HOLA Y BUENAS NOCHES, HERO'S COME BACK, para los que hablan como yo "El héroe ha regresado" jejeje ok no. Pero si esta su caos de regreso, con este capítulo doble sin ser doble porque es el doble de lo que normalmente escribo y por lo mismo tarde el doble. jajajaja no es broma, me tarde mucho. La inspiración me dejo, se fue de mi lado y me dejo tirado y sangrando en la calle de la amargura, aquí a la vuelta de mi casa, y por lo mismo tuve que tomarme un tiempo, dejar que las cosas fluyeran y darle con todo en un periodo de tiempo pequeño.

Y aquí esta, y ya llego, su capítulo numeeeeeeeeeeerrrrrrrrrooooooooooooooo 100... ESTOY EMOCIONADO.

De cualquier forma, perdón cualquier cosa fuera de línea o inconsistente al final, ya que escribí dos veces el capítulo, como digo me dejo la inspiración y no me gusto, borre recomencé y lo hice... para luego volver a hacerlo... esta vez regresando a mi base. El caos siempre tiene un comienzo, pero nunca tendrá un fin. XD lo que me aviento cuando estoy inspirado, bueno caóticos y caóticas, eso es todo por ahora y vamos con esto que si no hoy no duermo y mañana no me levanto para mi trabajo.

Con un gusto y placer, les presento el primer capítulo que tiene tres dígitos en el :


ya saben derecho ROWLING y sus personajes


Capítulo 100.- Unión a fuego.

Caminaba por las llamas, todo a su alrededor estaba ardiendo de diversos colores, tanto resplandecientes como oscuros, y cada lengua de fuego era tan alta como su persona. Era un campo lleno de diferentes tonalidades ardiendo a alta temperatura. Pero a cada paso que daba estas llamas se tornaban blancas, saltan chispas doradas donde su piel conectaba con las llamas y estas giraba en torno a su cuerpo enroscándose con cariño, sin quemarlo o siquiera sentir el calor se adentraban poco a poco en su piel. No supo bien porque se detuvo, más observo su cuerpo, estaba completamente desnudo y no sufrían ni un solo daño, al contrario. Aquellas llamaradas bajo sus pies descalzos se extinguían, provocando un leve humo negro surgir.

¿Que estaba haciendo ahí, por que cruzaba ese campo de fuego y que significaba eso?

Su mirada viajo por todo su campo de visión, girando y buscando un indicio que contestara su pregunta. Por todos lados había llamas sin fin. Mas a su espalda un pequeño punto negro sobresalía de entre todos los colores, avanzo sin dudas, curioso y esperando que aquello le respondiera. Y como atrajera la atención de aquello, eso también se acercó. En un instante estaba frente a frente, era otra persona, parada en todo aquello con las llamas girando a su alrededor también y en su caso convirtiéndolas en oscuras sombras que al adentrarse en su piel y al extinguirse dejaban un rastro de humo blanco. Le dio miedo y dio marcha atrás, pero la figura ya lo había visto y su cuerpo comenzó a burbujear. Era tal cual si su piel hirviera y de los pequeños burbujeos soltaba partículas que combinadas con las llamas de su alrededor se tornaron en formas completas. Eran criaturas diversas, que le miraban con ojos de rojo amoratado. Estas se unieron a la persona y comenzaron a formar una monstruosa de masa ilegible.

- ¡¿Estas preparado?!- rugió la voz al tiempo que lanzaba la oscuridad que poseía a todo su alrededor. La oscuridad por un momento lo atrapo, estaba paro en la absoluta oscuridad, más algo se movía a su alrededor, los gritos sufrieron de la nada y una voz le pedía ayuda. - ¡RECUERDA, TU PROVOCASTE ESTO! -

Dio un giro con fuerza y ahí encontró una cabellera risada que caía hasta la espalda, la reconocería donde fuera, era su prometida, su novia, Hermione. Todo a su alrededor se aclaró en un momento, era Hogwarts envuelto en llamas, destruido, parecían viejas ruinas invadidas de criaturas peligrosas y batallas en todos lados. Las montañas que eran su protección natural destrozadas y los increíbles campos de árboles que acunaban todo el camino, ahora solo un mar de llamas sin fin.

Intento llamar a Hermione, más al parpadear y abrir los ojos ella se ilumino de un verde espectral, de deslizo con simpleza hacia al suelo. No supo ni siquiera como llego a ella, solo que la tenía entre sus brazos, que sus ojos estaban cerrados, que estaba fría y su corazón ya no palpitaba.

Harry se levantó de golpe, con un escalofrió subiendo su columna vertebral, sudando frio y sintiendo como su cuerpo dolía y apenas se movía como él deseaba.

- ¿Estas bien amor? - pregunto la voz de Hermione muy cerca.

Busco el lugar de donde provenía su voz, encontrándola de inmediato, a su lado, sentada en la orilla de la camilla y mirándolo con algo de curiosidad. Jadeo al ver esos ojos llenos de vida y el alma regreso a su cuerpo al notar el suave y cálido tacto de su novia en la mejilla. Le tomo la mano con fuerza e intento no parpadear y olvidar su pesadilla.

Estaba tendido, de nuevo, en la enfermería de Hogwarts, a su alrededor estaban sus amigos; Ron quien sostenía una jarra de agua, Neville que estaba leyendo algo, Daphne que se peinaba el cabello, y Theo el cual solo meditaba sobre una silla. Cada uno lo volteo a observar sorprendido por su repentino movimiento al levantarse.

En la camilla de enfrente estaba Hagrid sentado e intentando levantarse para acercarse, al tiempo que era detenido por Ron que le pasaba el vaso de agua que sirvió.

Sintió una mano tocando su frente y por pura reacción se alejó, girando el rostro para ver a Sofí, la cual llevaba su bata verde claro y tenía la varita en mano.

- ¡Espera! Tranquilo, solo quiero revisarte- dijo Sofí voliten a tocar su frente.

Intento volver a retirarse, pero unas pequeñas manos tomaron su hombro y se detuvo. Se encontró con Hermione sentada a su espalda, y aquellos ojos llenos de pura preocupación y formulo una oración que no escucho, solo se quedó quieto y dejo que Sofí le revisara.

La cicatriz de la frente le ardía. Y poco a poco las imágenes de las últimas horas le regresaron, el cómo había salido de la sala de forja, como se desmayó y por último como despertó escuchando a Hermione leer la carta sobre el matrimonio de Bill y Fleur, para luego terminar dormido viendo los hermosos ojos de su prometida.

-Estabas murmurando en sueños- dijo Ron sentándose en la cama de Hagrid con una bandeja.

- ¿De verdad? - pregunto Harry tomando las manos de Hermione y concentrándose en ese lugar, pues, aunque estaba presente, su mente parecía perdida en aquella horrorosa imagen.

Sentía que aquella pesadilla era una advertencia, algo que pasaría, algo que le daba terror. Mas algo más, algo oculto estaba pasando y no le agradaba nada.

-Si, "No lo hagas". Estabas diciendo "Eso no, maldito"- dijo Daphne amarrándose el cabello y apartando un poco a Neville con la cadera al acercarse - ¿Que quería que no hiciera? -

Harry no llevaba puestas las gafas; veía la cara de todos de forma borrosa. Se coloco la mano sobre los ojos y se los restregó un momento, era incomodo estar sin ellos, y aquel dolor por el resplandor de la mañana no le ayudaba.

-Toma, ¿Estas mejor? -pregunto Hermione mostrando los lentes y colocándoselos con suavidad.

-Gracias amor... ¿Qué significa eso? - pregunto Harry una vez que todo se aclaró a su alrededor.

- ¿Y yo que sé? Eras tú el que lo estaba diciendo- dijo Ron con una leve sonrisa burlona.

Harry se frotó la frente, pensando. Tenía la vaga sensación de haber perdido algo importante, pero por más que se exprimiera la mente, no lograba entender el que. Solo comprendía que no dejaría que nada de ello pasase, estaba casi listo, solo un último empujón y era su turno de llevar la lucha a Voldemort.

- ¿Que ha pasado? ¿Voldemort que ha hecho? – salió de sus labios en un murmuro.

Un gran rugido interrumpió, haciendo que Harry girara y no pudiera creer lo que veía. Era Daira, aunque mucho más grande de lo que recordaba, bien podría enfrentar a cualquier felino de la naturaleza, incluso a varios de Liontari, y ganaría sin dudar. Hasta ese momento recordó verla en la torre flotante, pero aún no podía creer que creciera tanto en tan poco tiempo, ya no entraría en su bolsillo o gabardina.

La dragona dejo de bostezar y agito sus alas al tiempo que giraba su vista a Harry. Por un momento esta emitió un sonido de sorpresa, que a oídos de los demás debió ser un rugidito, pero a sus oídos escuchaba la voz de Daira.

- ¿¡PAPÁ!?-

-Hola, estas… muy grande- dijo Harry sorprendido bastante - ¿Cuándo creciste tanto? -

La dragona corrió, derribando una mesita metálica donde colocaban pociones, una camilla y subiendo las patas a donde descansaba, provocando que el metal sonara a punto de ceder. Sitio como la dragona pasaba su lengua por su mejilla, si antes era un poco áspera, ahora fue una lija del grano más grueso, también el peso sobre su cuerpo y las garras casi sobre su pecho le hicieron pensar que estaba en peligro de ser tragado vivo o acuchillado. Mas porque ahora eran una decena de blancas, lizas y filosas garras que atravesaron la manta y su playera, más agradecía que ante su piel parecieran hechas de goma suave.

- ¡TARDASTE MUCHO! ¿Por qué te desmayaste? ¿Tienes hambre? ¡ME PREOCUPE! - comenzó a decir mientras rugía y escupía humo casi en su rostro - ¿Quieres tocino? Dormiste mucho… te extrañe demasiado-

-Tranquila, todo está bien y si… tengo hambre… vamos estoy bien…. Yo también te extrañe pequeña-dijo Harry en draconia, intentando quitarla de su rostro, una cosa era cuando era pequeña, pero ahora casi podría tener su cabeza dentro de sus fauces. -Tranquila ¿pequeña? -

Se hizo a un lado lanzo una llama al techo y se puso de perfil, como luciendo su figura de dragón. -Ya no pá, ahora soy una chica grande-

No pudo evitar una leve risa, al momento que se frotaba la cicatriz sin darse cuenta, pero el resto en la sala observaba bien su movimiento involuntario.

-Si claro, y lo que nos falta- dijo Harry abrazando el rostro de Daira y acariciando sus plumas que eran suaves. Además, no podía esperar a verla crecer más, recordaba el tamaño de Diddy y si Daira era así de grande, tendría que buscarle un lugar donde poder dormir tranquila. -Ahora debemos hablar de esas llamaradas…- miro al techo donde mostraba el color negro dejado por el fogonazo-… y tal vez poner una nueva regla-

-NOOO- dijo Daira rugiendo quedamente como si hubiera sido un regaño -No más reglas-

Harry rio, sintió como un par de alas revoloteaban sobre su cabeza, antes de notarlo Hedwig estaba en su hombro acariciando con su pico su mejilla y encima Marlow que de un movimiento subió a su cabello y se aferró a su cabeza.

-Estoy bien. Gracias Hedwig siempre estás aquí conmigo- dijo Harry regresando le los cariños, mientras no podía evitar sonreír por el cariño de sus amigos. Tomo a Marlow que se aferro a su dedo pulgar y acaricio su mejilla con su hojita -pronto todo será más normal pequeño, ya está casi terminado-

-Nos tuviste en ascuas hasta ahora -bufó Ron. - Lo mínimo que podrías hacer es decirnos que tal salió todo-

-Esta casi echo, pero a la temperatura que lo deje… nunca tomara forma- dijo Harry cruzándose de brazos y suspirando- No creí que llevarlo al punto más puro lo hiciera totalmente líquido, ahora mismo se debe estar enfriando poco a poco-

-Lo bueno es que no terminaste echo carbón- dijo Neville palmeando le un hombro.

-o que explotaras- dijo Theo con una leve sonrisa maniática.

-Ya - dijo Hermione sacando una muda de ropa del monedero, incluido las perneras y el cinturón de dragón dado por su amigo, que ahora casi no dejaba de utilizar y este empezaba a mostrar desgaste. -Primero tienes que darte un baño, arreglarte y desayunar-

Harry le sonrió y atrajo su rostro suave, la miro un segundo, para besar sus labios con aquel amor que latía descontrolado en su pecho. Aquella suavidad que le daba con solo tocarla, el sentimiento agradable en su pecho y como ella le respondía, le hacía quererla besar mucho más. La noche anterior había tenido que utilizar todas sus fuerzas, para no besar a Hermione hasta que su cuerpo pidiera más de ella. Pero todos estaban a su alrededor durmiendo y solo le agradaba tenerla tan cerca.

-Ustedes no han cambiado nada- dejo salir Hagrid en una leve risa que llamo la atención de todos -Siguen teniendo ese mismo cariño que vi la primera vez, aunque ahora ya no son niños-

Harry por un momento sintió que se sonrojaba.

-Vamos, si ha cambiado- dijo Daphne con esa sonrisa serpentil que indicaba que su siguiente frase lo abochornaría más -Ahora no son solo besitos en la mejilla… y si te contara...-

- ¡GRENGRASS CALLATE! - dijo Hermione apuntándole con un dedo - ¡o quieres que hable yo también! -

Daphne solo alzo las manos y soltó una leve risa, aunque sus mejillas se pintaron algo rosas.

- ¿Hablan de lo que creo? -murmuro Ron a su oído, tanto Harry como Neville, e incluso Theo alzaron los hombros. No queriendo decirlo, o saberlo, más que nada al ver a Hermione amenazar con solo la mirada.

Harry no pregunto y fue demasiado tarde para darse cuenta ya que tenía ambos pies en el frio suelo, Sofí intento detenerlo al negar con la cabeza, pero se levantó y se encamino hacia Hagrid. En ese instante Marlow se aferró a su hombro, Hedwig salió volando y se encaramo a una ventana donde observaba detenidamente, Daira solo se echó y cubrió con las alas y cola mirando todo atenta. Por un momento Harry pareció no recordar como caminar, trastabillo y sus piernas temblaron, incluso teniéndose que apoyar sobre Hermione, la cual cambio la mirada de inmediato.

-Necesitas descanso... ¿Qué no lo entiendes? - gruño Sofí caminando rumbo a ellos. -Tu cuerpo está totalmente agotado, si te mantienes consciente ya es mucho-

-Estoy bien- dijo Harry sintiendo algo entumidas las piernas, como si no las hubiera ocupado en mucho tiempo, y tal vez así era. Analizando todo, paso el último mes parado en un solo punto concentrando en la magia de su entorno y sin moverse. - Solo necesito un momento-

Hermione lo ayudo, al principio Harry se tambaleaba y luego de un par de metros sus músculos le respondieron como recordaba, dejándolo acercarse a Hagrid sin problemas.

- ¿Como estas? - pregunto Harry sentándose junto a Hagrid, el cual le acaricio el cabello, con tal fuerza que bien pudo querer ver si la tenía unida al cuello -Escuche que nos protegiste a todos, que nos diste el tiempo que necesitábamos-

Los ojos de Hagrid se anegaron en las grimas, se puso rojo y por un momento pareció a punto del llanto desconsolado. Abrazo a Harry con tanto ímpetu que sus huesos sonaron y casi estaba seguro que necesitaría tomar "crece huesos" al final del día, más le dejo a tiempo de obtener daño.

-Aún no sé qué paso… todo estaba bien y.…- Hagrid se tomó la cabeza y cerró los ojos. Recordando le ha Dobby aquella vez que deseaba decirle lo de la cámara secreta y reteniéndose por su lazo a los Malfoy.

-No te esfuerces, eso lo complicara todo- dijo Sofí a lado del su amigo, el cual no paraba de mover la cabeza.

-Recuerdo que estaba subiendo rumbo al castillo… que … tenía que... pero antes iría con ... - gimió con fuerza y Sofí le tuvo que hacer un esfuerzo monumental para atraer su atención. -Lo siento Harry, las cosas son muy nublosas, oscuras… no logro recordar mucho-

Harry espero un momento pensando, luego estiro la mano y toco la palma de Hagrid, recordaba esa sensación, la última vez había tenido un gran presentimiento. Ahora era seguro que pasaba lo mismo.

- ¿Qué haces Harry? -dijo Hagrid intrigado.

- ¿Puedo intentar algo? - Pregunto Harry estirando la mano y parando un momento.

-Tu magia aún no está bien- recordó Sofí, pero Hagrid ya estaba asintiendo y su mano ya tocaba la frente de su amigo.

Tal cual como con la mamá de Neville, sintió un cambio en su mente, era como si estuviera en una noche nublada, en un prado rodeado de bosque, no era agresivo como la magia de aquel entonces, pero ocultaba la visión de lo que rodeaba. La magia de Hagrid era estable, sin en cambio era algo sorprendente que sonidos de diferentes bestias mágicas sonaran a su alrededor.

- ¡Harry! - dijo Hermione provocando que le viera y tomara su mano libre -Estas palideciendo mucho-

-Necesitas el mayor descanso posible, y eso no ayuda...- gruño Sofí bastante molesta, retirando su mano y revisando su rostro, como si fuera a encontrar algo más que solo la palidez que mencionaba Hermione.

-Solo un segundo, puedo ayudarlo y despejar su mente-dijo Harry sintiendo un poco de mareo. -pero necesito ayuda...-

- ¿Tan mal es su estado? Con mis padres solo necesitaste mi ayuda- dijo Neville acercándose.

-Bueno, con tus padres tenía magia, ahora… no tengo mucha- dijo Harry rascándose la nuca y tomando al pequeño Marlow y lo dejo con Hagrid, el cual solo lo tomo. No estaba tan bien para cuidar a su amiguito, podría desvanecerse en cualquier momento.

-Entonces no te esfuerces, te necesitamos bien Harry- dijo Hagrid con una mirada llena de intranquilidad.

-Necesitamos también saber que paso y que tu estés bien- dijo Harry estirando la mano y mirando a Hermione, la cual no dudo en tomarla. Se sonrieron, en ese preciso momento, ni siquiera necesitaban su conexión mental para poder comunicarse, entrelazaron sus dedos y tocaron la frente del semigigante.

Cerro los ojos respirando un momento, y al momento entrando en el espacio mental de Hagrid, solo que esta vez estaba con Hermione. No tardaron mucho en moverse por el lugar y adentrarse en aquella espesa niebla. La curación de Hagrid fue casi perfecta, ya que Harry esperaba algún tipo de ataque, como con los señores Longbottom y al contrario todo era muy tranquilo. Casi reflejaba la forma de ser de su amigo, enorme y imponente de frente, pero cariñoso, apacible y tranquilo en su interior.

{¿Así se ve una mente?} pregunto Hermione curiosa.

{El espacio mental lo crea la personalidad de cada persona} dijo Harry moviendo la mano por la niebla, pero esta era demasiado estable {Solo pueden ser modificadas por maldiciones, hechizos y rituales con un alto nivel.}

{¿Como ayudaremos a Hagrid?} pregunto Hermione sin soltarle la mano.

{Solo se me ocurre una forma} dijo Harry levantando la mano.

De la punta de sus dedos comenzó a surgir un color naranja amarillento y crear una pequeña llama, que comenzó a mover en círculos a su alrededor. Mas la poca magia que acumulo se estaba acabando, pero no fue ni necesario pedirlo, Hermione comenzó también a ayudarlo y sus magias se reforzaron. Un momento después el lugar estaba calentándose, y la luz que creaban, provocaba que la niebla se despejara. Dejando aquel lugar, el prado estaba totalmente despejado y la arboleda de alrededor parecía más grande de lo que esperaba.

Salieron en un pardeo cual entraron y vieron la cara de Hagrid que estaba atónito y algo pálido.

- ¡YA RECUERDO! - Grito tan fuerte, que todos saltaron en la sala, Diaria se erizo y rugió como si esperara un ataque de Hagrid. - ¿Como lo hiciste? -

-Así como todo lo demás- dijo Sofí enojada, pero pasando le una poción que olía a menta. -A lo bruto-

-No exageres, yo le ayude- dijo Hermione sentándose y mirando muy atentamente como tomaba la poción.

La verdad no quería, pero con su prometida a unos palmos y Sofí a su espalda, si se negara lo probable es que se lo embutieran a la fuerza. No estaba tan mal, sabia a pasta de dientes con jugo de naranja, era mejor que otras pociones y que la carne de cabra multiojos.

-Harry, lo que paso...- comenzó Hagrid, sin mirar como los demás curiosos se acercaban.

-Espera- dijo Harry alzando la mano, y pasando su lengua por los dientes, intentando que el sabor desapareciera. - Mejor veamos...- se buscó en el bolsillo, pero no encontró su varita -… ¿mi varita? -

Hermione bufo, antes de rebuscar en su monedero y sacar la varita. - Me diste tus cosas antes de entrar ¿No recuerdas? -

-Cierto- dijo Harry sonrojado, le dio un beso tomando su varita.

Toco con la punta la sien de Hagrid. -Recuerda todo y déjalo fluir- dijo Harry mientras tiraba con suavidad de la punta y un momento después tenía una serie de hilos de plata que colgaban de su varita. Hermione ya tenía el pensadero fuera, Harry toco el contenido del caldero con los dedos y con un movimiento sutil, alzo toda el agua en una burbuja y lo lanzo a en medio de la habitación, donde floto y quedo suspendido con múltiples líneas platas corriendo.

Por momentos se veían imágenes, de él peleando con Voldemort, de lo que escucho en el callejón Diagon, de lo sucedido en el cementerio. Se notaba que Hermione estuvo revisando los recuerdos que dejo en el caldero, para analizarlos y buscar la mejor forma de acabar con Voldemort.

En su rincón Daira solo gruño y lanzo humo por la nariz, no se veía nada contenta con las imágenes.

- ¡Ese hombre no me gusta! - murmuro.

Lanzo el recuerdo, y en aquel líquido los finos hilos se adentraron y perdieron. Mas Harry solo giro la varita en sus dedos, toco con un giro y un segundo el líquido comenzó a burbujear por todos lados, aumentando su volumen hasta engullir la habitación que se volvió un lugar oscuro.

- ¿Pero qué demonios? - pregunto Theo mirando alrededor.

- ¿Aun te sorprendes? - pregunto Daphne cruzada de brazos -Esto es cosa de Harry-

-Es solo un hechizo de expansión- dijo Hermione rodando los ojos -En este mismo momento estamos dentro de la poción del pensadero-

-Ahora veremos lo que tu Hagrid- dijo Ron sentándose en la camilla también, pues esta seguía intacta al estar Hagrid encima.

Y siguiendo su ejemplo todos se fueron a sentar a su lado.

Harry toco el fino hilo que acababa de meter y todo a su alrededor cambio. Conocían el lugar era el castillo, y Hagrid caminaba por los pasillos, la luz del día ya se alzaba, además de que se notaba que no durmió. Pues llevaba lo mismo que el día anterior. Tenía su ballesta en mano y miraba adelante con fiereza, aunque los que lo conocían sabía que estaba sumido en sus pensamientos y que no mataría ni un pixie que le pasara enfrente.

Daira, Hedwig y Marlow se vieron sumamente curiosos, sobre todo su dragona, que comenzó a olfatear e intentar rasgar una pared que no estaba en su sitio. Solo haciendo que la imagen se distorsionara un poco.

Doblo en una esquina y vislumbro la entrada a la sala de menesteres. Y ni siquiera fue necesario pasar tres veces delante, alzo la mano mostrando el anillo Pendragon y la puerta apareció. Adentro de la habitación todo estaba tranquilo, cosa que a nadie agradaba, pues en sus mejores días estaba lleno de voces y personas haciendo algo en la sala de estar. Miro alrededor y colgó la ballesta en su cintura.

- ¿Dónde estás? No juegues conmigo- dijo Hagrid con voz dura.

Mas nadie contesto, Hagrid avanzo y miro por la escalera de los dormitorios y ahí en medio sentado con la cabeza baja y ojos ojerosos estaba Draco Malfoy.

-Ese cabrón- murmuro Neville apretando las manos.

-Pagara por engañarnos- aseguro Harry atento a lo que les pasaba a sus amigos.

Todos y cada uno presente, tenía la mirada clavada en el rubio, pero sus expresiones estaban molestas. Y no mejoro cuando Draco sonrió con malicia y dijo -Tranquilo, aquí sigo, no me iré sin despedirme o dejar un regalo-

-Sigues vigilado recuerdas- digo Hagrid tocando su ballesta - Y ahora estas bajo mi custodia…-

-Huy… que gran carcelero me pusieron- rio Draco y se levantó - ¿Ya salió el tren? -

-Por supuesto, pero sabes que aun si tus amigos Mortifagos lo alcancen, el alumnado está a salvo- dijo Hagrid caminando por la estancia. -De tal forma que perdieron esta batalla-

-La batalla si- dijo Draco bajando las escaleras con las manos en los bolsillos -Pero la guerra… esta guerra aún no tiene ganador-

-No conoces aun bien a Harry ¿Cierto? -digo Hagrid en un tono que denotaba el orgullo que sentía, cosa que provoco una ligera sonrisa en los labios del chico.

-Potter puede ser bastante poderoso ahora, pero desconoce en gran medida en lo que puede llegar a hacer el señor tenebroso por su objetivo- dijo Draco acercándose a la puerta, de forma sospechosa, cosa que alerto a Hagrid que de inmediato tomo la varita que tenía metida en el cinturón. -Por eso necesita ayuda, es demasiado noble, alguien que no sacarificaría una vida por salvar su culo o el de otro- volteo y miro a Hagrid. - ¿No lo crees? -

-Lo que hace es pensar en la mejor opción, aquella que conlleve menos peligro, menos dolor y sufrimiento. Cosa contraria de lo que hace el que no debe ser nombrado-

-Al final perderá algo- dijo Draco caminando nuevamente esta vez rodeando la sala, con la vista de su amigo en él y la varita preparada. - Es una guerra, no sabrás que has perdido por tus decisiones… no hasta que ya no lo puedas recuperar-

Freno un momento, antes de mirar a Hagrid, el cual parecía pensativo.

- ¿Que has perdido? -pregunto Hagrid, con el tono amigable que solía ocupar con ellos. - Solo puedes hablar de ello, si te ha pasado -

Fue un momento, pero Harry volteo a su amigo, que le miro y este le sonrió para luego darle unas palmaditas en la espalda que casi lo sacan de la cama. Regreso la vista, para notar la cara sombría de Draco y mirar el suelo.

-Perdí algo… perdí todo lo que conocía y.…- Draco levanto la mirada, con los ojos oscurecidos -… a mí mismo-

Draco giro la mano y saco una varita de la nada, alzo en el aire y lanzo una ráfaga directo a Hagrid, el cual intento de defenderse, pero los años de experiencia golpearon a su amigo. Salió expulsado hacia atrás y por un momento, pareció que caería de espalda, más de alguna forma logro rodar y mantenerse firme en dirección a la puerta. Pero el rubio estaba ya corriendo en su dirección, que salto sobre su cuerpo, y lanzo un hechizo entre ellos, para salir directo a la puerta. Ambos la atravesaron, cayendo de espalda y en un movimiento se levantaron se miraron con fuerza.

A su derecha Daira gruño y mostro sus dientes afilados, pero solo se quedó expectante, pues los demás no se movieron y Harry le rugió que todo estaba bien a la dragona.

-Lamento esto… pero tú no eres lo suficientemente bueno y es mejor que te quedes en el suelo- dijo Draco levantándose y sobando su mejilla derecha donde se notaba un golpe fuerte.

- ¿A dónde crees que vas? - pregunto Hagrid intentando tomar el brazo mientras se levantaba, más Draco ya avanzaba por el pasillo.

Su amigo se arrodillo tomo su ballesta y apunto, vieron como Hagrid lo tenia a un tiro, podía disparar y terminar todo. No era tan bueno con la magia, pero los años de practica con la ballesta le hacían ser esplendido en ello. Mas sus ojos dudaron, y Harry no creyó que disparara, su amigo no era asi.

Draco desapareció por el pasillo justo cuando Hagrid se levantó por completo, con paso sonoro y retumbante salió corriendo tras Draco y lanzo la ballesta a un lado bastante enojado, destrozándola casi por completo. Draco le llevaba ventaja y no paraba, mas su amigo a cada paso ganaba terreno, cruzaron pasillos y bajaban escaleras como si de verdad Hagrid le fuera a hacer daño.

- Los elfos te detendrán si intentas salir de Hogwarts- dijo Hagrid teniendo dificultades en la escalera por su tamaño.

Harry lo volteo a ver nuevamente, el cual estaba fijo en la imagen y seguramente reviviendo el momento. Regreso la mirada justo cuando Hagrid levantaba la varita y apuntaba escalera abajo, la agito y en un momento surgió una cuerda la cual fallo por medio metro y se enrollo en una gárgola.

-Esa puntería, hay que mejorarla- dijo Ron sin voltear y por toda respuesta recibió un codazo de Hermione y un apretón de hombros de Harry.

No voltearon, pero estaba seguro que Hagrid estaba rojo y avergonzado. Su amigo lo observo a los ojos antes de suspirar, era cierto que Hagrid necesitaba entrenamiento más exhaustivo, luego de pasar casi toda su vida sin varita, el tener una le debía de ser algo complicado de manejar. Pero en ese momento ya no se podía hacer mucho, no sin retrasar sus planes.

Los movimientos hicieron que el escenario cambiara, como si el resto fuera solo una ligera correteada a Draco. Aparecieron en la entrada de Hogwarts, Draco y Hagrid jadeaban, pero no se detenían. Bajaron la escalera de mármol, donde Hagrid tomo algo de ventaja, pues bajaba cuatro escalones en un solo paso. Alcanzo a Draco en justo en el descanso, tomo su hombro y a su izquierda se escuchó una voz no conocida.

-tormentis cultro-

Un segundo después Hagrid estaba en el suelo, se tocaba el pecho, justo donde el hechizo golpeo y miraba a todos lados mientras su cuerpo daba sacudidas fuertes.

-¡Malvados!-dijo Hermione apretándose contra su pecho, y este le acaricio el dorso de la mano que sostenía.

Pero al contrario de Hermione, Daphne salto y se acercó un poco, para luego comenzar abrir los ojos mucho y dejando salir un - ¡No, no… EL NO! -

-Te dije que te quedas aquí y no vinieras- dijo una voz, que todos reconocieron.

-Carajo-dijo Daphne y cruzo los brazos por su pecho abrazándose a sí misma.

Observo a su amigo, más la visión de Hagrid se oscureció y su cara, a pesar de tener un tremendo dolor, miro con furia y rabia a Severus Snape. El cual caminaba hacia Draco con un Mortifago el cual estaba encapuchado. Le tomo del brazo de Draco y le empujó hacia el castillo. -Regresa y no seas testarudo-

-Iré con ustedes, ya me cansé de ocultarme- dijo Draco acercándose a Hagrid y sacando algo de su bolsillo, un frasco impoluto.

En el suelo el abrigo de Hagrid comenzaba a dejar pasar la sangre, mientras que se teñía de rojo, el suelo comenzaba a formar un charco y en este se revolvía su amigo.

Al igual que antes Daira soltó una columna de humo negro, indicando que preparaba su fuego, pero dio un zarpazo al Mortifago que no lo toco, pero rasgo una camilla. Nadie le prestó atención, estaban absortos en lo que veían.

-Maldito-murmuro Neville apretando los puños.

-Snape puerco- dijeron Theo estaba más furioso que Neville.

Aunque Harry estaba respirando y aferrando su mano a Hermione, porque, si no se contenía, terminaría desapareciendo y algún Mortifago descuidado en Londres lo pagaría caro. Pero al mismo tiempo veía a Daphne el cual comenzaba a temblar y dudaba que fuera por Hagrid, quien estaba a su lado completamente a salvo.

-Deja que venga Severus, ahora que sé que está aquí, el señor tenebroso no tardara en querer su cabeza- rio el acompañante.

- ¡MALDITOS TRAIDORES! -Grito Hagrid con la voz llena de dolor - ¡USTEDES … SON UNOS…-

- ¡Silencio! - dijo Snape y se acercó con la varita en mano- No quieres provocarnos… no si quieres vivir un poco más-

Draco se acerco y solo hizo flotar una hilera de sangre, directo del pecho de Hagrid y haciendo que entrara al frasco hasta la mitad para luego cerrarlo y ponerle un hechizo.

-Gracias por esto- dijo Draco acercándose, y colocándose a un lado, por un momento este dudo, antes de tomar a Hagrid el cual gruño.

En un arranque de ira, Hagrid se levantó un poco e intento golpear a Draco, pero Snape fue más rápido, lanzo un conjuro que lo derribo, lanzándolo un metro lejos, dejando un rastro de sangre su amigo en el suelo, con el abrigo rasgado y solo pendiendo de un brazo.

- ¡TE DIJE QUE TE QUEDARAS QUIETO! -Grito Snape con fuerza y la cara roja. Algo nunca antes visto.

El Mortifago desconocido soltó una risa algo estrepitosa.

-Ese idiota-gruño Ron, el cual tomo a Daphne en brazos y ella oculto el rostro en su cuello, abrazándolo sorprendiendo a todos- ¿Qué pasa? ¿Cariño? -

-Es el… Ron es el- murmuro temblando en los brazos de Ron y provocando que todos continuaran viendo.

-Así que este… Semigigante quiso golpearme- dijo Draco colocándose encima de Hagrid, tomando el abrigo que se desgarro por completo y desprendiéndolo de su cuerpo.

Lego de arrojarlo a la escalera, tomo su varita y le apunto al cuello, apretó su puño y murmuro algo por lo bajo, y en un movimiento rápido asestó un golpe en la cara de Hagrid. Desde la posición del Mortifago y Snape no se pudo notar, ya que el cuerpo de Draco lo cubría, pero una luz algo verdosa surgió de la punta de la varita. Este golpeo a Hagrid que ya estaba pálido. Mas la sangre dejo de salir con fuerza y los cortes que surgían poco a poco frenaron del todo.

-Dile a potty que esto es por esa vez- dijo Draco quitándose de encima. - Vámonos-

-Ya dije que tú no iras- gruño Snape con fuerza. -No te perdonara-

-No a menos que tengas un regalo chico- dijo el Mortifago y se rio con fuerza- ¿Tienes algo que equivalga a tu vida? -

Draco busco en su ropa y saco un frasco, el cual contenía un corazón adentro. Por mucho que Harry lo recordara, verlo otra vez palpitando y salpicando sangre en las paredes le impacto.

- ¿De dónde lo sacaste? - pregunto el Mortifago interesado.

Al igual que todos a su alrededor.

-No te importa-dijo Draco guardándolo. - ¿Y tú como entraste? -

-Severus me invito-dijo como si nada y rascándose sobre la capucha. - Así que crees que te perdonara… yo quiero ver eso. Deja que el mocoso venga-

Hagrid parecido desvanecerse por un momento porque a la imagen comenzó a volverse humo y las voces se atenuaron. Cuando se reformo Snape tenía a Draco de su lado y veían como el Mortifago se reía.

-Entonces, así que huyeron… no me sorprende, pronto este lugar nos pertenecerá- dijo El Mortifago quitándose la capucha, y girando a ver Hogwarts.

Daphne no se movió y Ron no la soltó, solo observaron al hombre, el cual tenía cabello rubio largo, una mirada torva, los ojos verdes y una sonrisa maniática que dejaba claro que no estaba del todo cuerdo.

-Déjate de idioteces, o quieres enfrentarte Minerva McGonagall solo- dijo Snape girando y comenzando a irse con la capa ondeando a sus tobillos. Y Draco siguiéndolo.

-Que cansino Snape, deja disfrutar- dijo el Mortifago retirándose.

-Y tu un idiota de talla, Doll Greengrass-

Luego solo se vio oscuridad hasta que la imagen se disolvió, regresándoos a la enfermería, donde la enorme burbuja del líquido flotaba.

- ¿Tu padre? -pregunto Neville desconcertado.

- ¡ESE HOMBRE NO ES MI PADRE! - dijo Daphne sin salir de los brazos de su amigo, que la ocultaba de las miradas de los demás. - ¡MALTRATO A MI MADRE, REPUDIO A ASTORIA Y A MI…! ¡NO ES UN PADRE! -

Nadie dijo nada y es que no era claro como confortar a Daphne que hasta ese momento siempre se mostró fuerte y centrada. Y no era lo único, notaba por sus expresiones la duda sobre Draco, aunque Neville seguía pareciendo molesto. Lo cual comprendía, Luna había estado planeando detrás de ellos muchas cosas.

-Tranquila- dijo Ron alzándole el rostro un poco- ¿Que temes más, que les haga daño de nuevo o su seguridad? -

Por un momento Harry dudo que fuera un consuelo para Daphne, más ella le observo y, limpiándose unas lágrimas traicioneras, se intentó poner seria y dijo -Que regrese a hacernos daño, que pueda volver a nuestras vidas-

-Entonces no tienes que temer- dijo Ron con tal seguridad que todos abrieron los ojos -Yo te protegeré y a tu familia, si él quiere regresar a ustedes, antes pasara sobre mi-

Por un momento Daphne pareció a soltarse en llanto descontrolado, más se paró firme, se limpió las lágrimas asintiendo de forma airada formando una leve sonrisa, más en su mirada se notaba tristeza y una chispa de preocupación.

-Ya escuchaste a tu insensible novio- dijo Harry dándole una palmadita a Ron y de paso despeinando a Daphne - Tu familia estará bien, tenemos al mejor estratega para ello-

-y yo que ¿Soy de juguete o qué? - Dijo Theo cruzándose de brazos.

-pero no eres el mejor- dijo Hermione abrazando a su amiga que cada vez estaba mejor.

-fui yo o…. ¿Hermione le hizo un cumplido a Ron? - pregunto Neville el cual soltó una leve risa.

-Claro, porque sabe que soy genial, perfecto y muy guapo- dijo Ron con una sonrisa burlona.

-NO me hagas hacerte daño Ronald- murmuro Hermione con esa mirada que indicaba que no jugaba.

Todos soltaron una carcajada, mientras que Daphne soltaba a Hermione y sonreía.

-Son un grupo curioso- dijo Hagrid luego de un momento - Ahora veo que Draco hizo algo para frenar el sangrado, ¿Pero de donde saco la varita? Y ¿Como pudieron entrar a Hogwarts? -

Le observaron y notaron que estaba muy tranquilo a pesar de ver como lo acababan de arrojar un maleficio.

-La varita debió de proporcionarla Luna- dijo Neville con tal seguridad que nadie dudo. -Tenia acceso a la de practicas y estoy seguro que ella planeo algo con …Draco- murmuro el nombre del rubio con cierto toque osco.

-Y el castillo protege de intrusos en gran proporción- dijo Hermione suspirando -Aunque su seguridad puede ser rota de múltiples formas, e invitar a una persona puede ser una de ella. Y antes de que pregunten, con invitar me refiero a indicar al castillo que permita entrar al mago, bruja o muggle, pero claro… solo lo puede hacer el dueño, el director, subdirector-

- Dumbledore no estaba, y McGonagall era la única en el castillo, el siguiente en rango era Snape, aprovecho el momento en que la seguridad bajo- dijo Ron acariciando la mano de su novia.

-Si Harry hubiera estado presente… eso hubiera sido imposible- dijo Theo, aunque con tal mal tino, que todos lo miraron como si preguntaran ¿Estas culpando a Harry? El cual alzo los hombros - No lo culpo, ese día se suponía que Hogwarts quedara vació, no creo que nadie pensara que pasara esto-

Pasaron unos minutos en silencio, donde el único ruido fue Daira que estaba algo curiosa, olisqueando en el lugar donde estaba el líquido y rasgando con su cuerpo el líquido, que solo salpicaba la camilla.

-Como sea que pasara… ya paso- dijo Harry mirando a todos- Aun quedan cosas por terminar y que todo esté listo. A partir de ahora tendremos varias juntas para formalizar nuestros planes de batalla. -

- ¿Vas a hacer planes? - preguntaron casi todos con sorpresa.

-Yo no- dijo Harry con una sonrisa burlona - Para algo tenemos a nuestros estrategas. Ya ven lo que Ron nos protegerá de todo mal-

-Si, pero antes tenemos que ir a lo de Bill y Fleur o mamá nos matara- dijo Ron algo rojo -Además de que no se si tú necesitas protección de alguien-

Todos en la sala pensaron un momento, luego miraron a la persona que tenía entre brazos y sus piraron dijeron -Tal vez de Hermione enojada -

La mañana fue más tranquila, Hermione obligo a Hagrid y Harry tomar una ducha, a Harry de por lo menos una hora ya que aun olía como a carbón. Luego de una selección de ropa rápida, desayuno un banquete completo. Impresionando ya que incluso le gano en comer a Hagrid, que no pudo ni verle el polvo. La única que tal vez comía tanto como el era Daira, que no dudo en seguirle el ritmo y llenarse su estómago por completo con carne.

Al parecer la boda de Fleur se había recorrido un par de meses antes para que muchos pudieran asistir y de igual forma para que fuera antes de la guerra. Cosa que seguro no hizo sentir del todo bien a Harry, ya que parecía que el iría a buscar problemas y que tenían que tomar medidas preventivas. Lo cual le recordaba a sus días oscuros en Grimmaul Place.

-Ya que estas despierto y Hagrid esta bien, nos iremos a la madriguera a ayudar con lo que podamos- Sentencio Hermione mientras terminan de comer. - Y pasado mañana regresaremos temprano para ayudar a los del archipiélago Arcano a movilizarse a la boda-

-Claro-respondió Harry inclinando una jarra de cerveza de mantequilla sobre su tarro.

- "Glago" -repitió Daira alzando el hocico de su plato y con mas de una libra de carne en la boca. Marlow con su usual abultamiento en la barriga, alzo la garra y realizo un sonido, simulando lo mismo que hacia su hermana menor. Provocando unos "aww" por parte de las chicas presentes.

Aun con todo y que tenían sus cosas a mano, el que Harry y Hagrid pudiera caminar les costó un buen rato dirigiese rumbo a la puerta del castillo. Donde, suponía, se desaparecerían en grupo y llegarían a la verja de la madriguera. Sobre todo, tardaron en que Harry aceptara utilizar una vieja sudadera con capucha para ocultar su identidad, aunque no lo creía necesario ya que solo serian minutos los que estaría expuesto.

Hagrid luchaba por colocarse un antiguo abrigo peludo, que, con algo de esfuerzo y magia, logro colocarlo, aunque Harry estaba pensando en darle vida a los botones para ver que tanto se quejaban por sostenerse con fiereza. Lo bueno de ser un Potter, era que su cabello regresaba siempre a ese aspecto largo y revuelto en poco tiempo. Antes de que dieran las 7 su cabello ya crecía a ambos lados y le daban el aspecto de siempre.

Salieron en cuanto la noche comenzó a mostrarse, aún era verano y el ambiente cálido semi húmedo le era desconocido en Hogwarts, además de los campos desérticos y el lugar silencioso.

- ¿Crees que podamos con Daira? -pregunto Harry que estaba pensando en el tamaño de la Dragona.

-No es necesario- dijo Ron abrazando a Daphne, que desde el descubrimiento de que su padre estuvo por el castillo, estaba sumida en sus pensamientos. -Pedí esto- alzo un viejo y roto cinturón de cuero.

-Te queda, pero antes necesita un arreglo ¿no? - dijo Harry ni siquiera intentando entender, ya que parte de su mente estaba concentrada en el ardor de su frente.

-Es un traslador- dijo Hermione apretando su mano y viendo sus ojos, el solo le sonrió, ay que algo así no era para alterarse ni preocuparse por el momento.

- ¿Están seguros? ¿Las criaturas mágicas no tiene efectos secundarios? -

-Vamos Potter, hoy estas lento- dijo Theo que cargaba una mochila algo grande, y tintineaba como cristal contra cristal. - La última vez que utilizaste uno ¿No fue con un escreguto gigante? -

No lo pensó hasta ese momento, pero era cierto, Amiji viajo con él en torneo de los 3 magos y luego de cuando regreso a los campeones. Aunque no quería recordar el estado en que la envió.

Daira a su lado le acaricio con la cabeza su mano y le miro preguntando - ¿Qué es un speguto? ¿Es como los spagetis? ¿Se puede jugar con ellos? -

-No se comen y… ciertamente creo que solo tu podrías jugar con ellos- respondió Harry acariciando su cabeza, recordando a su vieja amiga y como ahora una parte de ella era Daira. La verdad no quería involucrarla en una guerra a tan temprana edad y de cierta forma, no luego de lo que paso con su predecesora, mas dudaba que le hiciera caso.

- ¿Y todos podremos sujetarnos de eso? - pregunto Hagrid, que un solo dedo cubría todo el lado del cinto.

-Tranquilo, ya nos arreglaremos- dijo Neville palmeándole el codo.

Agradecía Harry que Marlow fuera tan pequeño para viajar en su ropa y que Hedwig fuera volando, porque de otra tendrían que apretujarse entre todos. Esperaron un rato en los terrenos, muy cerca de las puertas del castillo. La verdad es que una vez saliendo Hogwarts quedaría sellada y nadie podría entrar sin su consentimiento, agradecía que incluso los fantasmas se ofrecieran a cuidar el castillo e informar a los retratos por cualquier cosa. Pero su sola instrucción provocaría que fuera impenetrable hasta que regresara.

-¡Chicos!- llamo la atención Sofí en cuanto el cinto resplandeció de un brillante azul, y Hagrid colocó su dedo índice sobre la hebilla. El resto tomo un tramo mientras Daira sujetaba la otra parte con los dientes.

El tirón de su ombligo le hizo alzar los pies y sentirse suspendido en el aire mientras que algo invisible lo arrastraba hacia todos lados, girando y pegándose contra Hermione y Ron que estaban a sus costados. Odiaba esos medios de viaje por que su mano quedaba anclada al objeto y no tenía casi tiempo ni de prepararse. Segundos después, los pies de Harry golpearon tierra dura y cayó sobre manos y rodillas en el patio de la Madriguera. Jadeante y avergonzado, pues era el único, y aunque quisiera negarlo aun no estaba del todo bien.

- ¿¡Estas bien!? - pregunto Hermione algo alertada.

Asintió parándose y dejando salir una risita nerviosa mientras e limpiaba manos y la ropa con las piernas tambaleantes.

Oyó gritos y jadeos. Ron tiraba del cinto de las fauces de Daira que parecía muy animada y decidida a quedarse con el viejo cuero, aunque a su pelirrojo amigo no le hacía gracia.

-¡CHICOS!-grito una estridente voz que reconocería siempre.

Vio a la Señora Weasley y a Ginny corriendo por los escalones de la puerta de atrás mientras Hagrid, que también le temblaban las piernas y estaba inclinándose, le ayudaban a no caer (tarea titánica solo para Neville y Theo).

- ¿Harry? ¿Eres el auténtico Harry? ¿Qué esta pasado? -gritó la Señora Weasley.

-¿Qué si soy Potter? ¿Qué si soy autentico? Soy el Pendragon original, el simpático, el increíble, el poderoso…-

-Ja- solto Ron caminando a su madre y señalándolo -Se le fue el ego a la cabeza-

-… ¡SOY HARRY…- sintió un pellizco de Hermione que le dolió de verdad y termino con un quejido sonoro-… Potter!-

Gimió de dolor Harry mientras se sobaba y los demás reían por su ocurrencia. La respuesta estaba claramente grabada en la cara de todos, donde estaban divertidos a pesar de lo que pronto podría pasar.

-Gracias a dios que estás bien -dijo la señora Weasley empujándole a un abrazo del que regreso con gusto-

- ¿No tendrás algo de brandy, verdad, Molly? -preguntó Hagrid un poco tembloroso-. ¿Por propósitos medicinales? -

- ¡HE! -Soltó Sofí con fuerza -Aquí la aspirante a medimaga soy yo y anda de alcohol sr Rubeus Hagrid.

-Vamos una no hará daño querida- dijo la señora Weasley señalando adentro -Vamos adentro, pongámonos cómodos-

Cruzaron la pequeña puerta de la cocina de dos o tres personas, en el caso de su enorme amigo, tuvo que obtener ayuda de Neville y Ron que tiraban y empujaban para lograr pasar por el marco. En la cocina la mayoría de los trastes se estaban lavando solos, las ollas sobre el fogón soltaban un delicioso aroma y la mesa era llena por figuras que los voltearon a ver en cuanto cruzaron.

Hubo un grito general de saludo mientras veía saltar de su silla a los presentes. Fred y George, sonriendo idénticamente; Bill, con una cicatriz en su pómulo y con el pelo largo; el Señor Weasley, cara amable, con un comienzo de calvicie, sus gafas un poco torcidas; Tonks, cuyo pelo corto estaba de su tono favorito de brillante rosa; Lupin, más canoso, más agotado y pegado a la peli rosa; Fleur, esbelta y hermosa, con su largo pelo rubio platino; Incluso Sirius con el cabello grasiento, una sonrisa pícara y aquellos ojos fieros. El corazón de Harry pareció expandirse y resplandecer ante la visión. Se sentía increíblemente encariñado con todos ellos, incluso con Fleur quien solo había tratado en el torneo de los tres magos.

- ¡Harry! ¿Adivina? -dijo Tonks desde su posición en lo alto de la lavadora, y contoneó su mano izquierda hacia él; un anillo plateado con rosa refulgía allí.

- ¿Te has casado? -chilló Harry, mirando de ella a Lupin. - ¿Dime que no fuiste tan idiota para dejarla ir y que tú eres el esposo? -

Sirius soltó un ladrido, cosa extraña, antes de carcajearse y darle tal palmada al profesor Lupin que le hizo escupir. -Ya ves que no soy el único que hace esa pregunta. Y como Harry es la representación de James y Lily, gane, me debes un wiski de fuego-

-Cállate pulgoso-dijo Lupin limpiándose y suspirando.

-Siento que no pudieras estar allí, Harry, fue muy en secreto. - dijo Tonks sonrojándose de verdad, con tal color que estaba algo

-Tan secreto que ni a sus mejores amigos, ni su familia, ni a las personas que le han apoyado y ayudado les dijeron- Murmuro Sirius acercándose a Harry y pasando un brazo por sus hombros. – Solo Lupin dijo, "Voy a ver a Tonks" regreso y dijo "Ya vi a mi esposa"-

-Mentiroso- dijo Lupin intentando no lucir tan avergonzado como estaba.

-Bueno, no es noticia que este lobo se quería comer a caperucita rosa- dijo Fred en burla.

- ¿Y de aquí a cuando conocen cuentos muggles? - dijo Hermione tomando la mano de Tonks que mostraba a todos orgullosa su anillo. -Muchas felicidades, más para celebrar estos días-

-Desde hace 3 semanas- dijo George sacando un libro de la nada y mostrando el título "Historias para dormir"- Es oscuro y perverso, no creí que los muggles niños disfrutaran temas tan…-

-Son cuentos de hadas- dijo Sofí abrazando a Tonks y también felicitándola.

- ¿De hadas? ¿Los has leído? -Pregunto Bill mirando el libro con mala cara – El lobo se come a la abuela, a la niña y el leñador abre al lobo para sacarlas. Los tres cerditos, al final el lobo es quemado; Hansel y Gretel terminan con la pobre bruja que solo les da de comer; es aterrador-

-Si, tal vez eso es otro punto de vista- dijo Hermione pensando. -Supongo que los muggles basaron muchas de sus historias en sucesos mágicos que presenciaron-

-Bueno de cualquier forma nos encanta- dijo George desvaneciendo el libro -Pensamos en sacar un surtido de cosas muggles… a nuestro estilo claro-

-Un estilo único, incomparable y muy… Weasley- dijo Fred acariciando el mentón de Sofí al momento que le giñaba el ojo, pero ella solo alzo una ceja al tiempo que le quitaba la mano.

-Cuidado con la manos- dijo Harry mirando al pelirrojo -Ella arranca extremidades como hobby. – Una sonrisa macabra de Sofí siguió mientras Fred daba dos pasos atrás -Por cierto, Felicidades Bill y Fleur, ya era hora-

-Muchas gracias hermanito- dijo Bill revolviéndole el pelo y le susurro en voz baja - ¿Tu y Hermione cuándo? -

Harry solo se rio un poco raro, rascándose la nuca sin saber cómo decir que ya estaban comprometidos y que, si fuera por él, al siguiente día pediría ser casado también.

-'Gacias Haggy pego eso lo debegia decig yo'- dijo Fleur con una enorme sonrisa y guiñándole a Hermione que parecido desconcertada.- C'est une belle bague de fiançailles.-

Su novia le tomo y giro para luego susurrarle algo al odio, tal vez Harry si tenia algo de oxido en los idiomas, pero estaba seguro que eso era francés y dijo "Es un hermoso anillo de compromiso". Al parecer al resto no entendieron, aunque Sirius parecía haber entendido algo, y Bill que dijo que eso lo había escuchando antes.

-¿Ese que lenguaje es pá?-pregunto Daira intentando atrapar un gnomo curioso dentro de la casa.

-Frances- contesto Harry al momento que evitaba que el pobre quedara echo rodajas por sus garras -Es como el draconia que hablamos tu y yo, solo aquellos que saben el idioma pueden tener charlas como la de Mione y Fleur-

-Feur huele bien, como a flores… pero mamá es mejor- dijo Daira haciendo un leve puchero por la perdida de su entretenimiento.

Al otro lado, Fleur discutida algo acalorada con Hermione en francés, aunque hablaban tan rápido, fluido y bajo que si no lo supiera pensaría que su novia tenia una segunda lengua nativa, al poco solo Fleur asintió y giro.

-Es genial que estés con nosotros en este día especial- dijo Fleur casi sin acento. –'Pgepagage' su habitación-

-Yo te ayudo- dijo Daphne, seguro curiosa y queriendo molestar un poco a su concuña.

-Ginny ve tu también- ordeno el señor Weasley que sonreía bastante.

-Pero papá...- dijo la pelirroja mientras daba pasos sonoros y con pocas ganas de tras de las dos rubias.

Las vieron marcharse a los pisos superiores, Daphne y Fleur hablando y Ginny tres metros detrás.

-Lo ha estado ensayando todo el mes- dijo Bill luego de que ella saliera caminando rumbo a los pisos superiores. -Quiere decirle eso a todos los invitados de parte de mi familia… cosa de chicas-

Harry miro a Hermione como se tomaba las manos, al tiempo que no le miraba y estaba entre Daphne, Sofí Ginny y Tonks, como si él fuera el responsable de ese momento.

-Y… ¿A qué hora cenamos? - Pregunto Sirius que se estiro. -Tal vez Arthur y yo podamos continuar un rato…-

-Nada de andar con esa baratija, ya bastantes dolores de cabeza dieron… escucha bien Sirius Black, estos días no quiero ruido- dijo la señora Weasley apuntándole con una cuchara impregnada del giso de una de las ollas.

- ¡COMIDA! - rugió Daira moviendo la cola y golpeando un pilar que sacudió un poco la casa. -ups-

-Enserio pequeña necesitamos tener esa charla-

- ¡Ya no soy pequeña! - dijo Daira inflando sus mejillas, cosa que alerto a todos que prepararon las varitas por si escupía fuego. Al contrario, la Dragona dejo salir un sonido lastimero, se enrosco y se cubrió con sus alas simulando un sillón personal emplumado y con ojos enojados.

- ¿Qué ha pasado? -pregunto Hagrid fascinado mientras parecía querer acercar y acariciarla. - Eso es muy interesante-

-Solo es un berrinche- dijo Harry alzando los hombros- No creo que se mueva en un rato a menos que sea por comida-

-Problemas con adolescentes, eso lo entiendo, no es fácil no cuando tienen el carácter de un dragón- dijo Lupin mirándolo seriamente.

-Bueno, ya llegara el día en que esa experiencia te sirva con tus hijos- dijo Harry sentándose y sonriendo de forma malvada. - Por qué si quieres tener hijos ¿Cierto? -

Lupin abrió la boca al tiempo que Sirius se carcajeaban y Tonks pasaba a un color rojo intenso. Harry abrió la boca otra vez, pero Hermione se sentó en una de sus piernas y le pellizco la mejilla.

-No hagas preguntas que no quieres que te hagan. No los molestes-

-Pero yo si quiero niños- dijo Harry mirándola con los ojos brillosos.

-Luego… hablamos de eso- dijo Hermione intentando no mirarlo, aunque era obvio que tenia la cara al rojo vivo y mas al dar un leve salto cuando Harry le abrazo por la cintura.

El señor Weasley que permaneció casi en silencio desde que entro, dijo de forma sonriente – Esta bien que sepan que quieren, pero todo a su tiempo chicos-

- ¡Pero de que hablas Arthur aún son niños! -Salto la señora Weasley mientras volvía a apuntar con la cuchara.

-Bueno, si mis cálculos no me fallan, mamá ¿No tenías 21 años cuando tuviste a Charlie? – dijo Bill curioso.

-Exacto, ellos aún son jóvenes, no deben pensar en hijos aun- continuo con ese tono de reprimenda que ya ocupaba siempre con él.

-Bueno, pero ya llegara el momento- dijo el señor Weasley mirando a Harry el cual espero, algo más como un regaño que lo que salió de su boca- y espero estar ahí para poder decirles el gran hombre que es su padre-

- ¡Eso sin duda alguna! - corroboro la señora Weasley con sonrisa.

Harry no supo que contestar, aunque esperaba que no se notara un poco su incomodidad. La cual seguro fue evidente ante Sirius que le miro por un momento antes de volver a preguntar por la cena. El resto de la noche fue igual de tranquila. Casi sin movimiento por parte de la casa, pues se notaba que estaban solo esperando al siguiente día donde las cosas se pondrían en movimiento para la boda.

Durante la cena las pláticas fueron diversas, evitando los temas de la guerra, los Mortifagos y cualquier cosa relacionada con lo que pronto sucedería. El tema favorito fue la las bodas, incluso Tonks se notaba emocionada por Fleur, que no paraba de decirle como se casó con Lupin. Aunque ciertamente fue sencillo, entre ellos dos y un registro mágico oficial.

-Y ¿Pog qué no agpovechan nuesga boda y se casan como se debe? - pregunto Fleur entre el guiso y el postre. Dejando la mirada sobre Tonks que no sabía ni que responder. -Una boda doble ¿No segia bonito? -

-Pues si ellos, quieren solo necesitan pedirlo e invitar a quienes quieran, prepararemos el lugar para más- concordó Bill con una radiante sonrisa – Por nosotros encantados-

-No quisiéramos importunar-dijo Lupin intentando mirar a su esposa, mientras sonreía a Bill y Fleur.

-Olvídense de eso- dijo la señora Weasley agitando las manos- Ustedes merecen algo mejor que solo unas palabras en solitario y una firma-

-Por supuesto, tal vez no sea mucho, pero por lo menos los invitados serán casi todos sus conocidos también- aclaro el señor Weasley afable.

-No, de verdad les agradezco mucho y es un lindo detalle. Pero no soy de aquellas que le gusta la atención- dijo Tonks con una sonrisa ancha, aunque sus palabras no encajaban con la variación de colores que solía tener en su cabello, pero se notaba que era sincera. -Estamos muy bien, ¿Verdad Remus? -

- ¿Y ustedes chicos? -pregunto Bill a Harry casi en un inaudible sonido. Y a su lado, sintió como Hermione apretó su mano, seguramente escuchando. Remato Fleur con una leve risa y giñando el ojo.

{¿Qué te parece? Nos animamos} rio Harry en su mente mientras que las mejillas de su prometida se sonrojaban.

{No es tan fácil, aunque queramos… sabes que en nuestro caso es más complicado} murmuro Hermione soltando un suspiro.

{Lo se, pero por mi… esta misma noche me casaría contigo} dijo Harry acariciando su mano.

{Yo también}

Ambos solo se miraron con una sonrisa y negaron a Fleur y Bill.

Continuaron con un Pay de queso y melaza bastante delicioso. Al parecer todos lo disfrutaron tanto que Daira y Marlow quisieron su porción, y ambos les encanto. Entre Hagrid, Daira y Harry en menos de 5 minutos dejaron a todos sin una segunda ronda.

El caos se armó a la hora de dormir, ya que la casa no contaba con tantas habitaciones. En cuanto a cómo quedarían la distribución fue algo mas complicada, ya que Neville y Theo compartirían la habitación de los gemelos; Ginny y Fleur la de la pelirroja; Ron y Bill la de su amigo; Hermione, Sofí y Daphne la habitación vacía de Charlie. Por lo que Lupin y Tonks se fueron a la casa de los padres de ella para regresar para la boda; Sirius no se quejó al colocarle la cama en el garaje junto a Hagrid; Los gemelos regresarían a la tienda y revisarían todo para no tener pendientes; la habitación de Percy que estaría ocupada los señores Weasley, ya que su habitación seria al siguiente día ocupada por el matrimonio Delacour y su hija.

Solo quedaba la habitación adecuada hacía tiempo para Harry y tal vez por consideración (a lo que había paso últimamente) o porque no hubiera más personas le dejaron solo en ella. Harry prefería dormir con Hermione, mas las quejas no fueron recibidas.

En cuanto a Daira le hicieron un hueco junto a la chimenea, con un montón de mantas por el suelo y un viejo cojín que podía ragas y romper por si acaso. No parecido tan contenta, pero se notaba que no se quejaría por dormir junto a un lugar caliente, y Marlow no dudo en acompañarla. Se notaba la unión entre ellos y el que fueran tan cercanos le encantaba a Harry.

Todos comenzaron a subir a las 10 en punto por orden y mandato de la señora Weasley, cada vez que subían a un piso menos le acompañaban al siguiente. En el segundo piso Daphne, Sofí y Hermione se despidieron, en el siguiente Fleur y Ginny, además de los señores Weasley, por último, Neville y Theo, para cuando llegaron a la parte más alta solo quedaban las habitaciones de Ron y la suya. Les deseo buena noche a Bill y Ron, para adentrarse en esa habitación, en la cual solo durmió dos noches.

Aun recordaba como la dejo, sin embargo, algunas cosas cambiaron, como un librero que contenía bastantes tomos, algunos reconocibles porque Hermione se los mostrara. O incluso una vieja y desgastaba capa de Hermione en el sofá, su cepillo y varios artículos pertenecientes a su prometida. No pudo evitar sonreír al notar que en el tiempo que el no estuvo, ese lugar se lo cedieron a Hermione.

Antes de ir a dormir paseo un poco por el lugar, aun no se acostumbraba a la soledad de una habitación. No es que no pudiera pasar la noche solo, si no que desde su cuarto curso estaba habituando a ver a su novia y prometida a su lado. Cuando no estaba se sentía extraño e incluso incómodo.

Se preparo para dormir, se recostó y cerró los ojos, hizo una última revisión mágica a todo su entorno. Dio varias vueltas a la cama, buscando estar cómodo, mas no encontraba forma. Un leve chirrido y pasos le hicieron abrir los ojos y sentarse en la cama, se encamino a la puerta y la abrió. Solo para encontrarse en la oscuridad del pasillo, con Hermione en pijama el cabello alborotado y una mirada cansada.

-No puedo dormir- dijo Hermione susurrando. -Y Daphne se mueve mucho-

Harry le tomo de la mano, la introdujo a su habitación, dejando la puerta abierta y recostándose con ella entre sus brazos. Si hubiera un momento donde todo parecido encajar, fue ese, donde estaba con los seres que quería, estaban a punto de celebrar algo feliz y estaba en su hogar.

Despertó por la primera luz de la mañana, se colaba por la ventana golpeando directamente sus ojos, intento no prestarle atención, más el día quería que se levantara y solo pudo abrir un ojo.

-Mas vale que se levanten y busquen una buena excusa- dijo la voz de Sirius a su derecha.

Giro a ver a su padrino, que estaba sentado en el sillón, leyendo el profeta, no se le veía el rostro, pero por su voz se notaba algo enojado y si lo conocía bien seguramente era porque lo despertaron temprano.

- ¿Escusa? No es necesario- dijo Harry mirando a Hermione que estaba removiéndose por sus voces. -Solo no podíamos dormir-

-Claro, eso lo va a aceptar Molly muy bien- murmuro con un leve tono divertido. – Y además… dejaron la puerta abierta-

-Fue apropósito- dijo Hermione restregándose un ojo -Si los señores Weasley o alguien más subía… se daría cuanta que solo dormimos-

-Y yo pensando que en su romántica burbuja se olvidaron, tonto de mi- dijo Sirius.

-Un poco- dijo Ron llegando por la puerta, con los cabellos aplastados de un lado de su cabeza y con el otro parado de puntas, bostezo y sin preguntar nada los saludo con la mano -Dice mamá que bajen a desayunar y dividirá las tareas para que todo quede bien hoy, para mañana-

Se escucho un rugido de la parte de abajo, alguien dando un leve grito de sorpresa para luego que se percibiera algo rompiéndose.

-Y creo que Daira ya despertó- gruño Ron estirándose. – Vamos antes de que alguien termine zoombificado-

Harry se estiro y beso a Hermione, la cual le regreso el acostumbrado beso matutino. -Ya voy-

En la mesa del comedor estaban sentados desayunando el señor Weasley y Bill que tenían que irse a trabajar. La señora Weasley recomponía un viejo florero que Daira rompió e intentaba entablar una conversación con la dragona, que solo inclinaba la cabeza y pedía disculpas por romperlo.

-Tranquila, suele pasar a menudo, no sabes las veces que Ron lo rompió. Además, en parte fue mi culpa, no debí gritar- decía la señora Weasley intentando ser comprensiva, pero algo raro al tratar de ser una dragona.

-Lo lamento, es curiosa y suele no controlar bien su cuerpo en constante crecimiento- dijo Harry moviendo la mano por el florero y en un instante las piezas saltaron y se fundieron en una sola, aunque se notaba un ligero borde donde la unión, demostrando que varias veces fue roto.

Le sirvieron a Daira fuera de la casa su desayuno, por el tamaño con todo cola y alas, era algo difícil no pensar que terminaría todo echo un desorden si se alborotaba. Además, estaba bastante fascinada con la caza de Gnomos de jardín.

-Es curioso tener un dragón en casa, mientras no queme nada, estará bien todo cariño- menciono la señora Weasley y subió arriba para despertar a Daphne, Sofi y Ginny, mientras Fleur se tomaba ya un baño.

-Solo un día más. -dijo Bill cuando Harry se sentó de frente y tomo un par de wafles. Poniendo a Marlow en la mesa y pasándole un cuenco con piojos de madera para el - ¿Crees que mañana estaré casado? Solo un día más-

-No es que lo crea yo, es que lo quieras tu- dijo Harry casi por reflejo. -Lo siento deje medio cuerpo en la cama-

-No bromees con eso, el viejo Stuart Wallas se levantó una mañana y descubrió que una de sus piernas y brazos ya no estaba pegados a su torso- dijo el señor Weasley bastante serio, cosa que hizo a Harry no discutir- El pobre al parecer soñó con hacer una desaparición y sus extremidades viajaron por sí solas a algún lado. Aun no encontramos pistas de donde están. – Giro a Bill con la misma seriedad y le tomo el hombro- Y no te preocupes es normal sentir nervios, ella ha de estar igual, pero quiero dejar claro que una vez que ella sea tu esposa solo serán ustedes dos, deberán siempre considerar al otro y tener que apoyarse. No puedes ya solo pensar en ti Bill, ahora es tu turno de ser el hombre al frente de una familia-

-Lo se… - dijo Bill dejando un wafle a la mitad y sonriendo un poco- Es Fleur la indicada, lo siento en mi magia y lo quiero, solo no puedo creerlo aún-

-Aun cuando ella lleve el anillo en su dedo, lleve tu apellido y se presente como tu esposa… aun no lo creerás. Solo el tiempo te hará creerlo - dijo Harry mordiendo un pedazo- A mi aun me cuesta creer muchas cosas que me han pasado, pero entre ellas… la que mas me cuesta es ver a Mione, saber que está a mi lado y que pase lo que pase siempre estará junto a mi-

-Es por esa suerte Potter- dijo Sirius a su espalda sentándose también y sirviéndose -James tenia el mismo problema, Lily era una mujer maravillosa y el un bromista con aires de grandeza, algo idiota si no es decir mucho, pero ella cambio su vida. Lo hizo mejor. Y trajeron al mundo a mi cachorro…- le acaricio el pelo con fuerza-… el mago mas poderoso de esta era-

-No lo soy, esta Dumbledore, esta Tai-Gō, Mavra…-

-El viejo Tai-Gō está ya retirado, el no suele meterse en asuntos importantes a menos que le llamen la atención y Mavra… ella si que es un hueso duro de doblegar- dijo Bill.

-Bueno tal vez sea cierto, mas no dudo que les darías una buena confrontación si se presentara la ocasión- dijo el señor Weasley consultando el reloj mágico de pulsera que tenía. - Es tarde, tenemos que irnos Bill-

Para cuando las chicas bajaron, incluido Neville y Theo, ya había terminado, Marlow refunfuñaba por no poder comer tocino y Daira estaba lanzando tierra por los aires para encontrar más gnomos.

Poco después del almuerzo comenzaron con las preparaciones e la boda, y todos tuvieron tan ocupados con los preparativos para la boda que no tenían tiempo para pensar. La mayoría que podía ya hacer magia sin activar el detector salían y entraban en la casa haciendo limpieza exhaustiva.

Se descubrió que Daphne y Fleur eran un gran equipo en ello, ya que mientras Daphne utilizaba la magia de Utgar para levantar muebles y moverlos como si fuera papel, Fleur utilizaba todo tipo de hechizos que dejaban todo tan limpio que podía ser obsesivo. Theo tuvo el encanto de ayudar a la señora Weasley en la preparación de comida, ya que con tantos en casa era como para un batallón y no tenía tiempo de más. Mientras Sofí ordenaba cada cosa en la casa, era algo seguro, su entrenamiento medimagico y en Pendragon lo demostró, moviéndose muy rápido y ordenando todo casi a la perfección. Sorprendiendo a todos cuando dejo el armario de especias e ingredientes de la señora Weasley por orden de mayor uso a menor.

Ron y Ginny se dedicaron a la parte exterior, recogiendo cada cosa que estuviera fuera de lugar y llevándola al viejo y destartalado cobertizo. En el cual trabajaba Sirius y Hagrid intentando que pareciera un viejo cobertizo y no un cobertizo a punto de ser una pila de madera amontonada. Neville se ofreció para la gnomización del jardín de flores, ya que parecía bastante acostumbrado por hacerlo en su casa y además de en los invernaderos. Fue impresionante cuando con solo una mano atrapo a seis de ellos y pronto Daira curiosa intentaba lo mismo, lanzando a una decena lejos y creando un surco en la tierra.

Por el otro lado Hermione estaba creando un sendero desde la entrada hasta la parte de atrás de la casa, de puro adoquín echo con piedras de todo el lugar. En cuanto a Harry, el hubiera querido ayudar más, pero por Sofí, Hermione y la señora Weasley paso a mañana siendo el sistema de comunicación de todos, teniendo que ir de un lugar a otro de la casa preguntando cosas que otros necesitaban saber y entregando objetos.

Los gemelos, Percy y Charlie llegaron en la tarde cargando con paquetes y cosas para la decoración del lugar. Y una vez que se pusieron manos a ayudar, Harry salió sobrando. Le dijeron que descansara, recuperara fuerza y solo relajara que ya ayudaría en la decoración.

Termino yendo a ayudar a Sirius, que parecía tener algunos problemas estructurales. Encontró el cobertizo mejor, menos inclinado, mas limpio y con una capa nueva de pintura.

Lo interesante era el sonido proveniente de adentro. El retumbante motor rompía el silencio de su alrededor. Se hizo cada vez más fuerte cuanto más se acercaba. El rugido del acelerador sonó al entrar por la puerta, encontrando a Sirius hincado a un costado de una moto sin la chaqueta, con las manos llenas de grasa y una mirada concentrada. Entre todas las cosas muggles, oxidadas, rotas, basura y cosas inservibles estaba aquello que lucía incluso como un tesoro. La moto no sabia que marca era, nunca le llamo la atención, pero esta era extrañamente familiar. Como si alguna vez la hubiera montado, tal vez en algún sueño de niño.

-Genial- susurro Harry al acercarse más.

-¡MADRE MIA!- salto Sirius saltando con fuerza y llevándose una mano al pecho manchando su camisa. - ¿Harry? Casi me matas-

-No es lo que intentaba, pero ya me conoces. ¿Es tuya? - pregunto Harry fascinado.

-Ahora mismo si- dijo Sirius pasando una mano por el manubrio -Pero hace mucho fue de tu padre-

-¿Mamá dejo que papá tuviera una moto?-pregunto Harry de verdad sorprendido.

-No al principio, de echo … un par de veces quiso matarlo por tenerla. Y sobre todo una vez que casi nos atrapan unos de esos… ¿Aurores? muggles-

-Policías- corrigió Harry

-Si, esos- continuo Sirius limpiándose las manos y mirándolo -Tu padre era bueno con los artefactos, el mapa de merodeador, esta motocicleta y muchos de sus cosas las encanto a su propia manera… era sorprendente-

- ¿Qué magia le coloco? - pregunto Harry tentado a tocarla.

-Puede volar… entre otras cosas-dijo Sirius rascándose el mentón- Arthur y yo pensamos en algunos aditamentos adicionales de defensa. No le digas Molly, ayer casi nos mata al descubrir que trabajábamos en ella, quiere que la dejemos oxidarse o tirarla, un sacrilegio la verdad-

-¿Pero… como se ha mantenido tan bien?- pregunto Harry animándose a tocar el asiento.

-Cuando estuve en Azkaban se la preste a Hagrid, el la cuido por un tiempo y luego se la dio Ted Tonks, por su aspecto muggles, y este se la dio a Arthur que le encantaba las cosas muggles. – alzo los hombros -Parece que le dio un buen cuidado, no ha perdido nada de magia y aun funciona bien, solo queremos hacerla más fuerte-

-Un escudo le serviría, o una forma de aumentar su velocidad de golpe… sin lugar a dudas también algo para evitar que tus choques con ella en dado caso de algún accidente- dijo Harry hincándose y mirando por la parte del motor, donde noto algo raro. Unas runas diminutas, que parecían formar algo parecido unos rasguños sin sentidos, y al colocar su dedo en ellas la magia fluyo haciendo que la moto rugiera. - ¿Cómo alimentan el motor? -

-Magia ¿Por qué? – dijo como si nada -Todo funciona así ¿no? -

Harry observo un momento más, dándose cuenta que algo extraño de verdad pasaba con la moto y que se alimentaba con magia, si no que producía algo más. -¿Mi padre escribió de esto?-

-Ni idea… no hablamos mucho de ello. Solo nos divertíamos, como aquella vez que huimos de los Mortifagos encima de ella- dijo Sirius despreocupado.

Ambos se sobresaltaron al abrirse la puerta con un sonora palmada, y Hagrid entro junto con Ron y Ginny cargando una enorme pila de basura.

- ¿Aun hay espacio para esta chatarra? -

Al final solo cubrieron la moto con un enorme pedazo de lona y salieron a ver en que mas ayudar.

La cocina estaba repleta de gente esa tarde, así que era difícil manejar los cuchillos y tenedores. Harry se encontraba al lado de Hermione y de Fleur que platican con él de por medio. Intentaba cortar a duras penas el pollo que tenía delante mientras intentaba no voltear el cuello de un lado a otro como péndulo, claro que las conversaciones eran variadas que de poco se enteraba.

-¿Ojoloco vendrá?-preguntó Harry al señor Weasley que repasaba las confirmaciones de quienes irían a la boda.

-No envió confirmación, pero de el podemos esperar a que venga un rato y antes de que alguien le pregunte algo del pasado se marche- respondió

No habían pensado en Moody tomado y bailando o en cualquier modo de fiesta, pero en ese momento recordó a Barty jr haciéndose pasar por Moody y bailando con la profesora Vector, y de paso se preguntó ¿Qué diría el original de ello?

-Él no está muy activo últimamente- dijo Bill- Pero no significa nada. Ha estado muy callado desde tu regreso, parece que ha decidido llevar esto con tranquilidad-

-Está bien, para su edad es algo bueno ¿Dumbledore vendrá? -se preguntó Harry en voz alta, ya que la ultima vez que lo vio solo fue en la torre flotante.

- ¡VENDRA! - grito como si fuera algo que hacía mucho quería decir, se aclaro la garganta y sin ocultar su entusiasmo continuo - ¡Fue la primera lechuza que recibimos! ¡Escribió que no se lo perdería por nada! -

Hubo una pausa en la cual la señora Weasley, por arte de magia, llevó los platos vacíos al fregadero y sirvió tarta de manzana.

-Tenemos que decidig como vas a ig difagzado, Haggy- dijo Fleur mientras todo el mundo tomaba el postre- Paga la boda. No vamos a invitag a un mogtifago, pego después de todo el que apagescas con tu estatus de mugto, es algo que no togos conocen-

Después de esto Harry se dio cuenta de que era cierto, no podía ser el mismo en la boda y por toda respuesta la tarta de manzana termino por la mesa mientras tenía la boca abierta. - ¿¡QUE!?-

-Te dije que no se lo tomaría tan bien- dijo Ron codeando a Theo el cual le paso un galeón.

Miro como incluso Daphne extendía la mano a Fleur la que también le dio un galeón, intento no concentrarse en eso si no en lo dicho por Fleur.

-Harry no puedes solo aparecer ante el público, ¿Qué les dirías? - comenzó Hermione tomando su mano con suavidad.

-He no he muerto, estoy vivito y coleando-

-Claro, y ellos tan conformes con la respuesta…-

-Que fue una noticia falsa y le seguí la corriente-

-Eso no funcionara…-

-Es una táctica de Dumbledore en conjunto con el ministerio, guarden el secreto. -

- Eso solo exaltaría las cosas…-

- ¿Y si solo ocupo al mascara? -

- ¿Qué hace el Auror Asesor Externo asistiendo a una boda de los Weasley y Delacour? -

-Me contrataron por seguridad privada-

-Ahhhh entonces no estas centrado en eliminar a Voldemort-

Todos volteaban a ver a Harry y Hermione, mientras algunos saltaron ante el nombre y parecieron horrorizados. Mas el tema principal continuo, Harry dando ideas y rebatidas por su prometida.

-Entonces ¿Veré toda la boda desde la ventana de mi habitación? -ya pregunto con la cara contra la mesa e inflando la mejilla.

-El rey del drama- murmuro Sofí con una sonrisa grande.

-No es necesagio, lo hemos pensago mucho- dijo Fleur pegándose a Bill el cual asintió -Serás uno de mis pigmos, no podgra venig pog su ocupada agenda-

Le observo un momento y suspiro - Si no hay de otra- no le convencía la idea para nada. Y algo estaba seguro, no podía esperar a que todo regresara a la normalidad.

{Tranquilo, sabes… también me gustan franceses} dijo en su mente con una leve risa.

{Eso no me ayuda nada, nada de nada} dijo Harry apretando su mano {No quiero hacerlo}

{Vamos solo será un día} dijo Hermione, al notar que no decía nada le beso y murmuro con voz suave {Si todo va bien… al final te recompensare}

Se levanto y acepto de golpe, aunque luego tuvo que decir que solo estaba jugando y ya sabía que tendría que hacerse pasar por otra persona. No parecieron creerle, más por la risa de Hermione que otra cosa.

-Ron, ¿has limpiado tu habitación? -le preguntó la señora Weasley

- ¿Por qué ahí solo duermo yo? -replicó Ron cerrando con fuerza su cuchara y dirigiéndose a su madre- y Bill no se quejó-

-No esta tan tirado, aunque recoger tus calcetines mejoraría el olor- bromeo Bill haciendo que Daphne mirara a su novio y alzara las cejas.

-¡Gracias hermano, muy lindo, de verdad lindo!- dijo Ron algo rojo.

-Estamos celebrando la boda de tu hermano aquí, jovencito-

-¡Y no se van a casar en mi habitación!- gruño Ron algo molesto.

-No le hables así a tu madre-le dijo el sr Weasley -Y haz lo que se te dice-

Ron asintió suspirando, después comió los últimos trozos de su tarta con cara de no haber escuchado nada de lo que le decían.

-El señor y la señora Delacour estarán aquí pronto, gracias Hermione por ayudarme a adecuar la habitación y esperemos sea de su agrado. - dijo la señora Weasley con algo de cansancio. - Y Gracias a todos por su ayuda-

-Fue un placer- dijeron en general.

Se escucho un "Pop" y una caja cuadrada grande, cubierta de blanco y moños termino apareciendo por el fuego de la chimenea de la cocina. Todos se movieron de inmediato, pues múltiples regalos comenzaron a llegar y todos con diferentes formas mágicas, algunos solo aparecieron de la nada, otros llegaron en lechuza. Incluso Hedwig llego con un regalo del tamaño de una blugger que venía de parte de McGonagall.

Los regalos fueron arreglados por las chicas, ya que a parecer de la señora Weasley tendrían más tacto. Aunque vio a Ginny agitar con fuerza la caja que ponía frágil en francés, aunque era más que ovio. La enorme pila de regalos de boda que los esperones fueron apilados en la habitación de la señora Weasley.

Los Delacours mandaron un mensaje que aparecerían un poco después haciendo que todos estuvieran casi como locos trabajando sin parar o intentando arreglarse un poco sin dejar de continuar llevando regalos y ordenar las cosas de la comida. La señora Weasley no paraba de intentar aplastarle el pelo para "mejorar su apariencia" al mismo tiempo que limpiaba la mejilla manchada de hollín de Ron y reprendiendo a ambos por no estar presentables ante los Delacour.

Una vez que los regalos dejaron de aparecieron salieron al jardín para no estar en un ambiente tan caldeado. Harry nunca había visto el lugar tan arreglado, dos nuevos arbustos crecieron en minutos a lado del camino de adoquín creado por Hermione; que, aunque no había brisa, sus hojas ondeaban perezosamente, causando un atractivo efecto relajante. Donde antes había pasto alto y muy desarreglado, ahora era un patio de césped verde y bien recordado además de los distintos arboles cercando todo el lugar y que ondeaban al compás de la brisa.

Harry había perdido la cuenta de cuantos hechizos de seguridad habían sido conjurados para proteger la casa, todo lo que sabía era que el señor Weasley había tenido que ir a buscar a los Delacours a lo alto de una colina, donde habían aparecido con un traslador. El primer sonido que escucho de ellos fue una risa excepcionalmente aguda, que resultó ser la del señor Weasley, que apareció en la puerta segundos más tarde, cargado con equipaje y dirigiendo a una mujer con una hermosa melena rubia, que debería ser la madre de Fleur.

- ¡Mamá! -lloró Fleur, apresurándose a abrazarla. - ¡Papa! -

El señor Delacour no era tan atractivo como su esposa; él era un cabeza más bajo que su mujer, con una pequeña barba negra. Sin embargo, pareció amable, y se acercó a la señora Weasley para saludarla.

-No se tenía que habeg tomado tantas molestias- dijo con voz profunda. -Fleur nos dijo que usted estuvo tgabajando muy dugo y sin descanso-

- ¡Ah, no ha sido nada, nada! - respondió la señora Weasley. -Ningún problema-

- ¡Estimada dama! - dijo el señor Delacour, tendiendo la mano a la señora Weasley. - ¡Estamos muy orgullosos de la unión venidera entre nuestras familias! Permita presentarle a mi esposa, Apolline- La señora Delacour avanzó y besó de forma sonora la mejilla de la señora Weasley.

-Enchantée- dijo -Su hijo es tan encantadog como Fleur nos contó-

El señor Weasley soltó una risa maníaca; y la señora Weasley le lanzó una mirada asesina, y él calló al instante.

-Y por supuesto, aquí está mi hija pequeña, ¡Gabrielle! - dijo el señor Delacour.

Gabrielle era la réplica en miniatura de Fleur, de once años de edad, con pelo largo hasta la cintura, rubio platinado. Ella lanzó a la señora Weasley una deslumbrante sonrisa y la abrazó, entonces lanzó a una mirada resplandeciente a su dirección, el cual miro hacia atrás para ver que observaba, pero solo encontró un viejo árbol recién podado.

- ¡C'EST FANTASTIQUE! - grito el señor Delacour mirando a Daira salir detrás de unos arbustos, llena de ramitas y hojas. - ¡c'est magnifique!-

- C'est le dragon de compagnie dont Fleur nous a parlé- dijo madame Delacour acercándose si miedo.

A Harry le molesto un poco que a Daira le llamaran "mascota" pero no haría un alboroto por ello, con el tiempo aclararía que era familia.

- ¿Quiénes son? - pregunto Daira quedándose quieta en cuanto le comenzaron a acariciar la cabeza y plumas- ¡PA ellos … no los conozco! -

-No te harán daño, no se los permitiría, solo tienen curiosidad- Hablo Harry para que no los mordiera o atacara por el miedo que provocaba en ella.

Pero al hablar en draconia provoco que ellos voltearan y le vieran directo. Madame Delacour avanzo de regreso y arrebatándolo de la mano de Hermione le abrazo y planto dos besos sonoros en cada mejilla, mientras le miraba con ojos resplandecientes.

-Ha le decía a mi esposo que esas falsas noticias egan solo cosa de Dumbledoge- dijo con seguridad- El chico que salvo a Garbielle y a mi Fleur no podía caeg tan fácil-

-Pog supuesto- corrobo el señor Delacour también abrazando a Harry y plantando también dos besos que le hicieron quedarse quieto por un momento, sin poder procesar la información por completo. -Un muchacho de vegadad sogpredente-

-Es un placer- dijo Harry sin saber que decir, era cierto que no era la primera vez que los veía, en la tercera prueba del torneo los vio, mas eso fue mucho tiempo atrás.

-Pero bien, bien ¡Entremos! - dijo la señora Weasley. Al final consiguió acomodar a los Delacours, después de muchos -Después de usted- y -No, por favor-

Los Delacours resultaron huéspedes útiles y agradables, comenzaron con los preparativos para la boda, el señor Delacour repartió los asientos y la señora Delacour limpió el horno. Gabrielle estuvo con su hermana Fleur intentando ayudar, mientras farfullaba en francés bastante rápido.

-Es hora de decorar el patio- comenzó la señora Weasley luciendo bastante cansada y aun manteniendo una platica fluida con madame Delacour.

-Yo me encargo- dijo Harry cansado de que lo trataran como de cristal.

Antes de que Sofí, o cualquiera se quejara, se apresuro al patio y visualizo el espacio, escuchando como le decía que le ayudarían. Mas el solo acaricio la espalda de Daira y alzo ambas manos encuadrando el lugar, para tener una buena imagen mental.

Con la ayuda de un hechizo corto un poco de cada dedo, provocando que de cada uno saliera una gota de sangre, la sangre tomo forma de circulo mágico y comenzó a cambia a un elemento, en los dedos meñique se lleno de fuego, los anulares de tierra, los índices de agua, y los pulgares de aire.

-¿Qué harás?- pregunto Neville curioso a su lado.

-Seguro algo super llamativo- dijo Theo con un mandil de cocina manchado de diversas sustancias. -le gusta hacerla de emoción-

-Escucho un poco de celos- rio Harry para luego concentrarse.

-No te sobre esfuerces, aun necesitas recuperar mucha magia- murmuro Hermione a su espalda.

Su voz le hizo concentrase en sus dedos medios, donde una luz blanca comenzó a surgir de uno y del otro empezó a atraer las sombras de alrededor, creando dos esferas de blanco y negro. Dejando sus diez dedos con los elementos que manejaba.

A su espalda hubo varios gritos ahogados y un par de -Es... imposible- y - ¿Eso es… magia oscura? -

Por un momento, en que su mente se distrajo, aquellos elementos se descontrolaron comenzando a dañar sus dedos. Recupero la concentración y comenzó a juntar sus manos, y entre más cerca estaban una de otra los elementos comenzaron a bajar a sus palmas y girar entre sí, persiguiéndose con rapidez. Y de golpe encerró entre sus manos todos los elementos, paso un minuto y medio hasta que un nuevo circulo magia surgió en sus manos y entre sus dedos surgió una luz blanca.

Bajo las manos al suelo y comenzó a imaginar a la perfección lo que quería, del patio lleno de pastos comenzaron a surgir ramas y árboles. Que se comenzaron a enroscar y combinar formando una mesa, sillas y un arco que entre cada mesa. Una serie de bancos frente a un arco de ramas retorcidas, mesas redondas con por lo menos 7 asientos cada una, una grande para los novios y los señores Weasley's y Delacour's cubierto por un medio arco.

Todo era pura madera tan tosca y sin cuidado como si hubiese formado la naturaleza.

- Interesante - murmuro Sirius a su espalda- ¿Es lo mejor que puedes hacer? -

Varias risas socarronas, mientras que Harry se hacia una imagen mental clara y precisa de lo que quería.

En cuestión de minutos la madera se aliso y lucio como un espejo, comenzó a tomar una forma mas estilizada con diseños de flores, corazones, sombreros de punta, calderos y varitas que lanzaban diminutos anillos enlazados. En poco tiempo eran muebles completamente funcionales. Mas Harry no paro continuo de frente, provocando que de los arcos crecieran diminutas flores blancas que llenaron el lugar; en los asientos creció pasto color crema que cubrió por completo y dejándolos como esponjosas nubes; del centro de las mesas broto un enorme tallo que se retorció y enlazo en dos perfectos anillos enlazados; Al final los arcos crecieron lianas doradas y platas que tenia rosas blancas.

Giro y repitiendo la acción creo que los arbustos ondeantes de Hermione crecieran flores hermosas, de todos tipos de colores y formas, mientras que una pila de piedra se levantaba y comenzaba a crear una fuente con forma de caldero y varita de la que no tardo en brotar agua.

Por último, pequeños y diminutos fuegos de colores claros y vivos comenzaron a surgir a todo alrededor iluminando el exterior. Y aunque eran la luz del atardecer bañaba el exterior, se notaban a la perfección.

-¡HAGGY ES HEGMOSO!- Grito Fleur dando pasos al lugar y girando viendo como quedo todo.

-¡Tu as créé un endroit incroyable, quelle magie puissante!- murmuro la señora y señor Delacour.

Casi todos admiraban el lugar con la boca medio abierta, y girando, sin poder creer lo que pasaba delante de sus ojos.

-¡BASTA HARRY!- Grito Hermione a su costado, provocando que todos saltaran del susto.

Las manos temblorosas de Harry, su cuerpo se sentía caliente y la cicatriz le ardía. Por un momento fue solo un leve mareo, pero la voz de Hermione le hizo soltar la magia, sentir como le golpeaba la debilidad y todo se volvió borroso, apenas y tuvo fuerza para intentar erguirse, pero sus piernas no quisieron cooperar y termino cayendo de sentón jadeando.

-¡Lo sabía!- dijo Hermione y Sofí al mismo tiempo, acercándose de golpe.

-¡PÁ!-Rugio Daira pasando entre los señores Weasley a mucha velocidad y empujando a Hagrid que también estaba caminando para verlo.

Hermione le tomo el rostro y comenzó a limpiar con su manga su sudor, mientras le daba una mirada de reproche. Por el otro lado Sofi saco la varita y le hacia una inspección, con Daira mirando a todos lados gruñendo y sacando dos columnas de humo de la nariz, dispuesta a quemar todo de ser necesario.

-Tranquilas, me pasa con esta magia… aun no la controlo- dijo Harry acariciando al mismo tiempo a Daira y la mano de Hermione. - Todo estaba bien-

-¿Pero que fue esa magia? nunca antes la había visto- dijo el señor Weasley boquiabierto aun.

-Y ¿Esa oscuridad? Es… magia oscura- dijo La señora Weasley mirando a todos lados, como si fuera a salir Mortifagos de cualquier lugar. – Harry no debes... esa magia es prohibida-

-Dale un momento mamá- dijo Ron extendiendo una mano a Harry que la acepto gustoso para levantarse y en un tirón fuerte estaba de pie.

Estiro sus manos y las sombras que ya proyectaba el atardecer comenzaron a subir como leve humo negro que se arremolinaba en una esfera. Haciendo saltar a varios, entre ellos a la señora Weasley y Gabrielle.

-La magia en si no es oscura o negra… solo se torna malvada si no se le da el uso debido- dijo Harry haciendo que las sombras tocaran parte de un fuego que flotaba, la cual no sufrió daño y la sombre se difumino – al igual que la luz, puede hacer daño… mucha luz y puedes terminar ciego, mucha oscuridad y perderás la luz del camino- la luz de las pequeñas volutas de fuego se arremolino en su mano apagando algunas y dejando una esfera blanca en la palma restante. Las comenzó a juntar y entre ellas se atenuaban, la bola negra y blanca se volvieron casi transparentes, y en cuando Harry las coloco en medio estas desaparecieron sin dejar rastro, como si nunca hubiera existido. Sin daño alguno y en un silencioso momento. -Una no puede coexistir sin la otra, de la luz nace la oscuridad y de la oscuridad nace la luz, juntas forman un todo. -

-La quinta esencia- murmuro Hermione, Percy, los gemelos y Neville.

- ¿Quelle? -Pregunto Gabrielle mirando a sus padres y a Harry sin parar.

-Ingeible descubimiento- dijo el señor Delacour con los ojos brillos y una enorme sonrisa -Lo que se ha buscado pog milenios… lo has descubierto-

-Mas bien me golpeo la cara- dijo Harry recordando la rabia el odio, el sentimiento de valentía, de paz y felicidad que surgió en su pecho cuando peleaba contra Diddy.

Miro sus manos un momento, recordando el que su cuerpo lo hiciera instintivamente, pero en todo ese tiempo intento comprender que paso y como lo hizo. Solo, encerrado en la forja, manteniendo siempre su magia fluyendo con fuerza, entre arder y contener el fuego entendió lo que Revé mucho tiempo atrás le había intentado explicar. Los negativos naturales, no eran cosas que se destruyeran unos a otros, eran cosas que al juntarse se volvían uno.

El aire nocturno corrió por todos lados, haciendo que se diera cuenta de la pequeña epifanía que le ocurrió, observo como lo miraban, casi como si hubieran visto hacer y decir algo que solo un loco diría. Mas este solo se estiro, abrazo a Hermione por la espalda y sonrió normal.

-Bill, Fleur espero les guste el pequeño regalo. Perdona por no poderlo envolver- dijo Harry tan normal como siempre, aligerando las cosas.

-¡Ggacias!- dijo Fleur abrazándolo con mucha fuerza, haciendo que por primera vez notara cuanto creció, la ultima vez que se comparo con Fleur ella le sobrepasaba por una cabeza, ahora las cosas eral al revés.

El resto de la tarde pasando terminando de decorar, aunque ya era bonito, Hermione hizo que grandes carteles de púrpura y oro irrumpieran del extremo de su varita y se colgasen a sí mismos artísticamente sobre los árboles y arbustos, en ellos se veía el nombre "Bill y Fleur Weasley".

-Precioso -dijo Harry colocando varias copas de cristal sobre la mesa, cuando con una floritura final de la varita, Hermione cambió las hojas del manzano a dorado- tal vez debí preguntarte primero-

-¡De que hablas! Esto… -dijo Hermione, pareciendo a la vez complacida y un poco confusa, al tiempo que señalaba a su alrededor -… es un sueño hecho realidad-

(Nota caos: /a que no me esperaban/ Claro Hermione este es mi sueño, literal de tanto pensar en la historia me apareció en sueños)

Aprovecho que todos estaban ocupados y que Ron entablo conversación con Monsieur Delacour, para abrazarla con fuerza y besarle. Para murmurarle al oído. -Después de todo, haremos que la nuestra y será tal cual en tus sueños-

Miro sus ojos ámbar observarlo por un largo rato, acariciando su mejilla y buscando su mano para enlazar sus dedos. Le sonrió con ternura y murmuro -Mi sueño es un futuro a tu lado-

-Huy… nos ponemos románticos frente a todos- rio Harry acariciando su cadera. – Sabes que una vez que comienzo no me para ni un Erumpent-

-Eres un sonso- dijo Hermione negando mientras se separaba y le miraba -Tenemos que descansar, mañana será largo.

En desventaja, la Madriguera no fue construida para acomodar tantas personas. Charlie, Percy y Bill durmieron en el sofá junto a Daira, habiendo pasado por alto las quejas que el señor y la señora Delacour hacían sobre esa situación, diciéndoles que ya dormirían ellos en el sofá si era necesario. Cosa que le intrigo mas a Harry por su insistencia de querer estar junto a Daira, quien se quedaba cual gárgola en cuanto ellos se acercaban. Al contrario, Marlow se la pasaba en grande jugando con Gabrielle que, sin lugar a dudas, estaba queriendo adoptar un Bowtruckle.

Erroll, y Hedwig pasaron la noche observando desde lo alto, oscos con tanto revoloteo en la madriguera. Del otro lado Pigwidgeon incitaba a quererlo sacar, revoloteaba de un lado a otro intentando llamar la atención.

Esa noche Gabrielle dormía con Fleur en la habitación de Percy que compartía con Charlie y Ginny paso a compartir habitación con Daphne. La señora Weasley estuvo tan ocupada acomodando y atendiendo a los invitados que olvido a Hermione, que no dijo ni una sola paraba, ya que esa noche al final ella también termino en sus brazos de Harry durmiendo.

A las tres de la tarde del día siguiente,

Harry, Ron, Fred y George estaban en el exterior de una gran carpa en el camino a la madriguera, esperando a los invitados a la boda. Harry había tomado una larga dosis de Poción Multijugos y ahora era el doble de un chico pelirrubio de aspecto francés, Arnold Benoit Delacour, primo de Fleur. El plan era que pasara con bajo perfil, siendo un familiar más Delacour, además de que el que recordara gran parte del francés ayudara.

Los cuatro sujetaban un plan de distribución de asientos, para poder ayudar a la gente a encontrar los sitios correctos. Un grupo de camareros vestidos de blanco había llegado hacía una hora, junto con una banda con chaquetas doradas. Había pensado en ofrecer la ayuda de los elfos, luego pensó que realmente se esforzaban manteniendo Pendragon y Camelot, por lo tanto, no les pondría una carga más. Así que ayudaría en el pago de los camareros, que en ese momento todos estaban sentados a corta distancia bajo un árbol; Harry podía ver un rastro azulado de humo de pipa saliendo del lugar.

Detrás de Harry, la entrada a la carpa presentaba filas y filas de frágiles sillas doradas y dispuestas a ambos lados de una larga alfombra púrpura que terminaban en un arco, donde Fred y George habían colocado un enorme montón de globos dorados sobre el punto exacto donde Bill y Fleur serían próximamente marido y mujer. Fuera, mariposas y abejas planeaban perezosas sobre la hierba y curioseaban las flores creadas la noche anterior.

Harry estaba bastante incómodo. El primo Arny, por quien se estaba haciendo pasar, era sumamente delgado, y sentía su túnica de gala calurosa y holgada, bajo el calor intenso del día veraniego le hacía sentirse como un globo desinflándose que se movía con flaccidez: al contrario que Marlow que tenia mas espacio para dormir y esconderse entre los pliegues de su ropa, a pesar de llevar un pequeña corbata negra amarrado con dificultada en su cuello.

-Cuando me case -dijo Fred, tirando del cuello de su propia túnica -no me preocuparé por todas estas tonterías. Todos podréis llevar lo que queráis, y le haré a mamá una 'inmovilización total' hasta que todo termine. -

-Considerándolo todo el trabajo, no está mal lo que hizo el viejo tío Gustaf-dijo George, al ver la cara de Harry quien no quería hablar, continuo- Se fugo con su novia vampira a Transilvania, luego a Miami… perdimos el rastro cuando decidieron hacer un viaje al condado de Maine-

-Tal vez termino como un flotador desinflado- dijo Fred alzando los hombros mirando el camino de entrada-…Oh, vaya, prepárense… aquí vienen. -

Figuras de colores brillantes iban apareciendo, una por una, por todas partes en el extremo más alejado del jardín. En pocos minutos se formó una procesión, que empezó a serpentear por el camino hacia la carpa.

Flores exóticas y pájaros encantados se agitaban en los sombreros de las brujas, mientras gemas preciosas brillaban en las corbatas de muchos magos; el zumbido del excitado parloteo se volvió cada vez más fuerte, ahogando el sonido de cualquier cosa, mientras la multitud se aproximaba.

-Excelente, creo que veo a algunas primas veela-dijo George, estirando el cuello para ver mejor -¿Son primas tuyas Arny? Necesitarán ayuda para entender nuestras costumbres, yo me ocuparé de ellas…-

-No tan rápido velocista -dijo Fred, y adelantando con rapidez al grupo de brujas de mediana edad que lideraba la procesión, dijo - Aquí… permettez-moi que assister vous - a un par de guapas francesas, que rieron tontamente y le permitieron que las escoltase al interior.

George se quedó para encargarse de las brujas de mediana edad y Ron se ocupó de Perkins, viejo compañero del Ministerio del señor Weasley, mientras que una pareja bastante sorda acabó en el grupo de Harry. Aun si les hubiera hablado en frances o troll no hubieran escuchado nada.

-¿Cómo va todo? -dijo una voz familiar cuando salió nuevamente de la carpa y se encontró a Tonks y Lupin al frente de la cola. Ella se había puesto rubia para la ocasión -Arthur nos dijo que eras el delgaducho…- soltó una leve risita y agito su melena -… vamos a juego- añadió en un susurro mientras Harry los guiaba por el pasillo interior. - ¿Ni un hola nos dirás? -

Harry suspiro y hablo con una voz chillona y que le parecía como si el chico tuviera metido un mimbulus mimbletonia en la garganta. - Lo siento, esto… no me gusta nada-

La pareja con cabello rojo que pasaba a su lado lo miro mal. Lupin lo miro soltando una risa baja, intentando aguantarla mientras que daba una sonrisa torcida por la concentración que mantenía.

-Solo será un tiempo ¿Arny?- tocio Lupin para ocultar la risa que pugnaba por salir.

-Luego me las pagaras- gruño Harry provocando una segunda risa, con Tonks que le lanzaba una mirada que daba a entender que eso estafa fuera de lugar.

No tuvo tiempo de nada, Hagrid estaba causando bastantes líos. Había malinterpretado las instrucciones de Fred, y se había sentado, no en el asiento mágico y reforzado para él, colocado para él en la fila de atrás, sino en cinco sitios que ahora parecían una gran pila dorada de palillos. Al otro lado Daira estaba causando alboroto también, parecía decoración de jardín gelatinosa, pues temblaba mientras todos paraban a verla y asombrarse e incluso intentarla tocar o algunos acariciándola.

Era raro verla con un enorme moño morado saliendo detrás de su cabeza, son pequeños moñitos en las alas y la cola e incluso con un par de adornos de encaje en las patas que se rasgaban con sus garras. Mas no pudo objetar al que la adornaran al estar ocupado vistiéndose de Arny; una vez mas Marlow se la pasaba bomba riéndose de su hermana, aunque apenas era escuchado por Harry quien lo llevaba en el bolsillo medio oculto.

Mientras el señor Weasley reparaba los daños y Hagrid gritaba pidiendo disculpas a cualquiera que escuchase, Harry se apresuró a Daira para darle una buena porción de carne e indicarle que se recostara y relajara para que no atacara a nadie. Una vez en la entrada, donde encontró a Ron cara a cara con un mago con aspecto de lo más excéntrico que conocían. Con los ojos ligeramente neon y cabello blanco por los hombros de textura de algodón dulce, llevaba una capa cuya borla colgaba frente a su nariz y una túnica de un color amarillo yema que hacía llorar los ojos. Un símbolo raro, algo como un ojo triangular, brillaba en una cadena alrededor de su cuello.

-Xenophilius Lovegood -dijo, extendiendo la mano hacia Harry con una voz depresiva, algo que era muy normal con lo que pasaba en ese momento – Temía no poder venir, pero los Weasley han sido tan buenos conmigo y… con mi Luna…no podría hacerles un desaire – añadió con la voz casi ahogada.

-Yo lo atiendo chicos- dijo Neville pasando a su lado, el cual tenia un viejo traje de gala, pero parecía importarle poco -Venga señor por aquí-

Lo llevo con el mientras platicaba con el padre de su novia, Ron y Harry los observaron, dándose cuenta que por lo ocupados que estaban, no pensaron en ello. Se hubieran puesto a platicar sobre ello y a planear el rescate de Luna, pero no había chance ni de abrir la boca, Ron se llevó a un grupo de magos al interior de la carpa justo cuando aparecía una bruja anciana agarrándole el brazo y golpeando su estómago.

Su primer instinto fue hablar y preguntar ¿Qué pasaba?, al ver la puntiaguda nariz, ojos bordeados de rojo y sombrero rosa de plumas pensó en que un flamenco malhumorado le pidió de comer o algo, pero no.

-… y tu pelo es demasiado largo, ¿Por qué lo tiñes de rubio Butch? por un momento pensé que eras Golbert. Por las barbas de Merlin, ¿qué lleva puesto Xenophilius Lovegood? Parece una tortilla. ¿Y quién eres tú? -ladró hacia Harry sin parar.

No tenia ni idea de quien era Butch, Golbert o por que al final le pregunto Quién era si ya le había nombrado Butch.

-Oh, sí, tía Muriel, este es el primo Arny, de parte de los…- dijo Ron corriendo y agitado.

- ¡Otro Weasley! Nos reproducimos como gnomos. ¿No está Harry Potter aquí? Esperaba conocerlo. Creía que era amigo tuyo, Ronald, ¿o simplemente estabas alardeando? -

-No… no podía venir…-dijo Ron mirando a Hary y pidiendo disculpa- ¿Recuerdas que fue derrotado? El… seguramente esta muy molesto en este momento-

- ¿Eres idiota Ronald? ¿Cuántas bludger te han dado en la cabeza? - dijo tía Muriel, mientras negaba con las cabezas- Usa casco muchacho, usa casco-

Ron gruño y Harry soltó 'ja' bastante fuerte, gradeciendo a tía Muriel ese desquite.

-Acabo de instruir a la novia en cómo llevar mi tiara - le gritó a Harry de repente -La fabricaron los gnomos, sabes, y lleva en mi familia varios siglos. Es una chica guapa, pero aun así… francesa. Bien, bien, encuéntrame un buen sitio, Ronald. Tengo ciento siete años y no debo estar demasiado tiempo de pie. -

Ron le lanzó a Harry una mirada significativa al pasar y no reapareció durante bastante rato. Cuando se volvieron a encontrar en la entrada, Harry había llevado a una docena de personas más a sus asientos. La carpa ahora estaba casi llena, y por primera vez no había cola fuera.

- Tía Muriel es una pesadilla -dijo Ron, limpiándose la frente con la manga - Solía venir cada año por Navidad, entonces, gracias a Dios, se molestó porque Fred y George tiraron una bomba fétida bajo su silla durante la cena. Papá siempre dice que ella los quitará de su testamento… como si les importase, van a acabar más ricos que cualquiera en la familia, a la velocidad que van… Arny… Arny ¿Me escuchas? -

Harry aun no lo graba reaccionar al nombre 'Arny', pero en ese momento estaba fascinando, intentando no parpadear ni un momento grabando esa imagen, y uniéndola al recopilatorio de veces que lo había maravillado. Caminaba hacia ellos, llevaba una túnica suelta color lila, sandalias de tacón alto a juego; y su pelo estaba liso y brillante.

- ¿Qué pasa? - Dijo Ron sin emoción alguna.

- Estas divina y preciosa- dijo Harry, con aquella patosa voz que los sacos de su ensoñación.

Por un momento la cara de Hermione hizo un gesto de desagrado, cosa que lo desconcertó. Intento acercarse y tomar su brazo para preguntarle que pasaba, pero ella solo le dio una sonrisa débil y se alejó un poco.

{¿Qué pasa Mione?} pregunto Harry en su mente, agradecía que por lo menos por su conexión sonara su mente.

{Es extraño que me hables así y… como me miras … es raro} murmuro Hermione sin verlo si quiera, miro a Ron y suspirando continuo -Daphne esta por venir. Dile algo bonito ¿Quieres? -

- No molestes Hermione, ya me conoce y si le diré algo bonito – gruño Ron.

-Huy… eso me interesa bastante, vamos a ver que me dice mi novio- se escucho a su espalda y ambos voltearon por reflejo.

Daphne los observaba desde atrás, con un vestido rojo (del tono de cabello de Ron), con zapatillas y con el cabello con una cola de caballo y varias flores en su cabello.

-WOW- dejo salir Ron con una sonrisa enorme y le tomo de las manos para darle un beso, que ella acepto -Se que eres hermosa, pero a veces me sorprendo de cuanto-

-Bien jugado, veamos cual es tu siguiente estrategia- dijo Daphne entre risas.

En ese momento llego una serie de tías de Fleur, que Daphne feliz se dispuso a mostrarles sus asientos, comenzando a caminar hacia adentro, mientras que Ron le seguía embobado.

Harry y Hermione se quedaron a solas, o mejor dicho Arny, Marlow y Hermione estaban parados, esperando más invitados.

-La tátara tía abuela Muriel no cree que estoy bien, acabo de verla en el piso de arriba mientras le daba a Fleur la tiara. Dijo, 'Oh cariño, ¿esta es la hija de muggles novia de Potter?' y siguió 'mala postura y codos delgaduchos'- intento Hermione conversar mientras que hacia un esfuerzo monumental por no mirarlo y tratarlo normal, cosa que llamo la atención de Marlow que paseaba la mirada de uno a otro - por lo menos menciono 'Es bastante fuerte de su magia, será buena esposa de Potter'-

Harry abrió la boca, intentando decir algo, pero su mente estaba en blanco y su boca solo se cerró al no tener más que decir.

-Lo lamento- dijo Hermione poniéndose de lado y acariciando su brazo -… que es sumamente desconcertante que otros ojos me vean como lo haces, no se… yo simplemente no me gusta cuando no eres tú-

Asintió y se rasco la nuca, la comprendía, cosa que no evitara que le doliera el pecho por el desplante e incluso que dudara en comunicarse con ella en su mente.

{Entiendo} fue lo que dijo después de un tiempo pensando. Sus ganas de hablar disminuyeron casi por completo, solo cuando sintió un dedo tocando los suyo se animo a dejar de ver el suelo y sentir como Hermione toma su mano sin verle el rostro.

{Es solo por hoy}

Harry apretó un poco su mano y le dijo {Si}

-¿Hablan de Muriel? -inquirió George, reapareciendo de la carpa con Fred- Sí, justo me acaba de decir que no soy divertido. Vieja murciélago. Aunque desearía que el viejo tío Billius estuviera todavía con nosotros; era una risa segura en las bodas. -

- ¿No fue el que vio un Grimm y murió veinticuatro horas después? -preguntó Hermione.

-Se volvió un poco raro al final -concedió George alzando los hombros. -Era un sujeto excéntrico-

-Antes de volverse loco era la vida y alma de la fiesta -rio Fred por lo bajo- Solía beberse una botella entera de whisky de fuego, después corría a la pista de baile, se levantaba la túnica, y empezaba a sacar ramos de flores de su…-

-Sí, parece auténticamente encantador -dijo Hermione, mientras Harry se aguantaba el reír.

{No es tan difícil ¿Puedo intentarlo?}

{¡NO!}

-Nunca se casó, por alguna razón -dijo Fred alzando los hombros.

-Me asombran algunas veces -dijo Hermione negando, dando una leve mirada a Harry y moviendo los labios al tiempo que le hablaba por la conexión {Solo espero que no hagas tus entradas dramaticas aquí}

{Solo fue con el viejo león de Rufus}

Se estaban riendo junto con los gemelos que ninguno notó un invitado que llegó tarde, un joven de cabello negro con una larga y curvada nariz, gruesas cejas negras, hasta que le dio a Fred su invitación y dijo, con sus ojos en Hermione: -Estás marravillosa-

- ¡Viktor! -gritó ella, volteándose con una sonrisa. Viktor no tardo ni un momento, le abrazo y ella dejó caer su pequeño monedero adornado con cuentas, que hizo un sonoro y seco ruido, bastante desproporcionado con su tamaño. Para luego soltarla, sonrojándose, para recogerlo, dijo -No sabía que fueses a venir… es muy agradable verte luego de… ¿Cómo estás? -

Por su parte, Harry, sentía la sangre en la cabeza mientras que comenzaba a surgirle un calor que le subía desde el pecho hasta las orejas; el pequeño Marlow le imito mirando odio al búlgaro.

-Relájate-murmuro George palmeando su hombro, y solo hasta ese momento se percató que tenía los puños apretados, y la carpa ondeaba con fuerza.

Después de echar un vistazo a la invitación de Krum, Fred miro a Harry y dijo en un tono tranquilo, pero haciendo la pregunta- ¿Cómo es que estás aquí? -

-Fleurr me invitó -dijo Krum, levantando las cejas y saludando a todos. -Ya sabes… estuve con ella en el torneo. Por lo que se Digorry también vendrra-

Harry no guardaba ningún rencor hacia Krum, es más él ya le había roto la nariz y demostrado que no era un niño mimado como pensaba, peor en ese momento quería romperle mas que la nariz. A su lado Hermione miraba nerviosa a Krum, evitando a toda costa la mirada Harry, que con seguridad que mostraba dolor al ver como abrazaba a Krum y le sonreía, y a el le creaba tal desplante. En cuanto fue su turno de estrecharle la mano, le apretó, cosa que provoco que Krum lo viera molesto y le continuara el apretón. Era ridículo que, con un cuerpo tan pequeño y flacucho, se pusiera contra el búlgaro que por lo menos era tres veces mas grande y que con seguridad le rompería un hueso (si fuera el verdadero Arny).

- ¿Te conozco de algo o de algún lugarr? -Pregunto Krum apretando hasta poner su mano blanca, pero Harry no cedió y solo le observo -Amigo… no te conozco… no te metas conmigo y serré bueno contigo-

-Ja, claro amigo- escapo de la boca de Harry, con aquella voz patosa que solo lo dejo mas en ridículo.

-¡Arnyyy!- Canturreo Hermione sonrojándose más, mientras que ambos e observaban, claro que Harry tenia que mirar dos palmos por encima de su cabeza.

Se soltaron la mano, pero no se dejaron de ver y por un momento Krum sonrió con burla. - 'Herrmyne' ¿Me enseñas mi asiento? -

Aquella forma de decir el nombre de Hermione le calentó el cuerpo, puede que fuera una mala pronunciación, pero su cuerpo avanzo por si solo con los puños apretados y listo para romperle la nariz y dejarlo inconsciente por segunda vez.

-Tranquilo- dijo George y Fred tomándolo de cada brazo, cosa que no funciono, ya que incluso Marlow agitaba sus garras furioso.

-Basta Arny- dijo Hermione con un tono algo molesto, sus ojos se encontraron desde hacia horas y por un instante, enseguida volteo la mirada y murmuro -Vamos Viktor… es por aquí…-

Krum le volvió a dar una mirada, como si solo fuera un pescado parlanchín y coloco la mano en la espalda de Hermione, con un movimiento rápido ella dio dos pasos a lado y le señalo el camino. Y ambos fueron a su asiento asignado.

-No creo que el primo Arny sea tan … osado, no con un campeón de quidditch como Krum- dijo George el cual se recargo sobre su cabeza, le quedaba a la altura.

La aparición de Krum estaba causando alboroto, especialmente entre las primas veela. Después de todo, era un famoso jugador de Quidditch.

No tardo nada en aparecer Diggory, con Cho que llevaba de la mano y ambos se veían muy bien juntos. El se encargo de llevarlos a su asiento, aunque ninguno de los dos le dio más de un "Aquí esta nuestra invitación" y "Gracias". Después de todo, no reconocerían a Harry, no cuando estaba metido en la piel del primo de Fleur.

La aparición menos aceptada fue la de Sirius, que abrazaba a Tamara por la cintura, el miro a Harry y solo un -Gran atuendo Arny, te recordaba más alto- antes de soltar una carcajada que llamo la atención bastante. Por lo que notaba aun muchos lo veían como un prófugo de Azkaban, asesino de los Potter y de colagusano. Algunos le dieron miradas de miedo, otros estuvieran fijándose en los competidores del torneo de los 3 magos.

Cedricc y Viktor eran el atractivo principal para todas las primas veelas. Mientras la gente seguía estirando el cuello para darles un buen vistazo, Ron, Daphne y Hermione llegaron apresuradamente al pasillo.

-Tiempo de sentarse -le dijo Fred a Harry - o nos va a atropellar la novia. -

- ¿Me voy donde los camareros? -pregunto Harry por lo bajo y con desgano.

-Vamos hombre, no estés así… hay comida después de esto- dijo Ron abrazado a Daphne, la cual le dio una sonrisa ladeada.

-Estamos haciendo esto por tu protección- dijo Daphne sin creerlo, dando un tono de duda más que de afirmación.

-Eso me recuerda hace mucho tiempo… - gruño Harry metiendo las manos a los bolsillos, pues Hermione estaba seis asientos más lejos, entre Sofí y Neville.

Era la segunda fila detrás de Fred y George. Hermione estaba inquieta, moviéndose en el asiento mientras giraba la mirada una y otra vez. Ambos estaban felices por Bill y Fleur, mas era un incordio que Harry no pudiera ser el mismo, ocultándolo y ni siquiera pudiendo sentarse junto a Hermione.

Dejo escapar un gruñido, mas no esperaba que alguien lo tomara del hombro y la voz del Charlie sonara en su oído murmurando -Ven, Daira no se mueve de su lugar-

No tardo nada en levantarse, dejando a Marlow con Ron y que este de inmediato se columpiara por el mar de hombros y llegara a Hermione. Paso a Theo y su nueva amiga, una francesa con la que hablaba con cierta coquetería. Solo gruñeron mientras que el patoso Arny les pasaba por delante.

Llego a Daira de inmediato, sus garras se aferraban a la hierba verde y se mantenía tan pegada a la tierra que incluso parecía mucho mas chica que antes. Incluso sus alas estaban plegadas a su cuerpo con fuerza. Gruñía a todos los de su alrededor, a un par de chicos guapos y que estaban haciéndose los valientes delante de unas primas Delacour. Si antes sentía la cara roja, ahora estaba a punto de hervirle la sangre ¿Qué le había hecho a Daira?

- ¡PÁ! -grito Daira lanzándose contra Harry, que con el cuerpo de Arny termino derribado, aplastado por una masa de plumas y escamas, mientras que una enorme y temblorosa Daira gemía de miedo.

- ¿Qué paso? ¿Qué te hicieron? - dijo Harry quitándosela de encima y acariciándole el hocico y encima de los ojos para calmarla.

Puede que luciera diferente, pero Daira vio cómo se transformó y, además, según su sentido de dragona, aún tenía su magia igual y olía de la misma forma. Agradecía eso, pues no quería terminar oliendo al Arnold Benoit Delacour.

- ¡¿Qué le han hecho!?-pregunto Harry observando todo el cuerpo de Daira, dudaba que le hiciera un daño verdadero, pero aun era muy pequeña y hasta apenas hace un mes dormía en su bolsillo interior.

-¡Mis plumas!-acuso Daira gruñendo y comenzando a lanzar humo negro por el hocico, mientras se quedaba detrás de Harry.-Papá me dijo que me estuviera quieta y tranquila, aprovecharon y…¡Me las arrancaron!-

Harry dejó escapar un gruñido enorme, que hizo que los chicos saltaran.

-Cálmate Arny, no es para tanto- dijo Charlie tomándole el hombro.

Miro a Charlie y suspiro -Si permito que ahora le hagan daño y en un futuro le hacen algo mas fuerte… no me lo perdonaría-

Harry les observo a los chicos que estaban callados y temblando, no quería armar un alboroto y menos cuando estaba apunto de empezar en la boda de sus amigos.

-Lárguense, esta vez lo dejare pasar, la siguiente… Daira tienes permiso defenderte- dijo Harry lanzando con ferocidad su magia hacia aquellos que osaron lastimarla. Ellos asintieron y comenzaron regresar a la lona, mas sostuvo el brazo de uno cuando pasaba a su lago - ¡Dámela! -

Un momento después tenia dos plumas doradas en su mano y ellos desaparecieron de su vista. Tomo mucho aire, intentando relajarse, las fiestas con los Durley siempre fueron duras, sobre todo por terminar encerrado en la alacena y sin poder hacer ruido; la boda estaba siendo estresante.

-Vamos no pasa nada, volverán a crecer, no te preocupes- le dijo Harry dándole un cariño en la barbilla. - Está a punto de comenzar… y sabes que tienes que hacer…-

-NO QUIERO- dijo Daira volteando al cara- No conozco a nadie y no me gusta cómo me miran… como si fuera una especie de dragona extraña-

Harry se guardó para sí, que, ante el mundo mágico, la clasificación de Daira era desconocida y que no todos los días observaban a un dragón tan dócil y que se dejara poner moños en la cabeza.

-Pero ya habíamos hablado de ello, tu lo hace y te damos mucha carne- dijo Harry sonriendo un poco.

-Doble o nada- dijo Daira con un aire de apunto de echar fuego.

-De cuerdo doble tanto- dijo Harry viendo una victoria ese día - Solo cuidado con tu cuerno y dientes-

Un momento después llevo a Daira a la cocina y regreso a la carpa, donde una sensación de nerviosa anticipación había llenado la cálida tienda, el murmullo general roto por brotes ocasionales de risas excitadas.

El señor y la señora Weasley avanzaron por el pasillo, sonriendo y saludando con las manos a sus familiares; el señor Weasley llevaba un nuevo conjunto de túnica color amatista con un sombrero a juego. Un momento después Bill y Charlie se encontraban al frente de la carpa, ambos llevando túnicas de gala, con grandes rosas blancas en las solapas; Fred silbó con admiración y hubo un estallido de risitas de las primas veela. Entonces la multitud se quedó en silencio cuando la música empezó a salir de los globos dorados de Fred y George.

-Ooooh -dijo Hermione, girándose en su asiento para mirar a la entrada.

Y apareció Daira por el pasillo, caminando con lentitud, mientras lanzaba humo blanco y miraba a enfrente, mientras sus alas se movían con nerviosismo; un colectivo y enorme suspiro salió de las brujas y magos reunidos cuando Monsieur Delacour y su hija empezaron a caminar por el pasillo, Fleur deslizándose, Monsieur Delacour dando saltitos y sonriendo radiante. Fleur llevaba una túnica blanca muy simple y parecía estar emitiendo un fuerte brillo plateado. Mientras su resplandor normalmente apagaba a los otros por comparación, hoy embellecía a todos sobre los que caía. Ginny y Gabrielle, ambas con túnicas doradas, parecían incluso más guapas de lo habitual. Cuando la música bajo de volumen Fleur alcanzó a Bill, que mantenía una sonrisa radiante, y los ojos brillosos solo mirando a Fleur.

-Brujas y magos, damas y caballero-dijo una voz ligeramente cantarina, y con una ligera conmoción, Harry vio a un mago bajito y de pelo ralo que tenía una rara vestimenta, aunque los pantalones abombados le recordaban a Merlín, el mago ahora situado enfrente de Bill y Fleur continuo - Estamos reunidos hoy aquí para celebrar la unión de dos almas fieles…-

La mente de Harry divagó bastante lejos de la carpa, de vuelta a Hermione, que ponía atención a la ceremonia y recordando cuando paseaban en los terrenos del castillo, incluso en aquellas tardes soleadas en que tuvieron momentos de paz. Solo se imaginaba a si mismo, sentado junto a ella en ese momento tomándole de la mano y sintiendo la emoción de que pronto ellos podrían ser aquellos frente al otro, a punto de enlazar sus vidas por siempre.

-William Arthur Weasley, ¿Tomas a Fleur Isabelle…? –

En la primera fila, la señora Weasley y Madame Delacour estaban sollozando en silencio en trozos de encaje. Sonidos como de trompeta que sonaron en la parte de atrás de la carpa les dijeron a todos que Hagrid había sacado uno de sus pañuelos del tamaño de un mantel. Hermione se giró y lo miro observándola y regreso la mirada, fue un momento, pero la observo bien, tenía una sonrisa radiante y sus ojos estaban llenos de lágrimas.

{pronto} dijo Harry en su mente sin darse cuenta.

Su rostro se sonrojo y asintió sin darse cuenta.

-… entonces los declaro unidos de por vida-

El mago de pelo ralo movió su varita por encima de las cabezas de Bill y Fleur y un chorro de estrellas plateadas cayó sobre ellos, moviéndose en espirales alrededor de las ahora entrelazadas figuras. Por un momento sus cuerpos brillaron con fuerza, con dos tonos distintos y un ligero hilo rojo unió sus manos entrelazadas, justo de un anillo a otro surgió un fuego cruzo al otro anillo y en sus superficies se grabaron unas runas que desaparecieron.

Mientras Fred y George encabezaban un aplauso, los globos dorados suspendidos estallaron: mariposas y aves pequeñas de color dorado y plateado y flotaron sobre ellos, añadiendo sus canciones y gorjeos al estruendo. Sirius no paraba de dar leves saltos mientras gritaba, "ya se casó, ya se amoló" y luego de un par de aplausos continuo "Ya eres casado, y te regaña tu señora, y ya no puedes andar entre la bola" del otro lado Lupin intentando callarlo.

-¡Damas y caballeros! - llamó el mago de pelo raro - ¡Si hacen el favor de levantarse!-

Todos lo hicieron, la tía Muriel refunfuñando de manera audible; el mago agitó nuevamente la varita. Los asientos en los que se habían sentado se elevaron graciosamente en el aire al tiempo que los lienzos de las paredes de la carpa se desvanecían, de modo que se quedaron bajo un dosel soportado por postes dorados, con una gloriosa vista del jardín iluminado por el sol y la campiña circundante. Después, una piscina de oro fundido se extendió desde el centro de la tienda para formar una brillante pista de baile; las sillas suspendidas se agruparon alrededor de las mesas con manteles blancos, y todas flotaron grácilmente de nuevo a la tierra, y la banda con chaquetas doradas se dirigió hacia un podio.

-Perfecto -dijo Ron con aprobación cuando los camareros aparecieron por todos lados, algunos llevando bandejas con zumo de calabaza, cerveza de mantequilla y whisky de fuego, otros tambaleándose con pilas de tartas y sándwiches.

-Deberíamos ir y felicitarlos -dijo Hermione, poniéndose de puntillas para ver el lugar donde Bill y Fleur habían desaparecido en medio de una multitud que les deseaba lo mejor.

-Tendremos tiempo después -Ron se encogió de hombros, agarrando tres cervezas de mantequilla en cada mano de una bandeja que pasaba y dándole una Daphne, Harry, Hermione y Sofí, que eran los más cercanos -Ven amor -dijo tomando a su rubia novia de la cintura - Tomemos una mesa… ¡No allí! En ningún sitio cerca de Muriel…-

Ron encabezó el recorrido a través de la vacía pista de baile, mirando a derecha e izquierda al avanzar; Harry estaba pendiente de Krum, el cual no dejaba de ver hacia Hermione. En el momento que alcanzaron el otro lado de la carpa, la mayoría de las mesas estaban ocupadas: la más vacía era en la que daba directo al jardín.

La banda había empezado a tocar; Bill y Fleur fueron los primeros en salir a la pista de baile, causando un gran aplauso; después de un rato, el señor Weasley llevó a Madame Delacour a la pista, seguido de la señora Weasley y el padre de Fleur.

-Me gusta esta canción -dijo Daphne, balanceándose al ritmo del vals, y unos pocos segundos después se levantó y forzando a Ron ambos se deslizaron hacia la pista de baile, donde empezaron a girar, con los ojos cerrados y en el pecho del pelirrojo que parecía algo abochornado.

-Genial, ellos si que pasaran una linda velada- dijo Theo sentándose a su lado - ¿Por qué la cara larga Arny? –

La respuesta fue inmediata; Viktor Krum se había sentado en el sitio vacío dejado por Daphne, a lado de Hermione, quien estaba nerviosa pero esta vez Krum no había venido a hacerle cumplidos.

- Ven a bailar - añadió abruptamente hacia Hermione.

Ella pareció sorprendida, pero también consternada, y miro en su dirección dos veces.

-El ultimo baile que tuvimos me dejaste solo… y te fuiste con Harry. Creo que merezco una segunda oportunidad- dijo Viktor en un tono bajo y muy seductor.

{Ve o no te dejara en paz} dijo Harry suspirando y cruzándose de brazos.

{Solo será una pieza} respondió cuando se levantó y tomo la mano que le extendida Viktor. Desaparecieron juntos en la creciente multitud de la pista de baile.

-Vaya, veo por que esa cara- dijo Theo también con la mirada por donde se fueron – Eso seguro que dolió, dejar que tu novia vaya con otra persona a su primer baile en la boda de…-

-Cállate- gruño Harry metiendo un codazo en su costilla que termino tirándolo al suelo, hubiera causado mas conmoción si la mayoría no estaba buscando pareja de baile o comenzando a celebrar.

-Es muy bonita- dijo Theo al recolocarse en la silla a su lado, y casi al instante se dejó caer Neville en la silla contigua, encerrándolo entre ambos. -… lista, divertida y carismática… no hay duda por que le gusta-

- ¿Hermione? -pregunto Neville observando a la distancia- Es linda, siempre me ayuda… es obvio que debe de encantarle a Krum… tampoco es tonto con ella su éxito… -

Golpeo el costado de Neville también que se quejó un poco, pero no dijo más. En un momento los tres se inclinaron sobre sus codos y observaron como bailaban por un rato.

- ¿Por qué estamos así? - pregunto Theo de un momento a otro.

-Mi novia esta con la persona que la causo problemas entre nosotros por un beso y que le coquetea todo el tiempo- gruño Harry, no queriendo decir lo demás que le tenía mal.

-Mi novia no está aquí, fue secuestrada por un par de idiotas Mortifagos y está en las manos del mas tenebroso mago de la última era-gruño también Neville- ¿Es razón suficiente? -

-Supongo - dijo Theo tomando una cerveza.

No tardó mucho en llegar la francesa pelinegra con quien coqueteo su amigo, murmuro algo a Theo con una sonrisa y hizo se marcharon dando grandes zancadas dejando a Harry y Neville solos.

-Traición- dijo Harry movió la mano flotando un par de sándwich de un camarero que pasaba y se acerco al borde de la abarrotada pista de baile. - ¿Dónde quedo la hermandad? -

Giro la mirada para pasarle uno, notando que no estaba y caminaba con las manos en los bolsillos y la vista perdida, aunque una serie de chicas murmuraban a su espalda con sonrisas.

-Gran respuesta- dijo tomando mordiendo el Sándwich con fuerza- más para mí-

Al poco observo a Sofí bailando con un francés muy guapo, y a Daira encima de un enorme balde lleno de carne. Agradecía que Charlie se dedicara a indicar que nadie se le acercara, pues era muy probable que estos terminaran en San Mungo o con un bezoar en la boca.

Se levanto y comenzó a caminar no queriendo quedarse sentado, y de paso buscando el momento para felicitar a Fleur y Bill. Se apoyó contra uno de los postes dorados y miró a Ginny, que ahora estaba bailando con Lee Jordán, el amigo de Fred y George, intentando no pegarse mucho pues se notaba incomoda.

Nunca antes había ido a una boda (menos a la de los familiares Dursley), así que no podía juzgar cómo las bodas mágicas se diferenciaban de las muggles, aunque estaba bastante seguro de que estas últimas no tendrían una tarta de bodas coronada con dos modelos de fénix que echaron a volar cuando la tarta se cortó, o botellas de champán que flotaban sin apoyo entre la multitud. Cuando la tarde fue avanzando, y las polillas empezaron a descender bajo el toldo, provocando que Marlow las quisiera cazar, se encendieron los fuegos de colores flotante.

La juerga se fue volviendo cada vez más incontrolable, Fred y George habían desaparecido en la oscuridad hacía bastante tiempo, con un par de las primas de Fleur; Daira, Charlie, Hagrid y un mago rechoncho con un sombrero de copa baja púrpura estaban cantando "Odo el Héroe" en la esquina; Aunque Daira solo estaba pegado a ellos por la carne y licor que le daban. Sirius aparecía ocasionalmente para molestarlo, y picarle los costados, cosa que no podía regresar como quisiera, y más cuando tuvo que huir serpenteando entre la multitud para escapar de un tío borracho de Ron, que no estaba muy seguro de si Harry era o no su hijo.

Busco a cualquiera para que no lo adoptara el tío de Ron, sin embargo, Theo estaba bajo un árbol con aquella chica pelinegra besándose; hacia mucho Neville desapareció y acompaño al señor Lovegood a su casa; Ron y Daphne no paraban de bailar y de vez en cuando besándose; a dos parejas de baile, la señora Weasley negaba y discutía con su marido, el cual estaba entre risas, por tal acción.

De alguna forma Sirius logro que Lupin tomara, y estaba bailando medio raro frente a Tonks quien intentaba pararlo, con la cara rosa y el cabello pálido; a lado de ellos Tamara se carcajeaba junto con Sirius.

Felicito a Bill y Fleur que en un momento se desocuparon, les abrazo y en el caso de la francesa dio un beso en la mejilla. Ella se disculpo por tenerlo que disfrazar, aunque Harry le aseguro que no, que no tenia nada que ver en ello, en todo caso era el propio Harry el que se metió en ese lio. De paso también felicitando a Tonks nuevamente y asegurarle que todo con Lupin continuaría bien, ahora que su parte lobo estaba controlada, parecía seguro de poder formar una familia.

En un par de ocasiones miro como Hermione estaba intentando librarse de varias francesas que la interrogaban, algunos chicos pidiéndole bailar, con los cuales se negó y intentando escapar de Krum; el cual también estaba dando algunos autógrafos y saludos.

Cansado de tanto barullo y de evitar caer con la familia Delacour (por si llegaban a creer que era el verdadero Arny), se fue a sentar en la pequeña fuente improvisada. Se quedo un rato contemplando el cielo nocturno, mientras pequeños fuegos cruzaban una y otra vez, con la música y algarabía detrás.

Apenas noto lo que sucedía a su alrededor, y no se dio cuenta de que Hermione había aparecido a su lado y casi tocando su mano.

-Siempre haces lo mismo…- dijo suavemente y soltó un suspiro -… te encanta desaparecer cuando estoy a punto de buscarte-

{No es apropósito} contesto Harry en su mente, si lo decía solo incomodaría mas las cosas por su voz. {De todas formas… no estoy participando mucho}

-Por que no puedes- continuo Hermione con voz débil -Lamento la situación, si fueras… tú mismo… estarías con nosotros disfrutando, sin embargo, tienes que hacerte pasar por otro y evitar llamar la atención-

{Tampoco sabría qué hacer, no fui a casi ninguna fiesta de niño} rio Harry en su mente aliviando un poco lo que decía {Además lo importante es que se diviertan Bill y Fleur}

-Están contentos- continuo Hermione suspirando y estirando sus brazos- Yo… estaría mas si pudiera bailar contigo- el sonrió y se miraron -Claro que con Arny… me siento terriblemente mal, es que veo que me sonríe, que me observa y … en sus ojos hay amor… pero yo no siento nada por él. Te amo a ti-

- ¿Así que era él? -pregunto una voz a su espalda. Ambos giraron y vieron a Krum que sostenía un par de cervezas de mantequilla y estaba furioso. – y dime… ¿Ese pescado rubio es tu prometido? –

Por un momento agradeció que alguien llamara prometido de Hermione, además de reconocer que Arny parecía un pescado rubio y por último le quiso romper la boca a Krum.

-Viktor … no mal interpretes las cosas, no sabes nada de lo que hay de fondo y no puedes hacerte ideas que claramente no son- dijo Hermione suspirando pesadamente. – Yo amo a Harry, te lo he dicho una y mil veces-

-Y por eso deshonras su memoria comprometiéndote con este… este…-

- ¡Cuida tus palabras Viktor! -Salto Hermione algo enojada y roja.

- ¿Por qué? ¿Quién es este tipo para que te pongas así? -

Se hubiera sentido mas ofendido, y claro que su memoria quedaría bien grabado ese momento, mas dudaba que se sintiera deshonrado. Algo llamo su atención e hizo que no se defendiera de las palabras de Viktor, estaban afuera muy lejos y en esa dirección.

-¡No te entiendo Herrrmione!- dijo Krum con algo de ira - ¿Qué es lo que quierrres? Y a quien ¿Quierrres? –

-Los dos vayan a adentro, distraigan a la gente y que nadie salga- dijo Harry moviendo la mano y sacando la varita. – Mione de esto me encargo yo-

-¿Y TU QUE CARAJOS DICES?- Grito Krum, tomándolo por el cuello y alzando el puño.

Una voluta de humo plateado salió de entre los arbustos, un lince plateado grácil y brillante aterrizo frente a Harry, evitando el golpe del búlgaro. Entonces la boca del patronus se abrió y habló con la fuerte, profunda y lenta voz de Kingsley Shacklebolt.

-Te necesitamos en el ministerio, van hacia allá. Cuidado-

- ¿Qué? - pregunto Krum desconcertado.

No había sentido el estirón que dio, ni como su traje de gala ahora le quedaba bien, incluso cuando su cabello paso de rubio a negro, además de que era ya casi del tamaño de Krum. Este lo soltó como si hubiera sostenido una bomba, le miro y abrió la boca.

-Mione no alarmes a nadie, es un día importante, me encargare de todo y te mantendré al tanto. - dijo Harry quitándose la chaqueta y el saco, para de su pernera sacar su gabardina del ministerio para colocarse. -Adema… tengo que ir a trabajar, te veo en casa cielo-

Le dio un beso profundo, que ella respondió abrazándolo por la nuca y suspirando con fuerza. Tardaron un momento, para cuando se separaron se sonrieron, ambos agradeciendo no tener a Arny de por medio.

{Necesitaba eso} dijo al final Hermione radiante acomodando su cuello y cerrando el ultimo botón de su uniforme {Y mucho cuidado}

{Te debo un baile mi amor} dijo Harry acariciando su mejilla y ella su mano {Ahora debo de salvarle el culo a Rufus}

Se separaron, vio a Viktor aun atónito, le cerro la boca con la mano y sonriendo con descaro dijo - Cuidado con mi prometida, recuerda cuanto duelen sus golpes y… guárdame el secreto amigo, no me gusta disfrazarme de pescado parlanchín- le palmeo el hombro y comenzó a caminar hacia la salida. -Por cierto… deberías buscar otra pareja de baile la próxima vez, ya que mi esposa ya tendrá con quien bailar-

-Estaré al pendiente, solo recuerda que tu magia aún no está estable del todo, no te sobre esfuerces- dijo Hermione preocupada.

-Tranquila, regresare pronto-se giró riendo y caminando hacia atrás mirando a Hermione- Te dije que, sin entradas dramáticas, pero… nunca hablamos de salidas-

Se ilumino de amarillo al activar la magia de Utgar, y en un salto con fuerza se alejo un kilometro de la entrada de la madriguera. Y estiro la varita al cielo, salió una línea plateada que bajo a tierra y enterró, un círculo comenzó a dibujarse alrededor de todo el lugar y una cúpula plateada cubrió toda la colina en que se encontraba.

-Así estarán a salvo- murmuro colocándose la máscara.

- ¿Y tú que tan a salvo estarás? -

Se volteo encontrándose con docena y media de Mortifagos, los cuales tenía la varita levantada.

-Que bueno que vienen a la fiesta chicos, déjenme mostrarles en que mugrienta prisión dormirán hoy- se trono el cuello y sonrió bajo la mascara -Gracias por venir a liberar mi estrés ¿Quién quiere unas pataditas en las costillitas? -