No andaba muerto, solo estaba de parranda. Así es caóticas y caóticos del mundo, sé que me he tardado mucho y que los deje en espera, pero que esperaban de este caos.
Tengo un par de puntos que tocar antes de que lean.
Primero… hemos llegado a la recta final de la historia, si, así es estamos llegando a los últimos capítulos. Mas no se preocupen, supongo que aun queda tiempo y … largos capítulos. Sobre todo, por mis bloqueos mentales constantes, el poco tiempo para escribir y el tener que ordenar todas mis ideas.
Segundo… Como habrán visto en el progreso de la historia, los capítulos tendrán la vista de varios personajes, el tiempo se volverá un poco loco con sucesos que se mezclen y tenga que ir a minutos antes o después. Así que espero que pueda hacerlo bien.
Tercera… no hay tercera.
Cuarta… si no hay tercera menos cuarta.
Y recuerden, lean, disfruten y dejen sus comentarios.
"Y no sé tú, ni qué dirás, pero no hay nada mucho qué pensar
La oscuridad me acecha incrédula" Nada, Zoe.
texto que indica una comunicación directa a su dispositivo de contacto
Capítulo 111.- Y en mazmorras, palacios y torres
Las estrellas comenzaron a salpicar el cielo, con un tono aun morado y con cierto frio y niebla alrededor. Mas tuvo que descansar unos momentos, su mente aun ardía y sentía que el Horrocrux dentro de su cuerpo incremento fuerzas y luchaba nuevamente.
Theo y Daphne esperaban con paciencia, aunque en sus ojos se notaba algo de nerviosismo y en parte era por lo que acababa de decir. Voldemort con seguridad estaba preparando a su ejército, estaba alistando a todos sus Mortifagos y marchando rumbo al castillo. Mientras ellos esperaban sentados a que se recuperara, a que lograra alzar sus barreras mentales. No podía recuperarse del todo o no llegarían a tiempo, necesitaba apurarse.
{Dejaste caer todas tus barreras} dijo Revé con una voz lejana, como si lo dijera al otro lado de un largo pasillo. {Trataremos de levantar las más posibles y mantenerlo lejos de su mente.}
{Aunque si no volvieras a entrar de golpe en su mente… sería más fácil} se quejó Merlín con una voz muy parecida.
Harry miro a Lefko y luego a los sus amigos, la luz se ocultaba y estaba seguro de que un viaje en dragón les llevaría horas llegar a Hogwarts, y por lo que sabía en ese justo momento Voldemort y sus Mortifagos estaban dirigiéndose a Hogwarts. Palmeo el hocico de Lefko y le murmuro rugiendo.
-Cuídate amigo, no puedo continuar a tu lado ahora mismo, pero si me esperas, prometo regresar y llevarte a un lugar seguro- dijo Harry suspirando, ya que bastante daño le hicieron en Gringotts, no quería hacerle más.
-De acuerdo mi rey- gruño Lefko lanzando humo por la nariz, calentando la cabeza de Harry y de paso dejando todo oliendo a ceniza - No puedo detener su viaje, y tampoco agradecerle lo suficiente. Espere decenas de años por un soplo de esperanza y llego usted, esperarlo un poco más es solo un minuto en mi vida-
-Cuídate y no dejes que los muggles te vean-
Se aparto y comenzó a caminar a Daphne y Theo, quienes ya se tomaban de los hombros, con seguridad sabiendo que pasaría a continuación. Daphne le sujeto el hombro y Harry miro al dragón el cual se inclinó con respeto, dejando la cabeza en la tierra.
-Tenemos que irnos Harry- dijo Daphne de forma suave -Él es un dragón, nada en el mundo muggle lo puede dañar -
Observo las costadas en sus costados, el pálido color de sus escamas, sus ojos ciegos y suspiro -No estoy seguro de ello-
Hicieron una desaparición conjunta. Emergieron en la oscuridad del bosque, muy lejos de Hogsmeade, en aquel punto se encontraba el centro de desaparición que coloco un poco lejos del pueblo. En cuanto sus pies toco la tierra lo sintió, el bosque estaba quieto y tranquilo, bastante silencioso, un mal indicio y un estremecimiento recorrió a los tres, un indicio que algo estaba en el bosque con ellos.
Avanzo, justo en aquel momento un tirón fuerte de su estómago, su corazón palpitando con fuerza al punto de doler, el cuello se tensó y, lo peor, su cicatriz punzaba con fuerza. Apretó los dientes y cerró los ojos, aguantando el dolor.
Miro desde un punto muy elevado en el cielo, veía las montañas, los bosques, a la lejanía el pueblo y… el castillo de Hogwarts, con las luces encendidas, y la luna iluminándola desde tras de su añorado hogar. Lo habían alejado, pero eso cambiaria, pronto el castillo serio suyo, lo tomaría como su base de operaciones y luego… marcharía al ministerio y Londres caería a sus pies.
A su lado nubes negras se acercaban, eran tan enormes que cubrirían la poca luz de la luna, y bajaban al bosque dejando una oscuridad profunda, sin contar que pronto; sin importar cuanta fuerza tuviera el ministerio y Dumbledore el ascendería y tomaría todo como suyo.
Varios rugidos y gruñidos a su espalda soñaron y una sonrisa malvada apareció en sus labios.
{HARRY}gritaron sus maestros, se sintió caer de aquella nube oscura, descender y caer en su propio cuerpo, admirando por un segundo como sus maestros lo jalaban desde el interior. {Cerraremos la conexión, necesitas concentrarte}
Fue un destello de ver la perspectiva de Voldemort, pero logro salir de ello, miro a Daphne y Theo quietos y esperando por que dijera algo. Sobre todo, porque estaba arrodillado, sosteniéndose la frente, sudando y jadeando como loco.
Se llevo la temblorosa mano al pendiente de dragón y murmuro ¡Vamos en camino, Voldemort viene detrás de nosotros! ¡¿Todo está preparado?!
Se levanto aun sudado y temblando, el entrar en la mente de Voldemort tanto en tan poco tiempo, era un golpe duro. Tomo el brazo de Theo y de un solo movimiento lo coloco en su espalda, luego activo la magia de Utgar, Daphne tardo un momento en entender que pasaba, pero ella igual la activo. Al siguiente segundo corrían a toda velocidad por el bosque, avanzando a la mayor velocidad que tenían, incluso llegando a poder saltar el muro que delimitaba el pueblo y llegar a medio pueblo sin problemas, y pasando por la calle principal a gran velocidad, sin nada que los detuviera.
¡Tenemos un problema! Escucho a Sofi decir por medio de su oído ¡Aun no regresan Hermione, Ron y Neville
Neville 5 horas antes.
-Bien los tenemos donde queríamos, así que aquí te dejo- comento Harry creando otra barrera y una más sobre la que los protegían. -Necesito que nos de 5 minutos antes de que te vayas, da media vuelta y te marchas ¿De acuerdo? No te hagas el héroe-
¿Héroe? Él no era un héroe, además era más seguro que Harry lo hiciera, aunque en su caso tenía razones para creerse un héroe. Aun así, esta vez no dudaría, por que tenía que ir por Luna y confiaba en que debía hacer. Lanzo una docena de hechizos que se dividieron como una ráfaga de meteoritos que alcanzaron el banco y explotaron en algunos puntos diferentes.
-Lo mismo va para ti, no te hagas el héroe… aunque ambos sabemos que lo eres, pero esta vez te necesitan muchas más personas que solamente un grupo de amigos-dijo Neville Lanzando tantos hechizos con las dos manos como podía, aunque su mano derecha no era muy distrae. - Serás el Arcano que todos necesitamos ¿De acuerdo? -
Luego de asentir el azabache, le dio una sonrisa, palmeo su hombro al momento que se dejó caer de lado. -10 minutos te daré 10 minutos- dijo Neville, aunque se sintiera apurado, no decepcionaría a sus amigos, si necesitaban tiempo, esos es lo que les daría.
Miro solo de soslayo a Harry, como caía sin ninguna protección, además de planear de alguna forma hacia la tienda de los Weasley Weasley, con aquella capucha y mascara parecía que un Mortifago acababa de caer de la escoba. Aunque era todo lo contrario, regreso la vista para lanzar otra tanda de hechizos y al regresar la mirada Harry habia desaparecido.
Se mantuvo lanzando hechizos a diestra y siniestra, moviéndose alrededor del banco y de ves en cuando tambaleándose, volar no era lo suyo. A cada minuto que pasaba el doble de duendes aparecían, incluso llegando a salir por el techo del banco, también por las ventanas y todos apuntándole. Las protecciones comenzaban a resquebrajarse. Y aunque lanzara una nueva esta apenas resistía segundos antes de que la perforaran.
Apenas habían pasado unos 5 minutos, ya sentía que los hechizos se le acababan, y también que los duendes planeaban algo, pues se reunieron en un grupo justo en las puertas dobles del banco. Un escuadrón de duendes voltearon a verlo, el continúo lanzando hechizos, pero ellos desparecieron, por un instante estuvo sin saber que planeaban, luego vio caer dos duendes caer enfrente y mantenerse flotando en lo que parecía unos tapetes voladores, las cuales estaban estáticas y lisas sobre el aire.
-Por Hécate- soltó Neville alzando la varita a cada duende - Las alfombras están clasificadas como objetos muggle y esta contra la ley encantarles para volar-
-Son tapetes, no alfombras- gruño un duende alzando ambas manos.
-A eso se le llama un vacío legal- dijo Neville, -Es interesante que ustedes rompan las reglas, cuando son tan…-
Justo al momento sintió una ráfaga de hechizos. Se movió a tiempo descendiendo, una docena de hechizos cruzaron hasta los dos duendes quienes se protegieron con facilidad. Giro la escoba mirando que el escuadrón que anteriormente desapareció ahora estaba flotando en los tapetes y estaban tras de sí. Se lanzo en picada, sintiendo los hechizos pasar a sus costados, como incluso uno roso su cabeza y de inmediato olio a cabello chamuscado. Con un tambaleo descendió y quedo a un metro del suelo, expandió su magia como recordaba, no era precisa, pero al menos una docena de presencias estaban tras de sí. Necesitaba sujetarse a la escoba para poder volar, sus varitas estaban también sujetas al palo y no podía tener mucha movilidad, ataque o protección. Odiaba, de verdad odiaba volar, prefería la tierra firme.
Se lanzo a velocidad por el callejón, giro en la esquina, escuchando hechizos golpear las tiendas, esperaba que los duendes no fueran tan buenos volando. Cosa que noto de inmediato, le pisaban los talones, los tapetes giraban sin problema alguno y parecían diseñados con alguna magia de persecución. Se apresuro por la avenida, pasando frente a Florean Fortescue, girando para pasar por la librería derribando libros y soltando una mano para lanzar un hechizo que los multiplico. Las hojas volaron en todas direcciones llenando el callejón, pero no detuvo a los duendes, quienes solo estiraron la mano y en una llamarada rojiza los libros fueron eliminados en una voluta de humo negro. De nuevo giro a la derecha para enfilarse al banco y volverlo a atacar, pero ya le flanqueaban un par de duendes, miro detrás un segundo viendo que lo estaban encerrando.
Tiro del palo hacia arriba, no era nada bueno volando, más recordaba que aferrarse con fuerza a ese pedazo de madera lo alzaría a una velocidad de miedo. Con una sensación dolorosa en su estómago se elevó sobre las tiendas, mientras los dos grupos le circundaban y pronto lo atraparían si no hacia algo. Esperaba que no terminara como la última vez que ascendió así en escoba. No tenía idea si los minutos que distrajo a los duendes fueran suficiente, porque solo le quedaba un último truco bajo la manga, uno que le daba terror hacer.
Se elevo de forma vertical con hechizos zumbando en sus oídos, el viento golpeado y enfriándose a cada segundo por el viento, le temblaban las manos y evitaba girar la mirada. Porque, si lo hacía, seguro caería de la escoba. Mas no esperaba que los duendes volaran más rápido en sus tapetes, emparejándose y cerrándole el paso. Giro la escoba antes de que le lanzaran dos hechizos naranjas, que rosaron su brazo derecho y las ramas de la escoba, incendiando ambos en un segundo.
-Suerte, chicos-
Se deslizo de un lado dejándose caer de la escoba, su hombro ardió, miro muy abajo las tiendas del callejón Diagon, se aterro por un momento, recordando aquella vez que en su primer vuelo. Se concentro en donde quería ir, cerro los ojos y se imaginó en el lugar de aparición en el bosque prohibido y después de un momento se despareció.
Salió del diminuto vórtice mágico con fuerza, no contra el suelo, pero si termino rodando por todo el lugar, agitando las hojas y ramas secas, dejando un rastro de pequeñas brasas por el fuego.
-Aresto momentum- grito Neville para dejar de rodar y con la otra varita lanzo un aguamenti a su hombro, una vez apagado de inmediato dirigió el chorro a los pequeños fuegos que habia comenzado a esparcir por el lugar. -Eso si dolió y dolió mucho-
Gruño a levantarse, tronando su espalda y con humo saliendo de su hombro, se quitó la máscara un leve quejido, para arrojarlo al suelo. Su cara tenía tierra y sudor; además de varios cortes por los brazos y costado. Se apresuro a cambiarse y de paso a revisar su hombro, que solo era una leve quemadura que curo con una poco de poción. Una vez que estuvo mejor comenzó a correr y avanzar hasta el pueblo, tenía poco tiempo, pero el justo.
En el muro de piedra los noto; Hermione, Ron y los gemelos le esperaban, al mirarlo sonrieron.
-He miren quien regreso- dijo Ron cruzado de brazos- ¿Todo bien? -
-Bien, si eso significa que te ataquen una docena de duendes y te incendien…si todo bien- dijo Neville llegando, trotando hasta ellos.
-Creí que Teo era el irónico del grupo- dijo Fred con una sonrisa maliciosa, como si fuera a jugarles la mejor broma nunca echa. -Y tú el cauteloso-
-No, él es quien le da de golpes a Harry durante los entrenamientos- dijo George palmeando el hombro de Neville, el cual se quejó por su reciente herida.
-Cuando olvidaran eso- gimió Neville aun algo avergonzado por ello y moviendo el brazo por el leve dolor.
-Jamás- dijeron los tres Weasley.
- ¿Estas herido? - pregunto Hermione, acercándose y con los ojos preocupados. - ¿Como crees que les vaya a los chicos en el banco? -
-Si, espero que si todo sale como se planeó, creo que estarían en los laberintos cuando desaparecí- dijo Neville, aunque dudaba que todo saliera como se planeó.
Ella asintió, aunque aún se notaba la preocupación en sus ojos. Se prepararon y unos minutos después, luego de un pequeño viaje en desaparición, llegaron a Wiltshire. Dobby les habia informado donde estaba la mansión y buscar la ubicación mágica más cercana, se quedaron lo más cerca y donde cinco personas no lucieran tan sospechosas. Miraba hacia la colina, donde la mansión Malfoy se alzaba, aunque solo viera un muro de setos que circundaban un terreno abandonado. El sol comenzaba a ponerse y las sombras se proyectaba el muro, lo hacía ver más oscuro.
- ¿Cuándo atacamos? - pregunto Neville pues estaba algo ansioso por ir por Luna.
-Tenemos que esperar- dijo Hermione jugueteando con un monedero entre los dedos y sentada en un columpio -Si llegamos mientras Harry, Daphne y Theo estén dentro del banco… podrían sitiarlos y…-
-Harry tiene un plan de contingencia ¿Recuerdas? - dijo Ron tomándole el hombro, ya que estaba sentado en el de alado -Si esperamos demasiado y Voldemort se entera que robaron el banco antes de que logremos rescatarlos… los que no podremos hacer nada seremos notros-
-Esperen- dijo Fred levantando la mano como en clase, atrayendo la mirada -Es decir…tenemos que esperar, pero no podemos esperar mucho…-
-En conclusión- continuo George algo alejado, mirando un balancín - Hay que encontrar el momento justo entre que terminen el robo y que Voldemort se entere… ¿Cómo hacemos eso? -
-Podríamos consultar con Trelawney- bufo Ron- Aunque seguro que nos dirá que todos terminaremos muertos. - Se despeino y se puso serio - ¡Escuchen! Ya están dentro del banco, están en peligro por los duendes y Harry tiene un plan… -La boca de Hermione se torció, Ron continúo poniendo los ojos en blanco, como si supiera que pensaba-…y aunque el plan fallara, es Harry del que hablamos, encontrara la forma de salir y ponerse a salvo. Lo que es prioridad es ir por los rehenes, rescatar a Luna y regresar antes de Harry -
-Entrar y…- dijo Fred asintiendo.
-… salir- termino George.
-Sin ser vistos-
Fue el turno de Ron al torcer la boca. -No exactamente-
-Eso es lo que me preocupa- dijo Hermione suspirando. -Repasemos el plan. por favor-
- ¿Otra vez? - pregunto Ron sentado en los columpios, mientras los gemelos se impresionaban por el balancín y buscaban cómo funcionaba, aunque ellos creían que los asientos tenían alguna clase de magia, Hermione les dijo que era por el "punto de apoyo" y algo sobre "palancas".
Hermione giro la mirada a verlo y alzo las cejas.
-De acuerdo, de acuerdo, no me lances esa mirada asesina- dijo Ron levantando las manos - La primera jugada que haremos será colocar todo lo necesario para la distracción y huida, luego… -
-… Yo atacare la mansión con múltiples hechizos- continuo Neville suspirando y moviendo la pierna- Esperare que salgan y me atraparan-
-Eso es lo que no me gusta- dijo Hermione parándose, cruzada de brazos y comenzando a caminar de un lado a otro - ¿Y si te hacen daño? - sentándose en la jardinera del parque junto a Neville.
-No importa- dijo Neville agradecido por su preocupación, pero si era necesario aguantar un par de golpes para llegar a Luna, lo haría.
-Dudo que lo dañen- dijo Ron suspirando - Por lo que sabemos Voldemort busca la sangre de un Potter, tal vez le interese la de un Longbottom; por las visiones de Harry sabemos que el esta… de alguna forma incapacitado o en un ritual… por lo que no tendrá todo su poder; y además querrá información de Neville-
-Por eso activaremos una distracción para que no tengan tiempo de dañar a nuestro Nev- dijo George acostado en el pasto mirando como el balancín se acercaba su rostro una y otra vez, mientras Fred movía el otro extremo.
-Los Mortifagos se asustarán, lo llevarán con los rehenes y…- continuo Fred en voz baja.
-Nosotros entramos por la puerta trasera junto con Dobby y una docena de elfos, sacamos a los rehenes, les dejamos una nota de agradecimiento por cuidarlos y - termino Ron alzando los brazos - regresamos al castillo-
-Si, hay… bastante en ese plan que me preocupa- dijo Hermione volteando a ver a la colina.
-No podemos cambiar nada ahora- dijo Ron también levantándose -Además la verdadera batalla, empezara en cuanto regresemos-
El también observo a donde sus amigos tenían la mirada fija, no tenía su sentido mágico tan desarrollado como ellos, pero algo sabia y comprendía de aquel lugar, no muy lejos, estaba Luna y no retrocedería ni un solo paso si eso lo llevaba a ella.
-Entonces, en marcha- dijo Neville levantándose y mirando como los gemelos ya sentados en cada lado del balancín los miraban -Vamos por Luna y aquellos que han sufrido todo este tiempo-
-Neville, ten mucho cuidado y en cuanto la veas… no te guardes nada- dijo Hermione mirándole con una sonrisa, aunque sus ojos eran serios -Necesita saber que lo que hizo no fue en vano y que tú lo comprendes y de verdad la amas- estiro su mano y Neville se toco el bolsillo interno de su chaqueta comprendiendo que quería, saco la pequeña caja plateada y amarilla, se la entregó a Hermione junto con la varita de Luna y ella la guardo.
Enseguida Neville coloco una de su varita en su muñequera y la otra en su tobillo, cubriéndola con la calceta y asegurándola con magia. Se miraron y asintieron, se dividieron tomando direcciones diferentes cada uno, con un puñado de cohetes mágicos, tronadores trampa y polvos de oscuridad.
Ron y Hermione desaparecieron bajo capas de invisibilidad, pues ellos serian quien rodearían la misión con los destructores, mientras los gemelos y él se encargarían de poner la segunda tanda de distractores más alejados, por si lograban desactivar las primeras o necesitaban más tiempo. Paso sobre los techos enfilando cohetes y colocando de forma que atacaran aquel pedazo de terreno que parecía valido. Incluso polvos de oscuridad, por si se acercaban, estallarían y tendrían que esperar a que se disolvieran para ver qué pasaba. Agradecía que los gemelos los habían modificado para que funcionaran con un pequeño control de tiempo mágico conectado a un hechizo de área que manejaría Hermione.
Cuando termino regreso al punto de encuentro, donde los gemelos ya esperaban, aun muy interesado en los juegos infantiles que habia en el parque.
- ¿Qué hacen? - pregunto Neville al ver a los gemelos sentados en los columpios girándose, y enroscando las cadenas más en cada giro.
-Investigando- dijeron ambos.
-Estas cosas muggles son interesantes, se mueven de un lado a otro sin utilizar magia o alguna clase de conjuro. Son… muy intuitivas de utilizar, hasta un niño podría sin conocimiento alguno, pero… ¿Para qué están hechas? - pregunto George interesado al escuchar chirriar las cadenas.
-Creo que podría ser útiles para las practicas en desapariciones, ya que cuando sueltas…- dijo Fred que era quien menos torcidas tenia las cadenas, se soltó y comenzó a girar con fuerza hasta que paro abruptamente y se agito de lado a lado-… hace el mismo movimiento que cuando desapareces… hasta se siente igual, pero en menos grado-
George ya llevaba un buen tanto de giros, tanto que ya le costaba mantener el columpio quieto, las cadenas ya chirriaban por la fuerza y sus piernas estaban estiradas sosteniéndose al suelo.
-Dejen eso, Hermione y Ron estarán por llegar y deberán tomar sus puestos- dijo Neville preocupado. -Por favor, chicos, no es momento…-
-Ya lo sabemos… pero esto es muy divertido y…-
De la nada George comenzó a girar con mucha velocidad y sus piernas estiradas, se desenredo por completo para que la cadena volviera a enredarse y casi al instante volvió a girar al lado contrario. Al parar en lo alto, salió abruptamente de su bolsillo un cohete que golpeo el suelo, la mecha se encendió tan repentino; George y Fred soltaron un grito ahogado. Este silbo mientras subía en una columna de chispas rojas y naranjas, miraron los tres hacia arriba, atentos de cada movimiento como exploto en mil centellas, como se comenzaron a mover formando una cara deformada parecida a la de Voldemort y pintaran en el cielo "Lord Kakadura".
-Mierda- dijeron los tres a una sola voz.
Se miraron y tragaron duro. Eso con seguridad los habia delatado y no tardarían los Mortifagos en salir a investigar, por supuesto que si estuviera Hermione o Ron les preguntaría que hacer, peor sin ellos necesitaba tomar una decisión. Y la única posible era continuar con su plan, aunque se hubieran adelantado.
¿Qué ha pasado? pregunto la voz de Hermione con su dispositivo en la oreja ¿Por qué se han adelantado?
Un error dijo Neville tocándose el dispositivo para poderse comunicar Váyanse lo más lejos posible, continua el plan, regresen en cuanto llame a Dobby
De acuerdo dijo la voz de Ron jadeando Recuerda el plan… esperamos que te lleven a donde están los refugiados, si no es así llama a Dobby en cuanto estes solo o haya pocos enemigos
No se dijeron más, Neville se quitó el dispositivo y se le lo lanzo a los gemelos, que de inmediato desparecieron. Un momento después subía la colina, con la varita en mano y una leve sonrisa. Pues ahora podría regresarles un poco del sufrimiento que le hicieron pasar cuando Luna desapareció.
-MAXIMA BOMBARDA-Grito Neville lanzando el hechizo con toda la potencia que podía.
Este choco contra el cartel en el muro que indicaba "propiedad privada" cubierto de maleza y exploto con tal fuerza que sacudió las inmediaciones. No tardaron en aparecer Mortifagos rodeándolo y apuntándolo hacia su cara. Hubo un estallido, una ráfaga de luz blanca, y Neville apenas pudo desviarlo. El maleficio golpeo a uno de ellos, pero ni prestaron atención a él, continuaron avanzando hasta que lo rodeaban.
- ¡SUELTA LA VARITA, ALIMAÑA! -
- ¿Les gusto el regalo? - rio Neville soltando la varita que resonó en el suelo - Muy parecido ¿Cierto? -
Uno de ellos se acercó, era tosco y feo, pero dejo de verlo por un puñetazo en su estómago que le hizo inclinarse, toser y sentir el aire escapar de sus pulmones. Manos desconocidas lo sujetaron con brusquedad, una patada en sus piernas le provoco un dolor nuevamente fuerte, eso le hizo inclinarse y una mano sujeto su cabello para que mirara el suelo. Intento poner resistencia, intentar detenerlos, pero alguien hurgó en sus bolsillos y sacó varios polvos de oscuridad, un cohete y un detonador trampa que le sobraron. Neville intentaba recuperar el aire, le dolía mucho y sus rodillas temblaban por la patada.
- ¡Suéltame! - dijo Neville haciendo fuerza para levantarse.
Mas pasos resonantes comenzaron a llegar por el asfalto, miro unas zapatillas negras que envolvían unos pies muy blancos, además del comienzo de un vestido negro. Su voz fue como mil puñaladas cuando hablo con ese tono horrible y despectivo, mientras se inclinaba y una mano espectral con las uñas de negro recogió su varita -Que visita tan… esperada, un idiota con aires de grandeza-
Apretó los labios y los puños mientras utilizaba toda su fuerza para levantar la vista, notando que cuatro tipos lo sujetaban en frente de Bellatrix Lestrange.
- ¡Eres una …-
Otro puñetazo lo silencio y sintió la sangre en la boca, para luego recibir una patada en espalda que lo dejo acostado y a centímetros a los pies de Bellatrix.
-Tráiganlo, con seguridad viene por su noviecita- rio Bellatrix mientras Neville era levantado con brusquedad. -Pero solo encontrara su propia inmundicia. - Al estar totalmente levantado Bellatrix le miro a los ojos y se acerco a su cara mucho, al punto que podía oler un irritante perfume cítrico- Debo decir, que esa chica es deliciosa… - se lamio los labios, poniendo su propia varita contra su yugular -… me encanta la suavidad de su piel bajo mis cuchillos y sus gritos tan femeninos… y ese pequeño cuerpo-
- ¡MALDITA! -
Neville se agito con todas las fuerzas que podía, pero eran tantos que apenas y pudo moverlos. Otra voz paso a su lado, rasposa y cruel, además de que el ambiente se lleno a un aroma corporal de muchos días. Supo quién era, Fenrir Greyback, el hombre lobo al que se le permitía llevar ropas de mortífago a cambio de contratar su salvajismo.
-Bella, para de eso y tráiganlo… el señor oscuro querrá verlo en persona - gruño
Unas cadenas lo envolvieron apretando cada parte de su cuerpo y luego un hechizo lo hizo flotar y comenzaron a caminar hacia el muro a un par de metros y lo atravesaron como si fuera aire. Entonces vio un par de verjas de hierro forjado, era el principio de lo que parecía ser un camino de entrada. Experimentó un pequeño momento de miedo y terror. La sensación a su alrededor era fría y notaba que algo terrible, oscuro, antiguo y cruel se escondía en aquel lugar.
Uno de los Mortifagos avanzó hacia las rejas y las sacudió. El hierro se estaba retorciendo, doblándose para pasar de los abstractos rollos y espirales a una cara espantosa, que habló en una voz metálica y retumbante: - ¡Declara tu propósito! -
- ¡Tenemos a Longbottom! -rio extasiada Bellatrix con triunfo-. ¡Hemos capturado a Neville Longbottom! -
Las verjas se abrieron.
- ¡Vamos! -le dijo Greyback a sus hombres. Movieron a Neville por las rejas y por el camino, entre altos setos que amortiguaban sus pasos.
Un siseo estruendoso y un enorme rugido surgió de algún punto, mientras una columna de fuego salía detrás de la mansión oscura. Noto varias formas fantasmales repartidas por todos lados, aunque al estar más cerca se dio cuenta que eran pavorreales alvinos, todos repartidos por el suelo, tirados, sin color alguno y muertos. Noto también varios puntos donde el tejado de la casa parecía corroído y una cosa verde negruzca se deslizaba por ella, mientras los sonidos continuaban con fuerza. Una columna de fuego surgió detrás al igual que un líquido verde que choco con el fuego explotando y dejando caer aquella viscosidad sobre la casa, donde tocaba columnas de humo comenzaban a surgir.
- ¡CONTROLEN A ESAS BESTIAS O YO LOS MATARE! -grito Fenrir a los Mortifagos que lo atraparon.
-Pero, señor… el preso…-
Greyback le tomo por el cuello al que hablo y le mostro los dientes filosos, amarillentos y llenos de saliva.
- ¿Crees que no puedo con este estúpido? - pregunto apretando sus dedos, al punto que el Mortifago comenzó a ponerse morado mientras jadeaba y comenzaba a dar manotazos y buscar que lo soltara.
-No… señor…- apenas pudo gemir con el poco aire restante.
Greyback lo alzo mientras este comenzaba a perder fuerza y antes de que perdiera la razón lo lanzo a un lado, dejándolo tirado y jadeando en búsqueda de aire mientras el resto de ellos tiritaba de miedo.
- ¿Qué no me escucharon? - pregunto Greyback tronando sus dedos con solo moverlos.
De inmediato todos se fueron corriendo hacia los rugidos y siseos, mientras que arrastraban a su compañero que aún no se recuperaban. Avanzaron por la ladera, siguiendo el camino de graba y llegaron a la puerta donde una figura azul los esperaba, sin lugar a duda Lucius, no olvidaría su aspecto desde la batalla del tren, ahora sus venas se notaban por completo oscuras y sus ojos de un color glacial tenían un toque morado.
- ¿Qué es esto? –dijo la voz fría de entre sus finos labios, su cabello grasiento no cambiaba y la cara de desprecio del profesor Snape seguía siendo la misma.
- ¡Lo capturamos atacándonos! ¿Alumno tuyo? -raspó Greyback.
El profesor lo miro con cuidado, sus ojos eran fríos y fijos, una débil sonrisa surgió de su boca. -Lamentablemente, este chico no pude ni hacer un hechizo bien, supongo que no les dio problemas-
- ¡MALDITO! - Grito Neville agitándose e intentando acercarse al profesor, mientras este continuaba impasible - ¡CONFIAMOS EN USTED! -
Movió la varita que sostenía y su boca desapareció, aunque aún la sentía, solo sus labios se habían vuelto uno con la piel.
-Siempre tan inútil, tonto e imprudente- dijo Snape suspirando - El es inofensivo, con seguridad la señorita Lovegood es su objetivo… y torpemente intento recuperarla-
Neville se volvió a girar e intentar hacer algo con las cadenas a su alrededor.
-Tráelo dentro - susurro una voz débil, pero fue suficiente para erizar la piel de Neville y provocar que se quedara quieto temblando. Lo introdujeron a empujones por los amplios escalones de piedra hasta llegar a un vestíbulo con retratos alineados.
-Seguidme - dijo Lucius, encabezando la marcha por el pasillo dejando un rastro de hielo por donde pisará- Draco, estará feliz de ver a un viejo… compañero… -
El salón solo tenía un par de velas encendida, adentro podría ser de noche aun si aun habia luz en el exterior. Neville podía distinguir las amplias proporciones de la habitación. Una lámpara de araña colgaba del techo, había más retratos en las paredes de color morado oscuro y una mesa recorría el largo mientras que de cada lado habia sillas. Dos figuras estaban sentadas lo más lejos de la chimenea de mármol y casi pegados a la puerta que acababan den de cruzar.
-Así que era el- dijo Draco sentado junto a Rodolphus Lestrange, lo reconocía solo por la descripción que le dio Harry. Ahora le estaba entrando coraje y ganas de apalear a Draco más que a cualquiera.
-Dicen que solo vino por esa mocosa rara- dijo la fría voz de Bellatrix- Draco, ¿Qué piensas? -
Neville no se atrevió a mirar directamente a Draco, sino que lo miró de soslayo: una figura ligeramente más alta que él levantándose de un sillón, su cara pálida estaba cansada y el cabello rubio blanquecino ahora estaba recortado de los lados y al centro bien aplastado contra su cuero cabelludo.
- ¿Bien? -raspó el hombre lobo.
El se levanto y se acerco a Neville, mientras este comenzaba a ponerse rojo y a sacudirse con más fuerza.
- ¿Draco? - dijo Lucius que su sola voz le enfrió la habitación.
-Este idiota se enfrentaría a sus amigos por lo que cree correcto- dijo Draco mientras se pasaba la mano por el cabello- Estoy seguro de que se hartó de que no hicieran nada por su adorada novia… Esa chica tan loca como una libre… -
- ¿Cómo encontró esta ubicación? - pregunto Rodolphus levantándose también, su voz sonó más a una acusación hacia Draco.
Hubo un silencio, en el que Draco se giró, encaro a Rodolphus y sonrió alzando los hombros.
-Yo tengo una teoría ¿Quieres escucharla Draco? - gruño el hombre acercándose con una sonrisa malévola.
-Rodolphus tal vez has olvidado que nuestra casa esta registrada en el ministerio y el hechizo Fidelio que pusimos ocurrió apenas. El padre de Weasley pudo ser indiscreto y así se enteró de la ubicación, el solo llamo la atención de nosotros y salimos… de esa forma nos encontró- dijo Lucius dando un paso cerca y estirando su mano hacia la cara de Rodolphus. -Aléjate de el-
Bellatrix a su costado se rio y saco la lengua lamiendo su varita. -Este chico será divertido, quiero ver si durara tanto como sus padres-
-silencio- silbo con suavidad una voz al final de la mesa. Era oculto por las sombras, ya que la chimenea estaba pagada y solo las velas iluminaban el lugar. Aquello hizo a Neville petrificarse y tragar duro.
Ser habia mentalizado y se creyó lo suficiente para encararlo y poder salir de ello rápido. Pero ahora que lo tenia a metros, su cuerpo estaba rígido, cuerpo se congelo y no pudo ni respirar por unos momentos. En los cuales el silencio fue tan tenso y pesado que todos en la habitación ni se movieron.
-Greyback, interroga a nuestro invitado-silbo otra vez.
El hombre lobo sonrió con malicia, se adelanto y con un movimiento lo tomo y sin saber cómo lo azoto contra la mesa, su cuerpo quedo recostado y con la espalda doliéndole, mientras veía a todos sorprendidos por la brutalidad. La reacción de Neville fue sacudirse y sacar aire por la nariz, pues su boca aun continuaba sellada.
-El hechizo Snape- gruño Greyback al no escuchar su grito.
El profesor profirió una mueca de desagrado antes de quitar su encantamiento y que Neville pudiera soltar un quejido agudo del dolor.
- ¿Qué es lo que quieres aquí? ¿Por qué nos atacas tan estúpidamente? -
Neville no contesto.
-He dicho -repitió Greyback tomando su hombro, donde las cadenas no lo envolvían y con sus uñas, que eran largas y filosas, las enterró con fuerza haciendo que se retorciera de dolor mientras gruñía y apretaba los dientes al sentir su carne desgarrada - ¿Qué pretendes haciendo esto? -
-Luna- farfullo Neville cerrando los ojos por el dolor - ¡REGRESENME A LUNA! -
-Sí, lo que dije - murmuro Bellatrix con una mueca burlesca a Fenrir y los demás, mientras jugaba con la varita de Neville.
Soltó un gruñido Greyback, aunque pareció mas de felicidad, lo volvió a lazar y de un tirón lo volvió a golpear contra la mesa, que crujió y amenazo con ceder.
- ¡Y un cuerno! - Gruño Greyback tomando su rostro con una sola mano y de un momento, con un golpe sordo, un punzante dolor en su nariz al ser estrellado contra la mesa de forma violenta; al momento de que comenzaba a sentir la sangre caliente y viscosa bajar por su nariz hacia su barbilla y manchar la mesa. - ¿CUÁL ES EL PLAN DE DUMBLEDORE? -
- He venido por Luna, los planes de Dumbledore no me importan- dijo Neville con la voz llena de odio. - No sigo a Dumbledore y no peleo por el-
- ¡Mentira! -dijo Greyback con voz rasposa, las garras fueron en dirección a su rostro y por un momento sintió como quedaban sobre su frente y punzaban su carne -Lo diré una última vez ¡¿QUÉ HACES AQUÍ?!-
Los colmillos de Greyback lucieron otra vez y por un momento lucio satisfecho de tener algo que cortar o morder. Neville soltó una leve sonrisa y no contesto, moriría antes de decirlo. Abrió su pútrida boca y se acercó a su cuello.
-Dice la verdad- siseo la voz del final de la mesa -No viene por parte de Dumbledore, no es parte de su plan… pero hay un plan detrás…- un silbido saco y unos ojos de serpiente se vieron en la oscuridad.
- ¡Mi señor! - interrumpió Bellatrix viendo hacia el final de la mesa, suplicando - Déjeme a mi… por favor, el es el hijo de los Longbottom… es mi derecho, déjeme terminar mi trabajo de aquel entonces-
Las garras de Greyback apretaron su cuello y un par de gotitas escurrieran de su cuello, pero espero, atento por lo que dijera Voldemort. Algo se levantó, el sonido de cadenas fue bastante, luego se escucho algo deslizarse, la sombra se acerco hasta el filo de la mesa, donde las velas lo alumbraron. No grito por el simple hecho de que esperaba ver algo así, pero aquello era muy diferente a lo que se imaginó. Voldemort tenia la piel blanca cual tiza, sus ojos morados y con rendijas le daban el aspecto de una serpiente, pero en su cuerpo se notaban las venas resaltadas con negro; como si alguien se hubiera dedicado a pintar una por una con tinta. Su pecho estaba descubierto dejando ver su torso casi cadavérico, dejando ver sus huesos pegados a su piel y de alguna forma amorfo; ahí donde debía estar su corazón, estaban cadenas, fusionadas con su carne, con algo negro supurando a la mitad. Las cadenas se perdían detrás de él, pero escucho gemidos y las cadenas se iluminaron de verde.
Sus penetrantes ojos miraron a Neville a la cara y sonrió levemente.
-Así que has venido ¿Por amor? - pregunto Voldemort con un leve dejo de crueldad- Que hermoso, un acto así debe ser alabado- aplaudió tenuemente - algo tan estúpido solo puede ser causado por algo tan inmundo como el amor. ¿De verdad creíste que la rescatarías? ¿Que te saldrías con la tuya? - soltó una risita, que los demás le siguieron -Tráiganla… le daremos lo que quiere- sonrió como una serpiente a punto de atacar Podrá llevárse su cuerpo sin vida-
- ¡NOOOO! –
Lucho, más su cara fue aplastada contra su propia sangre en la mesa y Bellatrix se carcajeaba a su espalda. Él no podía hacer nada, no sabía si podría entraría su distracción a tiempo, rogo que comenzara, que no llegara Luna a aquella habitación, por que sabia que aquel sujeto no tardaría ni un momento en asesinarla.
Un estallido sonó afuera, luego otro y otro, seguido de un poco de luz colándose por las gruesas cortinas que cubrían la luz de afuera.
- ¡¿Qué sucede?! - pregunto Bellatrix acercándose a la ventana y con cautela miro afuera.
Estaba mirando a la perfección como un cohete chocaba con la protección de la mansión y este volvía a hacerlo dos veces antes de comenzar a subir en espirar y volver a caer.
- ¡Mi lord nos atacan! - gimió Bellatrix, mientras los demás miraban solo a Voldemort.
-Seguro son Granger y Weasley, han de venir por Longbottom- se apresuró a decir Draco con una leve sonrisa.
Las explosiones volaron por todas partes, mientras que el todos esperaban por las ordenes de Voldemort.
-Vayan a traerlos, les daré un buen uso a ellos, así que no los maten- dijo Voldemort jadeando y dejando las manos sobre la mesa, como si de repente le hubiera dado un mareo.
-Mi señor, no se preocupe, los traernos a sus pies- dijo Bellatrix, lanzando la varita de Neville a Greyback quien gruño y ella salió de la habitación sin esperar nada más.
Greyback le alzo aun del cuello con una leve sonrisa. - ¿Qué hago con él? -
-Saca a esta basura -dijo Voldemort señalando hacia abajo- más tarde podremos dejar que la feliz pareja se reúna a sus amigos de allá fuera- Se sentó, aun jadeando ligeramente, bajando la mirada a su pecho donde un líquido fue expulsado y callo a la mesa. Después se volvió hacia los silenciosos Mortifagos. - ¡El prisionero debe ser encerrado en la celda, mientras ustedes traen a esos lacayos de Dumbledore! -
- ¡No! -gritó Neville de nuevo-. ¡Puedes tenerme a mí, mátame a mí! -
Greyback le dio otro golpe en la cara, el golpe resonó por toda la habitación y la sangre salpico en todos lados.
-Si ellos mueren, tú serás el que me sirva-dijo en un leve jadeo- Ya no falta mucho, alguien como ellos… será suficiente- murmuro mientras Greyback obligaba a Neville a salir por puerta, hasta un oscuro pasillo, mientras pasaba su larga uña por la madera de la varita.
Fue forzado a bajar un tramo de escalones, todavía atado con cadenas que se apretaban más en cada movimiento y con riesgo de resbalar y romperse el cuello en cualquier momento. En el fondo había una pesada puerta. Greyback la toco con varita, pero nada paso, lo intento dos veces más antes de gruñir.
-Esta es una varita inservible- la arrojo a un lado, al interior de una cazuela vieja y oxidada llena de lo que parecían sobras. Después le obligó a entrar en la oscura, húmeda y mohosa habitación y lo dejó en medio de una oscuridad total. Las cadenas desaparecieron y se pudo al fin mover. El eco del golpe de la puerta al cerrarse no había muerto cuando una explosión enorme resonó en todo el lugar sacudiendo los cimientos y haciendo que callera polvo.
Tosió escupiendo sangre, limpiándose la boca con el dorso de la mano y sintiendo que le ardía la cara. Se levanto sobre sus palmas y noto que el suelo estaba cubierto de una fina capa de humedad. Se incorporo mirando a todos lados, buscando algún indicio de donde estaba o si estaba tan siquiera solo.
- ¿Nevi? -llegó un susurró a través de la oscuridad.
Su corazón dio un vuelco y giro tan rápido que casi cae, encaro el lugar por donde se produjo el sonido, en el mismo lugar que en las sombras algo se movía, entonces vio que se acercaba una figura.
- ¿Lu? - murmuro Neville con la voz ahogada.
-¡Nev!- grito de forma chillona.
No la veía bien por la oscuridad del lugar, pero supo que era Luna cuando estuvo a un par de centímetros de él.
La chica que amaba, aquella de cabello rubio, ojos grises y una sonrisa cálida; aunque no lucia como cuando desapareció. Tenía el cabello cortado casi al cuero cabelludo, en su rostro se veían moretones y rasguños, no quería ni pensar en cómo estaría su cuerpo. Lucia unas grandes ojeras bajo sus ojos, con su piel pálida y cetrina, además de que sus pómulos lucían mucho.
No lo soporto más, la abrazo con fuerza, le tomo el rostro y la beso, su cuerpo esta frio y sus labios cuarteados. Su ropa estaba húmeda, algo gastada y con seguridad sucia y rasgada, olía a sangre y humedad; más el continúo besándola y sintiendo que por fin todo estaba bien. Que saldría bien, que al fin podría protegerla como se debía.
- ¡Oh, no, no quería que te capturaran! - dijo Luna pasando sus manos por su cuello y con lágrimas cruzando por sus mejillas. - ¡No debiste…-
-He venido a rescatarte- dijo Neville abrazándola con fuerza, su cuerpo antes pequeño, ahora era más pronunciado y se notaba la desnutrición - ¡Lo siento! -
-No eres tú- dijo Luna separándose un poco- Tengo… varias heridas. Aunque tu no pareces mejor, te golpearon mucho-
Aquel sentimiento de ira regreso a su cuerpo, sin Voldemort ya presente sintió que podía enfrentarse a quien le pusiera enfrente.
-¿Por qué?- pregunto Neville bruscamente con voz molesta-¡¿Por qué hiciste esto sin decirme?!- Luna abrió los ojos y pareció consternada por un segundo - ¿Pensaste si quiera en cómo me sentiría?-
Hubo un segundo de silencio en que ella acaricio sus mejillas limpiando la sangre que le salpicaba y asintió.
-Tenia que ayudarlos- murmuro Luna bajo sin quitarle los ojos de encima.
-Entiendo eso- gruño Neville apretándola y sintiendo como las palabras subían por su garganta solas – ¿Y lo nuestro? Me sentí abandonado y … traicionado, confundido, cuando te vi alejarte no entendía… no supe y…
Aquel sentimiento de tranquilidad se volvió de frustración, como en aquel momento y por un momento estuvo a punto de gritar. Mas ella le abrazo con fuerza pasando sus brazos por su cuello y haciendo que ambos quedaran muy pegados uno del otro, al punto que solo milímetros separaban sus labios. Ambos se sostenían con fuerza, como si temieran que, al soltarse, otra vez estarían lejos. Recordó lo que dijo Hermione de dejar salir lo que tenía en mente y despejarse.
colocó su cabeza en su hombro y lo tomó con más fuerza.
-De verdad lo siento, no existía otra manera. - Dijo Luna con lágrimas empezando a mostrarse en sus ojos – Lo hable con Draco, no habia forma de recuperar a los rehenes sin que salieran dañados muchos, incluso… morirían… Pero Draco…-
-¡Draco nos traiciono!- dijo Neville cada vez más molesto - Confiaste en el y…-
-NO, no, no- murmuro Luna cortándolo y girando la cabeza- Él nos ha protegido y ayudado, esta de nuestro lado… el incluso ha evitado que nos hieran más-
- ¿Como? –
-Si, el esta de nuestro lado. El profesor Snape también- continuo Luna con una leve sonrisa -Sin ellos, hubiéramos muerto varios-
-No, solo te utilizo y…-
-Nev, amor- dijo Luna tomando su rostro entre sus manos y mirándole a los ojos -Estoy viva por que ellos evitaron que Voldemort me matara, le dijeron que viva valía más, que con seguridad ustedes vendrían por mí y entonces tendría a las herramientas de Dumbledore. Me salvaron-
-Los voy a hacer pagar, te lo juro- dijo Neville tomándole las manos con fuerza. -A Voldemort y Bellatrix… pagaran cada segundo de dolor que te hicieron tener-
-Lo único que importa, es que viniste por mi- dijo Luna dándole otro beso.
Se hubiera quedado pegado a ella besándola, pero Luna lo aparto con cuidado, le sonrió acariciando su mejilla y rio un poco. - Tenemos mucho de qué hablar y reparar en nuestra relación, pero no es momento. ¿Hay un plan? -
-Cierto, hablaremos cuando todo termine -dijo Neville mirando a las sombras donde nada se movía - ¿Están todos los rehenes aquí? -
-Si, claro- dijo Luna asintiendo -Aunque algunos no pueden pelear y Ollivander's está muy mal, morirá si no es atendido-
-Tenemos poco tiempo- dijo Neville inclinándose, tocando su tobillo y desprendiendo la varita, que seguía oculta bajo su calceta. -Lumus-
Unos pocos segundos después, todo se llenó de esferas luminiscentes que volaron hasta el techo. vio a Luna mejor, su cara blanca mostraba señales de malnutrición y maltratos, y la inmóvil figura de Ollivander, el fabricante de varitas, acurrucada en el suelo en la esquina. Mientras un grupo de 50 magos y brujas, incluyendo niños estaban sentados acurrucados entre ellos, temerosos de lo que pudiera pasar. Todos tenían una cadena que unía sus tobillos y recorría poca distancia, donde estaban anclados a la pared con una piqueta.
- ¿Cómo pasaste la varita? - pregunto Luna asombrada.
-La ultima vez que me vieron pelear solo tenia una- dijo Neville con una leve sonrisa -Me quitaron una de mis varitas y pensaron que estaba desarmado. -
Se acerco al grupo encadenado, aunque parecieron reticentes y se alejaron.
-No se preocupen- dijo Luna al notar que todos estaban temblando- Él nos salvara-
Neville olio algo pútrido, observo el espacio y capto algo envuelto en mantas y que empezaba a soltar algo viscoso, además de una cadavérica mano bajo ella. Se acerco dos pasos con rapidez, pero Luna le tomo del brazo para que le mirara y negó con la cabeza.
-El señor Fortescue… falleció hace tiempo- murmuro Luna cerrando los ojos.
Una oleada de sentimientos invadió a Neville, el tan solo pensar que aquel bajo las mantas pudo ser Luna, le atemorizo.
Apunto a donde las cadenas se unían y dijo - Térma finite- la piqueta salto de la pared en polvo de acero, continuo por las cadenas y en poco tiempo se desvanecieron por completo.
-Oh, así es mucho más fácil, gracias -dijo Luna, y empezó de nuevo a trabajar en sus ataduras - ¿Quién más viene? -
-Hermione, Ron, Los gemelos, Dobby y un escuadrón elfos para marcharnos- dijo Neville apresurándose en ir a la puerta- Dobby seguro ya me habrá escuchado y estará en camino, iré por mi otra varita… y vigilare que nadie venga-
-Nev- llamo Luna y el la miro. -Mi intención nunca fue dañarte… yo te amo ¿Lo sabes? ¿verdad? -
Asintió sonriendo -Lo sé-
Corrio a la puerta, estaba por abrirla cuando una serie de "pop" se escucharon, al mismo tiempo que la puerta chirrió y se abrió, mostrando de un lado a una docena de Elfos domésticos, a Hermione, Ron y Los gemelos sosteniendo sus manos; mientras por el marco de la puerta se veía a Draco Malfoy sonriendo.
- ¡LU! -
- ¡HERMI! -
Se escucho a su espalda gritar y enseguida se abrazaron con fuerza mientras parecían aliviadas ambas, seguido de otros abrazos por parte de Ron y los gemelos.
- ¡Es increíble, te extrañamos mucho y… estábamos tan preocupados! - dijo Hermione sin soltarla aún.
-Estoy bien…-murmuro Luna con la voz un poco opacada por los brazos de los gemelos.
-No durara mucho, es genial que ya estén todos aquí-dijo Draco alzando la varita y la apunto a Neville con una mediana sonrisa, mientras que él se interpuso en el camino hacia sus amigos y preparándose para confrontarlo. Fue un movimiento rápido, giro la varita dejando la punta hacia su pecho y entregándola por el mango. Hasta ese momento se percató que no era la varita de Draco, si no la suya.
-Necesitan apurarse, la distracción está sirviendo, allá afuera hay oscuridad por todos lados, los cohetes parecen hechizos y algunos están persiguiendo detonadores trampa para callarlos… pero no durara-
-Ya activamos la segunda parte de la distracción para sacar a todos- dijo Fred inquieto -Si nos apuramos… no me quejo-
Guardaron silencio cuando avanzo para tomar su varita, de paso tomando el cuello de la camisa de Draco y estrellándolo contra la puerta, se vieron unos momentos en silencio.
Luna se acercó intentando detenerlo- Draco nos ayudó todo este tiempo, nos cuidó y …-
-¡Neville no tenemos tiempo!-gruño Ron detrás- Luego lo golpeas, los rehenes con primero-
-Tenemos que sacarlos y atenderlos- dijo Hermione desde más al fondo -Y muchos necesitan atención médica urgente-
-Yo le dije que no lo hiciera, le sugerí que podría solo- murmuro Draco sin quitarle la mirada -Ella quiso…-
- ¡Escúchame, Draco! ¡Si vuelves a ponerla en peligro, si le haces algo, juro que conocerás el dolor! - dijo Neville soltándolo y volteando a ver atrás.
Los elfos ya sostenían a varios, por lo menos dos personas por cada elfo, aunque algunos tenían a tres personas. Hermione revisaba a Ollivander el cual parecía estar desmayado y mientras pasaba la varita por sus piernas la cara de Hermione parecía más preocupada.
-Hermione, Ron- llamo Neville mientras sostenía a Luna de la mano y la llevaba a donde estaba ellos - Voldemort, no sé qué está haciendo, pero… necesitan verlo-
- ¿Qué viste? -
-Esta… enfermo o algo, tienes las venas negras, los ojos morados…y cadenas fusionadas a su pecho-
- ¿Cadenas? - pregunto Hermione tragando duro y bufando - ¿Proyectaban magia verde? -
-Se conectan a algo vivo ¿No? - dijo Ron también sorprendido y pálido.
- ¿Cómo lo saben? -pregunto Neville desconcertado.
Se giraron y vieron a Dobby el cual sostenía la mano de Ollivander -Dobby lleva a todos al castillo, directamente con Sofi ella sabrá qué hacer. Cuando todos estén a salvo regresa con otro elfo para nosotros cuatro-
-De acuerdo, hagamos esto- dijo Luna sonriendo un poco.
-¡No!- dijo Neville sujetando las manos con fuerza y mirándola a los ojos -Nosotros podemos hacer esto, pero tú ya has hecho suficiente-
-Pero…-
-Tiene razón- dijo Hermione tomando su hombro- Necesitar reponerte primero-
-Pero…-
-Luna- dijo Ron avanzando y mirando a Draco, evaluando si era amigo o enemigo, para Neville le daba igual -Iremos Neville, Hermione, Draco y yo. Sera difícil que no nos noten y menos si … - le dio una leve sonrisa de disculpa- … tenemos que cuidarte-
Luna inflo las mejillas y se cruzó de brazos.
-Por favor, no me dijiste qué harías esto y te pusiste en un riesgo increíble… déjame primero ponerte a salvo, luego podremos discutir todo lo que quieras- dijo Neville acercándose para besarle y acariciarle el cabello mal cortado.
Al final asintió, aunque sus mejillas seguían infladas. Los duendes comenzaron a desparecer en cuestión de un pestañeo y cuando fue el turno de Dobby, le dio una mirada a Luna quien le sonrió a Neville.
-¡Cuídenla!- dijo Neville a los dos pellirrojos que la acompañarían.
Los gemelos les asintieron y sin palabras le dieron a entender que estaría salvo, aunque ambos parecían preocupados por ellos. Un segundo después estaba los cuatro solos y todo estaba en silencio.
-Para este momento… su distracción habrá terminado y ellos regresado - dijo Draco suspirando y sobándose un brazo -Silencio en todo momento y no hagan nada estúpido-
- ¿Quién crees que somos hurón? - pregunto Ron exasperado.
-Amigos de Potty-
Ninguno discutió esa razón. Menos por que se escucharon pasos cruzaron la habitación arriba, después se hizo un silencio. Neville sabía que los Mortifagos estarían expectantes a todo lo que pasara, más con dos intromisiones y taques en ese momento.
-Vamos a tener que intentar abalanzarnos sobre él - susurró Ron. No tenían elección. En el momento en que alguien entrara en la habitación y viera la ausencia de los prisioneros, estarían perdidos.
-Deja las luces encendidas, se deslumbrará y tardaran en reaccionar-añadió Hermione, y oyeron los pasos de alguien descendiendo al otro lado de la puerta, retrocedieron contra la pared del otro lado.
-Quédense atrás-les llegó la voz de Colagusano-Quédense lejos de la puerta. ¡Voy a entrar! -
Hermione y Neville se colocaron de un lado del marco de la puerta, mientras el otro Ron y Draco parecían incomodos de estar juntos, aunque el estaría igual. La puerta se abrió de golpe. Durante una fracción de segundo Colagusano miró al interior de la aparentemente vacía celda, iluminada por tres mini soles flotando en medio del aire. Entonces Ron y Draco se lanzaron sobre su cuerpo. Ron agarró la varita de Colagusano y obligándole a apuntarla hacia arriba.
Draco le estampó una mano en la boca, amortiguando su voz. Lucharon en silencio. La varita de Colagusano emitía chispas, su mano plateada se cerró alrededor de la garganta de Ron.
- ¡COLAGUSANO! -gritó Bellatrix arriba. - ¡¿Qué carajo paso con Draco y los prisioneros?!-
Para ese punto Neville ya estaba sobre Colagusano también, intentando que soltara a Ron y ayudando a Draco a que estuviera callado. Hermione aprovecho para tocarlo con la varita y se toco el cuello con la mano.
- ¡ESTA AQUÍ, YA VAMOS! - grito con la voz de Colagusano, aunque en ese momento parecía mas chillona que antes - ¡AUNQUE EL NUEVO ESTA QUEJÁNDOSE EN EL SUELO! -
- ¡¿NUEVO?!- grito Bellatrix, todos se tensaron hasta que respondió - ¡Olvídate de Longbottom tenemos problemas más graves! ¡SUBE YA! -
- ¡SI! - contesto Hermione aun chillando.
Ron apenas y podía respirar por su color de rostro.
-Sostenlo- gruño Draco y Neville hizo mas fuerza, aquella mano plateada tenía una fuerza antinatural, más logro hacerlo. Draco apunto al pecho de Colagusano.
- ¡No Draco! - gimió Hermione aun con esa voz.
-Imperius- murmuro Draco y el hechizo hizo que la piel de Colagusano se iluminara, su expresión se relajó y su mano soltó a Ron.
Todos estaban atónitos, mientras miraban a Draco el cual bufo -No lo mataría… no podría… en realidad-
Mientras Ron tosía y se sobaba el cuello, los ojos de Colagusano estaban perdidos en la nada. Luego giro y comenzó a subir como si fuera algo natural.
-Perdemos tiempo, andando- dijo Draco sin mirarlo.
- ¿Confiamos en él? - pregunto Neville a Ron y Hermione, los cuales se miraron una y otra vez.
Al final Ron asintió, sacando la capa de invisibilidad y poniéndosela a los tres encima, para seguirle el paso, esperando que no se vieran muchos de sus piernas. Aunque caminaban encorvados para pasar desapercibidos.
Arriba en el pasillo oscuro caminaban despacio, aunque las pisadas de Draco y Peter cubrían su rastro de sus propias pisadas y respiraciones. Entonces llegaron a la sala de la chimenea, donde escuchaban voces, Peter y Draco entraron dejando la puerta abierta para que pasaran sin problema alguno.
La sala estaba tan quieta como la dejo Neville, con rastros de su sangre en la mesa, cuarteaduras en la madera y sin señal de una sola persona. Draco movió la mano para que continuaran caminando, y lo hicieron, cruzaron por un lateral, y fueron directo a la chimenea, donde entraron agachando la cabeza y entraron a un túnel oscuro. Al emerger estaban en una habitación oscura.
Se arrastraron cautelosamente hasta alcanzar una zona libre y donde podrían ver, con sumo cuidado se pegaron a la pared lateral y guardaron distancia. Ahora tenía una vista clara de Bellatrix que bajaba la mirada hacia un cuerpo en el suelo, lucia furiosa y desquiciada, más que antes. Estaban en un semi circulo alrededor de alguien que estaba en pie, Yaxley en el suelo sangrando y gimoteando. A su alrededor se notaban sombras en el suelo, parecían personas, aunque como si la edad hubiera pasado con rapidez sobre sus rostros y cuerpos. Bien podrían ser momias del antiguo Egipto, pero estas gimoteaban, murmuraban y de sus ojos caían gruesas gotas de líquido amarillento.
- ¿Qué has dicho? - llamo Voldemort sobre de él, su voz le congelo la sangre de inmediato. Yaxley temblaba sin control bajo su pie- ¡Dilo otra vez! - murmuró Voldemort. - ¡Dilo otra vez! -
-Mi.… mi Lord – tartamudeó - Lord... tomaron... tomaron de la... de la cámara de Lestrange...
-¡DIME! ¿QUÉ FUE LO QUE SE LLEVARON? -grito, aunque no era uno que llevara gran fuerza, pudo hacer que incluso ellos retrocedieran por la impresión.
-... una pequeña copa de oro, mi lord -
Voldemort giro mostrándose, las cadenas estaban en su pecho la magia verde recorría con lentitud hacia su cuerpo, mientras que parecía rabioso. Alzo la varita y lanzo por el aire una luz verde estalló por el espacio: Yaxley cayó muerto; los magos que miraban se dispersaron, aterrorizados.
Dos encapuchados echaron a correr hacia donde estaban ellos, pensó por un momento que los descubrieron, en su lugar luces verdes surgieron y cadenas los aprisionaron, les envolvieron en cuello mientras gritaban de terror. De la sombra salieron dos hombres, uno rubio platinado y el otro azabache.
-Nott y Greengrass- gruño bajo Ron apretando la varia en su mano.
Regreso la mirada observando las sonrisas torcidas y maniáticas mientras controlaban las cadenas, que le hicieron arrodillarse frente a Voldemort. ¿Esos eran los padres de Theo y Daphne? Ahora creía que sus amigos eran diez veces más buenos de los que antes pensaba.
Bellatrix y Lucius Malfoy lanzaron a otros hechizos, y en un instante se sacudieron y sus venas lucieron verdes, estas se unieron a las cadenas y comenzaron a dejar fluir aquella sustancia hacia Voldemort. Camino el espectral hombre entre los muertos, caminó de arriba y abajo con la mirada perdida, como si estuviera en un trance.
- ¡Harry! -gimió Hermione llevándose las manos a la boca. Incluso Ron y Neville también le cubrieron la boca por la sorpresa de que hablara.
Neville se fijó en Voldemort, quien tenia los ojos fijos en la oscuridad de la noche, aun se veían morados y fríos, más en la circunferencia de su iris vio un destello verde que giraba en ellos y luego desapareció. Voldemort fue a la ventana y silbo como serpiente, palabras incompresibles en Parsel, la serpiente deslizó hacia fuera para unirse a él como una sombra larga, toco con su varita su marca tenebrosa y este brillo de verde.
- ¿Está llamando a todos señor? - pregunto Bellatrix emocionada. - ¡Entraremos a batalla! -
- ¡TOMAREMOS HOGWARTS AHORA! - grito Voldemort con fuerza, notando como múltiples nubes negras aparecían de la nada y se acercaban hacia la mansión Malfoy. - ¡NOS ATACARON DOS VECES, AHORA NOSOTROS LO ATACAREMOS! -
- ¿Sus órdenes mi lord? - pregunto Rodolphus inclinándose ante él.
-Reúnan a los hombres, las bestias y todo… nos vamos a Hogwarts esta noche-gruño sin dejar de ver afuera. -Y una vez tenga Hogwarts el ministerio caerá, luego Londres y continuaremos hasta eliminar… la impureza de la magia-
Ellos se retiraron de inmediato al ver que comenzaba a haber movimiento adentro, regresando por el pasillo, regresando al sótano, esperando que no prestaran atención a los rehenes en esos momentos. Bajaron los tres a donde verían a Dobby sin hablar, ya que debía regresar pronto.
Escucharon pasos siguiéndolos y luego como la voz de Colagusano decía - ¡Me encargare de los rehenes! -
La carade Draco y Colagusano se mostraron unos segundos después, aunque aún Colagusano estaba perdido y parecía no prestar atención real a nada de su alrededor.
- ¡Hay que irnos en cuanto llegue Dobby! - dijo Hermione pensando - ¡Esto es … peor de lo que creemos! -
- ¿Qué sucede? - preguntaron Neville y Draco sin entender nada ambos.
Con los brazos cruzados y bufando Ron dijo -Harry nos mostro una imagen, un sueño… y era muy parecido a … eso. -
-La diferencia…- completo Hermione algo compungida -… es que será en todos lados-
No estaba por completo seguro de lo que decían, al contrario, esperaba que bromearan, aunque por sus rostros supo que no. A su costado Draco gruño y se tocó el cuello algo molesto. En la esquina de la habitación Colagusano se habia sentado y con la cara contra la pared parecía muy tranquilo.
-Debemos regresar y dar esta información a Harry- dijo Hermione mordiéndose la punta de la uña de su pulgar.
- ¿Qué hacen …ustedes aquí? -
Los cuatro giraron con las varitas en mano y apuntando, pero Snape fue más rápido alzando una barrera, contra la cual los hechizos chocaron sin dañarlo.
- ¡Paren! - dijo Draco al notar que el profesor estaba siendo bombardeado con hechizos sin parar. Al notar que ninguno de los tres se detendrían, camino hasta estar enfrente y estiro las manos. - ¡BASTA! -
-Nos delatara…-
-No lo hará- suspiro Draco cansando y harto, para luego girar al profesor y decir - Tenemos que irnos, una vez que se den cuenta que los rehenes no están, que les hemos mentido sobre que hay un ejercito en Hogwarts… nos matara-
El profesor se deslizo de las escaleras al piso, miro a su alrededor mirando a Colagusano, que aun miraba la pared como la cosa más asombrosa del universo, para luego pasar la vista por Hermione, Ron y Neville. Con este ultimo solo alzo las cejas y dio un leve asentimiento, no supo si era una disculpa por lo hacia unos minutos atrás, pero era seguro que no sacaría más de ese hombre.
Tomo a Draco de los hombros y mirándole directo dijo -El confundus puesto sobre Cereus será una buena excusa, vete y ponte a salvo, intentare que tu padre entre en razón y huyamos ambos-
-No lo lograras- murmuro Draco con un toque de tristeza en la voz - Lo intente, de verdad lo intente, pero el… no… no es el mismo-
-Es la enfermedad que tiene- salió Hermione dando dos pasos delante -Es lo que lo volvió así y hasta que se elimine la enfermedad o… muera, no podrán hacerlo cambiar de opinión-
- ¿Podemos discutirlo en otro lado que no sea en el calabozo de Voldemort, con sus tropas comenzando a marchar a Hogwarts? - gruño Ron mirando el techo -Dobby, viaje para seis-
De la nada Dobby y Winky aparecieron en medio de la habitación, con sus enormes ojos y vestidos para la batalla. Al mirar al profesor saltaron y se pegaron a Hermione.
-Cálmense, está bien, son aliados ¿Cierto? - pregunto Hermione con los ojos fijos y amenazantes a ambos.
Tomo un momento, en el cual Draco asintió y Snape gruño con una mueca de asco.
-Lo tomaremos como un sí, Draco que Colagusano venga- dijo Ron acercándose al círculo para desaparecer.
- ¿Para qué? -
-Si lo dejamos morirá- dijo Hermione tomando el hombro de Draco y Snape, ya que Neville no lo haría.
-Merecido lo tendría-
-NO- dijo Hermione molesta y tomando aire para calmarse- Buscamos la solución con menos derramamiento de sangre y … la verdad es que, si lo hiciéramos, seriamos igual a Voldemort-
El profesor y Malfoy se miraron antes de que Colagusano se despegara de su rincón y acercara, donde Ron toco el hombro de Dobby y del otro a Draco. Termino Neville sujeto de Dobby, Colagusano y Ron, mientras Winky llevaba a Hermione, Draco y el profesor.
Escucharon voces llamando al profesor, preguntando que pasaba, pasos apresurados, luego se transportaban en un vórtice diminuto. Cuando emergió en la habitación, se oyeron varios gritos y alaridos, así como se estuvo confuso por unos largos momentos.
Se encontraba en una sala amplia, con camillas y muchas personas en ellas, casi todos los rehenes estaban siendo atendidos. Al instante, fueron achuchados, abrazados, palmeados en la espalda, sus cabellos alborotados, sus manos estrechadas, por lo que parecían ser más de veinte Aurores, Medimagos y Alumnos. Bien podría haberse tratado de una celebración por haber ganado la copa de la casa de Gryffindor. Como la ultima vez que gano 10 puntos y desbanco a Slytherin.
- ¡Ok, Ok, ¡Cálmense! -gritó Sofi con una autoridad que solo Madame Pomffrey y McGonagall podían igualar, y mientras la multitud se alejaba, Neville fue capaz de apreciar lo que lo rodeaba.
No reconocía el dormitorio. Era enorme, y parecía más bien como el interior del área de emergencias en San Mungo. Neville vio a muchos medimagos corriendo y atendiendo a los recién llegados. Incluso algunos alumnos que hablaban con los de las camillas, y a una Auror llorando junto a la cama de un rehén quien parecía muy golpeado.
- ¿Dónde estamos?
- ¡La Sala de Menesteres, por supuesto! - dijo Sofi sonriente -Esta vez, Harry, la transformo en una sala médica, se superó a sí mismo, ¿verdad? Creyó que la necesitaríamos para la asistencia y los heridos, tenemos todo lo necesario y podemos entrar y salir a cualquier parte del castillo solo si tenemos el permiso por medio de esto- Sacudió la bata medica mostrando el escucho de San Mungo y el de Pendragon juntos.
- ¿Dónde está Luna? - pregunto Neville mirando a todos lados.
-Detrás de aquella área- dijo Sofi señalándola y sonriendo mucho, casi parecía a punto de llorar -Salvaste a muchas personas Neville y muchos de sus familiares vinieron de afuera en cuanto se enteraron de que estaban aquí. Todos te están agradecidos. -
-Sofi ¿Cómo va todo? - pregunto Hermione avanzando y señalando a Draco y el profesor Snape que le siguieran junto con Colagusano.
-Harry esta de camino, junto con Daphne y Theo- dijo Sofi apresurándose mientras que parecía consternada - Se comunico conmigo justo unos minutos antes de que llegaran. Se escuchaba apurado. Por cierto… Luna…-
- ¿Qué sucede con Luna? - pregunto Neville con rapidez.
-Sucede que voy a pelear- dijo Luna acercándose, vestida ya con el uniforme Pendragon, con su cabello mejor peinado y luciendo mas ella misma. Ahora incluso parecía que su rostro habia ensanchado un poco y sus múltiples golpes ahora ya ni se veían. - Y no me dirán que no-
Neville gruño, se llevo la mano a la boca para ahogar la frustración que pugnaba por salir, luego se acerco a Hermione y le estiro la mano. De inmediato ella entendió, busco en su monedero y saco la bolsa de cuentas, entregando la caja y la varita de Luna; incluso su pendiente que de inmediato se colocó en la oreja.
Este giro la mano y sonrió a su novia -Entonces necesitaras esto-
Su novia lo tomo con la boca abierta y emocionada, moviendo su varita y creando que un montón de chispas platas surgieran, la coloco en su muñequera. Luego abrió la caja esta contenía un pendiente con forma de rábano de plata y un conejo, el cual reacciono al tenerlo en la mano, este comenzó a saltar por su brazo hasta su oído donde se coloco con las patas hacia arriba y sosteniendo el rábano en lo alto. También habia una pulsera delgada y una gargantilla en ella.
No tuvieron tiempo de explicarle. Una de las puertas que tenía la sala de menesteres se abrió, mostrando Daphne jadeando y roja, a Theo colgando de la espalda de Harry como un trapo con la cara verde.
- ¡LUNA! - gritaron ambos al ver a su amiga y fueron a donde estaba ella, mientras que Theo se movía de un lado a otro sosteniéndose la boca para evitar vomitar.
- ¡Hola, chicos! ¿Qué tal han estado? - pregunto Luna como si recién unos días no se hubieran visto. Aunque se miraban unas lagrimitas en sus ojos cuando la abrazaron.
-Es genial que estes de regreso- soltó Daphne casi llorando mientras la sostenía y no soltaba -Te extrañe-
-Todos la extrañábamos- dijo Sofi limpiándose los ojos por las traicioneras lágrimas.
Neville sintió una mano en su hombro y vio a Harry el cual le miraba la cara. -Lo hiciste muy bien- los miro a todos y sonrió- ¿Están todos bien para la batalla? -
-Si -
Harry 10 min antes.
¡Tenemos un problema! Escucho a Sofi decir por medio de su oído ¡Aun no regresan Hermione, Ron y Neville!
¿Cómo que aún no regresan? pregunto Harry tocándose el oído mientras corría en dirección del castillo.
Salvaron a Luna y los rehenes llegaron, los gemelos los trajeron hace minutos, pero ellos no están aún aquí dijo Sofi del otro lado Me informaron que tenían que ver algo relacionado a Voldemort
Voy para allá, informa a los gemelos que los quiero en sus puestos, se acercan y rápido dijo Harry antes de apresurar el paso.
-Harry me estoy mareando-informo Theo en su oído cuando llegaron al puente de piedra que llevaba a Hogwarts.
- ¿Piensas que les … atraparon? - pregunto Daphne a su lado, aunque comenzaba a jadear por la rapidez.
Saltaron las trampas y tuvieron que pasar por encima de los arboles para evitar que sus trucos fueran activados antes de tiempo. Aunque esto provoco que el verde de Theo incrementara.
-No- dijo Harry ya en los terrenos, viendo a los Aurores, centauros y a Kathor que protegerían la entrada de Hogwarts. Al pasar junto a ellos disminuyo su velocidad y comenzó a correr de espalda para poder hablarles - ¡Vienen en camino, informen a Kingsley y Dumbledore! –
-Por supuesto, has lo que debas, lo detendremos el tiempo que sea necesario- informo una voz conocida, Sirius le alzo los pulgares, a tiempo que lo perdía de vista al entrar al castillo.
Adentro casi todo estaba quieto, pero habia muchas razones para ello, principalmente por que todos estaban en los terrenos, rodeando el castillo y por qué también los cuatros, decorados, gárgolas y demás cosas que hacían a Hogwarts tan singular, ya no estaban. Dejando los muros de piedra fríos y lisos.
Subieron de varios saltos las escaleras, giraron y ocuparon varios atajos antes de llegar al sexto piso, pasaron como un bólido delante del muro, pero regresaron y volvieron a pasar para que mostrara una puerta. Entonces Harry abrió las puertas, preocupado por lo que pudiera pasar con sus amigos.
Cuando al fin la puerta se abrió, mostraba una sala enorme, muy parecida a una sala de urgencias, mientras que medimagos atendían a muchos magos y brujas dañados. A la distancia estaban un grupo pequeño hablando, entre ellos estaba Hermione, Ron, Sofi, Neville, Draco y Snape, no le sorprendía. Con lo visto y lo que sabía de ambos, esperaba que en algún punto se pusieran de su lado, aunque no tan pronto, seguro era por que los ayudaron de alguna forma. En cuanto al último, ese fue una sorpresa, ver a Colagusano con la cara de estar perdido en su mente y solo balanceándose en la punta de sus pies le parecía algo tonto.
Aun así, lo que de verdad le sorprendió ver fue a su amiga Luna, con el uniforme Pendragon y lista para la batalla. Aunque el cabello lo tenia recortado casi por completo.
- ¡LUNA! - grito junto con Daphne. Y sin parar o bajar a Theo quien ya estaba a punto de caerse la fueron a abrazar.
- ¡Hola, chicos! ¿Qué tal han estado? - pregunto Luna con una sonrisa muy característica de ella.
Reviso su magia mientras la abrazaba, estaba bien y fuerte para la batalla, por lo que notaba ella no se lo perdería a pesar de haber estado aislada por un par de meses.
-Es genial que estes de regreso- soltó Daphne con Luna abrazada y su cara en su hombro ambas a punto de soltarse a llorar.
-Todos la extrañábamos- dijo Sofi también muy sentimental por haberla recuperado luego de haber estado bajo el yugo de Mortifagos.
Neville por el otro lado tenía moretones en el rostro, el cual estaba ensangrentado y parecía acabar de llegar de una pelea callejera. Esperaba que Voldemort no le hubiera echo nada, pero con seguridad tuvo que resistir para llegar a los rehenes y poderlos poner a salvo.
Le tomo el hombro y le miro a tiempo que también lo revisaba, tenía golpes, pero nada que no pudiera curar Sofie en minutos.
-Lo hiciste muy bien – sonrió para infundirles seguridad y pregunto -¿Están todos bien para la batalla? -
-Si-
-Neville, fue el héroe- dijo Ron palmeándole la espalda- Gracias a el,Voldemort ya no tiene rehenes, también tenemos un poco más de información-
-Hablando de información- dijo Hermione acercándose a él, tomándole la mano y mirándolo a los ojos {¿Los tenemos todos?}
{Casi todos} contesto Harry acariciando sus manos.
-Muy bonito, es espectacular- dijo Snape alargando las palabras. -Pero cuénteme, ¿Que desean hacer ahora que el señor tenebroso viene en camino? –
-Enfrentarlo, pelear y ganar- dijo Harry seguro o tan seguro como podía estarlo.
-Que estupidez- soltó Draco y Snape.
-Se han perdido de muchos al estar del lado perdedor- rio Harry, seguido de todos sus amigos quienes vieron que Luna se sonrojaba por tampoco saber. Ahora mismo tenemos un ejercito poderoso para hacerle frente y casi todas las piezas que necesitábamos. Pueden unirse a las filas, o… retirarse-
- ¡Potter no entiendes la extensión de su …-
-Alto un momento, no tenemos tiempo- dijo Harry alzando un dedo en la cara del profesor, el cual parpadeo atónito, él se giró y miro a sus amigos. - Antes, de cualquier cosa, hay que dales un cambio de ropa a ellos, también cúralos, que estén lo mejor posible para la batalla, incluido a Neville y Luna – comento para que el tiempo no les ganara – Theo y Ron llevaran a Colagusano a las mazmorras para que no escape. Hermione…- saco su cartera y se la entrego en su mano.
-Torre de astronomía, lo tengo- termino tomando la cartera y apretándola con fuerza.
-Correcto- sonrió Harry acariciándole la mejilla -Daphne ve y refuerza a los del lado sur, también come algo, el uso de la fuerza de Utgar será extenuante esta noche-
-Bien-
-Hare lo posible por curarlos -dijo Sofi torciendo los labios, insatisfecha con eso- Con el poco tiempo que tengo…-
-Solo has lo mejor posible - suspiro Harry con un crujido en su cuello - Una vez que dejen a Colagusano, Ron defensa este, Theo oeste, Neville entrada principal-
Apenas termino de decirlo cuando Daphne y Hermione se despidió de Luna diciendo que platicarían después, la Slytherin beso a Ron y Hermione a Harry para salir corriendo por la puerta juntas, Sofi inspecciono a Neville y le reparo la nariz, además de borrar todos los rastros de golpes y sangre. Sin contar con pasarle una serie de botella con pócimas, y una azul a Theo quien seguía mareado y de inmediato su tono pálido su fue.
Sofi entrego dos cambios de ropa a Harry antes de continuar con Luna y verificar su estado por completo. Mientras se giró a los dos que portaban trajes de Mortifagos
- En cuanto a ustedes dos, síganme. -
- ¡Potter! -
Lamo el profesor, mas no presto atención, camino rápidamente y salió al castillo. No giro, sentía a ambos caminando detrás de él, aunque no de buena gana y casi apenas tenían ganas. Luego de cruzar un tapete en el pasillo y bajar un tramo de escaleras, llegando a un salón vacío, sin sillas o mesas, solo una habitación rectangular en la piedra.
-Mejor no nos órdenes caras rajada- gruño Draco quitándose la vieja capa de sus hombros para arrojarla en el suelo.
Harry giro los ojos y chasqueo la lengua, con aquellos dos la noche sería menos aburrida. Luego estiro su mano y saco su varita.
-Sus marcas tenebrosas-
- ¿Qué piensas hacer Potter? pregunto Snape con desconfianza.
-Esta es su oportunidad de alejarse de Voldemort y los Mortifagos, de no tener que estar ligados a ellos, de poder forjarse un futuro sin ataduras- dijo Harry sacando dos pergaminos negros, frasco de tinta verde y su varita. Los observo sin saber si en realidad creía en sus palabras - Mi madre te amo de alguna forma hasta que le rompiste el corazón, creo que ella desearía que fueras libre y pudieras redimirte; Y tu madre, Draco, ella nos buscó únicamente para salvarte, para que no tengas que seguir siendo el lacayo de un asesino. ¡Es hora de que ambos tomen una decisión! -
Ambos lo miraron cuando estiro su mano de nuevo. El primero en avanzar fue Draco, quien se remango la camisa, se descubrió la marca y se el mostro.
- Espero tengas razón y no terminemos muertos- murmuro Draco sin verlo al rostro -Si es así, te culpare-
-me tientas, me tientas-
Soltó una leve risa socarrona, tomando el pergamino y colocándolo en su antebrazo, luego la tinta. Mas la mano de Snape fue más rápida sosteniéndolo y de paso también el brazo de Draco los miraba como si fueran ha servir "filtro de muertos en vida" para la cena.
- ¿Qué creen que hacen ustedes dos? -pregunto Snape con la fría voz que los caracterizaba, mientras le apretaba con fuerza - No tienen ni idea de lo que hacen, es una marca de por vida, se crea utilizando…-
-La sangre de Voldemort, junto con sangre de inferí, baba de Murtlap, aceite de babosas carnivoras… y otras cosas muy desagradables- termino Harry mirando al profesor- He estudiado esta marca desde hace meses, se como eliminarla… o bueno en teoría, pero si no creyera en que es posible ni lo mencionaría-
-Profesor- dijo Draco mirándolo serio -No quiero cargar toda mi vida con esto, odio a Potty tanto como usted, pero odio mucho mas a Voldemort. Lo voy a hacer-
El profesor lo soltó en un resoplido y se peino el cabello grasiento, con una mirada de desprecio hacia su persona. Harry no perdió tiempo, destapo la tinta con los dientes, escupió el corcho y dejo caer un ligero chorro sobre el pergamino que cubría la piel.
-Y… ¿Cuánto odio me tienes? - pregunto mientras cambiaba el tintero por la varita y esperaba a que se impregnara bien el pergamino y piel.
-No es momento de charlas- gruño Snape.
-Solo diré, que, si estuviéramos en un desierto y hubiera un vaso de agua, preferiría tirarlo a compartirlo contigo- gruño Draco.
-En el hipotético caso de que estuviéramos juntos en un desierto…- comento Harry tocando con la punta de la varita, la tinta se comenzó a mover en ondas, saliendo y entrando en el pergamino, mientras se formaba un circulo con ocho puntas y varias líneas cruzando en un pentagrama interior. -… estoy seguro de que podría hacer agua. O por lo menos conseguir un poco para ambos-
Un quejido salió de la boca de Draco y su mano se apretó en un puño mientras cerraba los ojos- ¿Para ambos? -
- Eres irritante, pedante, un creído y piensas que el mundo te pertenece; me caes mal, pero no te odio- dijo Harry apretando mas la varita contra su piel y expulsando mas magia. -Aunque podrías dejar que te tire los dientes y me caerás mejor-
-En tus sueños- gimió Draco mientras que su piel comenzaba a brillar de un tono rojizo.
No dijeron nada más Draco se comenzó a quejar y su rostro se veía más adolorido. Se concentro observando como el pergamino comenzaba ahora a mostrar la marca tenebrosa, de un momento a otro su brazo se puso rojo, la marca se plasmo en la tinta que impregnaba el pergamino y Harry retiro el pergamino con fuerza, la marca parecía un chicle pegado en la piel del rubio, se estiro y lucho. Draco grito de dolor y retiraba su brazo también, ayudando un poco, al final salió por completo, mientras que Malfoy caía al suelo gimiendo.
Su piel estaba roja, pero sin marca alguna, aunque algo de la tinta verde le quedaba donde el pergamino no cubría. Mas el pergamino que tenía Harry en la mano no se quedo tal cual, la tinta verde salió mostrando a la serpiente que salía de la calavera, se movió y ataco a Harry. Aunque este fue más rápido atrapando la cabeza y mirándola.
-Amaitzen- gruño Harry, la cabeza comenzó a incendiarse, seguido de la tinta y cuando al fin el cráneo se quemaba solo cenizas cayeron al duro suelo de piedra. -y dígame…- dijo observando al profesor - ¿Lo hará o… esperará a ver si ganamos? -
-No tienes ni idea de lo mucho que amaba a tu madre, yo por ella…-
-Si que la tengo- le corto Harry, el profesor cortaba su túnica con la varita y mostraba su marca, negra y que parecía pulsar. -Encontraste a una persona que te hizo feliz, con la cual podías ser tú mismo, con quien reías todo el tiempo, ella confiaba en ti y tú en ella, jamás te abandono incluso cuando todos estaban en tu contra. Darías todo por ella, incluso si pidiera tu vida - Comenzó el procedimiento sin mirar a Snape -Pero te dio miedo, creíste que cerca de ti le harían daño, que la verían o tratarían igual que a ti, la alejaste y entonces… -
-… La perdí-
Alzaron la cabeza al mismo tiempo, ya que sus ojos se encontraron y se sorprendieron. Harry se percató que su mirada estaba llena de arrepentimiento, tristeza y soledad; Le recordó a aquel reflejo suyo cuando se alejo de todos y dejo a Hermione. La poción ya impregnaba el pergamino, y las gotas caían de la piel del profesor al suelo.
-No del todo- contesto Harry sin dejarlo de mirar - Una parte de ella está en mí y en usted, nos dejo algo que nos marco tan profundo, tan fuerte que aun hoy en día resuena. Tal vez, incluso más allá de nosotros dos... más allá de la muerte - El profesor gimió y su brazo comenzó a brillar, mientras que este continuaba mirándolo - Todos hemos tomado decisiones, algunas buenas, otras malas… ahora mismo ya no importan. Voldemort viene en camino y no parara hasta destruirlo todo, es hora de detenerlo de una buena vez por todas y para siempre-
Tiro con toda su fuerza del pergamino, igual que con Draco se resistió, un grito de dolor y una sacudida del profesor le indico los años que aquello llevaba en su piel. Incluso sin retirar el pergamino la tinta tomo forma de serpiente y comenzó a atacar a Harry, este la tomo con ambas manos. Otro grito desgarrador y ahí donde el tatuaje salía se miraban finas líneas oscuras, como raíces y en su piel diminutas gotas de sangre. El profesor tomo el brazo de Harry y lo acerco, apretó los labios y con todas sus fuerzas lo empujo, aquello se soltó en un brusco movimiento.
-Amaitzen- dijo Harry de inmediato y aquello comenzó a silbar mientras de sus manos caía la ceniza restante. El profesor jadeo y se derrumbo en el suelo con la mirada vidriosa, un rostro lánguido y lleno de dolor.
Observo a ambos en el suelo, aun doloridos, jadeando y la frente llena de sudor. -Ahora son libres. Decidan ustedes mismos que harán a partir de ahora-
-La amaba…- murmuro Snape desde el suelo, mientras que parecía intentar conseguir fuerza en su voz-… siempre la he amado, debí morir yo… y no ella-
Se encamino a la puerta y sin voltear sonrió -Piensa en que te diría ella ¿Te hubiera dejado decir eso? - la abrió y dio un paso afuera -Espero verlos mañana-
Salió al desolado y oscuro pasillo, respiro y se sobo el cuello, en ese instante habia miles de presencias mágicas en el bosque prohibido y se acercaban. Aun no empezaba la batalla, aun así, necesitaba hacer un par de cosas antes de que pudiera empezar su verdadero plan.
Corrió por el pasillo a toda velocidad, subiendo escaleras de un salto y cruzando hasta el otro lado del castillo en cuestión de minutos. Salió por el patio, viendo a un grupo de Aurores y centauros listos, preparados y siendo dirigidos por Firence. Mientras se preparaban y movilizaban en formación, Harry paso a su costado, corriendo con rapidez y sin prestarle atención a nada. Aunque observo a Neville llegar corriendo, se miraron un momento y el asintió, indicando que con seguridad Colagusano ya estaba encerrado.
Continúo corriendo por el puente pendía sobre el acantilado y miro a un par de chicos al otro lado.
- ¿Cómo está todo? - pregunto al llegar junto a Seamus y Dean, los cuales trabajaban a cada lado del puente. - ¿Está listo? -
-Casi- murmuro Dean enredando un trozo de cuerda color de una madera del puente hasta la otra. -Rodeamos todo el lugar como lo pediste, aunque ya conoces a Seamus-
- ¡Por Melin! - dijo Seamus colocando lo que parecía una pasta dura y amarilla en el final del puente, donde los tablones se transformaban en tierra - ¡No es mi culpa! -
-Pero eres bueno en ello, admítelo- dijo Harry palmeándole la espalda -Dime ¿Funcionara? -
-Utilice fluido de cuerno del Erumpent, secreción de Bundimun, cenisas de Aswinder y… moco de Gusamoco- dijo Seamus mientras que terminaba limpiándose la frente con el dorso de la mano, mientras sus dedos se quedaban impregnados de la masa amarilla.
-Genial. El liquido de Erumpent es altamente explosivo, la secreción de Bundimun será un catalizador muy potente, las cenizas un estabilizador para evitar explosiones no programadas y… ¿Para que el Gusamoco?-
-Espesante, no podría crear tanto si no fuera por los fluidos del Gusamoco- dijo Seamus sacando la varita y de un giro limpiando sus manos.
-¿Cómo…-
-Si preguntas ¿Cómo conseguimos todo eso? No contestaremos- dijo Dean con cara de asco - La verdad, quisiera que me hechizaran para olvidarlo-
-Si, no creo- dijo Harry alzando la mirada y observando el bosque.
Sentía dos presencias mágicas aparecer, grandes y hostiles, en el bosque; incluso una tercera, que parecía muy diferente, algo más antigua y menos hostil. Su sentido mágico detectaba algo retorcido, oscuro y muy malo conectado a ellos.
Se mordió la lengua y continúo observando, con aquellas presencias ya no podría saber bien si estaba o no estaba. Aunque de inmediato supo que habia una forma.
{Déjenme entrar en su mente} dijo Harry a sus maestros, quienes estaban sirviendo de barrera para que no lo detectara.
{Es peligroso} murmuro Griffin
{Te dejara amogotado} susurro Huffy
{Dije que me dejen entrar}
Parpadeo y paso un momento mientras la oscuridad del bosque le inquietaba. Todo estaba en silencio, las luces del castillo se miraban a la distancia y, habia muchos más magos. Mas de los que le habían reportado en las ultimas semanas, incluso tal vez habia algunas apestosas criaturas ensuciando su hogar.
- ¡CEREUS GREENGRASS! - grito su voz glacial, girando la mirada y observando a la gente a su espalda, todos sus seguidores, aquellos que habían sido leales en su pasado y aquellos que habia reclutado en esos años. - ¿Qué no dijiste que habían desalojado el castillo? -
El hombre con cabellera rubia y ojos verdes se arrodillo mirando el suelo y temblando. - A si es mi Lord, cuando vine hace una semana, no habia nadie-
- ¿Y los prisioneros? - pregunto Voldemort con enojo en su voz. -¡COLAGUSANO!-
Un hombre algo robusto avanzo -Escaparon mi Lord, Colagusano, Draco y Severus no están- dijo Amycus a un lado de su hermana. -Los hemos intentado localizar, mas no hay respuesta de sus marcas… creemos que lo han traicionado-
Debía ser una maldita broma, primero la bóveda del banco, la fuga de los prisioneros, ahora Hogwarts con Aurores custodiándola y el que estuvieran ahí; algo estaba pasando. Voldemort levanto la mano y la agito para que se quitaran y alejaran, dio dos pasos hacia ellos, y se retiraron asustados. Con el sonido de cadenas a su paso, llego a lo que parecía un sofá antiguo, sucio y de respaldo alto, se sentó escuchando un siseo. Nagini repto hasta su cuello y se quedo pegado a su pecho, mientras este respiraba agitado.
-Tráiganlo-dijo Voldemort mientras alzaba la varita.
Se acerco Alexander Nott, junto don Rodolphus, arrastrando un cuerpo, se veía golpeado y herido. El señor Crabbe jadeaba y bufaba mientras que parecía enfermo.
-Mi lord- gimió Crabbe al caer sobre la hierba enfrente los pies de Voldemort. - … le fui fiel, le ayudé… hice…-
-Por supuesto- dijo Voldemort con una leve sonrisa -Has hecho todo eso, pero tu y tu hijo no lograron darme la información que quería. Mas soy bondadoso, harás una cosa más por mi…- Movió la varita y una cadena oscura surgió, al tiempo que se envolvía alrededor de Crabbe, este chillaba y una luz verde surgió, mientras un flujo del mismo color pasaba a través de la cadena hacia su cuerpo. El gimió mientras su corazón dolía, pero, aun así, se sintió más fuerte.
-Tomen el castillo, a quienes se interponga mat…-su boca se cerró y por un momento se confundió, no debía de matarlos, no si quería saber que pasaba, debía capturarlos, si capturarlos era su intención. - …captúrenlos con vida-
En entonces un grupo comenzó a marchar en dirección del castillo.
- ¡HARRY ¿QUÉ SUCEDE?! -Pregunto la voz asustada de Dean a su lado, sosteniendo su peso, mientras el sentía como su cabeza daba vueltas. Entrar en la mente de Voldemort dos veces en poco tiempo no era nada bueno, se sentía como si hubiera peleado tres días seguidos.
-Tenemos que irnos- murmuro Harry mientras sentía como Seamus tomaba su otro brazo y lo pasaba tras su cuello. -Machan hacia aquí… -
Tan pronto como lo dijo un par de Mortifagos salieron tras los arboles y se encaminaron hacia el puente, sus dos compañeros giraron con el en los hombros y comenzaron a correr.
-Enciéndalo- gimió Harry intentando ver sobre su hombro, pero solo lograba ver como mas y mas Mortifagos se enfilaban para entrar al puente.
-¡Aun no Dean!- dijo Seamus a su derecha.
- ¿Estás seguro? - dijo Dean asustado, arrastrando a Harry por un tramo.
-Deja que entren al puente-
Harry sintió la frente arderle, como su cuello tronaba y su visión cambio a un gran grupo marchando a su costado mientras comenzaban a rodear Hogwarts, incluso como llamas y algo verde salían de un punto lejano, los rugidos se escuchaban doble a sus oídos. Se concentró y sintió a sus maestros levantar barreras, ocupados en proteger su mente, mientras el luchaba por no dejarse llevar por Voldemort.
- ¡Ahora! - grito Seamus al llegar a la mitad del puente.
Agitaron la varita, lanzando dos hechizos a su costando, donde un par de hilos azules se encendieron con llamas verdes. Aquella mecha se incendió tan rápido que solo vio dos pequeñas llamas recorrer el puente hasta el otro lado. Mientras avanzaban no ocurrió nada, ni una pequeña explosión, ni una señal de que se fuera incendiar.
-FALLASTE ¿CÓMO ES POSIBLE QUE FALLARAS? ¡TU EXPLOTAS HASTA EL AGUA! - grito Dean mirando por su espalda.
-No fallo- murmuro Harry al percibir la magia, ya que aquella mecha no acababa el puente, recorría el bosque, mas lejos e incluso comenzaba a crear una circunferencia, envolviendo todo Hogwarts.
Entonces explosiones comenzaron a surgir en todos lados, e incluso destrozando el puente de piedra que llevaba a Hogsmeade. Los temblores producidos comenzaron a hacerlos tambalear, mientras que se agitaban de un lado a otro cayeron contra el puente.
{Levántate mocoso, la barrera esta mejor, pero no durara mucho} dijo la voz de Merlín. {SE ACERCAN}
Gritos y risas sonaron por el puente, mientras cientos de pisadas lo recorrían. Harry miro a Dean y Seamus levantándose, tomándolo por los brazos para ayudarlo a levantarlo. Tomo aire y activo la magia de Utgar, esta vez siendo el quien sostuvo a Dean y Seamus por los hombros, pateo un lateral del puente justo a tiempo que los Mortifagos le alcanzaban, salto al acantilado y todo a su alrededor exploto.
Sus pies no tocaron nada por un momento, en su costado tenia a sus dos compañeros, quienes gritaron a la vez el abismo bajo de ellos, sin embargo, Harry floto y con velocidad llegaron al otro lado.
- ¿Pero? ¿Como? – se preguntaron.
-Lo siento chicos, necesito dejarlos- jadeo Harry tronándose el cuello, la frente empezaba a arderle de nuevo y sentía que su mente se comenzaba a partir -Regresen al castillo de inmediato- comenzó a volar y antes de hacerlo con velocidad menciono -Cuidado con las trampas-
Salió disparado cual cohete, cruzando el pequeño bosque y de paso mirando el trabajo de Seamus y Dean. Habia explotado todo alrededor, era una circunferencia de tierra y humo de un par de metros de altura. Aquello envolvía el lago negro, el estadio de Quidditch, la montaña cercana, Hogsmeade, parte bosque prohibido cercano y casi todo a dos o tres kilómetros a la distancia.
Cruzo todo el terreno oculto por la noche, con la Luna tras de Hogwarts y en dirección a la torre de astronomía. Se percato de movimiento incluso antes de llegar, entro por la parte de la pared que servía de observatorio e intentando aterrizar en un lugar libre, pero habia muchas cosas en el suelo, así como un momento de runas y círculos por todos lados e incluso un aro de fuego en el centro. Aterrizo jadeante y sudoroso, aun luchando contra ir hacia la mente de Voldemort por su coraje.
-Mi amor- dijo Hermione acercándose, tenia las manos llenas de tinta y tiza, además de la ropa manchada de líquidos, incluso el pelo enmarañado. - ¿Estas bien? -
Le tomo del brazo y ella cargo su peso mientras que afuera comenzaba a escuchar gritos, explosiones, algún que otro golpe y sin dudas muchas personas moviéndose en todas direcciones.
-Esta aquí, Nagini y Voldemort… es hora- dijo Harry metiendo la mano en su bolsa para la pierna, convocando una esfera azul.
No era como la que ocupo en el concilio, ahora era del tamaño de unos 80 cm de diámetro, tan grande que casi la tira, Hermione la sostuvo también y le miro.
- ¿Es lo que creo? - pregunto Hermione con la boca entreabierta.
- Lo mismo que ocupe en el concilio- gimió Harry al sentir la cabeza llena de fuego y acido, aguantando las ganas de gritar - Solo que la otra era un prototipo, esta es para un área mayor, nos permitirá hacer magia adentro, pero no salir afuera de ella por ningún medio, todo lo que atraviese lo regresara como el hechizo de ascher y… otras cosas- levanto la mano y Hermione le ayudo también, pues su brazo temblaba -Esto los encerrara con nosotros-
-O a nosotros con ellos- murmuro Hermione, ambos se vieron un momento por su comentario - Es la verdad-
-Es cierto- dijo Harry sintiendo otra punzada penetrante -Hoy ganamos o perdemos, es sobrevivir o…-
-Libertad- continuo Hermione alzando un poco su rostro y acariciándola contra la suya, hasta darse un beso -Lo lograremos, al fin podremos eliminarlo-
-Va a doler un poco y te cortará un dedo, necesita sangre y magia para ser activado, pero será una barrera efectiva- dijo Harry sonriendo, pues no podría solo en aquel momento.
Ambos se concentraron y aplico magia, igual que Hermione, sintió el pinchazo en la palama de su mano y vio como su prometida pareció sentir un dolor punzante también. La sangre entro en la esfera y comenzó a proyectar un haz de luz salió de la parte superior, el cual se ensancho y se volvió una columna de luz del tamaño de la esfera. Atravesó el techo y subió más y más, hasta alcanzar una altura muy alta, luego como si fuera agua comenzó a dejar caer luz a su alrededor, como una cortina de color azul transparente sobre toda el área de los terrenos de Hogwarts, de un lugar mucho mas grande que del que explotaron hacia unos momentos.
- ¡ARRRG! - gimió Harry dejándose caer al suelo, mientras que su mente hervía, su cuerpo parecía helarse, justo al momento de que comenzaba a temblar y sentir que la boca la sabia a sangre.
Observaba la barrera a su alrededor, esa enorme cortina azul eléctrica, que poco a poco se desvanecía, pero sin duda alguna esta era una barrera muy poderosa. Alzo la varita y lanzo un hechizo, uno tan poderoso y fuerte que se estrello contra la protección, fue una explosión que cubrió toda la cúpula con fuego y humo. No habia logrado ni hacerle un solo rasguño.
-AVADAKEDABRA- Grito por el coraje apuntando a un Mortifago a su derecha, matándolo al instante. -MATENLOS A TODOS-
