Disclaimer: Oda, mil gracias por darnos a estos personajes tan entrañables para shippearlos a gusto.

Notas de la autora: Ustedes saben muchas de las cosas que escribo aquí, ya las tengo planeadas de antemano, pero hay cositas que aparecen como por arte de magia. Sepan que si me dejaron comentarios sobre un tema en específico y no les he respondido, es porque se relaciona directamente con algo que ya está planeado y no quiero dar spoilers.

Lo que tuvimos que hacer

Capítulo 15: Especial de cumpleaños parte 3

Zoro sostenía suavemente los largos cabellos rizados de Usopp en una especie de coleta para evitar que se ensuciara. Esperó a que el moreno dejase de vomitar para luego ayudarlo a ponerse de pie. Dejó escapar el aire de sus pulmones de manera lenta para luego palmear el hombro del moreno que trataba de enfocar la vista.

—¿Estás bien? —preguntó un tanto preocupado al notar que su amigo temblaba.

Usopp solamente atinó a negar con la cabeza mientras evitaba la mirada de Zoro.

—Sabes que puedes contarme lo que sea… —Lo abrazó más por inercia que por otra cosa y recién en ese momento se percató de que ese tipo de gestos se había vuelto bastante habitual entre ellos. —. No te voy a juzgar.

—¿Qué pasó con Law? —Usopp se aferró al abrazo haciendo que el corazón de Zoro empezara a latir con fuerza.

—Se fue…¿Por qué preguntas? —Tragó saliva y cerró los ojos en un intento de mantener la compostura, de lo contrario, temía no poder controlarse demasiado.

—Ya sé que se fue… pero ¿Por qué? —Se apretó a Zoro con más fuerza.

—No quieras cambiarme de tema. ¿Ya estás mejor?

—Quiero quedarme aquí un poco más.

—Entonces quedémonos aquí toda la tarde. —Acarició la cabeza de su amigo con una paciencia y amor que no conocía y eso lo asustó un poco. —¿Me vas a contar lo que pasó?

—Luego. —suplicó y recién en ese momento Zoro se percató de que Usopp estaba arrastrando las palabras.

—¿Cuánto bebiste?

—Mmm…

—No deberías tomar demasiado, te puede hacer mal.

—Por favor, tú no…

—¿Qué cosa?

—El regaño de Robin fue más que suficiente… —Usopp levantó la cabeza para mirar a Zoro.

—¿Quién es Robin? —Simuló mirar hacia la puerta solamente para no tener que mirar a Usopp a los ojos. Aún no estaba listo para enfrentar sus sentimientos.

—Mi psicóloga… —dijo casi entre dientes. —. En realidad, es algo complicado.

Esta vez no pudo evitar mirarlo con un poco de sorpresa, pero Usopp volvió a esconder el rostro en el pecho de Zoro.

—Lo siento, no quiero hablar de eso… No ahora.

—No te preocupes, no tienes que decirme nada.

—Zoro… —Alzó la vista nuevamente sin dejar de abrazarlo. —. Gracias.

Si Zoro pensaba que ya era lo bastante difícil mantenerse cuerdo en esa situación, la mirada que Usopp le dedicó logró desestabilizarlo. Si, Usopp estaba despeinado, con los ojos llorosos y la nariz escurriéndole, pero en ese preciso instante a Zoro le pareció que estaba sosteniendo entre sus brazos al ser humano más hermoso que en su vida había visto.

Estaba jodido.

Quizás sería el efecto de las cervezas lo que lo estaba moviendo en ese preciso momento, pero eso no le importaba demasiado. Solo sabía que los labios gruesos y carnosos de Usopp estaban entreabiertos, como si estuvieran esperándolo a él y Zoro decidió acortar la distancia entre ellos. Debido a que Usopp era un poco más bajo que él, tuvo que inclinarse levemente para llegar a su rostro. Se detuvo a escasos centímetros cuando sintió el aliento cálido del otro rozar su nariz.

¿Qué estaba haciendo?

Lo apretó con más fuerza, provocando que sus pubis se juntaran y volvió a acariciar la cabeza del moreno un par de veces antes de sostenerlo de la nuca. El corazón de Zoro no dejaba de latir con fuerza y la respiración se volvió intensa. Lo iba a besar, definitivamente iba a probar esos labios amables que ya no podía quitarse de la mente. Ejerció un poco de presión en su mano y Usopp se dejó guiar. Si en Zoro existía aún un atisbo de duda, esta desapareció por completo en cuanto Usopp cerró los ojos y levantó la cabeza para ofrecerle un mejor ángulo.

Era el momento y Zoro sonrió casi complacido ante la oportunidad que el destino le estaba regalando, sin embargo, la felicidad no le duró demasiado tiempo, pues la puerta metálica del local hizo su sonido característico y Zoro tuvo el tiempo necesario para tomar un poco de distancia.

—Vamos a partir el pastel y… —Perona, que salía casi a los gritos se detuvo en seco al encontrarse con el par de hombres fundidos en un abrazo que distaba mucho de ser uno meramente amistoso. En otros tiempos hubiera saltado sobre Zoro y exigido a gritos una respuesta razonable, pero se mordió la lengua y se obligó a tragarse sus palabras tal y como Coby le habría aconsejado. —. ¿Interrumpo algo? — Dejó escapar la pregunta entre dientes no sin dirigirle una mirada intensa a Zoro, quien aún sostenía entre sus brazos a un Usopp que agachó la cabeza.

—Claro, ahí vamos —Zoro lo soltó suavemente, sin embargo el moreno seguía aferrándose a él, como si aún estuviera esperando algo. —. Ya te alcanzamos.

—Está bien… —dijo con desconfianza mientras volvía al interior del local. —. No demoren demasiado ¿Quieren? —La última frase sonó a amenaza, una lo suficientemente clara para hacer que Usopp la mirara y descubriera un dejo de tristeza en su mirada.

—No te preocupes. —Zoro seguía tratando de dominar la situación y esperó hasta que Perona entró del todo para hablar con Usopp- —¿Te sientes mejor? debemos volver adentro.

—Si, estoy mejor… creo. —Apartó la mirada al tiempo que deshacía el contacto. —. Zoro —Tomó aire como si fuese la primera bocanada en mucho tiempo. —. No le digas a nadie que Robin es… bueno, eso.

"Tonto, idiota, tarado" era el mantra que Zoro se repetía constantemente en la cabeza al tiempo que cerraba la puerta de la casa de Usopp levantando la mano para despedirse de Franky y Kid quienes se alejaban por la carretera.

¿En qué carajos estaba pensando? y más importante aún ¿Qué esperaba de todo eso?

Cargó a Usopp nuevamente y pensó en llevarlo hacia su habitación, pero ¿Cuál de todas era? volvió a recostar a su amigo en el sillón de la sala y se dispuso a investigar las habitaciones una a una. No fue tan difícil deducir cuál era la que le pertenecía al moreno dado que todos los cuartos estaban vacíos, exceptuando dos. Pudo descartar el primero ya que era el que lo había acogido aquella noche cuando peleó con Franky.

Zoro volvió a la sala y cargó a Usopp en su espalda. Caminó hacia la habitación un poco inclinado hacia el frente para evitar cualquier desgracia y cuando por fin llegó a destino depositó a su amigo sobre la cama con delicadeza. Le quitó los zapatos y los calcetines, le acomodó el hoodie lo mejor que pudo y luego lo acomodó en la cama. Levantó las cobijas para poder acostar a Usopp bajo ellas y le sorprendió descubrir que tenía al menos cinco cobertores tendidos sobre la cama.

Tras dejar a Usopp dormido, Zoro se relajó en el sillón de la sala y miró el reloj solo para ver que no eran más de las cuatro de la tarde. Pensó en encender el televisor de la sala para ver cualquier cosa que pudiera distraerlo, pero la imagen de Usopp cerrando los ojos y separando levemente los labios se había quedado tan impregnada en su memoria que simplemente era imposible no pensar en ello.

¿Qué le diría a Usopp en cuanto despertase?

Daba igual, tenía tiempo suficiente para pensar en alguna clase de excusa.

Usopp despertó sobresaltado.

Al principio, una sensación de incertidumbre lo golpeó en el pecho al no reconocer el lugar en el que se encontraba, además no se explicaba el intenso dolor que le recorría toda la cabeza. Trató de recordar y…

"¿Confías en mí?"

Por alguna razón, esa frase resonó en su memoria.

"Vamos, yo te llevo a casa."

Y después de eso, todo volvía a ser confuso.

¿Qué había sucedido?

Sus ojos se acostumbraron a la oscuridad de la habitación rápidamente y pudo reconocerla como suya. Extendió la mano hacia la mesita de noche para encontrar su teléfono celular y en cuanto lo alcanzó desbloqueó la pantalla para mirar la hora.

Eran las nueve y treinta de la noche del día sábado primero de abril… Por fin lo recordaba, estaba festejando su cumpleaños con sus amigos y al parecer había bebido demasiado, hasta el punto de no recordar casi nada.

¿Cómo había llegado a casa?

"Zoro? Sabes lo que pasó hoy? acabo de despertarme en mi cuarto, pero no recuerdo nada. Todos están bien?"

Volvió a recostarse después de enviar el mensaje y automáticamente se le formó un nudo en la garganta. La imagen de Zoro bebiendo alegremente junto a Law apareció ante sus ojos como si se tratara de una película y no pudo evitar sentir un intenso malestar en el pecho ante el pensamiento de que muy probablemente su amigo no le contestaría por estar revolcándose con "el idiota". Se los imaginó intercambiando besos fogosos al tiempo que se recorrían mutuamente con las manos y cuando pensó que se pondría a llorar por alguna razón que no se explicaba demasiado, un sonido leve llamó su atención.

—¿Todo bien?

Usopp se congeló al reconocer la voz de Zoro a través de la puerta.

—¿Te volviste a dormir? —Insistió su amigo.

—No, no… Estoy despierto. —Usopp se incorporó de la cama con prisa, provocando que su cabeza diera vueltas.

—Voy a entrar.

—Si...

—¿Cómo te sientes? ¿Quieres algo? —Zoro prendió la luz de la habitación, pero la apagó enseguida al notar que Usopp se tapaba los ojos.

—Me duele mucho la cabeza —confesó apenado. —, y no recuerdo nada después de…

—¿Qué es lo último que recuerdas? —El corazón de Zoro se aceleró ante las palabras de su amigo. ¿Qué le diría si traía a colación lo que había sucedido afuera del local?

—Creo que… no sé, todo es muy confuso… Franky trajo las pizzas y… Preguntó por Robin ¿verdad?

—Si… Franky preguntó por ella y parecía que te iba a dar algo, así que te llevé afuera. —¿Por qué le estaba diciendo eso? ¿Acaso quería tocar el tema? Se sentó al filo de la cama totalmente dispuesto a enfrentar el problema.

—Oye Zoro… —Usopp se inclinó hacia él. — ¿No te fuiste con Law? Parecía que ustedes…

Zoro soltó una carcajada.

—¿Eso es lo último que recuerdas?

—Recuerdo que vomité, pero no recuerdo nada más.

Los hombros de Zoro se relajaron al igual que su respiración y los latidos frenéticos de su corazón.

—Y que lo digas. Yo te sostuve el cabello. —Tuvo ganas de volver a acariciarle la cabeza, pero se detuvo a tiempo ¿Desde cuando tenía esos impulsos con Usopp? —¿Me respondes algo?

Usopp solamente emitió un leve quejido a manera de confirmación

—¿Por qué no quieres que nadie sepa que Robin es tu psicóloga?

Usopp se recostó en la cama mientras exhalaba de manera lenta.

—Robin no es mi psicóloga… Bueno, casi,pero no… Es una larga historia —Inhaló profundo antes de seguir. —. ¿Recuerdas lo que me preguntaste esa mañana en mi casa?

—Debes ser más específico.

—Me decías que cuando uno bebe se pone sonso y dice cosas que lastiman a los demás.

—Ya me acordé. Fue cuando Franky se enojó conmigo. ¿Qué tiene que ver eso con lo de hoy?

—Te mentí… La verdad es que —Suspiró derrotado. —. ¿Te puedo contar una historia?

—Claro.

Usopp empezó a jugar con sus dedos, palpando el borde de cada una de sus uñas tratando de buscar imperfecciones que pudiera arrancar.

—Además de Kaya, tenía otra amiga, Nami. De hecho, estaba en la fiesta

—Si, me acuerdo de ella… La chica de cabello anaranjado ¿no?

—Si… Se podría decir que éramos inseparables amigos del barrio. Desde niños jugábamos en el parque, le hacíamos bromas a Zeff, el señor del restaurante —Usopp esbozó una pequeña sonrisa que parecía triste. —. Crecimos juntos, nos apoyábamos en todo y… Bueno, pasó lo de mi madre y todo lo que eso… —dudó un poco y se incorporó de nuevo —. Me entiendes ¿no? —Zoro asintió y Usopp siguió su relato más confiado. —Ella y Kaya me visitaban cuando estaba internado, después de todo, eran la única familia que me quedaba. Cuando por fin me dieron el alta y empecé a ir a terapia… En resumen, yo no estaba del todo bien. Kaya y Nami me cuidaban mucho, pero creo que eso me abrumaba demasiado. Una vez, en una recaída, intenté tomarme todas las píldoras y Nami me encontró… —Usopp encontró un pequeño pellejo en su dedo pulgar y rascó con fuerza en el afán de deshacerse del trozo de piel muerta.

—No tienes que contarme si no te sientes…

—Estaba desesperado, quería morirme y Nami solo trataba de ayudarme… Tenía mucho resentimiento hacia ella porque tiene una linda familia que la apoya. La envidiaba porque estaba a punto de irse de viaje para cumplir su sueño y… Creo que solamente estaba resentido con mi vida y desquité con ella toda mi tristeza. La lastimé mucho con todas las cosas que le dije. Después de eso yo dejé de ir a terapia con el psicólogo del centro que me internó. Me alejé de Nami y ella con el tiempo también dejó de insistir —Usopp buscó el abrazo de Zoro. —. No la culpo… Ella se fue de viaje y no volvimos a hablar hasta hoy… dos años después de eso. Ni siquiera se podría decir que hablamos, evité hablar con ella… Debo verla mañana, pero no quiero hacerlo… No estoy listo para mirarla a la cara.

Usopp nuevamente temblaba. Zoro quiso protegerlo de todos los males del mundo, decirle que todo estaría bien, acunarlo entre sus brazos y no soltarlo nunca. No tuvo tiempo de volver a asustarse de sus propios impulsos, en cambio lo atrajo más y aspiró fuertemente tratando de guardar en su memoria el aroma cítrico del perfume de Usopp.

—¿Tienes miedo? —preguntó más para llenar el silencio y no volver a caer en la tentación de hacer más íntimo el contacto.

—Demasiado… No quiero volver a lastimar a la gente que me importa, creo que por eso no he dejado que nadie conozca mis secretos… Zoro —Y su temblor se hizo mucho más intenso. —. No quiero perderte.

—Usopp… mírame —El joven levantó el rostro revelando unas cuantas lágrimas que Zoro limpió con el dedo pulgar. —. Yo nunca te voy a abandonar.

Perona se sentó al filo de su cama con una serie de pensamientos que se sobreponían unos contra otros.

¿Qué se supone que estaba haciendo? Tomó su teléfono celular y escribió a toda prisa.

"Ya llegaste a casa?"

"Si…"

"Cómo sabías que Zoro es gay?"

"Es importante eso?"

"Si… Nadie me dijo y creo que es algo que debo saber."

"Por qué te importa tanto? No sabía que eras homofóbica. Por eso el país está como está."

"No seas idiota! Me importa un comino las preferencias de la gente… Es solo que me dolió que mi mejor amigo y mi novio no me hayan tenido la confianza suficiente para contarme…"

"Solo me escribiste por eso? Perona, quiero dormir."

"No me estás entendiendo… Hoy vi algo que… Cómo te explico? Zoro y Usopp estaban abrazándose."

"No es eso normal? siempre se están abrazando."

"No crees que es raro?"

"Oye! los hombres también podemos darnos abrazos y no significa nada, además, Usopp está contigo, no? y Zoro le trae ganas al doctor de la u. No empieces con tus inseguridades…"

"No es solo eso… Tú viste lo que pasó cuando ya nos estábamos yendo… Usopp solamente aceptó irse a su casa cuando fue Zoro quien fue por él. No me hizo caso a mí, ni a ti, ni a Kaya."

Perona se quedó mirando el teléfono durante algunos minutos esperando la respuesta de su amigo y cuando ya no pudo esperar más, nuevamente escribió.

"Ves? Ni siquiera puedes responderme."

"Está bien… tienes un punto. Crees que Usopp pueda estar sintiendo algo por Zoro?"

"No lo sé…"

"Y si es que es así… Qué piensas hacer?"

"Tampoco lo sé."

"Lo sabes, verdad? No puedes estar en una relación con alguien que no te quiere… No te mereces eso.
Es decir, nadie se merece eso"

"Coby, no tengo ganas de hablar. Hasta mañana."

"No trates de evadir el tema… Sabes que es cierto. Me sorprende que no hayas saltado sobre Zoro para arrancarle la cabeza XD."

Perona arrojó el teléfono sobre la almohada para pensar en las palabras de Coby. ¿Qué haría si resultaba que Usopp estaba empezando a sentir algo por Zoro? Recordó los celos que sintió al ver a Usopp rodeado de tres mujeres hermosas, pero se consoló enseguida al pensar que Usopp había decidido estar con ella, pero el asunto de Zoro era… diferente.

Venía sintiendo una vibra extraña desde hace algunas semanas y por fin el pensamiento que había tratado de reprimir salió a flote.

"La única persona capaz de acercarse tanto a Usopp es Zoro. Ni siquiera Kaya, ni Coby ni yo… Solo Zoro."

Tuvo ganas de escribirle a Kaya y preguntarle por qué las cosas entre ellos no habían funcionado, pero no lo creyó prudente. Dio un par de vueltas alrededor de su habitación y encontró una respuesta clara: Vigilaría a Usopp de cerca, mucho más de lo que estaba acostumbrada.

Luego ya vería qué hacer.

Continuará

Este fue el último capítulo dedicado al especial de cumpleaños de Usopp y debo decir que me siento satisfecha por el resultado final de estos 3 capítulos. ¿Cuál fue su parte favorita? la mía definitivamente fue el casi beso entre Zoro y Usopp, y si, tengo que admitir que me odié un poquito por la interrupción de Perona, pero entiendan que es justo y necesario. Aún era muy pronto. Zoro todavía es una bola de confusión y hormonas, así que creo que no hubiera sido lo más favorable para ellos. Gracias Perona.

Por otro lado, podemos ver que Usopp está lleno de sorpresas Si Robin no es su psicóloga,entonces ¿Quién es? Ya saben, sus comentarios me ayudan muchísimo a continuar escribiendo.

Recuerden que tengo un montón de redes sociales regadas por todo el internet y en las que me pueden encontrar como "Chisheccid fanfics". Actualmente estoy subiendo poco contenido (Problemas de cambiarse de casa), pero estoy preparando algunas cositas, sobre todo para TikTok.