Y aquí de nuevo esperando que todos tengan un bonito fin de año y que uno de sus deseos sea que publique mas seguido. A ¿nO? Entonces solo yo… jajaja bueno como se ales traigo la ultima entregada de One… no creo que me equivoque… les traigo el ultimo capitulo de mi historia.

Y para aquellos todos aquellos que me han seguido, quiero decirles que vamos por uno mas y por el fin de esta historia, y la de mirada escarlata, ademas del inicio de una nueva… "Percy Jackson y los ladrones del trium" Pero como siempre a mi caotico estilo.

Sin mas los dejo con esta frase de caos y les deseo un feliz año y una buena lectura.

"El sol no gira para dar un nuevo día, tu giras para darle al sol un nuevo vistazo."

Que tal soy todo un poeta… del planeta. Jajaja

Lean, disfruten y comenten mis queridos caóticos del mundo.


Capítulo 95.- Descarrilamiento Lunar.

El ruido de la maquinaria avanzando, el chirrido de las ruedas, acero contra acero, mientras aquella enorme maquina se tambaleaba y agitaba, con un chirrido anunciando que nada bueno pasaría. Se sujetaba con fuerza, intentando no concentrarse en los gritos y hechizos pasaban por sus oídos, mientras que el viento le zarandeaba la cara, y su cabello evitaba ver donde se sujetaba. Se quito el cabello del pelo y miro hacia abajo, debajo de sus pies solo cientos y cientos de metros al suelo. Un grito agudo le llamo, Hermione observo como un Mortifago estaba viéndola desde el techo, apuntado con la varita y una sonrisa maniática.

-Hasta aquí llegas niña- dijo el Mortifago escupiendo y alzando la varita para lanzar el maleficio.

Mas no llego, una enorme explosión surgió adelante y ambos miraron de donde provenía, el sólido carril de piedra y metal, que interconectada la montaña con ese sendero colgante, estaba calleándose directo al abismo y en poco, el expreso de Hogwarts con todos los que estaban ahí, le acompañarían.

Mas no se dejó llevar por el miedo que comenzó a invadirle, tomo aire y se concentró en intentar reafirmar los pies en algún costado del tren, mientras que movía la varita y lanzaba hechizos de protección y de defensa contra su atacante. Sin embargo, no podía concentrarse en ello cuando su mano comenzaba a resbalar y sus pies no lograban encontrar un lugar donde estabilizarse. Tal vez fue algún hechizo o algo en el camino, pero el tren se sacudió con fuerza y comenzó a bambolearse y agitarla con violencia, dejándola apenas y aferrándose con dos dedos en la saliente del techo.

Como un fuego artificial un hechizo salió disparado al cielo, y Hermione no pudo evitar recordarlo y distraerse por él, provocando que su agarre se soltara y se sintiera ingrávida por un momento y luego una enorme vació en su estómago. Sin embargo, sus ojos estaban fijos en la figura que comenzaba a dibujar en el cielo, una caravela que abría la boca para dejar salir una serpiente. Tal vez fue la adrenalina en su cuerpo o el que comenzara a caer al vació, pero observo a los Mortifagos sobre el tren peleando contra los Pendragon y Aurores, como al tren le faltaba, a dos vagones, toda la pared lateral y además como se movía sin disminuir velocidad.

Cuando parpadeo recordó como esas dos semanas empezaron muy mal y todo comenzó llegando Camelot.

En un parpadeo estaba frente a los bosques de Camelot, y la verja que servía de entrada, era mucho más hermoso ese lugar en esa temporada, la había conocido en verano de hacía un año, sin embargo, no le pareció tan hermoso como en ese momento. Tal vez por la depresión que paso hacia un año o porque ahora le acompañara Harry, pero todo se sentía diferente.

-De tal forma que ese "Cameliot" está en el bosque- dijo Draco y expreso ese asco fingido. - ¿No me digas que mi madre ha estado durmiendo bajo una choza de madera destartalada? No puedo creer que ustedes dos no tengan nada de clase. Pero que puedo pedir, si ese Weasley vive en una casa inmunda y ...-

-Si, si- dijo Harry lanzando una mirada superior, aunque Hermione suponía que tenía ganas de darle un buen golpe- Es mejor esta choza de madera destartalada y vivir en un bosque lleno de inmundicia a estar muerto ¿No crees? -

Hermione no pudo evitar una risilla, no creía que era la mejor forma de dejar su enemistad atrás, pero con certeza ambos se llevaban de esa forma y prefería que liberaran sus diferencias de forma verbal a física. Sin embargo, Draco comenzó a apretar los puños y a lucir rojo, lo cual también puso a Harry en guardia.

-Tranquilos- bufo Hermione porque ninguno pudiera aceptar al otro, chasqueo la lengua pensando en que ya eran bastante grandecitos y que era cosa de hombre, sin prestarle mirarlos fue directo a la entrada- Si ustedes quieren quedarse a darse de golpes adelante, yo voy entrando- Se adentro y ninguno de los dos se quejaron, solo le siguieron -Esta es la choza en que tu madre ha vivido este último año- le menciono a Draco, girándose con los brazos en la cadera y una mirada burlona hacia Malfoy el cual tenía la boca algo abierta.

Harry se rio al ver a Draco y de inmediato el rubio le lanzo una mirada casi asesina, y los comenzaron a ir directo a la entrada.

-Esto no es nada-intento enaltecerse Draco- En mi mansión tenemos pavorreales-

-Y un centenar de apestosos Mortifagos, además de un asesino que te busca- dijo Harry con la mirada fija en la mansión, cosa que le evito mirar como Drago agacho la mirada y frunció los labios -Además aquí tenemos estos pequeños- de una jardinera saco un gnomo que agitaba sus manos y pies sin embargo este parecía más divertido que nada- Y también otras criaturas igual de divertidas-

-Tenía que ser… plagas y pestes tienes únicamente-

-Los gnomos son buenos con las plantas y a Crookshanks le gusta jugar con ellos- dijo Hermione observando a los Kelpies asomar sus crines curiosos de que pasaba en la superficie- adema de que son buena compañía para ellos-

No supo porque, tal vez fue un evento al azar, pero un kelpie surgió del agua y le escupió agua a Draco, que termino con los zapatos empapados. Harry se volvió a reír dejando al gnomo en la jardinera junto al grupo de demás gnomos que salieron de sus escondites.

Ya casi en la puerta, los elfos comenzaron a surgir y antes de que pudieran decir una sola palabra, se pusieron a hacer reverencias y saludos a Harry y Hermione.

-Amo, dulce ama- dijo Dobby haciéndole una inclinación muy pronunciada, aun no acostumbrada a ello regreso los honores algo roja al ver la mueca de Draco. -Dobby quisiera saber ¿Comerán aquí mi amor y mi dulce ama? - pregunto con ojos destellando.

-Claro que si Dobby- dijo Hermione asintiendo y volviendo inclinándose para darle un beso en su cabeza, era tan bueno con ella y Harry que lo quería bastante y lo consideraba parte de su familia.

Avanzaron hasta el recibidor, y enseguida llegaron a donde estaban los cuadros de los padres de Harry. -Hola papá, mamá- Saludo pasando la mano por el lomo de los ciervos de estatua, estos se sacudieron. Hermione sonrió ante aquello, ahora notaba que no le dolía a Harry, el verlos y sentirlos cerca y cuidándolo solo por un momento le ayudo a curar esa vieja y punzante herida.

-Que egocéntricos- dijo Draco mirando a todos lados- Si que les gustaba verse. -

Le vieron y suspiro, no tenía ni idea que significaba aquello, ella se había intimidado alguna vez con aquellas mujeres pelirrojas y sonrisas radiantes y, encontrar en los Potter esos ojos vedes refulgentes. Pero con el tiempo entendió por qué los Potter colgaron aquellos cuadros y formaron estatuas con sus patronus, era para que no se olvidaran que ese era el lugar de los Potter y no importara que fueran o decidieran ellos aun eran parte del ese hogar.

Cosa contraria de los Malfoy, que siempre tenían que ser igual a sus padres, perfectos para el apellido y jamás dañar la imagen de la sangre pura. Bueno, eso estaba ya más que hecho, pensó Hermione continuando a la parte interna de la casa y la sala de estar.

Comenzaron bien, Harry intentando ser cordial con Draco y ofreciéndole una taza de té o lo que quisiera tomar, sin embargo, Malfoy aún estaba renuente a aceptarlo. Mientras la señora Malfoy iba hacia donde se encontraban, Hermione tomo una te dulce y en silencio esperaron.

Y sin previo aviso o alguna clase de advertencia, llego Dudley, pero no el fornido y pandillero, si no con un mandil lleno de flores y vestido cual ama de casa que hace limpieza de fin de año. Dudley se apresuró hacia Harry y Hermione.

-Primo- dijo Dudley abrazando a Harry y dándole un beso a ella - Cuñada ¿No esperaba verlos? -

-Venimos de improviso, pero veo que estabas ocupado- dijo Hermione evitando reírse no como Harry que se le escapaba por la comisura de los labios. Aunque claro que Hermione no le perdonaba lo que le hizo pasar a Harry, estaba dispuesta a intentar llevarse bien con la familia sanguina de su prometido.

-Estaba limpiando el sótano- se quejó Dudley sobándose el cuello- Ese lugar parece interminable-

-Considerando que puede cambiar a pedido. - dijo Harry aun mordiéndose la lengua – Noto que continuas con el entrenamiento-

Volvió a codear a Harry, porque con seguridad estaba intentando burlarse de su atuendo, más porque no le quedaba con su musculatura y forma corporal.

-Los elfos son rudos- dijo Dudley sobándose la muñeca.

- ¿Y tía? - pregunto Harry mirando como Draco estaba también intentando riéndose, sin embargo, intentaba no burlarse.

-Con papá, ambos toman un descanso hoy- Dijo Dudley suspirando y sobándose el cuello- Papá cada día se pone peor, quiere largarse ya-

-Puede hacerlo cuando quiera-dijo Harry palmeando le el hombro, luego el vio-. Pero ustedes deben seguir aquí-

-Si primo, ahora con permiso, pase a saludar, ahora continuo con lo que estaba haciendo- Paso a su lado y se despidió con una mano de ambos.

No paso ni dos minutos cuando Harry y Draco comenzaron a reírse de forma estruendosa, Hermione no creía que su prometido fuera aun tan infantil, sin embargo, en buen momento para intentar hacerles mostrar que no eran tan diferentes

-Parecen niños pequeños-dijo Hermione dando un codazo a Harry, sin saber que la observaban, desde el marco de la puerta miro a su padre que sonrió apenas sus ojos se cruzaron.

-Y tu una niña que no recuerda que tiene a sus padres esperando-

- ¿No piensas saludar cariño? -dijo su madre detrás de su padre y de dos zancadas le alcanzaron y le saludaron efusivamente.

-Perdón, lamento no decirles que venía y menos no ir a buscarlos- dijo Hermione abrazando y besando la mejilla de su madre, miro a Harry que aun intentaba calmar su risa y el de inmediato fue a saludar también.

- ¿Has cuidado bien de mi hija cierto? -pregunto su madre mientras que le lanzaba una mirada seria. -Sabes que por mi está bien, pero deben cuidarse mucho. Ya llegara el tiempo para todo. -

-He-Dejo salir Harry de forma boba.

- ¡Mamá! - grito Hermione sintiendo la cara ardiente y viendo como su madre comenzaba a reírse, sin embargo, a ella no le parecía nada gracioso que publicara su vida amorosa con todo mundo - ¡Vamos, tenemos que platicar y Harry tiene otras cosas que hacer! -

- ¿Sabes de que hablan? - le pregunto el señor Granger algo desconcertado, tanto como Harry.

-Vayámonos- Dijo Hermione evitando los ojos de su madre y tomándola de la mano para llevarse - Luego te veo amor. - Le dio un beso y se alejó con sus padres siguiéndole.

Llevo a su madre por los largos pasillos, y con su padre intentando seguir el paso, pero seguro su madre le lanzo una mirada a ya que a pocos pasillos termino perdiéndose. Encontró la habitación que compartía anterior mente con Daphne, todo el camino su madre mantuvo la misma sonrisa y al entrar soltó una leve risa, Hermione se paseó por la habitación nerviosa mientras su madre se sentó en la cama.

- ¿Que pasa cariño? - pregunto su madre bastante normal.

Se dio valor y miro a su tranquila madre - ¿Lo sabes? - pregunto Hermione intentando que su voz sonara normal.

- ¿Saber qué? -

- ¡Mamá! -

-De acuerdo, no sulfures- dijo riendo mientras que palmeaba la cama y le indicaba con la mirada que se sentara junto a ella. Le hizo caso, aunque estaba algo nerviosa por lo que dijera. - Mira Hermione, conozco a mi hija muy bien, sé que eres noble, que te encanta aprender y demostrar lo que sabes, además de que puedes ser tan terca y mandona...-

-Por merlín- dijo Hermione cubriéndose el rostro. - ¿Pero no solo fue eso o sí? -

-No, la verdad no- continuo su madre abrazándola y mirándole- Pero supuse que, entrando en Hogwarts, pasaría algo con Harry, ya que… de verdad lo amas y él te ama a ti. Pasaron mucho tiempo alejados y ambos sufrieron bastante, vi como tu misma intentabas continuar de pie, pero aun notaba como te deprimías más y más. -

No pudo decir nada, solo estaba escuchándola y recordando como en esos días solo pensaba en Harry y lo extrañaba tanto.

- Y cuando llego, ese día note como Harry era realmente feliz al estar a tu lado, como sus ojos cambiaban al separarte de él y como… el sufrió tanto o más que tu al estar lejos-

Continúo callada, parecía que su madre siempre tenía razón, ya que ella estaba rodeada de gente, su familia y amigos, incluso estaba en la relativa seguridad de la sociedad mágica. Mas Harry estuvo solo, con meses solo sobreviviendo con sus propias manos, alejado de todo el mundo y solo con Marlow el cual, aunque era una buena compañía, no tenía la capacidad de comunicarse de forma verbal.

-Lo es mejor que nadie- murmuro Hermione recordándose la promesa que hizo al verlo desnutrido, lastimado, con esas heridas supurantes y cicatrices.

-Por eso cuando los vi, noté que algo era diferente, algo había pasado entre ustedes- dijo su madre acariciando su mejilla -Y me alegra sabes que tu primera vez fue con alguien quien amabas, por que tu querías y con Harry, que seguro te cuida y protege...- abrió la boca, pero enseguida su madre continuo - … aunque tu no lo necesites-

Se silencio y miro a su madre para luego asentir y sonreír mientras su madre tomaba su mano y tocaba su anillo de compromiso – Y espero que no me hagas abuela tan pronto-

- ¡Mamá! Embarazarme aún no está en mis planes- dijo Hermione suspirando, más las dudas atacaron su mente - Y si pasara ...-

-Seguro Harry se volvería loco de felicidad, tu padre intentaría degollarlo, tu tendrás tantas dudas que no saldrías de libros de maternidad y yo seguro que tendría que asegurarme que mi nieto tenga padre y su madre no se lea toda guía sobre bebes que encuentre - dijo su madre soltando una leve risa- Algunas veces me lo ponen difícil. -

-Creo que exageras- dijo Hermione, pero la abrazo con fuerza, feliz de que esa relación con su madre fuera igual que antes y que le apoyara.

Continúo charlando con su madre, aunque le hizo muchas recomendaciones que no necesitaba y también le enseño un par de cosas que nunca hubiera pensado. Sin embargo, algo sucedió sin pensarlo, una luz plateada paso por la protección y luego paso junto a la ventana. De inmediato salto a ver y al balcón, miro a donde se dirigía, era un lince y tenía las fauces abiertas hacia Harry. No paso mucho antes de que llegara un león y de igual modo rugiera.

Y antes de que siguiera reaccionara, Harry ya estaba corriendo hacia fuera de Camelot. Y de inmediato fue por la casa, pasando junto a la tía de Harry, mas no se detuvo y al llegar al fondo del pasillo donde su padre también bajaba.

- ¿Que paso? -pregunto Hermione llegando a él.

-Atacaron un lugar… ehhh…. No recuerdo el nombre- dijo su padre pensando -Sonaba muy importante-

-Voy a ir a.…-

-Harry dijo que te veía en el castillo- dijo su padre tomando su hombro- Además de que por lo que escuche ya había gente ayudando en el lugar-

Por un momento pensó las cosas, hasta que su madre, que le siguió, coloco la mano en su hombro y le vio -Si el estuviera en problemas o te necesitara lo sentirías -Suspiro y se calmó, intentando sentir el latir de Harry y averiguar si algo pasaba, estaba algo agitado, pero notaba que estaba aún bien.

Pasaron caminando hasta la cocina para avisar a Dobby lo que dijo Harry, y aunque el elfo aseguro que estaban vigilados, Hermione decidió ir a verlos. Sus padres se quedaron discutiendo algo, por lo que parecía Harry estaba intentando algo con sus padres y solo esperaba que fuera bien y no pasara nada malo.

Su viaje fue lento, antes se hubiera perdido en esa casa, sin embargo, ahora le parecía que estaba diseñada para que ella encontrara lo que necesitara en el menor tiempo posible, tal vez un encanto mágico. Pero justo antes de entrar se detuvo, su corazón se estrujo y provoco que se llevara las manos al pecho, empezó a temblar y el aire le falto. Era Harry algo pasaba con su persona, sin embargo, no duro mucho, la sensación comenzó a desaparecer y aunque quedaba un toque triste.

No fue su intención quedarse en el marco de la puerta, pero ahí esperando que esa sensación se fuera escucho lo que decían adentro, estaban susurrando, pero era algo audible.

-Esto no debe continuar Draco-

-Pero debemos hacerlo, es algo que solo yo puedo, Potter es idiota pero no Hermione Granger… ganaran-

- ¡Podrías morir! -

-Ya tengo una sentencia sobre mi cabeza de un lado y del otro esperan por lo que les diga-dijo Draco más fuerte y luego un sollozo de la señora Malfoy surgió -Solo … creo que he visto que ofrecen y realmente, de verdad, es posible que tengamos una oportunidad-

- ¡Es peligroso y esta guerra no la iniciamos! - dijo la señora Malfoy entre llanto.

-Mi padre si-

El silencio aumento y Hermione entro a la habitación, encontrando a Draco mirando por el ventanal y su madre llorando en el sofá. Le miraron y por un momento se tensaron.

- ¿Que han pensado? - pregunto Hermione algo ansiosa por regresar a Hogwarts y saber que pasaba.

-Nosotros...- comenzó Draco dándose la vuelta y caminando hacia ella, pero antes de que pudiera terminar la señora Malfoy se paró y lo detuvo.

-Aun no decidimos nada, necesitamos hablar- dijo Narcisa mirando a su hijo con fuerza, el cual no pudo decir nada y solo movió la cabeza en aceptación. -Podrías darnos hasta mañana-

Lo pensó por un largo momento, antes de pensar que estaba todo bien mientras estuvieran en Camelot, con sus protecciones mágicas incluso aunque escaparan no podrían regresar sin Harry, Dobby o ella.

-De acuerdo-dijo Hermione para dejarlos solos de nuevo.

Tuvo que regresar a la cocina, donde sus padres ya habían instalado dos docenas de calderos alineados, con fuegos debajo y una centena de ingredientes diferentes enfilados en orden alfabético. Algunas veces olvidaba que eran tan ordenados como ella, y que cuando trabajaban sus manos podían hacer cualquier cosa y juntos eran un equipo casi perfecto.

Su padre le comento lo que Harry quería que hicieran y por un lado le pareció bien, por otro estaba preocupada por que algo pasara. Tuvo una charla con su madre para asegurarse que tomaran todas las medidas de seguridad, también le dijo a Wynki, de verdad le agradaba Hermione, que avisara por si ocurría un accidente.

Una vez acabado se despidió y dijo que regresaría pronto, para salir sin demora hacia Hogwarts. Apenas apareció en el camino hacia Hogsmeade, comenzó a ir a paso rápido, más los gritos y algarabía desde el estadio. No tardo en ver todo el alumnado, gritando y cantando, coreando y alzando a alguien sobre su ellos, era al equipo de Gryffindor, en cabeza avanzaban con Dennis, que agitaba la pequeña pelota alada. Ron la copa de quidditch, se reía y la sonrisa parecía estar ensanchada con magia pura.

- ¡GANARON HERMIONE GANANARON! - Grito Sofí que caminaba hacia ella junto con Luna y Daphne, -Fue un increíble partido, Dennis se fue en picada y luego cambio de dirección girando sobre su escoba, por poco choca con el capitán de Slytherin, pero atrapo la Snitch, y llevaba ventaja-

-Tuvo algo de suerte- dijo Luna un poco sonriente, después de todo su equipo había perdido - Además de que Damelza hizo una jugada peligrosa...-

-Y fue amonestada- dijo Sofí riéndose y abrazando a Luna- Olvídate de eso y vamos a la fiesta-

-Claro que Ron estuvo expendido, paro una docena de tiros y aunque en una de ellas perdió la quaffle, supongo que tengo con que molestarlo un poquito- sonreía Daphne con unas marcas rojas en el rostro, como si a mitad de partido se hubiera cambiado de equipo y disimulo ser partidaria de Gryffindor.

Comenzaron a comentar entre ellas el partido, mientras caminaban rumbo al castillo. - ¿Que sucede Hermione? -pregunto Luna de repente, las chicas ya estaban junto a ella y al parecer la veían al rostro - ¿Paso algo? -

-Nada- mintió Hermione para sondearles -Solo que Harry tuvo que irse a otra redada de improviso-

-Tranquila mi hermanito no perderá contra un puñado de Mortifagos-

-El solo se puede defender y lo sabes, no te preocupes. Y además seguro se alegrará cuando sepa que gano Gryffindor -dijo Daphne con una sonrisa.

Luna la miro y tomo su mano, mientras le miraba a los ojos susurro - ¿Que tan malo fue? -

-Ni idea, ese es el problema-

Si su sentido mágico no hubiera sido desarrollado por Harry, hubiera pasado desapercibido por completo, pero sintió como dos diminutas presencias de magia pasaban sobre de ella y eran de Harry. Sin embargo, desaparecieron casi de inmediato.

Fue directo al gran comedor, donde el equipo ya estaba celebrando y Ron pasaba la copa a sus compañeros, mientras no dejaba de corear el himno de Hogwarts. Al ver a Daphne se separó y fue a su novia, quien no dudo en saltar encima del pelirrojo y comenzar lo a besar como si no se hubieran visto en semanas.

Por el otro lado Sofí también fue con los Breve, quien Colin no paraba de tomar fotos de su hermano, sucio, desarreglado, con una sonrisa radiante y la Snitch en la palma de su mano.

Neville estaba ahí entre la multitud aplaudiendo y celebrando, no tan animado, pero parecía contento, Luna por un momento camino hacia él y luego se detuvo. Su vista estaba algo perdida.

-Luna ¿Que sucede? - le pregunto Hermione tomándola del hombro y haciendo que la viera.

Paseo su vista por su rostro y con una voz triste murmuro -Lo mío con Ven… no está bien… tuvimos peleas y … pues la última vez me puse muy celosa y… no se desde entonces no es lo mismo.

- ¿Terminaron? - pregunto Hermione sorprendida.

-No, no… o bueno creo que no- dijo Luna mirándola con los ojos empezando a verse cristalinos. - Amo a Neville, pero … tengo miedo que él no sienta lo mismo-

-Él te ama también, lo hemos visto todos, ese chico haría cualquier cosa por ti- Le dio una sonrisa y luego la abrazo con fuerza, por un momento sintió la tensión de Luna y como se relajaba – Cuando Harry termino conmigo… fue sumamente doloroso, quería que fuera mentira y cada que lo veía sentía el impulso de arrojarme a él y besarlo, cada que estábamos cerca era tenso, no tenía idea que decir o hacer, pero… solo lo intentamos, continuamos adelante y dejamos que lo demás se resolviera platicando. Siempre peleamos, tenemos diferencias y… algunas veces me desquicia… pero eso amo de él, su perfección imperfecta-

-Eso suena a Harry no a ti- rio Luna separándose y limpiándose las lágrimas que ya brotaban de sus ojos.

- Lo es- le acaricio la mejilla quitando una lagrima y le sonrió -No dejes que las peleas lo separen, su amor es más fuerte que sus diferencias-

Miro hacia Neville, el cual las observaba con atención y en cuanto Luna volteo el giro la mirada a otro lado.

-Lo intentare… gracias Hermione- dijo Luna para luego continuar su rumbo hacia Neville, el cual sonrió un poco, pero lucia igual de tenso que luna, incluso parecía si no supieran que el otro quería tomar su mano.

No podía resolver su vida amorosa, eran pareja y solo ellos podían hacerse más fuertes o terminar. Pero un concejo no era malo, pensó Hermione, antes de recordar que Harry seguramente le esperaba en algún lugar del castillo. Pero antes debía ir a informar a Dumbledore de que un ataque había sucedido.

Por supuesto que utilizo los atajos por el castillo, pero aun con ellos el castillo era enorme y tardo un tiempo el llegar. Por lo que casi corrió para subir los cientos de tramos de escalera y cruzar los pasillos para poder llegar al pasillo de la entrada del despacho del director. La gárgola estaba en su posición y las escaleras desplegadas, sin pensar dos veces las subió y llego a la puerta que toco con fuerza. - ¡Profesor, soy Hermione ¿Puedo pasar? - la puerta se deslizo, como si hubieran olvidado cerrarla y metió la cabeza para inspeccionar, encontrándose con McGonagall sobre Harry buscando algo en su rostro.

El alivio llego de golpe, Harry estaba bien, o a primera vista bien y sin importarle que la profesora se abrazó a su cuello y le beso con fuerza, para luego buscar con la mirada heridas.

El profesor carraspeo y los miro sobre sus lentes, tal vez no queriendo interrumpir, no entendía bien la situación, pero podía observar que era seria.

-Ahora, podría continuar con su explicación sobre la enfermedad de Lucius. - dijo el profesor Dumbledore con amabilidad. -Para que todos estemos en la misma frecuencia ¿Sí? -

Hermione describió la enfermedad e incluso expreso cosas que sabía por diferentes pergaminos en la biblioteca infinita, sorprendiendo incluso a Harry, el cual alzo las cejas. Escucho la voz de Nimue en su voz, y aunque aún no lograba comprender del todo que las unía, sentía la familiaridad mágica.

{Ahora les daré el resto la información, díganla luego de mi...}

-La única forma de acabar con los gigantes azules es desmembrar los he incinerar las partes o.…-dijo Harry luego de su maestra, pero la miro y ella se sorprendió también.

{… para acabar con Lucius o lo matan con un fuego poderoso o eliminan su magia, como yo con la del idiota de Merlín} dijo Nimue con un tono ofensivo hacia su ex.

{Si aún no me creo que tu hicieras eso… eres tan mala}

{Mala tus ideas, yo solo hice lo que debía, estabas volviéndote loco} gruño Nimue con amenaza.

{Tal vez ya lo estaba desde que te enamoraste de mi}

Harry los silencio para continuar -… o eliminar su magia. -

-Eso es… ¿Imposible? - dijo Dumbledore -Si suprimes la magia de alguien esta se volverá inestable y en el peor de los casos se volverá un… Obscurial...-la dura mirada del profesor le indico que recodará algo, tal vez a la persona que amaba y no logro salvar.

-Sabemos sobre ello. La pérdida de control sobre el Obscurus y la fuerza de destrucción, incluso que pocos casos se presentaron en adultos-dijo Hermione algo frustrada por el echo del que el profesor pensara que crearían algo así. - No se refiere a suprimirla hasta crear un agente parasitario. Se refiere a anular su magia… del todo y volverlo muggle. -

Ninguno de los profesores pareció creerle, sin embargo, estaba segura que era posible, había hablado con Nimue de ello y por más loco que sonara tenía la seguridad de que Harry podría lograrlo.

-Como sea… es una de dos opciones. - dijo Harry bastante serio- El punto es que hasta ahora… solo gigantes podían tener esta enfermedad, pero… un tonto… aprendió esta magia y sin controlarla bien sobrepaso toda su capacidad y se rompió…-

{Te dije que no fueras tonto} dijo Huffy con su usual tono de reproche {Pero no tenías que ir y darte de palmaditas con un gigante}

-... contrajo la enfermedad y casi muere- continuo Harry a pesar de lo que decía su maestra en su mente - logro curarse extrayendo toda esa enfermedad en una capsula. Pero Lucius la comió y se incrusto en su cuerpo. Creo que tener la enfermedad en mí y luego trasmitirla a Lucius le llevo a adaptarse y poder estar en un mago o… evoluciono-

- ¿Esa fue le emergencia? ¿Lucius? -pregunto Hermione entendiendo todo- ¿San Mungo ha caído? -

-No- contesto Harry sujetando su mano, la cual estaba temblando un poco -Pero creo que ocuparan la nueva habilidad de Lucius y no creo que para hacer helados y raspados para todos los Mortifagos-

-Eso es seguro- dijo McGonagall con una mirada fuerte - ¿Que haremos ahora? -

{¿El archipiélago?} pregunto Hermione mirando a sus ojos, era el único lugar seguro que podía encontrar en aquel momento, incluso demostraron que no temían atacar Hogwarts.

Harry se colocó frente Dumbledore y sin un solo tono de duda dijo -Me llevare a Pendragon al archipiélago-

La seriedad de ambos era tal que Hermione y la profesora la vieron solamente.

-Aún son mis alumnos y tienen clases y exámenes- decreto el profesor con toda su autoridad- Están los TIMOS para los de quinto y los demás tienen exámenes en dos semanas-

-Exacto, solo tenemos semanas para el fin de curso- dijo Harry sin importarle la autoridad de su voz, es más parecía más decidido que nunca - Luego de que acaben los exámenes anunciaran que enviaran a los alumnos a sus hogares de inmediato y el curso terminara. Hable con Rufus para que envié dos escuadrones para protección de los alumnos y reforzara los del perímetro de Hogwarts con una docena -

-Terminamos el curso medio mes antes y tendría que hablar con todo el profesorado para que empezara a primera hora el lunes- declaro Dumbledore mirándolo sobre sus lentes - Lo que planeas Harry es algo que indicara a Tom que estamos listos para pelear con todas nuestras fuerzas, si hacemos eso ahora no tendremos la fuerza para...-

- ¡EL ESTA PLANEANDO ALGO TERRIBLE, ALGO QUE SACUDIRÁ AL MUNDO SI NO LO DETENEMOS! - grito Harry de forma tan explosiva como en su quinto curso, provocando que el escritorio temblara y el profesor Dumbledore sacaran la varita.

- ¡Harry, tranquilízate! - dijo Hermione acercándose y sujetando su brazo, esperando que eso lo calmara.

- Ya lo he visto...- Continuo Harry respirando -... y solo habrá muerte y sangre si no lo paramos pronto… con o sin su consentimiento se realizará, el ministro preparara todo, es mejor que usted haga su parte profesor. -

Se giro y comenzó a caminar directo a la puerta, ella le siguió y tomo su mano, no le parecía la idea de que tan pronto terminara el curso. Pero admitía que, si Lucius estaba con Voldemort en ese momento y tenía la enfermedad de Utgar, seguro que lo explotaría hasta que el mundo temiera su poder.

- En cuanto acaben los exámenes… los Pendragon ya no estarán en Hogwarts-

McGonagall se adelantó y tomo su otro brazo mirándole con temor- ¡Piénsalo Harry! Comenzar esta batalla antes de tiempo… es algo que quien tú sabes quiere… él tiene mucho poder ahora, con Lucius de su lado será mayor-

Los ojos de Harry no tenían dudas de lo que pasaría, era como aquella vez antes de ir al tercer piso del lado derecho, no tenía dudas, no vacilaba, sabía que se tenía que hacer y eso era todo. No podía negar que esos ojos eran los que le hicieron seguirlo a todas esas locas aventuras, también aquellos que siempre sonreían aun en lo más oscuro y aquellos que le impulsaban a continuar sus planes.

- En este momento estoy casi seguro de hacerle frente, pero si él logra su objetivo antes que yo… el mundo tendrá un demonio que matar-dijo Harry tomando la mano y acaricio a McGonagall mientras le miraba a los ojos -y no me creo capas de lidiar con otro-

-De acuerdo Harry, pero...- dijo el profesor Dumbledore suspirando y levantándose - ¿Tendrás listo, lo que preparas, en dos semanas? -

- No profesor, ese será solo el fin comienzo - dijo Harry, ambos salieron más del despacho sin ver a los profesores.

Algo de verdad malo había sucedido en San Mungo, Harry estuvo muy callado durante el viaje y en cierto punto se quedó parado mirando por unas de las ventanas del castillo, como si alguien asechara afuera de los muros. No soporto, Hermione le abrazo. -Lo lograremos Harry. Estaremos listos para cuando venga por nosotros-

-No Mione- dijo Harry dándole una débil sonrisa y abrazándola - Nosotros iremos por el- le beso con mucha pasión -Dejaremos que hoy se diviertan- su mano acaricio su mejilla de forma muy suave - Pero mañana, los quiero a todos antes de que el sol salga… debes informarles lo que ha sucedido y alertarlos-

A la mañana siguiente se despertó en el pecho de Harry, por completo desnuda y con los brazos de su prometido en su parte trasera. Soltó una leve risa e intento no moverlo mientras se levantaba y pasaba al baño para tomar una ducha, ya que la noche había sido bastante larga y sentía que necesitaba una. Agradecía que no despertó a Harry, ya que su prometido seguro estaba muy cansado, y en cuanto se levantara tendría que salir a su día, como ella. De tal forma que se bañó, arreglo y coloco todo lo que necesitaría en su monedero antes de irlo a levantar.

Sacudió su hombro con suavidad, más Harry solo gruño algo e intento girarse al otro lado.

-Tienes que levantarte, flojo- dijo Hermione con una leve risa.

-Ya voy...- dijo Harry gruñendo y abriendo los ojos.

-McGonagall nos llamó a los prefectos para una reunión de emergencia, creo que van a aplicar lo que le dijiste- dijo Hermione besándole - Intentare acelerar todos los procesos de los exámenes lo mejor que pueda, tu concéntrate en… lo que sea que tengas que hacer-

-No tengo ganas-dijo Harry sentándose en la cama y tronándose el cuello. Al verla salto y levanto las manos y sonrió temeroso- Solo bromeaba-

-Mas te vale Potter. Te mantendré informado de que pasa- repitió Hermione, girando la moneda Pendragon antes de lanzar le un beso al aire y salir por la puerta.

Bajo todo el camino hasta el gran comedor, donde la mayoría de alumnos ya estaba, también observo algunos profesores y Hagrid el cual intentaba leer algo entre sus dedos. De inmediato vio a los Pendragon reunidos en la pared que daba la mesa de Ravenclaw, enseguida noto que Ron no estaba nada contento, y que Theo incluso murmuro una serie de leperadas sin control.

No tardaron en encontrarla con la mirada y comenzar a ir hacia ella rodeándola y bombardearla con tantas preguntas que no supo contesta ni una. Neville estaba serio y a lado de Luna, pero ninguno hablo o pregunto algo solo la observaban con atención. Luego sintió como Ron tiraba de ella para que le hiciera caso, al otro lado estaba Daphne que hacia lo mismo y pronto estaba molesta.

- ¡CALMA O LOS CALMO! - Grito Hermione bastante alto y todos se callearon -Al fin…. Ahora si ¿Que les pasa? -

Sofí se acercó y le dio el periódico, era del día anterior, pero tenía la noticia de San Mungo y relataba todo de forma un tanto problemática.

-Es cierto, quien tú sabes ¿Está a punto de atacar? -pregunto Astoria pegada a su hermana.

-No lo sabemos- dijo Hermione leyendo el resto del periódico para tener la información completa.

-Y la información de los tableros ¿Qué quiere decir reunión escolar gran comedor? -pregunto Ron mirándola serio-Paso algo mientras...-

No termino, pues se abrió entre su cuerpo y el de Neville salió una niña de primero, rubia y con el cabello desordenado además de jadeando. Por un momento se quedó temblando y mirando hacia arriba, pues era muy bajita.

- ¿Qué quieres enana? - pregunto Ron con los brazos cruzados.

La niña palideció de golpe y sus manos aferraron su capa, parecía a punto de darle un ataque de pánico. Mas Hermione se pasó un mechón de pelo tras el oído, se inclinó y la miro tocando su hombro. -Respira, tranquila, todos aquí somos alumnos aun, y este idiota...-

-Hay-

-… solo está molesto por no haber desayunado-

El rostro de Ron cambio un poco a rosa, más los ojos estaban en la niña que abrió la boca, pero no salió nada a un principio.

-La… la profesora McGonagall… ella… me...-

-Nos enviaron a tu versión femenina Ven- dijo Theo riéndose.

En un segundo la mirada de Luna incluso podría matar al Slytherin, pero Neville solo soltó una leve risa y con un torpe brazo envolvió a luna en los suyos. Pero aun así se notaba que ambos estaban tensos.

- ¿Que quiere la profesora? - pregunto Hermione esperando que los problemas de ambos se resolvieran pronto.

-Al… al aula de trofeos- dijo con la voz más chillona y rápido -Los prefectos y ustedes señorita -

-Ve y dile que ya vamos en camino-dijo Hermione con regalando le una sonrisa.

Salió corriendo y dando unos leves saltos, no sabía si por librarse de estar entre ellos o por haber logrado llevar el mensaje. Hasta le recordaba a Edwin luego de entregar una carta a Harry.

-Vamos- dijo Hermione, pero fue la única en avanzar y volteo a ver a Ron y Daphne. - ¿Y ustedes que… no vienen o no son prefectos? -

Y saliendo de sus mentes comenzaron a ir junto a Hermione, pronto estaban entrando al aula de trofeos, que era custodiada por Hagrid y la profesora Spot. Adentro observaron a los otros prefectos de las casas, cada uno con miradas puesta en ella, como si fuera la causa de la junta.

Esperaron un minuto, hasta que los profesores entraron, encabezando Dumbledore y al final Sape. Por un momento sonrió y luego movió la varita apareciendo un pergamino largo en cada mano, enseguida supo que esa semana sería muy atareada.

-Los exámenes empezaran de inmediato- anuncio Dumbledore.

-Pero profesor, debería ser en tres semanas, para que se preparen adecuadamente- se quejó el prefecto de Ravenclaw.

-Lamento anunciar que no será así, solo tendrán esta semana para prepararse y la siguiente comenzaremos a tomar los exámenes- dijo Dumbledore serio- Las circunstancias ...-

{Y Harry} pensó Hermione.

-… no nos permiten continuar con la programación normal, por lo que le pido a todos ustedes que por favor ayuden a los alumnos. Sean pacientes e intenten que todos entiendan que es por seguridad y educación que adelantamos los exámenes-

-Si es por el ataque a San Mungo ¿Por qué no cancela los exámenes y termina el ciclo? - pregunto el prefecto de Slytherin, ya que Draco había desaparecido, escogieron uno y por lo consiguiente ahora era parte de la junta. Sin en cambio no mejoro nada a como era Malfoy.

-El colegio no quiere que este asunto...- comenzó Sape alargando las palabras -… afecte al alumnado, por eso ha tomado esta decisión ¿Alguna duda? -

-Gracias profesor Sape- dijo Dumbledore con una sonrisa – Además que deben tener encuentra de no informar que en cuanto se terminen los exámenes regresaran a sus hogares, nosotros nos les diremos cuando deben informar-

- ¿Por qué tan rápido? -pregunto Hannah desde detrás de Ernie, el cual estaba asintiendo.

-Por qué no queremos que ustedes, el alumnado, estén a salvo y con su familia- indico el profesor Por qué con una de sus sonrisas algo forzada.

-Algo más que debemos saber ¿Señor? -pregunto Ron cruzado de brazos.

Por un momento los profesores guardaron silencio.

-Solo deben recordar que esto es lo mejor por ahora- dijo Dumbledore para volver a sonreír y conjurar un tablero - Por favor aprendan los horarios y salones en que se llevaran a cabo diversas actividades para aligerar la carga de trabajo- miro a todos sobre sus anteojos y finalizo con un - Confió en cada uno de ustedes, hagan su mejor trabajo-

No tardaron mucho en salir y junto con todo el profesorado se informó de que los exámenes se realizarían en breve, a nadie le agrado y todo mundo se quejó. Pero al final no podían cambiar la decisión. Incluso Ron se quejó y por un momento quiso golpear a la de la idea, en cuanto Hermione le dijo que era Harry, no dudo en intentarlo en cuanto lo viera. Lo cual paso esa misma noche, y que termino con un chichón en la cabeza fue Ron.

La primera semana fue un infierno personal para ella, pasando de clase en clase indicando a múltiples alumnos, de todos los cursos a saber las guías y lineamientos de los exámenes. No quedaba mucho tiempo para el estudio propio, pero si termino repasando casi todo lo del otro curso y recordando sus bases por completo. Incluso termino ayudando a un grupo de primero a lograr preparar la opción de memoria.

Y no tardo en ser como un manicomio, incluso algunos casos terminaron en la enfermería y otros tantos ya estaban aceptando en que no pasarían. Mas los de los TIMOS, comenzaban su día abarrotando la biblioteca y cuando cerraba esta terminaba casi corriéndolos, sobre todo por el incendio que ocurrió al principio de semana. Hermione dio tantas clases de recuperación que terminaba llegando tarde a la habitación, más aún si ella estaba atareada Harry seguro tenía algo diez veces más difícil ya que el a veces llegaba justo antes del amaneces y dormía un par de horas antes de volver a salir.

La semana de aplicación comenzó con los TIMOS, y como el ministerio estaba cociente de que todo tenía que realizarse en una sola semana, envió el doble de examinadores. No podía pasar por ningún salón sin ver como estaban realizando exámenes escritos, prácticos y orales. Pocas horas eran libres y la mayoría tendía a ver si se equivocaron o respondieron todo correcto.

La oficina de la profesora McGonagall se volvió una confusión completa, tenía exámenes de todos los cursos revueltos, además de los comentarios de examinadores de los TIMOS apilados en un rincón. Y casi siempre se le notaba cansada o con una jarra de café en la mano.

Y los demás profesores estaban por las mismas, sin lugar a dudas estaba a punto de volverse el fin de curso más cansado. Pero los exámenes terminarían por ese día y por un buen tiempo nadie se preocuparía por ello.

Mas Harry los cito, ya muy entrada en la noche y en la sala de menesteres. Ahí ahí estaban los seis, esperando e intentando no pensar en los exámenes que estaban por presentarse en los siguientes dias. Sin contar con Sofí, estaban el resto. Theo estaba lleno de resto de pociones y algunas plumas, parecía que su examinación con Sofí fue muy mal. Al contrario que Luna, que había seguramente pasado sin problemas Criaturas Mágicas, al igual que Daphne defensa contra las artes oscuras. Solo faltaba que llegara Harry, y Hermione se encontraba preocupada, hacia media hora que él les llamo y no solía retazarse. Neville por primera vez estaba seguro que paso sin problemas la clase de Encantamientos y Herbología, aunque la segunda siempre salió con un Supera las expectativas.

Estaban en silencio y miraban el fuego crepitar en la chimenea. Pero ninguno parecía con el suficiente ánimo para hablar. La llama de la chimenea crepito con fuerza y cambio aun color verde esmeralda, y de adentro surgió Harry llevaba la ropa más sucia que tenía, pero le preocupaba más que se encontrara desgarrada y llena de lodo. Se tambaleo y casi cae si no fuera por el báculo de Merlín en su mano, sus ojos tenían unas ojeras muy pronunciadas y el rosto pálido, incluso parecía no haber pasado casi 16 horas desde que lo vio, si no parecía una semana.

En cuanto los vio se quedó estático, sin parecer consciente de lo que pasaba. - ¿Es la junta hoy? -pregunto antes de restregarse el rostro y limpiar su atuendo- Lo siento, me perdí en el tiempo y espacio-

-Ven siéntate-indico Hermione caminando hacia donde estaba y ayudándolo a llegar al sillón, y como no cuando incluso se tropezó dos veces - ¿Que has hecho? -

-Estaba… bueno ya lo verán pronto- dijo Harry antes de dejar el báculo y quitarse el grueso abrigo sucio y sacar a Daira y Marlow de adentro, ambos durmiendo plácidamente. - ¿Que día es? -

- ¿No sabes ni cuándo es? - pregunto Daphne desconcertada.

-Créeme, si hubieras estado haciendo lo que yo… creo que … preguntarías incluso si aun estamos en el mismo año- dijo Harry algo malhumorado, mientras que se recargaba y todos sus huesos sonaban de un momento a otro.

-Mañana es el último día de exámenes-dijo Neville algo nervioso, mirando a Luna que estaba acostada en las piernas de Daphne.

Parecía que habían tenido otra pelea, no sabía Hermione porque, pero suponía que era la tensión de los exámenes y la locura de las dos últimas semanas.

-Perfecto, acabe antes- dijo Harry con una leve sonrisa, por un momento recostó su cabeza y cerro sus ojos.

Se quedaron esperando, pero su prometido no se movió, por lo que Hermione se aclaró la voz, mas no contesto.

- ¿Ya se durmió? - pregunto Luna sin intención de ofender.

-No, pero sería bueno- dijo Harry desde la misma posición, regreso su cabeza a una posición normal y parpadeo mucho – He… echo todo lo que está en mis manos, pero ahora… no puedo continuar mas solo… conozco mis límites y estoy llegando a ellos, por lo que requiero su apoyo-

-Hermano eso lo he sabido desde que te aventaste a una trampilla- dijo Ron dándole una palmada en el hombro.

-Bueno, esta vez será diferente- dijo Harry sonriendo un poco y miro el piso- Porque tenemos que planear algo y estoy seguro que debe ser algo muy bueno, además de que luego de eso… tendré que llamar a todos los Pendragon. -

- ¿Por qué? -pregunto Theo con los brazos cruzados -Haremos otra misión suicida-

-Así es- murmuro Harry antes de tomar su mano y entrelazar sus dedos- Los necesito para terminar esta guerra, necesito no solo a ustedes seis...- Sonrió y por un momento escucho la leve risa de sus maestros en su mente -… todo Pendragon...-

Cada uno en la habitación sonrió y asintieron sin dudar.

-¿Que necesitas hermano?- pregunto Ron tomando su hombro.

Movió la varita apareciendo un pergamino largo que se desenrollo por toda la mesita de té, enseguida y sin pensarlo se echaron sobre de el, mientras Harry observaba sus expresiones. De un momento a otro cada rostro le miro con los ojos abiertos y la boca semi abierta.

- Como siempre…- se carcajeo Ron y se trono los nudillos- … esto se va a ser difícil y tendremos todo en contra-

-Pero … creo que tiene razón- murmuro Hermione con una sonrisa.

-¿Cuando comenzaremos esto?- pregunto Sofi regresando la mirada al plano.

-Espero que no tan pronto- dijo Daphne mordiéndose el labio y mirando a Ron, el cual estaba sonriendo por el futuro reto que se le presentaba.

-Mañana ¿Cierto?- Dijo Luna un poco fuerte - Harry no nos preocuparía antes de tiempo-

-¿Crees que estamos listos para algo así Harry?- pregunto Neville y por un instante tomo la mano de Luna y le miro a los ojos.

-No, y si me preguntas tal vez nunca lo estaremos, pero si lo hacemos estaremos listos, eso creo- dijo Harry cansado, y soltando un suspiro largo -Por eso… Pendragon debe crecer -

-Mañana terminan los exámenes, y pasado temprano sale el expreso de Hogwarts rumbo a Londres ¿No seria mejor planear eso bien?-pregunto Daphne pasando la mano por la espalda de Ron varias veces.

-De acuerdo- dijo Harry intentando mantenerse despierto – El ministerio nos mandara dos escuadrones completos, y tenemos otro aquí vigilando Hogwarts, y los 35 Pendragon...-

-Sin contar con una manada de Centauros y un gran grupo de Gigantes.- Recordó Ron en voz baja.

-… y un castillo completo de alumnos y profesorado ¿Como haremos esto?-

-Fácil- dijo Ron y luego miro a Theo el cual estaba pensando con los ojos cerrados- ¿Que te parece un Marshall?-

- Creo que has leído muchas cosas muggle… pero concuerdo- murmuro Theo y se coloco delante del pergamino -Comenzaremos con el profesor...-

-No-corto Ron que solo miraba el pergamino, luciendo emocionado al tiempo que parecía bastante seguro - El alumnado, comenzaremos en los exámenes de mañana...-

Esa noche Harry durmió bastante bien, mas de la mitad de la reunión de los siete se la paso con los ojos cerrados, cruzado de brazos y dormido sentado. Ninguno se quejo, todo lo que necesitaban estaba en aquel pergamino, cada idea y cosa que hizo y estaba por hacer estaba escrito, incluso muchas instrucciones les ayudaron a terminar su idea.

Luego fueron a dormir, mas Hermione no durmió nada, sentía que el día se acerca, que pronto se realizaría el ritual para sacar el alma de Voldemort de Harry y que ese día podría ser el peor de su vida.

Se levanto con la primera luz, acaricio el rostro de Harry y planto un beso largo mientras le observaba con detenimiento. Para luego partir al despacho de la profesora McGonagall, escucho pasos y voces bajas en la parte de la sala, no esperaba encontrar a nadie y tampoco que parecieran susurrar por lo que continuo como si nada. La luz de la chimenea estaba apagada, pero pudo ver dos sombras, y ambas parecían pelear o discutir algo.

- Debes de saber en que te metes- gruño una voz- Puedo hacerlo… pero tu no… ese idiota se derrumbara sin ti-

-Deja de desperdiciar aire, no conoces nada de el, es mas fuerte que tu. Y si no hubieras necesitado ayuda, no hubieras venido a mi ¿Cierto?- murmuro la otra suave voz- Tu me lo dijiste por que necesitabas que alguien te creyera y que te ayudara una vez todo terminara, alguien en quien ellos confiaran y pudieran aceptar-

-Pero si haces lo que quieres… ellos…. sufrirán- continuo gruñendo la otra voz.- ¿Quieres hacerlos pasar por ello?-

-NO- dijo en un leve grito -Pero ya lo dijiste… matara a todos en cuanto Harry haga su movimiento, si lo hago ellos … tendrán una posibilidad de sobrevivir-

-Potty encontrara la forma, siempre lo hace-

-Buenos dias- saludo Hermione y las voces callaron, y antes de que se diera cuenta una de ellas camino hacia ella.

Draco surgió entre las sombras y sin siquiera decir una palabra comenzó a subir las escaleras, estaba rojo del rostro y espiraba como si hubiera corrido un maratón, y antes de darse cuenta miro a Luna sentada con un rostro bastante nervioso, parecía que tampoco durmió mucho y por como abrió los ojos aprecia que no esperaba verla.

- ¿Que paso Lu? ¿Estabas con Malfoy?- pregunto Hermione bastante sorprendida. -¿Que… que pasa?-

Luna se levanto y suspiro para luego sonreír- Ya conoces su tonterías, se cree un ser superior que el mundo no lo merece- Tomo su bolsa del sopa y fue a la puerta- Iré con el profesor Flitwick y le diré lo que acordamos ¿Vas con McGonagall?-

Asintió, para solo ver como salia sin siquiera mirar atrás, a Hermione le pareció bastante extraño ya que Luna no era de esa forma, le preguntaría si caminaban juntas o si quería hacerlo juntas. Pero en ese momento sintió que algo mas pasaba, algo que no le gustaba para nada.

Cruzo los pasillos desiertos, y que en poco parecerían mas concurridos que nunca, y paso junto a la sala común de Gryffindor, encontrándose a Neville y Ron esperando.

-¿Comenzamos?-pregunto Ron.

-Neville, ¿Paso algo mas con Luna?- pregunto Hermione asintiendo al su amigo pelirrojo, bastante inquieta por lo recién pasado – La encontré hablando con Draco en la oscuridad-

Por un momento ninguno de los tres hablo, luego Neville abrió la boca y se quedo así como si intentara hablar - No, creí que estábamos mejor, estos últimos días hablamos y… pensé que estábamos bien-

-No te preocupes, seguro que solo lo estaba ofendiendo-dijo Ron intentando no parecer igual de conmocionado.

-¿De que hablaban?-pregunto Neville algo mas nervioso.

-Nada importante- dijo Hermione intentando sonar normal, pero esperaba que no notaran que ni ella misma se lo creía.

Caminaron sin decir una palabra hasta el despacho de McGonagall, un momento despues estaban adentro y la profesora, terminando de arreglarse el pelo, les miraba como si los fuera a regañar. -¿Ahora que sucede?-pregunto.

-Queremos que de un mensaje hoy- dijo Hermione repasando el plan en su mente.

El día fue duro, tanto para ella que hizo dos exámenes, como para el resto que se la dedicaron a realizar el plan y comenzar los preparativos. Si estaban en lo correcto, pronto el alumnado seria una serie de chimorreos y bullicio alarmante. Todo comenzó con una simple nota de McGonagall, un simple pedazo de pergamino con una indicación precisa y escrita son su puño y letra.

"Mañana a primera hora parte el expreso de Hogwarts con el alumnado"

Y con esta perdida en un salón, sin que nadie pudiera evitar que se esparciera cual fuego, antes de la comida todo el castillo estaba enterado y el profesorado, advertidos por Pendragon, no negaban ni aclaraban la duda que corría por el castillo. ¿Realmente regresarían al siguiente día? Aparte ella paso escuchando a todos los alumnos y sus quejas por el chisme que corría en el castillo, pero de cualquier forma no negó que fuera cierto, pero tampoco acepto que fuera mentira.

Lo peor fue para Ron y Theo, que tenían el examen de Pociones con Snape, que aunque no fuera el maestro de pociones fue el examinador encargado. El profesor fruncía los labios todo el tiempo, por un momento parecía muy metido en sus pensamientos y murmuraba cosas por lo bajo.

Luego del examen de pociones, tocaba su examen de Runas, pero no fue de inmediato, se oculto por un momento y ocupando la capa de Harry se la coloco encima, cuidando cubriéndose los tobillos. Espero en el aula, a que el profesor pasara y saliera, luego de unos minutos en que parecieron eternos, el profesor Snape, salio malhumorado y salio del salón. Lo siguió asegurándose de no toparse con ningún alumno y también de que el profesor siempre estuviera enfrente, antes de que se percatara estaba en el despacho de Dumbledore. O bueno en las escaleras.

-Melaza deliciosa- dijo Snape a la estatua.

Esta se abrió y comenzó a abrirse, lo siguió esperando que Dumbledore no la descubriera, lo cual era casi imposible. Escucho el golpe a la distancia y como el profesor le daba el paso, se quedo pegada a la puerta, sacando un par de las orejas extensibles de los gemelos. La aplasto contra el canto de la puerta y paso, y el otro lado se lo coloco en su oído.

-¿Como es posible que no me avisara?- pregunto Snape con un tono nada cortes. -Acepte esta tontería de los exámenes adelantados, pero ahora mañana parten de Hogwarts ¿A que estamos jugando Albus?-

-Severus- dijo el profesor con un tono tranquilo- No se como se han enterado los alumnos, pero es cierto, mañana en la mañana los alumnos partirán a sus hogares-

-¿Por que tan de repente?-medio grito Snape y si se lo imaginaba incluso pudo describir que escupía por su enojo.- Todo esto no tiene sentido, sabe que el señor oscuro considerara esto como debilidad y vendrá por usted y sus allegados-

Pasos y un leve rasgueo de capa se escucho- Tal vez tengas razón Severus. Sin embargo esta decisión ha sido difícil para mi, por un lado esta el llevar esta guerra del mejor modo posible, y del otro la seguridad de mis alumnos. Estaba seguro que lo mejor era el bien mayor...-

-Terminar esta guerra, entonces por que...-

-… pero, alguien me hizo ver que el ataque a San Mungo era solo una pequeña muestra de lo que pasara si viene a Hogwarts y están todos los alumnos presentes.- dijo Dumbledore con voz fuerte - No solo arriesgo a aquellos que quieran terminar esto de una vez por todas, si no a pequeños que solo vinieron por que quieren aprender y divertirse.-

-¿Y piensa que enviarlos a sus hogares les hará estar a salvo?- pregunto Snape con un leve tono de enojo.

-No- contesto Dumbledore y tomo un largo momento en que tal vez se miraron o esperaron a que uno de los dos hablara. -Mas… aquí no tenemos la fuerzas suficientes para protegerlos, no puedo hacer mas que esperar a que las cosas vallan bien y que el menor daño se cause-

-¿Y que hago con esta información?- pregunto Snape y en su voz se notaba que no estaba nada feliz – El espera de mi cosas, si no le digo que se van mañana, desconfiara de mi luego de ello y si se lo digo ahora el enviara un grupo a atacarnos-

-Tienes que hacer lo que el espera- dijo Dumbledore pasando junto a la puerta y suspirando -Deberás decirle y deberemos prepararnos para su ataque-

-¿Cuantos escuadrones acompañaran el tren?- pregunto el profesor Snape.

-Dos- Contesto el profesor sin titubear.

-Enviara seguramente el doble o triple de hombres para acabar con todo-

-Es pero que te equivoques Severus- Escucho pasos acercarse con rapidez, de un movimiento arriesgado salto a un lado y esperando no viera la oreja extensible se pego al muro y paso tan furioso que ni volteo a verla. Pero desde adentro escucho la voz del profesor decir. - Y espero, señorita Granger, que todo les salga bien-

Ella solo saco el dispositivo de la puerta y se marcho, no tenia tiempo para platicas cuando en otro lado, un examen de runas se estaba desarrollando sin su presencia.

No fue un gran reto, la verdad es que estaba muy adelantada a ellos, incluso desde su primera clase en el tercer curso aquel lenguaje tan enigmático. Le parecía tan sencillo que aveces solo las palabras le llegaban a su mente, o puede que fuera el desarrollo y estudio completo que hizo en la biblioteca infinita.

Y aunque los demás le parecía algo lógico el que hiciera el examen, ella estaba quería asegurar que nadie pudiera decir que a completo sus estudios en forma. Fue el ultimo examen y pronto estuvo abrazado a Harry frente a la chimenea. Y antes de que pudieran entender como, Hedwin llego cartas y unas un tanto inquietantes para ambos.

La primera de Dolores Umbridge, la cual casi le informaba de su despido por no estar el continua comunicación y en parte por el odio por la misma secretaria. Ademas de que Harry no ayudaba, aun con su falsa identidad seguía teniendo un pésimo trato hacia aquella mujer regordeta que le causo días tan fatídicos.

La otra carta del mismo ministerio informando de las juntas, que había solicitado, ya estaban en puerta y que no hiciera desastres. Cosa que era casi imposible en su prometido, pero esta vez esperaba fuera diferente. Aunque ambas se metían en medio de sus planes programados, pero de alguna forma lo resolverían.

-Bueno, tienes días complicados- dijo Hermione abrazándole-¿Esto funcionara?-

-Creo que si- dijo Harry suspirando, luciendo bastante cansado, pero esos pequeños momentos sonreía y le alegraba bastante.

El siguiente día la locura se desato, el final de los exámenes le eran una bomba para aquellos que aun tenían que terminar, por otro lado que por primera vez, la profesora McGonagall, dijera en el desayuno que al finalizar sus actividades escolares prepararan los baúles y alistaran para salir en la siguiente mañana.

El día fue muy rápido, mas que nada por la reacciones del alumnado, en cuestión de menos de una hora pasar por una completa negación, el enojo y la tristeza de tener que regresar.

También por lo que escucho de rumores, Luna y Neville habían peleado en un pasillo. AL parecer tenia algo que ver con que Luna hablaba con un hombre a escondidas de Neville, que supuso era aquella vez que le comento de Draco, y también que Luna no quiso decir nada, solo insistiendo en que confiara en ella. Por un lado le preocupaba lo que pasaba con Luna, por el otro le preocupaba sus amigos como pareja, ya que aunque Neville acepto que debía confiar, se notaba un poco molesto.

Y aunque busco el momento de hablar con Luna a solas, no lo encontró o estaba en su ultimo examen o estaba desaparecida por el castillo. En cuanto Hermione termino su examen de defensa contra las artes oscuras, donde la profesora Sprout casi pierde un dedo gracias a un hechizo mal hecho, se dirigió a la sala de menesteres, donde espero a que llegara la hora en que Harry tendría que ir a hablar con los vampiros.

Harry estaba menos ojerosos por una buena noche dormido y un dia relativamente tranquilo, pero se notaba algo ansioso por ir a hablar con los vampiros. Y como no cuando con ellos sus fuerzas crecerían y se asegurarían de que Voldemort no los tuviera de su lado.

Poco a poco y al terminar cada uno de ellos estaban en la sala de menesteres, sus baúles habían sido guardados y llevados por cada uno a ese lugar. Sin embargo ninguno parecía preocuparse por lo que podría pasar al día siguiente.

Se percato que era ya algo tarde cuando Harry se levanto y dijo -Me marcho- le beso y guiño un ojo de forma coqueta, para luego girar su mirada a los demás y decir- Recuerden lo que quedamos y…-

-Claro, claro- respondió Ron dándole una mirada rápida.- Estaremos bien, esto sera sencillo a comparación con lo que te tocara. No rompas brazos ni piernas -

-Y eso que diversión le dejaría- rio Harry y provoco que ella chasqueara la lengua por su forma de decirlo.

-Si lo haces, no me los traigas por favor, estoy de vacaciones-dijo Sofi leyendo corazón de bruja.

-Eso no durara mucho-

-Que aguafiestas eres - dijo Daphne pintándose las uñas de un color plateado - Ustedes dos si que son un par ¿Ustedes si pueden divertirse y nosotros no?- murmuro soplando la punta de sus dedos con una sonrisa un tanto malvada.

-¡DAPHNE!- gruño Hermione sintiendo como los colores se le subían al rostro y ademas de que era seguro que su amiga no aguantaba las ganas de sacarle cada dos por tres que ya tenia relaciones con Harry. Así que tomo un cojín y se lo aventó, esperando que eso la silenciara.

-De cualquier modo- gruño Theo sentado en el suelo y aburrido - Ya nos hemos defendidos solos… creo que estaremos bien-

-¿Alguna vez te han dicho que eres algo molesto?-pregunto Neville tenso y perdiendo en el juego de cartas explosivas, aunque Colin estaba peor. -Todo estará bien Harry, nos has enseñado casi todo lo que sabemos-

-Neville tiene razón- dijo Luna creando muñecos de tela sin casi darse cuenta- Ve tranquilo estaremos aquí cuando regreses-

Harry asintió y sin mas desaparecido.

-Eso es trampa- dijo Theo sacando un diablillo de pimienta y mordiéndolo - ¿Por que el puede aparecer y desaparecer a su gusto?-

-Cuando tengas tu castillo, un par de antiguos y legendarios objetos a tu disposición y novia- dijo Ron entre risas.- Tal vez entonces puedas hacer lo que Harry...-

-Callate Billus-

-SOLO YO LE PUEDO LLAMAR BILLIUS- Grito Daphne moviendo el barniz de uñas con que se pintaba y lanzando pintura a la cara del Slytherin pero termino solo manchando mas Colin.- Perdón-

-Yo te limpio-dijo Sofi entre risas y de un movimiento de varita sacando cada diminuta mancha de tinta de su cara. Lo cual era bastante siendo dos veces que perdía en las cartas explosivas.

No tardaron en ir a dormir, aunque igual que las noches anteriores solo se la paso mirando el techo, intentando saber como irían las cosas y si pronto los vampiros y gente del agua estarían de su lado o si tendrían mas conflictos. Era media noche cuando escucho pasos por el corredor y la puerta abrirse, salto y miro como por la luz tenue de la varita y el canto de la puerta se veía la sombra de Harry, quien parecía bastante calmado.

-Amor, ¿Como fue?- pregunto Hermione haciéndole hueco y estirándole la mano para que se recostara.

-Solo vine de rápido amor para informarte que los vampiros no están con nosotros- dijo Harry sentándose y dándole un beso.

-¿Están con Voldemort?-pregunto sentándose de un salto.

-Algunos- indico Harry suspirando pesadamente y sonriendo- Pero su líder no y … espera que en un futuro pueda unirse, claro que puso una serie de condiciones que me llevaran media vida, pero nada que no pueda lograr-

-Eso no es tan bueno, pero tampoco tan malo- dijo Hermione un poco mas preocupada por el futuro. -¿Y ahora?-

-Voy a ir con los chicos y luego antes de que amanezca estaré con Dumbledore- dijo Harry suspirando y acariciando su mejilla- Duerme te informate como van las cosas por un patronus-

Le tomo la mano, sin saber por que y luego le jalo para besarlo, le miro por unos momentos antes de abrazarlo. - Ve con mucho cuidado.- Asintió y paso junto a Daira y Marlow acariciando su plumas y hoja, respectivamente, y salio por la puerta.

Paso una hora bastante larga, pensando en todas las posiblidades y probabilidades que pudieran suceder incluso en el peor de los escenarios. Mas suponía que, como el dicho muggle, las noticias malas viajan rápido y en poco tiempo estaría enterada. No tardo ni quince minutos cuando una luz plateada se filtro, la forma de un diminuto Dragón aterrizo en el costado, donde dormía Harry y al abrir las fauces salio un - Todo va bien, ningún peligro a la vista y no creo que nada nos detenga-

Poco después cerro los ojos y los abrió de golpe escuchando la voz del castillo y como esta resonaba como una alarma. - Hermione Granger, la profesora McGonagall la solicita en el gran comedor-

Por un momento estuvo confundida, hasta que vio la hora en el reloj sobre su mesita de noche, decía que eran mas de las 10:30 y que pronto el tren de Hogwarts partiría. Estaba segura que el desvelarse y dormir muy tarde le pasaron la factura, pero no estaba nada contenta por que fuera en ese preciso momento. Y mas aun por Daira y Marlow que estaban en el fondo del cuarto intentando abrir su monedero y sacar comida de adentro.

Bajo corriendo, vestida con su sudadera rosa y unos pants grises, con Marlow rebotando en su bolsillo delantero y Daira volando tras de ella. Rugía por que avanzaba rápido, mas ya estaba bastante tarde y por lo que notaba nadie quedaba en el castillo. Casi cae dos veces de las escaleras, al moverse tan de repente, pero el entrenamiento le ayudo y antes de saberlo estaba frente a la profesora McGonagall, que esperaba en la entrada del gran comedor, que no lucia para nada contenta.

-¿Que ha pasado Hermione?-pregunto con un tono un tanto huraño, sin embargo no paro y antes de que pudiera responder tiraba de ella en directo a la salida.

En cuanto estuvieron afuera miro las huellas claras de mucha gente dirigiéndose a Hogsmeade y de paso miro hacia el lago, que aunque no se veía bien podía notar la magia de Harry y Dumbledore. Que un momento después simplemente comenzaron a descender, directo a las profundidades del agua, quería preguntarle como fue todo y ademas acompañarlo, pero tenia una misión y estaba por completarla.

Escucho el pitido del tren anunciado la salida, como el humo blancuzco se elevaba y sin lugar a dudas como las cosas se empezaban a mover.

-Necesito que te quedes con McGonagall- dijo Hermione a Daira que no tardo en echar fuego por la boca en señal de protesta - No puedo llevarte, ni a ti ni a Marlow, ambos deben quedarse con ella… y nada reclamos, fuego o mordidas y si va para ti Daira-

La dragona gruño y pudo sentir como preguntaba si no había indicaciones para Marlow.

-Y nada de postre extra para Marlow-El Bowtruckle salio y le miro con mala cara – Ya hablamos de eso, no me veas asi-

-Ya parece que los entiendes bien- dijo McGonagall jadeando un poco por el paso.

-Solo cuando me ven así-

Llegaron a la estación a tiempo, cuando las ruedas comenzaban a girar y los pitidos fuertes y constantes anunciaban el avance. Hermione observo que en el techo en cada bagon habia por lo menos dos personas, en algunos vio Aurores, en otros a sus amigos. Pero sobre todo miro a Daphne que estaba sentada en el canto y con las piernas al aire, a Luna que miraba Hogwarts muy raro. Por otro lado Neville paseaba por dentro del vagón, con la mirada en el techo y las varitas en mano.

Tomo a Marlow y lo coloco en el hombro de la profesora, en su sombrero, y sin siquiera aviso a la profesora, Daira aterrizo , aplastando lo y soltó un lastimero rugido.

-Estaremos de regreso e cuanto podamos, no seas desobediente y recuerda que aunque tus garras pueden cortar el acero no debes sacarlas cada que te regañen-

-¿Garras, acero, que?-dijo McGongall un tanto alterada.

-No se preocupe solo recuerde que Harry la regañara y que yo tendré una charla muy larga-dijo Hermione despidiéndose y paro antes de perseguir el tren y subir al ultimo vagón. Miro a la profesora y dudo – SI le llegara a morder, métase un bezoar de inmediato y envíeme un mensaje, su veneno no mata tan rápido pero suele crear un estado de verdad peligroso-

-¡HERMIONE, espera!- grito la profesora al verla correr y tomar la barandilla y subir de un solo salto.

-No pasara nada, suelen portarse bien, solo no los moleste cuando coman-dijo Hermione antes de agitar la mano y comenzar a subir al techo.

La profesora se quedo ahí parada, mirando como el tren se marchaba, con Daira rugiendo en su sombrero y Marlow aferrado a su oreja y agitando su otra garra. Al subir al vagón miro a los aurores, que no pareció importarle su presencia, pero si veían alrededor como si analizaran todo, lo paso de largo y fue directo a Daphne que murmuraba algo para si misma.

-magia de utgar concederme toda la fuerza -repetía como en un cántico.

-¿Aun no lo logras?-pregunto Hermione suspirando y colocándose junto a ella, mientras el tren tomaba una velocidad vertiginosa.

Le miro y sonrió – Claro que lo he logrado, ¿Pero crees que lo necesite? Solo intento grabarlo en mi mente-

-Bueno por lo que se, Harry no lo dijo de esa forma la primera vez- dijo Hermione recordando.

-¿Como lo hizo?- pregunto Luna pasando entre los vagones con un leve salto.

-Peleando contra un gigante y tan furioso que se daño demasiado con un solo golpe- dijo Hermione suspirando y esperando que eso no le pasara a su amiga.

- Harry ya me advirtió de ello, la magia de Utgar por completo en si no es la ultima fase al aprenderla, pero es cada musculo, tejido y celula de tu cuerpo impregnada con la magia, llevándola a multiplicar tu fuerza por cientos o miles. - dijo Daphne mirando su pequeña y delicada mano, con las uñas recién pintadas – Y por lo mismo, puede que costo sea muy alto-

-Bastante alto-dijo Hermione recordando como aun por ese golpe, ahora San Mungo estaba dañado y Lucius con un poder no visto en eones. -Pero a ti no te pasara lo mismo-

-Estas bastante segura- dijo Daphne girándola a ver.

- ¿Harry te dijo que estabas lista para tomar todo ese poder en tu cuerpo?- pregunto.

-Me dijo que la utilizara si estaba creía estar lista y cuando ya estuviera en ello… solo hiciera lo que mi cuerpo me indicara-dijo Daphne inclinándose hacia atrás y recostándose sobre el techo.

-Entonces no tienes de que preocuparte, suele exagerar- dijo Hermione riéndose para luego mirar a Luna, que estaba callada, y aun anudando muñecos con sus manos -Y ¿Como vas con Neville?-

Paso la mirada por ellas y sonrió un poco- Antes de subir… me dijo que no importaba nada… que olvidaríamos todo en el pasado una vez terminara la guerra y que...-

Dejo un largo silencio en que ambas chicas le observaron con detenimiento. -¿Que?- dijeron ambas por la curiosidad.

-Quiere que nos comprometamos como se debe, sin su abuela enviando a mi padre nada, sin que la guerra o una inminente fatalidad pase. Quiere… quiere tener un prado …. con cientos de plantas y criaturas raras… incluso troposoplos y nargles...- Mientras mas lo decía mas bajaba la voz y observaba como el suelo corría hacia atrás a gran velocidad.

-No es lo que quieres ¿Cierto?- dijo Daphne en voz baja.

Luna le volteo a ver y por un momento pareció furiosa, sin embargo miro a Hermione y apretó los labios. - Claro que lo quiero, de echo esperaba que el me dijera algo así desde hace mucho… y me parece perfecto…-

-¿Entonces?-

-En este momento… no se…. no se si podre-dijo Luna con una mueca bastante grande, la recordaba de si misma, de cuando Harry estaba lejos y no sabia donde estaba parada.

Le paso el brazos sobre sus hombros y la abrazo, por un momento Luna se aferro a ella y luego se separo sonriente, no tanto como solía hacerlo, pero lo suficiente para que Hermione supiera que iba a estar bien.

-Y dime ¿Como vas con Ron? ¿Ya se ha animado a algo?-pregunto Luna de repente.

La Slytherin solo se sonrojo mucho y volteo la mirada – No aun nada, es un poco insensible como sabe-

-Claro y ese sonrojo ¿Que?- pregunto Hermione sonriendo con perversidad, pues por primera vez podría molestarla como lo hacia ella. -Cuéntanos, ¿Que hizo tu Ro-Ro para ponerte así de roja?-

-Nada, y guarda silencio Mioneee- dijo Daphne y antes de que lo supiera tenia la mano de Hermione en su cabeza y le giraba para verla.

-Solo Harry puede decirme asi- dijo Hermione en un tono tan dulce que incluso los aurores se apartaron y luego soltó una risita -No me digas que tu y Ron ya….-

-CALLATE, NO LO DIGAS...-Miro Daphne a su alrededor y suspiro – No en voz alta-

-Entonces cuenta- se rio Luna acercándose mas.

Fue una decepción para Hermione, al parecer su amigo solo le había preguntado si, luego de todo esa guerra, podrían hablar de un futuro juntos. Y Daphne no parecía pensar mucho en eso antes, pero en cuanto Ron se lo menciono ella no paraba de pensar en que si le gustaría tener un hogar con aquel pelirrojo medio insensible.

Luego de ello y cuando se adentraron por las llanuras y por medio del paisaje se dividieron, mientras Hermione estaba al frente y Daphne atrás Luna se encontraba en medio del tres. Ademas tambien estaba Neville, Ernie Macmillan, Hannah Abbott y Katty Bell patrullando dentro y fuera del lugar. Los demás Aurores conservaron sus lugares y aunque no realizaban mucho, se encontraban alertas.

Pasaron horas de esa forma, pronto llego a media tarde y la luz del sol provocaba que que comenzada a sentir demasiado calor, se adentraron por las montañas, avanzando entre esos dos colosales creaciones naturales, pero Hermione se mantuvo alerta, esperando un ataque inminente. Algo inquietante le pasaba, su nuca no paraba de sentir algo raro y por mas que intentara concentrarse en percibir la magia, algo a la lejanía lo distorsionaba. Salieron de por un risco, antes de que las vías comenzaran a pasar entre un gran puente de piedra suspendido entre las dos montañas, y con cientos de metros hacia el suelo.

-¡TODOS ALERTA!- Grito Hermione sacando la varita y sosteniéndola con firmeza.- ¡Algo esta mal!-

Como si fuera orden dada por su mismo líder de escuadrón, cada auror le hizo caso y los Pendragon de igual forma se colocaron en el centro de cada vagón. Esperando por algo. Hermione cerro los ojos, aumentando su rango de percepción y al mismo tiempo reforzarlo, sentía las magias de todos los que le acompañaban, y una magia en la locomotora, del conductor. No había nada, nada por lo que preocuparse, o eso pensó por un momento. El tren aumento la velocidad, tan rápido y tan repentino que los lanzo hacia atrás y los envino directo al techo del vagón.

-¡Maldición!-grito Hermione entendiendo que pasaba.Se levanto y miro hacia atrás donde la mayoría estaba bien o por lo menos con un leve golpe, y solo uno siendo ayudado para no caer del tren- ¡ESTÁN AQUÍ, YA VIENEN!-

Tal como lo grito de la parte baja del tren comenzaron a surgir columnas de humo negro y antes de que pudiera dar nuevas instrucciones, encapuchados cayeron sobre el tren y sin dar un solo segundo comenzaron a atacar. Hermione por su parte comenzó a correr hacia adelante y lanzo un par de hechizos a los Mortifagos suspendidos en el aire y girando alrededor del tren, intentando acabar con todos en el.

-Desmaius- grito golpeando a uno que se coloco enfrente y este golpeo el filo del tren antes de caer.

Hermione de verdad esperaba que con eso uno o dos Mortifagos fueran en su ayuda, sin embargo ninguno pareció importarle un comino. No tuvo otra opcion mas que lanzar un hechizo al aire, imaginandose que alcanzaba al Mortifagos a tiempo para atraparlo y dejarlo colgado en las vías del tren. Dos mas aparecieron enfrente y se rieron de su acción, pero Hermione solo les sonrió y murmuro algo rápido, el techo se ondulo y en un movimiento rápido los Mortifagos estaban atrapados en el acero. Escucho un par de gritos y conjuros al mismo tiempo, volteo solo un segundo observando a Ernie peleando contra dos de cada lado y a Hannah derribando a uno, mientras Luna sacaba sus muñecos y comenzaba estos a dirigirse hacia aquellos que volaban alrededor del tren, atrapándolos y dirigiéndolos lejos.

Por otro lado escucho un grito fuerte y a Daphne saltando muy alto en el tren -UTGAR TOMARE TODA LA FUERZA- su cuerpo resplandeció en color verde y con un golpe al tren este se tambaleo, el mortifago termino dentro del tren junto con la mitad del acero de ese vagon.

Mas no tenia tiempo, se lanzo hacia adelante al siguiente momento corriendo con toda su fuerza, avanzando de vagón en vagón hasta llegar al la locomotora, que estaba conectada al pequeño compartimiento del carbón que le servia de combustible. De un salto y deslizándose por el material incendiario, que realmente no necesitaban por la amgia, termino llegando a donde el conductor estaba.

Cubierta de hollín y evitando respirarlo miro al sujeto que conducía la locomotora. Su magia era tan baja y tan poco conocida que no la percibió de un comienzo pero en ese momento se juro jamas olvidarla.

-¡Holadulce señortia!- Se rio con crueldad colagusano agitando su mano plateada.- ¡Fue un gusto conocerla!-

Hermione no tardo en atacar, agito la varita y una decena de cadenas se desplegaron pero antes de que pudieran envolverlo se volvió diminuto y pequeño, entonces miro como se convirtió en Scabbers, la vieja y odiosa rata de su amigo.

-Confringo- grito Hermione lanzando lo a donde se dirigía, justo a la puerta, pero colagusano no paro continuo por un diminuto agujero y se perdió de vista. El hechizo golpeo la puerta y esta exploto en miles de pedazos dejando que el aire entrara a raudales por la velocidad, que incrementaba.- ¡Maldito!-

Miro el daño que había provocado en el funcionamiento del tren, la verdad es que no sabia nada de ello y lo poco que conocía era el freno y acelerador por una vieja incursion de niña. Pero en ese momento estaban destrozados y por mas que los intento mover con magia estos solo rechinaban o se movían sin ningún cambio. La cadera estaba apagada y aun así el tren continuaba su furiosa marcha sin control. El tren se sacudió con tal fuerza que se tambaleo de lado a lado y Hermione termino en la puerta, sosteniéndose del marco y no cayendo por poco. Mas le dejo ver que Daphne ya estaba ahí parada lanzando sin algún problema a los Mortifagos, que se volvían volutas de humo y regresaban a la pelea.

Pensó un momento y sintió el rastro mágico que dejaron, el tren se movía por la magia de alguien, y aunque intentara evitar que continuara mandando magia, solo podía mantenerlo estable.

-¡Hermione!- grito Daphne golpeando a un Mortifago en el estomago, este se inclino tanto y escupió sangre, pero su amiga solo lo pateo fuera del tren. -¡Necesitamos tu ayuda aquí!-

No podía crear algo complicado para detener al tren, de tal forma que solo se inclino y con la varita formo una runa, esperando que mantuviera la estabilidad y la velocidad que ya llevaba o ese tren terminaría en el fondo del cañón. Y sin perder tiempo subió por el costado directo al techo, donde se encontraba una batalla, todos lanzando y repeliendo hechizos, los Mortifagos seguían apareciendo en cuanto se desprendían de uno de ellos. Pero ninguno había logrado entrar.

Respiro y coloco la varita hacia los Mortifagos, tenia que concentrarse lo mejor posible y esperar hasta el ultimo segundo que pudiera. Estaba a punto de hacer algo que solo había practicado, que mas de una decena de veces fallo y que le habia echo daño las primeras veces. Pero ahora era el momento y estaba segura de realizarlo. Todo comenzó a ir mas lento, pudo notar a Luna con sus muñecos de tela flotando alrededor y atacando y interponiéndose en los hechizos de los Mortifagos, a Ernie y Hannah espalda con espalda, ademas de como Daphne le cubría la espalda.

-¿Hermione que esperas?- pregunto Daphne entre gruñidos, la magia de Utgar perdía fuerza y lo notaba por su aura verde que se aclaraba.

Parpadeo y soltó el aire contenido en sus pulmones con suavidad, y sus labios se movieron formando una palabra -Masvicule- agito la varita con una onda suave de lado a lado. Y de la punta comenzaron a surgir sogas tan gruesas como su brazo y se agitaron como un centenar de serpientes, reptando por todo el lugar y llegando a sus objetivos. En cuestión de un parpadeo cada Mortifago estaba atrapado, en esas sogas que los apretaron hasta soltar leves gritos. Moviéndose para intentar zafarse, pero tenían por todo el largo un hechizo de paralizáis bastante fuerte.

Tal vez era demasiado para ella, su parpado salto por la presión que sentía y su cuerpo comenzó a temblar, casi provocando que los soltaran y un leve jadeo surgiera de ella.

-Demaius- gritaron la mayoría apuntando directo a las cabezas y estos se desplomaron sin conocimiento.

-Siempre lo dije, tu sangre sucia debe ser exterminada- rio una voz fría a su espalda.

No le dio opción volteo esperando encontrarse a Lucius en algún punto del encuentro, y apenas había derrotado avanzando cuando lo vio, alzando una Aurora y congelando la en un tempano. Apunto su varita a la aurora y murmuro una runa de fuego, esta choco contra el huelo y en un instante se volvió puro vapor. Lucius la miro y sonrió.

-No puedes protegerlos- dijo Lucius antes de soltar a la aurora fuera del tren, y ella lanzo un hechizo esperando que de igual forma no cayera a la nada.

-Lo intentarlo y, créeme, soy buena enfrentando a idiotas como tu- dijo Hermione formando runas en el aire con la varita esperando distraerlo lo suficiente para que funcionara.

-Claro, tu y esta… traidora impura- dijo con la mirada en Daphne.

-Mejor una traidora impura, que un muñeco eunuco de un sin nariz- dijo Daphne preparándose para pelear mano a mano.

-Veamos como son las dos mejores guerreras del héroe muerto-

De la nada Lucius apareció a apenas dos pasos y con una enorme pica de hielo, que la envió hacia ella. Se protegió a tiempo con un hechizo no verbal, pero continuo moviendo su varita. Sintió como atrave el techo con todo y Lucius, los vidrios se estrellaron, las paredes se doblaron cual goma y los acentos quedaron aplastados. Pero nadie había en el vagón, solo muñecos de tela sentados y desparpajados por todo el lugar.

-¡¿QUE?!- grito Lucius con el rostro oscurecido -¿¡Y LOS ALUMNOS?!-

-Lo siento, llegaron tarde y tomaron el tren incorrecto- dijo la voz de Neville y una andanada de hechizos comenzaron a surgir de todos lados.

El chico se movía tan rápido como podía, lanzando tanto hechizo pareciera llegarle a lamente, desde fuego hasta cadenas y hechizos cortantes. Peor Lucius se protegía con hielo. Y del techo cayeron dos figuras, Luna y Daphne que no tardaron en comenzar atacarlo.

En cuanto Luna comenzó a formar con el escombro golems que se arrojaron contra Lucius, este se cubrió con una gruesa y enorme capullo de hielo. Siendo atacado por tres lados, entre Daphne, Luna y Neville lograron cuartear lo y enviar hielo por todos lados. Observo desde el suelo, aun intentando conjurar su hechizo rúnico, que Lucius preparaba algo.

Aprovecho para alzar su mano libre y lanzar un "vericulum" su señal para que todos aquellos que podían irse se fueran y dejaran la pelea. Y tal cual apenas exploto en el cielo y una decena de presencias mágicas desaparecieron.

-A un lado-dijo Hermione apuntando la varita. Pero no le hicieron caso, estaban bastante enfrascados en acabar con el. -¡MUÉVANSE!-

El hielo exploto, lanzando a Neville y Luna al otro lado del vagón y a Daphne al cielo, en cuanto a Luna esta protegiendo a Neville con uno de sus golems.

-Me han engañado- dijo una voz que no había escuchado en Lucius, una que reconoció por el ministerio de magia hacia mas de un año. -Me han echo -Malditos críos, ya verán como no pueden interponerse en mi camino-

Alzo la varita y los ojos de Lucius la miraron, soltando un aleve risa- Y tu, espero encontrarte y despedazarte yo mismo-

-Intentalo-dijo Hermione formando una ultima runa. - No temo de ti Voldemort-

-¡HERMIONE ATRÁS!- Grito Luna al tiempo que abrazaba a Neville para levantarlo.

Gruño, no se había percatado de un par de que otros dos Mortifagos le estaban acorralando. Apunto hacia atrás y dijo -Intráporgea- justo al tiempo que Daphne volvía a parecer por el hueco del techo y golpeaba con la fuerza que le quedaba a Lucius.

De su varita una enorme llama surgió de la punta y todo adelante comenzó a volverse piedra e incluso los Mortifagos que se protegieron comenzaron tener efectos. Dejando dos estatuas semi protegidas por una cúpula de piedra que se derrumbo sobre de ellos. Se sintió mareada, pero miro ha donde antes estaba Voldemort, solo que todo el costado estaba destrozado y Neville y Luna estaban siendo protegidos por golems.

-Si pueden desaparecen váyanse- dijo Hermione antes de lanzarse fuera del vagón pasando por entre las estatuas y saliendo afuera, subió las escaleras que tenia el vagón y miro a Daphne parada intentando golpear a Lucius, pero sin resultados alguno.

-Lo intentare otra vez… dame tiempo-dijo Hermione continuando con sus runas.

No sintió mas que frio y no pudo entender que paso, solo se vio expulsada en ella aire por una gran bloque de hielo que golpeaba su rostro. Miro a Lucius riéndose, pero era diferente a como lo describió Harry, ahora sus ojos eran oscuros por completo y tenia todas su venas y arterias coloreadas de negro. Daphne había resistido el impacto, el hielo se agrietaba mientras ponía las manos sobre su cara y sus piernas doblaban el acero del techo. Su hechizo había desaparecido y los Mortifagos en el aire decidieron unirse a la lucha, bajando al tren y comenzar a atacar con fuerza.

Hermione sintió la ingravidez un momento, luego su cuerpo se estrello contra el techo y sus costillas tronando, con un agudo dolor en cada parte de ellas, para luego resbalar. Por instinto dio un manotazo, aferrando sus dedos al techo.

El ruido de la maquinaria avanzando, el chirrido de las ruedas, acero contra acero, mientras aquella enorme maquina se tambaleaba y agitaba, con un chirrido anunciando nada bueno. Se sujetaba con fuerza, intentando no concentrarse en los gritos y hechizos pasaban por sus oídos, mientras que el viento le zarandeaba la cara, y su cabello evitaba ver donde se sujetaba. Se quito el cabello del pelo y miro hacia abajo, debajo de sus pies solo cientos y cientos de metros al suelo. Un grito agudo le llamo, Hermione observo como un Mortifago estaba viéndola desde el techo, apuntalamiento con la varita y una sonrisa maniática.

-Hasta aquí llegas niña- dijo el Mortifago escupiendo y alzando la varita para lanzar el maleficio.

Mas no llego, una enorme explosión surgió adelante y ambos miraron adelante, el sólido carril de piedra y metal estaba calleándose directo al abismo y en poco, el expreso de Hogwarts con todos los que estaban ahí, le acompañarían.

Mas no se dejó llevar por el miedo que comenzó a invadirle, tomo aire y se concentró en intentar reafirmar los pies en algún costado del tren, mientras que movía la varita y lanzaba hechizos de protección y de defensa contra su atacante. Sin embargo, no podía concentrarse en ello cuando su mano comenzaba a resbalar y sus pies no lograban encontrar un lugar donde estabilizarse. Tal vez fue algún hechizo o algo en el camino, pero el tren se sacudió con fuerza y comenzó a bambolearse y agitarla con fuerza, dejándola apenas y aferrándose con dos dedos en la saliente del techo.

Como un fuego artificial un hechizo salió disparado al cielo, y Hermione no pudo evitar recordarlo y distraerse por él, provocando que resbalara y se sintiera ingrávida por un momento y luego una enorme vació en su estómago. Sin embargo, sus ojos estaban fijos en la figura que comenzaba a dibujar en el cielo, una carabela que abría la boca para dejar salir una serpiente. Tal vez fue la adrenalina en su cuerpo o el que comenzara a caer al vació, pero observo a los Mortifagos sobre el tren peleando contra los Pendragon y Aurores, como al tren le faltaba, a dos vagones, toda la pared lateral y además como se movía sin parar.

Estaba cayendo, podía desaparecer pero dejaría a todos en problemas mayores y si lo hacia con las costillas lastimas y sin estar segura, era claro una despartición.

-¡HERMIONE!-grito una voz conocida.

Sintió como mano sujeto su brazo y le alzo en el aire, miro a Ron en su saeta de fuego, sudando y jadeando mientras que estaba algo ojeroso. Mas se notaba que estaba alegre de llegar a tiempo y furioso por lo que pasaba.

-¿Que haces aquí?-pregunto Hermione mirando el tren pasando de lado a una velocidad demencial y, antes de que los rebasara, descendieron casi chocando por completo. Dejando Ron sin la saeta y a ella quejándose de su costado.

-Presentí que necesitarían de mi- dijo el pelirrojo levantándose y creando una protección para los hechizos que ya se dirigida a su persona, -Y veo que no me equivoque ¿Donde esta Daphne?-

- Lucius, esta al frente-

Los ojos de Ron se abrieron pero no fue necesario que mirara, un grito agudo y Daphne estaba golpeando el techo del vagón, destruyéndolo y rebotando como una moneda. No tardo en que Ron cambiara de forma, y sus brazos se volvieran mas gruesos y comenzara a surgir le pelo negro, su nariz se retrajera y terminara como un enorme gorila pelirrojo. Se adelanto y atrapo a Daphne antes de que volviera a chocar contra el acero.

La chica estaba con la frente sangrante, ademas de un ojo morado y un labio roto, le miro y sonrió – Que mono te ves- luego cerro los ojos y se desmayo. Ron miro a enfrente y gruño mostrando sus enormes caninos ademas de que parecía mas que una bestia en ese momento.

-NO- dijo Hermione poniendo su mano en su brazo peludo-Ella necesita que la protejas, dejame esto a mi- se levanto y miro -VETE YA-

Ron regreso a la normalidad y levantando en brazos a Daphne y la miro – No sin mi familia-

-testarudo-

-mandona-

Hermione pudo observar a Lucius avanzando lanzando hielo al tren, los Aurores ya no estaban presentes y solo notaba a los Mortifagos destrozando cada parte, como si buscaran un solo alumno. Solo Luna y Neville se encontraban dentro del tren, peleando contra una media docena de Mortifagos, pero su problema inmediato era Lucius.

- Solo quedamos nosotros, sin ayuda- dijo Hermione apoyando su peso en el lado que no tenia las costillas dañadas.

-Igual que siempre-murmuro el chico antes de colocarse a Daphne al hombro, como si fuera ligera y aferrándola con una mano, mientras que con la otra sostenía la varita.

Y corrieron directo a Lucius, el cual se carcajeo y preparo sus manos en una magia azul oscuro tan tenebrosa como podía. La lanzo con un grito gutural que cruzo el vagón que los separaba y, justo antes de llegar a ellos, un muro de fuego surgió de la nada. Y con un estallido entre acero y llamas, un hombre apareció, no volteo y no era necesario, lo reconocería donde fuera. Harry había llegado.

-Perdón la tardanza-murmuro Harry con la mascara puesta y el traje de Auror ondeando al aire del tren- Tuve que hacer una parada antes de venir-

-Ya era hora- sonrió Ron volviendo a tomar a Daphne en sus brazos y sentándose en el techo.

De la nada un enorme tempano de hielo surgió en el cielo y comenzó a caer directo a Harry, el cual levanto la varita y una ráfaga de luz y fuego fue lanzado no solo partiendo y explotando el tempano, si no desapareciendo la marca de Voldemort.

-¡El tren esta apunto de caerse!-grito Hermione esperando que pudiera pararlo.

Harry solo asintió y antes de que parpadeara golpeo a Lucius con fuerza, ambos salieron proyectados ha enfrente y por un momento Hermione quiso ayudarlo, pero observaba como el Harry se concentraba en enviar el hielo lo mas lejos posible mientras que dañaba a Lucius. Pues ya sangre escurría por su boca.

-¡LUNA NO!- Escucho a Neville.

Se apresuro a donde estaban, mirando como el tren se balanceaba de lado a lado pues la locomotora alcanzaba el hueco y se empezaba a desplomar. Su vagón se inclino y cayo mirando por el hueco como Luna besa a Neville, antes de darle su varita en la mano y corría a donde los Mortifagos los atacaban. Una docena de muñecos la siguieron, tiraron a uno del tren, por la pared desprendida, pero el restante quemo los muñecos, mientras Luna la enfrentaba con un par de pociones comprimidas, creando explosiones y desmauis, y por un mal movimiento la mascara cayo del rostro del Mortifago. Revelando a Bellatrix Lestrange. Tal vez fueron imaginaciones suyas pero, por un momento observo a Luna parar, meterse algo a la boca y tragarlo con dificultad, lo que le dio suficiente tiempo a Bellatrix para golpear a Luna y sujetarla de un brazo mientras le apuntaba con la varita.

-¡SUÉLTALA!- grito Neville con tres varitas en mano pero sin poder atacar.

-Nev- murmuro Luna mirándolo solo a el -Estaré bien… y se que vendrás por mi-

Bellatrix se rio desquiciada para luego mover su mano y lanzar un besito como despedida. Y en un "Pop" mas aterrador y doloroso Hermione vio como desaparecía con Luna entre sus brazos. El tren se inclino por completo y observo la caída por un momento. Y observo también como Lucios escupía sangre y luego desaparecía, dejando un bloque de hielo donde antes estuvo. Harry no paro alzo la mano y bajo la rodilla al techo del vagón. El tren comenzó a detenerse y de la nada columnas de tierra la sujetaban todo el tren, mientras este era suspendido por una enorme mano de piedra. La locomotora por otro lado termino estrellado y casi destruyéndose contra uno de esa masa enorme que Harry había tenido que crear.

Pronto la calma los invadió, el fuego se apago y el hielo que quedaba sobre el tren se desprendió y se fue al fondo de aquel abismo. Observo a Ron sujetando a Daphne mientras avanzaba, como Neville estaba sentado contra el escombro mirando a la donde Luna desapareció y murmurando cosas mientras sujetaba la varita a su pecho. Harry llego a ellos y los observo, noto el dolor y preocupación en forma de moverse.

-Chicos yo...-

-Si te disculpas te pateo ese trasero- dijo Daphne abriendo los ojos- Los alumnos están a salvo y los Mortifagos no consiguieron nada mas que destrozar un viejo tren de carbón-

-Algunos Aurores se los llevaron- dijo Ron en voz baja- Mientras volaba para rescatar a Hermione los vi desarmarlos y luego llevárselos-

Harry se quito la mascara, tenia una expresión nada agradable y de que seguro se echaba la culpa. Le alcanzo y tomo su mano. - también Luna-

-¿Que?-preguntaron los tres.

Se escucho ruido y Neville subía por el hueco echo, con sangre en las manos y lagrimas recorriendo el rostro, con pazos ondisonantes tomo a Harry del los hombros y temblando murmuro -Debemos… debemos ir por ella-

-Neville -dijo Harry sorprendido. -¿Que?-

-LUNA- Grito haciendo resonar todo el lugar- SE LLEVARON A LUNA, A MI LUNA, DEBEMOS SALVARLA HARRY, TENEMOS QUE IR POR ELLA AHORA-

Por un momento el silencio fue duro, Neville apretó sus manos en los hombros de Harry con tanta fuerza que pronto estaban blancas y su prometido solo lo abrazo. Neville intento resistirse y apartarse, pero Harry no lo soltó, pues el chico comenzaba a llorar y soltar un llanto fuerte.

-la amo Harry, de verdad la amo… tengo que ir por ella, tengo que salvarla- decía Neville sin control.

Daphne que lloraba en el pecho de Ron, parecía no poder ni decir nada, solo observaba la escena, mientras Hermione acariciaba la espalda de Neville y sujetaba a Harry con fuerza. Sintiendo que si ella se desmoronaba también, nada bueno surgiría. Pero Harry se movió, abrazándola también.

-¿Que haremos Harry?- pregunto Neville desconsolado – Tenemos que salvarla… debemos de...-

-Lo haremos, la traeremos con nosotros- dijo Harry con toda esa determinación que tenia. - Pero no entiendo ¿Como?-

-Me dio...su varita- murmuro Neville apartándose un poco ya con los ojos rojos y temblando, mostrando las tres varitas, dos suyas y la de Luna- Me dijo que ella contactaría a Pendragon, y luego hizo esa tontería de pelear si su varita …-

-¿Como?- pregunto Ron también desconcertado- Dejo su varita y fue directo a Bellatrix-

Hermione lo entendió, salto y viendo la cara de sorpresa de los cuatro saco su monedero, comenzó a rebuscar en su monedero, sacando cosas y algunas sin importarle las arrojaba al aire. Hasta que lo encontró, se alzo y giro la moneda en sus manos, con el símbolo Pendragon de un lado y del otro pareciendo un galeón normal.

-Vamos Lu… tu puedes… escribe o di algo… vamos Lu -dijo Hermione alterada y caminando por el lugar destrozado.

-Hermione ¿Que pasa?- pregunto Daphne ya intentando levantarse con la ayuda de su novio.

Espero un minuto mas, pero al fin sucedió, el galeón brillo y las letras se movieron. -¡SI!-

-¿QUE?- Preguntaron.

Hermione monstruo como el galeón formaba una frase "El conejo blanco a salvo, rehenes ubicados, esperare su señal, tragare la luz...de Luna"

-Luna se sacrifico para encontrar los rehenes y poder salvarlos- dijo Hermione recordando las palabras entre ella y Draco- Ahora tenemos a Luna cuidando el lugar donde… Voldemort puede dañarnos mas. Luna quiere a salvar a los rehenes de esta guerra-

Mientras evaluaban los daños y llevaban a un lugar seguro a Daphne y Neville, Hermione le pregunto a Harry -¿Que paso con la gente del agua?-

-Los he convencido de trasladarse- dijo Harry frunciendo el entrecejo.

-pero...-

-No se unirán a nosotros- dijo Harry con pesar- Y ahora hemos perdido mas fuerza... perdimos a uno de nuestros dragones mas fuertes-

-No esta perdido- dijo Hermione mirando por las vías como se acercaban escobas y magos del ministerio -Va a asegurar nuestra victoria-