¿Qué tal están todos hoy? Sea de día, tarde o noche, estén donde estén; Les deseo lo mejor y que estén muy bien. Y que si estén leyendo esto estén listos y preparados, por que yo no lo estaba.
Ya hablando enserio, la verdad me costo mucho escribir los siguientes capítulos, mi forma de escribir me hizo irme a lo grande, casi 30 mil palabras, y dos tercios no me servían por que no los cuadre bien, y ahí estoy cuadrándolos poco a poco y ocupando todo lo que escribí. De tal forma que si algo esta como que un poco raro es por ello. Pero di mi 120% en estos capítulos.
Se que no historia ya no es lo que era, antes cada semana un capítulo, siempre puntualito y poniendo un saludo. Ahora es cada tanto a tanto, pero con un tanto que me cuesta. Y si me refiero a los largos y complejos capítulos que tengo que saber manejar para que se resuelven algunos misterios, se pongan otros pequeños y nos lleven a un final, el final que esta historia merece.
Otro año con ustedes, y supongo que vamos por más, aunque no se si para esta historia. Apenas recuerdo esos días, sentado en mi cama donde empecé a escribir el primero capitulo, en una nota de la computadora y era solo la estructura base. Termine con menos de 40 capítulos, y aquí… pues se notaba que me he inflado… no me digan gordo jajajaja.
Vamos a lo que vinimos al capítulo que quieren leer.
Lean, Disfruten y dejen sus comentarios.
Los personajes le pertenecen a J. K. Rowling
Dedicatoria a:
°~°~°~° HarumyUribe °~°~°~° Por su gran idea para esta historia y que implementare (a mi estilo)
y
°~°~°~° olenamanko0 °~°~°~° Por tan hermosa portada que realizo y me permitió poderles compartir en esta historia. De corazón: Gracias °~°~°~°
Capítulo 102.- Arrebol de guerra.
Camino un largo tramo por entre las callejuelas de aquel nuevo pueblo y pronto observo el límite, un riachuelo que daba antes de llegar al espeso bosque, donde algunos árboles estaban tirados, y formaban un enorme sendero. Aquel lugar echo apropósito era a donde se dirigía, detrás de los árboles, el sol comenzaba a caer y un tono levemente amarillo se mostraba. No pasaría mucho antes de que la noche comenzara a ascender, pero antes tendría que entregar el mensaje de Harry a Kathor.
Miraba desde la colina la paz, con Daira a su lado que le acompañaba. No por seguridad, si no por que Harry estaba ocupado y iba a un lugar donde ella no podría acompañarlo.
Lo sabía, y ahora lo sentía más que nunca, lo que pasaba la ponía nerviosa e incluso estaba dándole temor. Y apenas menos de 24 horas antes no sentía que la guerra estuviera tan cerca.
Madriguera, 24 horas antes.
Observaba a los gemelos reírse e incluso al primo Arny dar unas leves sonrisas. Aunque lo quisiera negar, la mirada llena de amor que le daban esos ojos azules, le causaban nervios, un sentimiento incómodo. No estaba mal, pues el primo "Arny" era en realidad su prometido, con poción multijugos. Sentía como Harry se sentía fuera de lugar, como si en ese momento sobrara, además de sentirse raro e incómodo.
Mas no esperaba escuchar aquella voz en la boda.
-Estás maravillosa- murmuro desde su espalda.
Al girar miro a un hombre de cabello negro al rape, una larga y curvada nariz, cejas gruesas y con una túnica de gala pulcra. Su sonrisa al verla era ancha.
- ¡Viktor! -gritó Hermione por la sorpresa y dando una sonrisa, pues hacia bastante que lo vio y sus cartas pararon luego de aquella navidad. Viktor le abrazo con tal fuerza, que su monedero termino por el suelo, llevaba tanto adentro que provoco un sonoro y seco ruido. Intento no mirar a Harry, o a cualquiera solo esperando que le soltara, sintiendo que las miras eran intensas a su espalda. Una vez recogido su monedero supo que tendría que interceder para evitar muchos problemas -No sabía que fueses a venir… es muy agradable verte luego de… ¿Cómo estás? –
Fue un solo vistazo, pero Harry, en la piel de Arny tenía la cara roja, los puños apretados y una mirada bastante confusa. Sin contar que su capa ondeaba sin viento alguno. George le dijo algo en un susurro inaudible y le palmeo el hombro.
- ¿Cómo es que estás aquí? – pregunto Fred dando miradas entre Viktor y Harry.
-Fleur me invitó -dijo Krum saludando a todos estrechando su mano muy leve. -Ya sabes… estuve con ella en el torneo. Por lo que se Digorry también vendrra-
Si la tención de Harry antes era grande, en ese momento era casi como si saliera del cuerpo de su prometido y se inyectara en ella. Casi palpaba en su cuerpo todo lo que le pasaba. Por su parte el nervio de sentirlo demasiado aumentaba, y tener al Viktor acercándose mucho no ayudaba nada. Tal vez en otra situación, con Harry luciendo como el mismo, no tendría ni problemas, pero ese no era el caso. Evitaba mirarlo, pues le miraba como si aquella vez que se enteró del beso forzado de Viktor y no soportaría mucho con ello.
Su mirada se tensó cuando vio a Viktor moverse a Harry, al estrecharle la mano y ver como ambos puños se apretaba con tal fuerza, que pronto estas se volvieron casi blancas. Una imagen muy risible mostraba, pues Arny era tres veces más pequeño que Krum y aun así mantenían las miradas fijas y molestas.
- ¿Te conozco de algo o de algún lugarr? -Pregunto Krum sin ceder-Amigo… no te conozco… no te metas conmigo y serré bueno contigo-
-Ja, claro amigo- dijo la patosa voz que ahora acompañaba el cuerpo de Harry.
- ¡Arnyyy! - Canturreo Hermione presintiendo como terminaría si no intervenía. Por un momento parecían a punto de lanzarse en pelea, luego se soltaron la mano, pero no se dejaron de ver y Krum sonrió con burla.
- 'Herrmyne' ¿Me enseñas mi asiento? -
La cara de Hermione tuvo un ligero 'tic' odiaba que lo dijera de esa forma y por puro respeto no decía nada, pero el enojo que sintió fue una combinación de Harry y la suya propia.
Harry dio dos pasos apretando los puños, tal vez inconsciente de lo que realizaba. Pero los gemelos lo tomaron e incluso Marlow agito sus garras.
-Basta Arny- dijo Hermione molesta por la actitud de Viktor y Harry, fue tan solo un momento en que sus ojos se cruzaron, y vio la incertidumbre, el coraje y hasta el dolor que tenía. Mas solo giro la mirada, pues aquellos ojos no eran los de Harry, pero lo que sentía en el pecho, le hacían sentirse muy mal. -Vamos Viktor… es por aquí…-
Camino a un costado de Viktor, el intento tomarla de la cintura, pero solo se separó y continuo. Ese día, estaba pasándola muy mal y si ella la pasaba de esa forma, no quería ni saber cómo Harry lo estaba sintiendo.
Enseño a Viktor su asiento y el intento hacerle platica, pero por mucho que ella intentara ser solo cordial, el chico le hacía ciertas miradas que la incomodaban más.
Agradeció que apareciera Cedricc y Cho, que vinieron acompañados de Harry, pero ninguno le prestó atención ante su aparecían. Y mientras Cedricc y Viktor se saludaban, miro a Harry dar media vuelta y salir con los brazos en los bolsillos. Como solía hacer cuando nada de lo que pasaba le agradaba y se tenía que mantener callado.
El revuelo que causaban dos campeones del torneo de los 3 magos era bastante y más cuando estaban durante la boda de la tercera participante. Aunque claro que ninguno expresaba que faltaba uno, aunque este estuviera llevando personas a sus asientos. Y en la ceremonia se sentará seis asientos lejos de ella, y su mirada se concentrará en la lona, como si esperara que todo eso parara rápido.
Charlie llego agitado, dijo algo a Harry y este salió con rapidez y una mirada de mucho enojo.
-Ya que se fue…- dijo Sofí mirándole y codeando a Daphne -… esto va mal. Ustedes parecen un matrimonio roto y que no sabe dónde meter la cabeza para no verse ¿Esta todo bien? –
-Me ve como Harry- dijo Hermione suspirando.
Daphne vio a atrás, viendo a Viktor conversar con Cedricc, luego le murmuro – Es Harry-
-Lo se… pero no … no sé, amo a Harry, pero ahora mismo luce como otro y me siento como si lo traicionara- dijo Hermione queriéndose dar de topes contra la silla de enfrente, no solía estar tan confundida como en ese momento.
-Pues más vale que descifren como resolverlo, porque aún queda boda y empieza a ser muy sospechoso- dijo Sofí mientras suspiraba – Y es muy raro verte así, y más aún a "Arny"-
-Y yo imaginándomelos todos melosos durante la boda, esto es lo opuesto- dijo Daphne con una leve mueca.
-Solo serán unas horas, solo unas horas más- dijo Hermione más para sí misma que para las chicas. Viktor se había perdido en algún momento y aunque ella estaba con sus amigos, aun sentía la mirada en su nuca desde algún punto.
No tardo en comenzar la boda. La cual fue muy hermosa, no podía esperar por felicitar a Fleur, y de paso que terminara ese suplicio para poder hablar con Harry con normalidad y besarlo.
Aunque Harry intentaba mantener contacto mental con ella, lo cual le calmaba, si voz interior era refrescante.
Luego de un rato, tomaron una mesa para disfrutar la fiesta a gusto. Sentados en la mesa más cerca del jardín comenzó la banda a tocar, y Bill y Fleur comenzaron a bailar en medio de la pista de baile. Los aplausos, la música y el ambiente alegre le hizo olvidarse de Viktor por un momento.
Las personas comenzaron a salir a bailar, incluso los Delacour y los Weasley, que se movían a su propio ritmo y en pareja. Para luego cambiarse con sus consuegros o yernos.
-Me gusta esta canción -dijo Daphne y sin vacilar tomo a Ron que gruño, pero un momento después estaban en la pista de baile.
-Genial, ellos sí que pasaran una linda velada- gruño Theo, para luego mirar a Harry - ¿Por qué la cara larga Arny? –
Por un segundo Hermione quiso reprender a Theo, más Viktor se sentó a su lado y le extendió la mano y le sonrió. - Ven a bailar - añadió abruptamente.
Su primer pensamiento fue en negarse, luego noto que no tenía ninguna excusa, pero no pudo evitar mirar a Harry que mantenía los labios apretados y la vista hacia el mantel de la mesa.
-El ultimo baile que tuvimos me dejaste solo… y te fuiste con Harry. Creo que merezco una segunda oportunidad- dijo Viktor en un tono bajo y muy seductor.
Era cierto, en aquel momento era apenas una quinceañera y quería estar con Harry luego de todo, ahora un poco más madura, sabía que había hecho tal vez un poco mal. En ese momento, era una mujer comprometida, y su prometido estaba en la misma mesa y la frase "segunda oportunidad" de otro hombre podía ser no muy bien tomada. Y no culpaba a Viktor, que era ajeno a toda la situación y estado en que se encontraba su relación con Harry.
{Ve o no te dejara en paz} dijo la voz de Harry en su mente, suspirando y cruzándose de brazos.
Le parecía demasiado estresante para ella y Harry, mas también notaba que el antiguo Harry, de 15 años, con seguridad hubiera tomado todo muy mal y ahora denotaba que ya no era el mismo.
{Solo será una pieza} respondió a Harry, que solo volvió a suspirar y no verla.
Tomo la mano de Viktor y está la condujo a la pista de baile, en cuanto comenzó a bailar con el búlgaro se dio cuenta de las miradas a su alrededor. Pues muchos invitados cuchicheaban de ella, e incluso escucho a una prima vela decir.
- "Écoute, ce n'était pas son ex-petit ami avant Potter."- (Mira, ese no era su exnovio antes de Potter)
Hermione no pudo evitar torcer la boca y sentir la cara caliente, pues Viktor no era su exnovio y jamás había tenido nada con él, solo un amigo, pero el que la gente lo pensara le enfurecía. Remataron su coraje cuando su acompañante respondió.
- "Avec le héros mort, il a une grande opportunité avec son ancien amour. Ils devraient profiter de leur jeunesse. "- (Con el héroe muerto, tiene una gran oportunidad con su antiguo amor. Deberían disfrutar de su juventud.)
Se mordió la lengua para no gritarles y decirles que ni de cerca era lo que pasaba. Mas no era tan convincente cuando Viktor sostenía su cintura y su mano mientras le observaba con esos ojos y giraban al compás de la música.
-Hermione…- dijo Viktor llamando su atención, este la miraba con los ojos grandes y sonrientes -… he reflexionado mucho desde la última vez… y… quisiera decirte que se lo de Harry fue desgarrador. Y que tal vez ahora tengas a alguien más, pero… si tú me lo permites… quiero luchar por ti-
-Viktor no…- comenzó Hermione, pero el búlgaro negó con la cabeza.
-No quiero que lo pienses ahora, sé que tienes muchas cosas más importantes, pero … si fuera posible… solo quiero estar más cerca, ser tu amigo y que veas que no soy tan mal partido- dijo Viktor en voz queda.
Quería hablar con Viktor decirle otra vez que no era la persona que amaba y que era un buen chico, pero su corazón le pertenecía a Harry. Y lo tenía que hacer lo antes posible, antes de que se hiciera más ilusiones, pero para ello necesitaba también contarle lo de Harry. Por un momento su vista busco a Harry, el cual estaba solo en la mesa, sentado con los codos sobre de ella, con un rostro triste y un aura depresiva. Desde su regreso era recurrente eso, el que viera a todos desde un lado y su pecho se llenara de lo que sentía, ese sentimiento que deseaba arrancárselo.
-No Viktor, te explicare más tarde, solo somos amigos… amistad es lo único que puedo ofrecerte- dijo Hermione separándose un poco, le observo y suspiro – Estoy comprometida-
Por un momento se detuvo Viktor, provocando que a su costado pasara Sofí bailando con un francés, y esta le lanzo una mirada rápida. Incluso los señores Weasley, Delacour, Sirius con Tamara y Lupin con Tonks le vieron mientras bailaban a su alrededor. Con seguridad no escucharon, pero al ser la única pareja de pie y sin moverse en la pista era bastante para llamar la atención.
- ¿Estás seguro de él? - pregunto Viktor intentando moverse otra vez en el baile, pero algo torpe. - ¿Él te ama por quién eres? -
-Si, me conoce mejor que nadie- dijo Hermione tomando el control del baile.
- ¿Segura que no es por ser la sacerdotisa rúnica? - pregunto Viktor y una mano acaricio su majilla. - El seguro te conoció luego de todo el torneo y tu relación con Harry… y …-
-No me estas escuchando - dijo Hermione quitando su mano negando con la cabeza.
-No y no quiero saber de él… porque estoy seguro de que será pasajero- dijo Viktor con una mirada tristes- De cualquier forma, estaré para ti en cualquier momento-
Hermione rodo los ojos, ¿Qué le pasaba a Viktor? Se pregunto.
Bailo con Viktor no una pieza, si no varias, pues este no para en cuanto terminaba la música, le platico sobre sus viajes a distintos lugares por ser parte del equipo de Bulgaria, el cómo había mejorado mucho su juego, incluso el que Durmstrang le buscara para formar parte del profesorado.
Hermione lo felicito e intento ir con Harry, el cual ya no estaba en la mesa, pero no pudo buscarlo. En ese momento comenzaron a cortar la tarta de bodas, que era ingeniería magia. Pues era coronado por dos fénix blancos, que echaron vuelo y se volvieron destellos al terminar, las botellas de champán flotaron y llenaron las copas de su alrededor. Mientras ella buscaba con la vista a Harry, noto que Viktor otra vez estaba a su lado y brindaba por los novios.
-Le hago un maleficio- pregunto Ron cuando paso a su lado y con una buena porción del pastel. A su lado Daphne sudaba de tanto bailar y sonreía mucho.
-No, es solo insistente- dijo Hermione suspirando.
-Yo que tu amiga, le pondría un estate quieto- dijo Daphne golpeando sus puños y provocando un sonido bastante fuerte -Y que no se movería por un rato-
-Pobre de ti, seguro quedaras más idiota- dijo George riéndose mientras aparecía detrás de ellos y los miraba.
-Mis condolencias hermanito- dijo Fred pasando y quitándole el pastel a Ron, que de inmediato se quejó y salió detrás de los gemelos.
Antes de darse cuenta la noche reinaba, y la fiesta era más incontrolable, al punto en que un par de primas de Fleur desaparecieron junto con los gemelos. Al otro lado cantaban a todo pulmón "Odo el Héroe". El señor Weasley se paseaba de un lado a otro asegurándose que todo estuviera bien, y al mismo tiempo reprendía a sus hijos, que estaban o jugando naipes explosivos en una mesa o comiendo como en el caso de Ron.
Salió buscando aire un momento, solo para encontrar a Theo bajo un árbol, dándose un besuqueo con una pelinegra, no se percataron de ella, lo cual fue bueno porque regreso a la carpa de inmediato. Buscando a Harry encontró a Neville que estaba a punto de acompañar al señor Lovegood a su casa, pues su depresión y esa mirada cansada y triste indicaba que no quería estar en aquel lugar. En un punto Tonks paso a su lado, huyendo de un Lupin ebrio y que le bailaba de forma muy ridícula, al punto de hacer que ella tuviera la cara rosa chillón.
Sofí le indico que lo vio huir de un tío de Ron, que decía ser su padre y antes de que pudiera ir fue acorralada por varias francesas que le comenzaron a interrogar sobre su noviazgo con Harry y su relación futura con Viktor. Lo cual negó mil veces y aun así no creyeron en su palabra. Aprovecho un momento en que Viktor se acercó y comenzó a repartir autógrafos y saludos para caminar fuera del barullo.
Con tantas presencias mágicas alrededor era difícil localizar a Harry, más su instinto y conocimiento sobre el comportamiento de su prometido, le hizo salir a la fuente. Donde lo observo por un momento. El enclenque, delgaducho y rubio primo de Fleur estaba sentado y mirando los pequeños fuegos de colores cruzar de un lado a otro.
Caminando lo más suave que pudo, se sentó a un lado y con su mano toco el índice del chico.
-Siempre haces lo mismo…- dijo suavemente y soltó un suspiro de lo cansada que estaba-… te encanta desaparecer cuando estoy a punto de buscarte-
{No es apropósito} contesto Harry en su mente {De todas formas… no estoy participando mucho}
-Por qué no puedes- continuo Hermione con voz débil -Lamento la situación, si fueras… tú mismo… estarías con nosotros disfrutando, sin embargo, tienes que hacerte pasar por otro y evitar llamar la atención-
{Tampoco sabría qué hacer, no fui a casi ninguna fiesta de niño} rio Harry como un chiste, sin embargo, eso no alegraba ni hacia gracia a Hermione nada {Además lo importantes son Bill y Fleur}
-Están contentos- continuo Hermione estirando sus brazos, pues le era algo incomodo el vestido - Yo… estaría más cómoda si pudiera bailar contigo-
Arny sonrió y le miro, aquella mirada llena de sentimientos que Harry expresaba, pero que le hacían sentir como si un extraño le dijera que era el amor de su vida de la nada.
-Claro que con Arny… me siento terriblemente mal, es que veo que me sonríe, que me observa y … en sus ojos hay amor… pero yo no siento nada por él. Te amo a ti- dijo Hermione queriendo aclarar todo el día.
- ¿Así que era él? -pregunto la voz de Viktor a su espalda.
Se giraron y Viktor sostenía un par de cervezas de mantequilla y un semblante furioso. - y dime… ¿Ese pescado rubio es tu prometido? -
Tal vez fue sus ideas, pero vio a Harry asentir admitiéndolo, para luego alzar una ceja y casi decir con la mirada que lo golpearía. Antes de que alguno dijera o hiciera algo decidido ser la primera en aclarar todo
-Viktor … no mal interpretes las cosas, no sabes nada de lo que hay de fondo y no puedes hacerte ideas que claramente no son- dijo Hermione muy cansada por el tema – Yo amo a Harry, te lo he dicho una y mil veces-
-Y por eso deshonras su memoria comprometiéndote con este… este…-
- ¡Cuida tus palabras Viktor! -Salto Hermione enojada pues podía no saber nada de lo que pasaba, pero eso no implicaba que dijera nada sobre de ellos, pues al final de cuentas ambos se amaban y eso era lo único que contaba.
- ¿Por qué? ¿Quién es este tipo para que te pongas así? – dijo Krum con ira- ¡No te entiendo Herrrmione! ¿Qué es lo que quierrres? Y a quien ¿Quierrres? –
-Los dos vayan a adentro, distraigan a la gente y que nadie salga- dijo Harry sacando la varita, en un solo movimiento. Por un segundo pensó en que atacaría a Viktor, y que estaba en su límite de aguante. – Mione de esto me encargo yo-
Mas también la sintió, la magia que se acercaba con rapidez.
- ¿Y TU QUE CARAJOS DICES? - Grito Krum, tomando por el cuello y alzando el puño para golpear.
Hermione saco la varita también, pero no fue necesario, una voluta de humo plateado salió de entre los arbustos, un lince grácil y brillante aterrizo frente a Harry. La voz de Kingsley dijo -Te necesitamos en el ministerio, van hacia allá. ¡Cuidado! -
- ¿Qué? - pregunto Krum más confuso que nunca.
No tanto por el lince, sino porque la piel de Arny burbujeaba, se estiraba y comenzaba a cambiar de forma. Pronto el cabello rubio se oscureció, sus ojos se volvieron verdes y una cicatriz en forma de rayo apareció en su frente. Por un momento las miradas de ambos se encontraron, aunque Viktor tenía la mandíbula abierta por completo.
-Mione no alarmes a nadie, es un día importante, me encargare de todo y te mantendré al tanto. - dijo Harry cambiándose por algo más cómodo, pues su ropa le quedaba demasiado pequeña y pegada, además de también sacar su traje del ministerio -Adema… tengo que ir a trabajar, te veo en casa cielo-
Harry la tomo de la cadera y le beso con pasión, ella no pudo ni resistirse, se derritió ante sus caricias y apretó contra su cuerpo. Puede que fueran las horas de suplicio y el que ni un momento pudieran disfrutar de esa boda, pero ese beso fue como un vaso de agua en un desierto. Hermione le sonrió, aunque luego le reclamaría por besarla sabiendo que eso le daría un golpe sentimental a Viktor.
{Necesitaba eso} dijo Hermione, acomodándole la ropa, pues estaba algo torcida {Y mucho cuidado}
{Te debo un baile mi amor} dijo Harry tocando con suavidad su mejilla, ella tomo su mano y la acaricio también, al tiempo que disfrutaba ese tacto cálido y firme de su prometido {Ahora debo de salvarle el culo a Rufus}
A su derecha Viktor estaba petrificado, Harry soltó una sonrisa socarrona y le cerro la boca al búlgaro, para luego decir con descaro - Cuidado con mi prometida, recuerda cuanto duelen sus golpes y… guárdame el secreto amigo, no me gusta disfrazarme de pescado parlanchín- y comenzó a caminar a la salida -Por cierto… deberías buscar otra pareja de baile la próxima vez, ya que mi esposa ya tendrá con quien bailar-
Se sintió llena, el que Harry dijera su esposa le hacía creer en ese futuro juntos mucho más que nunca, guardaría esa esperanza con recelo, pues enfrente a ellos quedaban momentos duros y terribles.
-Estaré al pendiente, solo recuerda que tu magia aún no está estable del todo, no te sobre esfuerces- dijo Hermione preocupada.
-Tranquila, regresare pronto- dijo Harry sonriendo, esa sonrisa que demostraba que haría algo que ella le dijo que no, o por lo menos que estaba pensando algo para hacerla renegar. Camino hacia atrás y le sonrió - Te dije que, sin entradas dramáticas, pero… nunca hablamos de salidas-
El cuerpo de su prometido se ilumino de un amarillo y luego de un salto atravesó el tramo que le separaba con la verja y desapareció tras las protecciones. Dejándola preocupada, a un Viktor sin habla y seguramente respuestas que debía contestar ella.
- ¡Está vivo!- fue lo primero que salió de Viktor unos momentos después. - Harry … el…-
-Si- dijo Hermione cruzándose de brazos- Yo lo dije, es una persona que me conoce mejor que nadie, nuestra relación es más antigua de lo que pensabas y … sin lugar a duda es el amor de mi vida-
- ¿Tu prometido? - pregunto Viktor parpadeando. - ¿Cuándo? -
-Desde el ataque al ministerio hace un año- dijo Hermione mirando que nadie saliera de la carpa. - El … desapareció de verdad, pero regreso con sus propias fuerzas y ahora está luchando por un futuro. Te pido, te suplico Viktor que esto se quede aquí entre nosotros. -
- ¿Cuántos saben? - pregunto Viktor asistiendo sin cambiar de expresión.
-Solo amigos cercanos y algunos en el ministerio- dijo Hermione mirando la carpa aun - Como te dije Viktor, es mejor que te olvides de mi… Harry es mi prometido y no puedo ver mi futuro si no es a su lado-
Un silencio muy largo continuo, para luego verlo asentir y tener una expresión de profunda tristeza, como si su última esperanza se hubiera apagado.
-Regresemos adentro y no te preocupes… no traicionaría a Harry nunca- dijo Viktor caminando con pesadez.
Se adentro por la carpa y lo dejo de ver, sin embargo, Hermione permaneció fuera.
Sus amigos estaban dentro, si entraba y veían su rostro, en conjunto con el de Viktor sabrían que algo pasaba y no quería echarles a perder tan importante evento.
El estar sola durante unos momentos le calmo e hizo que su mente se despejara durante minutos contados, pues algunos temas importantes no dejaban de darle vueltas. Como el que aún no pudiera lograr su nueva habilidad o el hecho de que cada día la batallas se acercaban y pronto tendrían que poner sus vidas en riesgo una vez más. Sin contar que Harry traía algo entre manos, algo de lo que sentía que debía terminar pronto.
No estaba segura de cuánto tiempo admiro el oscuro cielo, cuando por la verja se mostró un rostro, el de Dumbledore el cual parecía alterado y parecía desconcertado. Hermione le dio paso de inmediato.
- ¿Qué ha pasado? - pregunto Dumbledore bastante serio.
Le conto el mensaje de Kingsley, como salió Harry a ayudar e incluso concordaron que era mejor terminar la boda para que todos estuvieran a salvo. En cuanto Dumbledore se retiró, Hermione supo que su paz se había terminado, y debía entrar a aquella carpa e informar de lo que sucedía en el ministerio
Madriguera, 12 horas antes.
Despertó con los primeros rayos del sol, parpadeo unos momentos y sintió el calor de la luz en su rostro; sin contar con su cuerpo cómodamente entre los brazos de su prometido. Lo miro un momento, estaba profundamente dormido, su pecho subía y baja en largos periodos, mientras que se movía con suavidad.
Fue una noche movida para él, no solo por la pelea del ministerio, también por todos sus sentimientos acumulador, por soltarse ante todos sus amigos y familia. El demostrar que tan herido estaba su alama, su cuerpo y corazón. Creía que fue una buena forma de dejar salir toda su presión, el dolor e incluso la ira acumulada en ese tiempo junto a ellos; desde su regreso, Harry no decía nada, pero aún se sentía apartado en algunos aspectos.
Lo observo por un buen rato, mas no parecía despertar y Hermione no era de las que pudiesen pasar mucho tiempo recostada. Con mucha calma y suavidad retiro la mano de Harry de su cadera, y poco a poco se movió de su lado hasta salir de la cama. Era extraño que no se despertara cuando ella se levantara, su sueño era ligero y alguna vez despertaba antes; puede que por las pesadillas que se le presentaban o las preocupaciones que lo carcomían. En ese preciso instante lucia en paz.
Esta vez solo se movió un poco reacomodándose y continúo durmiendo.
Marlow escalo su brazo, y se acomodó en su hombro, mientras también hacia gestos hacia Harry.
-Déjalo dormir, está cansado-
Se desperezo, tomo su ropa y fue a la ducha, aunque tuvo que esperar a que la señora Delacour terminara. En la cocina la mesa continuaba retacada de regalos y ahora incluso de diferentes manteles y cosas que antes adornaban el patio. De tal forma que desayunarían afuera en el patio, y con certeza era un día muy hermoso para no quedarse dentro.
Mas no tardaron en mostrarse el desastre que aconteció en la noche anterior.
Apenas servían el desayuno, cuando una bandada de lechuzas cruzó la verja, cada una con cartas e incluso el periódico del día. Eran tan variadas, pero se notaban con claridad de donde procedían. Las más pequeñas y con todos cafés del ministerio, una enorme y rechoncha era de Rumania, dos más grandes transportaban el profeta y corazón de bruza, incluso un blanca y estilizada que venía de Gringotts.
-Tardaron más de lo que creí- dijo Sirius estirándose.
Cada lechuza fue a una persona; el señor Weasley, Charlie, Percy, Tamara, Tonks e incluso Bill que debía de estar de permiso por su boda. Una lechuza dejo en la mesa "el profeta" y otra "corazón de bruja", además de una carta de parte del Ministerio y otras dos de Gringotts. Una de ellas dejada por la misma Hedwig que en cuanto se posó en la mesa, comenzó a beber de un vaso.
-Vaya parece que eres muy importante- dijo Ron intentando mejorar el ambiente, ya que en los semblantes de todos se notaban que ninguna tenía buenas noticias.
-Soy el único hablante rúnico de Londres, el ministerio pondrá a todos sus activos en movimiento con seguridad. Y en cuanto al banco… estará informando a todos sus clientes importantes de la posible caída del ministerio y que implementará un estado de emergencia en dado caso. Deben de cubrirse ante un posible cambio de gobierno, al mismo tiempo de asegurar su posición en el viejo o nuevo sistema. -
-Suena a que piensan que perderemos- dijo Theo bostezando y saliendo al patio con los ojos rojos y una cara pálida. -Dejen de hacer ruido… me duele la cabeza-
-Anoche bebiste como cosaco, es normal- dijo Sofí acomodando con la varita los cubiertos y la misma mesa.
- ¿Puedes hacer algo? -
-Si-
- ¿Lo harás? -
-Aprende de ello-
- ¿Qué quieres que aprenda de una resaca? - pregunto Theo molesto - A no beber… dudo que eso funcione mucho-
-Olvida eso, hay cosas más importantes ahora- dijo Percy bastante serio al acabar de leer su carta- El ministerio instaurara un estado de emergencia, un toque de queda e incluso pedirá a todos los activos del ministerio que se presenten a la brevedad-
-Lo cual no nos deja mucho tiempo… ¡¿Molly?!- comenzó el señor Weasley serio.
-Lo se cariño, solo cuídate- dijo la señora Weasley intentando no lucir nerviosa, pues acomodaba la comida en el centro, le temblaba la mano con que sostenía la varita y por lo mismo mancho la mese un poco. – Igual ustedes- miro a sus hijos, los cuales asintieron de inmediato – Entiendo que el ministerio los necesita, pero esta familia también… y las familias que se están formando- Su vista cambio a Fleur que estaba pegada a Bill y le veía con intranquila.
-Desayunaremos juntos, somos una familia y luego iremos a ayudar- dijo Percy palmeando la espalda de Bill, que asentía.
Escucharon la verja sonar y unas voces conocidas, los gemelos entraron con sus sonrisas de siempre y esos ojos que demostraban que no tenían buenas intenciones.
-Hola familia ¿Qué tal esta la resaca? - pregunto Fred antes de quitarse su chaqueta y lanzarla sobre una silla. -Que rico huele, el desayuno de mamá siempre es el mejor-
-Concordamos hermano, es para poner un negocio ¿Qué te parece? – dijo George haciendo lo mismo – Desayunos, brebajes y comidas, "Matriarca Weasley", dinos y te patrocinamos mamá-
-Usted y sus bromas, pero qué bueno que llegan, siéntense… iré a traer a su hermana- dijo la señora Weasley dándole un abrazo y beso a ambos y luego tomo rumbo a la casa.
-Huy ¿Quién se murió? - dijo Fred sentándose sonriente. – Tienen caras largas-
-Y no son caballos- completo George imitando a su hermano.
Todos los miraron, y sonrieron un poco, como si pensaran que eran ajenos a los problemas por su estado de bromistas eternos. Mas Hermione noto en sus chaquetas una carta, del mismo color de Gringotts e incluso una del ministerio. Con seguridad informándoles de la posibilidad de "reclutarlos" para la fabricación de defensas, por ser tan buenos fabricantes y vendedores. O el hecho de que fueran requeridos de un momento a otro al ministerio para ver en que ayudaban contra la situación. Ya que no era extraño que, en situaciones de guerra, "tomaran" lugares e incluso recursos de personas para financiar aquello que necesitaran. (Nota caos: No me fusilen, solo me base en la "la requisa militar: en tiempos de guerra y paz")
- ¿Enserio caballos? - dijo Ron sentándose también, tantas cosas que pudieron escoger - ¿Están enfermos o se les acabo el repertorio de chistes? -
-Parece que entraron en la edad de la decadencia… que triste- siguió Bill pasando el brazo por el hombro de Fred y le paso la mano por el cabello.
-Escucha a estos Fred, ahora todo el mundo es crítico- dijo George bufando.
-Igual que siempre- dijo el señor Weasley riéndose un poco.
Hermione tomo el periódico y el corazón de bruja, mientras los demás charlaban, fue a adentro a ver si Harry estaba ya despierto. Mas Ron y Sofí le acompañaron, no dijeron nada, solo tomaron rumbo a los pisos superiores. Encontrándose a Daira bostezando en la chimenea y con las plumas erizadas por acabar de despertar.
Al entrar no pudo creer que Harry siguiera dormido, estaba abrazando una almohada y se cubría los ojos de la luz con otra.
-Vaya que está cansado- dijo Ron entrando y tirando de la cobija, y aun cuando tomo asiento en el borde, Harry no despertó. - ¿Estará enfermo? -
-No creo- dijo Sofí apresurándose, para tocar su frente y mover la varita haciendo una revisión rápida -Solo está dormido- soltó con una cara de alivio. -Aunque también podría estar en estado comatoso-
- ¿Coma qué? - pregunto Ron alzando una ceja.
-Olvídalo, no lo entenderías- dijo Hermione tomando el periódico, y antes de que Ron se queja comenzó a leer el título. - "Frágil estado mágico ¿Ministerio a punto de caer?"
-Buena pregunta- gruño Ron.
- "El ministerio recibió un gran ataque durante la noche, un grupo de Mortifagos entraron siendo liderados por Rodolphus Lestrange y Macnair.
Lamentablemente no menos de 24 magos y brujas han fallecido esta noche, y el doble o más están gravemente lesionados y en San Mungo. Tras lo que parece una batalla por el control de este gobierno, y tal vez de la toma de posesión de artefactos mucho más valiosos, y peligrosos, del área inefable.
Este grupo, no entro solo por la fuerza, lograr atravesar las barreras mágicas por alguien dentro del ministerio; una vez dentro comenzaron a desatar destrucción y sin compasión lastimaron, hirieron y asesinaron a muchos de nuestros conciudadanos.
Todo Auror presente y algunos en las cercanías se apresuraron al alugar, y comenzó una batalla, parecida e igual a la ocurrida el año pasado. El Auror Asesor Externo no estaba presente, y desde el ataque al tren de Hogwarts el mes pasado no se ha vuelto a ver, por lo que el ataque causó una gran sacudida a los recursos y personal dentro de las instalaciones.
No tardo mucho, hasta que se hizo presente, según testimonios de múltiples Aurores, personal y del mismo Rufus Scrimgeour. La batalla destruyo el sistema de elevadores y parte del área inefable, así como también el Atrio. Para cuando los Mortifagos se retiraban, un grupo de medimagos, enviados por la misma Emma Fletming, directora y jefe Medí Mago de San Mungo; Además de Albus Dumbledore, actual director del colegio de magia y hechicería, Hechicero supremo y aquel que lucho contra Gellert Grindelwald.
La batalla termino súbitamente, dejando un campo de batalla lleno de sangre y dolor. Y no sin antes dejar un golpe aún más duro, el ministro Scrimgeour ahora está en San Mungo, con una lesión grave, aunque consciente.
Por declaraciones de Kingsley Shacklebolt, ministro suplente, el Ministerio ha ordenado un cierre total de sus estaciones, así como una revisión detallada y exhaustiva de cada uno de su personal y gente que entre a dicha instalación gubernamental.
El Auror Externo no ha declarado nada aun, por órdenes del ministro provisional, sus acciones se centran, sobre todo, en buscar y crear la forma de detener al mismísimo "El que no debe ser nombrado".
Dolores Umbrige ha sido puesta bajo arresto preventivo y ahora está siendo guiada a un lugar desconocido. Ya que tuvo participación en el ataque, declarado por varios Aurores y otros tantos trabajadores que estuvieron presentes durante el primer contacto del ataque. No se ha aclarecido su situación, si actuó consciente y con estatus de Mortifaga o bajo la maldición imperius. Han asegurado que sus acciones serán investigadas a fondo y de cualquier forma se le dará un castigo adecuado.
"Quienes ustedes saben" ha demostrado otra vez que tiene recursos y la forma de poner al ministerio en un grave aprieto, y nos preguntamos ¿Cuánto más resistiremos esto? El avance en sus acciones, su reclutamiento de más seguidores y su clara intención de obtener poder es innegable.
Solo esperamos que Dumbledore, Rufus y el Asesor Externo pueden hacer algo. Ahora que nuestro Héroe Potter ya no está.
Obituarios páginas 6,7, 8, 9 y 10. "-
-Lo hacen escuchar muy mal- dijo Sofí ya sentada en su lado y viendo las imágenes presentadas.
La mayoría del ministerio destrozado, otras de Rufus en San Mungo, e incluso una donde Harry estaba con la máscara a la mitad y se notaba que sangraba bajo ella.
-No saben el trasfondo de lo que pasa- dijo Ron alzando los hombros- Siempre solo es la información en general, el fondo es un juego de sombras-
Hermione asintió, tomando el corazón de bruja, el cual mostraba la misma foto de su prometido, en su traje del ministerio y la máscara rota, solo que esta parecía diferente, modificada. Pues estaba en una posición diferente y mantenía una sonrisa bajo la máscara, al tiempo que la sangre de su mejilla bajaba lentamente. Estaba por cerrarla cuando Sofí comenzó a leer.
- "Todos ya han de saber de los sucesos de anoche, de cómo la batalla al ministerio ha causado un gran golpe a todos. Del honorable acto de varios Aurores, que protegieron al ministerio, y de que los Mortifagos salieron despavoridos luego de la llegada del Auror Externo, y como incluso… de la lastimosa noticia del fallecimiento de muchas personas.
Mas en corazón de bruja, cubriremos otros aspectos y sobre todo lo que más nos intriga.
¿Quién es el bombón tras la máscara del Asesor Externo?
Como hemos informado antes, es seguro que Henry Tufty solo es un alias, ya que en diferentes registros y en una exhaustiva búsqueda de nuestros reporteros han descubierto que dicho nombre no le pertenece.
Así que lectores, hoy tenemos una imagen mejor que podremos comparar con muchos magos de hoy en día. "-
- ¿¡QUE!?- grito Ron, levantándose de golpe.
- ¡Ron, lo despertaras! - susurro Hermione mirando como Harry se removió, se reacomodo y continúo durmiendo.
-Espera, ¿No vinimos a despertarlo? - dijo Ron confundido- Y ¿Como que lo compararan para saber quién es? -
-Espera, deja leer- dijo Hermione intrigada.
Luego de lo que fueron unos momentos, y el pasar varias páginas, noto que estaban comparando varias fotografías de Harry con la máscara rota y con otras personas. Y muchas de ellas ni de cercaban a la realidad. Al final noto que estaban tres cuadros en blanco. Además del texto que decía.
"Por su cabellera negra, su barbilla, labios y tan colosal poder, el posible personaje que tanto nos intriga sea:"
De uno de los cuadros apareció un chico con un parecido a Harry, pero ojos azules y mucho más delgado; Del segundo salió apareció un Auror, aunque este tenía un pie de imagen que denotaba "desaparecido primer asalto al ministerio"; y por último apareció Theo, con una clara actitud arrogante y peinándose el cabello hacia atrás.
-Estas de broma ¿no? - dijo Sofí abriendo la boca- Ellos ni se parecen-
-No puede ser, ahora su ego se ira a las nubes- dijo Ron tronándose el cuello.
-Y más cuando sepa que el Asesor Externo está en el puesto número 1 de varios ranking's de Corazón de bruja- dijo Hermione suspirando, pues otra vez su prometido era el centro de ese tipo de revistas – Esta en el primer puesto de: mejor cuerpo, mejor hechicero, más varonil, misterioso y en el que muchas chicas piden para portada de revista-
- ¿Cómo sabes? - pregunto Ron con la cara llena de picardía y murmuro - ¿Cuántas veces has leído corazón de bruja? -
-Estoy suscrita a ella genio, además de que…- Hermione le lanzo la revista a la cara, este paso páginas con rapidez y a un centímetro de pegarle se detuvo en el aire -… hay una página al final donde ponen los rankings cada mes, idiota-
- ¡OYE! - Grito Ron y ambas le vieron con fuerza al momento de que lo callaban con un gesto y señalaban a Harry – Huy… perdón… pero miren, tengo el quinto puesto en "En mejor cuerpo"-
-Que no se te suba a la cabeza- dijo Sofí levantándose – Neville está en el 7 puesto, y Bill en el 4-
-Amárgame el día L'angelo Potter-
-Vamos, dejémoslo descansar, hemos estado hablando y si con los gritos de este no se despertó. No creo que lo haga en un buen rato- dijo Hermione suspirando - ¿Puedes cambiar su vendaje y curarlo sin moverlo? Sangro un poco en la noche-
Sofí asintió, movió su mano a su bolsillo y sustrajo varios utensilios de curación. Con un movimiento de varita la tela blanca y con manchas rojas fue cortada a la perfección, y en otro esta fue retirada en un sigiloso movimiento. Agradecía que Harry tenía el brazo extendido, pudieron ver su hombro con la herida roja y aun soltando varios puntos que comenzaron a sangrar. De inmediato Sofí saco un frasco con agua transparente y que tenía un ligero toque azulado.
-Es tu regalo- dijo Hermione mirándola.
-Si, y aunque estoy segura de que no pensó en el cuanto me lo entrego. Y me dijo que solo lo ocupara para emergencias. Es más importante mi hermano. - Murmuro Sofí, sacando una burbuja de agua con la varita, y poniéndola en su mano. Dijo unas palabras, que sonaban mucho a Parsel, luego llevarla lentamente a la herida y con un leve goteo comenzó a dejar que esta se introdujera dentro de la herida del hombro. Paso un solo momento, pero la herida comenzó a cerrarse, los tejidos se movían como en cámara lenta, y pronto ya no eran tejidos rojos sanguinolentos, si no rosa y se empezaba a cerrar -Sera suficiente por ahora-
Saco un vendaje nuevo, y en un movimiento rápido se lo coloco con suavidad y sin moverlo.
-Tardara un buen tiempo en curarse- dijo Sofí limpiándose la frente - Si no fuera por su entrenamiento, no podría hacer esto. Me alegro haber continuado con el-
- ¿Eso fue... Parsel? - pregunto Ron boquiabierto.
-Harry me dijo que anotara la pronunciación de como decía las palabras, ya que él no sabe cómo se escucha… y pude aprender un poco de esa antigua forma de curar. Aunque requiere un gran cumulo de magia y concentración- informo Sofí ya en camino a la puerta.
Antes de salir miraron a Harry el cual aún estaba sin poderse despertar, estaba en un sueño tan profundo, tan pacífico y sin enterarse aun de los problemas que estaban por venir.
Bajaron para encontrarse la mesa ya servida, con todos los Weasley, los Delacour, los Pendragon, Hagrid, Sirius, Lupin, Tonks y Tamara. Eran tantas personas juntas que eran dos mesas de boda juntas. A un costado Daira ya estaba sobre un gran cubo de carne y otro de lo que seguro era hidromiel o alguna clase de bebida fuerte.
-Harry aún está durmiendo- dijo Hermione sentándose -Dejémosle ahora que puede… estoy segura de que en cuanto despierte...-
-Sabemos que pasara- dijo la señora Wesley, otro lado con la cara pálida y preocupada - por ahora comamos antes de que tengan que marcharse-
Pasaron el desayuno muy rápido y en cuanto terminaron, todos comenzaron a desaparecer, el primero en salir fue el señor Weasley, seguido de Percy, Charlie, Tonks y Tamara. Los gemelos le susurraron algo a Bill el cual negó, pero seguro era algo si no acudiría a Gringotts, pero él debía de tener una licencia o no era requerido, pues se quedó a lado de su ahora esposa.
Por un momento todo estuvo tenso, tanto que incluso Ginny miro a sus hermanos gemelos como si no tuviera cabeza, puesto ellos siempre eran los que comenzaban a decir algo en esos momentos. Ahora fue Ron quien hizo aparecer un tablero y acomodar las piezas, se estiro los dedos de forma exagerada y sentó tomando las fichas negras.
- ¿Quién tiene el ánimo de recibir una humillante derrota en ajedrez mágico real? –
-Qué más da… pero … tengo un nuevo movimiento. - dijo Theo sentándose y arremangándose la camisa.
-Pues… veamos que tienes en mente-
Perdió Theo, aunque costo un buen rato y fue lo suficiente distracción para que todos se relajaran y comenzaran a realizar diferentes cosas. Esperando, el que nadie estaba seguro, pero Hermione tenía una idea clara de quien era al que esperaban. Los gemelos mostraron un nuevo producto, una baraja de póker que gritaba que tenían en mano, lo interesante era que podía ser mentira o verdad. Incluso las cartas cambiaban por completo una al azar en cada turno. Claro que los gemelos quisieron apostar, y la señora Weasley no lo dejo y fue bueno para el señor Delacour y Sirius. Al final Fred tenía media montaña de dulces y George la chaqueta de cuero de Sirius y un viejo llavero del señor Delacour.
Durante la comida Daira observaba la casa, con las alas plegadas y la cola enroscada, con la vista malhumorada.
-Va a estar bien, solo descansa, ni los gritos de Ron lo despertaron- indico Hermione acariciando las plumas sobre su cabeza y el cuerno durado que le salía.
Solo lanzo una llamarada en un leve rugido se enrosco y con la mirada figa continúo mirando en la dirección de la puerta.
Pronto Ron había ganado a cada uno de los presentes, invicto y con el ego muy arriba se mostraba guasón ante todos. Incluso a Daphne que hizo varios movimientos intentarlo distraerlo del juego, como subirle la pierna encima de rodilla, o mirarle coqueta, incluso quitándose la sudadera que llevaba puesta y quedando en una camisa muy delgada. Atrayendo las miradas, sobre todo de la señora Weasley y que le reprendió. Fueron dos movimientos que le costaron a su alfil y torre, pero se recompuso y evitando la mirada de su novia realizo un Jake mate en otros 5 movimientos.
Hermione tomo su lugar, pues luego de mucho rogarle Ron y de insistencia de todos se sentó frente a su amigo. Le sonrió con malicia y murmuro -La venganza es tan corrosiva como el cuerno de un Erumpent, pero yo … disfrutare esto-
-Ahora ya se mas de estas tácticas- dijo Hermione tomando el peón de en medio y haciéndolo avanzar dos casillas.
-Si hablas de los diarios de Prisco- rio Ron avanzando la misma ficha y quedando en una posición reflejo - Recuerdas quien los tiene ¿Cierto? -
- ¿Y los entendiste o te los explico? - dijo Hermione mirando directo a sus ojos y moviendo otro peón.
-Lo veras… cuando te derrote Granger-
-Inténtalo… Weasley-
Hermione no tuvo tiempo ni voltear, Ron le ponía trampas cada vez que avanzaba, le hacía dudar entre sus jugadas y por más que buscara lo que quería realizar, siempre terminaba preguntándose si Ron quería que hiciera esa jugada o era una trampa. Duro bastante la partida, tanto que todos se pusieron a su alrededor, observando y aunque ambos perdieron piezas de forma gradual, ninguno se dio por vencido. En media hora Hermione perdió la mitad de sus piezas, para ese punto se empezó a extrañar que Daira no estuviera de curiosa y tampoco la vio durmiendo; en una revisión rápida de su alrededor. Mas no le preocupo, pues sabía que no iría a ningún lugar sin Harry.
Paso otro cuarto de hora, cuando Ron cometido su primer error, movió su caballo justo en la posición para que la torre de Hermione lo tomara. El chico sonrió, pero al mismo tiempo estaba saliendo Daira de la casa, agitando sus alas y dando ligeros saltos contenta. Entonces supo a donde había ido. Y lo más seguro es que no tardaría en bajar Harry.
-Presta atención o ganare- dijo Ron al notarlo.
-Eso espero…- murmuro Hermione, pensando que, de lo contrario, el plan general de Harry tendría muchos puntos débiles.
3 horas antes.
Ya sabían a donde iría cada uno y que mensaje entregarían. Era, sin error a fallar, una de las cosas que nunca paso antes, dividirse e ir a convocar a una reunión a tantos que, por cierto, no se llevaban bien ni lejos, era muy peligroso. Cada uno de ellos era poderoso, tenían gente detrás de ellos e incluso habilidades y pensamientos opuestos a lo de los demás. Ya no era un juego, y Harry ya no estaba ganándose y reclutando para que le ayudaran, después de todos ese tiempo y dedicación, era tiempo de llevar a cabo su ideal.
-Señora Weasley, debemos irnos de inmediato- dijo Harry una vez que el terminara de comer y los demás de recoger la mesa - Lo que quiera llevarse, es momento, no regresaremos por un tiempo-
- ¿Cómo? - pregunto la señora Weasley abriendo la boca.
-Nos marchamos por un tiempo mamá- dijo Ron suspirando- Así que hay que guardar lo que queramos llevarnos y alistarnos, supongo que nos quiere poner fuera de rastro de cualquier Mortifago-
- ¿Pero Arthur, Charlie y Percy? -
-Les enviaremos un mensaje- dijo Fred sacando un cubo de su bolsillo y rotándolo en sus manos - Le diremos que nos vean en Hogwarts -
-De acuerdo, Ginny cariño, ayúdame un momento- acepto la señora Weasley y se dirigió a la casa con su hija detrás.
-Papá, mamá, yo igé con Bill. Pueden gegesag a casa, debo apoyaglo ahoga que me necesita más- dijo Fleur mirando a sus padres.
El señor Delacour se levantó, estiro los brazos y le abrazo con fuerza, susurro algo en su odio y los ojos se le anegaron en lágrimas. De igual forma la señora Delacour le abrazo y no soltó por un buen rato, incluso Gabrielle.
-Estará bien-dijo Harry muy calmado contrastando s parecía una triste despedida. - Todo va a estar muy bien, estoy seguro de ello-
Estaba sentado a su lado, pero aun así busco su mano y entrelazo sus dedos con fuerza, dándose un apretón en apoyo. No supo por qué, y notaba que no era la única que reaccionaba a las palabras de su prometido, sintió aquello no era tan malo y que sus palabras se cumplirían. Que todo estaría bien.
Cuando la señora Weasley regreso, llevaba un gran número de equipajes y artículos de la madriguera, a lo que Harry solo guardo en su bolsa y sin esperar a que dijera alguien algo comenzaron a ir a la salida.
Considero todas las formas para poder ir a Camelot, pero con certeza era un gran número de personas y aun con un traslador seria problemático. Y Harry aún no había conseguido el tiempo para instalar un portal en la mansión o cercanías.
Vio despedirse a los Delacour, mientras el resto estaba expectante y pensando en que pasaría a continuación de ese momento. Las palabras de su prometido no solo eran para reunir a todos, si no una declaración de guerra contra Voldemort, ya no esperarían, irían en su contra y con todo el poder que consiguieron en esos años. ¿Sería suficiente? ¿Voldemort tendría secretos que aún no descubrían? ¿Qué tanto tendrían que perder por su futuro?
Por unos momentos se despidieron en silencio, nadie parecía tener ganas de hacer nada e incluso los gemelos continuaban entretenidos en un cubo de colores. Los Delacour dieron un abrazo a todos y la señora Delacour beso dos veces a Harry antes de sacar un viejo llavero que destellaba de azul, y en un momento desaparecieron en una ráfaga circular.
-Nuestro turno ¿Listos? - pregunto Harry aspirando el aire del campo y sonriendo - Bueno preparados… porque Ron nunca ha sido listo-
- ¡Ehhhh! Lo dice la lumbrera andante- se quejó Ron dando una sonrisita. - ¿A ver como iremos tantos a Camelot sin portal o traslador? -
-Acaso… ¿Estas retándome? - pregunto Harry abrazando a su prometida por la espalda.
-Puede ser-
La mayoría soltó una risita, mientras Harry se rio bastante y alzo una mano, todos miraron sus dedos y esperaron sin siquiera moverse, trono los dedos. Sonó bastante fuerte. Cada uno espero y observaron a su alrededor, más solo corrió el viento.
-Hubiera estado genial que pasara algo ¿No? - dijo Harry carcajeándose.
-Vaya, que mala broma- dijo Fred y George.
-Pero a que los dejo a todos esperando - dijo Sirius cruzándose de brazos y una mirada orgullosa.
-Por dios, pongámonos serios chicos- gruño Lupin varios metros alejados.
-Ok, serios como Sirius- dijo Harry y antes de que se quejaran de su mal chiste, alzo la voz y grito –¡Dobby, ¿Puedes venir con un grupo de elfos para ir a Camelot?! Por favor–
Como palomitas de maíz varios "pop" sonaron en todas partes alrededor de ellos, una veintena de elfos aparecieron, inclinándose y haciendo una reverencia muy preciada. El que más tocaba el suelo era Dobby, con un sombrero de paja, ropa llena de tierra, plantas y una regadera en la otra mano. Tal vez antes estaba atendiendo los jardines de Camelot.
-Dobby está aquí amo, Dobby esta para servirle- dijo el elfo mientras se levantaba dando saltitos de emoción y desvaneciendo la regadera.
Suponía que hacía bastante que no veía a Harry y más aún que este le pedía algo, pues Harry casi siempre hacia las cosas por sí mismo y por ello Dobby no debía de estar esperando esos momentos con ansias. Hermione aun no estaba de todo a gusto con ese comportamiento de idolatría, más era reconfortante ver como todos los elfos poco a poco cambiaban su manera de pensar y servir. Al principio ocupaban trapos para vestirse y algunos incluso consideraban hablarles como un acto atroz; ahora la mayoría vestía ropa más normal (aunque con calcetas impares), y tenían un sistema laboral donde tenían tiempo para sí mismo y un sueldo. Escaso pero suficiente pues Harry proporcionaba todo lo demás.
-Amigo, hace rato que no nos vemos ¿Qué ha pasado por Camelot? - pregunto Harry mientras acariciaba la cabeza de Dobby y este saltaba aun emocionado.
-Dobby tiene Camelot bien, los malos familiares han estado ocupados, los invitados siguen a salvo y… la mala ex ama de Dobby no se ha comunicado con nadie ni salido-dijo Dobby mirando alrededor, pues Daira, curiosa con la aparición olfateaba el lugar donde antes Dobby estuvo y ahora le miraba con suma curiosidad.
-Muy buen trabajo, excelente a todos y gracias por ayudarme- dijo Harry recorriendo la mirada por todos los elfos, algunos se sonrojaron otros exaltaron de alegría saltando y con las orejas en lo alto. -Ahora quisiera que me ayudaras a llevar a todos a Camelot y luego a Hogwarts-
-Dobby le ayudara amo- dijo Dobby inclinándose.
La curiosidad de Daira gano, y ante la baja estatura de Dobby esta comenzó a olfatearle la oreja, cosa que causo gran tensión y miedo en el pequeño duende que salió corriendo, creyendo que era un juego, Daira se lanzó detrás del pequeño.
- ¡AMO! ¡DULCE AMA! -Grito Dobby mientras los demás elfos alzaban las manos, listos para protegerlo.
- ¡Esperen! -dijo Harry al tiempo que ella tomaba a Winky que avanzo entre saltos. - ¡Ella solo está agradeciéndole! –
Daira olfateo a Dobby, mientras lo atrapaba bajo su cuerpo, en un momento ella comenzó a mover las alas y saco la lengua y sus filosos dientes brillaron; después daba largos lengüetazos por la cara del Dobby. Giro rugiendo a Harry, el cual suspiro. Este miro a los elfos y luego a Daira, antes de negar y rugirle a la dragona. La dragona se enojó, y escupió humo para luego de una pequeña charla con Harry se quitará de encima del elfo, pero acaricio con su hocico al alfo, al pasar a lado de Harry rasco la tierra; dejando los curcos como si fueran hechos con alguna clase de maquinaria dando a entender su enojo.
{Lo reconoció por el olor y sabe que el preparo muchas de sus comidas, le estaba agradeciendo… a su forma} dijo Harry en su mente {Y pregunto si podía jugar con el… pero seguro la atacaran si hace algún mal movimiento}
{En parte es su instinto, en el fondo sigue teniendo ese impulso de niña} le recordó Hermione, mientras ayudaba a Dobby que temblaba e intentaba no perder de vista a Daira.
{Cierto, no esta tan pequeña} Pensó Harry rascándose la nuca y mirando los surcos limpios. {Y no es tan delicada}
-Amo… Dobby teme que Daira ha crecido bastante -dijo Dobby, este solo le sonrió y acaricio la cabeza.
-Tranquilo, ella solo está agradeciéndote toda la comida deliciosa que le has enviado- dijo Harry alegre de que se llevaran bien, pero preocupado por la integridad de Dobby. -De cualquier forma, necesito mucho de ti estos días ¿Me ayudaras? -
-Por supuesto amo, cuente con Dobby para todo- dijo Dobby acomodándose el traje de jardinero, aunque ahora más polvoso.
En un instante todos sostenían las manos de un elfo doméstico, Harry y Hermione a cada lado de Dobby, el cual estaba aún bajo la mirada de Daira y esta a su vez de los demás elfos. Pero por supuesto que Harry le tocaba la cabeza para impedir que se le volviera echar encima. Marlow estaba curioso desde su bolsillo, asomando la hoja, pero quieto, como aquellas veces que en el archipiélago estaba preparado para advertirle de algún peligro.
Aparecieron justo en la entrada de la verja blanca, todos ya más acostumbrados a los viajes en desaparición, y al mismo tiempo nerviosos por lo que pasaría a continuación. No como Sofí que se fue a un costado y junto a un árbol comenzó a dar arcadas. Tardo un rato en reunirse al grupo. No tuvo ni que tocar la verja esta se abrió de par en par y mostro el interior, su mansión reluciente, con el lago rodeándola y los caminos que le llevaban a él.
-Llama al resto, también nos marcharemos de Camelot- indico Harry adentrándose y sosteniendo con fuerza la mano de Hermione, que sentía la tensión de su prometido, puede que estuviera aparentando tranquilidad mas no lo estaba.
-Claro amo- dijo Dobby chasqueando los dedos y todos los elfos desaparecieron.
De camino los Kelpies saltaron para curiosear y los Gnomos aprovechaban las salpicaduras de agua para saltar en ellos. Al casi llegar a la puerta notaron el movimiento en el recibidor, los cuadros se movían de un lugar a otro, diciéndose cosas a los oídos y con las estatuas de sus antepasados agitados.
- ¿Qué pasa aquí? - pregunto Ginny mirando a su alrededor.
- Lucen como si… algo malo pasara- dijo Theo en primera fila.
-Están muy alterados- indico Bill en la parte de atrás.
-Saben que está a punto de ocurrir- dijo Harry tocando la cierva bajo el cuadro de su madre, esta se dejaba y se tranquilizó mientras que su madre le miraba con esa preocupación que solo ella podía darle. - Saben que sellare Camelot una vez más-
- ¿Qué? ¿Por qué? - fue la pregunta general.
-Draco dio indicios de donde esta…- dijo Ron con el brazo de Daphne aferrado al suyo-… no es seguro estar aquí-
-Pero… no creo que sepa dónde están, las protecciones…- comenzó la señora Weasley, más fue interrumpida.
-Rufus encontró el lugar, por lo menos la ubicación general- gruño Hermione mirando a los cuadros de los Potter, que no hablaban, pero se movían entre ellos. Mas los padres de Harry le observaban. -Si descubre un indicio… mandara a un ejército para derribar las protecciones y destruir Camelot-
-Pero si la sello, los Hechizos se reforzaran y este lugar dejara de tener algún interés para el- dijo Harry esta vez pasando la mano por el lomo del ciervo y mirando a su padre, y hablando más para él cuadro, como si esperara su compresión y aceptación. -Y en el Archipiélago podre proteger mejor a mi gente-
El señor Potter, dentro del cuadro, se sobo el puente de la nariz, se vio un momento con su esposa y ambos asintieron.
-Bueno, no eres el único que tiene gente que proteger- dijo la voz que reconocería donde fuera, Hermione volteo y miro a sus padres.
Sus padres saludaron a todos con enormes sonrisas, como solían hacer siempre y de paso estrecharon la mano de la señora Weasley, Sirius y Lupin. Mas ambos llevaban viejas ropas, desgastadas, con panchas de pociones e incluso con el cabello grasiento y desarreglados. Además de cansancio en sus ojos, pero con esa llama que demostraba que estaban orgullos de algo y que estaban trabajando mucho.
-Tuvimos que ajustar los tiempos- dijo Su padre abrazándola- E incluso gastar lo que no teníamos…-
-… luego te lo repondremos Harry- dijo su madre también abrazándola y dándole un beso en la frente - Pero teníamos que cumplir con lo que nos pediste-
- ¿De que hablan? - pregunto Hermione desconcertada- ¿Harry? -
Este se rasco la nuca y soltó una risa nerviosa. -Del costo olvídenlo, es para algo que ocupare así que no piensen en ello. Y…- Miro a Hermione, la cual frunció el entrecejo -… digamos que … se me ocurrió una idea para que ayudaran-
-Pero ellos no tienen magia- dijo Daphne desde detrás de ellos.
-Señorita- dijo su padre con cortesía y una sonrisa, pero un tono algo ofendido -El que alguien carezca de cierta habilidad innata, no quiere decir que no pueda crear habilidades a través del trabajo duro, el estudio, perseverancia y algo de valentía-
-Claro que el estudio y perseverancia lo puse yo - dijo su madre dando una sonrisa burlona -El trabajo duro y la valentía… solo fueron prueba y error de tu papá-
- ¡Eh! ¡Estuve muy cerca las primeras ocho veces! - dijo su padre rojo de la cara.
Hermione necesitaba más explicaciones, pero en ese momento se alegró de tenerlos a su lado antes de aquella batalla que sería un infierno, los abrazo y sonrió -Los extrañe mucho-
-Y nosotros a ti cariño- dijeron en su oído.
Daira comenzó a olfatear a su alrededor, mientras que sus padres la miraron- Ha crecido bastante, ya es toda una dragón- dijo Su padre inclinándose sin miedo acariciando su hocico y Daira por toda contestación comenzó a restregarse por su rostro.
-Que maravillosas plumas, es tan genial, y mira son impermeables, el largo y ancho de las alas perfecto para vuelos largos y también acrobacias- dijo Su madre con ojos brillantes, al tiempo que le movía las alas y las revisaba- Es tan hermosa-
-Y ahora se pavoneará por un rato- dijo Harry riéndose -Ha estudiado bastante señora-
-Por supuesto- dijo esta acariciando la barriga de Daira que se hizo de lado y feliz se dejó. -Las criaturas mágicas son fascinantes-
-Claro que es espectacular. Pero si crece más tendrán que buscar un lugar muy amplio para ella- dijo El señor Granger mientras tenia a Daira en las piernas.
-No hay problema de ello. Ahora, me podrían explicar por favor- dijo Hermione mirando como el resto también se encontraba curiosos. Incluso Daira que por lo general ya hubiera preguntado por lo que se cocinaba o salido a buscar a Gnomos del jardín.
-Mejor les mostramos- dijo su padre sobándose las manos. Su madre solo rodo los ojos y miro el techo por un momento.
Luego de dejar a Daira en la cocina, con Dobby temblando y sirviéndole un enorme cuenco de carne e hidromiel. Sus padres estaban fascinados con Daira, aunque comentaron que también estaban estudiando a los Kelpies de afuera e incluso los Gnomos, que les parecían divertidos, pero no tan listos. Los siguieron por la entrada principal, no sin que antes Harry lanzara una mirada a los retratos de sus madres y estos le mandaron una sonrisa y un beso.
Se dividieron para hacer las cosas más rápido, mientras Daphne y Theo los acompañaban, el resto iría a ayudar a los residentes de Camelot a empacar. Y aunque Sirius quería ver, fue arrastrado por Lupin hacia el patio, donde podrían encontrar a algunos refugiados.
Caminaron por los pasillos, pasando por la sala, la cocina y subiendo por una escalera que antes parecía no haber estado presente en la mansión. No tenía tanto tiempo en la mansión, para recordar cada sección o cuarto, pero supo que esa parte de la mansión era nueva porque Daphne pregunto - ¿Esto estaba aquí Theo? -
-No, aunque tal vez sea una reforma a la casa-
-Un par de días después de que se fueran la última vez, nos dirigieron a esta sala los elfos para comenzar- dijo su madre subiendo las escaleras sin voltear, a veces su oído le sorprendía bastante ¿Cómo estaba atenta a tanto? - Supongo que la magia escucho a Harry y se adaptó a lo que necesitábamos… o algo parecido-
Su padre miro a Harry, pidiendo alguna explicación, más el alzo los hombros. La decepción se miró en el rostro de su padre, para luego continuar subiendo; ni ella conocía todo lo que Camelot podría hacer, y con certeza Harry menos, que llevaba mucho menos tiempo en aquel lugar. Que, aunque era suyo, no habito hasta apenas unos meses atrás.
Llegaron a un cuarto en lo más alto, podría ser una salida al techo, más al pasar miraron que era un cuarto amplio, rustico y que tenía bastantes cosas adentro. Lo primero que noto, fue que estaba recubierto de madera, como si estuvieran en una vieja y antigua cabaña; lo segundo fueron dos filas de calderos de oro con hollín y quemados. En la mesa de a un lado ingredientes de todo tipo en frascos, etiquetados por la letra de su madre, en orden alfabético y con notaciones bajo de ellos. Del otro lado estaba una enorme mesa, por lo menos entrarían veinte personas sin problemas, mas esta estaba llena con jarras con diferentes contenidos, los cuales pudo diferenciar a simple vista. Eran pociones de todo tipo, algunas brillaban, otras tan opacas como el petróleo e incluso una con lo que parecían encurtidos.
- ¿Hicieron todas estas pociones? - pregunto Hermione interesada. -Pero… se requieren años para aprender y más aún practicar…-
-Recuerda quien te enseño todo- dijo su padre suspirando -Y todavía no estoy tan viejo-
-Seguro mamá fue la que te fue indicando los pasos mientras aprendía de los libros-
-Ahhh, no puedo contra mi hija y mi esposa- dijo su padre alzando las notas en pergaminos sobre la mesa -Resumió bastante, a los magos les encanta ponerse teatrales y dramáticos. Pero es muy parecido a la comida gourmet-
-Dígaselo a Harry- rio Theo abriendo un frasco, metiendo un dedo, y metiéndoselo a la boca como si fuera comida. -Excelente elaboración, son bastante buenas, ni Snape le encontraría muchas fallas a menos que fuera minucioso -
-Si tuviera más tiempo- suspiro su madre, mirando los frascos con fuerza. Esa mirada le recordaba cuando tenían algún proyecto, o un paciente el cual fuera un verdadero reto. –… podría mejorar-
-Señora, conozco magos que no recuerdan ni los ingredientes de una poción de olvido- dijo Daphne con ese tono directo.
-No es mi culpa que cuando la pruebe olvide como la prepare- dijo Harry alzando brazos en señal de derrota.
-De cualquier forma, esto ayudara- dijo Hermione mirando el tanto, pues tenían frascos bajo la mesa, encimados y ocultos, casi todo ese lado eran pociones echas. - Nos quitara trabajo en estos días-
-A Theo no- dijo Harry sonriéndole al Slytherin. -Has pulido tu técnica ¿no? Va a ser tan exhaustivo y llevara su tiempo -
-Te odio a veces- gruño el azabache al darse cuenta - ¿Voy a comprimir todo esto solo? -
-Te ayudare un poco, no seas llorón-
-Dejando el drama de ellos dos, ¿Cuándo pensaban decirme que estudiaban pociones? - pregunto Hermione cruzada de brazos y con los ojos en sus padres.
Su madre alzo las manos y le tomo de los hombros y con una sonrisa enorme y voz clara dijo- No pensaba ver a mis nietos hacer magia y no enseñarles, de su abuela aprenderán pociones, o cualquier otra cosa de magia incluso si no puedo hacerla. Así que no se apresuren en hacerme abuela, tengo mucho que estudiar antes-
- ¡MAMÁ! -grito Hermione, sintiendo la cara roja y viendo como su papá volteaba a ver a Harry el cual asintió con una cara de compresión.
-Si eso quiere, está bien- dijo Harry después de un momento. -Ustedes deben de estar para sus nietos-
- ¡Harry! -
- ¿Qué dices? - dijo su papá señalándolo - Ella es mi niña y…-
-Y la mujer que amo- continuo Harry como si no le importara las palabras de su padre, lo conocía bien y no era por molestarlo o por hacerlo enojar. Mas no estaba seguro si su rostro aguantaría calentarse y teñirse más de rosa - Mi futura esposa-
-Buena respuesta- dio su padre sonriendo, bastante -Si hubieras dicho otra cosa… ¿Supongo que sabes que pasaría? -
- ¿Pasar mi vida a su lado de todas formas? - dijo Harry con cierto toque divertido -Señor, no hare la misma estupidez de no estar junto a ella-
Harry y su padre se miraron con fuerza, ni Theo ni Daphne podían decir palabra, pero ambos se rieron un poco. Hermione aun no comprendía como Harry lograba entender a las personas de su alrededor, como los hacia caer ante su carisma e incluso como podría dar respuestas que ella no encontraría nunca. Comprendía mejor a las personas de lo que el mismo creía, podía verlas y saber que sentían, y que decir para que estas sanaran, herirlas o incluso convencerlas. Algo que debía admitir podría ocupar a su favor, como Voldemort de joven, sin embargo, Harry no se aprovechaba de ese poder que tenía, solo lo dejaba a un lado y hacia lo que su corazón le indicaba. Ese corazón que amaba.
-Bueno, bueno- dijo Hermione dando una patada al suelo, que resonó e hizo saltar a Theo y Daphne que miraban divertidos todo -Veo que ya están planeando mi futuro ¿No me invitan? -
Su voz sonó dulce, pero ambos hombres palidecieron y alzaron las manos.
-Está bien, pero aun así necesitan tener mucho cuidado- dijo Hermione preocupada -Hay pociones que no deben ser echas a la ligera, son peligrosas aun cuando se hacen-
-Por qué crees que está aquí este cuarto, nos permitió ventilar mucho, también trabajan sin riesgo de dañar nada y además de que tu madre no me dejo tocar o hacer nada sin antes saber todo de ello- dijo su padre tomando la mano de su madre y sonriendo.
-De otra forma podrías terminar convertido en sapo y no te besaría por nada del mundo-se rio su madre.
-Cuanto me amas, me conmueve mucho-
Todos soltaron leves risas, para después de ese momento comenzar a guardar todo en la bolsa de Harry, colocando hechizos de irrompible y además de conservación. Sus padres de inmediato entendieron por qué debían irse, y en cuando aquel cuarto quedo vacío fueron a su habitación a recoger sus cosas y cambiarse.
-No puedo creer que no se me ocurriera- le dijo Hermione al bajar a la sala, atrás Theo refunfuñaba del gran trabajo que se le venía encima y Daphne se burlaba de él. - Eso fue bueno para ellos, se distrajeron y se pusieron a trabajar, lo que requerían. Pero aún me preocupa que se lastimen o…-
-… todo estará bien amor. Tu eres como ellos, y estoy seguro de que saben de lo peligroso que es tratar a la magia como un juguete. Los oíste, tuvieron medidas de seguridad- dijo Harry acariciándole la mejilla y luego riendo - Ellos avanzaron con las pociones, eso nos ayudara bastante en la pelea -
Escucharon el bullicio antes de que llegaran abajo, los adultos estaban moviéndose de un lado a otro sacando y metiendo cosas, llenando maletas y baúles y diciéndose diversas cosas entre ellos. La verdad es que los elfos apuraban haciendo flotar la gran mayoría y al mismo tiempo ellos limpiaban los cuartos.
- ¡SI QUE ESTAN CHIFLADOS! -Grito la voz que menos quería escuchar. - ¡PRIMERO NOS TRAEN A ESTA CASA DE LOCOS, EN CONTRA DE MI VOLUNTAD! ¡AHORA DICEN QUE NOS IREMOS A OTRO LADO, POR QUE NO ESTAMOS A SALVO! ¡ESTO ES UNA PENDEJADA! -
-Y la paz se terminó- gruño Harry sobándose la cien. -A veces no quisiera conocer esa voz…-
Llegaron a la primera planta, donde Harry observo el cumulo de baúles, de algunas mascotas y sobre todo a Vernon Dursley con la cara roja. Apuntaba con su grueso dedo a un elfo, que estaba arrinconado y lucia aterrado, tenía las orejas hacia abajo y temblaba.
La rabia le subió a la cara, la sentía caliente y se apresuró, Harry le gano, llego en un instante, tomo la mano de Vernon y con un suave movimiento lo hizo girar y la coloco a su espalda. Ella se apresuró al elfo, que estaba sorprendido y le protegió colocándose entre ellos, casi de inmediato sintió como este se ocultaba por sus piernas.
- ¡SUELTAME ENGENDRO! -Gimió Vernon con dolor.
Harry le empujo haciendo que chocara y callera al suelo, al tiempo que mantenía una mirada seria. Vernon bufo y apretó los puños, se abalanzó sobre Harry incrustando un puñetazo en su mejilla.
- ¡EHH, NO! -Soltaron sus padres asombrados y con enojo también.
Hermione se movió impidiendo que se metieran, al mismo tiempo que tenía al elfo detrás de ella, la miraron preocupados y sorprendidos por la actitud del tío político de Harry. Solo negó, al final ellos debían resolver esto de una vez antes de que fueran a batalla e incluso para saber que les deparaba como familia.
Harry solo lo miraba, un segundo golpe cayo justo en el estómago y un tercero al rostro. Ante aquello Hermione estaba furiosa, temblaba de rabia y su magia comenzaba a salirse de control, pues los cuadros se movieron y por un segundo un aura ámbar surgió de su cuerpo. Pero al contrario de lo que se veía, Harry continuaba parado, sin levantar las manos, sin moverse y sin hablar.
Vernon jadeo y paro un segundo.
-Ya te cansaste, y yo aquí esperando más de ti- dijo Harry con una voz baja -Vamos Vernon lo puedes hacer mejor-
- ¡MALDITO INUTIL! - grito Vernon ya morado.
Lanzo un golpe a Harry con toda su fuerza, justo al momento llegaba Sirius por el pasillo, Lupin, la señora Weasley y algunos más. Sin contar con la Dudley, y la señora Dursley. Con seguridad los gritos del hombre se escucharon en muchos lugares de la casa y los atrajo.
Uno de los golpes hizo que la cara de Harry se fuera hacia un lado y luego a este se le marcara en el rostro.
- ¡PAPÁ! -
- ¡Vernon, no! -
- ¡MALDITO HIJO DE PUTA, TE MATO! - ladro Sirius avanzando.
Harry movió un solo dedo y una barrera los separo, dejando a Sirius perplejo. La mirada de Harry regreso al hombretón, le miro sin ninguna emoción, se limpió el labio pues sangraba un poco.
Para luego murmurar, pero sonó en toda la sala. -Estoy acostumbrado a ti y esa ideología idiota, soporte mucho de ti, desde niño… esto es lo último que soportare. No me importa un bledo que pienses- dijo Harry suspirando y mirando con pena al hombre que bufaba y comenzaba a parecer explotar otra vez-Pero si atacas a mis amigos, o a cualquiera que esté cerca de mí, no creas que me quedare mirando-
- ¡TE DI UN TECHO, COMIDA y TE CUIDE COMO SI FUERAS FAMILIA! ¡SOPORTE TU ANORMALIDAD Y LAS ABERRACIONES QUE HACIAS! ¿ASI ME LO AGRADECES? - soltó Vernon desquiciado señalándolo - ¡SERIAS NADA SI YO NO HUBIERA RECIVIDO EN MI CASA, PUDE ENVIARTE A UN HORFANATO Y AHORA SERIAS CARNE DE ESE VALDEMORO! ¡ESTAS VIVO POR MI! -
Otro golpe fue directo a Harry. Hermione observo a Sirius cerrar los ojos, a Lupin pálido y la señora Weasley aterrada, sin poder moverse. Pero ella sentía a Harry, y podía comprender que deseaba hacer y por lo consiguiente ella lo apoyaba. Era momento de frenar en seco a su tío.
El puño grueso, pesado y rechoncho de Vernon se estrelló, el sonido fue fuerte, pero aquello que golpeo solo fue la palma de Harry. Vernon se quedó atónito en cuanto Harry cerro el puño y levanto el otro para golpearlo.
- ¡¿Harry?!- preguntaron del otro lado de la barrera.
- ¡Hija detenlo! - dijo su madre asustada.
Por un segundo, Harry soltó toda su magia contenida, todos sus sentimientos e incluso, posiblemente, todo el resentimiento almacenado. La habitación se puso tan pesada que, por un segundo dejo de respirar, casi podía percibir como un enorme y poderoso dragón hubiera aparecido en medio de la sala. Noto caer a la señora Weasley de espaldas, a Lupin soltar un grito ahogado y Sirius palidecer de golpe. Harry movió su puño con lentitud hacia el rostro de Vernon y este ni podía moverse, mientras que se acercaba más y más. Era como cualquier puño, solo que ahora parecía enorme, mil veces más grande y supo al instante que si conectaba con el hombretón, este volaría en una masa sanguinolenta e irreconocible.
{Todo está bien, tranquila} dijo la voz de Harry en su mente. Su cuerpo se relajó, pues supuso que tendría que salvar al hombre de morir por su prometido.
El puño de Harry toco la mejilla de Vernon, justo al momento en que toda sensación se esfumo, que su cuerpo se aligero y observo que el hombre soltaba un leve quejido. Su pómulo estaba rojo, estaba en el mismo lugar parado, pero termino dándose un sentón sosteniéndose la mejilla. Atónito de Harry.
-Ya no soy un niño tío Vernon- dijo Harry mirándolo y sacando la varita - Soy un mago, y ahora mismo tengo cosas más importantes que tu o cualquiera de tus rabietas. Se un adulto por primera vez: cierra la boca, has lo que digo, no muevas un musculo si no se te ordena y luego podrás seguir tu aburrida vida. -
El ojo de Vernon comenzaba a cerrarse, mientras su pómulo aumentaba de tamaño y le hacía ver más gordo. El hombre tembló de miedo asintiendo. Harry volvió a soltar un suspiro y miro a todos, para luego soltar una leve sonrisa. - ¿Listos? -
-Pero por supuesto- dijo Ron pasando entre la multitud- ¿Es mi turno? - pregunto tronándose los nudillos.
La hoja de Marlow asomo del bolsillo de Harry, se miraba molesto y saco una garra amenazante. Con seguridad molesto por que lo despertara. Un momento después regreso a adentro.
-Déjalo, tiene cosas que reflexionar- dijo Harry mirando a su primo - Espero que esto no cambie…-
Dudley negó y le dio una palmada en el hombro -Me sorprende que no lo hicieras antes primo-
La señora Dursley miro a su sobrino y le sonrío para luego acariciar su mejilla, donde notaba el color rosa del golpe comenzaba a bajar -Que bueno que estas bien. Me alegra que estes con nosotros otra vez-
-No por mucho- dijo Theo pasando un brazo sobre Ron, y ambos miraron a Vernon que se levantaba. El hombre tembló ante sus miradas -Tiene que patear más culos señora-
La palabra culo no era bien recibida entre los adultos, pero Harry se rio y eso alivio el ambiente. Al contrario, con Sirius que se acercó y miro un momento a su prometido para luego abrazarlo con fuerza. Al otro lado Lupin no se podía ni mover, al igual que la señora Weasley. Hermione tenía una idea del porqué, lo que acababa de pasar era una muestra de lo que conto Harry era por completo cierto, de que vivió un infierno con los Dursley, pero ahora que querían hacer algo ya no podían, como dijo Harry el ya no era un niño que debían proteger.
Ahora el era quienes los estaba protegiendo.
Por lo sucedido y el que se extendiera, por ejemplo, a Bill, Fleur y Daira que estaban en las cocinas disfrutando un pastel, Hagrid que descansaba afuera observando a los Kelpies o a Madame Bonos que estaba en la biblioteca consultando libros. Pues según lo que le comentaron estaba preparándose para cómo manejar el regreso a su puesto y todo lo que tendría que hacer tanto para que Harry pudiera "revivir" como volverse parte del Wizengamot, incluso que obtuviera un nombramiento de clase Merlín. A Harry no le agrado, en sus palabras "el solo estaba haciendo lo mejor por la paz y futuro del mundo mágico, aquellos reconocimientos le sobraban". No lo dijo Madame Bones, pero eso pudo darle más impulso a la mujer.
Una media hora después, cada elfo, mago, bruja e incluso varias mascotas (Entre ellas Crookshanks) los acompañaban. Su viejo gato medio- Kneazle ronroneaba a sus caricias, al contrario, con Harry que le bufaba y se erizaba sin intentaba acariciarlo, como si lo culpara de todo el tiempo en que ella no le prestaba atención o incluso no la veía. Y como no, su prometido más hacia rabiar a Crookshanks, lo lógico sería que terminara rasguñado, mordido o peleándose, pero al final Crookshanks se dejó acariciar de mala gana, como si no pudiera evitarlo.
Mientras todos estaban terminando el equipaje, su prometido salió al pasillo que conectaba con la salida y creo un pequeño pasillo lateral que se adentraba un metro en el lago. Y en ese punto comenzó a crear un portal.
La montaña de maletas fue enviada por Dobby con un chasquido y Harry procurando ser cuidadoso termino su trabajo. Este conectaría con un portal de la isla del comienzo, se notaba que había mejorado mucho a la hora de crearlos, ahora el portal tenía una imagen del archipiélago Arcano, con islas flotando y arriba del todo un dragón enorme que vigilaba todo. Este tenía seis alas y se parecía a Daira, pero algo le decía que no era ella.
No todos los acompañarían. Poco a poco comenzaron a pasar todos, los elfos estaban sorprendidos, les indicaron que les guiarían Theo, que no se movieran por sí mismos hasta que conocieran el lugar. Miro a Harry discutir con Daira, que quería acompañarlo y que no deseaba cruzar el portal, pero al final no le quedo opción y cruzo el portal con todos, mientras lanzaba humo bastante negro por las fosas y de vez en cuando fuego.
Al final quedaba Harry, Ron, Daphne, Sirius, George, Fred, Sofí y ella; estaban preparados para ir al ministerio y el callejón Diagon, respectivamente, a dar el mensaje de Harry.
-Deben de decirle a Kingsley que venga con un máximo de dos personas. Si vienen más, esto se volverá un problema- dijo Harry a Daphne para luego voltearse a su padrino. - Dumbledore seguro querrá hablar conmigo y ver por qué ahora tome esta decisión, díganle … que por eso precisamente estoy citando a todos. Es hora de hablar cara a cara con todos por primera vez. Y además de que su segunda persona será la profesora McGonagall como subdirectora, yo le informare en persona a ella y Molpe-
-De acuerdo- dijo Sirius y Daphne para luego salir por la verja.
-Al llegar al ministerio estará con seguridad, no los dejaran ver a Kingsley o Dumbledore tan fácil - dijo Hermione mirando como de su bolsa Harry rebuscaba. -Deben ser ingeniosos y sagaces para que se los permitan ver-
-Eso déjamelo a mí, si no, lo mas probable es que nunca los veamos- dijo Daphne a nadie en especial, pero Sirius bufo y se hizo el ofendido. Pero Hermione entendía y apoyaba lo que decía su amiga.
-Entreguen esta carta a Ragnok y está a Aphatio, no las confundan- dijo Harry con dos cartas, una roja para Ragnok y otra blanca para Apahtio. Fred extendió la mano, pero se rio y entrego a su hermana- No es desconfianza, pero no quiero ninguna broma de esto…-
- ¿Crees que violaríamos la sagrada correspondencia? – dijo Fred con aire ofendido.
- ¿Estas insinuando que no somos fiables mensajeros? – dijo George imitando a su hermano.
-Tan fiables como un troll haciendo un examen de matemáticas- dijo Ron suspirando - Las cartas que envíe a Daphne en el verano ustedes las leían y luego se burlaban de lo que escribía…-
Fred engroso la voz, tosió y comenzó a recitar - "Tus ojos son más hermosos que un rayo de sol en la mañana, tu apareces en mis sueños y solo quiero murmurarte palabras de amor por tus sonrisas…"-
No termino un golpe en su costado lo silencio y George comenzó a hacer la mímica de que continuaría, pero Ron le miro con la cara cual tomate y alzo su puño.
-No fuéramos Daphne porque hasta poemas y melodías… ya me callo, no seas agresivo o le digo a mamá-
-En fin, por eso Sofí la llevara las cartas- dijo Harry riéndose- Si Apahtio tiene alguna duda, dile que no importa el costo, sabe que no escatimo en gastos-
La mayoría le vieron, pero nadie pregunto nada, hasta Hermione supo que el ingrediente debía ser algo super raro y difícil de conseguir.
-Y una cosa más- dijo Hary antes de despedirlos, tomo su anillo de cabeza de la familia Potter y lo saco de su mano. Se aclaro la garganta y con voz solemne dijo - Te prestare el anillo de cabeza Sofia Potter L'angelo, iras a Gringotts con todo el poder que yo tengo sobre mis bóvedas y la amistad que he forjado con los duendes. Entregaras el mensaje y las cartas. Una vez logrado tu cometido, regresaras y este anillo me debe ser devuelto-
Lo extendió y este tuvo un brillo rojo y negro, Sofí lo tomo con sumo cuidado y el anillo se movió por sí solo colocándose en su dedo y tomando el tamaño de su pequeña mano. George y Fred tenían la boca abierta al igual que Ron, el cual no podía creer nada.
- ¿Qué pasa? -
-Nada… solo que te acaba de hacer un préstamo de mando - dijo Ron un poco nervioso.
- ¿Eso significa? - pregunto Sofí mirando a todos lados, pero sobre todo a Harry que se reía.
-Sofí, Harry acaba de permitirte portar el anillo de cabeza, lo que significa que ahora eres la cabeza de la familia Potter- le dijo Hermione con una sonrisa.
Se quedo petrificada, miro su mano y por un instante casi se movió con cautela, como si el anillo se fuera a romper y sus ojos se quedaron en Harry.
-Bueno, tampoco es para tanto, una vez que regreses la cabeza de familia volverá a ser mía- dijo Harry quitándole peso al asunto. - Bueno a menos que me pasara algo, entonces seria de Hermione-
Hermione suspiro- Fatalista-
-Con su suerte…- dijo Ron aun moviéndose inquieto.
-Porque ellos no se mueven- dijo Sofí mirando a los gemelos.
-Los préstamos de mando son raros, solo hay un par de veces que se han hecho. - continúo explicando Hermione - Es porque, en ese lapso de préstamo, si no se es muy explícito a la hora del préstamo, la otra persona podría abusar de ello y … no se… retirar todo de las bóvedas bancarias o vender propiedades, hacer que otros miembros sean expulsados y pierdan el apellido. Por ello algunas familias antiguas tienen prohibido hacer prestamos de mando o lo consideran solo para una situación de emergencia extrema-
Sofí abrió la boca de inmediato asustada- ¡Pero yo no voy a hacer nada de eso, nunca lo haría! -
-Lo sé bien- dijo Harry tranquilo- Por ello te hice el préstamo… fueran Ron me daría miedo las toneladas de ranas de chocolate que compraría-
- ¡EHHH! - soltó Ron. -No serian tantas-
-Eres un loco Harry- dijo Fred al fin saliendo del shock.
-Estas demente Potter- dijo George sobándose el rostro con las manos. - Si se entera la gente… vendrán como a ti a moscas-
-Tengo insecticida… dont worry be Happy- dijo Harry moviendo la cabeza negando - Ya vere eso después, por ahora es necesario, vayan de inmediato-
Se dispusieron a salir por la verja, cuando Sofí abrazo a Harry con fuerza y le dio un beso en la mejilla para luego irse corriendo. Su prometido alzo los hombros mientras se reía.
-Ahora de sellar Camelot- dijo Harry mirando el lugar -Temporalmente-
Movió la varita y mano hacia lo alto y dijo con la misma fuerza que a Sofí - "Esta propiedad no dejara pasar a nadie, ni que sea percibida por nadie, se ocultara hasta que ponga un pie en la propiedad"- dijo Harry la varita profirió un brillo y una luz subiendo cual cohete al cielo.
Exploto y como una fina tela blanca semitransparente comenzó a desplegarse por todo lo ancho y largo del lugar.
-Vamos- dijo Hermione, al notar que la tela continuaba descendiendo sobre ellos.
Cruzaron el portal no sin antes dar un último vistazo al lugar. Del otro lado estaba el largo pasillo de portales, estaban en uno de costado, todos esperaban. Theo estaba diciéndole que saldrían y no se alejaran, que verían a McGonagall y luego buscarían un lugar para cada uno. Aunque Hermione volteo a ver el portal, curiosa. Había cambiado, todos los portales sin ocupar parecían iguales, pero ahora ya activo el de Camelot mostraba un gran sauce boxeador en la corona, se movía y debajo mostraba una imagen clara de la mansión. A un costado del grupo Theo y Ron comenzaban a guiar al grupo.
Harry le abrazo y beso la mejilla, ella se giró y le beso con fuerza. No necesitaban palabras ya sabía su misión y que debía marchar cuanto antes.
{Iré con Kathor de inmediato, te vere en Hogwarts} dijo Hermione separándose un poco y moviéndose junto con Harry lejos del grupo.
{Te vere en Hogwarts en la noche} dijo Harry para luego mirar a Daira mirarle {Lleva a Daira, iré con Molpe y ella no se si ella es un dragón acuático o… siquiera si podre protegerla abajo.}
{De acuerdo} dijo Hermione acariciando la cabeza de la dragona, y haciendo una seña de que la siguiera. No dio ni un rugidito, solo comenzó a caminar a su costado, mientras que miraba a Harry y este le rugía algo que ella solo movió las alas.
Camino un largo tramo por entre las callejuelas de aquel nuevo pueblo y pronto observo el límite, un riachuelo que daba antes de llegar al espeso bosque, donde algunos árboles estaban tirados, y formaban un enorme sendero. Aquel lugar echo apropósito era a donde se dirigía, detrás de los árboles, el sol comenzaba a caer y un tono levemente amarillo se mostraba. No pasaría mucho antes de que la noche comenzara a ascender, pero antes tendría que entregar el mensaje de Harry a Kathor.
Miraba desde la colina la paz, con Daira a su lado que le acompañaba. No por seguridad, si no porque Harry estaba ocupado e iba a un lugar donde ella no podría acompañarlo.
Lo sabía, y ahora lo sentía más que nunca, lo que pasaba la ponía nerviosa e incluso estaba dándole temor. Y apenas menos de 24 horas antes ni pensó que la guerra estuviera tan cerca.
Solo era el comienzo.
Se adentro al bosque, siguiendo el camino muy marcado del paso de los gigantes. Tardo unos 15 minutos, pero al llegar se encontró entre una superficie aplanada y con los gigantes aun durmiendo. La mayoría daba ronquidos bastantes altos, unos recargados en los troncos, otros apilados y solo unos cuantos boca abajo con sus posaderas levantadas en el aire.
Uno estaba sentado con los brazos cruzados y en cuanto observo que llego, este le sonrío y se inclinó con respeto.
-Señora gusto verla- dijo Kathor, pero se puso serio - ¿Mi Gurg? -
-Te envía el siguiente mensaje: "Yo Harry James Potter, heredero de Hogwarts, ganador del torneo de los tres magos, alumno de seis hechiceros supremos, Gurg de los Gigantes, compañero de centauros, aliado de los hombres lobo, colaborador de las sirenas, socio de los duendes, amigo de los elfos, fundador de Pendragon y rey de los dragones, les llamo a un concilio. Los esperare a orillas del lago negro, en Hogwarts, a la primera luz del día"- recito Hermione mientras el sol a su espalda se tornaba en un ocaso.
Kathor la miro y asintió- Si Gurg llama, Gigantes prestar su fuerza- Se levanto con todo su esplendor, tomo tanto aire que vio a las ramas de los árboles dirigirse hacia su rostro y soltó un grito, un grito de batalla. Fue tan atronador que Daira se lanzó contra ella, sin derribarla, sobre volando el suelo, protegiendo la con dos de sus alas y las garras, mientras gruñía y se rizaba feroz.
Despertando a todos los gigantes que se removieron en un estruendoso sonido, no tardo mucho en que a la lejanía un aullido fuerte sonó y un minuto después por el otro lado un centauro rojo surgió y troto por el cielo.
- ¡Daira él no me ara daño! - Dijo Hermione sujetando su pata, más ella seguirá erizada y gruñía, no era parecido a un gato o un perro, era mas grueso mas intenso, intimidaba y al mismo tiempo sabia que era peligroso no calmarla.
-Levanten, Gurg llama- grito Kathor mientras se adentraba entre los gigantes asustados.
Tal vez el que se retirara calmo a Daira que bajo colocando las patas en tierra, pero con las alas extendidas. Paso un minuto antes de que los gigantes comenzaran a hablar entre ellos y Daira bajara al final las alas. Pues Hermione le acariciaba la cabeza y el cuello, esperando que eso la relajara y no decidiera lanzarse contra algún gigante.
-Creo que se les ha pegado lo dramático de Harry- murmuro Hermione con una leve risa al observar el aullido callar y el centauro pasear por la isla desvanecerse.
En ese mismo momento, en diferentes puntos de todo Londres y el Archipiélago, las mismas palabras eran expresadas, de diferentes personas, con diferentes voces y tonos. Pero el sentimiento que provocaba y lo que avecinaba eran el mismo. Y cada uno de ellos, asentía y se preparaban para la batalla.
En un momento Daira pareció tranquilizarse, más sus ojos se volvieron más dorados y alzando el cuello soltó una llamarada concentrada, era tan grande y alta que temió que iniciara un incendio. Pero el fuego era blanco, de un puro blanco que no quemaba nada, solo subió como una luz que iluminaba todo el archipiélago arcano.
La segunda Guerra mágica comenzó.
