con Daphne hacia el gran comedor, donde seguro les esperaba una gran bienvenida por parte de las casas. Mientras Hermione terminaba de prepararse y veía a Malfoy intentando quitarse el maleficio, se le acerco a Dennis.

-Me dijeron que en tu ultimo partido lo hiciste genial y ta vez demasiado loco- le dijo Harry sentándose a su lado.

-Solo... deje que mi instinto me guiara- contesto demasiado sonriente. - Fue lo que usted hubiera echo-

Le dio una palmada en el hombro y luego le sonrió, sin embargo no parecía que le duraría, no cuando Harry le diría algo que seguro le causaría conflictos.-Dennis necesito pedirte un favor-

-El que sea-

-Escúchame primero- dijo Harry tragando duro, si le hubieran propuesto lo mismo hacia años, el jamás hubiera aceptado, ahora estaba por pedírselo a ese chico que le idolatraba- Podrías... no acabar el partido tan pronto-

-¿Como?-pregunto desconcertado.

-Necesito que... me des tiempo, no acabes el partido tan rápido... te estoy pidiendo que no atrapes la Snitch- lo miro, parecía estar intentando procesar sus palabras y cuando lo logro abrió mucho los ojos y boca.- Solo por un rato, necesito tiempo, si necesitas atraparla para ganar... sabes que debes y ...-

-Le daré ese tiempo- dijo Dennis abruptamente- Y atrapare esa Snitch-

-De eso no tengo dudas- suspiro Harry antes de pesarle el brazo por los hombros - te espera un gran futuro niño, eres genial volando-

-aprendí del mejor maestro-

{Y nosotros estamos pintados o ¿QUE?} Gruño Griffin.

{Claro que lo están, ni siquiera saben de ustedes} declaró Merlín ufano {a mi si me conocen}

{No empieces que te arranco la boca yo} dijo Nimue molesta, todavía.

{Que agresiva, ya casate}

Lo siguiente que ocurrió en su mente fue el usual grito y luego el silencio de Merlín por horas, hasta que de nuevo volvía a decir alguna barbaridad. De tal modo que se despidió de Dennis junto con los restantes que se marchaban al gran comedor. Al buscar a Hermione y Draco los encontró ya listos, aunque aún no tenía boca el chico.

- En cuanto se escuche que avanzan a los terrenos los desaparecemos- indicó Harry tomando a Hermione de la cintura y una oreja de Draco.

El rubio se quejó y Hermione le miro de tal forma que bajo la mano al hombro. Además de que le quito el encantamiento a Draco, no quería que su boca jamás regresará luego de la desaparición, aún si cada vez que la ocupara saliera algo terrible.

No tardo mucho, se escuchó la voz del castillo anunciado lo que Harry espera.- Todos el alumnado y algunos profesores ya marchan hacia el estadio-

En un chasquido y una envoltura y desenvoltura estaban en los bosques que servían de entrada a Camelot. El fresco aroma de los árboles y el reinar de las aves le dieron la bienvenida. Para Harry se veía muy diferente al invierno, aquel lugar se veía fantástico siendo verano, con las copas de los arboles llenos de diferentes tonos de verde, el viento moviéndolos al mismo compás y con una ligera neblina.

La verja de jardín que parecía solitaria y mal puesta, en medio de aquellos arboles, rechino llamando la atención de los tres. Aun le impresionaba que no pudiera aparecerse adentro de Camelot, el conjuro que lo protegía era tal que incluso a Merlín le costaba descifrar cual era y como quitarlo. Por otra parte no podía pedir nada mejor, por que incluso con su agudo sentido de la magia, no lograba percibir nada de magia, mas que la misma de la entrada, era como si la no existiera mas que bosque. Tenia la ligera sospecha que el Sauce Boxeador que coronaba la casa podría tener algo que ver.

-De tal forma que ese "Cameliot" esta en el bosque- dijo Draco avanzando con la usual expresión de asco. -¿No me digas que mi madre ha estado durmiendo bajo una choza de madera destartalada? No puedo creer que ustedes dos no tengan nada de clase. Pero que puedo pedir, si ese Weasley vive en una casa inmunda y...-

-SI, si- dijo Harry antes de que dijera algo que le provocara tirarle los dientes. Luego le dio una mirada superior y ironizo- Es mejor esta choza de madera destartalada y vivir en un bosque lleno de inmundicia a estar muerto ¿No crees?-

La leve risilla de Hermione, y su actitud de Harry provocaron que Draco se pusiera rojo y apretara los puños. Tal vez era el echo de que vivió en el archipiélago, pero algo dentro de si, algo salvaje, se puso alerta.

-Tranquilos- bufo Hermione para luego chasquear la lengua y ir a la verja, sin prestarle atención a ninguno- Si ustedes quieren quedarse a darse de golpes adelante, yo voy entrando-

En cuanto su prometida abrió la verja esta desapareció por el otro lado, dejando solo ondulaciones en el aire, y el camino quedo abierto. Ambos se miraron y luego con los puños en los bolsillo se adentraron.

-Esta es la choza en que tu madre ha vivido este ultimo año-dijo Hermione, esperándolos parada con los brazos en la cadera y una mirada burlona hacia Malfoy. Y no era de menos cuando el rubio estaba mirando hacia la mansión, donde todo resplandecía a la luz del sol, con el sauce moviendo sus ramas de un lado a otro, además del agua se mostraba el flujo por donde pasaban los Kelpies y las fuentes lanzaban agua sin parar.

No pudo evitarse reír por la cara de Draco, este salió de su ensoñación y le lanzo una mirada asesina. Pero le tomo poca importancia y se fue por el sendero de piedra que conducía a la entrada.

-Esto no es nada-intento jactarse Draco - En mi mansión tenemos pavoreales-

-Y un centenar de apestosos Mortifagos, además de un asesino que te busca- dijo Harry sin mirarlo. -Además aquí tenemos estos pequeños- fue a la jardinera mas cercana y en un movimiento rápido, como aprendió en la madriguera, saco un gnomo de jardín.- Y también otras criaturas igual de divertidas-

-Tenia que ser... plagas y pestes únicamente-

-Los gnomos son buenos con las plantas y a Crookshanks le gusta jugar con ellos- dijo Hermione mirando al laguna- adema de que son buena compañía para ellos-

La boca de Draco se abrió, pero no formulo la pregunta, por que en ese momento un Kelpie asomo la cabeza y salpico agua hacia el rubio, que apenas evadió empapándose los zapatos. Dejo al gnomo en la jardinera donde otros ya estaban fuera para ver que pasaba con su compañero.

Escucho los pasos apresurados y, Harry, sonrió al ver a Dobby con una docena de los elfos, los cuales se enfilaron y reverenciaron, al tiempo que saludaban.

-Amo, dulce ama- dijo Dobby con una inclinación tan pronunciada como siempre- He puesto todo en orden para ustedes, Dobby también a acondicionado un lugar donde la señorita Daira pueda descansar y jugar sin quemar nada-

-Ella no viene con nosotros hoy- dijo Harry acariciándole la cabeza y sonriendo a los demás elfos - Decidió ir a ver el partido de quidditch y de paso, seguramente, disfrutar del banquete que habrá luego-

-Dobby quisiera saber ¿Comerán aquí amo y mi dulce ama?- pregunto Dobby con ojos destellando.

-Claro que si Dobby- dijo Hermione asintiendo y inclinándose para darle un beso en su cabeza, provocando un ligero sonrojo en el elfo.

-¿Puedes conseguir pijos de madera?- pregunto Harry sintiendo a Marlow salir de su bolsillo y escalar hasta su hombro, el pequeño le rasguño la oreja- Ya se que prefieres otra cosa, pero mírate, mides el doble ahora-

Y era cierto, nunca supo de Bowtruckles gordos, pero Marlow ya mostraba pancita.

Un momento después avanzaron hacia el recibidor, donde los cuatros y estatuas de los antiguos Potter les miraron. Sus padres le vieron y sonrieron lanzando un saludo.

-Hola papá, mamá- dijo Harry pasando la mano por el lomo de los ciervos de estatua, estos se sacudieron.

-Que egocéntricos- dijo Draco mirando a todos lados-Si que les gustaba verse.-

Lo voltearon a ver y suspiraron, se notaba que no cambiaría esa parte de el. Continuaron hacia la parte interna y sala de estar, mientras indicaron a Dobby que llamara a la señora Malfoy. Apenas se se sentaron el los sofás, apareció una tetera y jara con varios contenidos además de vasos.

-¿Quieres?- Ofreció Harry mostrando la jarra que contenía cerveza de mantequilla, Draco simplemente movió la cabeza, pero ya estaba sirviendo dos tarros completos. En cuanto a Hermione ella tomo un te algo aromático y dulzón.

Esperaron en silencio y con su bebida en la mano. Hasta que por la puerta apareció, con mandil rosa floreado, guantes de hule rojo y una pañoleta azul cubriéndole la frente. Dudley se apresuro hacia Harry y Hermione.

-Primo- dijo el chico abrazándolo y luego dando un beso en la mejilla a Hermione - Cuñada ¿No esperaba verlos?-

-Venimos de improviso, pero veo que estabas ocupado- dijo Hermione un tanto mas neutral con el chico que antes, al parecer su primo empezaba a hacer mas méritos con su prometida. Incluso codeo a Harry que intentaba tragarse la risa por su facha sin lograrlo, y menos al ver como a Draco le temblaban las manos y también aguantaba la risa.

-Estaba limpiando el sótano- se quejo Dudley sobándose el cuello- Ese lugar parece interminable-

-Considerando que puede cambiar a pedido. - dijo Harry aun mordiéndose la lengua - Noto que continuas con el entrenamiento-

A pesar de que su primo parecía mas hogareño, aun conservaba una buena musculatura y cada vez también parecía mas esbelto, cosa que no quedaba con su atuendo colorido y floreado.

-Los elfos son rudos- dijo Dudley sobándose la muñeca.

-¿Y tía?- pregunto Harry mirando como Draco intentaba no burlarse de verdad.

-Con papá, ambos toman un descanso hoy- Dijo Dudley suspirando y sobándose el cuello- Papá cada día se pone peor, quiere largarse ya-

-Puede hacerlo cuando quiera-dijo Harry palmeando le el hombro, luego el vio-. Pero ustedes deben seguir aquí-

-Si primo, ahora con permiso, pase a saludar, ahora continuo con lo que estaba haciendo- Paso a su lado y se despidió con una mano, para desaparecer por la puerta.

Espero un minuto antes de soltarse a reír y por lo consiguiente Draco, que tuvo que dejar el tarro en la mesa. Hermione chasqueo la lengua y le dio otro codazo.

-Parecen niños pequeños-

-Y tu una niña que no recuerda que tiene a sus padres esperando- dijo el padre de Hermione parado contra el marco de la puerta y con los brazos cruzados.

-¿No piensas saludar cariño?-dijo su madre y luego de inmediato fueron hacia ella donde se saludaron efusivamente.

-Perdón, lamento no decirles que venia y menos no ir a buscarlos- dijo Hermione mirando a Harry el cual entendió, se levanto y fue a saludarlos.

- ¿Has cuidado bien de mi hija cierto?-pregunto la señora Granger mientras que le lanzaba una mirada seria.-Sabes que por mi esta bien, pero deben cuidarse mucho. Ya llegara el tiempo para todo.-

-He-Dejo salir Harry sin entender.

-¡Mamá!- grito Hermione y luego tomo a su madre, la cual comenzó a reír. -¡Vamos, tenemos que platicar y Harry tiene otras cosas que hacer!-

-¿Sabes de que hablan?- le pregunto el señor Granger algo desconcertado, tanto como Harry, el cual negó.

-Vayámonos- Dijo Hermione roja y evitándole la mirada a su madre, para luego jalar a su padre y salir de la sala- Luego te veo amor.- Le dio un beso y se alejo con sus padres siguiéndole.

No sin antes que la señora Granger le mirara y riera, como si supiera algo que ni el mismo lograba comprender.

-linda familia- gruño Malfoy- Son muggles y...-

-Si están en mi casa-dijo Harry mirándole algo enojado- Son mis futuros suegros, de tal forma que son mi familia y sabes que pasa si te metes con mi familia-

-Como siempre, que violento- gruño Draco, recostando la cabeza contra el asiento.

-¡DRACO!- Escucharon gritar desde lejos, bastante lejos, y se repitió el nombre aumentando de volumen.

Sin esperar Draco se levanto y miro a la puerta, con ansia en sus ojos. Por un momento avanzo, pero se detuvo, ya que en el marco se perfilo la figura de la señora Malfoy. En un momento de quietud madre he hijo se observaron, mientras la señora Malfoy se llevaba las manos a la boca y sus ojos se llenaban de lagrimas, Draco miro el suelo.

-¡Mi niño!-soltó la señora Malfoy arrojándose contra su hijo, le abrazo con fuerza, mientras le intentaba observar el rostro y le escudriñaba. -¡¿Estas bien?! ¿Como estas? ¿Que paso? - preguntaba sin embargo Draco solo continuo observando el suelo. La desesperación se noto en la cara de Narcissa y un momento después le abofeteo. La mirada de furia de Narcissa crecía y crecía mas, sobre todo al notar que ni con aquel golpe su hijo reacciono. -¡NO TE HE VISTO EN UN AÑO, Y TU SOLO TE QUEDAS AHÍ!- Grito fuera de sus cabales. - ¡NO TENES IDEAS DE LAS ANGUSTIAS QUE HE PASADO, TODAS LAS NOCHES QUE NO HE DORMIDO PENSANDO QUE TE HA PASADO, CADA MALDITO MOMENTO QUE HE ESTADO A PUNTO DE VOLVERME LOCA PENSANDO EN QUE PUDISTE...tu... pudiste... morir-

Esto le recordó a Harry que la ira de cualquier madre era de temer, y por lo mismo se quedo quieto y esperando que no fuera notado hasta que pasara. Al contrario Narcissa le vio y por un momento pensó que le regañaría también, pero solo regreso la vista a su hijo que no podía ni moverse ni hablar. En su mejilla roja de Draco y la mano temblante de Narcissa se notaba que el golpe fue demasiado fuerte, pero ninguno de los dos se movía de su lugar.

-Perdón- susurro Draco tan bajo y tan lento que fue Harry apenas lo escucho. Cosa que lo sorprendió. Levanto la cara con los ojos rojos y la cara compungida, como un pequeño niño recibiendo su primer regaño y las lagrimas comenzaron a surgir de sus ojos. -Perdón mamá, no quería... yo... consideraba que seria diferente y...-

Era demasiado para Harry, que en su vida pensó ver en tal situación a Malfoy, no solo tenia la mejilla marcada por una mano, si no que las lagrimas y su rostro le estaban haciendo sentirse raro.

-Yo, los dejo a solas- declaro Harry levantándose, no creía soportar toda la charla madre hijo que se vendría a continuación.- No quiero ser inoportuno, pero... deben hablar largo y tendido, además de que espero que ambos me den una resolución hoy. Si continúan del lado de Voldemort o... en contra-

-Tienes razón y gracias por traer a mi hijo sano y salvo- declaro Narcissa sonriendo toda llorosa. En ese momento Harry no se atrevió a decirle que casi mata a Draco varias veces, pero tal vez Draco tampoco lo mencionaría.

Fue a la puerta y por un segundo miro a Draco, que de alguna forma supo que le agradecía. No entendió si por que se marchaba, en ese tenso momento, o por que su madre estaba bien, pero no podía aceptar el agradecimiento de ninguno.

-No fui yo- dijo Harry ya rumbo a la puerta- Fue Mione, ella lo hizo todo, a ella debe agradecerle que ambos estén bien-

Salió al pasillo, escuchando nuevos murmullos y un minuto después, cuando ya estaba rumbo a la cocina, dejo salir un largo suspiro de alivio.

-Eso nunca lo espere ¿Y tu?-Pregunto Harry tocando su bolsillo, donde Marlow agitaba su hoja, este se asomo y negó con la cabeza. -Vamos no estas moleste, ya te estas poniendo lento, solo unas semanas y comiendo menos carne volverás a la normalidad- Le pico por dentro y luego se volvió a recluir en su bolsillo. - Que enojón te has vuelto-

Busco a Hermione, pero por alguna razón solo encontró solo a los demás habitantes de Camelot, como a Madame Bones o la señora Abbott. Localizo al señor Granger en el techo y en una mesa de piedra bajo el sauce boxeador, con un hornillo y un pequeño caldero. Leía un libro de pociones y mantenía los ingredientes separados en el suelo.

-¿Aprendiendo pociones?-pregunto Harry sentándose a su lado.

-Disculpa mi atrevimiento- dijo el señor Granger regalando le una sonrisa y señalando el libro- tome algunas cosas y este libro sin tu consentimiento-

-No hay problema, como le dije, todo lo mío esta a su disposición.- dijo Harry olfateando la poción y observándola bien - Poción de olvido-

-Es uno de los mas básicos- declaro el señor Granger, pasando la pagina y agregando raíz de nutfla. Encuentro interesante la elaboración de las pociones, es como un recetario-

-Solo que esto si se come tiene un efecto muy alocado, algunos hasta peligrosos- dijo Harry algo preocupado por que jugara con la elaboración de pociones, incluso los magos podrían ocurrir parados si algo salía mal.

-Ya he echo un par, no son mas que una serie de pasos a seguir- dijo el señor Granger cerrando el libro y tomando una cucharilla de madera para revolver la poción.- Y esta de olvido es curiosa-

-Yo no recuerdo ni la mitad de los ingredientes- refunfuño Harry por ser cierto, aun con todo su conocimiento esa poción se le seguía resistiendo-Nunca me cuestione esto, pero parece que un ser sin magia puede hacer pociones-

El señor Granger se rio y agrego el ultimo ingrediente "una gota de veneno de Swooping Evil", la poción se volvió trasparente azulada, demostrando estar lista.

-Impresionante- observo Harry y sonrió- Veo de donde Hermione saco su talento-

-Yo también ... mi esposa ya hace la poción filtro de muertos en vida- sonrió el señor Granger y saco una botella con corcho para vaciar el caldero.- Queremos sentirnos útiles, y reponer el stock de pociones nos parece una buena forma-

Le ayudo a levitar el caldero y con cuidado a vaciar en la botella y cuando el corcho estuvo puesto Harry hablo- Se que estar aquí... es un cambio de vida radical para ustedes. Pero creo que de verdad necesitaremos su ayuda y ahora que he visto esto... se como-

De un movimiento de varita saco varios calderos de su bolsa, de oro, plata, peltre, grandes y chicos, de muchos tamaños y dimensiones. Además de una bolsa llena de muchos ingredientes, todos cuidadosamente seleccionados y etiquetados.

-Ya veo- dijo el señor Granger sonriendo con esa clásica exaltación de su hija -¿Y que necesitas hijo?-

Una vez aclarado lo que necesitaba y lo que debía de hacer, incluso entregándole el libro indicado, su curiosidad comenzó a picarle. Hermione y su madre no parecían estar cerca, aquello que dijo la señora Granger le saco de lugar y ahora no podía quitárselo de la mente.

-¿Sabe que hablan ellas?-pregunto Harry colocando sobre la mesa la lista que había echo junto con el señor Granger, además de una la bolsa con ingredientes.

-Ya quisiera saber yo- rio y le miro - Pero un consejo desde ahora, es mejor no meterse en esos dilemas, ya llegara el momento en que te digan y si no... mejor estar preparados para todo-

-Ahhh Bueno, gracias por el...- comenzó Harry, pero algo ocurrió.

La protección dejo pasar algo, un par de criaturas plateadas, una de ellas un lince y la otra un león, ambas de diferentes direcciones. El lince se lanzo a Harry y cuando estuvo en frente, abrió las fauces y dijo con la voz de Kingsley- Te necesitamos en San Mungo, ven a la brevedad-

-¿Que sucede hijo?- pregunto el señor Granger serio.

No respondió espero al león que apenas le vio y rugió la voz de Rufus - ¡SAN MUNGO ESTA BAJO ATAQUE!- Luego ambos patronus se desvanecieron en humo plateado.

Volteo a ver al señor Granger, rebuscando en su bolsa para la pierna- Me tengo que ir, dígale a Mione que la veo en el castillo y a Dobby que tenga mucho ojo en los Malfoy- Saco la gabardina del ministerio y se la coloco, se coloco la mascara también.

-Harry, hijo- le detuvo el señor Granger, se le notaba preocupado y tenso- Cuídate y regresa a salvo... No solo por ti-

-Lo se- dijo Harry - Lo veo después- camino al filo del techo y salto desde ahí hasta el sendero, asustando a unos gnomos que jugueteaban y corrió hasta pasar la protección mágica.

Un momento después estaba frente a la entrada de San Mungo, la entrada parecía igual, con el viejo y descuidado lugar, además del maniquí parado. No sintió ninguna ataque, pero si que algo raro pasaba una extraña magia surgía del lugar. Miro al maniquí y este volteo a verlo, pero en es momento un rostro se asomo y salió una mujer asustada.

Corrió sin percatarse de el, luego comenzaron a salir mas magos, todos despavoridos, aquellos con lesiones o algún maleficio mágico pareció importarle poco, se alejaban del hospital como si fuera la fuente misma de una infección horrible. Entre tantos saliendo como estampida, apenas pudo abrirse paso hasta poder atravesar el cristal y entrar.

Cada lugar del hospital era un bullicio de personas intentando salir y además de que los medimagos y el personal del hospital ponían orden para desalojarlo. Cosa que nadie escuchaba.

Entre el tumulto asustado lo empujaban y no podía ni preguntar que pasaba, por el enorme estruendo que incrementaba. No pudo esperar mas, tomo al medimago mas cercano y lo pego a la mascara para que lo escuchara- ¿Qué pasa?-

Se asusto un poco y tartamudeo -En... en... en el segundo piso... algo.. algo pasa-

No espero mas, y tampoco espero a que la multitud se calmara, simplemente alzo la varita y del techo se desplegó y desdoblo, hasta crear una escalera vertical, que dejo un hueco por el cual pasar. Subió a toda prisa, y en cuanto se encontró en el segundo piso cerro aquella entrada, el lugar era mas tranquilo pero aun pasaban medimagos de cuarto en cuarto, asegurándose de que sus ocupantes estuvieran aun adentro. Siendo el área de enfermedades infecciosas era lógico que tuvieran mayor nivel de control.

Camino por el pasillo, intentando encontrar la razón del tumulto de abajo, a cada paso que daba la temperatura bajaba al punto que incluso veía el vaho de su aliento. Se escucho una explosión y el lugar tembló, corrió y giro, solo para recibir el cuerpo de un Auror encima. Lo atrapo y freno como pudo, aunque pudo ser la pared que freno a ambos. Miro la cara del Auror, Kingsley tenia los labios azules y uno de sus brazos estaba congelado, además de que parecía haber pasado antes al polo norte.

-El escuadron... -murmuro viéndolo y sonrió un poco- ...no... no fue suficiente, apenas y resistí...- Intento pararse pero su cara solo empeoro- ...gracias a Merlín que ...-cerro los ojos y dejo caer su cuerpo.

-¡KIGSLEY, MANTENTE DESPIERTO, KIGSLEY!-

{¡HARRY ALERTA!}Gritaron sus maestros.

Levanto la mano, desviando una enorme estaca de hielo que se incrusto en el techo, era tan fría que incluso congelo su alrededor, nunca antes vio algo parecido.

{Esto es malo}dijo Huffy bastante tensa.

{No me digas que esa vieja raza aun existe} Dijo Merlín algo molesto.

{No desde que yo los extermine uno por uno} declaro Nimue, sentía su enojo y ira dentro. {Harry, deberás estar muy atento y que no te toquen}

Tomo a Kingsley del cuello y lo deslizo por el pasillo que recién paso, alejándolo del peligro y colocándole un protego. Justo a tiempo para desviar otras dos estacas que terminaron cortando su salida, y el lugar donde estaba el Auror. El corredor donde vino el ataque tenia hielo en todas partes, y una ligera capa le impedía ver adelante, era como una nevada justo en medio del pasillo.

{¿Alguna recomendación?}pregunto Harry antes de lanzarse de cabeza.

{No termines echo paleta congelada de Harry}

{Otro que no seas tu} dijo Sly que estaba igual de tenso que sus demás maestros, y no era de menos el tenia poder sobre muchas propiedades del agua y el hielo no le favorecía.

{Si hace frio, solo necesitas algo caliente} dijo Griffin serio {Derrite ese tempano}

{Algo decente cabeza de minino} rio Merlín.

No tenia tiempo para decir que Griffin tenia sus momentos, menos cuando vio un chorro de algo cruzar el lugar, era un hechizo semi transparente que le obligo a girar y pegarse a una pared. Este dio donde estaba creando un enorme pilar de hielo, además que un segundo después exploto. Un millar de fragmentos fueron en todas direcciones, golpeando a Harry, si no fuera por sus escudos de protección varios estarían en su rostro, pero lo peor es que continuaron congelando su alrededor. Provocando que se creara una ligera columna semi esférica de hielo a su alrededor.

-Basta de juegos- dijo Harry pensando en fuego y creo múltiples esferas que se pusieron a girar a su alrededor, pero aun si el estaba intentando descongelar algo, una de las esferas que fue tocada desapareció sin hacer nada. -¿Que demonios es esto?-

-Es mi magia- silbo una voz en el torbellino- Y dime, pequeño Auror, ¿Dónde esta san Potter?-

Hacia mucho que no escuchaba esa voz y tampoco que le decían de esa forma, pero de inmediato comprendió todo. -Al parecer muerto-contesto Harry preparándose para lo que venia.

-Entonces mi Lord lo logro- rio la voz y dio un paso enfrente, aquel torbellino de nieve freno, dejando ver al hombre que la creaba. Aun recordaba la primera vez que lo vio en el callejón Knockturn, pero ahora solo parecía una sombra de lo que era.- Ahora dime ¿Ya a terminado con Dumbledore?-

-Aun no- dijo Harry sonriendo, se sentía algo... emocionado. Una repentina comezón le llego a la frente, la cicatriz le picaba y su emoción incrementa.

Lucius Malfoy dio otros pasos, y levanto la mano, sin necesidad de varita lanzo dos hechizos que partieron el suelo con una cuña de hielo y el otro cortando el muro creando una perfecta cruz. Acumulo las esferas de fuego en su frente y de un momento a otro, el lugar se lleno de un vapor denso que se congelo en diminutas gotas de cristal y terminaron en el suelo. El señor Malfoy ya no era el mismo, tenia la piel azul y los ojos blancos, al igual que su cabello, además de que las venas se le exaltaban en un color verdusco.

-Debo terminar con este lugar e ir con mi lord- declaro alzando el brazo y apretándolo en un puño.

Todo su cuerpo brillo de un verde espectral y, antes de que reaccionara, estaba junto intentando golpearlo, roso su mascara, agrietándola y llenándola de hielo. Pero el muro se volvió añicos como cristal, pero la fuerza era mucho mayor y termino destruyendo todo lo de adentro.

-Es genial- rio Lucius, pero Harry ya estaba moviéndose, y creando un centenar de cuerdas y cadenas con encantamientos para amarrarlo.

Se envolvieron alrededor de su cuerpo y este se rio, congelo cada parte de sus cadenas y cuerdas, y como si anda las rompió con pura fuerza bruta.

-AHORA NADA PUEDE PARARME O VENCERME- dijo Lucius escupiendo saliva azul que termino de congelar el piso- Cada parte de mi es...-

-Esto es molesto- Dijo Harry irritado, si no hubiera personas y pacientes en las habitación(y en el piso inferior) estaría ya lanzando lo lejos para acabarlo y noquearlo, además de que afuera estaba el mundo muggle y si salían seria peor. Además de que si convocaba un gran fuego en aquel lugar, destruiría todo. Sin contar que había prometido a, Draco, buscar la cura para su padre. Considero sus opciones, las cuales no eran muchas. -Lo lamento, tienes que caer aquí y ahora-

-INTENTALO AURORCITO- Grito al tiempo que se lanzo de frente.

Tardaría un momento, o tal vez dos, en crear un protección con suficiente fuerza para acabarlo, pero antes de que siquiera el entendiera que pasaba. Lucius freno, se llevo la mano al ante brazo, y descubrió marca que tenia en ella, la marca de Voldemort, tan negra en su piel, se movía y daba un toque siniestro.

-Luego acabaremos esto, mi Lord me llama-dijo Lucius con una sonrisa grotesca.

-¡No iras a ninguna parte!-Dijo Harry activando la magia de Utgar y avanzando, pero solo fue un parpadeo y ahí donde antes estuvo Lucius quedaba una estatuilla de hielo, igual que su forma corpórea y rastros de una desaparición a su alrededor -Maldición-

No podía seguirlo y ciertamente la gente de alrededor lo necesitaba mas que perseguir a Lucius. Tardo un momento en encontrar las presencias mágicas que corrían mas peligro y antes de que pudiera darse cuenta ya tenia a todas junto a Kingsley, todo su escuadrón así como un par de medimagos y pacientes estaban afectados. Filtro su magia por sus cuerpos, intentando darles calor, ya que estaban congelándose.

Y en su lucha, con valentía, cuatro aurores del escuadrón murieron, junto con una docena de pacientes.

Al poco tiempo Kingsley reacciono, abriendo los ojos y murmuro -¿Que paso?-

-No pude detenerlo- dijo con un dolor en la cicatriz- Y pasa algo peor-

-¿Peor?-

-Ya ha empezado- murmuro Harry tronando su cuello y sonriendo sin darse cuenta- Empieza la verdadera guerra-