El Ascenso de un Científico Loco
¡Descubriré como funciona el mundo!
Primavera
"Hermana, felicidades por recibir la bendición de Liebeskhilfe."
"¡Oh, dioses! Rozemyne ¡¿Dónde has estado?! ¿Por qué no estuviste en la fiesta para vivir la primavera?" cuestionó Lady Georgine a mi señora.
Yo no logré que me respondiera, esperaba que su hermana obtuviera algunas respuestas, sin embargo, no pasó. Milady sonrió, negando despacio con la cabeza.
"Lo lamento, hermana, pero la respuesta permanecerá bajo el velo de Verbergen. Son asuntos del templo y los dioses que no puedo revelar."
Y de ese modo, nadie pudo preguntar más. Todos eran conscientes de como Lady Rozemyne solía desaparecer y aparecer en lugares aleatorios. Aún estaba tratando de descubrir cómo lo hacía.
Mi señora conversó un poco más con su hermana mayor antes de que una delegación de Ahrensbach llegara. El hombre que presumiblemente era el Aub, tenía el cabello rubio y ojos verdes, muy similares a los de Lady Verónica. A juzgar por su edad, era posible que fuera su hermano. Junto al hombre iba un joven rubio idéntico a su padre, excepto por sus ojos, los cuales eran como los de la primera dama de Ahrensbach. La mujer tenía el cabello violeta y hermosos ojos azules.
Cuando Aub Eisenreich, su primera dama, Lady Georgine y sus hermanos se acercaron a saludar, Milady me hizo una señal para que fuera con ella y nos preparáramos.
Nuestros asistentes grises nos cambiaron a nuestras túnicas ceremoniales. Esta era la primera ceremonia noble que oficiaba junto a Milady. El año anterior no me permitió ayudarla porque soy un menor, pero ya que esta es una ceremonia extraordinaria, se me pidió acompañarla.
"¿Por qué no saludó a la delegación de Ahrensbach junto a su familia, Lady Rozemyne?" le pregunté mientras esperábamos que la ceremonia iniciara
"¿Por qué lo haría? No tengo relación alguna con ellos, solo sería un incordio y de todas maneras debía prepararme. Solo soy la Sumo Obispa en estos momentos. No hay lugar para mí ahí."
Me dolió el pecho al escuchar a mi Lady hablar así. Quería decirle algo, cualquier cosa, pero antes de conseguir pensar en alguna frase que pudiera ayudarla, unos suaves toques sonaron en la puerta.
"Sumo Obispa, es momento" indicó un sacerdote gris que nunca había visto.
"Gracias Arno, retírate."
Nos movimos hacia el improvisado atrio y Lady Rozemyne comenzó a narrar las parábolas, usando la transcripción antigua que venía en su biblia en lugar de la escrita con lengua vernácula moderna. Su sonrisa noble no vaciló en ningún momento.
Ofreció el contrato a su hermana y futuro esposo.
Mientras ambos firmaban el contrato, la ayudé a colocar los dioses sobre ella. Dijo que eran parte del ritual completo, así que no dije más mientras aseguraba la capa del dios oscuro sobre ella.
Se colocó frente a su hermana y su nuevo esposo antes de adoptar la pose de oración. Me sorprendió un poco que no se callera bajo el peso de los dioses.
"Oh poderoso Rey y Reina de los cielos infinitos, oh Dios de la Oscuridad y Diosa de la Luz", los instrumentos divinos comenzaron a brillar, oscureciendo el lugar como si fuera de noche "escucha mis oraciones. Que concedas tus bendiciones al nacimiento de esta nueva unión. Que aquellos que te ofrecen sus oraciones y gratitud sean bendecidos con tu protección divina." Una gran luz dorada voló desde la corona de la diosa de la luz, formando el cielo nocturno al tiempo que la luna y el cielo nocturno se fusionaban antes de caer como una lluvia sobre Lady Georgine y Lord Blasius.
Por primera vez, en realidad entendí porque la llamaban la princesa santa, así como pude entender el origen del fanatismo de Hartmut y la necesidad de sus hermanos por evitar ordonannz maliciosos hacia ella.
Lady Rozemyne se despidió con reverencia de su familia, acercándose apenas lo suficiente para que pudieran escucharla con claridad.
"Lamento no poder acompañarlos a la celebración, pero Ventuchte ha determinado otro lugar en su tejido para mí" luego miró a su hermana "Lady Georgine, hasta que Jugereise deje de danzar entre nosotras, viva con la protección de Dultzetsen a la par que Angriff mantenga su dominio sobre el país. Solo un giro más" se despidió.
La vi dar algunas indicaciones a los sacerdotes grises. Ofreció una oración por su seguridad en el camino de regreso al templo y formo a Lumi.
"Vuelve al templo, Ferdinand. Te veré el próximo día del agua" ordenó.
.
Toda la semana fue un suplicio. No solo por el infernal entrenamiento qué Lord Bonifatius nos daba, ni por la amenaza de llevarnos a nosotros a enfrentar al Señor del Verano cuando apareciera, sino también porque no tuvimos noticias de Lady Rozemyne.
Fue a la tercera campanada del día del agua cuando nuestra señora por fin regresó. Traía bastante equipaje y junto a ella venía una joven de cabello azul cobalto atado en trenzas de boxeadora qué me hicieron doler la cabeza. Grandes e inteligentes ojos ámbar parecían estudiar su entorno sin moverse. Estaba vestida de forma simple: un vestido verde, sin volantes y casi sin tela. Sus mangas también eran cortas, sin mucho vuelo. Su atuendo me recordaba más a la de los comerciantes qué a las de una noble, pero la calidad de la tela era la adecuada para un archinoble cercano a la casa archiducal.
"Me cambiaré y se las prestare" nos dijo con una sonrisa amable.
Nos cruzamos de brazos y nos arrodillamos como señal de obediencia.
"Sumo Sacerdote, ¿Qué le sucede a Lady Rozemyne?" me preguntó Tuuri, preocupada.
"La formación de candidata a archiduque es muy difícil para una joven sin madre." 'O eso dice.'
No hubo mucho tiempo para más comentarios cuando nuestra señora ya estaba de regreso.
"Les presento a mi prima, Margareth. Pasaron algunas cosas y tuve que tomarla como asistente. Acaba de cursar el cuarto año en la academia, por lo cual será mi asistente adulta cuando me matricule. Esta aquí para aprender sobre el templo y la forma correcta para servirme. Cualquier duda que tengan, cualquier cosa que necesiten, cualquier cosa que suceda, infórmenselo a ella."
Margareth hizo una ligera reverencia y se movió para acomodar algo en completo silencio.
"Mi prima estará tomando los tres cursos en la academia, así que habrá muchos días que se ausente" nos explicó, pero no dio más detalles sobre ella o porque la aceptó.
Nuestras lecciones siguieron como hasta ahora, con la diferencia de que Margareth y Lady Rozemyne se unieron a nosotros.
Lady Rozemyne entrenaría media campanada y luego se iría a entrenar por su cuenta a no sé dónde, Margareth alternaba entre el curso de caballeros y asistentes. En otras ocasiones no estaría en ninguno.
La forma en la que Margareth aparecía y desaparecía sin decir nada era extraño, pero ya que Lady Rozemyne no había querido tomar asistentes nobles, supuse que era lo mejor.
Para el día de la fruta, mi frustración era irremisible. Cada noche iba a verla encontrando su habitación vacía. Sus asistentes grises me informaron después de un tiempo que estaba en su habitación oculta bajo la orden de no molestarla.
.
"¿Qué te pasa hermanito? Normalmente tu humor es mejor al venir del templo" me cuestionó Justus después del desayuno, "¿Hay algún problema?"
"Justus, ¿Quién es Margareth?" le pregunte a cambio "Lady Rozemyne la tomó como asistente en algún momento entre la fiesta para vivir la primavera y su regreso al templo el día del agua. Dijo que era su prima"
"Margareth Tochter Meyer, ella es hija de Sigmund Meyer, hijo de un antiguo candidato a archiduque, a diferencia de nuestros padres que originalmente eran Candidatos a archiduque." Pensó un momento más, tratando de recordar algo sobre esta prima "Margareth fue bautizada como hija de la primera esposa de Sigmund, pero es hija de una amante"
"¿Cómo sabrías eso? Incluso mi verdadero origen es desconocido porque un niño no es reconocido hasta su bautizo."
"Por desgracia para ella, no es algo que quedara oculto. Antes de su bautizo, su padre la llevo al templo para protegerla hasta lograr convencer a su primera esposa de bautizarla. Tengo entendido que es la mejor amiga de Christine. Ambas pasaron por la misma situación."
"Entonces ambas son hijas de una amante y ambas vivieron en el templo hasta su bautizó ¿si estaban ocultas como sabes esto?"
"Fue un verdadero escándalo" comento Gudrun uniéndose a la conversación, "sobre todo porque Christine no oculta su infancia en el templo. Ella disfrutaba su vida como doncella del santuario. Su padre le permitió aprender cada ofrenda a Kuntzeal que deseara. Cuando entró en la academia se decidió por el curso de asistente, pero es bien sabido que se está preparando para mudarse a la soberanía como maestra de música."
"Margareth es la mejor amiga de Christine y Christine es la única amiga de Margareth, pero esas dos no tienen nada en común. Lo único que las une es su crianza en el templo hasta el momento de su bautizo y debut en invierno. Ambas tienen la misma edad. Así que los rumores sobre los orígenes de Margareth no tardaron en aparecer y Lady Edelina se encargó de confirmarlos en la socialización de invierno" Gudrun cerró los ojos, tratando de recordar algo antes de seguir su historia "el dolor de tu corazón, los sentimientos tristes, las alegrías, nunca se deben mostrar en el rostro de una dama. Toma todos tus sentimientos y conviértelos en fortaleza. Eres una ofrenda a Kuntzeal, no lo olvides. Esas eran las palabras que Christine le repetía a su mejor amiga. Ellas son un año menor que yo, así que no pude evitar sentirme triste por ambas. Era obvio que sufrían en sus casas."
"Entonces ¿Margareth también es una joven artística?" pregunté un tanto incrédulo, recordando sus movimientos durante los entrenamientos
"Para nada" Justus se río, "Margareth está fuertemente bendecida por Verbergen, Angriff, Steiferise, Dultzetsen, Vulcanift… en realidad por casi todos los subordinados del dios del fuego y algunas diosas subordinadas de Schutzaria. De todas maneras ¿Por qué te interesa? Lo más seguro es que Lady Rozemyne se viera obligada a tomarla como asistente."
Les conté lo que había pasado en la semana. Como ahora Lady Rozemyne estaba con ella en cada momento libre. "Desde que llegó, Lady Rozemyne solo come durante las tardes, se encierra en su habitación oculta y antes del entrenamiento matutino ella ya está despierta. Me preocupa que esta… asistente, este enseñándole malos hábitos a mi señora" por un momento ninguno dijo nada. "¿Qué sucede?" pregunté después de un rato.
"Por todos los dioses, Ferdinand ¡estas celoso!" se burló Gudrun, provocando que frunciera el ceño "Estas celoso de Margareth y lo cercana que parece a Lady Rozemyne"
"¡Claro que no estoy celoso! Estoy preocupado" me defendí sintiendo como el calor crecía en mis oídos.
Mis hermanos se burlaron de mi un tiempo más llenando de risas y comentarios incómodos mis días libres.
'¿Por qué no lo entienden?'
Rozemyne ha cambiado mucho. Margareth parece estar orillándola a eso… solo no quiero que se pierda a sí misma. Estaba seguro de que Margareth le repetía el mantra de Christine a Milady, no había forma de que hubiera cambiado tanto de otro modo.
El primer día del agua del último mes de primavera, tan pronto como todos regresamos al templo, Lady Rozemyne nos llamó a su habitación. A diferencia de la última vez que la vi, parecía estar mejor, más sana.
No encontré maquillaje en su rostro y los círculos negros habían desaparecido.
Tenía una sonrisa amable en el rostro y su cabello estaba sujetado en dos coletas bajas. Nos miraba a todos con calidez, o algo similar, sin embargo, me sentía incomodo mirándola de esta forma. Algo no me gustaba.
"Han trabajado mucho durante este tiempo. Lamento la carga que he puesto en sus hombros, pero para ayudarlos, les tengo regalos. Margareth" la joven apareció de pronto en mi visión, llevando un carrito de servicio consigo.
'¡¿En qué momento llegó?! esta prima no estaba en la habitación cuando entramos, ¿o sí?'
Margareth nos entregó a todos una caja de madera bellamente tallada. Lady Rozemyne nos hizo una seña y la abrimos. Mis ojos se abrieron ante el brazalete elaborado de tal manera que su belleza me robó el aliento. Tenía siete piedras, una de cada color noble. Lady Rozemyne había envuelto el brazalete en un pañuelo cuyo impactante bordado era mi nombre. Con algo de desconcierto me di cuenta de que podía sentir su maná en la tela y en el hilo.
'Hermoso.'
Encontré también lo que parecía una daga, la cual tenía una empuñadura ornamental que me dejó sin aliento.
"Es una manablade. Se hacen crecer con su maná. Por favor, ayúdense entre ustedes para cultivarlas. Yo ya he puesto un poco de mi maná en ellas, pero no será muy difícil que lo superen y puedan obtener su dominio. Si procuran rezar cuando las carguen con su maná excedente, sus espadas se volverán como una extensión de sus cuerpos en cualquier combate. En cuanto al brazalete, pueden usarlo en lugar de un schtappe. Es más limitado porque solo usa oraciones, pero si están en peligro pueden rezar a los dioses y recibirán ayuda."
Levantó su mano, mostrando entonces una cadena delicada que giraba de su muñeca hasta su dedo medio. Trece pequeños dijes colgaban del brazalete. Cada piedra tenía un color diferente. "También, está conectada a mi brazalete y al de Margareth. Si están en peligro, acudiremos a rescatarlos."
"Milady, ¿Por qué nos da esto? Son cosas muy valiosas, muy caras" cuestionó Bridget mientras yo seguía admirando los obsequios.
No pude evitar notar que los míos eran distintos a los de los demás. Más elaborados, también parecía ser el único que había recibido un pañuelo.
'Debería darle un presente a Lady Rozemyne yo también.'
"Hay un lugar al que necesito que me acompañen. Es peligroso, pero en verdad los necesito." Sus ojos bajaron apenas un momento, antes de girarse a Margareth, quien había regresado a su lado sin que me diera cuenta "Nos prepararemos para partir el día del viento de la cuarta semana de este mes. Iremos en highbeast, así que aprenderán a formar una durante las próximas semanas. Margareth les enseñara." Sus ojos se volvieron hacia mí "Lamento pedirte esto, pero necesitaré que me ayudes para finalizar el trabajo de este mes en dos semanas, Ferdinand, yo…"
"Como deseé. Soy el Sumo Sacerdote, después de todo" Lady Rozemyne me sonrío antes de permitir a los demás ir con Margareth.
Nuestro horario de entrenamiento y formación no cambiaría, al contrario, se intensificó, pero de alguna manera me sentía mejor que los últimos meses.
.
"Conrad, dejo el templo en tus manos. Hay suficientes cartas de herramienta mágica para que nos comuniquemos."
"Si, Lady Rozemyne. Tenga cuidado en su viaje"
Mientras Lady Rozemyne había estado dando las ultimas indicaciones a Conrad y a los asistentes grises que se quedarían en el templo, subimos el equipaje en su shumilbus.
Formé mi highbeast y observé a mis compañeros formar las suyas. Aprender a formarlas y usarlas les tomó dos días y se habían dedicado toda una semana a adaptarlas a sus necesidades. No sabía si Milady en verdad tenía habilidad para encontrar gente con talento o era su propio talento la que nos impulsaba a llegar a mayores alturas.
Justus llegó junto a Gudrun, quienes se sorprendieron al observar todas las highbeast alineadas
Bridget optó por una tradicional, con la forma de un águila con una especie de montura en el lomo y, al costado de su montura, una especie de maleta para guardar cosas importantes. Damuel también usaba un animal alado, uno que me recordaba a un albatros.
Matthias usaba un zorro, mientras que Laurenz montaba un toro, ambos sin alas. Sus highbeasts contaban con una montura y un bolso iguales a los de Bridget y Damuel.
Dirk y Roderick usaban dos tipos diferentes de mono, un huicocos y un mono capuchino
Muriella, Brunhilde, Tuuri, Grettia y Philine formaron lo que me recordaba a un patito, un perro, un gato, un cerdito y un puercoespín respectivamente. Pero estaban huecos y en el centro contaban con un asiento. También tenían una parte que parecía un contenedor para equipaje, de alguna manera me recordaban a los carritos montables para niños de mis días como Tetsuo.
Hartmut seguía usando una highbeast convencional. Un Capibara alado.
"Que desfile de Highbeast tan excéntrico y original" murmuró mi hermana.
"¿Realmente pueden volar?" preguntó mi hermano.
"Pueden" dijeron todos al unísono. Hinchando el pecho con orgullo.
"Estoy tan acostumbrado a mi highbeast que no he podido cambiarla" se lamentó Hartmut,
"Solo necesitas acostumbrarte de nuevo, Hartmut." Lo alentó Lady Rozemyne. Entonces nos miró a todos, antes de sonreír "Es hora de partir. Como saben, necesitamos llegar a la provincia de Garduhn durante la tarde del día de la tierra. Debemos ser tan rápidos con Steiferise."
"Milady, ¿no están saliendo con muy poca anticipación?" cuestionó Gudrun, "aunque sus sacerdotes y doncellas sean hábiles, son sacerdotes por una razón. Su maná no será suficiente para completar el viaje."
"Confió en los míos, Gudrun, pero si el viaje se complica para alguno, ampliare mi highbeast y lo dejare montar conmigo" respondió con una sonrisa amable entrando en su shumilbus.
Mis hermanos formaron sus propias highbeast. Gudrun usaba un ciervo, el símbolo de nuestra casa, mientras que Justus… ¿Qué era eso?
Parecía una vaca alada con varios cuernos en la cabeza, de los cuales uno era largo y afilado como el cuerno de un unicornio y los otros eran grandes, largos y extensos como los cuernos de un alce. Las piernas se veían musculosas con garras afiladas que sobresalían de sus patas, recordándome a algo así como un tigre o un león.
"Justus, por los siete, ¿en serio usaras un Bahelem?"
"¡Por supuesto!" respondió mi hermano con una sonrisa antes de subir.
.
Cerca de la quinta campanada nos detuvimos por primera vez. Gudrun estaba bastante sorprendida de que los sacerdotes azules pudieran seguirnos el ritmo. Habíamos volado bastante rápido, pero ninguno parecía cansado.
"Creo que estamos en la provincia de Richter" comentó mi señora observando algo.
"Prepararemos la cena, Milady." Dijo Tuuri haciendo una ligera reverencia antes de comenzar a descargar el equipaje.
"Montaremos la primera guardia, Milady." Bridget y Damuel dijeron antes de buscar las herramientas mágicas que debíamos instalar.
"¿En serio son sacerdotes y doncellas?" escuché que Justus murmuraba.
Recibí las feystone y me moví según se había decidido. Nos habíamos dividido en dos grupos de tres.
El erudito que nos instruía había olvidado que éramos sacerdotes y doncellas y nos había dado una educación que en general, no deberíamos recibir. Después de sus tutorías, me sentía listo para cruzar mi quinto año de erudición.
Habíamos diseñado esta herramienta entre todos, aunque me inspiré en un circuito de seguridad de mis días como Tetsuo.
Tan pronto como la feystone estuvo colocada, un escudo de viento se formó. Sonreí complacido cuando funcionó bien. En algún momento comencé a sentir el aroma de la cena y mi estomago protestó.
Tendría que esperar a que fuera el cambio de turno para ir a cenar. Pronto comencé a escuchar las voces y las risas de mis compañeros. No estaba muy lejos de ellos, solo lo suficiente como para generar un espacio cómodo. Después de todo, la potencia del escudo dependía de la zona que tuviera que proteger.
Casi un cuarto de campanada después capté un movimiento entre los árboles. Mi mano fue por instinto a mi manáblade.
"¿Milady?"
"Lo siento ¿te asuste?" preguntó sin moverse.
"No en realidad, es el entrenamiento de Lord Bonifatius." Expliqué relajando mi postura.
"Entiendo, ¿quieres cenar conmigo?"
"Me encantaría, pero…" me dedico una pequeña sonrisa.
"Margareth te cubrirá mientras cenamos" fue hasta que dijo su nombre que la mujer apareció.
"¡¿Qué eres? ¿una ninja?!" grité llevando una mano a mi pecho. Esta mujer iba a matarme.
"¿Ninja?"
"Un guerrero sigiloso entrenado para misiones de ciertas características, como infiltración, espionaje o asesinato."
"Margareth en realidad se ajusta a esa descripción" se rio Milady.
Lady Rozemyne recibió de su prima dos cajas con nuestros alimentos, se sentó en una roca y me hizo un espacio para que me sentara a su lado, sin embargo, era un espacio muy reducido. Mi pierna rozaba la suya, al igual que mi brazo. La miré con discreción, no quería incomodarla.
Me sorprendió ver que tenía un ligero rubor en su rostro, y una sonrisa suave qué me parecía más real que esa sonrisa que el último mes se mantenía sobre sus labios.
Comenzamos a cenar en un silencio agradable.
"Lamento no haber tenido tiempo para ti, Ferdinand" se disculpó de repente, "realmente quería celebrar contigo. Me siento muy feliz por tus logros. Sabía que lo conseguirías, después de todo, eres una persona realmente maravillosa", murmuró elevando sus ojos para mirarme.
Sentí el calor acumularse en mis orejas y no pude evitar la sonrisa nada noble que se formó en mi rostro.
"Fue todo gracias a usted, Milady…"
"Rozemyne." me interrumpió "Dime Rozemyne cuando estemos solos" pidió.
"…no podría."
"Ya lo hiciste antes. El día antes de la boda de Lady Georgine ¿recuerdas?"
"Esa vez…" sus ojos buscaron los míos, sus manos sujetaron la mía.
"Por favor, Ferdinand."
"Esa vez…" 'esa vez estaba muy preocupado' pero mis palabras no salieron. Se quedaron atoradas en mi garganta "Ro, Ro, Rozemyne" tartamudeé, pero ella solo sonrío complacida antes de volver a comer. Suspiré.
"Hay un lugar al que necesito que me acompañen. Es peligroso, pero en verdad los necesito." Sus ojos bajaron apenas un momento, antes de girarse a Margareth, quien había regresado a su lado sin que me diera cuenta "Nos prepararemos para partir el día del viento de la cuarta semana de este mes. Iremos en highbeast, así que aprenderán a formar una durante las próximas semanas. Margareth les enseñara." Sus ojos se volvieron hacia mí "Lamento pedirte esto, pero necesitaré que me ayudes para finalizar el trabajo de este mes en dos semanas, Ferdinand, yo…"
"Como deseé. Soy el Sumo Sacerdote, después de todo" Lady Rozemyne me sonrío antes de permitir a los demás ir con Margareth.
Nuestro horario de entrenamiento y formación no cambiaría, al contrario, se intensificó, pero de alguna manera me sentía mejor que los últimos meses.
.
"Conrad, dejo el templo en tus manos. Hay suficientes cartas de herramienta mágica para que nos comuniquemos."
"Si, Lady Rozemyne. Tenga cuidado en su viaje"
Mientras Lady Rozemyne había estado dando las ultimas indicaciones a Conrad y a los asistentes grises que se quedarían en el templo, subimos el equipaje en su shumilbus.
Formé mi highbeast y observé a mis compañeros formar las suyas. Aprender a formarlas y usarlas les tomó dos días y se habían dedicado toda una semana a adaptarlas a sus necesidades. No sabía si Milady en verdad tenía habilidad para encontrar gente con talento o era su propio talento la que nos impulsaba a llegar a mayores alturas.
Justus llegó junto a Gudrun, quienes se sorprendieron al observar todas las highbeast alineadas
Bridget optó por una tradicional, con la forma de un águila con una especie de montura en el lomo y, al costado de su montura, una especie de maleta para guardar cosas importantes. Damuel también usaba un animal alado, uno que me recordaba a un albatros.
Matthias usaba un zorro, mientras que Laurenz montaba un toro, ambos sin alas. Sus highbeasts contaban con una montura y un bolso iguales a los de Bridget y Damuel.
Dirk y Roderick usaban dos tipos diferentes de mono, un huicocos y un mono capuchino
Muriella, Brunhilde, Tuuri, Grettia y Philine formaron lo que me recordaba a un patito, un perro, un gato, un cerdito y un puercoespín respectivamente. Pero estaban huecos y en el centro contaban con un asiento. También tenían una parte que parecía un contenedor para equipaje, de alguna manera me recordaban a los carritos montables para niños de mis días como Tetsuo.
Hartmut seguía usando una highbeast convencional. Un Capibara alado.
"Que desfile de Highbeast tan excéntrico y original" murmuró mi hermana.
"¿Realmente pueden volar?" preguntó mi hermano.
"Pueden" dijeron todos al unísono. Hinchando el pecho con orgullo.
"Estoy tan acostumbrado a mi highbeast que no he podido cambiarla" se lamentó Hartmut,
"Solo necesitas acostumbrarte de nuevo, Hartmut." Lo alentó Lady Rozemyne. Entonces nos miró a todos, antes de sonreír "Es hora de partir. Como saben, necesitamos llegar a la provincia de Garduhn durante la tarde del día de la tierra. Debemos ser tan rápidos con Steiferise."
"Milady, ¿no están saliendo con muy poca anticipación?" cuestionó Gudrun, "aunque sus sacerdotes y doncellas sean hábiles, son sacerdotes por una razón. Su maná no será suficiente para completar el viaje."
"Confió en los míos, Gudrun, pero si el viaje se complica para alguno, ampliare mi highbeast y lo dejare montar conmigo" respondió con una sonrisa amable entrando en su shumilbus.
Mis hermanos formaron sus propias highbeast. Gudrun usaba un ciervo, el símbolo de nuestra casa, mientras que Justus… ¿Qué era eso?
Parecía una vaca alada con varios cuernos en la cabeza, de los cuales uno era largo y afilado como el cuerno de un unicornio y los otros eran grandes, largos y extensos como los cuernos de un alce. Las piernas se veían musculosas con garras afiladas que sobresalían de sus patas, recordándome a algo así como un tigre o un león.
"Justus, por los siete, ¿en serio usaras un Bahelem?"
"¡Por supuesto!" respondió mi hermano con una sonrisa antes de subir.
.
Cerca de la quinta campanada nos detuvimos por primera vez. Gudrun estaba bastante sorprendida de que los sacerdotes azules pudieran seguirnos el ritmo. Habíamos volado bastante rápido, pero ninguno parecía cansado.
"Creo que estamos en la provincia de Richter" comentó mi señora observando algo.
"Prepararemos la cena, Milady." Dijo Tuuri haciendo una ligera reverencia antes de comenzar a descargar el equipaje.
"Montaremos la primera guardia, Milady." Bridget y Damuel dijeron antes de buscar las herramientas mágicas que debíamos instalar.
"¿En serio son sacerdotes y doncellas?" escuché que Justus murmuraba.
Recibí las feystone y me moví según se había decidido. Nos habíamos dividido en dos grupos de tres.
El erudito que nos instruía había olvidado que éramos sacerdotes y doncellas y nos había dado una educación que en general, no deberíamos recibir. Después de sus tutorías, me sentía listo para cruzar mi quinto año de erudición.
Habíamos diseñado esta herramienta entre todos, aunque me inspiré en un circuito de seguridad de mis días como Tetsuo.
Tan pronto como la feystone estuvo colocada, un escudo de viento se formó. Sonreí complacido cuando funcionó bien. En algún momento comencé a sentir el aroma de la cena y mi estomago protestó.
Tendría que esperar a que fuera el cambio de turno para ir a cenar. Pronto comencé a escuchar las voces y las risas de mis compañeros. No estaba muy lejos de ellos, solo lo suficiente como para generar un espacio cómodo. Después de todo, la potencia del escudo dependía de la zona que tuviera que proteger.
Casi un cuarto de campanada después capté un movimiento entre los árboles. Mi mano fue por instinto a mi manáblade.
"¿Milady?"
"Lo siento ¿te asuste?" preguntó sin moverse.
"No en realidad, es el entrenamiento de Lord Bonifatius." Expliqué relajando mi postura.
"Entiendo, ¿quieres cenar conmigo?"
"Me encantaría, pero…" me dedico una pequeña sonrisa.
"Margareth te cubrirá mientras cenamos" fue hasta que dijo su nombre que la mujer apareció.
"¡¿Qué eres? ¿una ninja?!" grité llevando una mano a mi pecho. Esta mujer iba a matarme.
"¿Ninja?"
"Un guerrero sigiloso entrenado para misiones de ciertas características, como infiltración, espionaje o asesinato."
"Margareth en realidad se ajusta a esa descripción" se rio Milady.
Lady Rozemyne recibió de su prima dos cajas con nuestros alimentos, se sentó en una roca y me hizo un espacio para que me sentara a su lado, sin embargo, era un espacio muy reducido. Mi pierna rozaba la suya, al igual que mi brazo. La miré con discreción, no quería incomodarla.
Me sorprendió ver que tenía un ligero rubor en su rostro, y una sonrisa suave qué me parecía más real que esa sonrisa que el último mes se mantenía sobre sus labios.
Comenzamos a cenar en un silencio agradable.
"Lamento no haber tenido tiempo para ti, Ferdinand" se disculpó de repente, "realmente quería celebrar contigo. Me siento muy feliz por tus logros. Sabía que lo conseguirías, después de todo, eres una persona realmente maravillosa", murmuró elevando sus ojos para mirarme.
Sentí el calor acumularse en mis orejas y no pude evitar la sonrisa nada noble que se formó en mi rostro.
"Fue todo gracias a usted, Milady…"
"Rozemyne." me interrumpió "Dime Rozemyne cuando estemos solos" pidió.
"…no podría."
"Ya lo hiciste antes. El día antes de la boda de Lady Georgine ¿recuerdas?"
"Esa vez…" sus ojos buscaron los míos, sus manos sujetaron la mía.
"Por favor, Ferdinand."
"Esa vez…" 'esa vez estaba muy preocupado' pero mis palabras no salieron. Se quedaron atoradas en mi garganta "Ro, Ro, Rozemyne" tartamudeé, pero ella solo sonrío complacida antes de volver a comer. Suspiré.
"No fue solo por mí, Ferdinand. Como te dije en la carta, eres una persona maravillosa, amable, inteligente que aprende con rapidez y que no duda en compartir lo que sabe. Escuche que fue por ti que Eisenreich obtuvo el mayor número de estudiantes de honor que jamás había habido."
"No fue la gran cosa" negué, "usted es tan hábil, tan buena, tan bondadosa, que solo hice lo que usted haría" expliqué volviendo mi atención a mi cuenco, ahora vacío.
En un momento, sentí sus labios sobre mi mejilla. Cuando giré a verla, sonreía con suavidad, mirándome ahora de pie "Cuando volvamos, definitivamente celebraremos." Prometió. "Cuando sea momento del cambio de turno, ¿podrías recostarte en el asiento del pasajero? Reformé mi shumilbus para que durmiéramos cómodos. Margareth, ve con Damuel ahora, Philine debería haberle llevado ya su cena."
Y se fue.
Milady había cambiado mucho estos meses, pero me alegró ver que aún seguía siendo la pequeña niña bondadosa que conocí.
.
En algún momento, antes de que el día cambiara de fecha, Matthias llegó para relevarme. Regresé al claro y vi la highbeast de Lady Rozemyne como algo similar a un camper. Desactivé la armadura de feystone y entré. Roderick, Hartmut y Tuuri estaban despiertos, esperándonos.
Nos indicaron donde dormiríamos el resto de la noche y nos ayudaron a limpiarnos. Una vez hecho se retiraron ellos también a dormir
"Buenas noches, Ferdinand" me saludó mi hermano quien parecía haberme estado esperando. "¿Sabes?, cuando escuche de su entrenamiento, esperaba una formación intensa, pero no a este nivel" susurró para no despertar a nadie.
"Ahora entiendo porque estabas tan agotado" comento mi hermana mirándome con un poco de lastima, "Se convirtieron en caballeros y asistentes de primer nivel. Es una lástima que solo sean sacerdotes y doncellas."
"Es lo que es" respondí en el mismo volumen para no molestar a nadie "Que descansen con la bendición de Schlaftraum."
Comencé a caminar con cuidado hacia el frente del camper hasta llegar al asiento del pasajero. Lady Rozemyne dijo que lo había reformado para que fuera más cómodo, pero incluso estos asientos eran más anchos. Me recosté de medio lado, buscando una posición cómoda, cuando mis ojos cayeron en la figura durmiente de Lady Rozemyne. No parecía estar teniendo pesadillas por lo que me alegré.
Cuando al fin comenzaba a quedarme dormido, escuché que Lady Rozemyne me llamaba.
"Ferdi, Ferdi, ¿estas dormido?" preguntó moviéndome mi brazo con insistencia.
"Rozemyne, ¿qué…?"
"Lo lamento. Tuve una pesadilla… ¿puedo dormir contigo?" me preguntó.
"Ven aquí" respondí sin pensar mucho, sintiendo como ella subía al asiento.
"Espere, Lady Rozemyne…"
"Lady Gudrun. Milady necesita descansar. Suele tener pesadillas excepto cuando Lord Ferdinand está junto a ella. Por favor, déjela dormir. No pasará nada malo." Interrumpió Brunhilde a mi hermana.
"No desconfió de mi hermano… pero esta situación…"
"Bueno, bueno… es bastante divertido, ¿no crees hermana?" escuché que Justus se burló.
Aferré mi abrazo alrededor del pequeño cuerpo de Rozemyne fingiendo estar dormido. Si no era convincente, mis hermanos no me dejarían en paz el resto del viaje.
Pronto el cuerpo de Milady se relajó sobre mí y su respiración se volvió ligera. Sus brazos rodearon mi torso y se acurruco aún más cerca.
'Pronto mi señora cumplirá ocho, pero de vez en cuando sigue actuando como una bebe.'
A la mañana siguiente, me desperté cuando comencé a sentir frio. En algún momento Lady Rozemyne se había escurrido de mi abrazo para irse, pero ya que aun podía sentir una parte de su calor y su aroma, debía haber pasado hace poco. Apenas abrí los ojos, me encontré con los rostros de mis hermanos con mirandas burlonas y sonrisas socarronas.
"¿Cuánto tiempo seguirás ignorando el rafel de Lady Rozemyne por ti, Ferdinand?" me preguntó mi hermana apenas abrí los ojos.
"¿De qué hablas?" pregunté frotando mis ojos.
"¿De qué crees? Lady Rozemyne te llamo Ferdi y te pidió que la dejaras dormir contigo."
Sabía a que se estaba refiriendo, después de todo, le había dicho lo molesto e incómodo que me había sentido con Lady Constance por acortar mi nombre.
"¿De qué están hablando?" pregunté de nuevo fingiendo ignorancia "me dormí después de que terminó mi guardia. No sé qué es eso que dicen de Lady Rozemyne."
Justus dejó escapar un suspiro de fingida preocupación "No sé qué tan bueno sea eso, hermanito. Cualquiera podría aprovecharse de ti con esa carita de dama que tienes." No tenía el sueño pesado, así que eso nunca pasaría, pero decirlo ahora sería mi fin.
"Soy un niño, solo tengo once años. Por supuesto que mi rostro aun tiene detalles infantiles y andróginos, ¿Cómo eso es relevante?" pregunté a cambio, fingiendo no haber entendido de que hablaba.
Sonrió "Puedo enseñarte el arte del sigilo y a como adaptarte para reunir información. Con tu lindo rostro pasarás más fácil por mujer que yo"
'¿Qué?' "¿Qué estás diciendo?"
Mi mente vagó a la reunión de confraternidad de aquel primer día de clases.
'Querida hermana, ¿puedes aguantar que te sigan cortejando? Si no es así, avísame cuando te canses de aplastar insectos y te suplantare con alegría. Tenemos la misma estatura ahora, deberías aprovechar.'
'Mi hermano se trasviste… ¡¿Cómo, por los sietes, eso pasa en Yurgenschmidt?!, ¡¿dónde la cultura es tan mojigata?!'
"Justus, maldito pervertido! ¡No corrompas a nuestro hermano!" gritó Gudrun cruzada de brazos, completamente furiosa.
"Jajaja, lo siento, lo siento. Era un momento perfecto, no podía dejarlo pasar. Pero en serio, ¿qué es eso de que Lady Rozemyne suele tener pesadillas excepto cuando estas con ella?"
"Ah, eso. Hay temporada en las que Lady Rozemyne tiene terrores nocturnos. Se pone tan mal que incluso su maná se ve afectado. Suelo quedarme junto a ella cuando pasa, para vigilarla… Milady es una hermosa dama, pero cuando está asustada o triste, suele actuar como una bebé."
"¿Vaya? Recuerdo a padre diciendo que Lady Rozemyne era una niña bastante cariñosa, con que se refería a eso" murmuró Gudrun.
"Creo que, conforme crezca se hará más y más independiente, pero mientras aún es una niña pequeña quiero cuidarla… sé que no debería ser así, pero Lady Rozemyne es cómo una hermana pequeña para mí y creo que ella me ve como un hermano mayor" expliqué. Con suerte dejarían de insistir en el hecho de que Rozemyne tenía un rafel fuera de temporada por mí.
Intercambiaron una mirada preocupada, pero no dijeron nada más.
Después del desayuno recogimos el campamento y retomamos el viaje. Matthias, Laurenz y Dirk subieron al shumilbus y se acomodaron en los asientos. Lady Rozemyne les había dicho que durmieran hasta el almuerzo porque era peligroso volar cansados. Subí con mi Lady en el asiento del pasajero y mantuvimos una conversación tranquila usando la herramienta anti escuchas para no molestar a los tres que dormían en el interior.
Me contó que parte de lo que la tuvo ocupada en primavera se debía a que tuvo que recolectar materiales para preparar el viaje. Una parte los usó para preparar los brazaletes y con los otros forjó las manáblade que nos obsequió.
Nos detuvimos en Meier para almorzar y acampamos en Lange. Lady Rozemyne volvió a colarse en mi asiento para dormir y descubrí que descansaba mejor con ella entre mis brazos, seguro de que estaba bien. Cuando volviéramos al templo esto no sería necesario.
A la mañana siguiente almorzamos en Leisengang y durante la noche, al fin llegamos a Garduhn, donde acamparíamos.
"Todos ustedes, hicieron un gran trabajo." Nos felicitó Lady Rozemyne, mirándonos con una sonrisa orgullosa. "estamos muy cerca del baño de la diosa. Justus."
"Si, Milady. El baño de la diosa tiene varias feybeasts, pero la más problemática es el Talfrosch. El mayor problema es que hay que dividirlas y acabar con ellas sin permitir que vuelvan a unirse."
"Mientras preparan el campamento, me llevaré a quienes tomaron el entrenamiento de caballeros. Nos encargaremos de esas feybeast" indicó y partimos hacia el lugar donde se supone que estaba el baño.
Lady Rozemyne encontró una estatua de una diosa del agua, pero no reconocí quien era. Le dejó una ofrenda de dulces y frutas para luego disculparse por aquellos que permitieron que su imagen se gastara hasta ser irreconocible.
Justus venía con nosotros. De alguna manera, el camino parecía abrirse para Lady Rozemyne. Me alegré mucho de que Hartmut no estuviera aquí, de lo contrario, estoy seguro que no dejaría la alabanza a Lady Rozemyne. Una mirada intercambiada con mi hermano, me indico que él pensaba lo mismo...
Pronto llegamos al lugar. Los Talfrosch eran feybeast similares a los sapos. Lady Rozemyne se aseguró de atraparlos a todos en un escudo de viento. Bridget se quedó junto a nuestra señora para mantenerla a salvo y los demás nos encargamos de las bestias. Justus expresó que no debería sorprenderse por nuestro trabajo en equipo y coordinación ya que nuestro tío nos había entrenado, pero que era impresionante el nivel que habíamos alcanzado en una temporada.
El día del agua transcurrió con tranquilidad. Entrenamos un poco. Comimos como si fuera un día de campo y en general, pasé mucho tiempo con Lady Rozemyne. Ella había aprovechado este día de espera, aunque no nos dijo qué esperaba, para festejar con todos mi logro como estudiante de honor, entonces volvió a prometerme que celebraríamos juntos cuando regresáramos al templo.
"Descansen bien esta noche. Nos iremos mañana después del almuerzo."
Mis hermanos me miraron buscando una respuesta. Habíamos hecho todo el viaje hasta Garduhn, eliminado los Talfrosch del baño ¿para nada? Negué. Yo tampoco entendía la situación.
"Princesa, ya que venimos hasta el baño de la diosa ¿podríamos recolectar algunos materiales? Justus y yo estamos reuniendo los ingredientes para nuestro jureve" pidió mi hermana.
"Los dejaré reunir materiales después del desayuno de mañana" respondió con una sonrisa suave en el rostro, "Margareth, encárgate de que puedan cenar."
"Como desee."
Tuve que reprimir el grito que escaló por mi garganta al escucharla, ella estaba a mi lado y yo no la había sentido.
Fui a mi lugar de guardia y cené junto a Lady Rozemyne como cada noche desde que este viaje inicio.
La luna roja estaba alta en el cielo cuando Matthias me relevó. Mi Lady estaba esperándome despierta cuando llegué.
"Buen trabajo, Ferdinand" me felicitó acomodándose junto a mí, "¿ha sido difícil?"
"No, en realidad. Pero como dijo, debemos dormir."
"Que Schlaftraum te dé buenos y felices sueños, Ferdinand" recitó ella y vi como unas luces de bendición blanca salían desde su anillo.
"Mi… Lady…"
"Descansa" musitó con una sonrisa y sentí como depositaba un beso en mi mejilla.
.
"Ferdinand, ¿te volverías mi dios oscuro?"
Sentí mi corazón acelerarse a su pregunta. ¿Cuánto tiempo había esperado esto?
"Rozemyne ¿estás segura?" pregunté, inseguro de aceptar.
Alguna vez le había dicho que sería un honor volverme su Dios Oscuro. Pero no quería que me eligiera solo porque se sentía responsable por mí. Quería que me eligiera por mí. Porque me quería. Porque era la persona más importante para ella, como ella era la más importante para mí.
"Por supuesto. Eres la persona más importante para mí", respondió como si leyera mis pensamientos. "No hay nadie más que quiera como mi Dios Oscuro" su sonrisa era suave y lucía encantadora con ese rubor sobre sus mejillas, "seré la más feliz mientras te acompaño en tu graduación, Ferdinand" sus brazos rodearon mi cuello y sus labios se acercaron a los míos, "te amo" murmuró antes de besarme.
Desperté agitado por el sueño.
'¿Qué estaba soñando? No lo recuerdo.'
Lady Rozemyne no estaba en su asiento, ni en el mío. Salí del camper, buscándola.
Abrego que trae consigo el barahunda,
El fumo que se acaba,
Flutrane nos libra de la perlesia
En la que Ewigeliebe nos deja
La melodía era suave, cantada en el lenguaje antiguo, un idioma que no muchos eran capaces de interpretar con facilidad. Y yo reconocería la voz de Rozemyne en cualquier lugar.
Mi cantar un melinfluo
Bluanfah, Efflorelume
El ballo bellitudo
Su voz me llevó de regreso hasta el baño de la diosa, sin embargo, no pude entrar.
Pequeñas luces similares a las de una bendición danzaban a su alrededor, mientras que de su anillo una bendición de verdad se derramaba. Sentí como mi corazón se apretaba de miedo mientras la veía danzando sobre una hoja de rairein.
De candorosa oración
Escucha mi canción
"¡Rozemyne!"
Golpee mi puño contra la barrera una y otra vez, observándola tararear mientras tomaba lo que parecía ser miel de la flor. A continuación, la observé teñir un capullo que no había brotado, convirtiéndolo en una feystone verde la cual guardo en una bolsa sobre su cadera.
"¡Maldición, Rozemyne! ¡Voltea! ¡Baja de ahí!" pero ella no parecía ser capaz de escucharme.
La luna roja seguía en el cielo, pero comenzaba a desvanecerse y con ella, la barrera comenzó a perder fuerza. Golpeé con mi maná una y otra vez hasta que se quebró. Fortalecí mi cuerpo y formé mi highbeast para alcanzarla cuando comenzó a caer, tomándola entre mis brazos antes de que alcanzara al estanque.
"¿Ferdinand, que…?" pero la interrumpí, apretándola contra mí.
"Por favor, por favor, por favor, no vuelvas a hacer esto" murmuré aun aferrándome a ella, "desperté y no te vi. Estaba preocupado."
"No era mi intención… pero tenía que estar aquí… ¿Cómo despertaste? Te hice dormir porque no quería preocuparte. A la diosa no le gustan los hombres, no ibas a poder acompañarme."
"Debiste decírmelo, Rozemyne. Por favor, déjame protegerte también. No quiero perderte."
No sé cómo, pero me quedé dormido mientras me aferraba a ella. Asegurándome de que estaba bien, de que estaba viva.
Cuando desperté estábamos de regreso en el templo, y ella se había ido otra vez.
.
Notas de una de las Autoras:
Hace tiempo, se nos ocurrió que si el lenguaje antiguo no era de verdad otro idioma, sino el idioma de Yurgensmith con los modismos y expresiones de épocas pasadas, entonces podíamos usar modismos y expresiones extintos o en vias de extinción del español para ilustrarlo.
Y bueno, por recomendación de Hikaryto, ahí les va la traducción de la canción:
Viento del suroeste que trae consigo el desorden,
El malgasto que se acaba
Flutrane nos libera de la parálisis
En el que Ewigeliebe nos dejó.
Mi dulce y tierno cantar
Bluanfah, Eflorelume
el baile hermoso
de oración sincera
Escucha mi canción.
SARABA
