Y aquí estamos de nuevo ¿Qué tal el anterior?
Capítulo 113. -Un dragón en cada Pendragon crio (parte 2)
Hermione.
Intento soltarse, hablar e incluso atraer la varita, pero sus manos se cerraban sobre su cuello con fuerza. Su sonrisa creció, esa mueca malvada incremento hasta que era igual de cruel a como la recordaba. Jadeo intentando tomar aire.
-Admítelo, tienes miedo - dijo su voz sonaba fría, tan cruel que su cuerpo dejo de luchar y su piel se erizo- No puedes contra mi -
-No…-jadeo mientras intentaba zafarse de su agarre - ¡POR FAVOR! ¡HARRY! ¡ESTE NO ERES TU! -
Sus ojos verdes ahora eran rojos, su color moreno fue reemplazado por un blanco espectral y esa mueca cruel crecía rápidamente en su rostro. Le sostenía diez centímetros sobre el suelo, ella sujetándose de su brazo, mientras que a cada segundo perdía aire. Tenía que hacer algo, porque si no, Voldemort la mataría, obtendría el cuerpo de Harry y, de paso, acabaría con su vida.
La acerco a su rostro, notaba un leve parpadeo en sus ojos, de un tono verde y además como la cicatriz de su frente comenzaba a sangrar.
-Entonces tendré que demostrarte que se ha ido-dijo apretó con fuerza su cuello, silenciándola y cortando el aire que entraba por sus pulmones.
Neville, línea frontal.
Lo peor aún no pasaba, aunque acababa de salvar a Luna, también de descubrir que Voldemort tenía una algunos planes ocultos. Estaba casi seguro de que, si no lo detenían en las siguientes horas, el futuro se volvería algo oscuro.
Aunque él tenía algunas otras cosas en que pensar, principalmente en Luna, habia pasado algunos meses lejos y aunque habría hecho todo por ella, aún quedaban sentimientos y preguntas dentro de sí. No estaba seguro porque ella no le dijo, incluso por que fue a Draco antes que él, incluso antes de todo ello tenían problemas de pareja. Aunque nunca creyó que fueran tan fuertes para que ella no le hablara de un plan de ese calibre ¿Acaso era tan poco confiable?
Deseaba más que nada poder decir que estaba por completo feliz de que regresara, abrazarla y poder olvidar todo. Pero, algo dentro de si estaba inquieto y muy consternado. Y no entendía por qué era así, ellos dos había pasado mucho menos tiempo que la separación de Harry y Hermione, y sus amigos fueron más felices que nunca en cuanto estuvieron juntos. En cambio, Neville, no podía dejar de sentirse extraño a su lado.
Debía dejar de pensar en ello y concentrarse, se dijo Neville, parado en aquel puente, con la mirada hacia los Mortifagos que se reían y caminaban en su dirección para enfrentarlos.
Aunque no eran los únicos, uno de ellos llevaba encadenado a cinco criaturas, eran tres especies; Erumpents, Graphorn's y un Nundu. Lucían extrañamente tranquilas, para ser animales mágicos salvajes que tendían a querer su libertad de estirar las patas. Y aunque no supiera mucho a conciencia de ellas, estaba seguro de que el Nundu no era una criatura con la cual un solo mago pudiera tratar, tal vez una docena de Pendragon o una centena de magos. Así que ¿Cómo es que Voldemort lograba controlarlas?
- ¡Malditos! - murmuro Luna a su costado.
La miro de reojo, ya no lucia tan preocupada, ahora estaba molesta por el maltrato de aquellas criaturas. Claro que Neville lo entendía, sería lo mismo para el sí empezaran a destruir fauna y flora que crecía en un lugar únicamente. Pero claro, sabía que Luna no las lastimaría a aquellas criaturas y eso era aún más peligroso, porque aquellas criaturas no se detendrían para asesinarlos.
Eso sin contar con el resto de las tropas, que contaban con Troll´s, un dragón alfa desaparecido y una criatura antigua y otra legendaria. ¿Qué estaba planeando Voldemort?
[ Hermione, ahora si quiero que lo hagas lo más rápido posible] murmuro Ron con un largo suspiro [ Y ¿Recuerdas el hechizo que ocupo Harry aquella vez que se fue solo contra Aragog? ]
Por un segundo se preguntó ¿Para que necesitaba ese hechizo en conciso? Luego noto el ciento de Acromantulas que subían por los costados del puente, con sus enormes ojos, sus cabezas peludas, sus cuerpos rechonchos y esas patas que se movían en sincronía. Sin contar con sus enormes mandíbulas, que podrían destruir a un animal pequeño sin problema.
-Luna- dijo Neville observando a todos lados, intentando saber cuántos eran y donde estaban, pues podría deshacerse de una docena en menos de un minuto, pero requería el hechizo correcto- ¿Algún hechizo o cosa que nos sea útil contra todos ellos? -
-Varias cosas- dijo Luna apretando los labios y cerrando un poco más los ojos-Las Acromantulas deben caer ante al "arania exumai". Las demás criaturas son mias-
Se preparo, sujetando con fuerza las varitas en cada mano, viendo como los Mortifagos se acercaban con paso lento, como si pensaran que tendrían un paso fácil al castillo. Por su parte, Neville, no se los dejaría ir tan cómodos hacia ellos, estaba listo para darles una batalla intensa. Sobre todo, porque sabía que Luna conseguiría de alguna forma encerrar o sacar de batalla a esas criaturas. Lo complicado seria retener a todos los Mortifagos afuera del castillo, evitar que se interpusiera entre los planes de Harry y Hermione, para luego de verdad comenzar el contrataque. Al otro lado los Mortifagos ya se adentraban al puente, y aunque era largo, casi podían sentir que ya estaba inmerso en la batalla.
Un hechizo ilumino el cielo, una clara columna de luz salía de la torre de astronomía, elevándose varias decenas de metros sobre el castillo, incluso casi podía percibir que se elevaba cientos de metros. En algún punto la luz se comenzó a curvar, a girar con lentitud y caer como una cortina sobre de ellos.
No supo la extensión de aquel enorme domo, solo que, en ese punto, toda salida de Hogwarts estaba bloqueada. Y no era el único que se percató de ello, ya que los Mortifagos corrían a todo lo que podían, mientras que las criaturas eran soltadas y ya estaban a mitad del puente.
Los hechizos comenzaron a surgir, Neville levanto ambas varitas, creando protecciones a la distancia que redirigía los hechizos sobre sus cabezas o simplemente rebotaban.
- ¡Profesor… las criaturas…-
-Ya estoy en ello-
Dumbledore alzo su varita, la magia del profesor se expandió mucho, tanto que por un segundo se sintió algo nervioso y preocupado, para luego notar que este la remolinaba en una formación. Un pasillo de luz que se hizo presente, ayudo también como barrera para aquellos hechizos que habían logrado traspasar sus protecciones.
- ¡Señorita Lovegood! - dijo Dumbledore otra vez, moviendo la varita y creo una entrada del tamaño del mismo puente, donde podrían entrar hasta el doble de animales mágicos. - ¡Espero que pueda ayudar a los inocentes una vez más! -
Sintió los dedos de Luna, tocaban los suyos con suavidad, él sonrió y también acaricio sus dedos. Al siguiente instante ella corría en dirección de la entrada, se colocó enfrente y agitando la varita y tocando su pecho, este cambio a colores muy estrafalarios, con tonos chillones, casi podía verla desprender luz propia. En seguida los Graphorn, Erumpents y el Nundu estaban embistiendo en dirección de Luna, la cual lucia tranquila y luminiscente.
- ¡Ten cuidado Lu! - Dijo Neville dando un paso hacia adelante, queriendo ir con ella, pero al notar que los Mortifagos se acercaban, solo pudo apretar las varitas y mirar hacia adelante.
De reojo la vio desaparecer por el puente que creo Dumbledore, con 5 criaturas poderosas y peligrosas tras ella.
- ¡TODOS PREPARENCE! - Grito Kingsley mientras levantaba la varita a la altura de sus ojos. - ¡AQUÍ VIENE EL ENEMIGO! -
- ¡Esto se pondrá divertido! - gruño Ojoloco, con su ojo mágico corriendo en círculos.
- ¡Por amor a Merlín! ¡No es momento Alastor! - gruño la profesora McGonagall también levantando la varita.
-De hecho, es lo contrario Minerva- murmuro Ojoloco por lo bajo, como si no quisiera ser escuchado por la profesora -Yo si me divertiré-
Comenzaron a entrar al puente, hasta que aquellos que pisaron las piedras gimieron y cayeron en las diferentes trampas colocadas alrededor de todo Hogwarts. Comenzó a escuchar explosiones, gritos, alguna que otra maldición y hasta algunos gritos atronadores. Las batallas se escuchaban alrededor, incluso en el puente pudo notar como se alzaban cuerpos de roca, de diferentes proporciones y golpeaban a la primera línea de Mortifagos. Aquellos eran estatuas de piedra, que golpeaban y luchaban, a pesar de que los maleficios y conjuros los desmoronaran poco a poco. Incluso noto pinchos voladores, lazo de diablo y tentaculas venenosas surgiendo bajo el puente para atacar a aquellos que profanaban el suelo de Hogwarts.
- ¡En cuanto lleguen a nosotros deberemos hacerlos retroceder! - dijo Neville mirando como los Mortifagos se deshacían de las trampas, e incluso como destruían las estatuas de piedra. - ¡Demostremos que merecemos un futuro libre! -
Algunos de los Mortifagos ya corrían hacia ellos, pero pararon a un par de metros, y sin dar tregua alguna, comenzaron a lanzar maleficios y hechizos a diestra y siniestra. Los profesores fueron los primeros en ingresar al puente, seguido de Kingsley y Ojoloco, todos lanzando protecciones y hechizo de desarme. No eran un grupo tan complementado, pero por lo menos no se estorbaban.
La primera línea fue detenida por ellos cuatro, pero en cuanto los primeros Mortifagos cayeron al suelo inconscientes, otros se volvieron humo y comenzaron a volar sobre sus cabezas, en todas direcciones. Era como ver miles de moscas huir, al mismo tiempo que cuando las columnas aterrizaban entre los Aurores y profesores, estos de inmediato comenzaban a atacar.
- ¡ARANIA EXUMAI! - Grito Neville, lanzando múltiples hechizos a todo lo largo del puente, haciendo que las Acromantulas chillaran y se alejaran de golpe. Aunque alguna que una docena quedo patas para arriba y otra docena se desplomo por la orilla del puente.
Se puso de costado, perfilado hacia donde estaba el lago, donde debía estar Daphne y sin pensar mucho comenzó a lanzar hechizos a diestra y siniestra. Intentando proteger a los suyos, mientras también atacaba a varios Mortifagos. Estaba en una posición estratégica, aunque algún que otro Mortifago se dio cuenta y descendió en su forma de humo, cayendo delante y apuntando con su varita a su rostro. Al contrario de hacía años, Neville tenía un mejor control de su magia y de sus varitas, tal vez por ser echas por Harry o por el arduo entrenamiento que le hizo hacer, más en cuanto la varita se encendió en una luz verde, uno de sus hechizos le dio de lleno al Mortifago.
Se percato que el puente de luz por el cual Luna habia desaparecido, estaba desintegrándose, y por lo que notaba a su alrededor múltiples batallas se llevaban a cabo. Mientras el continuaba lanzando hechizos cada segundo, e incluso al mismo tiempo por ambas varitas. Su concentración pasaba de sus enemigos adelante y atrás para atacarlos, a sus aliados para protegerlos.
[ ¡HARRY! ] grito de Hermione por el auricular, desconcentrándolo.
Giro la mirada a la torre más alta de Hogwarts, donde debían estar, no se notaba nada extraño. Presentía que algo malo estaba surgiendo en aquel lugar.
Lo confirmo cuando un enorme grito surgió del otro lado del puente y se expandió por los terrenos, un segundo después un monstruoso hechizo corrió por todo el cielo, con la fuerza suficiente para sacudir cada lugar de los terrenos de Hogwarts al explotar. El cielo paso de una bóveda estrellada a un techo lleno de fuego, expandiéndose por la protección que se habia colocado apenas hacía unos minutos atrás, ondeo con fuerza haciendo olas por todo lo largo. Por un momento Neville pensó que se rompería, que estallaría en miles de pedazos y el plan fracasaría, más la cúpula soporto.
Alrededor todo se habia detenido un momento, incluso los Mortifagos que habían estado atacando miraban hacia el cielo. Al notar que el hechizo no hizo mella en la protección, los hechizos continuaron y sin esperar más de un minuto comenzaron a ir con todo contra ellos.
Los pocos Mortifagos que Dumbledore, McGonagall, Kingsley y Ojoloco lograron parar, estaban siendo despertados por otros. Mientras que los profesores se dedicaban a combatir con los Troll´s que avanzaban agitando sus porras a todos lados, incluso enviando a varios de los Mortifagos al fondo del puente.
- ¡Neville cuidado! - grito una voz a su derecha, mientras que se defendía de varios Mortifagos que empezaban a llegar desde los cielos.
Olfateo un aroma especial, una mezcla de calcetines sucios y a cuando un Murtlap se habia muerto en el jardín sin que nadie supiera. El gruñido fue claro y los grandes pasos resonaron.
Alzo las manos justo a tiempo, de alguna forma un par de Troll´s se habían colado a los profesores, y uno de ellos utilizaba su fuerza y arma para intentarlo aplastas. Las protecciones que puso sobre de si fue suficiente para evitar un daño severo, pero su cuerpo se dobló ante aquella inmensa fuerza y una rodilla toco la piedra, su protección apenas y habia resistido.
Era una visión horrible. Más de tres metros y medio de alto y tenía la piel de color gris piedra, un descomunal cuerpo deforme y una pequeña cabeza pelada. Tenía piernas cortas, gruesas como troncos de árbol, y pies achatados y deformes. El olor que despedía era increíble. Llevaba un gran garrote que agitaba sin control, porque sus brazos eran muy largos.
Lanzo media docena de hechizos directo a su rostro, no era listo y muy torpe, por lo que dieron justo entre los ojos. Mas solo gruño enfurecido y volvió a intentar aplastarlo con su garrote.
- ¡Immpedimenta! - grito la misma voz que le habia advertido.
El Troll fue más lento un por un momento, lo que hizo que Neville lograra quitarse a tiempo. Solo para quedar del lado de Sirius, el cual le sostuvo un momento antes de ponerse a su espalda. Eso lo aprovecho Neville para crear una docena de protecciones, haciendo que el golpe del Troll fuera desviado y callera en la piedra, además de que le enredo los pies para desequilibrarlo. No tardo en pasar, solo un sonido raro y rodo al caer, golpeándose la cabeza contra el muro del puente.
- ¡Tienen la cabeza dura como roca! - dijo Sirius defendiendo a su espalda. - ¡Por eso están con Voldemort! -
- ¿Crees que sea momento para chistes? - pregunto un Auror que se habia unido a ellos.
- ¡Ya recuerdo! - dijo Neville intentando mantener su ritmo de defensa y ataque, aunque su concentración hacía que estuviera en dos o tres peleas al mismo tiempo. Movía las varitas como loco e incluso mantenía la vista girando de un lado a otro.
Mas el segundo Troll se acercaba, este era muy parecido, solo que morado, sin pelo y con cuernos.
- ¡Cuidado con los Troll´s de rio! -Dijo Sirius jadeando un poco - ¡Son muy pesados, apestan a pescado muerto y utilizan…-
No termino, un árbol completo paso sobre su cabeza estaba afilado en la cima y parecía capas de poder aplastarlos o empalarlos si se movían mal. Lo cual ocurrió, ya que Sirius lo golpeo con su codo al lanzar un hechizo a su espalda, este fue a dar contra la frente del Troll que se enojó, avanzo y apunto justo en su dirección.
- ¡Sirius! - grito Neville indicando que se quitara, pero solo giro la cara. No tenía tiempo para pensar, por lo que solo se le ocurrió una forma de evitar que lo golpeara. - ¡Depulso! -
Sirius salió volando justo al momento en que el golpe fue recibido alzando diminutas piedras y de paso aventando también a un par de Aurores de donde se estrelló su inmensa arma. Neville observo al Troll de montaña gruñir en el suelo, parecía a punto de despertar, junto con que el Troll de rio ahora volvía a dirigir su alargada arma hacia Sirius.
Solo tenía un par de segundos, en los cuales se concentró, tenía que utilizar la propia fuerza del Troll para derrotarlo. Como la primera vez de Harry y Ron noquearon a uno cuando el peso de su porra azoto contra su duro cráneo. Mas ahí no veía la posibilidad de quitárselo por accidente, y aunque así fuera, habia muchos a su alrededor y podría herir a alguien.
- ¡Incarcerous! - Grito con fuerza, de ambas varitas salieron cadenas de la punta, se alzaron por el aire y enredaron el cuello del Troll.
Corrió con ellas entre las piernas regordetas y aguantando la respiración, por lo pútrido del aroma, al llegar al otro lado lanzo las cadenas a dos Mortifagos que pasaban volando. Las puntas de las cadenas volaron directamente, enredándose con fuerza y haciendo que el gigante se inclinara y callera de cabeza, mientras que los Mortifagos caían de espalda y directo hacia el fondo de aquel puente.
- ¡Neville refuerza a Dumbledore en la línea frontal! - grito Kingsley al otro lado, peleando junto a Sirius, quien tenía un rasguño en la mejilla y la sangre le escurría desde la frente hasta la barbilla. - ¡Te cubriremos! -
- ¿De qué lo cubriremos? ¡Solo veo enemigos en todas direcciones! - rio Sirius girándose y lanzando un hechizo hacia su cuerpo, paso sobre su hombro y escucho un grito ahogado. Un cuerpo se desplomo, pero no presto atención.
-Sus pociones bombarda- dijo Neville girando y viendo al otro Troll levantándose sobre sus rodillas, dar un movimiento a su brazo que aun sostenía la porra. - ¡RAPIDO! -
De inmediato Kingsley y Sirius movieron sus brazos, enseñándole las muñequeras donde descansaban las pociones. Neville solo movió las varitas, para que estas se desprendieran, comenzaran a flotar junto con las suyas. El activo todas mientras volaban directo al Troll, quien golpeo el suelo levantándose y dando un grito gutural. Las pociones comprimidas entraron directas por la boca del gigante, un segundo después, este se quedó quieto moviendo la mandíbula y con cara boba.
Paso corriendo a un lado sin que el Troll se moviera, luego hubo un "bam" más apenas audible y reverberante. Un eructó del Troll resonó por todo el lugar, mientras de su boca salía un espeso humo, antes de caer y quedarse en el suelo.
Batallas se observaban en todos lados, Mortifagos contra Aurores, brujas contra magos, Troll´s, Acromantulas e incluso hombres lobo peleando en cada parte. Incluso flechas volaban por el lugar y un par de duendes se encargaban de un Troll que tenía la nariz llena de pústulas.
Hechizos volaban sin saber a dónde pararían e incluso sobre sus cabezas se llevaban batallas feroces. Entre un grupo de Aurores noto como eran derribados dos, cayendo al suelo y teniendo que reagruparse alrededor para evitar que los mataran.
- ¡Cuidado! - grito Neville a un grupo que intentaba evitar que más Mortifagos entraran por aire a los terrenos - ¡Espalda con espalda! ¡Protéjanse entre ustedes! -
Aquellos Aurores en el suelo se notaban mal, la sangre les escurría por el brazo y abdomen. Los intentaban tratar con las pociones de curación y no resultaba, su única posibilidad eran los medimagos. No durarían mucho así y, aunque quisiera, Neville no podía hacer nada, pero dentro suyo sabría que no podría dejándolos morir.
Fue un parpadeo, y ahí donde estaban los heridos, miro a Sofi inclinada, solo tomo a ambos por las túnicas y al siguiente segundo salto al muro del puente. Desapareció tras el muro solo dejando un rastro de la sangre de los heridos.
Entonces lo recordó, como los medimagos tenían permiso para ir a cualquier lado del castillo, traspasar de un punto a la enfermería sin problemas, así que Sofi estaba ayudando a los heridos. Eso le quito un peso de encima, se concentraría en la batalla y dejaría a los heridos a la hermana de su amigo. Si quería parar toda esa masacre lo más pronto posible, tenía que hacer lo que le indico Hermione y Harry. Tendría que atacar a los Mortifagos e incapacitarlos rápidamente, incluso ir tras la cabeza de Voldemort si hacía falta.
Continúo caminando y notando como las batallas en el puente eran más rápidas, pero también más violentas. No habia espacio para maniobrar, ni para pensar en estrategias, solo los hechizos se cruzaban y explotaban, lanzando la roca con la que se estrellaran o dejando un ambiente eléctrico por todo el lugar.
Miro a un hombre lobo deforme, con la cabeza alargada, igual que su cuerpo, los hombros le sobresalían, el pelo le brotaba en el rostro y las manos se retorcían hasta convertirse en garras. Hasta ese momento se dio cuenta que la Luna llena estaba arriba del castillo, por lo que cada hombre lobo debía de estar transformado en aquel momento.
Este babeaba sobre el suelo, avanzando hacia su persona, encorvado y rasgando la piedra en cada paso.
Con un leve aullido se lanzo en su dirección, Neville solo levanto las varitas y creo una protección. El hombre lobo golpeo, araño y hasta intento morderla, dejando sus babas impregnadas en cada punto. A su espalda note un "clacs clacs clac", y supo que era una Acromantulas, giro la varita y el cuerpo, dejando una de cada lado, creando una protección esférica. Mientras el hombre lobo estaba de un lado, una enorme Acromantula del otro, ambos intentando llegar a Neville y, no era lo peor, varios Mortifagos comenzaban a acercarse con un par de Troll's.
Su única salida era por encima de ellos, as que apunto las varitas manteniendo la protección y grito - ¡Ascendió! - salió expulsado al aire, provocando que la Acromantula y el hombre lobo chocaran. Escucho el intenso chillido de la Acromantula y el lobo, pues entre ambos habían acabados de ser mordidos. Aprovechando estar en el aire, lanzo una docena de hechizos en todas direcciones, haciendo caer a un par de Mortifagos y ayudando a otra decena de Aurores.
Al caer, apunto al suelo y con un - ¡Aresto momentum! - quedo suspendido a un centímetro del suelo. Ahí donde ambas criaturas se mordieron, la Acromantula estaba muerta y de lado, aunque el hombre lobo parecía completo, pues este a pesar de tener el hombro sangrando y un rastro verde saliendo de él, comenzaba a volverlo a atacar.
Lanzo un zarpazo, que Neville desvío con una protección, pero era tan fuerte que logro hacerlo dar dos pasos atrás. Soltó un aullido lastimero, el veneno de la Acromantula comenzaba a afectarlo y estaba seguro de que también lo volvían más peligroso.
- ¡BOMBARDA! -grito Neville agitando ambas varitas, ambos hechizos salieron volaron en dirección del hombre lobo que solo moverse los evadió, aunque esos hechizos golpearon a los Mortifagos y Troll´s que se acercaban.
Miro a su alrededor, estaban siendo acorralados varios Aurores y solo basto un segundo para girar la varita entre sus dedos y lanzar protección. Al regresar la mirada noto dos cosas el hombre lobo ya estaba ahí, su garra rasgo el aire, provocando que solo saltara hacia atrás. Un agudo dolor surgió en su hombro, sintiendo las garras rasgar la ropa, la piel y casi rebanar la carne y hueso.
Estaba tan cerca que podía oler su aliento de carne y su pestilente pelaje, mas también estaba ahí mismo, demasiado pegado para atacar. Apunto a su pecho ambas varitas y grito -¡Diffindo!- El aullido lastimero casi fue inmediato, dos cortes en forma de "X" estaban sobre el cuerpo del hombre lobo. El cual lanzo un segundo y tercer zarpazo, pero sin potencia alguna, antes de caer de bruces al suelo y quedarse quieto.
Hubiera celebrado el ganar a un hombre lobo, sin embargo, tenía una docena de enemigos adelante, un Troll y también parecía que estaría ocupado con un par de decena de Acromantulas.
Mientras peleaba, notaba como su magia comenzaba a disminuir con rapidez, su cuerpo se entumía y sudaba a mares. No se habia movido mucho, pero logro avanzar y quitarse enemigos de encima con rapidez.
Solo a una decena de metros adelante encontró a Dumbledore y Ojoloco peleando mano a mano contra media decena de Troll's. Incluso podía notar como ellos tenían dificultades, eran grandes, torpes y la magia no le hacía mucho. Aunque Dumbledore lograba detenerlos el tiempo preciso para que el tomara un respiro y recompusiera su concentración.
A la derecha del todo McGonagall estaba aprisionada por dos Troll de rio, ambos con árboles puntiagudos e intentando aplastar a la profesora. Detrás de ella un Troll lanzo un manotazo para sujetarla.
- ¡Profesora atrás! - dijo Neville desviando una decena de hechizos a su espalda y lanzando otra tanda tan rápido que por un instante sostuvo el aliento.
Las grandes, gruesas y torpes manos fueron a la profesora, quien al percatarse se transformó en un gato y comenzó a escapar entre sus patas.
- ¡Profesora! ¡Por aquí! - grito Neville mientras que la alcanzaba y ella pasaba entre sus piernas. - ¡Alarte Ascendere! –
El primer hechizo golpeo al Troll, pero este no se movió y solo pareció que se le levantaban los pelos de los brazos y la nuca. Lanzo el mismo hechizo tantas veces pudo, los enormes cuerpos de los Troll's se alzaron en el aire lo suficiente, comenzando a rugir y gruñir sin saber qué pasa. Su enorme cuerpo daba trompicones mientras agitaban sus manos y piernas con fuerza, a medio metro del suelo.
- ¡Expeliarmus! - dijo la profesora a su costado, ya siendo humana de nuevo.
Los enormes Troll's fueron empujados fuera del puente, donde Neville paro de lanzar sus hechizos. Ambos Troll's gruñeron al caer por el puente, directo al lago negro. Luego de pelear contra Harry, tantos hechizos no eran problema, pero su magia comenzaba a ser escasa y no sabría cuánto tiempo duraría.
Giro las miradas a donde Dumbledore y Ojoloco defendían la línea frontal, peleaban con Mas de diez Troll's, algunos Mortifagos y Acromantulas sin ayuda alguna. Estaba por avanzar cuando sintió un fuerte dolor de cabeza, como sus oídos parecían a punto de estallar y como en múltiples puntos del castillo comenzaban a gritar. Intento callar el punzante sonido que amenazaba con romperle los oídos, pero aun así lo escuchaba.
{¡USTEDES MALDITOS IMPUROS! ¡NO ME DERROTARAN! ¡REGRESEN MIS TESOROS Y SERAN PERDONADOS!} dijo con claridad Voldemort en su mente, se notaba llena de dolor y furia.
La profesora McGonagall se había tapado los oídos, igual que todos los demás, incluso los Troll´s retrocedieron un poco. Pero habia sido el suficiente tiempo para que los Mortifagos aparecieran delante y con las varitas listas apuntaran a ellos.
- ¡Reducto! - soltó Neville a los pies de los Mortifagos, donde el suelo se volvió polvo y cayeron en una grieta mientras gritaban.
- ¡Esta furioso! - dijo la profesora acercándose y mirándolo.
- ¡Y es porque sabe que va a perder! - Gruño Neville volviendo a lanzar un par de Mortifagos y Acromantulas fuera del puente.
La profesora McGonagall y él se apresuraron hacia Dumbledore y Ojoloco, avanzando mientras los Troll's retrocedían ante ambos. Si querían que el tiempo se alargara, Neville tendría que tomar medidas drásticas.
- ¡Profesor! - Grito Neville en cuanto llego a donde estaban - ¡Voy a hacerlos retroceder! -
- ¡Neville, no comentas una imprudencia…-
Ni lo pensó dos veces o termino de escucharlos, levanto ambas varitas y planto los pies con fuerza en el suelo, con un temblor y un gruñido saliendo de su garganta, el puente se movió y creo un enorme muro de piedra que se alzó tan alto como los Troll's. Avanzo, con pasos firmes en el suelo, empujo con tanta fuerza las varitas hacia adelante que sintió que estaba cargando varias toneladas encima quemando su columna y sintiendo ambos brazos entumecerse, incluso las piernas le temblaron. Pero el muro se movió, comenzando a deslizarse por el puente, por lo que el continúo caminando y avanzando, sintiendo sus músculos comenzar a gritar de dolor y su magia disminuir rápidamente.
- ¡Mantente así, chico! - dijo Ojoloco que parecía sorprendido, pero atacando a aquellos Mortifagos que sobrevolaban el muro y caían para atacarlo. Algunos quedando tendidos a un lado, otros desapareciendo bajo el puente - ¡Ganamos terrenos! -
¡PUUMMM!
Sonó y el cuerpo de Neville comenzó a temblar, del otro lado golpeaban el muro con fuerza, tanto que se agrieto en su totalidad. Con seguridad los Troll's comenzaban a desesperarse y querer atravesar el muro que creo. Un segundo y tercer golpe sonaron, provocando que se arrodillara, apretara los dientes y el sudor le impregnara cada parte de su cara.
- ¡TODOS ATAQUEN AL FRENTE! - grito uno de los Mortifagos del otro lado - ¡AVISEN A TODOS QUE CONCENTREN SU FUERZA AL FRENTE! -
Comenzaron a destruir el muro, y por mas magia utilizara Neville no paraban de tomar terreno. Su cuerpo no aguantaría mucho, y la verdad comenzaba a sentir que en cuanto se agotara, todos los Mortifagos se le vendrían encima.
Aun con todo eso, en su oído escucho un mensaje de Ron [Sofí necesitamos ayuda en las inmediaciones al bosque, hay muchos heridos]
¿Cómo habia podido olvidar la comunicación, si informaba que las fuerzas se concentrarían al frente de Hogwarts, ellos podrían recibir también refuerzos?
[Estoy en camino] contesto Sofi del otro lado.
Agito las varitas hacia tierra, el muro se disolvió en el mismo puente y sin parar un momento toco su oído y dijo. [Ron todos vienen en camino, necesito más ayuda]
[Amor, hay gigantes y Troll's. Apenas y pude detener algunos] chillo Daphne, se notaba cansada, pero el solo se escuchaba jadear por el esfuerzo recién echo [Están desplegándose hacia la entrada]
[Voy de camino para reforzar a Neville.] gruño Theo algo cansado [Trajo casi tres docenas de hombres lobo, Sasha ha tenido problemas con ellos, los superan d ]
Genial, pensó Neville, más enemigos para lidiar.
[Aquí sucede lo mismo, demasiados Troll's e incluso trajo criaturas de máxima peligrosidad ]dijo Neville jadeando menos, pues la profesora, el profesor y Ojoloco estaban protegiéndolo. [Aún no ha ocupado al dragón alfa]
[ ¿Y los de nuestro lado?] pregunto Theo molesto por alguna razón.
[Esperando ordenes] jadeo Ron, tal cual si cargara un peso enorme [¿Hermione que tal de tu lado ¿¡HERMIONE!?] Grito aun así no hubo respuesta.
Le preocupo que Hermione no contestara, aunque con todo lo que pasaba a su alrededor apenas y pudo pensar en que pasaría en la torre de astronomía. Múltiples Troll´s acababan de acorralarlo, sin saber dónde habían quedado los profesores, en cambio estos parecían muy enojados.
Lanzo tantos hechizos como pudo, pero con su velocidad de recuperación, eran tan débiles que apenas les hizo trastabillar. Un Troll ya lo habia alcanzado, con su enorme garrote lo abanico por todo el ancho del puente directo a su cuerpo. Alzo la varita, pero su reacción habia sido lenta, ya estaba casi un metro de su cuerpo.
Una chica, rubia y ojos azules salió de la nada, con una velocidad demencial hacia el garrote, estiro su puño y antes de que Neville reaccionar, el enorme garrote se partió en mies de astillas mientras que se dividió en dos partes. La punta golpeo el costado del puente y se perdió de vista, la otra mitad la sostenía el Troll que miro su arma destruida y se rasco la cabeza.
-Neville ¿Qué te paso? ¡No te desconcentres! - dijo Daphne colocando sus puños listos para terminar al Troll. - ¡Los hemos retrasado suficiente, por eso han enviado todas sus fuerzas aquí! ¡Quieren terminar ya! -
-Pues no creo que eso pase- gimió Neville, le dolía un poco los brazos, incluso sentía su magia casi agotada, su concentración no era total, pero podía hacer aún mucho. Aunque sonrió y supo que aun en esa guerra, tenía muy buenos amigos.
Los profesores no se veían, y dos Troll's estaban inclinados en el puente, derrotados. Dumbledore, McGonagall y Ojoloco no estaban cerca, se notaba que habían avanzado más. Pues las peleas se habían extendido con rapidez hacia la mitad. Tenía que irlos a reforzar, pero si no paraba un momento, su fuerza se volvería casi nula.
Mas en la guerra no tenía tiempo de nada, en seguida ambos se vieron en un círculo de Mortifagos y Acromantulas, que habían aparecido como humaredas negras de todas direcciones.
- ¡Ve por ayuda! - murmuro Neville, alzando las varitas nuevamente, esta vez girándola en sus manos y juntando las puntas casi del todo. - ¡Yo puedo con ellos! ¡Dumbledore, McGonagall y Ojoloco necesitaran ayuda! –
Se vieron un instante y Daphne asintió.
- ¡Regresare en un momento! - dijo Daphne tronándose los nudillos de la mano - ¡No mueras! - salió con la velocidad de una saeta, golpeando a un par de Mortifagos en la cara, tomando a otro y lanzándolo contra dos que se desplomaron. Luego desapareció entre la multitud.
- ¿Ultimo deseo? - pregunto uno de los encapuchados apuntándolo ya con un hechizo verde.
- Deseo…- suspiro Neville, cerrando los ojos y concentrándose en la magia de ellos, y preparando sus hechizos en la varita -…Lárguense… dejen en paz a mi escuela y a mis ¡AMIGOS! –
- ¿Y si no? -rio mientras su varita estaba a centímetros de la cara de Neville.
Tomo aire y miro al Mortifago sonriendo - ¡Los voy a apalear! - Múltiples hechizos salieron de su varita a diestra y siniestra, no solo eran una decena, si no un centenar de ellos cruzaban y pasaban en todas direcciones, mientras sus manos comenzaban a sentirse calientes y sus varitas comenzaban a humear.
- ¡Prepárense para perder! -
Theo, antes del inicio de la batalla.
-Theo y Ron llevaran a Colagusano a las mazmorras para que no escape- indico Harry mientras comenzaba a sacar su cartera - Hermione…- ella la tomo y le sonrió, como siempre diciéndose cosas con la mirada que nadie más podría entender.
-Torre de astronomía, lo tengo-
-Correcto- sonrió Harry, dándole una leve caricia y luego girando a su novia -Daphne ve y refuerza a los del lado Oeste, también come algo, el uso de la fuerza de Utgar será extenuante esta noche-
-Bien-
-Hare lo posible por curarlos -dijo Sofi torciendo los labios, insatisfecha con eso- Con el poco tiempo que tengo…-
-Solo has lo mejor posible - suspiro Harry algo raro. Lo conocía bastante para saber que la cicatriz le ardía, que algo le estaba haciendo daño y también que estaba intentando mantenerse fuerte frente a todos.
- Una vez que dejen a Colagusano, Ron defensa Noroeste…- Asintió suspirando ya que en aquel lugar estaba más peligroso de todo Hogwarts, era una línea directa con todo el bosque prohibido y con seguridad el punto más cercano al castillo.
-Theo Este, Neville entrada principal-
Apenas termino de decirlo cuando Daphne se acercó y le beso, con una mirada algo intranquila, temiendo lo que venía, pero quien no lo hacía. Era una guerra después de todo. Una vez que Sofi le quito el color verde a Theo ambos se marcharon, tomando a Colagusano en cada brazo y arrastrándolo por el castillo.
- ¿Qué tal les fue en la mansión Malfoy? - pregunto Theo como intentando abrir conversación.
-Casi todo salió bien, aunque como siempre… el plan tuvo que ser modificado en el transcurso- dijo Ron recordando como se frustro al ver el fuego artificial subir al cielo. Y más aún cuando se enteró por sus hermanos, que habia sido un accidente, si no hubieran lanzado aquel cohete, Neville solo hubiera estado minutos en la misión y no recibir tantos golpes.
Aunque agradecía que Luna estuviera a salvo, sentía que algunas cosas, no estaban saliendo nada bien y que eso les costaría caro.
- ¿Alguien en el banco se dieron cuenta que no eran Mortifagos? - Pregunto
-Si- dijo Theo de golpe, haciendo que se parara, que Colagusano trastabillara y casi los derribara.
- ¿Cómo? ¿Quién? ¿Harry el…-
-Tranquilo, creo que es el gerente de Harry -dijo Theo nada contento por sostener a Colagusano quien dejaba caer su cara contra el hombro - Nos ayudó en un par de cosas y … al final nos … creo que continuo con la farsa-
-Espero que no cause problemas- gruño Ron retomando rumbo a las mazmorras, el lugar que sería el mejor para Colagusano no escapara.
-No creo, él no está aquí- dijo Theo alzando de nuevo a Colagusano para evitar que su cara terminara en su pecho.
-Me refiero después de la batalla- gruño Ron, el cual parecía muy concentrado. No tenían tiempo para pensar en consecuencias futuras, debían continuar con el plan y tal como acordaron con Harry, Dean y Seamus ya debían de estar poniendo explosivos en toda el área alrededor de los terrenos. -Ahora mismo debemos apurarnos-
Bajaron por unas escaleras de caracol, donde tuvieron que apretujarse contra los muros, pues Colagusano no ayudaba en nada. Luego de llegar a la lúgubre y parte más fría del castillo, donde las paredes tenían moho y agua corriendo. Ron abrió la celda más cercana, que era una puerta de madera vieja y corroída, con barrotes de acero por los cuales ver hacia afuera. Adentro cuatro muros de piedra solida eran un lugar ideal para dejarlo, solo lo dejaron adentro, cerraron y con magia aseguraron todo el lugar.
- ¿Ahora? - pregunto Theo aliviado de ya no tener esa carga.
-Vámonos, sígueme-
-Tengo que ir al campo de Quidditch-
-Y estarás ahí- dijo Ron sacando un pedazo de pergamino de color cetrino y que tenía motas moviéndose por todos lados y cartelitos con letras encimándose unas a otras; pero solo en lo que parecía el exterior y en el interior estaban líneas que indicaban el castillo -Dame la ruta más rápida al exterior-
Una mota de tinta negra surgió y comenzó a marcar un camino.
- ¿Ese es el mapa del merodeador? -pregunto curioso Theo, mirando a su lado.
-No, este solo es un prototipo incompleto- dijo Ron caminando a prisa y con Theo a su lado, mientras cruzaban hasta el otro lado de las mazmorras que era donde indicaba la marca negra. -Harry ha trabajado en el mapa del merodeador durante sus ratos libres, este es solo de Hogwarts, solo tiene ubicaciones y se actualiza cada 5 minutos; Hay otro prototipo que funciona mejor, pero ahora mismo está con Sofi, para ayudar a los medimagos y que puedan moverse mucho mejor-
-Hubiera sido más sencillo dar una copia a todos ¿no? - dijo Theo comenzando a trotar a su paso, pues estaban girando y levando un ritmo medianamente rápido.
-Si fuera fácil realizarlos, hubiera hecho para cada Pendragon- gruño Ron girando en lo más profundo de la mazmorra y pareciendo que ahora tendrían que recorrer un pasillo oscuro y que olía a putrefacción. -Aunque también sería una desventaja táctica, si alguien obtuviera uno…-
-… seria tener información valiosa- termino Theo a su espalda. Ahora no estaba seguro a donde se dirigían, adelante solo notaba oscuridad.
Caminaron por el pasillo hasta que el mapa indico una trampilla y unas escaleras que descendían. Ambos siguieron las instrucciones, al bajar estaban en una de las tuberías de Hogwarts, lo bastante grande para que ellos estuvieran parados apenas rosando el techo.
- ¡Huele peor que la boca de un Troll! - dijo Ron salpicando agua en todas direcciones.
- ¿Has olido la boca de un troll? - cuestiono Theo chapoteando al bajar de la escalera. El nivel del agua era alto, le llegaba hasta casi las rodillas.
-Vieja historia- suspiro Ron levantando la varita con la punta encendida en una débil luz, para mirar el mapa.
- ¿Estará mal el mapa? - cuestiono Theo molesto al tener que estar dentro de una tubería del colegio.
-El mapa nunca se equivoca- dijo Ron pasando a Theo y continuando su camino, avanzando, salpicando agua en cada paso que daba -Es una tubería de lluvia-
- ¡Esto no huele a una tubería de lluvia! - gruño Theo haciendo eco en las paredes tan estrechas.
-Las tuberías de Hogwarts están conectadas a todo el castillo, créeme, conozco algunas de ellas- dijo Ron mientras que avanzaban a paso apresurado, aunque unas rejas impedían continuar avanzando recto. Sobre el hombro de Ron, Theo, observo que el mapa indicaba una desviación a la izquierda que de inmediato tomaron. -Como todo está conectado, significa que en algún punto estas tuberías se convierten en… otro tipo de tuberías. Cuando llueve con fuerza, el agua que se acumulaba en el patio principal, en las áreas de descanso y en algunos pasillos de comunicación entre las torres termina aquí. Por eso debieron crear una forma de purgar este sistema y así crearon esto, la tubería debe desembocar en algún lugar, puede que el lago negro o alrededor de los terrenos. Aunque ahora estamos muy por debajo de Hogwarts. -
-Genial, una batalla sobre nosotros y aquí enterrados en porquería- gruño Theo -Si terminamos en el lago, ¿No tardaríamos en ir a nuestras posiciones? -
-No necesariamente- Completo Ron mirando el mapa otra vez, observando que ahora la tubería subía un poco, dificultando en que continuaran. -Cuando Harry entro a la cámara de los secretos, muchas tuberías estaban por encima del nivel del lago negro, pero cuando estuvo en el torneo varias de ellas estaban bajo del lago negro; Si esta tubería fuera bajo el nivel del lago negro, estaría inundada y ahora mismo estaríamos agotándonos o nadando para salir. No. Esta tubería termina en el bosque prohibido-
-Insisto el mapa está mal- gruño Theo -Mejor regresemos y…-
-De las mazmorras a los terrenos son por lo menos veinte minutos, incluso ocupando atajos. Y si regresamos ahora será más tiempo aun- dijo Ron mirando que el mapa hacia una línea la cual parecía descender mucho. -Según el mapa… estamos cerca de un descenso… llegaremos a los terrenos con ello en menos de 5 min. -
Apenas termino cuando el sonido el agua comenzó a surgir, indicando que esta de verdad estaba corriendo hacia algún lugar y por lo tanto la salida era ese lugar. Se apresuraron, encontrando el punto donde era, el agua paso de cubrirles las rodillas hasta estar casi al mismo nivel del piso. Encontrándose con un descenso gradual y una leve corriente de viento.
-Aquí es- dijo Ron apresurándose por la pendiente.
- ¡Espera Ron! - intento advertirle Theo mirando como el suelo tenía una gruesa capa de fango.
Su pie resbalo en la pendiente, intento sujetarse de Theo, lo cual fue menos de ayuda. Ambos resbalaron, y sin control alguno comenzaron a descender por la pendiente, golpeándose los brazos y piernas, mientras que sus dos cuerpos los impulsaba por el húmedo lugar, la erosión en aquellas viejas tuberías de piedra no les ayudaba. Delante Ron descendió todo de cabeza, Theo habia caído de sentón y casi todo el tramo su trasero recibió golpes. Aumentaron su velocidad con rapidez, hasta que de la nada Theo solo miro lodo y luego nada, sintió caía sobre Ron antes de que todo movimiento parara.
Alzo la mirada, observando a Ron sacar la cara del lodo, escupiendo todo lo que habia ingresado sin querer, bufando para poder respirar y mirándose lleno del contenido de aquella tubería.
- ¡Demonios! -gimió Ron mirando a su alrededor, Theo estaba sobándose la retaguardia.
Estaban en el bosque prohibido, por los sonidos y el murmullo no muy lejos de la casa de Hagrid. Pues aquel lugar era iluminado por una enorme hoguera. La tubería terminaba en lo que era el fin de una colina, por lo que suponía que cruzaba bajo tierra y luego bajo el descenso a la cabaña de Hagrid.
- ¡Maldición! - dijo Theo levantándose también lleno de lodo - Concordemos no decirle de esto a nadie - gruño por el dolor.
-Correcto- dijo Ron mirándole- ahora debes ir hacia allá- dijo mostrando la dirección del Oeste.
- ¡Tengo que cruzar todo Hogwarts! ¿Cómo lo hare a tiempo? - pregunto Theo moviendo la varita para quitarse todo el lodo y agua sucia.
Acababa de pasar una experiencia nada agradable, incluso sentía que a pesar de la magia su olor no cambiaría. Esperaba que no hubiera más tuberías esas noches, aunque tal vez habría más cosas apestosas y muy malas que se le pegarían esa noche.
De la nada Ron saco su cartera, una de un color naranja fosforescente, algo muy difícil de ignorar, aunque también era un artículo muy bueno; ya que metió el brazo por completo en la hendidura más grande. La movió de lado a lado, hasta que saco un palo alargado, seguido de un montón de ramas bien cepilladas. Una hermosa saeta de fuego brillo a la luz de la luna.
-La quiero completa y sin un rasguño- Dijo Ron pasándole la escoba y dejándosela al alcance.
Aun cuando su familia era rica y de sangre pura, luego del regreso de Voldemort, no habia tenido el tiempo ni forma de subirse a una. Montar una saeta de fuego en esos momentos era algo que le emocionaba, no como la batalla que estaba a punto de suceder.
-Bueno, espero poder- dijo Theo estirando la mano, ansioso por ver la velocidad de esa preciosura.
Antes de que las tuviera entre sus manos, la retiro y le miro, lucia serio y nada a gusto con darle su escoba - Si no la regresas tal cual esta, me deberás dos iguales-
-Claro, claro- dijo Theo avanzando hasta tomarla de su mano, arrebatándosela, montándose y mirarlo con una leve sonrisa - Aunque no creo que la regrese, por cierto… suerte-
Salió disparado a velocidad de un dragón mientras que atrás Ron le gritaba.
-THEOFILO-
- ¡Es Theodore, no Teófilo! - gruño.
Mientras sobre volaba Hogwarts, pudo observar los grupos a su alrededor comenzando a formarse en defensa del castillo, incluso como varios gigantes se ubicaban en la parte delantera. Incluso le pareció vislumbrar un par que corría a toda prisa hacia el puente de piedra. Hubiera querido estar al frente del ataque, pero como habia dicho Harry, lo necesitaban en otro lugar. Se apresuro con velocidad hacia donde veía el enorme estadio de Quidditch, donde observo a cosas diminutas volando como insectos en la leve luz de luna, volaban en perfecta sincronía, lo que le indico que eran Aurores y Pendragon volando, rodeando el estadio.
Faltaba poco para llegar, cuanto sintió un frio intenso bajar por su columna vertebral, era algo muy oscuro, algo que le hizo querer frenar y volar lejos de Hogwarts. Un momento estuvo tentado, luego apresuro su vuelo.
Las banderas ondeaban por el viento, mientras que las antorchas de las gradas iluminaban el cielo lo suficiente para poder ver en todas direcciones.
- ¡TODOS ATENTOS! ¡ESTAN AQUI! -grito Theo barriéndose al llegar al grupo central, donde estaban una buena cantidad de Aurores, entre ellos Cedricc Diggory y para sorpresa del azabache, también Víktor Krum.
Bajo de ellos, un gran grupo de centauros y hombres lobo rodeaban el estadio, algunos ya transformados en enormes canidos que gruñían. También unos elfos y duendes, que se encargarían de comunicar órdenes y proteger a los heridos hasta que los medimagos aparecieran.
- Tenemos este lado cubierto ¿Dónde están el resto? - pregunto Cedricc sobrevolando a un lado, con la varita en mano y sujeto con la otra.
-En sus posiciones…espero- gruño Theo, no le caía del todo bien Cedricc, aunque tal vez era por su forma de hablar o esa cara de "no rompo un plato".
- ¿Hermione y Harry? – pregunto Krum parado sobre el palo de escoba, mientras que tenía las manos en los bolsillos y parecía mirar a la distancia.
-Haciendo cosas… cosas de guerra- dijo Theo no queriendo explicar todo al búlgaro, que tampoco era del todo a su agrado. - Y… ¿Harry te enseño? -
- ¿Enseño? - pregunto Cedricc enfilándose.
-A volar parado sobre…-
Una explosión surgió cerca de Hogsmeade, luego otra y otra, comenzando a lanzar tierra y fuego por todos lados, creando un círculo alrededor de Hogwarts. Los gritos y sonidos de sorpresa en todo el terreno fueron tantos que, incluso a la distancia, sobrevolando lograron escuchar. Pero sobre todo ver como columnas de tierra se alzaban varios metros sobre la tierra indicando el punto donde las bombas estaban estallando.
De inmediato Krum se dejó caer sobre la escoba y se preparó, al igual que Cedricc y el resto que volaban a su alrededor. Gritos desquiciados, risas de júbilo y una muchedumbre comenzó a sonar del bosque. Tomo la varita de su muñequera y suspiro, esa noche se pondría interesante.
Noto algo extraño, como si algo le llamara la atención y giro la mirada hacia el castillo, donde noto una forma humanoide atravesó volando, parecía apresurado y tambaleante mientras que tomaba dirección a la torre de astronomía. Con seguridad era Harry y ahora pasaban a la siguiente parte de su plan, fuera la que fuera.
[ ¡Harry va a la torre, Hermione! ¡No se ve bien!] dijo la voz de Ron en su oído, sobresaltándolo un segundo, provocando que la escoba se ladeara.
- ¿Todo bien? - pregunto Krum alzando una ceja.
[ ¡Claro que no está bien! ]contesto Hermione, demostrando las emociones que le embargaban por el comentario de Ron [ ¡Necesito todo el tiempo que puedan darme chicos! ¡Cada segundo y cada minuto es importante! ]
Suspiro y contesto tocando el pendiente [Se hará lo que se pueda] y esperando que se enviase bien el mensaje, después de todo no habia utilizado mucho el dispositivo.
- ¿Con quién hablas? - pregunto Cedricc mirando hacia él, e incluso Krum volteo como si hubiera alguien detrás.
[Defenderé la entrada tanto como pueda, no permitiré a nadie pasar] Contesto Neville con una convicción desconocida para él.
[Hermi, Harry es tu prioridad, déjanos la batalla a nosotros] susurro Sofi, a su alrededor parecía que habia muchos y se movían en múltiples direcciones [ Saca de una vez por todas aquello que daña a mi hermano]
[Chicos, les daremos donde más duele] grito Daphne y se escuchó un grito general por el arete.
[Hermione, las cosas se pondrán… pesadas, necesitaremos de los dos cuanto antes. No es por … meter presión] dijo Ron con una voz algo extraña
[ ¿Es raro que cuando digan sin presión, sientas más presión? ] gruño Hermione con una voz chillona.
[Solo cuando te lo dice alguien que hace estrategias como yo]
[Billius juro que uno de estos días…]
[No me llames Billius, Jean]
La risa de Luna se escuchó y murmuro [Me alegra mucho estar a su lado]
-Creo que enloqueció por la batalla- murmuro Krum y Cedricc negó.
Theo no pudo continuar escuchando el bosque se movía, de alguna forma las copas de los árboles se agitaban de un lado a otro, mientras que sombras se perfilaban bajo los árboles.
- ¡Ustedes dos no se distraigan! - Grito Theo y sin pensarlo dos veces se lanzó en picado hacia la zona de los árboles.
Noto las trampas de Neville activándose, incluso las estatuas comenzando a pelear. Ya que algunos gritos y hechizos comenzaban a salir en varias direcciones. Los árboles fueron derribados cuando una tanda de Troll's corrieron lejos de una escultura de un tejón furioso, y uno de ellos ya llevaba un león mordiéndole el trasero. Algunos Mortifagos colgaban por el lazo del diablo, otros mostraban heridas o pústulas apestosas.
Aunque eso no impidió que algunas Acromantulas sobrepasaran las trampas y se dirigieran a los hombres lobo y centauros, algunos Aurores descendieron más y más hasta poder ayudarlos desde el aire. Desde ese punto elevado enviaron a volar, explotar o quemar, cualquier Acromantula que no viera hacia el cielo.
[ Hermione, ahora si quiero que lo hagas lo más rápido posible] Gruño Ron por alguna razón sonaba asustado [Y ¿Recuerdas el hechizo que ocupo Harry aquella vez que se fue solo contra Aragog? ]
- ¡A ELLOS! - Gritaron desde la lejanía, una enorme masa de carne salto desde el bosque, dando manotazos e intentando atraparlos.
Krum bajo, mientras Cedricc le seguía, pero Theo se elevó mirando al gigante como este tenía golpes y parecía muy delgado para ser un gigante, aunque suponía que Voldemort no se dedicaría a tener a su ejército en forma.
El gigante apenas toco el suelo, comenzó a dar patas y golpes al aire, intentando cazar a Krum y Cedricc que se movían muy bien al volar. Pero estaban tan ocupados esquivando, que no podían atacar. Muy debajo de ellos, los Troll's comenzaban a pelear contra los hombres lobos y centauros, aunque no eran muy diestros, resistían la magia y podían crear daños severos.
- ¡Víktor, Cedricc! - Llamo Theo volando hacia ellos para ayudarlos, aunque ninguno contesto por estar ocupados volando alrededor del gigante que daba golpes y manotazos. Era como ver a alguien intentando cazar moscas molestas a su alrededor. - ¿Alguna vez han desgnomizado? -
- ¡Solo un par de veces! - dijo Cedricc pasando entre los dedos mientras giraba, evitando un mano enorme.
- ¿Qué carajos preguntas ahora mismo? - Gruño Krum mientras alzaba la varita lanzando varios hechizos, que el gigante recibió con la mano abierta y luego empujando un puño con fuerza, que logró esquivar Krum al caer con velocidad.
Bajo a toda velocidad, intentando calcular la velocidad de la saeta, para luego girar antes de tocar tierra y notar los enormes y apestosos pies del gigante. De su varita saco una soga del tamaño de un brazo, y comenzó a ir en dirección de ellos, aunque paso entre los cuerpos de unos Troll's, por entre sus piernas y zigzagueando entre los más posibles enemigos.
Al llegar a sus pies, algo salió disparado hacia el cielo, una enorme columna de color azul neón. Aquello iluminaba cada rincón, haciendo que los Troll's giraran a ver, lo que aprovecharon muchos de inmediato. La luz comenzó a curvarse y caer como una cortina transparente azul, mientras que alrededor las batallas comenzaban a intensificarse. Y la cúpula, que se acababa de formar sobre de ellos, era mucho más grande que todo Hogwarts, por lo que no pudo observar el fin desde su posición.
Se apresuro a comenzar a enredar al gigante. Al mismo tiempo un hechizo potente y muy grande salió del bosque y exploto contra la cúpula. El ruido fue tanto que incluso logro hacerlo caer de lado, tapándose la cabeza, creyendo que el fuego le alcanzaría. Por segundos todo el fuego cubría el cielo, por un momento el ruido lo ensordeció. Paso cerca de 1 minuto hasta que desapareció y el ruido de las batallas regreso. La protección de Harry habia funcionado, no parecía ni tener un mínimo daño.
-NUEVAS ORDENES- Grito una voz por los bosques, era a su distancia, pero con seguridad habia de parte de los Mortifagos. -MATENLOS A TODOS-
- ¡Eso sí que no! - murmuro.
Acelero, algunos Mortifagos salieron del bosque en el momento justo que Theo comenzó a dar vueltas alrededor de los tobillos del gigante, a la velocidad de la saeta le enredo hasta las rodillas en cuestión de segundos. Por las rápidas vueltas regresaron las náuseas que hacía menos de una hora atrás tuvo, cuando Harry lo subió a su espalda y lo llevo como saco de papas.
Se alzo en vuelo, con aun la enorme soga creciendo y creciendo, hasta que sobrepaso la altura del gigante y comenzó a ir más arriba de él.
- ¡AHORA! - grito a los dos, quienes se acercaron con velocidad al rostro del gigante, lanzando hechizos que le dieron en plena cara.
El gigante no pudo ni dar un paso, se tambaleo y comenzó a caer, el golpe fue brusco y soltó un gemido de dolor al golpear la cara entre los árboles. Noto casi tres docenas de seres a cuatro patas saliendo del bosque, encorvados, peludos y algo deformes. Los múltiples aullidos sonaron en todas partes y apenas escuchaba los jadeos y gruñidos, pero en ese momento los hombres lobo de su lado comenzaron también a ir tras ellos.
- ¡CUIDADO! - Grito Cedricc, haciendo que Theo mirara detrás, notando columnas de humo negro persiguiéndolo.
- Enserio…- gruño.
Acelero con brusquedad, notando una segunda y tercera columna de humo volando a su alrededor, comenzando a lanzar hechizos que le pasaban zumbando junto a su cabeza y cuerpo.
Maniobro como pudo, dirigiéndose entre las torres del estado de Quidditch, girando e intentando maniobrar como los jugadores, aunque apenas y lo lograba. Se alejo lo suficiente, pues aún le perseguían y lanzaban hechizos a diestra y siniestra.
- ¡Expeliarmus! - grito Theo lanzándolo sin ver por su espalda. - ¡Confringo! ¡Reducto! -
Un grito ahogado sonó, luego de un gemido y una nube de humo se desplomo hacia el suelo. Habia dado a uno de los Mortifagos, pero aún le perseguían cinco.
Se dirigió hacia el cielo, esperando que desistieran por la altura, aunque ninguno lo hizo, notaba las columnas de humo a su lado, girando y hasta con risas mientras lanzaban los hechizos.
- ¡Malditos! -gruño por lo bajo, luego de ocurrírsele una idea.
Dejo de acelerar de golpe, y dejo que lo pasaran, giro la escoba tan rápido como pudo y con toda su fuerza se dirigió hacia la torre norte del castillo, esperaba perderlos entre obstáculos. Los cinco les seguían el vuelo de cerca. Se apresuro entre las altas columnas del castillo, para perderlos, giro por la circunferencia de una torre.
- ¡IMPEDIMENTA! -Grito lazando varios hechizos enfrente y detrás.
Miro a tres venir de enfrente, no esperando encontrarse tal hechizo, pues se quedaron envueltos de humo, estáticos y con las bocas medio abiertas. Aprovechando su velocidad y que se movieran tan lento, se deslizo de lado y con el palo de la escoba golpeo a dos, mientras al tercero le daba un puñetazo con fuerza. Entro al humo y volvió a apuntar a los tres. -¡Desmaius!-
Noto los cuerpos comenzando a caer con lentitud, pero también los otros dos Mortifagos pisándole los talones.
- ¡No aprenden! ¡BOMBARDA! -Grito al encararlos.
Sin saber cómo los Mortifagos atravesaron la explosión y una lluvia de escombro salió al hechizo golpear la torre. Perdió el equilibrio cayendo por un costado y llegando al tejado de una torre anexa, golpeándose con fuerza y haciendo que jadeara, se deslizo por todo el techo y antes de caer del techo fue frenado por las tejas; estaba suspendido de cabeza a un par de gárgolas que parecían reírse.
Las columnas de humo negro golpearon el techo, desvaneciéndose y dejando a un par de metros a cuatro Mortifagos encapuchados. Al parecer se habían unido más a la fiesta.
-Mira que tenemos aquí, un traidor de la sangre-
- ¡Es hora de matarlo! -
-Con seguridad nadie te extrañara- Se comenzaron a reír mientras el hacia un plan.
-Pueden que no me lo crean- dijo Theo buscando con la mirada la escoba, que habia quedado atrapada en la saliente del techo. Toco su muñequera y desprendió varias pociones comprimidas, cuatro en una mano y cuatro en la otra -Pero es la primera vez que me dejan colgado…-
-Sera la última- gruño el Mortifago más cercano levantando la varita - Avada…-
-Yo tengo otra perspectiva desde aquí- dijo Theo lanzándole las pociones comprimidas con la izquierda, mientras que la derecha la lanzaba hacia donde se encontraba la escoba.
Las pequeñas esferas volaron y golpearon a los Mortifagos, igual que el techo, las esferas se deshicieron, dejando manchas ahí donde tocaron. Los Mortifagos se miraron con sonrisas socarronas, antes de que las mancas se iluminaran de naranja y lanzaran todo a su alrededor al aire. Incluido la escoba, las tejas, los Mortifagos y el mismo Theo.
-Expeliarmus comprimido- rio Theo alzando la mano con la varita, atrayendo la escoba que tenía las ramitas algo quebradas. - Y ahí más de dónde vienen esas-
-¡Hijo de…-
-Las otras son…un poco mas curiosas- rio Theo subiéndose a la escoba y comenzando a volar lejos -Son micro bombardas, con un contador mágico temporal-
Mientras volaba, escucho unos gritos, luego unas pequeñas explosiones. Al estar volando de nuevo, noto que más personas volando eran perseguidos por los Mortifagos, quienes tenían la ventaja al ser columnas de humo. Si querían atacarlos, necesitaran tener una táctica mejor que huir. Por lo que ayudaba a todo que pasaba delante, lanzando hechizos aturdidores e impedimentas.
Se apresuro hacia el campo de Quidditch, que era donde el mayor número de escobas y Mortifagos se encontraban volando y destrozando el lugar. De paso ayudo a un par de Aurores que eran perseguidos, lanzando hechizos aturdidores o incluso "Immobulus" que hacía que fueran más lento, hasta que pudieran atacarlos.
Al volar notaba algo extraño en el ambiente y no era el olor a quemado, el humo alrededor o incluso los Troll's debajo de ellos. Si no que algo frio, algo oscuro y muy terrible se escondía en el bosque. Algo o alguien que le daba un mal presentimiento.
Mas no podía desconcentrarse, necesita ayudar al resto en el área de Quidditch.
Desde el aire, nota como cada vez que algún Auror, duende, elfo, centauro era rescatado por los medimagos. Saliendo de la nada y desapareciendo con los heridos de igual forma, aunque algún que otro Medimago tenia que pelear por un momento antes de desaparecer.
Se desplazo notando como una carcajada de un gigante sonaba muy cerca de donde debía estar Ron, pero, aun así, el no desvío su camino, se apresuró por entre los hechizos que volaban hacia el cielo. Y levantaba escudos protectores, evitando que alguno de diera mientras volaba.
Otra columna de humo se alzó del estadio y se dirigió hacia él, observando al Mortifago alzando las manos listas para hechizarlo. Envió un gran tanto de magia a la saeta, que apresuro el vuelo de forma explosiva, casi lanzándolo al final de esta y teniendo que sujetarse con ambas manos. En un instante estaba ahí junto al Mortifago, que no supo reaccionar, pues Theo lo tomo del cuello de la ropa y sujeto con fuerza. El Mortifago pego un grito mientras volaban a toda prisa hacia el estadio, entre el humo y la velocidad de la saeta Theo apenas se percató que llegaron a una torre del estadio. Donde giro lanzando al Mortifago directo a la construcción, donde la atravesó y salió del otro lado desmayado. De casualidad golpeando a otro Mortifago que pasaba y ambos se desplomaron al suelo.
La batalla en el estadio era intensa, los hombres lobo estaban peleando contra Troll's, Acromantulas, un último gigante y el resto de sus iguales. Al que habían amarrado, ahora estaba suspendido de los tobillos y moviéndose como peonza entre el estadio y el bosque. Incluso noto a Katie Bell en las gradas del estadio, peleando codo a codo con Fay Dunbar contra dos hombres lobos. Con las espaldas unidas y atacando en perfecta sincronía.
Bajo volando y llego justo al centro, donde noto a dos lobos correr tras un Troll que le sangraban las piernas de tantas mordidas. Aunque por la cara de los lobos, parecían querer vomitar.
Cruzo bajo las piernas de uno de los Troll's lanzando una poción comprimida y antes de que aterrizara, este se congelo en una escultura de hielo perfecta. Delante de él, vio a Víktor y Cedricc pelear contra una serie de Acromantulas que los tenían encerrados en un círculo. Salto de la escoba y rodo mientras creaba un escudo alrededor de los tres.
- ¿Qué tal? ¿Algo nuevo? - pregunto Theo girando para reforzar el escudo, pues ahora no solo las Acromantulas intentaban atravesarla, si no que dos hombres lobo llegaron corriendo y empezaron a rasgar la protección con sus enormes garras, dejando claras huellas de zarpazos.
-El gigante… el gigante es la prioridad- jadeo Víktor recuperando el aliento -Si no lo derribamos, esto durara para siempre-
-Si, bueno… hay varias formas- dijo Theo, suspirando, mientras que intentaba reforzar su escudo, pero noto que los hombres lobo tenían la fuerza para arrancarles la carne del hueso si cedía un poco.
-Me preocupan mas los hombres lobo- dijo Cedricc con un brazo sangrante y por la comisura de la boca saliéndole un poco de sangre.
Notaron un segundo y tercer hombre lobo acercándose, y cada uno encarando a cada uno de ellos- ¿Quieren donde vivimos o Krum muere? -
- ¿Qué? -
-En la que terminemos vivos- gruño Cedricc mientras también parecía recuperarse.
-Cierren los ojos en cuanto se los indique, tendremos unos segundos, apunten adelante y acaben con el que tengan delante. Luego, saque todas sus pociones comprimidas de ataque y láncelas en el gigante cuando se los diga. ¡NO IMPORTA SI NO LE HACEN NADA SOLO LANCELAS! - dijo Theo mientras que gruñía al sentir como su magia comenzaba a descender con rapidez y con los hombres lobo atacando sin parar esta se comenzó a resquebrajarse.
- ¿Qué quieres hacer? - pregunto Krum mientras se tronaba los nudillos.
- Salir vivos -
- ¿Tu plan? ¿Cuál es el plan? - pregunto Cedricc con la voz algo rasposa.
-Salir vivos… espero-
- ¡Se nota que has pasado tiempo junto a Potter! - Gruño Krum.
-Eso si dolió. Aunque sería mejor tenerlo aquí… también Daphne funcionaria… La magia de Utgar se ve mejor y mejor ahora … - gruño al ver como los hombres lobo de su lado daban zarpazos eliminando parte de su escudo- … En cuanto la rompan, corran como pollo sin cabeza-
- ¿Cómo qué? - pregunto Krum.
Theo soltó su barrera que se rompió, alzo las manos, cerro los ojos y grito - ¡Lumus solem! -
Una luz potente surgió de la punta de la varita, que incluso tras sus parpados, escucho a los lobos aullar de dolor. Luego de soltar sus hechizos se lanzó junto con los dos a un costado, apunto a donde el primer lobo intentaba lograr ver algo.
- Immolabitque - dijo Theo con una poderosa columna de fuego surgió de la tierra, encendiendo el pelaje de los hombres lobo y lanzando a los otros dos hacia atrás.
Cedricc y Krum movieron las varitas, lanzando poderosos hechizos, que golpearon a cada Lobo, el primero aulló mientras se comenzaba a rasgar su propia piel con sus garras, el segundo fue levantado con las extremidades extendidas y luego golpeado contra la tierra varias veces.
- ¡CORRAN! - grito Theo girando de costado, justo a tiempo que una porra golpeaba la tierra. Saco dos pociones encapsuladas, la lanzo directo a su cuerpo y sonrió - ¡La comezón puede ser mortal! -
El Troll salto y comenzó a rascarse sin control los brazos. Corrieron notando como los hombres lobo de su lado comenzaban a rodearlos y ahora se abalanzaba sobre tres Troll's, que gimieron en cuanto comenzaron a morderlos en el suelo, al tiempo que algunos hombres lobo daban arcadas. Su sabor debía ser terrible.
Estaban en medio de todo el estadio, pero ahí donde debían estar los postes de gol, estaba el gigante, que peleaba contra el mayor número de contrincantes. Este se defendía con los postes de Gol arrancados del mismo suelo y aunque eran bastantes, este era suficiente para acabarlos.
-El gigante ¿Cómo…? - pregunto Krum soltándose del agarre de Theo y quitándose la sangre que escurrida de una herida sobre su mejilla.
Theo no contesto, miro a un par de elfos alzando las manos protegiendo a algunos centauros que lanzaban flechas al gigante, al mismo tiempo que los hombres lobo saltaban sobre sus piernas clavándole garras y colmillos. Mas el gigante solo agitaba las piernas y se los quitaba como si no fueran nada, y con el tamaño era seguro que un mal paso y les haría un daño letal.
Se apresuro entre las batallas, lanzando protecciones a quienes lo necesitaban, al tiempo que se deshacía de algunas pociones comprimidas al intentar ayudar. Pero pronto se le acabarían.
-Accio saeta- murmuro al estar cerca del gigante.
- ¡Cuando caiga, utilicen las pociones comprimidas directo a su rostro! - gruño Theo alzando la varita y lanzándose en el aire con un ascendió, donde la saeta paso, sujetándola y subiendo mientras caía.
Fue lo más cerca de su cuerpo, pasando alrededor y subiendo hasta su hombro y salto para quedar colgado de su enorme cuerpo. El gigante tenía un cabello enroscado y lleno de lo que podían ser lianas y mugre, notaba que habia cosas atorados en ella y el hedor era nauseabundo. Pero no tenía tiempo para dejar que eso le molestara.
Se acerco a su cabello y lanzo un "Lacarnum inflamarae", múltiples bolas de fuego salieron de la punta de su varita y estas volaron incendiándola de inmediato. Alguien, además de Snape, necesitaba lavar su cabello más seguido. Volvió a saltar y subirse a su escoba, el gigante no se percataba que su cabello comenzaba a incendiarse, pues este se prendía con lentitud. Bajo evitando los postes de Gol que se doblaban bajo la fuerza con que los blandía el gigante.
- ¿Ahora qué? - pregunto Cedricc en cuanto aterrizo, de paso protegiéndolo de un hechizo que venía de un Mortifago.
-Ustedes esperan…- dijo Theo lanzando otras pociones a sus pies, mientras que soltaba un hechizo justo al suelo bajo el pie del gigante-… yo derribo a esta masa de musculo-
El gigante pareció notar que algo pasaba con su cabello, pues soltó un alarido y alzo los brazos, soltando los postes e intentando apagar el incendio. Las pociones comprimidas soltaron cadenas que sujetaron la pierna derecha. El gigante intento moverse, y su pierna derecha arrancó casi todas las cadenas, pero un par resistieron, mientras bajo su otro pie se alzaba una columna de tierra y piedra que le hizo tropezar hacia atrás. Cayendo contra el muro posterior a del estadio, derribándolo y quedando el gigante entre la madera y los colores de Ravenclaw.
No tardaron nada Cedricc y Krum lanzar las pociones comprimidas, que en un instante comenzaron a entrar en su piel. Esperaron lo suficiente, mientras el gigante se comenzaba a levantar, con el pelo humeando y un gesto de enojo puro. Las pociones entraron en efecto, haciendo explosiones en su rostro de múltiples colores y tamaños, como si fueran los cohetes Weasley, explotando una y otra vez. Cuando pararon, el gigante estaba en el suelo inconsciente y con la piel de colores.
- ¡Funciono! - Soltaron.
-Claro que sí, no dude-
Su mente comenzó a doler y un chirrido en todos lados surgió, tanto Cedricc, Krum y todos alrededor se inclinaron por el dolor y soltaron quejidos cubriéndose los oídos. Pero aun así el sonido venia de su mente, tan claro como si susurrara en sus oídos.
{¡USTEDES MALDITOS IMPUROS! ¡NO ME DERROTARAN! ¡REGRESEN MIS TESOROS Y SERAN PERDONADOS!} chillo la voz de Voldemort, se notaba cansado y dolorido, aquel sonido era insoportable, provocando que cerrara los ojos.
La sensación se desvaneció tan rápido como apareció y un grito agudo surgió de los bosques, aunque era más un eco lejano. Entonces entendió que fuera lo que fuera que Hermione y Harry estuvieran haciendo, estaba resultando, Voldemort estaba siendo dañado.
- ¡AL FRENTE DEL CASTILLO! -Grito la voz de un Mortifago desde el aire, cruzando en sus formas de humo- ¡NUESTRO LORD QUIERE QUE CONCENTREMOS TODA LA FUERZA AL FRENTE DEL CASTILLO! -
Theo miro a su alrededor, donde todos y cada uno de los Mortifagos, así como las Acromantulas y Troll's restantes comenzaron a marchar en dirección de la entrada del castillo. Un largo aullido sonó a la distancia, grueso y con una potencia increíble; los hombres lobo, aquellos que peleaban contra otros se detuvieron, y salieron corriendo con velocidad. Parecían ser dirigidos por un alfa.
No les parecía importar nada más que reubicarse para la batalla, por lo que aquellos que aún estaban en condiciones comenzaron de inmediato a reaccionar y a lanzar hechizos. Aunque la mayoría tomo ese tiempo para tomar un respiro y recuperarse. Incluyendo lo, saco las pociones comprimidas de recuperación, untándoselas en las manos como si fueran crema; lego tomo aire y movió el cuello, aquella noche estaba siendo muy estresante. Mas cuando noto la saeta en el suelo, pisoteada, con el palo en más de diez partes y con las ramitas echando humo.
-Me la van a cobrar como nueva-
Al instante, escucho un mensaje de Ron [Sofí necesitamos ayuda en las inmediaciones al bosque, hay muchos heridos]
[Estoy en camino] contesto.
[Ron todos vienen en camino, necesito más ayuda] dijo Neville, aunque su voz sonaba agitada y baja.
[Amor, hay gigantes y Troll's. Apenas y pude detener algunos] chillo Daphne, que parecía haber corrido diez maratones [Están desplegándose a la entrada]
[Voy de camino para reforzar a Neville.] gruño Theo sabiendo que un descanso era lo que menso tendría, los lobos a su alrededor aullaron, indicando a la manada que se marcharían [Trajo casi tres docenas de hombres lobo, Sasha ha tenido problemas con ellos, los superan d ]
[Aquí sucede lo mismo, demasiados Troll's e incluso trajo criaturas de máxima peligrosidad ]dijo Neville aún más bajo. [Aún no ha ocupado al dragón alfa]
[ ¿Y los de nuestro lado?] pregunto Theo molesto al notar que la escoba no le funcionaria de nuevo. Y viendo que aquellos que tenían escoba comenzaban a marcharse, incluso recogiendo a un par por el camino.
[Esperando ordenes] Jadeo Ron como si tuviera un peso muy grande sobre de si [ ¿Hermione que tal de tu lado ¿¡HERMIONE!?] Grito aun así no hubo respuesta.
-Son los más rápidos volando, vayan a ayudar, llegare en unos momentos- dijo Theo al notar que Cedricc y Krum se acercaban para recogerlo. Se miraron entre ambos - ¡Vayan ya! -
Ambos asintieron y salieron volando en un instante.
Theo maldijo, mientras comenzaba a correr en dirección donde los Troll's, los lobos y Acromantulas se dirigieron. Escucho un aullido a su espalda, solo giro para observar a la enorme loba de Sasha, lo supo por el pelo platinado, se sacudió algo de tierra, y comenzar a correr también. En un momento ya lo habia alcanzado y pasado, al igual que el resto de su manada, aunque al ser cuadrúpedos era claro que irían más aprisa que con sus dos piernas flacas.
- ¡Si, claro, dejen a las dos piernas atrás! - gruño Theo mientras corría tan rápido como podía.
Un lobo gris gruño cuando lo alcanzo, colocándose en frente parándole el paso, mirándolo con esos ojos enormes y luego bajando el cuerpo hasta posarse. Por un momento no lo entendió, hasta que el lobo lanzo una mordida al aire y gruño con más fuerza.
- ¡Si, si, ya vi que eres Remus! - dijo Theo notando como un mechón de su pelo era más pálido que los demás - ¿Qué haces? -
El lobo volvió a gruñir, lanzo una mordida cerca de su cuerpo y se inclinó más. -O ya veo… pues gracias- Sin demorar paso la pierna encima y con un salto subió su lobo.
Aunque el pelaje ayudaba a sentirse en un mullido sillón, pero al moverse y sentir su calor corporal, así como su aroma, aquello era incomodo. El lobo se levando y comenzó a avanzar con lentitud, lanzándolo hacia adelante y sujetando el grueso pelaje. El lobo paro y giro la cabeza gruñendo, mostrando los colmillos y babeando.
- Ya entendí, ya entendí…- dijo Theo sujetándose, sin tirar de su pelaje. -… que delicado saliste-
El lobo resoplo y comenzó a correr sin parar, la batalla sonaba a la distancia, donde estaba seguro de que las cosas estaban poniéndose peor. De paso noto algunas peleas rezagadas, donde Aurores combatían con Mortifagos y algunas criaturas. Tuvo que utilizar varios hechizos para ayudar, mientras que seguían avanzado a toda carrera de lobo, era difícil mantenerse encima mientras que una mano sostenía la varita, por lo que dejo pasar una que otra pelea en su camino.
En cambio, Remus intentaba ayudar los mas posible, saltando sobre Mortifagos para distraerlo y dando mordidas a quienes podían. Noto a una chica bajo un Mortifago, forcejaban y peleaban, Remus solo tuvo que morder su cuerpo y lo lanzo. La chica era Lavender Brown, quien tenia la cara empapada en llanto, un golpe sangrante en la frente y la ropa rasgada. Aun así, no podían ayudarla más, por lo que Remus volvió a salir corriendo.
Al llegar por los campos, cruzando un par de pequeños incendios, también tierra levantada y daños por batalla. Además de lo que eran un montón de estatuas destruidas. Las batallas ya estaban subiendo de volumen, podía escuchar y ver los hechizos saliendo en todas direcciones, como enormes chispas que volaban en el cielo nocturno. Al congregar toda su fuerza en un solo punto, era un montón de gente apelotonada, peleando y teniendo que cuidarse la espalda entre todos, pero no solo habia magos, también otras razas que dificultaban todo.
Lo primero que noto al llegar, fue que el lobo se preparó para atacar a un Troll que sujetaba en la mano el cuerpo de un Auror, y con este intentaba apalear a todos los que se interpusieran. Él también se preparó, sabiendo que sería duro lo que venía.
Remus salto sobre las cabezas de todos, llegando al brazo del Troll que de inmediato grito asustado y gimiendo de dolor, agitando su brazo de un lado a otro, con el lobo colgado como un trapo. Claro que Theo era el daño colateral, su cuerpo golpeo contra el lobo más de una vez, incluso llegando a terminar sintiendo que terminaría en las mismas fauces de Remus por la parte que acababa de dejar sin pelo.
Agradeció internamente cuando el Troll dejo de moverse y alzo su brazo para golpear al que le mordía, lo que aprovecho Theo, subiendo por la cabeza del lobo y llegando directo al hombro del Troll, apunto su varita entre los ojos y con un rayo rojo sus ojos se cerraron.
- ¡ECHEN PAJA! - dijo Theo saltando antes de que ambos terminaran cayendo al suelo.
Al caer el Troll aplasto a unas Acromantulas, expulsando un líquido verdusco que olía a huevos podridos.
-Aresto Momentum- dijeron y freno a centímetros de golpear su cara contra la piedra.
Miro por todos lados, viendo a Luna peleando contra un par de encapuchados, al mismo tiempo que Ernie le cubría la espalda y alejaba a una docena de Acromantulas. Su cuerpo golpeo el piso y rodo justo a tiempo de que un hechizo le diera, de un movimiento apresurado se levantó y miro que, por el puente, varias decenas de Mortifagos peleaban contra el pequeño ejercito que se formó hacía unos días atrás.
- ¿Necesitas ayuda? - pregunto Theo lanzando un hechizo hacia Luna, o mejor dicho al pecho de un Mortifago que termino en el suelo.
-Un poco, si- rio Luna, mientras se quitaba de en medio y un hombre lobo de su lado ataco a una Acromantula que subía por el puente.
La batalla se estaba saliendo de control, no solo todos estaban comenzando a agolparse en el puente, este estaba siendo destruido poco a poco, y se notaba que sus números eran muy poco. Por lo menos los superaban d Mortifagos. Y podría decir que la mayoría comenzaba a agotarse, salir heridos o a punto de rendirse. Pero en las miradas bajo las capuchas, se notaban convencidas de ganar.
Cinco voces diferentes gritaron frente de Theo - ¡REDUCTO! -
- ¡Cuidado! - grito Luna creando una protección para ella, pero el solo miro los hechizos volar.
Uno de los hechizos golpeo justo debajo de sus pies, la piedra se volvió polvo y antes de que incluso pudiera saber que pasaba, se desplomo hacia la nada. Caía mientras el puente temblaba y muchos fragmentos caían también. Incluso noto a la profesora Sprout cayendo y como otros dos caían también.
De uno de ellos, algo raro le paso, se comenzó a deformar, expandir y retorcer hasta que era una enorme águila. A la primera que sujeto fue a la profesora Sprout, quien lucía diez veces más asustada que en la caída. Luego se dirigió hacia su persona, preparo con las patas hacia él y con un leve choque lo atrapo entre esas mortíferas garras. Quien hubiera preferido no tener que viajar de esa forma, pero era mejor que encontrar el suelo mucho más abajo. El tercero fue igual de rápido, antes de saberlo volaban de regreso al puente.
Pero esa noche nada seria sencillo, de inmediato los Mortifagos comenzaron a llegar, persiguiendo a Ron, quien intentaba quitárselos de encima. Se sacudía quitándose hechizos verdes, incluso descendiendo un segundo para evitarlo.
- ¡Hay que ayudarlo! - grito Theo justo cuando Ron se inclinó a un lado y replegó sus patas, haciendo que quedara muy cerca de la profesora Sprout y el otro sujeto, que resultaba ser nada más que Cho Chang.
Ellas asintieron, aunque estaban pálidas.
Theo apunto a los Mortifagos que se le acercaban desde detrás, mientras ellas dos tomaron el frente. Lograron derribar a un Mortifago, justo al momento en que Ron lograba ascender y pasar por un costado del puente, donde los hechizos salían desparados hacia el aire. Justo donde ellos estaban.
Creo un "protego" en la parte trasera de Ron, pero este chicho con fuerza de la nada y solo pudo notar las plumas de su costado quemándose. Intento apagar las llamas, pero por la velocidad y el movimiento de Ron, solo pudo lanzar un chorro de agua que salpico en todas direcciones. Noto como las alas giraron un poco y se enfilo hacia la parte delantera del puente y antes de darse cuenta este descendió un poco, un hechizo cruzo sin que se percatara, y para cuando Theo quiso desviarlo, ya era tarde. El ala de Ron estaba petrificada, fue un solo momento, pero Ron los envolvió en su otra ala. Cuando golpearon el suelo, fue con tanta fuerza, que apenas supo cuando estaba su rostro contra la piedra.
Paso un instante, todo era un zumbido agudo, un dolor en su hombro y sentía como la boca le sabia sangre y tierra. Solo podía comparar el dolor con el poder del puño de Harry. Sus brazos temblaron al intentar levantarse e intento observar a su alrededor, pero todo lucia borroso. Delante de él, a un par de metros estaba Ron, con la cara sangrando, el brazo petrificado y un hilo de sangre salía de su boca; a su lado estaba la profesora Sprout, quien intentaba levantarse al mismo tiempo que Cho, quien se sostenía el hombro.
Solo miro las piernas de aquel que se paraba enfrente de Ron, como este alzaba la varita y comenzó a recitar el maleficio asesino. -Avada...-
Busco su varita, pero sus manos estaban vacías e intento levantarse con fuerza, pero sus brazos dolían y sentía que acababa de ser arrollado por un Graphorn. Sabía que necesitaba recuperarse del impacto, tenía un par de pociones comprimidas que ayudarían, pero sería demasiado tarde. El hechizo verde surgió de la varita, pero Ron logro rodar por su costado, más el hechizo desintegro el lugar donde estuvo al igual que el muro del puente.
Tenía que pensar algo, Ron posiblemente no podría hacerlo otra vez. Se impulso otra vez más, y sus piernas lograron reaccionar, haciendo que se levantara del todo. El Mortifago estaba ya a un paso de Ron, y la varita se estaba iluminando solo tenía menos de un segundo para hacer algo. Algo golpeo su pie, al observar aquella piedra oscura que desprendía partículas negras, solo pudo hacer una cosa. Piso con fuerza y activo los polvos de oscuridad.
No observo nada más, ningún destello verde, lo cual le dio tempo de avanzar, lanzarse contra la espalda del Mortifago y de paso sujetar cuello con fuerza, aprovechando su distracción para atraer su varita de donde quiera que estuviera. El Mortifago lanzo hechizos e incluso intento quitárselo sobre de su espalda, más Theo solo aferro su brazo intentando asfixiarlo, claro que era un hombre robusto y dudaba poder lograrlo.
Solo hasta que sintió algo acercarse y sentir la varita en su mano, supo que sería un solo hechizo el que necesitaba.
- ¡EXPELLIARMUS! - grito una voz conocida.
El hombre salió volando por la oscuridad que ya se desvanecía y se perdió tras el muro que el acababa de destruir. Atrapo la varita que aún estaba en el aire y miro a Ron. Quien se levantó con media sonrisa.
- ¡Pude hacerlo solo! -
- ¡Estamos a mano, por lo de la escoba! -
- ¡¿Qué le paso a mi escoba?!-
- ¡Te salve la vida …-
- ¡Mi escoba Nott! -
