Lo se, lo se. ¿Como es que este es el ultimo capitulo de su 3 X 1? Pues no tengo ni idea... la verdad publicar diario me recuerda a mis primeros dias, donde nadie me dejaba ni un comentario, donde apenas y me leian dos personas. Y una de ellas era yo cuando revisaba que todo se viera bien desde el punto del lector. Si ya se... soy medio quisquilloso.

Bien hoy es 22 y todos sabemos que para el 24 faltan dos dias. Por lo cual les continuare diciendo ¡FELIZ NAVIDAD! Hasta que llege el momento, y como mi regalo aqui esta el capitulo 107. Es desde varios puntos de vista y cada uno muestra diferentes situaciones, ademas de que casi todos llevan a ser el capitulo algo pequeño. Pero bueno, luego de tanto... mi musa se canso y dijo "Daja disfrutar de las fiestas o renuncio" y ya saben como es cuando tienes que poner en pause algo y descansar.

Aunque yo siempre sigo siendo siendo caos y mi mente siempre esta creando historias. (P. D:Aveces soy muy flojo para escribir)

Sin mas dilacion, vamos con los que nos truje chencha... asi lo digo yo y asi lo decia mi confiable abuelito.

Lean, disfruten y dejen su comentario

¡Felices fiestas a todos toditos todos! (Vaya pleonasmo me acabo de aventar)


Todos los Derechos de los personajes son de J. K. Rowling


Dedicado a hermbetty. Gracias por acompañarme en esta historia y ser parte de ella.

Capítulo 107.- Ejercito Pendragon.

Hermione, 36 horas antes del ataque a Voldemort.

- ¿Qué? - pregunto Lupin sin entender.

La mayoría volteo a ver a Sofi que sintió con una sonrisa ancha y los ojos brillosos.

- ¡VAMOS A SER PADRES! - chillo Tonks abrazando a Lupin, que ahora estaba atónito, con las manos al aire y tan quieto como estatua. Abrazo a Tonks con fuerza y beso su frente.

- ¡Que sorpresa, muchas felicidades! - dijo Hermione levantándose, llegando a Tonks abrazándola y dándole una sonrisa sincera, mientras el resto se levantaba también para felicitar a la pareja y futura madre. -¡Es una excelente noticia!-

- ¡Que genial! ¡Ya soy tío! - dijo Sirius con una carcajada - Espera… ya lo era desde antes-

- ¡No esperaba esto, pero es sin lugar a dudas una felicidad enorme! - dijo la señora Weasley quitando a Hermione para abrazar también a Tonks que tenia lagrimas en el rostro y una sonrisa como nunca antes -¡Un pequeño les una bendición absoluta!-

- ¡Un pequeñin!- chillo Fleur abrazándola y dando leves saltitos emociona que era la más cercana - ¡Un lupino, que lindo y hegmoso sega!-

- ¡Estoy segura que sera igualito al padre!- dijo Dumbledore entre risas mientras los miraba con una sonrisa y se formaba una fila alrededor de Tonks.

-¡Creo que sera mejor a la madre!- dijo su mamá abrazando a su amiga. - ¡Es mas guapa!-

-¿Qué es niño o niña?- pregunto Ron al acercarse a felicitarla.

-Eso sera sorpresa tonto- dijo Ginny detrás de su hermano.

-Sea lo que sea… tenemos que abrir nuevo mercado Fred-

-Ya se George- dijo su hermano -Maternidad y zona infantil Weasley & Weasley-

Lupin por su lado era felicitado, aunque este parecía no terminar de creer la noticia y por un momento parecía preocupado o sumamente consternado. Mas cuando Harry tomo su brazo y lo arastro un par de metros lejos para hablarle, no supo que le dijo pero pareció que su prometido le hizo cambiar de expresión, pues sonrio con mas facilidad y la alegría invadió su rostro poco a poco.

Luego su prometido fue a Tonks que le esperaba, el le estiro los brazos y Tonks le abrazo con fuerza, mientras que ella parecía a punto de explotar de felicidad.

- ¡Muchas felicidades Dora! - dijo Harry sonriendo mucho - Ya ves no fue tan difícil y dio más alegrías de lo que pensábamos-

- ¿Lo sientes? … digo, ¿Su magia? –

Harry observo el rostro de Tonks antes de mirar su vientre y preguntar - ¿Puedo? - ella sintió, Harry coloco su mano con cuidado en su vientre y cerró los ojos.

Ella intento sententir la magia de Tonks, era cierto que parecía una llama sin color o forma, pero ahora era incluso mas rara, como si fuera sustraída por algo mas. Algo que no podía detectar aunque se esforzara. Miro el rostro de Harry muy concentrado y con seguridad buscando a fondo, pues al tener contacto con la persona podría mas fácil encontrar la magia de la nueva vida que se comenzaba a crear

-Si, está ahí- dijo Harry después de unos minutos -Se ve bien-

Hermione se pregunto ¿Qué significaba verse bien? Para su prometido, pero por el momento se alegro de que pudiera sentir la magia del bebe de Tonks

-Gracias, de verdad- dijo Tonks abrazándolo con fuerza y dejando salir unas leves lágrimas de alegría.

-Es hora de un brindis- dijo Harry regresando a su lugar, al igual que casi todos regresando a sus asientos. – Dobby, podrías, porfavor-

-Si amo, Dobby entiende- dijo el pequeño saltando y chasqueando los dedos apareciendo copas y llenándolas de un liquido dorado y burbujeante- Señora Lupin, Dobby la felicita y cuente con Dobby para lo que necesite-

-Gracias cariño- dijo Tonks inclinándose y besando su frente. – Por parte de ambos-

Dobby se sonrojo mucho, para luego alejarse un poco y tomar lado junto a otros elfos.

-Ustedes también Dobby, también brinden- dijo Hermione al notar que los elfos también estaban felices por Tonks.

Harry also la copa al ire y todos lo hicieron, incluidos elfos que ahora tenían jugos en sus copas, pues el alcohol en ellos le afectaba diferente.

Tonks y Lupin estaban abrazados y ambos pares de manos sobre el vientre de ella, como si ambos quisieran sentirlo igual que Harry.

-¡Por los futuros padres, el fruto de su amor que esta creciendo y por la felicidad de ambos!- dijo Harry con voz fuerte. -¡Por los Lupin!-

-¡Por los Lupin!- dijeron a una sola voz, para luego tomar el contenido de sus copas.

Era una especie de champan convinaba con hidormiel, muy rica le pareció a Hermione.

-Es de verdad esplendido, todo esto, todos reunidos- dijo Dumbledore luego de que todos estuvieran de nuevo sentados y esta vez Lupin y Tonks dándose sonrisas y miradas constantes. - ¿Pero por qué nos pediste a todos venir ahora? En vísperas de la batalla que nos espera-

-Porque todos en esta mesa son importantes para mi- dijo Harry mientras observaba a todos, tomado de la mano a Hermione y esperando por lo que dijeran. -Quería un momento de felicidad antes de que el infierno se desatara-

Nadie dijo nada todos estaban callados.

-Mañana temprano, viajare, aún tengo que ver a un par de viejas amigas antes de la batalla- Continuo Harry conseriedad. Hermione tenia una ligera idea de a aquienes se referia-Les pido a todos que ayuden a Hermione y Ron a acomodar a todos en el castillo. No estaré aquí para ver a todos llegar, pero en cuanto regresemos, sé que todos estarán listos. Ahí será cuando revele el plan que ha formado Ron y Neville, en cuanto el atardecer de pasado mañana comience, atacaremos-

Asintieron y pasaron a tener caras serias e incluso deprimidos.

-Ahora mismo tengo una razón más para parar a Voldemort de una vez por todas- dijo Harry mirando a Tonks y esta asintió sin darse cuenta - Y les juro por mi linaje, mi familia y el apellido Potter, que traeré de regreso a todos los que secuestro, que le daré una paliza y esto terminara antes de que se den cuenta-

Las miradas fueron algo lúgubres, pero luego de que Ron, Theo, Neville y Harry comenzaran una pelea de comida y de que ella tuviera que calmarlos, el animo volvió. Ahora todos parecían mas interesados en la nueva madre en la mesa que cualquier cosa fuera de esa sala. Entre risas y platicas se continuo la cena, ahora con más ánimo, pronto la comida escaseo, las bebidas dejaron de servirse y la mesa fue limpiada.

Del otro lado Sirius y Ojoloco discutían sobre la implementación de canidos en la fuerza de los Aurores; aunque Ojoloco solo desestimaba todo lo que le comentaba. Bill, Percy observaban a lado de Hagrid, Lupin y el señor Longbottom jugaban naipes explosivos. Además de que ella escuchaba junto con Fleur, Daphne, Sofi, Ginny y Astoria como su madre, la señora Longbottom, la señora Weasley le contaban relatos de sus hijos a Tonks y de lo que podría pasar durante el embarazo y los siguientes años.

Nunca supo si las tres querían asustar a todas las presentes o prepararlas para cuando tuvieran sus hijos propios.

Era un ambiente cálido y confortante, pero pronto comenzaron a marcharse, por temas de tiempo y transporte a sus diversos lugares donde se quedarían. Aunque incluso Harry les dijo que pasaran la noche en el castillo, la mayoría no quiso molestar y así se marcharon.

La cena se habia terminado y sus amigos, cansados y con sueño, fueron directo a sus respetivas habitaciones. Solo quedaba ella y Harry, que decidieron ir a la sala, tomar un poco mas, sentados en el sofa mirando la chimenea y disfrutando del calor que se creaba entre ambos.

- Es genial ¿no?- murmuro Harry mirando a las llamas - Tonk y Lupin… pronto tendrán un hijo-

-Si, es una noticia genial- Susurrro Hermione con una enorme sonrisa, después de todo, el nacimiento de un bebe era algo de celebrarse para ella.

-No puedo fallar- continuo Harry apretándola y tensándose. -Este es la ultima oportunidad… si cometo un solo error… no quiero que sea mi culpa-

-¿Tu culpa?- pregunto Hermione intentando mirarle el rostro, pero Harry no se movía.

-El que alguien mas muera por mi, por mis planes, por…-

Harry no pudo terminar de hablar, Hermione se levanto de rodillas en el sofa, paso una pierna del otro lado de Harry y se sento a horcajadas sobre las suyas. Harry no abría sus sojos, parecía muy ensimismado para ello y a pesar de estar tan pegados y el calor de la chimenea, su rostro estaba pálido. Le acaricio la mejilla sintiendo que estaba fría y como se notaba su tensión.

-Hace años ya lo hablamos- gruño Hermione dejando la frente sobre la suya - No has hecho nada malo nunca, el mas el mundo debería de disculparse contigo-

Abrió los ojos y lo vio bien estaba cansado, adolorido e incluso nervioso y lo sabia por esos ojos que conocía bien. Sintió el aliento de el en su rostro. El calor de Harry en sus palmas y rostro, y mas aun como su rostro se encendia con el pensamiento de tenerlo para ella sola en ese momento.

-Estamos juntos- murmuro Harry tomando su cadera, para pegarse mas a ella y dejar su cuerpos apretados contra el otro. -¿Cierto?-

-Siempre- murmuro sobre sus labios, para después besarlo, intentando demostrarle cuanto lo amaba, pues su corazón se aceleraba cada momento, sus manos buscaban afirarse a su cuerpo para poder estar mas cerca y sus labios no se separaron ni un momento.

En algún punto las cosas subieron de besos a caricias y terminaron recostados en el sofa, compartiendo todo de uno con el otro, en la oscuridad de la habitación y solo con las brazas de las chimeneas para iluminar sus rostros.

Las llamas se atenuaron y se sintió poco a poco desvancer, acurrucada y entre la comods brazos de su prometido. Cerraba sus ojos y volvía abrirlos cada vez mas lento y dejandose llevar por el cansancio. Lo único que observaba a esa distancia eran sus ojos de Harry, de un verde intenso y le decían que le cuidaría.

Durmio muy bien, en la mañana los primeros rayos del sol la hicieron abrir los ojos, molesta por su intrupcion y que le cortaran su sueño, aunque pudo observar a Harry con un brazo ocupándolo de almohada y el otro bajo su cabeza y pasandolo hasta su cintura. Cerro los ojos otra vez, necesitando un poco mas de esa paz.

Se sintió incomoda en algún punto, busco con su brazo sin encontrar a Harry junto a ella, abrió los ojos al fin y noto que estaba sola en su cama.

Escucho la ducha y noto el cambio de ropa de su prometido en la comoda. Se levanto también, observando que ya no era la sala de estar si no su habitación. Se comenzó a preparar para el día que se venia encima, pues llegarían las tropas para el golpe contra Voldemort, y estaba casi segura que necesitaría mucha calma para ello.

Harry salió de la ducha, solo con la toalla en la cintura y mirándola, para después sonreír y acercarse a darle un beso.

-Buenos días amor- dijo Harry después, mientras tomaba su ropa y comenzaba a cambiarse – Tengo que salir temprano, quede ayer de ir con el señor Weasley y Charlie… iremos a rumania –

- ¿Iras por Kagura y las demás dragonas? - pregunto Hermione recordando el primer evento del torneo de los tres magos. (Caos nota: para mas referencias releer capitulo 15)

-Lo intentare- dijo Harry suspirando mientras se colocaba la camisa. -Ron dijo que necesitaba mas números y … supongo que con un dragón o dos… serán de ayuda.-

-Sobre todo si Voldemort trae a sus propias criaturas- dijo Hermione acercándose a cerrarle los últimos botones mientras que el se acomdoaba la camisa en el pantalón y comenzaba a colocar su saco. - Solo espero que no surgan… problemas-

-¿Lo dices por mi?- pregunto Harry sonriendo.

-Lo digo por que es una reserva natural de otra nación y podía esto provocar un conflicto mas - dijo Hermione acomodando su corbata y procediendo ha hacerle el nudo de la corbata.

-Intentare todo por ser lo mas furtivo posible- indico Harry cuando ella apreto el nudo y alineo la corbata en medio.

-Eso espero- suspiro mirándole.

Le tomo de la cintura y beso otra vez.

-Me voy, regreso pronto-

-Con cuidado-

-Yo siempre soy cuidadoso-

-Aja-

Luego de ello lo vio marcharse de la habitación, aprovecho ella para bañarse también, ponerse su traje el traje de pedragon y tomar un momento para ella antes de entrar a sus actividades.

Fue la primera en bajar a la sala común, luego de ella bajo Daphne y Sofi, ambas aun algo dormidas pero con el traje de pedragon listo y con cierto toque de nerviosismo. Los siguientes fueron Neville y Theo que estaban con el mismo uniforme que sus amigas, aunque ellas estaban muy calladas Neville y Theo platicaban de por que no habían modernizado los viejos atuendos de Pendragon.

El ultimo en bajar, además de bajar con el pelo revuelto la corbata medio puesta y la camisa desfajada, fue Ron.

-Ya era hora, un poco mas y llegas a la celebración del fin de guerra- dijo Theo un mordas tono, tal vez por llevar mas de media hora esperando y aburrido.

-Me quede dormido, lo siento- dijo Ron acomodándose la ropa lo mejor qu pudo, incluso tieniendo que quitarse el saco para volver a acomodarse la camisa.

-Yo apenas y pegue los ojos- dijo Sofi tal vez con celos, o con bastante sueño.

-Ni me lo digas, estuve desde las 5 repasando cadacosa que se- dijo Daphne parándose de puntitas para besar a Ron - Y ni siquiera se para que… esto no es un examen-

-Es peor que uno- gruño Neville que también se le veía con ojeras- Si no fuera por que Theo golpeo mi pared, no me hubiera despertado ya que me dormi como a las 3-

-No era para despertarte, fue por que pensé que era muy tarde y me intente levantar, cai con las cobijas enredadas en mis piernas- gruño Theo sobándose la frente.

-Ja hubiera pagado para ver eso- dijo Daphne con la usual malicia que demostraba.

-Bien chicos, hay que ir por todos- dijo Hermione acariciando el guardapelo en forma de corazón que estaba bajo su ropa. -Cada uno sabe lo que debe de hacer ¿Cierto?-

Asintieron Sofi, Daphne y Theo.

-¿Me lo recuerdas?-

-¡Ronald!-

-Intenta recordar un dato en especifico cuando tienes miles de ideas en la mente y mas luego de haber trasado cientos de planes y formas diferentes de combatir una batalla- dijo Ron alzando los hombros -Algo se te escapa-

-Bien, por esta vez acepto eso- gruño Hermione y luego miro a Neville.

-Lo habia apuntado, pero no me cuerdo donde lo deje- murmuro Neville sonrojándose y pareciendo cohibido.

Suspiro, pensando que sus amigos no cambiarían por ams que quisieran.

-Les recordare a todos, para que todo este bien y en orden- dijo Hermione cruzándose de brazos. -Ron iras por los escuadrones a Londres, tal vez tarden en poner orden y aparecerán en la zona de aparición alfa, están a un par de Kilómetros lejos de Hogsmeade, así que tendrás que regresar con el "rosal ventus orientame".-

-Correcto-

-Neville, tu iras con centauros, ellos ya están listos en el archipiélago, su entrada será por el portal que hubico Harry en el patio, no el del gran comedor- indico Hermione, observando a Neville apuntarlo con rapidez en la palma de su mano. -Mejor escribelo en un pegamino, si te sudan las manos… pues terminaras entintado.

El chico asintió sin rechistar, uscando un pegamino por sus bolsillos.

-Daphne lo gigantes, ellos ya tienen instrucciones directa de Harry, entraran por el portal del lago. Kathor y Trior saben donde ya esta la entrada y de paso encontraran a Molpe. Que los ayudara a salir a todos del lago- continuo Hermione - Una vez que salgan, están desativadas las trampas de alrededor del lago, así que pueden quedarse en el boque inmediato junto a la casa de Hagrid-

-Okey, siempre me parece curioso que Harry y tu escojan siempre a enviarnos a diferentes lugares- dijo Daphne pensando. -La vez pasada fue diferente-

-Sofi, la doctora Emma, madame Pomfrey y Edward estarán esperando en San Mungo indicaciones- dijo Hermione suspirando -De igual modo, iras a la zona de aparición beta, que esta diez metros mas lejos que el de Ron.-

-Yo ire por la gente que tenemos en el Archipielago Arcano- dijo Hermione concentrada- Ellos son los primeros en llegar, ya que solo es traspasar un portal y lleguaran al del gran comedor. Dumbledore se quedara a cargo pues tengo que luego ir al banco y recoger a los duendes y Ragnok-

-Sigo preguntándome ¿Por qué ellos no vienen directamente?- pregunto Sofi curiosa.

-Por las protecciones del castillo, se han reforzado y ampliado la zona donde hace efecto. Digamos que sin el paso de alguno de nosotros no podrán entrar aunque estén contra la puerta-

-Sin contar con las trampas que pusimos- dijo Ron asintiendo -Con seguridad podrían caer en ellas si se les deja solo-

-Y también está que los grupos serán desconfiados- anexo Daphne.

-Si- respondió Hermione, notando que eso seria un problema, si la cooperación se rompía en algún punto, aquello no funcionaria. - Como sea, manos a la obra-

-¿Cuál obra?-

-Es decir que nos pongamos en marcha-

-Ya entendí no me regañes Granger-

-Entonces cállate y has lo que debes Weasley-

Sofi, San Mungo.

Apareció en el viejo y descuidado callejon oculto, muy cerca de unos almacenes. Respiro unos minutos, aun no se acostumbrabra a las desapariciones y con seguridad no eran su medio de transporte favorito. También agradecio a Harry por instruirla en ello y enseñarle un par de trucos, apenas tuvieron tiempo pero en esos 15 dias anteriores logro hacer desaparicioens sin problemas.

Se aseguro que nadie la hubiera visto hacer una aparición, para luego caminar por el calle. Miro los viejos almacenes llamados "Purge y Dowse S.A", tenia un letrero que siempre resaba lo mismo "Cerrado por reformas" a la vista de los muggles. Soy se apresuro entre la gente, cruzando la calle y llegando al otro lado, evitando llamar la atención, aunque con el traje Pendragon y una varita en mano, podía ser algo extraño.

Se encaramo contra la puerta, traspasándola como aire y llegando al lugubre lugar, algo oscuro y polvoso, habia maniquíes y varias cosas sobre la ropa anticuada y pasada de moda. Se apresuro entre ellos, llegando a la ventanilla, donde uno de los maniquíes descansaba sentada en una silla en una pose rara y llevando una tunica de nailon verde.

Se aclaro la garganta y dijo -Vengo de parte de Pendragon para escoltar a los medimagos a Hogwarts-

En un intante no pareció que nada pasara, al siguiente ella dio un paso atravesando el cristal que era intangible, era como una cortina que no lo parecía hasta que estabas atravezandola.

Llego a una sala de recepción, el lugar era amplio, iluminado y lleno de personas. Una bruja atendia sobre un mostrador, mientras personas esperaban en asientos de madera por su turno. Pero lo que llamaba vas la atención era el grupo a un costado.

Cerca de 18 hombre y mujeres, la mayoría con atuendos verde oscuro y algunos incluso de verde claro. Todos portaban mochilas y un meletin, además de una mirada seria y con seguridad sin saber bien que pasaba. La que estaba en cabeza y dando indicaciones era la medimaga Emma, a su costado estaba Madame Pomdrey con el vestuario que siempre llevaba en Hogwarts.

-Escuchenme bien, hoy sera calmado, iran revisando a cada uno de los presenten y se aseguraran de que estén saludables. Cualquiera que no cuente con una salud completa la llevaran ante mi y decidire si sera retirado o si continuara ¿Deacuerdo?-

Todos asintieron, pero un chico como de 23, con su traje verde claro y una mirada algo asutada alzo la mano.

-¿Si?-

-¿Es solo para checar el estado de todos ellos o… estaremos en batalla?- pregunto el chico.

Parecía la pregunta que la mayoría quería hacer pero nadie se atrevía a realizarla.

-Quisiera decirles que no estaremos para ese momento, pero al contrario, debemos de estar en ese momento por que sera cuando mas nos necesiten- dijo la medimaga Emma sin titubear.

-Pero nosotros no somos Aurores, no sabemos que pasara y … sera muy peligroso- dijo una mujer, ella ya portaba un atuendo verde oscuro, pero igual se veía temerosa.

-Si alguno quiere retirarse lo puede hacer en este momento- dijo Sofi avanzado para que la notaran.

La voltearon a ver, desconcertados y tal vez curiosos de quien era.

-Señorita Potter- dijo la medimaga Emma inclinándose un poco - No la esperaba usted en conciso-

-Bueno, creo que soy la mejor para estar aquí en este momento- dijo Sofi con seguridad avanzando y mirando a todos.

-Ellos son el grupo que reuni para la batalla- indico la medimaga mientras que la mayoría asentia.

-Bien, entonces… quien quiera ir ayudar a las personas y sere mágicos que lucharan por el futuro síganme- dijo Sofi seria y con las manos en la cadera -Los demás retirence si así lo decean-

-Vaya niña ¿No eres muy joven para ir a la guerra?- pregunto la voz de un hombre, vestia con una tunica normal, este era de una tes muy blanca, ojos azules y por la sonrisa que tenia se notaban los comillos.

-Hay magos mas jóvenes que yo que han peleado contra el mal solos- dijo Sofi tomándolo con calma, sin lugar a dudas y por su entrenamiento sabia que el podía ser muy fuerte. - Me falta mucho camino para llegar a el, ya que yo siempre he peleado junto a mis amigos y camaradas-

-Pero si eres una chiquilla- dijo la misma señora que hablo antes.

-¿Qué edad tienes? Si pareces de 14-

-¡DIECISEIS! - grito algo exasperada- Tengo 16 años-

-Aun así- dijo el chico pálido. -¿No temes que te pase algo?-

-Claro que si temo, incluso se que podría salir muy lastimada- dijo Sofi mirándolo - Pero tengo mas miedo que mis amigos y compañeros, mis profesores, la gente que me rodea y que peleé salga lastimado y yo no pueda estar para ayduarlos.-

-¿Qué podrías hacer por ellos niña? No has cursado ni tus T.I.M.O.S- Gruño uno entre el grupo.

-Ella ha entrenado en persona conmigo y debo decir que es la única pupilaque cumple con mis expectativas y que daría mi aprobación por completo- dijo Madame Pomffrey con seriedad - Yo testifico que ella es mas capas, que varios de ustedes-

-Madame Pomffrey- murmuro Sofi sonrojandose- No es cierto, aun me falta mucho para llegar a donde usted-

-Como quiera, no puedo creer que una chiquilla entrenada por su hermano, sea mejor que tus pupilos Emma- dijo el hombre con una sonrisa ladina. - El angel purpura. Le queda, se ve tierna-

-Si, sigo sin creerlo, pero bueno. Ella tiene razón- dijo la medimaga tomando un malentin también una mochila -Quienes se quieran quedar adelante, ayuden y atiendan a los pacientes-

En seguida miraron a Sofi para seguirla, ella sintió y comenzó a marcharse hacia el mismo callejon en el que apareció. No volteo hasta estar en la calle, observando que cada uno le seguía y que todos estaban pendientes de lo que hacia. Eso la puso mas nerviosa.

A pesar de ser un grupo llamativo, de verde neon y oscuro, nadie les prestaba atención, solo alguno que volteaba a verlo como si apenas aparecieran en medio de la calle. Llegaron al callejon sin contratiempos, Sofi saco un viejo cepillo para peinar que le faltaban varios dientes y lo sostuvo.

Su segundo peor transporte que conocía, el traslador se ilumino de azul justo cuando todos ya tenían un dedo sobre el y cada uno estaba apretujado contra el otro. El mundo comenzó a girar a su alrededor y sintió que su estomago saldría de su cuerpo por la fuerza centrifuga.

Solo esperaba que al resto le fuera bien.

Ron, ministerio de magia.

El nuevo elevador era el doble de amplio, eso le alegraba a Ron que estaba como mientras decendia por el, recordando como alguna vez estuvo apretado entre Neville y Luna. También admitía que de lo viejo que era el antiguo elevador la pintura estaba corroída, y en este casi podía oler la pintura recien seca.

Habia procedido a entrar por la entrada de visitantes, ya que según Kingsley la entrada secundaria también estaba teniendo sus reformas.

Se quedo esperando a que bajara, y bajara, mientras esperaba y bostezaba. La música ambiental mas que relajarlo, le estaba provocando sueño y al mismo tiempo un aburrimiento fatal.

Al fin el ascensor sono con un "tin" la puertas comenzaron a abrirse y mostrar el interior. Aquello era digno de una película o de alguna clase de evento militar, todos y cada uno de los Aurores en formación, con sus capituanes y vicecapitanes a un costado. Kingsley, Rufus y Fudge al frente de todo, antes hubieran tenido a Umbridge a su lado, ahora era una mujer rubia con ojos avellana y tes blanca. La reconocia de algún lado, tal vez de su anterior audiencia.

Mas no tuvo tiempo de pensarlo, tal vez fue el sonido del elevador subiendo, las puertas cerrándose o incluso el sonido de sus pasos contra el mármol pulido del suelo. Pero Kingsley detuvo las instrucciones y callo al verlo, le miro y tosio un poco para disimular.

-… como decía, el Auror Asesor ha creado un plan que nos llevara a terminar esta guerra. Tendremos que coperar no solo con Hogwarts y Pendragon, si también con otras razas mágicas. Entre las filas que nos apoyaran estarán los hombres lobo, duendes, elfos, centauros y gigantes.- informo Kingsley con voz severa desde el estrado- Pero no se sorprendan si llegaran a ver alguna especie mas, ya que esta guerra no podemos librarla solos. Esta guerra ya la hemos intentado librar solos y no hemos sido capaces de lograrlo. Es momento de derribar los muros he intentar cosas nuevas, no solo por nosotros, si no por la seguridad de todos nuestros conciudadanos-

Rufus asintió mientras decía - Se que muchos creen que el ministerio ha depositado su confianza en alguien quien no es de aquí, alguien que no a peleado a su lado y en quien no depositarían su confianza. Pero si creen en mi y en el ministerio, entiendan que esta es la mejor opción y la que evitara mas perdidas.- Humo un murmullo bajo - No digo que no pondrán su vida en riesgo, estarems en batalla y la mayoría aquí sabe de que trata eso, pero creo que el Asesor Externo tiene la razón y debemos nosotros, darle un golpe al que no debe ser nombrado-

-Siempre hemos sido nosotros quienes llegamos después de sus desastres, quienes vemos como nos golpea y nos deja en mal estado. Mas esta vez no sera así, ahora nosotros le demostraremos que no somos menos, que somos fuertes y un solo grupo unido- dijo Kingsley levantando la mano – Así que aquellos que vendrán con nosotros, considérense los mejores hombre y mujeres con los que pelearemos codo a codo y aquello que no estén con nosotros, sepan que protegen la preciada paz y la comunidad mágica que tanto amamos.-

-Asi es… todos aquí... son héroes- dijo Cornelius sin moverse del lugar y con voz tremula. - Creemos en ustedes y esperamos, una vez pasado todo esto, podamos celebrar por la paz en conjunto-

- Y es tiempo de marchar a Hogwarts donde Pendragon y el Auror Asesor Externo nos dira el plan de batalla - dijo Kingsley con una leve sonrisa.-Iremos directo así que no olviden nada y quédense siempre con su escuadrón asignado-

Bajo del pedestal de un salto y caminando entre los escuadrones que no voltearon hasta que estaba por completo a su espalda. Cada uno de ellos lo hizo en un solo movimiento y con un estruendoso paso que resonó en todo el atrio.

Al verlo varios murmuraron cosas incluso unos dijeron- El caballero estratega esta aquí, el subdirector de Pendragon-

-¡Qué buen entremiento!- sonrio Ron mientras que metía las manos en los bolsillos -¡Saben algún otro truco!-

-Quitar esa expresión de tu rostro si lo ordeno- dijo Scremengour que venia detrás del actual ministro.

-Intentelo, eso seria un buen entrenamiento- dijo Ron con picardia mientras que movía el cuello. - Pero tendrá que ser luego, tenemos un asunto pendiente y un cliente que espera que le atendamos-

-Bien quedamos a tus ordenes- dijo Kingsley con una sonrisa -¿Cómo viajaremos hasta Hogwarts?-

Ron sebusco en su bolsillo sacando un carrete de hilo grueso, el cual parecía muy normal para todos.

-Dentro de 10 minutos nos trasladaremos, para aquel momento cada Auror que ira debe tomar un tramo del hilo- informo Ron mientras dejaba el carrete de hilo en manos de Kingsley.

-¡Un traslador no autorizado!- Salto Fudge abriendo mucho la boca.

-Esta aquí el ministro de magia- informo Ron mirando a Kingsley el cual alzo una ceja -Que decida si es autorizado o no-

Suspiro y se sobo el cuello, luego con un movimiento de la mano llamo a Auror el cual se acerco de inmediato -Que todos y cada uno toque un tramo del hilo en menos de diez minutos-

-Parece que si autorizo- rio Ron mientras se movía un poco para ver como iban las remodelaciones, que aunque se estaba viendo bien, se notaba que estaban reforzando la seguridad sobre todo.

-¿Algo mas que deba autorizar antes de enterarme?- pregunto Kingsley algo cansado.

-Tal vez un ciento, pero no debe preocuparse, la mayoría tiene aprobación de Hermione Granger y mi hermano de aventuras- dijo Ron sin mirarle -Asi que están bien-

-¿Estas disminuyendo la autoridad del Ministro?- pregunto Scremengeour avanzando con bastón en mano en su dirección.

-No. Pero supongo que darían libertad creativa a los que entregamos un plan y herramientas para librar la guerra- dijo Ron sin mirarle, esta vez alzando la mano para saludar a la distancia a Tonks, Sirius y Ojoloco. Aunque el ultimo solo gruño y su ojo dio vueltas alrededor una y otra vez.

-¡Niño estúpido, puede ser que …- comenzó Fudge avanzando con la cara roja. Dejo salir un gemido de dolor cuando el bastón de Rufus se estrello contra su pecho y del otro lado Kingsley le detuvieron.

-Basta- dijo Kingsley suspirando - Tienen razón, no podemos pedir que informen de todo, al final es una cooperación y ellos tienen su libertad para moverse como mejor les parezca-

Quería señalar a Fudge y decirle "no que no", pero por la paz del plan lo dejo pasar.

Los diez minutos fueron Rápidos, y la mayoría ya tenia un tramo de hilo en sus manos, e incluso Rufus y Kingsley, además de que Ron sostenia el carrete esperando el momento en que este brillara de azul.

-¿Yo no ire?- pregunto Fudge al darse cuenta de que el no tenia un tramo del hilo.

-No- dijo Rufus cortante.

-Necesitamos que te quedes y mantengas el flujo de información entre los escuadrones activo- dijo Kingsley intentando calmar las aguas- Eres un exministro de magia y te necesitamos cuidándonos las espaldas. Y en dado caso que los dos fallezcamos, que puedas decidir al siguiente minsitro-

-Prefiero que no- murmuro Ron por lo bajo, justo al momento en que el carrete comenzó a desprender una luz azulada. - ¡PREPARENCE!- Grito.

El tono azulado paso atravez del hilo, recorriendo todo el lugar, haciendo que todos lo que sostenían un tramo notaran el traslador y como su mano o la parte que tocaba se pegara con fuerza. Era como eso que llamaban eleptricidad de los muggles, de un color azul bribrante e iluminando las cosas. El lugar comenzó a girar y su estomago comenzó a rebotar contra su cuerpo, mientras las imágenes comenzaban a apasar con una velocidad demencial. Observo como el estaba en al punta del vortice, mientras el hilo caía y serpenteaba con todos y cada uno de los Aurores siguiendolo.

Un minuto o dos pasaron, hasta que aquella fuerza mágica despego su mano.

-¡SUELTENSE!- Grito Kingsley.

De una sola todos soltaron el hilo. Ron sintió la gravedad de nuevo atrayéndolo hacia el suelo, pues estaba varios metros arriba, agito las piernas como si caminara y la velocidad disminuyo. Aterrizo con un golpe seco soportable, miro que la mayoría habia logrado soportar la llegada, algunos estaban enredados con el hilo y solo unos cuantos estaban en el suelo. Entre ellos le llamo la atención Tonks, inclinada sobre un árbol y posiblemente vomitando, aunque Sirius y Ojoloco ya le atendían.

-Bienvenidos, ahora a caminar- dijo Ron mviendo la varita para enredar de nuevo el hilo. El cual estaba por todos lados, desde las ramas de los arboles hasta por entre los Aurores y terminando en el pasto alto del lugar.

Escucho un "plack" luego quejidos y una veintena de personas apareciendo a una decena de metros mas lejos entre los arboles. Parecían camuflarse por el color de sus prendas, pero sobresaltaba una chica con cabello azabache que flotaba al suelo moviendo las piernas.

-¡Todo bien Sofi!- grito Ron para que la escuchara.

Daphne, archipiealgo arcano, campamento gigante.

El viaje fue rápido, eso le agradaba de los portales de Harry, nada como cruzar una puerta y aparecer del otro lado del mundo. Tenia muchas mas ventajas que un traslador, una escoba e incluso que las alfombras voladoras. Lo único era que aquel que sabia su construcicion y como formalas, para no acabar volatilizado en mil partes, era Harry. Tampoco es como que quisiera construir uno, la verdad le daba flojera en solo pensar los días de estudio y los meses de formación en runas que tenia que poner alguien para lograrlo.

No simplemente ella no tenia cabeza para eso.

Por eso Daphne prefería la magia de Utgar, tenia su trabajo y su forma de manejarse, pero en si era simple y fácil de ocupar. Pero estaba segura que eso era lo suyo, era algo que le encantaba y que se le hacia que debía perfeccionar. Incluso esos arboles frente a ella, sentía que con la magia de Utgar podría arancarlos de raíz.

Atravesar toda la isla del comienzo hasta la base de los gigantes, le tomaría minutos si activaba la magia, sin embargo decidió dar un paseo. El lugar era hermoso y atractivo, una vez que te acostumbrabas a las plantas venenosas, a las carnívoras y a los bichos mortíferos.

Habia tomado su tiempo, caminando a su paso, como en una visita a un parque a uno muy peligroso. Se adentro hasta que noto que las montañas crecían y luego de un tiempo noto los rastros que dejaban los gigantes.

Era fácil notar por donde pasaban, dejaban un camino claro y conciso, pues arboles dirados, o alguna pisada enorme delataban su procedencia. Tardo un rato mas en llegar a ellos, pero apenas lo suficiente para notar como daban gritos guturales y se movían de un lado a otro.

Se acerco con cuidado, notando que estaban algo alterados. Ya habia convivido con ellos, y de echo luego del susto del entrenamiento que planeo con Ron, los consideraba inofensivos. Pero aun así tomo sus precauciones.

Subió de un salto a una rama y observo que pasaba.

Los gigantes se lanzaban armaduras echas con cortezas gruesas, troncos cortados e incluso de piedras, amarrados con gruesas lianas y armándose lo mejor posible.

Bajo justo al pie del mas reconocible, Kathor, que llevaba ya la armandura completa y hablaba en gigante a sus compañeros que irían junto a el.

-¡Hola Kathor!- Llamo Daphne desde lo bajo, agitando ambas manos y proyectando la voz.

-¡Hola!- dijo Kathor al percatarse dando un paso cuidadoso para ponerse enfrente. -¿La serpiente Arcoíris ha venido por gigantes?-

-Solo dime Daphne- gruño un poco.

-Señorita Daphne, disculpe, denos un momento y estaremos con usted-

-Sip-

-Un momento, terminamos de armas y despedirnos y marcharemos directo al hogar de los peces hombres- dijo con voz temula, volteándose otra vez.

Le gusto que le enviara con los gigantes, menos trabajo y ellos solían seguir a Harry, como si fuera su líder. Observo a los 10 gigantes enfilados y sosteniendo porras, que con seguridad anteriormente fueron arboles. Comenzaron a chocarse unos contra otros, o eso le pareció a Daphne, que sentada contra un árbol, miraba como incluso algunos se daban cabezazos suaves. Era como si se abrazaran de forma tosca.

Miro a un gigante, con una barba larga y echa trensa, arrodillar se y mirar a dos gigantitos, un niño y una niña que lloraban. Se decían algo en su propio idioma, no entendía, solo notaba las escena triste. Como su padre los abrazaba con fuerza e incluso ebsaba sus cabezas mientras se despedia, también de su esposa, que era mas pequeña y tenia una especie de mandil de lona.

Observo que se repetía una o dos veces la escena, varias mujeres gigantes lloraban y abrazaban a los diez que se marchaban. Kathor estaba arodillado, junto a una giganta ansiana, que esta tocaba su cabeza y parecía dar un tipo de oración. Si tuviera que adivinar, diría que era su madre o algún familiar. El gigante se levanto beso la frente de la giganta y se alzo en todo su esplendor.

Palmeo su brazo cubierto de troncos recortados y gruño denuevo.

Comenzaron los diez gigantes a acercarse y comenzar a tamborilear con sus porras y su indrumentaria manual. Pronto no era solo ruido, era una melodía acompañada de rugidos y gritos, que sonaba a ser una canción muy antigua y que puede que fuera para la guerra. Pero ellos la cantavan con valor y fuerza, limpiándose las lagrimas que habían derramado y poniendo sus caras mas feroces y valientes.

Acabaron y los diez se acercaron para juntar sus cabezas, mientras Kathor pasaba su mano sobre todas y decía unas palabras en ese lenguaje. Luego los cuatro golpearon su pecho con sus puños y giraron a verla.

-¡Listos señorita Daphne, guienos!- dijo Kathor extendiendo su mano hacia ella.

Ella no supo si quería ayudarla a levantarse, solo supo que se levanto, sacudiendo su uniforme de Pendragon, para luego subir a su mano y como este la coloco en su enorme hombro, justo entre un tronco con forma de hombrera y una piedra que cubría parte de su brazo.

-Vamos- dijo Daphne suspirando. No quería ver mas escenas así y por ello, esta debía ser la ultima batalla.

Se adentraron por el bosque, siguiendo un senderon, todos en fila y encabezados por Kathro que llevaba a Daphne. Atravezaron la isla en tiempo record, incluso pasando a un costado de los centauros, donde miro el campamento se notaba triste, pues varias centaurinas paseaban mirando a la distancia y varios centauros mantenían apuntando a un blanco sin atreverse a disparar. Se notaba que Neville ya habia llevado a los centauros.

Cruzaron por un costado de los campos de los hombres lobos, donde los niños les miraron con asombro, se notaban sus caras llorosas e incluso pudo observar a una mujer lobo llorando a rienda suelta a la lejania. Mas no podía hacer otra cosa, no era un juego lo que se realizaría, era algo que con seguridad lastimaría a todos ellos y algunos los destrozaría. Estando o sin estar en el campo de batalla.

Sumida en sus pensamientos, no se percato que llegaron al mar, a una playa amplia llena de agua cristalina y con olas grandes.

-Cuidado con hombres pes- indico Kathor a sus guerreros, en cuanto sus pies entraron en contacto con el agua. -Suelen trincar pies si los pones encima-

Daphne pensó que era mas preocupant que pusieran sus pies encima, que ellos le picaran con sus lanzar, pero no lo dijo, después de todo parecía una pulga a comparación de Kathor.

Estaban muy alejados de la orilla cuando el agua alcanzo a Daphne, pues Kathor tenia el cuerpo entero adentro y sus hombros apenas tocaban el agua. Ella comboco el casco burbuja, y pidió que se introdujeran, todos ellos tomaron aire, tanto que pareció alguna clase de succión masiva y que creo que incluso el agua fuera hacia ellos. Luego se sumergieron.

No hizo falta ni que nadara ni que hicieran esfuerzo alguno, comenzaron a descender hasta el fondo, solo dejandose llevar por sus peso y dejando salir enormes burbujas de aire de entre sus labios. Eran tan grandes que Daphne podría sobrevivir con ese aire por algunos minutos.

Aterrisaron en arena blanca, era tan clara el agua que notaban todo a su alrededor. Incluso a la distancia pudo observar a las criaturas del agua, a tritones y sirenas, todos trabajando en su aldea. Pues hacían poco que se habían mudado y ahora estaban construyendo sus viviendas con pideras marinas e incluso con ayuda de lo que parecía hielo.

-Vaya ¿Qué grandes visitas tenemos?- pregunto una voz fría.

Daphne la observo, era la reyna de las sirenas y tritones. Una mujer casi del doble de grande, con el cuerpo superior de una mujer, cabellos finos pero pareciendo tentáculos y la parte inferior una aleta llena de escamas.

-Estamos aquí para…- se silencio pues su voz sonaba con eco dentro de la burbuja y no salía al agua.

-Tranquila cariño, no tienes que hablarme escuche de Harry que atravesaría el portal con los gagantes-rio la sirena ahora con una mirada calida y una voz suave.

Se impulso por el agua y con una mano sintio una corriente de agua, que impulsaba a los gigantes que aun sacaban burbujas de la boca. Pasaron uno o dos minutos, hasta que vieron la enorme estructura que servia de portal y luego como estaba estaba delante de sus ojos. Sin mucho problema lo atravesaron.

Neville, archipiealgo arcano, cuadras de los centauros.

Avanzaron por los pasillos de Hogwarts, a su lado estaban todos y eso le gustaba. Eran sus amigos y sabia que con ellos contaba, y al mismo tiempo sabia que el los apoyaría. Como en ese momento que debian reunir a las tropas en Hogarts, y por supuesto cada uno tendría que hacer su labor y separarse.

Le habían tocado los centauros y aunque no estaba seguro de como tratarlos, supuso que no seria tan difícil. Ya que lo difícil lo habia echo Harry, hacer alianzas separadas con cada uno, hacerse amigo o aliado durante años y luego llamarlos para unir fuerzas. Ni siquiera sabia cuanto tiempo le dedico realmente, pues los gigantes ya llevaban su tiempo del lado de Harry y los centauros hacia un año que habían lastimado su espalda.

-Bien aquí nos dividimos- dijo Ron mirando hacia la salida de Hogwarts.- Vamos Sofia, tenemos asuntos que atender afuera-

-¿Ahora soy Sofia? – pregunto curiosa.

-Okey, enana vamonos- dijo Ron dondo los ojos.

-¡NO SOY ENANA!-

-Y tampoco muy calamada, pero eso no quita que tengamos trabajo que hacer- rio Ron ya bajando por las escaleras -Los vemos después-

-Ron ¿No se te olvida algo?- pregunto Hermione cruzada de brazos.

-Varita, pantalones, dotación de meigas fritas. No, nada- dijo Ron revisando sus bolsillos.

Daphne soltó una risita, pero Hermione bufo y saco un carrete de hilo grueso.

-y ¿Para que quiero eso?- Los ojos de Hermione giraron al tiempo que miraba el techo, se lo lanzo a Ron y este lo atrapo en medio vuelo, al verlo pareció recordar. -Ahhh, cierto. Gracias- dijo Ron guardándolo en el bolsillo interior de su chaqueta

-A veces me pregunto si es despistado o solo se hace menso- dijo Hermione.

-Las dos cosas- contestaron Daphne y Neville mientras veían como Sofi y Ron se marchaban, el dando grandes zancadas y Sofi trotando detrás pidiéndole que le esperara.

-Como sea, tenemos que irnos- dijo Theo desde la parte trasera, sin esperarlos para ir al gran comedor -Al mal paso darle prisa –

-¿Dónde escuchaste eso?- pregunto Neville curioso, pues era raro que Theo dijera palabras de ese estilo.

-Se mas cosas de las que crees Neville-

-Sofi ha estado diciéndole muchos dichos y cosas muggles mientras trabajaban- dijo Daphne con las manos en la espalda y dando leves saltitos.- Dice que es un buen escucha… pero que es cerrado ante las cosas muggles-

-Si, bueno… ¿Cómo es posible que simples muggles fueran a la luna y nosotros no?- gruño Theo con las manos en la nuca - Siento que esta era se quedo en el medievo-

-No te equivocas- dijo Hermione avanzando -Hay cosas, que podrían modernizarse-

-¿Cómo que?- pregunto Neville, ya que toda su vida habia sido en un estilo clásico de magia, no tenia idea a que se referían.

-En este preciso momento, no tengo mucha idea- dijo Hermione sobándose una mano- Pero en la practica muggle hay avance en la ciencia, tecnología e incluso medicina. Tal vez dejar de separar esos conocimientos y unirlos a los nuestros para crear algo mejor o mucho mas útil-

-Claro que también podría servir para los muggles, ya que aunque no tenemos mucho contacto con ellos… tal vez darles una ayuda sin que sepa estaría bien- dijo Neville pensando en lo que habia pasado Harry en su juventud e incluso como no tuvo un lugar que le diera afecto.

-Bien dicho bicho-

-Enserio Theo, pareciera que vas a sacar tu repertorio de palabras muggles- dijo Daphne negando con la cabeza.

-Son pegajosas-

-Mientras no le peges tus mañas a Sofi- dijo Neville ya entrando al gran comedor.

-¿Qué insinuas?- inquirio Theo.

-Ya robador de besos y destructor de lazos sentimentales- dijo Hermione con un poco de coraje tal vez.

-Eso si dolió… se vale sobarse- dijo Neville soltando una leve carcajada.

-Para estos amigos para que quiero enemigos- gruño Theo parándose ya en el marco del portal y estirando la mano.

-Nosotros no empezamos- dijo Daphne con una leve sonrisa también.

El marco se ilumino, soltando una tela en su interior de tono azul claro eléctrico y durante un segundo pareció lucir de todos los colores.

-Bien, directo al archipiélago arcano, sala de los portales. Después de las damas- dijo Theo señalando el interior.

Ambas chicas le vieron y luego atravesaron el portal, Neville le palmeo el hombro y dijo.

-Nunca se olvidara ese deslis, pero ya todo esta perdonado… bueno Hermione tardara un rato mas- dijo Neville intentando ser lo mas sincero posible.

-Eso me alivia, de verdad. Gracias Nev- dijo Theo con una sonrisita.

Del otro lado se veía el pasillo largo y ancho, con múltiples portales que estaban apagados y solo algunos con hubicaciones de diferentes lugares. Por lo que los cuatro se apresuraron a la salida y las afueras del lugar. Enconrandose con la isla del comienzo.

Una enorme isla que contaba con su propio ecosistema, su propia fauna y flora además de ríos lagunas y montañas. Arriba de ellos se veían islas flotando, que de igual forma contaban con sus propiedades mágicas y que eran incluso mas peligrosas que aquella isla al nivel del mar. El ambiente olía a salinidad al estar cerca del mar, se sentía el calor húmedo y mas aun podían ver y escuchar el murmullo que causaba el pueblito que estaba colina abajo.

-Bien, me voy al norte- dijo Daphne y sin esperar comenzó a ir en dirección contraria del pueblo.

-Yo con los hombre lobo- dijo Theo pasando hacia el este.

-Debo ir con los centauros- dijo Neville mirando hacia el noroeste- ¿Por aquí verdad?-

-Si, Firence ya tiene todo listo. Pero de cualquier forma se cortes, son temperamentales- dijo Hermione para luego agitar su mano - Te veo en un rato-

Comenzó a bajar hacia el pueblo, mientras que el tomo rumbo hacia las cuadras de los centauros, donde con seguridad habia una docena de feroces centauros armados. Nada de que preocuparse.

En el camino saco sus varitas una en cada mano, y preparo en cada una dos hechizos, pues sabia bien que aquella isla no era muy poco segura si no se tenia cuidado. Habia pasado gran parte del tiempo estudiando las GAFFA's escritas por Nikol A. Tesla y entregadas a el por Harry. Y conocía bien la vegetación de la isla, incluso un podo de la fauna, aun así no se sentía tan confiado y seguro.

Para distraerse de eso, comenzó a practicar un poco, lanzando blancos móviles y flotantes con una varita, con la otra lanzando respulsos que los alejaban mas y mas. Al principio le costo demasiado acostumbrarse a las dos varitas, e incluso llegaba a tirar una o no lanzar ningún hechizo con la segunda. Pero luego de cientos de horas de practica, de consejos de Hermione, Ron y Harry logro poderlas controlar mejor. Ahora en un buen momento podría lanzar dos hechizos en un solo segundo.

Habia mejorado, de eso no tenia duda, pero sentía que su camino para perfeccionar aquella habilidad era largo.

Se encontró siguiendo el sendero de pasto, parecía un camino echo para el y aquellos que quisieran llegar al lado noroeste de la isla, era un lugar entre la montaña (del campamento gigantes) y los campos de cultivo (de los hombres lobo). Era una planicie extensa, oculta por arboles alrededor y especiado lo suficiente para que pasara un rebaño por ellas.

Estaba por pasar a la planicie cuando se percato de los vigías, varios centauros puestos a distancia prudencial, con arcos cargados y apuntando sus flechas hacia su pecho.

Paro, guardo las varitas y alzo las manos.

-¿Quién solicita audiencia en estos momentos?- pregunto el centauro que se acerco trotando y sin dejar de apuntarle.

-Vengo de Pendragon, a ayudar al traspaso de las tropas a Hogwarts- indico Neville sin moverse.

-¿Nombre?- pregunto el centauro.

-Neville Longbottom-

-El Herbologo Honorable- murmuro el centauro bajando el arco y de inmediato inclinándose un poco -Disculpe mi rudesa mi señor, no sabia que uno de los 7 vendria a escoltar a nuestros valientes guerreros-

-No, tranquilo, no te preocupes por eso. Ni yo sabia- dijo Neville con uan risita nerviosa al tiempo que se rascaba la mejilla intentando ocultar su sonrojo. -Solo dile a Firence que cuando este listo marcharemos directo a la sala de portales-

-Por supuesto- dijo el centauro levantándose. -Sigame-

Neville tuvo que correr un poco, ya que el centauro troto hasta el centro, donde noto que la mayoría de centauros estaban afuera despidiendo a sus tropas. Las cuales estaban alzando los arcos y espadas, mientras que galopaban por entre sus viviendas recien construidas, además de que Firence estaba ataviado de un armadura a medio cuerpo, y una espada larga en donde cambiaba su cuerpo al de un hequino.

Firence detuvo a las tropas junto a Neville, haciendo que formaran una fila y que bajaran armas, además de quedarse en silencio y estáticos.

-Listos para marcharnos- dijo Firence cerrando los ojos y suspirando -Hemos despedido de nuestros amados seres, nos dimos el ultimo adios y es hora de trotar-

-De acuerdo, intentare seguir su paso- dijo Neville asintiendo- Pero si me quedo atrás, recuerden que el punto de encuentro es la sala de portales en medio de la isla.

Firence no dijo palabra le estiro la mano -No hay tiempo que perder, además… debemos ser una unidad. Pendragon y los centauros son hermanos de armas y también amigos ¿Cierto? -

Neville tomo su mano- Sin dudarlo-

Un tirón le alzo del suelo y solo se sintió girar y como de un momento a otro estaba sobre el lomo de Firence y este miro a los demás centauros murmurar algo.

-¡ES HORA, TODOS LISTOS!-

-¡Por la paz!-

-Andando- dijo Firence antes de comenzar a galopar rumbo a los arboles en que recien habia aparecido.

Esucho muchas despedidas a su espaldas y también llantos e incluso como llamaban a los centauros entre un sonido de respeto y tristeza. Como si no fueran a verlos mas.

Theo, archipiealgo arcano, campos de los hombres lobo.

Hacia buen tiempo, sus pasos eran tranquilos y sin prisas, al ser el mas cercano al lugar podía darse su tiempo. No era como Daphne que recorrería hasta las montañas para ver a los gigantes, o a Neville que estaría rumbo a las planicies, si no que el solo tendría que cruzar los campos de cultivos y llegarían a donde ahora residirían los hombres lobo.

Le gustaba aquel lugar, estaba lleno cultivos de diferentes cosas, y que empezaban a crecer. Con seguridad los lobos eran personas muy productivas, por que en tan solo un corto periodo de tiempo, ya habían creado campos y un mini pueblo en el cual habitaban y convivían. Sin contar que con regularidad viajaban a diferentes zonas de las isla para encontrar nuevos cultivos o simplemente visitar a los gigantes, centauros o magos.

En ese momento, pudo observar a su derecha un plantio con diminutas matas creciendo, tenían diminutos flores cuadradas, supuso que era de aquellas que les dio a probar Harry y sabia a pasta. Theo se aseguro de recordar de visitar a los hombres lobo en temporadas se cosecha, así provaria los mejores frutos antes que nadie. Aunque antes debía pasar aquella batalla.

Un hermoso árbol estaba a mitad del camino, y noto que incluso tenia unas manzanas raras, no eran verdes, rojas o amarillas, eran de un color azul claro e incluso diría que moradas. Las observo, preguntándose si serian venenosas o podría tomar una para el camino.

-He chico ¿Estas perdió?- pregunto una voz de la nada.

Theo giro la mirada en los caminos libres entre los sembradíos sin mirar a nadie o ningún lugar de donde pudieran esconderse.

-Aquí arriba -dijo la misma voz.

Observo el árbol y entre el follage miro dos pares de ojos, eran de un color verdes en el exterior, pero que cambiaban a naranja cerca del final del iris. En otras circunstancias se hubiera puesto en defensa, en este momento no pudo, solo alzo la mano y sonrio.

-¿Hacen daño?- pregunto

-Solo si tomas una- dijo la voz de la chica.

Enseguida entre las hojas salió, tomando la mano de Theo, girando su cuerpo y lanzándolo un metros lejos del árbol. La chica se veía agresiva, tenia una mirada fuerte, su cara seria y fina era coronado por una cabellera negra oscura que cambiaba a verde en las puntas.

-¿Por qué me dañarias al tomarla?- pregunto Theo tranquilo y sin moverse.

-Mas bien te destrozaría la yugular- dijo la chica abriendo mucho la boca al hablar, demostrando sus caninos muy puntiagudos. - Además, este es mi trabajo, proteger nuestros recursos de ladrones como tu- señalo, sus uñas eran largas y podía incluso verse rasguñado por ellas.

-Yo no soy un ladro- dijo Theo acercándose y mirándola.

-¿Entonces que eres?- pregunto la chica aun muy a la defensiva.

Theo se sacudió la chaqueta y señalo el escudo Pendragon en su pecho. - Soy un Pendragon. Y perdón por no presentarme, soy Theodore Nott -

-¿Tu el lancero de obsidiana? - pregunto la chica recargando su peso en la otra pierna. -Crei que seria mas… fiero-

-Digamos que es un lindo nombre que nos dio Dumbledore nada mas- dijo Theo alzando los hombros- Y si me permites necesito llegar a donde esta tu líder y llevar a aquellos que participaran en la batalla a Hogwarts-

Su rostro cambio de inmediato y por un segundo pareció muy triste, luego suspiro -Sigueme-

-Claro, mientras no me ataques- dijo Theo con seguridad.

-Por cierto, mi nombre es Anna Werolf-

-Es un placer conocerla, y déjame decirle que es muy linda-

-Deja tus coqueteos, no soy de esas que cae por un buen nombre y un titulo lindo- dijo Anna caminando ya a paso apresurado y dándole la espalda.

De la nada algo salió volando en su dirección, Theo lo atrapo antes de que topara con su cabeza, era una de las manzanas azules, lucia apetitosa y jugosa.

-¿Para mi?-

-Todos los guerreros en campo de batalla deben tener fuerza y estar concentrados- dijo Anna aun sin voltearle a ver - Y me debes 2 galeones, no son fáciles de cultivar-

Theo no dijo nada, solo limpio la manzana contra su chaqueta y la mordió. Sabia genial, la piel y carne de la fruta era tal cual pay de manzana recien echo y su jugo era el de la sidra. Con seguridad dos galeones eran poco para disfrutar aquella cosa tan deliciosa. ¿Cómo es que Harry se arto de comer aquello? Se pregunto mientras mas se acercaban y el ya se acababa hasta el corazón de la manzana.

Se encontró con los hombres lobos listos, con mochilas o bolsas de mano de tela vieja y desgastada. Estaban cerca de unas casas en medio del campo, además de que la mayoría se veía aun muy despoblado y incluso rustico.

Se despedían de sus familiares y se dedicaban palabras de suerte y de adios. Algunos llorando y sobre todo los niños pidiendo a sus padres y madres que no los dejaran. Pues incluso una mujer abrazaba a un pequeño de no mas de 3 años y lloraba mientras que el resto del grupo la esperaba.

El se quedo apartado del grupo, esperando a que lo notara Sasha y pudieran ir de regreso a la sala de portales. Pero aquello, era desgarrador. Le recordaba a su madre y como lo amaba; al mismo tiempo le hacia sentir mas coraje y odio contra su padre, el saber que el la mato.

Sabia que si lo encontraba frente a frente en la batalla tendría que pelear contra el, darle una paliza y si era posible demostrarle que era mejor hombre. Aunque eso significara hacer lo único que se sentía incapas, aquello que le haría preguntarse si valio la pena o no todo ello.

-¿Estas bien lancero?- pregunto Anna también esperando a que todas las despedidas terminaran.

- No soy un lancero, soy un pocionista- dijo Theo suspirando - Como te digo Dumbledore se tomo atribuciones a ese nombre-

-Bueno, señor pocionista- dijo Anna rodando los ojos - ¿Qué te pasa? Parecias enojado ¿No te gustan las despedidas?-

-No, no me gustan- reconoció.

-Vaya, crei que vendría Hermione o Harry en persona- dijo Lupin acercándose, se notaba que no habia dormido mucho.- ¿Estaba bien?-

-Si- dijo Theo estirándose -Solo que Harry fue a ver a unas viejas conocidas, y Hermione tiene asuntos con el pueblo y en el banco-

-Por supuesto, ellos siempre tienen planes en mente- dijo Lupin con un aire un poco bajo.

-¿Por qué tan apagado? La noticia de ayer debería tenerte por los cielos, es mas yo estaría que se lo contaba a todos una y otra vez- dijo Theo alzando una ceja.

-Si, estoy feliz, muy feliz- dijo Lupin dando una sonrisa sincera, pero aun se notaba que algo le molestaba - pero… espero que esto… no afecte a Tonks en nada-

Theo no hablo mas, al final del día irían a una guerra, no era un juego y con una esposa embarazada, y el en la pelea, no sabría si estaría igual o peor.

-Todos listos- informo Sasha, que aunque era mas pequeña que muchos de los hombres y mujeres a su espalda, se imponía con una fuerza antinatural. - Deberíamos marchar antes de que el sol llegue a su cenit-

-Correcto- indico Theo estirándose -Bien, como sabrán iremos a la sala de portales, y de ahí les dare paso a Hogwarts.-

-Jauria, listos. Es andando-

El grupo comenzó a avanzar, Theo miro a Anna y le dio una mirada antes de reír - Si regreso te pago tus dos galeones, si no… bueno cobraselos a Neville Longbottom-

-Cuando regreses, con intereses serán 4 galeones-

De inmediato dio vuelta y se alejo con Lupin a su costado y mirándolo con una ligera mueca divertida.

-¿Qué?- pregunto Theo luego de unos momentos.

-Solo que no te fies de las mujeres lobo- dijo Lupin en voz baja – Siempre tendrán mas colmillo que tu-

-¿Qué?- volvió a preguntar desconcertado.

-Lo entenderás en el futuro-

-Si tenemos un futuro- corrigió Theo.

-Tu eres el pesimista del grupo ¿Cierto?-

-Correcto. Pero sigo sin entender-

Lupin negó con la cabeza para luego adelantarse junto con el grupo, que le llevaban un paso mas apresurado que el suyo. El se quedo sin entender que pasaba.

Hermione, Archipielago Arcano, 30 horas antes.

Bajaba la ladera, sabiendo que sus amigos irían por las otras partes que conformarían el ejercito. Ella por su parte ya habia informado a Dumbledore y la profesora McGonagalla de su transporte, por lo que debian de estar listos y preparados al pie del pueblo. Solo era llegar indicar las precauciones y luego ir directo a la sala de portales.

No se percato del gran gentio hasta que las voces y ruido le atrajo la mirada hacia la pequeña plaza que cercia de centro de reunión de todos. Donde estaban un gran grupo de gente conglomerado.

Noto el uniforme Pendragon exparsido por todos lados, también varios con el uniforme de Hogwarts e incluso atuendos de duelistas de hacia una década. Como los que portaban Sprout y Flitwick. Incluso Hagrid tenia un nuevo y grueso abrigo de piel oscura, no quería saber de donde lo saco pero sin lugar a dudas aquella piel peluda le recordaba a algo del entrenamiento. También estaban sus padres que esperaban sentados junto a una banca, acompañados de la señora Dursley y Dudley.

Se acerco a ellos y los saludo, abrazando a su padre y a su madre.

-Hola mi amor- dijo su madre besando su mejilla- ¿Ya es hora?-

-Si- respondió Hermione suspirando -Estamos preparados y todo esta en orden-

-Aun no me gusta la idea - dijo su padre inconforme.

-Pero es lo que debemos de hacer- respondió Hermione decidida y abrazando ahora a su padre. -Ademas no estoy sola-

-Lo sabemos- dijeron ambos para luego besarle las mejillas - Por favor cuídate mucho y regresa a nosotros-

Su madre tenia algunas lagrimas en las mejillas, mientras que se mordía un labio. Su padre parecía aguantar el querer llorar e intentando infundirle valentía a su madre, aunque tal vez sin lograrlo.

-Se los prometo- dijo Hermione sonriéndole, para luego mirar a la señora Dursley y a Dudley.

-Dile a Harry… que si pudiera cambiar… cambiaria todo lo que le hice- dijo el chico ahora un poco bronceado.

- Y de mi parte- dijo la señora Dursley trastabillando para luego proferir un quejido y limpiarse la nariz sonoramente – Que lo aprecio y que… si Lily estuviera aquí, ella le diría que esta sumamente orgullosa de el-

Hermione asintió y suspiro, ellos no eran sus favoritos, pero por esta vez, pasaría su mensaje a su prometido.

-Regresa el junto a mi- dijo Hermione decidida. - Voldemort ya ha quitado demasiado a Harry y al mundo mágico, no mas… no perderemos mas-

Luego volvió a abrazar a sus padres, a besarles las mejillas, darles un apretón de manos a los familiares de su prometido y luego voltear a donde estaban todos, en dirección de los profesores.

-Buenos días profesores- dijo Hermione al acercarse al profesor Dumbledore y McGonagall que esperaban encabezando el gran numero de personas. -¿Qué sucede aquí?- pregunto desconcertada.

-Los profesores han decidido apoyar, después de todo Hogwarts ha sido hogar de muchos por décadas- dijo Dumbledore con una gran sonrisa – Esperábamos guardar el secreto de esto, pero como bien sabes si es secreto todo el mundo lo sabe y llegaron estudiantes de ultimo curso y los propios Pendragon a enlistarse-

-Esto no es una milicia, no se enlistan- dijo McGonagall portando esa mirada desaprobatoria hacia el profesor. Luego le miro -Ofrecieron sus varitas y aunque hemos insistido en que decistan, ninguno de ellos lo han hecho-

-Ellos están seguros de lo que hacen, déjenlos, son libres de tomar sus decisiones- dijo Aberfoth llegando con un atuendo parecido al de su hermano, ambos con capas moradas, solo que la del señor Dumbledore era menos estrafalaria que el profesor.

-Algunos no cumplen ni los 15 años- dijo la profesora mirando a ambos, como si decidiera con quien enojarse mas.

-No hay tiempo- dijo Hermione mordiéndose el labio, sabia que Dennis, Nigel y Artur, los menores de Pendragon, no desistirían de ayudarlos. Luego de tanto entrenamiento y preparación durante años en conjunto con los mayores, seria un dolor de cabeza. - Vayamos con todos a Hogwarts y luego Harry los hará entrar en razón-

Los tres le miraron, mas la profesora McGonagall suspiro y asintió.

-Todos escuchen- dijo volteándose, la mayoría se silencio y luego de un momento estaban aprados y con sus cosas en mano - Iremos a Hogwarts, así que todos tengan un compañero y siganos, nadie se pierda. Aquellos que cambien de opinión y decidan quedarse es momento.-

Nadie de los presentes se movió. Incluso algunos Slytherin de ultimo curso se veían decididos. Hermione asintió y después de un momento, comenzaron a subir de nuevo la colina en dirección de la sala de portales. Donde les esperaba la entrada al castillo en Hogwarts.

Tardo un largo rato en poner orden y mas aun en hacer que pasaran en duplas o en solitario, mientras pasaban cada uno de ellos. Una vez que pasaron los profesores ellas le siguió. Se encontró en el gran comedor, con todos parados en medio, y comenzando a ir hacia la puerta. Hermione supo que pasaría a continuación.

Intentaron abrir las puertas, pero estas no sedieron y aunque utilizaron varios hechizos, como "alohomora" "aberto" y "ábrete sesamo" ninguna funciono.

-No se abrirán las puertas, he puesto un sello rúnico que solo me permitirá abrirlas a mi- dijo Hermione caminando a un lado, sacando su monedero y metiendo la mano dentro. Saco un pergamino en blanco y un contenedor de un liquido azul. -Antes de cualquier cosa, realizare una revisión de todos y cada uno de ustedes. Sera rápido indoloro y solo es para seguridad de usedes. Porfavor formen una fila primero los profesores y luego los alumnos-

-¿Para que es la revisión?- pregunto un alumno de ultimo curso.

-Comprobare que no sean Mortifagos- dijo Hermione con seguridad.

-¿Qué? -

-¿Mortifagos?-

-Nosotros no somos Mortifagos-

-¿Pero que clase de burla es esta?-

-No le veo la necesidad-

-SILENCIO- dijo el profesor Dumbledore callando a todos, avanzando descubriéndose ambos brazos y dejando sus antebrazos sin marca alguna descubierta -Todos realizaremos esto, es una medida preventiva y no dudo que dará sus frutos-

Hermione vacio una gota de agua en solo una de sus antebrazos y luego coloco el pergamino en su piel. Por un segundo se noto como la humedad de la gota traspasaba el pegamino, el pergamino brillo y en el pergamino apareció una runa, que para aquellos que sabían leerlas decía "Sin marcas".

-Todo bien- indico Hermione, viendo como los profesores ya estaban formador y como los alumnos y pendragon comenzaron a formarse. -Ahora usted profesora-

La profesora también se descubrió el antebrazo y Hermione realizo el mismo procedimiento.

Habia tenido mucho cuidado con ello, ya que Harry se le habia ocurrido aquello al ver a Barty con su marca tenebrosa e incluso habia copiado la magia de aquel tatuaje en un pergamino. Habia creado esa técnica para comprobar que no tuviera en ninguna parte de su cuerpo la marca tenebrosa. De echo aquella gota era para que entrara en su piel y sistema, para después comunicarse con el pegamino y mostrar si en algún lugar del cuerpo del que se comprobaba habia rastros del tatuaje.

-Bien, siguiente- dijo Hermione ahora viendo Aberfoth delante sin preocupaciones.

Comrpobo a todos los profesores, también a los Pendragon y ninguno de ellos habia dado positivo a la marca tenebrosa. También parte del alumnado que se ofreció. De todos y cada uno de los presentes, no hubo ninguno que no se dejara. Faltaban solo un par de alumnos de ultimo curso, entre ellos tres de Slytherin, dos de Ravenclaw, cuatro Hufflepuff y ocho de Griffindor.

Creía ya acabar y poder ir al fin al banco cuando, el pegamino se ilumino y en todo el largo apareció una calavera y un par de serpientes que salían de la boca. La marca tenebrosa estaba presente y eso significaba que aquel que estaba frente a ella era un Mortifago.

Le miro, era un chico de Ravenclaw, el sonrio antes de alzar la varita, pero Hermione soltó el pergamino y sotuvo su muñeca, arrimando su mano a tiempo para desviar su hechizo. Un rayo verde paso a su lado y se estrello contra un muro.

-Incarcerous- grito la profesora McGonagall y Dumbledore.

En un momento varias cadenas embolvian el cuerpo del chico, el cual se reía y tenia una mirada macabra en su rostro.

-¿Crees que pueden contra el señor tenebroso?- pregunto con un tono desquiciado. -El lo sabe, el conoce sus planes, su mente es un libro que el puede leer sin siquiera esforzarce-

-El te lavo el cerebro, Voldmort no es mas que un mago con grandes trucos -dijo Hermione con seguridad- Ahora ¿Qué tanto sabe de lo que realizamos?-

-TODO EL LO SABE TODO, ES EL SEÑOR DE LA OSCURIDAD, NO IMPORTAN QUE HAGA EL SABRÁ QUE HACEN- dijo de nuevo el chico escupiendo algo de saliva.

Soltó una sonrisa Hermione y luego movió la mano a su monedero y con un solo movimiento salió un pequeño frasco negro. Respiro y tomo su rostro, tomándole la mandíbula para callarlo y luego mirarle a los ojos. Apreto con la fuerza que tenia haciendo que abriera la boca y de un solomo moviento introdujo el veritacerum.

-¡Hermione!- Reprendio la profesora McGonagall acercándose.

-Es necesario profesora- dijo Seamus que avanzo y le tapo la nariz -Es un Mortifago-

El chico se agito, pero termino tragando la pocion y luego respiro al soltarle.

-¿Qué sabe Voldemort de lo que planeamos?- pregunto con firmeza Hermione mirando sus ojos.

El chico se estremecio y gruño, salivaba y los ojos se le llenaron de algrimas, lo que significaba que ya estaba en funcionamiento.

-¿Has podido comunicarte con el desde que lo llevamos al archipiélago?- pregunto Hermione para no torturarlo.

-No- gimio como respuesta.

-Entonces ¿Qué información le has transmitido?- pregunto Hermione para asegurarse.

-Solo que evacuaban el castillo y nos llevarían en la mañana en el tren. Pero esa noche nos despertaron y… no pude enviar mi mensaje a tiempo- gruño el chico estremeciéndose.

-Bien- dijo Hermione apartándose y mirando a los que faltaban por revisar. -Llevenlo a las mazmorras y enciérrenlo.- en seguida las cadenas pasaron a la varita de Slughorn que estaba pálido y el profesor Flitwick le ayudo, aunque el parecía furioso. Tomo el pergamino del suelo- Ahora los que faltan, por aquí porvafor.- Los restantes no pusieron objeción, estaban limpios y el resto pareció entender por que de aquella revisión.

El portal se activo, de adentro lo primero que noto fue pasar a Sasha, seguido de Lupin y el resto de los hombres lobos, incluso Theo. Los alumnos se retiraron a un lado del gran comedor, mientras del otro dejaban a los hombres lobo.

Los miraron y el se rasco la barbilla.

-¿Paso algo?- pregunto Theo sin terminar de entender.

-Que bueno que llegas- dijo Hermione suspirando y acercándose- Voy retrasada. Ya revise a todos aquí, falta tu grupo y los que lleguen, el profesor y la profesora ya tienen una idea de que pasa cuando la revisión sale positiva. Necesito ir al banco, así que te dejo acargo-

Se apresuro y fue a la puerta la cual si se abrió para ella, de paso la dejo abierta para que ellos salieran. Estaba segura que los hombres lobo presentes no tendrían la marca, ya que Sasha con seguridad habría tomado sus propias medidas luego del ataque que recibieron por parte de Voldemort.

Corrió por el pasillo sin escuchar las quejas de Theo y el que este preguntara que paso, además de los murmullos a su espalda. Corrió casi todo el camino desde la entrada hasta la salida del pueblo y un poco mas, pues el área de protección a Hogwarts habia incrementado. Al llegar al área de desaparición no tardo, hizo una desaparición y llego al caldero Chorreante.

-Buenos días- dijo Tom al escuchar su aparecion, se dedicaba a escombrar la taberna, que estaba medio vacia -¿Qué le puedo dar?-

-Ahora mismo nada, muchas gracias- dijo Hermione ya caminando a directo a la entrada del callejon Diagon - Voy al banco-

- Tenga mucho cuidado señorita- dijo Tom sin levantar la mirada -Ultimamente están quiquillosos, han triplicado su seguridad y parece que los hubieran amenazado con robarles-

Hubo varias carcajadas a su alrededor.

-Nadie seria tan tonto para intentarlo. Ahora menos que han reforzado todo- gruño un viejo mago en el rincón.

Hermione no tenia tiempo para ello, menos para decir que el que planeaba robar el banco era su prometido. Paso a la parte trasera y luego toco los ladrillos en el orden exacto que recordaba. Los ladrillos se sacudieron, soltaron polvo y comenzaron a reordenarse, moverse y girarse hasta dejar un arco por donde pasar e ingresar al callejon Diagon.

Continuo avanzando con velocidad, sintiendo que llegaba tarde y mas para los duendes que eran huraños para todo. No le importo varias voces de asombro he incluso algunas menciones de su nomrbe, continuo corriendo hasta el final y en difereccion al edificio blanco y que se alzaba sobre todo.

Noto la seguridad desde que llego, cuatro o cinco duendes fuera, con mala cara; No solo era a la entrada del banco, también en la ventanas, en el techo en los laterales y cada cierto rato daban rondas. Casi estaba segura que adentro era mucho mas, y que si conocieran las armas de fuego muggles, las tendrían ya apuntando a todos lo que pasaran delante.

Se acerco a un duende, el caul le miro y alzo la mano como si le fuera a lanzar un hechizo.

-Soy…-

-Se quien es, llega tarde- dijo el deunde aun con la mano estirada.

Fue hasta en el momento en que no le estaba apuntando, si no que le daba una especie de boleto naranja, el cual tomo de imediato. Decía impreso en letras de oro "Pase especial" u abajo con letras plata "Dirigir con Ragnok de inmediato y sin escalas". El duende comenzó a caminar en dirección del banco, sin darle siquiera tiempo a recuperar el aliento perdido y pasando a los duendes que custodiaban el lugar le miraban fijamente. Como si esperaran que sin aviso alguno fuera a atacar.

Minutos después adentro, noto a Ragnok descansar en una silla de oro e incrustraciones de gemas preicosas a su lado estaban los duendes, pesando galeones, sicklet o knuts. Todos y cada uno de ellos con el uniforme de Gringotts.

-¿Los lideres de Pendragon llegan tarde siempre?- pregunto Ragnok con una mirada de enojo.

-Lamento el retraso- dijo Hermine sonriendo mucho - Ya solo falta usted, ya que dejamos lo mejor para el final-

El duende se levanto y los demás dejaron de hacer el trabajo. Dio una sonrisa y se sobo las manos.

-Entonces vamos, no debo hacer esperarlo por mi-

La sien de la frente se le hincho a Hermione, aquello seria duro y apenas era medio día.

Luego de que todo quedara en orden en el banco, de una desaparición y que cruzaran medio terreno de Hogwarts llegaron al puente de piedra. Donde la mitad de los Aurores hacían dos filas, en cada uno Ron y Sofi comprobaban que no tuvieran la marca tenebrosa y luego Neville y Daphne les giaban atravez de las trampas que habia alrededor. A Ragnok y su grupo les fue mas fácil que pasar que a los magos, ya que, tanto gigantes, como centauros y duendes era algo que Voldemort quería controlar. Y no utilizar.

Hermione, Hogwarts, 24 horas antes del ataque de Voldemort.

Los grupos se hubicaron en la colina cerca de la casa de Hagrid y aunque hicieron el intento de que se hablaran entre ellos, cada uno estaba separado, ansiosos y muy temeroso.

No sabia que hacer mas que esperar a ver que pasaba.

La brigada de Medimagos, revisaron físicamente a todos los magos y brujas del lugar. Además de intentarlo con los centauros, hombres lobos y duendes; ya que no conocían su fisonomía ni magia, se les dificulto dar un veredicto. En cuanto a los gigantes, ni lo intentaron ya que era como si una hormiga quisiera ser de utilidad a un humano.

Sus amigos se desperdigaron entre ellos, cambiando y regresando entre los que habitaban los lugares. Incluso Hagrid y Sofi juguetearon con Daira, que curiosa por el bullicio habia salido a observar que pasa, al igual que Geminidas que eran quienes mayor desorden estaban causando.

Incluso teniendo que hacer que se quedaran cerca de los gigantes, pues eran los únicos que parecían soportarlos y no tenerles miedo.

El sol comenzaba a ocultarse, la tencion entre los grupos subia, se miraban entre ellos, sus miradas eran de advertencias y de precaución. Incluso noto a los Aurores levantar las varitas y esperar el ataque cuando algún gigante boztesaba o cuando los centauros se pusieron a crear flechas y a lanzarlas contra blancos móviles.

-Esto esta mal ¿O solo me lo parece a mi?- pregunto Ron mirando a todos lados -Estamos mas disparejos que mis calcetines luego de ser lavados-

-Esto va mal. Deberías hablar con ellos y ver que pueden hacer- dijo Daphne señalando a los lideres de cada grupo que estaba en la colina.

-Hablar con ellos da dolor de cabeza- dijo Hermione suspirando- No se ponen de acuerdo- luego lo pensó durante un momento – Daphne podrías ir y sugerirles incitar a sus allegados a intentar convivir con los demás-

La chica asintió y de inmediato comenzó a subir la colina, pues era donde están y observaban todo.

-Yo… intentare ver que se me ocurre- dijo Hermione alejándose un poco- Necesito pensar que podemos hacer antes de que llegue Harry-

Observo el cielo, el ocaso se acercaba mostrando un tono naranja en el orizonte, no camino muy lejos, en ese momento de paz sintió un grupo de magias enormes y poderosas acercándose. Soobre volando el castillo. Eran seis y se acercaban en picada directo a ellos.

-Ya era hora-sonrio Hermione al reconocer una de ellas. -Accedo permiso a traspasar la barrera a Harry Potter y acompañantes- Corrió mientras lanzaba un hechizo que creo un área circular y naranja luminicente, donde varios Aurores y medimagos estaban - ¡Aun lado, vienen mas refuerzos!-

Todos comenzaron a correr, casi al mismo tiempo que la barrera abrió un hueco, lo suficiente para que pasara su prometido y los últimos invitados al castillo.

Calleron estruendosamente, rugiendo y creando un sobresalto general, humo un tumulto de gritos y sorpresas. Pero nadie ataco, al ser advertidos que eran revuerzos.

El imponente Colacuerno rugio y movió las alas, mientras en su cuello Harry estaba sentado.

- Ya estoy de regreso y traigo el armamento pesado- rio Harry haciendo resonar su voz en todos lados.