Varios días habían transcurrido desde aquella noche en la arboleda, y afortunadamente nuestros protagonistas por fin, luego de mucho tiempo, lograron llegar a su destino, ¡El Árbol de la Vida!, claro, tuvieron uno que otro problemita al llegar, nada muy importante, solo que tuvieron una aparatosa bienvenida de parte de La manada Nocturna, los protectores del árbol de la vida, pero solo fue un malentendido que se resolvió de forma pacifica.
Por ahora, fuera de las razones por las que vinieron aquí, que era curar la cicatriz de Kion y los ojos de Ono, la Guardia se encargaba de disfrutar su estadia en este lugar, la verdad era un sitio impresionante, un gran conjunto de biomas con todo tipo de flora y fauna. Todos estos rodeaban el tan valioso e majestuoso Árbol de la Vida, un gran árbol colosal, tan grande que incluso era posible habitar en su interior, ese era el caso de la Reina Janna, una Leona muy sabia, aunque ya muy mayor, sin fuerzas para tan siquiera levantarse, estando recostada en una roca plana, siendo rodeada con unos hongos con Luminiscencia que iluminaban el lugar.
Ella estando ahí recostada era acompañada de su familia, la Manada Nocturna, la cuál, cómo su nombre indica, era un grupo de leones conformado por sus nietos, Rani y Baliyo, su hijo Surak, y Nirmala, quién aunque no tenia una relación sanguínea con ninguno, aún así era considerada parte de la familia.
Ahora mismo, tanto la Manada Nocturna como la Guardia del León se encontraban en el interior del Árbol de la Vida, hablando de algunos asuntos que habían ocurrido ese mismo día pero que no eran Relevantes para el desarrollo de esta historia.
"Entonces, eso fue lo que pasó, por eso Mama Manturón me odia tanto" decía Bunga, aquel tejón Melero tan despreocupado de la vida, recostado sobre el lomo de su amigo Beshte como ya era habitual, el hipopótamo por su parte solo estaba acostado en el suelo todo tranquilo.
"Vaya, ya sabiendo eso se entiende porque intento Matarate" dijo un león de pelaje Marrón y un vistoso copete en su melena, este era Baliyo.
"Si, en las praderas por lo general le perdonan los gases a Bunga, pero sino fuera así, todo el mundo allá sería su enemigo" comento Fuli, riendo un poco al ya saber de lo que el olor de su amigo podría ser capaz.
"Bueno, en todo caso, solo esperemos el problema de esos depredadores termine pronto" dijo la Reina del lugar, Janna, recostada sobre su roca mientras escuchaba toda la conversación.
"Esperemos así sea" finalizó Rani, la princesa y líder de la Manada Nocturna, queriendo cambiar de tema antes de proceder con su patrullaje de medianoche que ya estaba próximo.
Los animales ahí presentes continuaron hablando un poco más, aunque, justo en ese mismo lugar pero un poco más hacia el fondo, se encontraba Makini acompañada de Nirmala, una leona también de pelaje marrón, y con una flor decorando su cabeza, ella era la Curandera del lugar, así que venía bien que Makini estuviera con ella.
"Vaya, enserio no puedo creer todo lo que a llegado a ocurrir aquí desde mi última visita" decía la mandril, observando una gran pared repleta de pinturas, muchas de ellas no estaban ahí cuando ella era niña, cada una de estas contaba una historia diferente, y lo suficientemente relevante para que amerite estar ilustrada ahí.
"Al menos por lo que puedo ver, si, ha pasado de todo" continúo la otra, también observando aquellas pinturas, recordando las veces en que hacía lo mismo cuando apenas se unió al grupo, solo observarlas, prestando atención a las historias que estás contaban. "Puedo percibir una sensación muy tranquila al hacer esto nuevamente... Es revitalizante"
"Se te nota" Makini le miró con gusto pero luego siguió observando la pared otra vez, fantaseando con pintar cosas nuevas allí, tarde o temprano lo haría. Así continuaron ambas un poco más, hasta que, la mandril logro divisar una figura en particular, ella se acercó al no ser tan visible, la pintura que ahí se mostraba era la de un felino completamente negro, o eso aparentaba ser, igual por eso no logro verlo por la baja iluminación del lugar, aunque ahora la curiosidad de ella incremento más al notarlo. "Nirmala, ¿sabes que es esto?"
"¿Que cosa?" Nirmala se dirigió hasta donde estaba la simio, ahí Makini le enseño la pintura, la leona la observo un momento, tratando de recordar si en algún momento le dijeron que era eso, pero no tenía nada. "No, no estoy segura quien podría ser... Pero, parece ser una Pantera Negra"
"¿Pantera Negra?" Makini arqueo una ceja al escuchar eso último, por un momento pensó en si podría hacer referencia a aquella historia que sus padres le contaron, pero no quería hacerse falsas ilusiones antes de tiempo. "Bueno... Tal vez, deberíamos preguntar, quizá la Reina tenga una respuesta" propuso la mandril antes de dirigirse con los demás, afortunadamente no estaba muy lejos de donde ella y Nirmala estaban. "Disculpe, Majestad" llamo su atención, y de paso la del resto de animales ahí presentes.
"¿Si? ¿Ocurre algo Makini?" preguntó la Leona tratando de ver hacia donde estaba la simio, era complicado dada la posición en la que estaba recostada pero aun así consiguió hacerlo.
"Disculpe las molestias pero, ¿Usted sabe que es esto de aquí?" Preguntó apuntando con su bastón a aquella pintura en la pared, no sabia si la Reina lograría verlo a esa distancia, se sintió algo boba al pensar en la posibilidad de que no fuera así, pero por suerte, la leona no solo logro divisar que era, sino que también tenia una respuesta.
"¡Oh! Si... Lo se muy bien" La Reina Janna veía esa figura con cierta nostalgia y melancolía, recordando muchas cosas a la vez, buenos tiempos que vivió con alguien muy especial. "Ese de ahí es un viejo Amigo que tuve, su nombre era Nyasi... y el también era un Rey"
Eso ultimo llamo mas la atención de todos, tanto la Manada Nocturna que no tenían ni idea de eso, como de la Guardia del León, quienes se miraron entre si, la mayoría en ese momento no recordó la historia que Makini les había contado, pero ella definitivamente ya estaba deduciendo de que se trataba.
"¿Rey? ¿De donde? ¿Si solo están las Praderas y el Árbol de la vida?" pregunto Surak, el hijo de la Reina, este era un león adulto, también de pelaje marrón e incluso tenia su melena crecida.
"Bueno... Quizá sea momento de que se los diga, pero Nyasi, era el Rey de Wakanda" una vez dicho eso, el sitio se quedo en silencio total. Los miembros de la Manada Nocturna se miraron confundidos, mientras que los de la Guardia estaban perplejos por aquella confirmación, y ni hablar de Makini.
"U-usted... ¿Esta hablando enserio? ¿Esta diciendo que Wakanda s-si existe?" pregunto ella con cierta timidez, acercándose a la Reina mientras sujetaba con fuerza su bastón.
"Por supuesto... y lo se, porque Yo estuve ahí" Con cada cosa que ella respondía, ya no cabía duda alguna, esto era real. "Fue hace muchos años, cuando yo era Joven, todavía no me convertía en Reina cuando lo conocí... Nyasi, me llevo hasta Wakanda..."
"Hevi Kabisa..." dijo Kion con asombro, sin poder creer del todo lo que la leona estaba diciendo, y bueno, no dudo en preguntar algo que podría ser importante. "y... ¿En donde se encuentra Wakanda, su majestad?"
"Bueno..." Ella pensó un momento, pero, enseguida bajo su cabeza con algo de pena. "No lo sé... Nunca supe el camino, ni donde esté ubicada"
"Ehhh, ¿entonces como fue que llegaste a ese lugar?" pregunto Rani ya con mucha curiosidad en su interior, aunque también estaba preguntándose porque su abuela nunca les había contado de aquello.
"Volando, Rani" nuevamente, todo el mundo estaba confundido, inclinando la cabeza a un costado sin dejar de verla.
"¿Estan seguros que no tiene Demencia Senil?" Le pregunto Ono a Anga, pero está le dio un pequeño golpe con su ala por haber dicho eso. "¡Hey!"
"No seas grosero, ella te curo los ojos" le reclamo la águila, haciendo un ademán con su ala como si fuera a golpearlo otra vez. Ono no dijo nada más luego de eso, afortunadamente nadie más lo había escuchado pero aún así estaba arrepentido de sus palabras.
"Madre, ¿estás segura de lo que dices?" pregunto Surak acercándose a su progenitora, asegurándose de que no se sintiera mal y estuviera diciendo disparates.
"Por supuesto que sí, Hijo, lo digo de verdad... Nyasi me llevo hasta Wakanda, y ahí, el me enseñó todas las maravillas que el y los animales de ese lugar han hecho con el regalo que el cielo les otorgó... El Vibranio" continuo ella recordando aquella época con mucho cariño, dando un ligero suspiro. "Yo llegué ahí sobre un gran pájaro hecho de aquel material mágico... Los animales vivían en grandes montañas de roca, y estas brillaban cuando caía la noche... Había una gran aura alrededor del reino que impedía que los peligros del exterior accedieran... Y si eso no funcionaba, Nyasi recubria su cuerpo con Vibranio, y así el se encargaba de proteger a su reino de cualquier mal que intenté ingresar"
"Por los Ancestros..." Makini estaba que reventaba de emoción con todo lo que la reina estaba diciendo, notandose esto en su mirada, ¡sabía que no podía ser solo una leyenda!, y poder escuchar todo esto de parte de ella, le daba todavía mas esperanzas de poder llegar ahí en algún momento.
"Vaya, sin duda todo eso suena maravilloso, pero... ¿Por qué nunca nos habló sobre eso, majestad?" preguntó Nirmala.
"Bueno... Nyasi me lo pidió..." respondió la reina, dando otro suspiro mientras miraba nuevamente la pintura de aquella Pantera en la pared. "En este mundo habitan todo tipo de animales, y muchos de ellos poseen dones que podrían ser beneficiosos, pero también muy peligrosos, incluso catastróficos... Tal vez no lo notemos a simple vista, pero allá afuera, hay muchos animales con habilidades únicas, más de los que uno podría imaginar... Y nunca se sabe quien usará eso para el Mal"
"No creo estar entendiendo" añadió Bunga muy confundido, inclinando su cabeza a un costado otra vez.
"Bueno... Yo tengo el Rugido de los Ancestros..." Comento Kion. "¿Es posible que esos animales de los que hablas porten algun poder así?"
"Efectivamente... Es por eso que Nyasi me pidió no contar nada sobre Wakanda, no podía arriesgarse a que algún peligro inminente Amenazara su Reino" La Leona se recostó nuevamente, cerrando sus ojos. "Pero, ahora ustedes deben saberlo, es probable que... Pronto yo no esté aquí, así que, agradezco haberlo contado con alguien antes de partir..."
"Abuela, no digas eso" Rani se acercó con ella junto con Baliyo. "No te preocupes por eso, estoy segura de que aún te queda mucho por recorrer en el ciclo de la vida"
"Si, Rani tiene razón, y confío en que así será" continuo Baliyo, entonces ambos hermanos se acariciaron con su abuela como muestra de afecto y cariño hacia ella, luego también Surak y Nirmala también se acercaron para hacer lo mismo.
"Solo el tiempo lo dirá..." ella sonrió ya cerrando sus ojos, queriendo descansar un poco al menos por ahora. "Al menos ahora saben que Wakanda existe, no sé si algún día puedan verlo en persona o conozcan al Rey, pero es importante tenerlo en mente..." ya dicho eso, cerro sus ojos para dormir de una vez, siendo una leona ya bastante mayor, era necesario dormir para así mantener las pocas fuerzas que le quedaban.
"si, así será su majestad" dijo Makini aún manteniendose sería, pero enseguida salió del árbol de la vida, parecía que tenía prisa, cosa que extraño al resto, y ya estando afuera, Makini no dudo dos veces antes de exclamar al aire. "¡SIIIIIII! ¡WAKANDA EXISTE! ¡SI EXISTE! !NO ES SOLO UN CUENTO! ¡DE VERDAD ES REAL! ¡¡AAAAAAAAAHHHHHH!!"
"Creo que le Gano la emoción" dijo Fuli luego de escuchar los gritos de alegría de su amiga mandril.
"Sin duda que si* continuo Beshte, pero este entonces volteo para ver a su amigo Garceta. "¿Ono? ¿Tienes algo que decir al respecto?"
"¿Eh? ¿De que hablas?" cuestiono el ave, haciéndose el que no sabía pero realmente si.
"Vamos Ono, tu eras el más escéptico con respecto a lo de Wakanda" Bunga se acercó para rodearlo con su brazo. "Dime, ¿que se siente estar equivocado?"
"Pff ok, tal vez me equivoqué con lo de su existencia, ¿pero enserio van a creer en lo de pájaros de Vibranio y todas esas cosas?" pregunto este con arrogancia, aún aferrado a su idea.
"Meh, olvídalo, contigo no se puede" dijo Kion rodando los ojos, luego salió del lugar, no tenía tiempo para lidiar con esto, sus amigos también lo acompañaron, dejando solo a la Garceta para mejor ir a acompañar a la mandril allá afuera.
"Por los Ancestros, Parecen cachorros..." comento Ono, algo fastidiado ya, pero entonces Nirmala se acercó con el, sentándose a su lado un momento.
"Arama Karo, Ono. Honestamente yo tampoco se en qué creer, no estoy del todo segura en los relatos que se cuentan sobre aquel lugar, pero, no voy a cuestionar a la Reina y su sabiduría" decía está manteniendose lo más sería posible, usando su pata para acariciar a Ono en la cabeza.
"Bueno, yo no dudo que un lugar así exista, pero no me imagino todo lo que se cuenta de ahí, bien pueden ser exageraciones" continuo Ono dejando que la leona hiciera eso.
"y yo pensaba que el Rugido también era solo una leyenda" finalizó Nirmala, poniéndose de pie para salir también del sitio. "En breve será el patrullaje de medianoche, nos vemos después Ono- ya ahí solo se fue acompañada de Rani, Baliyo y Surak, ahora sí que si, la Garceta se había quedado completamente en solitario.
Ono solo suspiro, el de verdad que estaba aferrado en su postura, pero lo que la leona le había dicho lo tenía pensativo, tal vez solo, debería dejarse llevar, como Fuli menciono la otra noche, no tenía nada de malo pensar que podría ser real, a fin de cuentas, no hay nada que afirme lo contrario, y ahora con el testimonio de la Reina, quizá era lo ideal. Al final, se canso de estar solo, y ya reconsiderando lo ocurrido, fue a con sus amigos de una vez, igual, no quería perderse de ver a Makini feliz con todo esto.
Una vez salió, vio a todos reunidos en el mismo lugar, resaltando mucho a la mandril que hacía muchos ademanes para expresar su emoción. Ono sonrió por eso, feliz de poder presenciar tal escena con su vista recién curada.
"Mmh, Oh Hola, Ono" saludo Anga al notar su presencia, haciéndole una señal para que se acerque, y este hizo caso, yendo con ellos finalmente.
"Hola, ¿de que hablan chicos?" pregunto con algo de pena, no sabía si estaban molestos o algo por lo que pasó hasta hace unos momentos ahí adentro.
"No mucho, lo acompañamos a Makini en su emoción" respondió Fuli aún viendo a su amiga mandril, ya un poco más calmada luego de esa descarga de energía.
"Si... Es que, que les digo, saber que Wakanda es real me hizo sentir tan... ¡Feliz!" respondió está con una gran sonrisa, limpiándose una lágrima que tenía en su mejilla.
"Se nota, da gusto verte tan alegre al respecto" continuo Beshte.
"Si, aunque, ahora hay una duda... ¿Dónde estara Wakanda?" pregunto el tejon, sabiendo que ni la reina tenía idea alguna de dónde podría estar.
"Bueno, ese es otro problema, ya en algún momento averiguaremos eso, pero, el hecho de saber que de verdad es real, me es más que suficiente... Por ahora" finalizó Makini, sentándose sobre el pasto para descansar.
Los demás hicieron lo mismo, echándose en el suelo, recostados en aquel lugar tan cómodo, apreciando el cielo estrellado y lo hermoso que era.
"Yo... La verdad aún no creo al 100% en qué ese lugar de verdad sea tan especial, pero, voy a confiar en que así será, por ustedes chicos" dijo Ono algo avergonzado de decir aquello.
"Muchas gracias Ono, es bueno saber eso jeje" Makini sonrió al escuchar lo que su amigo había dicho, tomando a este entre sus brazos para abrazarlo con cariño. "Estoy segura de que algún día podremos estar ahí, no se cómo llegaremos o si lo encontraremos, pero, les aseguro que así será"
"Nosotros estamos contigo Makini, te apoyaremos en todo" impeto Kion, mirando aquel momento tan bonito entre esos dos.
"Asi es, tu no te preocupes por eso" continuo Fuli, también decidida en esto.
"Si que si" y finalizó Beshte, también a favor de lo anterior dicho.
La mandril definitivamente estaba muy feliz por todo esto, le hacía sentir una sensación muy especial saber que tenía amigos que la apoyaban tanto, aún sino fuera para lo de Wakanda, era hermoso tenerlos a todos aquí para ella. Igual, solo el futuro determinará si ese sueño podrá llegar a cumplirse, aún si tuvieran que esperar años para ello...
4 años Después...
El tiempo a pasado, y nuestra querida Guardia del León a crecido mucho desde su llegada al Árbol de la vida, además también de muchas cosas que han ocurrido desde entonces: Kion y Rani se enamoraron y terminaron casándose, siendo actualmente los reyes del Árbol de la vida, siendo padres de un par de cachorros; Bunga también formó una familia de tejones de la Miel con su pareja Binga, otra tejon que era idéntica a él en todo; Fuli, bueno, conoció a otro cheetah macho pero nunca formalizaron nada, ella sigue soltera y es feliz así; Ono y Anga por su parte también intentaron tener una relación, pero no funcionó para nada, terminaron muy pronto pero en buenos términos; y Beshte, hizo muchos amigos, también sigue soltero pero tampoco es como si le molestará; y por último, Makini, ella ahora era la Mjuzi real de Rani y Kion, se encargaba de aconsejar a la realeza y todo eso, lo mismo que hacía Rafiki básicamente.
Sin duda todos ágora tenían una vida pacifica y tranquila, Pero, ¿al final que ocurrió con el asunto de Wakanda?
Pues, tanto la mandril como la Guardia habían enfocado muchos de sus esfuerzos y tiempo para poder encontrar aquel Reino, y, uno creería que en 4 años ya tendrían algún avance, pero no, aún no había resultados de dicha búsqueda, era difícil sabiendo que literalmente nadie más que ellos sabían de su existencia, nisiquiera tenían idea de por dónde empezar exactamente.
Total, que la mayoría decidió olvidarlo más pronto que tarde, sin algún indicio que pudiera ser de ayuda, poco se podía hacer, así que fue algo que dejaron de lado para continuar con sus vidas, incluyendo Makini, que aunque no quisiera, era algo que tenía que hacer... Sin embargo, antes de abandonar toda esperanza, algo ocurrió.
La mandril actualmente se encontraba en el interior del árbol de la vida, pintando unas cosas en la pared, tarareando una pequeña canción mientras hacia lo suyo, pero, en algún momento simplemente se detuvo, dejando tanto de pintar como se tararear, ella sentía una sensación extraña, algo que no podía explicar bien, era como si tuviera el presentimiento de que algo grande iba a ocurrir, pero, no sabía si era algo bueno, o algo malo.
"¿Que es eso...?" se pregunto a si misma mientras observaba a la entrada del árbol, dejando lo que estaba haciendo para salir al exterior. Una vez afuera, está miró al cielo con intriga, quizá así podría saber que era esa sensación, pero no fue así. "Huh..."
"¿Makini? ¿ocurre algo?" pregunto alguien acercándose a ella, era Rani, la actual Reina del lugar, se veía más crecida que la última vez, ahora teniendo un poco de pintura celeste sobre su frente, siendo esto lo que vendría a ser su "Corona".
"Algo no me agrada... Tengo el presentimiento de que algo va a ocurrir pero, no se que podría ser" respondió con algo de temor, sin saber que decir con exactitud, incluso, llegó a teorizar que tal vez algo iba a ocurrir, pero no en el Árbol de la vida, sino, en otro lugar...
Finalmente, aquí está para ustedes el segundo capítulo de esta historia, un poco difícil de escribir pero logré terminarlo, me extendí con el un poco pero era necesario, aún así espero les haya gustado la verdad.
Una de las razones de porque se me complicó tanto la escritura fue por el salto de tiempo, ya que, si, estos dos primeros capítulos están ambientados durante la tercera temporada de la Guardia del León, sin embargo, de aquí en adelante todo lo demás ocurrirá 4 años en el futuro, ese siempre fue mi plan desde el inicio, pero sentí que sería mejor hacer estos dos capítulos para poner tanto al lector como a los personajes en contexto jeje.
La Reina Janna menciona que cuando era joven conoció a la pantera negra, el nombre que le puse a este, es Nyasi, que en Suajili significa "Hierba", por la Hierba de corazón, ya saben, la verdad fue difícil escoger su nombre, no entiendo cómo otras personas pueden nombrar a sus OCs del Rey león, es muy complicado xD.
Y si, por si no había quedado muy claro con el capítulo anterior, en esta historia la Pantera Negra será un animal Feral, en la serie original no se menciona literalmente nada de la existencia de humanos, Kion y el resto se fueron caminando a Pata desde África hasta la India y aún así no hubo humanos por ningún lado, así que, para fines prácticos, en esta historia directamente no existirán.
Y bueno, eso sería todo por ahora, espero el siguiente capítulo no sea tan complicado de escribir, yo creo que no, ya que uno de mis problemas principales era el de concretar el prólogo con ese salto de 4 años, y como ya lo resolví, escribir lo siguiente seguro será más fácil... Espero.
Ya dicho todo eso, me despido, ¡nos vemos!
