Disclaimer: One Piece y todos sus personajes le pertenecen a Oda, yo solo vine acá para imaginar.
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Notas de la autora: Justo a tiempo, como lo prometí en el capítulo anterior. Este capítulo ha sido todo un dolor de cabeza para mí, primero, porque en la partida de los Sims que les comentaba, no hay rastros de Perona ni de Coby ni de Franky, así que ellos salieron para poder tener más cosas con las que jugar, pero al mismo tiempo, me emociona mucho el papel que de ahora en adelante tendrán todos estos personajes para que todo se desarrolle. Espero que les guste este capítulo.
Canción: Shiver-Coldplay
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Lo que tuvimos que hacer
Capítulo 3: Ni siquiera me mirabas
El jueves no era tan diferente de los demás días, al menos no para Usopp, quien en ese momento nuevamente corría por los pasillos del campus antiguo, tratando de no llegar tarde a clases.
—Tengo que encontrar una casa más cerca de la universidad. —repetía mentalmente mientras sostenía fuertemente los materiales de arte que cargaba.
El muchacho por fin llegó al aula destinada a composición y entró rápidamente para sentarse junto a una muchacha de cabellos rosas peinados en un par de coletas largas.
—Estaba feliz pensando que hoy no tendría que verte —dijo la joven mientras miraba hacia otro lado. —, por lo menos ayer me diste un descanso de ver tu fea cara horrorosa.
Usopp estuvo a punto de responder de mala manera ante las provocaciones de su compañera de clases, pero recordó la conversación que había mantenido el día anterior con Kaya. ¿Qué tal si lo que decía era cierto? entonces decidió cambiar su actitud con ella.
—A mi también me alegra verte, Perona —Usopp sonrió de manera cálida. —. Gracias por los apuntes de ayer, sin ellos, no hubiese podido estudiar.
Perona solamente pudo esbozar una sonrisa tímida que enseguida se vio reemplazada por un puchero y miró hacia otro lado fingiendo enojo.
—Lo hice sólo porque no quiero ganarte en calificaciones de esa manera tan baja.
—Lo que tú digas. —respondió él, tratando de poner más atención a su rival. Pudo notar que un ligero rubor le subía por las mejillas y trataba con todo su ser mantener la mirada fija hacia la ventana. Quizás Kaya sí que tenía razón.
Usopp no pudo seguir analizando a Perona, puesto que el profesor entraba al aula pidiendo que guardaran todos sus apuntes para empezar con el examen.
Zoro, por otro lado, llegaba al salón de clases con tiempo de sobra. Miró hacia el pizarrón blanco y suspiró al pensar en que aún le faltaban algunos días de clases antes de las vacaciones de mitad de semestre. Apenas era una semana de descanso, pero en verdad necesitaba despejar la mente, estaba agotado de tantas tareas y pruebas y demás cosas de esas tontas materias que no entendía.
—¿De qué me va a servir matemáticas o literatura en mi carrera? —pensó en voz alta soltando un suspiro sabiendo que estaría en problemas si no conseguía entender los temas de los meses anteriores antes de que empiecen los exámenes.
Simplemente no podía tener un promedio bajo, no después de todos los sacrificios que hacía su padre para mantenerlo en esa universidad tan costosa. De pronto, una sensación de culpabilidad le invadió el pecho y no pudo evitar tocarse la cicatriz que cruzaba su torso.
—Creo que tendré que volver a buscar trabajo, no puedo cargarle todo el peso a mi padre.
Nuevamente los pensamientos de Zoro se dirigieron al pasado y descargaron sobre él miles de recuerdos como si se trataran de flashazos de realidad: Un gimnasio, los ojos dorados de alguien que lo miraba con desprecio, unas cuantas copas de más y un auto rojo destrozado en la autopista…
Los alumnos empezaron a entrar al aula donde Zoro se encontraba, así que dejó sus pensamientos de lado para conversar con ellos de cualquier cosa como lo hacía siempre.
Una de las ventajas del campus antiguo era que se encontraba rodeado de varios restaurantes y tiendas de todo tipo, así que era mucho más fácil encontrar cualquier cosa que los alumnos pudieran necesitar, además, todo estaba demasiado cerca.
—Entonces, ¿vamos a comer? —preguntaba Usopp a una Perona que lo veía con confusión.
—No entiendo… ¿por qué?
—Ya te lo dije, quiero agradecerte por el favor que me hiciste ayer, y no me importa si solo fue por tus propios intereses, a mí me ayudaste mucho.
Si bien las intenciones de Usopp eran sinceras, había algo más detrás de esa invitación a comer. Si, estaba completamente agradecido, pues gracias a las notas claras de Perona, había sido capaz de entender las clases del día anterior y por lo tanto, pasar satisfactoriamente el exámen de ese día, pero también debía admitir que estaba completamente intrigado por la conversación mantenida con Kaya el día anterior mientras regresaban a casa:
"—Pienso que deberías darle una oportunidad, sé que es buena chica, aparte, tiene la misma dificultad para relacionarse que tú, así que pienso que se van a ayudar mucho. ¿Por qué no la llevas a comer mañana? como agradecimiento."
Las palabras de su amiga habían quedado rondando en su mente. Quizás valiera la pena intentar algo, ¿qué tenía que perder?
—Ok, ok. Pero yo elijo qué comer. —Perona escondió su delicado rostro en la pantalla de su celular, simulando buscar en el mapa los restaurantes cercanos.
—Claro, de eso se trata. —Usopp se sentía un tanto extraño hablando de esa manera con la muchacha, era la primera vez en todo los años que llevaban conociéndose en que hablaban sin insultarse.
—Quiero pescado. —La joven alzó la mirada, pero a pesar de eso, no veía a Usopp directamente.
—Suena bien. Es mi comida favorita.
Los dos recogieron sus mochilas y salieron juntos hacia el corredor en donde Kaya lo estaba esperando.
—¿Vamos a almorzar? —dijo la aspirante a médico sin notar la presencia de la otra muchacha.
—Kaya… hola, olvidé decirte que…
—Hoy tu ex noviecito me invitó a comer por los apuntes de ayer, así que…
—Entiendo. Que se diviertan mucho. —Kaya les extendió una sonrisa amable, todo lo contrario a la actitud altanera y odiosa de Perona.
—¿No vienes? —La voz de Usopp sonó un poco desesperada y con los ojos trataba de decirle "acompáñame, después de todo, fue tu idea".
—No, acabo de recordar que tengo una cita —Kaya rió bajito, en verdad no esperaba que su amigo decidiera actuar tan rápido ante sus consejos. —. Nos vemos luego. —dijo para después alzar la mano y moverla de lado a lado.
Usopp miró a Kaya alejarse con tranquilidad.
—¿Entonces? —Perona preguntó un tanto inquieta.
—Conozco un restaurante de comida marina por aquí cerca. Si te parece…
—Pero tu vas a pagar ¿verdad?
—Ya te dije que yo invitaba. —Usopp exhaló con resignación, por lo que veía, sabía que se aproximaba una tarde agitada.
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—¡Ey! ¿vas al depa? —Zoro trotó hacia Franky, quien en ese momento caminaba por el sendero hacia las furgonetas.
—Tengo que ir a dejar estos documentos a Recursos Humanos. Tu decano ya habló con el mío y aprobó que me dieran los puntos, entonces…
—Claro. Deberían poner las oficinas en este campus. Es una pérdida de tiempo ir al otro campus a hacer cualquier cosa… Bueno, así aprovechamos y comemos algo.
Franky hizo rodar sus ojos sabiendo que solamente era una excusa para no tener que cocinar ese día.
—Vamos, pero que sea algo barato, que el dinero del mes ya se me está terminando.
—Digo lo mismo… ¿nos vamos?
Los dos chicos siguieron el camino empedrado que se trazaba sobre el césped.
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—No entiendo. —dijo Perona de pronto mientras picaba un trozo de pescado con un tenedor.
—¿Qué cosa? —Usopp alzó la mirada, pensaba que se quedarían comiendo en silencio.
—Tu y tu amiga… ¿Kaya? —Se llevó la comida a la boca, sin embargo, no la comió. —. ¿por qué terminaron?
Usopp, que era muy reservado con todo lo referente a su vida personal, se atragantó por la repentina pregunta y tuvo que beber un poco de la gaseosa que tenía a un lado. Pasado el episodio, nuevamente se vieron sumidos en el silencio.
—Digo. Ella es bonita, amable, de buena familia —Perona jugó con su cabello mientras miraba hacia abajo. Su mirada era un tanto triste. —. Se nota que te quiere mucho y… No sé, olvida lo que te dije.
¿A qué venía esa pregunta?
—Tampoco lo sé —respondió casi sin pensar. —. Debe ser porque la veo como si fuera mi hermana. Hemos sido amigos desde la infancia y pues… no sé, no se sentía normal.
—Ya veo… —Perona jugó con los pequeños trozos de brócoli que acompañaban el plato. —. ¿Crees que alguna vez puedan estar juntos de nuevo? —Esta vez la joven miró a Usopp directamente a los ojos por primera vez en mucho tiempo, y él notó el bonito color de los mismos: Lilas, un color no tan común.
—No —La respuesta había sido tajante, tanto que Perona se sobresaltó y lo miró con extrañeza. Usopp notó la reacción de su compañera y rectificó. —. Digo, no creo que sea posible, ella y yo no somos simples amigos, creo que nos hemos convertido en una especie de familia, como dos hermanos que se quieren mucho y ya. Así que no.
Perona sonrió de manera casi imperceptible y volvió a prestarle atención a su plato.
—Bueno, mejor para ella.
—¿Qué quieres decir? —Usopp alzó una ceja y la miró.
—No le conviene estar con alguien tan aburrido como tú. Apuesto a que ella encontrará un novio guapo y tú te quedarás solo. Total, ni siquiera sales, no tienes amigos y veo muy difícil que conozcas a alguien. —Perona volvía a ser la misma chica hiriente que Usopp conocía.
—Quizás tengas razón —Sonrió con un poco de melancolía. —. No tengo la habilidad de conocer a gente nueva aunque… —Recordó la pseudo cita que tenía con Zoro y olvidó que estaba hablando con Perona. —. Quizás eso pueda cambiar, después de todo, hice algo que no estoy acostumbrado a hacer y…
—¿Y? —Perona sintió que miles de mariposas se alojaban en la base de su estómago, ¿acaso era eso una señal?, ¿Usopp por fin empezaba a notarla?
—No me hagas caso. Es una bobería.
El resto de la comida fue en silencio. Usopp se perdió entre recuerdos que saltaban de un lado a otro sin un rumbo fijo, mientras Perona empezaba a hacerse ilusiones.
La muchacha había estado interesada en su compañero casi desde el inicio de la carrera. Al principio solamente veía en él a una persona rodeada de un halo de misterio que la tenía intrigada y, con el pasar del tiempo, había descubierto una inteligencia excepcional en su compañero, además de una amabilidad desinteresada, de hecho, era demasiado fácil quererlo,aunque al parecer, el chico no se daba cuenta del impacto que tenía en la gente.
Perona había tratado de todas las formas posibles por llamar la atención del moreno, una de ellas había sido convertirse en su rival en cuanto a calificaciones, pero como no había recibido ninguna reacción de parte del joven, empezó a acosarlo de mil maneras logrando por lo menos que la notara. La joven sonrió, tantos años de esfuerzo y acoso enfermizo estaban dando sus frutos.
—¿Qué tienes que hacer después? —preguntó ella después de que Usopp pagara la cuenta. Era la oportunidad perfecta de dar un nuevo paso.
—Debo terminar el dibujo de la clase de arte. Me faltó darle unos cuantos detalles y… bueno, eso.
Perona miró a Usopp con un poco de incredulidad, sabía que el joven era un tanto perfeccionista, pero también sabía que nunca dejaba un cuadro sin terminar.
—Se va a terminar el mundo. ¿Qué hacen aquí? —exclamó Coby entre incrédulo y divertido.
Perona empezó a tartamudear y olvidó por completo lo que estaba pensando. No esperaba que nadie los viera juntos, al menos no hasta que su relación hubiera avanzado un poco.
—Le debía un favor, y se lo pagué —dijo Usopp con total calma mientras tomaba su mochila. —. Bueno, creo que me voy. Debo terminar el dibujo.
Coby miró a Perona un poco contrariado y esta alzó los hombros, como queriendo decir "yo tampoco entiendo".
Usopp cargó su mochila, se despidió de sus compañeros de clase y se fue directamente hacia la universidad, pensando cómo podría mejorar el dibujo.
Por otro lado, Franky y Zoro salían de las oficinas de recursos humanos después de dejar todos los papeles necesarios para la acreditación de los puntos extras de Franky.
—Me muero del hambre. —dijo Franky mientras se llevaba una mano al estómago.
—Por aquí hay muchos lugares donde comer, entonces…
—Oye, ¿ese no es tu ex? —dijo Franky señalando el otro extremo del pasillo.
Zoro, al reconocer al individuo, tomó a Franky del brazo y lo arrastró al interior de las oficinas.
—En primer lugar, fue solo un ligue de una noche, y en segundo lugar…
—Si, si… según tú, está traumado contigo, pero yo digo que estaba enamorado.
—El amor no existe, Fran.
—Como quieras. ¿Nos podemos ir?
—Aún no, quiero que pase el peligro.
Usopp entró nuevamente al campus y cruzó el pasillo principal en donde se encontraban las oficinas hasta llegar a una especie de jardín interno. Solo le restaba girar hacia la izquierda para llegar a su destino, sin embargo, su corazón empezó a latir frenéticamente y otra vez la dificultad para respirar se hizo presente.
—Sólo es un cuadro —Trató de convencerse. —. Es un cuadro como tantos otros… un cuadro que lo verá un perfecto desconocido.
Usopp extendió la mano para alcanzar la perilla de la puerta, pero en cuanto intentó girarla, descubrió con desagrado que no se movía.
—¡Olvidé pedir la llave! —renegó su falta de concentración. —. Tengo que ir a Recursos Humanos. —giró sobre sí mismo para volver sobre sus pasos.
Caminó a paso rápido, dado que no podía perder demasiado tiempo y mientras lo hacía, repasaba en su cabeza los detalles que quería agregarle al lienzo. Por un momento tuvo el fugaz pensamiento de mirar la foto de perfil de Zoro en la aplicación de mensajería para así utilizarla de referencia, pero por otro lado, quería probarse a sí mismo y a la memoria privilegiada que tenía.
Entró a la oficina y descubrió con alivio de que estaba vacía, generalmente muchos estudiantes aprovechaban la hora de salida para poner en orden sus asuntos, en especial en época de exámenes. Se acercó a la secretaria, le entregó el carnet y anotó en la hoja de registros su nombre seguido del asunto: "Llave de la bodega de arte". Usopp no pudo evitar darle un repaso rápido a toda la hoja y su mirada se quedó prendada en el asunto arriba del suyo que decía "Acreditación de puntos por modelaje en bellas artes". El joven tomó la carpeta para mirar mejor y leyó:
Nombre: Franky Flam (Seguido por una estrella).
Asunto: Acreditación de puntos por modelaje en bellas artes.
Carrera: Mecatrónica.
Hora: 14:23
Un hilo de pensamiento empezaba a crearse dentro de la cabeza de Usopp, sin embargo, todo se desvaneció gracias a la secretaria que en ese momento empezó a hablarle.
—Señor, ¿se encuentra bien?
—¿Qué? —El joven movió la cabeza para volver a la realidad. —. Si, lo siento. —Terminó de completar los datos, tomó la llave y corrió hacia la bodega, abrió la puerta y la cerró tras de sí con seguro.
Usopp recordó al joven de los tatuajes y cabello turquesa que acompañaba a Zoro el día anterior, no pudo evitar relacionarlo con la estrella después de su nombre. De pronto las cosas perdieron sentido. ¿No se suponía que eran de la carrera de Educación Física?, al parecer eran de mecatrónica, ¿o no?, pero ¿Por qué él era el único que había ido a hacer el trámite de acreditación de notas? no había visto el nombre de Zoro por ningún lado…¿Quizás Zoro llegaría más tarde a hacer el trámite?
Este último pensamiento lo aterró por alguna razón. ¿Qué tal si se lo encontraba cuando estuviera saliendo de la bodega?, ¿Le pediría nuevamente que le enseñe el cuadro?
La cabeza de Usopp se convirtió en un caos y antes de que las cosas empezaran a ponerse peores, decidió que se concentraría en dibujar, aunque en realidad solamente hizo retoques mínimos, especialmente en las cicatrices del joven. Estaba intrigado por la gravedad de las mismas y decidió que le preguntaría sobre ellas la próxima vez que se vieran.
La noche cayó y Usopp llegaba a su hogar cargando un cansancio físico y mental abrumador. No quería saber de nada ni de nadie, solo necesitaba dormir durante unos cinco o seis días seguidos. No estaba acostumbrado a demasiadas emociones fuertes en tan poco tiempo y no lograba explicar las razones de la ansiedad creciente de los dos últimos días. Pensó que quizás cuando se librara del asunto del cuadro, todo regresaría a la normalidad.
Se recostó en la cama con todas las intenciones de descansar un poco, después ya podría hacer la merienda, tomar un baño y terminar sus deberes. Cerró los ojos y de pronto, las palabras de Perona resonaron en su mente. En otras circunstancias, no le hubiera dado tanto peso a lo que le había dicho, sin embargo, todo sonaba tan real e hiriente. ¿Por qué no era una persona normal? Su consciencia trató de viajar al pasado para mostrarle la respuesta, pero antes de lograr hacerlo, se quedó profundamente dormido.
Continuará
Muchas gracias por llegar hasta aquí. Debo admitir que no fue fácil retratar a esta Perona, pero me siento muy feliz con este personaje. También sé que el nombre real de Franky es "Cutty Flam" y que el apellido es Cutty, pero no me sonaba bien "Franky Cutty" así que lo modifiqué para que sea "Franky Flam" XD.
Ya saben que el feedback es muy importante para mí, así que con solo dejar un comentario, me están animando muchísimo a seguir. Siquieresb apoyarme de otras formas, pueden ir a mi facebook o Tiktok, estoy como "Chisheccid Fanfics". Aquí encontrarán chismecito de todo tipo y nuevos proyectos.
Nos vemos el 1ero de enero con un nuevo episodio (Espero no estar tan mal por las fiestas y poder publicar a tiempo)
Que tengan todos una feliz navidad y un feliz año nuevo.
